TODOS LOS SANTOS TODOS LOS DIFUNTOS. Todos lo seres vivos (plantas y animales) nacen, crecen y se...

Post on 13-Feb-2015

8 views 4 download

Transcript of TODOS LOS SANTOS TODOS LOS DIFUNTOS. Todos lo seres vivos (plantas y animales) nacen, crecen y se...

TODOS LOS SANTOS

TODOS LOS DIFUNTOS

Todos lo seres vivos (plantas y animales) nacen, crecen y se mueren. También nosotros, que pertenecemos al reino animal.

Pero los hombres somos los únicos seres que pensamos en la muerte, y no la queremos, o sea que no nos queremos morir.

Dios no quiere la muerte, "porque es un Dios de vivos y no de muertos" (Mt 22, 32). Ni tan siquiera desea "la muerte de los pecadores sino que se conviertan y vivan" (Ez 18, 23). O sea, Dios lo que quiere es que cambiemos y vivamos mejor.

La muerte existe por el pecado del hombre, que está presente desde los orígenes (pecado original). Ya desde entonces Dios buscó la forma de sacarnos adelante, ya que nosotros no podíamos salir adelante por nosotros mismos. Jesucristo, como hombre que era, también murió (es decir, lo matamos), pero como Dios que era superó o destruyó la muerte resucitando.

Nosotros nos incorporamos a Jesucristo a través del bautismo. Nos bautizamos en su muerte para destruir la muerte y resucitar, y así llevamos siempre en nosotros el germen de la vida. Por eso tenemos que valorar la vida, la nuestra y la de los demás seres, respetarla y desarrollarla para poder vivir mejor

Por la misma razón tenemos que combatir la muerte. En ese combate vamos muriendo con el esfuerzo, el trabajo, los sufrimientos en el servicio a los demás, pero con la seguridad de que esos sufrimientos engendran vida.

El día 1 de Noviembre celebramos Todos los Santos. El día 2 Todos los Difuntos. En ambos días celebramos la vida.

En el primer caso la vida de todos los que la entregaron por los demás y ahora están junto a Dios así como la de los que estamos entregándola y por ello nos sentimos cerca de Dios Padre.

En el segundo caso celebramos la vida también, pero de forma más humana y sentimental: les echamos de menos, y por ello nos viene la pena y el dolor, pero no la tristeza (que es falta de esperanza).

En ambos casos (y en todas las celebraciones) somos nosotros los beneficiados, porque celebramos la vida y nos fortalecemos en la fe de la resurrección. La muerte no la celebramos nunca, porque no creemos en ella, y no merece la pena.

Cuando no existíamos Dios nos llamó a la vida y no se arrepentirá ya nunca de darnos la vida. Ahora, la que conocemos. Después la de verdad junto a él, que es la VIDA