Tema 6. Los espacios industriales

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El sector secundario o industrial comprende las actividades que transforman los elementos de la naturaleza (materias primas) en productos semielaborados o elaborados utilizando para ello maquinaria impulsada por diversas energías.

1. La industria y sus bases: materias primas y energía.

Las materias primas son los recursos o elementos naturales que la industria transforma en productos semielaborados o elaborados. Pueden ser orgánicas (seres vivos) o inorgánicas (minerales).

1.1 Las materias primas y sus tipos.

Las materias primas orgánicas provienen del sector primario (agricultura, ganadería, explotación forestal, pesca). España es deficitaria en este tipo de materias primas.

Las materias primas inorgánicas se extraen de yacimientos (minería). Los minerales se clasifican en metálicos (hierro, plomo, cobre,...), industriales (caolín, flúor, sal, sepiolita,...), de cantera (caliza, granito, mármol, arcilla, arena,...) y energéticos (carbón, petróleo, gas, uranita). España destaca en la producción de minerales de cantera e industriales, que exporta, siendo deficitaria en minerales metálicos y energéticos.

Los problemas de la minería en España son numerosos, destacando los económicos y sociales (agotamiento de yacimientos, dependencia externa, crisis de la minería,...).

También la minería presenta numerosos problemas medioambientales (sobreexplotación de recursos, contaminación y alteraciones paisajistas), que se trata de paliar fomentando la eficiencia, el uso de tecnologías limpias y la rehabilitación.

Las fuentes de energía son los recursos o elementos naturales que proporcionan fuerza para activar máquinas, siendo imprescindibles en todos los sectores económicos, pero especialmente en la industria.

1.2 Las fuentes de energía.

España tiene graves problemas energéticos por la dependencia que tiene (se consume más energía de la que se produce). Esto se debe al continuo aumento del consumo energético, la escasa producción de energía que genera un bajo autoabastecimiento, y la necesidad de recurrir a costosas importaciones.

Respecto a los tipos de energía existentes diferenciamos entre la energía primaria (procedente del medio natural y sin aprovechamiento directo) y la energía secundaria (utilizable directamente por el ser humano).

El carbón es una roca negra combustible formada por descomposición de vegetales. Fue la energía principal de la Primera Revolución Industrial, siendo sustituida a partir de 1960. En España se localiza en trece cuencas, destacando Asturias, León, Palencia y Teruel. No obstante, la mayoría del carbón se importa de EEUU, Sudáfrica, Australia e Indonesia.

El carbón se usa en las industrias siderúrgica y cementera, en las calefacciones domésticas y sobre todo en la producción de electricidad en las centrales térmicas.

El petróleo es un aceite mineral oscuro creado a partir de animales y algas en descomposición. En España se empezó a usar especialmente en la década de 1960, pero la crisis de 1973 bajó su consumo. En la actualidad el creciente transporte ha disparado su consumo.

La producción de petróleo en España, salvo en Tarragona y Burgos, es insignificante. Por ello es necesario importar petróleo de Oriente Medio, Nigeria, México, Venezuela, Reino Unido, Rusia,...

El petróleo se ha usado para producir electricidad en centrales térmicas, pero su uso fundamental ahora es el transporte y la industria para lo que debe ser procesado en refinerías (situadas en la costa peninsular, Puertollano y Tenerife) y en industrias petroquímicas.

El gas natural es una mezcla de hidrocarburos gaseosos cuyo consumo se ha desarrollado en España especialmente a partir de 1970, con un gran crecimiento.Se produce en España en Huelva y Sevilla, pero en su inmensa mayoría se importa por barcos o gaseoductos, especialmente de Argelia.

Respecto al uso del gas natural destaca la producción deelectricidad en centrales térmicas, el uso de su potencial calorífico en la industria y los hogares y la obtención de productos químicos (propileno, etileno, naftas) en industrias petroquímicas.

El uranio es un elemento químico que se extrae de minerales como la uraninita. La fisión de sus átomos genera la energía nuclear. Su uso en España se inició en 1968 con la construcción de las centrales nucleares José Cabrera y Santa María de Garoña. Su expansión se paralizó (moratoria) por el temor a accidentes, la dependencia externa de abastecimiento y el problema de los residuos radiactivos.

En la actualidad existe un debate sobre el uso de esta energía, habiéndose cerrado las centrales de Zorita (2006) y Garoña (2012). Por otra parte, en 2011 se suspendió la moratoria, existiendo un proyecto de cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca).

Tras el cierre de las minas de Saelices, el 100 % del uranio usado en España es importado de Rusia, Australia, Canadá y Níger. La energía nuclear se usa para producir electricidad y en medicina.

La energía hidroeléctrica se origina a partir del salto deagua embalsada en presas (recurso renovable). Durantela dictadura franquista, entre 1940 y 1970, tuvo un gran desarrollo, perdiendo importancia posteriormente.

La producción hidroeléctrica se centra en los ríos Duero y Tajo en su frontera con Portugal, el norte peninsular y el Pirineo (zonas con ríos caudalosos y desniveles). Su destino es generar electricidad, aunque el agua embalsada de la que parte esta energía sirve también para regadío y abastecimiento.

Las nuevas energías renovables proceden de recursosinagotables, caracterizándose por ser limpias y descentralizadas. En España se empezaron a impulsar tras la crisis del petróleo en la década de 1970, siendo impulsadas con subvenciones a inicios del siglo XXI. La diversidad del medio natural español favorece su producción, usándose para generar electricidad, calor y movimiento.

La energía minihidraúlica produce electricidad a partir del salto de ríos o canales, desarrollándose en el norte peninsular. Desarrolla poca potencia.

La energía de la biomasa produce electricidad (centrales térmicas), biocombustible (biotenanol o biodisesl) y calor. Se obtiene de residuos agrarios y de materias primas orgánicas. Las dos Castillas y Andalucíason las máximas productoras de biomasa.

La energía eólica produce electricidad (parques eólicos)o energía mecánica a partir del viento. España se ha convertido en la cuarta productora de energía eólica terrestre (destacando Galicia, Navarra, ambas Castillas, Aragón, Andalucía y Canarias).

La energía solar usa el calor y la luz del sol generando energía térmica (en centrales solares térmicas) o eléctrica (a través de centrales termoeléctricas y fotovoltaicas). En España se ha desarrollado especialmente en la costa mediterránea, Andalucía y Canarias.

La energía geotérmica usa el agua caliente subterránea y su vapor, siendo muy escasa en España. Genera energía térmica y se emplea en balnearios, invernaderosy viviendas.

La energía maremotriz utiliza la fuerza de las olas y mareas para generar electricidad. España tiene un gran potencial de uso de esta energía en la costa cantábrica, donde en 2011 se abrió una planta maremotriz en Mutriku (Guipúzcoa).

Junto a estas fuentes de energía primaria la energía secundaria, directamente usada por el ser humano, se centra en la electricidad, cuyo origen más frecuente es un generador eléctrico a partir de una turbina. Esta turbina se puede mover por vapor de agua obtenido a partir de la quema de carbón, petróleo, gas o biomasa (central térmica), por vapor a partir de la fisión nuclear (central nuclear) o por vapor a partir del calor del sol (central solar termoeléctrica).

También las turbinas pueden ser movidas directamente por agua (centrales hidráulicas) o por viento (centrales eólicas). Por último las centrales fotovoltaicas transforman la luz solar directamente en electricidad.

La electricidad se empezó a usar en España para iluminación urbana en 1875 a partir de centrales térmicas, impulsándose después las centrales hidroeléctricas. La industrialización disparó la demandaeléctrica, que se cubrió con centrales nucleares y térmicas.

En la actualidad el consumo doméstico y los servicios han disparado el consumo eléctrico, satisfaciéndose a partir de energías renovables y de centrales térmicas de cogeneración. Para evitar mayores demandas, se apuesta por la eficiencia energética.

La electricidad que se produce en España proviene principalmente de centrales térmicas, seguida de las energías renovables y la energía nuclear. Donde más electricidad se produce es en Cataluña, Andalucía, Castilla y León y Galicia.

La electricidad se usa para mover motores, alterar la temperatura, iluminar y transmitir información. Donde más se consume es en Cataluña, Andalucía y Madrid.

España presenta como problemas energéticos la dependencia externa, la reducción de la competitividad por su costosa importación y los problemas medioambientales (sobreexplotación y contaminación).

Para disminuir la dependencia se fomenta la seguridad del abastecimiento (fomentando la producción propia y buscando los mejores países para importarla).

Para combatir la falta de competitividad se fomenta la liberalización del sector y la eficiencia energética para abaratar precios (Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020).

Para reducir los problemas medioambientales se fomenta un menor consumo y una mayor eficiencia energética a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. Además, se cierran instalaciones contaminantes, se depuran aguas, se reutilizan residuos, se fomentan energías limpias (Plan de Energías Renovables 2011-2020),...

2. La industria española entre 1855 y 1975.

Entre 1855 y 1975 podemos diferenciar cuatro etapas en el desarrollo industrial de España.

2.1 Evolución histórica: 1855-1975.

El inicio de la industrialización en España (1855-1900) fue más tarde que en otros países occidentales ante la ausencia de revolución agrícola, la falta de materias primas y energías, la insuficiente inversión industrial, la demanda limitada, el atraso tecnológico y los problemas políticos (guerras civiles y pérdida de colonias),...

En la siguiente etapa, en el primer tercio del siglo XX, se produjo un destacado crecimiento industrial (1900-1936) impulsado por las exportaciones de la Primera Guerra Mundial, las obras públicas, la introducción de las nuevas fuentes de energía propias de la Segunda Revolución Industrial (hidrocarburos y electricidad) y la política proteccionista.

Durante la guerra civil (1936-1939) y el inicio de la dictadura de Francisco Franco (1939-1959) se produjo un retroceso y estancamiento industrial por la destrucción bélica y la política autárquica.

El gran desarrollo industrial de España (1960-1975) se produjo en la etapa final de la dictadura de Francisco Franco al abandonarse la autarquía, impulsarse planes de desarrollo, aumentar la inversión privada, importarse energía a bajo precio e introducir nuevas tecnologías.

En la Primera Revolución Industrial, en la segunda mitad del siglo XIX, la industria se centró en la siderometalurgia (norte peninsular) y el sector textil (Cataluña).

2.2 Producción industrial: 1855-1975.

En la Segunda Revolución Industrial, en el siglo XX, se diversificó la producción industrial gracias al desarrollo de los motores de explosión y eléctricos. Las industrias de base, que transforman materias primas en productos semielaborados (como la siderurgia, refinerías, petroquímica, producción eléctrica,...), fueron potenciadas por el Instituto Nacional de Industria.

Las industrias de bienes de consumo, que generan productos para el consumo directo, crecieron a la par que el nivel de vida. A las industrias textil, de calzado y alimentaria se unieron las de los automóviles y electrodomésticos.

Las industrias de bienes de equipo, que producen máquinas, se desarrollaron tarde y sólo por impulso de empresas multinacionales.

Las estructura industrial mostró las limitaciones de la industria española al mostrar un sistema de producción diverso, un tamaño de las empresas mayoritariamente pequeño, atraso tecnológico y una mano de obra barata poco cualificada.

2.3 Estructura industrial: 1855-1975.

En las mayoritarias pequeñas fábricas se usaron sistemas tradicionales con un bajo nivel de inversión, tecnología limitada y escasa competitividad.

Las pocas grandes fábricas, filiales de multinacionales o empresas impulsadas por el INI, adoptaron el sistema fordista de trabajo en cadena.

El atraso tecnológico fue favorecido por las políticas proteccionistas y contribuyó a la dependencia exterior de la industria española, que además de tecnológica, lo fue financiera y energética.

Las industrias se localizaron en función de factores clásicos como: la proximidad a recursos naturales, la demanda amplia, la abundante mano de obra y capital; además de buscar eficaces transportes, sectores de apoyo y políticas industriales favorables.

2.4 Localización industrial: 1855-1975.

Los anteriores factores de localización, provocaron que las industrias se instalaran en grandes aglomeraciones urbano-industriales.

Las primeras áreas industriales se centraron en la periferia peninsular y Madrid, existiendo áreas de baseextractiva, otras de base portuaria y otras urbano industriales.

2.5 Áreas industriales: 1855-1975.

Entre 1900 y 1975 se consolidaron tres áreas industriales, que incrementaron los desequilibrios territoriales: la franja cantábrica, la región mediterránea y Madrid.

No obstante, a las áreas industriales de etapas anteriores (periferia y Madrid) desde 1960 se sumaron las periferias de las grandes ciudades, ejes industriales en torno a vías de comunicación (como el del Ebro o el Mediterráneo) y enclaves industriales aislados favorecidos por industrias básicas o al ser declarados polos de desarrollo industrial. En el resto del territorio, sólo las capitales de provincia recibieron industrias.

La base o marco de la política industrial de esta época se basó en el proteccionismo (que libró a la industria de la competencia exterior mediante aranceles que limitaron las importaciones) y en la intervención estatal (creando el estado empresas públicas en sectores estratégicos y diseñando el desarrollo industrial).

2.6 Política industrial: 1855-1975.

Los objetivos de la política industrial buscaron impulsar la industria y corregir su desigual distribución. Para promover la industria en nuevas zonas se crearon los polos de desarrollo (en ciudades que tenían alguna industria) y los polos de promoción (en áreas deprimidas).

También se promocionó la industria mediante la creación de polígonos industriales y polígonos de descongestión industrial (en las periferias de las grandes ciudades).

3. La crisis y reestructuración industrial española: 1975-1985.

La crisis industrial que afectó España entre finales de los años setenta e inicio de los ochenta tuvo causas externas (cambios económicos mundiales) e internas.

3.1 La crisis industrial.

Como causas externas de la crisis hay que señalar la crisis del petróleo de 1973, la incidencia de la Tercera Revolución Industrial (con nuevas tecnologías, sectores y sistemas de producción), las exigencias de calidad por parte de la demanda y la división internacional del trabajo generada por la globalización.

Entre las causas internas de la crisis están las deficiencias de la industria española (basada en sectores tradicionales, tecnología arcaica y con una elevada dependencia exterior) y la coyuntura histórica política (transición a la democracia).

Como consecuencias de la crisis se cerraron muchas empresas, descendió la producción y aumentó el endeudamiento empresarial y el desempleo.

Para combatir la crisis, la OCDE promovió la reestructuración industrial a través de la reconversión industrial y la reindustrialización mediante ayudas estatales financieras, fiscales y laborales.

3.2 La reestructuración industrial.

La reconversión industrial buscó ajustar los sectores en crisis, promoviendo el cierre de empresas, las reducciones de plantilla y la modernización y especialización de la producción. Los sectores industriales maduros sufrieron la reconversión, que afectó a grandes empresas y disparó el desempleo.

La reindustrialización buscó impulsar un nuevo desarrollo industrial creándose para ello Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR) a través de ayudas estatales. Su resultado fue insuficiente (aunque diversificaron la industria e inversiones no se generó mucho empleo y se incrementaron los desequilibrios).

4. La industria española en la actualidad.

A partir de 1985 la industria española inició la recuperación de la crisis, que salvo un paréntesis entre 1990 y 1994, perduró hasta el estallido de la actual crisis mundial en 2008.

4.1 La recuperación de la industria (1985-2007).

Las causas de la recuperación industrial fueron la integración de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) y la adopción de los cambios de la Tercera Revolución Industrial.

La integración de España en la CEE en 1986 supuso la entrada en un mercado muy competitivo, que acabó con los monopolios y ayudas estatales y adoptó las leyes europeas. Al desaparecer los aranceles europeos aumentó el mercado para los productos españoles y las innovaciones y capital exterior llegaron con más facilidad.

La incorporación tardía de España a la Tercera Revolución Industrial llevó a aplicar los avances en la microelectrónica a la obtención de nuevos productos, al proceso y organización industrial y a su comercialización.

Aparecieron nuevos sectores industriales centrados en la telemática, la automatización, los instrumentos de precisión, los nuevos productos, los nuevos medios de transporte, la biotecnología, el láser y las energías renovables.

Los cambios en la estructura industrial afectaron al sistema de producción que descentralizó las distintas fases de la producción y se flexibilizó a través de las economías de gama.

Las nuevas tecnologías también favorecieron la reducción del tamaño de las empresas y el empleo sehizo más cualificado, se terciarizó y se desregularizó.

Además, la Tercera Revolución Industrial cambió las pautas de localización industrial, facilitando la deslocalización de empresas y la concentración de las mismas en parques tecnológicos.

La recuperación industrial de España tuvo como consecuencias el crecimiento absoluto de la produccióny ocupación industrial, impulsando el desarrollo tecnológico, los servicios a la producción y las exportaciones.

Podemos diferenciar entre sectores industriales maduros, dinámicos y punta (de alta tecnología).

4.2 La producción industrial actual.

Los sectores industriales maduros afectados por la reconversión siguen teniendo gran peso en España englobando a la siderurgia (integral y no integral), la transformación del metal, los electrodomésticos de línea blanca, la construcción naval y el textil y confección.

Los sectores industriales dinámicos con alta productividad y demanda incluyen a lo sectores del automóvil, químico y agroalimentario, con fuerte presencia de multinacionales.

Los sectores industriales punta, asociados a la alta tecnología, se han implantado con retraso y tienen un menor desarrollo que en otros países de Europa, localizándose en parques tecnológicos o científicos en torno a grandes ciudades y ejes industriales dinámicos.

La estructura industrial española sigue presentando problemas que dificultan su competitividad y la exportación de sus productos.

4.3 La estructura actual de la industria.

El tamaño de las empresas es reducido (un 99,9 % son pequeñas o medianas (con menos de 250 trabajadores) lo que impide el desarrollo de economías de escala, aunque las hace más flexibles.

La investigación e innovación son insuficientes pues la I+D se reduce principalmente a las grandes empresas de los sectores dinámicos.

El desarrollo de la tecnología también es insuficiente (al invertirse poco en investigación e integrase poca las universidades y las empresas), además de dependientede los avances exteriores (se compran patentes).

Los factores clásicos de localización industrial han perdido importancia con la Tercera Revolución Industrial. Es el caso de la proximidad a los recursos naturales y al mercado de consumo.

4.4 La localización industrial.

Sin embargo se mantiene la importancia de la disponibilidad de sistemas de transporte y comunicación y la cercanía de mano de obra.

Los nuevos factores de localización se centran en el acceso a la innovación e información y las ventajas competitivas que puede ofrecer un territorio.

Estos factores de localización generan tendencias ambivalentes complejas en la localización industrial, difundiéndose la industria madura hacia las periferias ante los problemas de congestión industrial, mejora del transporte y búsqueda de ventajas territoriales (lo que promueve la deslocalización) y concentrándose la industria tecnológica en los espacios centrales.

Se mantienen fuertes desequilibrios territoriales en la industria española, lo que refleja el desigual reparto de población, riqueza, infraestructuras y peso político.

4.5 Las áreas industriales actuales.

En función del dinamismo y nivel de desarrollo se diferencian cuatro o cinco áreas industriales: desarrolladas, en expansión, en declive y con industria inducida y escasa.

Las áreas desarrolladas (Madrid y Barcelona) sufrieron la reconversión industrial, dando paso a industrias de alta tecnología en las que se observa una terciarización de las actividades (tareas de oficina).

Las áreas en expansión (coronas metropolitanas, franjas periurbanas, ejes de de desarrollo industrial y áreas rurales comunicadas) reciben instalaciones industriales, en general, tradicionales.

Las áreas en declive (cornisa cantábrica, Ferrol, Cádiz, Puertollano, Ponferrada,...) han perdido capacidad industrial al sufrir la reconversión industrial y no lograr la reindustrialización ante la falta de ayudas estatales.

Las áreas de industrialización inducida (Zaragoza, Valladolid, Burgos, Sevilla, Cádiz y Huelva) son fruto de políticas de promoción industrial.

Las áreas de industrialización escasa (Extremadura, Castilla La Mancha, islas Baleares y Canarias) presentan empresas tradicionales pequeñas.

El marco o contexto de la política industrial española actual se caracteriza por la apertura al exterior, la disminución de la intervención del Estado, el ingreso en la Unión Europea y las políticas de las Comunidades Autónomas.

4.6 La política industrial actual.

La política sectorial busca aumentar la competitividad de la industria reduciendo los sectores maduros mediante la reconversión y reindustrialización, creando observatorios industriales y apoyando a los sectores más en crisis por las deslocalizaciones.

La política estructural mejora la competitividad de las mismas y su internacionalización mejorando el tamaño de las empresas (se estimula su concentración) e impulsando la investigación (Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011, que aumentó el gasto en I+D).

Además, se promocionan en el exterior los productos españoles para favorecer sus exportaciones, así como se implantan empresas españolas en el exterior, lo que favorece la internacionalización empresarial.

La política territorial promueve la instalación de industrias mediante la Ley de Incentivos Regionales, las Agencias de Desarrollo Regional y Local, las Sociedadespara el Desarrollo Industrial y los distritos industriales. Entodo caso se busca un desarrollo endógeno basándose en la riqueza de cada territorio.

En política medioambiental se promueve la prevención y corrección de daños buscando un desarrollo sostenible mediante tecnologías limpias (industria verde, medidas correctoras). Además, se promueve la rehabilitación de zonas industriales.

Por otra parte, el paisaje industrial se protege a travésde un Plan de Patrimonio Industrial.