Post on 23-Jun-2015
UNIVERSIDAD HUMANISTA DE LAS AMERICAS
MATERIARELACIONES HUMANAS
ALUMNOGUSTAVO HAELIN
HERNÁNDEZ ZERTUCHE
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ÍNDICE
Contenido Página
Índice 2
Introducción 3
Trabajo y productividad 4
Trabajo y juego 4
Caracteres del trabajo 4
Incentivos y motivaciones 4
Los incentivos 5
El principio de las primas 5
Incentivos materiales 6
Las motivaciones 6
Concepto de motivo 7
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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende hacer una comparación de los conceptos
de trabajo desde los contenidos de la materia de Relaciones Humanas y la
labor que realizo como coordinador de la Pastoral Penitenciaria de la
Diócesis de Saltillo.
El trabajo asido y sigue siendo un motor para la producción de bienes
y servicios, pero también es fuente de desigualdad y de pesimismo para los
que lo realizan ya que la explotación que se lleva a cabo es inhumana no se
preferencia a la persona se da preferencia a lo económico, no se ve el
desarrollo del pueblo, se desarrolla la empresa y por ende los empresarios.
Este trabajo trata de relatar cómo la Iglesia libera y ennoblece el trabajo
entre todos y cada uno de los seres humanos, reconociéndoles su dignidad
y devolviendo la esperanza de que modelos justos y humanos se pueden
implementar en el trabajo que realizan las empresas.
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Trabajo y productividad: En lo que respecta a mi labor, el trabajo eficaz está por encima del por encima
del eficiente ya que como he dicho nuestro enfoque es el ser humano y no la
producción, ser eficaces es mejor.
La sociedad postmoderna dista mucho de ser justa, las empresas, en su
mayoría son fuente de desigualdad y de injusticias puesto que los salarios, las
condiciones de trabajo y la falta de seguridad del empleo (entre otras cosas) son
un motivo por el cual los obreros ya estén desanimados para seguir siendo una
parte principal de la producción.
Caracteres del trabajo:
En mi caso de la labor que realizo el fin es la construcción del reino de Dios,
eso es trascendente, las características del reino son la justicia, paz y amor.
En si esto no es ni trabajo ni juego, es un postulado mucho mayor, en le entra
una nueva comprensión del ser humano y de la sociedad en su conjunto, es el
hombre adquiriendo su dignidad.
Tipos de líderes:
En el trabajo que realizo no existe cabida para el líder autocrático, ya que como
enuncié en el párrafo anterior, serían los caprichos y ocurrencias de esta persona.
Sin embargo, sí se identifica el líder democrático, porque al ser un trabajo
orgánico, se toman en cuenta las opiniones para los trabajos a realizar en el área
penal.
Ascendencia y prestigio:
El servilismo de los subalternos no se puede tolerar en el trabajo que se realiza
en la Iglesia, porque tiende a quitarle al ser humano su dignidad y su ser así, y
este tipo de jefes prestigiosos, son intolerables porque el prestigio y el éxito no son
partes fundamentales de la Iglesia universal, sino el servicio a los demás. El
primero en ser el servidor, tiene que ser el que está al frente de cualquier trabajo
que se realice por los demás hermanos y hermanas de esta gran comunidad
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humana. El prestigio es signo de egocentrismo y es una parte que ha hecho
mucho daño al ser humano, porque en lugar de ver que lo que se realiza es un
trabajo, en y de la comunidad, se jactan y se embelesan con discursos que sólo
pierden a la persona.
Azar y probabilidad:
En el trabajo eclesiástico no es posible utilizar la probabilidad como un modelo
a seguir, puesto que la labor que se desempeña, es con seres humanos y no con
cosas o productos. Además la Iglesia se basa en una organización, programación
y planeación, encaminadas a la trascendencia del ser humano, persiguiendo
objetivos de paz, de justicia y de amor.
La comunicación:
Como en todo grupo humano, la comunicación es parte fundamental en la
Iglesia. Lamentablemente no siempre lo que en ella se dice es entendido,
asimilado, interpretado y vivido por todos los bautizados. Ya que la mala
comunicación ha hecho que los conceptos de fe sean entendidos erróneamente.
Durante años el lenguaje discursivo ha hecho mella y por su, a veces
tecnicismo, no ha calado hondo en la Iglesia.
“Una de las cosas que la Iglesia tiene que vigilar constantemente es el uso del
poder. Con los modelos comunitarios, la Iglesia ha ido haciendo una distribución
del poder en la comunidad cristiana y lo despliega mediante procedimientos de
participación en los que todos van participando en la toma de decisiones y se va
dando un control comunitario del poder. Por ejemplo cuando las decisiones
pastorales se dan en el interior de los consejos y equipos pastorales en los que el
sacerdote es un miembro más aunque sea un miembro cualificado con facultades
de discernimiento y de servicio a la comunión.
Pero suelen darse modelos autoritarios en las parroquias y en las diócesis en los
que el poder lo concentra el sacerdote y lo utiliza no para edificar la comunidad
cristiana, sino para hacerse de privilegios y de más poder. En un mundo que
promueve la participación y desecha los modelos autoritarios de organización
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social, esta manera de ejercer el poder en la Iglesia no hace más que deteriorar a
la comunidad eclesial misma y llevarla a su declive.” 1
Personalidad del jefe:
Este tipo de personalidad es lo que ha dañado a la Iglesia, ya que solamente
individualidades, caprichos y ocurrencias, es lo que pierde el sentido de comunión
que viene del Evangelio. En el trabajo pastoral no se pueden concebir
individualidades, porque es una labor de la y para la comunidad, el servicio es lo
que impera y lo que enriquece la tarea pastoral. Todos estamos llamados a una
comunión, no se excluye ni se deja a nadie por carencias, defectos y posición
social. Aquí no existen seres de segunda y las capacidades de cada uno son
enriquecidas por las capacidades de los otros.
Tipología del jefe:
Es sabido como estas tipologías de jefe se presentan en el trabajo eclesial. Los
buenos y los malos no son útiles para la vida en comunidad, sus efectos sólo
hacen que personas pierdan su sentido de servicio y adopten prácticas totalitarias
en donde sólo unos cuantos son los que se benefician y no el pueblo oprimido. La
jerarquía tiene un poder legítimo, el cual le viene de la Iglesia como institución,
autoridad que le es otorgada por el mismo Cristo.
“Este poder que la Iglesia tiene es totalmente legítimo, siempre y cuando se
use de manera legítima. Esto significa que cuando un sacerdote recibe la
ordenación sacerdotal, es revestido de un poder sagrado que tiene su origen en la
gracia y que le capacita para el ministerio a favor de su pueblo.
Pero hay un poder que la jerarquía puede ir acumulando de manera ilegítima.
Es aquel que se genera mediante el abuso del poder sagrado que ha recibido, es
decir, cuando usa el poder sagrado para favorecerse a sí misma y no a su pueblo.
Por ejemplo, cuando empieza a buscar el control de las conciencias para fines
ilegítimos, ilegales e inmorales. Se trata de un abuso del poder. O cuando se
vincula con personas o instituciones con fines de incrementar su poder.
1 La redención del poder en la Iglesia Pbro. José Jesús Mendoza Zaragoza Revista En Camino Año 3 No. 11
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Se trata ya no del uso sino del abuso del poder, de la corrupción del poder, del
poder por el poder que se enquista en el corazón del ministerio y que en lugar de
apacentar a las ovejas se orienta a apacentarse a sí mismo…”2
Funciones del jefe:
En mi trabajo existe la coordinación de las actividades de la Iglesia, por lo
que se delegan responsabilidades donde cada quien asume lo que le
corresponde.
En las dificultades que se presentan, la intervención sería mediadora. Y no
se cumple una función de modelo, sino que existe el compromiso de un testimonio
congruente de vida cristiana.
2 La redención del poder en la Iglesia Pbro. José Jesús Mendoza Zaragoza Revista En Camino Año 3 No. 11