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Carlos Humberto Contreras Tentzohua
Maestro Harriet García de Vicuña Gortazar
Toy story y el monopolio capitalista de la técnica.
11 de junio de 2013
1.- Introducción.
En 2012 el filósofo esloveno Slavoj Zizek escribió un artículo llamado Batman y la
dictadura del proletariado, donde argumenta que: The Dark Knight Rises confirma
una vez más la forma en que los éxitos de taquilla de Hollywood son indicadores
precisos de las problemáticas ideológicas de nuestras sociedades. 1 En la página de
internet donde dicho artículo está publicado, los comentarios de las personas se
burlan de Zizek, argumentando que en las únicas películas donde se muestra la
ideología es en las películas de lucha y de resistencia, no en las holliwoodenses.
Uno de los comentarios en tono burlón decía que entonces porque no vemos la
ideología implícita en Toy story, y eso es precisamente el propósito de esta
reflexión, ver el tema de la técnica en la época del capital y ver como la lucha del
capital tiene como objetivo que el proletariado no use la técnica para así mantener
su monopolio, y como a través de dicha película el capital trata de ideologizar al
proletariado para que así no hagan el uso de la técnica.
2.- Andy, los niños imaginan e inventan, no permiten imposiciones.
Toy Story es una película animada que nos habla de la relación que los niños
tienen con los juguetes y también de las relaciones que los juguetes tienen entre
ellos. En esta película podemos ver las relaciones del capital financiero con la
infancia, en el que no sólo impone los juguetes con los que los niños pueden
jugar, sino que también desea imponer el modo en que los niños juegan con la
finalidad por supuesto, de que el niño experimente el mundo como el capitalista
desea, o sea, que el niño no utilice su imaginación y que juegue de acuerdo a lo
que el juguete puede desempeñar según el capitalista. Woody representa un
1 http://www.elpuercoespin.com.ar/2012/09/06/batman-y-la-dictadura-del-proletariado-por-slavoj-zizek/
vaquero, y éste desde la perspectiva del capitalista sólo puede utilizarse para jugar
de una manera, sólo puede ser un vaquero y él niño que juegue con él sólo puede
entretenerse jalándole el cordón; la única manera en la que el niño evitará
aburrirse será, y es aquí donde el dominio capitalista no puede dejarse pasar
desapercibido, que el niño le diga a papá y a mamá que quiere que le compre a
los demás compañeros de Woody, para que con ellos pueda jugar como se debe;
y cuando el niño se ha aburrido de jugar con Woody y sus amigos, el capitalista
tiene preparado un juguete aun más entretenido, esto sucede en la vida real y
también en Toy Story cuando a Andy (el niño que juega y es dueño de Woody y de
los demás juguetes) le regalan el juguete más equipado del momento, es decir
Buzz Light Year, juguete con el cual olvida a Woody por un momento. De esa
forma el capital obtiene su victoria logrando que el niño consuma lo que el capital
le obliga a consumir. Sin embargo a pasar de que Andy consume, no juega con
sus juguetes como dice el capitalista que tiene que jugar, sino que juega como los
niños juegan, es decir según palabras de Walter Benjamin: “(…) Para el niño que
juega, la muñeca puede ser niña o adulta”.2 Es decir, al niño no le importa lo que el
adulto o el capitalista le digan a cerca de cómo debe de jugar con los juguetes,
sino que antes bien, el juega de acuerdo a lo que su imaginación y su gusto
quieren. Así jugamos nosotros cuando éramos niños y así lo hace Andy cuando
juega con todos sus juguetes: juega con Woody el vaquero, con Buzz Light Year
el astronauta, con el señor cara de papa, y lo mejor es que juega a que ellos
combaten al malvado Puerco, que no es exactamente un juguete sino una
alcancía, la cual para el capitalista es algo que sirve para el ahorro y nada más,
cuando en cambio Andy va en contra de lo que el capitalista quiere y lo utiliza
como un juguete más, de hecho, Andy se inventa juegos y les inventa nuevos
personajes a los juguetes contradiciendo con ello lo que el capitalista quiere que
se haga, o sea que se juegue con los juguetes como el dice que se tiene que
jugar. Andy no se compra ni le compran la colección de Woody y sus amigos, y sin
embargo eso no le impide disfrutar del juego con Woody, ya que le inventa
nuevos camaradas que le ayudan para jugar. El hecho de que Andy juegue de una
2 Walter Benjamin, Juguetes y juego, p. 91.
determinada manera con sus juguetes significa que es como él se comunica con
éstos y también como él comunica su propio contenido espiritual. Benjamin lo
explica de la siguiente manera: “(…) es esencial a toda cosa, comunicar su
contenido espiritual”3 y ya que Andy era una cosa, el modo en el que él
comunicaba su contenido espiritual4 era inventando juegos e historias con sus
juguetes, mostrando con ello su esencia espiritual yendo en contra de lo que los
amos del capital desean; los amos del capital sólo desean que consuma y juegue
como en los comerciales desean que jueguen, sin embargo Andy y los niños en
general juegan de acuerdo a lo que su espíritu les dice, y esa es una forma en la
que la lucha contra el capitalismo se puede dar, aunque en el caso de Andy no lo
es del todo completamente, pues si bien demuestra en sus juguetes y en la forma
de jugar con ellos su espíritu , no es tan radical ni revolucionario como Syd,
personaje del que hablaré a continuación.
2.- Syd y el uso de la técnica revolucionaria.
En La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Walter Benjamin
nos habla del impacto que tiene la técnica en el arte actual, en el que éste ya no
va a ser el mismo de antes, pues gracias a la técnica el arte ya no es único ni para
el culto ni para la eternidad como lo era para los griegos5, sino que se puede
reproducir en masa, lo cual hace que nos despidamos de la unicidad y de la
eternidad. El aura lo entiende Benjamin como: “(…) el aquí y el ahora de la obra
de arte, su existencia única en el lugar donde se encuentra6, esa existencia única
que ligaba a tal arte con la tradición y el culto de donde provenía, y que dicha
tradición y culto era el núcleo de la autenticidad de ese tipo de obras de arte. Ese
fue un tiempo pasad ya que la técnica: “(…) separa a lo reproducido del ámbito de
la tradición”.7 El arte que se crea con la técnica no tiene que ver con tradiciones ni
3 Walter Benjamin, “Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los hombres” en Ensayos escogidos, Ediciones Coyoacan, México, 2008, pp. 139-140.4 - Ibíd.
5 Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Itaca, México, 2003,p. 606 Ibíd., p. 427 Ibíd., p. 44
culturas ni ligazones al pasado, es un arte que se revoluciona constantemente y
que a diferencia del arte aurático como la Venus de Milo que es para la eternidad y
no puede ser mejorado, el arte con la técnica actual si puede ser mejorado,
además de que rompe con todos los géneros y cánones establecidos, los cuales
por supuesto sólo sirven para defender todo ese arte que está ligado a la cultura y
a las tradiciones. El arte canónico exige respeto y que se deje a la obra tal cual
es, pues quien se atreva a hacer la más mínima modificación a la obra de arte
está cometiendo un auténtico delito, y esa es la forma en que dicho arte se eleva a
la categoría de sagrado por quienes sienten que el arte sólo es uno y es ése que
defienden; los defensores de dicho arte son una élite de personas que se dicen a
sí mismos artistas y que sólo lo que hagan ellos puede ser llamado arte; gracias a
la técnica nos podremos librar de dicha gente y a partir de ahora usar la técnica
para así todos poder hacer arte y ser todos artistas. Si hay alguien en Toy story
que es fiel a dicha consigna es Syd.
Toy story es una película con muchos mensajes, y entre ellos el que está implícito
es el de: los juguetes tienen vida respétalos. Syd es alguien que utiliza la técnica y
que no se queda corto como Andy quien sólo juega de acuerdo a su espíritu, sino
que él manifiesta su espíritu pero no sólo para jugar, sino para destruir, modificar e
inventar nuevos juguetes con los juguetes que tenía. Syd es presentado a los ojos
de los espectadores como un niño sádico, rebelde y sin ningún respeto a nada, y
en una película de juguetes que mejor modo de mostrar su falta de respeto hacia
todo precisamente con juguetes. Los creadores de la película al darle vida a los
juguetes pretenden decir que éstos tienen un aura, como vimos los defensores del
aura alegan que si algo tiene aura se respeta tal y como es sin sufrir modificación
alguna. Benjamin al respecto dice que en esta era de la reproductibilidad técnica
se vuelve imposible que el arte siga siendo aurático, pues ya el arte no es único ni
se presenta en un solo lugar, sino que puede ser reproducido y vuelto a reproducir
tantas veces sea posible. El ejemplo que escoge muy bien Walter Benjamin es el
del cine en el cual no se sabe que edición es la original, y donde las tomas se
hacen varias veces sin que haya una original ni nada por el estilo, además de que
si no te gusta tal toma se puede mejorar . Quienes pretendan justificar su arte
como aurático, en realidad lo que crean es un arte con un seudoaura, pues el arte
ya no es único, sino que se reproduce en masa y es capaz de sufrir cuantas
modificaciones sean posibles, por ello es que intentar pensar en el arte en término
de aura resulta un tanto arcaico, pues no es posible en esta era que algo esté sin
modificar. Los capitalistas que fabrican los juguetes deberían de saberlo mejor
pues los juguetes no se reproducen por piezas únicas e irrepetibles, sino que su
producción es en masa. Cuando sacan un nuevo juguete pretenden decir que el
juguete es único y que sólo se puede jugar de una manera con él, diciendo con
ello implícitamente que el juguete tiene un aura y que debe de ser respetado.
Andy al inventarse juegos los contradice, pero Syd no sólo los contradice, sino que
los ataca al aplicar su técnica a los juguetes y creándoles nuevas formas con las
cuales poder jugar; Syd le quita a un muñeco de bebé su cabeza y le coloca
piernas de metal con forma de araña al mismo tiempo que toma soldados de
juguete y los quema y explota. Si en Toy Story nos presentan a los juguetes con
vida, es para que los niños no apliquen la técnica y se conformen con jugar como
el capitalista dice, prueba de ello es que Woody y Buzz Light Year instan a los
juguetes que Syd ha modificado a rebelarse contra él, de hecho, Woody le dice al
final a Syd: juega bonito Syd. ¿Qué mensaje hay aquí? Pues es el mensaje de que
el juguete tiene aura y hay que respetarlo, hay que jugar bien con él y hay que
jugar como Andy quien aplica su espíritu más no la técnica, la cual es exclusiva
del capitalista, pues de atrevernos a usar la técnica sufriremos la rebelión de los
juguetes que Syd sufrió.
3.- El coleccionista de juguetes y la obsesión por el seudoaura.
En la segunda película de la saga nos encontramos con Al Lawreance sujeto que
colecciona todo lo relacionado con Woody, y que con ello lo que busca es obtener
una ganancia económica en la cual él venderá su colección de juguetes de
Woody a un Museo. Eso implica que no se jugará más con los juguetes, ni
tampoco nadie los va a poder modificar, sino que se depositará en un espacio de
un museo para que la gente vaya y admire a los juguetes. Benjamin nos explicó
que a partir del enorme desarrollo de la técnica, el arte ya no iba a ser más de
culto ni unido a la tradición pues el arte y cualquier objeto sino que se iba a
reproducir y a reproducir constantemente. Si eso sucede con el arte ¿qué
sucederá con el resto de las creaciones? En Toy Story el único que entiende eso
es Syd pues no se aferra a que los juguetes tienen un aura. En el caso de Al y del
museo que iba a pagarle por sus juguetes, se trata nada más y nada menos que
de gente que pretende hacer un aura de algo que al ser reproducido en masa
como un juguete no puede tener tal. Si llevan a esos juguetes al museo es para
engañar al visitante y hacerle creer que tales objetos tienen un valor de culto y de
unicidad, ambas cosas que por lo que hemos estudiado aquí son falsas, pues
dichos objetos en cualquier momento pueden ser modificados. El arte aurático era
único y eterno, además de que iba unido a la cultura de donde surgía y era hecho
para que quienes vivieran de acuerdo a tal cultura les tuvieran un culto especial
que les permitía identificarse con la cultura. La técnica destruye todo eso, destruye
la unión y la ligazón de sus productos a un aura, el cual ya no puede ser llamado
como tal sino que es un seudoaura que pretende hacernos creer que un arte es
único cuando ya no lo es. Al y el museo al que iban a ir Woody y sus amigos
pretenden hacerle creer al visitante que lo que tienen ahí es único cuando en la
era de la reproductibilidad técnica ya no lo es; Al hizo una colección, sin embargo
el hecho de que tenga la colección no significa que los juguetes ahí son únicos,
pues muchas personas pueden tener el mismo juguete sólo que no tienen la
colección al igual que Al, quien sólo pretende presumir de un aura cuando no lo
es. Una conclusión a la que se podría llegar después de esta reflexión, es que lo
que el museo de la película quería exhibir era la colección y el seudoaura de éste,
y dicho seudoaura que hace que la gente que vaya sienta una posible admiración
no es la unicidad de tal colección, sino el consumo y el dinero que representa
dicha colección. En ésta el capital puede presumir acerca de lo que su maquinaria
en masa es capaz de producir así como la capacidad de promoción que hace que
la gente compre dichas mercancías al por mayor. La exhibición de los productos
de Toy story en el museo iba a representar un monumento al consumo y al capital,
el capital con ello festeja su victoria pues demuestra que la gente no sólo no juega
con los juguete para con ello expresar su espíritu, sino que la gente prefiere crear
seudoauras a partir del consumo inagotable de productos que el mismo capital le
proporciona. Eso es lo que el capital aplaude y promueve, además de que el
museo le iba a pagar a Al por la colección, no era gratis, le iba a dar un premio
por su fidelidad al consumo y al capital. Sin embargo al final de la segunda
película tanto Woody como sus compañeros escapan y no van al museo, regresan
con Andy y así éste sigue inventando nuevos juegos, sigue expresando su
espíritu.
No deja de ser interesante el hecho de que por un momento Woody de verdad
quería ir al museo y volverse un objeto de “culto”. Quería ir al museo porque sentía
que Andy ya no iba a jugar con él, que Andy no iba a manifestar su espíritu en él.
En el museo ya no iba ni a ser modificado ni utilizado para nada, pero él prefería
eso a ser olvidado. Los productores de la película al darle vida a los juguetes se
olvidan de que algo creado por la técnica no va a pasar por el olvido, pues va a ser
utilizado de cualquier forma. Woody quizás no sea ya utilizado como juguete pero
puede ser utilizado como arma, para sostener algo etc. A lo que quiero llegar es
que los creadores le dieron vida a los juguetes para así decirnos: ¡tienen aura, no
los maltrates modificándolos ni coleccionándolos, respétalos, respétalos jugando!
Ese es el nivel de seudoaura que al menos los que crearon la película quieren que
el niño tenga. Quieren que juegue, pero que juegue con los productos que el
capital le aporta, y que por nada del mundo los modifique, pues de lo contrario sus
productos se vengarán de él.
4.-Conclusión.
Nada de lo que produce el capital es único, todo es en masa, y lo que el capital
busca es que la gente sólo se dedique a consumir para así hacerlos más
dependientes de lo que el capital produce. Al condenar a Syd, el mensaje que
envía es que la técnica es un monopolio exclusivo del capital y que por nada nos
atrevamos a usarlo. La posición que ocupa la masa es única y exclusivamente la
del consumidor, quien puede disfrutar y coleccionar con los productos, pero no
modificarlos, para así de esa manera mantenerlos en la posición pasiva y con ello
evitar que luchen por liberarse del monopolio capitalista. En esta era donde el
capital patenta todo y se apropia de los derechos a todo, que mejor forma de
expresarlo en una película para así convencer al proletariado para que éste no se
apropie de la técnica, y claro, para que dicho mensaje tenga más arraigo hay que
comunicárselos por medio de una película para niños y por medio de juguetes,
para que así éstos desde pequeños aprendan a consumir y a olvidarse de la
técnica como posibilidad de liberación.
Bibliografía:
-http://www.elpuercoespin.com.ar/2012/09/06/batman-y-la-dictadura-del-proletariado-por-slavoj-zizek/
- Walter Benjamin, “Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los hombres” en Ensayos escogidos, Ediciones Coyoacan, México, 2008
- Walter Benjamin, Juguetes y juego
-Walter Benjamin, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Itaca, México, 2003.