Post on 08-Oct-2019
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sobrela
angustiapor
Jorge Ayala Blanco
Torero de Carlos Velo (1956)parece ser una de esas empresas artísticas que, poco a poco, fueron cree/endo hasta adquirir una grandeza y unaautonomía ajenas a los proyectos de sus creadores. Laspremisas se desbordan ampliamente. Es posible intuirque, en un principio, de lamanera más modesta, el mejor filme que ha producidoManuel Barbachano Ponce seconcibió como un simple documental difícil y heterodoxo.Una trama biográfica y unnudo argumental sirven comoemulsionantes de varios kilómetros de viejos materiales denoticieros. Las secuencias sereconstruyen y se arman alternando auténticas corridasdel diestro Luis Procuna enlos años cuarentas con escenas realizadas ex profeso.
En primera instancia, pues,Torero es un filme de montaje. Pero el sentido de esemontaje no es la presentaciónde antiguos documentos convalor histórico, sino recuperar y revalorar un pasado biográfico. La selección de tomasde un riquísimo stock shotaporta no sólo escenas taurinas. Vemos a Luis Procunaen actos públicos, en el entie-
:-ro de sus amigos, en su boda. Vemos también corridasfamosas de sus alternantes:Carles Arruza, Luis Castro"El soldado", Manolete. Serevive en bloque un periodode la tauromaquia, al tiempoque se inserta en su climapropio la biografía de Procuna. La personal;dad del controvertido matador de origenhumilde se destaca en unaforma que da la impresión detotalidad.
La comparación se antojarisible, pero podemos empezar por ahí: a diferencia deotras películas nacionales protagonizadas por celebridadestaurin:Js -como Carlos Arruza en Sangre torera, LorenzoGarza en Toros amor y gloria, o el mismo Procuna enEl niño de las monjaJ- Velono trata de convertir al toreroen actor incompetente. Por elcontrario, lo respeta como serhumano con densidad propiay hace todos los esfuerzos posibles para que la identificación entre el personaje fílmico y la persona real sea completa.
Autodramática y en tonotrascendente, la trama de Torera plantea la problemáticaexistencial de Luis Procunaen un momento dado de sucarrera. Su singularidad sedevela, ni más ni menos, respondiendo a las preguntasesenciales: ¿Quién soy? ¿Dedónde vengo? ¿Hacia dóndevoy? La película resulta, másque una biografía novelada,una confesión lúcidamenteimpúdica. A partir de múltiples entrevistas con Procuna,los autores del argumento hanredactado una historia amar-
ga que unifica los materialesy se guía por medio de unanarración oral dicha por elpropio torero en primera persona. Algo asemeja a Velo yMozo, los firmantes del argumento. El director y editorCarlos Velo había realizadodocumentales ya clásicos enla España Republicana y laspuertas del cine mexicanopermanecían cerradas para él,a pesar de guiones excelentes(Entre hermanos de RamónPeón, por ejemplo). El seudónimo Hugo Mozo era empleado en México por elguionista Hugo ButIer, colaborador de Joseph Losey(The prowler, The big night)y de Jean Renoir The southemer) en los mejores tiemposdel cine social norteamericano, perseguido por el macartismo y director de otroingenuo y entrañable documental: LO$ pequeños gigantes (1959), que aplica en tono menor el método de T0
rero.
Sobre la sensibilidad deLuis Procuna se opera un verdadero psicodrama. Precedido por motociclistas de tránsito y obsedido por la idea deque "los toros están en laPlaza y mi nombre está en elcartel", el matador se dirigea una corrida, al cabo de unretiro voluntario de variosmeses. En el asiento traserodel autom6vil y custodiadopor sus amigos, lo asalta elmiedo a un paso de "la horade la verdad". Procuna se interroga sobre la razón de supresencia en ese lugar y recuerdas los episodios decisivosde su vida y de su carreracomo torero. La causa bus-
cada se hace consciente: nopuede permitirse otro fracaso, sólo el éxito de esa corrida lo afirmará como lidiadorde toros y como ser humano.
Velo consigue poner en crisis a su protagonista. A travésde cercenantes retornos al pasado y una interpretación enel borde de la crispación, learranca complicados estadosde ánimo. Su soledad y sudesamparo, el sudor que lebrilla y abotaga el rostro, larigidez de su mirada, la bocaseca y la mueca contraída quelo desfigura durante el trayecto de su mansión al lugardel sacrificio, dan un tonograve al relato. Asimismo, lanarración en off se componede recuerdos hirientes y frases exactas, que subrayan literariamente la objetividad delas imágenes.
En el seno de su ambiente específico, en un tiempocruelmente irreversible que seprecipita hacia un futuro devastado, el hecho auténticose recrea sin que reparemosen su artificialidad. No llegamos a desligar lo objetivode lo subjetivo, el presentedel pasado. Los acontecimientos pretéritos irrumpen en elpresente para volverlo anormal. Las dimensiones múltiples del momento vivido sedesarmanizan, se sueltan, patinan, chocan entre ellas. Apesar de la disparidad de textura que exhiben las tomasde actualidades y las tomas de"ficción", ambas se reúnende manera emotiva para compartir sus cargas emotivas. Secoagulan antes de que puedan ser deslindadas por lapercepci6n. El trabajo.
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en otras circunstancias, seríanpatológicos. Torero tiene prolongaciones que rebasan elplano puramente dramático.El contenido de esta fenomenología de la angustia poseevalores casi cientüicos.
La angustia surge de manera reconocible en la vidaadulta de Luis Procuna. Lossueños del niño huérfano ydel impulsivo aprendiz de rorero ya se han realizado. Lospuestos de fritangas Con lamadre en la miseria; el juegoinfantil con un trapo viejopor muleta y un fierro vie.jo por estoque; el trabajo in.frahumano de cargador decostales en el mercado púoblico; los muslos cicatrizadosde los torerillos; la tienta devacas en la hacienda del famoso Lorenzo Garza; la delictuosa lidia a medianocheen el potrero; la explotacióndel empresario de arrabal; elprimer traje de luces alquilado; la entusiasta ovación dela vecindad; los primeros pinchazos; la noticia luctuosa dela cogida del compañero porun toro toreado, en algunaplaza de la provincia; la brillante ascensión del novillero;la alternativa a manos de LuisCastro; la popularidad delídolo nacional, todos los epi.sodios del pasado forman elpreámbulo. Procuna no tendrá, como lo temía de pequei10, el final de un pordioseroo del dipsómano harapientoque duerme entre desperdicios. Pero, como el Kid Terranova de Campeón sin corona, siente que ha llegadodemasiado lejos.
Sostenerse en el pináculo dela fama es el problema terri·ble. La angustia de Procunase anuncia como una pérdidade la seguridad. La figuramuda, severa y cadavérica deManolete, que le ha reveladolos más intransferibles secretos de su arte, lo hace vislumbrar una desazón irre·cuperable. Incluso el granmaestro ha muerto entre lospitones de un toro. A solas,Procuna se hace proyectar lasescenas de la tragedia. Al saolir de la sala oscura ya no esla misma persona. Sus senti·mientas de valor, seguridady autonomía, tan difícilmenteadquiridos, se empiezan a derrumbar. Procuna accede aotro plano de su existencia
pectáculo, Torero es una película caótica, abrupta y precipitada. La elegancia de lafiesta desluce en ese aglutinamiento de faenas incompletas. La síntesis, la brutalidadlatente y la búsqueda instantánea del choque emocional,impiden la plenitud del espectáculo. Ninguna corrida, salvo la concluyente, aparecereducida a algo más que fragmentos esporádicos: un parde muletazos certeros o desafortunados. El esplendor dela tauromaquia hay que buscarlo en otra' parte, en elArruza de Boetticher (19591966), por ejemplo. En compensación, Torero es la cintamás profunda que se ha realizado sobre tema taurino. Siel ritmo rápido hasta la desarticulación y la brevedad desus secuencias-flashes impidenal espectáculo que evidencieuna grandeza apasionada, esamisma brevedad y ese mismoritmo contribuyen a hacer deTorero un relato tenso y desgarrador. La película se construye sobre la noción de laangustia. Su objetivo es descubrir las fluctuaciones de laangustia del torero, dentro yfuera de la plaza. La lidia detoros resulta una actividadlo suficientemente apremiante para colocar a quien laejecuta en una situación límite. Procuna manifiesta reacciones y estados anímicos que,
plaza. Nunca se repite unmismo aspecto. El públicomasivo, el conglomerado diverso, la "bestia más feroz",se presenta con un detallismopulverizado. Entre cada lance, se intercalan gestos súbitos de espectadores que reaccionan de manera desorbitadae incontrolable. La masa seindividualiza y se transforma,a la vez, en un factor impreciso y amenazante. Alternacon montajes eisensteinianosde altavoces y objetos ambientales. Se manifiesta verbalmente con alaridos unánimes, comentarios y protestasque sólo existen en la pistasonora. El público se impacienta si el torero no se arrima al toro, lo insulta y leavienta cojines, o bien lo premia con aclamaciones, aplausos de pie y pañuelos agitados. El público es un juezsoberano y un verdugo de oficio: el Dios de la plaza esconcreto e impersonal. Velotransmite la sensación de duración y realidad montando,entre cada suerte taurina, expresiones de ansiedad, de sorpresa, de abandono, de protesta, de exaltación y de terror. El público se sobrecogeen un instintivo sobresaltounánime; se eleva a una omnipresencia asfixiante.
A Velo le importa menosel espectáculo que el dramainterno del torero. Como es-
El trabajo de Velo no es,sin embargo, inobjetable. Enocasiones, salta a la mexicanada de la serenata a la esposa, el baile folklórico deinconfundible sabor campirano o el brindis a una noviade facciones maduras. A veces, la velocidad del relatohace viable el imperturbableplano fijo mutilante y el ligero esteticismo plástico. Peco en su conjunto la películase' impone por su eficacia. Elinstante crítico que concentrala atención de la historia queda expuesto con una coherencia suprema. El todo cinematográfico es siempre mayor ala suma de sus partes. Velosale a la calle y capta a suspersonajes preocupándose porla precisión de su contextosocial. El aspecto realista, filmado directamente, sirve como fundamento concreto alos pensamientos y a lasimpresiones inconscientes deProcuna que se objetivan.
Desde esta óptica, Toreroes un antecedente de las técnicas europeas del cinémaverité y del free cinema. Ensu campo particular y limitado a sí mismo, realiza unode los ideales del cine moderno: fundir lo documental conlo novelesco. Más allá de susprocedimientos, la obra deficción alcanza su mayor grado cuando la objetividad y losubjetivo se fusionan indisolublemente, cuando el hechoauténtico y el sentido ocultodel hecho (su poesía, su trasunto) se reúnen en una dependencia recíproca e inmutable.
La tauromaquia recibe deVelo un tratamiento especial. No estamos aquí ante la"fiesta brava" llena de colorido y enormes atributos folklóricos. Obedeciendo a unconcepto personal y sin pretender degradarla, el directorexcluye todo aspecto show ocualquier didactismo para villamelones extranjeros. Sinhacer homenajes al valor so9rehumano o indagar si setrata de un arte, un deporteo un acto de salvajismo colectivo, el espectáculo taurinole interesa· únicamente comoexperiencia vivida y como fenómeno social.
De ese enfoque deriva laoriginalidad de las secuenciasfilmadas en el interior de la
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dial, y en las medidas que elnaciente régimen socialista dela Unión Soviética utilizópara llevar adelante su vertiginoso adelanto económico.Pero hoy día, sin embargo,todavía no opera en nuestropaís un sistema de planeación nacional debido a losmuchos obstáculos que impiden una proyección racionaldel desarrollo.
Tomando en cuenta lasnormas constitucionales quenos rigen, y las institucionespolíticas y jurídicas sobre lasque se asienta la vida pública del país, el Seminario consideró que los requisitos mínimos para hacer posible yeficaz la planeación son:
a] Mayor participación política de la población, reflejada a través de un mecanismo que permita conocerlos intereses de los distintosgrupos sociales y no sólo losdel gobierno y los empresarios.
b] Información pre c i s a,veraz y pública. Se consideró, al respecto, que una delas mayores limitaciones pa·ra lograr un efectivo sistemade planeación, es la mala calidad de la información y dela estadística que se posee enMéxico.
c] Reformas indispensablespara adecuar la administración pública a las necesidades de la planeación. Si bienla situación de la administración pública mexicana cuenta con factores positivos, sehace necesario combatir losfactores negativos y adoptar,entre otras, las siguientes reformas: definición más precisa de los objetivos económicos y sociales del Estado;del mitación funcional decompetencias en las dependencias administrativas; adaptación estructural y no simplemente pragmática de lasinstituciones gubernamentales; centralización y reagrupación de los servicios fldministrativos que cumplan funciones decisivas y ejecutivas;delimitación de responsabilidades y funciones en la organización burocrática.
d] Necesidad de establecer un mecanismo eficaz decontrol del sector público ya.que en la actualidad el control de las operaciones delgobierno federal y de otrasentidades es interno y estric-
Bases para la planeacióneconómica y social de México. Seminario celebradopor la Escuela Nacional deEconomía de la Universidad Nacional en la ciudadde Cuernavaca. Varios autores. Editorial Siglo XXI.270 pp. México, D.F.
libros
En el año de 1965 se realizó en la ciudad de Cuernavaca el Primer Seminario sobre Problemas Económicos deMéxico, patrocinado por laEscuela Nacional de Economía, y en el cual tomó parteun distinguido grupo de especialistas en economía, políticay sociología: Horacio Floresde la Peña, Pablo GonzálezCasanova, Fernando Rosensweig, Alonso Aguilar, HoracioLabastida, José Luis Ceceña,Gilberto Layo y Alfredo Navarrete, entre otros, y fungiendo, como coordinadores, Ricardo Torres Gaitán, IfigeniaM. de Navarrete y MauriceCarril. En las ponencias y discusiones de este Primer Seminario se abordaron algunos delos principales temas relacionados con la planeación económica y social de México,mismas que se dan a conoceral público lector.
Aunque la primera Ley sobre Planeación General de laRepública fue expedida en1930 sólo hasta 1933 vino aform~larse ·10 que ha sido conocido con el nombre de PlanSexenal inspirado, principalmente, en la política de intervención estatal puesta enpráctica por los países másdesarrollados como respuestaa la crisis económica mun-
mar el papel de la voluntaden el curso del destino. Aunque con sólo pensarlo le vuelven a doler los costurones,Procuna ha decidido volver atorear. De nuevo ante el enemigo, ante la bestia que restrega sus patas preparánd03ea embestir, en el cero de laseguridad, Procuna reencuentra de algún modo, el absoluto perdido.
En el ruedo, Procuna sabeque se encuentra objetivamente solo con sus tres enemigos:el toro, el público y el toreromismo. Pero, una vez más, larealidad se esfuma y es abolida. No existe ningún 'asideropara su sensibilidad vulnerada. Una convicción de impotencia lo debilita y lo lleva alfracaso estruendoso. El percance era inevitable; el momento de la caída había llegado. Frente al toro, laspiernas tiemblan, la sequedadde la boca se vuelve viscosa,las manos sueltan la muletay el lidiador desarmado hundeel estoque en lugar equivocado. La bestia lo humilla yla rechifla general la corea.En el ruedo, la pesadilla secumple y el torero empieza avivir, una a una, sus consecuencias nefastas. Cuando, aldespertar, temía el soplo delviento desde su ventana;cuando, ante el suculento almuerzo de sus hijos, comía suración de fruta; cuando jugaba con sus hijos en el jardíno llevaba flores dominicalesal monumento mortuorio desu madre, tratando de olvidarsus preocupaciones, Procuna
. prefiguraba ya esos capotazostímidos y esas derrotas sucesivas en todos los tercios.
La corrida terminada, Procuna opta por la solución mágica. Regala un séptimo toroy lo brinda a la autoridadque acaba de multado. Ensu paralógica determinación,conjura el miedo subjetivo.Con las orejas y el rabo enlas manos, Procuna es llevadoen hombros hasta la puertade su casa. Pero, en la tranquilidad luminosa y guarecidadel vestíbulo, todavía en losbrazos de su mujer, el torerose da cuenta de que su vidano puede empezar al otrolado de la angustia porqueel agobio de su angustia esdefinitivo y permanente. ¿Y,el próximo domingo?
~ lo desprende y segregadel mundo. Para los dem~s,se tornará en un torero mIedoso. Le será cada vez másdificil ligar una faena; hastaque, sintiéndose a merced d.e!al toros encastados, prefenrá tirarse de cabeza al callejón y se refugiará entre lasbarreras, mientras el toro nocesa de bufar en el ruedo yla muleta caída lo acusa desde la arena. Predispuesto, undía recibe la "cornada gran-de" •
La angustia que dominabaal torero en la plaza, lo acompaña ahora por todas partes.Fuera del ruedo, la inseguridad se vacía de conceptosobjetivos y Procuna desandael "pasaje estrecho". ToreroDO es una película sobre laangustia en abstracto. Lasimágenes que presenciamos1011 la angustia misma del toreo.
Su irracional sentimiento deunicidad determina una obsesión insuperable. Se retirade los toros por un tiempo,para "gozar sin riesgos delaire y del sol". Lee y viaja.Pero "admirando a Gaya, melos encontré otra vez". LosGayas empiezan a propagarse. Entonces sobrevienen losataques de la prensa; la famase convierte en una forma demanipulación externa. Procuna comienza a perder supropia estima. A medida queavanza en edad y en posición!ocial, la lucha real se vuelveimaginaria. Tiene una esposaque lo quiere, vive en unaresidencia, lo rodean sus hijos, lo sostiene una cuenta enel banco; nada le falta; espresa fácil de la angustia yde una compulsiva necesidadde absoluto. Su fortaleza sedeja triturar por complejosmecanismos de desvalorización moral. . Para vencer suestado subjetivo de abandono,no sólo necesita la reivindicación ante quienes lo llamanIlliedoso y acabado.
Procuna regresa a los torosen un dese~perado movimiento de defensa moral. Si elalejamiento del peligro traeconsigo su exageración, el héroe lo afronta para minimizarlo. Todos esos retornos alpasado y esa minuciosa descripción de la vida del toreroen el día de su reaparición notienen otro sentido que afir-
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