Post on 20-Jul-2015
Antecedentes En 1846, mediante el Tratado Mallarino-Bidlack, Estados Unidos se aseguró el derecho de tránsito
a través de Istmo de Panamá, una alternativa menos costosa en tiempo y dinero para pasar del
océano Atlántico al Pacífico. La otra posibilidad era navegar hasta el sur de América y atravesar el
Estrecho de Magallanes. En 1848 se descubrió oro en California (EE.UU.), cuestión que provocó
una gran expansión estadounidense hacia el oeste, siendo vital el paso interoceánico del istmo
panameño. Hacia 1850, Estados Unidos se encontraba construyendo el Ferrocarril Transístmico, lo
que provocó una gran afluencia de ciudadanos estadounidenses en la zona, tanto de trabajadores
como de transeúntes, que ciertamente mostraban un comportamiento extremadamente
arrogante, violento y agresivo en contra de la población local.
El Tratado Mallarino-Bidlack, en su artículo 35, otorgaba un tratamiento preferencial a los
ciudadanos estadounidenses, respecto de los naturales y otros extranjeros residentes en la zona,
quienes no veían con simpatía el tratado ni este artículo en particular, lo que provocó un fuerte
sentimiento antiestadounidense. Adicionalmente a esto, los estadounidenses solían tratar con
desprecio a los hispanos y europeos, con excepción de los ingleses. Esta situación, acompañada de
la costumbre de los estadounidenses de embriagarse notablemente, provocó constantes roces
entre la gente.
Incidente El 15 de abril de 1856 un estadounidense llamado Jack Olivier, en visible estado de borrachez y
junto a otros tres o cuatro estadounidenses, decidieron comprarle a José Manuel Luna una tajada
de sandía, la cual comió y por la que se negó a pagar un real (5 centavos de dólar). Esto generó
una gran discusión que finalizó cuando Olivier agarro un arma y disparó a un lugareño y escapó del
lugar. En ese momento llegaba a la estación el tren Illinois que transportaba estadounidenses
provenientes de la ciudad de Colón, quienes se vieron involucrados en el pleito.1 2
Esto provocó una gran pelea entre los panameños y los estadounidenses que, superados en
número, retrocedieron y se refugiaron en la estación del ferrocarril distante a pocos metros del
lugar.
Los lugareños salieron en persecución de los estadounidenses, prendiendo fuego a las
instalaciones donde estos se guardecían. La guardia granadina acudió al lugar y los
estadounidenses comenzaron un tiroteo. Esto provocó que una pequeña guarnición
estadounidense asentada en la zona para reprimir a los panameños.
Estos hechos fueron conocidos en las ciudades colindantes, incluso en la ciudad de Colón, distante
a unos 90 km de donde comenzaran los hechos, donde estalló una ola de disturbios. Los tumultos
duraron tres días, al cabo de los cuales ambas ciudades habían sido seriamente dañadas por los
incendios, la destrucción y los saqueos, salvándose el barrio San Felipe, donde vivían los
extranjeros de la clase dominante, ya que se encontraba amurallado.
El saldo fue de 16 muertos y 15 heridos estadounidenses y 13 heridos y 2 muertos entre los
locales. Esta fue la primera insurrección de los panameños contra los estadounidenses y la única
que ganaron, al menos a nivel ciudadano.
Consecuencias El 18 de julio, el comisionado estadounidense, Amos Corwine, recomendó en su informe "... la
ocupación inmediata del istmo de océano a océano por Estados Unidos... a menos que Nueva
Granada... nos convenza de su competencia e inclinación para suministrar... adecuada protección
y una amplia rápida indemnización". Esto dio lugar a una serie de controversias diplomáticas.
Obviamente,las autoridades estadounidenses atendieron este informe y en septiembre de 1856
las tropas estadounidenses desembarcaron en el istmo y tomaron la estación del ferrocarril.
El 19 de septiembre de ese año, desembarcó un destacamento de 160 soldados y tomó posesión
de la estación de ferrocarril. La ciudad se mantuvo en calma y tres días más tarde, las tropas se
retiraron sin haber hecho ni un sólo disparo. Esta breve ocupación, el primer caso de intervención
armada en el istmo, estaba justificada según el gobierno estadounidense por la cláusula del
Tratado de 1846, mediante la cual, los Estados Unidos garantizaba la neutralidad del istmo, para
que el tránsito no se interrumpiera o se estorbara.
Los Estados Unidos hizo las siguientes propuestas:
Que las ciudades de Panamá y Colón debían ser ciudades libres y que se gobernaran por sí mismas
bajo la soberanía de Nueva Granada, y conjuntamente controlaran una franja de veinte millas de
ancho de océano a océano, con el ferrocarril como línea central.
Nueva Granada debía ceder a los Estados Unidos varias islas en la bahía de Panamá para usarlas
como bases navales.
Nueva Granada debía transferir a los Estados Unidos sus derechos sobre el Ferrocarril
transístmico.
Nueva Granada debía pagar una indemnización de perjuicios por la pérdida de vidas y la
destrucción de propiedades.
Finalmente el gobierno granadino aceptó su culpabilidad y firmó el Tratado Herrán-Cass, el 10 de
septiembre de 1857 y estableció una suma resarcitoria de 412.394 dólares estadounidenses en
oro para los damnificados, que fueron integrados recién en 1865:
195.410 dólares por indemnizaciones derivadas del motín.
65.070 dólares por nuevos reclamos.
9.277 dólares por gastos de los comisionados
142.637 dólares por intereses.
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