Post on 23-Dec-2015
description
i
UNIVERSIDAD NACIONAL FACULTAD DE CIENCIAS DE LA TIERRA Y EL MAR
ESCUELA DE CIENCIAS GEOGRÁFICAS
EVALUACIÓN TERRITORIAL SOBRE LA DISPONIBILIDAD DE RECURSO HÍDRICO Y
RECURRENCIA DE EVENTOS EXTREMOS SECOS EN LA SUBCUENCA DEL RÍO SABOGAL,COSTA RICA.
Seminario de graduación para optar por el grado de Licenciatura en Ciencias Geográficas con énfasis en Ordenamiento Territorial
Presentado por: Victoria Delgado Fernández
Marco T. Villegas Salas
Heredia, Costa Rica 2013
� �
ii��
TRIBUNAL EXAMINADOR DEL SEMINARIO DE GRADUACIÓN
_______________________________ M.Sc. Tomás Marino Herrera
Vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar
_______________________________ M.Sc. Dionisio Alfaro Rodríguez
Director de la Escuela de Ciencias Geográficas
_______________________________ Lic. Ligia Hernando Echeverría
Directora del seminario de graduación
_______________________________ Ing. José Alberto Retana Barrantes Instituto Meteorológico Nacional
Lector del seminario de graduación
_______________________________ Dr. Jorge Faustino Manco
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza Lector del seminario de graduación
iii��
Si yo fuera de un lugar tendría que ser de aquí, del camino y del solar,
del suelo donde nací.
Tenemos dos estaciones, la lluvia y el mal llover,
mal tiempo o inundaciones y suampos para escoger.
Mi pueblo es una esperanza dormida entre los chagüites.
¡Yo vengo del cerro azul, del barrio de los jazmines!
El barrio de los jazmines – Malpaís
iv��
AGRADECIMIENTOS
Ante todo gracias a Dios por permitirnos culminar esta etapa.
Queremos agradecer profundamente a Ligia Hernando por su incondicional apoyo y constante labor en guiar este trabajo. Además de su excelente aporte académico y científico, su labor como formadora de profesionales éticos y pensadores es invaluable. Ojalá todos los geógrafos y geógrafas del país tengamos su tenacidad.
A nuestros lectores, José Retana y Jorge Faustino, quienes de la mejor manera hicieron grandes aportes y observaciones a nuestro trabajo, guiándonos hacia un mejor resultado.
Agradecemos al INISEFOR por su gran apoyo en trabajo de laboratorio. A William Montero por su aporte de su conocimiento en dendrología y muy especialmente a Christopher Sandoval, por su incondicional ayuda y disposición. A nuestras compañeras de seminario, Alejandra Segura y Cindy Benavides, quienes nos acompañaron y apoyaron por este camino hacia la consecución del objetivo final: ser licenciados. Hicimos un gran equipo.
A Omar Barrantes y Dionisio Alfaro de la oficina de Planes Reguladores por su significativo aporte al enriquecimiento de la investigación.
Hacemos extensivo nuestro especial agradecimiento a Christian Solano de transportes de la Universidad Nacional por su noble y desinteresada ayuda durante el trabajo de campo.
Al Instituto Meteorológico Nacional en las personas de Nury Sanabria, Cristina Araya y José Retana por su continuo apoyo y orientación durante los últimos años.
A nuestros amigos de la Escuela de Ciencias Geográficas, Ciencias Ambientales y Ciencias Agrarias (UNA) y Escuela de Geografía y de Topografía (UCR) que de una u otra manera aportaron a este trabajo y nos apoyaron en todo momento.
A los pobladores de Los Chiles y Monterrey de San Carlos que son la base de este trabajo.
A nuestros padres y hermanos: Flor Fernández, Rodolfo Delgado, Diana y Abraham Delgado Fernández, Gina Salas, Marco T. Villegas, Gina y Róger Villegas Salas porque sin ellos no seríamos quienes somos. Les debemos todo.
v��
TABLA DE CONTENIDOS
Capítulo I. Introducción ...................................................................................................... 1 1.1. Aspectos generales ................................................................................................... 2 1.2. Planteamiento del problema ..................................................................................... 3 1.3. Objetivos .................................................................................................................. 5 1.4. Justificación del estudio ........................................................................................... 6
�
Capítulo II. Bases conceptuales para la evaluación territorial ........................................ 9 2.1. Ordenamiento territorial en cuencas hidrográficas ................................................ 10 2.2. Evaluación territorial de la cuenca ......................................................................... 14
2.2.1. El recurso hídrico: disponibilidad y condicionantes....................................... 15�
Capítulo III. Estrategia metodológica para la evaluación territorial ............................ 19 3.1. Alcance de la investigación ................................................................................... 20 3.2. Estrategia metodológica ......................................................................................... 21 3.3. Diagnóstico ............................................................................................................ 23
3.3.1. Instrumentos y métodos previos ..................................................................... 23 3.3.2. Disponibilidad de recurso hídrico................................................................... 31 3.3.3. Recurrencia de eventos extremos secos.......................................................... 33
3.4. Escenarios territoriales ........................................................................................... 35 3.4.1. Escenario actual y global ................................................................................ 35
�
Capítulo IV. Caracterización geográfica de la subcuenca del río Sabogal ................... 40 4.1. Ubicación del área de estudio ................................................................................ 41 4.2. Geomorfología y morfometría ............................................................................... 43 4.3. Suelos y la relación agua - suelo ............................................................................ 52 4.4. Clima y zonificación climática .............................................................................. 56
4.4.1. Precipitación, temperaturas y evapotranspiración potencial .......................... 56 4.4.2. Zonas climáticas ............................................................................................. 64
4.5. Usos de la tierra ..................................................................................................... 67 4.5.1. Uso agropecuario ............................................................................................ 68 4.5.2. Cobertura vegetal y otros usos ....................................................................... 72
�
Capítulo V. Diagnóstico territorial de la subcuenca del río Sabogal ............................. 74 5.1. Balance hídrico de la subcuenca del río Sabogal ................................................... 75
5.1.1. Aspectos hídricos generales de la subcuenca ................................................. 75 5.1.2. Comportamiento hídrico por zona climática .................................................. 765.1.3. Balance hídrico total ....................................................................................... 80
5.2. Eventos extremos secos en la subcuenca del río Sabogal ...................................... 86 5.2.1. Frecuencia de aparición e intensidades de los eventos extremos secos ......... 86 5.2.2. Comportamiento de las anomalías en las series de lluvia .............................. 91
�
�
�
vi��
Capítulo VI. Escenarios territoriales de la subcuenca del río Sabogal ......................... 99 6.1. Disponibilidad del recurso hídrico en la subcuenca del río Sabogal ................... 100 6.2. Recurrencia de eventos extremos secos en la subcuenca del río Sabogal ........... 105 6.3. Escenario global ................................................................................................... 109
6.3.1. Análisis prospectivo: escenario tendencial, futuro y alternativo .................. 113�
Capítulo VII. Conclusiones y consideraciones finales ................................................... 116 7.1. Conclusiones y recomendaciones ........................................................................ 117 7.2. Referencias bibliográficas .................................................................................... 120
�
Anexos ................................................................................................................................ 127 Anexo 1. Guía de preguntas para el sondeo. ................................................................... 128 Anexo 2. Fórmulas de regresión para el cálculo de temperatura mínima, media y máxima para la vertiente Caribe de Costa Rica. ........................................................................... 129 Anexo 3: Balances hídricos ............................................................................................ 130
�
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Componentes del balance hídrico. ....................................................................... 16 Figura 2. Estrategia metodológica de la investigación. ....................................................... 22 Figura 3. Muestras en el laboratorio.. .................................................................................. 29 Figura 4. Esquema metodológico para el álgebra de mapas. .............................................. 38 Figura 5. Subcuenca del río Sabogal: Perfil topográfico A - B. .......................................... 43 Figura 6. Humedal de Playuelitas del Sabogal, Los Chiles, 2013. ...................................... 46 Figura 7. Vista hacia el sur desde la parte alta. Monterrey, San Carlos, 2013. ................... 48 Figura 8. Perfil S1, 2013. ...................................................................................................... 52 Figura 9. Perfil S2, 2013. ...................................................................................................... 55 Figura 10. Plantaciones.. ..................................................................................................... 69 Figura 11. Vegetación de la subcuenca. ............................................................................. 72 Figura 12. Centros urbanos. ............................................................................................... 73
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Estaciones meteorológicas dentro y cercanas a la subcuenca del río Sabogal. ..... 23 Tabla 2. Grupos climáticos según índice hídrico. ............................................................... 28 Tabla 3. Categorización de la oferta hídrica según el índice de escasez. ............................ 36 Tabla 4. Valoración de la disponibilidad hídrica. ................................................................ 37 Tabla 5. Valoración de recurrencia de eventos extremos secos. ......................................... 38 Tabla 6. Subcuenca del río Sabogal: ubicación por coordenadas geográficas y métricas. .. 41 Tabla 7. Subcuenca del río Sabogal: Detalle de la densidad de cantidad de cauces por orden. .................................................................................................................................... 50 Tabla 8. Perfiles S1 y S2: Cantidades porcentuales de arena, arcilla y limo por horizonte.. 54 Tabla 9. Subcuenca del río Sabogal: valores totales de los componentes del balance hídrico por zona climática y uso de la tierra. .................................................................................... 77
vii��
Tabla 10. Subcuenca del río Sabogal: criterios de intensidad de eventos extremos secos, frecuencia en años, absoluta y relativa por estación meteorológica, 1990-2012. ................ 87 Tabla 11. Subcuenca del río Sabogal: Cobertura relativa de años secos en el periodo 1990-2012. ..................................................................................................................................... 90 Tabla 12. Subcuenca del río Sabogal: Cobertura relativa de anomalías negativas de precipitación en el periodo 1990-2012. ................................................................................ 97 Tabla 13. Subcuenca del río Sabogal: Valoración de la recurrencia de eventos extremos secos en el periodo 1990-2012. .......................................................................................... 105 Tabla 14. Valores para la reclasificación de mapas y creación de áreas prioritarias. ........ 110
ÍNDICE DE GRÁFICOS�
Gráfico 1. Perfil S1 y S2: capacidad de campo y punto de marchitez permanente por horizonte. .............................................................................................................................. 56 Gráfico 2. Subcuenca del río Sabogal: Precipitación media mensual, 1990-2012. ............. 57 Gráfico 3. Subcuenca del río Sabogal: Precipitación promedio mensual para cada estación meteorológica, 1990-2012. ................................................................................................... 58 Gráfico 4. Subcuenca del río Sabogal: Temperaturas máxima, media y mínima mensual, 1990-2012. ............................................................................................................................ 61 Gráfico 5. Subcuenca del río Sabogal: Evapotranspiración potencial media mensual, 1990-2012. ..................................................................................................................................... 62 Gráfico 6. Subcuenca del río Sabogal: usos de la tierra según porcentaje de cobertura. .... 67 Gráfico 7. Subcuenca del río Sabogal: Porcentajes de ETA y R según usos de la tierra. ... 81 Gráfico 8. Estación San Jorge: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. .............................................................................................................................................. 91 Gráfico 9. Estación Comando Los Chiles: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. ............................................................................................................................ 92 Gráfico 10. Estación Laguna Caño Negro: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. ............................................................................................................................ 93 Gráfico 11. Estación Río Achiote: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. ..................................................................................................................................... 94 Gráfico 12. Estación Coopevega: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. ..................................................................................................................................... 95 Gráfico 13. Estación Quebrada Azul: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. ............................................................................................................................ 95 Gráfico 14. Estación Santa Clara: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012. ..................................................................................................................................... 96
ÍNDICE DE MAPAS
Mapa 1. Subcuenca del río Sabogal. Red de estaciones meteorológicas. …….………… 24 Mapa 2. Subcuenca del río Sabogal. Ubicación. ………………………………………... 42 Mapa 3. Subcuenca del río Sabogal. Modelo digital del terreno………………………... 44 Mapa 4. Subcuenca del río Sabogal. Pendientes………………………………………… 45 Mapa 5. Subcuenca del río Sabogal. Unidades geomorfológicas……………………….. 47
viii��
Mapa 6. Subcuenca del río Sabogal. Geomorfología……………………………………. 49 Mapa 7. Subcuenca del río Sabogal. Red hídrica………………………………………... 51 Mapa 8. Subcuenca del río Sabogal. Edafología…………………………………………. 53 Mapa 9. Subcuenca del río Sabogal. Precipitación media……………………………….. 60 Mapa 10. Subcuenca del río Sabogal. Evapotranspiración potencial anual……………… 63 Mapa 11. Subcuenca del río Sabogal. Zonas climáticas…………………………………. 66 Mapa 12. Subcuenca del río Sabogal. Usos de la tierra………………………………….. 70 Mapa 13. Subcuenca del río Sabogal. Déficit hídrico……………………………………. 83 Mapa 14. Subcuenca del río Sabogal. Recarga hídrica…………………………………... 85 Mapa 15. Subcuenca del río Sabogal. Oferta hídrica…………………………………… 101 Mapa 16. Subcuenca del río Sabogal. Demanda hídrica………………………………... 102 Mapa 17. Subcuenca del río Sabogal. Disponibilidad hídrica………………………….. 104 Mapa 18. Subcuenca del río Sabogal. Recurrencia de eventos extremos secos………… 107 Mapa 19. Subcuenca del río Sabogal. Áreas prioritarias……………………………….. 112
1
�
Capítulo I
Introducción �
�
�
�
�
� �
2��
1.1. Aspectos generales
Costa Rica es un país rico en recursos hídricos y naturales pero que son amenazados por
diversos factores inherentes al desarrollo de las sociedades humanas. El más reciente
Informe del Estado de la Nación (Vargas, 2012) señala que el país posee un 98% de
cobertura de agua domiciliar, posicionándolo en el tercer lugar a nivel de América en este
aspecto. A pesar de ello, este sector presenta una alta vulnerabilidad ante factores como la
degradación de las cuencas hidrográficas, el desarrollo urbanístico sin planificación y la
incidencia de eventos naturales como los eventos extremos meteorológicos.
El agua es un factor clave en el desarrollo económico y social de los seres humanos,
indispensable para la vida y para las actividades cotidianas. La demanda de recurso hídrico
se encuentra en constante crecimiento, sin embargo su disponibilidad en muchas ocasiones
no es suficiente para satisfacer esas necesidades, ya sea por su mal manejo, por la
disminución de las fuentes potables o por la presencia de eventos extremos secos (sequías)
que acrecientan la falta de agua.
A nivel nacional los eventos extremos secos no son el evento natural con mayor frecuencia,
pero tienen un alto nivel de alcance espacial, temporal y económico, debido a que la
disminución de la precipitación genera grandes pérdidas en distintos sectores productivos
así como racionamientos de agua que afectan a la población.
La gestión de cuencas hidrográficas y de recurso hídrico para aprovechar y manejar los
recursos, por un lado, y el ordenamiento territorial para regular usos de la tierra, por el otro,
se convierten en campos de trabajo que pueden ofrecer soluciones a las problemáticas
ambientales y sociales presentes en el territorio.
�
�
3��
1.2. Planteamiento del problema �
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, 2007) advierte que a nivel
mundial la presencia de agua ha disminuido de un 10 a 30% en algunas regiones secas de
latitudes medias y en las zonas tropicales secas, correspondientes algunas de estas a zonas
con estrés hídrico debido al cambio del clima.
A nivel centroamericano, el panorama general refleja que todos los países utilizan menos
del 10% de sus recursos hídricos disponibles, según datos de la Organización
Meteorológica Mundial. Por ello, hay problemas tangibles pero el porcentaje de uso es
poco comparado con el potencial. Sin embargo, la irregular distribución espacial y temporal
de la precipitación y la falta o insuficiencia de obras de regulación provoca que en todos los
países existan cuencas con problemas de escasez en la época seca (Tábora, et. al, 2011).
Ejemplo de ello se manifiesta en la Zona Norte de Costa Rica donde, a causa de la
disminución en las precipitaciones, en el 2008 la recarga acuífera y los caudales en
quebradas o ríos que satisfacían el recurso a la población se redujo provocando que la
demanda no fuera del todo cubierta por lo que al menos 1.100 familias percibieron
racionamientos de agua (Hernández, 2008a).
Diversas comunidades pertenecientes a la subcuenca del río Sabogal han sufrido problemas
en el abastecimiento de agua potable generando largos desplazamientos en busca de
líquido, afectaciones en la salud e incluso posibilidades de cierre de centros educativos de
la zona. (Hernández, 2012).
Esta problemática se viene presentando desde años atrás y se ha agravado por deficiencia
en infraestructura para el abastecimiento de agua pero sobre todo por la recurrencia de
sequías en la región. Pérdidas en el hato ganadero, en la producción agrícola y lechera
(Hernández, 2008b) han sido consecuencias de la sequía en la subcuenca del río Sabogal.
4��
Los eventos extremos secos no son el evento hidrometeorológico con mayor frecuencia,
pero tienen un alto nivel de alcance espacial, temporal y económico. El Instituto
Meteorológico Nacional (IMN, 2008) señala que la recurrencia de este fenómeno se podría
acrecentar generando dificultades en la disponibilidad de recurso hídrico. Esto es
trascendental, puesto que es indispensable considerar el crecimiento poblacional, las
necesidades crecientes de agua para el consumo y los usos y el manejo del territorio.
Ordenar el territorio en cuencas hidrográficas se convierte, entonces, en el instrumento para
espacializar las medidas y políticas que busquen prevenir y reparar la problemática del
recurso hídrico en la subcuenca.
Para ello se hace necesario evaluar el estado del territorio, en este caso la subcuenca del Río
Sabogal, en función de la disponibilidad de recurso hídrico como parte del ordenamiento
territorial de la subcuenca y por lo tanto para el mejoramiento de la calidad de vida de sus
habitantes y el equilibrio ambiental.
5��
1.3. Objetivos
Objetivo general
Realizar una evaluación territorial como parte del ordenamiento territorial en cuencas en la
subcuenca del río Sabogal, en la Zona Norte de Costa Rica, basada en la problemática de
disponibilidad de recurso hídrico.
Objetivos Específicos
- Elaborar un diagnóstico territorial sobre disponibilidad de recurso hídrico y la
recurrencia de eventos extremos secos en la subcuenca del río Sabogal.
- Crear escenarios territoriales sobre la disponibilidad de recurso hídrico y la
recurrencia de eventos extremos secos para el análisis prospectivo del territorio en
la subcuenca del río Sabogal.
6��
1.4. Justificación del estudio �
El área de estudio se encuentra en una zona fronteriza internacional. La problemática que se
aborda en el presente trabajo tiene, por tanto, repercusión binacional ya que afectaciones en
el régimen hídrico de la subcuenca en estudio generarán impactos en la cuenca mayor, es
decir, la del río San Juan.
Un factor geográfico trascendente en el área de estudio es el Lago de Nicaragua, el cual
actúa como agente modificador en el flujo de los vientos y la temperatura lo que hace variar
el comportamiento de la lluvia. La influencia del Pacífico con vientos provenientes del sur
y del Caribe, correspondientes a vientos alisios o norestes, da características especiales que
trascienden en las condiciones del tiempo en la subcuenca. Ello influye sobre la presencia
de irregularidades en la estación lluviosa, así como la entrada tardía de la estación seca
(IMN, 2008).
Algunos de los poblados de la subcuenca del río Sabogal (pertenecientes a los cantones de
Los Chiles y San Carlos) han sido afectados en reiteradas ocasiones por irregularidades en
los patrones de precipitaciones generando disminución en la disponibilidad de agua. Esto
ha causado impactos en distintos sectores productivos como el frijolero, cuya pérdida
durante mayo del 2008 fue de un 74% de la cosecha esperada, debido a la ausencia de
precipitaciones desde diciembre. Esta disminución retrasó la época idónea de siembra lo
que provocó que no se diera un desarrollo adecuado del cultivo (Hernández y Barquero,
2008).
Otra de las actividades económicas importantes en la subcuenca es la ganadería extensiva.
El ganado se alimenta de pastos, melaza y otros insumos como concentrados, pero
indispensablemente requiere del agua. Con la llegada de la época seca y su prolongación
indefinida la calidad de los pastos y las fuentes de abastecimiento de agua para el hato
disminuye lo cual afecta la salud animal.
7��
Del mismo modo, se manifiesta escasez de agua en las fuentes establecidas para el
consumo, por tanto se presentan racionamientos a la población y suspensión indefinida del
servicio de agua potable. Esta situación se presentó en mayo del año 2008 cuando hubo
necesidad de abastecimiento de agua a varias comunidades de la zona por medio de
camiones cisterna y perforación de pozos a manera de atención de la emergencia
(Hernández y Barquero, 2008).
Si se considera que esta situación se puede prolongar por varios meses, el período que la
población estaría sin acceso al agua potable generaría condiciones insalubres.
Desequilibrios hídricos y eventos extremos pueden desencadenar problemas
gastrointestinales a causa de contaminación de agua almacenada y el desarrollo de bacterias
y virus (Villalobos, 2008). El clima y su variabilidad, entonces, están estrechamente
relacionados con la salud pública, por tanto ante estos impactos no se estaría garantizando
el derecho básico de todo costarricense a un ambiente sano y equilibrado, según el artículo
50 de la Constitución Política de la República de Costa Rica.
Es necesario que los recursos naturales y antrópicos que posee la subcuenca sean utilizados
de manera apropiada con el fin de prevenir futuros impactos y mitigar los actuales. La
importancia de elaborar un ordenamiento territorial en la subcuenca se relaciona con
garantizar el adecuado uso del territorio y de sus recursos, así como asegurar calidad de
vida para la población de la subcuenca.
Y para que haya ordenamiento territorial es necesario tener en cuenta el carácter complejo,
organizado y estructurado del territorio, por cuanto responde a diversos factores
interrelacionados que son causa y efecto entre sí o de otros y que a la misma vez lo
construyen. El análisis geográfico abarca esta complejidad espacial desde diversos
enfoques a partir de lo cual se obtienen las características, estado, condiciones y
potencialidades del territorio para su respectivo ordenamiento. Esto se constituye en un
aporte geográfico al ordenamiento territorial en cuencas hidrográficas y específicamente
para este trabajo, mediante la evaluación territorial.
8��
En Costa Rica existen líneas de investigación y de trabajo con gran desarrollo en lo que
respecta al ordenamiento territorial a escala municipal y regional así como de gestión o
manejo de cuencas hidrográficas, esto a nivel científico y académico. El presente trabajo se
constituye en un aporte significativo a la unión de estas dos vertientes en un enfoque
integral.
A nivel nacional, el aporte del estudio en el ordenamiento territorial en cuencas ratifica la
importancia de ver la cuenca como un territorio que requiere de políticas, planes y
estrategias para contribuir al desarrollo integral del ser humano y al uso adecuado de los
recursos naturales.
9��
�
Capítulo II
Bases conceptuales para la evaluación
territorial �
�
�
�
�
�
10��
2.1. Ordenamiento territorial en cuencas hidrográficas
Para entender el ordenamiento territorial en cuencas hidrográficas es necesario
primeramente hacer una relación de lo que es el territorio y el espacio geográfico. Dollfus
(1982) sostiene que el espacio geográfico se forma y evoluciona con respecto a las
relaciones que se dan sobre la superficie terrestre, dadas entre elementos del medio físico y
de las sociedades humanas, y que en muchos casos se ordenan en función de la densidad de
población u organización socioeconómica.
El espacio geográfico es localizable y diferenciable, cambiante según la evolución de las
sociedades mismas, y por lo tanto tiene límites. Ya de por sí, el espacio geográfico está
ordenado respondiendo a la lógica de las relaciones y colectividades humanas, sin embargo
requiere organizarse para atender una serie de necesidades sociales (Dollfus, 1982). Esto es
aplicable a un espacio con características similares y con un conjunto social común, es
decir dentro de unos límites definidos, un territorio, y es llevado a cabo por los tomadores
de decisión.
Este fundamento se puede presentar a diversas escalas: como una región, un país, un
municipio o sus equivalentes divisiones político-administrativas, así como regiones
naturales como las cuencas hidrográficas.
Tomando en cuenta la relación del ser humano con los recursos naturales y el conjunto de
elementos que la conforman, una cuenca hidrográfica es un territorio donde se conjugan
una serie de características que la identifican, como las condiciones físico-naturales del
lugar y los recursos naturales, como el recurso hídrico, el uso del suelo, la población y las
actividades productivas, conjuntamente con los usos de la tierra.
La cuenca hidrográfica es un espacio geográfico, es decir un territorio delimitado por un
sistema de drenaje superficial con límites naturales, que son las divisorias de aguas, hasta
llegar a la confluencia del río principal a otro mayor, a un lago o el mar (Jiménez, 2001).
11��
Estrictamente, esta se define como la superficie terrestre donde la precipitación tiende a ser
drenada por el sistema de corrientes hacia un mismo punto de partida (Aparicio, 1992). La
cuenca está conformada por elementos biofísicos, biológicos y antrópicos, los cuales se
encuentran interrelacionados y que mantienen un equilibrio (Rodríguez, 2009). La
intervención del ser humano en el medio y la ocurrencia de fenómenos naturales afectan
directamente el territorio y los recursos presentes en él, modificando su entorno y
transformando el espacio. Esto requiere de acciones administrativas y de toma de
decisiones a diversos niveles.
Por ejemplo, Gondelles (1961) citado por Pujols (1988) menciona que al tratarse de una
unidad geográfica natural de planificación se puede controlar el aprovechamiento de los
recursos naturales e integrar el análisis y la evaluación de los recursos hídricos y humanos
junto con los demás elementos que conforman el sistema de la cuenca, que a la vez se
encuentra estrechamente relacionado con los usos de la tierra que se den sobre esta.
La planificación de las actividades y componentes del sistema territorial que se realiza a
nivel de cuenca se formula con base en lineamientos y directrices de desarrollo de una
jerarquía mayor (Faustino y Velásquez, 2007) que es donde se integra el ordenamiento
territorial, ya sea por medio de un plan regulador, un plan regional o nacional de desarrollo.
Esta integración constituye una base para lo que es el ordenamiento territorial en cuencas
que a lo largo de los años se ha plasmado en diversas modalidades como lo son el manejo,
la gestión y la planificación de cuencas. No obstante, en el ámbito científico y técnico
generalmente estos términos se usan de manera indistinta.
Para Groppo, Clementi y Ravera (2003) la planificación implica en sentido estricto elaborar
un plan basándose en un diagnóstico determinado y con objetivos previamente definidos.
Es un proceso continuo que da rumbo y propicia el ambiente para garantizar los objetivos
de desarrollo de un territorio.
12��
Por su parte, el manejo de cuencas hidrográficas aplica métodos y principios que buscan el
uso racional del territorio y por ende de los recursos que este posee (Sánchez, 2003). Lo
anterior se realiza con la finalidad de conocer las mejores alternativas que armonicen las
demandas de la población y el desarrollo sostenible y que aseguren el aprovechamiento y
conservación de los recursos en función de las necesidades del ser humano (Ramakrishna,
1997) (Faustino y Velásquez, 2007).
Finalmente, el planteamiento de la gestión de cuencas se fundamenta en procesos
gerenciales que, de acuerdo con CEPAL (1994), se basan en que el desarrollo del ser
humano será sustentable solo en la medida que actúe en forma armónica con el entorno
donde es necesario crear capacidades de gestión a todos los niveles y con todos los actores
que manejan la cuenca (Jiménez, 2001). Es decir, donde se conozcan cuáles son las
necesidades de acciones administrativas y gerenciales que faciliten el manejo y hagan
viables las alternativas de uso del territorio (Faustino y Velásquez, 2007).
A pesar de las diferencias técnicas y metodológicas existentes entre las anteriores
modalidades, son una premisa para el desarrollo del ordenamiento territorial en cuencas,
debido a que corresponden a acciones orientadas a la solución de problemas referentes a los
modos de vida y el medio en que se desenvuelven.
El ordenamiento territorial corresponde a una política de Estado que permite el desarrollo
social, económico, ambiental y cultural de la sociedad, garantizando el nivel de vida
apropiado y la conservación del medio ambiente equilibrado (IGAC, 1996).
Es un instrumento de planificación, según lo indican Faustino y Velásquez (2007), el cual
proyecta espacialmente las políticas, garantizando la seguridad ciudadana y el
aprovechamiento funcional de los recursos de las cuencas, con una visión integrada para el
buen manejo de las mismas.
13��
El ordenamiento territorial debe ir en función de la planeación participativa, mediante la
integración de las necesidades cotidianas, para promover el bienestar de la sociedad y la
conciliación de los intereses comunes, donde se gestione el desarrollo sostenible mediante
la valoración estratégica de los recursos y el conocimiento (Faustino y Velásquez, 2007).
Se contribuye estratégicamente a definir el rumbo del cuerpo social como un todo,
minimizando los desequilibrios ambientales, sociales, culturales y económicos en la
búsqueda de soluciones conjuntas con el Estado, la empresa privada y la comunidad
(Faustino y Velásquez, 2007). Es así como el ordenamiento territorial representa un proceso
complejo ante los conflictos sociales y ambientales; de ahí que exista un respaldo legal y
normativo que fundamente las restricciones y medidas de planificación, con tal de
solucionar los problemas vinculados a la ocupación del territorio.
En Costa Rica no existe una normativa específica de ordenamiento territorial ni de
ordenamiento territorial en cuencas, sin embargo se puede desarrollar en diferentes niveles
de aplicación según la normativa existente del país.
Por ejemplo, para la protección y manejo de los recursos que poseen las cuencas existen
algunas leyes como la de aguas (Ley Nº 276), de suelos (Ley Nº 7779), de biodiversidad
(Ley Nº 7788) y forestal (Ley Nº 7575) cuyos fundamentos se basan en la protección de
terrenos para la conservación e infiltración de agua, la creación de planes de acuerdo con la
gravedad de degradación que tengan las cuencas y el control del aprovechamiento de los
recursos naturales.
Como complemento, otras leyes definen los lineamientos para el desarrollo tanto en
territorios urbanos como rurales con planes de desarrollo a nivel nacional, regional y local
así como el otorgamiento de compromisos institucionales y protocolos en situaciones de
emergencia (Ley del INDER Nº 9036, Ley Urbana Nº 4240, Ley Orgánica del Ambiente Nº
7554, Ley de Emergencias Nº 8488).
14��
2.2. Evaluación territorial de la cuenca
En el proceso del ordenamiento territorial de una cuenca uno de los puntos fundamentales
es el acercamiento y conocimiento de la cuenca y las relaciones territoriales que en ella se
dan, lo que se traduce en reconocer la cuenca como un espacio vivo, vivido, dinámico y
sistémico (Carlotto y Bernex, 2009).
Dentro de la evaluación del territorio es necesaria la realización de un diagnóstico y un
análisis donde se interpretan los datos obtenidos por la investigación, lo que permite
evaluar una cierta condición. Por medio de esto se llega a identificar las causas de los
problemas que presenta un espacio, en este caso la cuenca.
Más allá de diagnosticar el territorio, entonces, se habla de evaluar el territorio, referido a
una selección de características que son parámetros e indicadores para entender y valorar
las interacciones entre las actividades humanas y las unidades territoriales que generan
diversos flujos acción – reacción o, si se quiere, causalidad-efecto (De Marchi y Altissimo,
1996) (Faustino, 2008).
Haciendo una extrapolación desde el contexto de proyectos y planes, la evaluación precisa
y confirma problemas y oportunidades para mejorar un objetivo, siendo un proceso de
adquisición ordenada de conocimiento con el fin de comprender el objeto y tomar
decisiones (Zúñiga, Montoya y Cambronero, 2007).
En este caso el objeto se trata del territorio como tal y el objetivo corresponde a los fines
del ordenamiento territorial, concretándose en una prospectiva territorial, es decir el
territorio que será si no se hace nada, el territorio que puede ser y el territorio que se quiere.
Es un modelo concertado del territorio y diseño de escenarios posibles de manera integral y
participativa (Faustino, 2008) y con un enfoque adaptativo respondiendo al crecimiento de
las demandas y la incidencia de todas las variables.
15��
El ordenamiento territorial de una cuenca y la evaluación del recurso hídrico deben estar
basados en un enfoque participativo, integrado y descentralizado que involucre usuarios,
planificadores, gestores de políticas en todos los niveles. Ello garantizará el acceso al agua
como derecho inalienable del ser humano así como su adecuado uso. Asimismo, la
identificación de la población dentro del proceso de conservación y planificación del
territorio es vital (Sandoval, s/f). Siendo así, la participación ciudadana es un proceso de
intervención de la sociedad civil, individuos y grupos organizados en las decisiones y
acciones que los afectan a ellos y su entorno (Márquez et al, 2001).
2.2.1. El recurso hídrico: disponibilidad y condicionantes
Un aspecto de relevancia dentro del ordenamiento de la cuenca y para la evaluación
territorial es el agua como recurso hídrico, puesto que para alcanzar el desarrollo integral
del ser humano el agua debe ser una de las prioridades para la toma de decisiones a nivel
político, científico y académico (Retana et al. 2011).
El agua se considera recurso hídrico una vez que es utilizada para satisfacer las necesidades
humanas, ya sea para comercialización, industrialización u otros usos domésticos que
cumplen funciones económicas, sociales y de sustento a la vida humana. Caso contrario
sería el agua como parte del ciclo hidrológico, que cumple funciones para la biota y está en
relación con otros elementos que conforman este ciclo.
El recurso hídrico es un bien indispensable, vulnerable y finito para el desarrollo de las
actividades cotidianas en los seres vivos. Es por ello que el crecimiento poblacional,
urbanístico e industrial, así como la intensificación de las actividades agrícolas y pecuarias
ocasiona una dependencia mayor hacia este recurso.
16��
Aunado a lo anterior, la disponibilidad del recurso hídrico evidencia una de las mayores
condicionantes para el desarrollo, puesto que el agua constituye un elemento esencial para
la satisfacción de necesidades individuales básicas de la población y es un factor clave del
desarrollo colectivo (Quesada et al, 2002).
La disponibilidad es concebida como la oferta de recurso hídrico que se encuentra
aprovechable, tanto a nivel subterráneo como superficial y que será utilizado para distintos
usos en determinado lapso (Rodríguez, 2009). La disponibilidad es fundamental tanto para
el abastecimiento de agua potable actual y futura así como para garantizar mejores
condiciones de vida.
El procedimiento por excelencia para determinar la disponibilidad de recurso hídrico en la
cuenca es el balance hídrico. Se refiere al equilibrio entre los ingresos de agua en el
sistema, producto de la precipitación, y la salida de agua por medio de evapotranspiración,
la recarga de aguas subterráneas y el caudal, permitiendo así el cálculo de un registro
continuo de la humedad existente en el suelo, la evapotranspiración real y la recarga de los
mantos acuíferos (Dunne y Leopold, 1978). Ver Figura 1.
�
Figura 1. Componentes del balance hídrico.
Fuente: Dunne y Leopold, 1978.
P= Precipitación
I= Intercepción
ET= Evapotranspiración
ES= Escorrentía
R= Recarga
�HS= Cambio humedad Del suelo
AAS= Cambio en acumulación de agua subterránea
17��
La relación entre la precipitación y la evapotranspiración es la influencia climática
fundamental que impulsa múltiples procesos en la interfase tierra-atmósfera (Shelton,
2009), por lo que el método sirve para señalar el comportamiento del clima, la humedad del
suelo bajo la que puede desarrollarse la vegetación natural y los cultivos y los meses en los
que es necesaria la irrigación, como lo afirma Hernando (1988).
Las variables que considera el balance hídrico derivan del principio de la conservación
general del agua (Maraux y Rapidel, 1990) en el ciclo hidrológico, donde la totalidad del
agua aportada por precipitaciones puede evaporarse desde el suelo o ser transpirada por la
vegetación, lo que se conoce como evapotranspiración real.
También puede filtrarse hacia la profundidad del suelo, fuera del alcance de las raíces de la
vegetación, constituyendo la recarga subterránea. Asimismo, puede escurrirse sobre la
superficie del suelo hacia un cauce o río o ser almacenada en el suelo en forma de
humedad.
Este método es adecuado para predecir impactos humanos sobre el ciclo hidrológico y es
utilizado para el cálculo de los patrones estacionales de la demanda hídrica, la humedad en
el suelo, la predicción de caudales, pero en particular para planificar adecuadamente el
espacio (Dunne y Leopold, 1978), en este caso la cuenca.
Una de las condicionantes de la disponibilidad de recurso hídrico es la recurrencia de los
eventos extremos definidos como “una situación de emergencia donde el fenómeno
hidrometeorológico causa alteraciones significativas en el estado del tiempo o clima de
alguna zona” (IMN, 2008, p.32). Un evento extremo seco o sequía es un período
prolongado de precipitaciones excepcionalmente bajas que se caracteriza por una escasez
inusual y extendida de agua natural por causa de fluctuaciones en el clima local o regional
(Keller y Blodgett, 2004) (Mata, 2008).
18��
Ello produce una variación temporal de la disponibilidad de agua superficial y subterránea
por debajo de lo normal climatológicamente y que se traduce en impactos negativos para
las actividades productivas de una cuenca. Por ejemplo, Mata (2008) identifica que los
efectos de la sequía se pueden percibir en forma de racionamientos de agua potable,
impacto en la agroindustria, baja en la calidad de vida y hasta la desertización.
Su clasificación se define de acuerdo al impacto que genere, por este motivo se puede
hablar de sequía meteorológica, agrícola, hidrológica, económica, entre otros, tal como lo
mencionan Gloyne y Lomas (1988, citado por IMN, 2008). Para la investigación se
considerará un evento extremo seco como una sequía meteorológica.
Una sequía se puede evaluar valorando su recurrencia, que incluye tanto la frecuencia de
aparición como la severidad del evento, que a su vez depende de la intensidad, duración,
cobertura espacial y demanda (IMN, 2008).
19��
�
Capítulo III
Estrategia metodológica para la evaluación
territorial �
�
�
�
�
�
20��
3.1. Alcance de la investigación
La investigación se enmarca dentro de un enfoque basado en el ordenamiento territorial en
cuencas hidrográficas, el cual es novedoso para la ciencia geográfica en Costa Rica. Este
enfoque hace confluir dos áreas que generalmente se trabajan de forma independiente: por
un lado los planes, políticas e instrumentos que derivan del ordenamiento territorial y, por
otro, el análisis y manejo de las cuencas hidrográficas. El análisis geográfico aplicado
permite enlazar ambas corrientes y así visualizar y entender el contexto territorial, en este
caso la subcuenca del río Sabogal, para mejorar las condiciones del mismo.
Al tratarse de una evaluación territorial como parte de un ordenamiento territorial de la
cuenca hidrográfica, la investigación es de tipo no experimental de carácter descriptivo, ya
que busca especificar las características importantes del territorio y medir las variables
relacionadas al problema a investigar (Barrantes, 2007). No obstante, no solo se limita a
describir la realidad de la subcuenca sino que determina y analiza su estado actual en
cuanto a la disponibilidad de recurso hídrico y la recurrencia de eventos extremos secos
para generar escenarios territoriales a ser considerados en el ordenamiento territorial de la
subcuenca.
El objeto de estudio, como se ha dejado claro, es la evaluación territorial de la subcuenca
por lo que la unidad de análisis es la cuenca hidrográfica como tal. Por la naturaleza de los
objetivos planteados y del objeto de estudio no se puede definir una población ni sujetos de
la investigación, sin embargo se describe la estrategia metodológica y la definición de las
variables para la obtención de los resultados.
21��
3.2. Estrategia metodológica
En Costa Rica no existe una metodología establecida para la evaluación territorial de
cuencas, no obstante se toma como referencia a Faustino (2008) donde se hace una
propuesta de ordenamiento territorial de una cuenca en el Pacífico de Panamá y que se
centra en la evaluación ambiental del territorio.
Para el caso de la presente investigación se realizará la evaluación territorial de la
subcuenca del río Sabogal basada en la disponibilidad del recurso hídrico y la recurrencia
de eventos extremos secos. La evaluación territorial requiere de la sistematización ordenada
de las características que forman el problema a investigar y que serán tratadas como las
variables del estudio. Su cuantificación y valoración se hace por medio de un diagnóstico
del que se obtienen una serie de indicadores y efectos. Se obtiene el listado e interpretación
de todas las variables que han de ser consideradas en la evaluación. Claramente esto
conlleva un proceso de recopilación de datos y discriminación de información de diversas
fuentes (Sheng, 1992).
Posteriormente se requiere del análisis prospectivo del territorio mediante escenarios que
sirvan como insumo para el ordenamiento territorial. Se definen áreas prioritarias o con
mayor necesidad de intervención para el desarrollo del territorio y se sintetiza el contexto
territorial de la cuenca en estudio en términos funcionales, estructurales, proyecciones y
tendencias (Faustino y Velázquez, 2007).
La Figura 2 esquematiza la estrategia metodológica a seguir. Como se mencionó
anteriormente, la primera fase corresponde al diagnóstico que se basa en la determinación
de la disponibilidad de recurso hídrico, mediante la elaboración de balances hídricos, y de
la recurrencia de eventos extremos secos en la subcuenca, utilizando el cálculo de la
frecuencia de aparición. Los resultados se perfilan como los indicadores para la evaluación
territorial.
22��
La fase posterior corresponde a la creación de escenarios: uno del territorio actual que
comprende el análisis del estado presente de la subcuenca y otro del territorio tendencial,
enfocado a cómo será el territorio si no se interviene.
�
Figura 2. Estrategia metodológica de la investigación.
De forma transversal, se realiza un sondeo entre informantes clave en la subcuenca,
entendidos estos como cualquier persona que hace uso del recurso hídrico. El sondeo tiene
la finalidad de validar la problemática de la disponibilidad hídrica que se abarca en la
investigación. Se trata de una entrevista semiestructurada corta que tiene el objetivo de
obtener la percepción y opinión de los pobladores de la subcuenca en cuanto a los
problemas ambientales y de recurso hídrico, dejando claro que no es representativa para un
análisis estadístico. En el Anexo 1 se detalla la Guía de preguntas.
23��
3.3. Diagnóstico
El diagnóstico territorial de la subcuenca se obtiene mediante la aplicación de dos
metodologías principales. Por un lado, para la determinación de la disponibilidad de recurso
hídrico se elaboran balances hídricos según la metodología de Thornthwaite y Mather�
(citado por Dunne y Leopold, 1978) y por otro lado, para la recurrencia de eventos
extremos secos se calcula la frecuencia de aparición ajustada al percentil 20 aplicada por
Retana (s/f).
No obstante, se requiere la aplicación de instrumentos y métodos previos que sirven de
insumo para la aplicación de las metodologías principales y para el análisis general de la
subcuenca.
3.3.1. Instrumentos y métodos previos
�
3.3.1.1. Obtención de los datos meteorológicos
La determinación de las variables climáticas se realiza con el trabajo sobre datos
meteorológicos (precipitaciones) obtenidos de estaciones meteorológicas de la red de
observación del IMN dentro y cerca de la subcuenca. Se utilizan nueve estaciones
mecánicas y una automática, tal y como se muestra en la Tabla 1 y Mapa 1.
Tabla 1. Estaciones meteorológicas dentro y cercanas a la subcuenca del río Sabogal.
Mecánicas Automáticas 69591 San Jorge de Los Chiles 69633 Comando Los Chiles 69613 Laguna Caño Negro 69635 Coopevega 69621 Río Achiote, Bijagua 69611 Comando Los Chiles 69515 Quebrada Azul 69579 Santa Clara
Fuente: Instituto Meteorológico Nacional.
Los datos se obtienen de manera diaria y posteriormente se calculan totales y promedios
mensuales y anuales.
24
25��
3.3.1.2. Corrección de datos de precipitación
Una vez obtenidos los datos del IMN se estudia cada una de las estaciones con el fin de
establecer un período de análisis que abarque los mismos años en cada estación
meteorológica. Se hace una revisión general para identificar algún registro incompleto o
que se deba corregir.
El método que se utiliza para completar los registros faltantes es el método de la razón
normal (Linsley, 1977) para el que se requieren tres estaciones que posean completa la serie
de datos del período que es necesario completar y que cumplan con características
geográficas similares a la estación en cuestión (Alfaro y Pacheco, 2000).
El método se aplica en el caso de que el promedio de precipitación de cualquiera de las
estaciones índice difiera en más del 10% del promedio de la estación incompleta. Se utiliza
la Fórmula 1.
Donde:
Nx = promedio de la estación incompleta
NA B C = promedio de estación completa A, B y C
PA B C = precipitación de la estación A, B y C del mes o año que se trata.
3.3.1.3. Determinación de la precipitación media de la subcuenca
Por tratarse de un insumo para la evaluación territorial de la subcuenca, para el cálculo de
la precipitación media se considera pertinente calcularla por áreas de influencia. Para esto
se utiliza el método de polígonos de Thiessen que a partir de la localización puntual de las
estaciones meteorológicas delimita el área de influencia de cada una de ellas, permitiendo
observar el comportamiento diferenciado de la precipitación dentro de la subcuenca
(Villón, 2004).
Px = 1 ( Nx PA + Nx PB + Nx PC) 3 NA NB NC
Fórmula 1
26��
Para delimitar las áreas de influencia se ubican todas las estaciones y se realiza una
triangulación. Se trazan las mediatrices de los lados de cada triángulo y así se obtienen los
polígonos. Se calcula luego el área de cada polígono de influencia y se aplica la Fórmula 2
para el cálculo del promedio pesado.
Donde:
Pi = precipitación media de i estación
Ai = área del polígono de influencia de estación i
AT= área total de la subcuenca
3.3.1.4. Determinación de las temperaturas máximas, medias y mínimas �
Al no contar con registros de temperaturas en las estaciones meteorológicas utilizadas, se
emplea el método propuesto por Herrera (1988) donde se aplica una serie de fórmulas de
regresión que están formuladas para las condiciones de la vertiente Caribe de Costa Rica.
Las fórmulas se encuentran en el Anexo 2.�
�
3.3.1.5. Cálculo de la evapotranspiración potencial
La evapotranspiración es una combinación de los procesos de pérdida de agua por medio de
evaporación y transpiración dentro del ciclo hidrológico, influenciado por las condiciones
climatológicas y edáficas en un complejo suelo-planta. Su determinación es necesaria para
entender y caracterizar la climatología de una cuenca así como el proceso del balance
hídrico.
Pmed = � Pi * Ai
AT
Fórmula 2
27��
Para el cálculo de la evapotranspiración potencial (ETP) mensual en la subcuenca se utiliza
el método de Hargreaves ajustado a las condiciones climatológicas de Costa Rica
(Hargreaves, 1981. Hernando, 1988. Herrera, 1988). Su expresión matemática se muestra
en la Fórmula 3, donde se evidencia que la evapotranspiración depende de las temperaturas
y la radiación solar.
Donde:
RA = radiación extraterrestre en el tope de la atmósfera (m/día)
TD = oscilación entre las temperaturas máxima media y mínima media
mensual
t med = temperatura media del mes
N= número de días del mes
La radiación extraterrestre depende de la latitud y del mes del año que se trate y se toma de
tabulaciones en Herrera (1985). El resultado final indica la cantidad de agua en mm que se
perdería si en ningún momento existiera deficiencia de agua en el suelo (Villón, 2004).
3.3.1.6. Clasificación climática
Para la clasificación climática de la subcuenca se utiliza el índice hídrico de Thornwaithe
(Im) (Herrera, 1985). El índice relaciona la precipitación y la evapotranspiración potencial
de la cuenca para definir el comportamiento climatológico. Se expresa en la Fórmula 4.
Donde:
P = precipitación media
ETP = evapotranspiración potencial media
ETP = [ (0,17 * RA * �TD) (0,0075) * (1,8 * tmed+ 32) ] * N
Fórmula 3
Im = (P/ETP - 1) *100
Fórmula 4
28��
El índice se aplica para cada una de las estaciones que se utilizan en el estudio y el
resultado se da en porcentaje. Entre mayor sea el valor del índice más húmedo el clima que
representa. En la Tabla 2 se muestra la clasificación en grupos climáticos según el índice
hídrico, tal como lo propone Thornwaithe.
Tabla 2. Grupos climáticos según índice hídrico.
Índice hídrico (%) Grupo Descripción 600 – 300 H Excesivamente húmedo 300 – 100 G Muy húmedo 100 – 80 F Húmedo 80 – 60 E 60 – 40 D 40 – 20 C 20 - 0 B Subhúmedo húmedo
-33,3 - 0 A Subhúmedo seco Fuente: Thornwaithe, 1957 citado por Herrera, 1985.
Para crear las zonas climáticas según los grupos de la Tabla 2 se comprueba la correlación
existente entre el índice hídrico y la altitud de cada estación para la cual fue calculada y de
donde se obtiene la fórmula de la regresión lineal.
Para calcular el límite de cada zona se aplica la fórmula a una serie de altitudes acordes con
el relieve de la cuenca, obteniendo así para determinada altitud un índice hídrico. La curva
de nivel de cada altitud representará el límite de cada zona climática descrita por el índice
hídrico que corresponde.
3.3.1.7. Comportamiento del agua en el suelo
Primeramente, para el análisis del comportamiento del agua en el suelo se debe realizar la
extracción de muestras de suelo no alteradas. Se hace un perfil por cada tipo de suelo
representado por los grandes grupos existentes en la subcuenca y se extraen 3 o 4 muestras
por cada horizonte en cilindros metálicos de 4,4 cm de altura y 90 cm3 de volumen. Las
muestras se llevan al laboratorio para la determinación de coeficientes hídricos como lo son
la capacidad de campo y el punto de marchitez permanente (Hernando, 1988).
29��
El agua a capacidad de campo es el agua que queda en los microporos formando una
película retenida alrededor de las partículas de suelo, luego de drenar el agua gravitacional.
Es agua que es útil para las plantas, por el contrario del agua a punto de marchitez
permanente que es cuando crece el potencial con que el agua es retenida a las partículas de
suelo hasta el punto en que las plantas ya no son capaces de ejercer succión y absorberla
(Núñez, 2000).
Para el cálculo de estos coeficientes hídricos del suelo se utiliza parte de la metodología de
determinación de curvas de retención (Vahrson y Romero, 1984) para la aplicación del
método de presión a las muestras obtenidas en el campo. Primero se modelan las muestras
de manera que queden nivelados ambos lados de los cilindros, sin partes sobresalientes.
Luego se cierra la parte baja con papel filtro (de 12,5 cm de diámetro) y se ponen las
muestras sobre una bandeja. Se saturan las muestras de abajo hacia arriba en tres etapas: al
inicio a 1 cm, aproximadamente 2 minutos después hasta llegar al borde superior del
cilindro, pero sin sobrepasarlo, y al final hasta sobrepasar el borde del cilindro.
Se dejan las muestras reposando en la bandeja para que el suelo complete la saturación.
Luego se colocan las muestras en los platos de porcelana (ya saturados) y se introducen en
las ollas de presión. Se utiliza una olla de 15 bares para la determinación del punto de
marchitez permanente y una de 5 bares para la capacidad de campo (Ver Figura 3 A y B).
Figura 3. Muestras en el laboratorio. A) ollas de presión a 15 bares (izquierda) y 5 bares (derecha). B) Muestras saturadas en la olla de presión. C) Muestras en el horno. D) Método de Bouyoucos.
30��
Se cierra herméticamente la olla y se regula el aire hasta el valor de presión requerido. Allí
permanecen las muestras durante aproximadamente 48 horas hasta que alcancen peso
constante. Cuando las muestras han sido sometidas a presión se retiran de las ollas y se
determina el peso húmedo (ph). Se secan en el horno a 105ºC aproximadamente por 24
horas y por último se determina el peso seco de la muestra, con filtro y cilindro (ps), el peso
del cilindro vacío (pc) y el volumen del cilindro (vc) (Ver Figura 3 C).
Para el cálculo de la capacidad de campo se utiliza la Fórmula 5 y para el punto de
marchitez permanente las fórmulas 6 y 7. Ambos se expresan en porcentaje.
Donde:
pv = porcentaje volumétrico
ph = peso húmedo, luego de la presión
ps = peso seco, luego del horno
af = cantidad de agua en el filtro (peso húmedo – peso seco)
vc = volumen del cilindro
pg = porcentaje gravimétrico
pc = peso del cilindro vacío
pl = peso del filtro seco
DA = densidad aparente, se usa la fórmula 8
Complementariamente, se aplica el método de Bouyoucos (definido en Cervantes y Mojica,
2003) para la determinación de la textura de cada uno de los horizontes (Ver Figura 3 D).
pv = ph – ps – af * 100 vc
Fórmula 5
pg = ph – ps *100 ps - pc
Fórmula 6
pv = pg * DA
Fórmula 7 �
DA = ps – pc – pl vc
Fórmula 8 �
31��
3.3.2. Disponibilidad de recurso hídrico
El balance hídrico es un método que evalúa de manera cuantitativa los procesos
hidroclimáticos y biofísicos que influyen en el ciclo hidrológico dentro de una cuenca. La
metodología fue desarrollada por el meteorólogo Charles Warren Thornthwaite en 1944 y
se puede explicar mediante la siguiente ecuación (Dunne y Leopold, 1978):
P= I+ET+ES+�HS+�AAS+R
donde
P = precipitación
I = interceptación
ET = evapotranspiración real
ES = escorrentía superficial
�HS = cambio en la humedad del suelo
�AAS = cambio en el almacenamiento de agua subterránea
R = recarga de las aguas subterráneas
La ecuación se basa en el principio de que para cualquier volumen determinado y durante
cualquier periodo de tiempo la diferencia entre ingresos y salidas es igual al cambio en el
volumen de agua acumulada (Heras, 1981), dando como resultado una valoración de la
disponibilidad de recurso hídrico, expresado en déficit o ganancia, para determinada unidad
espacial de análisis, ya sea siguiendo criterios geomorfológicos, climatológicos o
edafológicos.
Se utiliza este método que ha sido modificado y aplicado a Costa Rica por Hernando (1988)
y otros autores como por ejemplo Rodríguez (2009), Romero (1989), Herrera (1988) entre
otros. A continuación se detallan los pasos a seguir.
1. Establecer la precipitación media mensual (P) de cada zona climática.
2. Estimar la evapotranspiración potencial mensual (ETP) de cada zona climática.
32��
3. Determinar la diferencia mensual entre la precipitación mensual y la
evapotranspiración potencial. Es decir, P–ETP. Si el valor es positivo la ETP es
totalmente cubierta por la P, si es negativo, la P no satisface las necesidades
meteorológicas.
4. Determinar la pérdida potencial acumulada de agua por mes (PPA), que
corresponde a la suma de los valores negativos de P-ETP1.
5. Calcular la humedad del suelo disponible actual (HSD). Cuando P-ETP es positivo
está determinada por la lámina de agua disponible (LAD), es decir por la capacidad
de campo (CC), el punto de marchitez permanente (PMP) y la profundidad de las
raíces (Pro). Se utiliza la Fórmula 8.
Donde:
CC = capacidad de campo
PMP = punto de marchitez permanente
Pro = profundidad de las raíces
En el caso de que P-ETP sea negativo, la HSD está determinada por la LAD y
además por la PPA. En estos casos se utiliza la Fórmula 9.
Donde:
LAD = lámina de agua disponible obtenida de la Fórmula 6
PPA = pérdida potencial acumulada de agua
A = 1,02/LAD
���������������������������������������� �������������������1 Se calcula a partir del primer mes donde P-ETP es negativo. Para el primer mes con esa condición el PPA es igual a P-ETP. Para los meses siguientes, se suma el PPA obtenido el mes anterior más el P-ETP del siguiente mes (si es negativo) y así sucesivamente. Si el P-ETP es positivo, el PPA del mes que interesa es 0.
HSD = LAD *e-(PPA*A)
Fórmula 9
LAD = ((CC-PMP)*Pro)/10
Fórmula 8
33��
6. Determinar el cambio en la humedad del suelo (�HSD) de un mes a otro.
Corresponde a la resta del HSD actual menos el HSD del mes anterior. Los valores
negativos indican la cantidad de agua cedida a las plantas, los positivos indican que
el suelo alcanza la cantidad máxima de retención.
7. Obtener la evapotranspiración actual (ETA). Cuando P-ETP es positivo la ETA es
igual a la potencial (ETA = ETP). Caso contrario, cuando es negativo, ETA = P +
�HSD del mes que interesa.
8. Calcular el déficit de la humedad del suelo (D) que es ETP – ETA.
9. Calcular la ganancia de humedad (G) que es cuando hay precipitación excesiva y se
rebasa la humedad que el suelo puede retener. Se obtiene utilizando
G= (HSDmes anterior + P-ETPmes que interesa) - HSDmes que interesa
10. Calcular la recarga mensual (R) que se obtiene multiplicando G por el área del
cultivo analizado.
El proceso se aplica por uso de la tierra, zona climática y unidad geomorfológica. Del total
de balances calculados se construye un cuadro de totales anuales de ETA, déficit, ganancia
y recarga de donde se representan los principales resultados de manera numérica y gráfica.
El balance hídrico total de la subcuenca se comprueba al aplicar la fórmula general de
entradas y salidas, que en este caso corresponde a P = ETA + R. Estos últimos valores son
expresados en km3.
3.3.3. Recurrencia de eventos extremos secos
�
�
Se utiliza la metodología del cálculo de frecuencia empírica ajustada de aparición de
eventos extremos secos utilizada por Retana (s/f) y Retana et al. (2011). Es diferente al
cálculo del período de retorno puesto que se trata de una expresión en años del tiempo de
recurrencia de aparición de eventos extremos secos en general y no de un evento de cierta
magnitud cada cierto tiempo. A continuación se describen los pasos metodológicos para el
cálculo de la frecuencia de aparición de eventos extremos secos.
34��
1. Establecer el total anual de lluvia (x) para cada una de las estaciones expresado en
milímetros (mm).
2. Determinar el promedio histórico de lluvia (p) de la serie de datos en cada estación
meteorológica, expresado en mm.
3. Obtener la diferencia porcentual anual de lluvia, según la Fórmula 10.
Donde:
Dp= diferencia porcentual
x= valor anual de precipitación en mm
p= promedio histórico
Al trabajar con sequías, se toman en cuenta los valores más bajos, menores al 100%,
es decir déficit de lluvia.
4. Ordenar la serie porcentual de mayor a menor, asignándole un valor de 1 a n según
la cantidad de registros que haya.
5. Calcular el percentil 20 2 de la serie para determinar el valor que será el criterio de
referencia para definir un año seco extremo. Es decir, los valores anuales por debajo
de ese criterio serán años con presencia de evento extremo seco.
6. Seleccionar la posición que ocupa el criterio de referencia en la serie ordenada (n),
obtenida a partir del punto 4. Por ejemplo, si al calcular el percentil 20 se arrojó un
valor de 1.350 mm, se busca 1.350 en la lista ordenada y se selecciona a qué
posición corresponde.
7. Calcular la frecuencia de aparición (F) a partir del valor obtenido en el punto 6. Se
usa la Fórmula 11.
�
�
�
�
�
���������������������������������������� �������������������2 Retana (s/f) recomienda calcular un percentil 10 como criterio, sin embargo se utiliza el percentil 20 para obtener casos más representativos para toda la serie de datos, ya que se trabaja solamente con 23 años.
Dp = (x/p) *100
Fórmula 10
F = ( n/(N+1) ) *10
Fórmula 11
35��
Donde:
F= frecuencia empírica de aparición
n= posición que ocupa el criterio de selección
N= número total de casos
El resultado obtenido corresponde, entonces, a la frecuencia de aparición en años de un
evento extremo seco de igual o menor magnitud al criterio de selección. Esta información
se complementa, además, con el cálculo de anomalías de las series de precipitación,
obtenidas a partir de la resta del total anual menos el promedio histórico de la serie. Esto
permite graficar y analizar los patrones de comportamiento de la lluvia con respecto a una
media, como contexto para los eventos extremos que se identificaron. Por último, se
calculan coberturas relativas referentes al porcentaje de estaciones que presenta un evento
extremo seco o anomalía determinada.
3.4. Escenarios territoriales �
3.4.1. Escenario actual y global
Para la generación del escenario actual, el cual corresponde a la situación actual de la
subcuenca derivada del diagnóstico y el análisis del territorio, se utiliza un álgebra de
mapas simplificada dentro de un Sistema de Información Geográfica utilizando operadores
aritméticos.
Se utiliza como variables los resultados del balance hídrico y de la recurrencia de eventos
extremos secos, resumidos en forma de un mapa de disponibilidad y de recurrencia
respectivamente. Cada uno de estos mapas se reclasifica asignándole un valor de peso a los
valores originales. Esto permite, entonces, homogenizar las dos variables para el
tratamiento digital.
La premisa que se sigue es que las áreas de la subcuenca donde la escasez de agua es mayor
son las áreas que requieren de mayor intervención a nivel de ordenamiento territorial para
mejorar las condiciones a futuro. De igual manera para los sectores donde la recurrencia de
eventos extremos secos es más crítica.
36��
3.4.1.1. Clasificación del mapa de disponibilidad
Para la clasificación de las áreas de disponibilidad se utiliza la metodología propuesta por el
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Gonzalo et al
2004). Parte de la premisa de que para efectos de planificación y manejo del recurso hídrico
es necesario tomar en cuenta tanto las fuentes para consumo y abastecimiento como el
mínimo remanente para la protección de fuentes vulnerables y garantía del abastecimiento.
Se trata de una cuantificación usando un índice de escasez (Ie) que relaciona la oferta con
la demanda de recurso hídrico en un espacio determinado, en este caso la subcuenca. Este
índice fue modificado y adaptado a las particularidades metodológicas en Costa Rica por
Hernando, Ruiz y Solís (2012), quedando como se muestra en la Fórmula 12. La demanda
está representada por el � HSD (agua cedida por el suelo a las plantas) y la oferta como la
humedad del suelo disponible.
La metodología propone una escala de valoración donde los rangos indican categorías de
escasez (ver Tabla 3).
Tabla 3. Categorización de la oferta hídrica según el índice de escasez.
Categoría Porcentaje de la oferta hídrica utilizada
Explicación
Alto > 40% Fuerte presión sobre el recurso hídrico y urgen medidas
Medio 20 – 40% Dar prioridad a distintos usos
Moderado 10 – 20% La disponibilidad de agua es limitante del desarrollo
Bajo < 10% No hay presiones importantes sobre el recurso
Fuente: Gonzalo, H., et al 2004.
Ie = demanda de agua * 100 = � HSD * 100 oferta de agua HSD
Fórmula 12
37��
Hernando, Ruiz y Solís (2012) utilizan una revaloración en términos de disponibilidad
hídrica que se considera conveniente para los fines de este apartado. En la Tabla 4 se
detalla esta revaloración y se agrega el valor de peso que se asigna en la reclasificación del
mapa para el álgebra de mapas.
Tabla 4. Valoración de la disponibilidad hídrica.
Categoría del Ie Categoría de disponibilidad
hídrica
Valor de peso
Alto Baja 4 Medio Moderada 3 Moderado Media 2 Bajo Alta 1
Fuente: Hernando, Ruiz y Solís (2012).�
3.4.1.2. Clasificación del mapa de recurrencia �
En cuanto a la clasificación de la recurrencia de eventos extremos secos se crea una
propuesta valorativa que considera, además de la frecuencia, la intensidad de dichos
eventos ya que al trabajar con un mismo periodo de estudio para todas las estaciones (23
años) y calcular un mismo percentil, los resultados de frecuencia serán muy similares. Así
también se obtiene un contraste espacial al proyectar los valores a las áreas de influencia de
cada estación meteorológica por medio de los polígonos de Thiessen.
La intensidad está dada por la diferencia porcentual media de los años secos resultantes en
cada estación. La valoración dependerá de los resultados que arroje el análisis de la
recurrencia de eventos extremos secos.
La propuesta valorativa consiste en crear rangos entre el valor máximo y mínimo de cada
criterio y de allí asignar un valor de peso. En ambos casos, mayor será el peso en las
estaciones donde el valor sea más bajo. Por ejemplo, una frecuencia de 7 años tendrá un
mayor peso que una frecuencia de 9 años y una intensidad del 90% tendrá un menor peso
que una del 70% (puesto que se aleja del 100% de manera negativa, es decir déficit).
38��
Se propone darle mayor importancia a la intensidad de las sequías por el hecho de la
similitud en los valores de frecuencia. De esta manera, cada peso en la intensidad se
multiplica por dos y en la frecuencia, por uno. La sumatoria de estos pesos da como
resultado la clasificación de la recurrencia de sequías según áreas críticas (ver Tabla 5).
Tabla 5. Valoración de recurrencia de eventos extremos secos.
Est
ació
n Frecuencia Intensidad �Frecuencia Equivalencia Peso (equivalencia x
1) Dp Equivalencia Peso
(equivalencia x 2)
Fuente: Elaboración propia.
3.4.1.3. Álgebra de mapas: escenario global
En la Figura 4 se esquematiza el proceso que se sigue para el álgebra de mapas. A los
sectores con mayor necesidad de intervención se les asigna un valor de peso más alto. En
este caso, se trabaja con cuatro rangos para la reclasificación de cada variable: alto, medio,
moderado y bajo. A los valores dentro del rango de alto se les da el nuevo valor de 4, a los
que están en el rango medio, 3; a los de rango moderado, 2 y los que están en el rango bajo,
1.
Figura 4. Esquema metodológico para el álgebra de mapas.�
39��
El resultado del álgebra de mapas es una capa raster de criticidad producto de la sumatoria
de las dos variables (disponibilidad y recurrencia), ya que la adición de rangos de criticidad
semejantes va a generar un rango global acumulado. Se utiliza el comando “Plus” de la
herramienta “Math” de ArcGIS 9.3. El resultado es un nuevo mapa con valores que oscilan
entre 2, como mínimo, y 8 como máximo.
Esto corresponde al mapa de áreas prioritarias de la subcuenca. Los valores más altos
corresponden a los sectores de la subcuenca que requieren políticas territoriales prioritarias
para la protección y gestión del recurso hídrico.
�
�
�
�
�
40��
Capítulo IV
Caracterización geográfica de la
subcuenca del río Sabogal �
�
�
�
�
�
41��
4.1. Ubicación del área de estudio
La subcuenca del río Sabogal se ubica en el norte de Costa Rica y desemboca en el río Frío
que a la vez forma parte de la cuenca binacional del río San Juan que tiene un área
aproximada de 38.569 km2 de los cuales el 64% se ubica en Nicaragua (24.684 km2) y 36%
en Costa Rica (13.885 km2).
El área de estudio se encuentra en las hojas Monterrey 3247 I, San Jorge 3248 II y Medio
Queso 3248 I escala 1:50.000 del IGN entre las coordenadas mostradas en la Tabla 6.
Tabla 6. Subcuenca del río Sabogal: ubicación por coordenadas geográficas y métricas.
Coordenada geográfica Coordenada métrica, proyección CRTM05 10º 31’ 36,9’’ N y 84º 41’ 58,22’’ W 1164106,00 y 423439,31 10º 32’ 3,49’’ N y 84º 37’ 4,08’’ W 1164904,21 y 432383,64
10º 46’ 51,91’’ N y 84º 35’ 6,37’’ W 1192193,14 y 436013,92 10º 50’ 18,58’’ N y 84º 40’ 12,06’’ W 1198562,27 y 426725,10 10º 56’ 21,95’’ N y 84º 42’ 30,77’’ W 1209736,16 y 422554,65 10º 45’ 54,88’’ N y 84º 43’ 6,94’’ W 1190471,85 y 421419,99
10º 35’ 35,45’’ N y 84º 37’ 41,27’’ W 1171418,74 y 431266,36 Fuente: Hojas topográficas Medio Queso, San Jorge y Monterrey, IGN.
La subcuenca cubre parte de los cantones San Carlos (distrito Monterrey), Los Chiles
(distritos Los Chiles, El Amparo y San Jorge) y Guatuso (distrito San Rafael) de la
provincia Alajuela (Ver Mapa 2). La población de la subcuenca asciende aproximadamente
a 4.213 personas de las cuales el 52,69% son mujeres y 47,31% hombres (INEC, 2011).
42��
� �
43��
4.2. Geomorfología y morfometría
El área de la subcuenca del río Sabogal es de 307,13 km2 y su perímetro es de 130,61 km.
Es una subcuenca de orden 6 donde las altitudes varían entre los 40 y los 620 msnm (Mapa
3), es decir existe una diferencia de 580 m de altitud entre el punto más bajo y el más alto
de la subcuenca. El perfil topográfico A – B (Figura 5) muestra un corte transversal de las
altitudes que tiene la subcuenca; claramente se aprecia una parte baja y plana, una parte
media ondulada y una parte alta, que es mucho más quebrada con respecto a las anteriores
superficies pero que corresponde a una mínima parte de la subcuenca.
Figura 5. Subcuenca del río Sabogal: Perfil topográfico A - B.
Como se observa en el Mapa 4 de las pendientes de la subcuenca, en el sector norte
predominan las pendientes de menos de 1% y hacia la parte media y alta, al sur, se hacen
más elevadas. Los valores llegan hasta el 50% de pendiente en las laderas de los cauces de
mayor orden, lo que sugiere una pendiente no tan pronunciada con respecto a otros relieves
del norte del país que se encuentran más cercanos a las cordilleras. De igual forma, la
pendiente media del cauce principal de la subcuenca es de 57%.
44��
45��
46��
La geomorfología presente en la subcuenca del río Sabogal corresponde a dos grandes
unidades: la unidad sedimentaria en la cuenca baja y media, y la volcánica en la cuenca
alta. La primera cubre el 97,5% del área de la subcuenca, mientras la segunda el 2,5%.
(Mapa 5).
De acuerdo con Bergoeing y otros (s/f) y Bergoeing y otros (2010) la unidad sedimentaria
tiene litología del período cuaternario, específicamente de la época del Holoceno y
Pleistoceno, es decir de edades que van entre los 2 millones de años hasta la época actual.
Las edades más recientes se encuentran cerca de los cauces de los ríos principales y las más
antiguas en las divisorias de aguas en la cuenca media baja y media alta.
En esta unidad se encuentran diversas formas de génesis exógena, específicamente
denudatorias y fluviales (Mapa 6). Cerca de la desembocadura con el río Frío predominan
las áreas de inundación o lacustres, pertenecientes a la depresión paleolacustre del lago de
Nicaragua y que se evidencia en el sector de Playuelitas del Sabogal y en los humedales
cercanos (Figura 6).
Figura 6. Humedal de Playuelitas del Sabogal, Los Chiles, 2013.
Por transformaciones naturales en el suelo y rocas de los cerros de la parte alta de la
subcuenca se desencadenaron procesos erosivos que generaron sedimentos y que
posteriormente fueron transportados en suspensión por la escorrentía hasta llegar a los
humedales cercanos y al río Frío (Bergoeing y Protti, 2006).
47��
48��
Por ello existen en la subcuenca conos de deyección que se presentan como transición a la
parte más baja y cubren la mayoría de este territorio (Mapa 6). También se denotan sutiles
glacis en la divisoria mayor de la parte baja de la subcuenca, valles de fondo plano por
donde escurren los afluentes de mayor orden y valles en “v” en los talwegs de mayor altitud
y menor orden.
Por otro lado, la unidad volcánica se caracteriza por una litología del terciario, es decir de
edades que van desde los 2 millones a los 65 millones de años de antigüedad. Corresponde
a cerros con altitudes por encima de los 300 msnm formados por lavas predominantemente
de la Formación Aguacate y caracterizados por un paisaje de modelado multiconvexo. Este
sector forma parte del borde del graben de Nicaragua por lo que se encuentra una serie de
fallas, normales e inversas, que atraviesan la subcuenca (Bergoeing, 1998) (Figura 7 y
Mapa 6).
Figura 7. Vista hacia el sur desde la parte alta. Monterrey, San Carlos, 2013.
En forma general, al tratarse mayormente de relieves planos y ondulados la subcuenca tiene
una baja densidad de corrientes, correspondiente a 2,47 cauces/km2. En la Tabla 7 se detalla
la densidad de cantidad de cauces por orden, donde se observa que todos los valores son
muy bajos siendo el mayor de 1,91 cauces por km2 (orden 1) mientras que el menor es de
tan solo 0,0032 cauces por km2 (orden 6) (ver también Mapa 7).
49��
�
�
�
�
50��
Tabla 7. Subcuenca del río Sabogal: Detalle de la densidad de cantidad de cauces por orden.
Parámetro Cantidad de cauces Valor Dcc orden 1 589 1,9177 cauces orden 1/km2
Dcc orden 2 134 0,4362 cauces orden 2/km2
Dcc orden 3 26 0,0846 cauces orden3/km2
Dcc orden 4 8 0,0260 cauces orden4/km2
Dcc orden 5 3 0,0097 cauces orden5/km2
Dcc orden 6 1 0,0032 cauces orden 6/km2
Fuente: Elaboración propia con base en el Mapa 7, 2013.
Esto se relaciona con la baja densidad de drenaje de la subcuenca puesto que para cada km2
hay solamente 1,82 km de drenaje. Esta situación se explica en el contexto de la cuenca de
la que forma parte (río Frío) debido a que la subcuenca está ubicada en la parte baja y por
ello se esperaría que haya menor densidad de cauces y drenaje en relación a la parte alta.
El coeficiente de compacidad permite entender la forma que presenta la subcuenca. De
acuerdo con este coeficiente (K= 2,08) tiene una forma alargada, por lo que el aporte de
agua y la respuesta de la subcuenca son irregulares. El cauce principal presenta una
sinuosidad media (S = 1,84), ya que a pesar de que se presentan meandros a lo largo del río,
este no se aleja considerablemente del eje axial, sobretodo en la parte media y baja de la
subcuenca.
La profundidad de disección de la subcuenca termina de reforzar las afirmaciones
planteadas anteriormente con respecto a la morfología que la conforma. Por cada km2 de la
subcuenca hay 1,92 m de disección, lo que indica que a pesar de que la litología es
mayoritariamente sedimentaria y, por lo tanto, susceptible a erosión, el relieve de la
subcuenca no ha sido afectado en gran magnitud por geodinámica externa y los cauces se
presentan poco profundos. Es importante acotar que estos valores son dados por la parte
media y alta, ya que en la parte baja de la subcuenca no hay disección.
51��
52��
4.3. Suelos y la relación agua - suelo �
Los suelos presentes en la subcuenca del río Sabogal son en su totalidad inceptisoles, suelos
jóvenes con un horizonte de fertilidad bien desarrollado (Arias, 2001). Para efectos de esta
investigación, los suelos se trabajan a detalle de gran grupo, donde se identifican dos
unidades: tropaquept y dystropept (Mapa 8), según el mapa de asociaciones de subgrupos
de suelo.
Los suelos tropaquept se encuentran en la parte más baja de la subcuenca, cerca de la
desembocadura donde las pendientes son muy planas. Son suelos de ambientes húmedos y
de allí que en esta área es donde se encuentran la mayoría de los humedales de la
subcuenca, y además el régimen térmico es generalmente cálido (Núñez, 2000).
El perfil representativo del suelo tropaquept (perfil S1) se encuentra en las coordenadas
10º54’39,06’’ latitud norte y 84º41‘17,7’’ longitud oeste, en la unidad geomorfológica
sedimentaria. En los alrededores se encuentra cultivos de caña y terrenos en preparación
con relieves planos que no sobrepasan el 1% de pendiente. Se presentan tres horizontes
diferenciables: S1H1, S1H2 y S1H3 (Figura 8). Se determinó que la capacidad de campo
promedio para este suelo es de 36,30% y el punto de marchitez permanente promedio es de
31,97%; además la densidad aparente promedio es de 1,02 g/cm3.
Figura 8. Perfil S1, 2013.
53��
�
54��
La clase textural de este tipo de suelos se determinó en arcillosa para los tres horizontes,
rondando en promedio el 60% en cantidad de arcillas (Tabla 8).
Tabla 8. Perfiles S1 y S2: Cantidades porcentuales de arena, arcilla y limo por horizonte.
Horizonte Arena (%)
Arcilla (%)
Limo (%)
Clase textural
S1 H1 11,8 57,8 30,4 Arcilla
S1 H2 15,2 61,8 23 Arcilla
S1 H3 24,4 57,8 17,8 Arcilla
S2 H1 22,4 47,8 29,8 Arcilla
S2 H2 2,4 87,2 10,4 Arcilla
S2 H3 5,2 83,2 11,6 Arcilla Fuente: Elaboración propia con base en resultados de laboratorio, 2013.
El horizonte S1H1 va desde los 0 a los 25 cm de profundidad y presenta un color café
amarillento oscuro (10YR 3/6). La capacidad de campo para este horizonte es de 33,33%
mientras que el punto de marchitez permanente es de 27,01% y la densidad aparente es la
más baja siendo de 0,976 g/cm3. El horizonte S1H2 va desde los 25 a los 50 cm de
profundidad y con un color café oscuro (10YR 3/3) con vetas rojizas. Su capacidad de
campo es de 35,56%, su punto de marchitez permanente es de 31,11% y la densidad
aparente se calcula en 1,06 g/cm3.
Por último, el horizonte S1H3 va desde los 50 hasta los 100 cm de profundidad y posee un
color rojo amarillento (5YR 4/6) con vetas rojizas. La capacidad de campo a esta
profundidad se calcula en 40%, el punto de marchitez permanente en 37,78% y la densidad
aparente en 1,22 g/cm3.
Por otro lado, los suelos dystropept son ácidos, con tendencia arcillosa, profundos y de
color rojizo. Son continuamente cálidos y húmedos (Núñez, 2000). Se encuentran en la
mayoría del área de la subcuenca, desde la parte media baja hasta la más alta. Se identifican
dos variantes (subgrupos): uno más húmedo (aquic dystropept) y uno más influenciado por
cenizas del volcán Arenal (andic dystropept). Se determinó la capacidad de campo
promedio para este suelo en 48,89%, el punto de marchitez permanente en 45,93% y la
densidad aparente en 1,165 g/cm3.
55��
El perfil representativo del suelo dystropept (perfil S2) se encuentra en las coordenadas 10º
42’52,152’’ latitud norte y 84º40’49,8’’ longitud oeste, en la unidad geomorfológica
sedimentaria y cerca del poblado de San Jorge de Los Chiles. En los alrededores se
encuentra pastizales de uso ganadero con relieves ondulados que no sobrepasan el 10% de
pendiente. Se presentan tres horizontes diferenciables: S2H1, S2H2 y S2H3 (Figura 9).
Figura 9. Perfil S2, 2013.
La clase textural para el perfil S2 es también arcilla, rondando la cantidad en un promedio
de 72% (Tabla 8). En este suelo las cantidades de arena se ven muy reducidas en los
últimos dos horizontes, en donde la cantidad de arcilla se incrementa considerablemente
con respecto al perfil S1.
El horizonte S2H1 va desde los 0 a los 20 cm de profundidad y presenta un color rojo oscuro
(2,5YR 3/2). La capacidad de campo es de 44,44%, el punto de marchitez permanente es de
42,22% y la densidad aparente de 1,105 g/cm3.
El horizonte S2H2 va desde los 20 a los 107 cm de profundidad y con un color café rojizo
(2,5YR 4/4). Por último el horizonte S2H3 va desde los 107 hasta los 147 cm de
profundidad y posee un color predominante café amarillento (10YR 5/6) con vetas rojo
amarillento y rojo oscuro (5YR 4/6 y 2,5 YR 3/6).
56��
Gráfico 1. Perfil S1 y S2: capacidad de campo y punto de marchitez permanente por horizonte.
Fuente: Elaboración propia, 2013.
La tendencia general, como se puede observar en el Gráfico 1, es que a mayor profundidad
en el suelo la retención de agua es mayor también. Los suelos dystropept muestran tener
mayores porcentajes volumétricos de agua que los tropaquept.
4.4. Clima y zonificación climática
4.4.1. Precipitación, temperaturas y evapotranspiración potencial
El comportamiento del clima en la subcuenca está modificado tanto por el sistema
montañoso central del país así como por las planicies de la Zona Norte y el lago de
Nicaragua, por ello presenta condiciones climáticas particulares que repercuten en las
actividades productivas que se desarrollan en la subcuena.
20,00
25,00
30,00
35,00
40,00
45,00
50,00
55,00
1 2 3
Por
cent
aje
volu
mét
rico
Horizonte
CC S1
PMP S1
CC S2
PMP S2
57��
La precipitación media de la subcuenca es de 2.351,09 mm. El Gráfico 2 presenta la
precipitación media de manera mensual (promedio pesado de Thiessen para cada mes) de la
subcuenca en el período 1990 - 2012. La época seca se extiende desde finales de diciembre
hasta abril, siendo marzo y abril los meses de menor precipitación. La época lluviosa se
extiende desde mayo hasta diciembre. Se observa un incremento considerable de las
precipitaciones entre los meses de abril y mayo, lo que hace que la transición entre épocas
sea abrupta y por lo tanto muy notable la diferenciación entre una y otra. Julio se ubica
como el mes más lluvioso del año en la subcuenca.
Un aspecto relevante en la subcuenca es que de acuerdo con el Gráfico 2 se puede observar
que en este territorio se percibe una sutil disminución en el mes de setiembre que no se sale
de los valores de la tendencia de la serie, que para estos meses corresponde a la cercanía de
la transición a la época seca.
Gráfico 2. Subcuenca del río Sabogal: Precipitación media mensual, 1990-2012.
Fuente: Instituto Meteorológico Nacional.
0,00
50,00
100,00
150,00
200,00
250,00
300,00
350,00
E F M A M J J A S O N D
Pre
cipi
taci
ón (
mm
)
58��
De manera comparativa entre los valores promedio de las siete estaciones en estudio
(Gráfico 3) se observa que Río Achiote es la que presenta el mayor pico de altas
precipitaciones llegando hasta un promedio de 450 mm en el mes de julio, mientras que
para el mismo mes en Laguna Caño Negro el promedio llega solo hasta 270 mm
aproximadamente.
Es precisamente Caño Negro la estación que en promedio presenta las menores
precipitaciones, seguido de las estaciones situadas más al norte (San Jorge, Comando Los
Chiles).
Gráfico 3. Subcuenca del río Sabogal: Precipitación promedio mensual para cada estación meteorológica, 1990-2012.
Fuente: Instituto Meteorológico Nacional.
0,00
50,00
100,00
150,00
200,00
250,00
300,00
350,00
400,00
450,00
500,00
E F M A M J J A S O N D
Pre
cipi
taci
ón (
mm
)
San Jorge
Comando Los Chiles
Laguna Caño Negro
Río Achiote
Coopevega
Quebrada Azul
Santa Clara
59��
Este patrón espacial se confirma al observar el Mapa 9. Las áreas del norte de la subcuenca,
que corresponden a las áreas de influencia de San Jorge, Laguna Caño Negro y Comando
Los Chiles, son las áreas donde hay menores precipitaciones. Los valores no sobrepasan un
promedio de 2.500 mm anuales. En contraposición, las áreas de más al sur y más altas de la
subcuenca presentan precipitaciones de más de 3.000 mm anuales en promedio, sin
embargo son las que menos área de influencia tienen en la subcuenca.
En otras palabras, un 90,59% del área total de la subcuenca está en el área de influencia de
las estaciones con las precipitaciones más bajas y, por lo tanto, las precipitaciones
promedio de más de 3.000 mm están representadas espacialmente en un foco de un 9,41%
del territorio total.
60��
� �
61��
En cuanto a las temperaturas medias de la subcuenca, se determinó que la máxima media es
de 30,1 °C, la media de 25,5 °C y la mínima media de 20,97 °C, lo que da una oscilación
media para la subcuenca de 9,13 °C. Mensualmente, las temperaturas medias en la
subcuenca se comportan de manera similar (Gráfico 4). Los meses donde se presentan las
menores temperaturas son diciembre y enero, mientras que las más altas en mayo.
Gráfico 4. Subcuenca del río Sabogal: Temperaturas máxima, media y mínima mensual, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia.
Este comportamiento temporal coincide en cierta manera con la incidencia de
precipitaciones. Para el mes de julio hay una baja de las temperaturas puesto que es el mes
más lluvioso en la subcuenca, mientras que siendo abril el mes menos lluvioso, las
temperaturas son de las más altas.
15,00
17,00
19,00
21,00
23,00
25,00
27,00
29,00
31,00
33,00
E F M A M J J A S O N D
Tem
pera
tura
s (°
C)
Máxima
Media
Mínima
62��
La oscilación en cada serie (oscilación de las máximas, mínimas y medias) es apenas
perceptible; varía entre 2,43 y 1,78 °C. De igual manera, a pesar de presentarse la tendencia
de menores temperaturas a mayores elevaciones, no hay una diferenciación espacial notable
puesto que las diferencias entre las estaciones varían en 2 °C aproximadamente.
Gráfico 5. Subcuenca del río Sabogal: Evapotranspiración potencial media mensual, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia.
El promedio pesado de la evapotranspiración potencial total anual calculado para la
subcuenca es de 1.613,6 mm, que representa una diferencia porcentual con respecto a la
precipitación media de 68,61%. Los promedios mensuales se comportan temporalmente de
manera muy similar a las temperaturas, puesto que dependen directamente de ellas (Gráfico
5). Enero y diciembre son los meses con menores valores de ETP mientras que en mayo se
presentan los mayores valores. La disminución que se presenta en los meses de junio y julio
corresponde a la baja de las temperaturas medias y el alza de las precipitaciones.
100,00
110,00
120,00
130,00
140,00
150,00
160,00
E F M A M J J A S O N D
Eva
potr
ansp
irac
ión
(mm
)
63��
� �
64��
Las áreas donde se presentan los mayores valores de ETP total anual son las que presentan
menores altitudes, es decir hacia el norte de la subcuenca, como se aprecia en la Mapa 10.
Coincide con las áreas donde se presenta menos precipitación y las temperaturas son
ligeramente más altas. El sector sur de la subcuenca presenta valores de ETP de hasta 85
mm más bajos que los máximos.
�
4.4.2. Zonas climáticas
Las zonas climáticas de la subcuenca se generan mediante la relación entre la precipitación
media de las estaciones meteorológicas, las elevaciones y la evapotranspiración potencial
de las mismas. Se obtuvieron ocho zonas con índices hídricos que rondan entre 40% o
menos hasta 420%, tal como se presenta en el Mapa 11.
En la zona I se encuentran las altitudes menores de la subcuenca (40 msnm o menos), por
ello el índice hídrico corresponde a menos del 40%, esto se ubica en el grupo climático C
considerado húmedo. Abarca un área de 59,15 km2 de la subcuenca, la precipitación media
es de 2.205,46 mm y la ETP es de 1.611,66 mm.
La zona II abarca el 50,5% del total de la subcuenca y comprende las altitudes entre 40 y
100 msnm. El índice hídrico ronda entre el 40% y 80% y los grupos climáticos
correspondientes son el E y D, respectivamente, ambos catalogados como climas húmedos.
La precipitación que la caracteriza es de 2.442,98 mm en promedio y la ETP es de 1.609,21
mm.
Alrededor de 77,04 km2 corresponden a la zona climática III y sus elevaciones abarcan
entre los 100 hasta los 200 msnm. Los índices correspondientes a estas altitudes se
encuentran entre 80 y 150% y se ubican en la denominación climática húmeda y muy
húmeda, con precipitaciones medias de 2.720,59 mm y ETP media de 1.604,19 mm.
La zona IV comprende el 2,08% del área total de la subcuenca. El índice hídrico abarca
entre 150 y 220% y se ubica en el grupo climático G que corresponde a zonas muy
húmedas. La precipitación media es de 2.987,67 mm y la ETP es de 1.668,34 mm. A partir
de esta zona las áreas de las zonas van disminuyendo sustancialmente.
65��
La zona V, como se aprecia en el Mapa 11, se ubica en las partes altas de la subcuenca
(entre 200 y 300 msnm). A este sector le corresponde la categoría muy húmeda cuyo índice
hídrico abarca entre 220 y 290% con precipitaciones medias de 3.011,51 mm y ETP media
1.597,74 mm. Esta zona cubre 5,05 km2 de la subcuenca.
Para la zona VI el índice hídrico se encuentra entre 290 y 350%, este rango abarca las
categorías de muy húmedo y excesivamente húmedo, ya que las altitudes se encuentran
entre los 300 a 400 msnm y la precipitación media es de 3.007,57 mm con ETP de 1.597,38
mm. Asimismo de los 307,13 km2 que posee la subcuenca, esta zona abarca 3,65 km2.
La zona VII corresponde al grupo climático H cuya denominación es excesivamente
húmedo, dado que su índice hídrico está entre 350 y 420% y se encuentra a más de 400
msnm. Presenta una precipitación media de 3.013,93 mm y ETP media 1.596,93 mm. El
área que representa esta zona es de 0,43 km2, es decir 0,14% del total del área de la
subcuenca.
Finalmente, la última zona climática de la subcuenca (VIII) se encuentra en la parte más
alta con elevaciones entre 600 y 620 msnm y es catalogada como excesivamente húmeda
(grupo H). De acuerdo con el Mapa 8, esta es la zona con las precipitaciones más altas de
toda la subcuenca (3.018,43 mm en promedio con ETP media de 1.596,84 mm) y abarca
20.000 m2 del total de la subcuenca.
�
66��
67��
4.5. Usos de la tierra
El uso predominante en la subcuenca es el agropecuario, que incluye pastos y pastos
arbolados para uso ganadero, plantaciones forestales, cultivos permanentes, cultivos
anuales y terrenos descubiertos en preparación. Existe una cobertura importante de bosque
y porcentajes bajos referentes a humedales, que incluyen vegetación anegada y lagos y
lagunas. En general es un paisaje dominado por lo agropecuario pero con importantes
remanentes boscosos.
Gráfico 6. Subcuenca del río Sabogal: usos de la tierra según porcentaje de cobertura, 2013.
�
Fuente: Barrantes y Sandoval (2013), SIRZEE, IMN, SFE-MAG.
El Gráfico 6 muestra la distribución porcentual de las coberturas de uso de la tierra de la
subcuenca del río Sabogal. Las principales características de estos usos se describen a
continuación.
68��
4.5.1. Uso agropecuario
El área dedicada a pastos en la subcuenca es de 187,06 km2, siendo el uso con mayor
porcentaje (60,91% del área de la subcuenca) (ver Gráfico 6). Ello se aprecia claramente en
el Mapa 12, donde se observa que tanto en la parte baja, media y alta de la subcuenca hay
pastos que abastecen a la ganadería de leche y engorde.
El pasto es un uso perenne que sirve de principal sustento para los rumiantes (además del
agua). La calidad del pasto está determinada por los aportes de agua, siendo la época de
sequía la que en muchas ocasiones condiciona su productividad. La profundidad de raíz del
pasto es de las más bajas que presentan los cultivos de la subcuenca, alcanza una longitud
de 15 cm.
En cuanto a las plantaciones forestales que se dan en la subcuenca se encuentran las de
melina y teca que ocupan 12,23 km2, siendo el tercer uso más importante (3,98%). La teca
es un árbol de la familia Verbenaceae que para su desarrollo requiere de una estación seca
definida (de 3 a 5 meses), temperaturas medias entre 22 y 25 °C, una precipitación media
anual que ronde entre los 1.250 y 1.500 mm y suelos profundos. Es una especie heliófita
que demanda luz vertical y un amplio espacio para desarrollarse adecuadamente. La
profundidad de sus raíces llega a alcanzar los 30 cm (Fonseca, 2004).
Con respecto a la melina (Gmelina arborea) es una especie forestal de la familia
Verbenaceae. Su uso es perenne y se adapta muy bien en suelos que anteriormente fueron
dedicados a charral u otros cultivos agrícolas. Puede alcanzar alturas de 18 a 25 m, no
obstante el viento influye drásticamente en su crecimiento (Vásquez y Ugalde, 1995). Ver
Figura 10 C.
Dentro de la subcuenca, la naranja es el único cultivo categorizado como permanente. Se
ubica en las partes bajas y cubre 8,43 km2, lo que representa un 2,74% de toda la
subcuenca. Ver Figura 10 B.
69��
La naranja pertenece a la familia de las Rutáceas, específicamente al género botánico
Citrus. Es un cultivo que se desarrolla en suelos de buen drenaje y profundos favoreciendo
el desarrollo del sistema radicular que alcanza una profundidad de 180 cm (Morin, 1980).
Las necesidades de agua que requiere este cultivo son satisfechas con precipitaciones que
oscilan entre los 900 y 2.500 mm, no obstante la disminución en la precipitación afecta su
floración y con ello la producción (Hernández, 1994).
De los cultivos anuales, la piña es la que presenta mayor cobertura. Ocupa 10,27 km2 dentro
de la subcuenca lo que representa 3,34%. La piña pertenece a la familia Bromeliaceae y al
género ananas. Es una planta herbácea perenne que se cultiva principalmente por su fruto.
La planta ya desarrollada puede alcanzar hasta 2 m de alto y sus raíces son superficiales y
no sobre pasan los 30 cm de profundidad (ver Figura 10 A).
Las plantaciones de piña son típicas de zonas cálidas y húmedas ya que esto influye en la
calidad de los frutos. Sin embargo, debido a la superficialidad de las raíces, pueden ser
resistentes a la sequía hasta ciertos niveles pero viéndose afectado el crecimiento y la
producción (Baraona y Sancho, 1998). En la subcuenca se presentan cuatro variedades:
Cayenna, Montelirio, Champaka y MD2 (Barrantes y Sandoval, 2013).
Figura 10. Plantaciones. A) Plantación de piña. B) Plantación de naranja. C) Plantación forestal.
70��
71��
El cultivo del frijol se da en la parte baja de la subcuenca y cubre un área de 3,09 km2.
Pertenece a la familia Fabaceae y al género Phaseolus. Es una planta arbustiva perenne, de
cultivo anual, que puede llegar a los 90 cm de alto. El sistema radicular principal alcanza
hasta los 2 m de profundidad en el suelo (Parsons, 1981). Son plantaciones que se dan de
mejor manera en áreas cálidas y muy húmedas con suelos bien drenados. La planta es muy
poco resistente a la sequía.
El área dedicada al cultivo del arroz se ubica en la parte media de la subcuenca y abarca
0,49 km2, es decir 0,16% del total. El arroz pertenece a la familia Gramineae y al género
Oriza. Es una planta herbácea anual que, dependiendo del clima, el suelo y la variedad,
alcanza hasta 1,20 m de alto. El sistema radicular es abundante y muy superficial puesto
que el 95% de las raíces está en los primeros 15 cm de profundidad del suelo (Monge,
1989). Se da en terrenos llanos y cálidos. Al ser una planta hidrófila, los cultivos de arroz
requieren de considerable cantidad de agua y suelos arcillosos de muy pobre drenaje
Dentro de la subcuenca el maíz ocupa tan solo 0,04%, es decir 0,12 km2 ubicados en la
parte baja, específicamente en La Unión del Amparo. Es una planta anual de gran
desarrollo vegetativo, perteneciente a la familia Gramineae y género Zea. El suelo donde se
desarrolla se caracteriza por tener buen drenaje y ser profundo, lo que favorece al desarrollo
de las raíces, las cuales alcanzan profundidades de 1 m. Una planta de maíz puede llegar a
una altura de 2 m. Para la producción de maíz se requiere de 500 a 800 mm de agua,
dependiendo del clima, siendo el período de germinación el que requiere de mayor cantidad
de agua (Pixley, 1994).
La yuca y la caña se dan en áreas muy reducidas de la subcuenca. Por su parte, el cultivo de
la yuca representa el 0,07%, es decir 0,23 km2. Perteneciente a la familia Euphorbiaceae y
al género Manihot, es un arbusto de altura variable pero generalmente de hasta 5 m. Las
raíces son el producto principal de la cosecha y puede haber rendimientos de hasta 20 kg
por planta.
72��
Las raíces llegan a desarrollarse hasta los 50 cm de profundidad en el suelo (Montaldo,
1985). Como la mayoría de los cultivos de la subcuenca, las plantaciones de yuca son
características de áreas cálidas y húmedas, sin embargo pueden adaptarse a diferentes
regímenes de humedad (Montaldo, 1991). El suelo característico es de texturas y drenajes
medios.
Por último, el porcentaje de caña que hay en la subcuenca del río Sabogal es de 0,05%, es
decir, de 307,13 km2 del área total de la subcuenca, la caña abarca 0,14 km2. Pertenece a la
familia Gramineae, del género Saccharum. Se cultiva principalmente en las zonas
tropicales y subtropicales en donde la profundidad de las raíces puede llegar hasta 70 cm.
Para completar las etapas de germinación, crecimiento y maduración requiere de 1.200 a
1.500 mm de precipitación. Esta demanda aumenta conforme al crecimiento de la planta.
De igual manera la temperatura media requerida ronda entre 27 y 33 °C (Subiros, 2000).
Un 0,75% del área de la subcuenca corresponde a terrenos descubiertos en preparación que
un futuro ocuparán alguno de los usos antes descritos.
4.5.2. Cobertura vegetal y otros usos
La distribución espacial de los bosques dentro de la subcuenca es bastante uniforme como
se aprecia en el Mapa 12 y abarca 73,23 km2 (23,84%), siendo el segundo uso más
importante en la subcuenca. Durante el trabajo de campo se encontraron especies como el
“plomillo” (Zuelania guidonia), higuerón y chilamate (Ficus sp) y “poponjoche” (Pachira
aquatica), esta última muy común en áreas asociadas a humedales. Precisamente, los
humedales (vegetación anegada, lagos y lagunas) ocupan dentro de la subcuenca 8,85 km2
(2,89%). Ver Figura 11.
�
Figura 11. Vegetación de la subcuenca. A) Bosque. B) Humedal y vegetación asociada.
73��
Finalmente, las áreas urbanas en la subcuenca son muy reducidas. Corresponden a
solamente 0,69 km2 que representan al poblado de San Jorge de Los Chiles y el centro
urbano de Monterrey de San Carlos (de mayor jerarquía y con mayor desarrollo). Ahí se
encuentra la concentración de servicios, comercio y organizaciones comunales y estatales,
tales como ASADAS, bancos, EBAIS, supermercados, restaurantes, cooperativas, entre
otros (ver Figura 12).
�
�
�
Figura 12. Centros urbanos. A) San Jorge de Los Chiles. B) Monterrey de San Carlos
.
74��
�
Capítulo V
Diagnóstico territorial de la subcuenca del
río Sabogal �
�
�
�
�
�
75��
5.1. Balance hídrico de la subcuenca del río Sabogal �
�
5.1.1. Aspectos hídricos generales de la subcuenca
Como se describió en el apartado de la caracterización climática, en la subcuenca las dos
estaciones del año están muy diferenciadas. Sin embargo, en la aplicación de la
metodología de balance hídrico se determinaron ciertas diferencias que caracterizan más
minuciosamente el clima de cada zona. Se determinó que la época seca, cuando la
precipitación no satisface las necesidades meteorológicas, para la mayoría de la subcuenca
se extiende desde febrero hasta abril, excepto en las zonas I y IV donde se extiende desde
enero a abril. Los aportes mayores de agua en la subcuenca, por lo tanto, se dan en su
mayoría entre mayo y enero (para las zonas I y IV entre mayo y diciembre).
Es precisamente en estos meses de época seca cuando la humedad del suelo disponible está
muy por debajo de la lámina de agua disponible afectando directamente a las plantas,
además de que no se llega al potencial de evapotranspiración. Por lo tanto, se produce el
déficit y, por efecto contrario, no hay suficiente agua en el suelo para percolar a los mantos
acuíferos.
Comparativamente a escala de Costa Rica, se trata de una época seca de corta duración (3 o
4 meses), sin embargo los descensos en cuanto a la precipitación al entrar en ella significan
diferencias (P-ETP) muy drásticas. Cultivos importantes en la subcuenca (naranja y piña,
por ejemplo) son resistentes a ambientes más secos, bien adaptados al clima; los cultivos
más vulnerables al déficit de agua se dan en mucha menos proporción en la subcuenca. Sin
embargo, los pastos, de los que depende la importante actividad ganadera y que dominan el
paisaje de la subcuenca, se ven muy afectados por la disminución de agua disponible.
Los mayores aportes de recarga hacia aguas subterráneas se dan en los meses de junio, julio
y agosto. Estos volúmenes dependen directamente de la humedad del suelo disponible del
uso que se trate, así como de su área.
76��
5.1.2. Comportamiento hídrico por zona climática
El comportamiento hídrico de los diferentes usos varía de acuerdo con las características
del suelo y las diferentes zonas climáticas. En la Tabla 9 se presentan los resultados
generales del balance hídrico.
En la zona climática I se dan los cultivos de piña, naranja, frijol y plantaciones forestales,
además de pasto y bosques, distribuidos en suelos tropaquept y dystropept y en la unidad
geomorfológica sedimentaria.
Se observa una diferencia en la ganancia de agua entre el bosque y el pasto. El primero
presenta una LAD superior al pasto (ver Anexo 3: balance hídrico 1 y 2), lo que se refleja
en la ganancia, que para el bosque es de 816,6 mm y para el pasto 854,48 mm. El nivel de
recarga es superior en los pastos, lo que le permite absorber más agua.
El tipo de suelo en la zona I genera resultados diferentes en el déficit y la ganancia de agua.
Por ejemplo, el uso bosque en suelo tropaquept (Anexo 3: balance hídrico 1) presenta un
déficit de 184,29 mm, mientras que en suelo dystropept (Anexo 3: balance hídrico 6) es de
208,56 mm. Ello evidencia que suelos tropaquept, con características de ambientes
húmedos, presentan un menor déficit que los dystropept. La deficiencia de agua en el suelo
de la zona I se da en los primeros cuatro meses del año, a excepción de la naranja, el frijol y
el bosque en donde se extiende hasta mayo.
La zona climática II se encuentra en la unidad geomorfológica sedimentaria y también
presenta suelos tropaquept y dystropept. Al igual que la zona anterior presenta diferencias
entre los tipos de suelos en un mismo cultivo. La plantación de melina y teca con suelo
tropaquept tiene una ganancia de 1.056,74 mm y 222,97 mm en déficit. Sin embargo esta
misma plantación en el suelo dystropept presenta una ganancia de 1.060,85 mm y un déficit
de 227,08 mm (Ver Anexo 3: balances hídricos 17 y 27).
77�
�
Tab
la 9
. Sub
cuen
ca d
el r
ío S
abog
al: v
alor
es to
tale
s de
los
com
pone
ntes
del
bal
ance
híd
rico
por
zon
a cl
imát
ica
y us
o de
la ti
erra
.
Zon
a C
lim
átic
a U
nida
d ge
omor
foló
gica
U
so
P
ET
P
ET
A
Déf
icit
G
anan
cia
Rec
arga
I Se
dim
enta
ria
Mel
ina
y te
ca
2205
,46
1611
,66
1353
,37
258,
2985
2,09
0,00
2045
I Se
dim
enta
ria
Nar
anja
22
05,4
616
11,6
613
97,4
521
4,21
816,
60,
0002
78
I Se
dim
enta
ria
Frij
ol
2205
,46
1611
,66
1403
,10
208,
5681
6,6
0,00
6067
I Se
dim
enta
ria
Piñ
a 22
05,4
616
11,6
613
53,3
725
8,29
852,
090,
0019
85
I Se
dim
enta
ria
Pas
to
2205
,46
1611
,66
1348
,93
262,
7385
6,53
0,00
7229
I Se
dim
enta
ria
Bos
que
2205
,46
1611
,66
1403
,10
208,
5681
6,6
0,00
0204
I Se
dim
enta
ria
Mel
ina
y te
ca
2205
,46
1611
,66
1357
,48
254,
1884
7,98
0,00
0492
I Se
dim
enta
ria
Nar
anja
22
05,4
616
11,6
614
20,0
719
1,59
816,
60,
0026
78
I Se
dim
enta
ria
Piñ
a 22
05,4
616
11,6
613
57,4
825
4,18
847,
980,
0027
22
I Se
dim
enta
ria
Pas
to
2205
,46
1611
,66
1350
,98
260,
6885
4,48
0,01
4031
I Se
dim
enta
ria
Bos
que
2205
,46
1611
,66
1427
,37
184,
2981
6,6
0,00
8770
II
Sedi
men
tari
a M
elin
a y
teca
24
42,9
816
09,2
113
82,1
322
7,08
1060
,85
0,00
7161
II
Sedi
men
tari
a N
aran
ja
2442
,98
1609
,21
1425
,95
183,
2610
17,0
30,
0029
70
II
Sedi
men
tari
a A
rroz
24
42,9
816
09,2
113
77,6
923
1,52
1065
,29
0,00
0522
II
Sedi
men
tari
a Fr
ijol
24
42,9
816
09,2
114
31,4
311
7,78
1011
,55
0,00
2701
II
Sedi
men
tari
a Y
uca
2442
,98
1609
,21
1388
,05
221,
1610
54,9
30,
0001
69
II
Sedi
men
tari
a C
aña
2442
,98
1609
,21
1393
,97
215,
2410
49,0
10,
0001
47
II
Sedi
men
tari
a P
iña
2442
,98
1609
,21
1382
,13
227,
0810
60,8
50,
0033
42
II
Sedi
men
tari
a M
aíz
2442
,98
1609
,21
1402
,44
206,
7710
40,1
40,
0001
25
II
Sedi
men
tari
a P
asto
24
42,9
816
09,2
113
77,6
923
1,52
1065
,29
0,08
1346
II
Sedi
men
tari
a B
osqu
e 24
42,9
816
09,2
114
31,4
317
7,78
1011
,55
0,02
9820
II
Sedi
men
tari
a M
elin
a y
teca
24
42,9
816
09,2
113
86,2
422
2,97
1056
,74
0,00
0634
II
Sedi
men
tari
a N
aran
ja
2442
,98
1609
,21
1447
,64
161,
5710
09,5
20,
0017
46
II
Sedi
men
tari
a Fr
ijol
24
42,9
816
09,2
114
54,4
715
4,74
1009
,52
0,00
0172
II
Sedi
men
tari
a P
iña
2442
,98
1609
,21
1385
,82
223,
3910
56,7
40,
0016
70
78�
�
II
Sedi
men
tari
a P
asto
24
42,9
816
09,2
113
79,7
422
9,47
1063
,24
0,02
0999
II
Sedi
men
tari
a B
osqu
e 24
42,9
816
09,2
114
54,4
715
4,74
1009
,52
0,00
4341
III
Sedi
men
tari
a M
elin
a y
teca
27
20,5
916
04,1
914
08,3
119
5,88
1312
,28
0,00
2493
III
Sedi
men
tari
a N
aran
ja
2720
,59
1604
,19
1451
,65
152,
5412
68,9
40,
0037
31
III
Sedi
men
tari
a Y
uca
2720
,59
1604
,19
1414
,22
189,
9713
06,3
60,
0000
91
III
Sedi
men
tari
a P
asto
27
20,5
916
04,1
914
03,8
720
0,32
1316
,72
0,06
7600
III
Sedi
men
tari
a B
osqu
e 27
20,5
916
04,1
914
56,8
914
7,3
1263
,70,
0262
72
IV
Vol
cáni
ca
Pas
to
2987
,67
1668
,34
1477
,36
190,
9815
10,3
10,
0046
06
IV
Vol
cáni
ca
Bos
que
2987
,67
1668
,34
1530
,08
138,
2614
57,5
90,
0000
73
IV
Sedi
men
tari
a P
asto
29
87,6
716
68,3
414
77,3
619
0,98
1510
,31
0,00
4606
IV
Sedi
men
tari
a B
osqu
e 29
87,6
716
68,3
415
30,0
813
8,26
1457
,59
0,00
0073
V
Vol
cáni
ca
Pas
to
3011
,51
1597
,74
1432
,08
165,
6615
79,4
30,
0037
51
V
Sedi
men
tari
a P
asto
30
11,5
115
97,7
414
32,0
816
5,66
1579
,43
0,00
3751
V
Vol
cáni
ca
Bos
que
3011
,51
1597
,74
1483
,68
114,
0615
27,8
30,
0002
75
VI
Vol
cáni
ca
Pas
to
3007
,57
1597
,38
1430
,92
166,
4615
76,6
50,
0057
55
VII
V
olcá
nica
P
asto
30
13,9
315
96,9
314
31,2
016
5,73
1582
,73
0,00
0348
VII
V
olcá
nica
B
osqu
e 30
13,9
315
96,9
314
82,8
111
4,12
1531
,12
0,00
0322
VII
I V
olcá
nica
P
asto
30
18,4
315
96,8
414
31,3
216
5,52
1587
,11
0,00
0032
F
uent
e: B
alan
ces
hídr
icos
(A
nexo
3).
…co
ntin
úa d
e la
pág
ina
ante
rior
.
79
En la zona climática III se dan los cultivos de yuca, naranja, bosque, pasto y melina, siendo
el bosque el que presenta el menor déficit (147,3 mm). La recarga total de esta zona es de
0,10 km3, ocupando el segundo lugar con respecto a las otras zonas de la subcuenca. El
suelo en esta zona percibe las mayores ganancias en los meses de junio, julio y agosto, que
es donde se dan las mayores precipitaciones de todo el año (Anexo 3: balances hídricos del
28 al 32).
En la zona IV se presentan únicamente bosques y pastos. A pesar de dividirse en unidades
geomorfológicas distintas (la volcánica y la sedimentaria) y en igual proporción de
cobertura, presentan las mismas características de suelo y precipitación (Ver Anexo 3:
balances hídricos 33, 34, 35 y 36). Se observa, entonces, que los resultados son
exactamente iguales de una unidad geomorfológica a otra (Tabla 9). Para esta zona se tiene
que tanto la ganancia como el déficit de agua es sensiblemente mayor en los bosques,
donde hay hasta 52,72 mm de diferencias entre uno y otro.
Similar comportamiento se da en la zona V. El pasto se encuentra dividido en las unidades
geomorfológicas sedimentaria y volcánica pero las condiciones edafológicas no cambian,
al igual que el comportamiento de la precipitación. Los factores en el suelo condicionan la
recarga que se da en el mismo, no así las formaciones geomorfológicas. En los pastos,
durante la época seca, la humedad del suelo llega a niveles críticos (0 mm) y eso se refleja
en el déficit acumulado anualmente (ver Anexo 3: balances hídricos 38 y 39).
En el caso de la zona VI la precipitación media anual es de 3.007,57 mm anules y su
cobertura es de 3,65 km2, en donde únicamente se da el uso de pasto. La recarga que
genera esta cobertura al suelo es de 0,0058 km3 y el déficit, como en la mayoría de los
cultivos, se da en febrero, marzo y abril. De igual manera, la ganancia más alta se da en
julio, que es cuando hay mayor cantidad de precipitación.
80��
Las zonas VII y VIII son las que tienen menor área en la subcuenca, mayores altitudes y
precipitaciones. Los usos principalmente son pasto, para el desarrollo de la ganadería de
leche, y el bosque. Tal como se ha evidenciado, obtiene mayor ganancia de agua en el
suelo el pasto que el bosque, no obstante las necesidades que tiene el bosque son superiores
al pasto.
5.1.3. Balance hídrico total
Para el caso del estudio en la subcuenca del río Sabogal no se consideró la escorrentía, por
lo que las salidas del sistema están dadas por la ETA y las recargas hacia aguas
subterráneas. La fórmula del balance hídrico total en la subcuenca queda de la siguiente
manera:
P = ETA + R
0,745km3 = 0,417 km3 + 0,328 km3
0,745 km3 = 0,745 km3
Se comprueba que hay un equilibrio entre las entradas y salidas de agua del ciclo
hidrológico en la subcuenca, es decir que de los 0,745 km3 que en promedio entran por
medio de precipitación, 0,417 km3 salen en forma de evapotranspiración y 0,328 km3 no
son aprovechados por las plantas (por exceso de agua en la época lluviosa), por lo que
drenan hacia capas subterráneas.
Con base en lo anterior se establece una relación entre evapotranspiración, recarga y
temperaturas. Del total de agua que precipita en la subcuenca del río Sabogal la mayor
proporción de esta evapotranspira (55,9%) en contraposición a un 44,1% que drena a las
aguas subterráneas. Esto se debe a las altas temperaturas que caracterizan la Zona Norte.
Haciendo una comparación de estas dos variables entre los diferentes usos que se
consideraron para este análisis, se determina que los pastos son los que representan en
mayor proporción las salidas de agua en forma general: un 65% del total de la ETA y un
62% del total de la recarga (ver Gráfico 7). Seguido están los bosques que representan un
25% del total de la ETA y un 21% de la recarga.
81��
Se debe recalcar que el área que abarcan los pastos es mucho mayor que la de los bosques,
lo que explica la razón de este comportamiento. No obstante, se observa que en el caso de
los pastos hay mayor cantidad de recarga que de evapotranspiración, no así en los bosques,
donde prevalece la evapotranspiración. Las necesidades de agua en un bosque son altas, los
árboles tienen raíces que penetran profundo en el suelo, por lo que la LAD es significativa.
Entonces, el agua que está disponible en el suelo es muy utilizada por la vegetación, por
ello mayor parte del agua evapotranspira.
Lo contrario sucede en el pasto que al poseer raíces tan superficiales no demanda tanta
agua, a excepción de los meses secos donde existe un déficit. En los meses cuando se da el
exceso mayor cantidad de agua percola a las aguas subterráneas.
Gráfico 7. Subcuenca del río Sabogal: Porcentajes de ETA y R según usos de la tierra.
Fuente: Elaborado a partir de la Tabla 9.
Las plantaciones forestales, de piña, naranja y frijol, se dan en menos área y por lo tanto
aportan mucha menos cantidad de agua a las salidas del sistema. La melina y teca
significan un 4% de la ETA total y un 3,9% de la recarga. La piña aporta 3,3% de la ETA y
2,9% de la recarga, mientras que la naranja el 3,8% de la ETA y 3,4% de la recarga. En
todos estos casos la cantidad de evapotranspiración es mayor que la recarga, al poseer
raíces moderadamente profundas y en general son cultivos resistentes a la sequía.
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
Por
cent
aje
del t
otal
ETA
R
82��
El cultivo del frijol en la subcuenca significa apenas el 1% de la ETA pero el 2% de la
recarga, siendo el único caso de los cultivos importantes donde hay más aporte de recarga
que de evapotranspiración. Por último, los cultivos de arroz, yuca, caña y maíz no
representan ni el 1% de las salidas hídricas en la subcuenca.
El Mapa 13 muestra el comportamiento espacial del déficit hídrico en la subcuenca del río
Sabogal. Las áreas grisáceas no son consideradas en el análisis puesto que se trata de
humedales, terrenos al descubierto, lagunas y áreas urbanas.
En primera instancia, la mayoría del área de la subcuenca presenta déficits superiores a los
200 mm anuales, seguido de áreas muy dispersas donde el déficit está entre 150 y 200 mm
por año. Se encuentra una fuerte relación entre esta carencia hídrica y el comportamiento
del clima en el subcuenca.
Las áreas donde se presentan los más altos déficits están ubicadas en las zonas climáticas I,
II y III. Estas son precisamente las zonas con las menores precipitaciones y donde los
pobladores expresaron mayor preocupación sobre la problemática de falta de agua en
fuentes superficiales y pozos tanto para el consumo humano como para el uso en
actividades agrícolas y ganaderas. No obstante, existen dos casos que no cumplen con lo
antes establecido, el frijol en la zona II y el bosque en la III. En ellos el déficit es de los
más bajos que hay en la subcuenca.
Por otro lado, las zonas IV, V, VI, VII y VIII tienen mayores altitudes al igual que
precipitaciones, por ello, como se aprecia en el Mapa 13, los déficits disminuyen con
respecto a las zonas más bajas. Los valores se mantienen entre 165 y 190 mm, decreciendo
con respecto al aumento de la altitud. Se dan importantes parches en donde el déficit no
supera los 115 mm anuales. A pesar de esta carencia, los pobladores de estos sectores no la
identifican como una problemática en la subcuenca.
83��
� �
84��
Finalmente, se determina que la subcuenca del río Sabogal mantiene déficits considerables
y uniformes en toda el área, acumulados en los 3 o 4 meses de época seca. Si bien estos
déficits son producto de valores promedio del período de estudio, hay que considerar la
extensión de la época seca por fenómenos como el ENOS y aparición de eventos extremos
secos.
El Mapa 14 muestra la recarga hídrica que se da en la subcuenca. Esta oscila entre 32.000
y 81.346.000 m3. En forma general se observa que los mayores aportes de recarga acuífera
se dan en la parte media alta y media baja de la subcuenca.
A diferencia del comportamiento del déficit hídrico, con la recarga no se observa un patrón
de relación directa con el clima ni con las altitudes. No necesariamente donde haya más
lluvia habrá más recarga. En las zonas climáticas IV, V, VI, VII y VIII se dan las
precipitaciones más altas de la subcuenca, no así el nivel de recarga, que se encuentra entre
32.000 y 575.000 m3, los valores más bajos. Asimismo, en estas zonas se encuentran las
mayores elevaciones de toda la subcuenca.
Un factor determinante de la recarga en la subcuenca es el tipo de suelo. Mismos usos de la
tierra pero en diferente tipo de suelo generan diferente recarga puesto que dependen
directamente del agua disponible, que en este caso es mayor en suelos tropaquept. El área
que ocupa este suelo, ubicado en la parte norte de la subcuenca con elevaciones menores a
los 100 msnm, presenta bajos niveles de recargas, esto debido a las propiedades físicas que
lo caracterizan. Son suelos cercanos a los humedales, es decir de ambientes húmedos y de
alta retención de agua, no así de infiltración. Estas características son favorables para
algunas actividades productivas, en especial la ganadera que brinda calidad a los pastos y
propicia el abastecimiento de abrevaderos.
Así, se determina que las áreas con suelo dystropept en la unidad sedimentaria con formas
de glacis y conos de deyección son las que manifiestan la mayor proporción de recarga en
la subcuenca.
85��
�
86��
5.2. Eventos extremos secos en la subcuenca del río Sabogal �
�
Los eventos extremos secos se presentan en cualquier región climática del país, lo que los
diferencia es su severidad. La Región Norte, a pesar de ser la tercera región del país con
mayores precipitaciones posee sectores que se encuentran dentro de los núcleos de bajas
precipitaciones durante eventos extremos secos, extensiones de lo que se conoce como el
Corredor Seco del país (IMN, 2008).
5.2.1. Frecuencia de aparición e intensidades de los eventos extremos secos
Los resultados arrojan que la frecuencia de aparición de eventos extremos secos es muy
uniforme para toda la subcuenca: varía entre 7,5 y 8 años. Como se muestra en la Tabla 10,
sólo en San Jorge y Coopevega se da una frecuencia de 7,5 años, es decir que en promedio
cada 7,5 años ocurre un evento extremo seco. Según el criterio de intensidad se considera
año seco aquel que presente un promedio anual de menos de 2.247,48 mm de
precipitación, en el caso de San Jorge, y menos de 2.353,32 mm en Coopevega. Ello da
como resultado que seis años de la serie estén catalogados como años secos para ambas
estaciones, es decir que hay una frecuencia relativa del 26,09%.
De manera puntual, para la estación San Jorge los eventos extremos secos se presentaron
en 1993, 1995, 2006, 2009, 2011 y 2012, siendo este último el año más seco de todos. Este
fue un periodo de sequía que se manifestó durante el primer cuatrimestre del año, donde se
registraron precipitaciones menores de 65 mm. Mientras, para Coopevega los eventos
extremos secos se dieron en 1992, 1993, 1994, 1995, 1998 y 2012. Se destaca 1993 como
el año más seco en el periodo, que correspondió a una disminución en las precipitaciones
del primer cuatrimestre del año.
Se observa, entonces, que ambas estaciones tienen en común tres años secos: 1993, 1995 y
2012, además de que existe un periodo continuo de eventos secos entre 1992 - 1995 y entre
2011 - 2012.
87��
Sin embargo, el mismo criterio de intensidad evidencia que la diferencia porcentual a partir
de la cual se consideran años secos es mayor en San Jorge (87,61%) que en Coopevega
(77,31%), es decir que la intensidad de los eventos extremos secos ha sido mayor en
Coopevega, puesto que los promedios anuales han estado por debajo de lo normal en
mayor magnitud con respecto a San Jorge, a pesar de que el promedio histórico de
precipitaciones sea más alto.
Tabla 10. Subcuenca del río Sabogal: criterios de intensidad de eventos extremos secos, frecuencia en años, absoluta y relativa por estación meteorológica, 1990-2012.
Estación Criterio de
intensidad
Frecuencia
en años
Frecuencia
absoluta
Frecuencia
relativa
Total Dp
San Jorge 2.247,48 87,61 7,5 6 26,09
Laguna Caño Negro 1.324,81 69,90 8 5 21,74
Comando Los Chiles 1.662,51 79,79 8 5 21,74
Río Achiote 3.014,05 90,75 8 5 21,74
Coopevega 2.353,32 77,31 7,5 6 26,09
Quebrada Azul 2.987,5 90,36 8 5 21,74
Santa Clara 3.025,46 88,43 8 5 21,74
Fuente: Elaboración propia con base en datos del IMN.
Como se observa en la Tabla 10, para las otras cinco estaciones estudiadas se obtiene una
frecuencia de eventos extremos secos de cada 8 años. De los 23 años en estudio, cinco son
los que se consideran secos, es decir un 21,74% (frecuencia relativa).
Para Laguna Caño Negro el criterio de intensidad corresponde a 1.324,81 mm, lo que ubica
a 1992, 1993, 1994, 1995 y 1998 como los años secos. El año 1993 destaca como el más
seco, caracterizado por una sequía que se prolongó desde enero hasta mayo y luego desde
noviembre hasta los primeros meses de 1994.
88��
Por su lado, para Comando Los Chiles, que se encuentra relativamente cerca de Laguna
Caño Negro, se identifican 1995, 2000, 2006, 2011 y 2012 como los años donde se
presentaron los eventos extremos secos (menos de 1.662,51 mm), siendo 1995 el más
extremo. La sequía en este particular año se extendió en los primeros cinco meses, donde
las precipitaciones no superaron los 40 mm mensuales. De esta manera, se observa que los
años secos de ambas estaciones no concuerdan más que en 1995, a pesar de poseer una
misma frecuencia de aparición y de su cercanía.
Río Achiote, Quebrada Azul y Santa Clara son las estaciones que más precipitación
aportan a la subcuenca, por lo tanto el criterio de intensidad para estas es superior en
relación con las demás estaciones. Se considera año seco aquel que presente una
precipitación promedio menor a 3.014,05 mm para el caso de Río Achiote, menos de
2.987,5 mm para Quebrada Azul y menos de 3.025,46 mm en el caso de Santa Clara.
Los años que se identificaron como secos para Río Achiote son 2002, 2006, 2007, 2011 y
2012. El año con menos precipitación es 2006, siendo los meses de marzo a abril donde se
presentó el período de la sequía. Sin embargo, durante setiembre del 2006 se dio una
notable anomalía negativa en las precipitaciones, por lo que se puede asumir que fue una
sequía de corta duración.
En la estación Quebrada Azul los años donde se dieron eventos extremos secos son: 1990,
1993, 1994, 1995 y 2006; destaca 1994 como el año más seco de todo el período, el cual se
vio afectado por la sequía entre febrero y mayo.
De acuerdo con el percentil 20 aplicado al promedio anual de las lluvias de la estación
Santa Clara, se identifica que en los años 1990, 1992, 1993, 1994 y 2006 se presentaron
eventos extremos secos. De ellos el año con menores precipitaciones, por ende el más seco,
es 1994; la sequía se presentó en los primeros dos meses del año, en donde la precipitación
total fue de apenas 17,4 mm.
89��
Resumiendo, las estaciones Quebrada Azul y Santa Clara presentan una concentración de
eventos extremos secos en la primera mitad de la década de 1990, a diferencia de Río
Achiote donde, más bien, se da en la última década del periodo de estudio.
Se debe también hacer énfasis en las diferencias porcentuales que se utilizaron para definir
un evento extremo seco, ya que muestran específicamente la intensidad de los mismos. Las
diferencias porcentuales más altas (cerca del 90%) se encuentra en las zonas donde llueve
más, esto quiere decir que en las estaciones Quebrada Azul, Santa Clara y Río Achiote las
precipitaciones promedio durante los eventos extremos estuvieron por debajo del promedio
histórico, pero no con tanta magnitud como en Comando Los Chiles o Laguna Caño Negro
donde la diferencia porcentual es de alrededor del 70% o 80%.
Entonces, no es lo mismo que haya una frecuencia de ocho años de un evento extremo seco
con diferencias porcentuales del 90% a que se dé una sequía con diferencias porcentuales
del 70% con la misma frecuencia. Asimismo, no genera el mismo impacto la recurrencia
de una sequía cada 7,5 años con una diferencia porcentual cercana al 90% que esa misma
frecuencia, pero con una disminución del 77%.
Trasladando a forma comparativa eventos extremos secos en cada estación se observan tres
núcleos de concentración, uno mayoritariamente desde 1992 a 1995, otro en 2006 y el
último, al final del periodo de estudio, entre 2011 y 2012 (Tabla 11). El primer núcleo de
concentración se debe muy posiblemente a la afectación de la fase cálida del ENOS
ocurrida en esos años, que fue considerada de magnitud moderada. Precisamente ahí es
donde existen las mayores coberturas relativas: el 71,43% de la subcuenca (5 estaciones de
7) presentó como años secos 1993 y 1995, teniendo variaciones en las áreas de afectación
entre un 42,86% y un 57,14% durante los años vecinos.
90��
Tabla 11. Subcuenca del río Sabogal: Cobertura relativa de años secos en el periodo 1990-2012.
Estaciones
San
Jorg
e
Com
ando
Lag
una
Rio
Ach
iote
Coo
peve
ga
Que
brad
a
Sant
a C
lara
Cobertura relativa(%)
Año 1990 28,57
1991 -
1992 42,86
1993 71,43 1994 57,14
1995 71,43 1996 -
1997 -
1998 28,57
1999 -
2000 14,29
2001 -
2002 14,29
2003 -
2004 -
2005 -
2006 71,43 2007 14,29
2008 -
2009 14,29
2010 -
2011 42,86
2012 57,14 Fuente: Elaboración propia con base en datos del IMN. Nota: Las celdas marcadas en color naranja representan los años extremos secos de cada estación.
Como se observa en la Tabla 11, el segundo núcleo se presenta en 2006 con una cobertura
relativa del 71,43% de la subcuenca y el tercero, ubicado entre los años 2011 y 2012, varía
entre coberturas del 42,86% y el 57,14% del área. Representan eventos extremos secos que
abarcaron áreas similares dentro de la subcuenca pero se diferencian a los del primer
núcleo en que no son adyacentes temporalmente, es decir que no fueron continuos y de
notable duración.
91��
Sin olvidar los eventos extremos que se dieron en otros años pero que no tuvieron una
afectación espacial considerable (por ejemplo, 1990, 1998, 2000; Tabla 11), y además
teniendo en cuenta el hecho de que cada 7,5 o 8 años ocurre un evento extremo, se
demuestra que el comportamiento general de las sequías en la subcuenca es recurrente,
relativamente aperiódico y diferenciado espacialmente.
5.2.2. Comportamiento de las anomalías en las series de lluvia
Aunado al análisis de la frecuencia e intensidad de los eventos extremos secos se encuentra
la interpretación de las anomalías en las precipitaciones de cada una de las estaciones
estudiadas. Los extremos secos corresponden a los picos de mayores anomalías negativas
(marcados en amarillo), pero también se identifican períodos secos que no logran entrar en
el percentil 20 y por lo tanto no se consideran eventos extremos. Sin embargo es necesario
tomarlos en cuenta, ya que influyen en una tendencia de disminución de lluvia a escala
temporal y espacial.
Gráfico 8. Estación San Jorge: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
�
��
�
��
92��
En el Gráfico 8 se observa que para San Jorge los extremos secos se concentran en el final
del período. Sin embargo hay un núcleo considerable entre los años 1993 y 1995. En
ambos años se presentó el fenómeno ENOS en su fase cálida con una magnitud moderada
(IMN, 2008), por ello es probable que esta sequía se debió al fenómeno de El Niño.
En contraposición, las anomalías positivas más trascendentes se posicionan en el primer
quinquenio del 2000 en donde las precipitaciones fueron superiores a 2.900 mm y esto se
traduce en anomalías de hasta 800 mm por encima del promedio. Tal como se observa en
el Gráfico 8, la línea de tendencia de esta serie de datos presenta un comportamiento
decreciente, dado que las precipitaciones presentan una disminución.
Gráfico 9. Estación Comando Los Chiles: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
�� �
��
93��
El comportamiento de las anomalías en la estación Comando Los Chiles se presenta en el
Gráfico 9. Los años entre 1990 y 1994 presentan un comportamiento positivo con una
media en la precipitación de 3.000 mm, por ello las anomalías llegan hasta los 2.000 mm
por encima de la media. A partir de 1995 se muestra una baja considerable en las
anomalías, donde todos los años (excepto 2004) se encuentran por debajo del 0. Es decir, el
período 1995-2012 hace de esta estación la que presenta el periodo continuo más largo de
eventos secos, incluyendo lapsos donde las anomalías se acercan mucho a los extremos. La
línea de tendencia es decreciente.
Gráfico 10. Estación Laguna Caño Negro: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
En el caso de la estación Laguna Caño Negro (Gráfico 10) los eventos extremos secos se
presentan entre los años 1992-1998. No obstante, hay anomalías negativas importantes
cercanas a estos años secos. A partir de 1999 y hasta el 2009 las precipitaciones promedio
se encuentran en 2.300 mm, superando el promedio general y por ello se genera un
comportamiento positivo en la serie de datos. En los tres últimos años de la serie las
precipitaciones descienden generando anomalías negativas. En general la línea de
tendencia de la serie se comporta en forma creciente.
��
���
94��
La estación Río Achiote presenta un comportamiento irregular en cuanto a las anomalías
(Ver Gráfico 11). No se observa un periodo continuo de anomalías, sean positivas o
negativas, sino más bien altos y bajos de distintas intensidades. Ello se evidencia en el
hecho de que la línea de tendencia es apenas decreciente, influido porque las anomalías
negativas parecen darse cada vez con mayor magnitud. Uno de los extremos particulares es
el año 2002, ya que solo en esta estación se presenta como seco extremo.
Gráfico 11. Estación Río Achiote: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
En el caso de Coopevega, como se aprecia en el Gráfico 12, la línea de tendencia es
creciente, presentando un periodo de considerables anomalías negativas en los primeros
ochos años. Entre 1992 y 1995 hay un núcleo de años extremos secos; probablemente esta
concentración de sequías se deba a que en estos años se presentó en el país el fenómeno de
El Niño con una magnitud moderada (IMN, 2008). En 1999 las condiciones de anomalías
positivas repuntan considerablemente hasta el año 2005, luego del cual hubo un descenso
abrupto debido a la presencia de la fase cálida del ENOS.
��
��
�
95��
Gráfico 12. Estación Coopevega: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
Gráfico 13. Estación Quebrada Azul: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
��� �
� �
�
���
�
96��
Por otra parte, la estación Quebrada Azul (Gráfico 13) presenta un comportamiento más
regular en las anomalías, puesto que existe un periodo seco en los primeros cinco años, un
periodo lluvioso en la mitad de la serie y luego oscilaciones de pequeña magnitud.
Comparte con las otras estaciones la similitud en cuanto al primer núcleo de años extremos
secos. La línea de tendencia de la serie de datos es creciente y en sus últimos años
mantiene anomalías por encima del cero, a excepción del 2012 (que sin embargo su
anomalía negativa es mínima).
Gráfico 14. Estación Santa Clara: Serie temporal de anomalías de precipitaciones, 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN.
En el Gráfico 14 se visualiza un comportamiento irregular con períodos negativos y
positivos alternados de la estación Santa Clara. La serie inicia con un periodo de eventos
secos (cuatro de los cuales se catalogan como extremos), lo que termina de demostrar que
en la subcuenca existe la tendencia de bajas precipitaciones en el inicio del periodo de
estudio.
�
� ��
�
97��
Por ejemplo, las anomalías negativas de los primeros nueve años del periodo de estudio
llegan a tener un 85,71% de cobertura (en 1995, 6 de 7 estaciones) y no bajan del 42,86%
de cobertura (en 1996) (Tabla 12). Destaca 2004 como el único año donde en el 100% de
la subcuenca no hubo anomalías negativas, concordante con el hecho de que a la mitad del
periodo de estudio no se identifican eventos importantes.
Tabla 12. Subcuenca del río Sabogal: Cobertura relativa de anomalías negativas de precipitación en el periodo 1990-2012.
Estaciones
San
Jorg
e
Com
ando
Lag
una
Rio
Ach
iote
Coo
peve
ga
Que
brad
a
Sant
a C
lara
Cobertura relativa(%)
Año 1990 57,14
1991 57,14
1992 57,14
1993 71,43 1994 71,43 1995 85,71 1996 42,86
1997 57,14
1998 71,43 1999 57,14
2000 28,57
2001 14,29
2002 42,86
2003 14,29
2004 -
2005 71,43
2006 85,71 2007 42,86
2008 14,29
2009 42,86
2010 57,14
2011 71,43 2012 100,00
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IMN Nota: Las celdas marcadas en color naranja representan las anomalías negativas de cada Estación.
98��
Así también, hay que señalar que hay una tendencia de anomalías negativas y presencia de
años secos extremos a partir de 2011. Incluso, 2012 se presenta como el único año donde la
anomalía se da en el 100% de las estaciones. Cabe destacar, por último, que, según la
percepción de los pobladores de la subcuenca, la sequía más recordada por sus daños es la
de 1997 – 1998, a pesar de que fue reportada solamente en dos estaciones, como se aprecia
en la Tabla 12. Sin embargo, sí se presenta una importante cobertura de anomalías
negativas que no llegaron a ser evento extremo seco.
� �
99��
�
Capítulo VI
Escenarios territoriales de la subcuenca
del río Sabogal �
�
�
�
�
�
100��
6.1. Disponibilidad del recurso hídrico en la subcuenca del río Sabogal
El escenario de disponibilidad del recurso hídrico de la subcuenca está determinado por la
oferta y la demanda del mismo, que en términos de los resultados del balance hídrico, están
dados por la humedad disponible del suelo total y el cambio mensual de la humedad del
suelo, respectivamente.
La oferta hídrica de la subcuenca se muestra en el Mapa 15. Se observa que los niveles de
oferta pueden llegar hasta los 888,53 mm. Las mayores ofertas en forma general se dan en
aquellas áreas donde las raíces alcanzan bastante profundidad en el suelo y además
también están influenciadas por la afectación de una época seca más corta. De esta manera,
en la zona climática I y donde hay áreas con bosques y cultivos de naranja, hacia el norte
de la subcuenca, se dan los mayores niveles de oferta de agua (entre 587,85 y 888,53 mm).
Dispersos en toda el área de la subcuenca se encuentran numerosos parches de ofertas altas
de entre 139,53 y 587,84 mm, correspondientes a bosques, cultivos de frijoles, yuca y
otros. Sin embargo, los valores mínimos son los que prevalecen en la subcuenca, puesto
que está muy relacionado con la profundidad de las raíces de la mayoría de los cultivos o
vegetación. Así, se tiene que la mayoría del área de la subcuenca tiene una oferta hídrica de
menos de 100 mm al año, representados por las áreas de pastos, mayoritariamente, y de
cultivos de piña, arroz y plantaciones forestales.
Por otro lado, la demanda hídrica se comporta de manera muy similar a la oferta. Las áreas
que demandan más agua, en general, son aquellas donde la vegetación por su anatomía y
fisionomía así lo requiera, además de que la época seca obligue a utilizar la humedad del
suelo disponible casi en su totalidad.
�
101��
�
102��
�
103��
Se observa que las mayores demandas se dan en las áreas más bajas, sobre todo en áreas de
bosques (Mapa 16). Los valores máximos pueden alcanzar hasta los 165,75 mm anuales.
Se identifica que las menores demandas (menos de 100 mm anuales) dominan en área en la
subcuenca y al igual que en el caso de la oferta, corresponden a pastos, cultivos de arroz,
piña y plantaciones forestales.
Al relacionar estas dos variables se construye el escenario de disponibilidad hídrica en la
subcuenca del río Sabogal. Por las características de la metodología del balance hídrico, de
donde se obtienen los valores de oferta y demanda, se trata de agua que está disponible
para el uso de las plantas, lo cual es sumamente importante por cuanto de ello dependen las
actividades productivas en la subcuenca. Entre más cercano sea el valor de demanda al
valor de oferta, la escasez del recurso hídrico es mayor y por lo tanto la disponibilidad,
menor.
Como se observó, la demanda hídrica no sobrepasa los 165,65 mm anuales, valor que es
mucho menor al máximo de oferta (888,53 mm anuales). Esto sienta la premisa inicial de
cómo se comporta la disponibilidad en la subcuenca, puesto que aunque se presenten
valores de oferta relativamente altos, la demanda no llega a representar un valor crítico de
uso de dicha oferta.
Se comprueba esta premisa al interpretar los resultados de la aplicación del índice de
escasez en los diferentes usos de la subcuenca. Se obtiene que el 94,9% del área de la
subcuenca tiene una disponibilidad hídrica moderada que abarca valores entre 20 y 25% de
agua utilizada. Esto quiere decir que de los 307,13 km2 de la subcuenca, 291,53 km2
poseen una disponibilidad hídrica moderada.
El resto del área considerada en el análisis, correspondiente a 2,1% de la subcuenca, posee
una disponibilidad media con valores que rondan el 19% de la oferta utilizada (muy
cercanos a considerarse disponibilidad moderada) (Ver Mapa 17). Son áreas que
corresponden a los bosques en las zonas climáticas más lluviosas (unidad volcánica).
104��
�
�
�
105��
Se tiene entonces en la subcuenca del río Sabogal un escenario muy uniforme de
disponibilidad hídrica, independientemente de la diferenciación en cuanto a precipitaciones
dentro de ella. Para los niveles de oferta que caracterizan a la subcuenca, la demanda es
considerable pero sin llegar a ser crítica.
Prácticamente para toda la subcuenca la disponibilidad de agua puede llegar a ser limitante
de desarrollo, especialmente por su necesidad en las labores agrícolas y ganaderas. Al ser
una disponibilidad moderada, para efectos de ordenamiento territorial se debe tener
prioridad en ciertos usos de la tierra como por ejemplo cultivos resistentes a periodos secos
y áreas boscosas en las zonas más lluviosas, para así manejar la relación entre la oferta y la
demanda de humedad en el suelo.
6.2. Recurrencia de eventos extremos secos en la subcuenca del río Sabogal
El escenario de recurrencia de los eventos extremos secos en la subcuenca del río Sabogal
está dado por la relación entre la frecuencia de dichos eventos y su intensidad. De esta
relación deriva la delimitación de áreas críticas, que se basa en la valoración cuantitativa
tal como se muestra en la Tabla 13.
Tabla 13. Subcuenca del río Sabogal: Valoración de la recurrencia de eventos extremos secos en el periodo 1990-2012.
Fuente: Elaboración propia.
Estaciones Frecuencia Intensidad Frecuencia Equivalencia Dp Equivalencia �
San Jorge 7,5 2 2 80,74 1 2 4 Laguna Caño Negro
8 1 1 63,38 3 6 7
Comando Los Chiles
8 1 1 74,06 2 4 5
Río Achiote 8 1 1 82,34 1 2 3 Coopevega 7,5 2 2 71,09 2 4 6 Quebrada Azul 8 1 1 83,25 1 2 3 Santa Clara 8 1 1 83,05 1 2 3
106��
De acuerdo con la metodología planteada y los resultados del diagnóstico, la frecuencia de
los eventos extremos secos en la subcuenca varía entre 7,5 y 8 años. Los valores de peso
(equivalencia) para este caso son 1 y 2, respectivamente, lo que significa que es más crítica
un área donde las sequías se presenten cada 7,5 años.
La intensidad de los eventos de la subcuenca se obtuvo del valor promedio de la diferencia
porcentual de lluvias dentro del percentil 20 de cada estación estudiada. Así, la intensidad
de los eventos es mayor en estaciones donde el valor de Dp promedio se aleje del 100%.
Los rangos se basan en el máximo y mínimo de Dp de la totalidad de años secos de los
percentiles determinados para todas las estaciones.
Con estos criterios se considera que una estación con Dp promedio entre 57,58 y 68,44
presenta las mayores intensidades. Entre 68,45 y 79,3 presenta las intensidades medias. Por
último, entre 79,4 y 90,18 presenta las menores intensidades. Se deja en claro que esta
valoración es a partir de los datos del periodo de estudio y las estaciones utilizadas; no es
parámetro comparativo con otros contextos territoriales.
Los valores de peso (equivalencia) para este caso son 1, 2 y 3, para intensidades bajas,
medias y altas respectivamente. Como se propuso, la equivalencia se multiplica por 2
debido a la importancia de las intensidades en el análisis de la recurrencia a nivel de la
subcuenca. Finalmente, ambos criterios se sumaron para obtener el criterio para definir
áreas críticas. El criterio varía entre 3 y 8.
Con este panorama, se tiene que las áreas de influencia de las estaciones Quebrada Azul,
Santa Clara y Río Achiote tienen un criterio de valoración de 3, el menor. Esto quiere decir
que en ellas los eventos extremos secos se presentan cada 8 años y con las menores
intensidades dentro de la subcuenca (ver Tabla 13). En otras palabras, las áreas menos
críticas se encuentran al sur de la subcuenca, en las partes más altas y más lluviosas (ver
Mapa 18). La población acá no percibe la sequía como una amenaza.
107��
108��
Solamente el área de influencia de la estación San Jorge presenta un valor de 4, lo que
quiere decir que en ésta los eventos extremos secos se presentan cada 7,5 años pero a lo
largo del periodo de estudio las intensidades han sido de las menores en la subcuenca. A
pesar de ello, ya a partir de este criterio de valoración las sequías han significado un
impacto en las actividades productivas de la población. Prácticamente toda la subcuenca
media se encuentra en esta área y acá se localiza el segundo centro urbano más importante,
San Jorge (Mapa 18).
En Comando Los Chiles se obtiene un criterio de valoración de 5, lo que se traduce en que
las intensidades de las sequías han sido moderadas (con respecto al comportamiento dentro
de la subcuenca) y se han presentado en promedio cada 8 años. Es un área pequeña pero
representativa por la presencia de bosques ribereños y localizarse muy cercana a la
desembocadura en el río Frío. Los impactos han sido significativos.
Coopevega, cuyo criterio de valoración es de 6, sufre un evento extremo seco cada 7,5
años y con intensidades medias. Es un área crítica, puesto que acá se encuentran
importantes áreas de cultivos de cítricos y bosques que protegen las nacientes del tributario
río Sabogal. La ocurrencia de eventos extremos compromete los niveles de recarga de agua
subterránea además de la buena producción en las cosechas.
Finalmente, en Laguna Caño Negro se obtiene un criterio de valoración de 7, el más alto de
todas las áreas analizadas. Los eventos extremos secos se dan cada 8 años pero con las
intensidades más altas en la subcuenca. De hecho, es acá donde se presentó el evento más
seco del periodo y fue en el año 1993 (la Dp llegó a ser de un 57,58).
Cubre gran parte del área de la subcuenca, donde se localizan importantes áreas de
cultivos, industrias piñeras y centros poblados. También se localizan la mayoría de los
humedales de la subcuenca.
109��
De la aplicación del sondeo en comunidades como La Unión del Amparo y Gallo Pinto se
obtuvo que acá los impactos de las sequías han sido notablemente visibles, sobre todo en
las actividades productivas y muy probablemente en la vida silvestre que depende de los
humedales. Sin embargo, también se identifica que las infraestructuras de acueductos
rurales (ASADAS) han respondido bien ante emergencias. Acá es donde se debe dar
prioridad con respecto a medidas para mitigar vulnerabilidades y crear resiliencia ante
eventos.
�
En ningún área se obtuvo un criterio de valoración de 8, que significaría eventos de
mayores intensidades cada 7,5 años. Se hace hincapié en que estos resultados se basan en
el comportamiento de las variables en el lapso de los 23 años de estudio y en las estaciones
utilizadas. No se descarta que pueda ocurrir un evento de aún mayor magnitud en cualquier
zona de la subcuenca.
En resumen, las áreas más críticas en cuanto a la recurrencia de sequías en la subcuenca
del río Sabogal se encuentran al norte de la misma, en altitudes bajas y donde prevalece la
agricultura. El ordenamiento territorial de la subcuenca debe incluir planes de mitigación
de vulnerabilidades en la población y control de la extracción racional de agua por medio
de apertura de pozos.
6.3. Escenario global
Para crear el escenario global de la evaluación territorial de la subcuenca del río Sabogal se
reclasificaron los mapas de disponibilidad y de recurrencia siguiendo el mismo criterio de
rangos (alto, medio, moderado y bajo). El mapa de disponibilidad de recurso hídrico se
reclasificó asignándole el peso que la metodología establece. Para el caso de la recurrencia
la reclasificación se basó en el criterio de valoración. En la Tabla 14 se muestran los pesos
utilizados para cada valoración.
110��
Tabla 14. Valores para la reclasificación de mapas y creación de áreas prioritarias.
Disponibilidad Recurrencia
Valoración Peso
Valoración Peso
Media 2 Intensidades bajas, 8 años Baja 1Moderada 3 Intensidades bajas, 7,5 años Media 2 Intensidades medias, 8 años Moderada 3 Intensidades medias, 7,5 años Moderada 3 Mayores intensidades, 8 años Alta 4
Fuente: Elaboración propia.
La suma de ambas reclasificaciones dio como resultado la determinación de las áreas
prioritarias de la subcuenca. Los valores más bajos de la suma indican áreas donde la
disponibilidad de recurso hídrico es media y la recurrencia no es tan crítica. Es decir, son
áreas donde las políticas de ordenamiento deberán mantener o mejorar la condición de
disponibilidad.
En contraposición, los valores más altos indican las áreas que deben ser intervenidas con
urgencia por sus condiciones de disponibilidad y recurrencia de sequías. En otras palabras,
son las áreas con presiones importantes sobre el recurso hídrico y que además son las más
afectadas por eventos extremos secos. En el Mapa 19 se muestra la zonificación de
prioridades para la subcuenca del río Sabogal.
Prioridad baja: se presenta en muy pequeña proporción de área y corresponde a las
coberturas boscosas de la subcuenca alta. La disponibilidad de agua es la mejor de la
subcuenca y los eventos extremos secos se presentan con mucho menos criticidad. Se
debería aumentar el área que cubra esta prioridad para asegurar mejor disponibilidad y con
acciones que incluyan la promoción del pago de servicios ambientales en las fincas,
protección de los parches de vegetación en riberas y nacientes y proyectos de gestión y
educación ambiental por parte del municipio.
111��
Prioridad media: se trata de la mayoría de las partes más altas de la subcuenca. Incluye los
pastizales y cultivos que se dan en el distrito Monterrey, así como el área urbana más
importante: Santo Domingo de Monterrey. La disponibilidad de agua es moderada, pero
cercana a ser media, y los eventos extremos secos no representan una peligrosidad crítica
para las actividades productivas. Se debe fomentar el uso de potreros arbolados y la
promoción de pagos de servicios ambientales para mejorar las condiciones de oferta de
recurso hídrico.
Prioridad moderada: cubre una gran parte del área de la subcuenca, desde el pie de monte
al sur, hasta los glacis y conos de deyección, hacia el norte. En ella predominan los
bosques y los pastizales, aunque las plantaciones forestales se dan buena proporción. Se
encuentra el segundo centro urbano de mayor importancia.
En esta área la disponibilidad de agua también es moderada pero hay mayor afectación por
la recurrencia de las sequías. La población ha experimentado bajas en su producción
agrícola y ganadera. Por lo tanto, es necesaria la aplicación de medidas que controlen la
presión sobre la oferta de recurso hídrico (cultivos resistentes a periodos secos y que no
demanden mucha agua del suelo, por ejemplo) así como el mejoramiento de la calidad de
vida y de infraestructura para crear un territorio menos vulnerable y más resiliente.
Prioridad alta: se presenta en dos sectores separados, uno al este y otro en el extremo norte
de la subcuenca. Puesto que la disponibilidad es moderada y los eventos extremos secos
son bastante críticos, es un área donde se debe aplicar medidas fuertes en el ordenamiento
del territorio y planificación de los recursos. Se presentan importantes áreas de cultivos y
pastizales que dan sustento a muchos pobladores (incluso de fuera de la subcuenca). Se
debe hacer un estudio más a profundidad de las condiciones hidrogeológicas que
condicionan la recarga de aguas subterráneas. Debe haber un control estricto en cuanto a la
extracción de agua por medio de pozos y protección de los ecosistemas naturales.
112��
�
�
113��
Prioridad muy alta: se presenta en una buena proporción de la subcuenca, específicamente
en la parte baja. Acá, la disponibilidad sigue siendo moderada pero puede fácilmente llegar
a ser baja, especialmente considerando que los eventos extremos secos se dan con las
mayores intensidades de toda el área. Es de esperar que durante un evento de sequía la
cantidad de agua disponible en el suelo para el uso de las plantas sea nula y por lo tanto
haya un importante impacto en las cosechas, la calidad de los pastos y en la recarga de
aguas subterráneas.
Acá las medidas en el ordenamiento territorial se deben aplicar con urgencia. La
considerable presión sobre el recurso hídrico debe controlarse y urge crear mejores
condiciones en la calidad de vida, de la vivienda, de la infraestructura pública y los
servicios ante la severidad de las sequías. Es en esta área donde se presentan la mayor
cantidad de humedales de la subcuenca; incluso, cubre parte del Refugio de Vida Silvestre
Caño Negro. Las acciones de ordenamiento territorial, por lo tanto, deben tener como
fuerte la inclusión del aspecto ecológico.
6.3.1. Análisis prospectivo: escenario tendencial, futuro y alternativo
En resumen, las partes medias y bajas de la subcuenca del río Sabogal son las que deben
recibir la prioridad en cuanto a las medidas de ordenamiento territorial. Es necesario
también relacionar estos resultados con el escenario climático tendencial de referencia para
la subcuenca.
El Instituto Meteorológico Nacional ha identificado escenarios del clima futuro (hasta
2040-2050) en cuanto a la temperatura y la precipitación. Para la Zona Norte del país se ha
estimado una disminución de las precipitaciones con respecto al clima actual hasta en un
20%, lo cual podría representar entre 200 y 700 mm menos de lluvia anuales (Retana,
2012) ( Alvarado et al, 2012). Para las temperaturas se prevé que haya un cambio positivo
para toda la región centroamericana, lo que se traduce en un incremento que puede variar
entre 0,4 y 1,0 ºC.
114��
Con base en este escenario futuro, el impacto que esto significaría en la disponibilidad del
recurso hídrico así como de la recurrencia de sequías sería importante. Con disminuciones
de lluvia y aumentos en las temperaturas, las evapotranspiraciones serían mayores y con
ello las diferencias de P-ETP. Esto conllevaría a una ampliación de la época seca, puesto
que habría más meses donde no se cubra las necesidades meteorológicas, e incluso a la
intensificación de esos meses secos.
Si el uso de la tierra se mantiene como está en la actualidad, la oferta sería muy similar, por
cuanto depende de la lámina de agua disponible y el tipo de suelo, sin embargo la demanda
aumentaría durante los meses secos. Las áreas con disponibilidad media (en la parte sur y
alta de la subcuenca) muy probablemente se convertirían a una disponibilidad moderada;
asimismo, muchas áreas con disponibilidad moderada podrían pasar a tener disponibilidad
baja al sobrepasar el 40% de agua utilizada. La presión sobre el recurso se intensificaría.
En cuanto a la recurrencia de sequías, una disminución en las lluvias provocaría que el
promedio anual baje considerablemente y que las anomalías negativas se presenten con
mayor intensidad. Por ejemplo, el área cercana a Caño Negro podría presentar eventos
extremos más secos de los que ya se han registrado y algunas áreas cercanas podrían
alcanzar los niveles más altos de criticidad (al intensificarse los eventos y con frecuencias
similares).
En forma general, este escenario futuro podría significar la ampliación de las áreas de más
alta prioridad de intervención. El escenario alternativo se constituiría en un ordenamiento
territorial de la cuenca que tome en cuenta estos indicadores y busque reducir las áreas que
requieran atención urgente (áreas en rojo). Haciendo un resumen, debería incluir:
115��
i. Regulación de los usos de la tierra que signifiquen más demanda de agua del suelo
ii. Protección y ampliación de las áreas de bosques en las partes más altas y más lluviosas
iii. Promoción de los programas de pago de servicios ambientales en fincas productivas
iv. Fortalecimiento de los servicios públicos, de educación y salud, para mitigar
vulnerabilidades sociales
v. Apoyo a las ASADAS para el aseguramiento de agua potable a toda la población
vi. Fomento de cadenas de valor para los productores y comerciantes de la subcuenca
vii. Control de la extracción de agua por medio de pozos
viii. Protección especial del Refugio de Vida Silvestre Caño Negro.
�
�
� �
116��
�
Capítulo VII
Conclusiones y consideraciones finales �
�
�
�
�
�
117��
7.1. Conclusiones y recomendaciones
La ubicación de la subcuenca del río Sabogal en tres diferentes cantones de la Zona Norte
y la cercanía con la frontera de Nicaragua da el preámbulo de que para una adecuada
planificación del recurso hídrico y mayor atención en las áreas con recurrencia de eventos
extremos secos, las divisiones naturales, como las cuencas hidrográficas, deben prevalecer
en el ordenamiento del territorio.
En la subcuenca, el comportamiento de los componentes del ciclo hidrológico está en
función del uso de la tierra y el tipo de suelo. La geomorfología influye solamente en la
formación del suelo, por tanto en sus propiedades físicas. No obstante no interviene
directamente en cuanto diferencias en recarga, ganancias o déficits hídricos, sobre todo
considerando que prácticamente toda la subcuenca está en una sola unidad geomorfológica.
Asimismo, la disponibilidad de recurso hídrico está también determinada por el uso de la
tierra, a pesar de las diferencias notables en los patrones de lluvias en la subcuenca baja,
media y alta.
Al no contar con una estación que mida caudal en la subcuenca no se pudo determinar
cuánto significa la escorrentía en las salidas del sistema hídrico. Para un análisis más
completo se recomendaría ubicar una estación pluviométrica en la salida de la subcuenca
para valorar también la disponibilidad superficial de recurso hídrico.
La aplicación de un balance hídrico en una subcuenca como la del Sabogal permite evaluar
detalladamente las condiciones hídricas de ese territorio, tanto en la dimensión espacial
como temporal. Sin embargo estas condiciones, por las características de la misma
metodología, están dadas para un sistema suelo-planta específico. Esto se puede convertir
en limitante si para la cuenca que se evalúe se desee conocer la disponibilidad en función
del uso del agua por parte de las sociedades y no de las coberturas de uso de la tierra.
118��
Pero en forma general, para fines de ordenamiento territorial, permite identificar qué usos
se pueden regular para no sobreexplotar la demanda, lo cual va de la mano con la
determinación de las aptitudes del territorio y el establecimiento de una línea base sobre la
cual trabajar.
Utilizando estos criterios, por su vocación agropecuaria en la subcuenca del río Sabogal se
debe dar prioridad a coberturas con sistemas radiculares relativamente superficiales que no
representen una elevada demanda, por ejemplo pastos y cultivos como el arroz. Las
coberturas boscosas, en términos de disponibilidad, resultan más beneficiosas en las zonas
donde la precipitación es mayor lo cual coincide con la cuenca alta. Así, además de
asegurar una menor escasez de agua, se protegerán las nacientes.
La aparición de eventos extremos secos en la subcuenca resulta ser muy uniforme, lo cual
es comprensible si se analiza desde una escala más regional. La cobertura de eventos
extremos secos suele ser extensa y responde a fenómenos de gran escala, por ello, al
analizar la subcuenca del río Sabogal como una unidad territorial inmersa en la región
Norte del país, no se encontraron notables diferencias en cuanto a su frecuencia. No
obstante, al incluir las intensidades de dichos eventos se logra evidenciar áreas que son
más críticas.
Las áreas cercanas al Refugio de Vida Silvestre Caño Negro son las que resultan ser más
críticas y donde hay una muy alta prioridad de intervención territorial. Aunque representan
poco porcentaje del área de la subcuenca, precisamente es en esta área donde se encuentran
la mayoría de los humedales, ecosistemas sumamente importantes y vulnerables. Hay una
probable afectación en la fauna que alberga y que migra hacia este refugio, así como la
vegetación que en muchas ocasiones se ve afectada por incendios forestales producto de la
sequedad en la zona.
Esto puede significar impactos considerables en el turismo y las actividades económicas de
las que depende la población de la subcuenca, que ya de por sí es vulnerable en su
infraestructura y condiciones socioeconómicas.
119��
Las áreas donde la prioridad resultó más baja no se deben de descuidar en las propuestas de
ordenamiento territorial ya que ante cualquier evento extremo las condiciones pueden
cambiar y representar disminuciones drásticas en la disponibilidad de recurso hídrico.
Resulta útil, entonces, relacionar un análisis de un periodo relativamente largo (balance
hídrico) con un análisis de eventos específicos (sequías) porque permite complementar
resultados y crear escenarios ante eventualidades.
Precisamente, las líneas de tendencia de las anomalías de precipitaciones resultan ser
decrecientes en muchas estaciones, lo que vislumbra que las anomalías se han intensificado
negativamente a lo largo del período de estudio y que ha significado la aparición de
eventos extremos secos cada vez más intensos con evidentes consecuencias en el medio
natural y social. Destaca el año 2012 como el único que presentó un 100% de cobertura de
anomalías negativas, es decir en toda la subcuenca durante ese año hubo cierta deficiencia
de precipitaciones.
Esto va acorde con el escenario climático futuro donde se proyecta una disminución de
precipitaciones y aumento en temperatura. Por lo cual, es necesario contar con un
escenario alternativo que se perfila como ciertas acciones que reduzcan las
vulnerabilidades y controlen futuros impactos sobre los territorios, esto dentro de un
proceso de ordenamiento territorial.
Finalmente, la investigación se constituye como un aporte significativo desde la geografía
a una corriente poco trabajada en Costa Rica como lo es el ordenamiento territorial de
cuencas hidrográficas. Ratifica el valor del análisis geográfico y del quehacer del geógrafo
en la solución de problemáticas territoriales reales por medio de la evaluación de un
espacio geográfico complejo.
120��
7.2. Referencias bibliográficas �
Alfaro, R. y Pacheco, R. (2000). Aplicación de algunos métodos de relleno a series anuales
de lluvia de diferentes regiones de Costa Rica. En: Tópicos meteorológicos y
oceanográficos. 7(1), 1-20.
Alvarado, L. et al (2012). Escenarios de cambio climático regionalizados para Costa Rica.
IMN-PNUD. Recuperado de:
http://cglobal.imn.ac.cr/sites/default/files/documentos/escenarios_de_cambio_climatico_di
gital_0.pdf
Aparicio, F. (1992). Fundamentos de hidrología de superficie. México D.F.: LIMUSA.
Arias, A. (2001). Suelos Tropicales. San José: EUNED.
Baraona, M. y Sancho, E. (1998). Piña y papaya. Fruticultura especial. San José: EUNED.
Barrantes, O. y Sandoval, L. (2013). Zona Norte-Norte de Costa Rica: Hojas cartográficas
de uso-cobertura de la tierra, 2011. Escala 1: 25 000. Alfaro, D. y Osorio, A. (coord).
Heredia: Escuela de Ciencias Geográficas, Universidad Nacional.
Barrantes, R. (2007). Investigación. Un camino al conocimiento. San José: EUNED.
Bergoeing, J. (1998). Geomorfología de Costa Rica. San José: IGN.
Bergoeing, J. y Protti, R. (2006). Geomorfología paleo-lacustre del sur del lago de
Nicaragua. En: Revista geográfica, 139: 27-38.
Bergoeing, J. y otros (2010). Atlas geomorfológico del Caribe de Costa Rica, escala
1:100.000. San José: UCR.
121��
Bergoeing, J. y otros (s/f). Atlas geomorfológico de Costa Rica, escala 1:350.000. San
José: UCR, ICE.
Carlotto, V y Bernex, N. (2009). Decidir: Diagnóstico o diagnósticos. En: Bernex, N. (Ed).
Aportes metodológicos al desarrollo de planes de gestión integrada de cuencas. Lima:
Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. pp 43- 64.
CEPAL (1994). Políticas públicas para el desarrollo sustentable: la gestión integrada de
cuencas. Recuperado de: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/9/19759/lcr1399s.pdf
Cervantes, C. y Mojica, F. (2003). Manual de laboratorio de edafología. Heredia: EUNA.
De Marchi, R. y Altissimo, R. (1996). Méthode d'évaluation de l'écosystème pour un
développement durable des zones rurales. Recuperado de:
http://www.fao.org/sd/LTdirect/LR96/demarchi.htm#ART302
Dollfus, O. (1982). El espacio geográfico. 2ª ed. Barcelona: Oikos-Tau.
Dunne, T. y Leopold, L. (1978). Water in environmental planning. London.
Faustino, J. y Velásquez, S. (2007). Curso Ordenamiento Territorial. Loja: CATIE.
Faustino, J. (coord.) (2008). Plan de Ordenamiento Territorial Ambiental de la Cuenca del
Río La Villa. Propuesta de Plan de Ordenamiento. Panamá: PRONAT, Autoridad
Nacional del Ambiente, CATIE.
Fonseca, W. (2004). Manual de productores de teca (tectona grandis) en Costa Rica. San
José: FONAFIFO. Recuperado de:
http://www.fonafifo.com/text_files/proyectos/ManualProductoresTeca.pdf
122��
Gonzalo, H. et al. (2004). Metodología de cálculo del índice de escasez. Bogotá: IDEAM.
Recuperado de:
http://www.minambiente.gov.co/Puerta/destacado/vivienda/gestion_ds_municipal/nuevas_
resoluciones/Rs_0865_Metodolog%C3%ADa_anexo%20.pdf
Groppo, P., Clementi, S. y Ravera F. (2003). Desde el diagnóstico territorial participativo
hasta la mesa de negociación: orientaciones metodológicas. En: Reforma Agraria.
Colonización y cooperativas. (2003-1), 34-49.
Hargreaves, G. (1981). Climate and third world agricultural. En: Revista Interciencia.
Julio/Agosto (6), 234-238.
Heras, R. (1981). Métodos de cálculo del balance hídrico: guía internacional de
investigación y métodos. Madrid: Instituto de Hidrología de España, UNESCO.
Hernández, D. (1994). Cultivo de cítricos en Costa Rica. En: Cortés, G. (ed.). Atlas
Agropecuario de Costa Rica. San José: EUNED. pp. 161-170.
Hernández, C. (mayo, 2008a). MAG confirma muerte de 177 reses en Los Chiles por
sequía. En: La Nación. p. 20 A.
Hernández, C. (mayo, 2008b). Cifra de reses muertas por sequía en la zona norte asciende
a 735. La Nación. p. 24 A.
Hernández, C. (abril, 2012). Escasez de agua afecta a comunidades norteñas. En: La
Nación. p. 12 A.
Hernández, C. y Barquero, M. (mayo 2008). Zona norte tendrá ¢550 millones para paliar
sequía. En: La Nación. p. 10 A.
123��
Hernando, L. (1988). Balance hídrico de la cuenca del Río Poás. (Disertación de
Licenciatura no publicada). Universidad Nacional. Costa Rica.
Hernando, L., Ruiz, A. y Solís, K. (2012). Disponibilidad del recurso hídrico en la
microcuenca del Río Segundo. Región Central de Costa Rica. En: Revista Geográfica de
América Central. 48, 117-132.
Herrera, W. (1985). Clima de Costa Rica. San José: EUNED.
Herrera, W. (1988). Análisis climático de siete variantes del balance hídrico aplicado a
Costa Rica. (Disertación de Licenciatura no publicada). Universidad Nacional. Costa Rica.
IGAC (1996). Guía metodológica para la formulación del Plan de ordenamiento
Territorial Urbano aplicable a ciudades. Lineamientos conceptuales y metodológicos
propuestos para la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial Urbano. Bogotá:
IGAC.
IMN (2008). Clima, variabilidad climática y Cambio Climático en Costa Rica. San José:
IMN.
INEC (2011). Censo de población y vivienda de 2011. San José: INEC.
IPCC (2007). Resumen para Responsables de Políticas. En: Cambio Climático 2007:
Impactos y Vulnerabilidad. Contribución del Grupo de Trabajo II al Cuarto Informe de
Evaluación del IPCC. Cambridge: Cambridge University Press.
Jiménez, F. (2001). Conceptos enfoques y estrategias para el manejo de cuencas
hidrográficas. Turrialba: CATIE.
Keller, E. y Blodgett, R. (2004). Riesgos Naturales. Madrid: Pearson.
124��
Linsley, R. (1975). Hidrología para ingenieros. 2ª ed. México D.F.: McGraw-Hill.
Maraux, F. y Rapidel, B. (1990). La simulación del balance hídrico. Nicaragua: CATIE
Márquez, F. et al. (2001). Participación ciudadana en la gestión pública. En: Temas
Sociales. 41. Recuperado de: http://www.sitiosur.cl/r.php?id=84.
Mata, A. (2008). Fenómenos naturales destructivos. San José: Editorial UCR.
Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos. (2012). Plan Nacional de
Ordenamiento Territorial 2014 al 2040. Borrador. Costa Rica.
Monge, L. (1989). Cultivo del arroz. 2ª ed. San José: EUNED.
Montaldo, A. (1991). Cultivo de raíces y tubérculos tropicales. 2ª ed. San José: IICA.
Montaldo, A. (1985). La yuca o mandioca. San José: IICA.
Morin, L. (1980). Cultivo de Cítricos. 2ª ed. Lima: IICA.
Núñez, J. (2000). Fundamentos de edafología. San José: EUNED.
Parsons, D. (1981). Frijol y chícharo. México: Trillas.
Pixley, L. (1994). El maíz. En: Cortés, G. (ed.). Atlas Agropecuario de Costa Rica. San
José: EUNED. pp. 109-120.
Pujols, E. (1988). Análisis de la disponibilidad y las demandas de agua para la
planificación de los recursos hídricos en la cuenca del Río Barranca, Costa Rica.
(Disertación de Maestría no publicada). Centro Agronómico Tropical de Investigación y
Enseñanza, Costa Rica.
125��
Quesada et al (2002). Componente de Recursos Hídricos. Plan de Desarrollo Urbano.
Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica
Ramakrishna, B. (1997). Estrategias de extensión para el manejo integrado de cuencas
hidrográficas: conceptos y experiencias. San José: IICA.
Retana, J. (s/f). Metodología para analizar eventos extremos hidrometeorológicos.
Manuscrito inédito. Instituto Meteorológico Nacional. San José, Costa Rica.
Retana, J. et al. (2011). Análisis del riesgo actual del sector hídrico de Costa Rica ante el
cambio climático para contribuir a mejorar el desarrollo humano. San José: MINAET,
IMN, PNUD.
Retana, J. (2012). Riesgo futuro del sector hídrico de Costa Rica ante el cambio climático.
IMN-PNUD. Recuperado de:
http://cglobal.imn.ac.cr/sites/default/files/documentos/riesgo_futuro.pdf
Rodríguez, P. (2009). Zonificación de la disponibilidad del recurso hídrico de la
microcuenca del Río Ciruelas. (Disertación de licenciatura no publicada). Universidad
Nacional, Costa Rica.
Romero, M. (1989). Balance hídrico de la subcuenca del río Quebradas. (Disertación de
licenciatura no publicada). Universidad Nacional, Costa Rica.
Sandoval, M. (s/f). Recursos Hídricos. Recuperado de:
http://www.cecies.org/articulo.asp?id=255
Sánchez, V. (2003). Gestión ambiental participativa de microcuencas. Heredia: EUNA.
Shelton, M. (2009). Hidroclimatology perspectives and applications. Cambridge:
Cambridge University Press.
126��
Sheng, T. (1992). Manual de campo para la ordenación de cuencas hidrográficas. Estudio
y planificación de cuencas hidrográficas. Roma: FAO.
Subiros, F. (2000). El cultivo de la caña de azúcar. San José: EUNED.
Tábora, F. et al (2011). Situación de los recursos hídricos en Centroamérica: hacia una
gestión integrada. Tegucigalpa: Global Water Partnership Central America. Recuperado de
http://www.gwp.org/Global/GWP-CAm_Files/SituaciondelosRecursosHidricos.pdf
Vargas, I. (2012). Recursos hídricos y saneamiento. En: Decimoctavo Informe Estado de la
Nación. San José: Programa Estado de la Nación.
Vásquez, W. y Ugalde, L. (1995). Rendimiento y calidad de sitios para Gmelina arbórea,
Tectona grandis, Bombacopsis quinatum y Pinus caribea en Guanacaste, Costa Rica.
Turrialba: CATIE.
Vahrson, W. y Romero, M. (1984). Determinación de curvas de retención, densidad
aparente, porosidad, distribución aproximada de los poros y agua disponible. En: Avances
en geografía. 9, 125-136
Villalobos, R. (2008). Efectos del clima, su variabilidad y cambio climático sobre la salud
humana en Costa Rica. San José: IMN, MINSA, PNUD.
Villón, M. (2004). Hidrología. Cartago: Editorial Tecnológica de Costa Rica.
Zúñiga, M., Montoya, J. y Cambronero, A. (2007). Gestión de proyectos de conservación y
manejo de recursos naturales. San José: EUNED.
�
127��
�
Anexos �
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
�
128��
Anexo 1. Guía de preguntas para el sondeo.
1. ¿Desde hace cuánto vive en su pueblo o comunidad?
2. ¿A qué se dedica y desde cuando lo hace?
3. ¿Recuerda cuándo fue la última sequía?
4. ¿De dónde proviene el agua que consume, de acueducto, pozo, asada, etc.?
5. ¿Falta el agua por acá? ¿se hacen cortes en el suministro de agua?
6. ¿Cuáles considera que son los principales problemas con respecto a la naturaleza en
su comunidad o cantón?
7. ¿Cómo visualiza su comunidad dentro de unos años con respecto a estos
problemas?
8. Imagine que fuese un alcalde o diputado y tuviese el poder económico y político
para realizar algún proyecto de mejora en esta comunidad y las comunidades
vecinas. ¿Qué haría para solucionar estos problemas?
129��
Anexo 2. Fórmulas de regresión para el cálculo de temperatura mínima, media y máxima para la vertiente Caribe de Costa Rica.
�
Mes Fórmula
Enero Y max = 29,39000 - 0,0053316 X
Y min = 20,05170 - 0,0049450 X
Y med = 24,72000 - 0,0051380 X
Febrero Y max = 29,78400 - 0,0051750 X
Y min = 19,93890 - 0,0049614 X
Y med = 24,86140 - 0,0050682 X
Marzo Y max = 30,53260 - 0,0050720 X
Y min = 20,57500 - 0,0050720 X
Y med = 25,55300 - 0,0050721 X
Abril Y max = 30,91240 - 0,0051436 X
Y min = 21,29040 - 0,0051800 X
Y med = 26,10140 - 0,0051610 X
Mayo Y max = 31,36060 - 0,0055088 X
Y min = 21,76800 - 0,0050130 X
Y med = 26,56430 - 0,0052609 X
Junio Y max = 30,80056 - 0,0055340 X
Y min = 21,98925 - 0,0050500 X
Y med = 26,39490 - 0,0052920 X
Julio Y max = 30,14100 - 0,0053905 X
Y min = 21,93312 - 0,0051672 X
Y med = 26,03700 - 0,0052788 X
Agosto Y max = 30,58200 - 0,0055949 X
Y min = 21,74700 - 0,0050770 X
Y med = 26,16450 - 0,0053350 X
SeptiembreY max = 31,00000 - 0,0057040 X
Y min = 21,74800 - 0,0050710 X
Y med = 26,37400 - 0,0053870 X
Octubre Y max = 30,81480 - 0,0057362 X
Y min = 21,52200 - 0,0049206 X
Y med = 26,16840 - 0,0053284 X
NoviembreY max = 30,24500 - 0,0057362 X
Y min = 21,19600 - 0,0048927 X
Y med = 25,72050 - 0,0054120 X
Diciembre Y max = 28,92000 - 0,0053400 X
Y min = 20,57783 - 0,0049520 X
Y med = 24,74890 - 0,0051460 X Fuente: Herrera, 1988.
130
An
exo
3: B
alan
ces
híd
rico
s B
alan
ce H
ídri
co 1
Bal
ance
híd
rico
2
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
20
0 c
m
S
uelo
T
ropa
quep
t
A
gua
disp
onib
le
4,
33
U
so
Bos
que
L
AD
86
,6
Á
rea
10,7
4 km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
76,8
8 36
,37
11,4
9 3,
72
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
821,
26
� H
SD
-9
,72
-40,
51
-24,
88
-7,7
7 82
,88
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
66
100,
68
74,0
2 58
,16
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1427
,37
D
0,39
23
,04
72,9
5 87
,91
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
184,
29
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4 81
6,60
R
-
- -
- -
0,00
1503
0,
0019
76
0,00
1657
0,
0009
41
0,00
1010
0,
0007
11
0,00
0972
0,
0087
70
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
15
cm
Sue
lo
Tro
paqu
ept
Agu
a di
spon
ible
4,33
Uso
P
asto
LA
D
6,49
Áre
a
16
,42
km2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
108,
94
60,1
7 49
,14
50,3
9 19
5,46
27
7,78
32
0,42
29
7,45
22
7,29
23
1,74
18
6,11
20
0,57
22
05,4
6 E
TP
11
9,05
12
3,72
14
6,97
14
6,07
15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
16
11,6
6 P
-ET
P
-10,
11
-63,
55
-97,
83
-95,
68
44,3
7 13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4
PP
A
-10,
11
-73,
66
-171
,49
-267
,17
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
1,
32
0,00
0,
00
0,00
6,
49
6,49
6,
49
6,49
6,
49
6,49
6,
49
6,49
53
,24
� H
SD
-5
,17
-1,3
2 0,
00
0,00
6,
49
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
114,
11
61,4
9 49
,14
50,3
9 15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
13
50,9
8 D
4,
94
62,2
3 97
,83
95,6
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
26
0,68
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
37
,88
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
854,
48
R
- -
- -
0,00
0622
0,
0022
99
0,00
3021
0,
0025
34
0,00
1439
0,
0015
44
0,00
1087
0,
0014
87
0,01
4031
131�
�
Bal
ance
híd
rico
3
Bal
ance
híd
rico
4
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
30
cm
Sue
lo
Tro
paqu
ept
Agu
a di
spon
ible
4,33
Uso
P
iña
L
AD
12
,99
Á
rea
3, 2
1 km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
5,87
0,
04
0,00
0,
00
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
109,
83
� H
SD
-7
,12
-5,8
3 -0
,04
0,00
12
,99
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
116,
06
66,0
0 49
,18
50,3
9 15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
13
57,4
8 D
2,
99
57,7
2 97
,79
95,6
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
25
4,18
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
31
,38
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
847,
98
R
- -
- -
0,00
0101
0,
0004
49
0,00
0591
0,
0004
95
0,00
0281
0,
0003
02
0,00
0212
0,
0002
91
0,00
2722
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
18
0 c
m
S
uelo
T
ropa
quep
t
A
gua
disp
onib
le
4,
33
U
so
Nar
anja
LA
D
77,9
4
Áre
a
3,
28
km2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
108,
94
60,1
7 49
,14
50,3
9 19
5,46
27
7,78
32
0,42
29
7,45
22
7,29
23
1,74
18
6,11
20
0,57
22
05,4
6 E
TP
11
9,05
12
3,72
14
6,97
14
6,07
15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
16
11,6
6 P
-ET
P
-10,
11
-63,
55
-97,
83
-95,
68
44,3
7 13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4
PP
A
-10,
11
-73,
66
-171
,49
-267
,17
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
68
,28
29,7
2 8,
26
2,36
77
,94
77,9
4 77
,94
77,9
4 77
,94
77,9
4 77
,94
77,9
4 73
2,15
�
HS
D
-9,6
6 -3
8,56
-2
1,46
-5
,90
75,5
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,60
98
,73
70,6
0 56
,29
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1420
,07
D
0,45
24
,99
76,3
7 89
,78
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
191,
59
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4 81
6,60
R
-
- -
- -
0,00
0459
0,
0006
03
0,00
0506
0,
0002
87
0,00
0308
0,
0002
17
0,00
0297
0,
0026
78
132�
�
Bal
ance
híd
rico
5
Bal
ance
híd
rico
6
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
30
cm
Sue
lo
Tro
paqu
ept
Agu
a di
spon
ible
4,33
Uso
M
elin
a y
teca
L
AD
12
,99
Á
rea
0,58
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
5,87
0,
04
0,00
0,
00
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
109,
83
� H
SD
-7
,12
-5,8
3 -0
,04
0,00
12
,99
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
116,
06
66,0
0 49
,18
50,3
9 15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
13
57,4
8 D
2,
99
57,7
2 97
,79
95,6
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
25
4,18
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
31
,38
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
847,
98
R
- -
- -
0,00
0018
0,
0000
81
0,00
0107
0,
0000
89
0,00
0051
0,
0000
55
0,00
0038
0,
0000
53
0,00
0492
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
20
0 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Bos
que
L
AD
59
,20
Á
rea
7,43
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
49,7
4 16
,64
3,08
0,
59
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
543,
65
� H
SD
-9
,46
-33,
10
-13,
56
-2,4
9 58
,61
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
40
93,2
7 62
,70
52,8
8 15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
14
03,1
0 D
0,
65
30,4
5 84
,27
93,1
9 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
20
8,56
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
816,
60
R
- -
- -
- 0,
0010
40
0,00
1367
0,
0011
47
0,00
0651
0,
0006
98
0,00
0492
0,
0006
73
0,00
6067
133�
�
Bal
ance
híd
rico
7
Bal
ance
híd
rico
8
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
15
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
P
asto
L
AD
4,
44
Á
rea
8,44
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
0,44
0,
00
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
35,9
6 �
HS
D
-4,0
0 -0
,44
0,00
0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
2,94
60
,61
49,1
4 50
,39
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1348
,93
D
6,11
63
,11
97,8
3 95
,68
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
262,
73
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
39,9
3 13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4 85
6,53
R
-
- -
- 0,
0003
37
0,00
1182
0,
0015
53
0,00
1302
0,
0007
40
0,00
0793
0,
0005
58
0,00
0764
0,
0072
29
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
30
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
P
iña
L
AD
8,
88
Á
rea
2,33
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
2,78
0,
00
0,00
0,
00
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
73,8
2 �
HS
D
-6,1
0 -2
,78
0,00
0,
00
8,88
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
5,04
62
,95
49,1
4 50
,39
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1353
,37
D
4,01
60
,77
97,8
3 95
,68
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
258,
29
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
35,4
9 13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4 85
2,09
R
-
- -
- 0,
0000
83
0,00
0326
0,
0004
29
0,00
0360
0,
0002
04
0,00
0219
0,
0001
54
0,00
0211
0,
0019
85
134�
�
Bal
ance
híd
rico
9
Bal
ance
híd
rico
10
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
20
0 cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
F
rijo
l
L
AD
59
,20
Á
rea
0,25
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
49,7
4 16
,64
3,08
0,
59
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
543,
65
� H
SD
-9
,46
-33,
10
-13,
56
-2,4
9 58
,61
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
40
93,2
7 62
,70
52,8
8 15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
14
03,1
0 D
0,
65
30,4
5 84
,27
93,1
9 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
20
8,56
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
816,
60
R
- -
- -
- 0,
0000
35
0,00
0046
0,
0000
39
0,00
0022
0,
0000
24
0,00
0017
0,
0000
23
0,00
0204
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
18
0 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Nar
anja
LA
D
53,2
8
Áre
a
0,
34 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
108,
94
60,1
7 49
,14
50,3
9 19
5,46
27
7,78
32
0,42
29
7,45
22
7,29
23
1,74
18
6,11
20
0,57
22
05,4
6 E
TP
11
9,05
12
3,72
14
6,97
14
6,07
15
1,09
13
7,79
13
6,46
14
3,14
13
9,67
13
7,73
11
9,94
11
0,03
16
11,6
6 P
-ET
P
-10,
11
-63,
55
-97,
83
-95,
68
44,3
7 13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4
PP
A
-10,
11
-73,
66
-171
,49
-267
,17
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
43
,90
13,0
1 2,
00
0,32
53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 48
5,47
�
HS
D
-9,3
8 -3
0,90
-1
1,01
-1
,68
52,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,32
91
,07
60,1
5 52
,07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1397
,45
D
0,73
32
,65
86,8
2 94
,00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
214,
21
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4 81
6,60
R
-
- -
- -
0,00
0048
0,
0000
63
0,00
0052
0,
0000
30
0,00
0032
0,
0000
22
0,00
0031
0,
0002
78
135�
�
Bal
ance
híd
rico
11
Bal
ance
híd
rico
12
Zon
a cl
imát
ica
I
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Sed
imen
tari
a
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
30
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
M
elin
a y
teca
L
AD
8,
88
Á
rea
2,40
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
10
8,94
60
,17
49,1
4 50
,39
195,
46
277,
78
320,
42
297,
45
227,
29
231,
74
186,
11
200,
57
2205
,46
ET
P
119,
05
123,
72
146,
97
146,
07
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1611
,66
P-E
TP
-1
0,11
-6
3,55
-9
7,83
-9
5,68
44
,37
139,
99
183,
96
154,
31
87,6
2 94
,01
66,1
7 90
,54
P
PA
-1
0,11
-7
3,66
-1
71,4
9 -2
67,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
2,78
0,
00
0,00
0,
00
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
73,8
2 �
HS
D
-6,1
0 -2
,78
0,00
0,
00
8,88
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
5,04
62
,95
49,1
4 50
,39
151,
09
137,
79
136,
46
143,
14
139,
67
137,
73
119,
94
110,
03
1353
,37
D
4,01
60
,77
97,8
3 95
,68
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
258,
29
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
35,4
9 13
9,99
18
3,96
15
4,31
87
,62
94,0
1 66
,17
90,5
4 85
2,09
R
-
- -
- 0,
0000
85
0,00
0336
0,
0004
42
0,00
0370
0,
0002
10
0,00
0226
0,
0001
59
0,00
0217
0,
0020
45
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
Sue
lo
Tro
paqu
ept
Agu
a di
spon
ible
4,33
Uso
B
osqu
e
LA
D
86,6
0
Áre
a
4,
30 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
86,6
0 46
,65
15,9
3 5,
38
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
847,
36
� H
SD
0,
00
-39,
95
-30,
72
-10,
55
81,2
2 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
11
0,99
86
,21
64,2
6 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
14
54,4
7 D
0,
00
12,5
7 60
,52
81,6
5 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
15
4,74
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
0,
00
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
09,5
2 R
0,
0000
22
- -
- -
0,00
0718
0,
0008
60
0,00
0757
0,
0004
77
0,00
0566
0,
0004
27
0,00
0513
0,
0043
41
136�
�
Bal
ance
híd
rico
13
Bal
ance
híd
rico
14
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
T
ropa
quep
t
A
gua
disp
onib
le
4,
33
U
so
Pas
to
LA
D
6,49
Áre
a
19
,75
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
6,
49
0,00
0,
00
0,00
6,
49
6,49
6,
49
6,49
6,
49
6,49
6,
49
6,49
58
,41
�H
SD
0,
00
-6,4
9 0,
00
0,00
6,
49
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
89
77,5
3 55
,49
53,7
1 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
13
79,7
4 D
0,
00
46,0
3 91
,24
92,2
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
22
9,47
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
53
,72
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
63,2
4 R
0,
0001
02
- -
- 0,
0010
61
0,00
3297
0,
0039
48
0,00
3479
0,
0021
92
0,00
2600
0,
0019
63
0,00
2358
0,
0209
99
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
30 c
m
S
uelo
T
ropa
quep
t
A
gua
disp
onib
le
4,
33
U
so
Piñ
a
LA
D
12,9
9
Áre
a
1,
58 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
12,9
9 0,
21
0,00
0,
00
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
117,
12
� H
SD
0,
00
-12,
78
-0,2
1 0,
00
12,9
9 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
83
,82
55,2
8 53
,71
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1385
,82
D
0,00
39
,74
91,4
5 92
,20
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
223,
39
G
5,14
0,
00
0,00
0,
00
47,2
2 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1056
,74
R
0,00
0008
-
- -
0,00
0075
0,
0002
64
0,00
0316
0,
0002
78
0,00
0175
0,
0002
08
0,00
0157
0,
0001
89
0,00
1670
137�
�
Bal
ance
híd
rico
15
Bal
ance
híd
rico
16
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
S
uelo
T
ropa
quep
t
A
gua
disp
onib
le
4,
33
U
so
Fri
jol
LA
D
86,6
0
Áre
a
0,
17 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
86,6
0 46
,65
15,9
3 5,
38
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
86,6
0 86
,60
847,
36
� H
SD
0,
00
-39,
95
-30,
72
-10,
55
81,2
2 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
11
0,99
86
,21
64,2
6 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
14
54,4
7 D
0,
00
12,5
7 60
,52
81,6
5 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
15
4,74
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
0,
00
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
09,5
2 R
0,
0000
01
- -
- -
0,00
0028
0,
0000
34
0,00
0030
0,
0000
19
0,00
0022
0,
0000
17
0,00
0020
0,
0001
72
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
180
cm
Sue
lo
Tro
paqu
ept
Agu
a di
spon
ible
4,33
Uso
N
aran
ja
L
AD
77
,94
Á
rea
1,73
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
77
,94
39,2
0 11
,88
3,55
77
,94
77,9
4 77
,94
77,9
4 77
,94
77,9
4 77
,94
77,9
4 75
6,09
�
HS
D
0,00
-3
8,74
-2
7,32
-8
,32
74,3
9 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
10
9,78
82
,81
62,0
3 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
14
47,6
4 D
0,
00
13,7
8 63
,92
83,8
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
16
1,57
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
0,
00
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
09,5
2 R
0,
0000
09
- -
- -
0,00
0289
0,
0003
46
0,00
0305
0,
0001
92
0,00
0228
0,
0001
72
0,00
0207
0,
0017
46
138�
�
Bal
ance
híd
rico
17
Bal
ance
híd
rico
18
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
S
uelo
T
ropa
quep
t
A
gua
disp
onib
le
4,
33
U
so
Mel
ina
y te
ca
LA
D
12,9
9
Áre
a
0,
60 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
12,9
9 0,
21
0,00
0,
00
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
12,9
9 12
,99
117,
12
� H
SD
0,
00
-12,
78
-0,2
1 0,
00
12,9
9 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
83
,82
55,7
0 53
,71
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1386
,24
D
0,00
39
,74
91,0
3 92
,20
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
222,
97
G
5,14
0,
00
0,00
0,
00
47,2
2 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1056
,74
R
0,00
0003
-
- -
0,00
0028
0,
0001
00
0,00
0120
0,
0001
06
0,00
0067
0,
0000
79
0,00
0060
0,
0000
72
0,00
0634
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
B
osqu
e
LA
D
59,2
0
Áre
a
29
,48
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
59
,20
23,9
5 4,
97
1,02
59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 56
2,74
�
HS
D
0,00
-3
5,25
-1
8,98
-3
,96
58,1
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
10
6,29
74
,47
57,6
7 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
14
31,4
3 D
0,
00
17,2
7 72
,26
88,2
4 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
17
7,78
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
2,
03
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
11,5
5 R
0,
0001
52
- -
- 0,
0000
60
0,00
4921
0,
0058
93
0,00
5193
0,
0032
71
0,00
3881
0,
0029
31
0,00
3519
0,
0298
20
139�
�
Bal
ance
híd
rico
19
Bal
ance
híd
rico
20
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Pas
to
LA
D
4,44
Áre
a
76
,36
km2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
00
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
39,9
6 �
HS
D
0,00
-4
,44
0,00
0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
75
,48
55,4
9 53
,71
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1377
,69
D
0,00
48
,08
91,2
4 92
,20
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
231,
52
G
5,14
0,
00
0,00
0,
00
55,7
7 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1065
,29
R
0,00
0392
-
- -
0,00
4259
0,
0127
46
0,01
5264
0,
0134
51
0,00
8474
0,
0100
53
0,00
7591
0,
0091
16
0,08
1346
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
100
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
M
aíz
L
AD
29
,60
Á
rea
0,12
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
29
,60
4,85
0,
21
0,01
29
,60
29,6
0 29
,60
29,6
0 29
,60
29,6
0 29
,60
29,6
0 27
1,46
�
HS
D
0,00
-2
4,75
-4
,64
-0,2
0 29
,59
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
89
95,7
9 60
,13
53,5
1 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
14
02,4
4 D
0,
00
27,7
7 86
,60
92,4
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
20
6,77
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
30
,62
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
40,1
4 R
0,
0000
01
- -
- 0,
0000
04
0,00
0020
0,
0000
24
0,00
0021
0,
0000
13
0,00
0016
0,
0000
12
0,00
0014
0,
0001
25
140�
�
Bal
ance
híd
rico
21
Bal
ance
híd
rico
22
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
30 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Piñ
a
L
AD
8,
88
Á
rea
3,15
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
8,
88
0,02
0,
00
0,00
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
79
,94
� H
SD
0,
00
-8,8
6 -0
,02
0,00
8,
88
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
89
79,9
0 55
,51
53,7
1 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
13
82,1
3 D
0,
00
43,6
6 91
,22
92,2
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
22
7,08
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
51
,33
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
60,8
5 R
0,
0000
16
- -
- 0,
0001
62
0,00
0526
0,
0006
30
0,00
0555
0,
0003
50
0,00
0415
0,
0003
13
0,00
0376
0,
0033
42
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
70 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Cañ
a
LA
D
20,7
2
Áre
a
0,
14 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
20,7
2 0,
40
0,00
0,
00
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
139,
52
�H
SD
5,
92
-20,
32
-0,4
0 0,
00
14,8
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
91
,36
55,8
9 53
,71
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1393
,97
D
0,00
32
,20
90,8
4 92
,20
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
215,
24
G
-0,7
8 0,
00
0,00
0,
00
45,4
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1049
,01
R
0,00
0000
1 -
- -
0,00
0006
0,
0000
23
0,00
0028
0,
0000
25
0,00
0016
0,
0000
18
0,00
0014
0,
0000
17
0,00
0147
141�
�
Bal
ance
híd
rico
23
Bal
ance
híd
rico
24
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
50 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Yuc
a
L
AD
14
,80
Á
rea
0,1
6 km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
14
,80
0,40
0,
00
0,00
14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 13
3,60
�
HS
D
0,00
-1
4,40
-0
,40
0,00
14
,80
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
89
85,4
4 55
,89
53,7
1 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
13
88,0
5 D
0,
00
38,1
2 90
,84
92,2
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
22
1,16
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
45
,41
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
54,9
3 R
0,
0000
01
- -
- 0,
0000
07
0,00
0027
0,
0000
32
0,00
0028
0,
0000
18
0,00
0021
0,
0000
16
0,00
0019
0,
0001
69
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
F
rijo
l
LA
D
59,2
0
Áre
a
2,
67 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
59,2
0 23
,95
4,97
1,
02
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
562,
74
�H
SD
0,
00
-35,
25
-18,
98
-3,9
6 58
,18
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
89
106,
29
74,4
7 57
,67
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1431
,43
D
0,00
17
,27
72,2
6 88
,24
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
177,
78
G
5,14
0,
00
0,00
0,
00
2,03
16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1011
,55
R
0,00
0014
-
- -
0,00
0005
0,
0004
46
0,00
0534
0,
0004
70
0,00
0296
0,
0003
52
0,00
0265
0,
0003
19
0,00
2701
142�
�
Bal
ance
híd
rico
25
Bal
ance
híd
rico
26
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Arr
oz
LA
D
4,44
Áre
a
0,
49 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
00
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
39,9
6 �
HS
D
0,00
-4
,44
0,00
0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
75
,48
55,4
9 53
,71
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1377
,69
D
0,00
48
,08
91,2
4 92
,20
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
231,
52
G
5,14
0,
00
0,00
0,
00
55,7
7 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1065
,29
R
0,00
0003
-
- -
0,00
0027
0,
0000
82
0,00
0098
0,
0000
86
0,00
0054
0,
0000
65
0,00
0049
0,
0000
58
0,00
0522
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
180
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
N
aran
ja
L
AD
53
,28
Á
rea
2,92
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
12
4,03
71
,04
55,4
9 53
,71
211,
10
304,
52
336,
18
319,
09
250,
44
269,
01
219,
13
229,
24
2442
,98
ET
P
118,
89
123,
56
146,
73
145,
91
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1609
,21
P-E
TP
5,
14
-52,
52
-91,
24
-92,
20
60,2
1 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
P
PA
0,
00
-52,
52
-143
,76
-235
,96
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
53
,28
19,4
9 3,
40
0,58
53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 50
2,99
�
HS
D
0,00
-3
3,79
-1
6,10
-2
,82
52,7
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
10
4,83
71
,59
56,5
3 15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
14
25,9
5 D
0,
00
18,7
3 75
,14
89,3
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
18
3,26
G
5,
14
0,00
0,
00
0,00
7,
51
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
10
17,0
3 R
0,
0000
15
- -
- 0,
0000
22
0,00
0487
0,
0005
84
0,00
0514
0,
0003
24
0,00
0384
0,
0002
90
0,00
0349
0,
0029
70
143�
�
Bal
ance
híd
rico
27
Bal
ance
híd
rico
28
Zon
a cl
imát
ica
II
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
30 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Mel
ina
y te
ca
LA
D
8,88
Áre
a
6,
75 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
124,
03
71,0
4 55
,49
53,7
1 21
1,10
30
4,52
33
6,18
31
9,09
25
0,44
26
9,01
21
9,13
22
9,24
24
42,9
8 E
TP
11
8,89
12
3,56
14
6,73
14
5,91
15
0,89
13
7,60
13
6,28
14
2,94
13
9,47
13
7,36
11
9,72
10
9,86
16
09,2
1 P
-ET
P
5,14
-5
2,52
-9
1,24
-9
2,20
60
,21
166,
92
199,
90
176,
15
110,
97
131,
65
99,4
1 11
9,38
PP
A
0,00
-5
2,52
-1
43,7
6 -2
35,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
8,88
0,
02
0,00
0,
00
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
79,9
4 �
HS
D
0,00
-8
,86
-0,0
2 0,
00
8,88
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,89
79
,90
55,5
1 53
,71
150,
89
137,
60
136,
28
142,
94
139,
47
137,
36
119,
72
109,
86
1382
,13
D
0,00
43
,66
91,2
2 92
,20
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
227,
08
G
5,14
0,
00
0,00
0,
00
51,3
3 16
6,92
19
9,90
17
6,15
11
0,97
13
1,65
99
,41
119,
38
1060
,85
R
0,00
0035
-
- -
0,00
0346
0,
0011
27
0,00
1349
0,
0011
89
0,00
0749
0,
0008
89
0,00
0671
0,
0008
06
0,00
7161
Zon
a cl
imát
ica
II
I
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
B
osqu
e
LA
D
59,2
0
Áre
a
20
,79
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
14
4,12
86
,77
63,7
4 59
,79
237,
95
321,
89
354,
68
342,
29
279,
11
307,
31
264,
02
258,
92
2720
,59
ET
P
118,
54
123,
20
146,
31
145,
55
150,
42
137,
16
135,
87
142,
49
139,
01
136,
86
119,
27
109,
51
1604
,19
P-E
TP
25
,58
-36,
43
-82,
57
-85,
76
87,5
3 18
4,73
21
8,81
19
9,80
14
0,10
17
0,45
14
4,75
14
9,41
PP
A
0,00
-3
6,43
-1
19,0
0 -2
04,7
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
59,2
0 31
,60
7,62
1,
74
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
573,
76
�H
SD
0,
00
-27,
60
-23,
98
-5,8
8 57
,46
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
54
114,
37
87,7
2 65
,67
150,
42
137,
16
135,
87
142,
49
139,
01
136,
86
119,
27
109,
51
1456
,89
D
0,00
8,
83
58,5
9 79
,88
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
147,
30
G
25,5
8 0,
00
0,00
0,
00
30,0
7 18
4,73
21
8,81
19
9,80
14
0,10
17
0,45
14
4,75
14
9,41
12
63,7
0 R
0,
0005
32
- -
- 0,
0006
25
0,00
3841
0,
0045
49
0,00
4154
0,
0029
13
0,00
3544
0,
0030
09
0,00
3106
0,
0262
72
144�
�
Bal
ance
híd
rico
29
Bal
ance
híd
rico
30
Zon
a cl
imát
ica
II
I
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Pas
to
LA
D
4,44
Áre
a
51
,34
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
14
4,12
86
,77
63,7
4 59
,79
237,
95
321,
89
354,
68
342,
29
279,
11
307,
31
264,
02
258,
92
2720
,59
ET
P
118,
54
123,
20
146,
31
145,
55
150,
42
137,
16
135,
87
142,
49
139,
01
136,
86
119,
27
109,
51
1604
,19
P-E
TP
25
,58
-36,
43
-82,
57
-85,
76
87,5
3 18
4,73
21
8,81
19
9,80
14
0,10
17
0,45
14
4,75
14
9,41
PP
A
0,00
-3
6,43
-1
19,0
0 -2
04,7
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
00
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
39,9
6 �
HS
D
0,00
-4
,44
0,00
0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,54
91
,21
63,7
4 59
,79
150,
42
137,
16
135,
87
142,
49
139,
01
136,
86
119,
27
109,
51
1403
,87
D
0,00
31
,99
82,5
7 85
,76
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
200,
32
G
25,5
8 0,
00
0,00
0,
00
83,0
9 18
4,73
21
8,81
19
9,80
14
0,10
17
0,45
14
4,75
14
9,41
13
16,7
2 R
0,
0013
13
- -
- 0,
0042
66
0,00
9484
0,
0112
34
0,01
0258
0,
0071
93
0,00
8751
0,
0074
31
0,00
7671
0,
0676
00
Zon
a cl
imát
ica
II
I
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
50 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Yuc
a
LA
D
14,8
0
Áre
a
0,
07 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
144,
12
86,7
7 63
,74
59,7
9 23
7,95
32
1,89
35
4,68
34
2,29
27
9,11
30
7,31
26
4,02
25
8,92
27
20,5
9 E
TP
11
8,54
12
3,20
14
6,31
14
5,55
15
0,42
13
7,16
13
5,87
14
2,49
13
9,01
13
6,86
11
9,27
10
9,51
16
04,1
9 P
-ET
P
25,5
8 -3
6,43
-8
2,57
-8
5,76
87
,53
184,
73
218,
81
199,
80
140,
10
170,
45
144,
75
149,
41
P
PA
0,
00
-36,
43
-119
,00
-204
,76
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
14
,80
1,20
0,
00
0,00
14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 14
,80
14,8
0 13
4,41
�
HS
D
0,00
-1
3,60
-1
,20
0,00
14
,80
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
54
100,
37
64,9
4 59
,79
150,
42
137,
16
135,
87
142,
49
139,
01
136,
86
119,
27
109,
51
1414
,22
D
0,00
22
,83
81,3
7 85
,76
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
189,
97
G
25,5
8 0,
00
0,00
0,
00
72,7
3 18
4,73
21
8,81
19
9,80
14
0,10
17
0,45
14
4,75
14
9,41
13
06,3
6 R
0,
0000
02
- -
- 0,
0000
05
0,00
0013
0,
0000
15
0,00
0014
0,
0000
10
0,00
0012
0,
0000
10
0,00
0010
0,
0000
91
145�
�
Bal
ance
híd
rico
31
Bal
ance
híd
rico
32
Zon
a cl
imát
ica
II
I
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
180
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
N
aran
ja
LA
D
53,2
8
Áre
a
2,
94 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
144,
12
86,7
7 63
,74
59,7
9 23
7,95
32
1,89
35
4,68
34
2,29
27
9,11
30
7,31
26
4,02
25
8,92
27
20,5
9 E
TP
11
8,54
12
3,20
14
6,31
14
5,55
15
0,42
13
7,16
13
5,87
14
2,49
13
9,01
13
6,86
11
9,27
10
9,51
16
04,1
9 P
-ET
P
25,5
8 -3
6,43
-8
2,57
-8
5,76
87
,53
184,
73
218,
81
199,
80
140,
10
170,
45
144,
75
149,
41
P
PA
0,
00
-36,
43
-119
,00
-204
,76
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
53
,28
26,5
3 5,
46
1,06
53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 53
,28
53,2
8 51
2,56
�
HS
D
0,00
-2
6,75
-2
1,07
-4
,40
52,2
2 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,54
11
3,52
84
,81
64,1
9 15
0,42
13
7,16
13
5,87
14
2,49
13
9,01
13
6,86
11
9,27
10
9,51
14
51,6
5 D
0,
00
9,68
61
,50
81,3
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
15
2,54
G
25
,58
0,00
0,
00
0,00
35
,31
184,
73
218,
81
199,
80
140,
10
170,
45
144,
75
149,
41
1268
,94
R
0,00
0075
-
- -
0,00
0104
0,
0005
43
0,00
0643
0,
0005
87
0,00
0412
0,
0005
01
0,00
0426
0,
0004
39
0,00
3731
Zon
a cl
imát
ica
II
I
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
30 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Mel
ina
y te
ca
LA
D
8,88
Áre
a
1,
90 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
144,
12
86,7
7 63
,74
59,7
9 23
7,95
32
1,89
35
4,68
34
2,29
27
9,11
30
7,31
26
4,02
25
8,92
27
20,5
9 E
TP
11
8,54
12
3,20
14
6,31
14
5,55
15
0,42
13
7,16
13
5,87
14
2,49
13
9,01
13
6,86
11
9,27
10
9,51
16
04,1
9 P
-ET
P
25,5
8 -3
6,43
-8
2,57
-8
5,76
87
,53
184,
73
218,
81
199,
80
140,
10
170,
45
144,
75
149,
41
P
PA
0,
00
-36,
43
-119
,00
-204
,76
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
8,
88
0,14
0,
00
0,00
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
8,
88
8,88
80
,06
�H
SD
0,
00
-8,7
4 -0
,14
0,00
8,
88
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
54
95,5
1 63
,88
59,7
9 15
0,42
13
7,16
13
5,87
14
2,49
13
9,01
13
6,86
11
9,27
10
9,51
14
08,3
1 D
0,
00
27,6
9 82
,43
85,7
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
19
5,88
G
25
,58
0,00
0,
00
0,00
78
,65
184,
73
218,
81
199,
80
140,
10
170,
45
144,
75
149,
41
1312
,28
R
0,00
0049
-
- -
0,00
0149
0,
0003
51
0,00
0416
0,
0003
80
0,00
0266
0,
0003
24
0,00
0275
0,
0002
84
0,00
2493
146�
�
Bal
ance
híd
rico
33
Bal
ance
híd
rico
34
Zon
a cl
imát
ica
IV
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Pas
to
LA
D
4,44
Áre
a
3,
05 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
165,
69
99,5
9 75
,31
65,8
3 27
0,87
32
6,18
36
7,89
36
4,75
31
4,36
33
6,89
31
5,54
28
4,77
29
87,6
7 E
TP
18
8,11
12
2,76
14
5,86
14
5,11
14
9,83
13
6,62
13
5,37
14
1,93
13
8,42
13
6,47
11
8,75
10
9,11
16
68,3
4 P
-ET
P
-22,
42
-23,
17
-70,
55
-79,
28
121,
04
189,
56
232,
52
222,
82
175,
94
200,
42
196,
79
175,
66
P
PA
-2
2,42
-4
5,59
-1
16,1
4 -1
95,4
2 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
0,03
0,
00
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
35,5
5 �
HS
D
-4,4
1 -0
,03
0,00
0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
17
0,10
99
,62
75,3
1 65
,83
149,
83
136,
62
135,
37
141,
93
138,
42
136,
47
118,
75
109,
11
1477
,36
D
18,0
1 23
,14
70,5
5 79
,28
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
190,
98
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
116,
60
189,
56
232,
52
222,
82
175,
94
200,
42
196,
79
175,
66
1510
,31
R
- -
- -
0,00
0356
0,
0005
78
0,00
0709
0,
0006
80
0,00
0537
0,
0006
11
0,00
0600
0,
0005
36
0,00
461
Zon
a cl
imát
ica
IV
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
enta
ria
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
B
osqu
e
L
AD
59
,20
Á
rea
0,05
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
16
5,69
99
,59
75,3
1 65
,83
270,
87
326,
18
367,
89
364,
75
314,
36
336,
89
315,
54
284,
77
2987
,67
ET
P
188,
11
122,
76
145,
86
145,
11
149,
83
136,
62
135,
37
141,
93
138,
42
136,
47
118,
75
109,
11
1668
,34
P-E
TP
-2
2,42
-2
3,17
-7
0,55
-7
9,28
12
1,04
18
9,56
23
2,52
22
2,82
17
5,94
20
0,42
19
6,79
17
5,66
PP
A
-22,
42
-45,
59
-116
,14
-195
,42
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
40
,23
26,9
9 8,
00
2,04
59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 55
0,86
�
HS
D
-18,
97
-13,
24
-18,
99
-5,9
6 57
,16
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
184,
66
112,
83
94,3
0 71
,79
149,
83
136,
62
135,
37
141,
93
138,
42
136,
47
118,
75
109,
11
1530
,08
D
3,45
9,
93
51,5
6 73
,32
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
138,
26
G
0,00
0,
00
0,00
0,
00
63,8
8 18
9,56
23
2,52
22
2,82
17
5,94
20
0,42
19
6,79
17
5,66
14
57,5
9 R
-
- -
- 0,
0000
03
0,00
0009
0,
0000
12
0,00
0011
0,
0000
09
0,00
0010
0,
0000
10
0,00
0009
0,
0000
73
147�
�
Bal
ance
híd
rico
35
Bal
ance
híd
rico
36
Zon
a cl
imát
ica
IV
U
nida
d ge
omor
foló
gica
V
olcá
nica
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
20
0 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Bos
que
LA
D
59,2
0
Áre
a
0,
05 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
165,
69
99,5
9 75
,31
65,8
3 27
0,87
32
6,18
36
7,89
36
4,75
31
4,36
33
6,89
31
5,54
28
4,77
29
87,6
7 E
TP
18
8,11
12
2,76
14
5,86
14
5,11
14
9,83
13
6,62
13
5,37
14
1,93
13
8,42
13
6,47
11
8,75
10
9,11
16
68,3
4 P
-ET
P
-22,
42
-23,
17
-70,
55
-79,
28
121,
04
189,
56
232,
52
222,
82
175,
94
200,
42
196,
79
175,
66
P
PA
-2
2,42
-4
5,59
-1
16,1
4 -1
95,4
2 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
40,2
3 26
,99
8,00
2,
04
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
550,
86
� H
SD
-1
8,97
-1
3,24
-1
8,99
-5
,96
57,1
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
18
4,66
11
2,83
94
,30
71,7
9 14
9,83
13
6,62
13
5,37
14
1,93
13
8,42
13
6,47
11
8,75
10
9,11
15
30,0
8 D
3,
45
9,93
51
,56
73,3
2 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
13
8,26
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
63
,88
189,
56
232,
52
222,
82
175,
94
200,
42
196,
79
175,
66
1457
,59
R
- -
- -
0,00
0003
0,
0000
09
0,00
0012
0,
0000
11
0,00
0009
0,
0000
10
0,00
0010
0,
0000
09
0,00
0073
Zon
a cl
imát
ica
IV
U
nida
d ge
omor
foló
gica
V
olcá
nica
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
15
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
P
asto
L
AD
4,
44
Á
rea
3,05
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
16
5,69
99
,59
75,3
1 65
,83
270,
87
326,
18
367,
89
364,
75
314,
36
336,
89
315,
54
284,
77
2987
,67
ET
P
188,
11
122,
76
145,
86
145,
11
149,
83
136,
62
135,
37
141,
93
138,
42
136,
47
118,
75
109,
11
1668
,34
P-E
TP
-2
2,42
-2
3,17
-7
0,55
-7
9,28
12
1,04
18
9,56
23
2,52
22
2,82
17
5,94
20
0,42
19
6,79
17
5,66
PP
A
-22,
42
-45,
59
-116
,14
-195
,42
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
0,
03
0,00
0,
00
0,00
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
35
,55
�H
SD
-4
,41
-0,0
3 0,
00
0,00
4,
44
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
170,
10
99,6
2 75
,31
65,8
3 14
9,83
13
6,62
13
5,37
14
1,93
13
8,42
13
6,47
11
8,75
10
9,11
14
77,3
6 D
18
,01
23,1
4 70
,55
79,2
8 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
19
0,98
G
0,
00
0,00
0,
00
0,00
11
6,60
18
9,56
23
2,52
22
2,82
17
5,94
20
0,42
19
6,79
17
5,66
15
10,3
1 R
-
- -
- 0,
0003
6 0,
0005
8 0,
0007
1 0,
0006
8 0,
0005
4 0,
0006
1 0,
0006
0 0,
0005
4 0,
0046
06
148�
�
Bal
ance
híd
rico
37
Bal
ance
híd
rico
38
Zon
a cl
imát
ica
V
U
nida
d ge
omor
foló
gica
V
olcá
nica
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
20
0 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Bos
que
LA
D
59,2
0
Áre
a
0,
18 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
167,
63
100,
48
76,3
9 66
,61
273,
73
327,
01
369,
42
366,
35
317,
79
338,
83
320,
48
286,
79
3011
,51
ET
P
118,
06
122,
71
145,
81
145,
06
149,
77
136,
56
135,
31
141,
87
138,
35
136,
49
118,
69
109,
06
1597
,74
P-E
TP
49
,57
-22,
23
-69,
42
-78,
45
123,
96
190,
45
234,
11
224,
48
179,
44
202,
34
201,
79
177,
73
P
PA
0,
00
-22,
23
-91,
65
-170
,10
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
59
,20
40,3
6 12
,20
3,16
59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 58
8,53
�
HS
D
0,00
-1
8,84
-2
8,16
-9
,05
56,0
4 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,06
11
9,32
10
4,55
75
,66
149,
77
136,
56
135,
31
141,
87
138,
35
136,
49
118,
69
109,
06
1483
,68
D
0,00
3,
39
41,2
6 69
,40
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
114,
06
G
49,5
7 0,
00
0,00
0,
00
67,9
2 19
0,45
23
4,11
22
4,48
17
9,44
20
2,34
20
1,79
17
7,73
15
27,8
3 R
0,
0000
09
0,00
0000
0,
0000
00
0,00
0000
0,
0000
12
0,00
0034
0,
0000
42
0,00
0040
0,
0000
32
0,00
0036
0,
0000
36
0,00
0032
0,
0002
75
Zon
a cl
imát
ica
V
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
ient
aria
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
15
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
P
asto
L
AD
4,
44
Á
rea
2,38
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
16
7,63
10
0,48
76
,39
66,6
1 27
3,73
32
7,01
36
9,42
36
6,35
31
7,79
33
8,83
32
0,48
28
6,79
30
11,5
1 E
TP
11
8,06
12
2,71
14
5,81
14
5,06
14
9,77
13
6,56
13
5,31
14
1,87
13
8,35
13
6,49
11
8,69
10
9,06
15
97,7
4 P
-ET
P
49,5
7 -2
2,23
-6
9,42
-7
8,45
12
3,96
19
0,45
23
4,11
22
4,48
17
9,44
20
2,34
20
1,79
17
7,73
PP
A
0,00
-2
2,23
-9
1,65
-1
70,1
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
03
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
39,9
9 �
HS
D
0,00
-4
,41
-0,0
3 0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,06
10
4,89
76
,42
66,6
1 14
9,77
13
6,56
13
5,31
14
1,87
13
8,35
13
6,49
11
8,69
10
9,06
14
32,0
8 D
0,
00
17,8
2 69
,39
78,4
5 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
16
5,66
G
49
,57
0,00
0,
00
0,00
11
9,52
19
0,45
23
4,11
22
4,48
17
9,44
20
2,34
20
1,79
17
7,73
15
79,4
3 R
0,
0001
2 -
- -
0,00
028
0,00
045
0,00
056
0,00
053
0,00
043
0,00
048
0,00
048
0,00
042
0,00
3751
149�
�
Bal
ance
híd
rico
39
Bal
ance
híd
rico
40
Zon
a cl
imát
ica
V
U
nida
d ge
omor
foló
gica
V
olcá
nica
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
15
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
P
asto
L
AD
4,
44
Á
rea
2,38
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
16
7,63
10
0,48
76
,39
66,6
1 27
3,73
32
7,01
36
9,42
36
6,35
31
7,79
33
8,83
32
0,48
28
6,79
30
11,5
1 E
TP
11
8,06
12
2,71
14
5,81
14
5,06
14
9,77
13
6,56
13
5,31
14
1,87
13
8,35
13
6,49
11
8,69
10
9,06
15
97,7
4 P
-ET
P
49,5
7 -2
2,23
-6
9,42
-7
8,45
12
3,96
19
0,45
23
4,11
22
4,48
17
9,44
20
2,34
20
1,79
17
7,73
PP
A
0,00
-2
2,23
-9
1,65
-1
70,1
0 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
03
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
39,9
9 �
HS
D
0,00
-4
,41
-0,0
3 0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,06
10
4,89
76
,42
66,6
1 14
9,77
13
6,56
13
5,31
14
1,87
13
8,35
13
6,49
11
8,69
10
9,06
14
32,0
8 D
0,
00
17,8
2 69
,39
78,4
5 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
16
5,66
G
49
,57
0,00
0,
00
0,00
11
9,52
19
0,45
23
4,11
22
4,48
17
9,44
20
2,34
20
1,79
17
7,73
15
79,4
3 R
0,
0001
2 -
- -
0,00
028
0,00
045
0,00
056
0,00
053
0,00
043
0,00
048
0,00
048
0,00
042
0,00
3751
Zon
a cl
imát
ica
V
I
U
nida
d ge
omor
foló
gica
S
edim
ient
aria
P
rofu
ndid
ad d
e ra
íces
15
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
P
asto
L
AD
4,
44
Á
rea
3,65
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
16
7,71
99
,63
76,5
6 66
,41
272,
88
325,
88
369,
33
366,
46
317,
22
337,
71
320,
76
287,
02
3007
,57
ET
P
118,
04
122,
69
145,
77
145,
04
149,
73
136,
53
135,
28
141,
84
138,
32
136,
46
118,
65
109,
03
1597
,38
P-E
TP
49
,67
-23,
06
-69,
21
-78,
63
123,
15
189,
35
234,
05
224,
62
178,
90
201,
25
202,
11
177,
99
P
PA
0,
00
-23,
06
-92,
27
-170
,90
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
4,
44
0,02
0,
00
0,00
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
39
,98
�H
SD
0,
00
-4,4
2 -0
,02
0,00
4,
44
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
04
104,
05
76,5
8 66
,41
149,
73
136,
53
135,
28
141,
84
138,
32
136,
46
118,
65
109,
03
1430
,92
D
0,00
18
,64
69,1
9 78
,63
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
166,
46
G
49,6
7 0,
00
0,00
0,
00
118,
71
189,
35
234,
05
224,
62
178,
90
201,
25
202,
11
177,
99
1576
,65
R
0,00
018
- -
- 0,
0004
3 0,
0006
9 0,
0008
5 0,
0008
2 0,
0006
5 0,
0007
3 0,
0007
4 0,
0006
5 0,
0057
5
150�
�
Bal
ance
híd
rico
41
Bal
ance
híd
rico
42
Zon
a cl
imát
ica
V
II
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Vol
cáni
ca
Pro
fund
idad
de
raíc
es
200
cm
Sue
lo
Dys
trop
ept
Agu
a di
spon
ible
2,96
Uso
B
osqu
e
L
AD
59
,20
Á
rea
0,21
km
2
E
ne
Feb
M
ar
Abr
M
ay
Jun
Jul
Ago
S
et
Oct
N
ov
Dic
T
otal
P
16
8,56
99
,48
77,0
7 66
,66
273,
53
325,
46
369,
94
367,
18
317,
74
337,
56
322,
82
287,
93
3013
,93
ET
P
118,
01
122,
65
145,
73
145,
00
149,
69
136,
49
135,
24
141,
80
138,
28
136,
43
118,
61
109,
00
1596
,93
P-E
TP
50
,55
-23,
17
-68,
66
-78,
34
123,
84
188,
97
234,
70
225,
38
179,
46
201,
13
204,
21
178,
93
P
PA
0,
00
-23,
17
-91,
83
-170
,17
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
H
SD
59
,20
39,7
1 12
,17
3,15
59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 59
,20
59,2
0 58
7,84
�
HS
D
0,00
-1
9,49
-2
7,55
-9
,01
56,0
5 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,01
11
8,97
10
4,62
75
,67
149,
69
136,
49
135,
24
141,
80
138,
28
136,
43
118,
61
109,
00
1482
,81
D
0,00
3,
68
41,1
1 69
,33
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
114,
12
G
50,5
5 0,
00
0,00
0,
00
67,7
9 18
8,97
23
4,70
22
5,38
17
9,46
20
1,13
20
4,21
17
8,93
15
31,1
2 R
0,
0000
11
- -
- 0,
0000
14
0,00
0040
0,
0000
49
0,00
0047
0,
0000
38
0,00
0042
0,
0000
43
0,00
0038
0,
0003
22
Zon
a cl
imát
ica
V
II
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Vol
cáni
ca
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Pas
to
LA
D
4,44
Áre
a
0,
22 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
168,
56
99,4
8 77
,07
66,6
6 27
3,53
32
5,46
36
9,94
36
7,18
31
7,74
33
7,56
32
2,82
28
7,93
30
13,9
3 E
TP
11
8,01
12
2,65
14
5,73
14
5,00
14
9,69
13
6,49
13
5,24
14
1,80
13
8,28
13
6,43
11
8,61
10
9,00
15
96,9
3 P
-ET
P
50,5
5 -2
3,17
-6
8,66
-7
8,34
12
3,84
18
8,97
23
4,70
22
5,38
17
9,46
20
1,13
20
4,21
17
8,93
PP
A
0,00
-2
3,17
-9
1,83
-1
70,1
7 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
02
0,00
0,
00
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
39,9
8 �
HS
D
0,00
-4
,42
-0,0
2 0,
00
4,44
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
E
TA
11
8,01
10
3,90
77
,09
66,6
6 14
9,69
13
6,49
13
5,24
14
1,80
13
8,28
13
6,43
11
8,61
10
9,00
14
31,2
0 D
0,
00
18,7
5 68
,64
78,3
4 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
16
5,73
G
50
,55
0,00
0,
00
0,00
11
9,40
18
8,97
23
4,70
22
5,38
17
9,46
20
1,13
20
4,21
17
8,93
15
82,7
3 R
0,
0000
11
- -
- 0,
0000
26
0,00
0042
0,
0000
52
0,00
0050
0,
0000
39
0,00
0044
0,
0000
45
0,00
0039
0,
0003
48
151�
�
Bal
ance
híd
rico
43
Zon
a cl
imát
ica
V
III
Uni
dad
geom
orfo
lógi
ca
Vol
cáni
ca
Pro
fund
idad
de
raíc
es
15 c
m
S
uelo
D
ystr
opep
t
A
gua
disp
onib
le
2,
96
U
so
Pas
to
LA
D
4,44
Áre
a
0,
02 k
m2
Ene
F
eb
Mar
A
br
May
Ju
n Ju
l A
go
Set
O
ct
Nov
D
ic
Tot
al
P
168,
81
99,4
5 77
,21
66,7
5 27
3,74
32
5,40
37
0,13
37
0,13
31
7,80
33
7,44
32
3,40
28
8,17
30
18,4
3 E
TP
11
8,00
12
2,65
14
5,72
14
5,00
14
9,68
13
6,48
13
5,24
14
1,79
13
8,27
13
6,42
11
8,60
10
8,99
15
96,8
4 P
-ET
P
50,8
1 -2
3,20
-6
8,51
-7
8,25
12
4,06
18
8,92
23
4,89
22
8,34
17
9,53
20
1,02
20
4,80
17
9,18
PP
A
0,00
-2
3,20
-9
1,71
-1
69,9
6 0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
HS
D
4,44
0,
02
0,00
0,
00
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
4,
44
4,44
39
,98
�H
SD
0,
00
-4,4
2 -0
,02
0,00
4,
44
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
ET
A
118,
00
103,
87
77,2
3 66
,75
149,
68
136,
48
135,
24
141,
79
138,
27
136,
42
118,
60
108,
99
1431
,32
D
0,00
18
,78
68,4
9 78
,25
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
0,00
0,
00
165,
52
G
50,8
1 0,
00
0,00
0,
00
119,
62
188,
92
234,
89
228,
34
179,
53
201,
02
204,
80
179,
18
1587
,11
R
0,00
0001
0 -
- -
0,00
0002
4 0,
0000
038
0,00
0004
7 0,
0000
046
0,00
0003
6 0,
0000
040
0,00
0004
1 0,
0000
036
0,00
0032