Post on 11-Jul-2015
Poemas de Juan Ramón Molina
EN BRASIL
Fue mi niñez como un Jardín risueño, donde a los goces de mi edad esquivo,
presa ya de la fiebre del ensueño
vague dolientemente pensativo.
Sentí en el alma un natural deseo
de cantar a la orilla del camino
halle una lira no cual la del Orfeo
y obedezco el mandato del destino.
Al mirarme al espejo, cuan cambiado
estoy! no me conozco ni yo mismo
tengo los ojos de mirar cansado
algo del miedo del que ve un abismo.
Este poema, es inspirado en su niñez, ya que fue una etapa de mucha diversión y de aprendizajes. Pero ya cuando llega a su adolescencia, llegan los problemas debido a su
rebeldía y desobediencia sus padres, en esta etapa decide estudiar derecho, pero luego se sale de la universidad y se dedica a escribir, que fue entonces cuando pudo alcanzar el existo, es por ello que dice “y obedezco el mandato del destino” porque el escribir, era lo que realmente le llenaba y engrandecía su vida. Pero mi pregunta es ¿por qué los ojos
de mirar cansado? A su edad y ya cansado de su vida, supongo que tenía muchos problemas, como para escribir esto tan profundo.
MADRE MELANCOLÍA
«A tus exangües pechos, Madre Melancolía, ha de vivir pegado, con secreta amargura,
porque absorbí los éteres de la amarga filosofía y todos los venenos de la literatura.
En –fatigada de sed alma mía- sueña con una Arcadia de sombra y de verdura, y con ello el don sencillo de un odre de agua fría
y un racimo de dátiles y un pan sin lavadura. Todo el dolor antiguo y todo el dolor nuevo
mezclado sutilmente en mi espíritu llevo Con el extracto de una fatal sabiduría.
Conozco ya las almas, las cosas y los seres, he recorrido mucho las playas y los Citeres... ¡Soy tu hijo predilecto, Madre Melancolía!»
Madre melancolía, es un poema lleno de dolor y desdicha, ya que si vida no fue realmente brillante, si podemos ver escribe, con una profunda tristeza en su corazón
que incluso llega a decir que es el hijo predilecto de la melancolía, si pasamos al diccionario, melancolía es recordar algo o a alguien que ya no tenemos y que se nos hace difícil olvidar. Pero Molina en este poema dice que no podrá vivir si el dolor antiguo y mucho menos con los dolores nuevos. Este poema es para meditar, ¿Que realmente le
sucedía y pasaba por su cabeza en esos momentos de su vida?
Anhelo
¡Viviese yo en los tiempos esforzados de amores, de conquistas y de guerras,
en que frailes, bandidos y soldados a través de los mares irritados
iban en busca de remotas tierras.
No en esta triste edad en que desmaya todo anhelo –encumbrado como un monte–
y en que poniendo mi ambición a raya herido y solo me quedé en la playa viendo el límite azul del horizonte!
Súrsum
Ya no nos separemos ni un momento, porque –cuando se extingan nuestras vidas–
nuestras dos almas cruzarán unidas el éter, en continuo ascendimiento.
Ajenas al humano sufrimiento,
de las innobles carnes desprendidas, serán en una llama confundidas
en la región azúl del firmamento.
Sin dejar huellas ni visibles rastros, más allá de la gloria de los astros,
entre auroras de eternos arreboles,
a obedecer iremos la divina ley, fatal y suprema que domina
los espacios, las almas y los soles.
Sabemos que el anhelo, es el deseo de querer algo, ya sea a corto o largo plazo, pues es el caso de anhelo de Molina, él buscaba siempre nuevos horizontes, si nos vamos a su vida, realmente viejo en el
extranjero y consiguió reconocimientos y admiración por otros poetas, pero a pesar de su éxito, llegaron sus días finales en la cual se quedo solo en busca de sus horizontes.
Pero súrsum está inspirado a una mujer que él tanto amaba, lo cual dice que cuando mueran irán al
firmamento y sus vidas quedaran unidas para toda la eternidad. Si vemos en su vida estuvieron presentes tres mujeres, no se sabe a cual de todas es dedicado este bello poema.
Anhelo nocturno
La lluvia su monótona charla dice afuera. La puerta de mi cuarto por fin está cerrada. Quizás en esta noche no grite mi quimera
y goce del olvido profundo de la almohada.
¡Hace ya tanto tiempo que en reposar me empeño, como si me turbara la fiebre del delito,
que mis ojos enclavo —de los que huyera el sueño— en la siniestra esfinge del lúgubre infinito!
Mas hoy todos los seres me han parecido buenos,
el cielo azul brindome su calma vespertina, y —libre de pecados y libre de venenos—
purifiqué mi cuerpo en agua cristalina.
Quiero la paz aquella de la primer mañana cuando, en el seno de Eva, tranquilo e inocente, Adán durmió, al arrullo de amor de la fontana,
ajeno a las promesas de la sutil serpiente.
Un nirvana sin término, letárgico y profundo, en el que olvide todas mis dichas y mis males, la secreta congoja de haber venido al mundo
a resolver enigmas y problemas fatales.
Ser del todo insensible como la dura piedra, y no tallado en una doliente carne viva
de nervios y de músculos. O ser como la hiedra que extiende sus tentáculos de manera instintiva.
No como el pobre bruto del llano y de la cumbre
sujeto a la ley ciega de inexorable sino, que en sus miradas tiene la enorme pesadumbre
de todo aquel que encuentra muy bajo su destino.
Así gozar quisiera de imperturbable sueño cuando la noche baja de los cielos lejanos.
Estrellas: derramadme vuestro letal beleño. Arcángeles: mecedme con vuestras leves manos.
Para que mi mañana florezca como rosa
de mayo, exuberante de vida y de fragancia, y la tierra contemple, jocunda y luminosa,
con los tranquilos ojos con que la vi en la infancia.
Este poema, Molina escribe, todo lo que realmente estaba viviendo en esos momentos, que fueron muy difíciles, Molina deseaba y estaba convencido que solo descansando sería feliz, el dice que le gustaría cerrar la puerta y reposar como siempre lo ha soñado. Y supongo que al decir sueño nocturno, se estaba refiriendo a la muerte, como única opción de descanso, y luego despertar para florecer como la rosa.