ê-•qûé -è•-el-din---e•,-ñõ · 2019. 3. 22. · I 1 LASDOSTRIADAS LECCIÓNI ¯i•õ...

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I 1 LAS DOS TRIADAS LECCIÓN I i•õ se pregùntã-al èstùdiäñ ê-•qûé -è•-el-din---e•,-ñõ dàay m•'-elección•p osible-qu •'din-eTo-se'define-por- sus-_fu_nciones :- es= dinero-eüàlqûiêp=-êosa= .que'-se-usa como- dinero.--"el- dinero-es-lo- que-.hace:'de- dine- •_o':'wy:lasífunciones: del-.dinero:son:tres ser u_nidad_de cuenta ¯ (o-•medida: d el:-va!or'.í .c.orno_- dice ._Wickse_l!), •_ .s_e•._medio de d•go-y'_s er«rese _rva:_de• valor: Nada tengo que decir contra esta clasificación tradicio- nal: de hecho la doy por sabida en lo que va a seguir. Pero quiero ir desde esta clasificación a preguntarme la cuestión complementaria: •'èrr•l:es=la:J:elaeión:ent_re:esta: clasificación- ¯ ,seg6n--l•fùñ-•iön-:y=la-'otraclasifieación triple,-los trê•'ota- •vôS'---]-•nesianos-t)ara usar el dinero--el motivo transaccio- nes, el motivo t)recaución y el motivo especulativo? Tam- biéñ por estos motivos es necesario, en algún sentido, uti- lizar el dinero. Deberíamos ser capaces de ex-plicar cómo se relacionan las dos tríadas. No creo debamos pensar en una correspondencia m__iitada: se refiere a la conducta ¿lêr individuo o agente q•e toma las decisqõñes, dentro de un sistema monetario 1. K. •VICKSr•LL, Lectures on Political Economy, vol. II, p. 6. (Tra- ducción espafio]a: Lecturas de Economía Política. Aguilar, Madrid, 1957.) 15

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LAS DOS TRIADAS

LECCIÓN I

¯i•õ se pregùntã-al èstùdiäñê-•qûé -è•-el-din---e•,-ñõdàay m•'-elección•posible-qu•'din-eTo-se'define-por- sus-_fu_nciones :-es=dinero-eüàlqûiêp=-êosa=.que'-se-usa• como- dinero.--"el- dinero-es-lo- que-.hace:'de- dine-

•_o':'wy:lasífunciones: del-.dinero:son:tres ser u_nidad_de cuenta¯(o-•medida: del:-va!or'.í .c.orno_- dice ._Wickse_l!), •_ .s_e•._medio de

d•go-y'_ser«rese_rva:_de• valor:Nada tengo que decir contra esta clasificación tradicio-

nal: de hecho la doy por sabida en lo que va a seguir. Peroquiero ir desde esta clasificación a preguntarme la cuestióncomplementaria: •'èrr•l:es=la:J:elaeión:ent_re:esta:clasificación-

¯,seg6n--l•fùñ-•iön-:y=la-'otraclasifieación triple,-los trê•'ota-•vôS'---]-•nesianos-t)ara usar el dinero--el motivo transaccio-nes, el motivo t)recaución y el motivo especulativo? Tam-biéñ por estos motivos es necesario, en algún sentido, uti-lizar el dinero. Deberíamos ser capaces de ex-plicar cómo serelacionan las dos tríadas.

No creo • debamos pensar en una correspondencia

m__iitada: se refiere a la conducta ¿lêr individuo o • agenteq•e toma las decisqõñes, dentro de un sistema monetario

1. K. •VICKSr•LL, Lectures on Political Economy, vol. II, p. 6. (Tra-ducción espafio]a: Lecturas de Economía Política. Aguilar, Madrid, 1957.)

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que se considera como dado. La otra triada tiene una basedistinta: para ver cuál es esta base, es interesante tener unaperspectiva histórica, de tal manera que sea el mismo sistemamonetario el que cambie en el tiempo.

Si hacemos esto, o sea, si en lugar de limitarnos a lasinstituciones monetarias de la actual Gran Bretaña o de losEstados Unidos tenemos en cuenta otras posibilidades (talescomo, por ejemplo, los mecanismos monetarios en la Italia delRenacimiento tal como los ha descrito G. Luzzatto -• o el profe-sor Cipolla,z o los mecanismos monetaríos de la China delsiglo tax tal como los describe el doctor King),4 la importan-cia de la clasificación funcional se hará evidente. En primerlugar, será necesario distinguir entre el dinero plenamentedesarrollado en tanto que cumple las tres funciones• ydistintas clases de dinero parcial que presentan una (o do•de esas funciones, pero no las tres. El concepto de dine-ro parcial ha sido utilizado normálmente en las investi-gaciones históricas (como las citadas), pero no es en esta

perspectiva que queremos utilizar aquí este concepto. Voy amantener que este concepto puede ser usado también comoun instrumento analítico que no.....ïs ayude a inv• a•unoj

_p.untos oscuros de la teoría monetaria. Una de las cosas fun-damentales que la teoría monetaria debiera ser c• ex-plicar es la-e-•õolûci-¿'ñ ¿l'êI• •í"•aíño• unmodelo lógico de las líneas •de, esta ev--õlución, nos_6!o.,

'

contribuiríamos a-[ •õñ•i'•óri'Tc•o sin--õ qu-é'po--:dríamos profundiz.ar_un tanto en nuestra comprensión de loq__ue es el dinero, incluso el dinero moderno,

La primera cuestión que puede ser tratada con el con-eepto de dinero parcial es el análisis del motivo transaccio-nes; y la cuestión a plantearse es si es, efectivamente, unmotivo para mantener dinero, pues, como veremos, hay razo-nes para dudarlo. Es evidente que hay una relación entre el

g. (ì. LI.rZZATTO, Stor•a economica d'Italia, libro II, cap. 8.3. C. CXrOLLA, Le avventuro della lira (Milán, 1958).4. F.H.H. K•o, Money and Monetary Policy in China, 1845-1895

(Harvard, 1965), esp. cap. I.

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motivo transacciones y la función "medio de pago" del di-nero. Para analizar esto, necesitamos un modelo de dineroparcial que centre nuestra atención en la función "medio depago".

EL DINERO COMO MEDIO DE PAGO • O MEDIO DE CAMBIO

¿Por.qué necesitamos un medio de pago? La respuestade manual es que lo necesitamos para faêilitar el cambionmltilateral. El cambio de sólo dos mercancías puede rea-lizarse mediante intercambio; pero en cuanto tenemos másde dos mercancías se hace necesario tener algo semejanteal dinero.

Si bien esto parece claro, no está claro cómo puede rela-cionarse con la teoría del cambio multilateral tal como hasido aceptada por los economistas desde Walras 5 (como Pa-tinkin c nos mostró). Porque, si bien Walras toma una de susn mercancías como numerario (o unidad dë medidaS, en suteorla es esenci-'•å[a que e-'l" numerario no entre en • cambioen forma distinta a como lo hacen el resto de las mer-cancía..._s. Cualquiera de las restantes n (n•l) mercancíaspodría haber sido elegida como numerario; lo único que hubie-ra sucedido es que las n (n• 1) razones de precios entre lasmercancías, tomadas a pares, se hubiera reducido a las n--1razones de precios básicas, por un proceso puramente aritmé-tico, en una forma diferente.'El:numerario:no_es_diiaër0; no-es3

,ni-si_quiera._diner0 parci_a_l;, ni siquiera se supone que seausado por los comerciantes como unidad de medida. De he-cho, no es más que la unidad de medida que el economistausa para explicarse a sí mismo lo que los comerciantes estánhaciendo.

Cuando nos damos cuenta de esto 2odríamos seguir a Pa-tinkin e introducir el dinero explícitameñt-e; pero añãdir la

5. L. WALaAS, Elements, parte III.6. D. PATmXm, Money, Interest and Prices (2.• ed., 1965), caps. 1-3.

(Traducción española: Dinero, Interés y Precios, Aguilar, Madrid, 1963.)

17•. -- ItlCKS

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i"demanda de balances reales" al mísmo nivel en que tene-mos la demanda de necesidades-satisfacción me parece quees suprimir el problema de golpe. Prefiero proceder más cau-tamento.• por construir un modelo que e...n todos los•..peetos, menos uno, estará de acuerdo con la teoría de Wãl-ras. Me preguntaré, seguidamente, cómo hay que desarrollar

"e-i-modelo para que podamos introducir un dinero que sólodebe ser un medio de pago.

Por tanto, vamos a cons---'ìderar cómo funcionaría un mer-cado en el• __ciert° número de comerciantes cambian cier-to número de biënes: un mercado clùê sólo será abierto alcambio un "día•'• de tal manera que lo_o.podamos estudiar ais-

la___do• es decir2_con independencia de lo que sucedió antesy de lo que sucederá después (al igual que lo hizo Walrasen su teoría del cambio). Si queremos imaginarnos este tipode mercado podemos pensar en una de estas grandes feriasque en la Edad Media eran tan importantes para la orga-nización del comercio; o incluso uno de estos mercados se-manales o mensuales que todavía sobreviven en muchasciudades en todo el mundo (en este caso, debemos tener encuenta el mayor tamaño de estos mercados de hoy).-De he-cho, un mercado de este tipo puede funcionar de distintasmaneras, y desde el punto de vista de la teoría monetaria esfundamental distinguir entre ellas (mientras que no es fun-damental esta distinción, como veremos, desde el punto devista que le interesaba a Walras).

iINTERCAMBIO INDIRECTO Y MERCANCIA-DINERO

E1 primero de los métodos de funcionamiento de este tipode mercados lo-llamaré intercambio m•ñ-dìFêcto. 951 intercambio

-simple no sería factiblez porque si los únicos intercambiosefectuarse son los • permite el ïnter•cambio

simple, no llegarían a agotarse las oportunidades de inter-cambio ïa._por tanTõ•, el m• ñõ ac•/úãñSaría una s-ítû

¯de e__quilibrio walrasiano. De hecho, no se därían más que18

una serie de intercambios aislados y, en un sentido estricto,nó ]•odríamos ni decir que se trata de un mercado.-

Empieza a acercarse a lo clue es un melado cuan•u-nos comerc----"-Ta comi'-"-enza"--ñ-ã hacer intercamb-'iõ•os ini•dìrêc-tos.__. En otras pa]abras• esto._..2s co•_.._nerciantes adqnieren mer-cancías no porque las necesiten directamente...¿, sin._2o porque.pretenden cambiar]as en u2L• se_.Kundo round por otras mer-cancías que sí necesitan directamente. Uno puede sentirse

de la misma naturaleza • •• U mercancía-diñêro.esto es ir demasiado de 23risa. Debemos pasar por ötra

étapa antes de llegar a la mercancía-dinero. Hasta ahora, loúnico que ha sucedido es que algunos comerciantes hancomenzado a actuar como intermediarios; cada intermediariopuede todavía comerciar con una u otra mercancía. Ciertoque algunos cambios que no podían realizarse en condicionesde intercambio simple pueden ya efectuarse ahora, pero nohay ninguna razún, en general, por la que el mercado debaalcanzar al final una posición de equilibrio walrasiano.

En realidad, cuando el intercambio indirecto está toda-vía en esta etapa rudimentaria que veni• lo

_es c•ue ••nê'• e-I mercaao se coagû-fan" en redes trian.n.n.n.n.n.n.n.n.•lares que no tienen contacto entre ellas.Par......•a que tengamos un mercado en el •leno sentido dë la•, un mercado completo, debemos ver cómo se unenestas redes trian•. Esto significa que los comerciantes•lebeñ comenza1 a¢12uirir '

¯

a mercanclas pero no para su,pro-,pio uso ni]2ara venderlas a comerciantes que usarán direc-tamente la mercancías en cuestión, sino p2a.ra vende__•rlas aotrosin--""-•eTUde=¿•-en'ñ-••ace•õ•ãmisma

ercanem como una mercancm intermediana".•Esta es acep-•tad..ìa-porque se sabe •ue los• Ia aceptan com___o.o • como<intermediaria. Me parece que estaremos de acuerdo en qûees a• de .•í cuando la mercancía intermediaria empie-

ñaE a -i z mmñêTò êsdinero porque puede ser utilizado en las tieñdas.)

Pero aun así, no sería necesario que en todo el mercado

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se usara el mismo "dinero". En distintas partes del merca-do pueden usarse "dineros" d•istintos; para tener un mer-cãado•oml•leto sería necesario que sus clistintas partes llegaran a•sepor"la acción de algunos comerciantes que ac•uarancomo "'cambiadores de dinero", utilizãñd0 las distintas varíe-dades de "dinero local" comô mercancías intermedíari-âs.Cuando todas las variedades de "'dinero local" queden l•a-das entre sí de esta forma, entonces tendremos un mercadocompleto; todos los cambios que en el equilibrio walrasianoson favorables, pueden realizarse.

Dadas estas condiciones, el mercado alcanzará al finaluna posici6n de equilíbrio walrasiano. Al final del "día" (es-tamos considerando, todavía, un mercado que sólo dura undía), cada comerciante habrá alcanzado un límite tal queno le será posible realizar más transacciones con el consenti-miento de los otros comerciantes. La distribución de losbienes en este equilibrio final puede depender muy bien delos efectos-renta del comercio que se ha realizado duranteel día, en la forma que nos es familiar. Pero será indepen-diente (excepto, quizás, a través de esos mismos efectos-renta)del conjunto de mercancías que hayan sido elegidas, en elcurso de las transacciones, como mercancías intermediarias.Mientras consíderemos un mercado de un solo "día", el equi-librio final es determinado por las ofertas de mercancías y lasfunciones de utilidad de los comerciantes, tal como Walrasdice. El numerario no entra en escena. De hecho, es nuestronumerario, con la ayuda del cual nosotros podemos describirel equilibrio del mercado; es sólo estö y nada más.

Esta afirmación puede ser comprobada si observamos quela organización que he descrito hasta ahora--intercambio in-directo con transacciones de arbitraje--no es la única formaen que podría funcionar un mercado de cambios múltiples.De hecho, la organización expuesta es más bien engorrosa.

Un mercado de este tipo no puede ser más que ineficíente,puesto que muchas mercancías han de cambiar de mano noya para transferir la mercancía del oferente inicial al últimodemandante, sino porque aquellas mercancías son interme-

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diarias; ahora bien, ¿cómo puede tratarse de un mercado ine-ficiente si hemos demostrado que al final alcanza una posi-ción de equilibrio walrasiano? En nuestro análisis quedatodavía un vacío por cubrir y lo vamos a hacer en lo quesigue.

En el análisis walrasiano está s•implícito•arealización de las •n• ño implica coste alguno(en•érminos de esfuerzo y sacrificio): esta simlolifieación, si bienes a ecuada para algunos fines, es irreñaediablemente confusacuando se trata de analizar e•• Tñ•l'uso los ínteream-

-bios más simples tienen un coste. La razón por la que unmercado bien organizado es más eficiente que un mercadomal organizado (aun cuando este último sea un mercadocompleto) es precisamente que las transacciones en el mercadobien organizado representan un coste menor.• costes de transacción clue pueden ser inelui-dos+êñel modelõ• •V-'ãlarãs • têñéner'•û'e•êfè•ctûâî:r c•bTosformales importantes; 7 si el coste es proporcional al volu-ïnen de la transacción, entonces es como si la transacciónfuera sometida a un impuesto (los impuestos son, obviamente,en el mundo real, una parte considerable de los costes de lastransacciones). Como resultado del impuesto, los cambiosque se realizarán no serán los que se hubieran realizado deno haber impuestos; incluso algunos cambios potenciales se-rán positivamente impedidos. Pero el equilibrio que se al-cance será aún un equilibrio walrasiano, aunque se trate deun equilibrio walrasiano después de pagados los impuestos.

Si tenemos en cuenta el coste de transacción, se hace eví-dente que el intercambio indirecto (si implica el transportefísico de mercancías que no son para uso directo del que lasrecibe) es una forma harto costosa de organizar un mercado;

7. Si tuviéramos en cuenta los efectos de las economías de escala enlos costes do transacción, deberíamos introducir serias modificaciones enel modelo de Walras. El hecho de que se prescinda de las economías deescala en estas lecciones no implica duda alguna ni en cuanto a su impor-tancia, ni en cuanto a su suma relevaneia para algunas partes de la teoríamonetaria; pero ya tengo bastante con discutir el problema sin economíasde escala.

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debería haber algún incentivo que llevara a encontrar for-mas de organización del mercado con costes de transacciónmás bajos. Algunos de esos incentivos va existen en un sis-tema de intercambio indirecto: hacer de una mercancía (o devarias), la mercancía estándar, para utilizarla como interme-diario; seleccionar para intermediarias aquellas mercancíasque pueden ser transferidas al mínimo coste de transacción.De hecho, toda la historia del oro y la plata viene a ser unaserie de variaeiones sobre este tema.

tEL_SlSTE,X.••Hay, sin embargo, métodos más completos. Es posible

, B,,,,:==.

l•rescindir del transporte físico de las mercancías mter•de tal manera que no se incurra en costes de transa_c-

ción hasta que deba hacerse la entrega al demandante final.En este caso, lo único que debe irse transfiriendo es un títulode•d, y esto es de aplicación no s61o a aquellos bienesque por ser generalmente aceptados pueden ya ser conceptua-.dos como dinero, sino también a todos los bienes que sonintermediarios, en el sentido de que cambian de mano másde una vez.

De hecho, el comercio puede ser tan sólo el mero inter-cambio de títulos. Ahora bien, debemos distinguir entre untítulo de propiedad que se desea porque se va a ejercer-- seapor el dueño o por otra persona a la .que se ha transferido-el título- dando derecho a disponer de un bien concreto, yun título de propiedad que es deseable sólo porque es gene-ralmente aceptado, y, por tanto, puede ser transferido sinlimitaciones. Este último puede ser un título sobre uno delos bienes que se cambian en el mercado o puede no serlo. Enprincipio, podría tratarse de un bien real pero que no fueraobjeto de cambío en nuestro mercado, o incluso puede ser queno se trate de ningún bien real. En nuestro mercado wa]rasia-no, todos los títulos deben haber sido negociados al final deldía; el hecho de que no haya ninguna mercancía equiva-

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ri

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lente al tipo de dinero abstracto que puede existir en nues-tro mercado no es importante si, efectivamente, los títulos so-bre estas mercancías pueden ser negociados, hasta que yano haya ventajas en hacerlo, en el curso del día.

De hecho, apapapapapap_a•ce que existieron mercados que funciona-ban, má"•" õ"•en-õ•', •[êlã •ã'ne-'Tã •ûê êl •"êrca-å'd'õ q"üe"•e•• incluidas algunas de las ferias me-"• •ûê m'êe •ereferido antes; s pero no es po-'0"•estas

"razoneshistóricas que me interesa este mercado, sino porquese trata de uno de los casos estándar que una teorfa generaldel dinero debería ser capaz de incluir; quizá sea un caso lí-mite, pero un caso límite crucialmente importante.

'Eñ-estë tipo de mercado, A vende a B contra una p_LoJ•me• de pago de B; B vende a C contra una .promesa déasí sucesivamentê. -Dêbê- ê•-i•í•-al•,una unidad

7 '7 --

.de:cuenta en termmos ¿e-q-åa cual puedan expresarse las pro-?mesas de Êago (o sea, un dinero parcial de un tipo distinto

•-L•I que ñòsr-7ê•na'-mo"• ånt-ês'•.per"--o est"--ã u'-ni-d'a• •lem-"-e i¿li'--daT_no•es_ni un-médio de pago ûn obfeto l•ara el cambiò.

¯ -'•'¿C• •unci'--õna"• este merea•dõ.• Puede funcionar,pero es necesarioque existan unas instituciones. En p_•merlugar debe existir una teámara de compen•-aciúi• donde lasdèu-d_• •er• unas con otras; tambiénparece necesario qù'e exista mgun pr-õ'úêdunlenTó que ofrezcaalguna• contra las deudas no .•.•. A primeravista, pudiera parecer que tal garantía existe automática-mente si el mercado es realmente un mercado de un solodía (como venimos suponiendo que lo es), en el que lasdeudas no pueden aplazarse; de hecho, a cada deuda impaga-da debe corresponder un crédito no satisfecho, pero, por otraparte, sería irracional aplazar un crédito que perdiera nece-sariamente todo su valor al cerrarse el mercado al final deldía. Pero si reflexionamos nos daremos cuenta de que en unmercado con precios flexibles Oz nuestro mercado ha de ser

8. A. P. USHF,n, The Earltd Histortl o[ Deposit Banl•lng in Medlter-raneati Europa (Harvard, 1943), cap. 4.

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.. . . ..

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iiiasí) aquello no es suficíente. Porque, supongamos que, cuan-do las deudas son totalmente compensadas, todo el mundoestá en una posición de equilibrio, excepto dos comerciantes,A y B. A es el deudor, B el acreedor. No es necesario quela deuda de A lo fuera desde el principio a B; sólo se re-quiere que tras las compensaciones llegue a ser una deudaa B. Ahora bien, B no puede- como ya hemos visto--aplazar su derecho; debemos esperar, pues, que trate dehacerlo efectivo antes del final del día. Sin embargo, no hayninguna razón por la que las mercancías que A ha adquirido,o las que le han quedado, sean las que B está interesado encomprar; pero aun cuando lo fueran, cuando el mercado(a punto ya de cerrar) se límite a estos dos comerciantes, nohay ningún mecanismo automático que impida a A fijar pre-cios exorbitantes para las mercancías en su poder que ser-virán para pagar su deuda a B, con lo que lo pagado en tér-minos reales será inferior a la deuda teórica. Por tanto, asícomo los balances acreedores tienden a desaparecer automá-ticamente (cuando no pueden ser arrastrados hacia adelante),no sucede lo mismo con los balances deudores. Sì el mer-cado debe cerrar, funcionando suavemente hasta el finà] para"acabar en el equilibrio walrasiano, será necesario algún tipode saneiún contra el abuso que permiten los balances deu-dores.

,Un mercado q.• funcione de esta manera será, por tanto,an mercado organizado; para que funeiõñe se necesitará, almenos, una cámara de compensación y algo parecido a un

t 4•_•-gado:-Estas instituciones no podnan ser establecidas sinincurrir en ciertos costes. Pero este coste (que bien podríaser cubierto mediante una tarifa de entrada en el mercado)podría ser inferior al coste de los numerosos intercambios fí-sicos que se hacían sin esas instituciones. Si la única alterna-

es " " "tiva es, el intercambio indirecto, te sistema ac compen-saeion puede ser una forma de organización viable. No escomún, pero debemos tenerla en cuenta por su importanciateórica. Porque es con esta organización como encontramosun primer caso de• wicksel•ãno de un.mercadoen24

el nivel de• absoluto -- precios monetarios -- esm'ñ'dê•r•ina-ã¿[Õ. È•I-'Sqñê7ero" ê•2 s_•• una un'-'ì•gãff-deñ•e'ê•da, no es una de las mercancías negociadas; no hãy, portãnto, ecuación de•dem• determinar su valor.Las ecuaciones de Walr,• sõñ suticientes para detër•fnar losprecios relativos, o sea, los precios en términos de una delas mercancías que se toma como numerarío; pero este nu-merario no es el dinero en términos del cual se hacen loscálculos. Este dinero no entra en las ecuaciones walrasianas;permanece fuera de ellas. Los precios monetarios pueden es-tar a cualquier nivel, pero el equilibrio walrasiano será al-canzado.

Sin embargo, debe haber algún nivel determinado de losprecios monetarios, y debe haber algo que causa este nivel.Quizá comencemos a ver de qué se trata recordando la expre-si6n de Wicksell que antes dimos como alternativa: en lugarde decir "unidad de medida", él dice "medida del valor".Cuando el vendedor está decidiendo si debe o no vender(y" cuánto) a un precio determinado, es inevitable, inclusoen un mercado como el que estamos considerando, que im-plícítamente calcule cuánto le representa aquel precio entérminos de otros bienes; debe tener cierta idea sobre losotros precios si ha de juzgar qué precios de venta le sonaceptables. De ahí parece seguirse que el nivel de los pre-cios absolutos en un día determinado será fuertemente in-fluido por lo que los comerciantes consideren "normal"; esdecir, influido por las expectativas sobre precios que, inclusoen un mercado de un solo día, deben basarse de algunamanera en la experiencia anterior. (Aun manteniendo el su-puesto de que los bienes no pueden quedar sin ser vendidosdentro del día que dura el mercado, no es necesario supo-ner que los comerciantes no tienen memoria.) Pero las ex-pectativas de precios son, todo lo más, áncoras inseguras;aun cuando los comerciantes memoricen la situaciún de mer-cados anteriores para tomar sus decisiones de hoy, es muyprobable que el nivel de precios absolutos vane, de un' "día"a otro, en forma indeterminada.

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Vamos a tratar ahora de un tercer tipo de organizaciónque puede ser llamada sistema bancario. Es m.m..•.semeianteal sistema de compensación, excepto en que la cámara decompensación es sustituirla por una tinanëíera o uñ ba-ãñ'•D(Empezaremos suponiendo que sólo hay un banco, pero estono es estrictamente necesario.) Todas las deudas serán, eneste caso, deudas de o al banco. Cada transacción implicatres partes: comprador, vendedor y banquero. Tras la prime-ra transacción, al comienzo del día, los bienes habrán pa-sado, de ser propiedad de B, a serio de A; A tendrá unadeuda para con el banco, B un crédito contra el banco¯Y•ë•t la com-pensación• au•ó-•-átieameñetê•por öfra--•p-å•ttë,•åT-canzar • equilibrio al hñ'ål" • •å e"• êuestión de la que seencargará el banquero (estamos suponiendo, todavía, quelas deudas no pueden ser aplazadas). Puede verse fácilmentequenàütua•menor-que_e

_ e-com[en-"loas de transacción serán _menores l•or esta-v,

otras raz-õñ•nes • ti• " "

- ......•" ' -:organlzativo. ]qõ es• que,

en la experiencia histórica, este sistema haya sido el que hatenido más éxito.

Ahora blen, 2como-mternretarlamos este tino de or_aani zación-en_términos rãa n a-ör ;mS,ep..q•L 9or decir que aquí el •o bancario es ya dinero;•tue es, al mismo tiem..m.po, medidã-del valor •z medicoy__q.q.• • tanto--2í• de • seguimos limitándonosal "día"_aislado, of!oPqL_!o_que la"Tunción reserv--"-"ã delva del

amero o• aparecer--, tenemos un dinero casi total-mente desarrollado, casi completo. Para este ti.•_.q de dineroes fácíl •ue 'uno se sienta tentado a hablar de uná demanda

, de dinero p transacciones, con lo clue va tendnamos una

valetn•.• d_9,e• todavía no tenemos demanda alguna

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p

I

para mantener dinero. No es evidente que haya sucedidoalgo que haga que este s-'•ste•a funcione en"forma distinta ãcom.,_._oo ex_•p.Es•mos que tuncionäba el sistema de compensación.

do comerciantes está endeuda, o tiene cr•dito, con el banco"•. Al fin•l-d•l-.,.•í•-''"--'•l,o•--"a-

mereial).•er...•o• a cero al ñl"•ãal del díã. O-sea _q•, cuañcloel mercado alcanza su equilibrio final, todavía no tenemos

ninOn youqûm-en de dinero restante.Si calculáramos la media de to•[o el día, sí que tendría-mos unas existencias en dinero. Podríamos sumar los créditosque los comerciantes tienen del banco y llamar a esta sumael "volumen de depósitos bancarios", Pero este "volumen"depende totalmente del volumen del comercio que se estárealizando y de la forina--mas estrictamente, del or-den•que siguen las transacciones; este volumen de crédi-to no está determinado por las funciones-necesidad de los co-

merciantes, como es el caso para los intercambios reales. Enla posición final, que sí es determinada por las funciones-necesidad de los comerciantes, el volumen de dinero es cero.Cuando analizamos el mercado organizado sobre la basedel sistema de compensación, concluimos que, en principio,el nivel de precios era indeterminado. Veamos qué sucedeahora con el sistema bancario. No habría ninguna diferenciasi el banco estuviera dispuesto a aceptar toda demanda "sol-vente" que le plantearan. Si el banco sigue una política total-mente pasiva, ajustándose sus créditos a las "legítimas" ne-cesidades de los comerciantes, no tendrá influencia algunasobre los precios; estamos en la misma situación que con elsistema de compensación. Si el banco sigue una política másrestrictiva, puede seguir sucediendo lo mismo. En cualquiercaso, debemos suponer que el banco carga una tarifa (toda-vía no intereses, ya que el período de tiempo por el cual seavanza el dínero es todavía muy reducido); la tarifa puedeser una comisión porcentual que permita cubrir los costes

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de administración. Si el banco sube este porcentaje, lo quesucederá principalmente será que descenderá el volumen decomercio financiado con avances del banco y dejarán de rea-lizarse algunas de las transacciones que hubieran sido lavo-rabies si la tarifa fuera más baja. Pero en lo que toca al nivelde precios, nos quedamos, aún, sin áncora que lo fije.

,•• una restricción cuantitativa-delcredito? La evídeñcia•e•"UUà-• qûê •î ê! "t'õtá'ldél crédito ha de ser financiado por crédito bancarioen que deben realizarse las transacciones está fijado de ante-mano, entonces un volumen dado de transacciones, a preciosd•, requerirá un determinado volumêñ dë crédito banca-rio. Por tanto, si el crédito bancario es reducido y cae •ordebajo del volume______nn apropiado para tinãnciar las transaccionesque se están realizando en el momento, al_•o tendrá clue c_e-der. Õ-los precios--bajaránr.o-el-volurñen-de comercio dis-.• o deberán rea•[ustarse las •oráctieas comerciã]es vi-

:°Kentes.• En general, es de esperar que haya ajustes en los t•ës

IIIi

I

timárgenes.•• ya que •s comercian-tes,.no odráñ ve sus bienes a los precios ue re irían de nor.no oafan venaer sus menes a. q g .

. ,lr-••í-•éstaran_'-"•dïs=!•ue--•t¿s"•lt'bõlûmêñ-•¿ê- la•,tlA¡n.sacciones; y [ambién •ûc'ffáñ süstitûêio-ñés=dê_•-dito bancario por••(-ûê"•ê-¿ê to-b"•ãT"ld f-õ•r;

.rma simple de-retrasa•s_•-.Nõlaãy--•-ã•gñ para suponer"-qû'e la restr• traducirá solamente en el cambio rëque-rido de los precios. Por tanto, incluso en una situación de

_

restricción de créditos, todavía no tendremos ninguna rela-ción firme entre el volumen del crédito y el nivel de precios:todavía no tendremos aquella "ancla" de que hablába-mos. EZì•al-producirse-la-restricción-klèl-•ëdito

•_b,.bancario-las-expectativ_as-de•:p_reeios-no-cambian, - el nivel-de•p_r.eci_o_s-permanezca-inalterado.'ìNaturalnae.nte, los comercian?.tês se Vê•áñ-obligados-a-ajustárse-a. la. restricción de los=cré-dios, pero lo pueden hacer de muchas maneras.

Debemos añadir que estos efectos actúan en una sola di-rección. El banco sólo tiene dos alternativas: restringir los oré-

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ditos o no restringirlos. Si hace lo primero puede ocasionar unacontracción; pero si hace lo segundo, o sea, no limita los cré-ditos •y si su actividad se lfinita a ofrecer medios de pa-go •, no promoverá la expansión. Cuando no restringe el cré-dito, los precios son indeterminados: pueden subir o puedenbajar. Cuando pone en marcha una restricción crediticia quelleva el crédito por debajo de lo que el mercado requeriría,los precios (o las cantidades) presentarán una tendencia a labaja. Si debe mantener el "control" sin llegar a contraer laactividad, la restricción no podrá pasar de ciertos límites; elbanco debe resistir a expansiones consideradas excesivas sincaer en la c "ontraccmn, pues esto, como es bien sabido, es unarma de doble filo.

Para que este control p,..ueda ser posible, debe haber unsistema bancario centralizado: o un solo banco, o varios bah--cos, pero con uno controlañdo a los demás. Varios bancosactuando independientemente no podrían efectuar un controlcuantitativo. Pero sí hay varios bancos, como las deudas entreellos (y las deudas entre banqueros y comerciantes) deben sersaldadas, podría hacerse esto mediante una cámara de com-pensación o mediante un banco central. Si s...e_trata de unb central.z este, en principio, puede•• controlcuantit• Ve'mõsos, p'ues, que •odo ê•sto lo podemos afirmarya ahora, antes de que dejemos el modelo "medio de pago".

EL "MOTIVO RANSACCIONEST •

Nos estamos acercando al momento en que deberemosdejar nuestro modelo, para empezar por el lado opuesto conla función "reserva de valor". Las principales conelusiones aque llegaremos dependen de esta segunda investigación, aun-que también del modelo que venimos construyendo hasta aquí;pero creo que ya tengo ahora un "informe previo" para presen-tar. Por lo menos hay un resultado cuya importancia rebasa elmarco de nuestro modelo y parece presentar aplicaciones re-levantes. Antes de seguir adelante creo que debo darlo.

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El análisis del mercado aislado, de un solo día, no podríaser"más que un añålisis p• a-'I es-gFû'dìõ •'ê'lã economíareal. Un mercado real nunca alcanzaría el "equilibrio" en laforma en que, según se ha descrito, lo hace nuestro mercadode un día; pero si imaginamos algo como una cadena de mer-cados como la nuestra, a cada hora comenzando un mercadoy acabando el otro, de tal forma que cuando uno cierra siem-pre se abre otro, entonces el mundo real ya se acerca mása nuestro mercado. En un mercado escalonado siempre ha-bría unas existencias de dinero (por ejemplo, dinero bancario),aunque se mantuviese escrupulosamente el criterio de saldarlas transacciones al final. Peron•este mercado una "demanda de dinero por el motivo transac-ciones"----S êñ ê nt-û'aõ h-ay voW,semeja_•ã'î_.aI'•"emdêmåñdå ?.Ie mercancías, que pueda ser fòrza-d•ûiêr•uer"-zos en em-o e e a "teorìã dela utilidad marga-:ñå. Des e uego, ará un volumen de di-•puede ser incluso un volumen de dineroconstante),,pero este volumen dependera de las transaccionesqúe se vayan realizando y no de las decisiones indivídualeso•de su suma, porque, en realidad,•se•_trat_a-_d_e un f.ei•óñaëno dê°

d• •í no de equilibrio. Y esto parece implicar quedifícilmente pue'Jê ser mñHûídõ •or incentivos económicos.

Me parece que, en la práctica, buena parte de la ofertamonetaria (casi, sea como sea que la definamos) es utilizadade esta manera. Puede ser que cuantitativamente sea la mayorparte (aunque esto dependa de lo que incluyamos en la ofertamonetaria). A mi modo de ver, las investigaciones estadísticas-(por ejemplo las de Friedman y sus colaboradores),9 que en-señan que la proporción entre el valor de la renta • o de lastransacciones -- y la oferta monetaria es constante, sólo de-muestran que la proporción de la oferta monetaria global ab-sorbida en aquella forma es bastante alta; estas estadísticas,para mí, no demuestran • en la medida en que lo puedan

9. tl. T. SgLDEN, en M. FnlED•I!tN, Studies in tho Quantity Theorgoí Mone•j; Fm.•D.•[AN y SCmWr•TZ, Monetarg History oí th• United States.

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hacer--nada más. En principio, no tengo ningún prejuicioque me impida admitir esto. Ahora bien, me parece casiimposible creer que, en una economía desarrollada como lasnuestras, toda la oferta monetaria pueda ser absorbida en estaforma. Alguna parte, aunque sea cuantitativamente escasa,debe ser atribuida a tenencias voluntarias y, desde luego, estaparte "voluntaria", voluminosa o no, es tremendamente impor-tante: porque es a través de esta parte "voluntaria" como seproducen los desequilibrios monetarios y es sobre esta partedonde tiene sus efectos la política monetaria.

-* Esto es lo que he llegado a pensar de "la demanda por1• transacciones". Creo que• acertó cuando hizo la dis-tmcï.î entre M•. y M2; de hecho, acertó más t•ue åTffunossus

¯ja anaIizar la "•dem de dinero" lo hemos hecho en forrña•egábamos ä borrar• distinción. Ahora bien,dudo que la forma como Keynes describió la distînción sea lamás correcta.•Ló'i•portante dè•l•, es..qùe ês uña-dëm-añdã-vo-¢• luntaria-dë-diñero,•,_..,_._.,._..•_yclue ooroue _es voluntaria• ä olõgo• ¿mcentivos7"I_7o-•.. •m-op...•nte-de-Mi'-es•12e-. no es vomntana• e•-

¿cepto-en-una-forrna-harto in-dire-ctå:-Es-la-consecuencia indírec--ta __de-decisiones-clue-se-toman por-otras razones y sin cálculo--de las repercusiones monetarias de tales decisioñesr-N0 es de1""••

¯,""n--'• -- -• '- -

3 .¿.gun motivo transaccion '. Lo aue se es'ëTêr¯ hacer circular un cierto volumen de bienes a un nivel de .p•e-.• ajos determinado. La ecuación de Fisher MV = PT nos daú , .p

, na wsmn de esto mucho más •da•-la "ecûaclõn'• :"cuã'ntitativa "•ê Câñabri•tge", con •û apariencia •êe insistir en"la voluntariedad de la demanda. En relación lacon partede la oferta monetaria que se necesita para hacer circular losbienes, el concepto "velocidad de circulación" es apropiado.Ahora bien, con esto no quiero decir que la insistencia enla voluntariedad, que trajeron Marshall, Pigou, Hawtrey y5 Robertson (al principio), antes de la Teoría General, no fueraen sí misma un avance considerable. Porque hay demanda yo-*"" luntaria de dinero, y es esto lo que hace de la teoría monetaria

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algo vívo e interesante. (¡Es curioso que aquellos autores des-cribieran como activa precisamente la parte pasiva de la ofer-t• monetaria y que la parte realmente sensible la llamaran"balances ociosos"l)

En definitiva, sólo afirmo que estos autores llevaron surevolución más allá de lo que hubiera sido necesario (comosucede a menudo con las revoluciones). Vieron correctamenteque había demanda voluntaria y trataron por ello de compa-rar con ésta toda la oferta monetaria, y así interpretaron entérminos voluntarios los motivos para demandar dinero. Aho-ra me doy cuenta de que esto ha sido fuente de confusiones; dehecho nos llevó a muchos (íncluido yo mismo) a buscar lo queahora pienso que no era más que un imposible, lo

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10. Entre mis obras, la parte última de mi "Simplificación" (repro-dueida en este libro, ensayo 4) cae dentro de esta confusión; también lasección monetaria de Value and Capital. Los máximos representantes ac-tuales del "voluntarismo" que ataco aquí, son, naturalmente, Friedman-yPatinkin. "'

Friedman, en sus estadísticas sobre América, muestra la tendencia es-tadística a un incremento en la relación M/Y (o baja en la velocidad-rentade circulación) o interpreta que esta tendencia es análoga al incrementoen la renta gastada en bienes de lujo que acompaña al crecimiento de larenta. La analogía no nos parece demasiado correcta, ni siquiera a prime-ra vista; por lo demás, no parece que sea una analogía muy ajustada, ajuzgar por los mismos datos. Me parece clue la explicación debería bus-carse en los cambios de las prácticas institucionadas monetarias, que eslo que se deduciría de lo que venimos diciendo hasta ahora; además, éstasería una explicación más constructiva.

Por lo que se refiere al "efecto balance real" de Patinkin, véase pá-ginas 71-72.

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LAS DOS TRIADAS

LECCIÓN II

EL DINERO COMO RESERVA DE VALOR

Ha llegado el momento de pasar a la función "reserva devalor" del dinero y a los motivos precaución y èspeculativo,

Ut ¯ oq"-'e-'-• co"mo seh"-'-ãbrãhe'ê•hc•Ô•I•11 ........a función. Sin duda para ellos, la denominación motwo es

' • Jadecuada: son motivos para mantener dlner•n=•-demanda-voluntaria de dinero es adecûã•ta

•?dÖ-rñotivos-de demanda de dínero para mantenerlo o sea••dêl'Td•ero como reserva de valor; a un dínero que no pudieraser almacenado no podría serle ap]ícado ninguno de los dosmotivos.

Esta demanda voluntaria de dinero suele analizarse, desdeKeynes, en términos de "equilibrio del balance", y así la ana-lizaremos nosotros en esta leccion. El método, aun siendo con-vencional, puede en el presente contexto decimos cosas nue-vas sobre la demanda de dinero.

Para empezar, sometemos al lector la curiosa observaciónde que la funciún "reserva de valor" del dinero es quizámenos una "función" monetaria que las funci ,• exa-

..._ml'"namos antes. Un dinero que no pueda • gua-ûã•dâc•õ•, pue-de, sin embargo, ser unidad de medida; también puede serusado como medio de pago. 1 Si tal dinero tuviera estas dos

1. Como los cigarrillos en Alemania inmediatamente después de laguerra.

3. • flICKS33