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DE 'TODO UN POCO.,Desde el punto de 'vista de las activida­des musicales. este año de 1981 se hainiciado con buenos augurios. La afir-

• rnaci ón. es claro. debe ser tomada contodas -Ias reservas de I caso. yá quenuestro medio musical suele estar ca­racterizado por una notable irregulari­dad y falta .de consistencia en lo que aprogramación. promoción y difusión serefiere . Demos. pues. una breve miradaa la actividad musical de los primerosmeses en esta agitada. crecientementeinhabitable ciudad.

Como suele suceder enero tuvo .como dirían en la' bolsa de valores " unarranque flo jo. La primera act ividadmusical del año fue una versión 'más dela_Novena de Beethoven a cargo de laOrquesta Sinfónica Nacional. Por lo ge­neral . y por lo que significa como sím­bolo más que como música. la Novenasuele reservarse.para conciertos espe­ciales. para fines de temporada..o parafines de año' (en Radio Universidad. laNovena es con frecuencia la últimaobra transmitida cada 31 de diciem­brel. lo cual refleja claramente unamentalidad de triunfo o celebración .Entonces. sería lícito pensar. que ·estaejecución de' la obra de Beethoven aprincipio de año funcionó. quizá. comoun acto. propiciatorio para la buenamarcha de los ,asuntos musicales du­rante el resto de i 981 : Poco tiempodespués . la propia 'Orquesta Sinfón icaNacional comenzó la parte fuerte de

. sus act ividades con el Festival Mozart.un fest ival que tuvo. al menos. el acier­to de no limitarse exclusivamente a lasobras consagradas del compositor salz­burgués. sino que exploró regiones me­nos conoc idas de su repertorio. Por suparte. la Orquesta Filarmónica de la

• Ciudad de México inició su primeratemporada-de año. ofreciendo una pro­gramación irregula r que incluye con­ciertos muy interesantes y las eternasrepeticiones de cosas oídas hasta la sa­ciedad . •

La Orquesta Filarmónica de laUNAM inició también 'su temporada ysus primeros conciertos pasaron casi

inadvertidos entre el público. Habrá queobservarlo . sin embargo durante lospróximos meses se han dado cambiosen la dirección de la orquesta . cambiosradicales sin duda . Será cuest ión detiempo el poder ver (y escuchar) si talescambios han sido sólo de orden políticoo si darán como resultado alguna reno­vación estructural y musical en' la or­questa. renovación que parece urgente .Sería injusto. en todo caso. no mencio­nar una posible causa que hizo que eldebut de la OFUNAM en este año re­sultara inadvert ida: coincidió exacta­'mente con las actividades. en esta ciu­dad. ' de la Orquesta de Cleveland quedirige Lorin Maazel. !*'

De los cuatro programas que ofrecióla' orquesta amer icana. dos de ellos fue­ron ya reseñados por mí en otro lugar.No está de más mencionar algunas co­sas interesantes de los otros dos.

En el segundo programa interpreta­do por Maazel y su orquesta . dos de lasobras resultaron verdaderamente emo­cionantes. Por una parte . Maazel hizo .una opulenta ejecuc ión de la Passaca­glia de Bach (orquesta por Goedicke),combinando de manera ideal lo barrocodel conten ido con lo sinfón ico de la for­ma. y para finalizar el programa. la Or­questa de Cleveland hizo una brillanteversión de la Quinta ' sinfonía de Sibe­lius. versión en la que destacaron todaslas cualidades formales y colorísticasde esta obra del compositor finlandés.

Unos días después . habiendo pasa­do ya las dos ejecuciones que Maazelhiciera de la sinfonía Resurrección deMahler. la Orquesta de Cleveland ter-

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minó su breve temporada en México in­terpretando las sihfonías octava y novena de Dvorak. Si bien en ese concier­to los mús icos de la orquesta luc ieronuna forma excelente. la ejecuc ión de lasinfonía Del nuevo mundo resultó hastacierto punto decepc ionante. debido auna consideración que bien pudieraconsiderarse como tota lmente subjeti­va: Lorin Maazel apresuró el tempo delos cuatro movimientos de la obra deDvorak. de modo que se perdió muchabrillantez en momentos que. ejecuta­dos con más calma . suelen tener mu­cho más impacto dramático,

Estuvo también en México. para unúnico recita l. el conjunto ital iano I Mu­sici, que a pesar de sus detractores si­gue teniendo una muy especial relac iónmusical con Vivaldi y sus contemporá ­neos. El conc ierto del con junto ita lianoresultó magnífico. como era de esperar­se. y demostró que a pesar de su fama yde los años que llevan trabajando. losintegrantes del grupo aún tienen unaenergía vital que saben comunicar muybien ' con su música . y que cuando laocasión es prop icia. no vacilan en de­mostrar Que tienen sent ido del humor.

Hacia el fin del mes de febrero. serealizaron dos activ idades musicales alas que es justo dedicar un poco más deespacio. En la Capilla del Inst ituto Cul­tural Helénico se llevó a cabo un con­cierto con obras de José Antonio Alca ­raz. un músico que ha diversificado susintereses en el campo de lo escénico atal grado que la gente olvida. sin razón.que es princ ipalmente compositor. Elconcierto en cuestión estuvo compues-

RESEÑAS

Juan Arturo Brennan

LA RESURRECCIONDE ABELGANCE

El pasado 24 de enero. en el New YorkTimes. Vicent Canby. uno de losmás in­fluyentes críticos norteamericanos. nosólo dejaba de lado toda neutralidad alafirmar que comparado a la películaque reseñaba "todo el resto del cine tie­ne el interés de un gastado y viscosoprograma de ventas visto en un televi­sor de los años cincuenta ", sino que pa­recía,reemplazarla por la bola de cristaldel vidente arriesgando que "a pesar deque estamos en enero podría asegurar­se que éste continuará siendo el mayorsucesocinematográfico del año."

Lo más curioso es que estos infre­cuentes excesos panegíricos no eranprovocados por un film nominado para

zás el mito está desvaneciéndose (locual no parece muy probable. ya que alfinal del recital el público saqueó la dis­coteca contigua a la sala para llevarselas grabaciones de Ciccolini). o quizá.cosa más probable . el recital recibióuna promoción muy deficiente. En suprograma (que no contenía música deSatie). Ciccolini demostró que tambiénconoce el resto de la música. TocóScarlatti con una gran inteligencia res­pecto a la dinámica de unas Sonatasoriginalmente escritas para el clave;navegó con claridad por la austera So­nata de Alban Berg; hizo una flexibleversión de la Sonata K. 331 de Mozart.cuyo Rondó a la Turca casi hizo sonreíral adusto intérprete : manejó. en fin. conmaestría. las dificultades armónicas deRavel y la agitación dinámica deCastelnuovo-Tedesco. El público. comoera de esperarse. le pidió más a Ciccoli­ni. Ante la insistencia. el pianista salióde nuevo al escenario. se sentó ante elinstrumento y. volviéndose hacia el pú­blico con su gesto impasible. declaró:" Me voy a tocar la primer Cvmnopé­die" . El mito seguía funcionando.

un Osear. un nuevo genio norteameri­cano de la pantalla. la taquilla y el soni­do cuadrofónico, sino por una películafrancesa. muda. que uno de los padres

•del cine. Abel Gance (91 años). terminóde filmar en los años veinte .

Napoleon vu par Abel Gance. estre­nada en París en 1927. acarreó un des­tino trágico. ya que murió en el momen­to de nacer: tuvo que pasar más de me­dio siglo para que la película se presen­tara enuna versión similar a la originaly con el acompañamiento -como fueprevisto- de una orquesta sinfónica.

Durante un cuarto de siglo fue so­metida a fragmentaciones. dividida enversiones de menos de la mitad de suextensión original. se repartió en unlimbo de filmotecas dispersas en dife­rentes partes del mundo. envejeció encolecc iones privadas. fue presa del de­sencanto del mismo Gance.que destru­yó algunas de sus escenas. Finalmenteencontró la pasión de un adolescente.Kevin Brownlow. que dentro del cuartode siglo siguiente dedicó más de diezaños de su vida a reconstruirla.

Gracias al apasionado tesón deBrownlow y a una idea que cruzara lacabeza del director Francis Ford Coppo­la en 1973 viendo parte de la versiónreconstruida por el primero ("1No seríamaravilloso hacerla otra vez con tresenormes pantallas y una orquesta en vi­vol "). fue posible el 23 de enero de1981 la primera presentación comer­cial de Napoleón ante el gran público ycon una orquesta de sesenta músicos(el único precedente: el Festival deLondres en 1980).

El espectáculo fue programado porZoetrope • la productora de Coppola. .para un fin de semana en el Radio City ,Music Hall. el famoso monumento artdeco de 6.000 localidades . El tempes­tuoso entusiasmo obtenido extendió lapresentación a otros dos fines de sema­na consecutivos, con la publicidad si­guiente: "Usted tiene otra oportunidadde ver Napoléon ... si no la aprovecha.tal vez tenga que esperar otros 53años".

Más de 50.000 personas hicieronpacientemente las colas y aplaudieronlargamente. de pie. cada vez que la or­questa. dirigida por Carmine Coppola(conductor. compositor de la música deNapoleón y del Godfather tt, y padre deFrancis F. Coppola) se elevaba lenta­mente mientras se llegaba al climax en

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to por tres obras. cada una de las cualestuvo un interés muy particular. Se eje­cutaron dos versiones. para abrir y ce­rrar el programa . de la obra De Teléma­ca, para soprano. piano y flauta, sobrepoemas de Hugo Gutiérrez Vega. Aquí.la escritura vocal es clara y definida.casi austera en sus líneas. y comunicacon toda precisión la economía y trans­parencia de la poesía de Gutiérrez Ve­ga. y puesto que la forma suele ser enocasiones tan importante como el fon­do. es preciso mencionar que la obraganó mucho en su ejecución por la ac­tuación de Margarita Pruneda. sopranocon una presencia escénica poco co­mún en nuestro medio. En esta obra deAlcaraz resultó particularmente intere ­sante un efecto : la soprano canta bajola tapa levantada del piano. haciendovibrar las cuerdas del instrumento conlas suyas propias. Después. Alicia Urre­ta interpretó Hoyes pasado mañana,para piano y voz. que es una explora ­ción sorprendentemente lúcida del fu­turismo musical. enfocado desde todaslas épocas hacia todas las demás en lahistoria de la música. Alicia Urreta. aquien la obra está dedicada. ha logradointegrar una versión de Hoyes pasadomañana en la que se presenta alternati­vamente académica. socarrona . nostál­gica. satírica, dramática. tierna . Y sobretodo. con una gran capacidad de comu­nicar las preocupaciones de José Anto­nio Alcaraz sobre el futuro (o los futu­ros) de la música. Entre ambas obras. elcompositor dirigió a cuatro cantantesen Aubépine, que bien pudiera titularseLa voz como protagonista. En esta pie­za. la importancia se da a las posibilida­des de la voz no como elemento pura­mente transmisor. sino como el centromismo del acontecimiento sonoro.Ante Aubépine. no faltaron entre el au­ditorio los comentarios como: "Quécosa más extraña .. ." -que probable­mente satisfaga más al autor que unalarga serie de notas aprobatorias.

Finalmente. quisiera mencionar elrecital ofrecido por Aldo Ciccolini en elAuditorio Ollin Yoliztli. Para ser justos.hay que reconocer que Ciccolini mismono es todavía un mito. Sin embargo. lacombinación Ciccolini-Satie sí lo es. yhay toda una mitología de redescubri­miento musical alrededor de estos dospersonajes . Por ello. fue muy extrañoasistir a su recital en medio de una salavacía. Pudo deberse a dos causas : qui-

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