01 - Introducción Al Derecho Canónico

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Explicación del Curso Introducción al Derecho Canónico es un manual de nivel universitario básico, que presenta una panorámica completa y ordenada del derecho de la Iglesia católica. Se trata, pues, de una obra muy útil para estudiantes y profesionales que se enfrentan por vez primera con la materia. La exposición, clara y sintética, ofrece las definiciones, conceptos y principios necesarios para entender las características peculiares del Derecho Eclesial y para estudiar con provecho el Código de Derecho Canónico y las demás leyes eclesiásticas. Se han tratado con mayor amplitud los temas que pueden interesar más a estudiantes de la carrera de Derecho y profesionales del foro: el matrimonio canónico, los derechos fundamentales de los fieles, el Derecho procesal. José T. Martín de Agar es profesor ordinario en la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Università Della Santa Croce (Roma). Es también juez eclesiástico y consultor de diversos dicasterios de la Curia Romana. Ha publicado varios libros y numerosos artículos, sobre todo de Derecho Eclesiástico del Estado y de Derecho Matrimonial canónico; asimismo, ha colaborado en prestigiosas obras colectivas, comentario y manuales de Derecho Canónico. Para que puedan tener una idea aproximada del volumen del contenido que será objeto de estudio, podemos decirles que, la primera edición de Introducción al Derecho Canónico es un texto de 207 páginas -190, sin las páginas introductorias. De modo que, cada envío, contendrá unas 12 páginas.

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Curso de derecho canonico introduccion general para inicio de curso

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  • Explicacin del CursoIntroduccin al Derecho Cannico es un manual de nivel universitario bsico, quepresenta una panormica completa y ordenada del derecho de la Iglesia catlica. Setrata, pues, de una obra muy til para estudiantes y profesionales que se enfrentanpor vez primera con la materia. La exposicin, clara y sinttica, ofrece lasdefiniciones, conceptos y principios necesarios para entender las caractersticaspeculiares del Derecho Eclesial y para estudiar con provecho el Cdigo de DerechoCannico y las dems leyes eclesisticas. Se han tratado con mayor amplitud lostemas que pueden interesar ms a estudiantes de la carrera de Derecho yprofesionales del foro: el matrimonio cannico, los derechos fundamentales de losfieles, el Derecho procesal.Jos T. Martn de Agar es profesor ordinario en la Facultad de Derecho Cannico dela Pontificia Universit Della Santa Croce (Roma). Es tambin juez eclesistico yconsultor de diversos dicasterios de la Curia Romana. Ha publicado varios libros ynumerosos artculos, sobre todo de Derecho Eclesistico del Estado y de DerechoMatrimonial cannico; asimismo, ha colaborado en prestigiosas obras colectivas,comentario y manuales de Derecho Cannico.Para que puedan tener una idea aproximada del volumen del contenido que serobjeto de estudio, podemos decirles que, la primera edicin de Introduccin alDerecho Cannico es un texto de 207 pginas -190, sin las pginas introductorias. Demodo que, cada envo, contendr unas 12 pginas.

  • JOST.MARTN DEAGAR

    II NN TT RR OO DD UU CC CC II NN AA LL DD EE RR EE CC HH OO CC AA NN NN II CC OO

    Jos T. MARTN DEAGAR YVALVERDE, 2001S. Apollinare, 49 I-00186 Roma (Italia)[email protected]

    De la presente edicin

  • ABREVIATURAS

    AAS Acta Apostolicae SedisBOCCE Boletn Oficial de la Conferencia Episcopal EspaolaBOE Boletn Oficial del EstadoCCE Catecismo de la Iglesia CatlicaCCEO Codex Canonum Ecclesiarum Orientalium (Cdigo de los Cnones de las IglesiasOrientales)CIC Codex Iuris CanoniciConst. Ap. Constitucin ApostlicaEV Enchiridion VaticanumExhort. Ap. Exhortacin ApostlicaMP Motu proprioPCTL Consejo Pontificio para los Textos Legislativos

    Documentos del Concilio Vaticano IIAA Decr. Apostolicam actuositatemCD Decr. Christus DominusDH Decl. Dignitatis humanaeDV Const. Dei VerbumGE Decl. Gravissimum educationisGS Const. Gaudium et spesLG Const. Lumen gentiumOE Decr. Orientalium EcclesiarumOT Decr. Optatam totiusPO Decr. Presbyterorum ordinisSC Const. Sacrosanctum ConciliumUR Decr. Unitatis redintegratio

  • PRESENTACINSe podra pensar que el derecho sea algo extrao a la Iglesia en cuanto sta es una comunidad

    de naturaleza espiritual, que se funda sobre la fe y la caridad, virtudes que deberan sersuficientes para organizar las relaciones entre los fieles cristianos. De hecho no han faltado en lahistoria eclesistica corrientes espiritualistas que han visto la disciplina cannica como unelemento de rigidez, obstculo al desarrollo de los carismas o incluso como un instrumento deopresin en manos de la autoridad.

    En realidad no es as. Esas aporas se deben a una visin parcial o deformada de la naturalezade la Iglesia y del derecho, que al confundir espiritualidad y sentimiento, acaban por considerarque ley es incompatible con espritu, naturaleza con gracia, la pastoral con el derecho. Por elcontrario, los trminos de estos binomios, aunque sean diferentes entre s, no se pueden separar.Se olvida quiz que la fe exige obediencia en las obras, que el amor a Jesucristo se demuestra enel cumplimiento de sus mandatos, que El dijo a los que envi en su nombre: el que a vosotrosoye a mi me oye (Lc 10, 16). Gracia y caridad, pastoral y carisma no se pueden realizar sin elorden de la justicia; esta es como el sendero dentro del cual la mltiple variedad de dones, defunciones o simplemente de cualidades humanas, pueden concurrir a la edificacin de lacomunidad eclesial sin destruir su unidad1.

    El derecho por su parte no debe entenderse como un conjunto de reglas arbitrarias; ms bienentre norma y vida existe una relacin semejante a la del cauce y el agua de un ro: aquel sealalmites al curso de la corriente para que no se desparrame en una cinaga, pero tambin elimpulso del agua labra el cauce, lo moldea adaptndolo al terreno, dando vida a lo que de otrasuerte sera un lecho seco.

    La Iglesia no es slo una comunidad de creyentes que participan de los mismos bienesespirituales, es asimismo el Pueblo de Dios, constituido en el modo y con las caractersticas quel ha querido darle. Precisamente de los vnculos sobrenaturales de comunin en la fe, en elamor y en unos mismos medios de salvacin (la Palabra de Dios y los sacramentos) nacenrelaciones sociales (externas y visibles) que deben ser ordenadas segn justicia.

    La Iglesia es una sociedad organizada, con una misin por cumplir, en la que todos los fielesestn llamados a cooperar segn la condicin de cada uno. El papel del derecho es determinar y

    1 Una excelente panormica de estos problemas en Javier OTADUY, La ley y el espritu. Lo invisible de una Iglesiavisible: Imgenes de la fe n. 212.

  • asignar las diversas funciones y coordinar su ejercicio en funcin del bien comn2.El derecho no es un orden aislado y cerrado en s mismo, sino que mira a la realizacin de la

    justicia en las relaciones sociales; justicia que, en cuanto virtud, no es otra cosa que el orden dela caridad3, es decir, de la ms alta Justicia que es la santidad. Si no se tienen en cuenta estasconexiones, se corre el riesgo de considerar el derecho como un lmite arbitrario de la libertad ocomo un conjunto de reglas que, ms que ordenar la vida social, pretende suplantarla.

    Desde luego que en la vida de la Iglesia los elementos de naturaleza espiritual son los msimportantes, ya que la misin de la Iglesia es la salvacin de las almas y a este fin debenconcurrir todas las actividades, funciones y modos de vida dentro de la sociedad eclesial, pues elorganismo social de la Iglesia est al servicio del Espritu de Cristo que lo vivifica (LG 8).Tambin el derecho, desde su perspectiva propia, est al servicio de la misin sobrenatural de laIglesia.

    De hecho, el Seor puede comunicar directamente su gracia a cada hombre, pero plugo a Diossantificar y salvar a los hombres, no uno a uno y sin ninguna conexin entre ellos, sino quequiso constituirlos en un pueblo que lo reconociera en verdad y lo sirviera santamente (LG 9a).l ha querido servirse de su Iglesia, a la que con razn se llama sacramento universal desalvacin (LG 48b), es decir, signo visible y eficaz de los dones invisibles.

    En esta divina economa que es la Iglesia, la Palabra necesita de la predicacin, la gracia delos signos visibles de la liturgia sacramental y ambas necesitan del ministerio de las personasconsagradas para esos menesteres; los carismas, incluso personales, son siempre para el bien detodo el cuerpo y la misma jerarqua es tambin carismtica (ligada al sacramento del orden); elministerio pastoral incluye la potestad jurdica de gobierno, que tiene razn de servicio; lacomunin en la fe y en los sacramentos requiere la comunin de rgimen y de disciplina; lasdiversas vocaciones y espiritualidades se encarnan en formas organizadas de vida cristiana.

    Por lo dems, cmo podran los fieles santificarse y realizar el apostolado, sin una ayudapastoral adecuada, que les facilite con abundancia los medios de salvacin? Cmo reconocer laautenticidad de los carismas, sin el discernimiento de los pastores? Y, qu continuidad podrantener, sin la posibilidad de perpetuarse en instituciones apropiadas?

    La Iglesia es, pues, una unidad carismtica e institucional; conocerla a fondo, participar en suedificacin, requiere entender tambin el papel que el derecho juega en su vida. Este libro sepropone dar una visin completa, por ms que elemental, del derecho cannico latino, que sirva

    2 Sobre la funcin e importancia del derecho en la Iglesia vid. PABLO VI, Discurso 20.I.1970: AAS (1970)106-111.

    3 Cf. BEATO JOSEMARA ESCRIV, Amigos de Dios, 20 ed., Rialp, Madrid 1995, nn. 172-173.

  • de pauta para la comprensin y estudio de los textos jurdicos, sobre todo del Cdigo de DerechoCannico.

    BIBLIOGRAFA GENERAL EN CASTELLANOAA.VV., Cdigo de Derecho Cannico, Ed. bilinge anotada, 6 ed., EUNSA, Pamplona 2001.AA.VV., Cdigo de Derecho Cannico. Ed. bilinge comentada, 6 ed., BAC, Madrid 1985.AA.VV. (A. Benlloc, dir.), Cdigo de Derecho Cannico, Ed. bilinge, fuentes y

    comentarios, 3 ed., EDICEP, Valencia 1993.AA.VV. (A. Marzoa, J. Miras, R. Rodrguez-Ocaa, dir.), Comentario exegtico al Cdigo de

    Derecho Cannico, 5 vols., 2 ed., EUNSA, Pamplona 1997.AA.VV.,Manual de Derecho cannico, 2 ed., EUNSA, Pamplona 1991.AA.VV., Nuevo Derecho Cannico, BAC, Madrid 1983.A. BERNRDEZ CANTN, Parte general de Derecho cannico, Editorial Centro de Estudios

    Ramn Areces, Madrid 1990.C. CORRAL, J. URTEAGA, Diccionario de Derecho cannico, TECNOS, Madrid 1989.J. HERVADA, Coloquios propeduticos de Derecho Cannico, Servicio de Publicaciones de la

    Universidad de Navarra, Pamplona 1990.C. LARRAINZAR, Introduccin al Derecho Cannico, 2 ed., IDECSA, Santa Cruz de Tenerife

    1991.D. LE TOURNEAU, El Derecho de la Iglesia, 2 ed., Rialp, Madrid 1997.P. LOMBARDA, Lecciones de derecho cannico, TECNOS, Madrid 1991.A. MARTNEZ BLANCO, Derecho Cannico, DM, Murcia 1995.L. PORTERO SNCHEZ, Derecho Cannico. I.- Parte General, Librera Cervantes, Salamanca

    1991.V. PRIETO, Derecho Cannico, Ced, Medelln 1997.D. TIRAPU, J. MANTECN, Lecciones de Derecho cannico. Introduccin y Parte general,

    Comares, Granada 1994.Bibliografa bsica sobre cada materia se encuentra en las notas a pi de pgina.

    CAPTULO I EL DERECHO CANNICO1. QU ES EL DERECHOLa palabra derecho (ius) tiene dos significados diversos, segn se refiera a una realidad o a la

  • ciencia que la estudia. Como realidad, el derecho es el objeto de la justicia. La justicia es lavirtud que manda dar a cada uno lo suyo (unicuique suum tribuere). Este suyo, debido en justiciaa alguien, se llama derecho: es necesario dar a cada uno su derecho (unicuique ius suumtribuere). El ius o derecho es en realidad la cosa justa, aquella cosa suya que la justicia mandadar a quien le es debida. Cuando decimos no hay derecho, damos a entender que algo no esjusto.

    Pero para poder dar a cada uno aquello que le es debido (que puede consistir en cosas muydiversas, espirituales o materiales), se hace necesario determinar en qu consiste. Por eso, laciencia que estudia y determina lo que es justo en cada caso, se llama tambin derecho. Juristaes, pues, el que sabe o estudia lo que es justo; su oficio es determinar el derecho (ius dicere), conel fin de que se cumpla la justicia. Se llama, por tanto, derecho tanto aquello que es justo (debidoen justicia), como la ciencia prctica de lo justo. Y, como toda ciencia, tambin el derecho tieneuna terminologa, unos conceptos, una lgica y mtodo propios, en razn de la perspectiva desdela que observa la realidad, que es la de la justicia. Por otra parte, como en la determinacin de lojusto, la ley juega un papel importante, se suele tambin llamar derecho al conjunto de leyes queregulan el orden jurdico de una sociedad; pero propiamente la ley determina el derecho, no es elderecho.

    En toda sociedad o convivencia organizada de hombres, nacen relaciones, relativas a lanaturaleza, fines y medios del conjunto, que deben ser reguladas por la justicia, procurando dar acada uno lo suyo. Es decir, en toda sociedad debe haber un derecho, dirigido a establecer en laprctica lo que es justo en tal sociedad4.

    2. IGLESIA Y DERECHOLa Iglesia no es una simple sociedad humana, sino una realidad mistrica que ha sido definida

    de modos diversos, cada uno de los cuales pone de relieve un aspecto de su ser, as la Iglesia esel Cuerpo mstico de Cristo, el Pueblo de Dios, la asamblea de los creyentes en Jesucristo, etc. Estambin la sociedad fundada por Jesucristo para continuar en el mundo su obra de salvacin.

    El misterio de la Iglesia es imagen y reflejo del misterio del Verbo Encarnado: as como enJesucristo la naturaleza divina y la humana se unen misteriosamente en la nica Persona delVerbo, as tambin en la Iglesia se funden lo divino y lo humano, de modo que, como dice elConcilio Vaticano II, la sociedad constituida por rganos jerrquicos y el Cuerpo mstico deCristo, la asamblea visible y la comunidad espiritual, la Iglesia de la tierra y la Iglesia ya enposesin de los bienes celestiales, no se deben considerar como dos realidades, sino que formanuna sola compleja realidad resultante de un elemento humano y un elemento divino, de tal modo

    4 Vid. J. HERVADA, Introduccin crtica al derecho natural, 6 ed., EUNSA, Pamplona 1990.

  • que el organismo social de la Iglesia est al servicio del Espritu de Cristo que lo vivifica por elcrecimiento del cuerpo (cfr. Ef 4,16) (LG 8a).

    Es necesario tener en cuenta la naturaleza mistrica de la Iglesia en el estudio del derechocannico, porque ste es reflejo y expresin de esa naturaleza (OT 16, CCE 770-780). Aquelloque es justo (o injusto) en la sociedad eclesial viene determinado principalmente en razn delorigen, estructura, misin, bienes y medios dados por Dios a su Iglesia. En todos estos elementosse refleja la compleja unidad entre lo divino y lo humano que se da en la Iglesia, y otro tantosucede en las relaciones jurdicas que derivan de esos elementos5.

    Suele decirse que societates sunt ut fines, las sociedades se definen por las finalidades que seproponen. La Iglesia no es una sociedad necesaria para la subsistencia natural del hombre, no sepertenece a lla por el simple hecho de nacer, como sucede con la comunidad poltica, sino quese entra en ella y se permanece en ella por la gracia de Dios y por la propia voluntad. Adems suexistencia y su actividad encuentran su razn de ser en la misin espiritual que el Seor le haasignado, es una sociedad homognea por la comunin de fe de misin y de bienes en los que separticipa. Esto la hace muy diferente de cualquier comunidad poltica civil y se refleja tambinen su organizacin y en su derecho. Una manifestacin importante es el diferente alcance quetienen en la Iglesia las categoras pblico y privado, ya que en realidad cualquier iniciativa quenace en la sociedad eclesial, aun cuando sea privada, debe estar orientada y contribuir a la misinde la Iglesia: la salvacin de las almas; si no fuera as no tendra sentido, estara fuera de lugar.En el Estado, en cambio, la distincin entre inters pblico e inters privado es ms neta, pues elbien comn civil consiste en buena medida en hacer posibles de manera ordenada los diferentes,y an opuestos, intereses de los particulares.

    3. DERECHO DIVINO Y DERECHO HUMANOSiendo la Iglesia una sociedad de hombres fundada por Jesucristo, las principales y primeras

    atribuciones de derechos y deberes en ella, tienen su fundamento en la voluntad de su Fundador,y son por tanto de derecho divino. Por ejemplo: Cristo constituy el Colegio de los 12Apstoles, puso a su cabeza a Pedro, y les encomend la misin de predicar el Evangelio, deguiar y gobernar la Iglesia; a ellos les suceden el Colegio episcopal y el Romano Pontfice, quees su Cabeza, o sea, que son de institucin divina: luego los derechos y deberes que derivan deeste hecho, son, en su ncleo esencial, de derecho divino. Asimismo, Jesucristo instituy lossacramentos de la Nueva Ley para el culto de Dios y la salvacin de los hombres, por tanto, las

    5 Vid. A. DE LA HERA, Introduccin a la Ciencia de Derecho Cannico, TECNOS, Madrid 1980; E. MOLANO,Introduccin al estudio del Derecho Cannico y del Derecho Eclesistico del Estado, Bosch, Barcelona 1984; J.FORNS, La ciencia cannica contempornea, EUNSA, Pamplona 1984; I.C. IBAN, Derecho cannico y cienciajurdica, Publicaciones Fac. Derecho Univ. Complutense, Madrid 1984.

  • consecuencias jurdicas que inmediatamente nacen de tal evento son tambin de derecho divino.En conclusin: Cristo ha constituido su Iglesia con unas caractersticas, fines, medios y normasde funcionamiento que la definen, son inmutables y constituyen el ncleo fundamental yperpetuo del derecho cannico: el derecho divino.

    Tambin forman parte de ese ncleo las consecuencias jurdicas que derivan del hecho de quela Iglesia ha sido fundada para los hombres y est formada por hombres. Por lo tanto son tambinde derecho divino (natural) las exigencias de justicia derivadas de la condicin humana, encuanto estn en relacin con la dimensin social de la Iglesia. As, por ejemplo, el derecho a labuena fama, a la propia intimidad, o a la libre eleccin de estado, que son derechos naturales,deben tambin ser respetados en la Iglesia como en cualquier otra sociedad.

    Este ncleo fundamental del derecho cannico lo conocemos por la Revelacin (que es laPalabra de Dios, escrita o trasmitida por tradicin). Sin embargo, aunque la Revelacin estacabada, no est completamente explicitada; corresponder a la fe cristiana comprendergradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos (CCE 66). Lo cual significa quetambin nuestro conocimiento del derecho divino es siempre perfectible. En esta profundizacindesempea un papel fundamental el Magisterio eclesistico, que, con la asistencia del EsprituSanto, interpreta y expone autnticamente la Palabra de Dios. Contribuyen tambin al progresoen la comprensin del derecho divino, los avances de la teologa y de la ciencia cannica, laliturgia y la vida misma de la Iglesia a lo largo de la historia. A medida que conocemos mejor eldesignio de Dios sobre su Pueblo, podemos expresar ms fielmente las exigencias de justicia quetal designio comporta.

    Aunque el derecho divino indica lo que es justo en la Iglesia en sus lneas fundamentales, noresuelve explcita y directamente todos los interrogantes relativos a lo que sea justo en cada casosingular; es necesario formularlo, desarrollarlo, interpretarlo y explicarlo teniendo en cuentatambin, las circunstancias particulares. De este modo, han surgido respuestas sobre lo que esjusto, que son fruto del ingenio humano, algunas veces tomadas de la cultura jurdica civil. As,en el derecho cannico hay elementos de derecho humano que interpretan y aplican el derechodivino en cada momento histrico.

    Por ejemplo, el deber de santificar las fiestas es de derecho divino, un mandamiento de la Ley deDios; la autoridad eclesistica ha precisado luego este mandamiento en el precepto de or la Misa,un mandamiento de la Iglesia de derecho humano.

    El derecho humano es mudable y siempre perfectible: aquello que la razn humana juzga hoycomo justo, maana puede llegar a ser injusto por un cambio de circunstancias. Pero el derechohumano no puede contradecir al divino, pues en tal caso sera ciertamente injusto. Al contrario,debe buscar interpretar siempre mejor las exigencias de la ley divina, extraer de ella todas susconsecuencias. Por lo tanto, el derecho divino es principio inspirador y lmite necesario delderecho humano.

  • 4. HISTORIA DEL DERECHO CANNICOEn este marco se ha forjado a lo largo de los siglos, el derecho de la Iglesia: a travs de actos

    legislativos y decisiones de la autoridad (Papas, Concilios, Obispos, Snodos, sentencias de losjueces), pero tambin mediante las costumbres, que expresan el sentido de justicia del pueblocristiano, y la doctrina de los juristas.

    En la historia del derecho cannico, se pueden distinguir cuatro perodos con caractersticaspropias: el primer milenio, el perodo clsico (1140-1325), la poca moderna que abarca hasta elConcilio Vaticano I, y la contempornea, marcada sobre todo por la codificacin del derechocannico, y ms recientemente por el Concilio Vaticano II, cuyas directrices de orden jurdicohan sido recogidas en la legislacin cannica vigente, especialmente en los dos Cdigos que enla actualidad rigen la Iglesia latina y las Iglesias orientales.

    Excede al propsito de este manual el estudio detallado de la evolucin del derecho de laIglesia y de la ciencia que lo estudia; tampoco ser posible hacer una presentacin de las raceshistricas de las instituciones jurdicas que estudiaremos en los siguientes captulos, ni del influjodel derecho cannico en la cultura jurdica6. Me parece, sin embargo, necesario advertir que lacomprensin del ordenamiento cannico vigente, se encuentra en buena medida en la historia.Aunque la codificacin haya supuesto una cierta ruptura con el pasado, sta es ms formal quesustancial; la Iglesia se desarrolla en la tradicin y esto vale tambin para su derecho.

    a) El primer milenioLas primeras comunidades cristianas, tenan una organizacin bastante sencilla y tomaban sus

    reglas de vida social de la Sagrada Escritura (principalmente del Nuevo Testamento) y de lasenseanzas de los Apstoles recibidas por tradicin: por ejemplo las prescripciones paulinas paraatajar ciertos errores, sobre las celebraciones litrgicas, los estados de vida (obispos, presbteros,diconos, vrgenes, casados, viudas), o sobre la obligacin de ganarse el sustento con el trabajo.Tambin los Obispos establecan normas y tomaban decisiones para sus respectivascomunidades, en las cuales existan tambin costumbres o tradiciones particulares.

    Encontramos noticias de este incipiente derecho en los documentos de la poca, en losescritos de los Padres Apostlicos (la primera generacin de autores cristianos posteriores a losApstoles), y en los de los Padres de la Iglesia (entre los s. II al VIII). Estas noticias reflejan

    6 Bibliografa bsica sobre estas materias: A. GARCA GARCA, Historia del Derecho Cannico I. El PrimerMilenio, Salamanca 1967; L. MUSELLI, La storia del diritto canonico, Giappichelli, Torino 1992; P. ERD,Introduccin a la historia de la Ciencia Cannica, Editorial de la Universidad Catlica Argentina, Buenos Aires1993; J. MARTNEZ-TORRN, Derecho angloamericano y derecho cannico: las races cannicas de la commonlaw, Civitas, Madrid 1991; S. ACUA G., R. DOMNGUEZ B., Influencia de las instituciones cannicas en laconformacin del orden jurdico civil a travs de la historia, T. I, Cdiz 2000.

  • diferentes maneras de entender la vida cristiana, en especial entre las comunidades de oriente yoccidente. Por otra parte, no pocas instituciones jurdicas judas y romanas fueron acogidas por laIglesia y cristianizadas. Una vez que la Iglesia, con el Edicto de Miln (313) alcanza la libertad yel reconocimiento de la autoridad civil, se hizo necesaria una organizacin ms compleja,adecuada al fuerte crecimiento e influjo social de la Iglesia.

    Los concilios dieron una cierta unidad al derecho de las comunidades, en ellos, los Obisposreunidos fijaban las reglas comunes o cnones (de aqu la expresin derecho cannico). Auncuando muchos de estos snodos eran de mbito regional, sus cnones eran con frecuenciaadoptados por otras iglesias locales, y algunas veces incluso por el Obispo de Roma, el Papa, elcual los aprobaba para toda la Iglesia, considerando ecumnico al concilio que los habaemanado.

    Por su parte, los Romanos Pontfices, ya sea motu proprio, ya sea respondiendo a consultasque les planteaban los Obispos, se dirigan a las diversas comunidades cristianas, mediante cartasllamadas decretales; estas decisiones constituan precedentes que servan para resolver casosparecidos, tambin en otras comunidades. En cada Iglesia se formaban colecciones de loscnones y de las decretales que se consideraban vigentes, y en muchas ocasiones esascolecciones eran intercambiadas por las diversas comunidades, que iban as completando yconformando su acervo jurdico.

    Al principio estas colecciones mantenan simplemente un criterio cronolgico, pero ya en el s.VII comienzan a aparecer algunas de orden sistemtico. Las varias colecciones antiguas que hoyse conservan, son objeto de estudio en cuanto a su datacin, autor, origen de los elementos quelas componen, mbito de influjo jurdico y social, etc.

    A medida que crece el prestigio del papado, tambin frente al poder secular, se afirma unatendencia centralizadora, que trae consigo la preferencia por las colecciones realizadas bajo losauspicios del Papa, sobre las formadas por particulares. Momento importante de este procesoser la reforma gregoriana (ss. XI y XII).

    Las principales cuestiones que forman el conjunto de disposiciones cannicas en esta poca,hacen referencia a la disciplina sacramental, y en mayor medida a aspectos relacionados con lacomunin eclesial, tanto entre los fieles y la Iglesia en s misma considerada, como de las Iglesiasparticulares entre s: se trataba de unificar criterios y modos de actuacin, de forma que se evitaraque, por ejemplo, un fiel excomulgado por un Obispo, fuera recibido en la comunin por otro. A launificacin de los criterios disciplinares contribuyeron en no poca medida los Concilios y losSnodos, en cuyo seno se discutan en ltima instancia las causas de excomunin, as como lascuestiones doctrinales debatidas, a fin de encontrar un consenso, siempre, claro est, a la luz deldato revelado. A partir del Edicto de Miln, la libertad obtenida por la Iglesia le permiti unamayor y ms amplia actividad canonstica, sealada siempre por la lucha por mantener laindependencia del poder civil. Curiosamente, la necesidad de una reforma jurdica que permitierauna mayor libertad a la Iglesia dentro de su mbito propio, propici una proliferacin de falsasdecretales con las que se pretenda avalar la antigua disciplina, conforme a la cual el poder

  • eclesistico era absolutamente independiente del poder civil en sus asuntos propios: nombramientode Obispos, colacin de oficios y beneficios eclesisticos, causas judiciales, etc.

    b) El derecho cannico clsicoHacia la mitad del s. XII se inicia el perodo clsico, en el cual se producir la elaboracin

    sistemtica, cientfica del derecho cannico, llevada a cabo, sobre todo, por los maestros de lasprimeras Universidades, bajo los auspicios de los Romanos Pontfices y por tanto con carcteruniversal. Fruto de ese trabajo es el Corpus iuris canonici, que constituir la principal fuenteescrita del derecho de la Iglesia hasta el primer Cdigo de derecho cannico (1917).

    Piedra basilar de este proceso es el llamado Decreto de Graciano (hacia 1140): una ampliarecopilacin atribuida a un cierto maestro bolos de nombre Graciano, quien trat de recoger,de forma ordenada y coherente, una enorme mole de textos cannicos, a menudo contrarios entres, sobre la base de los comentarios doctrinales del autor; que, por este motivo, dio a su obra elttulo de Concordia discordantium canonum (Concordancia de los cnones discordantes).

    No obstante se trate de una obra privada, por su utilidad, tuvo muy amplia difusin; y launiversalidad que alcanz, hizo que se tuvieran por superadas las recopilaciones precedentes, lascuales permanecieron vigentes nicamente en la medida en que fueron recogidas en el Decreto.

    Las colecciones sucesivas al Decreto recogieron solamente el ius novum, es decir, las leyes yresoluciones posteriores. Las ms importantes y autorizadas terminaron por formar, junto con l,el Corpus iuris canonici, que estaba compuesto por: a) el Decreto de Graciano; b) las Decretalesde Gregorio IX (1234), llamadas tambin Liber Extra, que es una compilacin de cnonesconciliares y decretales, hecha por S. Raymundo de Peafort; c) el Liber Sextus (1298) coleccinpromulgada por Bonifacio VIII como complemento de las Decretales; y d) las DecretalesClementinas, recopilacin iniciada bajo Clemente V, pero promulgada por Juan XXII en 13177.Las decretales posteriores se llamaron extravagantes, las compilaciones ms importantes deestas decretales son las Extravagantes de Juan XXII y las llamadas Extravagantes comunes,ambas acabaron siendo incluidas en la edicin oficial del Corpus iuris canonici llamadaromana (1582).

    Estas colecciones, especialmente el Decreto de Graciano y las Decretales de Gregorio IX,fueron glosadas y comentadas por diversos juristas y maestros de universidades; nacieron as unaliteratura y un mtodo cientfico que han sobrevivido aun despus de la codificacin del derechocannico.

    7 Cada una de estas colecciones estaba estructurada en cinco libros, segn la divisin temtica entonces corriente(iudex, iudicium, clerus, connubiia, crimen).

  • c) La edad modernaDurante este perodo, el Corpus continua siendo el ncleo central del derecho vigente; a l se

    aadieron despus otros bloques normativos y comentarios doctrinales que lo desarrollan yadaptan a las nuevas circunstancias.

    Entre estas ampliaciones cabe sealar en primer lugar los Decretos y cnones del Concilio deTrento (1545-1563), punto de partida de una profunda reforma de la disciplina eclesistica. Seaaden adems los actos de los Pontfices, en serie cronolgica, llamados Bularios, a los quevienen a sumarse las cada vez ms numerosas disposiciones y decisiones de los dicasterios de laCuria romana, organizada por Sixto V en 1588. Entre estas colecciones se puede mencionar lasDecisiones del Sacro Tribunal de la Rota Romana y las Resoluciones de la SagradaCongregacin del Concilio.

    Se desarrolla as una enorme cantidad de normas escritas, poco sistemtica, de difcilconocimiento y manejo. Los canonistas continuaron tomando el Corpus como objeto bsico desus comentarios, integrando en ellos las novedades normativas posteriores.

    Por otro lado, el fin del medioevo seala la fragmentacin poltica y religiosa de lacristiandad, con la afirmacin de los Estados nacionales, catlicos y protestantes, bajo elgobierno de monarcas absolutos, los cuales se consideran, por razones ya teolgicas (losprotestantes) ya simplemente histricas (los catlicos), competentes para intervenir en laorganizacin y vida de la Iglesia en su respectiva nacin. Para hacer frente al intervencionismosecular, la Santa Sede recurre frecuentemente a pactos bilaterales o concordatos, que crean underecho cannico particular para la nacin interesada.

    La poca revolucionaria que se inicia a fines del s. XVIII, llevar a la abolicin delabsolutismo monrquico y al triunfo del liberalismo iluminista. La conmocin que losacontecimientos revolucionarios y las nuevas ideas produjeron en la vida de la Iglesia fuegrande: los liberales rechazan la presencia de la religin y de la Iglesia en la vida social,considerndolas obstculo a la libertad del hombre y a la soberana estatal. Los Papascondenaron en varias oportunidades los errores del liberalismo y los excesos revolucionarios,que por lo dems amenazaban tambin el seoro temporal del Romano Pontfice en los EstadosPontificios.

    En el campo jurdico, el racionalismo y el igualitarismo dieron origen al fenmeno delconstitucionalismo y a la codificacin del derecho civil, como expresin de la supremaca de laley, tanto en los pases de la Europa continental como en los de Amrica latina, que en esteperodo alcanzaron su independencia.

    En el Concilio Vaticano I, convocado por Po IX, se defini el dogma de la infalibilidadpontificia. Este hecho, junto a la debilidad de las iglesias nacionales frente al jurisdiccionalismo

  • estatal, robusteci la unidad de la Iglesia en torno al Papa. Ya en el propio Concilio,interrumpido bruscamente en 1870, por el asedio puesto a Roma por las tropas italianas, seoyeron las primeras propuestas de codificacin del derecho cannico, sostenidas por un buennmero de Padres conciliares.

    d) La edad contemporneaLa iniciativa codificadora no tuvo entonces ningn resultado concreto, pero poco a poco se

    fue abriendo camino la idea de reordenar en un cdigo la ingente cantidad de normas cannicascontenidas en fuentes tan dispares. Algunos autores privados presentaron proyectos en estesentido. Fue S. Po X quien decidi, en 1904, la elaboracin de un cdigo para la Iglesia latina,similar a los cdigos civiles. La puesta en prctica del proyecto tuvo como protagonista alCardenal Gasparri, presidente de la Comisin encargada de la codificacin. Sera Benedicto XV,sucesor de S. Po X, quien promulgara en 1917 el Codex Iuris Canonici (CIC), conocido por estacircunstancia como Cdigo po-benedictino. La codificacin oriental iniciara en el pontificadode Po XI, como veremos al final de este pargrafo.

    De acuerdo con los postulados jurdicos vigentes, el Cdigo pretenda ser, al menos comotendencia general, la nica fuente del derecho, capaz de dar respuesta concreta sobre lo justo y loinjusto en cada caso: el progreso legislativo deba proceder mediante sucesivas reformas delpropio Cdigo; la enseanza del derecho cannico deba seguir, como antes, el mtodoexegtico, o sea: glosa y comentario de los cnones del Cdigo.

    Aun cuando la realidad desbarat estas pretensiones, es sin embargo cierto que el CIC marcaun hito en el derecho de la Iglesia; el Corpus y la legislacin posterior al mismo, pasaron a serderecho antiguo en la medida en que no fueran recibidos en el Cdigo, aunque conservaron valorde criterio interpretativo.

    El Cdigo de 1917 se mantuvo tericamente en vigor hasta la promulgacin del nuevo Cdigoen 1983, aunque ya muchos de sus preceptos se consideraron modificados por el ConcilioVaticano II o por las leyes emanadas inmediatamente despus para su aplicacin.

    El Concilio Vaticano IIEl Concilio fue convocado por Juan XXIII el 25 de Enero de 1959; en esa misma ocasin, el

    Papa anunci la reforma del Cdigo de derecho cannico. Las sesiones conciliares sedesarrollaron entre Octubre de 1962 y Diciembre de 1965.

    El Concilio Vaticano II afront una gran variedad de temas. No obstante se puede decir queen el ncleo de su reflexin se encuentra el misterio de la Iglesia: en esta perspectiva, el Conciliopuso de relieve aspectos fundamentales, referentes a la constitucin y misin de la Iglesia, queantes permanecan en penumbra o eran considerados secundarios. El propio Concilio se ocup desealar las ms importantes consecuencias prcticas de tal profundizacin, cuya plena aplicacin

  • a la vida eclesial ha caracterizado el periodo postconciliar. Por lo que respecta al derechocannico, las principales directrices conciliares se pueden resumir as:

    1. La consideracin de la Iglesia como Pueblo de Dios en el que todos los miembroscomparten la igual dignidad y responsabilidad de hijos de Dios y la vocacin a la santidad. Estoreclama un estatuto jurdico bsico comn a todos los fieles, en el cual se definan y garanticensus derechos y deberes, sus iniciativas y contribuciones a la edificacin de la Iglesia; sobre estabase se debern construir luego los diferentes estatutos personales que derivan de la diversidadde funciones, carismas y modos de vida.

    2. La reflexin sobre el Colegio episcopal como sujeto estable de la potestad suprema dela Iglesia junto al Romano Pontfice, Pastor Supremo y Cabeza del mismo Colegio. Esto hallevado a la bsqueda de otros modos de ejercicio de la colegialidad (adems del Concilioecumnico), con las consiguientes consecuencias jurdicas.

    3. La doctrina sobre la sacramentalidad del episcopado y sobre el ministerio de losObispos, que ha significado un esclarecimiento sobre los diversos caminos y modos departicipacin en la potestad eclesistica, y que ha puesto de relieve la naturaleza y papel de laIglesia particular en la edificacin de la Iglesia universal, lo que se ha traducido en una mayorautonoma del Obispo diocesano en el ejercicio de su funcin pastoral.

    4. La profundizacin conciliar sobre la Iglesia como comunidad sacerdotal (todo fielbautizado participa del sacerdocio de Cristo), cuya estructura orgnica se realiza a partir de lossacramentos, las virtudes y los carismas, reclama un derecho cannico engarzado en talesprincipios; un derecho que defina las relaciones entre carisma jerrquico y carismas personales,de modo que ambos cooperen al bien de todo el cuerpo eclesial.

    5. La afirmacin del papel de los laicos en la misin de la Iglesia exige una adecuadaorganizacin pastoral, capaz de sostenerles y orientarles en su vida cristiana y en las iniciativasapostlicas, que promueven en el seno las realidades seculares.

    6. La doctrina del Concilio relativa a las relaciones de la Iglesia con la sociedad civil,afirma la recproca independencia entre el la comunidad poltica y la Iglesia, al tiempo que lasllama a colaborar en el servicio de la persona y en la defensa de su dignidad y derechosfundamentales (en primer lugar el de libertad religiosa). Esta doctrina, por lo dems, harepercutido tambin en las relaciones de la Iglesia con la dems comunidades religiosas, sobretodo con las cristianas, a cuyos miembros les son reconocidos ciertos derechos de comuninparcial con la Iglesia catlica.

    El Cdigo de Derecho Cannico de 1983Estas orientaciones conciliares, junto a otras de tipo tcnico, fueron tenidas en cuenta en la

    elaboracin de la nueva codificacin cannica. Un proceso largo, cuyo desarrollo puede

  • resumirse como sigue:Como hemos sealado, el 25 de Enero de 1959, Juan XXIII convoca el Concilio y anuncia la

    revisin del CIC. En marzo de 1963, poco antes de morir, constituy la Comisin encargada detal revisin; pero apenas esta comenz sus trabajos, se vio que era necesario esperar losresultados del Concilio para poder llevar a cabo una seria y profunda reforma del derechocannico: no era suficiente una simple puesta al da del derecho vigente. As, el trabajo de laComisin inici en realidad en noviembre de 1965, pocos das antes de la clausura de lassesiones conciliares.

    La doctrina conciliar constituye, en efecto, la principal fuente de inspiracin del Cdigoactual, promulgado por Juan Pablo II el 25 de Enero de 1983.

    La Comisin estaba compuesta de Cardenales y Obispos que se reunan para decidir lospuntos ms importantes: mientras que la elaboracin de los sucesivos proyectos fue confiada aun amplio equipo de consultores, dividido en grupos de trabajo por temas. Pablo VI indic losobjetivos y las lneas a seguir.

    Con el fin de unificar criterios se elaboraron unos Principios directivos de la revisin del CIC,enunciados en 10 puntos, que fueron sometidos a la aprobacin del Snodo de Obispos de 1967.En ellos fueron sintetizadas las principales lneas directrices marcadas por el Concilio8.

    Sobre la base de estos principios y tomando como punto de partida los cnones del Cdigo de1917, los grupos de trabajo elaboraron entre 1972 y 1977, diez esquemas parciales, que juntosconsituan un proyecto de Cdigo. Los esquemas fueron enviados a todos los Obispos, a losDicasterios de la Curia romana y a las Facultades de derecho cannico, a fin de que pudieranpresentar sus observaciones y propuestas.

    Las numerosas respuestas recibidas fueron ordenadas y distribuidas a los grupos deconsultores, que procedieron a la elaboracin de un nuevo proyecto de Cdigo. Se llega as alEsquema de 1980, presentado al Sumo Pontfice, el cual lo someti al estudio de los Cardenalesy Obispos de la Comisin que por entonces eran 74.

    Las enmiendas y sugerencias de cada uno de los miembros de la Comisin fueron discutidas yevaluadas por la Secretara de la Comisin, la cual envi a los miembros, en 1981, una Relacinen la que se daba un parecer razonado sobre la aceptacin o rechazo de cada enmiendapropuesta.

    Esta Relacin de 1981 fue discutida en la sesin Plenaria de la Comisin en octubre delmismo ao. En ella se resolvi sobre las enmiendas y modificaciones que se deban introducir en

    8 Estos principios directivos, como todo el iter de la codificacin, se hallan recogidos en el Prefacio al Cdigo.

  • el proyecto de 1980. El resultado fue el Esquema de 1982 presentado al Santo Padre en el mes deabril.

    Juan Pablo II revis el Esquema dos veces; primero con la colaboracin de un grupo deexpertos y luego junto con tres Cardenales. Con las modificaciones introducidas en estos repasosse lleg al texto definitivo del Codex Iuris Canonici, promulgado el 25 de Enero de 1983 con laConst. Ap. Sacrae disciplinae leges. En ella el Romano Pontfice explica que el fin del Cdigono es el de suplantar, en la vida de la Iglesia, la fe de los fieles, su gracia, sus carismas y, sobretodo, su caridad. Al contrario, el Cdigo mira ms bien a generar un orden en la sociedad eclesialque, dando la primaca al amor, a la gracia y al carisma, facilite al mismo tiempo su crecimientoordenado, tanto en la vida de la sociedad eclesial como en la de todos los que a ella pertenecen.

    El CIC consta de 1752 cnones, divididos en 7 libros que tratan: el 1 de las normasgenerales, el 2 del Pueblo de Dios, el 3 de la funcin de ensear de la Iglesia, el 4 de lafuncin de santificar de la Iglesia, el 5 de los bienes temporales de la Iglesia, el 6 de lassanciones en la Iglesia y el 7 de los procesos. Este Cdigo est vigente para la Iglesia latina.

    El Cdigo de Cnones de las Iglesias Orientales (CCEO)Las Iglesias orientales catlicas, han gozado desde siempre de un derecho propio, conforme a

    las tradiciones doctrinales, litrgicas y disciplinares de cada una de ellas. La codificacin de suderecho se vio conveniente poco despus de la promulgacin del Cdigo latino de 1917. Enefecto, los trabajos para la elaboracin de un cdigo comn a todas las Iglesias orientales seiniciaron en 1929; fruto de estos trabajos fueron 4 textos parciales promulgados por Po XII entre1949 y 1957, pero no se lleg a completar un Cdigo.

    El Concilio Vaticano II ha confirmado la legitimidad de la disciplina propia de las Iglesiasorientales, refirindose en el Decreto Orientalium Ecclesiarum a diversas instituciones tpicas deellas, de modo que la variedad en la Iglesia no slo no perjudica a su unidad, sino que lamanifiesta mejor (OE 2).

    En 1972 Pablo VI instituy una Comisin a la que confi la elaboracin del Cdigo dederecho cannico oriental, a la luz de las enseanzas del Concilio. Como para el Cdigo latino,en los trabajos intervinieron tambin la jerarqua de las Iglesias orientales, los dicasteriosinteresados y los centros de estudio especializados en teologa y derecho orientales.

    Los diversos grupos de estudio elaboraron, entre 1980 y 1984 varios esquemas que -tras serexaminados- fueron recogiods en el Schema Codicis Iuris Canonici Orientalis, que fue enviado alos miembros de la Comisin en 1986. Con las enmiendas y correcciones propuestas por laComisin se redact el Schema novissimum, que fue presentado al Santo Padre. Este, luego derevisarlo e introducir las modificaciones oportunas, promulg el Codex Canonum EcclesiarumOrientalium (CCEO) el 1 de octubre de 1990.

  • El Cdigo oriental contiene normas de derecho (cnones) comunes a las 21 Iglesias sui iuris(autnomas) de rito oriental, que forman parte de la Iglesia catlica. Est dividido en 30 Ttulosordenados segn la importancia de la materia, con un total de 1546 cnones. Dentro de estemarco comn, cada Iglesia deber luego desarrollar un derecho particular que responda a suspropias tradiciones9.

    Para completar este resumen sobre el proceso de elaboracin de los Cdigos latino y oriental,es conveniente aadir que, paralelamente a las tareas de codificacin postconciliares, se iniciaronlos trabajos para la elaboracin de una suerte de Ley constitucional, que deba recoger las normasfundamentales del derecho, comn a toda la Iglesia (es decir, para las Iglesias orientales y lalatina). De esta Ley Fundamental de la Iglesia se llegaron a redactar cuatro proyectos sucesivos;pero se presentaron problemas de orden teolgico y de oportunidad, respecto a esta especie deConstitucin de la Iglesia, que aconsejaron suspender su ejecucin10. Parte de los artculos quedeban integrarla fueron introducidos en los dos Cdigos promulgados, de ah que amboscoincidan en las materias fundamentales, algunas veces incluso en la redaccin literal; porejemplo los derechos y deberes fundamentales de los fieles (cf. CIC cc. 208-223, CCEO cc.11-26)11.

    En el periodo que media entre la promulgacin de ambos Cdigos (1983 y 1990) fue emanadala Constitucin Apostlica Pastor Bonus12, que es la ley que organiza la Curia romana,promulgada por Juan Pablo II en junio de 1988. En diversas ocasiones el Santo Padre haafirmado que las tres leyes (los dos Cdigos y la Pastor Bonus) constituyen un conjunto unitario:como un nuevo Corpus del derecho cannico, y ha expresado su deseo de que en las ediciones decada uno de los Cdigos se incluya siempre esa ley sobre la Curia romana, que es el organismodel cual se sirve el Romano Pontfice en el ejercicio de su ministerio primacial para toda laIglesia13.

    Este Corpus constituye el ncleo principal de la legislacin eclesistica, pero no es toda lalegislacin eclesistica: junto a l hay muchas otras leyes que regulan materias especficas; porejemplo: la eleccin del Romano Pontfice14, los Tribunales de la Rota y de la Suprema SignaturaApostlica, el Snodo de Obispos, las causas de canonizacin15. Por otra parte, en el derecho de

    9 Vid. AA.VV., Cdigo de cnones de las Iglesias orientales (edicin bilinge comentada), BAC, 1994.10 Vid. V. GMEZ-IGLESIAS, Libertad y derecho constitucional en Pedro Lombarda, EUNSA, Pamplona 1998.11 Las correspondencias entre ambos cdigos en C.G. FRST, Canones Synopse, Herder, Freiburg 1992.12 En AAS (1988) 841-930.13 Cf. Const. Ap. Pastor Bonus, Proemio, n. 11.14 Const. Ap. Universi Dominici gregis, 22.II.1996: AAS (1996) 305-343.15 Adems de los Acta Apostolicae Sedis y otras publicaciones oficiales, existen dos importantes colecciones

  • la Iglesia ha habido siempre leyes particulares, para una determinada rea geogrfica o paraciertas comunidades de fieles. El Corpus constituye en cualquier caso el principal punto dereferencia del ordenamiento cannico, al cual se debe recurrir para aclarar las cuestiones noreguladas en una ley especfica.

    Por lo dems, no se debe confundir el derecho cannico con el conjunto de normas escritas dela Iglesia, de las cuales a su vez el Corpus representa solamente el bloque central.

    REFLEXIONES PEDAGGICASLea la pregunta, encuentre la respuesta y transcrbala o copie y pegue su contenido.

    PresentacinCul es el papel del derecho? Hacia dnde apunta o mira el derecho?Debera existir, entonces, contraposicin entre el derecho y la pastoral? Por qu?

    Captulo I El derecho cannicoQu es el derecho?A qu llamamos derecho divino?Dnde se encuentra el ncleo fundamental del derecho cannico?Cules son los cuatro grandes perodos del derecho cannico?Enuncie las caractersticas principales del primer milenioQu es el Decreto de Graciano?Cundo y quin prolmulg el primer Codex Iuris Canonici?Cundo y quin prolmulg el actual? Qu es el Cdigo de Cnones de las Iglesias Orientales?

    privadas cronolgicas de leyes y documentos de la Santa Sede: las Leges Ecclesiae post Codicem Iuris Canonicieditae, publicadas por el Istitutum Iuridicum Claretianum, que recogen las normas y otros actos desde 1917; y elEnchiridion Vaticanum, Edizioni Dehoniane, Bologna, que empieza con los documentos del Concilio Vaticano II.