Post on 18-Feb-2016
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VIOLENCIA JUVENIL
Villalobos Bustamante Telmo Adolfo
Estudiante UDCH. Facultad de Derecho
Todos somos testigos o hemos sido víctimas en algún momento, ya sea
de forma directa o indirecta de un hecho como: la agresión de pandillas, el robo
de pertenencias, el sicariato; los cuales reflejan un claro fenómeno social
complejo llamado violencia juvenil, dándose en todos las sociedades, trayendo
consigo pérdidas humanas, materiales y económicas, el objetivo de este
ensayo es disminuir el índice de la violencia en los jóvenes. Conociendo ¿Por
qué se da la violencia juvenil? Y es que a convivencia violenta, la falta de
autoridad, la falta de aprendizaje problemas psicológicos o de adicción, o la
emisión de programas violentos y otros factores, los cuales tienen un inicio en
diferentes ámbitos ya sea familiar, social o educativo. Siendo la conjunción de
dichos factores lo que conlleva al desarrollo de la violencia en los jóvenes.
La violencia se ha convertido en parte de la vida cotidiana de todas las
personas, ya sea que la practique, la sufra o la observe, de cualquier forma
todos estamos expuestos, hombres, mujeres, niños incluso la naturaleza
misma. Nos afecta de muchas formas, y lo peor es que no somos conscientes
de ello, por lo tanto seguimos conviviendo con ella y padeciendo sus estragos.
Otro tema de relevancia es sin duda alguna es el de la vejez, y no por morbo,
sino porque la mayoría de las personas le restamos importancia, porque se ve
como la etapa final de la vida del ser humano, sin embargo, es todo tan
relevante como el resto de la misma, y es fascinante conocerla y reconocerla
en todas y cada una de sus facetas.
La OMS define violencia como: “El uso deliberado de la fuerza física, el
poder, ya sea con amenazas o efectivo, contra uno mismo. Otra persona o un
grupo de personas o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de
causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o
privaciones”. Asimismo lo considera como epidemiológico tanto por su
extensión como sus efectos sobre la salud.
Los problemas en el ámbito familiar como la convivencia violenta, gritos e
insultos mutuos entre otros, ocasionan que los menores absorban estos hechos
y lo tengan reprimidos, los cuales en conjunción con otros factores afloren en
hechos violentos; progenitores que no marcan limites necesarios desde la
infancia y menos han aplicado medidas correctivas a conductas inadecuadas,
dejándolas impunes dándole a entender que todo está permitido, esto denota
un estilo educativo sin autoridad.
Padres con problemas psicológicos o con alguna adicción ya sea drogas,
alcohol entre otros. Ocasionan la falta de afecto a los hijos, despreocupación
en la formación de valores; Asimismo, otra actitud que ocasiona estos
problemas es que los padres muestran emociones de rechazo o abandono
hacia sus hijos y los humillan o maltratan con frecuencia, a la vez que expresan
conductas violentas ante ellos, convirtiéndose en modelos a imitar.
“Hay que penetrar en los sueños de los niños, por que que lo que influye
es la voz de sus padres, esa que reconocen desde muy pequeños
(Cisneros,L)” Al hacerlo que sea para un futuro provechoso.
Un sistema educativo ambiguo e inconsciente en el que el profesorado no
asume responsabilidades o un rol protagónico hacia sus alumnos como por
ejemplo: Estudiantes con falta de aprendizaje, de integración social, de fracaso
escolar o de acoso. Las agresiones verbales entre compañeros ya sea por su
bajo rendimiento académico o por su aspecto físico generan la baja de la
autoestima.
Profesores que utilizan métodos arcaicos para el desarrollo del
aprendizaje, como el maltrato físico verbal o que trasmiten intolerancia, y
pesadez por la misma razón de que se sienten estresados por su avanzada
edad, sin menospreciar sus capacidades académicas, suelen verse envueltos
en denuncias por maltrato infantil. Este tipo de actitudes genera que los niños
les tengan pavor en vez de confianza y seguridad.
En el ámbito social, la violencia juvenil es un reflejo de la violencia social.
El fomento de determinados modelos agresivos, la excesiva valoración del
poder, el éxito sin esfuerzo, el consumismo, la competitividad extrema, el
individualismo y la búsqueda del placer inmediato pueden influir en que el joven
sobrevalore todas estas tendencias y las adopte como suyas. Para los jóvenes,
las sociedades entrañan ciertos peligros que pueden favorecer un afloramiento
de la violencia juvenil como, por ejemplo, el hecho de hablarse en exceso de
los derechos y poco de los deberes, con la idea de merecer tenerlo todo sin
tener que ganarlo o esperar para conseguirlo.
Hay un dicho bien dicho “Dime con quién andas y te diré quién eres”, los
jóvenes que viven en lugares marginales en los cuales el índice de violencia es
mayor entre las edades de 12-25 años, como consecuencias de adolescentes
que no van al colegio, cometen actos delictivos por medio de pandillas creadas
por la misma. Viéndose en ellos el consumo de drogas, alcohol u otros vicios.
Un joven expuesto a estos factores es más probable que forme parte de estos
grupos antisociales.
Las sociedades con grandes diferencias de estatus socioeconómico y con
imposibilidad de progresión o mejora pueden favorecer la erupción de violencia,
así como la emisión de programas de televisión con bastante contenido
violento en un horario accesible a la niñez como ejemplo: Raw, Smad Dawn, Esto es guerra o Combate; programas que desde el mismo nombre ya dan
ideas de violencia.
La prevención de la violencia es responsabilidad de todos: padres,
familiares, educadores, psicólogos, pedagogos, sociólogos, políticos, medios
de comunicación, etc. De todas formas, es a la vez muy importante tener en
cuenta que el principal factor protector de la violencia es el familiar y el escolar,
y es imprescindible trabajarlo desde la infancia. Los padres deben ejercer una
autoridad desde el afecto y el amor, estableciendo límites y normas constantes
y coherentes. Es fundamental, a la vez, transmitir y practicar valores como la
solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad, la motivación y valoración del
esfuerzo, la cooperación, el respeto por los demás, la igualdad sexual y la
pluralidad cultural. Dedicar tiempo a los hijos, reforzarles las actitudes
deseables, valorarlos, enseñarles a manejar la frustración, identificar problemas
puntuales que éstos puedan tener y acompañarlos en la resolución adecuada
son pautas recomendables que los progenitores deberían llevar a cabo para
prevenir el surgimiento de violencia dentro del núcleo familiar.
En conclusión la violencia juvenil se da por la conjunción de factores
dañinos en la época de la niñez y se refleja en la juventud. El ser humano
existe para ser feliz, para “vivir” y no solo para sobrevivir. No tiene por qué ir a
la par de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, ni merece que lo
llamen inútil solo porque sus cabellos se han convertido en hilos de plata, o
porque los años, sus experiencias, sus mieles o amarguras se han plasmado
en su rostro, sin importar incluso su género físico o mental, el ser humano
merece y necesita vivir plenamente. Amemos a nuestros jóvenes eduquemos a
nuestros niños en el amor y cuidemos de nuestros ancianos así como ellos nos
cuidaron cuando de niños, y si no lo hicieron… entonces simplemente
démosles amor porque ellos tampoco lo tuvieron y por lo tanto no aprendieron
a amar y trasmitirlo.
Bibliografía
RAMON DE LA FUENTE, psicología médica nueva versión, fondo de cultura
económica, México D.F. 1996.
GELDER, MAYOU, GEDDES, Oxford psiquiatría 2a. Edición, Marban libros,
España, 1999. Págs.
Consumado en:
www.ub.edu/personal/violencestudios.htm “Abanico de conductas”
www.buzoncatolico.es/actualidad “Influencia de la Televisión”
vmonterolopez@gmail.com “Psicología comunitaria peruana” frases.