Post on 24-Jul-2015
Tumores benignos del cuerpo uterino
BUAPFacultad de Medicina
GinecologíaDra. Loza Jiménez
Alumna: Díaz Zamorano Claudia
ETIOLOGÍA
Es la inflamación del cuello uterino debido a la infección bacteriana por variados gérmenes entre los cuales son frecuentes los estreptococos anaerobios.
Estreptococos aerobios no hemolíticos, Escherichia coli, estafilococos, gonococos, Chlamydia y otros frecuentes en el medio vaginal. También puede ser producida por protozoarios, hongos y virus (herpes).
Cervicitis
Puede presentarse de forma aguda, aunque lo
más frecuente es su evolución crónica. Se le da mucha importancia en la génesis de los cambios epiteliales que pueden evolucionar hacia cambios displásicos y posteriormente hacia el cáncer cervical.
EVOLUCIÓN
CUADRO CLÍNICO
La cervicitis aguda se presenta frecuentemente con leucorrea abundante, que puede ser purulenta y acompañarse de fiebre, dolor hipogástrico, síntomas urinarios y dolor al contacto sexual, así como sangramientos en ocasiones.
Puede formar parte de una inflamación pélvica aguda con otras localizaciones altas. En el examen con espéculo se observa un cuello edematoso y rojizo, con pérdidas purulentas por el canal cervical, que pueden acompañarse de moco. Pueden existir, además, manifestaciones de infección en la uretra, glándulas de Bartholin o de Skene. Este período agudo es habitualmente corto.
La cervicitis crónica es una de las causas más comunes de
leucorrea, aunque algunas veces puede ser asintomática u oligoasintomática y ser diagnosticada por un exudado endocervical. Las características de la leucorrea pueden ser variables en color, olor, presencia de flemas y a veces sangre, sobre todo después del coito, que a veces resulta molesto y puede acompañarse después de dolor hipogástrico, o de dolor al movilizar el cuello durante el tacto vaginal.
Es indiscutible que el Programa Nacional de Detección Precoz del Cáncer Cervicouterino mediante la prueba citológica periódica ha contribuido a diagnosticar casos asintomáticos u oligosintomáticos y disminuir la prevalencia de esta afección. En este tipo de afección es frecuente la asociación del gonococo con clamidia o estreptococos.
En la cervicitis aguda el diagnóstico clínico se realizará
habitualmente por el cuadro clínico descrito, si en el examen con espéculo se observa el cuello edematoso, enrojecido, aumentado de volumen y la paciente siente dolor a su movilización.
El diagnóstico se completará con la toma de muestra de exudado endocervical y vaginal para estudio bacteriológico.
Por lo general, se observará secreción que sale por el orificio cervical externo.
DIAGNÓSTICO
En la cervicitis crónica las manifestaciones clínicas
pueden ser escasas o evolucionar como una leucorrea crónica recidivante. Puede observarse el endocérvix enrojecido con una zona de aspecto erosionado periorificial (puede ser una ectopia inflamada). También pueden observarse huevos de Naboth y glándulas abiertas, ya descritos, así como el aumento de la vascularización.
Otras veces puede verse un cuello de aspecto sano
y un exudado gleroso que sale por el conducto cervical.
Ante otras lesiones de tipo proliferativo, irregulares o atípicas es necesario que la paciente sea valorada con la prueba de Schiller, y si es positiva remitirla a una consulta de patología de cuello para evaluación colposcópica y biopsia para confirmar lesiones sospechosas (base, mosaico, vascularización atípica) o de aspecto maligno.
En la cervicitis aguda dependerá del resultado
obtenido con la coloración de Gram y del cultivo con Antibioticograma. De inicio, después de la toma de muestras para los exámenes señalados se indicará reposo y abstinencia sexual, tratamiento sintomático y posteriormente tratamiento específico de acuerdo con el agente causal. En ocasiones según la experiencia clínica y epidemiológica, puede iniciarse tratamiento ante un diagnóstico presuntivo, hasta contar con los resultados de las investigaciones realizadas.
TRATAMIENTO
En la cervicitis crónica cuando se determina el
gérmen infectante y tenemos el resultado del antibioticograma, podemos aplicar el tratamiento específico parenteral u oral y también por vía vaginal.
Pueden realizarse curas vaginales (agua oxigenada, mercurocromo, acriflavina 1 x 4 000) y aplicar óvulos antibióticos o quimioterápicos de acuerdo con cada caso.
Después de lograr el control de la infección,
puede ser necesario el tratamiento en la consulta especializada de patología de cuello para la exéresis o destrucción del tejido afectado. Para esto se han utilizado distintos procedimientos como la electrocoagulación, cauterización, electroconización, conización quirúrgica o traqueloplastia (Sturmdorf) y más modernamente la cirugía por láser y la crioterapia; esta última es la más utilizada y resulta muy económica para su aplicación a grandes masas de población como en Cuba.
Haciendo un resumen con un enfoque profiláctico
del cáncer de cuello, no debemos olvidar nunca la revisión del cuello en el posparto, la sutura de todos los desgarros, el examen de cuello a las 6 semanas posparto, el tratamiento de las infecciones cervicovaginales, la educación tendiente a la eliminación o disminución de la promiscuidad sexual y el uso del condón en estos casos, tareas fundamentales en las que el médico de la familia y su enfermera desempeñan un papel importante.
CONCEPTO
Es una neoplasia benigna del útero, que se conoce popularmente con el nombre de fibroma y desde el punto de vista anatomopatológico como leiomioma, liomioma y fibromioma, de acuerdo con el predominio de las fibras musculares lisas o la cantidad de tejido fibroso.
MIOMA UTERINO
Su frecuencia hace que sea uno de los diagnósticos
más comunes en las pacientes intervenidas quirúrgicamente en los servicios de ginecología y de cirugía general. Aparece, sobre todo, entre los 30 y 50 años, aunque en la actualidad se diagnostica más temprano por el uso tan difundido de la ultrasonografía, lo que permite el diagnóstico de tumores muy pequeños, antes de que sean capaces de producir síntomas. Se señala una mayor frecuencia en mujeres negras, meztizas y nulíparas.
Pueden ser únicos o múltiples y ubicarse en cualquier lugar del útero.
Algunos autores consideran que la causa es
desconocida, otros le dan valor al estímulo estrogénico mantenido o aumentado que activa los genitoblastos (elementos musculares inmaduros), mesodérmicos y
células embrionarias que responden a este estímulo. Algunos autores dan una incidencia hasta 10 veces
mayor en mujeres negras. En Santiago de Cuba la profesora María Rodríguez señalaba 49,3 % en mestizas (de acuerdo con la distribución étnica de la población con predominio de mestizos).
ETIOLOGÍA
De acuerdo con la ubicación se conocen:
1. Por debajo del endometrio: submucoso-sesil, pedunculado, abortado.
2. Por debajo del peritoneo: subseroso-sesil o pedunculado.
3. En el espesor del miometrio: intramural, único o múltiple.
4. Entre las 2 hojas del ligamento ancho: intraligamentario, variedad subseroso, y en el cuello (cervical).
De acuerdo con la medicina tradicional
oriental esta afección es debida a la estasis de sangre y energía en la pelvis, con manifestaciones de congestión, edema y fibrosis en estadios más avanzados, y en la práctica hemos comprobado una alta correspondencia con este diagnóstico etiológico.
Dependerá del número, tamaño y la localización
de los miomas.
Sangramiento. Hipermenorrea, polimenorrea o menorragias que
son más frecuentes en los miomas intramurales. La metrorragia cíclica o acíclica es más frecuente en el mioma submucoso. No se debe olvidar que la existencia de múltiples miomas puede hacer que estas expresiones del sangramiento no sean tan esquemáticas.
CUADRO CLÍNICO
Dolor.
Este se puede producir por compresión de órganos vecinos o tracción de los plexos y debidos a complicaciones tales como torsión, degeneración o necrosis, aumento de la contractilidad y espasmo uterino.
Tumor.
Puede ser palpable por la paciente o un familiar o ser un hallazgo en el examen físico en un examen preventivo ginecológico o por otro motivo de consulta.
Actualmente en nuestro medio son cada día más raros los tumores de gran tamaño que aparecen en los textos de algunas décadas atrás, por lo que los síntomas de compresión uretral, retención urinaria, polaquiuria y disuria, estreñimiento y dolor a la defecación son poco frecuentes.
Se señala la incidencia de torsión (en los
tumores subserosos con pedículo largo), necrosis, hialinización, transformación quística, calcificación, hemorragias, infección y abscedación.
En el embarazo se observa una degeneración roja o carnosa. En los submucosos pediculados ocurre el parto del fibroma.
EVOLUCIÓN
Casi siempre puede realizarse clínicamente por el
cuadro clínico y el examen físico, a veces como un hallazgo en mujeres que consultan por otras causas o al realizar el examen preventivo ginecológico; otras veces las pacientes van a consulta por palparse un tumor.
El examen físico puede determinar el tamaño, forma y consistencia del útero y los nódulos, su localización (intramurales y subserosos), así como el parto del mioma en el examen con espéculo.
DIAGNÓSTICO
Por la histerosalpingografía y la histeroscopia
se pueden diagnosticar los miomas submucosos.
La ultrasonografía es el medio más útil hoy, e identifica muy tempranamente tumores muy pequeños y otros de localización muy difícil, así como descarta el diagnóstico diferencial del embarazo y tumores sólidos de ovario.
La simple presencia de uno o más miomas,
sobre todo pequeños y asintomáticos, no exige tratamiento.
Es importante individualizar la conducta y la decisión debe ser analizada y consentida por la paciente y la familia.
TRATAMIENTO
Es imprescindible tener en cuenta los
aspectos siguientes:
1. Edad. 2. Paridad (hijos vivos). 3. Deseo de nuevos hijos. 4. Número, tamaño y localización de los
miomas. 5. Síntomas y complicaciones (naturaleza y
gravedad)
El tratamiento médico con análogo de la
hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) reduce por un tiempo el tamaño del mioma, pero presenta efectos secundarios y su uso prolongado puede conducir a osteoporosis; puede ser útil en la etapa preoperatoria para facilitar la cirugía, ya que reduce a cerca de la mitad el tamaño de los miomas.
En casos poco frecuentes de miomas
submucosos pediculados y paridos se puede realizar la exéresis quirúrgica por vía transvaginal, también puede realizarse la recepción electroquirúrgica o vaporización con láser por medio de histeroscopia en miomas submucosos y resección laparoscópica de miomas subserosos.