La fiesta tuvo su apogeo entre las cinco y siete de la tarde.

" Lo que me gusta de esta festividad es que te puedas reunir con tu familia, que se comparte mucho, y siempre hay algo para aprender", comentó Verónica Sverdlick, participante de YOK de 24 años.

"Este puesto para acercar a otras religiones para participar de un lejaim, un brindis, y después lo subimos a la página de YOK”, comentó Alexis Hofman, un guía de YOK de 20 años.

“Pensé que íbamos a tener más éxito, solo pasaban a preguntar de qué se trataba y nada más”, dijo Fernando Rey, coordinador de guías del Centro de Ana Frank Argentina.

“Este puesto es el más popular de la feria de comida”, destacó Eduardo Pérez de 32 años, encargado del puesto de shawarma.

En la feria gastronómica se podían ver diferentes promociones de comida típica judía para comer al paso, como los tradicionales knishes o boios.

Marta Kujawski y su hija Mónica se encargaron de repartir pequeñas muestras de su tradicional biscocho de miel, mejor conocido como leikaj.

“Como mis hijos ya están grandes, siempre aprovecho para sacar a pasear a Poissy en estas oportunidades”, comenta Liliana Rosenbaum, judía de 68 años, sobre su glamoroso maltés.

“Me encanta llevar a mi hijo a estas actividades, así poco a poco va incorporando conceptos de la colectividad”, comenta Daniel Vargas, de 32 años.