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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FILOLOGÍA DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA FRANCESA © Silviano Carrasco Yelmo, 2017 TESIS DOCTORAL Narrativas policiacas de la palabra a la imagen: novela francesa, cine y videojuegos del s. XX al s. XXI MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR PRESENTADA POR Silviano Carrasco Yelmo DIRECTORA Amelia del Rosario Sanz Cabrerizo Madrid, 2018

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  • UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FILOLOGA

    DEPARTAMENTO DE FILOLOGA FRANCESA

    Silviano Carrasco Yelmo, 2017

    TESIS DOCTORAL

    Narrativas policiacas de la palabra a la imagen: novela francesa, cine y videojuegos

    del s. XX al s. XXI

    MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR

    PRESENTADA POR

    Silviano Carrasco Yelmo

    DIRECTORA

    Amelia del Rosario Sanz Cabrerizo

    Madrid, 2018

  • NARRATIVAS POLICIACAS DE LA PALABRA A LA IMAGEN: NOVELA

    FRANCESA, CINE Y VIDEOJUEGOS DEL S. XX AL S. XXI.

    TESIS DOCTORAL PRESENTADA EN EL

    DEPARTAMENTO DE FILOLOGA FRANCESA DE LA

    UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.

    Directora: Da. Amelia del Rosario Sanz Cabrerizo

    Autor: Silviano Carrasco Yelmo

    Madrid, febrero de 2017.

  • i

    Es un error capital teorizar antes de tener datos. Sin darse cuenta,

    uno empieza a deformar los hechos para que se ajusten a las teoras,

    en lugar de ajustar las teoras a los hechos.

    Sherlock Holmes en Escndalo en Bohemia.

    Ars longa, vita brevis, occasio praeceps, experimentum periculosum, iudicium difficile.

    Hipcrates de Cos.

    Sabis?, es muy extrao: he dedicado tanto tiempo a la venganza, que ahora que la he cumplido,

    no s qu hacer el resto de mi vida.

    igo Montoya en La princesa prometida.

    Dedicatoria

    A todos aquellos que, en algn momento de nuestras vidas, hemos sostenido una lupa (real o imaginaria) y mirado a travs de ella con ojo crtico.

    A todos los que nos interesamos no slo por la Belleza, sino tambin por la Verdad y la buscamos con ahnco, aunque no tengamos del todo claro qu pueda ser.

  • ii

    Agradecimientos

    En primer lugar, a Amalia, mi madre biolgica, y a Amelia, mi madre acadmica. El

    apoyo de ambas lo ha sido todo.

    Por supuesto, tambin a mi padre, Silviano. A pesar de insinuarme (con gran sentido

    comn) que me hiciese abogado, me dej (con gran fe en m) volar libre. Habra estado

    orgulloso de saber que sigo volando y habra disfrutado como nadie siguiendo mi aventura

    acadmica, estoy convencido. Sin l, Maestro, tampoco habra llegado hasta aqu. Ojal

    hubieras podido verme al menos licenciado en Filologa Francesa.

    A mi hermano, Alejandro, ingeniero informtico, cuyas burlas incesantes hacia mi

    persona y profesin constituyeron un magnfico aliciente para terminar este trabajo. Su

    apoyo humano, opinin y perspectiva tambin han sido determinantes en puntos clave de

    mi vida y mi trabajo. Le sorprender saber que aparece en estas pginas. Gracias por

    abrirme los ojos, Fortran.

    A toda mi familia y, especialmente, a Pepe, Julia y Gala, quienes fueron mi apoyo

    mientras me hallaba solo por tierras extremeas. A las dos abuelas, Felisa y Consuelo, les

    har ilusin aparecer en esta dedicatoria. Aunque ninguna entienda en qu consiste

    exactamente esto de la tesis, las admiro porque la primera aprendi a leer y escribir tras

    jubilarse; la segunda an puede recitar de memoria todos los ros, cabos y pennsulas de la

    geografa espaola. A mi ta Mari, que siempre ha estado ah, tampoco puedo dejar de

    mencionarla expresamente. Gori y Pilar me dieron excelentes consejos sobre la percepcin

    que tena de mi propio trabajo y me animaron a poner el punto final que se dilataba.

    Familia, os citara a todos con gusto, pero segn tengo entendido la dedicatoria no puede

    ocupar ms espacio que la propia tesis.

    A Enrique y Iolanda, senseis incomparables. Su chi es tan fuerte que Duarte pronto

    doblar cucharas con la mente. Sin vosotros habra estado perdido (y lo sabis, aunque lo

    negaris con modestia).

    A Susana, por todo. No slo por guiarme, tambin por aguantarme. Te debo

    muchsimo. Elen sla lumenn'omentielvo.

    A todos los profesores de Filologa Francesa de la Universidad Complutense de

    Madrid: todos habis contribuido a convertirme en lo que soy. Especialmente a Javier del

    Prado, maestro de tantos (si Amelia es mi madre acadmica, t eres mi abuelo), y a todos y

    cada uno de los profesores de literatura, mencionados por orden de aparicin en mi

    formacin acadmica: Marisa Guerrero, Mercedes Rolland, Anne Marie Reboul, Cavi Rey-

    Pereira, Pilar Andrade, Amelia Sanz (como profesora antes que como madre), Jos Manuel

  • iii

    Losada, Nines Ciprs, Javier del Prado (de nuevo como profesor, antes que tutor), Jos

    Antonio Milln, Lourdes Carriedo, M Dolores Picazo. No puedo dejar de mencionar con

    gran cario tambin a Pedro Gomis. Gracias por tu ayuda inestimable y desinteresada en

    todas y cada una de las ocasiones que te la solicit. Sin ti, esta tesis habra llegado ms tarde.

    Al grupo LEETHI al completo (Amelia Sanz, Mara Jos Calvo, Mara Luisa Garca,

    Pilar Garca, Mara Goicoechea, Miriam Llamas, Begoa Regueiro, Dolores Romero, Laura

    Snchez), por cobijarme bajo sus alas cuando an era un polluelo. Sois todas geniales.

    Tambin a Alckmar y a Joaqun.

    Gracias al Colegio de Espaa en Pars por ser un refugio y oasis de valor incalculable,

    tanto en el plano acadmico como en el humano. Mis estancias all posibilitaron en gran

    medida la redaccin de esta tesis. La gente que encontr en aquel paraso ha dejado una

    profunda huella en mi vida (en ocasiones incluso positiva).

    El Ministerio de Educacin con su concesin de una beca FPU, el grupo CILEM y la

    Junta de Extremadura, al sufragar tanto gran parte de mi estancia en el ITU de Copenhague

    como bibliografa indispensable, y el Departamento de Lenguas Modernas y Literaturas

    Comparadas de la UEX (con Olga Garca como directora) al adquirir bibliografa adicional

    para este trabajo han contribuido a hacerlo posible. Gracias a todos ellos.

    He tenido la inmensa fortuna de contar con la fe y el apoyo incondicional de una

    serie de personas a las que me honra llamar amigos: David Jimnez (excelente economista,

    abogado y mejor amigo. Sin tu nimo y apoyo no lo habra logrado, crack. Por cierto, si

    buscan una asesora de confianza, visiten ) y Marta Navas (gracias tambin

    por abrirme los ojos), Josu Justel (creo que te debo otra cena. Y mucho ms que eso, ya lo

    sabes. Qu habra hecho sin tus llamadas en el affaire Monchito o el affaire lady Voldemort?) y

    Silvia Garca (sin duda os debo una cena. Sois un cielo, pero t eres mejor consejera an

    que Josu. Yo os vigilo a los nios y os pago la cena, prometido), Eduardo Oliva (soberbio

    Battle Brother, cazador de lobos, Dungeon Lord e investigador de mitos) y Ana Antona (sois

    dos tres personas maravillosas, halayalohedicho), Rafa Girn (echo de menos a mi hermano

    Ramrez y a Fahardo), Fernando Notario (gracias por esas visitas guiadas, mquina), Vctor

    Snchez (guardo tu dedicatoria, amigo mo), Pilu Bustos (inolvidables nuestras

    conversaciones en el saln, espero ansioso nuevas charlas de doctora a doctor), Luis

    Hernndez (genio matemtico que acu la expresin vas palante), Laura Lobato (me

    acuerdo de ti cada vez que veo un abrigo de bisonte, Laure), Pilar Betrin (pens en tus

    30 pginas, querida. Mil gracias por la fuerza en la recta final, donde ms se necesita), Nuria

  • iv

    Jimnez (te debo una quedada largamente aplazada), Antonio Muoz (chaval, brete un

    Facebook que casi te quedas fuera de los agradecimientos. Vaya, espero que esto no suene

    dentro de unos aos como cmprate un vdeo Betamax, que no sabes lo que te pierdes),

    gata Ortega (Arcaaarde y sois andaluces? van de la mano), Blanca Nez (mi

    querida Blancanieves), Koldo Sebastin (a qu saben las cenizas?). Por supuesto, a mis

    inigualables Space Marines, inseparables y excelentes compaeros de fatigas y alegras:

    Alejandro Favieres y Ana Berrn (un milln de gracias por... TODO, supongo [incluyendo

    ofrecerme el discurso del banquete]. Por estar ah siempre. Os quiero, para m sois familia),

    Borja Guilln (Jinteki is back, chico), Jess Lanchas (No seor, no lo ha sido. Y mira, al

    final el Counter Strike me sirvi de algo), Pedro David Escudero (abreviar PD en una tesis de

    Filologa francesa no sonaba bien) y Glenda Johanna (a quienes les aplac sin vergenza

    alguna la visita al pequeo Lucas por terminar una cosa tan insignificante como esta tesis).

    A Rubn Lafuente (esas Coca-Colas de vainilla casi se nos caducan), Juan Antonio Pino (the

    Force is strong with you, my friend) y Natalia Agero (with you too), Sergio Muoz y Cristina Jan

    (os debo un dibujo, lo s. Bueno, os debo ya dos), Jos M Moreno (he terminado la tesis

    para que no me preguntes ms por ella, Chemowsky), Luis Ferrer (gran co-autor de comics),

    Alberto Pascual (el ms antiguo de mis amigos y a quien ms descuido), Ignacio Pascual

    (nos tenemos que devolver esas novelas y prestarnos otras), Ana Romero y Antonio Caro

    (s, tendra que haber hecho aquella llamada aos antes. Sois muy sabios y mejores personas

    an, queridos mos), Mara Rivilla (te admiro, chica, que lo sepas), Javier Lpez (de

    excelentsimo, nada: eres Javi y punto), Antonio Salgado (gracias por ponerme sobre una

    buena pista), Aurora Campos (gracias tambin por todo), Chen Jia Le (recriminador

    profesional, ahora que he perdido 35 kilos, estoy en forma y soy doctor, a ver qu

    encuentras), Jaime Galiana (cazador infalible de prejuicios), Adrin Negro (me gustara

    tener tu ojo para la universidad).

    Amelia, Iolanda, Enrique y Susana deberan estar tambin en esta categora de amigos

    personales: el agradecimiento es, pues, doble o triple.

    Sin el nimo de todos ellos en mis horas ms bajas este trabajo no habra visto la luz.

    Mi eterna gratitud.

    Silviano Carrasco Yelmo.

  • v

  • vi

    ndice NARRATIVAS POLICIACAS DE LA PALABRA A LA IMAGEN: NOVELA FRANCESA, CINE Y VIDEOJUEGOS DEL S. XX AL S. XXI.

    Dedicatoria ........................................................................................................................................... i

    Agradecimientos .................................................................................................................................ii

    ndice ................................................................................................................................................. vi

    Resumen ..............................................................................................................................................x

    Summary ...................................................................................................................................... xii

    0. Introduccin .................................................................................................................................. 2

    1. Justificacin del tema y corpus ............................................................................................... 2

    1.1. Relevancia de la materia (qu?, cundo?, para quin?) ........................................... 3

    1.2. Inters metodolgico (dnde?) ..................................................................................... 8

    1.3. Relevancia crtica (quin?) ............................................................................................ 11

    2. El inters suscitado (por qu?) ............................................................................................ 13

    2.1. Contradiccin entre sus reglas fijas y su realidad experimental ............................... 16

    2.2. Nocin de verdad ........................................................................................................... 17

    2.3. Las estrategias de lectura (cmo?) .............................................................................. 20

    Captulo 1: Caractersticas fundamentales de la novela puzle .................................................. 24

    1. Novela puzle, novela enigma o relato policiaco clsico.................................................... 24

    2. El lector y su desafo .............................................................................................................. 25

    2.1. Semitica: el autor y lector modelos de Eco .............................................................. 26

    2.2. Teora de la recepcin: la funcin apelativa de los textos ........................................ 30

    2.3. El primer nivel de lectura: la crtica esttica sobre el segundo nivel ....................... 41

    3. El desafo y sus reglas: el fairplay .......................................................................................... 46

    3.1. El canon del policiaco enigma: reglas y mandamientos ........................................ 47

    3.2. El fairplay como definitorio del gnero policiaco enigma ...................................... 49

    3.3. Tipologa del juego limpio / juego sucio .................................................................... 54

    4. La deduccin la pista .......................................................................................................... 65

    4.1. Pistas y red herrings (pistas falsas) ........................................................................... 67

    4.2. El mtodo deductivo de Holmes en la historia: con Morelli y Freud ................ 69

    4.3. Dupin, Holmes, Pierce (y leyes lgicas) ...................................................................... 73

    4.4. El mtodo de Holmes en el universo diegtico ..................................................... 79

    4.5. La heurstica del detective de ficcin ........................................................................... 84

    4.6. La disposicin textual de las pistas............................................................................... 91

    4.7. La funcin social de Holmes y la doble naturaleza de las pistas ............................. 92

    4.8. El matadero de la literatura: las pistas como adaptacin darwinista ....................... 95

    5. La deduccin el giro epistemolgico.............................................................................. 100

  • vii

    5.1. Dos tipos de investigadores, de acuerdo al anlisis de pistas ................................. 103

    5.2. El caracter polismico de las pistas y de pista ...................................................... 108

    5.3. Desde la perspectiva intradiegtica: el olfato del sabueso ...................................... 109

    5.4. Desde la perspectiva textual: los ojos del lector ....................................................... 110

    5.5. Las hazaas del lector que recoge el guante ............................................................. 115

    Captulo 2: Jean Echenoz: hibridacin, desestructuracin y destruccin genricas ............ 120

    1. Contexto y significacin de la obra echenoziana ............................................................. 120

    2. Je men vais como hbrido genrico ..................................................................................... 128

    2.1. Ruptura del horizonte de expectativas ...................................................................... 133

    2.2. Configuracin de las tres dinmicas narrativas integradas en la novela ............... 138

    2.3. La parodia genrica ...................................................................................................... 142

    3. Morfologa de la coordenada temporal ............................................................................. 147

    4. El efecto de oscilacin pendular ........................................................................................ 153

    4.1. Focalizacin actancial ................................................................................................... 154

    4.2. Focalizacin espacial .................................................................................................... 156

    4.3. Convergencias y divergencias de las dinmicas narrativas ...................................... 160

    4.4. Funciones del efecto oscilatorio ................................................................................. 165

    4.5. Oscilacin en las bisagras como articuladores de la coordenada temporal.......... 168

    5. Funciones descriptivas como indicios policiacos en Je men vais .................................... 174

    5.1. La falacia de los objetos-signos como metfora de las emociones ....................... 174

    5.2. El papel del objeto, reexaminado desde el contexto genrico ............................... 181

    5.3. La caracterizacin de los personajes como herencia del policiaco ........................ 184

    6. Conclusiones ......................................................................................................................... 195

    Captulo 3: La yuxtaposicin genrica en Daniel Pennac ....................................................... 198

    1. Gnero policiaco enigma y gnero negro ...................................................................... 198

    2. Saga Malaussene: Au bonheur des ogres. ................................................................................ 205

    2.1. Denuncia social, marginalidad e investigacin ......................................................... 210

    2.2. Humor y tono noir, pero no humor negro ................................................................ 251

    2.3. La trama policiaca: trampas narrativas, metadiscurso y conocimiento del cdigo ................................................................................................................................................ 262

    3. Conclusiones finales............................................................................................................. 286

    Captulo 4: Memento de Christopher Nolan: ecos, homenajes e inversin ............................ 289

    1. Memento como ejemplar de cine noir o neonoir ................................................................... 289

    2. Memento como relato desestructurado ............................................................................... 292

    3. Memento: de-construccin .................................................................................................... 293

    3.1. Secuencia inicial: crditos y Leonard ejecuta a Teddy ............................................. 295

    3.2. Dos lneas temporales: blanco y negro y color ......................................................... 301

    3.3. Construccin de la analepsis y bisagras en eco ........................................................ 306

  • viii

    4. Memento: focalizaciones ........................................................................................................ 317

    4.1. Focalizacin interna y focalizacin externa .............................................................. 317

    4.2. La funcin de la analepsis: focalizacin interna e intriga ........................................ 321

    4.3. Las bisagras finales ....................................................................................................... 347

    5. Reconstruccin de la trama................................................................................................. 349

    6. Conclusiones ......................................................................................................................... 371

    Captulo 5: Mulholland Drive de David Lynch: heurstica, hermenutica y psicoanlisis ..... 377

    1. Introduccin ......................................................................................................................... 377

    2. Sinopsis .................................................................................................................................. 378

    3. Estrategias de lectura ........................................................................................................... 384

    3.1. Lectura psicoanaltica ................................................................................................... 384

    3.2. Lectura cognitiva ontolgica ................................................................................... 391

    3.3. Lectura en clave de estudios de gnero ..................................................................... 396

    3.4. Metalectura .................................................................................................................... 397

    4. Hermenutica y heurstica ................................................................................................... 402

    4.1. Heurstica formal .......................................................................................................... 403

    4.2. Heurstica anafrica-catafrica ................................................................................... 404

    4.3. Heurstica por smil, por metfora y por alegora .................................................... 406

    4.4. Heurstica en clave meta ............................................................................................... 410

    4.5. Heurstica por hiprbole .............................................................................................. 412

    4.6. Heurstica por hermenutica ....................................................................................... 414

    5. Winkies: heurstica meta-formal, heurstica meta-psicoanaltica, heurstica hermenutica ............................................................................................................................. 414

    6. Conclusiones ......................................................................................................................... 421

    Captulo 6: el gnero policiaco y los videojuegos ..................................................................... 426

    0. Nuestra hiptesis inicial ...................................................................................................... 426

    1. Conceptos clave .................................................................................................................... 427

    1.1. Narratologa vs. ludologa: un viejo debate............................................................... 427

    1.2. La doble naturaleza ficcional y ldica del videojuego ............................................. 431

    2. El desafo ............................................................................................................................... 432

    3. El gnero policiaco en el videojuego ................................................................................. 434

    4. El videojuego de aventuras y sus puzles ........................................................................... 436

    4.1. Investigacin en los videojuegos de aventuras ......................................................... 439

    5. Conclusiones ......................................................................................................................... 464

    Captulo 7: Conclusiones ............................................................................................................. 468

    Referencias bibliogrficas............................................................................................................. 481

    Bibliografa crtica ..................................................................................................................... 481

    Obras literarias .......................................................................................................................... 498

  • ix

    Pelculas ...................................................................................................................................... 501

    Series ........................................................................................................................................... 503

    Videojuegos ............................................................................................................................... 504

    Juegos de mesa .......................................................................................................................... 505

    Webgrafa ................................................................................................................................... 505

  • x

    Resumen

    Ttulo: NARRATIVAS POLICIACAS DE LA PALABRA A LA IMAGEN:

    NOVELA FRANCESA, CINE Y VIDEOJUEGOS DEL S. XX AL S. XXI.

    Introduccin:

    El presente trabajo doctoral pretende explorar el espacio de la ficcin policiaca

    cuando adquiere una naturaleza experimental entre los siglos XX y XXI con carcter

    transnacional y transmedial, ms concretamente en la narrativa francesa, el cine

    estadounidense y los videojuegos. Para ello, hemos seleccionado un corpus de novelas,

    pelculas y videojuegos que consideramos representativos del fenmeno que estudiamos (la

    experimentacin con el gnero policiaco) y al tiempo prestigiosos (avalados por premios y

    crtica especializada). Para determinar con exactitud los cambios que se operan en estas

    narraciones o artefactos culturales con respecto a la tradicin policiaca inmediata o lejana

    ha resultado determinante la diferenciacin entre dos niveles en toda obra policiaca

    tradicional: el plano hermenutico y el plano heurstico.

    Sntesis:

    Dedicamos nuestro primer captulo al estudio de estos planos en la novela policiaca

    puzle o enigma, junto con el concepto de fairplay, pues sern fundamentales a la hora de

    estudiar los cambios que se operan en la morfologa y sintaxis policiaca de un medio a otro,

    as como su metamorfosis tras la distorsin a la que nuestros autores puedan someterlos.

    En el segundo captulo centramos nuestro anlisis en el fenmeno literario francs

    con la novela Je men vais de Jean Echenoz. En ella prestamos atencin a los procedimientos

    de la parodia, la hibridacin genrica y la destruccin del gnero policiaco. Nos servimos

    para ello fundamentalmente de la narratologa puesto que en la novela se trabaja

    fundamentalmente la oscilacin temporal, espacial y actancial, tres motivos que se prestan a

    la perfeccin al anlisis narratolgico.

    Nuestro tercer captulo se consagra al segundo autor francs, Daniel Pennac y su

    novela Au bonheur des ogres. En l examinamos el procedimiento de yuxtaposicin genrica y

    los juegos metaliterarios que lleva a cabo con el cdigo policiaco para concluir que el nivel

    de experimentacin con el gnero policiaco est a un nivel parejo al de Echenoz, pese a ser

    dos escritores considerados como de literatura popular (Pennac) y de alta literatura

    (Echenoz). Empleamos en este captulo un enfoque de teora de gneros e ideolgico para

    desentraar la construccin de la novela como yuxtaposicin de gneros y temas.

  • xi

    El cuarto captulo salta de medio discursivo y gnero para interesarse por la pelcula

    Memento, de Christopher Nolan. Exploraremos en ella la destruccin de la coordenada

    temporal, los homenajes al cine negro y los efectos de manipulacin que se producen en el

    film. Los procedimientos varan, pero el enfoque experimental tiene muchos puntos en

    comn con la novelas anterioremente consideradas. Se impone en este captulo la vuelta al

    anlisis narratolgico, en especial de la coordenada temporal, aunque tambin recurrimos a

    la potica del cine, la semitica y la fenomenologa.

    Ser en el quinto captulo cuando, tras analizar la relacin entre los niveles heurstico

    y hermenutico en Mulholland Drive de David Lynch, podemos constatar que el policiaco se

    mantiene como un gnero extremadamente dctil, que se presta con inslita facilidad a

    modificaciones formales experimentales en diversos modos de expresin y zonas

    geogrficas. Ponemos en juego en este captulo todo tipo de enfoques metodolgicos, tales

    como la lectura psicoanaltica, la fenomenolgica o los estudios de gnero, para arrojar luz

    sobre el complejo prisma potico-policiaco en Mulholland Drive.

    El sexto captulo mueve el centro de la problemtica policiaca a un medio que no es

    esencialmente discursivo: el videojuego. En este captulo abordamos la compleja traduccin

    del gnero policiaco - enigma desde los medios representacionales al nuevo medio, donde

    el concepto gnero policiaco ni siquiera es evidente. Constatamos aqu que nociones como

    fairplay carecen en su mayor parte de sentido para el videojuego, pues el reto semitico se

    nos escamotea y los principios heursticos que rigen el videojuego divergen notablemente

    de aquellos empleados en la ficcin. Concluimos que los retos deductivos en el videojuego

    resultan ser un simulacro de deduccin. Empleamos en este captulo principalmente un

    enfoque ludolgico.

    Conclusiones:

    En nuestro sptimo y ltimo captulo revisamos nuestro recorrido desde la

    introduccin y gracias al anlisis de la experimentacin genrica llevado a cabo en los

    captulos precedentes y la nocin de simulacro deductivo examinada en el captulo sexto,

    llegamos a la conclusin de que todo reto deductivo consiste en un simulacro de

    deduccin, ya se presente en novelas, pelculas o videojuegos. Reexaminamos la lnea

    taxonmica entre policiaco experimental y policiaco tradicional para finalmente abrir

    nuevas posibles vas de investigacin sobre el gnero policiaco como reflejo de las

    problemticas narrativas y existenciales en el siglo XXI.

    Palabras Clave: gnero policiaco, novela francesa contempornea, cine, videojuegos.

  • xii

    Summary

    Title: DETECTIVE STORY NARRATIVES FROM WORDS TO PICTURES:

    FRENCH NOVEL, CINEMA AND VIDEO GAMES FROM THE 20th CENTURY TO

    THE 21th.

    Introduction: the current Ph.D. thesis aims to explore the space of detective fiction

    as it acquires an experimental nature between the 20th and 21th centuries, displaying both a

    transnational and transmedia character, particularly in the French narrative, American

    cinema and video games. In order to do so, we have gathered a corpus of novels, films and

    video games that we consider as representative of the phenomenon we are analyzing (that

    is, the metaphysical detective story), while at the same time being renowned (well endorsed

    by prizes and criticism). The difference between the two levels informing every traditional

    detective story, that is, hermeneutics and heuristics, proved itself as an unvaluable tool to

    precisely dissect every shift operating in these narratives or cultural artifacts as they diverge

    from their recent or past detective tradition.

    Synthesis: we focus in our first chapter on the study of these two levels in the

    whodunnit, as well as on the concept of fairplay, since these elements will be pivotal when it

    comes to determining which changes are taking place in the morphology and syntax of the

    detective story as it is translated from one media to another. The metamorphosis of

    hermeneutics and heuristics will also be taken into account, as our authors will twist them

    once and again.

    We turn our attention to the French literary phenomenon in the second chapther

    with the novel Je men vais by Jean Echenoz. We will analyze the procedures of parody,

    genre hybridization and destruction of the detective story inside it. We will resort to

    narratology in order to do so, since the novel is fundamentally built on the oscillation of

    time, space and characters, so these are three topics that perfectly fit the narratological

    approach.

    The third chapter is devoted to our second French writer, Daniel Pennac, and his

    novel Au bonheur des ogres. We will analyze all along the chapter the procedure of genre

    juxtaposition as well as the metaliterary games the writer carries out on the detective story.

    Our conclusion will be that Pennacs experimentation stands at the same level as

    Echenozs, despite being considered a midbrow writer when compared to Echenoz, which

    rightfully belongs to the so called highbrow culture. We put in play in this chapter a genre

    study and ideology approach in order to sort out the construction of the novel as a

    juxtaposition of genres and themes.

  • xiii

    The fourth chapter takes a leap on media and genre to focus on the film Memento, by

    Christopher Nolan. We will explore here the anihilation of the time axis, hommages paid to

    noir films and mind games. The film resorts to several procedures, but the experimental

    take on the detective story displays many common denominators with the novels examined

    above. A take back on narratology was required at this point, particularly on the analysis of

    time, altough we resort to poetics of cinema, semiotics and phenomenology as well.

    It will be in the fifth chapter, after analyzing the relationship between heuristics and

    hermeneutics in David Lynchs Mulholland Drive, when we will be able to verify that the

    detective story keeps being an extremely malleable genre, lending itself incredibly easily to

    experimental modifications on its shape, in different media and geographical places. We

    employ in this chapter several methodological approaches to the detective story inside

    Mulholland Drive, such as psychoanalytic reading, phenomenology or gender studies, in

    order to cast light upon its complex prism, presenting a mix of poetry and detective story.

    The problematics of detective story are shifted in the sixth chapter from traditional

    media to a non representational one: the video game. In this chapter we will address the

    complex translation of the whodunnit from representational media to the video game, where

    the concept of detective story genre is not even obvious. We confirm here that notions

    such as fairplay are mostly meaningless for the video game, since semiotics are taken away

    from us and the heuristics governing the video game notably diverge from those put into

    play by fiction. We conclude that deduction challenges in video games happen to be a

    simulacrum of deduction. We mostly utilize in this chapter ludology as a game studies

    approach.

    Conclusions: in our seventh and last chapter we check our itinerary since the

    introduction and, thanks to the analysis of the genre experimentation carried out in the

    previous chapters and the notion of simulacrum of deduction examined in the sixth

    chapter, we come to the conclusion that every deduction challenge actually consists in a

    simulacrum of deduction, be it in novels, films or video games. We re-examine the

    taxonomical line drawn between the metaphysical detective story and the traditional

    detective story in order to finally open up new possible ways of research about the

    detective story as a reflection of the problematics in narratives and existencialism in the 21th

    century.

    Key Words: detective story, French contemporary novel, cinema, video games.

  • xiv

  • 1

    Contenido de la introduccin 0. Introduccin .................................................................................................................................. 2

    1. Justificacin del tema y corpus ............................................................................................... 2

    1.1. Relevancia de la materia (qu?, cundo?, para quin?) ........................................... 3

    1.2. Inters metodolgico (dnde?) ..................................................................................... 8

    1.3. Relevancia crtica (quin?) ............................................................................................ 11

    2. El inters suscitado (por qu?) ............................................................................................ 13

    2.1. Contradiccin entre sus reglas fijas y su realidad experimental ............................... 16

    2.2. Nocin de verdad ........................................................................................................... 17

    2.3. Las estrategias de lectura (cmo?) .............................................................................. 20

  • 2

    0. Introduccin

    Mi teora -explic- es la siguiente: la novela policial representa en el siglo veinte lo que la

    novela de caballera en la poca de Cervantes. Ms todava: creo que podra hacerse algo

    equivalente a Don Quijote: una stira de la novela policial. Imaginen ustedes un individuo

    que se ha pasado la vida leyendo novelas policiales y que ha llegado a la locura de creer que

    el mundo funciona como una novela de Nicolas Blake o de Ellery Queen. Imaginen que

    ese pobre tipo se larga finalmente a descubrir crmenes y a proceder en la vida real como

    procede un detective en una de esas novelas. Creo que se podra hacer algo divertido,

    trgico, simblico, satrico y hermoso.

    El tnel, Ernesto Sbato.

    Qu hicimos los real visceralistas cuando se marcharon Ulises Lima y Arturo Belano:

    escritura automtica, cadveres exquisitos, performances de una sola persona y sin

    espectadores, escritura a dos manos, a tres manos, escritura masturbatoria (con la derecha

    escribimos, con la izquierda nos masturbamos, o al revs si eres zurdo), madrigales,

    poemas-novela, sonetos cuya ltima palabra siempre es la misma, mensajes de slo tres

    palabras escritos en las paredes, (No puedo ms, Laura, te amo, etc.), diarios

    desmesurados, mail-poetry, projective verse, poesa conversacional, antipoesa, poesa concreta

    brasilea (escrita en portugus de diccionario), poemas en prosa policiacos (se cuenta con

    extrema economa una historia policial, la ltima frase la dilucida o no) [...]

    Los detectives salvajes, Roberto Bolao.

    1. Justificacin del tema y corpus

    De manera similar a toda noticia que se precie de serlo, a menudo la elucidacin de

    un crimen literario policiaco en su Edad de Oro1 ha de responder a las seis famosas uves

    dobles del periodismo anglosajn: qu, quin, cundo, dnde, cmo y por qu? (a las

    cuales se aade a menudo el para quin?).

    Hemos querido, a imagen y semejanza de los interrogantes que plantea el crimen,

    responder a las siete preguntas para introducir el presente trabajo doctoral. En efecto, la

    presentacin de nuestro planteamiento y el esbozo de nuestro itinerario hasta las

    conclusiones finales nos permitirn dar debida cuenta de las preguntas: qu es el gnero

    policiaco? (con sus problemas de definicin histrica), cundo surge? (a lo que podramos

    1 Se entiende por ello el lapso temporal que abarca aproximadamente el perodo de entreguerras, donde el gnero policiaco se consolida y canoniza como tal, construyendo ficciones en torno a la frmula del Whodunit?, pregunta que ejemplifica el eje en torno al cual la ficcin gira: la identificacin del criminal. La novela policiaca en este periodo, en consecuencia, adopta histricamente denominaciones destinadas a enfatizar este aspecto: novela puzle o novela enigma son algunas de ellas. Agatha Christie es la escritora ms clebre del periodo.

  • 3

    ligar otro interrogante: por qu en esta poca y no en otra?), dnde? (en qu lugares

    fsicos, en qu medios discursivos se produce), quin lo produce y para qu tipo de

    lectores?

    Nuestro por qu responde a una (en apariencia) simple pregunta acerca de la

    popularidad de este fenmeno antes que cualquier otro. Nuestro cmo, tras explorar

    varios caminos inevitables en el recorrido, explora las estrategias de lectura exclusivas del

    policiaco, con demasiada frecuencia olvidadas por la crtica, tan definitorias del policiaco

    como otros aspectos de tipo semntico, ms conspicuos en la literatura policiaca.

    1.1. Relevancia de la materia (qu?, cundo?, para quin?)

    Como seala Pierre BOURDIEU (1979), cuando el campo de estudio elegido no

    corresponde al concepto de capital cultural para la lite dominante, se plantea la cuestin de

    la legitimidad del tema, del estudio y hasta del sujeto investigador.

    Tenemos ejemplos notables y abundantes en el campo de la esttica: la pintura

    impresionista2, los inicios del cine3, la msica pop4 o las novelas grficas5 han sido objeto de

    desprecio inicial por parte de la lite cultural dominante. Escuelas tericas y metodolgicas

    como los Cultural Studies desde sus primeros pasos en Birmigham (1964), los estudios

    feministas, los Postcolonial Studies o los estudios semiolgicos de la revista Communications,

    fundada por Georges Friedmann, Edgar Morin y Roland Barthes en 1961, han ampliado la

    definicin de cultura6 y dotado de pertinencia acadmica a productos sociales anteriores,

    entre los que contamos gneros literarios como el policiaco.

    2 Para el prestigio social de las primeras exposiciones impresionistas en Francia y la problemtica de los veredictos de los jurados, vase la introduccin de OCAMPO (1981: 12-18) 3 Para el panorama cultural post Primera Guerra Mundial en el que el cine francs quiere afirmarse como un objeto cultural de prestigio a imagen de otros movimientos como el impresionismo, las vanguardias que lo sustituyen, la fotografa, el collage, etc., vase GUBERN (2001: 1682 y ss.) 4 Sobre la problemtica dicotoma entre msica popular y msica culta, vase FRITH (2001) 5 Sobre la pertinencia de la etiqueta y el prestigio cultural asociado al objeto, vase TRABADO (2012) 6 Para una evolucin de la polisemia del trmino cultura y su empleo acadmico, vase CUCHE (2010)

  • 4

    El gnero policiaco ha ocupado una posicin perifrica en cuanto a capital cultural se

    refiere, en tanto que literatura popular y nicamente tras la paulatina atencin crtica de

    figuras como MESSAC (1929), CAILLOIS (1941) o TODOROV (1971) (por citar

    nicamente los francfonos), ha ido ganando prestigio suficiente como para ser

    considerado digno de estudio, en igualdad de condiciones con cualquier otro gnero

    literario histrico.

    As, hace seis dcadas probablemente se hubiese considerado un suicidio acadmico,

    cuando menos, el hecho de presentar un trabajo doctoral acerca de dos temas como la

    literatura policiaca popular o el cine.

    Hace cuatro dcadas se habra juzgado con toda probabilidad en los mismos

    trminos una tesis sobre el cmic, la bande dessine o el tebeo, sea cual fuere su objeto.

    Hace tan slo dos dcadas poda concebirse con igual prejuicio crtico el desarrollar

    un estudio acerca de los videojuegos7.

    La tradicin en la crtica literaria transmite la impresin de resistirse con encono a

    abandonar la idea de una Literatura regente en su trono como vehculo privilegiado del

    discurso narrativo ficcional y no abandona la lucha por su estatus de nico objeto digno de

    atencin crtica.. A la solidez histrica de su posicin habra de sumarse el prejuicio

    ideolgico moderno que respalda dicho estatus: lo ldico y lo intelectual, la alta cultura, son

    conceptos mutuamente excluyentes8. No puede ser casualidad que Umberto Eco, otro

    terico imprescindible en lo que al policiaco se refiere (y al que nos referiremos en ms de

    una ocasin), combine en su primera novela, El nombre de la rosa (ECO, 1985) un simulacro

    7 Una bsqueda en repositorio TESEO arroja un resultado de nicamente dos tesis en los aos 90 con la palabra videojuego en su ttulo: las fechas son 1996 y 1997. La primera utiliza un enfoque pedaggico, la segunda sociolgico; ninguna de las dos estudia el videojuego como un medio artstico. Los resultados se multiplican exponencialmente en los aos siguientes: 21 resultados entre 2000 y 2009, 40 resultados entre 2010 y la actualidad [consulta efectuada el 15 de enero de 2017]. 8 Dicho prejuicio o idea se encuentra ausente en la mentalidad medieval y renacentista francesa; se desarrollar en la misma a partir del s. XVII, de la mano del concepto de normatividad literaria. Para un desarrollo histrico de la cuestin vase BAKHTINE (1993).

  • 5

    de investigacin policiaca con el problema histrico de la risa, encarnado en la bsqueda de

    la supuestamente perdida Comedia de Aristteles.

    En definitiva, el sistema se mueve de forma constante y la periferia va siendo

    asimilada hacia la posicin dominante; nadie hoy cuestionara con propiedad el estatus

    artstico de una disciplina como el cine; la literatura policiaca ha sido integrada en el capital

    cultural9 y el videojuego, por su parte, est en trmites de ser aceptado como producto

    cultural digno de debate crtico por la academia, pese (o gracias) al trabajo de pioneros a lo

    largo de los aos noventa y dos mil como AARSETH (1997), MURRAY (1997) y RYAN

    (1991; 2001)10.

    Podemos ofrecer diferentes argumentos que avalan la legitimidad de nuestro estudio.

    En primer lugar, por lo que se refiere a la relevancia social adquirida. El gnero policiaco en

    cualquiera de sus variantes o subgneros, ya sea novela negra, thriller, policiaco enigma,

    investigacin forense, etc., no cesa de aumentar su nmero de ventas en el mercado

    editorial ao tras ao. La tendencia persiste tanto en el mercado francfono (vase al

    respecto de la explosin continua de ventas y nmero de casas de edicin el artculo de

    ABESCAT & FERNIOT (2010)), como el mercado espaol11 y no sera difcil rastrearla a

    nivel mundial.

    Ofrecemos cifras y estadsticas oficiales del mercado editorial francs en el ao

    201412, en lo que concierne a las ventas literarias por gnero:

    9 Para la evolucin de la consideracin social del gnero policiaco y su lectura en Francia, vase COLLOVALD & NEVEU (2013). 10 Vase nuestro captulo 6, seccin 1.1. 11 Los medios de comunicacin parecen empeados en vender todos los aos la supuesta noticia: La novela negra vende 1,5 millones de ejemplares en el primer trimestre, el doble que el ao anterior (lainformacin.com, 21-07-2009; La novela negra supera a la histrica en Espaa (El Pas, 26-01-2013; La novela negra exhibe msculo en la Feria del Libro (La Vanguardia, 10-062014). 12 La tabla ha sido extrada y adaptada de: Syndicat National de ldition, Les chiffres cls de ldition 2015, Donnes 2014, disponible en lnea en [ltima consulta el 29 de enero de 2017]

  • 6

    RPARTITION DU CHIFFRE DAFFAIRES ET DES VENTES DEXEMPLAIRES

    PAR CATGORIES DITORIALES EN 2014

    Catgorie ditoriale

    Chiffre daffaires (milliers deuros)

    % du CA

    Ventes dexemplaires

    (milliers)

    % des exemplaires

    vendus

    Littrature 626797 24,9% 106296 25,2%

    Romans 604 458 24,0% 102 219 24,2%

    uvres classiques 21 370 0,8% 5 759 1,4%

    Contemporains 368 730 14,6% 59 794 14,2%

    Espionnage, policiers, romans noirs, thrillers

    127 832 5,1% 20 830 4,9%

    Amour, Sentimentaux 38 901 1,5% 9 738 2,3%

    Chick-lit 2 441 0,1% 435 0,1%

    Erotiques 1 149 0,0% 266 0,1%

    Humoristiques 1 309 0,1% 258 0,1%

    Historiques 19 574 0,8% 1 675 0,4%

    Autres 22 339 0,9% 4 077 1,0%

    Contes et lgendes, romans rgionaux /

    terroir, nouvelles 14 656 0,6% 1 997 0,5%

    Thtre, posie 7 523 0,3% 2 066 0,5%

    Art pistolaire, correpondance, discours,

    rcits de voyages 161 0,0% 14 0,0%

    Podemos observar en la tabla que la categora Espionnage, policiers, romans noirs,

    thrillers ocupa el segundo puesto en cuanto a beneficios y porcentaje de ventas, con casi

    un 5%, nicamente por detrs de la categora Contemporains, que no discrimina gneros,

    y doblando a la siguiente categora por debajo de ella (Amour, Sentimenteaux, con un

    2,3% de las ventas en ejemplares). Exceptuando la categora Contemporneos, ni siquiera

  • 7

    todas las dems novelas sumadas alcanzan la cifra de ventas policiaca, lo cual es

    extremadamente revelador.

    La relevancia social del gnero policiaco en todas sus variantes es, pues, ms que

    considerable. Ello es importante por dos factores: en primer lugar, como indicador del

    canon y el gusto popular entre la sociedad occidental y en segundo lugar, porque dicha

    popularidad generar una respuesta en mltiples autores que practican lo que se considera

    alta literatura, de acuerdo con BOURDIEU. Nuestro primer inters y objetivo en el

    presente trabajo consiste en examinar algunas formas de experimentacin formal a la que

    esa alta literatura estaba sometiendo al gnero policiaco a finales del siglo XX y

    comienzos del XXI.

    Lo cierto es que este fenmeno de contestacin o dilogo con el gnero policiaco

    posee una larga tradicin, no slo francfona, sino mundial. El Nouveau Roman en particular

    perge ingeniosas obras pardicas o contestatarias del gnero policiaco (BUTOR, 1956;

    ROBBE-GRILLET, 1953, 1955, 1965; DURAS, 1967; ), en las que dialogan con o toman

    prestados los recursos de Doyle, Christie o Simenon13 hasta tal punto que el crtico Ludovic

    JANVIER (1964: 49) llega a afirmar que en somme, le Nouveau Roman, cest le roman

    policier pris au srieux. Podemos remontarnos ms todava en el tiempo para rastrear

    reacciones desde las altas esferas literarias hacia este gnero inicialmente popular, como

    veremos en el primer captulo (CLAUDEL, 1941 en PLATTEN, 2011:11; WILSON,

    1944).

    Por qu, entonces, escoger el paso del siglo XX al XXI para nuestro estudio? En

    primer lugar, por hallarse en l algunos casos de contestacin experimental particularmente

    interesantes, y, en segundo lugar, por el inters que han cobrado en los ltimos aos las

    narrativas transmedia y los universos ficcionales. El gnero policiaco, como hijo bastardo y

    privilegiado a la vez de la literatura del siglo XIX, ha resistido con increble entereza los

    13 Vase CHARNEY (1972) para una relacin en detalle entre Nouveau Roman y gnero policiaco.

  • 8

    embates del tiempo y de la crtica, hasta situar a mltiples de sus autores en posiciones

    centrales de la canonizacin (vase por ejemplo el contraste del tono en los estudios

    acadmicos entre las dcadas de los 20 y los 8014, desde los enfoques subjetivos y desde una

    perspectiva valorativa de crticos como BARZUN (1961), ROSENBERG & MANNING

    (1957) u ORWELL (1946), pasando por el inters por la gnesis del gnero de MESSAC

    (1929) y MURCH (1968), el enfoque histrico del gnero y su recepcin en SYMONS

    (1972), anlisis interpretativos del gnero en clave psicolgica como los de AUDEN (1948),

    BLAKE (1942) o LACAN (en MULLER & RICHARDSON, 1988), o enfoques sociales

    como los de WATSON (1971) o NARCEJAC (1975)). Ampliaremos en el primer captulo

    nuestro catlogo con los enfoques metodolgicos ms recientes que ha adoptado el estudio

    del gnero policiaco. Al mismo tiempo, el gnero policiaco se ha adaptado con inslita

    ductilidad al medio ficcional por excelencia que se populariza igualmente entre las masas en

    el s. XX: en el cine, las novelas policiacas y negras ven su adaptacin con rotundo xito, en

    especial en el perodo de entreguerras y la postguerra de la Segunda Guerra Mundial, pero

    tambin con un impulso que perdura hasta nuestro das, como intenta probar el presente

    trabajo. El siguiente paso requerido en nuestro siglo XXI conduce necesariamente al

    videojuego, medio prcticamente recin nacido a la crtica y con particularidades muy

    notables en comparacin con los dos anteriores. Era por tanto necesario ubicar nuestro

    estudio entre los siglos XX y XXI, para dar cuenta de la experimentacin policiaca en estos

    tres medios que parecen heredar el gnero policiaco de uno a otro: novela desde el XIX,

    cine desde el XX, videojuego ya en el XXI.

    1.2. Inters metodolgico (dnde?)

    Desde su (poli)gnesis el gnero policiaco (y ms tarde su hijo, el gnero negro) viaja

    entre Francia, Inglaterra, Estados Unidos, ms adelante por toda Europa y finalmente, el

    14 Para un recorrido detallado, vase la introduccin de KNIGHT (1980).

  • 9

    mundo, constituyndose en un fenmeno a escala global. El gnero policiaco es un virus:

    no se detiene ante fronteras, no discrimina entre huspedes, muta en su forma, fondo y

    reglas, e infecta irremediablemente todo medio discursivo a su alcance, con admirable

    eficacia. Existen sin duda elementos en la psique humana que nos predisponen hacia la

    ficcin investigadora15, pero fue necesario el siglo XIX16 para despertar el virus de su

    letargo y expandirlo hacia el mundo en un proceso infeccioso que no tiene visos de

    detenerse. Muy pronto comprendimos que nuestra idea primera de circunscribir el estudio

    de la experimentacin formal policiaca al mbito francs, incluso francfono, no era

    posible. Es en Francia donde ver su nacimiento el trmino noir, pero nicamente despus

    de recibir un tipo muy peculiar de cine desde los Estados Unidos en la Europa de la

    postguerra. El dilogo, prstamo o robo transnacional se produce de forma

    ininterrumpida: EISENZWEIG (1984), seala que el pblico francs conoci el famoso

    relato de raciocinio de Poe, Los crmenes de la calle Morgue, gracias a traducciones en los

    peridicos franceses que no citaban el nombre de Poe y que se encontraban

    accommodes en fonction du got du public populaire pour la littrature dite judiciaire,

    BOURDIER (1985:48).

    Es conocido el gusto de Charles Baudelaire por Edgar Alan Poe y cmo se afan por

    traducir su obra al francs. Boris Vian public novelas negras en cuatro ocasiones (1946,

    1947, 1948, 1950) bajo el pseudnimo de Vernon Sullivan17, supuesto autor afroamericano.

    El fenmeno dista mucho de ser un caso aislado: Lo Malet public su primera novela

    negra, Johnny Metal (1941) bajo el pseudnimo de Frank Hardy. Debido a que las

    autoridades alemanas haba prohibido en 1942 las novelas de detectives britnicas y

    15 GINZBURG (1980) maneja esta hiptesis desde el punto de vista evolutivo, cuando afirma que el primer detective de la historia es el cazador que lee la huella de la presa como un smbolo. Otros enfoques darn preeminencia al concepto de catarsis social que el policiaco produce cuando el culpable es descubierto y castigado (KNIGHT: 1980). 16 Con su desarrollo industrial, con la creacin de la gran urbe, con la creacin de la polica estatal y del detective privado, con el desarrollo de la mentalidad cientfica emprica... 17 Tales obras no fueron recibidas por la crtica como obras serias. Vase CLOUZET (1976: 33); MONTECCHIO (2012: 3-15). Sobre el uso del pseudnimo, vase SCHOOLCRAFT (2010).

  • 10

    americanas18, existe un ansia por parte del pblico francs por tener acceso al gnero y as

    otros escritores franceses recurrirn tambin al pseudnimo anglfono para encontrar su

    hueco editorial en la Srie Noire: Serge Arcout publicar bajo el nombre de Terry Stewart y

    Jean Meckert har lo propio con el de John Amila19.

    As, el gnero policiaco no hace ms que ejemplificar un fenmeno que ya

    conocemos bien: los autores se leen, se traducen y se inspiran unos en otros, ignorando

    lenguas y barreras geogrficas. Daniel Pennac es inexplicable e inconcebible sin Poe, sin

    Conan Doyle, sin Agatha Christie, sin Leroux, sin Gaboriau, sin Borges, sin Rabelais, sin

    Chesterton, sin el cine americano, sin el cine francs, sin el folklore popular... Jean Echenoz

    no puede explicarse sin conocer el pastiche de la telenovela, pues su escritura en Je men vais

    es una respuesta directa a dichas obras, pero tambin a la tradicin inmediatamente anterior

    del Nouveau Roman, o a la ms lejana del realismo francs, o al nopolar de Jean-Patrick

    Manchette, o a las fbulas de La Fontaine...

    Acompaar al gnero policiaco en su recorrido implica viajar a travs del mundo, con

    billetes de ida y vuelta perpetuos, en primera clase, en clase turista, a pie o en avin: tal es

    su movilidad. Adoptar o priviligiar un enfoque exclusivamente francfono nos forzara a

    mutilar nuestro objeto de estudio, dando cuenta nicamente de una pared del prisma, una

    sombra proyectada en la caverna. As, en nuestro primer captulo nos vemos obligados a

    recurrir a ejemplos de autores y personajes clsicos, que definen el gnero saltando en el

    tiempo y el espacio, desde el Sherlock Holmes de Doyle a Poirot de Agatha Christie,

    Joseph Rouletabille de Leroux, la aguda crtica de Chandler, el policiaco nrdico de Camilla

    Lckberg o El nombre de la rosa de Eco.

    18 GORRARA (2003a: 23). 19 Vase la relacin entre el hard-boiled americano y los primeros romans noirs publicados en la Srie Noire a finales de los 40 y comienzos de los 50, en GORRARA (2003b: 590-601).

  • 11

    1.3. Relevancia crtica (quin?)

    Para la eleccin de los autores y ttulos, seguimos varios criterios: en primer lugar

    queramos estudiar a autores lo suficientemente relevantes y sancionados como autores de

    calidad contrastada como para dotar de consistencia a nuestra tesis. En el momento de la

    eleccin inicial de Daniel Pennac, ste no haba recibido an el Prix Renaudot (2007)20, que

    le fue ortorgado al ao siguiente. An sin premio Renaudot, Daniel Pennac haba ganado el

    favor del pblico como escritor popular gracias a su saga detectivesca de los Malaussne, la

    cual arrancaba a finales de los ochenta y se converta en heptaloga precisamente en 1999,

    fecha que ser clave y se ver repetida en ms de una ocasin en el trabajo, pues, adems de

    coincidir con el cambio de siglo, ve la publicacin de obras como Je men vais de Jean

    Echenoz en el campo literario.

    En cuanto a Jean Echenoz, nos enfrentbamos ya a un autor que publica en la

    coleccin Minuit. Los premios de ste, como era previsible, son ms abundantes en nmero

    y prestigio: Mdicis en 198321, Goncourt en 199922.

    Paradjicamente y en contra de lo que cabra esperar, las fronteras experimentales

    distan de ser obvias en cuanto analizamos en profundidad las obras elegidas para cada uno

    de ellos (Au bonheur des ogres para Pennac y Je men vais para Echenoz). La aparente

    simplicidad de Pennac se transformar en un laberinto de cruces con los subgneros del

    policiaco; el supuesto elitismo literario del autor de Minuit ver mitigada la dureza de su

    lectura para el lector medio en cuanto ste perciba que el autor juega con convenciones

    policiacas que probablemente ya conoce gracias al lenguaje cinematogrfico de autores

    como Christopher Nolan.

    Lo cual nos sirve para justificar al siguiente autor que estudiaremos en nuestro

    trabajo: una vez determinado que el policiaco es un gnero que no conoce fronteras

    20 Por su obra Chagrin dcole (2007), curiosamente una de sus obras no policiacas. 21 Por su obra policiaca Cherokee (1983). 22 Por su obra policiaca Je men vais (1999).

  • 12

    geogrficas ni mediticas, nos interesa constatar si el mismo fenmeno de experimentacin

    formal y genrica que se produce en la novela francfona se est dando en el medio del

    cine. Hemos escogido el cine estadounidense por dos motivos; por una parte, servir para

    confirmar nuestra premisa de que los cdigos que emplea el policiaco y con los que

    experimentan nuestros autores son internacionales. Por otra parte, el cine de Hollywood es

    una muestra perfecta ya que es el ejemplo paradigmtico de cine a nivel mundial (no tanto

    por su calidad como por su control del mercado y medios de produccin y publicidad) y

    produce el tipo de pelculas a las que el pblico est ms expuesto. Con todo, hemos

    optado por dos directores que, al igual que Echenoz y Pennac, no utilizan el policiaco de

    forma comercial, sino que experimentan con el gnero, cada uno con un estilo visual tan

    diverso como el que pueda hallarse entre nuestros autores literarios.

    El primero de ellos, Christopher Nolan, salta a la fama del gran pblico como

    cineasta solvente con ttulos comerciales en 2005, momento en que dirige el exitoso reinicio

    de la franquicia de Batman con Batman Begins para los estudios Warner. Desde entonces

    alterna sus films ms comerciales con productos de personalidad propia pero igual fama

    como El prestigio (2006), Origen (2010) o Interstellar (2014). Sin embargo, el objeto de nuestro

    inters radicaba obviamente en su segunda pelcula, Memento (2000), por su ubicacin

    temporal no casual y su temtica policiaca negra. Memento servir para explicar el juego de

    desestructuracin formal al que el policiaco se puede prestar en un medio narrativo como

    el cine, al tiempo que nos har reflexionar sobre el poder de la semitica en el paso del XX

    al XXI y el reto al espectador lector en el gnero.

    El salto que llevbamos a cabo desde Pennac a Echenoz encuentra su eco en el

    anlisis flmico con nuestro segundo director, David Lynch. Su pelcula Mulholland Drive

    (2001) recibe el premio al mejor director en el Festival de Cannes (2001) y Premio Csar a

    la mejor pelcula de habla extranjera (200223). Dos premios franceses que, curiosamente, no

    23 Ao en que tambin es galadornado con el Chevalier de la Lgion dHonneur en Francia.

  • 13

    encuentran eco en el mercado estadounidense y llevan al director a declarar que sus

    pelculas encuentran al pblico ideal en Europa y Francia, mientras que el pblico

    estadounidense necesita claves obvias de lectura para la interpretacin de su cine24.

    Mulholland Drive no es la primera incursin de Lynch en el gnero policiaco o negro, ya que

    haba rodado con anterioridad varios ttulos en relacin con el mismo, como la serie

    televisiva Twin Peaks (1990) o el largometraje Blue Velvet (1986). Nos interesaba Mulholland

    Drive en concreto, aparte de porque encajaba a la perfeccin con el lapso temporal auto-

    impuesto, porque, al contrario que Memento, no presentaba una desestructuracin formal

    reconstruible racionalmente. Penetrar en el sentido de Mulholland Drive, pelcula con fuerte

    contenido onrico y simblico, requera competencias y estrategias de lectura por parte del

    espectador completamente diferentes de las que ste empleara para dar significado a

    Memento. Cubramos as muchas de las posibles experimentaciones formales policiacas y sus

    estrategias de lectura que el policiaco poda arrojar en forma de desafo a su pblico,

    pblico este perteneciente a las ms diversas esferas intelectuales.

    En definitiva, todos los autores y obras elegidas para cada uno de ellos tenan en

    comn el juego con la ruptura del horizonte de expectativas en el lector, la

    desestructuracin formal que variaba desde sutil pero compleja, hasta casi extrema.

    2. El inters suscitado (por qu?)

    Desde la tradicin en sus orgenes, con escritores como mile Gaboriau, Gaston

    Leroux, Maurice Leblanc, Pierre Souvestre y Marcel Alain, el policiaco francfono no

    perda fuelle con el avance del siglo XX: si Jean-Paul Sartre declara su aficin por este tipo

    de literatura en su relato autobiogrfico Les mots25, tomara el testigo el que es sin duda

    24 Vase BARNEY (2009: xiii y ss.) 25 Otros grandes pensadores como Wittgenstein se suman a Sartre en su aficin. Para ms detalles sobre el tema, vase HOFFMANN (2013)

  • 14

    alguna el escritor belga ms conocido del mundo para el gran pblico26, Georges Simenon,

    quien combinar el gnero policiaco con la filosofa humanista-existencialista de su clebre

    detective, el comisario Maigret. Marcel Duhamel funda la Srie Noire en 1945 respondiendo

    al mismo eco que demanda este tipo de literatura. Ms adelante, el Nouveau Roman con

    Alain Robbe-Grillet o Michel Butor, como ya hemos visto, jugarn con la forma y el fondo,

    creando policiacos metafsicos. Jean-Patrick Manchette crea el trmino no-polar en 197127 e

    inspirar a las generaciones posteriores con su estilo y relatos (incluyendo a Jean Echenoz).

    En la actualidad el gnero est ms vivo que nunca, con autores de tanto xito como

    como Fred Vargas, Maxime Chattam, Jean-Christophe Grang, Didier Daeninckx...

    Tambin existen notables e interesantes incursiones en el gnero desde otros mbitos

    literarios y estilos decididamente variopintos: Patrick Modiano, Christian Oster, Jean

    Echenoz, Daniel Pennac, Jean-Philippe Toussaint (autor belga), Didier Decoin, Marie

    Darrieussecq, Jol Dicker (autor suizo), Michel Quint, Laurence Coss, Michle Lesbre

    Philippe Claudel, Patrick Chamoiseau (francs de la Martinica)... imposible agruparlos en

    torno a un solo criterio esttico, fuera del hecho de que componen policiacos o juegan con

    ellos.

    El gnero literario interesaba, interesa y probablemente continuar interesando en el

    mbito francfono, no ya desde la perspectiva del lector-consumidor (que tambin), sino

    sobre todo como campo de experimentacin y creacin para el escritor: este hecho era el

    que generaba nuestra atencin y este campo el que nos decidamos a explorar. Nuestro

    estudio se centra en dos ejemplos de exploracin que juzgamos muy significativos por los

    criterios ya expuestos, pero sin duda alguna podra ampliarse con facilidad a numerosos

    escritores que escriben en el mismo periodo y hasta nuestros das, con estilos igualmente

    diversos, como los anteriormente citados.

    26 Corrobora esta afirmacin el hecho de ser el autor belga ms vendido de la historia. 27 Fecha de publicacin de su primera novela en la Srie Noire, Laissez bronzer les cadavres. Vase GORRARA (2003: 61). Para la significacin poltica del trmino, vase COLLOVALD & NEVEU (2001).

  • 15

    La crtica francfona, por su parte, respondera con igual inters a lo largo de los

    aos; por citar nicamente algunos de ellos sin orden de importancia en particular: Tzvetan

    TODOROV (1971), Roland BARTHES (1970), Michel FOUCAULT (1975), Gilles

    DELEUZE (2002), Jacques DUBOIS (1985; 1992), Pierre BOURDIER (1996), Pierre

    BAYARD (2008; 2010)...

    De manera ms estimulante an, constatamos que no se trata de un fenmeno

    exclusivamente francs ni francfono: Borges y Sbato, Paul Auster, Eduardo Mendoza,

    Roberto Bolao, Javier Maras, Philippe Kerr, Jasper Fforde... jugaban o juegan con el

    policiaco, creando policiacos metafsicos, bordeando sus fronteras genricas o creando

    monstruos hbridos de difcil clasificacin pero igual inters.

    Cabe preguntarse en este momento por qu el policiaco se presta con tanta facilidad

    a todos los juegos experimentales, por qu suscita el inters de los autores no estrictamente

    policiacos Por qu el policiaco, en definitiva, para explorar sus barreras, jugar con ellas,

    dinamitarlas o difuminarlas, antes que cualquier otro gnero a la disposicin de los

    escritores o directores?

    Probablemente, no existe ni existir una respuesta definitiva al interrogante. No es

    nuestra intencin centrar el peso de este estudio en tal especulacin (lo cual nos llevara a

    introducirnos profundamente en los campos de la psicologa, la sociologa y la filosofa),

    sino constatar el fenmeno y analizar sus efectos. Con todo, formularemos varias hiptesis

    complementarias, que no podemos considerar exclusivas ni exhaustivas por no ser el centro

    de nuestra investigacin. El policiaco pudiera interesar a autores y crtica debido a mltiples

    motivos: la aparente contradiccin interna entre sus reglas y su produccin real; la nocin

    de verdad que requiere para funcionar como artefacto en el que se interpretan ciertos

    smbolos con significado oculto y, finalmente, las estrategias de lectura que el policiaco

    exige para ser descifrado correctamente.

  • 16

    2.1. Contradiccin entre sus reglas fijas y su realidad experimental

    El policiaco se configura desde sus inicios como uno de los gneros ms cerrados,

    ms inflexibles en sus premisas normativas genricas28. De ah que el lector sepa a qu se

    enfrenta y con qu contrato de lectura juega en cuanto abre un policiaco29. No obstante, el

    policiaco ha evolucionado, jugando con sus propias reglas, rompindolas o flexionndolas,

    mutando como un virus (por proseguir con nuestra metfora inicial) difcilmente

    erradicable. La quiebra del horizonte de expectativas se revela tanto ms tentadora cuanto

    ms definido se halla el gnero: resulta obvio que es necesario un periodo de apogeo del

    gnero consolidado para que surja el pastiche, la parodia o la crtica. El ejemplo clsico

    sera El Quijote de Miguel de Cervantes, impensable sin la tradicin de novela de caballeras

    directamente anterior y contempornea, a la que la obra se dirige como contestacin

    explcita.

    Con la apariencia de crucigrama perfecto en su estructura sencilla y vaca30, los

    autores experimentan dandole la apariencia de rizoma, borrando sus casillas o rellenndolas

    con ms de dos letras a la vez, convirtiendo as la exgesis del lector en imposible. La

    tradicin literaria es dinamitada con el blanco ms fcil de todos ellos y al tiempo el ms

    reciente: la literatura policiaca31. Lo interesante del procedimiento radica en constatar cmo

    el propio policiaco, sin entrar en los salones de los autores de la alta cultura, modificar a su

    vez sus estructuras, creando infinidad de gneros, subgneros o variantes, como el noir,

    thriller, hard-boiled, novela de espas, ficcin forense, relato policiaco invertido... adaptndose

    28 Umberto Eco menciona incluso en ECO (2005: apostillas) que se propuso aplicar las reglas del teatro clsico con su unidad de espacio, tiempo y accin (esta ltima cuestionada) en su proceso creativo para El nombre de la rosa. 29 Vase sobre la estructura policiaca fija, por ejemplo, TODOROV (1992: 55-65), NARCEJAC (1975), CAILLOIS (1941) o MORETTI (1988), y para su paralelismo con las figuras clsicas, MARTNEZ ARNALDOS (2000) y SALGDO (1969) 30 COMA (2001: 15) define el policiaco enigma como crucitrama. 31 La velocidad del procedimiento es fulgurante: como veremos en el prximo captulo, la propia Agatha Christie (1890-1976), la ms celebre autora de la Era Dorada del policiaco y una de las ms clebres escritoras de novelas policiacas de todos los tiempos, violar numerosas reglas ya constituidas en su poca como cannicas y recogidas por S.S. VAN DINE (in HAYCRAFT, 1992: 189-193) o KNOX (1929).

  • 17

    siempre a realidades locales e histricas all donde es introducido32. Como anunciamos,

    existe una innegable conexin entre el gnero policiaco y diversas ansiedades en la psique

    humana: vanse por ejemplo los estudios ya mencionados de BLAKE (1942), AUDEN

    (1948), WATSON (1971), FOUCAULT (1975), MULLER & RICHARDSON (1988),

    GINZBURG (1980) o KNIGHT (1980), desde perspectivas psicolgicas o sociales

    diversas. A fin de cuentas, el gnero policiaco y en especial su variante negra tocan

    invariablemente temas o motivos en relacin directa con tabes o transgresiones sociales

    del orden establecido, como la muerte, el crimen, el castigo, la redencin, la justicia, la

    recompensa, la ley, la honradez, etc.

    2.2. Nocin de verdad

    El gnero policiaco entendido como un policiaco enigma, en el que existe un

    crimen que resolver en el centro de su trama, se construye en relacin directa con un

    elemento tanto intra- como extra-diegtico: la nocin de verdad. El policiaco enigma

    cannico recurre a nuestra nocin intuitiva de verdad, como lectores, en tanto que

    presupone la posibilidad de confrontar referencias con referentes existentes (verdaderos),

    frente a referencias sin sus referentes correspondientes (falsos o indeterminados). El final

    del relato policiaco cannico nos ofrece invariablemente el consuelo de la reconstruccin

    real de los hechos (como veremos en el primer captulo, esto genera invariablemente una

    tensin temporal dual en la narrativa), frente al desconcierto de los indicios sin

    interpretacin o la interpretacin falsa (errnea, sin sus referentes correctos) de los indicios.

    Sin duda alguna en relacin directa con el auge de la revolucin industrial y la mentalidad

    32 ARAUJO & LIZARDO (2016: 65-86) trazan un recorrido sinttico por la historia de la evolucin desde el gnero policiaco enigma al gnero negro, al tiempo que estudian la aculturacin del gnero negro en Mxico y Latinoamrica. En la actualidad, el gnero negro est siendo empleado como literatura engage en el continente sudamericano, en el sentido de que los autores se sirven de l como denuncia social. Los autores citados parten de la afirmacin de GIARDINELLI: La novela negra moderna, en sus mejores expresiones, es una radiografa de la civilizacin. Un medio estupendo para comprender, primero, y para interrogar despus, al mundo en que vivimos (1984: 26). PEARSON & SINGER (eds.) (2016) nos ofrecen a lo largo de sus captulos un panorama de aculturacin del policiaco en los siglos XX y XXI, desde el caribe francs, la India, Canad, Lationamrica, Asia...

  • 18

    positivista del XIX, esta lectura del mundo en la que a cada signo corresponde una

    referencia en relacin biunvoca33 resulta cmoda para la resolucin del enigma policiaco,

    puesto que la verdad es slida, nica y verificable, monoltica y no dependiente de ningn

    punto de vista, sino de la aplicacin de un mtodo (el cientfico). No obstante, el paso del

    siglo XIX al XX supondr un ataque doble a dos nociones que el sujeto del XIX daba por

    sentadas; la nocin de individuo, por una parte, y la nocin de realidad, por otra. Con este

    doble ataque se desmora la nocin de verdad, sustentada en la solidez de un sujeto que

    percibe a imagen del ojo de Dios y una sustancia medible, cuantificable, aprehensible, la

    cual es percibida por el sujeto. Se citan habitualmente descubrimientos cientfico-

    sociolgicos para marcar la entrada en este nuevo paradigma epistemolgico, que acarrear

    invariablemente sus consecuencias en la literatura, entrando en la nueva era de la

    sospecha, en palabras de Natalie Sarraute. Paul RICUR (1965) acua la expresin

    filsofos de la sospecha para referirse a MARX (1818-1883), FREUD (1856-1939) y

    NIETZSCHE (1844-1900) como los tres grandes reduccionistas que revelan la

    insuficiencia del sujeto desde el punto de vista ideolgico, psquico y moral,

    respectivamente. En cuanto a la visin de la realidad como un referente inquebrantable,

    habremos de esperar an a las dcadas de la primera mitad del XX con la aparicin de la

    mecnica cuntica de Heissenberg para situarnos en la incmoda posicin de la

    imposibilidad del saber absoluto, pero el paradigma de la duda contina: ROAS (2009)

    seala disciplinas como la neurobiologa con las teoras de la representacin de Antonio

    Damasio o Humberto Maturana, la filosofa constructivista con Nelson Goodman, Jerome

    Bruner y Paul Watzlawick y la teora fsica de los mundos posibles de Kaiku, entre otros,

    para preguntarse si es posible la literatura fantstica tras la mecnica cuntica. De manera

    inevitable, al tambalearse la nocin de realidad para el gnero fantstico como referente en

    torno al cual construir su narrativa, la nocin de verdad har lo propio con el policiaco.

    33 Vase FOUCAULT (1983)

  • 19

    Esta verdad que el gnero policiaco ha manejado obecede a criterios tanto intra-

    como extra-diegticos: por una parte, ha de ser definida por el texto, por otra, ha de ser

    compartida por el lector y de ah la insistencia que veremos ms adelante en un elemento

    muy concreto del pacto de lectura del policiaco: el fairplay. Al final del relato policiaco

    clsico el investigador ha de restablecer la verdad acerca de cmo el crimen sucedi. Por

    ello, resulta lgico que al tambalearse la nocin decimonnica de verdad (y siga hacindolo

    desde casi todas las disciplinas cientficas y humansticas) suceda lo mismo con las bases del

    gnero policiaco (y en general, en toda literatura): si bien la confianza en un narrador

    omnisciente y honrado puede ser importante en la lectura de cualquier novela, lo es ms

    an en el gnero policiaco, puesto que sin esa confianza, el gnero policiaco pierde su

    sentido cannico. La duda sobre la relacin estable que une al individuo que percibe y lo

    percibido (la verdad, en definitiva) implica una redefinicin del juego policiaco: esta

    dimensin de juego en la que el lector intenta resolver el crimen antes de llegar a la

    resolucin final se ver afectada por las nuevas reglas definitorias de la verdad. Los autores

    juegan con el lector y sembrarn la duda desde nuevas perspectivas, exagerando en

    ocasiones la dimensin meta-literaria hasta adquirir proporciones gigantescas. Los autores y

    obras que estudiamos en el presente trabajo comparten todos esta dimensin meta-

    literaria que afecta a la metamorfosis del policiaco.

    Romper las reglas del policiaco no slo consiste en un puro placer de jugar con reglas

    formas definidas y estrictas. Implica tambin dinamitar el concepto de verdad

    contemporneo, tan puesto en cuestin como el de realidad en las narrativas actuales. De

    ah sin duda el inters filosfico por el relato policiaco, puesto que aborda la cuestin de

    importancia capital para la metafsica: qu es la verdad? Una respuesta tan simple como la

    reconstruccin de los hechos gracias a la inteligencia de un observador privilegiado

    contenta al lector del XIX y quizs de la primera mitad del XX, sin embargo, a partir de la

    segunda mitad del XX y por supuesto en el siglo XXI, el concepto de verdad se difumina o

  • 20

    desmorona. DUBOIS firma un excelente artculo que estudia la relacin directa entre la

    aparicin y popularizacin de la fotografa34 con el surgimiento del policiaco: en la

    mentalidad positivista del XIX la realidad se da por sentada como elemento emprico,

    medible y reflejable, aprehensible por la mente y por el arte sin mayor esfuerzo,

    verbalizable y estable.

    A partir del XX ya no es posible, por el contario, restituirla e incluso se duda de su

    existencia con infinidad de procedimientos como la focalizacin mltiple que produce

    infinidad de perspectivas, o la naturaleza engaosa e inestable de los semas y de la psique

    humana. Lo veremos a propsito de Memento, por ejemplo.

    2.3. Las estrategias de lectura (cmo?)

    Entendemos por una estrategia de lectura cualquier mecanismo que permita al lector

    dar un sentido al texto. Principalmente, para nuestro estudio contemplamos dos: la

    estrategia hermenutica, que consistir en dotar de contenido simblico al texto, y la

    estrategia heurstica, que consistir en aplicar tcnicas de resolucin de puzles para dar

    respuesta al enigma policiaco. Otros textos pueden requerir, obviamente, diversas

    estrategias, pero en el policiaco enigma la dimensin heurstica resulta fundamental.

    Las estrategias de lectura del gnero policiaco se revelaron fundamentales una vez

    abordamos el estudio de los videojuegos. Fue necesario el anlisis comparativo con el

    medio de los videojuegos para llegar a nuestras conclusiones sobre la naturaleza de las

    estrategias de lectura policiacas en el polo del lector espectador jugador: el estudio de la

    dimensin heurstica (estrategia preeminente en casi todo videojuego) arrojar la luz

    necesaria para desvelar el policiaco como gnero inherentemente meta-liteario, por encima

    de su carcter supuestamente racional.

    34 DUBOIS (1985)

  • 21

    Un policiaco, en definitiva, no puede ser ledo del mismo modo que cualquier otra

    ficcin en prosa. Sus reglas son particularmente exigentes y especficas35, puesto que por su

    propia definicin, lanza un reto de caracter heurstico al lector, que es exclusivo del

    policiaco.

    Para dar respuesta al reto no todo vale. El lector no puede saltar pginas hacia el final

    para descubrir al culpable, pues no slo estropea la incgnita de la trama, como en

    cualquier otra novela, sino que obtiene informacin privilegiada que no debera poseer en

    un reto intelectual.

    Recurriremos a un ejemplo prctico para mostrar a qu nos referirmos cuando

    hablamos acerca de la pertinencia de las estrategias de lectura que el texto prev para su

    lector modelo: das despus de prestar a mi hermano el libro distpico El pas de las ltimas

    cosas (AUSTER, 1989), le pregunt acerca de su lectura y de la tensin que provoca la

    distopa en forma de relato epistolar en primera persona. No tiene tensin alguna. Es

    obvio que la protagonista sobrevivir al final de cada episodio, me respondi.

    Sorprendido, le interrogu a propsito de la ausencia de la tensin que a m me pareca

    palpable. Es obvio, porque est escribiendo su diario. Si hubiera muerto, no podra estar

    hacindolo. La simpleza de la heurstica (que proviene de un ingeniero informtico), al

    tiempo que su efectividad, me hizo reflexionar acerca de las estrategias de lectura:

    obviamente mi hermano haba violado una regla del pacto de lectura ficcional36 en El pas de

    las ltimas cosas, puesto que la naturaleza epistolar del mismo no debera invalidar la tensin

    dramtica para un lector modelo que cooperase con el texto.

    De modo similar, recurrir a elementos no contemplados en el contrato de lectura de

    un policiaco, como intentar acertar por intuicin o desvelar el misterio con otras fuentes,

    invalidara el contrato. El gnero policiaco clsico ofrece unas reglas de lectura muy

    35 Dedicaremos el siguiente captulo a explorar estas reglas y en particular la nocin de fairplay. 36 Seguimos al profesor DEL PRADO BIEZMA (1999) cuando desarrolla la nocin de pacto de lectura sirvindose del ejemplo del exordio de Moby Dick en el que el narrador anuncia Llamadme Ismael.

  • 22

    concretas al lector, gua su estrategia y a cambio no preve ni admite que el lector se desve

    de ellas, so pena de destruir la esencia misma del gnero. El gnero policiaco es un juego

    del gato y el ratn en el que el lector es al tiempo consciente de la ficcin y su reto, pero no

    puede abandonar las estrategias textuales previstas para dar respuesta. No puede generar

    nuevos significados en el relato policiaco so pena de destruir el artefacto en tanto que juego

    intelectual de raciocinio, de puzle.

    En resumen, la pregunta definitiva que orienta nuestra ltima seccin sera: cmo

    puede y debe el lector resolver un policiaco? La respuesta, tras estudiar las estrategias de

    resolucin en literatura, cine y videojuegos, ser que es completamente irresoluble para un

    lector modelo, pero perfectamente resoluble desde el punto de vista del crtico literario,

    debido a su carcter no evidente y oculto de simulacro e intertextual. El crimen est sobre

    la mesa: para hallar sentido a la respuesta final el lector del trabajo deber recorrer los pasos

    a nuestro lado.

  • 23

    Contenido del captulo 1

    Captulo 1: Caractersticas fundamentales de la novela puzle .................................................. 24

    1. Novela puzle, novela enigma o relato policiaco clsico ........................................................ 24

    2. El lector y su desafo .................................................................................................................. 25

    2.1. Semitica: el autor y lector modelos de Eco ................................................................... 26

    2.2. Teora de la recepcin: la funcin apelativa de los textos ............................................. 30

    2.3. El primer nivel de lectura: la crtica esttica sobre el segundo nivel ............................ 41

    3. El desafo y sus reglas: el fairplay ............................................................................................... 46

    3.1. El canon del policiaco enigma: reglas y mandamientos ............................................. 47

    3.2. El fairplay como definitorio del gnero policiaco enigma .......................................... 49

    3.3. Tipologa del juego limpio / juego sucio ......................................................................... 54

    4. La deduccin la pista ............................................................................................................... 65

    4.1. Pistas y red herrings (pistas falsas) ................................................................................ 67

    4.2. El mtodo deductivo de Holmes en la historia: con Morelli y Freud ..................... 69

    4.3. Dupin, Holmes, Pierce (y leyes lgicas) ........................................................................... 73

    4.4. El mtodo de Holmes en el universo diegtico .......................................................... 79

    4.5. La heurstica del detective de ficcin ............................................................................... 84

    4.6. La disposicin textual de las pistas ................................................................................... 91

    4.7. La funcin social de Holmes y la doble naturaleza de las pistas .................................. 92

    4.8. El matadero de la literatura: las pistas como adaptacin darwinista ............................ 95

    5. La deduccin el giro epistemolgico .................................................................................. 100

    5.1. Dos tipos de investigadores, de acuerdo al anlisis de pistas ..................................... 103

    5.2. El caracter polismico de las pistas y de pista ........................................................... 108

    5.3. Desde la perspectiva intradiegtica: el olfato del sabueso ........................................... 109

    5.4. Desde la perspectiva textual: los ojos del lector ........................................................... 110

    5.5. Las hazaas del lector que recoge el guante .................................................................. 115

  • 24

    Captulo 1: Caractersticas fundamentales de la novela puzle

    1. Novela puzle, novela enigma o relato policiaco clsico

    Partiremos de una primera definicin elemental de qu comprendemos por el relato

    policiaco clsico37. Un relato policiaco consistira en la articulacin de tres histori