Post on 10-Jun-2018
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CANTABRIA SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
S E N T E N C I A
Ilma. Sra. Presidente
Doña María Teresa Marijuan Arias
Ilmos. Sres. Magistrados
Doña Clara Penín Alegre
Don Juan Piqueras Valls
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En la Ciudad de Santander, a catorce de octubre de dos mil ocho.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribun al Superior
de Justicia de Cantabria ha visto el recurso número 15/07,
interpuesto por , , ,
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, , , , ECOLOGISTAS EN ACCION
CANTABRIA , representados por la Procuradora Doña Henar Calvo
Sánchez y defendido por el Letrado Don Agapito Pas tor
Fernández-Cuesta contra representado el GOBIERNO DE CANTABRIA y
defendido por los Servicios Jurídicos. La cuantía d el recurso es
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INDETERMINADA Euros. Es ponente el Ilmo. Don Juan Piqueras
Valls, quien expresa el parecer de la Sala.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO: El recurso se interpuso el día 8 de enero de 2007,
contra la desestimación por silencio administrativo del Recurso
de Alzada interpuesto en fecha 1 de agosto de 2006 ante el
Consejo de Gobierno de Cantabria contra la Resoluci ón del
Consejero de Obras Públicas y Vivienda de 15 de may o de 2006,
por el que se aprobaba el “anteproyecto del frente marítimo
terrestre del puerto de Castro Urdiales y ordenació n de la
dársena”.
SEGUNDO: En su escrito de demanda, la parte actora interesa de
la Sala dicte sentencia por la que deje sin efecto el acto
administrativo impugnado en base a los hechos y fun damentos de
Derecho que en la misma se exponen.
TERCERO: La parte demandada, contesta a la demanda, oponién dose
a la misma y solicitando la desestimación del recur so
interpuesto.
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CUARTO: Recibido el pleito a prueba se realizaron las admi tidas
con el resultado que obra en autos, y se señala fec ha para
votación y fallo, que tuvo lugar el día 8 de Mayo d e 2008, en
que efectivamente se deliberó, votó y falló.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- , , ,
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, , , , ECOLOGISTAS EN ACC ION
CANTABRIA, interponen Recurso Contencioso Administr ativo
contra la desestimación por silencio administrativo del
Recurso de Alzada interpuesto el 1 de agosto de 200 6 ante el
Consejo de Gobierno de Cantabria contra la Resoluci ón del
Consejero de Obras Públicas y Vivienda de 15 de may o del mismo
año.
Los recurrentes solicitan que se dicte Sentencia po r la que
revocando la desestimación por silencio del recurso de alzada
interpuesto, se anule el Anteproyecto recurrido por haberse
adoptado prescindiendo del procedimiento legalmente
establecido al no haberse desarrollado previamente un Plan
Parcial para regular los usos del puerto; o, subsid iariamente,
se anule por ser contrario a la Ley de Costas y eno rmemente
perjudicial para el medio ambiente, amén de carecer de
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vialidad económica, todo ello con expresa imposici ón de
costas a la parte demandada.
Los recurrentes articulan las pretensiones que form ulan a
través de su recurso sobre los motivos siguientes:
1.- El Anteproyecto de Frente Marítimo Terrestre de l Puerto de
Castro Urdiales y Ordenación de la Dársena vulnera las
disposiciones legales vigentes en materia de ordena ción
urbanística, y por lo tanto es nulo por violar el
procedimiento legalmente establecido, ya que previa mente no se
ha elaborado el Plan Especial que contempla el cont enido de
las obras y actuaciones previstas en el mismo.
2.- El Anteproyecto impugnado incurre en la causa d e
anulabilidad regulada en el art. 63.1 de la LRJPAC, pues
vulnera los 2, 31 y 32.1 de la Ley de Costas.
3.- No hay necesidad real de una infraestructura co mo la
proyectada, teniendo en cuenta su impacto ecológico y los
enormes perjuicios que va a causar a la población d e Castro
Urdiales, y a su patrimonio medioambiental.
4.- No hay necesidad social de la obra proyectada, ni demanda
real que la justifique.
5.- El proyecto previsto carece de viabilidad econó mica.
6.- No se ha previsto en todos los Estudios realiza dos en la
tramitación del Anteproyecto los graves efectos per niciosos
que la construcción del puerto deportivo que se pre tende va a
tener en el ya de por sí caótico y sobresaturado tr áfico
urbano de Castro Urdiales y, sobre todo, de su casc o urbano.
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7.- El fraccionamiento del proyecto, con la adjudi cación y
ejecución del aparcamiento subterráneo del parque A mestoy con
independencia y separadamente del resto de la obra obliga a un
nuevo estudio, o cuando menos, informe de impacto a mbiental. y
8.- El proyecto de cualquier obra pública, y más un a de la
envergadura de la planteada, debe dirigirse a satis facer unas
necesidades o carencias reales que cubrir.
SEGUNDO.- El Gobierno de Cantabria se opone al recurso y
solicita que se dicte sentencia por la que se deses time el
recurso interpuesto contra la desestimación por sil encio
administrativo, del recurso de alzada interpuesto f rente a la
Resolución del Consejero de Obras Públicas y Vivien da de 15 de
mayo de 2006, en virtud de la cual tenia lugar la a probación
del “Anteproyecto del Frente Marítimo Terrestre del Puerto de
Castro Urdiales y Ordenación de la Dársena”.
La Administración demandada articula su oposición a las
pretensiones formuladas por la parte actora sobre l os motivos
siguientes:
1.- No se ha producido vulneración alguna en el pro cedimiento
de elaboración del Anteproyecto, pues el mismo es c ompatible
con el art. 19 de la Ley 27/92.
2.- El anteproyecto de Frente Marítimo del Puerto d e Castro
Urdiales y Ordenación de la Dársena no vulnera la L ey de
Costas, pues es acorde con la doctrina del T.C. y c on lo
dispuesto en los arts. 3,4 y 5 de la L. 22/88 y 24 y 33 de la
Ley 5/04, de Puertos de Cantabria.
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3.- Los estudios del Grupo de Ingeniería Oceanográf ica y de
Costas de la Universidad de Cantabria (GIOC) acredi tan la
necesidad de acometer la actuación impugnada y, ade más, la
Declaración de Impacto Ambiental, emitida por el ór gano
competente, ha sido favorable y las alegaciones
medioambientales de los recurrentes han sido califi cadas, en
el informe del Director del Estudio de Impacto Ambi ental de no
demostradas o de inadecuadamente razonadas.
4.- El Estudio de Viabilidad y su Adenda demuestran la
necesidad de la obra y la existencia de una demanda real que
le justifica.
5.- La viabilidad económica del proyecto impugnado se
evidencia del Estudio de Viabilidad y su Adenda no
desvirtuados por los recurrentes.
6.- La actuación proyectada no empeora la situación actual del
tráfico en Castro Urdiales, sino que contribuye a m ejorarla al
contemplar la ejecución de un importante número de plazas de
aparcamiento (911 más 150).
7.- El fraccionamiento el Anteproyecto inicial, en base al
acuerdo del Ayuntamiento de Castro Urdiales, no req uiere de
estudio ni informe de impacto ambiental complementa rios, y
8.- El proyecto impugnado es conforme a Derecho y s e ha
tramitado a través de un proceso de participación p ública
amplio y transparente.
TERCERO.- Los recurrentes aducen, a través del primero de lo s
motivos de su recurso, que el Anteproyecto impugnad o es nulo
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“por violar el procedimiento legalmente establecido pues
vulnera disposiciones legales vigentes en materia d e
ordenación urbanística, ya que:
1.- Los arts. 18 y 19 de la Ley 27/1992, de 24 de n oviembre,
de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, apli cable ex
Disposición Final Primera de la Ley de Puertos de C antabria
(L. 5/2004) exigen, con carácter previo a la aproba ción de
anteproyectos de obras en los espacios portuarios, la
elaboración de un Plan Especial y
2.- La exigencia de un Plan Especial previo se regu la también
en el art. 59 de la LOTRUSCA y en el PGOU de Castro Urdiales y
es acorde con la doctrina expuesta por el Tribunal
Constitucional en su STC 40/1998.
El Tribunal comparte la tesis de los recurrentes so bre el
sometimiento de la elaboración del expediente del A nteproyecto
impugnado a la legislación estatal de puertos (Ley 27/92), ya
que:
- La Disposición Transitoria Primera de la Ley 5/2004 , de
Puertos de Cantabria, establece que los expedientes cuyo
anteproyecto haga sido aprobado inicialmente antes de la
entrada en vigor de la ley, tal y como ocurre en el
presente caso, continuaran su tramitación conforme a la
legislación anterior y
- La Disposición Final segunda de la citada Ley 5/200 4
establece la supletoriedad de la legislación estata l
vigente en materia de puertos.
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CUARTO.- La Sala discrepa, sin embargo, parcialmente de la
interpretación que hacen los recurrentes del art. 5 9 de la Ley
2/2001, de 25 de junio, de Ordenación Territorial y Régimen
Urbanístico del suelo de Cantabria, ya que:
1.- Los apartados 1, 2, 3 del referido art. 59 de l a LOTRUSCA
regulan una simple facultad (...podrán formular.... ) de la
Comunidad Autónoma y de los Ayuntamientos y, por ta nto, al
constituir una norma dispositiva, no cabe deducir d e ellos
vicio formal alguno reprochable al Anteproyecto imp ugnado y
2.- Por el contrario, el apartado 4º del citado art . 59 sí
establece la obligación de elaborar un Plan Especia l cuando el
mismo venga impuesto por una normativa sectorial.
Ello fijado, la Sala estima que, en el presente cas o, no era
necesario la previa elaboración de un plan Especial , ya que:
- La finalidad del Plan Especial es coordinar las
competencias concurrentes de las Administraciones
Autonómica y Local sobre el espacio portuario ( art . 18
de la L 27/92).
- Los apartados 2 y 3 del art. 19 de la L. 27/92 cont emplan
la posibilidad de ejecución de obras en el dominio
público portuario, sin que se haya aprobado el Plan
Especial,
- La interpretación conjunta de los arts. 14, 15 16, 18, 20
y 21 de la Ley 27/92 evidencia que no es necesaria la
previa elaboración de un Plan Especial para la ampl iación
de un puerto, pues el art. 21 no lo exige y es, ade más,
necesaria la previa adscripción y ampliación de la zona
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de servicio (art. 46) para proceder a la elaboració n del
Plan Especial para su desarrollo.
- El apartado B.1 del R.D. 2623/82, de 24 de julio, s obre
traspaso de funciones y servicios de la Administrac ión
del Estado a la Comunidad Autónoma de Cantabria, at ribuye
a la Comunidad la competencia exclusiva para la obr as
que, dentro del puerto, impliquen ganar terrenos al mar,
adquiriendo dichos terrenos al carácter de dominio
público.
- En el presente caso, las obras consisten, esencialm ente,
en la ampliación del puerto ganando terrenos al mar
dentro de su perímetro y, además, obra en el expedi ente
un informe del Ayuntamiento de Castro Urdiales del que se
evidencia su compatibilidad con el planeamiento
urbanístico y
- Por último, dicha interpretación es acorde con la
regulación que introduce la Ley de Puertos de Canta bria
(arts. 19 y 21 de la Ley 5/2004) que, para la ampli ación
de puerto, solo requiere el previo informe de los
Ayuntamientos afectados tal y como ha ocurrido en e l
presente caso.
Procede, por todo ello, desestimar el motivo de imp ugnación
examinado, pues no concurre el defecto invalidante invocado
por los recurrentes.
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QUINTO.- Los recurrentes alegan, a través del segundo de lo s
motivos de su recurso, que el Anteproyecto impugnad o está
incurso en la causa de anulabilidad prevista en el art. 63.1
de la LRJPAC, pues vulnera los arts 2 y 31.1 y 32.1 de la Ley
22/1988, de 28 de julio, de costas, ya que:
1º Las citadas normas establecen, taxativamente, qu e:
-La actividad administrativa sobre el dominio públi co marítimo
terrestre tendrá como fin garantizar el uso público del mar y
de su ribera, sin más excepciones que las derivadas de razones
de interés público debidamente justificadas
- La utilización del dominio público marítimo-terre stre será
libre, público y gratuito par usos comunes y acorde s con su
naturaleza y
- Solo se podrá permitir la ocupación del dominio p úblico
marítimo-terrestre para aquellas actividades o inst alaciones
que, por su naturaleza, no puede tener otra ubicaci ón y
2º El Anteproyecto impugnado ha de sustraer el uso público una
buena parte del dominio público marítimo-terrestre, va a
otorgar su explotación, vía concesión a una entidad privada
que va a cobrar por la utilización del mismo y adem ás, incluye
locales de hostelería que puedan ubicarse en otras zonas.
La Sala estima, tras realizar las alegaciones de lo s
recurrentes en función de la normativa aplicable, q ue este
motivo de impugnación no puede ser acogido, ya que:
1.- Los recurrentes se basan exclusivamente en la v ulneración
de los arts. 2, 31.1 y 32.1 de la Ley de Costas que regulan,
respectivamente, la finalidad de la normativa y las
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disposiciones generales de la utilización del domin io público
marítimo terrestre.
2.- La Exposición de motivos de la referida Ley de costas
precisa, taxativamente, que “quedan fuera del ámbit o e
aplicación de la ley los puertos de interés genera l, que aun
formando parte de los bienes de dominio público mar ítimo-
terrestre de titularidad estatal, continuarán rigié ndose por
su legislación específica, en atención a la sustant ividad y
peculiaridades de estas grandes obras públicas. Tam poco se
regulan, por no ser competencia del Estado, los pue rtos de
titularidad de las Comunidades Autónomas, en virtud de sus
respectivos Estatutos. Ahora bien, como la construc ción o
ampliación de los puertos de competencia autonómica requiere
la ocupación de una parte de los bienes de dominio público
marítimo terrestre estatal de los regulados en la p resente
ley, ha parecido oportuno establecer en ella el rég imen de
adscripción de dichos bienes a las Comunidades Autó nomas,
siguiendo la pauta marcada por los Decretos de tras paso de
servicios en materia de puertos, que ahora se aplic a no solo a
las obras específicamente portuarias de las Comunid ades
Autónomas, sino también a la construcción de vías d e
transporte de la competencia de aquéllas que, por s u
configuración, requieran la ocupación del dominio m arítimo-
terrestre estatal.”
3.- Las anteriores precisiones se plasman en la ley en los
arts. 4.11 (que establece que “pertenecen asimismo al dominio
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público marítimo-terrestre estatal los puertos e in stalaciones
portuarias de titularidad estatal, que se regulan p or su
legislación específica”), 49 y 50 (que regulan la a dscripción
de bienes de dominio público marítimo-terrestre a l as
Comunidades Autónomas para ala construcción de nuev os puertos
o para la ampliación de los existentes).
4.- Las antedichas prescripciones son, además, acor des con lo
dispuesto en el art. 16 de la Ley 27/1992, de 24 de noviembre,
de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, sobr e los
espacios portuarios de competencia autonómica y, ad emás, con
la posibilidad de que existan actividades comercial es en el
recinto portuario, y
5.- Además, y en todo caso, el argumento principal de los
recurrentes supone, supeditar la Constitución (art. 148.1.6)
a una Ley Ordinaria (Ley 22/88), cuando menos, en l a gestión
de un puerto deportivo, vía concesión, todo ello co n
independencia de que los espacios libres de los pue rtos
deportivos son accesibles a todos.
SEXTO.- Los recurrentes aducen, a través del tercero de lo s
motivos de su recurso, que “ no hay necesidad real de una
infraestructura como la proyectada, teniendo en cue nta su
impacto ecológico y los enormes perjuicios que va a causar a
la población de Castro Urdiales, y a su patrimonio
medioambiental.” , ya que:
1.- La declaración de impacto ambiental, aunque ha sido
positiva, presenta bastantes puntos oscuros, pues:
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-El número de impactos negativos (11) es muy superi or al de
los positivos (3) y, además, incluye alguno severo (la
afección estética del paisaje).
-Algunas de las afecciones van a ser permanentes y ello no se
resuelve con un programa de vigilancia ambiental, y
2.- La declaración de impacto ambiental vulnera el art. 9 del
Decreto 50/1991, de 29 de abril, de Evaluación del Impacto
Ambiental para Cantabria, pues no examina las alter nativas.
Como cuestión previa al examen de este motivo de im pugnación,
y con el fin de delimitar su ámbito, la Sala debe r ecordar la
doctrina que, en relación con esta materia, expone el Tribunal
Constitucional en su sentencia de 12 de enero de 19 98:
“La evaluación de impacto ambiental es un instrumen to que
sirve para preservar los recursos naturales y defen der el
medio ambiente en los países industrializados. Su f inalidad
propia es facilitar a las autoridades competentes l a
información adecuada, que les permita decidir sobre un
determinado proyecto con pleno conocimiento de sus posibles
impactos significativos el medio ambiente (Preámbul o de las
Directivas 85/337/CEE y 97/11/CEE y del Real Decret o
Legislativo 1.302/1986). La legislación ofrece a lo s poderes
públicos, de esta forma, un instrumento para cumpli r su deber
de cohonestar el desarrollo económico con la protec ción del
medio ambiente (STC 64/1982, fundamento jurídico 2º ). La
evaluación del impacto ambiental aparece configurad a como una
técnica o instrumento de tutela ambiental preventiv a -con
relación a proyectos de obras y actividades- de ámb ito
objetivo global o integrador y de naturaleza partic ipativa.
La declaración de impacto ambiental, a cargo de la autoridad
competente en materia de Medio Ambiente, en esencia , se
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pronuncia sobre la conveniencia o no de ejecutar la s obras o
actividades proyectadas y, en caso afirmativo, las condiciones
a que ha de sujetarse su realización, para evitar, paliar o
compensar las eventuales repercusiones negativas qu e sobre el
ambiente y los recursos naturales puede producir aq uélla. Tal
procedimiento evaluatorio se establece con carácter preceptivo
cuando concurran los dos siguientes requisitos:
a) Que se trate de obras o actividades, tanto públi cas como
privadas, comprendidas en el Anexo del Real Decreto
Legislativo 1.302/1986.
b) Que la ejecución de la obra, instalación o activ idad
catalogada requiera la intervención administrativa previa,
mediante autorización o aprobación del correspondie nte
proyecto a cargo del ente público que sea competent e, a tenor
de la legislación sectorial aplicable.
Para que esas finalidades se vean satisfechas, la n orma impone
a las Administraciones públicas la obligación de va lorar la
variable ambiental cuando deciden sobre la aprobaci ón o la
autorización de obras, instalaciones u otras activi dades de
gran envergadura o con un significativo potencial
contaminador. Para llevar a cabo esa valoración, la autoridad
competente debe contar necesariamente con tres elem entos: el
estudio de impacto ambiental, la opinión del públic o
interesado, y los informes de otras Administracione s afectadas
por el proyecto.
El estudio de impacto ambiental es un documento téc nico, que
debe ser aportado por el organismo o la empresa que promueve
la obra o la instalación proyectada. Es elaborado n ormalmente
por técnicos especializados, contando con la inform ación
suministrada por la Administración que resulte de u tilidad y
en consulta con las personas y las Administraciones afectadas.
En el estudio se deben describir y evaluar los efec tos
previsibles "sobre la población, la fauna, la flora , el suelo,
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el aire, el agua, los factores climáticos, el paisa je y los
bienes materiales, incluido el patrimonio histórico -artístico
y el arqueológico"; formular posibles alternativas al
proyecto, y las medidas previstas para reducir, eli minar o
compensar los efectos ambientales negativos; y elab orar un
programa de vigilancia ambiental art. 2.1 b).Real D ecreto
Legislativo 1.302/1986 E.I.A. y arts. 7 a 14 del R. E.I.A.. Sin
que el procedimiento de evaluación de impacto permi ta la
introducción, por el órgano ambiental, de considera ciones de
simple oportunidad sobre la realización de la obra o
instalación, ni las relativas a aspectos técnicos y económicos
de ésta, reservadas -como objeto propio y específic o del acto
autorizatorio o de aprobación del proyecto- al órga no con
competencia sustantiva para dictar estos actos de i ntervención
administrativa previa.
El proyecto de la obra o la instalación y el estudi o de su
impacto ambiental deben ser sometidos preceptivamen te a
información pública, para que las personas y grupos
interesados puedan expresar su opinión. Igualmente, deben ser
transmitidos a las Administraciones previsiblemente afectadas
por la ejecución del proyecto, entre las que se inc luyen
expresamente las de los restantes Estados miembros de la Unión
Europea cuando el proyecto tenga repercusiones sobr e su medio
ambiente (arts. 3 y 6 L.E.I.A. y arts. 15, 17, 23 y 24
R.E.I.A.).”
SEPTIMO.- De todo lo expuesto se infiere que:
1.- La finalidad de la evaluación del impacto ambie ntal no es
pronunciarse sobre la necesidad de una determinada
infraestructura sino valorar los efectos de la obra o
actividad proyectada para evitar que los efectos ne gativos de
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la misma sobre el medioambiente no sean superiores a los
efectos positivos de la solución pretendida y
2.- La declaración de impacto ambiental acordada po r la
Administración competente (art. 5 y 26 del D. 50/19 91) en
relación con el art. 4 del R.D. Lvo. 1302/1996, sol o puede ser
válidamente combatida por vicios formales invalida ntes o
mediante la correspondiente prueba pericial que la desvirtúe.
Los anteriores pronunciamientos, tras examinar la Declaración
de Impacto Ambiental objeto directo de la impugnaci ón
examinada, en función el contenido probatorio de la causa, que
este motivo del recurso no puede ser acogido, ya qu e:
1.- El Estudio de Impacto Ambiental analiza todas l as
alternativas posibles a la obra proyectada, partien do de la
situación actual (alternativa o)
2.- El Estudio de Impacto Ambiental estudia las dif erentes
alternativas en función de los condicionantes técni cos,
específicos y medioambientales, y justifica la adop ción del
proyecto adoptado.
3.- El Estudio examina los impactos medio ambiental es de las
diversas alternativas en relación con la ensenada y la playa
Brazomar (giro y erosión de la playa; cambio de tip ología y
perfil de la playa aparición de formas rítmicas a l o largo de
la misma; cierre de la ensenada con la consiguiente reducción
en la renovación de las agua, impacto visual en la ensenada,
así como menor volumen de obra y número de alineaci ón del
proyecto, y
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4.- La Declaración de Impacto Ambiental, tras anali zar el
Estudio, y tal y como establece la normativa es pos itiva con
condiciones al Anteproyecto, ya que estima que, en su
globalidad, la obra es positiva y los impactos nega tivos
pueden ser reducidos a niveles razonables en las m edidas
correctoras que establece, y
5.- Todo lo anterior no ha sido desvirtuado, pues l as
alegaciones de los recurrentes se limitan, sin desa rrollo
probatorio y obviando que informes técnicos denunci an el
impacto negativo que tiene en el medio marino la si tuación
actual (barrido de fondos y contaminación con ocasi ón de los
acontecimientos), a criticar aspectos parciales del Estudio,
evitando su análisis global del mismo.
OCTAVO.- La Sala examinará, seguidamente, las alegaciones de
los recurrentes sobre la inexistencia de necesidad social y
real de la obra proyectada, invocadas a través de l os motivos
cuarto y octavo del recurso. Los recurrentes argume ntan las
antedichas alegaciones sobre las razones siguientes :
1.- No existe una demanda real de atraques y, adem ás, la
justificación de la misma es infundable.
2.- Existe en Castro Urdiales un rechazo social a l a obra
proyectada que no ha sido respetado y
3.- En todo caso, el incremento de embarcaciones fo ndeadas que
se prevé para la fase final de la concesión es asu mible con
el sistema actual, lo que excluye la realización de proyectos
costosos económica, social y medioambientalmente.
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La Sala deberá realizar el examen del control de la legalidad
de la actuación administrativa impugnada (art. 106. 1 e la
Constitución Española) en función de:
-El Estudio de Viabilidad (mayo de 2004) y de la Ad enda
(diciembre de 2004) que justifica la existencia de una
necesidad real de las obras proyectadas y
-Las pruebas (documental y testifical) aportadas po r los
recurrentes a la causa para justificar sus alegaci ones.
-La Sala estima, tras examinar los motivos invocado s por las
partes en función del expediente administrativo y l as pruebas
obrantes en autos, que este motivo de impugnación n o puede ser
acogido. El Tribunal ha formado este criterio sobre los hechos
y razones siguientes:
1.- El Estudio de Viabilidad y la Adenda al mismo a nalizan la
demanda de uso y las necesidades sociales a satisfa cer y,
además, la rentabilidad social y la proyección econ ómica sobre
la que se implantan las infraestructuras y concluy e afirmando
que:
- Las obras proyectadas dan respuesta a la carencia de
aparcamiento en Castro Urdiales y a las demandas de los
usuarios.
- Con las instalaciones para la navegación de recre o se
satisfacen las necesidades de cuantos precisan un a marre para
sus embarcaciones o los que estarían dispuestos a a dquirir un
barco para poder llenar su ocio y emplearlo en disf rutar de
sus aficiones.
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-Las opciones, para los viandantes, ofrecen las amp liaciones
del actual paseo marítimo por su privilegiada ubica ción son
una indudable mejora de su calidad de vida.
-El positivo impacto económico y social en todos lo s sectores
de Cantabria.
2.- Las antedichas conclusiones se fundamentan en e studios
sobre la situación actual (carencia de estacionamie ntos y
amarre de embarcaciones); la necesidad de dar soluc ión a dicho
problemas y las previsiones de demanda de amarre fu turas.
3.- La necesidad de las obras se evidencia, además , de los
informes técnicos emitidos por el Grupo de Ingenier ía
Oceanográfica y de Costas (GIOC) de la Universidad de
Cantabria al afirmar que la situación actual no es sostenible
por razones de:
“ Comodidad: el acceso a las embarcaciones ha de hacerse
actualmente por medio de pequeños botes a los que a ccede por
escaleras de mano, con el consiguiente problema y p eligro para
personas de movilidad reducida.
Servicios: con el sistema actual no se dispone de agua o
combustible en las embarcaciones por lo que tiene q ue se
transportado en los botes antes mencionados. Analóg icamente,
ocurre con todo el avituallamiento de víveres, piez as de
recambio de las embarcaciones y electricidad.
Contaminación: además de los problemas de accesibilidad, el
avituallamiento por medio de cisternas transportada s en botes
aumenta los pequeños vertidos accidentales.
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Alteración de fondos: el sistema de boya-muerto, especialmente
si el barco está “a la gira”, es sumamente agresivo con el
fondo marino “barriendo” literalmente una amplia zo na
adyacente al muerto.
Seguridad: El sistema de amarre existente en la actualidad no
es viable en la zona ubicada entre el marítimo y el muelle de
Luis por motivos de seguridad, al excederse, bajo c ondiciones
de temporal, la agitación máxima establecida en el reglamento
de puertos deportivos.”
4.- La demanda futura de amarres es también ratific ada por los
informes del GIOC y, además, es corroborada por la
documentación aportada a los autos a instancia de l os
recurrentes, pues:
-La certificación emitida por el Jefe de Distrito M arítimo de
Castro Urdiales acredita que, a 1 de septiembre de 2007,
estaban matriculadas en dicho distrito 481 embarcac iones de
recreo, y
-El informe del Celador Guardamuelles del puerto de Castro
Urdiales indica que, a 30 de octubre de 2007, hay f ondeadas de
forma habitual 461 embarcaciones de recreo en dicho puerto, y
5.-Las pruebas aportadas por los recurrentes son in suficientes
para desvirtuar lo anterior, ya que:
-Se refieren (documentales) a las embarcaciones fo ndeadas en
el puerto en un momento dado (306 a fecha 7 de sept iembre de
2007) obviando el número de embarcaciones matricula das en el
distrito y
21
-La única referencia a proyecciones de futuro se en cuentra en
las simples declaraciones de un testigo que manifie sta que con
el sistema de amarre actual (muerto-boya a la gira o con dos
puntos de amarre) es suficiente para que atraquen más del
doble de embarcaciones, y dichas manifestaciones, a bstracción
hecha de cualquier consideración subjetiva (el test igo es
empleado del Club Náutico que, en la actualidad, pr esta
servicios remunerados a las embarcaciones fondeadas ) no pueden
desvirtuar los informes técnicos sobre seguridad, p revisiones
de futuro y tamaño de las embarcaciones.
Procede, por todo lo expuesto, desestimar el motivo de
impugnación examinado, pues el rechazo social de un a parte de
la población a una obra no implica que la misma no sea
necesaria, aunque debería tener su reflejo en la fa se de
formación de la voluntad y adopción de la decisión
administrativa.
DECIMO.- El quinto de los motivos del recurso cuest iona la
viabilidad económica del proyecto. Los recurrentes aducen que
un análisis mínimamente riguroso del estudio de Via bilidad
Económica, favorable al proyecto, evidencia que el mismo es
inviable económicamente, pues:
- Los ingresos contemplados para la amortización prov ienen
esencialmente del aparcamiento (70%, frente 20% de tasas
de atraque y 2% de locales).
- -Las tarifas de aparcamiento y las tasas previstas son
hoy elevadas, lo que en principio excluye el uso de
aparcamiento y atraque.
22
- El anteproyecto se ha fraccionado.
- Las previsiones de demanda de atraques son exagerad as e
infundadas y
- Las amortizaciones se han calculado sobre unos tipo s de
interés desfasados.
El examen de las diligencias y del expediente admin istrativo
evidencia, en relación con el motivo de impugnación examinado,
los siguientes hechos:
1.- Consta en el expediente que, en mayote 2004, se redactó
el preceptivo Estudio Previo de Viabilidad de la Co nstrucción
y Explotación d las Obras del Frente Marítimo Terre stre del
Puerto de Castro Urdiales y Ordenación de la Dársen a.
2.- Con fecha diciembre de 204 se elaboró una Adend a al
antedicho Estudio de Viabilidad, para completar el mismo, y en
ella, se integró el informe técnico.
3.- La Adenda, basándose en el Estudio sobre la pre visión de
la demanda de embarcaciones de recreo de Castro Urd iales y el
impacto socioeconómico de la construcción y explota ción de un
puerto de recreo en dicha localidad, elaborado por el profesor
D. Carlos Ángel Pérez Labajos, del Departamento de Ciencias y
Técnicas de la Navegación y de la Construcción Nava l de la
Universidad de Cantabria, concluye afirmativamente que:
“a) El número de atraques proyectados satisface una demanda
real y que razonablemente se minora en la justifica ción del
tamaño del puerto.
23
b) Las plazas de aparcamiento proyectadas cubren la demanda
producida por el puerto, a la vez que satisfacen un a necesidad
existente en Castro Urdiales.
c) El impacto socioeconómico producido por las obra s presenta
efectos favorables sobre la producción interior, va lor
añadido, excedente bruto de explotación, remuneraci ón de
asalariados y empleo.” y
5.- los recurrentes no han propuesto prueba pericia l alguna
para acreditar sus afirmaciones y desvirtuar los in formes
técnicos positivos.
NOVENO.- Los hechos anteriores evidencia la inviabilidad de
este motivo del recurso, ya que:
1.- El Anteproyecto impugnado está amparado en un E studio de
Viabilidad y una Adenda, elaborados con los requisi tos
exigidos en el art. 6 de la Ley de Cantabria 11/199 9 y en el
art. 227 de la Ley 13/2003 que, tras un examen de l os gastos,
inversiones e impuestos del mismo reflejan sus efec tos
positivos sobre la producción interior, el valor añ adido, el
excedente bruto de explotación, remuneración de asa lariados y
empleo, y
2.- Los recurrentes no han desvirtuado, tal y como les
correspondía, el Estudio de Viabilidad y Adenda ant edichos,
basados en estudios técnicos, ya que se limitan a s egregar, de
forma incompleta y estanca, determinados datos y cu estionar,
sin prueba al apoyo, otros, obviando además, que la
documentación en cuestión se elabora en un determin ado momento
24
y tiende a proyectarse, en función de la evolución de los
elementos de partida hacia el momento futuro fijado como meta.
Procede, por todo lo expuesto, desestimar el motivo de
impugnación examinado.
DECIMO.- El sexto de los motivos del recurso, denuncia que no
se han previsto los graves efectos que la construcc ión del
puerto deportivo va a producir en el sobresaturado tráfico
urbano de Castro-Urdiales, ya que:
-La obra se ubica en el centro de la ciudad.
-Las vías públicas no están preparadas para absorbe r el
aumento presumible de tráfico (accesos a los atraqu es y
locales comerciales y de tráfico) y
-Ello va a producir atascos y un aumento de la cont aminación.
La Sala estima que este motivo de impugnación tampo co puede
ser acogido, ya que:
1.- El Anteproyecto impugnado analiza las carencias de
aparcamiento incluye la construcción de 911 plazas en el
Aparcamiento subterráneo del Parque Amestoy (499 de las cuales
destinadas a residentes) y 150 colindando con el Pa seo Luis
Ocharán Mazas.
2.- Consta en el expediente como, a instancia del
Ayuntamiento, se ha modificado y que las vías de en trada y
salida del aparcamiento subterráneo son paralelas a la vía
pública y coincidentes con sus actuales dirección y sentido de
circulación y
25
3.- En definitiva, no cabe sostener que en el exped iente se ha
obviado la repercusión del Anteproyecto sobre el tr áfico en
Castro Urdiales y, por otra parte, los recurrentes no
justifican los perjuicios y repercusiones que aleg an ya que
no aportan prueba pericial al respecto, máxime teni do en
cuenta, que:
- La concesión de 1061 plazas de aparcamiento produ ce
innegables efectos positivos en el tráfico rodado.
- Mas de un cuarenta por ciento de dichas plazas es tán
destinadas a residentes, lo que facilita la fluidez del
tráfico al suprimir la búsqueda de plaza para aparc ar y
- El incremento contemplado de atraques, cuya ocupa ción plena
se alcanzará dentro de varios años, según el Antepr oyecto, no
es lo suficientemente elevado (de 533 embarcaciones de media
en el periodo 9/2003 a 12/2005 a las 690 previstas , 40 de las
cuales serian para embarcaciones en tránsito) para evidenciar
por si solo la caótica repercusión en el tráfico i nvocada.
DECIMOPRIMERO.- Los recurrentes alegan, a través del séptimo
de los motivos de su recurso, que “ el fraccionamiento del
proyecto, con la adjudicación y ejecución del aparc amiento
subterráneo del parque Amestoy con independencia y
separadamente del resto de la obra obliga a un nuev o estudio,
o cuando menos, informe de impacto ambiental.” , ya que:
- Varias de las medidas correctoras previstas en el E studio
Ambiental contemplaban la ejecución conjunta del
aparcamiento y el puerto deportivo y
26
- El fraccionamiento obliga a realizar un nuevo infor me o
estudio medioambiental para fijar las medidas corre ctoras
pertinentes.
La Sala estima, tras examinar las alegaciones de lo s
recurrentes en función del expediente administrativ o y de la
normativa aplicable, que este motivo de impugnación no puede
ser acogido. El Tribunal ha formado este criterio s obre los
hechos y razones siguientes:
1.- La resolución del Consejero de Obras Públicas y Vivienda,
de fecha 15/05/06, objeto ultimo del presente recur so, aprueba
el Anteproyecto del Frente Marítimo Terrestre del P uerto de
Castro Urdiales y Ordenación de la Dársena; precisa que la
ejecución de las obras se realizará con sujeción a los
condicionantes de la Declaración de Impacto Ambient al,
autoriza el fraccionamiento del Anteproyecto y apru eba y
acuerda la licitación del Aparcamiento en el Parque Amestoy
2.- Los aparcamientos subterráneos no requieren, po r si solos
ni estudio ni informe de impacto ambiental, pues no están
incluidos en los Anexos del D. 50/1991.
3.- El aparcamiento en cuestión está incluido en la
Declaración de Impacto ambiental, por integrarse en el
Anteproyecto total, que lo requiera debido a la act uación en
el puerto deportivo (R.D. 1302/86, en redacción dad a por la
Ley 6/2001) y
27
4.- Abstracción hecha de cualquier otra consideraci ón, las
obras del aparcamiento habrán de realizarse con suj eción a la
DIA, incluida la gestión de los materiales de exca vación.
Procede, por todo ello, desestimar íntegramente el recurso
examinado.
DECIMOSEGUNDO.- No se aprecia temeridad ni mala fe procesal a
efectos de costas, (Art. 139.10 de la L.J.C.A.) por lo que no
procede hacer especial imposición de las costas dev engadas en
el presente procedimiento.
F A L L A M O S
Se desestima el recurso contencioso-administrativo
interpuesto por , , ,
, , , , , ,
, , , , , , ,
, , , , , ,
, , , , ECOLOGISTAS EN ACCION
CANTABRIA, contra la desestimación por silencio administrativo
del Recurso de Alzada interpuesto el 1 de agosto de 2006 ante
28
el Consejo de Gobierno de Cantabria contra la Resol ución del
Consejero de Obras Públicas y Vivienda de 15 de may o del mismo
año, sin que proceda hacer mención expresa acerca de las costas
procesales causadas, al no haber méritos para su im posición.
Así, por esta nuestra sentencia, que se notificará a las
partes con expresión de los recursos que en su caso procedan
frente a ella, lo pronunciamos, mandamos y firmamos .
Intégrese esta Resolución en el Libro correspondien te. Una
vez firme la sentencia, remítase testimonio de la m isma, junto
con el expediente administrativo, al lugar de orige n de éste.