El Cuento de LA CENICIENTA. Hubo una vez una joven muy bella que no tenía padres, sino madrastra, una viuda impertinente con dos hijas a cual más fea.
” EL CIEGO”. “ Dicen que una vez había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera en la cual se leía: “POR FAVOR AYÚDENME,
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