01 Introduccion a La Biblia

download 01 Introduccion a La Biblia

of 197

Transcript of 01 Introduccion a La Biblia

Introduccin a la

Iglesia Pentecostal Unida de Colombia y la Iglesia Pentecostal del Nombre de Jess

Instituto Bblico Pentecostal

1

Introduccin a la

I SEMESTRE TABLA DE CONTENIDO I. QU ES LA BIBLIA? A. El significado de la palabra Biblia B. La Biblia, Palabra de Dios II. LA SINGULARIDAD DE LA BIBLIA A. nica En Su Continuidad. B. nica En Su Supervivencia2

Introduccin a la

1. Supervivencia a travs del tiempo 2. Supervivencia a travs de la persecucin 3. Supervivencia en medio de la crtica C. nica En Sus Enseanzas 1. Profeca 2. Historia 3. Personalidades III. FUENTES DEL TEXTO BBLICO A. Revelacin 1. El concepto de revelacin 2. Necesidad de la revelacin B. Inspiracin 1. Inspiracin Verbal 2. Inspiracin Plenaria 3. Inspiracin viva, no mecnica IV.DESARROLLO HISTRICO ESCRITURA. A. Tipos de Escritura. 1. Jeroglficos Egipcios Hititas 2. Tipos Cuneiformes. Acdico DE LA

3

Introduccin a la

Ugaritico. Persa Antiguo. 3. Sistemas Lineales. V. HISTORIA DEL TEXTO BBLICO A. Historia Del Texto Hebreo 1. Antecedentes 2. De lo oral a lo escrito 3. Labores de los escribas 4. Entre R. Hillel Y 70 D.C. 5. Texto A La Luz De Qumran. B. Historia Del Texto Griego Del Nuevo Testamento 1. Prehistoria del texto griego. 2. De lo oral a lo escrito 3. El retorno del texto griego. VI. PREPARACIN DE LAS ESCRITURAS A. Materiales Utilizados Para Los Escritos. 1. Piedra 2. Tablas de escribir 3. Tablillas de arcilla 4. Papiro 5. El cuero y el pergamino 6. Ostraca4

Introduccin a la

7. B.

Vitela Instrumentos Para Escribir

C. Formas De Los Documentos 1. Tablillas 2. El Rollo 3. El cdice. D. Tipos De Escritura. 1. Escritura Uncial 2. Escritura Minscula. E. Divisiones. 1. Divisin Hebrea de los Libros 2. Captulos. 3. Versculos. VII. EL CANON A. Introduccin: B. El Canon Del Antiguo Testamento. C. El Canon Hebreo. D. Concilio De Jamnia. VIII. CANON DEL NUEVO TESTAMENTO.5

Introduccin a la

IX.LOS LIBROS APOCRIFOS A. Introduccin B. Por Que No Son Canonicos? C. Apcrifos Del Antiguo Testamento. D. Apcrifos Del Nuevo Testamento, X. VERSIONES DE LA BIBLIA A. Los Targumes Arameos B. Versiones Griegas. C. Versiones Latinas. 1. El Latn Viejo. 2. La Vulgata. D. Versiones Siriacas 1. El Siriaco Viejo. 2. La Peshita. E. Versiones Castellanas De La Biblia 1. Versiones Mayores.

OBJETIVO Mediante el estudio, anlisis e investigacin de textos relacionados con el tema y la participacin de los educandos, poder comprender que es la Biblia, su significado y6

Introduccin a la

conocer el proceso de su formacin, trasmisin, preservacin y proceso de canonizacin de los libros de la Sagrada Escritura. I. QU ES LA BIBLIA? A. El significado de la palabra Biblia Hay varias maneras de responder a esta pregunta. Una de ellas consiste en explicar el significado de la palabra Biblia. Biblia es una palabra de origen griego (el plural de biblion, papiro para escribir y tambin libro), y significa literalmente los Libros. Del griego, ese trmino pas al latn, y a travs de l a las lenguas occidentales, no ya como nombre plural, sino como singular femenino: la Biblia, es decir, el Libro por excelencia. Con este trmino se designa ahora a la coleccin de escritos reconocidos como sagrados por el pueblo judo y por la iglesia cristiana. La Biblia est dividida en dos partes de extensin bastante desigual, llamadas habitualmente Antiguo y Nuevo Testamento.7

Introduccin a la

A primera vista, la palabra testamento se presta a un equvoco, porque no se ve muy bien en qu sentido puede aplicarse a la Biblia. Sin embargo, la dificultad se aclara si se tiene en cuenta la vinculacin de la palabra latina testamentum con el hebreo , pacto o alianza. Berit es uno de los trminos fundamentales de la teologa bblica. Con l se designa el lazo de unin que el Seor estableci con su pueblo en el monte Sina. A este pacto, alianza o lazo de unin establecido por intermedio de Moiss, los profetas contrapusieron una nueva alianza, que no estara escrita, como la antigua, sobre tablas de piedra, sino en el corazn de las personas por el Espritu del Seor (Jer 31.3134; Ez 36.2627). De ah la distincin entre la nueva y la antigua alianza: la primera, sellada en el Sina, fue ratificada con sacrificios de animales; la segunda, incomparablemente superior, fue establecida con la sangre de Cristo. Ahora bien, el trmino hebreo se tradujo al griego con la palabra , que significa disposicin, arreglo, y de8

Introduccin a la

ah ltima disposicin o ltima voluntad, es decir, testamento. De este modo, la versin griega de la Biblia, conocida con el nombre de Septuaginta o traduccin de los Setenta (LXX), quiso poner de relieve que el pacto o alianza era un don y una gracia de Dios, y no el fruto o el resultado de una decisin humana. La palabra griega fue luego traducida al latn por testamentum, y de all pas a las lenguas modernas. Por eso se habla corrientemente del Antiguo y del Nuevo Testamento. A la Biblia se le da tambin el nombre de Sagrada Escritura. En el judasmo, en cambio, se le designa con la palabra tanak, que en realidad es una sigla formada con las iniciales de , es decir, de las tres partes o secciones en que se divide la Biblia hebrea: La Ley, los Profetas y los Escritos. B. La Biblia, Palabra de Dios La otra respuesta no se contenta con explicar el significado de una palabra, sino9

Introduccin a la

que da otro paso y trata de penetrar ms en la realidad profunda de la Biblia: la Biblia es la Palabra de Dios. En la Biblia se encuentran mensajes de los profetas, palabras de Jess y testimonios de los apstoles. Los profetas, Jess y los apstoles actuaron y hablaron en distintas pocas y en circunstancias muy diversas. Pero todos anunciaron la Palabra de Dios. Los profetas se presentaron como testigos y mensajeros de la Palabra, y as lo expresaron muchas veces de manera inequvoca, por ejemplo, cuando introducan sus mensajes con la frase: As dice el Seor. (Jer 1.910a: Entonces el Seor extendi la mano, me toc los labios y me dijo: Yo pongo mis palabras en tus labios.) Por ltimo Dios se revel en la persona y en la obra redentora de Jess, como lo expresa la Carta a los Hebreos (1.12): En tiempos antiguos Dios habl a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de los10

Introduccin a la

profetas. Ahora, en estos tiempos ltimos, nos ha hablado por su Hijo. Jesucristo, la Palabra hecha carne (Jn 1.14), dio testimonio de lo que haba visto y odo por el Padre (Jn 1.18; cf. Mt 11.27), y envi a sus discpulos dicindoles: El que los escucha a ustedes, me escucha a m; y el que los rechaza a ustedes, me rechaza a m; y el que me rechaza a m, rechaza al que me envi (Lc 10.16). Los apstoles, a su vez, fueron testigos oculares y servidores de la Palabra (Lc 1.2). Ellos fueron elegidos de antemano por Dios (Hch 10.4142), y a ellos se les confi la misin de anunciar la Palabra de Dios a todo el mundo (Mc 16.15). Este mensaje de los profetas, de Jess y de los apstoles fue luego consignado por escrito, y as naci la Biblia, que es la Palabra de Dios encarnada en un lenguaje humano. Ahora bien: la palabra es la accin de una persona que expresa algo de s misma y se dirige a otra para establecer una comunicacin.11

Introduccin a la

1. Si analizamos por partes los elementos de esta definicin, vemos que hablar es, en primer lugar, dirigirse a otro. El que habla, por el simple hecho de dirigir la palabra a otra persona, est manifestando la voluntad de ser escuchado y comprendido, de obtener una respuesta, de lograr que su palabra no caiga en el vaco. Dicho de otra manera: toda palabra interpela al destinatario del mensaje; es invitacin, llamado, interpelacin. As, cuando el Seor dice Abraham, Abraham! (Gn 22.11) o Moiss, Moiss! (Ex 3.4), lo que hace es atraer la atencin del que va a ser su interlocutor. Todava no le ha comunicado nada. Lo llama simplemente para obtener de l una respuesta y establecer de ese modo el circuito de la comunicacin. De igual manera, el que pide algo, o da una orden con un imperativo, apunta en forma directa al destinatario del mensaje: Ve a lavarte al estanque de Silo, le dice Jess al ciego de nacimiento, y esta orden provoca en l12

Introduccin a la

una respuesta inmediata: El ciego fue y se lav (Jn 9.7). 2. Adems, toda palabra comunica algo. Los interlocutores intercambian siempre algn tipo de informacin, y hasta la conversacin ms trivial versa sobre algn tema. El tema de la conversacin, el significado de las palabras, la noticia que se quiere comunicar, dan un contenido al mensaje. 3. La palabra tiende a convertirse en dilogo entre un yo y un t. El encuentro personal puede adquirir distintos grados de profundidad, o puede incluso frustrarse por la falta de receptividad y de correspondencia en alguna de las partes. Pero tambin hay veces en que el encuentro se realiza plenamente, ya que la palabra y la respuesta se convierten en un dilogo autntico y recproco de comunin y de mutuo compromiso. Slo en el encuentro amoroso puede darse esta perfecta reciprocidad, que es fruto de una13

Introduccin a la

revelacin y de un don, por una parte, y de una acogida franca y abierta, por la otra. La Palabra de Dios posee un contenido: Es la buena noticia por excelencia, el evangelio de la salvacin. As puede apreciarse, por ejemplo, en los pasajes siguientes: Oye, Israel: El Seor nuestro Dios es el nico Seor. Ama al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. (Dt 6.45) Ama a tu prjimo como a ti mismo. (Lv 19.18; Ro 13.9) Si con tu boca reconoces a Jess como Seor, y con tu corazn crees que Dios lo resucit, alcanzars la salvacin. (Ro 10.9) Estos tres pasajes expresan contenidos fundamentales del mensaje bblico, como son el mandamiento principal (cf. Mt 22.3440) y la profesin de fe en Cristo (cf. 1 Co 15.17). Pero no basta escuchar con los odos, porque la Palabra de Dios interpela, quiere14

Introduccin a la

ser acogida interiormente, reclama una respuesta. Esa respuesta es la fe. Mediante la fe, que acoge el mensaje de la Palabra, se realiza el encuentro con el Dios viviente. Y esta respuesta de la fe hace que la Palabra de Dios - creda, proclamada y vivida individual y eclesialmente- llegue a ser una fuerza eficaz en la historia. La Palabra de Dios es tambin eficaz: tiene vida y poder. Es ms aguda que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo ms profundo del alma y del espritu, hasta lo ms ntimo de la persona; (Heb 4.12). As tambin la palabra que sale de mis labios no vuelve a m sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.(Is 55.1011) Por la accin del Espritu Santo, Dios puede infundir en el espritu humano una luz que lo incline a aceptar confiadamente el testimonio divino. La iniciativa parte siempre de Dios. De l proceden el mensaje de la salvacin y la capacidad para dar una respuesta de fe a ese15

Introduccin a la

mensaje. La Palabra de Dios y la fe son, por lo tanto, esencialmente interpersonales. El que acoge la Palabra y permanece en ella, de siervo pasa a ser hijo y amigo, y se inicia en los secretos del Padre. II. LA SINGULARIDAD DE LA BIBLIA La Biblia es nica. Es el libro diferente de todos los otros en la manera siguiente (adems de muchas otras ms): A. nica En Su Continuidad. 1. Escrito en un perodo de 1400 a 1600 aos 2. Escrito a lo largo de 60 generaciones. 3. Escrito por ms de 40 autores de todas las clases sociales, incluyendo reyes, campesinos, filsofos, pescadores, poetas, estadistas, eruditos, etc.

16

Introduccin a la

Moiss lder poltico, adiestrado en las universidades de Egipto. Pedro, un pescador Ams, un pastor Josu, un general militar Nehemas, un copero Daniel, un primer ministro Lucas, un mdico Salomn, un rey Mateo, un cobrador de impuestos Pablo, un rabino 4. Escrito en diferentes lugares: Moiss en el desierto Jeremas en una celda carcelaria Daniel en la ladera de un cerro y en un palacio Pablo dentro de los muros de la prisin Lucas mientras viajaba Juan en la Isla de Patmos Otros en medio de los rigores de una campaa militar 5. Escrito en diferentes pocas: David en tiempos de guerra17

Introduccin a la

Salomn tiempos de paz.

en

6. Escrito bajo diferentes estados de nimo: Algunos escribieron desde la cumbre del gozo y otros escribieron desde las profundidades de la tristeza y desesperacin. 7. Escrito en tres continentes: Asia, Africa y Europa. 8. Escrito en tres idiomas: Hebreo: Era el idioma del Antiguo Testamento En II Reyes 18:26-28 es llamado la lengua de Jud. En Isaas 19:18 se le llama la lengua de Canan. Arameo: Era la Lingua franca del Cercano Oriente hasta Alejandro el Grande (Siglo VI a.C. al siglo IV a.C.) Griego: Idioma del Nuevo Testamento. Era el idioma internacional en los tiempos de Cristo.18

Introduccin a la

9. Incluye entre su material centenares de asuntos de controversia. Un asunto de controversia es tal que al mencionarse o discutirse crea opiniones contrarias. Los autores bblicos hablaron sobre centenares de asuntos de controversia con armona y continuidad desde Gnesis hasta Apocalipsis. Hay slo una historia en desarrollo: La redencin del hombre efectuada por Dios. F.F. Bruce (The Books and the Parchments, fleming H. Revell) observa que: Cualquier parte del cuerpo humano puede ser debidamente explicada nicamente en relacin con el cuerpo entero. Y cualquier parte de la Biblia puede ser explicada nicamente en forma adecuada en relacin con la Biblia entera. Bruce concluye de este modo: La Biblia, a primera vista, parece una coleccin de la literatura - principalmente judaica.Si inquirimos respecto de las circunstancias bajo las cuales fueron escritos los varios documentos bblicos, llegaremos a19

Introduccin a la

descubrir que fueron producidos en intervalos que cubrieron un perodo de cerca de 1400 aos. Los escritores escribieron en varios pases, desde Italia en el occidente hasta Mesopotamia y posiblemente Persia en el oriente. Los escritores mismos forman un nmero heterogneo de personas, no solamente separados unos de otros por centenares de aos y centenares de kilmetro, sino que pertenecan a los ms diversos niveles de vida. En sus filas tenemos Reyes, guardas de ganado, soldados, legisladores, pescadores, estadistas, cortesanos, sacerdotes y profetas, un rabino fabricante de carpas y un mdico gentil, sin decir nada de otros de quienes poco sabemos aparte de los escritos que nos dejaron. Los escritos mismos pertenecen a una gran variedad de estilos literarios. Incluyen historia, leyes (civiles, penales, ticas, rituales, sanitarias), poesa religiosa, tratados didcticos, poesa lrica, parbolas y alegoras, biografas, correspondencia personal, memoria y diarios personales,20

Introduccin a la

aadido a los tipos claramente bblicos de la profeca y escritos apocalpticos. Por todo ello, la Biblia no es simplemente una antologa; existe una unidad en todo el conjunto. Una antologa es compilada por un antologista, pero no hubo antologista que compilara la Biblia. B. nica En Su Supervivencia 1. Supervivencia a travs del tiempo Escrita en materiales perecibles, teniendo que ser copiada y recopiada durante centenares de aos antes de la invencin de la prensa de imprimir, sin embargo esto no perjudic su estilo, su correccin ni su existencia. La Biblia, comparada con otros escritos antiguos, tiene ms evidencia manuscrita que diez piezas cualesquiera de literatura clsica combinadas. John Warwick Montgomery (History and Cristianity, usado con permiso de InterVarsity Press, Downers Grove, III.), dice que, el manifestarse escptico respecto del texto resultante de los libros del Nuevo21

Introduccin a la

Testamento equivale a lanzar a la oscuridad todos los clsicos de la antigedad, pues ningn documento del perodo antiguo est tan bien respaldado bibliogrficamente como el Nuevo Testamento. Bernard Ramm (Protestant Christian Evidence, Moody Press), habla de la precisin y nmero de la autoridad manuscrita bblica: Los judos lo preservaron como ningn otro manuscrito ha sido preservado jams con su masora (parva, magna, y finalis) llevaban la cuenta de cada letra, slaba, palabra y prrafo. Tenan clases especiales de hombres dentro de su cultura cuya exclusiva misin era preservar y transmitir estos documentos con fidelidad prcticamente perfecta escribas, abogados, masoretas. Quin cont jams las letras, slabas y palabras de Platn o Aristteles? De Cicern o de Sneca? 2. Supervivencia a travs de la persecucin22

Introduccin a la

Como ningn otro libro, la Biblia ha soportado los ataques mal intencionados de sus enemigos. Muchos han tratado de quemarla, de prohibirla y de ponerla fuera de la ley desde los das de los emperadores romanos hasta el presente en los pases dominados por el comunismo. Sidney Collet, en All About the Bible, dice: Voltaire, el destacado incrdulo francs que muri en 1778, dijo que cien aos despus de su poca el cristianismo sera borrado de la existencia y pasara a la historia. Pero qu fue lo que sucedi? Voltaire ha pasado a la historia; mientras que la circulacin de la Biblia contina creciendo en casi todas partes del mundo, llevando la bendicin por donde va. En el ao 303 D.C. Diocleciano expidi un edicto (Cambridge History of The Bible, Cambridge University Pres, 1963), para destruir a los cristianos y a su libro sagrado: ... se promulg en todas partes una carta imperial, ordenando que las iglesias fuesen demolidas y las Escrituras fuesen destruidas por el fuego, y23

Introduccin a la

proclamando que aquellos que aquellos que detentaban altos puestos perderan todos los derechos civiles, mientras que los que estaban en sus casas, si persistan en su profesin del cristianismo, seran privados de su libertad. La irona histrica del anterior edicto para destruir a la Biblia es que Constantino, el emperador que sucedi a Diocleciano, 25 aos ms tarde comision a Eusebio para que preparara 50 copias de la Escritura a expensas del gobierno. En lo concerniente a la jactancia de Voltaire respecto a la extensin del Cristianismo y de la Biblia en 100 aos, Geisler y Nix sealan que solamente cincuenta aos despus de la muerte de ste, la Sociedad Bblica de Gnova us la misma prensa y la casa de l para producir montones de Biblias. QUE IRONA DE LA HISTORIA! 3. Supervivencia en medio de la crtica Bernard Ramm dice que: Ms de un millar de veces las campanas han anunciado la muerte de la Biblia, se ha formado la24

Introduccin a la

procesin fnebre, se ha inscrito la lpida mortuoria, y se ha ledo el oficio, pero de manera inexplicable, el cadver nunca ha aparecido. Hubo un tiempo cuando se hablaba de los resultados confirmados de la alta crtica pero ahora los ms alto crticos estn cayendo al lado del camino. Tomemos por ejemplo la Hiptesis documentaria. La base para su desarrollo fue que el Pentateuco no pudo haber sido escrito por Moiss pues los resultados confirmados de la alta crtica han demostrado que la escritura no se conoca en el tiempo de Moiss. Por consiguiente, es obvio que tena que ser de autor ms reciente. Las mentes de los crticos que pusieron a trabajar: Los escritores J, E, P, D reunieron todo el material, fueron tan lejos como para dividir un versculo en tres diferentes autores. Construyeron grandes estructuras de crtica. Fue entonces cuando unos individuos descubrieron el cdigo negro. Tena sobre s caracteres en forma de cua y25

Introduccin a la

contena en detalle las leyes de Hamurabi. Era posterior a Moiss? No! Era anterior a la poca de Moiss; y no solamente eso, sino que era anterior a Abraham (2000 a.C.) Sobrepasaba en antigedad a los escritos de Moiss cuando menos en tres siglos. Sorprendentemente, era anterior a Moiss, a quien se supona un hombre primitivo carente de alfabeto. Qu irona de la historia! La Hiptesis documentaria an es enseada, sin embargo, su base original (los resultados confirmados de la alta crtica) ha sido erradicada tras haberse demostrado su falsedad. Los crticos dijeron que los muros de Jeric no pudieron haberse desplomado, y usted sabe que ellos estn equivocados. Se desplomaron. Los resultados confirmados de la crtica negaron la existencia de los hititas (pueblo que en aquel tiempo se mencion slo en el Antiguo Testamento); no existan otros registros de ellos. Deben ser un mito. Bueno, se equivocaron otra vez. Como26

Introduccin a la

resultado de la arqueologa, ahora hay centenares de referencias que cubren ms de mil doscientos aos de civilizacin hitita. C. NICA EN SUS ENSEANZAS 1. Profeca Wilbur Smith (the Incomparable Book, Beacon Publications), que es un hombre que ha ledo miles de libros, concluye que, sea cual fuere la idea que tengamos respecto de la autoridad y del mensaje presentado en el libro que llamamos la Biblia, existe consenso unnime de que en muchos sentidos ste es el ms notable volumen que se haya producido en estos cinco mil aos de escritura por parte de la raza humana. Es el nico volumen producido por el hombre, o por un grupo de hombres, en el cual se puede encontrar un gran cuerpo de profeca relativas a naciones en forma individual, a Israel, a todos los pueblos de27

Introduccin a la

la tierra, a ciertas ciudades, y a la venida de Uno que sera el Mesas. El mundo antiguo tuvo muchas maneras diferentes de determinar el futuro, conocidas como adivinacin, pero en toda la gama de la literatura griega y latina no hallaremos verdadera profeca especfica referente a un gran hecho histrico por suceder en el futuro distante, ni profeca alguna referente a un Salvador que se levantara entre humanos, a pesar de que en dicha literatura se emplean las palabras profeta y profeca... El mahometanismo no puede sealar ninguna profeca acerca de la venida de Mahoma, que hubiera sido expresada cientos de aos antes de su nacimiento. Tampoco pueden los fundadores de ningn culto en este pas identificar ningn antiguo texto que pronunciara especficamente su aparicin.28

Introduccin a la

2. Historia Desde 1a Samuel y a travs de 2a Crnicas uno halla la historia de Israel, cubriendo cerca de cinco siglos. The Cambridge Ancient History, (Vol. Y, p.222) dice: Los israelitas manifiestan ciertamente un gran genio para la construccin histrica, y el Antiguo Testamento representa el ms antiguo escrito histrico en existencia. Wilbur Smith cita al distinguido arquelogo, Profesor Albright, quien comienza de este modo su ensayo clsico, The Biblical Period: La tradicin nacional hebrea excede a todas las dems por la claridad con que describe los orgenes tribales y familiares. En Egipto y en Babilonia, en Asiria y en Fenicia, en Grecia y en Roma, buscaremos vanamente algo comparable. No hay nada como ella en la tradicin de los pueblos germnicos. Ni la India ni la China pueden29

Introduccin a la

presentar algo similar, puesto que sus ms antiguas memorias histricas son depsitos literarios de tradicin dinstica distorsionada, sin trazas del cuidador de ganado o campesino tras el semidis o rey con el cual comienzan sus registros. Ni en los ms antiguos escritos histricos hindes (los Puranas) ni en las primeras historias griegas, existe huella del hecho de que tanto los Indoarios como los helenos territorios procedentes del norte. Los asirios, a decir verdad, recordaron vagamente que sus primeros gobernantes, cuyos nombres ellos mencionan pero sin detalle en lo referente a sus hechos, moraron en carpas, pero haca mucho tiempo que se haba olvidado de dnde haban venido (Este ensayo se halla en Los Judos, su Historia, Cultura y Religin, de. Por Louis Finkelstein.) 3. Personalidades30

Introduccin a la

Lewis S. Chafer, fundador y ex-presidente del Seminario Teolgico de Dallas, lo expresa de este modo: La Biblia no es la clase de libro que el hombre escribira si pudiera, o que podra escribir si quisiera hacerlo. La Biblia traza con mucha franqueza acerca de los pecados de sus personajes. Lea las biografas actuales, y fjese cmo tratan de encubrir, pasar por alto, o ignorar la parte sombra de la gente. Como ejemplo tome el caso de los grandes genios literarios; la mayora son pintados como santos. La Biblia no procede de ese modo. Cuenta las cosas simplemente como son: Los pecados del pueblo denunciados - Dt. 9:24 Pecados de los patriarcas - Gn. 12:1113, 49:5-7 Los evangelistas descubren sus propias faltas y las faltas de los apstoles Mt.31

Introduccin a la

26:31-56; 8:10-26; Jn. 10:6; 16:32; Mr. 6:52; 8:18; Lc. 8:24, 25; 9:40-45 Desorden en las iglesias - 1 Co. 1:11; 5:1; 2 Co. 2:4; etc. III. FUENTES DEL TEXTO BBLICO

A. Revelacin 1. El concepto de revelacin El vocablo revelar, del lat. Revelo, se usa normalmente para traducir el heb. Gala y el gr. Apokalyto (sustantivo, apokalypsis), que corresponde a gala en la LXX y en el NT. gala, apokalypt y revelo expresan todas la misma idea: la de dar a conocer algo oculto, a fin de que pueda verse y conocerse por lo que es. De conformidad, cuando la Biblia habla de revelacin, el pensamiento que se quiere expresar es el de Dios el Creador dando a conocer activamente a los hombres su poder y gloria, su naturaleza y carcter, su voluntad, su modo de proceder y sus32

Introduccin a la

planes - en pocas palabras su propia persona - a fin de que puedan conocerlo. Revelacin en una definicin especficamente teolgica es: Acto de Dios por medio del cual revela lo que el hombre no poda hallar por s mismo. Desde la perspectiva de su contenido, la revelacin divina es tanto indicativa como imperativa, y en ambos sentidos normativa. Las revelaciones de Dios se hacen siempre en el contexto de una demanda de confianza en lo que se revela, y de obediencia a lo que ella determina y rige totalmente. En otras palabras, la revelacin llega al hombre, no como informacin sin obligacin, sino como regla obligatoria de fe y conducta. La vida del hombre debe gobernarse por una reverente aceptacin de lo que Dios le haya dado a conocer, lo cual debe llevar a un cumplimiento cabal de todos los imperativos que evidencie contener la revelacin (Dt. 29:29).

33

Introduccin a la

La revelacin gira en torno a dos puntos centrales (a) los propsitos de Dios; (b) la persona de Dios. a) Por un lado Dios informa al hombre acerca de s mismo: quin es, lo que ha hecho, est haciendo, y va a hacer, y lo que quiere que ha hecho, est haciendo, y va a hacer, y lo que quiere que haga l. As, toma a No, Abraham y Moiss y les brind confianza, contndoles lo que haba planeado (Gn. 6:13-21; 12:lss; 15:13-21; 17:15-21; 18:17SS; Ex. 3:7-22). Adems dio a conocer a Israel las leyes y promesas de su pacto (Ex. 20-33, etc; Dt. 4:13ss.; 28, etc.; Sal. 78:5ss; 147:19). b) Por otro lado, cuando Dios manda su palabra a los hombres, al mismo tiempo los enfrenta con su propia Persona. La Biblia no concibe la revelacin como mera difusin de informacin, divinamente garantizada, sino como un acercamiento personal de Dios a los individuos, destinado a hacerse conocer por ellos (cf Gn. 35.7; Ex. 6:3; Nm. 12:6-8; G. 1:15s). Esta es la leccin que se ha de aprender34

Introduccin a la

de las teofanas del AT. (Cf. Ex. 3:2ss; 19:11-20; Ez.1; etc.), y del lugar que representa el ngel (mensajero) de Yahvh, que resulta ser, tan evidentemente, manifestacin de Yahvh mismo (cf. Gn. 16:10; Ex. 3:2ss; Jue. 13:923): la leccin, vale decir, de que Dios no es slo el autor y el tema de sus menajes a los hombres, sino que es, tambin, su propio mensajero. Cuando el hombre se encuentra con la Palabra de Dios, por causal y accidental que pueda parecer ese encuentro, Dios se encuentra con ese hombre, le dirige la palabra a l personalmente, y le exige una respuesta personal como Autor de ella. 2. Necesidad de la revelacin La Biblia da por sentado en todo momento que Dios tiene que darse a conocer antes que los hombres puedan conocerlo. La idea aristotlica de un Dios inactivo a quien el hombre puede descubrir mediante el razonamiento es totalmente antibblica. Hace falta la iniciativa revelatoria, primero, porque Dios es trascendente. Est tan lejos del hombre en su modo de ser que el35

Introduccin a la

hombre no puede verlo (Jn. 1:19; 1 Ti. 6:16; cf. Ex. 33:20), ni descubrirlo escudriado (cf. Job 11:7: 23:3-9), ni leer sus pensamientos mediante hbiles conjeturas (Is. 55:8s). Aun si el hombre no hubiera pecado, por lo tanto, no hubiera conocido a Dios sin la revelacin. De hecho, vemos que Dios le habla al Adn no cado en el Edn (Gn. 2:16). Hay, sin embargo, una segunda razn que hace que el conocimiento de Dios de parte del hombre deba depender de la iniciativa revelatoria divina. El hombre es pecador. Su poder de percepcin en el reino de lo divino se ha embotado tanto por influencia de Satans (2 Co. 4:4) y el pecado (cf. 1 Co. 2:14), y su mente est tan ocupada con su propia fantasiosa sabidura, que se desenvuelve en sentido contrario al verdadero conocimiento de Dios (Ro. 1:21ss; 1 Co. 1:21), que sus facultades naturales no pueden aprehender a Dios, cualquiera que sea la forma en que le sea presentado. En efecto, segn Pablo, Dios se presenta constantemente a s mismo a todos los hombres por medio de sus obras de36

Introduccin a la

creacin y providencia (Ro. 1:19ss; Hch. 14:17; cf. Sal 19:1ss), y por la accin espontnea de la conciencia natural (Ro. 2:12, 15; Cf. 1:21); y sin embargo no es reconocido ni conocido. Slo una intervencin de Dios mismo puede guiarnos a su conocimiento y al de las grandes verdades que conciernen decisivamente a nuestra existencia. Como afirman Bernard Ramm: El conocimiento acerca de Dios debe ser un conocimiento que proceda de Dios,, y su bsqueda debe dejarse gobernar por la naturaleza de Dios y de su autorrevelacin. nicamente Dios poda dar al hombre el conocimiento que ste necesitaba. Pero se lo ha dado? La necesidad de una revelacin no es una prueba de que tal revelacin haya tenido lugar. Se ha comunicado Dios con los hombres de modo que puedan comprender y vivir en comunin con l? El autor de la carta a los Hebreos nos da una respuesta categrica: Dios ha hablado (He. 1:1-3). Pero37

Introduccin a la

afirmacin tan rotunda tiene suficiente base de credibilidad? La respuesta es positiva, aunque no simple. La base de credibilidad no radica tanto en argumentos lgicos como en hechos que se extienden a lo largo de la historia, en una trama compleja de acontecimientos humanos entrelazados con los hilos de la urdimbre divina. Como subraya Geerhardus Vos, el proceso de la revelacin no es slo conocimiento con la historia, sino que se encarna en la historia. Debe tenerse presente, sin embargo, y contrariamente a lo que algunos sostienen, que la revelacin no consiste slo en eventos histricos, actos de Dios. Incluye manifestaciones verbales de Dios que interpretan los actos. Sin esta parte de la revelacin, llamada proposicional, los hechos histricos quedaran sumidos en la ambigedad. Pongamos como ejemplo el xodo, acontecimiento cumbre en la historia de Israel. Despojado de la interpretacin oral dada por Dios mismo a Moiss (Ex. 3), fcilmente perdera la38

Introduccin a la

riqueza de su hondo significado. La historia registra otros casos de movimientos migratorios y episodios de emancipacin colectiva sin ninguna significacin especial. La salida de Israel de Egipto pudo haber sido uno ms. Pero la revelacin bblica no se limita a consignar el hecho escueto; aade lo declaro por Dios respecto a sus propsitos para con aquel pueblo y las especiales relaciones que a l le uniran con miras a convertirlo en un testigo del Dios verdadero y de su justicia. Lo mismo podramos decir del evento supremo de la Historia: la muerte de Jess. Sin una explicacin divina, este hecho podra interpretarse de los modos ms diversos y con toda seguridad ninguna interpretacin expresara el glorioso significado de lo acaecido en el Glgota. Slo la palabra de Dios poda desentraar el misterio de la cruz: Esto es mi sangre del nuevo pacto que va a ser derramada por muchos para remisin de pecados (Mt. 26:28).39

Introduccin a la

Los grandes actos de Dios son interpretados por Dios mismo, no por hombres. As la interpretacin divina completa la revelacin a fin de que sta cumpla su finalidad y libre a los hombres de equvocos, ambigedades y errores. Como hace notar Oscar Gullmann, la revelacin consiste de ambos: del acontecimientos salvadores es del todo esencial en el Nuevo Testamento. Podramos aadir que es esencial en toda la Biblia. La credibilidad de la revelacin bblica es avalada por su unidad esencial en la diversidad de sus formas y en su carcter progresivo. Sus variados elementos teolgicos, ticos, rituales o ceremoniales constituyen un todo armnico, con unas constantes que se mantienen tanto en cuanto se refiere a los atributos y las obras de Dios como en lo relativo a la condicin moral del hombre, a su relacin con Dios, al culto, a la conducta, etc. En el centro est Dios mismo.40

Introduccin a la

B. Inspiracin El diccionario Webster define la inspiracin de la siguiente manera: Es la influencia sobrenatural del Espritu de Dios ejercida sobre la mente del hombre, influencia que capacit a los profetas, apstoles y escritores sagrados para exponer la verdad divina sin mezcla de error. Por su parte, el diccionario Espasa-Calpe dice: Intimacin que Dios hace al escritor sagrado para que este escriba acerca de una determinada materia, junto con una asistencia especial para que no yerre en su exposicin. El sustantivo mediante el cual se traduce el gr. Theopneustos en 2 Ti. 3:16, que Reina Valera Rev. Traduce, toda Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia. Inspirada de dios en VHA (Ver. Hispanoamericana) no es mejor que en Reina y Valera Rev. 1960 porque theopneustos ms bien significa exhalada por Dios y no inspirada. La idea no es la de que Dios exhala a travs de las Escrituras, o que las Escrituras estn41

Introduccin a la

exhalando a Dios, sino la de que Dios ha exhalado las Escrituras, las palabras de Pablo significan que la Escritura es producto divino, que debe considerarse y estimarse como tal, y no que ella sea inspiradora (aunque esto tambin es cierto). La Escritura es el resultado del influjo o hlido divino. A travs de la inspiracin el escritor es preservado del error al escribir la revelacin. Sobre la base de este texto paulino (2 Ti. 3:16) la teologa regularmente emplea el trmino inspiracin para expresar tanto la idea del origen divino como el valor de las Santas Escrituras. Como sustantivo activo denota la operacin de Dios de producir la Escritura con su aliento; como sustantivo pasivo se refiere al carcter inspirado que tiene la Escritura. Tambin se emplea la voz en forma ms general, para expresar la influencia divina que hizo posible que los rganos humanos de la revelacin (profetas, salmistas, sabios y apstoles) hablasen, como as tambin escribiesen, las palabras de Dios.42

Introduccin a la

1.Inspiracin Verbal Existe un punto de vista el cual dice que Dios inspir los pensamientos pero no las palabras escritas. Dicho de otra manera, Dios inspir a los hombres y los dej a su propio criterio en la seleccin de vocablos y frases. Pero el nfasis bblico no recae sobre hombres inspirados, sino sobre palabras inspiradas. Dios habiendo hablado... en otros tiempos a los padres por los profetas (Hb. 1:1). Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espritu Santo (2P. 1:21). Adems es difcil separar palabra y pensamiento, ya que el pensamiento es palabra interna (y no pensis decir dentro de vosotros; dijo el necio en su corazn), mientras que una palabra es un pensamiento expresado. Pensamientos divinamente inspiradas. Pablo nos habla de palabras que ensea el Espritu Santo (1 Co. 2:13). Segn 2 ti. 3:16, son precisamente los escritos bblicos los que han sido43

Introduccin a la

inspirados. La inspiracin es una obra de Dios que termina, no en los hombres que deban escribir la Biblia (como si, despus de haberles dado una idea de lo que tenan que decir, Dios hubiese dejado librada a ellos la manera de decirlo), sino en el producto escrito mismo. Es la Escritura -graf, el texto escrito- lo que ha sido inspirado por Dios. La idea esencial aqu es que toda la Escritura tiene el mismo carcter que los sermones de los profetas, tanto cuando predicaban como cuando escriban (cf. 2P. 1:19-21, sobre el oren divino de cada profeca de la Escritura; vase tambin Jer. 36; Is. 8:1620). Es decir, la Escritura no es solamente la palabra del hombre, fruto del pensamiento, la premeditacin, y el arte humano, sino tambin, y a la vez, la palabra de Dios, expresada por labios humanos o escrita con la pluma del hombre. En otras palabras, la Escritura tiene una doble paternidad, y el hombre es solamente el autor secundario; el autor primario (por cuya iniciativa, estmulo e44

Introduccin a la

iluminacin, y bajo cuya supervisin, cada autor humano realiz su tarea) es Dios. La revelacin a los profetas fue esencialmente verbal, a menudo con un aspecto visionario, pero incluso, la revelacin en visiones es tambin revelacin verbal (L. Koehler, Old Testament Theology, trad, ing. 1957, p. 103). Debemos definir la inspiracin bblica en los mismos trminos teolgicos que la inspiracin proftica, o sea como el proceso total (mltiple, sin duda, en sus formas psicolgicas, como lo fue la inspiracin proftica) por medio del cual Dios movi a los hombres que haba escogido y preparado (cf. Jer. 1:5; G. 1:15) para que escribieran exactamente lo que l quiso que escribieran a fin de comunicar el conocimiento salvador a su pueblo, y por medio de este al mundo entero. La inspiracin bblica, por lo tanto, es verbal por su misma naturaleza, porque son palabras dadas por Dios las que45

Introduccin a la

componen las Escrituras exhaladas por l mismo. En consecuencia, la Escritura inspirada es revelacin escrita, as como los sermones de los profetas constituan revelacin oral. El registro bblico de la autorrevelacin de Dios en la historia de la redencin no es simplemente el testimonio humano de la revelacin, sino que el registro mismo es revelacin. La inspiracin de la Escritura constituye parte integral del conocimiento de revelacin porque por medio de la Escritura Dios dio a la iglesia su propia descripcin de su obra de salvacin en la historia, y su propia interpretacin autorizada del lugar que ella ocupa en su plan eterno. La inspiracin, por lo tanto, garantiza la verdad de todo lo que afirma la Biblia. Se debe distinguirse entre palabras no inspiradas y registro inspirado de ellas. Por ejemplo, muchos dichos de Satans figuran o estn registrados en las Escrituras, y sabemos que el diablo no fue inspirado de Dios cuando los pronunci.46

Introduccin a la

Pero el registro de satnicas es inspirado.

esas

expresiones

2.Inspiracin Plenaria De acuerdo con la teora de la inspiracin parcial, los escritores fueron preservados del error en asuntos necesarios para la salvacin, pero no en asuntos como historia, ciencia, cronologa y otros. Por lo tanto, de acuerdo con esa teora, sera ms correcto decir que la Biblia contiene la Palabra de Dios, ms bien que afirmar que es la Palabra de Dios. Esa teora nos sume en la cinaga de la incertidumbre, pues quin puede juzgar de manera infalible lo que es esencial para la salvacin y lo que no lo es? Dnde se encuentra la autoridad infalible para decir con respecto a qu parte es la Palabra de Dios, y qu parte no lo es? Y si la historia de la Biblia es falsa, luego la doctrina no puede ser verdadera, pues la doctrina bblica se fundamenta en la historia bblica.47

Introduccin a la

La parte que ha correspondido al hombre en la produccin de la Escritura es simplemente la transmisin de lo que haba recibido. Psicolgicamente, desde el punto de vista de la forma, resulta claro que los escritores humanos mucho contribuyeron a la preparacin de la Escritura: investigacin histrica, meditacin teolgica, estilo lingstico, etc. Cada libro de la Biblia es, en un sentido, la creacin literaria de su autor. Pero teolgicamente, desde el punto de vista del contenido, la Biblia considera que sus escritores humanos nada contribuyeron, y que la Escritura es exclusivamente creacin de Dios. Esta conviccin se basa en el concepto de los fundadores de la religin bblica, todos los cuales declararon haber transmitido - y en el caso de profetas y apstoles, haber escrito. Lo que, en su sentido ms literal, son palabras de otro: Dios mismo. 3.Inspiracin viva, no mecnica48

Introduccin a la

La inspiracin no significa dictado, ni que los escritores adoptaban una actitud pasiva y su mente no tomaba parte alguna en la escritura del materia, aunque es cierto que algunas porciones de las Escrituras fueron dictadas, como por ejemplo, los Diez Mandamientos y el Padrenuestro. La misma palabra inspiracin excluye mera accin mecnica, y la accin mecnica excluye la inspiracin. Dios no habl por medio de hombres como hablara por medio de un megfono. El Espritu Santo us las facultades del hombre, produciendo as un mensaje perfectamente divino que no obstante ostenta las caractersticas de la personalidad del escritor. Es la Palabra del Seor, pero en cierto sentido, la de Moiss, de Isaas o de Pablo. Es Dios quien habla en el hombre, Dios que habla por medio del hombre, dios que habla como hombre, Dios que habla a favor del hombre. La idea no es la de dictado mecnico, o la escritura automtica, o de cualquier procedimiento que entrae la suspensin49

Introduccin a la

de la accin de la mente del escritor humano. Encontramos conceptos de inspiracin de este tipo en el Talmud, Filn, y los Padres de la iglesia, pero no en la Biblia. La direccin y el control divinos bajo los cuales escribieron los autores bblicos no representan una fuerza fsica o psicolgica, y no limitaron, sino que ms bien aumentaron, la libertad, la espontaneidad, y la creatividad de su actividad literaria. El hecho de que en la inspiracin Dios no elimin la personalidad, el estilo, el punto de vista, y el conocimiento cultural de sus escritores no significa que su control sobre los mismos haya sido imperfecto, o que ellos, inevitablemente, al dedicarse a escribir lo que haban recibido para transmitir, distorsionaron la verdad. B.B. Warfield se burla benvolamente de la nocin de que cuando Dios quiso que Pablo escribiera sus epstolas se vio en la necesidad de bajar a la tierra y escudriar cuidadosamente a los hombres que encontr all, en busca afanosa del que, en50

Introduccin a la

general, pudiera ser el ms adecuado para el cumplimiento de su propsito; y entonces le impuso violentamente el material que quera expresar por su medio, contra sus tendencias naturales. Por cierto nada de eso ocurri. Si Dios quera que su pueblo contara con una serie de cartas como las que escribi Pablo, preparara a un Pablo que pudiera escribirlas, y el Pablo a quien puso en esta tarea fue un Pablo que espontneamente hubiera escrito justamente una serie de cartas de este tipo (The Inspiracin and Authority of the Bible, 1951, p. 155). La inspiracin no es una cualidad que pueda vincularse con las corrupciones que se infiltran en el curso de la transmisin del texto, sino con el texto que produjeron originalmente los escritores inspirados. En consecuencia, el reconocimiento de la inspiracin bblica hace ms urgente la tarea de una meticulosa crtica textual a fin de eliminar esas corrupciones y establecer cul era el texto original.51

Introduccin a la

No debemos comparar la inspiracin de los escritos bblicos con la inspiracin de las grandes obras literarias, aun cuando (como a menudo ocurre) los escritos bblicos sean realmente grandes obras literarias. La idea bblica de la inspiracin se relaciona, no con la calidad literaria de lo que se ha escrito, sino con su carcter de revelacin en forma escrita. IV.DESARROLLO HISTRICO DE LA ESCRITURA. Una vez un misionero escribi el nombre de un utensilio que necesitaba en un trozo de madera, y se lo dio a un jefe, pidindole que se lo llevara a su esposa. El hombre pregunt que tena que decir; no tiene que decir nada, solo llevar el trozo de madera. Su asombro fue tal cuando la esposa del misionero mir el trozo de madera y le dio la herramienta. Estaba ms all de su comprensin que unas marcas en un trozo de madera transmitieran un mensaje. Para el era un profundo misterio; colg el pedazo52

Introduccin a la

de madera en su cuello y contaba con entusiasmo el milagro que haba acontecido. La escritura es una actividad tan abstracta que no se ha sabido de ningn pueblo en estado de barbarie que diera inicio a algn sistema de escritura sin haber dado muestras de este maravilloso arte. Los alfabetos semticos, el egipcio, el hebreo, el fenicio, el Arameo, (en el que est escrito parte de la Biblia) y todos los relacionados con ellos, se escriben sin vocales, aunque hoy a veces se indican por medio de signos o acentos colocados encima o debajo de las letras. El hebreo y los alfabetos emparentados tienen un nombre para cada letra que adems significa algo concreto. As, aleph, es buey, beth, casa ; gimel, camello. Cuando los griegos asimilaron las letras, adoptaron tambin sus nombres con ligeras variaciones : (alfa), (beta) (gamma). El alfabeto Arameo origin varias escrituras, entre ellas la armenia, que an se utiliza. Consta de 38 letras, incluidas 16 que se53

Introduccin a la

aadieron para representar sonidos especficos armenios. En Georgia se dispone de un alfabeto de 2 formas distintas. El mas antiguo, o escritura eclesistica, se parece al armenio, pues se supone que ambos alfabetos los invent en el siglo V san Mesrop, para lo cual se bas, en ambos casos, en sus conocimientos de Arameo. La invencin de la segunda escritura Goergiana se atribuye al rey Parnavaz y su llamado Mhedruli o mano de soldado ; ese alfabeto se utiliza para la escritura corriente. El georgiano moderno tiene un alfabeto de 39 letras y se escribe de izquierda a derecha como el armenio. Por otro lado, casi todas las escrituras semticas se escriben de derecha a izquierda, incluyendo el hebreo moderno. Cuando los griegos adoptaron el alfabeto tambin escriben de este modo. Posteriormente aadieron algunas letras para representar sonidos inexistentes en el alfabeto semtico. Primero convirtieron algunas letras en vocales :54

Introduccin a la

a

(alfa) e (psilon) i (iota) o (Omicron) v (psilon). A continuacin (fi), (psi) (ji) (xi) con una o dos alteraciones mas surgi el alfabeto griego. El griego se escriba a veces de izquierda a derecha y en ocasiones utilizaban ambas direcciones. En este caso se utiliza la expresin bustrofedon, que significa Tal como ara el buey, puesto que la escritura se efectuaba hacia adelante y hacia atrs. Posteriormente se estableci de un modo definitivo la escritura de izquierda a derecha, disposicin que adopt oficialmente el gobierno de Atenas en el ao 403 a. C. Los coptos, pueblo egipcio cuya lengua desciende directamente de la de los habitantes del antiguo egipcio, tambin la adoptaron. Aunque su alfabeto es muy parecido al griego, aadieron unas cuantas letras procedentes de la escritura demtica egipcia para expresar sonidos especiales. A. Tipos de Escritura.55

Introduccin a la

1.Jeroglficos Egipcios : la escritura nativa del Egipto faranico aparece en tres formas : Jeroglficas (gr. , sagrado y , talladura) ; Hiertica (gr sacerdotal) y Demnica ( gr popular). El sistema Jeroglfico. Los caracteres jeroglficos egipcios son signos pictricos, originalmente figuras destinadas a expresar las cosas que representaban; muchas de ellas comenzaron a usarse pronto para expresar sonidos, especficamente las consonantes de la palabra egipcia para la cosa representada por la figura jeroglfica. Tales signos podan entonces ser usados para representar dichas consonantes en la representacin de otras palabras. Algunos de estos signos fonticos terminaron por representar un solo y un mismo sonido consonanticos, convirtindose as en uno de los primeros signos alfabeticos del mundo.56

Introduccin a la

La escritura Hiertica y Demnica. Son adaptaciones de la escritura jeroglfica. La escritura hiertica es un tipo de escritura jeroglfica cursiva, que se escriba con tinta y una pluma sobre un papiro, reducida a smbolos formales que dejaron de ser pictricos, para facilitar la escritura rpida. Los jeroglficos aparecieron en Egipto poco antes de la fundacin de la monarqua faranica (1a. Dinasta) 3000 a.C. y los caracteres hierticos poco despus. La escritura Demnica es simplemente una forma ms rpida y abreviada de la escritura hiertica manual, que aparece alrededor del siglo VII a.C. y como los dos tipos anteriores, perdur hasta el siglo V d. C. Desciframiento. Los anteriores sistemas de escritura constituyeron libros cerrados durante 13 siglos hasta que el descubrimiento de la piedra de Rosetta en 1779 durante la expedicin de Napolen a Egipto hizo posible el desciframiento de la lengua y los57

Introduccin a la

2.

sistemas de escritura del antiguo Egipto. La piedra de Rosetta es un decreto bilinge de Ptolomeo V, 196 a.C. en griego y egipcio, este ultimo en escritura joroglfica y demtica. Esta piedra y el obelisco de Bankes permitieron al frances J. F. Champollion lograr el desciframiento bsico de los jeroglficos egipcios en 1822, demostrando que eran fundamentalmente fonticos en su uso y que la lengua egipcia era en realidad simplemente la lengua de la que se deriva el copto, la lengua de la iglesia egipcia autctona. Hititas. El sistema de jeroglficos que usaban los hititas en Anatolia y Siria principalmente en la segunda mitad del 2 milenio a.C. fue descifrado en 1946 y se est estudiando actualmente en detalle, como tambin se usa para compararlo con los dialectos hititas escritos con caracteres cuneiformes. Es un sistema compuesto de simples slabas con signos especiales para sustantivos comunes. Tipos Cuneiformes.58

Introduccin a la

Acdico. En Babilonia se usaron las pictografas para escribir sobre arcilla y piedra a partir del 3100 a. C. sin embargo, se descubri pronto que resultaba difcil dibujar lneas curvas en arcilla y la pictografa fue gradualmente reemplazada por su representacin hecha mediante una serie de incisiones en forma de cua. Un cambio adicional, debido a la comodidad, hizo que en lugar de escribir en columnas verticales y de derecha a izquierda se comenzara a escribir con los caracteres clsicos en forma horizontal y de izquierda a derecha. Hacia el 2800 a. C. la escritura cuneiforme ya estaba plenamente perfeccionada, an cuando las formas de los signos fueron modificadas en diversos periodos. A partir del tercer milenio a.C. la escritura cuneiforme, con por lo menos 500 signos diferentes, se us ampliamente fuera de la mesopotamia (Sumeria, Babilnica y Asiria). Se le adapt para escribir otras lenguas tambin, especialmente dialectos semitas59

Introduccin a la

occidentales (el hurreo, las diversas lenguas hititas). Ugaritico. En Ras Shamra los escribas emplearon el cuneiforme acdico para la correspondencia internacional y algunos textos econmicos del siglo XV - XIII a.C. Paralelamente, empero, se form un sistema de escritura excepcional. Combinaba la simplicidad del alfabeto cananeo (fenicio) que ya exista, con el sistema mesopotmico de escritura sobre arcilla, con estilo, pudindose as el alfabeto consonantico por medio de la escritura cuneiforme. Puesto que se emple para lenguas semticas como no semticos (hurreas) se idearon 29 signos (mediante el agregado de unas cuantas cuas en un esquema sencillo que tena poca o ninguna relacin con el acdico.) para representar los signos consonanticos, y tres alef con diversas vocales (a. i, u ). Varias tablillas destinadas a ejercitacin proporcionan el orden del alfabeto que prefiguraba el orden hereo.60

Introduccin a la

3.

Persa Antiguo. Bajo los persas aquemnidas, a la par de la escritura aramea se emple un sistema especial, derivado del cuneiforme babilnico para la lengua indoirania (aria). Este sistema cuneiforme simplificado se conoce principalmente por los textos histricos de los reinados de Dario I y Jerjes. Una inscripcin del primero, escrito en una roca de Bisutun en persa antiguo, babilnico, y elamita, proporcion la clave para el desciframiento de los sistemas cuneiformes cuando la versin en persa antigua, fue descifrada poco despus de la publicacin en 1845 de la copia hecha por Rawlinson. Este sistema cuneiforme comprende tres sinos vocales, 33 signos consonanticos con vocal inherente, adems de 8 ideogramas y dos divisores de palabras. Sistemas Lineales. El uso extenso de los jeroglficos egipcios y de los caracteres cuneiformes babilnicos en siro-palestina desde el 3 milenio a. C. en adelante estimul la61

Introduccin a la

produccin de sistemas mas simples para las lenguas locales. En Biblos floreci durante el segundo milenio un sistema de 100 signos silbicos, pero no se ha logrado extenderlos plenamente todava. Al mismo tiempo surgieron en Creta los sistemas denominados lineal A y B, con un sistema relacionado en Chipre en donde se han encontrado ejemplos de Ugarit. Alfabtico. En los comienzos del 2 milenio a. C. parecera que un escriba que viva en Siro - Palestina quiz en Biblos, se dio cuenta que su lengua poda representarse con un nmero mucho menor de signos que cualquiera de los silabarios que se empleaban en ese entonces y que resultaban engorrosos ; cada consonante poda representarse con un smbolo. Los smbolos que se adaptaron eran figuras que seguan el modelo egipcio. La escritura jeroglfica inclua figuras que representaban sonidos iniciales de sus nombres solamente. El valor del principio alfabetico radicaba en la reduccin del nmero de smbolos62

Introduccin a la

hasta llegar a uno slo para cada sonido consonantico en la lengua. Las vocales no se representaban separadamente hasta que los griegos adaptaron el alfabeto. Es probable que los smbolos fueran tratados inicialmente como consonantes mas la vocal correspondiente. Fenicio - Hebreo primitivo. A partir del 1000 a. C. podemos rastrear la historia de las letras con claridad, si bien existen pocos especmenes escritos entre 1000 y 800 a.C. La direccin de la escritura era invariable era de derecha a izquierda como en egipto. Arameo. Los arameos adoptaron el alfabeto cananneo cuando se asentaron en siria, y gradualmente le dieron rasgos distintivos. La cada del imperio Persa y el desplazamiento del Arameo comn de la corte imperio condujeron a la formacin de muchas variedades locales. *. La escritura arcaica o protojudaica de Jud, 250 - 150 a.C. tal como aparece en los manuscritos de Qumram, es de63

Introduccin a la

caligrafa formal derivada del arameo persa que, hacia fines del siglo III, es una cruza entre los tipos formal y cursivo parecida a los tipos arameos comunes de Palmira y Nabatea, que tambin surgieron en esa poca. *. El periodo asmodeo 150 - 30 a.C. vio la formacin de un tipo de escritura formal ; mas cuadrado y mas angular, que aparece en sus primera etapas en el papiro de Nash, que ahora se fecha 150 a.C. *. El periodo herodiano 30 a.C. - 70 d.C. fue una poca de veloz evolucin y en consecuencia los textos pueden fecharse en forma precisa. *. El periodo post herodiano, despus del 70 d.C. se conoce muy bien en la actualidad sobre la base de documentos comerciales legales fechados. La letra cursiva no es de tipo literario sino sumamente complicado.64

Introduccin a la

Griego. El alfabeto griego se atribuy por tradicin a un comerciante fenicio Cadmo. Pareca probable, por la forma de las letras, que los griegos ya para el siglo IX a.C. haban adaptado el alfabeto a las necesidades de su lengua indoeuropea. V. HISTORIA DEL TEXTO BBLICO A. Historia Del Texto Hebreo 1. Antecedentes Aunque el texto hebreo del Antiguo Testamento contiene algunos pasajes en la lengua afn aramea, le llamamos texto hebreo solamente, en vista de que estos pasajes son relativamente cortos y se hallan slo por excepcin en unos cuantos libros: casi seis captulos de Daniel (2:4b7:28), dos pasajes de Esdras (4:8-6; 7:1226), un versculo de Jeremas (10:119 y un nombre propio en Gnesis (31:47). El perodo que hemos llamado la prehistoria del texto hebreo puede considerarse65

Introduccin a la

terminada hacia el ao 300 a.C., cuando la transmisin oral puede decirse prcticamente sustituida por la transmisin escrita. Excepto por esos datos escuetos, no tenemos pruebas directas y concretas que nos permitan describir el proceso anterior que llevo de la transmisin oral a la exclusivamente escrita, pasando por la fase en que coexistieron por largo tiempo. No existe ningn manuscrito hebreo anterior al siglo tercero a. C. Prominentes autoridades judas y cristianas estn concordes en que no es posible trazar con certeza la lnea seguida por el proceso de formacin del texto bblico en esa lejana etapa. Dice el profesor Shemaryahu Talmn, de la Universidad Hebrea de Jerusaln: Probablemente no hay ningn otro texto, antiguo o moderno, testificado por tantos diversos tipos de fuentes, y cuya historia sea tan difcil de elucidar como la del texto del Antiguo Testamento. Estamos ciertos, sin embargo, de que la primera fase fue la de transmisin oral,66

Introduccin a la

que en el caso del texto hebreo dur muchos siglos. Todos los pueblos han preservado primero que todo por la tradicin oral sus ms antiguos recuerdos. Cuando Jacob y sus hijos se establecen en Egipto, hacia principios del segundo milenio a.C., llevan ya sin duda un tesoro de tradiciones del pasado patriarcal y de los antecedentes mesopotmicos de nacor y Abraham. Este tesoro, conservado oralmente, se habr enriquecido durante los siglos de permanencia en Egipto, y los aos de la peregrinacin por el desierto. Llegados a Canan, y al ponerse en contacto con su poblacin, se sumergen en un mar de tradiciones que provienen de horizontes ms amplios. Cuando, para organizarse ms establemente como nacin, complementan la legislacin bsica recibida en el Sina con leyes y reglamentos ms detallados, tienen conocimiento de la legislacin de otros pueblos, especialmente de Mesopotamia.67

Introduccin a la

En esta poca hallan, como parte de esas tradiciones nuevas, himnos y cantos picos antiguos que se conservan y transmiten oralmente, pero tambin algunos por escrito. Sus sabios llegan de alguna manera a conocer la literatura de los pueblos circunvecinos: la de Egipto, que habran conocido en los largos aos de esclavitud, y ahora la rica literatura de Mesopotamia, puesta en escritura cuneiforme. Al norte de Palestina han florecido los reinos de Ugarit y Ebla que han dejado tambin un rico material literario. Mucho de esto lo absorbe la cultura Israelita en formacin, depurndolo de sus connotaciones paganas y adaptndolo a su riguroso monotesmo. Con el tiempo, los primeros escritores sagrados utilizan este material, cuyos rastros pueden advertirse aqu y all en el texto bblico, especialmente en los cdigo, en el libro de los Salmos y en la literatura de la sabidura. No sabemos cundo, en el caso de Israel, comenzaron a ponerse por escrito68

Introduccin a la

materiales que provenan de la tradicin oral. En Egipto ya exista la escritura cuando Jacob y sus hijos se instalaron ah, y aunque no es de esperarse que ellos o sus descendientes pudieran leerla, pues era casi un monopolio de la clase sacerdotal, por lo menos Moiss, que recibi educacin de prncipe, debi de haber podido descifrarla, y de haber conocido por ello la historia y tradiciones conservadas en documentos de ese pas. Ya en Canan, los israelitas habran entrado en contacto con tradiciones cananeas y mesopotmicas, y en una forma u otra, conocido el contenido de la ya para entonces rica literatura de esas regiones. Es opinin comnmente aceptada que las partes ms antiguos de los escritos bblicos pueden ser los cantos y poemas que se citan en los libros histricos. Por ejemplo, entre otros: El dicho de Lamec La Maldici Cancin de Canan (Gn. 4:23-24); Las Bendiciones de (Gn. 9:25-27);69

Introduccin a la

Isaac (Gn.27:27-29;39,40) El Cntico de Moiss (Ex. 15:1-18); La Profeca de Balaam (Nm. 23 y 24), El Cntico de Dbora (Jue. 5); El Cntico de Postrero de David (2 S. 1:19-27); El Salmo de Jons (Jon.2:2-10)

de Jacob (Gn.49:227); El Poema de los Romanceros (Nm. 21:27-30); El Cntico de Moiss (Dt. 32:1-43) La Elega de David (2 S. 23:1-7) El Salmo de Ezequas (Is. 38:10-20) y el Salmo de Habacuc (Hab. Cap. 3

Parte de este material se habra recogido oralmente, por otra parte tal vez exista ya por escrito, aisladamente o como elemento ntegramente de algn documento. En las propias Escrituras se mencionan viejos escritos, parte de los cuales se citan a70

Introduccin a la

veces textualmente, que fueron utilizados por los escritores. En el Pentateuco los eruditos creen discernir ciertos bloques de material que se incorporaron al cuerpo de un libro, por ejemplo, el Declogo en dos redacciones: (Ex. 20:1-17 y Dt. 5:1-21); un Cdigo del Pacto (Ex. 20: 22-23; 33); un Cdigo Ritual (Ex. Cap. 34); un Cdigo de Santidad (Lv. Caps. 18-26; un Cdigo Deuteronmico (Dt. Caps. 12-26) Y un Ritual del Arca (Nm. 10:35-36), si bien no hay completo acuerdo sobre su respectiva delimitacin. Se citan en la Bblica documentos, hasta hoy perdidos, que los redactores utilizan en sus escritos, por ejemplo: Libro de las guerras de Yahvh Nm. 21:14, 15; Libro de Yasar (Jaser o el justo) Jos. 10:13; 2 S. 1:18; Historia del Profeta Natn, Visiones del vidente Yedo o Iddo 2 Cr. 9:29; Libro de la historia de Salomn 1 R. 11.41;71

Introduccin a la

Libro de las crnicas de los reyes de Jud 1 R. 15:7; Libro de las crnicas de Isr. 1 R. 15:31 (diferente de 1 y 2 de Crn.) y Libro de Yahvh I)s. 34:16. No se ha descubierto hasta hoy, y despus de tanto tiempo es casi seguro que no exista ya, ningn manuscrito original, de primera mano, sea del escritor sagrado mismo -lo que llamaramos un autgrafolos escritos del Nuevo Testamento. Sobre todo de los del Antiguo, ni siquiera sabemos con precisin, y en algunos casos ni aun con aproximacin, la fecha en que se escribi un libro o parte de un libro bblico. Incluso no hay seguridad de que el verdadero autor de un libro sea aquel cuyo nombre lleva. Slo en contador casos es tal cosa muy probable. Por ejemplo, Esdras, Nehemas, Ams, quiz Ezequiel y por lo menos en parte, Jeremas, pues se menciona que emple como amanuense a Baruj Ben Neriyh. En la redaccin de los libros histricos, y obviamente en casos como los Salmos y Proverbios, intervinieron72

Introduccin a la

varios autores, compiladores y revisores, hasta que los libros asumieron la forma final. 2. De lo oral a lo escrito. Como antes dijimos, no sabemos con seguridad cundo comenz la redaccin de los textos bblicos. Algunas autoridades piensan que debi de haber sido ya bajo la monarqua, cuando no slo qued ms formalmente organizada la nacin como tal sino, junto con ello, asumi una forma ms definida y estructurada el culto, con el templo de Jerusaln como centro, y un sacerdocio bien organizado y establecido. Seguramente, como base de la organizacin, poltica y religiosa de Israel, se contaba ya con una redaccin del texto bblico del Pentateuco, muy probablemente se iban poniendo ya por escrito materiales como los salmos de que era autor David. En tiempos de Ezequas (siglo 8) se pusieron por escrito unos proverbios atribuidos a Salomn (Pr. 25:1). Y como dicho rey orden que en el templo se73

Introduccin a la

cantaran salmos de David y de Asaf (2 Cr. 29:30) es muy probable que hubiera de ponerse tambin por escrito. Segn parece, Isaas escribi algunos de sus orculos (30:8). Jeremas dict alguno de los suyos (36:4, 8, 10, 32). Para entonces ya exista por escrito Miqueas y Abdas, porque Jeremas los cita, textualmente al primero y casi textualmente al segundo en 26:18. Esto era a mediados del siglo 7. Y hay que recordar que en ese mismo siglo se hall, bajo el rey Josas, un libro de la ley cuando se reparaba el templo (2 R. 22.8). Quiz como stos habra ya por escrito otros materiales bblicos, pero, por supuesto, no tenemos manera de saber el estado en que se hallaba entonces su texto. Ya hemos dicho que no existe a la fecha ningn manuscrito hebreo anterior al siglo tercero a. C. Seguramente durante la cautividad de Babilonia los escrituristas judos emprendieron con ms empeo la tarea de reunir y organizar los escritos sagrados, e iniciaron la labor de revisin y anotacin.74

Introduccin a la

Pero sera un trabajo elemental todava. Excepto el Pentateuco, ni siquiera se daban an por completada la coleccin de libros sagrados. Faltaban, por supuesto, los escritos de Esdras y Nehemas y de los profetas posteriores al exilio: Hageo, Zacaras, Malaquas y posiblemente Joel. Se nos dice que al regreso de Babilonia, Esdras traa con sigo la Ley de dios (Esd. 7:6-14), que Nehmas llama Libro de la Ley de Moiss (8:1). Podra haber sido una copia del texto del Pentateuco en su primera redaccin, que los deportados habran llevado al cautiverio, y que podemos llamar Protopentateuco, o una forma primitiva de Deuteronomio. En cualquier caso, tampoco sabemos el estado del texto. La tradicin atribuye a Esdras y sus Escribas una gran actividad escritursticas, reuniendo y restaurando los libros sagrados. Y en 2 macabeos 2:13, se refiere que Nehemas fund una biblioteca y reuni en ella los libros sagrados en su texto, es de suponerse, primitivo. Estas75

Introduccin a la

referencias pueden tener una base histrica, en el sentido de que al regreso del exilio se dieron pasos importantes no slo para la formacin del canon sino hacia la fijacin del texto de los libros del Antiguo Testamento. De la forma del texto en esta etapa tenemos testigos importantes. Los eruditos bblicos llaman testigos los documentos y citas que arrojan luz sobre el texto. En este caso los testigos son unos contemporneos y otros posteriores. El primero es la versin griega llamada Septuaginta (LXX), hecha principalmente en Alejandra aproximadamente entre los aos 250 y 150 a.C. Decimos principalmente porque parece probable que algunos libros como Salmos, Samuel y Ester hayan sido traducidos en Palestina y llevados a Egipto. Los testigos posteriores son los trgumes (La palabra heb. Targum denota una traduccin aramea o una parfrasis de alguna parte del A.T. - Nuevo Dicc. Bblico-) como el Seudojanatn, el Samaritano y el Palestino (sig. 1 D.C.) y el76

Introduccin a la

famoso de Onkelos (s. 2 d.c.); las versiones griegas de Aquila, Smaco y Teodocin, del siglo 2 d.C.; las siracas, especialmente la llamada Peshitta (S. 2 3 d.C.), y las versiones latinas: la llamada Vetus latina, o Latina Antigua (S. 2 3 d.C.) y la Vulgata (fines del siglo 4 d.C.). Esta ltima fue hecha por San Jernimo de la hebraica veritas, como l deca, o sea del texto hebreo por l conocido. Por supuesto, estas traducciones revelan la forma del texto en que se basaron. Otro testigo importante es el manuscrito samaritano del Pentateuco que se conserva en Nabls. Aunque la copia es de la Edad media (se le asignan fechas entre el siglo 11 y el 14), el texto data, segn W.F. Albrigth, del siglo primero de nuestra era. Comparada con el texto oficial, llamado masortico que se fij ms tarde, muestra unas 6.000 diferencias o variantes, en unas 2.000 de las cuales coinciden con la LXX. Segn algunas autoridades esto podra indicar, en ambos casos, que exista un texto anterior y diferente del que ms77

Introduccin a la

preferiran los rabinos y que finalmente desembocara en el Texto Masortico. Pero otros autores, por el contrario, piensan que el Samaritano es una revisin del texto rabnico aludido. Testigo de extraordinario valor en la Hexapla de Orgenes, primera mitad del siglo 3 d.C. Tiene seis columnas (de ah su nombre), a saber, respectivamente, el texto hebreo del A.T., el mismo transcrito en caracteres griego, y luego paralelamente las versiones griegas de Aquila, Smco y Teodocin. Las variantes de stas entre s, y con el texto hebreo, saltan a la vista. Hay adems, fragmentos muy raros en papiro, como los de Exodo y Deuteronomio adquiridos por W.L. Nash en Egipto, en 1902, y que llevan a su nombre. Segn Albright datan del siglo 2 a.c., aunque otros como Paul Kahle, lo fechan a mediados del siglo primero d.C. Otros fragmentos de manuscritos bblicos que llamaron mucho la atencin fueron los descubiertos en la segunda mitad del siglo prximo pasado (a partir de 1890) en un78

Introduccin a la

depsito de manuscritos en desuso, llamado gueniza o geniz de una vieja sinagoga del Cairo. Datan al parecer del siglo 10 dC., pero hay autoridades que suponen que algunos podran datar del siglo 5 d. C. De todos los que existen hoy, los testigos ms importantes son los manuscritos de Qumrn, en la ribera del mar Muerto, que empezaron a descubrirse en 1947, e incluan dos de Isaas, uno de ellos prcticamente completo, y numerosos fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, con excepcin de Ester, a estos manuscritos, y la luz que arrojan sobre la historia del texto bblico nos referiremos ms particularmente despus. Del estudio de todos estos testigos se sacan dos principales conclusiones. La primera es que en la fase en que comienza a prevalecer la transmisin escrita sobre la oral se marca ms al regreso de la cautividad. Ya no exista entonces un Estado Judo propiamente dicho, as que ahora son las Escrituras, especialmente el79

Introduccin a la

Pentateuco las que sirven de base y fuerza a la identidad nacional. Durante los dos siglos siguientes, la transmisin escrita se refuerza, y alrededor del ao 300 a.C. acaba por imponerse. Fue entonces cuando el texto bblico sale, por decirlo as, de su prehistoria, y empieza su historia propiamente dicha. La segunda conclusin es que estos testigos dan fe de un hecho que ya se haba establecido por otros indicios y sobre otras bases, y que ellos confirman fuertemente. Es el hecho de la existencia, desde muy antiguo, de diversas tradiciones textuales. Esto es natural si se toma en cuenta que las tradiciones textuales son concrecin de tradiciones orales, y stas, por razn del propio medio oral, no se transmiten en una lnea uniforme e invariable sino que, de boca en boca, se ramifican en varias lneas que con el tiempo ofrecen diferencias, a veces apreciables, entre s. Es decir, que ya desde la etapa de transmisin oral se van80

Introduccin a la

formando diversas tradiciones. Con ms razn a partir de la transmisin escrita. No hubo, pues, originalmente, un solo texto, algo as como el arquetipo, del cual se hubieran derivado, por efecto de revisin, diversas tradiciones textuales. Por otra parte, en virtud de que el texto bblico escrito no se transmiti primeramente en bloque, formando un solo volumen o cdice, sino en rollos por separados, escritos originalmente en diversas pocas, y copindose despus por separado, en fin de cuentas el texto de cada libro tiene su propia historia, no puede asegurarse que su desarrollo haya seguido exactamente el mismo curso que el del texto de los dems libros. En el propio texto bblico final el Texto Masortico, del cual se han hecho todas las versiones modernas en las varias lenguas, se hallan presentes diferentes tradiciones textuales que sin duda corresponden en trminos generales a diferentes tradiciones orales, comprense, por ejemplo, 2 S. Cap. 22 con el Salmo 18;81

Introduccin a la

1 Cr. 16.8-36 con Sal. 105:1-15; 96:1-13; 106:1, 47, 48. Tambin 2 R. 25:1-22 con Jer. 39:1-10 y 52:4-27; dentro de los Salmos mismo, Sal. 31:23-4b con 71:1-13; 60:7-4 con 108:8-14. Bien sabido, es por otra parte, que los dos libros de Crnicas representan tradiciones diferentes de las que representan los dos libros de Reyes, y de ah las diferencias que se encuentran en los pasajes paralelos respectivos. 3. Labores de los escribas En el largo proceso de desarrollo del texto bblico tuvieron una intervencin decisiva los Soferin o escribas. Su trabajo consista originalmente en la simple copia de manuscritos, pero con el tiempo asumieron, por el conocimiento que iban adquiriendo sobre las escrituras sagradas, un papel ms importante: el de revisores, anotaciones, correctores y finales redactores de ellas. En los escritos rabnicos se les atribuye mucha importancia en ese sentido a los escribas que colaboraron con Esdras en sus trabajos bblicos al volver del exilio. El82

Introduccin a la

escriba lleg a ser, como dice Talmon, Un socio o participe menor en el proceso de creacin literaria. He aqu las principales formas como los Soferim participaron en el desarrollo del texto, adems de su trabajo bsico de copistas: Sealamiento de letras y palabras dudosas. Las maneras ms antigua de marcarlas fue poner sobre ellas. Modificacin de la antigua escritura. Introdujeron los caracteres asirios o arameos, tambin llamados cuadros, en uso hasta hoy, en lugar de los arcaicos (fenicios o palmirenos). Aunque la tradicin atribuy este cambio a Esdras, realmente fue gradual. Todava se usaba la escritura arcaica, al lado de la otra, como se ve por las inscripciones de las monedas judas acuadas por Simn. c. Macabeo (medidas del siglo 2 a.c.). Pero ya estn en caracte cuadrados los manuscritos ms antiguos de Qumrn (fines del siglo 2 a.c.) y eran ya usuales en tiempos de Cristo. En Mt. 5.18, ela. b.

83

Introduccin a la

d.

e.

transcripcin del hebreo yod, la letra ms pequea en la escritura cuadrada, pero no en la arcaica. Separacin de palabras. Al parecer en la escritura hebrea, como en la de otras lenguas antiguas, originalmente no se separaban las palabras, sino que se ve por la inscripcin de Siloam, los escribas las separaban con un punto. En las copias, sin embargo, podan ocurrir errores y copiarse dividida en dos. Los masoretas formaron listas de los casos principales de uno y otro tipo que deban corregirse. Algunas variantes se debe simplemente a una separacin diferente de las palabras. Letras finales. Para que se marcara mejor la separacin, los escribas inventaron para cinco letras una forma diferente cuando quedaran al final de palabra. Son las letras men, nun, isad, pe y caf. Aunque este cambio fue tambin gradual, sus formas finales aparecen ya en lo manuscritos de Qumrn, y se conservan.84

Introduccin a la

f.

g.

Letras vocales. Al regreso del exilio el arameno haba sustituido al hebreo en el uso corriente de los judos. El hebreo iba quedando ms y ms reservado a la lectura de las Sagradas Escrituras. Pero aunque los lectores en pblico conocan el hebreo lo suficiente para poder leer el texto consonntico los soferim hallaron que sera necesaria alguna ayuda a los lectores para saber con seguridad qu vocales correspondan a las consonantes del texto. Idearon, entonces, valerse de algunas consonantes para que en ciertos casos indicaran una vocal. Son las llamadas matres lectionis, madres de la lectura; y la alef, para la a;la he para a, e y o finales; la yod para la e y la y; la vav para la u y a veces la o. Sistema Kethib-Quer. Los soferim desarrollaron este sistema de anotacin para indicar al lector cundo deba leerse una palabra de manera diferente de cmo estaba escrita en el texto. Kethib significa est escrito; quer, lase. La palabra en cuestin se marcaba con85

Introduccin a la

un circulo en la parte superior. Y en el margen, siguiendo la abreviacin 8, lo que deba leerse. Este sistema aprecin primero en relacin con el nombre divino YHVH, escrito asi pero que no deba intentarse leer. En su lugar deba leerse Adonai (el Seor) o Elohim (dios). Como el nombre impronunciable aparece muy a menudo en el texto, la indicacin quer respectiva dej de marcarse, dndola por sobrentendida, por lo cual se le llam quer perpetuo. Siglos despus cuando se estableci el sistema de puntos vocales, en vez del quer perpetuo se dieron a YHVH las vocales e-o-a para leer Adonai (la primera vocal es en hebreo combinacin de q y e, y para abreviar se pus nicamente esta ltima, as como, por la misma razn al final slo se puso a). De esto provienen el error ortogrfico de escribir Jehova (ingls, Jehovah) porque al hacer las versiones se crey que las vocales de simple contrasea pertenecan al hombre sagrado. Para leer Elohim se pusieron al tetragrama (cuatro letras) las vocales e-o-i.86

Introduccin a la

Despus del sistema K-Q se hizo extensivo a los casos de ortografa defectuosa o defectiva (abreviada). En el primer caso el, Quer daba la ortografa correcta, y en el segundo la plena, o sea con martes lectionis. Se aplic tambin despus a vocablos expresiones consideradas indecorosas o blasfemas. El quer las suavizaba con un eufemismo. Por ejemplo en 1 S 5.6, el Kethib es Ofelim (pustulas) y el quer tejorim (tumores). En 2 R 18.27, el K es jar (excremento) y el Q, isoh (estircol), el K, shayin (orines) y el Q, memei raguelvin (aguas de los pies y en hebreo pies se usa como eufemismo para los rganos genitales). Y es que, como sucede en todas las lenguas, palabras que originalmente eran propias y no tenan nada de indecente llegaron a tener con el tiempo un sentido rudo indecoroso u ofensivo, y tratndose de la lectura ritual los soferim los sustituyeron. Habra otros eufemismos que venan ya en el texto mismo, y por tanto no necesitaron cambio.87

Introduccin a la

h.

El sistema K-Q funcionaba tambin a la inversa. Se marcaban con Q en el margen palabras que estaban en el texto, pero que se consideraban extraas a l y no deban leerse, asi como palabras que faltaban en el texto y que en la lectura deban agregarse. Pero generalmente, por respecto al texto, no se tachaban en l las primeras ni se insertaban las segundas. Con el tiempo, el sistema lleg a servir a los comentaristas judos como recurso homiltico, pues les permita cambiar la lectura de un texto no porque fuera, incorrecto, sino para aplicarle una exgesisque se prestara mejor para actualizarlo y derivar de l enseanzas y exhortaciones no estrictamente contenidas en el texto escrito. Nun invertida. Para indicar pasajes dudosos en cuanto a su colocacin en el texto o su autenticidad empleaban una letra nun invertida, al principio y al final del pasaje en cuestin. As, por ejemplo,88

Introduccin a la

i.

j.

estn marcadas Nm. 10.35-36; sal 107.21-26. Hay en total nueve casos. Cotejo de manuscrito. Dado que exista diferentes tradiciones textuales y diversas copias de manuscritos, los escribas no pudieron menos que cotejarlas y notar las diferencias o variantes. En un principio simplemente aceptaban para el texto las lecturas mayoritarias, o sea, en las que coincidan la mayora de los manuscritos examinados, y descartaban las que ocurran en minora. Ms tarde procuraron evaluar las variantes, y las que les parecieron de importancia, las indicaron en el margen como quer. Letras suspendidas o alzadas. En unos cuantos casos (no ms de cuatro) marcaron variantes que consideraban de ndole especial por medio de letras escritas sobre una palabra. Por ejemplo, en jue 18.30, segn una redaccin, el sacerdote idlatra Jontan es nieto de Moiss. Otra redaccin, al parecer para librar al gran legislador de la afrenta de89

Introduccin a la

k.

tener un nieto idlatra, modific el nombre y aadiendo una un (n) al texto consonntico lo convirti en Manass. Los escribas optaron por conservar la nun, pero escribindola alzada para indicar que el nombre es realmente Moiss. Asi lo explica el comentarista judo Rashi (siglo 11 d.c.) Alteraciones accidentales del texto. Los escribas respetaban escrupulosamente el texto, ponan sumo cuidado en las copias que hacan. Pero era natural que a veces se les deslizaran algunos errores las copias se hacan a la vista o al dictado. En el primer caso podan confundirse letras de forma parecida, y resultar una palabra por otra.De forma parecida son, por ejemplo, en la escritura arcaica, la beth (b) y la dlet (d), la he (h) y la yod (y), y en la cuadrado la beth y la caf (k), la yod, la Vav( v,w) y la zyin (z), la resh (r) y la dlet, la he la jet (j). En el segundo caso, podan confundirse palabras de sonido parecido. En el escriba escuchara a veces una palabra90

Introduccin a la

l.

por otra. Tambin poda omitirse o repetirse una letra cuando iba junto a una igual, y esto suceda a veces aun con palabras cuando las prximas eran iguales. Si dos lneas comenzaban o terminaban con una palabra igual, al ira la vista del manuscrito que se estaba copiando a la copia que se estaba haciendo, poda saltarse una lnea. Poda incurrir se en una transposicin de letras y aun palabras. Dos palabras podan copiarse como una sola y viceversa, una dividiesen dos. Se poda cometer faltas de ortografa. Alteraciones intencionales del texto. Hay una aparentemente incongruencia o contradiccin en el hecho de que, por una parte, los escriban fueran, como hemos dicho antes, muy escrupulosos en su respeto al texto, aun a la forma misma, y por otra se permitirn a veces cambiarlo intencionalmente. Pero esto se explica. Los cambios estaban motivados por la reverencia a Dios, inclusive a su nombre,91

Introduccin a la

y, aunque parezca contradictorio, a lo que llamaramos el decoro del texto. Lo primero que los escribas procuraban era salvaguardar el nombre sagrado de posible falta de respeto. Ya vimos cmo empleaban para ese fin el sistema K-Q. Pero adems, segn parece, cambiaron en algunos casos el texto mismo poniendo Adonai (el Seor) o Elohim (dios) donde el original dira YHVH. Por eso en pasajes paralelos hallamos en uno este tetragrama y en otro Elohim, sin que esto sea cuestin de las dos fuentes documentales yahvistas o elohistas. Comprense, por ejemplo, 2 Sam 5.1925 y 1 Cr. 14.10-16, o el salmo 14 con el 53. En los nombres de personas de que formaban parte el nombre de Dios se introducan modificaciones, al parecer con objeto de que al pronunciarse, si se hacia una pausa accidental que separa el nombre divino, se evitara la impresin de que era ste, por s, el que se pronunciaba, con posible profanacin.92

Introduccin a la

Por eso algunos de esos nombres aparecen en dos formas, original y la modificada: Yehoajaz y Yoajaz, Yehojann y Yohann. A veces el nombre se escriba con Yeho excepcionalmente: Yosef, por ejemplo, aparece slo una vez con Yehosef. El escrpulo se hizo extensivo a la abreviacin Yah del nombre sagrado, que se usaba como final de nombres (son los que han castellanizado terminados en (as). Los nombres aparecen tambin con la terminacin yah. P. eje., Abiyh (Abas) y Abiyahu. El respeto al nombre sagrado era tal que si el copista lo escriba por error donde el manuscrito del que copiaba deca Adonai o Elohim, le estaba prohibido borrarlo. As que lo que haca era encerrarlo en un cuadro para indicar que estaba escrito ah por error. Aunque con menos frecuencia, se procuraba proteger tambin el nombre Elohim y su abreviacin, el. El nombre Betharbeel, de Os 10.14 lleva la indicacin de que debe pronunciarse Betharbel, porque como sta escrito significa casa de la93

Introduccin a la

emboscada de Dios, y como pareci ofensivo decir que Dios pone emboscadas, se quiso disimular el nombre divino y que el nombre sonara como casa de Arbel. No slo se procur salvaguardar de profanacin el nombre sagrado mismo, sino tambin se cambiaron en algunos casos los hombres, compuestos en que entra el nombre Baal, que significa seor o dueo. En el nombre de un Dios pagano cananeo. En un principio se asimil, adaptndolo al sentido monotesta hebreo, y se aplic a Yahvh, como sinnimo de Adonai, el Seor, y en esa forma entr en la composicin de nombres de personas. Pero a veces el nombre aparece alterado, con bosheth (vergenza, afrenta, infamia) en ves de Baal. El nombre un hijo de Sal que aparece en 2 S. 2.8 como Ish-bosheth era originalmente Ish-baal. El respeto al nombre de Dios se hizo extensivo a la ciudad de Jerusaln,94

Introduccin a la

residencia segn las escrituras, de ese nombre de una ciudad egipcia que en el texto hebreo aparece como ir Haheres (ciudad de destruccin Is 19.18), en el texto de que se tradujo este pasaje en la versin griega LXX era Ir Hatsdeq (ciudad de justicia). Pero este nombre poda equiparla con la santa ciudad de Jerusaln. Se cambi, pues, primeramente, a Ir Hajeres ciudad del sol, en griego Helipolos), y as aparece en manuscritos de Qumrn y algunas versiones antiguas. Como la h y la j son muy parecidas en la escritura hebrea, fu fcil cambiar nuevamente a Ir Haheres. Son tambin alteraciones intencionales las llamadas tiqqun soferim (enmiendas de los escribas). Se hicieron al parecer muy temprano y a veces no es fcil deducir cul era la lectura original. En los escritos rabnicos se dan listas de ellas que van desde siete hasta 18, pero algunas autoridades modernas creen poder localizar otras que no estn en esas listas, algunas de las cuales indican cmo era el original.95

Introduccin a la

Tambin obedecieron al deseo de evitar faltas de respeto a Dios, incluyendo ciertos antropomorfismos. En el aparato crtico de la Biblia Hebraica Stutgarthensia se anotan 14 de esas enmiendas. La versin popular dios habla hoy registra algunas de ellas. Eje: Gen 18:22. El texto actual dice: Abraham estaba an delante del Seor. El original deca: el seor estaba an delante de Abraham los escritas lo enmendaron porque en Hebreo estar en pie delante de alguien puede significar estar a su disposicin y servicio. Haba que evitar, pues, que se entendiera que el seor estaba al servicio de Abraham. 1 S 3.13. Texto actual (RVR1909): Sus hijos se han envilecido: sus hijos han blasfemado a Dios (RVR1960). Esto pareci a los escribas demasiado fuerte. Job 7.20. Texto actual: Una carga para mi mismo. Original: Una carga para ti mismo (para dios, a quien Job se dirige). Jer 2.11 texto actual: Mi pueblo ha trocado su gloria. (habla Dios).96

Introduccin a la

m.

Ez 8.17. Texto actual: Aplica el ramo a sus narices. Original Aplica el ramo a mis narices (habla Dios). Hab 1.12. Texto actual: No moriremos. Original: T (Dios) no mueres. Se juzg ofensivo decirle eso a Dios, aunque el paralelo del mismo versculo es sinnimo: T eres eterno. Zac 2.8 (heb 2.12); Texto actual: La nia de su ojo. Original la nia de mi ojo (habla Dios). Aunque la expresin original es muy tierna dios dice: El que os toca, toca la nia de mi ojo. Los escribas quisieron enmendar esta expresin antropomrfica y oscurecieron la belleza del original. Alteraciones por incertidumbre. Algunas veces, aunque la alteracin era intencional, se deba ms bien a una decisin del copista ante un caso de incertidumbre. En el manuscrito del que copiaba, se hallaba con una nota al margen, que no sabia insertarse en el texto, porque el copista anterior lo hubiera omitido por error, o era slo97

Introduccin a la

comentario suyo o de algn lector. A veces, por temor de dejar fuera del texto algo que a l perteneca, el segundo copista la insertaba. Otras veces, al copiar un pasaje, el copista recordaba un pasaje paralelo de la Escritura, en que haba algo que no apareca en la copia que tenia al frente. Pensando que los pasajes deban armonizarse, y que el escriba anterior haba cometido una omisin por error, insertaba lo que le pareca faltar. Otras alteraciones eran por asociaciones de ideas, ya que los copistas, sabindose de memoria las Escrituras, insertaban en un pasaje algo que realmente perteneca a otro. En otras ocasiones se producan lecturas dobles cundo el copista tenia delante varios manuscritos con lecturas diferentes. Sintindose incapaz de decidir cul era la autntica, prefera, por reverencia al texto escritural, conservar ambas lado a lado combinndolas en una sola. Un caso notable es el de Sal 10.3, en que el texto hebreo actual dice: El98

Introduccin a la

codicioso bendice desprecia al Seor. Bendice es una enmienda antigua por eufemismo, en vez de maldice. La falta de conjuncin copulativa entre ambos verbos parece indicar que son lecturas diferentes de diversos manuscritos. Un copista o los escribas que revisaron el salmo no se decidieron por una u otra, y optaron por dejar juntas las dos (VP restablece la lectura original en el primer caso, pero tambin conserva las dos). Con menos frecuencia, el copista o el escriba revisor, al hallar un pasaje difcil de entender; trataba de aclararlo expandiendo el texto mismo o haciendo una anotacin al margen, que despus otro copista, pensando que era una omisin del copista anterior, que deba insertarse, introduca en el texto. Segn Barthlemy buen numero de los tiqqun soferim fueron obra de escribas saduceos de la poca asmonea (segunda mitad del siglo 2 a segunda mitad del siglo 1 a.C.). Los fariseos, que adquirieron preponderancia hacia 75 a.C.99

Introduccin a la

Y que se atenan al texto original, aunque ya corregido, los conservaron, pero ya no consistieron que se produjeran otros ms. El texto, como veremos despus, se haba venido haciendo ms y ms estable. 4. Entre R. Hillel Y 70 D.C. Desde el regreso de la cautividad, y ms todava desde 300 a.C. aproximadamente, cuando la transmisin escrita sustituy por fin a la oral, se haba hecho sentir la necesidad de un texto uniforme y definitivo de las Sagradas Escrituras. Pero cuando sobrevinieron las persecuciones bajo los selucidas de Siria, por eso ocurri la destruccin de numerosos manuscritos bblicos (168-165 a.C.), esa necesidad se hizo ms aguda. Era necesario que la etapa durante la cual podan seguir teniendo lugar alteraciones debidas al proceso mismo de revisin y redaccin final del texto, quedara cerrada y el texto se estabilizara. Fueron al parecer los fariseos quienes hicieron mayor presin a este respecto. Gordis, citando pasajes de100

Introduccin a la

la literatura rabnica, postul