Post on 30-Mar-2016
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“Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncie
a todo lo que posee, no
puede ser mi discípulo”
(Lucas 14:33).
Para responder vamos a estudiar
dos temas:
1º - inicio de la iglesia primitiva
2º - movimiento Millerita
“Así que no había entre
ellos ningún necesitado,
porque todos los que
poseían heredades o
casas, las vendían, y
traían el producto de lo
vendido”.
Hechos 4:34
Esta recaudación no era algo
aleatorio y sin dirección,
pues la historia bíblica
muestra a los discípulos
como organizadores de este
proyecto, según Hechos 4:35
“y lo ponían a los pies de los
apóstoles; y se repartía a
cada uno según su
necesidad”.
De acuerdo con Elena de
White, “Esta generosidad
de parte de los creyentes
era el resultado del
derramamiento del
Espíritu. Los conversos al
Evangelio eran ‘de un
corazón y un alma’.
Los Hechos de los Apóstoles, pág. 70
“Este ejemplo del
aborrecimiento de Dios
por la codicia, el fraude y
la hipocresía, no fue
dado como señal de
peligro solamente para la
iglesia primitiva…
...sino para todas las
generaciones futuras. Era
codicia lo que Ananías y
Safira habían acariciado
primeramente. El deseo
de retener para sí mismos
una parte de lo que
habían prometido al
Señor, los llevó al fraude
y la hipocresía”.
Hechos de los Apóstoles, pág. 62
Se realizaba un campamento en
Exeter, New Hampshire, en agosto
de 1844.
En este campamento, mientras el
marinero José Bates predicaba
un sermón sin nada nuevo, un
caballero llamado Samuel Snow
llegó al lugar. Su hermana, que
estaba en la platea esperando que
él llegara, interrumpió
cortésmente al viejito Bates para
presenta a su hermano y le dijo:
...“Hermano Bates, es muy tarde
para estar gastando tiempo en
esas verdades con las cuales
estamos familiarizados. El
tiempo es corto. Usted tiene
siervos aquí con alimento para el
tiempo específico. Que ellos
hablen, y que el pueblo pueda
escucharlos”.
TL - História do Adventismo, pág. 29
Fue entonces, que Snow tomó el
lugar en el púlpito y transmitió a
la expectante asamblea el
resultado de sus estudios,
sugiriendo la fecha correcta para
el término de las 2.300 tardes y
mañanas era el día 22 de octubre
de 1844, cuando creían los
Milleritas que Jesús volvería a la
tierra.
TL - História do Adventismo, págs. 29-34
“Grandes sumas eran
donadas para que los
pobres pudieran saldar
sus deudas, así como para
la publicación de literatura
– hasta que los editores
dijeron que no
necesitaban más, lo que
hizo que muchos donantes
en potencia se retiraran
con pesar”. TL - História do Adventismo, pág. 33
En esta historia los
creyentes trabajan de dos
formas: empleaban sus
riquezas en la predicación
del evangelio eterno, así
también ayudaban a los
más carentes.
“Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncie
a todo lo que posee, no
puede ser mi discípulo.”.
Lucas 14:33
Algunos pueden pensar
que hacían así porque
sabían el exacto momento
del inminente retorno de
Cristo. Pero el punto no
era el retorno de Cristo,
sino el sentido de misión
producido por el Espíritu
Santo que inundaba el
corazón y la mente del
pueblo.
Las donaciones eran
realizadas para que las
literaturas alcanzaran el
mayor número de personas,
la abnegación, causa de la
presencia del Espíritu Santo,
impulsaba a los Milleritas a
ofrecer sus bienes, sus
propiedades y utilizar el
dinero en la predicación del
mensaje.
Con estos dos
movimientos anteriores, el
pueblo de Dios se movilizó
donando sus bienes.
Podemos resumir que la
acción del Espíritu de Dios
fue y será determinada en
tales situaciones. Sin él,
estos movimientos no
habrían alcanzado
resultados satisfactorios.
¿Cuándo será el momento
exacto de deshacernos de
los bienes en esta recta
final de la historia de este
mundo?
“Entonces Jesús dijo a
sus discípulos:
- De cierto os digo que
difícilmente entrará un rico
en el reino de los cielos”
Mateo 19:23
La Biblia no condena al rico
porque es rico; no declara que la
adquisición de riqueza es
pecado. En ningún momento el
Maestro se está oponiendo a los
ricos o incluso negándoles la
salvación.
Incluso porque la riqueza es un
don de Dios.
“Es Dios quien da a los hombres
el poder de conseguir riquezas”. Mi vida Hoy, MM 1952, pág. 119
El amor al dinero es lo que
la Palabra de Dios declara
que es la raíz de todos los
males.
1 Timoteo 6:10
“En el tiempo de angustia, de nada
les valdrán a los santos las casas
ni las tierras… y en aquel entonces
no podrán deshacerse de sus
bienes para hacer progresar la
causa de la verdad presente. Me
fue mostrado que la voluntad de
Dios es que, antes que venga el
tiempo de angustia, los santos se
libren de cuanto los estorbe…” Primeros Escritos, pág. 56
“Hay hombres y mujeres
pobres que me escriben
pidiendo consejo en cuanto
a si deben vender sus
casas y dar el dinero a la
causa… Quiero decir a los
tales: ‘Tal vez no debáis
vender vuestras casitas
ahora mismo;
...pero id a Dios por
vuestra cuenta; el Señor
oirá ciertamente vuestras
fervientes oraciones por
sabiduría para conocer
vuestro deber”.
Testimonios para la Iglesia, vol. 5,
pág. 686
Así como fue en la época
de la iglesia primitiva,
nuestro único mayor
anhelo debe ser buscar al
Señor y ser ungido por su
Espíritu. Sólo con ese
poder de lo alto,
tendremos la claridad para
tomar decisiones
correctas en los tiempos
adecuados.
Creemos que Dios ha
usado la estructura de la
Iglesia para hacer su
voluntad en todo el mundo
y a cada miembro le
corresponde hacer su
parte en la fidelidad de los
diezmos y las ofrendas.
Al que administra los
recursos del Señor le
corresponde ser fiel en
la distribución
compartida de los
recursos, a fin de que
en todo el mundo el
Reino de Dios avance
sin interrupción.
20% van al campo mundial (ofrendas
misioneras);
20% van al campo local;
60% de las diferentes ofrendas (Escuela
Sabática, Culto Divino, Cumpleaños,
Gratitud, 13º sábado, etc.) que son
entregadas, se quedan en la iglesia local
para atender sus necesidades
Campo Local: 100 % va para el campo local
De esta cantidad: 10% para la Unión;
1,5% para el SALT (profesores de Teología);
3% para profesores de Biblia y Capellanes;
1% para Colportaje (evangelismo);
1% para la Red Nuevo Tiempo;
Saldo: para mantención del ministerio
activo, evangelismo y pastores jubilados.
Unión:
Del 100% que la Unión recibe,
envía el 10% para a División.
División:
Del total recibido de las
Uniones, la División envía el 2% a
la Asociación General.
La División Norte
Americana (Estados
Unidos y Canadá) que
recibe un volumen mayor
de diezmos, envía el 8% a la Asociación General.
Entonces el 2% (todas
las divisiones del mundo)
+ 8% de la DNA forman en
presupuesto de la
Asociación General.
De esos recursos
recibidos, la Asociación
General usa el 19% para su
presupuesto anual, y envía
el 81% para las Divisiones
en forma de subvención.
Obs.: La DNA no recibe esta
subvención.
Debemos confiar en
aquellos que el Espíritu
Santo escogió para velar
por esos recursos.
Debemos participar
seguros de que estamos
haciendo lo mejor para el
Señor y su obra.