Post on 16-Mar-2016
description
Entre líneas Revista literaria―junio―2011
Miami- Florida- Estados Unidos.
SEIS
Sumario:
Un cuento de Ernesto Ravelo / 3
3 poemas de Rubén Vedovaldi / 5
Entrevista a Otila Rivero, por Margarita Polo/ 8
Un día raro, por Pedro Pablo Pérez Santiesteban / 13
Reportaje al pie del fogón, por Orlando Ignacio Fernández/ 14
Dedicado a los padres/ 17
Oru. Un nuevo libro de Yndamiro Restano/ 18
Entre líneas es una revista literaria, que lleva como única finalidad
promover a todos los autores de habla hispana, que deseen colaborar
con sus trabajos, los cuales tendrán una evaluación previa. Su
colaboración puede ser enviada a: revistaentrelineas@live.com
Un cuento de Ernesto Ravelo
Ernesto Ravelo nace en Cienfuegos 1965, poeta y
escritor.
Emigró a los Estados Unidos en el año 2000. En el año
2008 publicó el poemario Mis versos son tuyos (Libros En
Red) y en el 2009 participa junto a otros poetas en la
selección poética de Miami, La Ciudad de la Unidad Posible
(Editorial Ultramar). Tiene concluida una novela y dos
poemarios como obra inédita.
El nieto y su abuela
La voz subió hasta el brocal del pozo, lánguida, cercana, era voz de mujer. El hombre
asustado y tembloroso retrocedió dejando caer la soga y el cubo, pero la curiosidad se
impuso y lentamente se fue acercando a la boca húmeda y miró a su interior.
Quedó petrificado de terror, un bulto subía por la pared verdosa y antigua, lo hacía
con lentitud, vio una larga cabellera amarillenta que chorreaba aguay unos brazos
delgados y secos que se aferraban a los salientes de las rocas. Entonces el hombre
recordó que su abuela a la que nunca conoció se había arrojado al pozo treinta años
atrás al descubrir que su esposo la traicionaba con su propia hermana. El ser llegó
jadeante al brocal y descubrió su rostro. Sus ojos eran grandes y fijos como los de las
muñecas, le faltaba la mitad de la nariz, los labios y de sus oídos saltaban, y caían al
vacío pequeños peces.
―Soy tu abuela la suicida ―le dijo al nieto mirándolo con fijeza.
―¿Qué quieres de mi? ―le respondió el hombre con voz queda.
―Quiero que me abraces ―prosiguió el fantasma y rompió a llorar.
―No puedo hacerlo, no eres de este mundo y además estás asquerosa.
La muerta se bajó del brocal y caminó encorvada alrededor del pozo con sus piernas
podridas y mal olientes.
―De mi nació tu madre, así que me debes la vida ―dijo y dando un suspiro continuó.
Es cierto que apesto, ¿pero dime si no ha sido clara y saludable el agua que has
bebido de este pozo desde que tienes uso de razón?
El nieto hizo una mueca de asco.
―Nunca más beberé de estas aguas.
El fantasma dio un salvaje alarido y se lanzó al pozo. El hombre se marchó y les
ordenó a los empleados de su finca que sellaran el pozo y hicieran otro. Su orden fue
cumplida y dos semanas después se inauguró el nuevo pozo, pero a los pocos días un
hedor terrible brotó de su fondo y una risa espantosa se escuchó. El hombre lo mandó
a sellar y se hizo otro, el primer cubo de agua salió claro pero al momento se convirtió
en un pus espeso y amarillento donde flotaban tripas azuladas. El nieto no se dio por
vencido y continuó haciendo pozos, pero todos tenían aquella pestilencia maldita. Las
cosechas se comenzaron a perder y el ganado a morir de sed. Entonces el hombre
resignado hizo que abrieran el brocal del antiguo pozo y llamó:
―¡Abuela, abuela!
El fantasma subió sanguinolento, desfigurado.
―¿Me abrazas? El hombre haciendo arcadas le dijo.
―Lo haré para salvar mi finca, te soy sincero.
La muerta sonrió dejando al descubierto toda su dentadura y le respondió.
―No sabes cuanto necesito del calor humano.
Y se abrazaron bajo el sol ardiente del mediodía.
Publica tu libro bajo demanda…
Solo 195.00 dólares: Maquetación, diagramación, ISBN, código de barra y lo
puedes comercializar a través de nuestro blog de la Revista. Tú recibes el 40% por
cada libro vendido… Si estás interesado o interesada, escríbenos a nuestro email…
3 Poemas de Rubén Vedovaldi
Un eco verde
yo no tengo hobby detesto los clubes de coleccionistas ya no queda espacio ni tiempo ni ganas de coleccionar o de entretenerse sin embargo busco y busco con embargo gente que cultive su alma y su huerta o manos abiertas que quieran cubrirse de verde esperanza un frío nuclear nos calcina los huesos yo pido una capa fértil quiero fauna sueño con islitas de vida salvable parcelas de greda limo cieno humus yo quiero aire puro lagos transparentes bosques ríos vivos mares y montañas sin tropa o misiles no quiero esta lluvia infernal radioactiva la leche y el pan de laboratorio la selva robot y la muerte automática yo amo este mundo no cambio otro cielo por su Apocalipsis yo compro por oro pido solicito mendigo encarezco reclamo re-clamo derecho a la vida para toda especie límites al hacha a los basurales de contaminantes a las topadoras y a los decibeles exijo una entera calidad de mundo para todo el mundo solicito a toda voluntad despierta algo que organice
algo que defienda a los hombres del hombre y a la más pequeña vida de esta Tierra que estamos matando.
El arte es la mitad
alcanzamos apenas las p/artes no borradas casi huellas del trino el medio-vuelo medio desplumado de algunas aves a medio dibujar medio desorientadas surcando la mitad de un cielo mitades de días y noches de todo la mitad el resto: trino dibujo alas color cielo días noches todo duerme en el beso que nos falta.
Extranjera
te soñaría en un patio andaluz si no estuvieras aquí pero llovería tanto que el agua terminaría por borrarme y de pronto estarías otra vez aquí y menos mal porque si así no fuera te soñaría niña saltando una cuerda dorada entre la soledad del templo de Ramsés no sé cuánto pero estás a mi lado y me pica un ojo o te soñaría a mi lado pero en alguna otra parte o me pica la uña con que me rasco el ojo o te soñaría sola y Mía, mi rosa púrpura,
arañando las piedra del coliseo romano supongamos o cruzando descalza los viejos portales del monumento solar y lunar de Revanta Griva que no existe pero no importa igual te soñaría una tarde de viento y nadie alrededor o no te soñaría aquí donde estás y ahora y de este modo pero estás y yo nunca sabré qué hacer de mí pero te réquete-recontra-soñaría con las letritas
traducidas al pie de las hermosas secuencias hasta el gran final de película.
Rubén Vedovaldi: Nace en Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el 1º de julio
de 1951.
Obra poética: ―Culturicidio en argentiniebla‖ y ―Problemas para quedar mal con dios y
con el diablo‖ Ediciones ―No muerden‖ Rosario, 1991; Laurel de fuego & Boca de
tormenta, Ediciones EN LA CLARIDAD DE LA NOCHE, Bs. As. Año 2008. Desde 1977
escritos suyos de poesía y prosa figuran en revistas y antologías nacionales y
extranjeras. Participó en los videos: ―La imagen del poema‖ realizado por Denise
Almeida Rosario, 1994; ―La única ciudad‖ video editado por librería Homo Sapiens,
Rosario, 1995,
Grabó el disco compacto ―Cuando la palabra canta‖ –canciones y poemas- con el
músico Carlos Medrano, 1999 y el disco compacto ―Palavra ibre‖ (2004) muestra
fonográfica del taller de escritura homónimo, que coordina desde 1988.
Incluido en las antologías: PUENTES DE POESIA ARGENTINA MEXICO Ediciones
Kosmos, 1977; MESTER DE JUGLARÍA, Argentina-España, 1978;LA ÚNICA CIUDAD
compilada por Eduardo Dánna para Editorial Homo Sapiens, Rosario, 1994
ANTOLOGÍA MUNICIPAL DE AUTORES BERMUDENCES, 1996. Y POESÍA Y
POETIZAR selección de Daniel Serra Imago Mundi, Buenos Aires, año 2010, entre
otras.
Difunde poesía propia y de autores argentinos en micros de emisoras radiales de
frecuencia modulada y en sitios de internet como LAMASMÉDULA,
MISPOETASCONTEMPORÁNEOS y LAMAQUINADEESCRIBIR. Sobrevive en Capitán
Bermúdez, provincia de Santa Fe, Argentina.
Recuerda, participa en el I CONCURSO INTERNACIONAL DE
LITERATURA INFANTIL, LOS ZAPATICOS DE ROSA, convocado
por la casa editorial Voces de Hoy. Podrás participar en Cuento,
Teatro y Poesía. Ver las bases en www.vocesdehoy.net
(Concursos)
____________________ ________________________
Entrevista a Otilia Rivero
Por Margarita Polo
Poeta natural, a Otilia Rivero le nacen los versos como
manantial silvestre. Con esa naturalidad escribió su
libro de décimas Canto y sentimiento donde plasma
sus vivencias en Cuba, Venezuela, Islas Canarias, y
Miami. Cubana de nacimiento y universal de existencia,
ha vivido los últimos años en Hialeah como si fuese su
Cotorro natal, rodeada de sus hijos, nietos y todos
aquellos que la quieren bien.
Otilia Rivero
―Cuando se tienen tantos años arriba y hay tantas perdidas en la existencia, es
bueno vivir con lo que tengo dentro, no importa donde sea.― me declara en un
encuentro familiar, en que la música y las conversaciones la retrotraen en el
tiempo.
Comienza sus recuerdos en la década del 30, época de su niñez, donde la diversión
nocturna de los cinco hermanos eran las tertulias musicales tocando el laúd y la
improvisación campesina. Mientras el mayor de ellos cantaba, las décimas que el
segundo componía, Otilia los miraba embelesada:
―Mi hermana se ponía a cantar con una voz muy linda y yo me sentaba a
mirarla, como admiraba el Sol entrar por la sala de mi casa al medio día, con
ellos aprendí mucho, tanto que cuando empecé la escuela ya sabía leer.
Otilia narra de sí misma anécdotas siempre unida a los demás familiares, de cuando
niños vivían en el barrio San Pedro del Cotorro, ciudad limítrofe de la capital con San
José, poblado de La Habana campo, muy cerca de la vía central del país que enlazaba
occidente con centro y oriente.
―Andaba por los doce años cuando termine el sexto grado en 1945, en aquel
centro escolar de madera y tejas, que tenía como cien años de construcción.
Para esa fecha no había secundaria, y los muchachos de mi edad debíamos
ayudar en la casa al finalizar la escuela… costaba mucho trabajo aprender algo
en aquella aula que tenía desde el cuarto al sexto grados juntos, pero gracias a
Dios nací con un don, desde muy nuevecita tenía el vicio de rimar y mi lectura
favorita era la política cómica que dejó de editarse a finales del 40.
La escuché recitar de memoria versos de los clásicos españoles y escritores de todas
la épocas, cubanos y de hispano América y ante mi interrogante de cómo es que los
conoce, me explica:
―La décima para mi es algo entrañable, la busco donde quiera que este, sea
Guillén, López de Vega y Carpio, o Calderón de la Barca. Mira mija, yo no tuve
libros de Literatura infantil, mis personajes fabulosos fueron San Facón,
Chanito Isidrón, José Marichal y otros poetas que me llegaban a las manos… y
yo iba creando mis propias rimas, en el 50 firmé con seudónimo y envié mis
décimas a la radio, al programa Patria Guajira…
Como en 1953 Otilia contrajo matrimonio y tuvo cuatro hijos, se dedicó de lleno a las
labores hogareñas, pero muchas veces lavando, planchando, o haciendo otras cosas
en la casa, corría a buscar un papel para anotar ―lo que me dictaba la mente‖
Francisco Riverón Hernández leía las décimas de Otilia en su programa radial
Renacer cubano y un día de visita a la Casa de la Cultura del Cotorro pregunta por
la decimista, como Otilia estaba en su hogar hasta allí fue a conocerla…
―El hijo de Rivero, Efraín hace el prólogo de mi libro. Hecho con poemas
escritos en una libreta desde los años cincuenta, estaban sin títulos y Carmen
Rosa (Borges) se los puso y los ordenó para que salieran bien…
Otilia se ríe ahora, de cómo salió de su casa definitivamente al enviudar, porque sus
hijos se habían ―desperdigado por el mundo‖ de esa forma conoció a Venezuela, Islas
Canarias y Estados Unidos, donde encontró en tierras tan distantes y diversas,
paisajes y personas muy parecidos a los de su Cuba natal, inspirándole rimas y nuevas
décimas.
Si en el 1970, en Cotorro le nace:
Primavera
Es mayo, y están de fiesta/las montañas y los llanos/porque germinan los granos/y
perfuma la floresta. /Porque preludia la orquesta/de flamboyanes floridos /y se
invierten los sentidos /ante pájaros y flores, /porque trinan los colores / y se irisan los
sonidos.
En San Diego, Venezuela en el año 1996 escribe:
Obra de Dios
Aquí la mano divina /con cerros cerco el paisaje/ para guardar el follaje/ como joya
esmeraldina. /Aquí el hombre se combina /con la mente universal, /y para vivir del
mal protegido y con reposo, /como el Todopodero /construye muros igual.
En Tenerife, Islas Canarias, en el 2003 nace:
Mujer Canaria
Mujer canaria, la vida/te obligo severa a ser; /aquí tuvo la mujer /que ser fuerte y
decidida./Ante la urgente partida /de padre, esposo y hermanos, /ara, siembra, muele
granos, /borda con delicadeza /y no pierde la belleza /ni la distinción sus manos.
En Hialeah en el 2000, escribe:
En marzo
Es marzo y están las frutas / todavía entre las flores, / cual promesa de sabores,/
verdes, tiernas, diminutas. / Las aves cambian sus rutas, / hay mas flores cada día, / y
así de la poesía/ el mundo abstracto recorro/ cuando pienso en el Cotorro, / en San
Diego y Hialeah.
Como bien dice Otilia, ha dejado muchos años atrás, 78 tiene su vida, donde las
pérdidas de sus padres, hermanos, esposo, su existencia en la tierra natal, es una
suma muy alta, solo le queda muy dentro el don de rimar, con ―los dictados de su
mente‖ para escribir sus décimas, que nacen como un manantial silvestre.
Otilia Rivero Y Margarita Polo
Margarita Polo Nace en Camagüey el 10 de junio de 1947, donde transcurre su infancia. En
1966 comienza su trabajo como corresponsal voluntario del periódico camagüeyano Adelante
hasta 1969, en que la seleccionan para cursar estudios superiores, en 1972 se gradúa de
Licenciatura en Periodismo en la Universidad de La Habana. Regresa a Camagüey como
profesora en la Universidad y redactora del periódico Adelante donde confecciona una página
para niños, crea y redacta las secciones culturales, educativas e históricas. En 1980 regresa a
la capital y edita un periódico para el Poder Popular de La Habana y una Revista. En 1981
labora en el periódico Trabajadores donde desempeña tareas de dirección y reportera;
producto de una enfermedad de la columna permanece por dos años y medio sin trabajar.
Después de operada, vuelve a su oficio de periodista en el suplemento Salud del
Trabajadores, posteriormente trabaja en Radio Reloj hasta que se jubila por la misma
enfermedad. Ha publicado en la prensa nacional de Cuba para los medios: Trabajadores,
Juventud Rebelde, Bohemia, Granma y en la Internacional para Prensa Latina, revistas
cubanas Sol y Son, Tropicana y Habanera, además de la revista de la Universidad de Pueblas
en México. Ha recibido varios premios, entre ellos: Testimonio de Nicolás Guillén en la UNEAC
y Mi abuelo en el espejo Sociedad Canaria.
Participó en el concurso Alejo Carpentier y Relatos de Mujer de Bilbao donde fueron incluidos
sus cuentos en dichas antologías. Fue jurado del Concurso Trabajadores y desde el año 2000
de los concursos TRAZAGUAS en los géneros de cuento y poesía.
Recientemente publicó el libro: Mi amigo Nicolás. Disponible en www.vocesdehoy.net
De Pedro Pablo Pérez Santiesteban
Un día raro
Hoy es un día raro. Hoy estoy en compañía de todos ellos, andan
trepando paredes, moviendo cuadros, abriendo cortinas. Hacen
sombras. También hacen luz. Todos provocan un extraño temor
que me inquieta, dictan palabras a mis oídos y mueven mis manos
sobre el teclado. Ellos cuentan historias. Yo escribo.
Hoy es un día raro y no es el Día de los muertos. No hace falta, ellos habitan o
divagan por mi mundo. No hay peligro de muerte, muerto estamos. No hay peligro de
vida. Estamos vivos. Se respira un aire de cirios apagados, y frágiles colonias
revoletean en una lejana brisa; que llega a ser viento.
A veces toman formas corpóreas, y veo moverse cabezas o largas piernas que rozan a
las mías. Manos frías y tibias me llevan hacia el teclado. Voces muy nítidas que se
convierten en versos sobre el papel.
Hoy es un día raro, y sin embargo es tan común como el resto de los días.
Ellos cuentan historias. Yo escribo.
Holguín, Cuba, 1957. [Escritor y Periodista]. Estudió Licenciatura en Contabilidad y Técnica
Periodística, en las Universidades de Holguín y de La Habana. Ha publicado varios libros de
poesía, cuentos y novela. Es Promotor Cultural y colabora con varias Revistas digitales e
impresas de diferentes países como: Argentina, Venezuela, España, y Estados Unidos. Es
Merecedor de varios reconocimientos; entre ellos el Premio de Poesía AG 2007. Su obra se
encuentra publicada en varias Antologías poéticas en diferentes países.
Actualmente dirige la Editorial Voces de Hoy y la Revista digital Entre Líneas.
Reportaje al pie del fogón
La cocinera cubana que le hace
buñuelos al Sultán de Kiribay, uno de los
hombres más ricos del mundo.
Por Orlando Ignacio, enviado especial.
Lolita Aspiazu, cubana de nacimiento y corazón, ha logrado llevar la cocina cubana a
uno de los más recónditos lugares del mundo al cautivar con sus buñuelos a la
exclusiva familia del Sultán de Kiribay, uno de los hombres más ricos del planeta.
―No fue fácil‖, dijo Lolita. ―Yo trabajaba de asistente de cocina en un restaurante de
lujo en París. Un día, la cocinera se enfermó y el dueño me dijo: Lolita, tienes que
hacer algo. Y empecé a mezclar las viandas que habían allí, no eran muchas y para
hacer bulto hasta remolacha les eché, huevos, un poco de harina y me salió algo
parecido a un buñuelo, del cual yo tenía más o menos una idea porque allá en mi
casa del Palo Cagao, en Marianao, mi abuela los hacía con lo que tenía. Para serle
sincera, he convertido al buñuelo en una experimentación. Algo parecido a lo que
pasó con la croqueta cubana en los años 60’. Por suerte, bueno, la suerte no existe
porque todo está escrito ―hasta como hacer un buñuelo―, ese día estaba en el
restaurante el hijo número cincuenta y cuatro del Sultán de Kiribay, el cual quedó
maravillado con mi receta hasta el punto que cada vez que venía a Paris ―cada dos o
tres días― se llegaba por el restaurante para comerlos. Empezó por uno y ya al mes
se comía siete u ocho. Al cabo de unos meses, sin yo saberlo, se llevó un par de
buñuelos para su país, y el Sultán y su esposa número cuarenta y tres lo probaron y
ahí mismo quedó decidido mi destino. Fui contratada como cocinera oficial de la
familia. Y poco a poco he ido introduciendo la comida cubana y hoy en día no faltan
en la mesa del sultán el fufú de plátano microjet, el picadillo de soya, y la caldosa
como la hacíamos cuando las fiestas del Comité‖.
Lolita nos confesó en el ajetreo de su trabajo ―es una familia numerosa― que
piensa seguir ofreciendo platos de la cocina cubana como el fricandel, el chorimorci
―de carne de carnero― y la pasta de oca, los que espera serán del máximo agrado
del Sultán de Kiribay y su distinguida familia, al igual que sucedió con el plato que la
llevó al estrellato culinario mundial: los buñuelos de Lolita.
Orlando Ignacio Fernández. Nació en La Habana, Cuba. Desde el año 2000 vive en
Miami, EE. UU. Su número de carné de identidad lo cambió por un buzón de correo
electrónico: orlandoignacio@msn.com y una cuenta de Facebook que nunca usa.
Médico de profesión y devenido enfermero en el año 2008, trabaja como
administrador de casos de pacientes psiquiátricos desde que llegó, a los cuales
administra los males materiales porque los bienes materiales los administran otros.
Ha colaborado con varias publicaciones electrónicas como El Picatuero Insomne,
en los EE.UU.; La Voz de la Palabra Internacional e In-genio Literario, en España; en
el Boletín Susurros de Arena y Espuma de la Argentina; y en otras que acordarse no
quiere, según ha declarado.
Autor del libro De PoCo UN tODo, una recopilación caprichosa de textos mixtos
publicado de forma undercover por la editorial Voces de Hoy. Amigo de Pedro Pablo
Pérez, Jo Ezpeleta, Estrella Fresnillo, y de todo el equipo de trabajo de la editorial.
Ha sido finalista con poemas publicados en las antologías:
-La Voz de la Palabra Internacional, Bilbao, España, 2008.
-El Mundo lleva Alas, (I) de la editorial Voces de Hoy, Miami, EE.UU., 2008.
-La Ciudad de la Unidad Posible, Editorial Ultramar, Miami, EE.UU, 2009.
Además:
-Accésit en el III Certamen Internacional de Relato Breve de la Universidad de
Córdoba, España, 2010 (otra antología).
-Y ha sido finalista e incluido en la…en la…¿a qué no se imaginan donde…? Pues
sí, en la antología Vivencias, Madrid, España, 2010.
Este año no lo han incluido en nada –ni en una antología- lo cual no es de extrañar.
Los jurados, además de equivocarse, aprenden.
Nuevos títulos están disponibles para la venta en el Blog
de nuestra Revista Entre Líneas, entre los que se
encuentran: Persecución implacable de Lorenzo Reina,
¿Por qué me corto las venas?, de María de los Ángeles
Morejón y Amor con amor ¿se paga?, de Margarita Polo.
FELIZ DÍA DE LOS PADRES
José Martí (1853—1895) Del Ismaelillo (1882) HIJO: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón. ¡Lleguen al tuyo!
MI CABALLERO
Por las mañanas
Mi pequeñuelo
Me despertaba
Con un gran beso.
Puesto a horcajadas
Sobre mi pecho,
Bridas forjaba
Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
De gozo yo ebrio,
Me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela
Sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
Mi jinetuelo!
Y yo besaba
Sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
En solo un beso!
La Editorial Voces de Hoy, anuncia la salida de un nuevo libro para el
mes de julio. Oru, de Yndamiro Restano, que estará disponible por
la página personal de su autor, en el sitio web de la mencionada casa
editorial. Sobre el autor y su libro, se ha comentado:
Yndamiro Restano
Yndamiro Restano nació en 1947. Se crió en uno de esos barrios populares de La
Habana en que conviven negros, blancos y mulatos. Ahí encontró por primera vez los
mitos y el ritual de los negros yorubas, más conocidos en Cuba por lucumíes. Es
bueno señalar que las religiones africanas y afrocubanas, han vivido y se han
perpetuado fundamentalmente en la mitad occidental de nuestra isla, sobre todo en La
Habana y Matanzas. Son las provincias en que se asentaron las grandes dotaciones de
esclavos hasta la extinción del régimen esclavista en 1886. En los barrios habaneros
más que en las bibliotecas, Restano ha estudiado y se ha adentrado en la mitología
yoruba. He escuchado a «santeros», blancos, negros y mulatos, hablar en «lengua»,
es decir, en el lenguaje de los lucumíes que ha sobrevivido como instrumento sagrado
de los ritos, de las invocaciones, plegarias y loas a los orichas que acompañan a los
múltiples «toques» de tambores.
RENÉ ÁLVAREZ RÍOS
La Habana septiembre, 1985.
Oru baila en la pluma del hombre con la misma belleza, profundidad y elegancia con
que baila en la cola del pavo real. Oru es un canto a los dioses y a los hombres, a la fe
y al pensamiento analítico aplicado. Oru es sentimiento y razón. Homenaje.
CARMENLUISA PINTO
Editorial Voces de Hoy.
Carta que la poetisa cubana Dulce María Loynaz (1902-1997), Premio Nacional de
Literatura 1987 y Premio Cervantes 1992, le hiciera al autor después de leer la primera
edición de Oru. El libro del altar.
Olokun
Yendo por el mar te encuentro,
escondida en una burla
que el agua tergiversa.
Te levantas
y la corteza de los fondos
ciega tu cuerpo de tiempos
que reclaman la casa de la muerte.
Es el secreto de lo hondo en la claridad
que le abre agujeros a los ojos.
Canción del mar que despierta
desde el nacimiento de las hormigas azules,
que se deslizaban hacia la tierra
por los hilos que tejen las arañas.
Espectro del conocimiento,
que baila con peces asesinos,
chorreante de vida,
transparente de astros.
Yewá
Tus propósitos vírgenes y duros
son como el aguardar de la espesura
cuando duermen en ella las aves
y los monos permanecen inmóviles.
No bulles, no gritas, no te acercas nunca
a la planta sensual de un gran orgasmo
y repasas en soliloquio
la alquimia de las cabras,
de los rezos, de los nudillos,
donde se endurecen las edades
mordisqueadas por la tierra.
Siempre tú como una flor helada,
como la distancia severa de tu nombre,
como una pura muerte
o un vocablo puro, sin garganta.