¿Te gusta arriesgar? ¿Te gusta apostar? ¿Qué tanto estás dispuesto a apostar, que es lo mismo...

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¿Te gusta arriesgar? ¿Te gusta

apostar? ¿Qué tanto estás dispuesto a

apostar, que es lo mismo que decir “Qué tanto estás dispuesto a

perder”?

¿Te gusta arriesgar? ¿Te gusta

apostar? ¿Qué tanto estás dispuesto a

apostar, que es lo mismo que decir “Qué tanto estás dispuesto a

perder”?

“Nunca apuestes, porque si estás

seguro de ganar, eres un ventajoso; y si

estás seguro de perder, eres un tonto.”

“Nunca apuestes, porque si estás

seguro de ganar, eres un ventajoso; y si

estás seguro de perder, eres un tonto.”

¿Sabes que tú estás ‘apostando’, por así decirlo, y al hacerlo estás corriendo el

riesgo de perder lo más valioso

que tú tienes?

¿Sabes que tú estás ‘apostando’, por así decirlo, y al hacerlo estás corriendo el

riesgo de perder lo más valioso

que tú tienes?

Y tal vez tú preguntas, ¿Cómo es que me

estoy arriesgando? Lo estás haciendo al

descuidar el futuro de tu alma.

Y tal vez tú preguntas, ¿Cómo es que me

estoy arriesgando? Lo estás haciendo al

descuidar el futuro de tu alma.

Marcos 8:36-37, “Porque, ¿qué

aprovechará al hombre si ganare todo el

mundo, y perdiere su alma? ¿O qué

recompensa dará el hombre por su alma?”

Marcos 8:36-37, “Porque, ¿qué

aprovechará al hombre si ganare todo el

mundo, y perdiere su alma? ¿O qué

recompensa dará el hombre por su alma?”

Los hombres poseemos una parte

que es temporal, muy valiosa pero pasajera, que es el cuerpo.

Los hombres poseemos una parte

que es temporal, muy valiosa pero pasajera, que es el cuerpo.

Tenemos otra parte, la espiritual, nuestra alma, que es mucho

más valiosa que nuestro cuerpo

porque es eterna.

Tenemos otra parte, la espiritual, nuestra alma, que es mucho

más valiosa que nuestro cuerpo

porque es eterna.

Y cuando nosotros no nos

preocupamos de la situación de nuestra

alma, estamos en peligro de perder

nuestra alma para siempre.

Y cuando nosotros no nos

preocupamos de la situación de nuestra

alma, estamos en peligro de perder

nuestra alma para siempre.

Si ese riesgo llegara a

materializarse, habríamos perdido lo más por

lo menos.

Si ese riesgo llegara a

materializarse, habríamos perdido lo más por

lo menos.

A. El valor de las cosas muchas veces depende de quién

las haya hecho, del creador de la

cosa.

A. El valor de las cosas muchas veces depende de quién

las haya hecho, del creador de la

cosa.

B. Otras veces, el valor de las cosas

es determinado por su

durabilidad.

B. Otras veces, el valor de las cosas

es determinado por su

durabilidad.

C. Hay ocasiones en las que la escasez de una cosa determina

su valor.

C. Hay ocasiones en las que la escasez de una cosa determina

su valor.

D. Otro factor que determina el valor de una cosa o de una persona es

su potencial.

D. Otro factor que determina el valor de una cosa o de una persona es

su potencial.

A. Nadie ha ganado “todo el mundo”.

A. Nadie ha ganado “todo el mundo”.B. Nadie puede conservar lo que ha ganado.

B. Nadie puede conservar lo que ha ganado.C. El mundo no satisface. C. El mundo no satisface.

A. “Perder el alma” es una pérdida irreparable.

A. “Perder el alma” es una pérdida irreparable.B. “Perder el alma” es una pérdida irreversible.

B. “Perder el alma” es una pérdida irreversible.C. “Perder el alma” es una pérdida inmensa.C. “Perder el alma” es una pérdida inmensa.

D. “Perder el alma” constituye una pérdida inexcusable.

1. Porque Dios ha provisto un medio para salvar tu alma.

2. Porque Dios ha hecho ya todo lo posible por salvarte.

3. Porque si tú aún hoy rehúsas ser salvo, ¡no tienes excusa!

D. “Perder el alma” constituye una pérdida inexcusable.

1. Porque Dios ha provisto un medio para salvar tu alma.

2. Porque Dios ha hecho ya todo lo posible por salvarte.

3. Porque si tú aún hoy rehúsas ser salvo, ¡no tienes excusa!