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LA HISTO.RIA DE LOSPAPELES DE TROTSKI *
POR J. VAN HEIJENOORT
Nos encontramos , aquí , en la etapa final de unalarga trayectoria. El momento inicial de esa trayectoria es Moscú, 1927. De ahí pasa a través deAlma-Ata, en Siberia, cerca de la frontera china,para doblar luego hacia Prinkipo , una pequeña islaen el mar de Mármara; de Turquía pasa a Marsellay París, después a Oslo y a Honefoss en Noruega;de Noruega la trayector ia se continúa a Tampico ydespués a Coyoacá n en las afueras de la ciudad deMéxico y, finalmente, va de Coyoa cán a Cambridge, Massachusetts.
Varios baúles que contenían los papeles deTrotski lo siguieron en esta odisea y se fueron acrecentando en contenido y en tamaño mientras pasaban los años. Los papeles que salieron de Moscúcon él eran, en principio , su correspondencia de laguerra civil; que consistía especialmente en copiasde telegramas intercambiados entre él y Lenin durante los años de 1917 a 1921 y, después, los documentos escritos durante la lucha de la oposición izquierdista contra Stalin durante 1923 y 1927. Fueeste el núcleo original alrededor del cual, en 1928,en Alma-At a, comenzó a cristalizarse una nuevadocumentación. Durante el año que Trotski pasó
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en Siberia sus archivos se enriquecieron con la correspondencia que puso sostener con sus compañeros deportados.
Estos eran hombres (como Rakovsky, Solntsevy muchos otros) notablemente talentosos que hao'bían ocupado hasta hacía poco posiciones importantes en el estado soviético como diplomát icos.economistas, etcétera, por lo que la correspondencia que crearon en 1928 se basaba en un intimo conocimiento de la maquinaria del estado Soviético.Cuando yo llegué a Prinkipo en 1932, había estantes a ambos lados de una enorme galería del segundo piso de la casa. En ellos estaban los que llamábamos los papki (legajosen ruso) que contenían lospapeles sacados de Rusia. Muchos de ellos no habían sido abiertos desde la salida de Moscú y eran,'para nosotros, objeto de maravilla.
Con Trotsk i, los archivos emprend ieron, a principios de 1929, el largo viaje de Alma-Ata a Estambul. Alguien podría preguntarse por qué Stalinpermitió que Trotski sacara del país sus papeles.'Esa es parte de una pregunta más amplia: ¿por quépermitió Stalin que Trotski saliera de Rusia? Larespuesta no es sencilla, y no es ahora la ocasiónpara discutirla en detalle. Me limitaré a decir queen ese momento Stalin se hallaba todavía maniobrando con algunos de los miembros del Politburoyen conflicto con ellos; y que también pensaba, en ,apariencia , que una vez que Trotski estuviera fuerasería fácil considerarlo un agente extranjero . Es obvio que, algunos años después, Stalin comenzó amorderse las uñas lleno de reproches por lo que había hecho. '
Una vez establecido en Prinkipo , Trotski empezó a escribir abundantemente. Hizo lo que yo lla-'mo los libros grandes, como Mi vida y la Historiade la Revolución Rusa. además de una serie continua de artículo s, y de una amplia correspondencia: Había grupos trotski stas en quizá treinta ocuarenta países del mundo, y Trotsk i acos~umbraba cambiar cartas regularmente con sus lideres y,en ocasiones, hasta con sus militantes. Tambi~n seescribía con muchas personas que no eran mrem-:bros de esos grupos. Las cartas remitidas, así com?copias de las que se recibían, ~ntraba~ a los archivos Incluso teníamos un legajo especial para cartas 'mandadas por buscadores de autógrafos y porgente que le ofrecían consej?s relacionados a cómosalvar su alma y cómo mejorar su salud. ,
Con todo, hay en los archivos lo 9ue yo Il~~o," agujeros" y, para ayudar a los estudiosos, quisiera ahora decir algunas palabras al respecto.
Hubo un incendio en la villa Izzet Pasha, en ~a
que Trotski vivía en Prinkipo. ~I siniestro ocurri óa las dos de la mañana del primero de marzo de1931 . Afortunadamente el fuego fue rápido y levey
'el contenido de los muebles ce~rados no fuet~cadopor él. Recuerdo que loslegajos fueron arrojadospor las ventanas por Jan Frankel y .~ ue bien po~ofue lo que se perdió: una gran colecci ónde fotogra-
Jean van Heijenoort (1912)fue secretario durante ~uchos. añosde León Trotski, así como su traductor al fra~ces . Recientemente publicó Con Trotski. D~ PrinkipoaCoyoa~~n . Este.textoesuna transcripción deldiscurso con elcual Van HeIJenoorhn~ugu·
ró en Harvard la apertura del archivo de correspondencia delideólogo ruso.
fías de la Revolución que conservaba en su cuartoNatalia Ivanovna, y cierto número de cartas queTrotski había recibido recientemente y que estabanen su escritorio para ser contestadas. Poco fue pueslo que hubo que lamentar.
Otras lagunas en los archivos vienen del hechode que la vida de Trotski durante sus doce años deexilio, especialmente después de su salida de Turquía, fue todo menos lo que pudiera llamarse tranquila. En Francia, durante meses, estuvo corriendode un lado a otro. En Noruega estuvo internadocuatro meses en condiciones muy adversas. Todasestas circunstancias eran contrarias a la conservación adecuada de los archivos. También hay el hechode que los colaboradores de Trotski se mudaban frecuentemente y varios de ellos carecían del gusto deconservar los papeles en orden.
Uno de los "agujeros" de los archivos fue debidamente taponado en 1933. Llegamos de Turquíaa Francia en julio de ese año y el gobierno francésle había otorgado una visa a Trotski sin ningúntipo de restricción especial. La actitud de la policíafrancesa contenía, sin embargo, un cierto elemento
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de incertidumbre. Cuando los baúles que contenían los archivos fueron abiertos , Lean Sedov, elhijo de Trotski, sacó lo que yo llamaría los legajosdelicados, aquellos que contenían los nombres delos jefes de los grupos trotskistas francés y alemán(Pierre Naville, Raymond Molinier, Erwin Ackerknecht, etc .) y los puso en lo que él consideró unlugar seguro. Los legajos nun ca volvieron a los archivos. Sedov sacó también su propio legajo. Había dejado Prinkipo para ir a Berlín en febrero de1931. Entre esa fecha y julio de 1933 Trotski sostuvo con su hijo una a bundante correspondencia yaque, dos o tres veces a la semana, le dictaba cartaspara él a la mecanógrafa rusa . Se trataba de cartasmuy ricas en contenido, por lo que es una lástimaque ese legajo nunca regre sara al archivo y que nose haya vuelto a saber nada de él.
En la noche entre noviembre 6 y 7 de 1937 ciertonúmero de paquetes llenos de papeles fueron robados de una casa en la que se les había guardado enla rue Michclet, en París . El reporte de la policíafrancesa decía que la pue rta había sido recortada y que toda la operaci ón sc hab ía realizado con cuidado profesional. Se tra taba de unapand illa de ladrones profesion ales que habíasido mand ad a de Moscú. :\ rr.r v és de Mark Zborowsk i, un agente secreto stulinis ta que se habíaganado la confiunzu de Scduv, la policía rusa sabíapor adelantado lo que hab ia en la casa de la calleMichelet. Después del hurto, Sedo v le escribió a supadre que lo que contenían las cajas eran, en sumayoría , recortes de prensa y per iódicos. Es difícilcreer que la policía de Stalin iba a mandar una pandilla de profesionales desde Mosc ú sólo para robarse algunos periódicos viejos si sabían de antemano lo que las cajas contenían, por lo que puedepensarse que algunos de los Ioldcrs sacados por Sedov antes, se encontraban entre lo perdido.
Debo mencionar también que parte de los pape-o les de Trotski, específicamente la correspondencia
de la guerra civil, fue vendida por él al InstitutoAmsterdam en 1935, que la ha publicado ya enruso y en inglés.
He indicado las lagunas del archivo para ayudara los estudiosos a entender lo que hay en él y lo queno. Ahora quisiera decir algo acerca de los métodos de trabajo de Trotski . Excepto cuando se hallaba trabajando en un libro de carácter histórico(como aquellos sobre Lenin y Stalin) no era un académico hurgando los archivos . Sus artículos estaban relacionados, casi siempre, con el futuro y conel presente, no con el pasado.Cuando los escribíausaba la información que le daban los periódicos.Conservábamos los archivos en buen orden, perose hacía relativamente poco uso de ellos . De vez encuando, cuando dictaba una carta, me pedía que lediera la copia de la carta anterior al mismo corresponsal, pero aún eso era poco común . Una excepción a esto es, por ejemplo, el trabajo para la Comisión Dewey sobre los Juicios de Moscú. Las au-
diencias se hicieron en Coyoacán en abril de 1937 yantes de que llegaran los comisionados empezamosa prepararnos buscando en todos los archivos documentos que sirvieran para refutar las acusaciones hechas contra Trotski desde Moscú. Los papkifueron abiertos por primera vez desde que salieronde Moscú y dejaron escapar el polvo que habíanj untado. Cada pedazo de papel en los archivos fueescrutinizado y ustedes pueden hacerse de una ideade lo que eso significó mirando los dos volúmenesde aud iencias y documentos publicados por la Comisión .
¿Po r qué vinieron los archivos a Harvard? Bueno. por algo del destino y por algo de suerte. A finales de 193H. después de Munich, Trotski advierri ó, por supuesto, que la guerra empezaría en Europ a . Estaba con vencido de que, en caso de guerra,Stal in trataría de matarlo y hasta predijo con ciertaexact itud cu ándo intentaría hacerlo. El escenarioque T ru tski tenia en mente era el siguiente: los stalin istas mexican os mob ilizar ían a una multitudcon tra la casa de Coyoac án, dos o trescientas genles, hasta rodearl a. To ma ndo ventaja de la confusión un comando profesional trataría. en un moment o dado , de someter a la guardia de policíasmexican os, entrad a a la casa. le daría muerte yprende rla fuego a los ar chivos. Trotski tenía unfuer te sentido de la historia . Estaba convencido dela impor tunc iu de los ar chivos para las generaciones venideras . Adem ás del peligro que representaIHI Sta lin. las co ndiciones clim ática s en México nocrun las adccuudus para la conservación de los papeles, asi que T rotski comenzó a pensar en algunainstituci ón norteamericana . Se establecieron conl;lctos con algunas de ellas: la Chicugo University,la l-uud aci ón Hoovcr en California. y Harvard.Cada una de (as instituciones mandó a un hombrea M éxico a ver los papeles antes de lirmar un cont rar o . Yo era el encargado de mostrarles los papeles y recue rdo bien esas visitas en 1939. ¿Por qué vinieron los papeles a Harvard? Dudo que haya habido una razón particular. Hubo un momento en elque T rotski pareci ó inclinarse por la FundaciónHoovcr, pero probablemente Har vard se mo vióco n mayor agilidad que los otros y fue así que se hiciero n las cosas.
Por la cuestión de la venta, los papeles fueron divididos . Por supuesto era imposible que Trotskivendiera los papeles que todavía estaba usando,crea ndo día con día . Por lo que la fecha de corte dediciembre 31 de 1936 fue fijada . Ese día Trostki estab a en el mar. entre Oslo y Tampico, por lo quehab ía una laguna entre los días finales de un año yel principio del otro. de modo que se consideró ur,buen punto de corte. De a hí que el primer montónde papeles vendidos a Harvard incluía todo lo quehabía hasta finales de 1936. Pero en agosto de1940, poco despué s de la firma del contrato de esapr imera parte. Trotski fue asesinado . Inmediatamente después, Natalia Ivanovna y su consejero y
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abogado, Albert Goldman, decidieron mandartodo lo que quedó en la casa a Cambridge, así quetodos los papeles de 1937en adelante fueron a Harvard, incluyendo el pasaporte turco de Trotski, elpermiso de residencia en México, todo, y el contrato de venta fue firmado en 1946. Después de la guerra, Natal ia 1vanovna reunió var ios papeles de diferentes fuentes, sobre todo documentos que le mandaron de Europa, no muchos pero importantes, ytodos juntos formaron un nuevo paquete que le fuevendido a Harvard en 1953.
A través de esta división cronológica, hay otraque se basa en los contenidos y que fue impuestapor Trotski mismo: que su correspondencia (la recibida y la mandada) se conservara cerrada porcuarenta años, con el objeto de proteger la seguridad de cierto número de personas de Europa, loque efectivamente se consiguió. Esta es la secciónque hoy acaba de ser abierta. Recuerdo haber venido a Harvard por primera vez en el otoño de 1940aabrir los baúles que acababan de llegar. En ese entonces , 1980 parecía ser el fin del mundo y, sin embargo, como ustedes pueden ver, ha llegado eseaño.
Me gustaría decir algunas palabras de consejo aquienes van a usar los archivos: se trata de un complejo montón de papeles, por su tamaño y por sucontenido. Mi primer consejo sería no entrar aellos bajo una perspectiva de corto plazo. Ustedesdeben estar muy bien preparados para hacer conellos algo que valga la pena, identificar a las personas, reconstruir circunstancias, etc . Recibirán unamagnífica ayuda para ello de los tres volúmenes decatálogos que ha compilado el señor Patrick Miehe. Un bibliotecario no puede,sin embargo, leercada documento y estudiar cada circunstancia enque fue escrito, limitándose a recoger nombres yfechas, y sin poder cotejar los documentos en posde una pieza de información . Por eso hallarán enlos catálogos errores pequeños y discrepancias, ypor eso les pido que mantengan un record de cualquier error para que se lo den al bibliotecario a cargo de Houghton . Habremos de diseñar el aparatopara que el catálogo pueda ser mejorado en una especie de trabajo colectivo. Debo decir también queal principio el señor Miehe usó, de buena fe, ellibro de Isaac Deutscher, y que este libro es notablemente deficiente en lo tocante a fechas , lugares, deletreo de nombres, etc.
Por supuesto algún día algunas de estas cartasserán publicadas, lo que impl icará problemas. Algunas de las cartas fueron dictadas en ruso, en unhermoso ruso. Era su lengua, y.iusándola, se sentíaperfectamente a gusto, por IQ que en ella es dondeuno mejor puede apreciar y juzgar su estilo. Sufrancés y su alemán eran, lo mismo, muy buenos.En México mejoró su inglés y aprendió español algrado de poder leer los periódicos y sostener pequeñas conversaciones. Dictaba en alemán, francés e inglés. Cuando me dictaba en francés en oca-
siones mejoraba yo su sintaxis. Había ocasiones enlas que insistíaen ciertos giros de la frase pues consideraba que quedaba más claro su pensamiento alhacerlo aunque no se tratara de un francésdel todocorrecto . Entre nosotros había una especie de interacción en esesentido: algunas veceslograba imponerse y en otras yo triunfaba y lo cambiaba. Lomismo puede decirse de cuando dicta en alemán yen inglés. Algunas veces modificábamos al escribirsu dictado . De hecho, Trotski no puntuaba al dictar yeso tenía que hacerlo el secretario , por lo quequien edite las cartas deberá estar al tanto de estasituación . Las más de las veces resultará que lascartas no pueden editarse como están, es decir demanera facsímil: tendrán que cuidarse detallescomo la ortografía, los acentos en francés, etc. M uchas de las cartas fueron mecanografiadas en circunstan cias difíciles (máquinas rotas , sin acentos,etc.) por lo que una labor de pulimiento es inevitable. Pero tiene que hacersecon delicadeza. Las car-
- tas no pueden reescribirse, eso es obvio, pero haypequeños cambios que los especialistas tendránque hacer conmucha delicadeza.
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Por último quiero decir algo en relación a la correspondencia. es decir . a la parte de los archivosque acaba de abrirse. No deben esperarse revelaciones sensacionales en lo político. toda vez queTrot ski no era un homb re con diferentes ideas en lopúblico, y en lo privad o. La continuidad en el plano político entre los escritos publicados y la correspondencia será ob via para todos. No hay contradicción. Las carta s, sin ernbargo, agregarán unabuena parte a los escritos publicados, nuevas dimensiones. Los escri tos funcionan con conceptospolíticos y no resulta fácil adivinar al hombre quehabia de tr ás de ello». lI a ~ t ; l Ll autobiografía, 'Mivida, revela poco de esa vida interior. Hay muchodram a: Trotski escapando de Siberia, corr iendopor las estepas. ctc., pero no sabemos lo que sentíaal hacerlo. Eso es lo que la correspondencia va acambiar, pues mucha s de las carlas son muy reve- 'ladoras de Trotski como hombre. Las cartas a Natalia lvanovnu, a su hijo Lim a. a su hija Zina traer án su vida inlima lll ;'IS cerca de nosotros. Pero todas las cartas, si Ia~ leemos cun cuidado. cont ribuyen a una comprcnst ón m ;'l ~ profunda de su personalidad.
Otra función impor tant e de la correspondenciaes la de revelarnos lo que Tr otski sabia en ciertosmomentos sobre ciertos nsuntos. ¿()ué sabía, porejemplo, en cierta fecha. cuando escribía sobre Rusia, sobre lo que esta ba sucediendo en los altoscirculas burocr áticos" La correspondencia arrojaluz sobre estas fuentes de información y sobre lacantidad de informa ción con la que contaba enmomentos dados.
Las cartas fuero n, claro est á, remitidas a sus corresponsales y revelan por lo mismo mucho sobrela manera que Trotski tenia de tratar a la gente, algrado de sentir el tono de su relación con una persona dada.
Hay, por supuesto, una preocupa ción recurrentea través de toda la cor respondencia: la creación delos grupos trotskistas a través de todo el mundo.Grupos que crecían en condiciones difíciles, perseguidos por todos y por todas las opciones. Casisiempre cada grupo se dividía en dos, tres y hastacuatro facciones. Es dificil imaginar la cantidad detiempo, esfuerzo y paciencia que Trotski tuvo queemplear en esa labor. Sólo en los archivos puede .medirse la actividad de los doce años de exilio. La .persecución fue para él un motivo constante depreocupación, hasta llegar a quitarle el sueño, y suvida privada y todo eso comenzará a respirarsécuando empiecen ustedes a leer las cartas.
Eso es todo lo que puedo decir en esta ocasión.Hay cerca de 17,500 docume ntos, de los cuales másde 4,000 son cartas escritas por Trotski mismo.Todo eso debe ser estud iado con cuidado y atención. Aquellos que están dispuestos a entregar esaatención tendrán grandes satisfacciones y a ellosles deseo la mejor de las suertes.
Enero 7 de 1980
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