Post on 27-Oct-2015
Sistemas actuales de clasificación Psicopatológica (DSM-V)
Susana Mejia Rivera
“Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco”
Sigmund Freud
Según Durand y Barlow, el término clasificación es muy amplio, se refiere básicamente
a cualquier esfuerzo por formular grupos o categorías y asignarles objetos o personas
sobre la base de atributos o relaciones compartidos: estrategia nomotética. Si la
clasificación se da en un contexto científico, muy a menudo se le llama taxonomía, que
es la clasificación, con propósitos científicos, de entidades como insectos o las rocas o,
si el caso es la psicología, las conductas. Si se aplica un sistema taxonómico a
fenómenos psicológicos, se utiliza la palabra nosología.
La primera clasificación psiquiátrica se realizó en 1840 en Estados Unidos y esta fue
realizada por el gobierno. Con el término IDIOCIA y LOCURA se incluían todas las
alteraciones mentales. En 1880 se agregaron siete categorías: manía, melancolía,
monomanía, paresis, demencia, dipsomanía y epilepsia. Esto fue revisado en 1917 y
después en 1934 y fue considerado útil para las fuerzas armadas en la Segunda Guerra
Mundial, ya que había un predominio de trastornos agudos y psicosomáticos en las
tropas. Al ver esta situación, buscando darle solución y con la idea de crear un sistema
diferente al CIE-6, nace la primera edición del DMS-I el cual contenía unas categorías
organizadas de acuerdo al concepto de “reacción” de Adolf Meyer. Este había
rechazado el reduccionismo biológico e identifico los trastornos mentales como
patrones de reacciones y no como enfermedades, logrando así una aproximación al
Psicoanálisis. En la elaboración del DSM-I también hay una gran influencia de Freud ya
que en este aparecen los conceptos de “mecanismos de defensa” y “neurosis”.
La edición del DSM-II en 1968 fue resultado de la inconformidad con el sistema de
clasificación CIE, en la cual había ciertas distinciones y omisiones de problemas
clínicos que la psiquiatría americana no aceptaba, así que esta nueva edición asumía
los trastornos mentales en niveles de organización psicológica. Pero esta edición fue
fuertemente criticada ya que habían grandes inconclusiones en enfermedades y
mecanismos de defensa que no tenían relación alguna.
La tercera edición (DSM-III) en 1980 publicada, era solamente una extensión de la
versión anterior, pero aporto importantes cambios sobre las dos versiones anteriores
como la abolición de los términos “ateorico y descriptivo”. Esta edición del DSM
pretendió convertirse no solo en un vademécum sino que también en un manual
académico que aportara datos epistemológicos, nociones teóricas, glosario de términos
y lo más importante criterios específicos para el diagnóstico de cada trastorno. Su
contenido alcanzó las 265 categorías diagnósticas y otros más de diagnósticos
intermedios discutibles. En 1978 fue sometido a una revisión (DSM-IIIR) pero no tuvo
cambios relativamente importantes.
Para la clasificación hay varios métodos: El método clásico de clasificación genera una
precisión en los diagnósticos, ya que se estudian los síntomas físicos del paciente
dando así un espectro muy pequeño de error al médico tratante; pero en el caso de la
psicopatología no se utiliza puesto que los trastornos psicológicos en su mayoría no
presentan síntomas físicos. El método dimensional en el cual se cuantifican los estados
de ánimo del paciente en escalas numéricas; pero este método ha sido descartado por
muchos psicólogos, por que unos opinan que solo es necesario un escalón y otros más
de 10. Y el último método es el más utilizado actualmente y respaldado por los
psicólogos, es el método prototípico, el cual identifica las cualidades específicas de un
trastorno, para que de esta manera cualquiera pueda clasificarlas, teniendo en cuenta
una cierta cantidad de criterios para el diagnóstico.
Para solucionar este problema con los métodos de clasificación finales de los años
ochenta aparece por primera vez la necesidad de tener un sistema de clasificación
global y confiable, así que en 1993 aparece publicada la décima versión de la
clasificación internacional de enfermedades o CIE-10, el cual busco la forma de ir a la
par en sus diagnósticos con el DMS-IV el cual estaba estrictamente basado en datos y
consensos de expertos en el tema de las psicopatologías. En el DSM-IV se eliminaba
algunas distinciones y trastornos de las versiones anteriores y se modifica el viejo
sistema de ejes del DSM-III el cual había sido en 1980 los cuales eran:
I. Trastornos del estado de animo
II. Trastornos de personalidad crónica
III. Trastornos físicos
IV. Cantidad de estrés psicosocial
V. Nivel del funcionamiento adaptativo actual
En el DSM-IV el sistema de ejes es de la siguiente manera:
I. Trastornos dominantes del desarrollo, aprendizaje, destrezas motrices, y
comunicación
II. Trastornos de personalidad y retardo mental
III. Trastornos físicos
IV. Problemas psicosociales, y ambientales que generan un impacto en el
trastorno
V. Nivel del funcionamiento adaptativo actual
Además de estos cinco ejes se agregaron unos opcionales para calificar otros aspectos
del paciente, en el DSM-IV se agregaron nuevos trastornos y en el DMS-III algunos de
sus trastornos pasaron a ser parte de otras categorías en el nuevo DSM-IV. En el 2002
se revisaron y editaron algunos conceptos para corregir inconsistencias y esto llevo a
una mejor comprensión de diagnóstico.
Desde que el DSM-IV fue publicado en 1994 la sociedad psicológica ha sido testigo de ciertos adelantos en el conocimiento de las enfermedades mentales, la utilidad y credibilidad del DSM-IV exigen que se centre en objetivos clínicos, de investigación, educacionales, y que se apoye en fundamentos empíricos sólidos. Posee la más amplia gama de información, que pueda aplicarse y usarse en todo el mundo, además de incorporar los códigos de CIE-9 y CIE-10, lo que aumenta la compatibilidad entre los dos sistemas. el cuerpo central de la obra está dedicado a los diferentes trastornos mentales: en los comienzos de la infancia, amnésicos y cognoscitivos, causados por otra enfermedad, psicóticos, de ánimo, de ansiedad, somatomorfos, etc. la brevedad y concisión en los criterios no está en ningún caso reñida con la claridad de expresión y la manifestación explícita de las hipótesis contenidas en los criterios diagnósticos (First, Masson, 2001)
La nueva edición DSM-V se realiza dado que no se ha logrado un sistema nosológico
satisfactorio, además los límites de algunos trastornos en la edición anterior no están
totalmente bien delimitados. En esta edición se toma en cuenta que ningún marcador
biológico determina totalmente un trastorno de otro, por esto quienes elaboran la nueva
edición son consientes de las limitaciones del sistema actual de diagnóstico. En esta
edición también se plantean cinco ejes como en las ediciones anteriores.
Ejes DSM-V:
I. Genotipo
II. Fenotipo Neurológico
III. Fenotipo Conductual
IV. Modificaciones ambientales o precipitantes
V. Blancos terapéuticos y respuesta
Sin embargo, la nueva definición, el sistema de evaluación y la sistematización de los
TP en el DSM-V, además de la desaparición de cinco TP como diagnósticos
específicos, puede resultar complicada, confusa y poco familiar para los clínicos, como
señala Allen Francés, jefe de grupo de tareas del DSM-V (Echeburúa, 2011).
Las clasificaciones psiquiátricas actuales han despertado reacciones diversas y frecuentemente
antagónicas, especialmente en lo que concierne a la validez de sus resultados. Los partidarios de
la corriente biológica, a la que pertenecen en gran medida los autores que se integran en el
movimiento psiquiátrico Neo-Kraepeliano, asumen que las entidades nosológicas son empíricas y
universales, explicando las diferencias interculturales como mero resultado de disparidades… Sin
embargo es curioso observar que el incremento en la investigación y especulación biológica
justamente coincide con la no confirmación intercultural de un buen número de los trastornos
descritos desde la psiquiatría….A pesar del enfoque biologicista de los trastornos mentales y del
supuesto carácter universal de los mismos, en la práctica los cambios experimentados por las
diferentes versiones del DSM demuestran que dichas clasificaciones indican diferentes
momentos de un proceso cultural histórico. Los elementos clasificados cambian con el tiempo, en
gran medida debido a diferencias en los puntos de vista teóricos y no tanto como consecuencia
de cambios en el conjunto de enfermedades universales que tengan lugar de manera natural.
(Belloch, Ramos, Sundín, 2008, pg110)
Bibliografía
Echeburúa, Enrique (2011). La reformulación de los trastornos de la
personalidad en el DSM-V E. En línea en:
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras/
practicas_profesionales/610_clinica_cuadrosfront_psicosis/material/esbec.pdf
Consultado el 30 julio de 2013
Belloch, Amparo; Ramos, Francisco; Sundín, Bonifacio, (2008), “Manual de
psicopatología, Volumen I, Editorial: Mc Graw Hill. Segunda Edición.
Barlow, David, H; Durand, V, Mark, (2010), “Psicopatología. Un enfoque
integral de la psicología anormal”, Editorial: Cengage Learning. Cuarta
Edición.
First, Michael, B, (2001), “DSM-IV-TR: Manual de diagnóstico y estadístico de
los trastornos mentales”, Editorial: Masson