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1 Diseño Tesis Daniel Restrepo Final.docx DANIEL FERNANDO RESTREPO TREJOS MEDIDAS Imágenes de belleza y asombro solapados en el Tránsito Creativo desde el Arte a la Costura; provincias Contiguas de las expresiones artísticas en el paisaje Sociocultural.

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1 Diseño Tesis Daniel

Restrepo Final.docx

DANIEL FERNANDO RESTREPO TREJOS

MEDIDAS

Imágenes de belleza y asombro solapados en el Tránsito Creativo desde el Arte a la Costura; provincias

Contiguas de las expresiones artísticas en el paisaje Sociocultural.

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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE ARTES ASAB

MEDIDAS

Imágenes de belleza y asombro solapados en el Tránsito Creativo desde el Arte a las Costuras; provincias contiguas de las expresiones artísticas en el paisaje sociocultural.

DANIEL FERNANDO RESTREPO TREJOS

Tesis para optar al grado de:

MAESTRO EN ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES

Director de Tesis:

JOSÉ OMAR VALBUENA RIVEROS

BOGOTÁ, COLOMBIA

© 2014, Daniel Fernando Restrepo Trejos

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AGRADECIMIENTOS

A la familia Fonseca, que durante estos años se constituyó mi segundo hogar; en donde

sin interés alguno, me brindaron su abrigo, su cariño y apoyo incondicional, gracias por

hacer de mi trascurrir en Bogotá un viaje inolvidable.

A mi padre, porque aún en la distancia, trata de acompañarme, y ha sido testigo de mi evolución

en el arte y en la vida.

Y al guía de este proyecto, el maestro: José Omar Valbuena, quien con su paciencia y buenos

consejos, contribuyó a la materialización de mis ideas.

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ÍNDICE GENERAL

AGRADECIMIENTOS……………………………………………… 5 DESPLAZAMIENTO...............................…………………………..33

INTRODUCCIÓN.......................................................................... 9 TEOREMA GENERAL............………………………………….......34

OBJETO, HIPÓTESIS Y PROBLEMA .........................………… 11 OBRA VRS ARTISTA.....................………………………………....35

DEJAVU.......................……………………………………...……....12 BÚSQUEDA.................................................……………………....36

BASTAS. Axioma 1 - Axioma 2....…………………………………18 MEDITACIÓN.................……………………………………………..38

Axioma 3 - Axioma 4...……………………………………………….19 LÍMITES......................................................………………………..39

Axioma 5 - Axioma 6...............................…………………………..20 ELOGIO Y COROLARIO.........………………………………….......41

APERTURA..........................…………………………….……….....21 SALIDA..........................................………………………………....42

PRINCIPIO 1……..........................………………………………....24 LENGUAJE SARTORIAL..............................……………………....44

MEDITACIÓN...............................…………………………………. 25 LUZ Y SOMBRA...........................................……………………....47

POSTULADO ÚNICO...……………………………….……………..31 BIBLIOGRAFÍA….…………………………………………………....50

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INTRODUCCIÓN

Elaborando y enfrentado a la construcción de la tesis, quise reflejar desde mi vida, todos aquellos

detalles donde el encuentro con la costura tuvo sus puntos más álgidos, produciendo eclosiones en mi

memoria y en mi forma de hacer, ya que aunque bien parecen recuerdos lejanos, que pudiéramos

pensar desconectados de la realidad que hoy nos circunda, me atrevo a enunciar son hechos que

involucran tantas historias como seres habitan el planeta, que por azar o, por el destino nos

concentramos en un presente, y de cuyas conjeturas he logrado entresacar una narración, que se

proyecta y gira sobre sí misma, como una espiral, hasta dar una idea de cómo hemos llegado a este

punto y como toda nuestra vida y aprendizajes, se encuentran mediados, impulsados y dirigidos secreta

o explícitamente por todo cuanto nos rodea.

Lo anterior, obliga a una absoluta sinceridad; y por eso, estas líneas se encuentran á plagadas de

encuentros y desencuentros; momentos que me transportan a reflexiones que dejan de ser mías y se

trasladan a otros, entendiendo así que mi vida y mi muerte es la de los demás; que continuamente

regresamos a el comienzo en el eterno retorno y que solo en este transcurrir podemos develar el lugar

que ocupamos en el cosmos; ya que a vida en sí misma, se expresa en un presente continuo, un cuadro

que se renueva así mismo, una y otra vez, reinventándose en cada giro, en cada tramo, en cada trazo,

en cada tono; y aún, así lo creo, en cada minipartícula.

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MEDIDAS

Imágenes de belleza y asombro solapados en el Tránsito Creativo

desde el Arte a las Costuras; provincias contiguas de las expresiones

artísticas en el paisaje sociocultural.

OBJETO

La unión entre la obra artística y el lenguaje

sartorial, solo es posible si aceptamos que hoy en

día todos los paradigmas se encuentran en revisión

y por tanto, no existen límites claros entre arte y

ciencia, tecnología e inteligencia; entre lo

bidimensional y lo tridimensional, ampliando

infinitamente nuestro mundo y la interpretación de

éste.

HIPÓTESIS

Si se establecen los procedimientos tales que unan

la Ingeniería Sartorial, con los desarrollos y

concepciones artísticas, se podría llegar a una

simbiosis que reúna los elementos más exquisitos de

ambas disciplinas y permitan una nueva manera de

proponer la obra plástica.

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PROBLEMA

Desentrañar los mecanismos y axiomas que se producen en el

Tránsito Creativo entre arte y costura, como una nueva

estrategia de estructurar la obra plástica.

Estrategia que hace partícipe al espectador desde su propio

punto de vista, invitándolo a la reflexión activa, y a una nueva

manera de encarar los diferentes objetos puestos en escena,

permitiendo, así, discretamente que sean ellos y no el autor,

quien explique la obra.

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DEJAVU

Tan solo recuerdos hermosos me quedan de esta época

de mi vida en la que acompañado de mi perro; rodeado

de aquellos chiquillos oriundos del territorio en que

habitaba; libres y contentos, vagábamos por paisajes de

ensueño, entre el bosque secular o trepábamos a un

enorme guayabo ,que había crecido junto a la escuela,

en donde, además de disfrutar los dulces frutos,

conversábamos de todo, horqueteados displicentes,

sobre sus corpulentos brazos, mientras abajo el mundo

discurría tranquilo como en una Telenovela Rosa: Mi

madre y sus interminables oficios, mi padre en sus clases,

los campesinos de aquí para allá y de allá para acá, como

hormigas; y a lo lejos, la silueta de la cordillera en la que

una tras otra se amontonaban los espinazos azules de las

montañas, como descomunales dragones dormitando

bajo en candoroso cielo.

Los fines de semana la alegre rutina se cambiaba; había

que organizarse para bajar al pueblo por la remesa para

la semana, asistir a un curso de natación, de fútbol o de

muchas cosas más, que se inventaban los grandes; y casi

siempre, la visita a donde los abuelos.

Apostados a un lado de la carretera, sobre un barranco,

esperábamos el paso de la “chiva”, un enorme bus con

trompa y corazón de camión, que roncaba

poderosamente mientras desenvolvía la cinta polvorienta

del camino, plagada de vueltas y revueltas; subidas

difíciles y bajadas bruscas, que para mí, con apenas

cinco años de edad, se convertían en gozosa aventura;

pues el viaje desde mi país de árboles y flores; al país de

los abuelos paternos que nos reclamaban en la distancia,

se convertía en una poderosa hazaña digna de valientes.

Una vez en la ciudad, el viejo camión transformado en

“chiva”, reducía el paso y se deslizaba entre el agobiante

tráfico con su carga de pasajeros, bultos, animales e

inquietantes gritos que impedían ver el cielo y tornaban al

miedo duro como el concreto, tormentoso como un

huracán y triste, sin trinos de aves, ni el discurrir del río

entre las piedras; al que también ahogaba la

incertidumbre.

Mi corazón saltaba de inquietud y de manera intuitiva

comenzaba a reconocer y adaptarme a los diferentes

aromas, tamaños, volúmenes, colores, y sonidos del

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mundo entorno. La verdad… aunque temeroso, disfrutaba

de todo, y todo lo percibía como en un sueño; de tal forma,

que cada cosa, cada ser, cada acontecimiento grande o

pequeño iba dejando poderosas marcas en mi alma y en

mi cuerpo.

Pero, entre tantas inquietudes y estremecimientos,

experimentados en mi primera infancia, debo reconocer

que uno de los hechos que más recuerdo ahora, a punto

de recibirme como Profesional en Artes Plásticas, es, un

lejano domingo en que mi madre me llevó de visita al taller

de sastrería del abuelo, quien, ya con 64 años de edad,

y 50 de experiencia en el oficio en la sastrería, se había

establecido en la vereda “la Arabia” ubicada a unos

cuarenta minutos del casco urbano de la ciudad de

Pereira.

El camino fue gozoso, aunque a cada paso mi madre,- ¡

Pobrecita!- debía evitar que pisara en un charco, cayera

en un hueco de la vía o fuera aplastado por alguno de los

pocos vehículos que avanzaban por las estrechas calles

del caserío; pues mi inquietud por llegar pronto donde el

abuelo, me impedía andar en forma moderada; y la

ansiedad me convertía en un costalado de emociones a

punto de reventar, transformando mi rostro infantil, en un

lienzo vivo, en que se mezclaban risas nerviosas y gestos

de rechazo.

Me parecía que, cuantos cruzaban a mi lado impedían mi

llegada; parroquianos de buenos modales que se

detenían a conversar con mi madre o intentaban

acariciarme, todo lo cual rechazaba en mi afán por

continuar.

Luego de muchos tropiezos y paradas inútiles, en las que

me percaté de nada nuevo en el parque, entrábamos a la

calle principal, iluminada a esa hora por el sol de la

mañana que pintaba las puertas de colores variados,

florecía en los balcones, y se entrometía sin más, en los

negocios abiertos al lado de la vía.

El taller de mi abuelo; ubicado en la mitad de una calle

larga, era anunciado por un aviso metálico de letras rojas

sobre un fondo blanco en el que se Leía “Sastrería Real”

Y a un lado; poco definido y mal dibujado un pantalón de

hombre junto a unas enormes tijeras.

Al llegar frente al local, se destacaba la figura del viejo,

por encontrarse un poco alto, al nivel de la calle, rodeado

por telas de variados colores sobre una percha en forma

de escalerilla; una mesa de corte y sobre ella un burrito

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de planchar, de esos rellenos de aserrín; un agujetero en

forma de muñeco erizado de las metálicas puntas;

carteles de chicas sonrientes sin marco, sujetas a la pared

o colgando de un clavo. Un estante mediano con

pantalones doblados cuidadosamente y junto a ellos, un

tarro plástico lleno de hilos de todos los colores; un

maniquí vestido con saco de hombre y otro con chaleco

cruzado por una pañoleta de seda blanca; y en un rincón,

una caja grande inundada con retazos de todo tipo; desde

tiras de entretela, hasta pedazos de paño, terciopelo y

seda; pues el dueño, sin duda, hábil maestro en el arte

de la confección, era ocupado sin fin por una variada

clientela y desarrollaba todo tipo de encargos, de los que

quedaban sobrantes de toda clase, sobre todo debido a

su desempeño como renombrado “chisguero” (persona

que hace “chisgas”, es decir, arreglos de todo tipo), capaz,

según había escuchado mil veces en su casa, de

transformar un saco de hombre en un pantalón para un

chico, o elaborar una cortina, un forro para una lavadora,

una sábana, un moño, un corbatín de seda, un toldo de

tela cruda y todo lo demás que los clientes propusieran;

que la sastrería no solo se ocupa de vestir al hombre, sino,

a todo aquello que le es familiar y hace parte de su

mundo-entorno.

Frente a su local, en plena Calle Real me invadió la

sensación de encontrarme en la tienda de un

prestidigitador sacada de un cuento oriental. El cuadro era

perfecto, tanto colorido, su mirada picarona por encima de

las gafas; la melena totalmente blanca, un poco inclinado

sobre la máquina, conduciendo con suavidad la tela que

era perforada una y otra vez por la insidiosa aguja que no

terminaba de moverse arriba y abajo como marcando una

marcha juguetona que era acelerada o detenida por la

mano poderosa del mago que la conducía.

Vino, entonces, el respetuoso saludo de mi madre; el

intercambio de expresiones de afecto sellado con un beso

en la mejilla del anciano, durante lo cual, esta le entregó

el portacomidas, de brillante aluminio, en el que traía su

ración diaria, hecha en casa.

Luego del mencionado protocolo, mi abuelo se volvió a

sentar frente a la máquina y yo quedé absorto frente al

aparato observando sus llamativos mecanismos; el pedal

formado por una telaraña de hierro colado: La rueda

arrastrando su banda de carnaza, la plancha, el manubrio

girador, la palanquita de cambios y retroceso como una

rígida lengua asomando por una oscura ranura junto al

lado del bobinado; la inquietante carretita de hilo

deslizándose sin parar como una bailarina de colores; y

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las partes del traje en proceso, que iban cayendo de la

mesa y eran rescatadas en el aire, justo antes de tocar el

suelo, por las manos sabias y acariciadoras del abuelo

que las salvaba de empolvarse; procediendo luego a

hacerlas girar misteriosamente, doblándolas una y otra

vez, trayéndolas hacia él y lazándolas luego adelante

hasta ponerlas en posición adecuada, para coserlas de

nuevo, en un juego entretenido, del que, como por arte de

magia y por el esfuerzo humano iba materializándose el

traje; tal y como por arte de magia, se forman en el sueño

los seres y las cosas

De cuando en cuando, percibía el interesante parloteo

entre el abuelo y mi madre, pero sin atender cabalmente

a lo que decían, entretenido en la costura y fascinado con

el acontecimiento como un aprendiz de científico

convocado a su primer experimento, del que solo le era

dado observar el resultado que exhibía su encantador

maestro, quien con los más exquisitos movimientos de

sus manos, iba materializando la obra.

De un momento a otro, abuelo y madre me descubrieron

embelesado en el proceso; sus caras se iluminaron y,

ante mi total asombro, el querido anciano me tomó con

fuerza entre sus brazos y elevándome por los aires, me

sentó en un pequeño espacio libre del mueble de la

máquina. Hundí los hombros de manera intuitiva y

empuñe las manos en un gesto de sorpresa. Pasado un

ratico, la conversación se trasladó del clima, a las noticias

del día; y de esto al bolero que en ese instante brotaba de

un gracioso radiecito, ubicado en una repisa al lado de los

cortes (retazos de tela, sobrantes).

En un momento en el que los mayores conversaban

animadamente, alargué las manos y las apoyé sobre la

suave superficie de la mesa: El abuelo, quien no había

dejado de pedalear, sintió cuando mi dedo índice fue

arrastrado con la tela y atravesado por la poderosa aguja,

quedando atrapado de repente, entre el pie de la costura

y los dientes de la máquina.

En una reacción instintiva, mi madre saltó en su asiento,

y el abuelo detuvo el pedal de la máquina, y…yo, el

curioso niño embelesado por el misterioso mecanismo de

aquel monstruo metálico, sentí el doloroso influjo de la

magia que atravesaba mi dedito; fría, incisiva y dolorosa,

como mordedura de serpiente.

El punzante golpe en mi dedo; y la posterior sensación de

vacío, me llevó a gritar de la impresión, puesto que, el

dolor aún no recorría mi cuerpo, y me preguntaba por qué

me hacía eso, si yo, lo único que quería era jugar un poco

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con ella y conocerla; además, había esperado tanto

tiempo para poderla tocar, que se me antojaba casi irreal

que me estuviera haciendo sentir tal dolor; pasando en un

segundo, de ser mi delirio, a ser mi atacante.

Luego, entre gritos y lágrimas, me frotaban en forma

intermitente; al tiempo que me solicitaban una y otra vez

no gritar. De pronto, con un brusco movimiento,

arrancaron de mí ese dardo de acero, procediendo a

anudar en el sitio de la herida, con una tira larga que se la

había cortado de afán a algún pantalón, para presionar mi

dedo, sentenciando casi en coro:

¡Tranquilo! , ¡Tranquilo!, eso no es nada-

…Y acto seguido, tirar de nuevo y preguntar (eso sí, sin

convencimiento alguno):

¿Te duele?- ¿te duele?

Momentos después, del incidente, sentado lejos del

monstruos artefacto mirándolo con desagravio, me

cuestionaba, llegando siempre a una misma y

devastadora conclusión: – Había sido, yo mismo, quien

había metido la mano y provocado todo-, de lo que

resultaba un solo culpable, lo que me negaba una y otra

vez, pues aceptarlo, me hacía sentir muy mal.

Pasaron los días y el inquietante encanto de sus armonía

me cautivó nuevamente, por lo que mostrándome fuerte

y decidido, me ubiqué frente a ella y procediendo con total

decisión la eché a andar de nuevo; lo que sé, resultará

contradictorio para quien no ha vivido una situación tal ,

en donde sólo afrontando el peligro y el riesgo, juntos, se

te permite avanzar; lo que te atrapa y embelesa; misma

razón por lo que lo seguí intentando una y otra vez, hasta

sentirme en total dominio; pues , la satisfacción que brota

de superar nuestros temores resulta indescriptible.

A mis escasos 5 años, encontré en aquel inquietante lugar

de tres por cuatro metros, toda la magia representada en

dos máquinas de coser, un mesón que hacía las veces de

cama, una plancha que parecía un pequeño dragón, un

baño chillón, recortes de telas de colores, reglas

irregulares que parecían moldes para una nueva

geometría, hilos de extraña finesa, tijeras maravillosas

que tocaban su mejor pieza musical cuando más afiladas

estaban, y alrededor de todo esto tres o cuatros hombres

que sin perder su hombría se movían y creaban sin par;

tras la música, los chistes, las charlas, las chanzas,

porque entre ires y venires se cosían trajes y mentiras

para todo tipo de personas, que la clientela se multiplicaba

de manera misteriosa; y cuando no, entonces en la

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inactividad de las tardes, el sopor llevándolos a

plantearse negocios inauditos , favores imposibles, con

los que cancelar todas las deudas heredadas de tiempos

difíciles

Y es ahora, durante las largas jornadas de trabajo, en mi

taller, disimuladas con pan y gaseosa, en que cuando

comencé a extrañar la presencia de mi abuelo y su

exquisito magisterio, que imprimía una dinámica al día ,

día; y establecía un particular orden para el mundo; como

en las tardes, cuando partía desde la enorme casa a

llevarle los alimentos que le enviaban a él y a sus

ayudantes (garitiar llaman , a esto, en el oficio),lo que

recuerdo al comienzo realicé con mi padre; quien me

acompañó muchas veces, sin aclararme nunca, que

aquella era una misión especial, cuyo significado me

permitiría, con el tiempo, descubrir poco a poco, muchas

claves del trabajo artesanal, pues la realización de la obra

artística, es la suma de un conjunto de acciones en las

que resulta significativo el aporte de todos; desde quien

fabrica los pigmentos, hasta quien plasma la obra; pues

por un muy encumbrado o desconocido que sea el artista,

requiere de los otros para llegar a materializar sus ideas.

Quizás por ello, era que, impulsado sado por la magia del

oficio sartorial, husmeaba por todos los rincones de la

enorme casa donde habitábamos, hasta encontrar las

claves, los horarios, los mecanismos domésticos tras los

cuales se producían el sustento para los que laboraban

en la sastrería, un oficio mágico y simple a la vez, al que

se sumó en mi infancia, el gariteo; el cual cumplía con

ansiedad y dedicación ; y que me condujo posteriormente

a interesarme por otros disciplinas y espacios, que se

encontraban en el recorrido al taller del abuelo, como los

talleres de mecánica, de soldadura, el restaurante, y el

más animado de todos: el control de las chivas; esos

animales mecánicos de muchos colores y un roncar

ensordecedor, que parecen descomunales alebrijes con

motor de una cosa, chasis de otra, cuerpo de otro;

monstruos híbridos, y otros , pertenecientes a mundos

alternos en donde cada día se transforma la materia y se

reinventa el mundo; como en la obra artística, que se

apoya en todos los saberes del hombre, porque presenta

la temperatura del hombre y su temperamento, forjado en

un devenir histórico que no se detiene y avanza impulsada

por quienes van en pos de mundos inéditos, como el que

se formó al unir el lenguaje sartorial y la obra plástica.

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Y ya, más adelante, luego de haber batallado durante

años y años con múltiples teorías, aprendido uno que otro

procedimiento pictórico, escultórico o arquitectónico;

discutido largamente la diferencia entre Arte y Artesanía

( con mayúsculas) y vivido un poco; tan sólo un poco,

llegaría a entender que estos agitados lugares, y

particularmente el de las sastrerías, permiten el

surgimiento y la agrupación de familias muy numerosas

como la de mis tíos, donde según sus mismas historias,

cuando había urgencia por entregar un trabajo, se

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involucraban todos, desde el más pequeño al más

anciano, encargándose de extenuantes tareas como,

coser a mano, planchar durante días enteros; sin esas

preocupaciones abstractas por lo que plantearon Karl

Marx, Fox, Taylor sobre la plusvalía y las formas de

colaboración remuneradas o no, porque ellos entendieron

muy pronto y bien, que la sastrería es una forma de vivir;

un trabajo, un arte y un oficio y todo al mismo tiempo; es

decir - una forma de estar en el mundo- ;con implicaciones

materiales y espirituales como todos los oficios del

hombre; que van más allá de la simple empiria ; pero

también, superan toda teoría.

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BASTAS

• Axioma 1

Según Vygotsky, desde la psicología y Kiera Egan en lo

relacionado con La obra plástica y la creatividad:

“La obra artística es hija de su tiempo y un grado de

desarrollo sociocultural particular, matizado por la acción

de su creador que, como un alquimista, un mago, o un

testigo presencial se estremece ante los acontecimientos

y los resignifica expresándolos en la forma que su ánimo

y conocimientos le permiten”.

• Axioma 2

Es un principio básico de la dialéctica que:

“Lo que une separa- y la experiencia lo ratifica”

Estas sentencias resultan contundentes y definitorias en

la obra artística, en la que el proceso resulta tan

importante como el resultado final, pues, la paradoja que

proponen, se resuelve en que, su propia realización,

marca la forma en que se estructura el pensamiento y

cobran forma las ideas.

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• Axioma 3

Es base en la geometría plana (euclÍdea), que:

“En el círculo todos los puntos se encuentran a la misma

distancia del centro”

Y, siendo que el arte y la costura son dos puntos en el

plano del hombre, cada uno de ellos representa un trozo

de su conocimiento y su experiencia, y, superpuestos,

(Unión, en Teoría de conjuntos) uno mayor con el que

resolver asuntos esenciales a la vida humana,

relacionados con la sobrevivencia, el goce y la

interminable búsqueda de la felicidad que se inició en las

épocas de las cavernas y no parece tener fin, porque se

multiplican con los tiempos, tornándose más complejas y

relativas.

1Orlando Fals Borda. Entrevista

• Axioma 4

“El hombre es un ser sentí-pensante”1

Y por eso, se ha lanzado desde sus orígenes, en una

carrera frenética, en la que da bandazos de un lado a otro

buscando sobrevivir y gozar; para lo que se empeña en

acercar la ciencia y el arte, en busca de nuevos códigos

que le permitan aquietar su espíritu, calmar sus

necesidades y expresar sus pensamientos, los que

expresa en obras y objetos en ideas plenas de colores,

formas , aromas y vitalidad.

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•Axioma 5

Costura y coser; sustantivo y verbo que aluden al

milenario oficio de elaborar prendas con las cuales vestir

al “mono desnudo”2 quien impulsado por la necesidad y

herido por la curiosidad, ha buscado desde siempre las

maneras más apropiadas, a la vez que hermosas de

abrigar su débil cuerpo y cubrir con gracia todos los

objetos y seres que le resultan significativos en su efímero

paso por el mundo, creando un dialogo incesante entre los

elementos de dos dimensiones que se interceptan una y

otra vez; permitiéndole creer y gozar ,en otras

dimensiones que involucran tiempos y espacios

divergentes.

________________

2 Desmond Morris. El hombre desnudo.

Barcelona, España, 2009.

. Axioma 6

El arte refleja el mundo exterior e interior del autor; no

como un espejo devuelve la imagen de los objetos y seres

inmersos en un ambiente, sino, como un potente

caleidoscopio en el que las variadas imágenes se

combinan y multiplican por acción del movimiento y con

acuerdo a la calidad y cantidad de luz y sombra, materia y

sueños, que en uno y otro momento inciden sobre su

espíritu.

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Explorando a veces, preguntando, otras; revolcando y

experimentando siempre, me he reencontrado una y otra

vez con la maravillosa máquina de coser ,marca “Singer”

de formas sinuosas, que mi abuelo dio a papá, y que por

cosas del destino o la divina “Providencia”, cayó en mis

manos como un regalo, sin olvidar que transcurrió un gran

tiempo inadvertida en el cuartico de atrás de la casa, en

donde se suelen guardar las antigüedades o mejor dicho

los restos de todo lo que no se vota, pero se conserva,

porque -“eso sirve”-, y que más que cuarto, parece un

cementerio, porque en él todo luce muerto y

extrañamente, a todo , le falta alguna parte para estar

completa y funcionar, y , tal como los N.N. en la morgue

de un hospital, que han sido abandonados allí , con la

esperanza que alguien, alguna vez, los reclame.

Así pues, impulsado a ello, como atraído por un invisible

imán; ( quizás mis prístinos recuerdos) decidí hacerme

cargo de aquella mágica estructura ; dándome cuenta,

claro está, , desde un comienzo que debido a los ires y

devenires le faltaba una que otra pieza, por lo que me

entregué a la tarea de repararla.; viéndome obligado a

consecuencia de ello, a recorrer la ciudad de un lado a

otro hasta encontrar los elementos que me permitieran,

como en los cuentos de hadas, poner a andar de nuevo

su corazón.

Y , he de anotar que, en esa búsqueda iniciada, llegué

hasta una clínica de maquinarias, atendida por un viejo

de mirada suspicaz, y con una edad muy parecida a la de

mi abuelo, en el que sentí resonar inmediatamente mi

deseo, pues al llegar al almacén y preguntarle si podría

ponerla a andar de nuevo, me llamó aparte, como a quien

quieren contar un secreto y en vos baja me susurró que,

él, sí podría arreglar aquel vejestorio, el cual, a pesar de

su apariencia, se encontraba fuerte , sentenciando luego;

APERTURA

“La sencillez de la forma no implica la simplicidad de su experiencia”

Robert Morris

24

como quien comparte un secreto celosamente guardado;

hasta que aparezca el destinatario apropiado:

–esa máquina que usted trajo, ya no se consigue, joven,

aunque, en mis tiempos era lo mejor. ¡Es que,

definitivamente en otras épocas, las cosas se hacían

para que sirvieran durante toda la vida...

Recuerdo como, por boca de mi abuelo primero; y mi

papá, después, me enteré que la Sastrería pertenecía a

esos oficios de gran demanda, durante el siglo XX; en el

que héroes como los zapateros, ebanistas, talabarteros,

alarifes (nombre antiguo con el que se dedicaba a los

constructores de casas , traído a estas tierras por los

españoles) los Sastres y otros magos de pueblo, hicieron

que el caserío se convirtiera en vereda, luego en Villa;

para, finalmente, llegar a ser ciudad, ayudado en este

tránsito, por estos personajes de dimensiones épicas, que

de una forma mítica enfrentaban sus trabajos, creando y

desatando las claves para enaltecer las labores del

hombre y ponerle sentido y buen gusto a las artes y los

oficios.

A estos trabajadores debemos tanto en nuestra historia,

porque no solo cocían trajes para cubrir la desnudez de

las personas; que en las sastrerías también se

remendaban conciencias, y por eso a estos personajes se

les contaban y se les consultaban todas las incidencias

del pueblo, elevándolos de esa manera , a una posición

privilegiada, ya que, en razón de su oficio, y la ubicación

de sus talleres, cualquier día podían encontrarse

atendiendo un personaje político, de gran influencia

como el alcalde, otro al obrero y otro a un vagamundo que

cruzaba la primera vez por estos territorios y reconocía

en ellos, al interlocutor perfecto; y en muchas ocasiones,

al guía que acompañaría al foráneo en su intrincada

aventura por el secreto mundo del poblado.

Yo, por lo pronto, hice componer la máquina, y me puse a

“mecaniquiar”. Jugando y explorando durante largas

horas, con la misma máquina, después de más de 15 años

de mi primer acercamiento, encontrado, desde el

comienzo, un gusto y un encanto, desbordados, que aún

hoy, me sorprenden y estremecen.

En esos momentos, con la pequeña guía de papá, y sus

consejos, acerca de lo que recordaba del oficio, pude

convertirme en el- Pequeño Arreglatodo de la casa- desde

lo que se dañaba, ya estaba dañado ; e incluso de todo

aquello que impulsado por la novedad, surgía de todas

partes, impulsados por los deseos de cuantos me

rodeaban, y encontraban en mí, la posibilidad de revivir

25

aquellos trajes que un día, habían sido importantes para

todos, generando una dinámica que me arrastró con la

fuerza de un remolino, obligándome a trabajar duro, para

cubrir los múltiples encargos de mi mamá, mi abuela, mi

papá, mi hermana y otros, que una vez atendidos, atraían

otros que se iban acumulando hasta formar intrincados

rompecabezas o altas torres, de los que surgían trabajos

muy sencillos o complicadas labores, que me suponían

investigar, diseños, materiales, y procedimientos ; hasta

inventar otros de los que jamás tuve noticia, proceso en el

que, comencé, sin darme cuenta, a aplicar muchos de los

conocimientos y técnicas aprendidas en la academia en

relación con la maestría en Artes Plásticas

En un comienzo, ser quien todo lo arreglaba pareció

divertido, pues era ante todo un reto, libremente asumido,

luego costumbre, y posteriormente, algo tan pesado, que

debí revelarme un poco, pues, si algo resulta exigente y

requiere de más tiempo y “cerebro”, es: arreglar, reparar,

componer, re-hacer; pues, la limitantes son muchas y el

resultado debe ser puntual y exacto; tal vez por eso mismo

las gentes buenas de mi pueblo afirman con toda

sabiduría, que :

“es mejor hacer nuevo que remendar” (refrán popular en

las regiones de: Antioquia, Caldas y Risaralda, tierras a

las que me encuentro vinculado física y espiritualmente,

pues son la patria de mis padres y el escenario de mi

niñez).

Y de esto, varios aprendizajes básicos para un artista

perteneciente a cualesquier disciplina; -Aprender del

error-, ser ordenado en el desarrollo de los diferentes

pasos de la elaboración de la obra artística, solucionar

cada uno de los retos que se presentan en el camino; y la

adopción de una postura ética en el desarrollo de la obra,

superando la falta de educación y cultura, de aquellos

artesanos que se han formado por fuera de la academia ,

quienes a pesar de lograr excelentes resultados técnicos,

suelen caer en errores derivados de costumbres

inapropiadas, como engañar al cliente, lo cual se puede

ilustrar , de muchas maneras, como cuando en los talleres

de sastrería se le miente deliberadamente a quien realiza

un reclamo, sobre una obra ya entregada, cambiando la

refacción que solicita, por una planchada, una estirada; o

engañándolos con el viejo truco de – la prueba del

gancho- en el que el arreglo que se solicita, sea un

reclamo justo o no, se atiende colgando la obra en un

gancho y llevándola a un rincón, de donde una vez

regresado el propietario se rescata para entregársela,

expresándole frases de distracción, como:

26

– Ya le realice el arreglo que usted solicitó - o - ahora sí

quedó bueno el trabajo-.

Destacándose de todo esto, que casi siempre los clientes

marchan satisfechos, sin que la obra haya sido

intervenida; pues el poder hipnótico de las palabras, son

un somnífero igual de potente que las fórmulas usadas por

un mago para cambiar la realidad de quienes asisten a su

espectáculo, confiados en su poder; pues el simple hecho

de prestarle atención, el cliente se siente atendido en sus

deseos y acepta, sin discutir sentencias tan absurdas

como: - se le había crecido el pantalón- o –usted tiene una

pierna más larga que la otra- resultando bien gracioso;

puesto que allí se devela un poco el carácter

impresionable de la naturaleza humana; ya que a cuentas

de los muchos intereses que nos atraviesan a nivel social

y por falta de una educación con un verdadero rigor

científico, la mayoría de las personas-gravitamos en un

mundo intermedio entre la realidad y la ficción-.

Esto mismo, dicho por un literato.

-“Todos los hombres somos niños de diferentes tamaños”.

Frase, del eminente escritor ruso fedor Dostoievsky,

quien nos señala con total claridad que, en ningún

momento de nuestras vidas y a ninguna edad, perdemos

la capacidad de asombrarnos, creer y soñar, esperando

respuestas siempre mágicas y soluciones fantásticas a

todo lo que desconocemos, situación muy usada en todo

tipo de talleres, en donde el cliente que no conoce del

asunto que solicita un arreglo es engañado una y otra vez,

obligándolo basados en su ignorancia, a incurrir en gastos

y acciones que no deberían ser cargadas a él, ni a su

pecunio.

27

Todo lo afirmado hasta aquí, condensado en los Axiomas; como verdades que no requieren de explicación,

permite: Enunciar los siguientes Principios Básicos:

Principio 1

El arte es una forma de conocimiento, tan valioso, como el conocimiento tecnológico, por ejemplo, que se cimienta en

la experiencia y la intuición, llamados por algunos como: “Razones del Corazón”, en oposición a las leyes de la ciencia,

en las mismas que se apoya para progresar; puesto que toda obra artística exige del autor o autores, el dominio de un

conjunto de saberes y un conjunto de deberes, una posición crítica y un conjunto enorme de conocimientos que le

permiten ser y expresarse. –“Toda la materia está formada por fuerza acumulada. Por eso las ondulaciones de las

puntas de la colina cada árbol y cada roca están poseídos de una fuerza vital inherente a ellos.”3

__________________

3 Luis Racionero. Textos de estética taoísta. Cap.3 El arte de la pintura

28

_________________________

4 Wong Wuicius. Fundamentos Del Diseño Bi- y Tri- dimensional.

Edit. Gustavo Gili. Barcelona, España. 7ª edición 1991

29

MEDITACIÓN

“Un hombre escala una montaña porque esta existe.

Un Artista hace arte porque este aún no existe”.

Carl Andre

Hilando, cosiendo y tratando de ser creativo con lo poco

que sé, me doy cuenta lo difícil que es esto de coser a

máquina y aunque ya la puntada me sale un poco

derecha, es difícil no equivocarse, pero también es difícil

no emocionarse, puesto que todos los actos creativos

tienen en sí algo de mágicos, sea este: Pegar un botón,

coger un prense, hacer la bota de un pantalón, zurcir un

orificio inexplicable(esto es exactamente lo que realiza un

sastre cuando practica un bolsillo en una prenda: Hacer

un orificio para después remendarlo; muy similar a lo que

ejecuta un delantero en el juego fútbol, quien se acerca

al arco y realiza una gambeta arriesgada a fin de

descentrar al arquero, quien debidamente ubicado en su

espacio, el que el cuida celosamente, por todo el equipo,

se ve obligado o a abandonarlo por un breve momento,

creando un hueco inexistente, que es aprovechado por el

atacante, para para poner allí el balón ,que si existe, lo

que lo lleva a la máxima emoción del juego, la realización

de un gol.) o haciendo una pieza completa, el acto creador

más se parece a una invención, que a la solución de un

problema, o varios problemas si hablamos de algo más

complejo.

Confundido ante al reto de negarme a la hora de

embarcarme en un arreglo que no llevara a ningún lado,

me impuse la tarea personal de elaborar una pieza

completa, y luego de muchos intentos fallidos, pliegos de

papel cocidos y descocidos, pude terminar un bolso muy

30

sencillo. Objeto simple y común pero portador de una

magia única que aun hoy recuerdo con agrado. Mi madre,

mi padre y mi hermana fueron los jurados de aquel

impulso creativo, y fue con ayuda de ellos que pude

transformar algunos pedazos de tela en un objeto

particular; portador ya, de un lenguaje híbrido, que

mezclaba la gramáticas del Lenguaje Sartorial y las Artes

Plásticas; en una semántica propia y definitiva, limitada

por zonas difusas en las que se confundían las teorías del

color, el manejo del plano, la composición artística y la

utilidad del objeto.

Emocionado ante aquello, elaboré otros con algunas

pequeñas variantes, e inundé con ellos la oficina de una

tía, las aulas de algunas compañeras de mi madre y unas

amigas de mi hermana, descubriendo así que la costura

es una estrategia, una herramienta y un procedimiento

poderoso que permite elaborar piezas inéditas, que una

vez replicadas y adornadas con sentido artístico, se

convierten en objetos deseables que la gente adquiere

para poder utilizarlas y portarlas a su antojo, pues impacta

sus intereses y sus sentimientos.

Esto me condujo a la búsqueda de muchas más

respuestas y comencé a comprender un poco más el

maravilloso arte de la costura, el telar, interesándome

entonces por analizar las diferentes maneras de anudar,

unir, poner, sobreponer, solapar, colorear, componer,

permutar, reemplazar y modelar, términos que definen, en

cierto modo, la sintaxis del lenguaje artístico; en el que al

igual que en la comunicación escrita, los elementos que

se utilizan, sus características y porcentajes dentro de la

obra, señalan los oficios que cada uno cumple en la obra;

en donde unos sirven para indicar los objetos, las

cualidades, o el movimiento , y las uniones entre unos y

otros determinadas por el manejo que se da a la luz, el

trazo, y el plano, en las diferentes dimensiones, en que

el artista intente expresarse.

De esta manera, apliqué toda mi energía a la exploración del nuevo lenguaje que buscaba; encarpetándome de tal

manera en la, ahora, frenética búsqueda, que pasaba noches y semanas enteras elaborando nuevos diseños, eligiendo

telas, combinando colores y craneando los mejores procedimientos para realizar la obra; así que fui que iba mezclando,

en forma intuitiva, a veces, y en forma consciente, otras, los conocimientos artísticos y el lenguaje de la sastrería, de

tal manera, que pronto encontré referentes artísticos-geométricos aplicables en mi tesis, de artistas , diseñadores y

31

arquitectos como a Wucius Wong 4 l quien con el manejo de sus retículas; el orden y la racionalidad para explicar el

espacio las diferentes formas en que éste se puede aplicar; dio aún mayor sentido a mis planteamientos.

Sumado a este, se puede considerar la manera de entender el orden (convergente o divergente) y la complejidad; de

parte de Maurist Cornelius Escher , quien además planteó alternativas que encontró en sus juegos visuales; llegando a

demostrar; muy en línea con las explicaciones que se pueden realizar, utilizando la cinta de Möbius, y las

consideraciones matemáticas acerca de este asunto; que los conceptos latos de: Arriba, Abajo, Adentro y Afuera,

resultan más que relativos, y dependen de la perspectiva del observador y hasta de sus concepciones (cosmovisión e

imaginarios colectivos ,por ejemplo) y estos “Hechos”, no pueden considerarse invariables del conocimiento, sino en los

”Mundos orientables” de los que hablo el matemático oriental, Lee; todo lo cual, trasladado a mi tesis, permitiría afirmar

que en la Gramática del lienzo, una línea, en el caso de la pintura, o una costura, en el caso de la Sastrería, pueden

interpretarse como frontera entre un mundo Bi, o Tridimensional; y operar en diferentes direcciones, o bien en

representación del objeto artístico; o bien en su abstracción; creando con ello múltiples posibilidades de interpretación

de la obra y los elementos que la componen; los cuales en el caso de mis cuadros,” Pintados con la máquina de coser”,

dependen de la distancia entre puntada y puntada (“Tiempo” se denomina en sastrería, y se encuentra relacionada con

la altura de la aguja); así como el trazo depende del número de aguja que se utilice, y la tensión del hilo, consecuencia

de la manera en que se enhebre o tiemple el hilo ,la calidad del lienzo, las características del “Pie” (Pisacostura); y la

velocidad a la cual se cose (o en este caso: Se pinta el cuadro en la máquina); quedando por determinar las otras

tensiones a las después se verá sometido la tela , dependiendo si el cuadro se va exponer en el lienzo, mismo, o se va

desarrollar todo un proceso para trasladarlo al lenguaje del metal( cobre, bronce, aluminio, níquel, otros); como es el

caso del que materialicé en aluminio, para esta tesis, fundido, por mí, en compañía de colaboradores, en los talleres de

fundición del maestro Hernando Fonseca, ubicado en la capital de la república, en donde se han desarrollado obras, tan

32

importantes, como los emblemáticos “zapatos viejos”, expuestos a todo público, en la ciudad de Cartagena; y que son

un homenaje a la magnífica obra poética del escritor Luis Carlos, El Tuerto” López.

Otra consideración importante; relacionada con la nueva lengua, desarrollada para la materialización de los cuadros que

pinté en la máquina de coser; y que demostrarían la tesis, se relaciona con el hecho que en estas obras que integran el

Lenguaje de la Sastrería y el Lenguaje de la Plástica, el lienzo no se monta sobre el bastidor al comienzo de la labor,

sino, al final, de donde resulta que este se pinta (cose), destemplado , y sin bastidor, quedando expuesto a una técnica

de manejo, diferente, la cual, apenas vengo deduciendo; pero que en todo caso, deberá conducir a establecer unas

pautas básicas de manejo, antes de su presentación final.(Como ejemplo, se incluyen aquí fotografías de otros cuadros,

de la misma serie, que también fueron pintados en la máquina de coser, pero a diferencia del ya mencionado, colgados

en bastidores tradicionales, antes de la exposición final. (Ver: Salida)

33

Cornelius Maurits Esher. Swans. 1956

34

Igualmente, cabría considerar las interpretaciones del

espacio que realiza Negret cuando rompe la verticalidad y

sustrayéndose de él mismo, impulsa la forma dejando ver

entre el negro, la luz y la sombra, los volúmenes que

parecen engañarnos.

Negret. Gran Mascara. Aluminio.

400 x 80 x 40cm. 1990

35

En este mismo sentido, el desciframiento de la obra de Victor Vasarely, pasa por

comprender y aceptar los multiversos que logra crear a través de sus trabajos, que

parecieran continuación del espacio y portales a otras dimensiones.

Victor Vasarely. EG-1-2, acrílico sobre lienzo. 102 x 102 cm. 1956

36

Destacamos que en la Arquitectura; expresión elevada de la Plástica;

abundan los ejemplos de quienes se han permitido soñar con enormes

y livianas formas, que transgreden las geometrías y procedimientos

establecidos; siendo una de las mayores, Zaha Hadid, quien ha creado

una gran variedad de obras que escapan en el espacio, intentando

atrapar su entorno y reclamando su lugar entre los hombres.

Zaha Hadid. Teatro de la opera de Guangzhou, China. Vestíbulo 2011

37

Continuando con la narración, es preciso mencionar que,

al tiempo que me sumergía en aquel diálogo entre la

Expresión Plástica y la Sastrería, me involucraba en el

mundo del trabajo; tal como lo hace todos los artesanos

del mundo, desde el callejero hasta el que cuenta con su

propio taller y todos los recursos para crear obras con las

cuales sobrevivir; desplegar la recursividad, el instinto y la

sensibilidad; mismas que han utilizado todos los

emigrantes que en el mundo ha sido para conquistar otros

territorios y triunfar. Y si se me permite, lo mismo que

hicieron mis tíos y mucha gente de su generación, quienes

en la década de los 60 y 70 huyeron hacia el norte

impulsados por la necesidad y armados tan solo con toda

la decisión de sobrevivir, pero educados sin saberlo, en el

amor al trabajo y el esfuerzo sin fin por alcanzar lo que se

proponían, animados por mi abuelo quien aprendió lo que

sabía en la universidad de la calle; en el mundo; con los

otros, con los que compartió su largo recorrido por esta

tierra.

Al final, fue tal su sabiduría y la astucia que heredaron,

que aún desarraigados de sus afectos, de sus vínculos y

de sus nichos; de su casa y de sus gentes, fueron capaces

de superarse a ellos mismos, y a pesar de su precaria

situación de , seres trasplantados, lucharon hasta

encontrar encontrar un tajo de tierra apropiado para echar

raíces, florecer y dar fruto; convirtiéndose en sustentos

para otros que más allá de sus fronteras confiaron siempre

en sus ayuda y esperaron su regreso, para verlos regresar

altos y poderosos; competentes y sabios; porque se

convirtieron en aprendices de todo y maestros de la vida;

dejándome un legado que no puedo ocultar y que se

expresa en todas las obras que realizo; desde las

pequeñas, hasta las grandes, en donde el único límite

aceptable es la propia necesidad de expresión.

38

Importante”. Zaha Hadid

La obra plástica y la costura , son provincias contiguas

ubicadas en un mismo territorio del conocimiento

humano, en donde convergen múltiples aspectos de la

técnica; los procedimientos y valores, a los que dan

unidad la inagotable capacidad creativa del ser humano

en todos los momentos de su existencia, tanto en

aquellos que empuja la inmensa rueda de su rutina por

la empinada ladera de la montaña, como en los que

impactados de plano por la alegría, heridos a muerte por

la diversidad, explotan de pasión o de dolor, dejando

entrever su verdadera esencia que se debate entre el

animal que se revuelca en el oscuro lodo y el ángel que

se levanta airoso hacia el cielo de la creación, porque

todo ser es una Bestia, o un Dios, en atención a que se

proponga crear nuevos universos en los que otros puedan

habitar; o destructor de aquellos en los se agencian la

sobrevivencia y el goce propio, y no los de los demás; la

otredad, el colectivo.

POSTULADO ÚNICO

“La idea de hacerse de los ángulos de 90º Todo empezó con la diagonal. Creo

la idea de explosión en reforma del espacio. Fue un descubrimiento

39

Royden Rabinowitch. Analytic construccion. Nombre after Kara

Korum

Y, es justamente en lugares tan efímeros como verdaderos,

en donde se impulsa el deseo creador, y se empujan las

diversas y diferentes manifestaciones del Ser, sea a través

de Arte conceptual, Renacentista, Barroco, Impresionista,

posimpresionista, o Cualesquier otro, que el autor se

encaminará a encontrar nuevas rutas por donde el arte

pueda definir el contenido y el continente. Cuando el

lienzo deja de ser soporte, y poco a poco va

transformándose en protagonista y razón, que el

diálogo y las maneras de ver la pintura van

cambiando y reinventando los roles.

40

Lucio Fontana. Concetto Spaziale, attese. Acuarela sobre lienzo.1.959

41

DESPLAZAMIENTO

En la mañana, el olor a fresco y la luz hacían que el día comenzara muy temprano, y aunque no eran

muchas las tareas que se imponía a los niños, si fueron muchas las que aprendí; desde trepar a un árbol

o desplazarme en las mañanas por ese pequeño paraíso, para llevar un alimento a alguien o entregar un

mensaje urgente.

En esa etapa de la vida, no era inapropiado correr, ensuciarme; ni mucho menos matarle las pulgas a mi

perro, porque lo que repugnaba allí llegaba por otras fuentes; y el peligro, se media con otros valores; lo

mismo que el esfuerzo, el trabajo y sobretodo la familia. Y aunque entre en ese mundo como un

emigrante, un foráneo, un desconocido, nunca se me rechazó pues, mi corta edad y el trabajo de mis

padres educadores rurales en ese entonces dejaban el camino abierto y la puerta sin cerrar para aquel

que deseara preguntar, saber o pedir un favor, lo que en últimas me allanó el camino; hasta tanto, que

en mis recuerdos llevo presente que hablar y preguntar , no son actos subversivos, sino algo tan natural

como respirar, reír o pintar; tres competencias que fortalecí en mis años de preparación en la academia,

hasta lograr empoderarme de las habilidades necesarias para acometer la realización de mi propuesta.

42

TEOREMA GENERAL

Partiendo de que lo artístico es un principio de la comunicación, un lenguaje, cuya gramática

agrupa aspectos esenciales del quehacer humano, tales: el manejo de la luz, la teoría del color,

el estudio de la línea, el trazo los volúmenes, la composición, y el equilibrio, y que, la costura como

ingeniería es el arte de vestir con elegancia y eficiencia al hombre y sus creaciones, se puede

concluir que al establecer un dialogo efectivo entre ambas disciplinas, dará como resultado un

nuevo lenguaje, sintaxis inéditas, obras de carácter multipolar y armonías insospechadas.

Dado además que el traje es nuestra segunda piel y que somos el único mono que cubre su cuerpo

y al hacerlo expresa sentimientos ideas y pensamientos, el arte de vestir y el arte en general, se

combinan para permitir los seres humanos expresar aquello que es esencial que lo diferencia de

la ameba o la ballena permitiéndole además de trajes, utilizar estos dos lenguajes, estas dos

gramáticas para construir obras plásticas tan válidas y contundentes como las que se propone

utilizando las herramientas de trabajo y los instrumentos clásicos tales como el lienzo y los

pigmentos, el pincel y el grabado creando un universo alternativo en el que la plástica y la costura

se conjugan como la cara y el sello de una nueva moneda o más exactamente como en una cinta

que se replica así misma, permitiendo el paso entre los diferentes planos de manera fluida.

43

OBRA VS ARTISTA

Recreando la postura y los ademanes, que apenas puedo recordar de mi abuelo, trato de no

olvidarlo y reencarnar aquel sastre joven de Viterbo, Caldas, que en su juventud se abrió paso en

la vida, porque descubrió que amaba la Sastrería, y se propuso ser hábil con sus manos y su

pensamiento para vestir a los hombres; y asumió el oficio con fervor, hasta que a través de él pudo

conocer y entender el mundo de una manera especial , tal vez diríamos, única, lo que más tarde le

permitiría impactar la vida de muchos de los que crecieron a su alrededor: Familiares , amigos y

otros, algunos de ellos contrarios a su vida y sus principios.

Al final, podríamos afirmar que los tiempos del progreso en nuestra historia, han dejado a su paso

estos objetos que cambiaron, cambian, y seguirán cambiando las vidas de todos y aún si miramos

que el progreso no es solo esto, sino más bien la capacidad de las personas para reaccionar a

cambios, entonces, esta es una historia diferente, porque, las herramientas lograron transformar la

cotidianidad de una manera sutil, bella y artística desde su trasfondo.

Fue el primer troquelado , y la primera moneda, la que permitió invertir los valores de uso y de ser

del dinero, el que circulando quitaba o daba valor al trabajo a las cosas, por lo que transpolando, a

nuestra preocupación, también otros se vieron en la necesidad de cambiar aquel pantalón de corte

francés por uno más cómodo, donde poder guardar, cargar y dar manejo a eso llamado dinero, la

sastrería registró este cambio; y todos los demás que han sobrevenido; porque todos los

conglomerados humanos, con independencia de sus niveles de vida han generado soluciones

44

apropiadas a los retos que el momento histórico les plantea, conformando destacamentos de

artesanos, quienes en el ejercicio de sus múltiples oficios han atendido las necesidades de los

demás, contribuyendo de esta manera y en forma más que significativa, a la transformación social ,

lo que a su vez generó un tránsito de las sociedades preindustriales a las postindustriales, en donde

desafortunadamente los oficios del ebanista, el alfarero, el peluquero, el talabartero; entre otros, y

por supuesto, el del sastre, se han transformado hasta casi desaparecer oscurecidas por prácticas

industrializadas de producción en masa, apoyadas en todos los avances científicos y tecnológicos; y

por supuesto, por maneras impersonales de comercialización de las obras, en donde el contacto

directo entre las personas es cada vez menor ; generándose para el artesano, la necesidad urgente

de reinventar el oficio y reinventarse así mismo; hasta lograr inscribirse de nuevo en el plano social

de donde las circunstancias económicas, políticas y de muchas otras índoles intentan sacarlo.

Meditando profundamente sobre este asunto, Y

consciente que las tendencias y las modas, se van

repitiendo una y otra vez; llevándonos a reincidir en los

temas y modelos que proponemos, aunque usando

materiales y técnicas emergentes, me propuse no

interrumpir ese flujo, sino dejarlo correr libre; tal y como

brotara de la fuente; para lo cual exploré con el lienzo

tratado en la máquina de coser, y las posibilidades de sus

mecanismos para reemplazar la espátula, los pigmentos ,

y el brazo del artista, que fueron trocados por la dureza

de la aguja, el rotar de la polea y las tensiones que genera

el hilo al perforar la tela con su monótona cantinela.

A esta altura de la propuesta, fui consciente de las

circunstancias particulares que determinaban mi vida:

Sólo, perdido en la metrópoli; lejos por algún tiempo de

mis seres queridos, con sólo 19 años de edad y queriendo

hacer del mundo un sitio más amable; buscando

afanosamente procurarme mi propio sitio , el espacio para

45

la creación artística, bajo mis propios parámetros y mis

razones; tal como lo hicieron todos antes de mí, desde mis

padres, mis tíos, mi abuelo, el abuelo de mi abuelo, los

artistas del XVIII, y los de la Edad Media y otros antes que

ellos, quienes también debieron apartarse de sus hogares

y migrar; en un autodesplazamiento que les permitió ver

el mundo con sus propios ojos y les obligó a encontrar las

herramientas necesarias para expresarse y sobrevivir.

En esa tarea existencial, pronto me vi entrando a la

universidad para matricularme en la carrera que más me

atraía : Maestría en Artes Plásticas; comenzando

entonces una aventura entre divertida y dramática, que

aún no termia, pero que he enfrentado con los ojos

abiertos, feliz de vibrar y resonar como insecto de un

jardín; enfrentado a una y mil decisiones, sin retroceder ,

ni abandonar; hasta no hallar las piezas del rompecabezas

de mi vida ; apoyado en algunas ocasiones por la amistad

de unos cuantos y la mayoría de las veces, la indiferencia

de muchos, cuyas actitudes y bloqueo agradeceré por

siempre, pues me permitieron permanecer alerta, y no

bajar la guardia, atento siempre, a los cambios del paisaje

y al ritmo de la vida.

Y en estos ambientes del arte y la universidad, pletóricos

de estímulos, cambiantes e hipnóticos, han transcurrido

los últimos diez años de mi existencia, durante los cuales

he atravesado por períodos de euforia y desaliento; y

modificado mi pensamiento estimulado por las teorías de

unos y las exigencias del entorno; desde creer que el Arte

es un instrumento de conocimiento, una forma de vida; un

lenguaje, instrumento para que los demás piensen ; en

resumen creer que el Arte lo es todo; o llegar a creer que

el Arte no es nada, solo una entelequia más; terminando

a estas alturas, por concluir, que el Arte es una simbiosis

entre pasión y negocio, capaz de brindarte emociones

supremas y supremas decepciones; porque te puede

llevar a vivir, pero, es claro, también te puede llevar a

morir. Un laboratorio donde se prueban y reprueban los

diseños del mundo; una trampa cultural construida de

teorías y técnicas , algunas de las cuales quedarán por

siempre enterradas en el Campus Universitario; y otras

muchas, llevadas para ser enterradas en los sitios más

inesperados: Un sótano oscuro y estrecho, un gran

apartamento acristalado en un edificio de moda, la casita

del alguien , la bodega de un familiar, bajo la cama, en el

armario, en un rincón de la biblioteca, en el auto, en la

nevera; o simplemente abandonadas sobre el

46

despreciable suelo de algún indeterminado lugar .desde el

que siempre nos llamará para atormentarnos; aunque

otras, definitivamente, se incorporarán definitivamente a

nuestro ser y a nuestra manera de sentir; como me

sucedió a mí, cuando intentando dar sentido a las tareas

y compromisos impuestos en la facultad encontré las

claves para vincular la Práctica Artística, con el oficio más

hermoso del mundo: la Sastrería.

Y así, entre ensayo y ensayo he ido estructurando esta

propuesta, que me permite evolucionar como artista, tal

como mi abuelo; quien después de mucho laborar como

simple pantalonero, (en Sastrería, el que sólo hace

pantalones), fue evolucionando hasta convertirse en un

modisto profesional, capaz de elaborar todo tipo de

prendas, desde una capa de seda, hasta un traje para una

licuadora; en una demostración de dominio y

conocimiento; digna de un maestro del arte; por lo que

siento que aunque un simple aprendiz, este oficio se

encuentra cosido a mis enjalmas, pegado a mis huesos,

impregnado en mi espíritu ; en mi forma de Ser y de

Hacer; aprendido en mi paso por la universidad y en mi

viaje por la vida; el que he realizado sentado en una

máquina de coser, que si lo pienso dos veces, es mágica

porque me ha permitido soñar y sobrevivir .

47

MEDITACIÓN

Bogotá, gran ciudad encantadora y contradictoria, amada y odiada, aquí trascurre mi vida y sin quererlo ha trascurrido

mi conciencia, que ha evolucionado tanto como mi razón, aquí parece ser que todos quieren escapar pero nadie se

atreve y son más los que llegan que los que se van, y hablo así de este enorme laberinto de hormigón, acero y caos,

porque ha sido el laboratorio en que ha transcurrido mi aprendizaje artístico; cambiando mi vida y direccionado mis

formas de hacer, abriéndome espacios inimaginados, donde los ojos inquietos no terminan de descubrir todo lo que

el enorme espacio de la metrópoli puede ofrecer, porque la ciudad es todo y más de lo el hombre imagina, es sitio de

vida y lugar de muerte, escenario para la alegría y teatro para la tristeza ,cosas maravillosas ,que se anulan y

superponen hasta lo indecible, me educó la calle, el centro; la Décima, San Victorino, que ha sido la zona de mis

encuentros y desencuentros, aquí creció la idea de este proyecto , aunque la semilla se vivió medio oculta por años,

en medio de las sombras y los recuerdos; en una duermevela propia del que intuye que en alguna parte se encuentra

enterrado un tesoro que le pertenece; y el que he tenido la paciencia de esperar; porque he tardado lo suficiente para

darme cuenta que, como en la Odisea, son tantas las dificultades que se presentan a diario en esta aventura por la

ciudad, que estar en este punto requiere de un acto de fe, como si un desconocido profeta me guiara hacia la Tierra

Prometida. cierro los ojos y me dejo ir en la oscuridad, hasta encontrar el camino, un camino que se construye

poco a poco, con los del arte y de la vida, de resistencia y fe; con desconfianza y vacío, porque hablar de mi tesis

de grado no es solo un camino para explicar una obra o entender un procedimiento más; para mí es una forma de

avanzar en mi vida; mucho más, porque el sendero que he elegido, es un sendero inédito ; una apuesta del que resulta

imposible intuir el resultado; aunque vaya cargado de buena voluntad, y prevalezca la convicción y el deseo de llegar

48

a alguna parte, y aunque me guíe la razón y me acompañen personas con experiencia y dedicación; porque esta

tesis lleva impregnada a todo cuanto se dice, el sentimiento y las vivencias de quien la escribe, lo que la ubica más

cerca de la incertidumbre que de la certeza.

Enfrentado a cierta hegemonía teórica, a la que nos tiene

educados la Modernidad, quise buscar en mis saberes

aquella forma, aquel reencuentro con el hacer que me

permitiera explorar más posibilidades que las dadas en la

academia y que a su vez me permitieran conservar el

aliento para debatiéndome un tiempo más entre el texto y

la obra, asumí con la mayor seriedad posible la

asignatura de "Taller Integral" como plataforma para

estructurar la propuesta , y en su transcurso, me senté a

la máquina de coser un par de veces, pensando en el

abuelo, ahora ausente, a fin de exorcizar su ausencia con

el ruido de la rueda. Las puntadas comenzaron a desfilar

dolorosas, siseantes, amargas, dejando sobre el lienzo

surcos de dolor. En ellos un homenaje de despedida, y

un recordatorio que su oficio, revive en cada giro de la

máquina, en cada golpe del pedal, en cada idea que

intento coser, en cada camino que recorro por l sobre la

mágica urdimbre, en cada doblés, en cada esquina, en

cada pájaro de hilo que se prende al lienzo; en lo que se

cose y en lo que no, que el espacio en blanco hace parte

de la Labor Plástica, como el silencio es parte

fundamental de la partitura musical, y es en los alambres

del tiempo, que se enganchan los recuerdos; y que todo

lo que he dicho en esta tesis , lo he puesto a su nombre,

porque me lástima que no se encuentre aquí para

compartirle que lo amo ; y mostrarle este trabajo; mismo

que creo no entendería, pero que al final se encuentra

constituido por el impulso de muchas cosas de su vida,

49

unida a la mía por esta máquina a la que estamos cosidos

inevitable, interminablemente, desde lo físico hasta lo

espiritual, ya que es de allí de donde surgen los múltiples

relatos que hoy tejemos y que forman la colorida colcha

de retazos que nos arropa, propia como el paisaje

cafetero, en que soñó y murió; y al que le pertenece y les

pertenecemos todos los que hemos levantado el

estandarte del Arte, sobre el estandarte de la violencia, y

hemos jurado lealtad a la vida y a los sentimientos, antes

que a la oscura muerte; porque nos encontramos del lado

de quienes de una u otra forma hacen de este mundo un

lugar más agradable con su trabajo constante, pausado

y continuo, así como las grandes puntadas(bastas dicen

en el oficio) con las que se encuentran unidos la Artesanía

y el Arte; en los que se encuentran involucrados , esos

grises personajes de los humildes oficios, que hacen que

los problemas reales, concretos, tengan particulares

soluciones, porque al mencionarlos, no sólo hablamos de

quienes diseñan o se imaginan esas soluciones

tangibles; sino de quienes cumplen y transforman el

mundo , en un recorrido muchas veces accidentado y

difícil por los caminos de los esfuerzos domésticos en los

que se destapa la cañería que amenaza con explotar, la

pata rota de la mesa que amenaza la seguridad de los

que buscan un simple descanso, la división nueva en la

casa vieja, la tapa del zapato, o la puntilla del tacón, del

saco que no se acomodó a su dueño; el vestido que dejó

la prima mayor, y que ahora va a ser reestrenado por

algún familiar que lo necesita con urgencia, pero a la que

le quedó un poco grande; de estas cosas tan simples que

se encuentran constituidas las vidas de todos quienes nos

dedicamos a divagar acerca de estas cuestiones, hasta

quienes de manera mucho más pragmática , como los

sastres, quienes se esfuerzan por encontrar soluciones

apropiadas, pues de manera intuitiva y sin ningún tipo de

formación académica, en la mayoría de los casos, han

entendido el extraordinario poder del Conocimiento

Aplicado; un tipo de conocimiento diferente al simple

conocimiento teórico, cercano al conocimiento

tecnológico, y propio del amor y la pasión que se profesa

en la elaboración del trabajo artístico; con el cual

comparte elementos esenciales, metodologías y

enfoques , muchos de ellos utilizados de manera emotiva

y certera por los trabajadores de las artes y oficios, entre

los que se encuentran representantes de las dos

provincias del conocimiento, que intento acercar en mi

50

manera de ejecutar la obra plástica; en el entendido que

hace falta mucho esfuerzo y mucho estudio para llegar a

concretarlo en una propuesta coherente y tangible.

51

ELOGIO

Sumergido en la labor, en el hacer, entregado

a la creación y la especulación, lo que resulta

un duelo entre la racionalidad y la intuición,

logro encontrar noche tras noche, día tras día

más respuestas y más preguntas y por

supuesto, mas ligereza en mis movimientos

que de alguna manera son la imagen del

impulso creador, que permite a nuestro

imaginario seguir divagando con formas y

colores inéditos, pero presentidos entre el

sueño y la vigilia.

COROLARIO

La sola unión, aunque bien intencionada, de arte y

sastrería, no garantiza una expresión artística única o

nueva; por lo que hará falta mucho trabajo, estudio y

dedicación hasta generar un lenguaje y

procedimientos pertinentes a través de nuevos

códigos y símbolos que acerquen efectivamente las

fronteras entre ambas gramáticas, para que el nuevo

producto se establezca, alimente y crezca hasta

comportarse de manera independiente.

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SALIDA

Las conclusiones son, en la mayoría de los casos, aproximaciones a las verdades que deseamos enunciar de nuestros

encuentros en el tránsito entre lo abstracto y la obra, pero sus límites resultan confusos, sobre todo tratándose de

obras en las que el autor (personaje de la historia) se desplaza desde lo teórico a lo concreto, por diferentes espacios

y tiempos de la realidad colombiana en la que lo individual y lo colectivo se entremezclan en una naturaleza híbrida

de connotaciones líricas y épicas en la que se refleja una migración constante de lo artístico a lo sartorial , a la que

muchos nos encontramos vinculados en razón del trabajo que realizamos, las búsquedas que hemos iniciado o las

razones que mueven nuestra existencia; por lo que la única conclusión válida es que la unión efectiva entre el arte y la

costura, nos brinda la oportunidad de inaugurar nuevos universos artísticos en los que sin duda alguna, habitan seres

y ocurren hechos aún poco conocidos, que no obstante hacen parte del multiverso en que ahora nos movemos porque

se encuentran estructurados alrededor de las tres dimensiones que conocemos y presentan formas y volúmenes ,

texturas y vibraciones que intentan contar sus propias narraciones , mismas que una vez establecidas nos ayudarán

a completar nuestra percepción de la realidad.

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LENGUAJE SARTORIAL

Para el artista plástico los paradigmas establecen los límites que se desean reescribir, reinventar o re-

contextualizar, con lo cual se generan estelas particulares orientadas a realizar nuevas lecturas de las obras, en

un recorrido casi cronológico que produce ideas más entrañables y veraces para quien las propone, pues lo

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acercan a conclusiones parciales que validan sus tesis, como en mi caso, pues todo el esfuerzo realizado por

reinventar el cuadro, lleva a una re -significación desde la que el rectángulo que observamos, cobra nuevas

dimensiones, ya que allí no solo vemos un espacio llamativo elaborado a partir de pigmentos y trazos, sino algo

más llamativo que eso que por la misma novedad de los materiales y los instrumentos del trabajo artístico y la

propia intención de unir Plástica y Sastrería convoca otros tipos de lectura que llevan implícitas, otras historias

debidas y de vida, y nuevos problemas que se re presentan una y otra vez, Y en donde de cada nueva conjetura

artística derivamos nuevas lógicas, otros lenguajes si se nos permite el término, que han sido jalonados de distintas

maneras por aquellos maestros que vislumbraron el camino, y otros-trabajadores del arte que aún en la distancia

logran impactar nuestra obra con sus novedosas maneras de abordar las tareas del artista.

Dentro este orden de ideas, la Pintura como todo lenguaje, funciona como herramienta que cada quien utiliza de

acuerdo a sus posibilidades, conocimientos y circunstancias particulares, siendo las mías, las de alguien que ha

flotado entre la Sastrería y el Arte hasta encontrar rumbo a sus ideas. Confesando que al hacerlo, se crea una

conciencia igual a la sinceridad con la que despleguemos nuestro alter ego, pudiendo, si nos proponemos y

mantenemos el ritmo, impactar en realidades ocultas y coincidir con otros (pensadores, artistas o simples

espectadores) llegando a encontrar Resonancia en otros como por ejemplo: Wucius Wong, quien ha demostrado

que puede enfrentar el diseño a partir de las interpretaciones propias, dejando el suficiente espacio para la

intuición, sin la ambigüedad que crea la exagerada teorización que puede llegar a generar sentidos confusos,

por lo que para él, el diseñador debe confiar en su mente inquisitiva así la idea surja en la más completa nebulosa.

______________________

5 Bauhaus. 1919 - 1933 Reforma y vanguardia

55

Dejarme guiar por la intuición; soltar los pigmentos y

enfrentar la tarea pictórica; lo bidimensional con las

herramientas del oficio de coser, me abrió otros caminos

en que la hibridación entre Costura y Arte, fueron

propiciando la construcción de este lenguaje propio, en el

que se observa un claro desplazamiento de los

significados que logro sujetar “coser” y que me resultan

fundamentales en esta etapa del trabajo, para que la obra

conserve cierto orden y cadencia, pues si bien, dividir el

plano y reorganizar los elementos en él puede ser

actividad práctica, propia de todo artista, que interviene

guiado por el instinto, el equilibrio y la percepción de la

realidad ;en mi nueva actividad, los nuevos materiales

utilizados para la realización del cuadro, y las dificultades

que he debido sortear durante su estructuración, han

creado los relieves, la profundidad y el clima apropiado a

la geografía de mi propuesta.

En relación con la simplicidad o la complejidad, incluso

aquellas ubicadas en un punto medio, son tareas teórico –

prácticas que solo se logran resolver asociando elementos

de diferentes artes y oficios hasta lograr una expresión

más elaborada, como ocurrió por ejemplo en la

arquitectura, con el movimiento de la Bauhaus5 que en las

propias palabras de su fundador: Walter Gropius,

enunciaba:

–“Arquitectos, escultores, pintores,... debemos regresar al

trabajo manual... Establezcamos, por lo tanto, una nueva

cofradía de artesanos, libres de esa arrogancia que divide

a las clases sociales y que busca erigir una barrera

infranqueable entre los artesanos y los artistas”.

Recordemos, en el sentido de mi trabajo, que esta escuela

logró incorporar y agrupar diferentes prácticas artísticas

en torno a la construcción de soluciones a diferentes

niveles del diseño. A partir de esta experiencia se

consolidaron lenguajes en los que se combinaba de

maneras inteligentes lo que cada artista como individuo

proponía, su experticia, su estilo, hasta la manera

colectiva de enfocar y desarrollar la obra propuesta,

logrando con ello una armonía entre las necesidades del

cliente, lo individual y lo colectivo- de cada uno de los

individuos participantes y la sociedad que los formó, en un

proceso social y artístico que da cuenta de algunas de las

grandes transformaciones de las sociedades modernas,

en las que el artista se identifica cada vez con el trabajo

en equipo.

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Ahora como antes; y tal vez como siempre, el mundo

cambia y con él las formas de realizar las obras artísticas,

solo que a velocidades devastadoras, en las que resulta

difícil observar con precisión todos los elementos

materiales y espirituales que confluyen en el individuo y

que determinan sus formas y modos de Ser y de Hacer,

destacándose solo el caso de artistas con una obra

consolidada y significativa, tal como _Zaha Hadid, en la

que resalta una manera muy particular de arquitectura,

caracterizada por la conjugación de dos mundos, el del

propio lenguaje arquitectónico y las nuevas geometrías

que asume y articula hasta crear una sobresaliente

construcción de carácter onírico en el que se recrean

lugares utópicos que agradan a la gran mayoría pero

sorprenden a todos, dada su monumentalidad, limpieza

de formas, exquisitez y novedad.

Retomando este tipo de dualidades y convergencias,

presentes en mi trabajo, traté de elaborar, construir, pegar

y unir, el Lenguaje Sartorial, al Arte tradicional, creando

espacios de conjugación en los que el acto de coser,

permite trazar, dibujar y componer en el plano

bidimensional, realizando el recorrido completo desde la

idea, hasta la obra artística terminada; tal como en la

Sastrería sería la elaboración de un traje cualesquiera, o

en Pintura la realización de un cuadro, con la diferencia

que en esta nueva propuesta, la unión entre ambos

lenguajes da como resultado una nueva forma de trabajar

y presentar la obra artística, generalmente, aunque no

únicamente en el formato de cuadro, el mismo que

presento en diferentes materiales , tamaños y

composiciones, incluyendo inclusive ejercicios (ensayos)

en pequeño formato que dan cuenta de los diferentes

momentos en el desarrollo del trabajo.

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LUZ Y SOMBRA

Una de las constantes dentro del Arte, es el romper paradigmas, hecho que por supuesto, me ha afectado como

estudiante; pues al igual que todos me he visto enfrentado constantemente al cuestionamiento de todos los principios

y reglas que asumimos como verdades y los nuevos pensamientos que mueven nuestro interés y hacen tambalear

nuestra confianza, estas dudas , sus posibles y contradictorias respuestas y las consecuencias de asumirlas llevan

a reconsiderar incesantemente la labor plástica, como un mundo en constante evolución, en el que en ocasiones

guiado por las sugerencias de algunos maestros abiertos a los cambios y en otras impulsados por las propias obras

de arte emergentes, llevan a considerar y aceptar nuevas maneras de realizar las tareas artísticas, de maneras

significativas y con acuerdo a las verdades que consideramos vigentes dentro de nuestros ámbitos concretos o los

imaginarios con los que se propulsa nuestra curiosidad , convirtiéndolos poco a poco en relatos con los que

enfrentamos nuestra actividad e intentamos dar sentido a nuestras vidas, convergentes con el tiempo y el espacio vital

que compartimos con los otros a quienes van dirigidos todos nuestros esfuerzos, pues la obra artística, sea esta de

carácter tradicional o experimental, como es mi caso, es una manera de ver y actuar en el mundo-.

Y es que resulta innegable que hoy más que nunca, se impone la necesidad de aprender a ver y aprender a escuchar,

son actitudes indispensables si se quiere proponer nuevas maneras de trabajar la obra de arte, en la que los juicios,

los valores, y la obra en sí misma debe responder al caos y la incertidumbre que marca los contornos del mundo

actual ,sin temores por los innumerables cuestionamientos y críticas de los que seremos objetos al momento de

plantear cambios estructurales que hagan temblar los límites de la creación artística, como la energía que nos atrae

con su fuego magnético y nos impulsa hacia el horizonte.

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Pero además de todo lo afirmado, se debe ser consciente que a más de los años de entrenamiento transcurridos, harán

falta muchos más para encontrar la coherencia, el manejo de los elementos, los instrumentos y estrategias para

concretar un manejo aceptable de esta nueva propuesta , en la que se manifiesta todo el tiempo invertido en los ejercicios

que la facultad me ha enfrentado, los diferentes ejercicios de simulación de entregas, trabajos, o el mismo Taller Integral

(practicas finales) que perseguir más que una nota, he buscado siempre mi formación como artista integral, pero a la

vez, con la suficiente confianza en mis capacidades para proponer nuevos caminos en la forma de hacer en el arte, en

los que se encuentra la posibilidad de encarnar por un momento esa idea de presentar una historia particular, que se

replica a un público expectante, receptivo y a la vez crítico, que pueda someter a comprobación la honestidad y validez

de este ofrecimiento desde la Plástica.

Quedan por fuera de esta simulación y ensayo todos los bocetos incompletos o mal elaborados de algunas ideas de

cuadros que nunca se concretaron, así como algunos que llevados a término, fueron elogiados por algunos Y

descalificados por otros , al no cumplir con los requisitos mínimos exigidos por el maestros ; aunque, por supuesto,

ninguno de ellos al final, queda por fuera de nuestro aprendizaje, un proceso maravilloso que nos ha permitido crecer

como personas y nos ha hecho vibrar sin fin al permitirnos sacar de nuestro interior toda esa galaxia de ideas, con lo

cual nos sentimos suficientemente recompensados, pues el arte es al mismo tiempo un doble mundo físico y espiritual

hecho de intangibles que no tienen precio, pues alimentan el alma y nos permiten experimentar la vibrante felicidad de

la creación artística; una de las dos grandes posibilidades de la existencia humana.

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BIBLIOGRAFÍA

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RACIONERO LUIS. Textos de estética taoísta. Ed Alianza Editorial S.A Madrid, España.3 El arte de la pintura.

BAUHAUS. 1919 - 1933 Reforma y vanguardia. Ed Taschen 2006.

WONG WUCIUS. Fundamentos Del Diseño Bi- y Tri- dimencional. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, España. 7ª edición 1991

WEBGRAFIA

VYGOSTKY LEV SEMIONOVCH. Pensamiento y Lenguaje. Obras escogidas tomo

II. http://www.taringa.net/perfil/vygotsky