01_VI JORNADAS DE HISTORIA DE INDUSTRIA Y DE SERVICIOS - Privatización de SOMISA. Un nuevo mercado...

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Privatización de SOMISA. Un nuevo mercado siderúrgico. 1 Autor: Rodrigo Javier Agostino (estudiante avanzado de la Lic. En Economía Política de la Universidad Nacional de General Sarmiento) e-mail: [email protected] 1.1 Introducción El presente trabajo tiene como principal objetivo, por un lado, esquematizar el proceso de privatización de la firma estatal SOMISA, y por otra parte, exponer cómo quedó configurado el mercado siderúrgico. Para dar cumplimiento con todo esto, el análisis estará centrado en dos ejes, a saber: SOMISA; y las características productivas y empresariales de las distintas firmas que quedaron a partir de las privatizaciones del año 1992, junto con el análisis de los distintos indicadores macroeconómicos siderúrgicos que hubo a partir de ese año, hasta la actualidad. En el primer apartado se realizará una reseña histórica de la empresa estatal SOMISA. En el mismo, se destacará su origen, su especialización productiva y el significado que tomó, en términos de política estatal, el Estado con inversor primario, mayoritario y protector de la industria, entre otros elementos. Este análisis, permitirá obtener elementos que sirvan para una posterior comparación entre el mercado que existió antes y después del año 1992. 1 Este trabajo forma parte de la investigación realizada en el marco de una Beca CIN sobre el sector siderúrgico argentino, SOMISA y el rol del Estado. Se presentó en las IV Jornadas de Historia de la Industria y los Servicios (FCE-UBA) 7, 8 y 9 de agosto de 2013. ISSN: 1852-5997 Página 1

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Siderurgia argentina. privatización de SOMISA

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Privatizacin de SOMISA

Privatizacin de SOMISA

Privatizacin de SOMISA. Un nuevo mercado siderrgico.[footnoteRef:1] [1: Este trabajo forma parte de la investigacin realizada en el marco de una Beca CIN sobre el sector siderrgico argentino, SOMISA y el rol del Estado. Se present en las IV Jornadas de Historia de la Industria y los Servicios (FCE-UBA) 7, 8 y 9 de agosto de 2013. ISSN: 1852-5997]

Autor: Rodrigo Javier Agostino (estudiante avanzado de la Lic. En Economa Poltica de la Universidad Nacional de General Sarmiento)e-mail: [email protected]

1.1 IntroduccinEl presente trabajo tiene como principal objetivo, por un lado, esquematizar el proceso de privatizacin de la firma estatal SOMISA, y por otra parte, exponer cmo qued configurado el mercado siderrgico. Para dar cumplimiento con todo esto, el anlisis estar centrado en dos ejes, a saber: SOMISA; y las caractersticas productivas y empresariales de las distintas firmas que quedaron a partir de las privatizaciones del ao 1992, junto con el anlisis de los distintos indicadores macroeconmicos siderrgicos que hubo a partir de ese ao, hasta la actualidad.En el primer apartado se realizar una resea histrica de la empresa estatal SOMISA. En el mismo, se destacar su origen, su especializacin productiva y el significado que tom, en trminos de poltica estatal, el Estado con inversor primario, mayoritario y protector de la industria, entre otros elementos. Este anlisis, permitir obtener elementos que sirvan para una posterior comparacin entre el mercado que existi antes y despus del ao 1992.El segundo de los apartados de esta seccin tendr como meta analizar cmo se han desenvuelto siderurgia a partir de la nueva configuracin sectorial. Para esto, se expondrn el estudio de la evolucin de las distintas variables siderrgicas, a saber: niveles de produccin, tipos de productos, empleo, entre otras informaciones, para poder realizar luego un estudio de largo plazo.1.2 SOMISA: su historiaComo se seala en la carta fechada el 20 de junio de 2003 (43 aniversario del encendido del primer Alto Horno de SOMISA) de Alberto Lorenzo Zoccola, publicada en Patriotas de Acero, el inicio de la historia de SOMISA puede ser situada en 1942 con la presentacin en el congreso del proyecto de Ley (tambin conocida como Plan Siderrgico Nacional y Ley Savio), enviado por el entonces Coronel Manuel Savio, en la que se propona la creacin de la Direccin General de Fabricaciones Militares (DGFM), cuyo objetivo iba a ser el de planificar e investigar las posibilidades industriales de la produccin nacional de acero (Zuccola, 2003).El 13 de junio de 1947, casi un ao ms tarde, se convierte en Ley, bajo el nmero 12.987. De esta manera, SOMISA queda constitua con un aporte mayoritario del Estado Nacional, y menos de un 10% era propiedad de aportes de origen privados. Si bien la constitucin de SOMISA tuvo lugar con la aprobacin de la Ley Savio, la puesta en marcha del Alto Horno n 1 fue el da 20 de junio de 1960. La demora en el inicio de la actividad de la empresa estatal fue consecuencia del re-clculo que se tuvo que llevar a cabo, debido a que la planta que se pensaba instalar result tener una mayor envergadura de la que primeramente se esperaba. Por lo tanto, tuvo que encararse un nuevo aporte de capital que, en este caso, fue privado (Zuccola, 2003).Un dato no menor e importante de destacar fue el impacto social que tuvo SOMISA, en la ciudad de San Nicols, provincia de Buenos Aires. En este sentido, como sealan diversos autores, la necesidad de personal que tuvo la empresa estatal, llev al desarrollo de un barrio obrero (el barrio de SOMISA), aquel que, a travs de la construccin de viviendas y comercios, desemboc en una fuente de dinamismo econmico para la zona geogrfica en la que se encontraba (Pealva & Rofman, 1995 a; von Storch, 2005).Como seala Liudat, la forma que toma la poltica pblica en la intencin de desarrollar sectorialmente a una industria especfica es fundamental (2008). Por eso, desde su creacin y hasta la dictadura militar de 1976 , SOMISA fue un ejemplo de ello, en el que el desarrollismo que promocionaba el Estado sent las bases estructurales para un perodo de crecimiento sostenido de la siderurgia nacional (Liudat, 2008). Por otra parte, y como destaca Carminati, resulta interesante analizar cmo la direccin de SOMISA fue cambiando, conforme iban alternndose los gobiernos legtimos con las dictaduras militares (vase Carminati 2011). Si bien la DGFM tena directivos de las fuerzas armadas a lo largo de todo el perodo, las diferencias entre las cpulas militares fueron tan fuertes que, mientras se autorizaba y se firmaba la fusin entre Acindar y Gurmendi en marzo de 1981, el 26 del mismo mes se aprobaba el plan de expansin de SOMISA; es decir, por un lado, el gobierno de facto permita el aumento de la concentracin del sector en manos de capitales privados, y por el otro, la DGFM sentaba las bases de una nueva expansin productiva encarada por la empresa estatal (Carminati, 2011).Por ltimo, al igual que la historia de YPF, la de SOMISA como tal llega a su fin con las privatizaciones del ao 1992, encarnadas en la Reforma del Estado. Como se seal anteriormente, la privatizacin de la firma estatal tuvo dos consecuencias inmediatas. La primera fue que se acrecent el poder de mercado del grupo Techint y de Acindar (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005); y la segunda, que las nuevas empresas absorban a SOMISA bajo determinadas condiciones, entre ellas, la reduccin del personal de las plantas (von Storch, 2005).A modo de sntesis, SOMISA se constituy como la voluntad del Estado de desarrollar la industria siderrgica. Fue el primer paso hacia la independencia productiva sectorial de la balanza comercial, o al menos, fue uno de sus principales objetivos. La forma en que SOMISA actuaba, debido a la gran envergadura que posea, daba las pautas de la orientacin que el Estado deseaba que tenga el crecimiento y desarrollo de la siderurgia. Por estas razones, su privatizacin no fue menor, ya que implic una modificacin radical, en trminos productivos y sectoriales.1.3 Reconfiguracin productiva y sectorial a partir de la privatizacin de SOMISAComo se fue analizando, la privatizacin de SOMISA no signific meramente una empresa que cambi de manos. Sino que, por el contrario, tuvo implicancias socio-econmicas y polticas la retirada del Estado del sector siderrgico (von Storch, 2005); como sucedi tambin con el caso de YPF, por citar a alguno de las experiencias ms destacadas y reconocidas.En lo que atae particularmente a la siderurgia, el proceso privatizador del que form parte SOMISA tuvo una consecuencia poltica y otra econmica. La primera implic una negociacin entre el sector pblico el que venda y el privado el que compraba que dej como resultado una venta de la firma estatal a bajo costo y condicionada (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005; von Storch, 2005). De esta forma, ese Estado promotor que orientaba la siderurgia nacional hacia un desarrollo eslabonado y progresivo de los aos cuarenta deja de existir.Como contracara de lo anterior, la principal consecuencia econmica que tiene la privatizacin del complejo siderrgico de SOMISA es la profundizacin de la concentracin del mercado siderrgico, teniendo como principales referentes a partir de ese momento a Acindar I.A.A.S.A. (Acindar) y al grupo Techint encarnado a travs de sus subsidiarias Siderca S.A.I.C (Siderca), Siderar S.A.I.C (Siderar) y Tenaris S.A. (Tenaris) . Un anlisis ms profundo permite observar un fenmeno que se va dando a raz de la privatizacin de SOMISA. Los capitales de Acindar, Siderar y Tenaris intensifican sus ramificaciones de capital, expandindose en el propio sector siderrgico y hacia otras actividades. De acuerdo a esto, es sumamente importante observar y analizar la conducta de estas tres empresas, ya que forman parte de la cpula empresaria del total de la economa (Basualdo, Manzanelli, & Schorr, 2012), y por ende del sector siderrgico. A partir de esta informacin, es posible determinar cul es la orientacin que posee la siderurgia. Para esto, es necesario realizar un anlisis ms minucioso de la produccin y de la concentracin de estos tres capitales siderrgicos del que podemos realizar en este trabajo.1.3.1 Indicadores macroeconmicos de la siderurgia a partir de 1992A travs del anlisis de los niveles de produccin nacional de acero crudo se destaca un primer indicio de la transformacin que hubo en el sector a partir de 1992. Como es posible observar en el Grfico 1.1, hasta el ao 1990 la produccin total de acero crudo estuvo por encima de los tres millones de toneladas anuales, mientras que en 1991 comienza a contraerse como resultado de la recesin padecida el pas, y drsticamente desciende a 2.600 miles de toneladas en 1992, lo que le signific a la industria una contraccin productiva de casi un 70%. Esta baja en la produccin se debe principalmente a la disminucin productiva que posee SOMISA, debido a que hasta ese ao el acero crudo que produca era mayor a un milln de toneladas al ao (teniendo su mximo en el ao 1989, con una produccin de 2.060 miles de toneladas). En el mismo sentido, resulta interesante destacar tambin que, mientras la produccin de SOMISA (y la del resto) se contraa, la de Acindar fue la nica que aument.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.Grfico 1.1: Produccin de acero crudo por empresa (1979-1992). En toneladas.

De la misma manera, al analizar la produccin de laminados terminados en el Grfico 1.2 es posible apreciar cmo la produccin total se contrae producto de la disminucin en las cantidades producidas, particularmente, de SOMISA. Tambin resulta interesante destacar que Acindar nuevamente es la nica firma que aumenta su produccin en el ao 1992. Por otra parte, el Grfico 1.3 compara ambas producciones en el perodo 1990-2010 y de ah sobresalen dos rasgos. El primero es que tanto la produccin de acero crudo como de laminados terminados poseen una tendencia creciente a lo largo del perodo 1992-2009. Slo sufren tres cadas productivas que son en los aos 1998, 2001-2002 y 2009 (la ms radical). Por otra parte, tambin se observa que ambas producciones convergen a partir del ao 1992, y permanecen as hasta 1998. A partir de este ao, la produccin de acero crece ms aceleradamente que la de laminados, dejando una brecha que permanecer hasta el 2008.Grfico 1.3: Produccin de acero crudo y laminados terminados (1990-2010). En miles de toneladas.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del INDEC.Grfico 1.2: Produccin de laminados terminados por empresa (1979-1992). En toneladas.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.

Al examinar la balanza comercial (medida en toneladas) de los productos siderrgicos observamos que, mientras el saldo comercial de los productos de acero fue, por lo general, positivo. Como aparece en el Grfico 1.4, desde 1992 y hasta 2010 se han exportado ms toneladas de productos primarios de acero de las que se importaron.Grfico 1.4: Exportaciones e importaciones de productos de acero crudo (1992-2011). En miles de toneladas.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.

En cuanto a los saldos comerciales que arrojaron los productos semiterminados, el Grfico 1.5 permite percibir un alto nivel de dependencia de importados, a diferencia de lo que suceda con los productos de acero. Es decir, en todo el perodo graficado se observa que el saldo comercial en toneladas de productos semiterminados es negativo en casi todos los perodos, exceptuando el trienio 2001-2003 y los aos 2007 y 2009. En el mismo sentido, es importante destacar que, si bien desde el ao 2000 hasta el 2011 la mayora de los perodos dieron como resultado saldos negativos, la magnitud de los mismos es mucho menor inclusive a la de aos en que la Convertibilidad y la apertura econmica estaban vigentes.Para terminar, a continuacin se explicitarn los anlisis sobre empleo, salarios y productividad del sector y de la cpula empresaria. Para esto, el Grfico 1.6 muestra la evolucin del nivel de empleo asalariado privado desde el ao 1996 hasta el 2010 del sector. En el mismo, se encuentra que hay una etapa contractiva de puestos de trabajo hasta 2002, y que, a partir de este ao, se mantuvo con una tendencia creciente por seis aos consecutivos. Grfico 1.6: Empleo asalariado registrado - Privado - Rama de actividad a 2 digitos CIIU3 Metales Comunes Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS).Grfico1.5: Exportaciones e importaciones de productos semiterminados (1992-2011). En miles de toneladas.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.

Por otra parte, la dinmica de la evolucin de este nivel es la consecuencia de la conducta de empleo que toma la cpula empresaria. Como se puede observar en el Grfico 1.7, los puestos de trabajo que generan las grandes empresas estn siempre cerca del 60% del total de puestos de trabajo que tiene la siderurgia.Grfico 1.7: Empleo asalariado registrado - Privado - Por letra, rama 2 dig. y tamao de empresa Metales comunes Promedios anuales (1996-2010). En porcentaje.Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del MTEySS.

Al analizar la informacin que proporciona el Grfico 1.8 en el que se encuentra la evolucin del ndice de Volumen Fsico (IVF), el ndice de Obreros Ocupados (IOO) y el ndice de Salario por Obrero (ISO) todos de la produccin en la industria manufacturera (rama Fabricacin de metales comunes) , se identifican dos etapas (segmentadas por la lnea vertical), en la que el ao 2001 es el punto de inflexin. Hasta ese ao, por un lado, se produce una recesin a nivel macroeconmico que tiene sus inicios en la Crisis del Tequila del ao 1995, y se ve reflejada en la contraccin de las cantidades producidas y en la cada de la cantidad de obreros ocupados. Por el otro lado, y como producto de la recesin del perodo y las leyes de flexibilizacin laboral y desarme de los sindicatos, el salario permanece casi inmvil.Para el ao 2002, tanto el salario, como los obreros ocupados y como la produccin, comienzan una nueva fase ascendente. Sin embargo, como lo marca la lnea horizontal, la cantidad de obreros ocupados no llega a ser ni a superar la de 1997. Es decir que hubo un aumento de la productividad por cada obrero ocupado que hizo que vuelva y que supere la produccin a los niveles de ese ao sin que aumente la cantidad de trabajadores en la misma magnitud.1.4 Perspectiva comparada: la siderurgia en el largo plazoFuente: Elaboracin propia en base a datos del INDEC.Grfico 1.8: ndice de volumen fsico (IVF), ndice de obrero ocupado (IOO) e ndice de salario por obrero (ISO), todos de la ind. manuf., rama Fabricacin de metales bsico (1997-2010). 1997=100.Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.

Desde una perspectiva de largo plazo, se observan transformaciones cualitativas en el interior de la industria siderurgia. Estos cambios fueron consecuencia de la privatizacin de SOMISA, permitiendo que el rumbo del sector quede a merced de la cpula empresaria y ya no del Estado. Para demostrar el quiebre que se produce con la privatizacin de SOMISA, se expondr a continuacin un anlisis de largo plazo de la produccin histrica de la siderurgia, de la utilizacin de la capacidad instalada y del empleo generado por el sector, que son aspectos centrales para su anlisis.1.4.1 Produccin siderrgicaDesde 1960 hasta la actualidad, la produccin nacional de acero crudo y la de laminados terminados tuvieron una tendencia creciente, como seala el Grfico 1.9. A lo largo de este proceso, se pueden identificar tres caractersticas que se relacionan con el nivel de produccin de ambos productos.

El ao 1992 muestra el nivel ms bajo de produccin, mostrando un quiebre en la tendencia creciente histrica que posean la produccin de acero crudo y de laminados terminados. La contraccin progresiva entre el mximo alcanzado de cada producto y el nivel producido en este aos resulta de un 70% de la produccin de los aos 1988 (mxima produccin de laminados terminados) y 1989 (mxima produccin de acero crudo). De esta manera, se observa un nuevo punto de partida.Grfico 1.9: Produccin nacional de acero crudo y de laminados terminados (1960-2011). En terminos de acero crudo. En miles de toneladas.Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.Fuente: Elaboracin propia en base a datos CIS y a Azpiazu et al ( (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005).

Las producciones mximas de acero crudo y de laminados terminados, alcanzadas en 1988 y 1989, respectivamente, recin fueron recuperadas en 1995. A partir de ese ao, la produccin se estanca en un nivel que es acompaado de un proceso productivo cclico hasta inicios de los aos 2000.Por ltimo, si bien ambas producciones acero crudo y laminados terminados mantienen una tendencia creciente a lo largo de todo el perodo seleccionado, desde una perspectiva ms cualitativa, a fines de la dcada del 70 cambia la tipologa de la produccin de la siderurgia. Desde los inicios de la siderurgia como tal y hasta el ao 1978 la produccin de laminados terminados fue superior a la de acero crudo. A partir de este ao y hasta 1992 los niveles de produccin de laminados terminados se reducen (teniendo algunos picos productivos) a la de acero crudo. Este escenario se revierte en 1992, ao en que se vuelve a la antigua tipologa productiva.1.4.2 Capacidad instaladaEl anlisis de largo plazo de la capacidad instalada se separa en tres etapas diferentes. La primera tiene lugar desde los inicios hasta 1984, la segunda comprende el perodo 1984-1992, y la ltima abarca los aos que van desde 1992 hasta la actualidad.Hasta 1984, como se puede observar en el Grfico 1.10, la capacidad instalada es superior a la produccin de esos aos. Sin embargo, pueden identificarse dos momentos claramente diferenciados: el primero va desde 1960 hasta 1970 y se caracteriza por utilizar (en promedio) una capacidad instalada del 80%, mientras que desde 1970 hasta 1984 la utilizacin de las plantas productivas se reduce al 50% (en promedio), debido a que la inversin productiva creca a tasas mayores que las de la produccin.Grfico 1.10: Produccin nacional y capacidad instalada de acero crudo (1960-2011). En terminos de acero crudo. En miles de toneladas.Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.Fuente: Elaboracin propia en base a datos CIS y a Azpiazu et al ( (Azpiazu, Basualdo, & Kulfas, 2005).

Los aos que comprende el perodo que va desde 1984 hasta 1992 poseen una caracterstica comn a cada uno de ellos, la desinversin productiva. En ocho aos la capacidad instalada se reduce prcticamente a la mitad. A pesar de esto, es posible observar que en el quinquenio 1984-1989 la desinversin es acompaada por una produccin de acero crudo creciente. Por otro lado, en los tres aos siguientes (hasta 1992) esto no sucede, es decir, la produccin comienza a contraerse.Por ltimo, es posible observar que a partir de 1992 la capacidad instalada y la produccin comienzan a crecer a tasas similares. Sin embargo, es necesario destacar que hasta 1996, la inversin en capacidad instalada se da solo en 1994 y 1996, permaneciendo en esos niveles hasta fines de 1999.1.4.3 Nivel de empleo generado por la siderurgiaDesde una perspectiva de largo plazo, el empleo generado por la industria siderrgica en Argentina puede ser clasificado en dos etapas. Una primera que llega hasta 1993 y una segunda que va desde ese ao hasta la actualidad. En este sentido, el Grfico 1.11 permite observar esta diferenciacin debido a que muestra el nivel de empleo de la siderurgia para el perodo 1975-2011, en cantidad de ocupados (sin diferenciar el personal jornalizado del mensualizado). Grfico 1.11: Cantidad de ocupados de la industria siderrgica (1975-2011). En cantidad de ocupados.Promedios anuales (1996-2010). En miles de asalariados.Fuente: Elaboracin propia en base a datos del CIS.

Si bien en la primera etapa, que va desde 1975 hasta 1993, se producen dos alzas (1982 y 1984) en el nivel de empleo de la siderurgia, la tendencia que persiste a lo largo de todos esos aos es decreciente. En esta lnea, se observa que a partir del ao 1990 se profundiza esta situacin. De forma paralela a la disminucin progresiva del empleo que generaba la siderurgia en este perodo, la produccin de esta industria no fue acompaando esta trayectoria. Es decir, a pesar de que hubo perodos recesivos para la industria, el nivel productivo de largo plazo fue aumentando ao a ao, por lo tanto, a priori implica que ha habido un aumento de la productividad del trabajo.A partir de 1993, y hasta la actualidad, el nivel de empleo de la siderurgia no se recuper considerablemente. Se ha mantenido relativamente estable a esos niveles, y recin a partir del ao 2003 comienza a aumentar lentamente. Como se puede observar, an no se ha recuperado el nivel de empleo que generaba el sector en 1975, a pesar de que la produccin siderrgica se ha ms que duplicado. 1.5 Reflexiones preliminaresSOMISA surge como la encarnacin de la intencin del Estado de sobrellevar la orientacin de la siderurgia. Su principal objetivo era aprovechar sus economas de escala y, de esa manera, aument la produccin nacional de acero al doble.La privatizacin de la empresa estatal signific no slo la retirada del Estado de la economa, sino que tambin implic, por un lado, consecuencias socioeconmicas en la zona en la que tena su planta. Por el otro lado, permiti un aumento de la concentracin del capital industrial siderrgico que ya se encontraba altamente concentrado , pero esta vez la profundizacin de la oligopolizacin se dio en la esfera privada, en la que Acindar y el grupo Techint (materializado en sus empresas subsidiarias) cooptaron gran parte del mercado siderrgico.En trminos cuantitativos, la privatizacin de SOMISA signific una disminucin de la produccin, que recin se recupera en el ao1997, y del empleo, que an no se recuper. En cuanto a los tipos de productos, convergen los niveles de produccin de acero y de laminados terminados, si bien durante la dcada del 2000 aumenta la brecha entre una produccin y la otra, ambas mantienen la misma tendencia creciente.Para terminar, resulta interesante destacar que la siderurgia heredada de la privatizacin de 1992 es 100% vulnerable al resultado de las conductas de la cpula empresaria del sector, y no ya del Estado. En este sentido, no slo que no hubo una convergencia entre el sector privado y el pblico (suponiendo que en algn momento el sector pblico se retirase), sino que no se han recuperado la totalidad de los niveles productivos y de empleo que se posea antes de este suceso.Bibliografa consultada y citada- Azpiazu, D. (1989). La poltica industrial en la Argentina: posibilidades y potencialidades de su ejercicio activo y explcito.- Azpiazu, D., & Basualdo, E. M. (1995). La siderurgia argentina en el contexto del ajuste, las privatizaciones y el Mercosur. Buenos Aires: IDEP-ATE.- Azpiazu, D., Basualdo, E. M., & Schorr, M. (2000). La reestructuracin y el redimensionamiento de la produccin industrial argentina durante las ltimas dcadas. Buenos Aires: FETIA-CTA.- Azpiazu, D., Basualdo, E. M., & Schorr, M. (2001). La industria argentina durante los aos noventa: profundizacin y consolidacin de los rasgos centrales de la dinmica sectorial post-sustitutiva. 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