TI 7 Crítica Latinoamericana

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    Teora y Anlisis Literarios y Culturales I

    Unidad 7Teora Crtica Latinoamericana

    Cuando hablamos de crtica literaria latinoamericana estamos dando cuenta de una prcticacrtica histrica y geogrficamente situada, cuya trayectoria vamos a esbozar en este apuntede manera breve, haciendo referencia a los autores que reflexionaron acerca de laproblemtica y sus respectivos modelos y categoras conceptuales, desarrolladas para darcuenta de la compleja red de relaciones y presupuestos que configuran Latinoamrica y suproduccin literaria y crtica. Las diferentes trayectorias transitadas por esta crtica literariapueden entenderse si captamos los diferentes niveles de influencia y continuidad de unasperspectivas sobre otras, ya que muchos de los tericos, contemporneos entre s, plantean suspostulados de modo articulado con las dems reflexiones. Estas discusiones y conceptostienen en comn el hecho de situarse en la problemtica de una posible construccin delobjeto de la crtica literaria en Amrica Latina.

    Los comienzos de la crtica en Amrica Latina:Latinoamrica cuenta, desde la segunda mitad del siglo XIX, con un ejercicio crtico

    acotado pero desarrollado de manera ms o menos regular por algunos intelectuales queescriben dentro del continente sobre literatura. La caracterstica esencial de dicha crtica eraque trasladaba casi mecnicamente conceptos y metodologas realizadas desde corrientestericas legitimadas e importadas desde los pases conquistadores. Sin embargo, estasperspectivas y modelos de trabajo no deben dejarse sin consideracin ya que muestran unmodo particular de hacer crtica en Amrica aplicando diferentes epistemologas, en este casoradicalmente opuestas a las esgrimidas por un sector importante de los intelectuales deizquierda a partir de 1960.

    A. Cornejo Polar, uno de los crticos que vemos en este apunte, sostiene con respecto a lodicho anteriormente, que el problema de la trayectoria-historia de la crtica literaria

    latinoamericana es entonces el vaco que en un principio se le adjudica a dicho ejerciciocrtico sin tener en cuenta lo que se haba producido hasta ese entonces, aunque tal produccinestuviera terica y metodolgicamente invadida por las categoras y concepciones de lascorrientes crticas europeas y norteamericanas, como ser la estilstica y la fenomenologa(hacer referencia a los conceptos vistos en el primer apunte), es decir, que el problema centralest en la forma en que se vena reflexionando sobre nuestra literatura. No contamos con unahistoria comprensiva del desarrollo de la crtica latinoamericana, sino slo con bosquejos detrabajos, como los de A. J. Portuondo de 1972, R. F. Retamar de 1975, etc. Tampoco secontaba con estudios de obras tericas o crticas especficas ni de los problemas tericos ymetodolgicos que la disciplina ha encontrado a su paso o de las vas conceptuales que habuscado para hacerlo.

    La crtica literaria latinoamericana comienza a tener mayor difusin y sistematicidad apartir de la dcada de los 60, ms concretamente, desde la revolucin socialista en la isla deCuba del ao 1959, que origin la apertura de un debate y un posicionamiento tanto espacialcomo poltico e ideolgico en gran parte de los intelectuales de los pases latinoamericanos.Asimismo, el interrogante sobre qu es la literatura latinoamericana est directamente ligado ala nocin misma de Amrica Latina como concepto y, sobre todo, como oposicin a la nocinde Amrica Sajona. En este primer momento, la presencia irrefutable y la proximidad latentede la revolucin cubana (hablar un poquito del contexto de la Revolucin) determinaba granparte de la produccin crtica de los intelectuales de la poca que, posicionados desde unpensamiento de izquierda, apelaban a develar la historia poltico-social y las manifestacionesculturales de una Amrica Latina singular, portadora de atributos propios y por lo tantorepresentantes de la realidad de sus gentes y sociedades. Una de las figuras claves en esta

    etapa y en torno a quien se desarrolla gran parte del pensamiento crtico y debate sobre lacondicin de los intelectuales y su produccin en Amrica Latina es Roberto Fernndez

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    conforman y mantienen viva la creacin y el pensamiento cientfico sobre nuestra literatura.Con el objetivo de hacer ms clara la exposicin de los distintos autores, presentaremossecciones que agruparn a los tericos segn afinidades -no sin marcadas rupturas-conceptuales, contemporaneidad histrica, cuyas caractersticas se explicitarnadecuadamente en cada seccin.

    Algunos tericos e ideas antes de la revolucin cubana:Incluimos en esta seccin a Alfonso Reyes, pedro Henrquez Urea y J. C. Maritegui,

    autores cuya filiacin ideolgica resulta bastante contrapuesta ya que la postura de Reyes,esencialista y defensora de los modelos tericos y literarios europeos, se enfrenta en granmedida a la de Urea, quien plantea la independencia intelectual con respecto a las metrpolisy la posibilidad de una sntesis americana que resuelva los conflictos, nocin tambinesencialista. Maritegui, por su lado, se aleja mucho ms de las posturas anteriores ya quedesde el marxismo, intenta adecuar dichas teoras a la realidad especfica latinoamericana,dando cuenta de la pluralidad y el conflicto dentro de los lmites de una nacin.

    Alfonso Reyes (Mxico / 1889-1959) es considerado uno de los primeros expositores de

    una de las corrientes de crtica literaria, dentro de un canon tentativo de fundadores de lacrtica latinoamericana. En su libroAristarco o anatoma de la crtica (1941) elabora una delas primeras respuestas modernas sobre la legitimidad de la crtica literaria en nuestraAmrica. Realiza una valoracin altamente positiva de la cultura occidental, humanista yseala su incorporacin inevitable y deseable en nuestra Amrica. La lengua es consideradacomo una metonimia de la funcin unificadora de la cultura ya que convierte a los americanosen ciudadanos del mundo. Para Reyes la escritura, la ciencia y la religin monotestaconstituyen la prueba de la superioridad de la civilizacin occidental, la razn de lacolonizacin cultural de Amrica y la causa que explica que el continente americano debaquedar tica y epistemolgicamente supeditado a la cultura europea. As, el exotismoamericano no es sea de identidad, sino su estigma de inferioridad moral y cultural. Alafirmar que Amrica debe alcanzar a Europa apara sobrevivir como identidad propia est

    diseando una de las tendencias que ha guiado la obra y el pensamiento de la culturaamericana. En otra de sus obras,El deslinde (1944), discute sistemticamente el problema delestudio cientfico de la literatura. All trata de determinar la esencia comn al fenmenoliterario, busca la literatura en pureza que slo los crticos como l pueden descubrirla ymostrarla al mundo occidental.

    Pedro Henrquez Urea (Santo Domingo / 1884-1946) con sus obrasEl descontento y laPromesa, seis ensayos en busca de nuestra expresin (1928) yLas corrientes literarias en laAmrica Hispnica(1949); plantea su esfuerzo de independencia intelectual, que se traduceen la formulacin original de su tesis americanista: acendrar nuestra nota expresiva, buscarel acento inconfundible. Reafirma su fe en la sntesis americana como frmula armnica que

    resuelve todos los conflictos de la expresin vivida que perseguimos. Apuesta por unacomprensin de la historia literaria latinoamericana y su especificidad, que se sustentara enuna historia cultural comn. Le interesa sobre todo estudiar y analizar el proceso literario yde la cultura como el producto de un trabajo realizado por sujetos propios de una cultura.Dada esta bsqueda de identidad, slo la nocin de letrado, estrechamente ligada al procesode urbanizacin y a la consolidacin de los estados nacionales en Amrica Latina, posibilitaimaginar un programa protagonizado por los intelectuales, concebidos como profetasculturales de los pueblos americanos. Mientras en la formulacin inicial de los Seis ensayosla tesis del intelectual en busca de su propia expresin se limita a las promesas que cadageneracin escribe; en la formulacin definitiva deLas corrientes el letrado tendr comomodelo a Sarmiento o a Mart. As, el programa intelectual del americanismo tendr comoagente exclusivo al letrado y sus modelos son Bello, Rod, Mart, Sarmiento, etc. El elogio a

    Sarmiento representa la defensa de la construccin del estado liberal, la eficacia del alfabeto yel argumento central para la construccin del canon hispanoamericano por su valor educativo.

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    modo, los anlisis que Retamar realiza de las obras literarias de J. Mart, Nicols Guilln,entre otros, son un ejemplo de su permanente preocupacin por explicar la inevitablevinculacin entre arte y poltica all donde la modernidadpodra ver slo correspondenciasformales o transculturaciones.

    Su trabajo como terico, cuya obra representativa es Para una teora de la literatura

    hispanoamericana (1975) propone la elaboracin de una teora regional, en oposicin a lasteoras literarias universales, ya que el canon americano ha sido elaborado con criterios quefueron forjados en relacin con otras literaturas, por lo que se debe proclamar de que unateora de la literatura es teora de una literatura , y la tarea es partir de supuestos tericosestrictamente regionales para reconstruirlo. El punto de partida de esta teora regional deberser la verificacin de la existencia histrica y literaria de Amrica Latina como entidadindependiente. As, la independencia de Hispanoamrica es la condicin sine qua nonapara la existencia de nuestra literatura.

    Calibn2 (1971) es uno de sus ensayos ms conocidos y uno de los intentos ms completos

    por explicar y responder al problema de la lucha por la independencia poltica y cultural deAmrica. As, si la liberacin del arte slo puede ser resultado de la revolucin socialista, esaliberacin tendr que ser una crtica y una alternativa a la modernidad metropolitana

    contempornea. La fase de la crtica enfatiza la lucha cultural y poltica anticolonial partiendodel difcil reconocimiento de la propia condicin colonial y de la apropiacin, por parte dela colonia, de los recursos conceptuales metropolitanos que permitirn maldecir a prspero.La fase de la alternativa, en cambio, acenta la otredad, la exterioridad que hace de Calibn elinconquistable dueo de la isla.

    Distintos enfoques sociolgicos aplicados al estudio y teorizacin de la literaturalatinoamericana

    En la tercera seccin nos encontramos con A. Losada y M. Lienhard. El primero de ellospretende darle status cientfico a la literatura latinoamericana mediante el anlisis sociolgicode las obras, y Lienhard, estudia la presencia del sistema de la oralidad en la escritura

    El concepto de Modernidad, por su parte, caracteriza toda una poca histrica, signada por el paulatino procesode capitalizacin universal del planeta. Es una poca que se corresponde con el desarrollo explosivo de las fuerzasproductivas, en la que este desarrollo se constituye en el principal signo de progreso, el que a su vez es convertidoen categora central y asumido como la direccionalidad indefectible de todo proceso histrico. Sin embargo, laModernidad no es un conjunto de rasgos que caractericen nica y exclusivamente a la Europa occidental y aaquellos otros que hayan seguido sus patrones de desarrollo, sino una etapa en la evolucin de la humanidadglobalmente considerada. Particularmente Amrica Latina tiene una presencia importante en el origen mismo y enel desarrollo ulterior de la Modernidad. El choque socio-cultural del que Amrica fue escenario a partir de 1492revolucion econmica, social, poltica y espiritualmente al planeta. Bien podra decirse que a partir de entoncestodo l se constituy en un nuevo mundo, dando inicio a la Modernidad.

    2La obra de Retamarcuenta la historia de Calibn, dueo de una isla y de Prspero, hombre que llega a dichaisla para conquistarla.Calibn, concepto-metfora, deviene entonces emblema de la mirada del conquistador-colonizador que caracteriza al nativo de estas tierras como un monstruo, mitad demonio, salvaje prcticamenteirredimible, hombre bestial situado irremediablemente al margen de la civilizacin, y a quien es menestercombatir a sangre y fuego. Esta imagen, junto con la del buen salvaje, slo aparentemente contradictoria, sedifunde desde los primeros textos de los cronistas, empezando por los del propio Coln.

    Calibn, personaje tomado de La Tempestadde Shakespeare, sera el indgena americano y por extensin, elhombre latinoamericano, mestizo por excelencia, tal como lo designa el nosotros que usa en la obra: Nuestrosmbolo no es pues Ariel, como pens Rod, sino Caliban. La propuesta central de Retamar, es asumir esa imagencalibanesca y resignificarla, cambiarla de signo, de valoracin, para oponer a la mirada del colonizador la propiamirada. Y de ello extraer consecuencias positivas: El colonizador es quien nos unifica, quien hace ver nuestrassimilitudes profundas ms all de accesorias diferencias.Por un lado, dice Retamar, seguimos con nuestrosidiomas de colonizadores. Por otro, el deforme Caliban, a quien Prspero robara su isla, esclavizara y enseara ellenguaje, lo increpa: Me ensearon su lengua, y de ello obtuve / el saber maldecir. La roja plaga / caiga enustedes, por esa enseanza!. Vale decir, el lenguaje participa de una doble naturaleza instrumental: comoherramienta del colonizador y como herramienta posible del colonizado. Medio con que el colonizador transmitesus saberes e impone sus imgenes del colonizado, y recurso que le permite a ste, por lo menos, maldecir.

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    latinoamericana, considerada tambin un escenario que refleja el conflicto social. Ambasposturas se complementan y apuntan a identificar, sobre todo, la funcin social de la literaturadentro de cada sociedad particular.

    Los aportes tericos de Alejandro Losada () cobran relieve en la crticalatinoamericana en un momento de crisis epistemolgica que experimentaba dicha crtica

    inmanentista sobre todo: estructuralista, postestructuralista, etc.- en los 60 por su incapacidadpara dar cuenta de los rasgos especficos de la literatura latinoamericana frente a la europea onorteamericana (Losada, 1987). Losada pretende conferirle status cientfico a la disciplina yproponer un modelo terico que sirva de base a su proyecto de elaboracin colectiva yhomognea de una historia social de la literatura latinoamericana. Se dedica al estudiosociolgico de la narrativa peruana, contempornea especialmente (Lienhard, 1986), estudiaas las formas de pertenencia del fenmeno literario al resto de la sociedad y su funcin dentrode ella, siendo necesaria una relectura de la produccin literaria latinoamericana. Considerafundamental la ruptura con la crtica tradicional orientada en encontrar las similitudes entrelas literaturas ilustradas de latinoamrica y las europeas. En su libro Creacin y praxis (1976)sostiene que la obra literaria es el producto de la estructura social y de la praxis de sujetossociales productores. Propone la existencia de tres sistemas literarios en Latinoamrica: el

    culto exportado de Europa y difundido por la clase hegemnica-; el popular muestra lasexpresiones o visiones singulares del pueblo, entendido como productor activo en el procesocultural-; y el indgena compuesto por las producciones y representaciones nativas delmundo, sin dejar de lado el hecho histrico de la conquista.

    Elabora, asimismo, en trabajos posteriores dos paradigmas para caracterizar la produccinliteraria latinoamericana: el de las literaturas dependientes y el de las literaturasautnomas y los concibe como alternativa a los modelos literarios nacionales, como a losesquemas de periodizacin que homologan la evolucin de las letras del continente con laseuropeas.

    El aporte de Martn Lienhard (Suiza / 1946-)a la crtica literaria resalta que la mayora

    de los estudios realizados en Amrica Latina enfatizan que el discurso dominante,europeizado y elitista, no expres ni expresa la visin y la sensibilidad de los pueblosoprimidos desde la conquista o, incluso en una poca ms reciente. Afirma que todos sugierenla existencia de expresiones literarias alternativas. As, la visin de los vencidos (MiguelLen Portilla), la narrativa de la transculturacin (A. Rama), la literatura heterognea (A.Cornejo Polar) y la otra literatura (E. Bendez) remiten a algunas manifestaciones de unconjunto corpus- literario que puede ser relacionado directamente con las colectividadesresponsables de los textos.

    Siguiendo a Losada, se concentra en el estudio de los sistemas popular e indgena,ubicndolos en el campo de la oralidad. Afirma que todos estos conocimientos y conceptosnuevos que otorgan participacin activa a las culturas sometidas, nos permiten afirmar unarelativa autonoma cultural de las subsociedades indgenas e interrogarnos acerca de suelaboracin de una identidad colectiva a travs de la literatura. Sin embargo, advierte tambinque en todas estas subsociedades, la expresin verbal fundamental se realiza en el marco delsistema de la oralidad y se sustrae en buena medida a una investigacin diacrnica; pero almismo tiempo distingue que tales sociedades sus representantes o portavoces letrados ms omenos legtimos- se sirven de la escritura europea para expresar una visin alternativa 3.

    3 M. Lienhard hace referencia especfica a dos libros compilados por Miguel Len Portilla, Lavisin de los vencidos (1959) y El reverso de la conquista (1964), que revelaron la existencia enAmrica latina de una visin indgena de la conquista del continente. Sostiene que dichos textos deben

    ser considerados pioneros de una literatura latinoamericana escrita por medio del alfabeto europeopero no segn los cnones importados, es decir, una literatura relativamente autnoma que traduce laexperiencia nueva, en general traumtica, de las colectividades marginadas por el rgimen colonial.

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    Lienhard propone as su concepto de literatura escrita alternativa, que constituye elobjeto principal de estudio en su libro La voz y su huella (1992). Asimismo, delimita sucampo de estudio a la literatura indo-ibrica, y deja totalmente fuera la posible literaturaescrita alternativa de los sectores populares de tradicin cultural occidental ya que su escasaautonoma de los sectores hegemnicos exigira la elaboracin de un paradigma distinto.

    En su estudio resalta que las literaturas indgenas se desarrollan fundamentalmente en laesfera oral, y la existencia de documentos escritos (transcripciones, reelaboraciones u otrosprocesamientos escripturales del discurso indgena) supone la aparicin de prcticas literariasnuevas, no necesariamente y no siempre indgenas. As, la configuracin heterognea delos textos alternativos se caracteriza por la presencia semitica del conflicto tnico-social:yuxtaposicin o interpenetracin de lenguajes, formas poticas y concepciones cosmolgicasde ascendencia indo-mestiza o europea. Se insiste en mostrar que en todos los textos de laliteratura alternativa existe el traslado del universo oral a la escritura en un contextocolonial, caracterizado por la discriminacin de los portadores de este universo. De estemodo, la literatura alternativa puede ser definida como el surgimiento en la produccinliteraria escrita de textos interferidos por factores cuyo origen se halla en la cultura quechua dualismo andino, representacin andina del espacio/tiempo, prcticas rituales y verbales,

    idioma quechua-. Al trasladar tales elementos al texto escrito, sus autores acaban porsubvertirlo, ya que no logran articular los mltiples cdigos ajenos a la escritura(monopolizada por la crnica, la novela, el cuento y la poesa) que ofrece una culturapredominantemente oral como la quechua. Este trabajo y sus reflexiones se centraron, al igualque en el caso de A. C. Polar, en la obra de J. M. Arguedas y Guaman Poma.

    El hecho de transformar, con la reflexin terica, la visin de los vencidos o laliteratura prehispnica en literatura alternativa, como lo hace Lienhard, implica elreconocimiento de que las poblaciones indgenas, si bien derrotadas, medio asimiladas ymarginadas, no dejan de seguir su reflexin y produccin literaria sobre el mundo, teniendopresente sin lugar a dudas el contexto colonial.

    La diversidad cultural latinoamericana como objeto de estudio

    En la cuarta seccin consideramos en conjunto a ngel Rama y Antonio Cornejo Polarporque ambos, generacionalmente contemporneos, buscan en los aspectos conceptual ymetodolgico aportar herramientas tericas que permitan dar cuenta de la inmensa diversidadlatinoamericana. Sin embargo, Rama opta por conciliar de alguna manera los opuestos queconforman el complejo proceso cultural americano, mientras que Cornejo Polar insiste enreconocer la irresolucin de los conflictos, lo que genera constantemente nuevas formas deexpresin.

    ngel Rama (Uruguay / 1926-1983) aparece en el proceso de la crtica latinoamericanacomo la alternativa a una disciplina hegemonizada en el perodo por la teora inmanentista dela Estilstica, que no daba cuenta del compromiso social y poltico que poda portar la

    produccin literaria.Su objetivo es el trazo general de movimientos y proyectos literarios que permiten

    revalorar el corpus de la literatura continental y entender los procesos histrico-culturales quele dan sentido. La crtica tiene como objetivo no slo la constitucin de la literatura, laconstruccin de un nuevo conjunto de obras nuevo canon-, sino que debe articular las obrasliterarias y la cultura que stas expresan. Cuestiona la supuesta validez universal de losdistintos modelos tericos y metodolgicos metropolitanos y la tendencia a transplantarlosmecnicamente, ignorando el hecho de que tales modelos se han formado en otros contextos.Para Rama, la complejidad de la estructura social y cultural latinoamericana es, por otraparte, indicio de la resistencia que sta opone a la homogeneizacin del sistema econmico y

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    cultural extranjeros. Entre sus obras ms importantes destacamosLa ciudad letrada4 (1984),que trata del papel desempeado por la ciudad y el intelectual en la conformacin cultural delas sociedades latinoamericanas desde el perodo colonial hasta el comienzo del siglo XX. Laciudad latinoamericana a diferencia de la europea, no surge como consecuencia de lasdemandas impuestas por el desarrollo agrcola, sino que la misma se implanta como centro decontrol y dominacin del conquistado entorno agrario, lo que determina la ideologa de susintelectuales y sus comportamientos elitistas, alejados de las culturas populares y suslenguajes.

    La obra ensaystica de Rama a partir de los 70 cimienta la construccin de una crticalatinoamericana autnoma, que busca su especificidad. Aqu se destaca su discurso sobre latransculturacin narrativa, concepto originalmente propuesto por el antroplogo cubanoFernando Ortiz(1987) en los aos 40, como alternativa al de aculturacin para dar cuenta deprocesos de interaccin y cambio cultural, es decir, cuando una cultura se impone sobre otra,la cultura anterior no es exterminada por la nueva cultura impuesta, sino que se mezclan en unproceso de contnua y mutua modificacin. Rama dir que esta categora se ofrece comocorrectivo a una caracterizacin de las culturas dominadas como receptores pasivos de lasdominantes, al enfatizar el papel activo y creativo involucrado en los procesos de

    apropiacin de discursos por parte de stas, as como su capacidad de resistencia y sutenacidad en el mantenimiento y reelaboracin de sus identidades (Rama: 1987).

    Este concepto de transculturacin luego es cuestionado indirectamente por A. CornejoPolar, quien niega la posible resolucin de las diferencias en una sntesis superadora de lascontradicciones que la originan, como lo sostiene Rama cuando habla en trminos de xitosacerca de esa sntesis entre culturas. Dicha sntesis tendra lugar en el espacio de la cultura-literatura hegemnica, tendiente a borrar las alteridades.

    Sin embargo, la propuesta transculturadora de Rama redisea el mapa culturallatinoamericano, poniendo en evidencia su multiplicidad y propiciando un rescate para elcorpus de las letras modernas, de las literaturas articuladas a las culturas regionales ycampesinas, hasta entonces silenciadas por los modelos crticos dominantes que negaban su

    capacidad contestataria frente a los dictados de los discursos hegemnicos. De este modo, lahistoria de la sociedad y la cultura latinoamericanas est marcada por esa irresuelta tensinentre procesos unificadores y procesos diversificadotes. As, abre el camino para lareconsideracin de literaturas que, nutridas de las culturas tradicionales, ofrecen vasalternativas de renovacin, como los casos de G. G. Mrquez, Juan Rulfo, A. Roa Bastos, J.M. Arguedas, etc.

    La obra de Antonio Cornejo Polar (Per / 1936-1997) aporta a la crtica literarialatinoamericana de las ltimas dcadas perspectivas tericas y metodolgicas que la capacitanpara dar cuenta de la especificidad de sus literaturas y develar las articulaciones de stas conlos contextos socio-culturales.

    Esta idea de una sociedad fracturada por conflictos de orden socio-cultural constituye uneje de su obra, para l la crtica debe desmitificar las interpretaciones que apuestan por losprocesos de sntesis conciliadoras (mestizaje, transculturacin, hibridez).

    En su libroLa novela indigenista: una desgarrada conciencia de la historia (1980),Cornejo caracteriza la novela indigenista a partir de la conflictiva relacin entre tradicin y

    4 En su libro La ciudad letrada de 1984 recoge los resultados de su investigacin sobre lasculturas urbanas latinoamericanas desde su gnesis en el perodo colonial, hasta los procesos demodernizacin iniciados en las ltimas dcadas del siglo XIX. Para rama la ciudad latinoamericanadesde sus orgenes es la expresin de un proyecto de conquista, la ciudad es la implantacin ideolgica,cultural y material del proyecto de dominacin de la metrpolis.

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    modernidad que la origina, explora las tensiones que esta modernidad produce en ella yevala su capacidad de procesamiento de la coyuntura socio-cultural que la genera5.

    Otro de sus libros ms importantes esEscribir en el aire (1994), donde realiza unseguimiento de la entreverada historia de los encuentros y desencuentros de la oralidad y laescritura en las literaturas andinas que abarca desde el grado cero de tal proceso, en el dilogo

    entre Atahuallpa y Valverde en Cajamarca en 1532, a la literatura testimonial de la zona enlos aos 70. El intento de hacer un seguimiento del flujo de informacin cultural y literariaentre los sistemas diferentes es el eje de su trabajo de las literaturas heterogneas que intentadescolonizar6. Su concepto terico de heterogeneidades definido aqu como los procesosde produccin de literaturas en las que se intersectan conflictivamente dos o ms universos

    culturales. Se trata, explica, de un proceso que tiene, por lo menos, un elemento que nocoincide con la filiacin de los otros y crea, necesariamente una forma de ambigedad yconflicto. Interesa, sobre todo, reflexionar sobre las literaturas que se proyectan hacia unreferente cuya identidad socio-cultural difiere notablemente del sistema que produce la obraliteraria; en otras palabras, interesa examinar los hechos que se generan cuando la produccin,el texto y su consumo corresponden a un universo y el referente a otro distinto y hastaopuesto7.

    En consecuencia, Cornejo Polar concibe como objetivo fundamental de la crticalatinoamericana la construccin de un aparato conceptual que permita dar cuenta de lapluralidad de situaciones socio-culturales y de discursos en los que las dinmicas de losentrecruzamientos mltiples no operan en funcin sincrtica, sino al revs, enfatizan

    conflictos y alteridades. Otro de sus objetivos importantes es la recuperacin para la crticade la dimensin social e histrica de los procesos literarios y culturales, erradicada por lametodologa inmanentista que hegemoniz la disciplina hasta inicios de los 70, en susvertientes estructuralista y estilstica.

    De este modo, la categora de la heterogeneidaden Cornejo no slo se ofrece comoherramienta interpretativa de la narrativa indigenista, del discurso cronstico colonial o de lasprcticas teatrales autctonas, sino que adems se propone como ncleo de un abordaje

    desmitificador de los discursos homogeneizadores de la experiencia socio-culturallatinoamericana, por medio del cual se busca exponer la configuracin plural y disgregada delas sociedades latinoamericanas despus de la conquista.

    5Esta revaloracin de la literatura indigenista que hace Cornejo es un aporte importante para lacrtica literaria peruana y del continente, ya que seala la importancia para sta de reconciliarse con lahistoria y la necesidad de repensar la legitimidad de los juicios que sobre la impureza, el anacronismo ola ineficacia esttica de las literaturas regionales se han institucionalizado. As, la nica va derenovacin literaria que Cornejo reconoce es aquella seguida por las literaturas indigenistas (Jos M.Arguedas, Manuel Scorza entre los ms destacados) por articularse a la problemtica campesina y a sucultura, y al carcter heterogneo de la composicin de la sociedad peruana. Plantea as, la necesidadde estudiar las zonas de convergencia entre los distintos sistemas de la literatura peruana, para rastrearas los circuitos de comunicacin entre ellos, su significacin, donde esta comunicacin es lo que serinestable y conflictiva.

    6 Demuestra asimismo cmo la lectura a contrapelo tanto del intento del Inca Gracilazo deconfigurar un espacio de convergencias y armonas, como de la construccin de la imagensimblica de la nacin integrada, revela de hecho las contradicciones y las fracturas entre losdiferentes espacios ticos y socio-culturales que conforman el Per y por extensin a todaLatinoamrica. Afirma que mientras no se entienda el funcionamiento social de nuestra literatura, no sepodr comprender el sentido de su desarrollo histrico y sus manifestaciones textuales concretas.

    7 Este concepto de heterogeneidad es desarrollado detalladamente por A. Cornejo PolarenSobre literatura y crtica latinoamericanas (1982).

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    La crtica literaria posmodernaExaminamos en la quinta seccin desarrollos ms recientes de la crtica literaria

    latinaoamericana, heredera de numerosos debates que se fueron entrecruzando y motivandonuevas reflexiones, ahora desde una perspectiva postmoderna, representada en este caso porNstor Garca Canclini y Walter Mignolo.

    Con el objetivo decontinuar con el debate sobre las formas de produccin cultural de laspoblaciones latinoamericanas sometidas a poderes extranjeros y hegemnicos, su capacidadpara conciliar, transformar o marcar las rotundas oposiciones entre universos socio-culturalesdiferentes, Nstor Garca Canclini (Argentina/ 1939-) reflexiona que tales mezclasinterculturales son tan antiguas como las sociedades mismas, agrega adems que los viajes ylas migraciones intensificaron en la modernidad los contactos transnacionales.

    Enfatiza que las categoras que se vienen discutiendo mestizaje8, sincretismo9,creolizacin 10, etc. para dar cuenta de la multiplicidad de formas y contextos culturalesnecesitan ser reconocidas y analizadas segn los contextos histricos concretos. Sin embargo,l opta por el concepto de hibridacin, usado por Eduardo Archetti en 1999 en su artculo

    Hibridacin, permanencia y localidad en la construccin de una cocina nacional. Estetrmino abarca el conjunto de procesos en que estructuras o prcticas sociales discretas, queexistan en forma separada se combinan para generar nuevas estructuras, objetos y prcticasen los que se mezclan los antecedentes. Tales estructuras discretas son, a su vez, el resultadode hibridaciones, no son fuentes puras.

    Para nombrar la variedad de entrecruzamientos de repertorios culturales en las sociedadescontemporneas, que son su gran unidad de anlisis, Canclini designa como hibridos lasfusiones entre lo culto y lo popular o lo culto y lo tradicional o entre lo tradicional y lomeditico. Su valor epistemolgico est en explicar mejor la sociedad, tratando de sacar a losdiscursos y sus prcticas de las determinaciones de origen. As, este trmino se usa parareconocer la formacin multicultural de las identidades.

    Sin embargo, Canclini reconoce que los contactos interculturales se realizan encondiciones asimtricas y desiguales; manifestando tambin que por este motivo los procesosde hibridacin no son slo positivos y unificadores, ya que siempre hay tensiones quenecesitan de procedimientos tericos-metodolgicos acordes a cada problemtica socio-cultural. Culmina diciendo que actualmente la hibridacin es mas abierta a los procesosinterculturales, siendo necesario dividir entre hibridaciones inconscientes y deliberadas,hegemnicas, resistentes y de negociacin, constituyndose as en un concepto mascomplejo que sirve para estudiar obras hbridas tanto como para profundizar los procesos deintegracin entre sociedades.

    Walter Mignolo se sita en la discusin crtica sobre Amrica Latina revisando lasanteriores conceptualizaciones que intentaban dar cuenta de la mltiple y compleja

    composicin de espacios, tiempos y sujetos latinoamericanos; e introduciendo reflexiones queintentan, a su vez, captar los diferentes impactos en la crtica literaria y cultural de lasexperiencias coloniales y los actuales efectos de la globalizacin en los diferentes contextosamericanos.

    Se interesa sobre todo en la relacin entre estudios culturales, crtica a la raznimperial/occidental/colonial y formacin de la razn post/imperial/occidental/colonial.

    8 Este concepto alude principalmente a las mezclas intertnicas.

    9 Se refiere a la mezcla de creencias religiosas y profanas.10 Son las mezclas culturales creadas desde una lengua bsica en relacin con otros idiomas.

  • 8/6/2019 TI 7 Crtica Latinoamericana

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    En su artculo Posoccidentalismo: Las epistemologas fronterizas y el dilema de losestudios (latinoamericanos) de reas11, con una argumentacin densa se propone laincorporacin a los estudios culturales del trmino posoccidentalismo 12, en un intento por,segn palabras del autor, continuar descentrando la localizacin geogrfica y epistemolgicadel continente; regionalizando postmodernismo y postcolonialismo. Realiza aportes a lareflexin crtica sobre el postcolonialismo13 y los legados coloniales. Se detiene primero enuna discusin de nombres acerca de cmo designar a esta crtica a las imposiciones de laspotencias culturales y econmicas, aludiendo a las diferentes connotaciones tanto espacialescomo ideolgicas de dichas nominaciones. Finalmente sostiene que tiende cada vez ms ahablar deposoccidentalismo, como un trmino nuevo que intenta ubicarse dentro de lasproblemticas americanas, puesto que la occidentalizacin es la preocupacin que se registraen las Amricas, desde el mero bautizo de Indias Occidentales a las tierras y las aguas queconectaban a Santo Domingo con las islas Filipinas, pasando por Mxico y Per. De estemodo, generaliza que lo que se entiende por posoccidentalismo, posorientalismo,poscolonialismo es una formacin especfica del proyecto, ms amplio, de reflexin crticasobre los legados coloniales. Por cierto que cuando hablo, dice Mignolo, de legadoscoloniales no estoy abogando por un esencialismo o autenticidad geogrfica. Se est

    marcando las configuraciones geo-histricas tal como han sido construidas por los sucesivosdiseos imperiales, no slo hacia las reas colonizadas sino tambin en la relacin conflictivacon otros imperios (e.g., Espaa con el Islam; Inglaterra con Espaa y Francia; Francia enconflicto con Estados Unidos en Amrica Latina, etc.).

    Existen otras formaciones que no han tenido la misma suerte en el consumo, pero que sonigualmente importantes para el proyecto de la crtica de los legados coloniales en vista a unacontinua descolonizacin intelectual que contribuya a cambio de proyectos educativos, aintervenciones intelectuales en la esfera pblica y a contribuir en la orientacin de laspolticas culturales. Esas formaciones seran el posoccidentalismo, propuesto por FernndezRetamar en 1976 (Retamar 1976) posorientalismo, que tuvo su primera formulacin enEdward Said (Said 1978; Mignolo, en prensa).

    11 En Revista Iberoamericana, Vol. LXII, N 176-177, julio-diciembre 1996, pp. 679-696.12 La primera parte del artculo de Mignolo est construida sobre la base de un dilogo con un

    ensayo de Roberto Fernndez Retamar, publicado originalmente en 1976, del cual se toma la palabraposoccidentalismo.

    13 En el postcolonialismo toma relevancia particular la relacin entre los textos y sus contextos

    histricos y sociales (la experiencia colonial), que son vistos como productos y productores derelaciones de poder. Se utiliza este trmino para designar una corriente terica y literaria, tanto eldiscurso como el corpus literario que la expresa.