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EL CATOLICISMO
Presentado Por:
Lucia Ariza Mendoza
Docente:
Ingeniero Jonathan Young
INSTITUTO BÍBLICO
SECTAS Y RELIGIONES
SANTA MARTA
2015
EL CATOLICISMO
Católica es término originario del idioma griego καθολικός, 'katholikós', que significa 'universal'. La Iglesia católica es la iglesia cristiana más numerosa.
La Iglesia católica tiene como cabeza al obispo de Roma, el papa, que recibe el
trato honorífico de "Su Santidad". Según el dogma católico, el primer papa
fue Pedro. El papa actual es el argentino Jorge Mario Bergoglio, que escogió el
nombre pontificio de Francisco. En Roma se encuentra la Sede Apostólica;
relacionada con la Sede está el Estado de la Ciudad del
Vaticano, un enclave dentro de la ciudad de Roma, que funciona como un estado
independiente y reconocido internacionalmente. Si bien el Estado Vaticano está
estrechamente ligado a la Sede Apostólica, se trata de entidades distintas, ya que
el Estado Vaticano es un poder temporal (gobernado directamente por el papa),
mientras que la Sede Apostólica es entendida por los católicos como poder
espiritual. En la Ciudad del Vaticano y en Roma se encuentran la Curia Romana,
formada por las instituciones (llamadas dicasterios) que ayudan al papa en el
gobierno de la Iglesia.
Los cardenales ayudan al papa en la acción pastoral de la iglesia católica
universal y en la administración del vaticano y la curia romana. Cuando el Papa
muere, eligen el sucesor en un cónclave. Colectivamente forman el colegio
cardenalicio. Los cardenales son elegidos personalmente por el Papa.
Los obispos se encargan de cada diócesis. Ningún obispo aunque haya sido
nombrado cardenal tiene autoridad sobre otro, sino que cada uno depende
directamente del Papa.
El concilio ecuménico, es la asamblea de todos los obispos del mundo presidida
por el Papa, es convocado cuando hay que tomar las decisiones más importantes,
en materia de fe (dogmas) y de moral.
Sucesión apostólica
Es la transmisión, mediante el sacramento del Orden, de la misión y la potestad de los Apóstoles a sus sucesores, los obispos. Gracias a esta transmisión, la Iglesia se mantiene en comunión de fe y de vida con su origen, mientras a lo largo de los siglos ordena todo su apostolado a la difusión del Reino de Cristo sobre la tierra.
La Iglesia católica, afirma que la sucesión apostólica se mantiene mediante la ordenación de obispos de forma personal e ininterrumpida desde los tiempos de los apóstoles. Esto es, los apóstoles ordenaron a obispos, los cuales de forma ininterrumpida han seguido ordenando nuevos obispos hasta hoy.
CIC 77 "Para que este Evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia, los apóstoles nombraron como sucesores a los obispos, “dejándoles su cargo en el magisterio”). En efecto, "la predicación apostólica, expresada de un modo especial en los libros sagrados, se ha de conservar por transmisión continua hasta el fin de los tiempos"
CIC 78 Esta transmisión viva, llevada a cabo en el Espíritu Santo es llamada la Tradición en cuanto distinta de la Sagrada Escritura, aunque estrechamente ligada a ella. Por ella, "la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree"). "Las palabras de los Santos Padres atestiguan la presencia viva de esta Tradición, cuyas riquezas van pasando a loa práctica y a la vida de la Iglesia que cree y ora").
LIBRO SAGRADO
En el catolicismo, el libro sagrado es la biblia, la cual consta de 73 libros, dividiéndose en 2 antiguo-nuevo testamento
ANTIGUO TESTAMENTO: se divide en 4 partes, cada una con sus libros.
pentateuco: 5 libros.
históricos: 16 libros.
poéticos y sapienciales: 7 libros.
proféticos: 18 libros.
NUEVO TESTAMENTO: se divide 5 partes, cada una con sus libros.
evangelios: 4 libros.
libro histórico: 1 libro.
cartas paulinas: 14 libros.
cartas católicas: 7 libros.
libro profetico: 1 libro.
ORIGEN
La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen se encuentra en la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo aproximadamente en el año 30 de nuestra era. La iglesia Católica se proclama a sí misma como la Iglesia por la que murió Jesucristo, la Iglesia que fue establecida y construida por los apóstoles. La Iglesia católica siempre se ha considerado la heredera espiritual de Cristo y a pesar de las disidencias y herejías ha intentado mantener siempre una línea continua desde Jesús hasta nuestros días: El Papa, heredero directo de Pedro quien fue nombrado cabeza rectora de la Iglesia hasta el regreso de Jesús.
Jesús dio a san Pedro una especial autoridad entre los Apóstoles (Jn.21,15-17) y significó este hecho al cambiarle el nombre de Simón a Pedro, que quiere decir "Roca" (Jn. 1,42). Él dijo que San Pedro sería la roca sobre la cual construiría su Iglesia (Mt. 16, 18).
En el Nuevo Testamento, no hay mención del papado, la veneración o adoración de María (o de la inmaculada concepción de María, la perpetua virginidad de María, la ascensión de María, o María como co-redentora y mediadora), las peticiones a los santos en el cielo por su intercesión, la sucesión apostólica, las ordenanzas de la iglesia funcionando como sacramentos, el bautismo infantil, la confesión de pecados a un sacerdote, el purgatorio, las indulgencias, o la autoridad paralela de las tradición eclesiástica y la Escritura. Así que, si el origen de la Iglesia Católica no se encuentra en las enseñanzas de Jesús y Sus apóstoles, como están registradas en el Nuevo Testamento, ¿cuál es el verdadero origen de la Iglesia Católica?
Durante los primeros 280 años de la historia cristiana, la cristiandad fue prohibida por el imperio romano, y los cristianos fueron terriblemente perseguidos. Esto cambió después de la “conversión” del emperador romano Constantino. Constantino “legalizó” el cristianismo en el Edicto de Milán en el año 313. Después en el 325 D.C. Constantino convocó al Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristiandad. Constantino visualizó el cristianismo como una religión que pudiera unir al Imperio Romano, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse.
Mientras esto hubiera parecido ser un desarrollo positivo para la iglesia cristiana,
el resultado fue todo menos positivo. Al igual que Constantino se negó a adoptar
de lleno la fe cristiana, sino que continuó con muchas de sus creencias y prácticas
paganas; así también la iglesia cristiana que Constantino promovió era una mezcla
del verdadero cristianismo con el paganismo romano.
Constantino descubrió que con la gran extensión del Imperio Romano, tan diverso
y expansivo, no todos accederían a renunciar a sus creencias religiosas y abrazar
el cristianismo en su lugar. Así que Constantino permitió, y aún promovió la
“cristianización” de las creencias paganas. Y así, creencias completamente
paganas y totalmente anti bíblicas le dieron nuevas identidades al “cristianismo”
Algunos claros ejemplos de ello son los siguientes:
(1) El Culto a Isis, una religión de la madre-diosa egipcia, fue absorbida dentro del
cristianismo, reemplazando a Isis con María. Muchos de los títulos que fueron
usados por Isis, tales como “Reina del cielo”, “Madre de Dios”, y “theotokos” (quien
dio vida a Dios) fueron adjudicados a María. Se le concedió a María un exaltado
papel en la fe cristiana, mucho más allá de lo que la Biblia describe de ella, para
atraer a los adoradores de Isis a la fe, que de otro modo no hubieran adoptado.
Las primeras claras señales de la Mariología católica ocurrieron en los escritos de
Origen, quien vivió en Alejandría, Egipto, el cual resultaba ser el punto focal de la
adoración a Isis.
(2) El Mitraísmo era una religión en el Imperio Romano del I hasta el V siglo d.C.
Era muy popular entre los romanos, especialmente entre los soldados romanos, y
posiblemente fue la religión de muchos emperadores romanos. Mientras que
nunca se le concedió un estatus “oficial” al Mitraísmo en el Imperio Romano fue de
hecho la religión oficial, hasta que Constantino y los siguientes emperadores
romanos reemplazaron el Mitraísmo con el Cristianismo. Una de las características
claves del Mitraísmo era una comida de sacrificio, la cual consistía en comer la
carne y beber la sangre de un toro. Mitras, el dios del Mitraísmo, estaba “presente”
en la carne y la sangre del toro, y cuando eran consumidas, se otorgaba la
salvación a aquellos que tomaban parte en la comida del sacrificio. (Teofagia, la
práctica de comer el cuerpo de un dios). El Mitraísmo también tenía siete
“sacramentos”, haciendo que las similitudes entre el Mitraísmo y el catolicismo
Romano sean demasiadas para ser ignoradas. Constantino y sus sucesores
fundaron un fácil substituto de la comida sacrificial del Mitraísmo en el concepto de
la Cena del Señor / La Comunión Católica.
Tristemente, algunos de los primeros cristianos comenzaron a añadir el misticismo
a la Cena del Señor, rechazando el concepto bíblico de un simple acto de
adoración y recordatorio de la muerte y derramamiento de sangre de Cristo. La
romanización de la Cena del Señor hizo la transición a una consumación del
sacrificio de Jesucristo, conocido ahora como la Misa Católica / la Eucaristía.
(3) La mayoría de los emperadores romanos (y ciudadanos) eran enotistas. Un
enotista es alguien que cree en la existencia de muchos dioses, pero que tiene un
enfoque primario en un dios en particular, o considera a un dios en particular como
supremo sobre los otros dioses. Por ejemplo, el dios romano Júpiter, era supremo
sobre el “panteón” (la totalidad de los dioses) romano. Los marinos romanos con
frecuencia eran adoradores de Neptuno, el dios de los océanos. Cuando la Iglesia
Católica absorbió el paganismo romano, simplemente reemplazó el “panteón” de
dioses con los santos. Así como el panteón de dioses romanos tenía un dios del
amor, un dios de la paz, un dios de la guerra, un dios de la fuerza, un dios de la
sabiduría, etc., la Iglesia Católica tiene un santo que “está a cargo” de cada una de
estas características, y existen muchas otras categorías. Igualmente, así como
muchas ciudades romanas tenían un dios específico para la ciudad, también la
Iglesia católica provee sus “santos patrones” para las ciudades.
(4) La supremacía del obispo romano (el papado), fue creado con la ayuda de los
emperadores romanos. Siendo la ciudad de Roma el centro de gobierno del
imperio romano, y con los emperadores romanos viviendo en Roma, la ciudad de
Roma se levantó como preeminencia en todas las facetas de la vida. Constantino,
y sus sucesores, dieron su apoyo al obispo de Roma como el supremo gobernante
de la iglesia. Desde luego, era mejor para la unidad del imperio romano, que el
gobernante y la sede de la religión se encontraran centrados en el mismo lugar.
Mientras que muchos otros obispos (y cristianos) se resistieron a la idea de que
hubiera un obispo romano supremo, eventualmente el obispo romano se elevó a la
supremacía, a través del poder y la influencia de los emperadores romanos.
Cuando el imperio romano se colapsó, los papas tomaron el título que
previamente había pertenecido a los emperadores romanos – “Pontificus
Maximus”.
Desde luego, la Iglesia Católica Romana niega el origen pagano de sus creencias
y prácticas. La Iglesia Católica disfraza sus creencias paganas bajo capas de
complicada teología. La Iglesia Católica excusa y niega su origen pagano tras la
máscara de la “tradición eclesiástica”. Reconociendo que muchas de sus
creencias y prácticas son totalmente ajenas a la Biblia; la Iglesia Católica está
forzada a negar la autoridad y suficiencia de las Sagradas Escrituras.
El origen de la Iglesia Católica es el trágico compromiso del cristianismo con las
religiones paganas que la rodeaban. En vez de proclamar el Evangelio y convertir
a los paganos, la Iglesia Católica “cristianizó” las religiones paganas, y “paganizó”
el cristianismo. Al mezclar las diferencias y borrar las características distintivas, si,
la Iglesia Católica se hizo a sí misma atractiva a la gente del imperio romano. Uno
de los resultados fue que la Iglesia Católica se convirtiera en la religión suprema
en el “mundo romano” durante siglos. Sin embargo, otro resultado fue la más
dominante forma de apostasía del cristianismo del verdadero Evangelio de
Jesucristo y la verdadera proclamación de la Palabra de Dios.
2 Timoteo 4:3-4 declara, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana
doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a
sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas.”
HISTORIA
El nombre de Iglesia católica (o catolicismo) se ha utilizado para referirse a la "Iglesia Universal" desde principios del siglo II. Ya que consta la utilización del término por primera vez en las cartas de Ignacio de Antioquía, quien según Juan Crisóstomo, habría sido ordenado por el propio Pedro.
En varias situaciones durante los tres primeros siglos del cristianismo, el obispo de Roma, considerado el sucesor del apóstol Pedro, intervenía en las comunidades para ayudar a resolver conflictos, ejemplos fueron los papas Clemente I, Víctor I y Calixto I.
En los primeros tres siglos de su historia, la Iglesia se organizaba en tres patriarcas, los obispos de Antioquía, con jurisdicción sobre Siria, y más tarde sobre Asia Menor y Grecia, Alejandría de la jurisdicción de Egipto, y Roma de la
jurisdicción de Occidente. Más tarde los obispos de Constantinopla y Jerusalén se añadieron los patriarcas, por razones administrativas.
El Primer Concilio de Nicea en el año 325, consideró al obispo de Roma como el "primus" (primero) entre los patriarcas, estableciéndolo así en sus cuartos, quintos y sextos cánones, "siguiendo la tradición antigua", aunque muchos interpretan que este título como el "primus inter pares" (primero entre iguales). Se consideró también que el patriarca de Roma poseía una autoridad especial debido a su relación con san Pedro, que había muerto y sido sepultado en esta ciudad.
Edad Antigua
Según la doctrina católica, Jesús fundó una comunidad cristiana jerárquicamente
organizada y con autoridad, dirigida por los apóstoles (el primero de los cuales
era San Pedro). Posteriormente (según los Hechos de los apóstoles),
los apóstoles y los primeros seguidores de Jesús estructuraron una iglesia
organizada. Una carta escrita poco después del año 100 por san Ignacio de
Antioquía a los de Esmirna es el texto más antiguo que se conserva en el cual se
usa el término ἡ καθολική ἐκκλησία (la Iglesia católica o universal): "Allí donde
aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo; tal como allí donde está Jesús, allí
está la Iglesia católica." De esta Iglesia él evidentemente excluía a los herejes,
contra los cuales usó palabras muy fuertes: "fieras en forma humana - hombres a
quienes no sólo no deberíais recibir, sino, si fuera posible, ni tan sólo tener tratos
con ellos".
El mismo Ignacio de Antioquía testimonia la existencia de una jerarquía de tres
grados que consistía en obispos, presbíteros (sacerdotes) y diáconos. En el siglo
III, san Cipriano, obispo de Cartago, habla de una jerarquía monárquica de siete
grados, en la cual la posición suprema la ocupaba el obispo. En esta jerarquía el
obispo de Roma ocupaba un lugar especial, en cuanto sucesor de san Pedro.
Además, el que el obispo de Roma llegara a tener una importancia particularmente
grande, se debió, según algunos, por motivos políticos: Roma fue la capital del
Imperio Romano hasta que el Emperador Constantino I el Grande hizo
de Constantinopla la nueva capital, el 11 de mayo de 330. Otros atribuyen esta
importancia al hecho, reconocido entonces por todos que el obispo de Roma era
sucesor de san Pedro, a quien, según el Evangelio de Lucas 22:32, Jesús le dijo:
"Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú una vez vuelto, confirma a tus hermanos".
(San Lucas 22:32, Reina-Valera 1960)
Más aún, hacia el año 95, Clemente de Roma (obispo de la Iglesia de Roma entre
89 y 97) escribió una carta a la comunidad cristiana de Corinto para resolver un
problema interno, sugiriendo su primacía sobre las Iglesias particulares. En efecto,
habían surgido levantamientos contra los presbíteros-epíscopos en Corinto y
Clemente, como obispo de la Iglesia de Roma, los llamó al orden y a la obediencia
a sus respectivos pastores, evocando el recuerdo de los apóstoles Pedro y Pablo.
Esa carta es la primera obra de la literatura cristiana fuera del Nuevo
Testamento de la que consta históricamente el nombre de su autor, la situación y
la época en que se escribió, y cuyas palabras manifiestan una dureza propia del
lenguaje de aquél que es consciente de su autoridad.
Algunos autores han afirmado que no hay argumentos suficientes para confirmar
que Pedro haya sido obispo en Roma. La tradición que afirma que Pedro fue a
Roma y ahí murió martirizado se basa también en esta carta de san Clemente,
que menciona su martirio, en la Carta de san Ignacio de Antioquía a los
Romanos ("No os mando nada, cosa que hicieron Pedro y Pablo." – capítulo 4), y
en la obra de c. 175-185 Contra las herejías (libro III, 1.3.1) de san Ireneo de Lyon,
donde dice:
El Concilio de Nicea I (325) condenó el Arrianismo excluyendo de la Iglesia los
seguidores de esta opinión teológica. Otros Concilios también definieron más
precisamente la fe católica y excluyeron a otros grupos, en particular los Concilios
de Éfeso (431) y de Calcedonia (451). La Iglesia oficialmente dejó de
sufrir persecución a los cristianos en el Imperio Romano a partir del 313, cuando el
emperador Constantino dio libertad de culto a toda religión con el Edicto de Milán,
pero no llegó a ser religión oficial del Estado hasta el 380, cuando Teodosio I el
Grande, decretó el Edicto de Tesalónica.
Edad Media
La Iglesia católica, en el siglo V, se había extendido por casi todo el territorio del
Imperio Romano (desde Hispania hasta Siria, con las zonas costeras del norte de
África). Posteriormente, se realizaron misiones hacia zonas del norte de Europa,
que llegaron hasta Irlanda, Gran Bretaña, Germania, y posteriormente zonas de
Escandinavia, Centroeuropa y las poblaciones eslavas del Este. Este largo
proceso abarca de los siglos V al XI. Buena parte de estas misiones, así como el
trabajo de re cristianizar los territorios del antiguo Imperio Romano de Occidente,
fue posible gracias a los monasterios, sobre todo a los benedictinos.
La expansión de poblaciones convertidas al Islam llevó a un progresivo declive de
las poblaciones católicas del norte de África, que llegaría a ser casi completo en el
mundo moderno.
Un hecho posterior significó la división entre numerosas iglesias: el Gran
Cisma entre sus porciones de Occidente y Oriente (cuya iglesia, aún denominada
como "Católica Ortodoxa", pasaría a ser conocida solo por esta última palabra)
ocurrido en el año 1054 a causa de las rivalidades entre los patriarcados de Roma
y Constantinopla y, teológicamente, alrededor de la cláusula Filioque.
Durante los siglos XI y XIV se produce un gran desarrollo cultural gracias a la
institución de nuevas universidades eclesiásticas, centradas sobre todo en la
teología, pero también con facultades de artes, de derecho y, en algunos lugares,
de medicina.
En el siglo XIII fueron fundadas y empezaron a desarrollarse las órdenes
mendicantes, que tuvieron un gran influjo en la vida religiosa de la sociedad.
Hacia finales del siglo XIV se produjo un cisma, conocido como Cisma de
Occidente, que afectó a la Iglesia católica desde 1378 hasta 1417, y que provocó
fuertes tensiones y el surgimientos de ideas de tipo conciliaristas, según las cuales
un concilio podría tener más autoridad que el Papa en algunos puntos. El
conciliarismo fue condenado en el concilio V de Letrán en 1516.
La Inquisición
El término Inquisición (latín: Inquisitio Haereticae Pravitatis Sanctum Officium')
hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía en el
seno de la Iglesia católica. La Inquisición medieval, de la que derivan todas las
demás, fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para
combatir las herejías de los cátaros, albigenses y valdenses. En 1249, se implantó
también en el reino de Aragón (fue la primera Inquisición estatal). En la Edad
Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, fue extendida a ésta con el nombre
de Inquisición Española (1478 - 1821), bajo control directo de la monarquía
hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a América. También fueron
importantes la Inquisición portuguesa (1536 - 1821) y la Inquisición
romana (1542 - 1965), conocida también como Santo Oficio. El número de
ejecutados por autoridades civiles tras ser condenados no puede determinarse
con certeza, por la existencia de numerosas lagunas en la evidencia documental.
Extrapolando detallados estudios, Pérez estima en menos de 10 000 las condenas
a muerte ejecutadas en España; En Portugal, sobre alrededor de 23 000 casos
documentados, se registran 1454 condenas a muerte en la hoguera. Estas cifras
no toman en cuenta el número de muertes causadas por la tortura o por las
condiciones de encarcelamiento.
Edad Moderna
La Iglesia católica afronta profundos cambios en la Edad Moderna. Por una parte,
se inicia una expansión de las misiones hacia algunas zonas de África y Asia y
hacia América desde los viajes y conquistas de españoles y portugueses. Por otro
lado, se viven fuertes tensiones internas y un deseo profundo de reforma.
La invención de la imprenta permitió una mayor difusión de la Biblia y de sus
traducciones, que empezaron a circular entre los católicos en diversos lugares.
El rechazo de la autoridad papal por causas de independencia política y
económica y el rechazo de Martín Lutero al hecho de que se cobrara dinero por
las indulgencias, provocó el surgimiento del protestantismo en 1517. En el mismo
siglo XVI, empezó a desarrollarse el calvinismo en Suiza, y luego se extendió
rápidamente en otros países europeos. Un importante cisma siguió con el
surgimiento de la Iglesia Anglicana (nacida del Acta de Supremacía inglesa
en 1534).
Contrarreforma
La contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero, que
había debilitado a la Iglesia católica. Denota el período de resurgimiento católico
desde el pontificado del Papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerra de los
Treinta Años, en 1648. Sus objetivos fueron renovar la Iglesia católica y evitar el
avance de las doctrinas protestantes.
Entre los años 1545 y 1563 se desarrolló el Concilio de Trento, con diversas
etapas. Antes y después del Concilio de Trento se fundaron diversas
congregaciones religiosas que buscaron promover una profunda renovación entre
los católicos. Una de esas congregaciones, que adquirió más tarde un gran
desarrollo, fue la Compañía de Jesús.
PADRES DE LA IGLESIA
Se llama padres de la Iglesia a un grupo de pastores y escritores eclesiásticos,
obispos en su mayoría, de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto
doctrinal es considerado testimonio de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia católica.
La importancia que se le da a este grupo de escritores radica en su doctrina en conjunto. Son los puntos en común entre ellos los que se toman en cuenta. Sus enseñanzas tuvieron gran peso en el desarrollo del pensamiento y la teología cristiana según su interpretación de la Biblia o las Sagradas Escrituras, la incorporación de la Tradición y la consolidación de la Liturgia.
A menudo los padres de la Iglesia tuvieron que dar respuesta a cuestiones y dificultades morales y teológicas en medio de un ambiente convulsionado por persecuciones externas y conflictos internos producidos por herejías y cismas de la Iglesia postapostólica. Por eso, fueron los continuadores inmediatos de la obra que los apóstoles habían iniciado y a los que con ella pasaron a sustituir ventajosamente, pues dejaron un amplio testimonio de sus trabajos y enseñanzas, escritos generalmente en latín, y respaldados muchas veces directamente por la jerarquía eclesiástica encabezada por el papa.
El título de «padres» para este grupo aparece desde el siglo IV, tal como puede observarse en las palabras de san Basilio: «Lo que nosotros enseñamos no es el resultado de nuestras reflexiones personales, sino lo que hemos aprendido de los Padres».
El papa Gelasio I confeccionó una primera lista oficial de los padres de la Iglesia. Al estudio y análisis de la obra de estos importantísimos escritores de los primeros tiempos de la Iglesia se lo llama Patrística. Al estudio de la vida y persona de los padres se le llama Patrología. Estas dos ciencias han establecido una clasificación por generaciones y procedencias culturales con objeto de facilitar una comprensión más exacta del desarrollo de la teología cristiana.
PADRES APOSTÓLICOS
Desde el siglo XVII se llama padres Apostólicos a aquellos padres que tienen cercanía inmediata con los apóstoles, por lo que cronológicamente se ubican en el siglo I y primera mitad del siglo II. Sus escritos son respuestas a comunidades eclesiales en forma de cartas, documentos o recomendaciones, la mayoría del contenido es moral antes que doctrinal, por lo que su estilo es sencillo y directo, ya que iban dirigidas a comunidades con situaciones específicas.
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GRANDES PADRES DE LA IGLESIA
En principio, la denominación de padres de la Iglesia se guardó para cuatro grandes personalidades de la Iglesia oriental, a los que se agregaron otros cuatro de la occidental:
Los cuatro grandes padres griegos son:
San Atanasio de Alejandría San Basilio el Grande San Gregorio Nacianceno San Juan Crisóstomo
Y los cuatro latinos:
San Ambrosio de Milán San Agustín de Hipona San Jerónimo de Estridón San Gregorio Magno
Pero habitualmente se conoce como padres de la Iglesia a una serie más amplia de escritores cristianos, que va desde estas generaciones (siglo III) hasta el siglo VIII, y que se caracterizan por la ortodoxia de su doctrina, santidad de vida y el reconocimiento de la Iglesia. Su edad de oro fueron los siglos IV y V y florecieron tanto en Occidente, donde escribieron en latín, o en Oriente, donde lo hicieron en griego e incluso en siriaco, copto, armenio, georgiano y árabe. En sus obras se sirven de la cultura griega y latina para explicar los misterios cristianos.
Atanasio de Alejandría, (en griego, Ἀθανάσιος Ἀλεξανδρείας [Athanásios
Alexandrías]) fue obispo de Alejandría, nacido alrededor del año 296 y
fallecido el 2 de mayo del año 373. Se considera santo en la Iglesia copta,
en la Iglesia católica, en la Iglesia ortodoxa y en la Iglesia anglicana,
además de doctor de la Iglesia católica y padre de la Iglesia Oriental.
Nació en el ambiente cosmopolita de Alejandría, donde recibió su formación
filosófica y teológica. No se sabe nada de los primeros treinta años de su
vida salvo que en el año 320, con veinticuatro años, fue ordenado diácono.
Este cargo le permitió acompañar a su obispo, (Alejandro de Alejandría),
al concilio de Nicea I en 325. Desde esa fecha se convirtió en defensor a
ultranza del símbolo niceno, y enemigo acérrimo de los arrianos.
Escribió mucho a pesar de la dureza de su vida. Sus escritos apologéticos
son contra los paganos y encarnación del verbo, donde expone razones a
favor de la encarnación, rechaza el politeísmo y el paganismo. Defendía
que el Hijo no fue engendrado como se engendra un hombre de otro
hombre, de forma que la existencia del padre es anterior a la del hijo. La
labor de Atanasio tanto en el I Concilio de Nicea como en toda su lucha
contra el arrianismo fue de gran importancia con repercusiones que incluso
llegan a la actualidad. A los pocos años de fallecer Atanasio el
emperador Teodosio I tomó la decisión de hacer del cristianismo
niceno o catolicismo la religión oficial del Imperio mediante el Edicto de
Tesalónica de 380.
San Basilio de Cesárea, Llamado Basilio el Magno (en griego: Μέγας
Βασίλειος), fue obispo de Cesarea y preeminente clérigo del siglo IV. Es
santo de la Iglesia Ortodoxa y uno de los cuatro Padres de la Iglesia Griega,
Es santo y doctor de la Iglesia Católica.
San Basilio es el nombre que en la tradición griega lleva Papá Noel. Es él
quien se cree que visita a los niños el primero de enero (cuando tiene
Basilio su festividad). Se corresponde con San Nicolás que aparece el día
de Navidad, o con los Reyes Magos, que llegan el 6 de enero.
Fue en Atenas donde comenzó a pensar seriamente en la religión y se
decidió a buscar a los más famosos santos eremitas de Siria y Arabia para
aprender de ellos el modo de alcanzar un estado de ferviente piedad y de
mantener su cuerpo sometido mediante el ascetismo, lo que solía
denominar “una vida filosófica”.
En 370 muere Eusebio de Cesarea de Capadocia, obispo de Cesarea de
Capadocia, y Basilio fue elegido para sustituirle. Fue entonces cuando se
pudieron apreciar sus grandes dotes.
Gregorio Nacianceno, También conocido como Gregorio de
Nacianzo o Gregorio el Teólogo, fue
un arzobispo cristiano de Constantinopla del siglo IV. Está ampliamente
considerado como el más completo estilista retórico de la patrística. Como
orador y filósofo formado en la tradición clásica, introdujo
elementos helenísticos en la iglesia primitiva, estableciendo el paradigma
de los teólogos y eclesiásticos bizantinos.
Gregorio influyó significativamente en la forma de la teología trinitaria tanto
en los padres griegos como latinos, y es recordado como el «teólogo
trinitario». Gregorio es un santo tanto para la iglesia católica como para
la ortodoxa. La iglesia católica lo incluye entre los Doctores de la Iglesia;
entre los ortodoxos orientales y las iglesias orientales católicas es
reverenciado como uno de los Tres Santos Jerarcas junto con Basilio el
Grande y Juan Crisóstomo.
Las contribuciones teológicas más significativas de Gregorio surgen de su
defensa de la doctrina nicena de la Trinidad. Destaca especialmente por
sus contribuciones en el campo de la pneumatología, esto es, la teología
referente a la naturaleza del Espíritu Santo.
Enfatizó que Jesús no dejó de ser Dios cuando se hizo hombre, ni perdió
ninguno de sus atributos divinos cuando tomó la naturaleza humana.
Igualmente proclamó la eternidad del Espíritu Santo, diciendo que las
acciones del Espíritu Santo estaban de alguna forma ocultas en el Antiguo
Testamento, pero se hicieron más claras desde la ascensión de Jesús
al Cielo y el descenso del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés.
Juan Crisóstomo, Fue un clérigo cristiano eminente, patriarca de
Constantinopla, considerado por la Iglesia católica uno de los cuatro
grandes Padres de la Iglesia del Oriente.
Este Padre de la Iglesia fue famoso por sus discursos públicos y por su
denuncia de los abusos de las autoridades imperiales y de la vida licenciosa
del clero bizantino. Su enfrentamiento con la corte del emperador Arcadio y
de su esposa Elia Eudoxia resultó en su destierro. Reinstalado en su sede
episcopal temporalmente, fue por último depuesto y exiliado hasta su
muerte.
San Ambrosio de Milán, nombre original en latín, Aurelius Ambrosius; fue
un destacado obispo de Milán y un importante teólogo y orador. Es uno de
los cuatro Padres de la Iglesia Latina y uno de los 35 doctores de la Iglesia
católica.
Fue el primer cristiano en conseguir que se reconociera el poder de la
Iglesia por encima de la del Estado, y desterró definitivamente en sucesivas
confrontaciones a los paganos de la vida política romana.
Agustín de Hipona o san Agustín, nombre completo en latín, Aurelius
Augustinus Hipponensis; fue un santo, padre y doctor de la Iglesia católica.
El «Doctor de la Gracia» fue el máximo pensador del cristianismo del primer
milenio y según Antonio Livi uno de los más grandes genios de la
humanidad. Autor prolífico, dedicó gran parte de su vida a escribir
sobre filosofía y teología siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras
más destacadas.
La Regla de san Agustín son las normas que Agustín de Hipona, conocido
como san Agustín, redactó para organizar la vida de la comunidad cuando fundó el monasterio de Tagaste, en el norte de África, y si bien aquellas las
elaboró en tres momentos distintos, en el fondo se reducen a una sola
regla.
Eusebio Hierónimo de Estridón o Jerónimo de Estridón , san
Jerónimo para los católicos y ortodoxos (en latín: Eusebius Sophronius
Hieronymus; en griego: Εὐσέβιος Σωφρόνιος
Ἱερώνυμος), tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín. Es
consideradoPadre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos.
La traducción al latín de la Biblia hecha por San Jerónimo, llamada
la Vulgata (de vulgata editio, 'edición para el pueblo'), ha sido, hasta la
promulgación de la Neovulgata, en 1979, el texto bíblico oficial de la Iglesia
católica romana.
San Jerónimo fue un célebre estudioso del latín en una época en la que eso
implicaba dominar el griego. Sabía algo de hebreo cuando comenzó su
proyecto de traducción, pero se mudó a Belén para perfeccionar sus
conocimientos del idioma. Comenzó la traducción en el año 382 corrigiendo
la versión latina existente delNuevo Testamento. Aproximadamente en el
año 390 pasó al Antiguo Testamento en hebreo. Completó su obra en el
año 405. Si Agustín de Hipona merece ser llamado el padre de
la teología latina, Jerónimo lo es de la exégesis bíblica. Con sus obras,
resultantes de su notable erudición, ejerció un influjo duradero en la forma
de traducción e interpretación de las Sagradas Escrituras y en el uso
del latín como medio de comunicación en la historia de la Iglesia.
Es considerado como un santo por la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa, la
Iglesia luterana y la Iglesia anglicana.
La Iglesia Católica ha reconocido siempre a San Jerónimo como un hombre
elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, por lo que
fue nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer
entender la Biblia; por extensión, se lo considera el santo patrono de
los traductores.
Murió el 30 de septiembre del año 420, a los 80 años. En su recuerdo se
celebra el Día internacional de la Traducción.
Gregorio Magno, Gregorio I o también San Gregorio, fue el sexagésimo
cuarto papa de la Iglesia católica. Es uno de los cuatro Padres de la
Iglesia latina junto con Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona y Ambrosio
de Milán. Fue proclamado Doctor de la Iglesia el 20 de septiembre de 1295
por Bonifacio VIII. También fue el primer monje en alcanzar la dignidad
pontificia, y probablemente la figura definitoria de la posición medieval del
papado como poder separado del Imperio romano. Hombre profundamente
místico, la Iglesia romana adquirió gracias a él un gran prestigio en todo
Occidente, y después de él los papas quisieron en general titularse como él
hiciera: «siervo de los siervos de Dios» (servus servorum Dei).
DOCTRINA
EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA - CIC
Es la exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica, atestiguadas por
la Sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio eclesiástico. Es uno de
los dos catecismos de la Iglesia Universal que han sido redactados en toda la
historia, por lo que es considerado como la fuente más confiable sobre aspectos
doctrinales básicos de la Iglesia católica. (2 Timoteo 3:16) (Marcos 12:24)
Salmo 1 Marcos 7:1-13
Dice el CIC: la tradición sagrada es igual a las Escrituras
81 "La Sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo". "La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los apóstoles, y la transmite íntegra a los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación"
82 De ahí resulta que la Iglesia, a la cual está confiada la transmisión y la interpretación dela Revelación "no saca exclusivamente de la Escritura la certeza de todo lo revelado. Y así se han de recibir y respetar con el mismo espíritu de devoción" (DV 9).
LA TRADICIÓN APOSTÓLICA
Las Iglesia católica expone creencias, doctrinas y conceptos que algunos piensan no están presentes en la Biblia, siendo que la Iglesia católica considera también como palabra de Dios a la que se transmite mediante la tradición apostólica. Dicen que los libros considerados apócrifos por los protestantes (entre ellos, el libro del Eclesiástico y Tobías) se encuentran definidos como parte del canon original de la Biblia (conocido como Canon alejandrino o Canon católico), conformando la clasificación de los libros bíblicos Deuterocanónicos.
El Concilio de Trento declaró a la tradición como igualmente autorizada que la Escritura, y que la interpretación final de ambas era privativa de la Iglesia. En su Constitución Dogmática acerca de la revelación divina, el Vaticano II buscó quitar la aguda distinción hecha por los protestantes entre Escritura y tradición, definiendo la tradición como las sucesivas interpretaciones de las Escrituras dadas por la Iglesia a través de los tiempos. Se negó específicamente que la Iglesia estuviera de alguna manera por sobre ambas fuentes de la revelación: "Este Magisterio no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve... Es claro, por lo tanto, que la tradición sagrada, la Sagrada Escritura y la autoridad magisterial de la Iglesia están tan conectadas y ligadas entre sí que ninguna de ellas se sostiene sin las otras”.
La doctrina fundamental para la Iglesia católica se encuentra en el Credo, que
recoge las fórmulas de fe elaboradas en los primeros concilios de la historia. El
Credo encuentra una explicación sistemática en el Catecismo de la Iglesia
católica, aprobado en 1992 por Juan Pablo II.
El MAGISTERIO ECLESIÁSTICO
El magisterio Eclesiástico es la expresión con que la Iglesia Católica se refiere a
la función y autoridad de enseñar que tienen el Papa (magisterio pontificio) y los
obispos que están en comunión con él.
CONCILIOS ECUMÉNICOS
Es la asamblea de todos los obispos del mundo presidida por el Papa, es
convocado cuando hay que tomar las decisiones más importantes, en materia de
fe (dogmas) y de moral.
LOS SIETE PRIMEROS CONCILIOS
El Primer Concilio de Nicea (325) formuló el Credo Niceno original, que reconocía
las tres Personas de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y
enseñaba que Jesús, Hijo de Dios, era consubstancial al Dios Padre.
El Primer Concilio de Constantinopla (381) definió la divinidad del Espíritu Santo,
cuya divinidad es la misma del Padre y del Hijo. El concilio también reformuló el
Credo Niceno, que pasó a constar de más informaciones sobre la naturaleza del
Espíritu Santo, sobre Jesús y sobre otros dogmas importantes.
En 431, el Concilio de Éfeso proclamó la Virgen María como la Madre de Dios (en
griego: Theotokos), en oposición a Nestorio, que defendía que María solo debía
ser llamada de Madre de Cristo, porque ella era solo la madre de naturaleza
humana de Cristo y no de su naturaleza divina. combatieron muchas herejías y, de
cierta forma, fueron responsables de la fijación y sistematización de la Tradición
apostólica. Por eso, lo pensamiento y la reflexión teológica de los Padres de la
Iglesia son todavía hoy una base fundamental de la construcción teológica.
En 451, el Concilio de Calcedonia definió que subsisten en la persona de
Jesucristo dos naturalezas (divina y humana) unidas: "Jesús es perfecto en
divinidad y perfecto en humanidad, verdadero Dios y verdadero hombre,
compuesto de un alma racional y de un cuerpo, consubstancial al Padre según la
divinidad, consubstancial a nosotros según la humanidad".
El Segundo Concilio de Nicea (787) definió la validez de la veneración de
imágenes santas, condenando así la iconoclasia.
En el siglo XVI, debido a la Reforma Protestante, fue convocado el Concilio de Trento (1545-1563) para reformar la disciplina eclesiástica y consolidar las principales verdades de fe católicas. Ese concilio reafirmó, clarificó y definió la presencia real de Cristo en la Eucaristía, la doctrina de los siete sacramentos (siendo cada uno de ellos ampliamente debatido y definido por el concilio), la doctrina de la gracia y del pecado original, la justificación, el valor y la importancia de la misa, el celibato clerical, la jerarquía católica, la Tradición, el canon bíblico (reafirmó como auténtica la Vulgata), la liturgia (la misa tridentina), el culto a los santos, de las reliquias y de las imágenes, las indulgencias y la naturaleza de la Iglesia El Concilio de Trento fue el concilio ecuménico que duró más tiempo, emitió el mayor número de decretos dogmáticos y reformas y produjo los resultados más duraderos sobre la fe y la disciplina de la Iglesia.
EL CREDO
Todos y cada uno de los artículos del Credo de los Apóstoles son artículos de fe, y
dogmas, para los católicos. Esto es:
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de María la Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
CREO EN DIOS PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE
LA TIERRA.
Creencia monoteísta en un solo Dios en tres personas distintas: Padre
Creador del Universo (Yavé), Hijo Redentor del mundo (Jesucristo) y
el Espíritu Santo consolador (Paráclito). Esta doctrina es conocida como
trinitaria (creencia en la Santísima Trinidad: un Dios único y «trino»).
CREO EN JESUCRISTO, SU ÚNICO HIJO, NUESTRO SEÑOR,
Creencia en que Dios tiene un solo hijo propio y en que Jesús, al ser Hijo
de Dios, es Dios como su Padre.
QUE FUE CONCEBIDO POR OBRA Y GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO
Creencia en la unión de la divinidad y la humanidad en Jesucristo, basada
en el evangelio de San Juan. Según esta doctrina, Jesucristo es Dios y
hombre a la vez y, al ser Dios, vivió su vida terrenal libre del pecado.
NACIÓ DE MARÍA SIEMPRE VIRGEN
PADECIÓ BAJO EL PODER DE PONCIO PILATO
FUE CRUCIFICADO, MUERTO Y SEPULTADO
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS
AL TERCER DÍA RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS
La resurrección de Cristo
SUBIÓ A LOS CIELOS Y ESTÁ SENTADO A LA DIESTRA DE DIOS
PADRE
La Ascensión a los cielos en cuerpo y alma
DESDE ALLÍ HA DE VENIR A JUZGAR A LOS VIVOS Y A LOS
MUERTOS.
El Juicio Final
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO
EN LA SANTA IGLESIA CATÓLICA,
Los católicos creen que la Iglesia fundada por Cristo, es la Iglesia Católica, entre otras muchas razones, porque está gobernada por el sucesor legítimo de San Pedro: el Papa.
Creen que para propagar su Doctrina y cuidar y administrar sus Sacramentos, N. S. Jesucristo fundó una Sociedad que llamó su Iglesia, al frente de la cual puso a su Apóstol Simón, a quien cambió su nombre por el de Pedro, que quiere decir piedra, para que su mismo nombre testificara que sobre él edificaba su Iglesia, y a él prometió las llaves del Reino de los Cielos, diciéndole: Mateo 16: 17-19 “… Simón, hijo de Jonás... yo también te digo que tú eres Pedro y que sobre ésta roca edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella 19 y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos... dicen que Nuestro Señor sólo oró por él, a su Padre para que su fe no fallara y fue a él a quien encomendó que confirmara a los demás Apóstoles.
Creen que San Pedro fue el Jefe supremo de su Iglesia, porque Nuestro Señor ya para ascender a los Cielos le encomienda el cuidado de toda ella, diciéndole en Juan 21:15-17 “Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas porque él fue quien presidió el primer Concilio de Jerusalén y quien declaró que los gentiles podían ser admitidos en el seno de la Iglesia. Porque fue él, quien hizo los primeros conversos y todos los primeros milagros.
- No hay evidencias bíblicas del Papado, ni que Pedro fuera el primer papa.
- Quien es la roca? Isaías 28:16 1ra Pedro 2:4 1ra Cor 3:11 Fundamento es Cristo
- Efesios 2:19-20 autoridad compartida por los apóstoles- Concilio de Jerusalén Hechos 15 - 15:2 Pablo y Bernabé- Gálatas 2:11-14 - Pablo reprende a Pedro- 1ra Pedro 2:25- Lino Sucesor de Pedro: 2Timoteo 4:21
LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS, Lucas 11:27-28 Mt 12:46-50 Mt 1:25
Mt 13:55-56 Jn 3:13
El culto a María (la Santísima Virgen María) – Mariología
El Concilio de Éfeso (431) declaró que María es la madre de Dios (Theótokos) y no solamente la madre de Cristo (Christótokos). Esto incentivó la devoción Mariana y hacia el siglo VII se observaban cuatro festividades Marianas en Roma: la anunciación, la purificación, la asunción, y la natividad de María. A fines del mismo siglo las iglesias orientales agregaron a estas festividades la de la concepción de María. Bernardo de Claraval influenció decisivamente la Mariología argumentando que así como Cristo es nuestro mediador, también es nuestro juez, de manera que necesitamos un mediador ante el mediador, y así la devoción popular comparaba a la misericordiosa María con un severo Cristo. La devoción a María floreció entre los siglos XI y XV. El rosario (tres grupos de cincuenta Avemarías contadas en una sarta de cuentas) era popular hacia el siglo XII, en que también surgió el Angelus (recitación de oraciones a María en la mañana, al mediodía y en la tarde, al sonido de una campana).
En 1854, siguiendo otro renacimiento de la espiritualidad mariana, Pío IX promulgó el dogma de la Inmaculada Concepción, de que María estaba
libre de pecado original desde el momento de su concepción. En 1950 Pío XII definió el dogma de la Asunción corporal de la Virgen María, de que a su muerte su cuerpo fue preservado "de la corrupción de la tumba " y que había sido "elevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, para brillar refulgente como reina a la diestra de su hijo".
Según el CIC María es
Madre de los cristianos, Intercesora, abogada, auxiliadora, socorro y mediadora, y además, nos da los dones de la salvación eterna (CIC 969) "Esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia, desde el consentimiento que dio fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos los escogidos. En efecto, con su asunción a los cielos, no abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna... Por eso la Santísima Vírgenes invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora" La Virgen María es la más poderosa intercesora para con Dios. Juan 2:3. La Virgen es la criatura más excelente de cuantas han sido creadas. la Anunciación: Lucas 1:28 Juan 19:26-27
974 La Santísima Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, en donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo, anticipando la resurrección de todos los miembros de su Cuerpo.
La Biblia dice… 1ra Timoteo 2:15 - Juan 2:4 Juan 16:23-24 Rom 1:25
María libra a las almas de la muerte (CIC 966) "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte". la proclamación del dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María por el Papa Pío XII en 1950: DS 3903). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos.
La Biblia dice… Efesios 2:1-6 Apoc 4:11 Apoc 15:4
VENERACIÓN DE LOS SANTOS
En los Concilios de Nicea en 787 d.C. y en el de Trento en 1562 d.C., la
iglesia romana ordena que las imágenes de Cristo, de la Virgen Madre de
Dios y de otros Santos, se tengan y guarden en las iglesias y se les de el
honor y reverencia debidos, no porque se crea que hay en ellas alguna
divinidad o virtud, en consideración a la cual deba dárseles culto o
pedírseles alguna cosa, a poner en ellas la confianza, como hacían
antiguamente los gentiles que colocaban sus esperanzas en los ídolos, sino
porque el honor manifestado a ellas se refiere a los prototipos a quienes
estas imágenes representan, de tal manera que por las imágenes que
besamos y ante las cuales nos descubrimos y arrodillamos adoramos a
Cristo y veneramos a los Santos cuya semejanza tienen".
Creen los católicos que se debe rendir culto a las imágenes. Dicen que ni el mismo Dios condena las imágenes de manera tan drástica, pues El mismo ordenó a Moisés que hiciera dos querubines de oro y los colocara a los dos lados de la cubierta del Arca de la Alianza y que hiciera una serpiente de bronce para que fuera levantada en alto y todo aquel que la mirara, quedara curado de la mordedura de las víboras que infestaban el campo israelita.
Éxodo 25:18 La Biblia dice Éxodo 20:3-5 Deut 4: 15-19 Deut 7:25 Isaías 44:9-20 Josué 7:6 1ra Reyes 6:23-30 Salmo 115
Números 21:8-9 La Biblia dice 2 da Reyes 18:4
El recurrir a ella era un acto de fe y de confianza en la Palabra de Dios, que les había hablado de esta manera. Cuando más adelante, el pueblo, desviándose de esta intención, le rinde culto, Ezequías mandó destruirla. Jesucristo considera esta serpiente de bronce como símbolo de sí mismo. En su conversación con Nicodemo en Juan 3:14-15 Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna
Dicen que si condenar las imágenes fuera algo de tan excesiva importancia como lo pretenden muchas sectas protestantes es indudable que N. S. Jesucristo las hubiera condenado y no se encuentra en todo el Nuevo Testamento una sola frase de Él ni de sus apóstoles, que las condenen.
La Biblia dice.. Hechos 10:25-26 Hechos 14:11-14 Hechos 17:29 1ra Cor 10:1|4 1ra Juan 5:21 Apoc 19:10
Éxodo 23:24; 34:13; Levítico 19:4; 26:30; Números 33:52; Deuteronomio 5:8-9; 9:12-17; 16:21; 27:15; 1 Reyes 14:9, 22-23; Salmos 78:58; 97:7; 106:19-20; 115:4-9; 135:15-18; Isaías 10:10-11.
EL PERDÓN DE LOS PECADOS,
Creen en el perdón de los pecados por medio del Bautismo o, como gracia
derivada de la del Bautismo, cuando hay arrepentimiento sincero, gracia
posterior a la confesión, ante El sacerdote, como testigo presencial del
pueblo de Dios, y en nombre de Dios, absuelve de todos los pecados en el
sacramento de la Reconciliación. Esta absolución es válida mientras haya
auténtica contrición en el penitente.
EL PRINCIPIO SACRAMENTAL (7 Sacramentos)
Es otra doctrina característica del catolicismo. El sistema sacramental, establecido especialmente en la Edad Media por académicos y posteriormente en el Concilio de Trento, visualizó los sacramentos sobre todo como fuentes de la gracia, que se podía recibir con independencia del mérito del receptor. La teología sacramental católica reciente acentúa su función como muestras de fe. Se dice que los sacramentos otorgan la gracia en la medida en que son señales bien comprendidas de ella, y que los frutos, a diferencia de la validez, del sacramento, dependen de la fe y devoción del que los recibe.
El catolicismo dice que Cristo instituyó los sacramentos, y el poder de éstos para infundir la gracia de Cristo.
BAUTISMO: Instituyó Nuestro Señor el Sacramento del Bautismo, diciendo a sus Apóstoles: Id pues, e instruid a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El Bautismo nos purifica de todo pecado y nos da el Espíritu Santo y su gracia en nuestras almas (Hech.2, 38; 22, 16; 1 Pe. 3,21). Dijo que nadie puede entrar en el Reino de Dios si no nace primero del "agua y del Espíritu" (Jn.3, 5), refiriéndose al Bautismo.
CONFIRMACIÓN: Vemos así en Hech. 8:17, que los apóstoles administraban el Sacramento de la Confirmación, a los que ya habían sido bautizados: "Imponiéndoles las manos para que recibieran al Espíritu Santo". Más tarde ellos impusieron las manos a otros para fortalecerlos de la misma manera Por la Confirmación tú también eres fortalecido para vencer los retos espirituales de la vida. No tiene base en las escrituras.
CONFESIÓN: La Iglesia Católica Romana basa sus prácticas de la confesión a sacerdotes principalmente en la tradición Católica. Los católicos señalan a Juan 20:23 “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos” Basándose en este verso, los católicos aseguran que Dios les dio a los apóstoles la autoridad de perdonar los pecados, y que esa autoridad fue legada a los sucesores de los apóstoles, entiéndase por ello, a los obispos y sacerdotes de la Iglesia Católica Romana.
La Biblia dice…. En ninguna parte de la Escritura se enseña el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote. Comenzando porque el Nuevo Testamento no enseña que debe haber sacerdotes en el Nuevo Pacto. En su lugar, el Nuevo Testamento enseña que todos los creyentes son sacerdotes. 1 Pedro 2:5-9 describe a los creyentes como “real sacerdocio” y “nación santa” . Apocalipsis 1:6 y 5:10, ambos describen a los creyentes como “reyes y sacerdotes” .
Cuando se trata de la confesión de pecados, en 1 Juan 1:9 es dicho a los creyentes que confiesen sus pecados a Dios. Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, si se los confesamos a Él. Santiago 5:16 habla de confesar nuestras transgresiones “unos a otros”. Pero esto no es lo mismo que confesar los pecados a un sacerdote, como lo ensaña la Iglesia Católica Romana. En ninguna parte son mencionados los sacerdotes / líderes eclesiásticos, dentro del contexto de Santiago 5:16. Es más, Santiago 5:16 no vincula el perdón de los pecados con la confesión de transgresiones de “unos a otros.”
Debemos confesar nuestros pecados a Dios (1 Juan 1:9). Como creyentes del Nuevo Pacto, no necesitamos mediadores entre Dios y nosotros. Podemos ir directamente ante Dios por el sacrificio de Jesucristo por nosotros. 1 Timoteo 2:5 dice, “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”
Marcos 2:7 declara, “¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?” 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Salmo 32:5 dice: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.”
EUCARISTÍA: Instituyó el Sacramento de la Sagrada Eucaristía cuando
en la Ultima Cena que celebró con sus Apóstoles, cambió el pan y el
vino en su Cuerpo y en su Sangre y les dio a comer el Pan diciendo:
Tomad y comed; éste es mi Cuerpo y al darles a beber el cáliz les
dijo: Bebed todos de él: Porque ésta es mi Sangre, (que será el sello)
(Mateo 26:26) y, además, añade: “El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día” (Juan 6:54)
del Nuevo Testamento, la cual será derramada por muchos, para
remisión de los pecados. La transubstanciación.
Creen los católicos, que la Ultima Cena y el Sacrificio del Calvario, es el mismo Sacrificio que Nuestro Señor ofreció en la Ultima Cena y consumó al día siguiente en el Calvario. Una vez que somos miembros de la familia de Cristo, no nos deja morir de hambre, sino que nos alimenta con su propio cuerpo y Sangre en la Eucaristía
Jesús mismo aclaró por anticipado, en esta ocasión, el sentido de sus
palabras diciendo: “Yo soy el pan de vida, el que a mí viene nunca
tendrá hambre,y el que en mí cree no tendrá sed jamás” (Juan 6:35) y
ratificó el sentido espiritual y simbólico de sus palabras al decir en el
versículo 63: “El Espíritu es el que da vida, la carne no aprovecha para
nada, las palabras que yo os he hablado son Espíritu y son vida. Pero
hay algunos de vosotros que no creen”.
Además lo declara en el mismo pasaje de la institución de la Santa Cena en Lucas 22:19 donde, después de decir “Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado”, añade: “haced esto en memoria de mí”; palabras que repitió San Pablo en 1ª Corintios 11:25. 1 Pedro 3:18
ORDEN SACERDOTAL: Instituyó el Sacramento del Orden, cuando en la Ultima Cena, después de haber cambiado el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre, dio a sus apóstoles el poder de hacer lo propio,
diciéndoles: Haced esto en memoria mía; y cuando después de resucitado dijo a sus apóstoles: como mi Padre me envió así os envío también a vosotros y después dirigió el aliento hacia ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; quedan perdonados los pecados a aquéllos a quienes los perdonaréis; y quedan retenidos a quienes se los retuviereis.
UNCION DE LOS ENFERMOS: Y que se administraba el Sacramento de la Extremaunción, lo leemos en Santiago V, 14-15, con éstas palabras. "¿Está enfermo alguno entre vosotros? llame a los presbíteros de la Iglesia y oren por él, ungiéndolo con óleo en nombre del Señor. Y la oración (nacida) de la fe, salvará al enfermo y el Señor le aliviará; y si se halla con pecado, se lo perdonará".
La Biblia nos instruye: ¿"Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, para que oren sobre él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor. La oración de la fe salvará al enfermo; el Señor hará que se restablezca y los pecados que hubiese cometido le serán perdonados" (Sant.5, 14-15).
MATRIMONIO: La sacramentalidad del matrimonio fue dispuesta por los Concilios de Florencia y Trento. El matrimonio se considera indisoluble, aunque se permiten dispensas, principalmente en la forma de anulación (declaración de que nunca hubo un matrimonio válido). Los argumentos de la nulidad, tan cuidadosamente delimitados por el Código de Derecho Canónico de 1918, se han ampliado recientemente para abarcar muchas deficiencias del carácter.
LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE
Y LA VIDA ETERNA.
La vida eterna después y por medio de la muerte
Cielo Estado en que el alma de los justos goza eternamente de la
visión beatífica (presencia de Dios)
Purgatorio, proceso de purificación por el que pasan ciertas almas que han recibido la salvación pero no están listas para participar de la vida eterna. (CIC 1030, 1031, 1475)
1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (Cf. DS 1304) y de Trento (Cf. DS 1820: 1580).
Como dice en la Biblia que "nada manchado entrará en el cielo", los católicos creen que los que mueren sin estar enteramente limpios de, pecado, no podrán entrar al cielo, pero que si sus faltas no son graves, tampoco serán condenados al Infierno, por lo que deberá haber después de la muerte, un lugar en que se purificarán las almas, lugar que llamamos Purgatorio. Esta palabra ciertamente no se encuentra en la Biblia.
Infierno. Estado en que los pecadores sufren de la ausencia eterna
de Dios
OTRAS DOCTRINAS
la iglesia católica es necesaria para la salvación (CIC 846)
846 ¿Cómo entender esta afirmación tantas veces repetida por los Padres de la Iglesia? Formulada de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo:El santo Sínodo... basado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación. Cristo, en efecto, es el único Mediador y camino de salvación que se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. Él, al inculcar con palabras, bien explícitas, la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que entran los hombres por el bautismo como por una puerta.Por eso, no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella (LG 14).
las indulgencias (CIC 1471, 1472, 1478, 1498)
Qué son las indulgencias
"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias" (CIC, can. 992-994).
CIC 1471 La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia.
Qué son las indulgencias" La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena
temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos" (Pablo VI, Const. ap. Indulgentiarum doctrina, normas 1).
"La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente" (Indulgentiarum doctrina, normas 2).
"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias" (CIC can 994).
La indulgencia de Dios se obtiene por medio de la Iglesia
CIC 1478 Las indulgencias se obtienen por la Iglesia que, en virtud del poder de atar y desatar que le fue concedido por Cristo Jesús, interviene en favor de un cristiano y le abre el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos para obtener del Padre de la misericordia la remisión de las penas temporales debidas por sus pecados. Por eso la Iglesia no quiere solamente acudir en ayuda de este cristiano, sino también impulsarlo a hacer a obras de piedad, de penitencia y de caridad (cf Indulgentiarum doctrina, 8; Concilio. de Trento: DS 1835).
CIC 1498 Mediante las indulgencias, los fieles pueden alcanzar para sí mismos y también para las almas del Purgatorio la remisión de las penas temporales, consecuencia de los pecados.
la penitencia es necesaria para la salvación (CIC 980)
980 Por medio del sacramento de la penitencia el bautizado puede reconciliarse con Dios y con la Iglesia: Los padres tuvieron razón en llamar a la penitencia "un bautismo laborioso" Para los que han caído después del Bautismo, es necesario para la salvación este sacramento de la penitencia,como lo es el Bautismo para quienes aún no han sido regenerados (Cc de Trento: DS 1672).
El perdón de pecados, la salvación, es por fe y obras
CIC 2036 La autoridad del Magisterio se extiende también a los preceptos específicos de la ley natural, porque su observancia, exigida por el Creador, es necesaria para la salvación. Recordando las prescripciones de la ley natural, el Magisterio de la Iglesia ejerce una parte esencial de su función profética de anunciar a los hombres lo que son en verdad y de recordarles lo que deben ser ante Dios (cf. DH 14).
CIC 2068 El Concilio de Trento enseña que los diez mandamientos obligan a los cristianos y que el hombre justificado está también obligado a observarlos (cf DS 1569-1670). Y el Concilio Vaticano II afirma que: “Los obispos, como sucesores de los Apóstoles, reciben del Señor [...] la misión de enseñar a todos los pueblos y de predicar el Evangelio a todo el mundo para que todos los hombres, por la fe, el bautismo y el cumplimiento de los mandamientos, consigan la salvación” (LG 24).
La Iglesia Católica cree que la sola fe en Jesucristo no es suficiente para la salvación. La Biblia clara y consistentemente establece que el recibir a Jesucristo como Salvador, por gracia a través de la fe, garantiza la salvación (Juan 1:12; 3:16, 18, 36; Hechos 16:31; Romanos 10:13; Efesios 2:8-9). La Iglesia Católica Romana rechaza esto. La posición oficial de la Iglesia Católica Romana es que una persona debe creer en Jesucristo Y ser bautizada Y recibir la Eucaristía junto con los otros sacramentos, Y obedecer los decretos de la Iglesia Católica Romana Y realizar obras meritorias Y no morir con algún pecado mortal.
La gracia puede ser meritoria
CIC 2010 “Puesto que la iniciativa en el orden de la gracia pertenece a Dios, nadie puede merecer la gracia primera, en el inicio de la conversión, del perdón y de la justificación. Bajo la moción del Espíritu Santo y de la
caridad, podemos después merecer en favor nuestro y de los demás gracias útiles para nuestra santificación, para el crecimiento de la gracia y de la caridad, y para la obtención de la vida eterna. Los mismos bienes temporales, como la salud, la amistad, pueden ser merecidos según la sabiduría de Dios. Estas gracias y bienes son objeto de la oración cristiana, la cual provee a nuestra necesidad de la gracia para las acciones meritorias.
CIC 2027 Nadie puede merecer la gracia primera que constituye el inicio de la conversión. Bajo la moción del Espíritu Santo podemos merecer en favor nuestro y de los demás todas las gracias útiles para llegar a la vida eterna, como también los necesarios bienes temporales.
La Biblia dice Efesios 2:5 (Juan 1:12; 3:16, 18, 36; Hechos 16:31; Romanos 10:13; Efesios 2:8-9)
BIBLIOGRAFIA
catecismo iglesia católica http://www.gotquestions.org/Espanol/origen-Iglesia-Catolica.html http://www.laverdadcatolica.org/ es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_católica www.vatican.va