02:37 noche...02:37 noche Jaume Leal Esteve [6] ESCENA 1: (Se abre el telón. Humo y luz tenue....

Teatro

02:37 noche

Jaume Leal

Para Verónica, que me inspiró a empezarla,

y para Raquel, que me ha llevado a terminarla.

Índice

Acto primero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

Acto segundo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Acto tercero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

Acto cuarto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

Acto último . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

Epílogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Que dos cosas se contradigan

no implica que sean mentira.

02:37 noche Jaume Leal Esteve

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ACTO PRIMERO

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ESCENA 1:

(Se abre el telón. Humo y luz tenue. Escenario sin decorado. Silencio. Un haz de luz cae con fuerza sobre el centro de la escena. Allí, tendido en el suelo, está Gonzalo, quien se incorpora con dificultad. Desorientado, levanta la mano tratando de proteger sus ojos de la potente luz que viene de ninguna parte. Vestido completamente de blanco, avanza, tambaleándose, unos pasos, mientras mira extrañado a su

alrededor.)

GONZALO: (Con la voz insegura, se hace visera con la mano tratando de ver algo.) ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

CHUS: (Una voz profunda que envuelve el lugar.) Bienvenido, te

estaba esperando.

GONZALO: (Asustado.) ¿Eh? ¿Cómo que me estabas esperando?

¿Qué es todo esto?

CHUS: ¿Tú eres Gonzalo, no?

GONZALO: ¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres? (Tartamudea, nervioso.) ¿Qué… Qué hago yo aquí?

CHUS: (Despacio, con tono apaciguador.) Calma chico, calma. Las

preguntas de una en una, ¿de acuerdo?

GONZALO: Emm… Sí, vale, a ver… ¿Dónde estoy?

CHUS: ¿Dónde estás?

GONZALO: (Indignado.) ¡Yo he hecho la pregunta!

CHUS: Yo también. A ver, mira a tu alrededor y piensa un poco…

GONZALO: (Da una vuelta completa y se encoge de hombros, sin comprender.) ¡Aquí no hay nada! (Esperando una respuesta, mira hacia arriba, pero nadie contesta. Da unos pasos.) Todo esto, tan

vacío… Es como si no fuese real.


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CHUS: Bien, bien, no vas mal encaminado. Aunque eso de “real”, bueno, es un poco complicado.

GONZALO: ¿Estoy soñando?

CHUS: Quizás. Eso es algo que no puede saberse.

GONZALO: (Se pellizca.) ¡Ah! No parece que pueda despertarme…

CHUS: Vamos, fíjate bien, ¿qué ves?

GONZALO: (Irritado.) ¡Ya te he dicho que no veo nada! (Frotándose los ojos.) Sólo esa luz tan molesta.

CHUS: ¿Y bien? ¿No te dice eso nada?

GONZALO: Emm… Un sitio vacío, una luz… Estoy en… ¿El cielo? (Alarmado.) ¡Mierda, ¿estoy muerto?!

CHUS: ¡No hombre, no! Bueno… No del todo. Aunque eso es decisión tuya, claro.

GONZALO: ¿Cómo? No entiendo nada…

CHUS: No te preocupes, es muy fácil. ¿Alguna vez has escuchado eso de “la luz al final del túnel”? (Gonzalo asiente.) Pues esto es algo así

como la antesala, una especie de… Limbo.

GONZALO: Eso significa que tú eres…

CHUS: (Le interrumpe, quitándole importancia.) Eso no importa ahora.

GONZALO: Entonces… ¿Qué hago yo aquí?

CHUS: Esa es una buena pregunta. Vamos, presta atención; ¿qué oyes?

(Se escuchan, de fondo, los pitidos de un monitor cardíaco.)

GONZALO: (Dudando.) Es como… Como una de esas máquinas que

hay en los hospitales ¿no?


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CHUS: No recuerdas nada, ¿verdad?

GONZALO: Pues ahora que lo dices… (Se lleva una mano a la frente, frunciendo el ceño.) Me duele un poco la cabeza.

CHUS: Quizás esto te ayude un poco… ¿Ves esa butaca? Siéntate ahí, anda. A ver si así consigues recordar.

(Gonzalo baja del escenario y se sienta en una de las butacas. Mientras baja, el telón se va cerrando. El foco lo sigue hasta que

se sienta.)


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ACTO SEGUNDO

[03:14]


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ESCENA 1:

(Se abre el telón. De nuevo, vuelven a escucharse los pitidos del monitor cardíaco. Luces asépticas y blancas. A la derecha, una pared, también blanca, cubierta con algunos carteles sobre salud y nutrición. Una bancada metálica, con sillas vacías. A la izquierda, al otro lado de la puerta, varias personas alrededor de una camilla. La que está sobre ella no puede verse. Muebles de hospital.)

JAVI: (Enfadado, apretando los puños.) ¡Mierda, joder! Mierda…

ALEX: Déjalo, quieres… Vas a despertar a medio hospital.

JAVI: Lo siento, pero es que… (Se lleva una mano a la cara.) Todo ha

sido culpa mía.

ALEX: No has sido sólo tú... Yo... (Bajando la mirada.) Siento lo de

antes.

JAVI: Nah, no tiene importancia. Supongo que me la merecía... (Mira a Julia. Duda.) Oye, Julia…

JULIA: (Cortante.) Ahora no Javi. Ahora no…

(Silencio. Julia da unos pasos.)

JULIA: (Mirando al suelo.) Además, ha sido culpa mía…

ALEX: No digas eso, ¿quieres?

JULIA: ¡Pero yo lo empecé todo!

ALEX: No creo que sea culpa de nadie... En cualquier caso es culpa de todos.

JULIA: Hombre, de todos... Tú...

ALEX: Sí, yo también tengo parte de culpa.


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JAVI: Pero no has sido tú el que le ha pegado el puñetazo antes de desmayarse...

ALEX: Ya, bueno, hay golpes y golpes... Yo me entiendo, ¿vale?

(Una pausa. Julia se acerca a Claudia, que está sentada a los pies de la camilla, sin decir nada.)

JULIA: Oye, Claudia, ¿estás bien?

CLAUDIA: (Sorprendida.) ¿Eh? Ah, sí, sí... Supongo que yo también tengo parte de culpa. (Suspira, bajando la mirada.) Lo habíamos dejado, justo esta noche, antes de que pasase todo... (Se vuelve hacia Gonzalo, sobre la camilla, y esboza una sonrisa amarga.) Bueno, en

realidad yo le había dejado. No sé qué pensar…

JULIA: Claudia, yo... Lo siento.

CLAUDIA: Deja eso ahora. Además, no es culpa tuya que esté así.

(Silencio.)

CLAUDIA: Se pondrá bien, ¿verdad?

JAVI: El doctor había dicho que estaba estable, fuera de peligro.

ALEX: ¿Tardará mucho en despertarse?

JULIA: ¿Qué hora es?

CLAUDIA: (Se mira la muñeca.) Casi las tres y veinte.

JAVI: ¿Llevamos media hora aquí metidos?

JULIA: Más o menos. Supongo que aún tardará un poco en recuperarse. Pero vamos, mañana ya debería estar bien.

CLAUDIA: ¿Tú crees?

(Julia asiente.)


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CLAUDIA: Pues yo me quedo.

ALEX: Claudia...

(Las luces se apagan unos segundos y se vuelven a encender.)

ESCENA 2:

JAVI: (Se acerca a Julia.) Oye Julia, ¿podemos hablar un momento?

JULIA: Sí, supongo que sí.

(Salen de la estancia y se sientan en las sillas de la bancada. Las luces cambian, se les alumbra a ellos dos.)

JAVI: (Dudando.) Yo… Siento lo de antes, ya sabes... Nunca se me

ocurriría hacerte daño. Pero es que... ¿por qué?

JULIA: (Suspira.) No lo sé Javi, no lo sé. Lo que hice no estuvo bien,

pero... No hay por qué ponerse así.

JAVI: (Alterado.) ¿Que no hay por qué ponerse así? ¿Acaso pensabas contármelo? (Intentando calmarse, aparta la mirada.) Lo que más me jode no es que os liarais, no. Lo que verdaderamente me jode es que ni se te pasase por la cabeza contármelo.

JULIA: Quería contártelo, pero...

JAVI: (Esperando una respuesta.) Pero...

JULIA: Pero no sabía cómo reaccionarías. (Baja la voz.) Supongo que

tenía miedo...

JAVI: Joder Julia... ¿Miedo, de mí?

JULIA: Mierda Javi, a veces sí te pasas, lo sabes perfectamente. Y en realidad no lo soporto, joder. Podrías confiar un poquito en mí...


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JAVI: Pero si yo lo que quiero es lo mejor para ti... ¿Tan mal está que me preocupe? Además, yo confío, pero…

(Silencio.)

JAVI: ¿Por qué, eh? ¿Por qué ahora, o… Por qué él? Es como si te hubieses olvidado de todo… Mierda Julia, ¿es que no te acuerdas de lo que hemos pasado juntos? ¿De los domingos de playa y los paseos de madrugada; de las pelis abrazados o del "y yo más" cada vez que te decía "te quiero"?

(Javi le coge la mano a Julia, se miran.)

JAVI: Te quiero, joder, te quiero; y sabes perfectamente lo mucho que me cuesta decírtelo. Te quiero a ti y a tus chistes horribles, a que me robes las sudaderas, a que te subas a caballito, a que me saques la lengua y a que me hagas rabiar. (Bajando la voz.) Te quiero desde aquel jueves en el que olvidaste el paraguas. Y no he dejado de hacerlo ni un solo día.

(Silencio.)

JULIA: (Soltando la mano de Javi.) ¿Ni siquiera cuando me gritabas? ¿Qué hay de todas esas veces en las que te enfadas porque sí y acabo pagándolo yo todo? (Una pausa, suspira.) Joder Javi, llevamos un tiempo en el que rara es la semana que no discutimos. Supongo que a veces llega un punto en el que no puedes más; podría haber sido el viernes pasado, el martes u hoy…

JAVI: Julia, yo…

JULIA: ¿De verdad no te dabas cuenta? No sé por qué lo hice y, la verdad, dudo que lo volviese a hacer, pero… Esto no va de eso. Nos besamos, sí. Qué coño, yo lo besé. Él no tuvo nada que ver; se apartó diciendo que eso no estaba bien, que no debía… Dijo que eres un buen tío, que sólo necesitas controlarte un poco...

(Julia vuelve a mirar a Javi y baja la voz.)


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JULIA: Te quiero, Javi, te lo digo de verdad, pero... No sé si puedo seguir así. No me agobies, por favor.

(Se bajan las luces, vuelve a iluminarse la parte izquierda del escenario.)

ESCENA 3:

(Alex está sentado en una silla, Claudia al borde de la camilla.)

ALEX: Tiene gracia.

CLAUDIA: ¿Eh?

ALEX: Que tiene gracia.

CLAUDIA: ¿El qué tiene gracia?

ALEX: Todo esto, no sé.

CLAUDIA: No te entiendo.

ALEX: Bueno, es irónico que al final todo esto sea culpa mía, por querer ser… Valiente.

CLAUDIA: Deja de decir eso, ¿quieres? De nosotros eres el que menos culpa tienes. No sé ni por qué sigues aquí, la verdad. Deberías irte a casa.

ALEX: No pienso irme a casa, Gonzalo es mi amigo. Además…

CLAUDIA: ¿Qué? ¿Quieres hacer el favor de explicarme algo?

ALEX: (Bajando la voz.) Yo le dije a Julia que lo hiciera

CLAUDIA: Que tú… ¿Le dijiste que se enrollara con Gonzalo?

ALEX: No joder.


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CLAUDIA: ¿Entonces?

ALEX: Bueno, el viernes pasado estuvimos hablando. Venía de discutir con Javi, y me dijo que llevaban semanas así, peleándose cada dos por tres; y que ella no podía soportarlo. Yo le dije que cortase, que no tenía por qué estar con alguien que sólo le hace daño y que se merecía a alguien que la tratase bien… Ella me dijo que tenía miedo, que Javi es muy bruto y que no sabía cómo iba a reaccionar.

CLAUDIA: Pero todo eso…

ALEX: Ya, bueno, es que eso no fue todo. La verdad es que llevaba bastante tiempo pensando en aquello, así que se lo dije como si en realidad me lo estuviese diciendo a mí… “Tienes que ser valiente, lanzarte sin pensar y dejarte llevar.” Le dije que no servía de nada esconderse, que uno tiene que afrontar las cosas de frente y plantarles cara. Que hay que arriesgar y hacer locuras, y que los caminos llanos son una mierda.

(Alex sonríe con amargura, mirando al suelo.)

ALEX: Le dije toda esa mierda, pero claro, debería haberme callado…

CLAUDIA: Pero tú no podías saber que iba a hacer eso.

ALEX: Ya, pero, no sé... Creo que lo intuía. Además está lo otro, claro...

CLAUDIA: ¿El qué?

ALEX: Nada, déjalo. El caso es que lo había visto; vi a Gonzalo antes de que Javi le pegara. Ya estaba hasta el culo, pero no le quité la botella. Estaba bebiendo Ginebra a palo seco. Creo que acababa de hablar contigo…

CLAUDIA: Sí, yo... He sido demasiado dura con él.

(Claudia se gira, mirando a Gonzalo.)

CLAUDIA: Había venido a buscarme. Hacía unos días que no hablábamos; habíamos discutido, pero no pasaba nada, no era para


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tanto. Bueno, o al menos eso creía yo... Supongo que por eso estaba raro, que no se trataba sólo de esa tontería.

ALEX: Debe de ser difícil.

CLAUDIA: ¿El qué?

ALEX: No sé, tener que confesar algo así.

CLAUDIA: También lo es encajarlo.

ALEX: Tienes razón, pero bueno… Al menos te lo dijo en persona. Sé que es una estupidez, pero…

CLAUDIA: No, bueno, está bien. Mejor así, dentro de lo que cabe.

ALEX: La verdad es que me sorprende. Quiero decir, me extraña que él hiciese algo así, como que no le pega.

CLAUDIA: Ya, bueno, en realidad me dijo que él no había hecho nada, que se había lanzado ella...

ALEX: ¿Y le crees?

CLAUDIA: Sí, pero...

ALEX: ¿Qué?

CLAUDIA: No sé, estaba cabreada, no quería escucharle. (Llevándose una mano a la cara.) Me he pasado, mierda.

ALEX: Déjalo, anda...

(Se quedan en silencio durante unos instantes. Alex se levanta.)

ALEX: Oye, creo que había unas máquinas expendedoras al final del pasillo. ¿Un café? Parece que nos espera una noche larga.

CLAUDIA: No, gracias. Aunque... Si puedes pillar algo de comer... Me muero de hambre.


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ALEX: Claro, ahora vuelvo.

(Las luces vuelven a cambiar mientras sale de la habitación, iluminando la parte derecha del escenario. Javi y Julia lo miran.)

ALEX: Voy a ver si pillo algo de la máquina expendedora. ¿Alguien se viene?

JAVI: Yo. (A Julia.) ¿Quieres algo?

JULIA: Emm... No, da igual, estoy bien.

ALEX: Como quieras. ¿Vamos?

(Alex y Javi salen del escenario. Julia duda y, tras unos segundos, entra en la sala, donde está Claudia mirando a Gonzalo.)

ESCENA 4:

JULIA: ¿Mejor?

(Claudia se da la vuelta, mira a Julia y vuelve a girarse hacia Gonzalo.)

CLAUDIA: Sigue igual.

JULIA: Me refería a ti.

CLAUDIA: ¿Yo? Sí, supongo...

JULIA: Claudia, yo… Siento todo esto. No debería haberlo hecho. La verdad es que ni siquiera sé por qué lo hice, pero...

CLAUDIA: (Le interrumpe, cortante.) ¿Quieres a Javi?

JULIA: ¿Qué?

CLAUDIA: ¿Quieres a Javi?


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JULIA: Yo… Sí, creo que sí. Solo es que…

CLAUDIA: ¿Y Gonzalo?

JULIA: No lo sé. Supongo que fue él como podría haber sido cualquier otro.

CLAUDIA: (Quitándole importancia.) Bien, entonces creo que no hay

nada que hablar.

(Las dos se quedan en silencio. Las luces cambian y vuelven a iluminar la parte derecha.)

ESCENA 5:

(Alex y Javi entran, uno lleva un vaso de cartón en la mano y el otro una lata de refresco y un batido de chocolate.)

ALEX: (Preocupado.) ¿Pero seguro que no te duele? Tampoco quería

pasarme, pero lo de Julia…

JAVI: Sí, me he pasado, lo sé. Ha sido casi un acto reflejo, no sabía lo que hacía. (Le da un trago al refresco.) Ah, y no, no me duele.

ALEX: (Llevándose el vaso a la boca.) ¿Tan fuerte le has pegado? (Bebe un pequeño sorbo.) A Gonzalo digo.

JAVI: No, en realidad no. Creo yo, vamos. Supongo que también habrá sido por el alcohol. Se había cascado casi una botella entera, ¿no?

ALEX: Sí, cuando lo he visto yo ya llevaba como media. Debería habérsela quitado…

JAVI: Bueno, tampoco te martirices. Recuerda que no has sido tú quien le ha pegado.

ALEX: Sí, ya…

(Silencio, los dos beben.)


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ALEX: (Haciendo una mueca.) Buah, esto está malísimo.

JAVI: Te he dicho que le dieses al botón de doble de azúcar.

ALEX: No, si el azúcar está bien, el problema es lo de dentro.

JAVI: Tampoco será para tanto…

(Alex le tiende el vaso. Javi bebe un poco y frunce el ceño.)

ALEX: Agua con colorante, ¿verdad?

JAVI: (Soltando el vaso.) Peor. (Le da un trago a su refresco.)

¿Quieres?

ALEX: No, qué va. ¿Has hablado con Julia?

JAVI: Sí.

ALEX: ¿Y qué habéis decidido? Si no te importa, claro.

JAVI: No, tranqui. Me ha dicho que no la agobie. Supongo que necesita un tiempo, para pensarlo y esas cosas.

ALEX: ¿Y tú?

JAVI: ¿Yo? Bueno… No quiero perderla…

ALEX: Ya… ¿Entramos?

JAVI: Claro.

(Entran en la sala donde están Claudia y Julia. Las luces vuelven

a cambiar.)

ESCENA 6:

(Alex se acerca a Claudia, y Javi se queda de pie junto a Julia.)


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ALEX: (Saca una chocolatina y se la da a Claudia.) Aquí tienes.

CLAUDIA: Gracias. (Mete la mano en el bolsillo.) ¿Qué te debo?

ALEX: Ah, qué va, nada. Invito yo.

CLAUDIA: Oh, bueno. Muchas gracias.

JAVI: (A Julia.) Sé que has dicho que no querías nada, pero... Te he comprado esto. (Le tiende la botella de batido.)

JULIA: No tenías por qué...

JAVI: Es tu favorito, ¿no? Siempre te pillas uno cuando vamos al cine...

JULIA: Gracias.

(Claudia destapa la chocolatina y le da un bocado. Alex apura el vaso, haciendo una mueca, y lo tira a la papelera.)

ALEX: ¿Qué hora es?

CLAUDIA: (Mirándose la muñeca.) Las cuatro menos diez.

JAVI: Es tarde.

JULIA: (Bebe un poco de batido.) ¿Los otros se habrán ido ya?

JAVI: ¿A qué hora cerraban?

ALEX: Ahora a las cuatro. Aunque la gente no estaba muy animada después de lo que ha pasado...

JAVI: Ya…

(Javi se termina el refresco y tira la lata a la papelera.)

JAVI: ¡Qué nochecita eh!

ALEX: Sí...


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JULIA: ¿No tenéis sueño?

JAVI: Un poco. ¿Vosotros?

ALEX: No mucho. Aunque claro, de normal aún estaríamos allí, hasta que cerrasen.

CLAUDIA: Si queréis iros... A mí no me importa quedarme aquí.

JULIA: Jo, me sabe mal.

CLAUDIA: No te preocupes, en serio.

JULIA: Bueno, vale. Pero llámame si se despierta o pasa cualquier cosa. Mañana por la mañana volveré a pasarme a ver qué tal.

JAVI: Creo que yo también me voy, si no os importa. Estoy algo cansado.

CLAUDIA: No, claro.

JAVI: Oye Julia, ¿quieres que te acompañe a casa?

JULIA: (Duda unos segundos.) Sí, vale. ¿No te vienes Alex?

ALEX: No, tranqui, estoy bien.

JULIA: Como quieras... ¿Vamos?

JAVI: Sí.

(Julia y Javi salen por la parte derecha del escenario.)

ESCENA 7:

(Claudia le ofrece un trozo de chocolatina a Alex.)

ALEX: No gracias.


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CLAUDIA: ¿Seguro que no quieres irte? De verdad que no me importa, eh.

ALEX: Creo que ahora dentro de un rato me iré, pero prefería dejarles un poco a solas a estos dos. Les vendrá bien.

CLAUDIA: Ah... Sí, no es mala idea.

ALEX: ¿Crees que lo arreglarán?

CLAUDIA: (Se encoge de hombros.) No sé... Antes se les veía bastante

bien. Cuando no estaban peleados, al menos.

ALEX: ¿Y vosotros?

CLAUDIA: ¿Nosotros? Bueno, supongo que lo hablaremos. No quiero que todo termine así...

ALEX: ¿Cuánto llevabais?

CLAUDIA: Unos 11 meses, desde principios de verano.

ALEX: Casi parece más... ¿Desde la acampada del cumple de Pablo, no?

CLAUDIA: Bueno, en realidad desde la noche de San Juan. Aunque “salir, salir”, empezamos más tarde. Quiero decir, nos liamos ese día, estuvimos hablando y dijimos de ir en serio. En realidad hacía bastante que nos gustábamos...

(Alex ríe.)

CLAUDIA: ¿De qué te ríes tú ahora?

ALEX: De nada, de nada.

CLAUDIA: No entiendo nada. ¡Estás muy raro eh! ¿Piensas explicarme algo?

ALEX: Déjalo anda, cosas mías…


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(Silencio. Claudia se termina la chocolatina, se levanta y tira el envoltorio en la papelera.)

ALEX: ¿Seguro que no te importa quedarte sola?

CLAUDIA: No, tranquilo, no te preocupes. ¿Te vas?

ALEX: Sí. No es que tenga mucho sueño, pero estoy bastante cansado, la verdad. Volveré en unas horas, pero si pasa cualquier cosa me llamas, ¿vale?

CLAUDIA: Sí, de acuerdo.

(Se dan un abrazo. Alex le da un beso en la mejilla.)

ALEX: Buenas noches Claudia.

CLAUDIA: Buenas noches Alex.

(Alex sale de escena por la derecha. Claudia vuelve a sentarse a los pies de la cama, mirando a Gonzalo. Las luces se apagan poco a poco. Se cierra el telón.)


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ACTO TERCERO

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ESCENA 1:

(Sin abrir el telón, un foco apunta hacia la butaca en la que estaba sentado Gonzalo.)

CHUS: Gonzalo, ¿sigues ahí?

(Gonzalo se levanta de la butaca. El foco lo alumbra.)

GONZALO: Sí, sí...

CHUS: ¿Y bien? ¿Te acuerdas de todo ya?

GONZALO: Más o menos, aunque sigo sin tenerlo del todo claro.

(Gonzalo se sienta en el borde del escenario. Se frota la cabeza.)

GONZALO: ¿Cómo ha sido exactamente?

CHUS: A ver, ¿hasta dónde recuerdas?

GONZALO: Bueno, sé que he visto a Claudia, pero de ahí en adelante…

CHUS: Y lo anterior, ¿lo recuerdas todo?

GONZALO: Yo diría que sí.

CHUS: Muy bien, de acuerdo. Entonces entra ahí otra vez.

GONZALO: Emm... Vale…

(Sin abrir el telón, Gonzalo se levanta y abre un pequeño hueco entre las cortinas. Antes de entrar, se vuelve y mira hacia arriba. El foco se apaga una vez Gonzalo ha desaparecido tras el telón.)


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ACTO CUARTO

[02:18]


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ESCENA 1:

(Se abre el telón. A la izquierda una pared con carteles de conciertos y pintadas; un bordillo. A la derecha un banco, bajo una farola. Se escucha de fondo el sonido de música amortiguada. De detrás de la pared, por una puerta metálica, salen Gonzalo y Claudia con vasos de plástico en la mano. Se ilumina la parte derecha del escenario.)

CLAUDIA: Uff, ahí dentro no se puede ni respirar. ¿Que querías?

GONZALO: Bueno, te he visto ahí y… Creo que deberíamos hablar. Llevamos unos días raros…

CLAUDIA: Lo sé…

GONZALO: Aunque igual este no es el mejor momento.

CLAUDIA: Nah, está bien. Así descanso un rato las piernas.

(Claudia se sienta en el banco. Gonzalo la sigue y se sienta a su lado.)

CLAUDIA: Es por lo del otro día, ¿verdad?

GONZALO: Sí, bueno…

CLAUDIA: Ya te he dicho que yo no voy a decirte lo que tienes que hacer, que para eso está tu madre. Si no quieres estudiar, pues no estudies; pero date cuenta de lo que eso implica.

GONZALO: Aún no sé lo que haré, la verdad. Pero gracias por entenderlo.

CLAUDIA: Ya, sí… Siento haberme puesto así. Supongo que me enfadé por enfadarme.

GONZALO: Nah, si en realidad era una tontería.


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CLAUDIA: Pues sí. ¿Por eso hemos estado así estos días? Sabes que yo siempre intento arreglar las cosas, pero me daba la sensación de que tú no querías...

GONZALO: No es eso. Es que...

CLAUDIA: ¿Qué pasa?

GONZALO: Aquel día, volviendo a casa... Me encontré con Julia. Ella también había discutido con Javi por no sé qué.

CLAUDIA: Ya bueno, ellos están discutiendo cada dos por tres.

GONZALO: Sí… El caso es que nos sentamos en un portal y nos pusimos a hablar. Se le veía bastante mal, la verdad. Me dijo que estaba harta de Javi, que no lo aguantaba más. Yo le dije que nosotros también habíamos discutido y… (Baja la mirada.) No sé en qué momento de la conversación pasó, pero de repente ella… Se me lanzó. Claudia, yo nunca…

CLAUDIA: (Enfadada.) ¿Tú nunca qué, eh? ¿Tú nunca qué? Joder Gonzalo, ¿en serio? ¿Por qué coño no me lo habías dicho antes?

GONZALO: Yo quería, pero… No me atrevía. Claudia…

CLAUDIA: ¿Por qué ahora? Casi que ya pasaba de la pelea, pero claro, has visto que me divertía con mis amigas y tenías que joderme.

GONZALO: No, yo… No lo he hecho por eso, ¿Vale?

CLAUDIA: ¿Ah no? ¿Y entonces por qué? ¿Tu querida Julia te ha dado calabazas?

(Claudia se levanta y se aparta unos pasos.)

GONZALO: Claudia, por favor...

CLAUDIA: (Volviéndose hacia Gonzalo.) ¿Sabes qué? Voy a entrar ahí dentro, voy a pillarme el pedo de mi vida y voy a liarme con el primer tío bueno que se me cruce.


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GONZALO: Claudia…

(Claudia se da la vuelta y empieza a irse hacia la discoteca. Gonzalo se levanta y la sigue. Ella se detiene y se gira, mirando hacia él.)

CLAUDIA: ¡Y ni se te ocurra buscarme!

(Claudia entra decidida dentro de la discoteca. Gonzalo la sigue pero, en lugar de entrar, pasa por delante de la pared y termina

saliendo por la parte izquierda del escenario.)

ESCENA 2:

(Se ilumina el lado izquierdo de la escena. Gonzalo aparece al cabo de unos segundos, andando con dificultad. Lleva una botella de ginebra medio llena en la mano. Tambaleándose, se sienta en el bordillo, abre la botella y da un largo trago. Después de hacer una mueca, aparta la botella y apoya la cabeza entre las manos. Por la derecha del escenario entra Alex, quien se dirige a la puerta de la discoteca. Se para y mira hacia Gonzalo.)

ALEX: (Acercándose.) ¿Gonzalo? ¿Estás bien?

GONZALO: (Levanta la cabeza.) Por supuesto, ¿no me ves? Es sábado por la noche, hay fiesta y ah, sí, Claudia acaba de dejarme. Genial.

(Silencio, Gonzalo bebe. Alex se sienta a su lado.)

ALEX: Vaya, lo siento... ¿Qué ha pasado?

GONZALO: Que soy imbécil, eso ha pasado.

ALEX: Vamos, no seas así. Cuéntame.

GONZALO: Bueno, el sábado pasado discutimos, por lo del curso y tal. Se cabreó bastante conmigo, diciendo que estaba pasando de todo y


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que aquello no estaba bien o no sé qué. Al final casi que pasaba de escucharla.

ALEX: Y por eso...

GONZALO: Ah, no… El caso es que me marché bastante cabreado, y volviendo a casa me encontré con Julia. Estuvimos un rato hablando y, sin venir a cuento, se me lanzó y... Me besó. (Indignado.) Pero joder, ella a mí, ¿qué culpa tengo yo de eso? Sabes perfectamente que yo nunca haría algo así... Alex, tú eres un buen tío, ayúdame por favor…

ALEX: No sé si puedo ayudarte, la verdad... Pero vamos Gonzalo, que ella debería de haberlo entendido; tú no tienes la culpa de nada. Seguro que se le pasará. Además…

GONZALO: ¿Qué?

ALEX: No sé… Quizás te merezcas algo más. Si no es capaz de ver todo lo que vales…

GONZALO: Pero… Mírame. Ni siquiera sé por qué está conmigo. Ella podría estar con quien quisiera, ¿no la has visto? Soy yo el que no me la merezco…

ALEX: Claro que te la mereces. Qué coño, hay muchas que darían lo que fuese por estar en su lugar.

(Silencio. Sin que se alumbre esa parte del escenario, Javi entra y se sienta en el banco, mirando el móvil.)

ALEX: Y yo…

GONZALO: ¿Tú qué? Pero si no estás con nadie porque no quieres.

ALEX: ¿Tú crees?

GONZALO: Claro joder. Si lo sabes perfectamente. Alto, guapo, listo… (Riendo.) Cualquiera estaría loquita por ti.

ALEX: ¿Por mí...? Gonzalo, yo…


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(Alex duda. De repente, se gira hacia Gonzalo y trata de besarlo. Gonzalo se hecha hacia atrás y se aparta. Alex se incorpora enseguida y trata de levantarse.)

ALEX: Lo siento mucho…

GONZALO: Alex, no…

ALEX: Déjalo.

(Se alumbra todo el escenario. Alex se levanta y entra apresuradamente dentro de la discoteca.)

GONZALO: ¡Espera!

(Gonzalo se levanta y lo sigue, pero se queda en la puerta.)

ESCENA 3:

JAVI: (Gritando.) ¡Eh, Gonzalo!

(Javi se levanta.)

GONZALO: ¿Eh? Ah, hola Javi, qué...

JAVI: (Dándole un empujón.) ¿¡De qué coño vas!?

GONZALO: ¿Qué pasa?

JAVI: ¿¡Cómo que qué pasa!? Lo sabes perfectamente imbécil. ¿O vas a decirme que no sabes de qué hablo?

GONZALO: Oye, lo de Julia…

JAVI: Ni siquiera lo vas a negar, ¿no?

(Julia aparece por la puerta de la discoteca, mirando el móvil. Levanta la cabeza y se queda observándolos, sin entender qué pasa.)


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GONZALO: Javi, joder…

JAVI: ¿Qué, eh? A Julia no la toca nadie, ¿¡queda claro!?

GONZALO: Pero…

(Javi se abalanza sobre Gonzalo y le da un puñetazo en la cara. Gonzalo se tambalea y cae, quedándose tendido en el suelo.)

JULIA: ¡Gonzalo!

(Julia da un par de pasos hacia Gonzalo, pero Javi la coge del brazo.)

JAVI: ¿A dónde te crees que vas?

JULIA: (Moviendo el brazo bruscamente.) ¡Suéltame! (Se aparta de Javi.) ¿Qué coño le has hecho a Gonzalo? Él no tiene nada que ver.

(De dentro de la discoteca sale Alex, que se queda mirándolos.)

JAVI: Mira, mejor no te metas. Ahora voy contigo.

(Javi intenta acercarse hacia Gonzalo. Julia se pone delante.)

JULIA: (Tratando de detener a Javi.) ¡Déjalo!

JAVI: ¿Ahora lo defiendes? ¡Te he dicho que no te metas!

(Javi le da un bofetón a Julia, que retrocede varios pasos. Alex se corre hacia ellos.)

ALEX: ¡Como te atreves a ponerle las manos encima!

(Alex le da un fuerte empujón y Javi cae hacia atrás y se queda sentado.)

JULIA: ¡Alex!

(Claudia sale de la discoteca y los mira a los tres. Alex se acerca a Julia, preocupado.)


[33]

ALEX: ¿Estás bien?

(Claudia se da cuenta de que Gonzalo está tendido en el suelo y va rápidamente hacia él.)

CLAUDIA: ¡Gonzalo!

(Claudia se arrodilla a su lado. Los otros tres se quedan mirándolos.)

CLAUDIA: (Dándole golpecitos en la cara.) ¡Gonzalo, joder, reacciona! (Sollozando.) Gonzalo, lo siento, yo…

JULIA: Claudia…

CLAUDIA: ¡Llamad a una ambulancia!

(Las cortinas empiezan a cerrarse.)

CLAUDIA: (Desesperada, girándose hacia Julia y Alex.) ¿Me oís? ¡Llamad a una ambulancia!

(La luz se atenúa hasta apagarse. Se cierra el telón. Gonzalo queda fuera; sigue tendido.)


[34]

ACTO ÚLTIMO

[--:--]


[35]

ESCENA 1:

(Sin abrir el telón, un foco apunta hacia Gonzalo.)

CHUS: ¡Gonzalo, reacciona!

(Gonzalo se incorpora con dificultad, desorientado.)

CHUS: Lo entiendes todo ahora, ¿verdad?

GONZALO: Sí, creo que sí…

CHUS: ¿Y bien?

GONZALO: ¿Qué?

CHUS: ¿Vuelves o te vienes conmigo?

GONZALO: ¿Cómo? ¿Contigo?

CHUS: Sí, bueno, ya sabes… (Se interrumpe.) Déjalo, no importa. Aún

eres muy joven.

GONZALO: Espera, quieres decir que…

CHUS: Sí.

GONZALO: ¿Entonces puedo decidir?

CHUS: Siempre puedes decidir. Otra cosa es que te lo plantees.

GONZALO: Vaya. (Se queda en silencio unos segundos.) Creo que voy

a volver.

CHUS: Muy bien, pues entra ahí y despierta. Claudia se alegrará mucho de verte. Consciente, digo.

(Gonzalo se da la vuelta. De fondo se escuchan los pitidos de un monitor cardíaco.)

GONZALO: (Volviéndose de nuevo.) Oye, gracias.


[36]

(Nadie contesta. Gonzalo aparta las cortinas y entra en el escenario. El foco se apaga. Silencio.)


[37]

EPÍLOGO

[04:26]


[38]

ESCENA 1:

(Se abre el telón. Luces pálidas y amarillentas. A la derecha del escenario hay una puerta. Javi y Julia aparecen por la izquierda. Andando en silencio y a pasos lentos, él la acompaña hasta su casa. Al llegar junto a la puerta se paran, separados por unos pasos, y esperan unos segundos antes de decir nada. Evitan mirarse.)

JULIA: Ya hemos llegado.

JAVI: Sí…

(Silencio. Julia vacila antes de hablar.)

JULIA: Oye Javi... Creo que nada va a ser como antes.

JAVI: ¿Qué quieres decir?

JULIA: Sabes de lo que hablo.

JAVI: Julia…

JULIA: En realidad era algo inevitable. Sólo podríamos haber ido a peor.

JAVI: (Acercándose.) Puedo arreglarlo, te lo prometo.

JULIA: Pero si no hay nada que arreglar. A ti, quizás…

JAVI: ¿A mí?

JULIA: Creía que te habías dado cuenta.

JAVI: Cambiaré.

JULIA: Como siempre... "Cambiaré, te lo prometo", "nunca más"... Y luego, pasan las semanas y nada. Vuelve a ser lo mismo.

JAVI: (Decidido.) Esta vez es la definitiva.


[39]

JULIA: Has dicho eso tantas veces que ya no significa nada.

JAVI: Pero yo... Te quiero. ¿De verdad tiene que terminar todo así?

JULIA: ¿Crees que a mí no me cuesta? ¿Que yo no te quiero? No entiendes nada, Javi, nada.

JAVI: Pues explícamelo. ¿Es por él, verdad? ¿Le quieres más que a mí?

JULIA: ¿Ves? Eso es justo a lo que me refería. Siempre son otros, nunca eres tú. (Tras una pequeña pausa, baja la voz.) Además... ¿Y

qué si es él?

JAVI: ¿Entonces tengo razón? ¿Desde cuándo?

JULIA: Sólo aquella vez.

JAVI: No me refiero a eso. ¿Desde cuándo le quieres?

JULIA: ¿Quererle? No sé si yo lo llamaría así. Tal vez sí. Tampoco sabría decirte cuánto hace…

(Una pausa.)

JAVI: Entonces... ¿Se acabó? ¿Te marchas con él?

JULIA: Ya te he dicho que no es por él, joder. Ni siquiera sé qué es lo que él siente por mí…

JAVI: Nadie va a quererte como yo.

JULIA: Eso espero…

JAVI: Julia... (Pausa.) ¿Sabes cuánto hace que nos conocemos?

JULIA: Algo más de un año, ¿no?

JAVI: Un año, un mes y dos semanas. Desde el jueves 6 de abril. (Baja el tono.) Cerraron la biblioteca y fuera diluviaba. Tú no llevabas

paraguas y yo…


[40]

JULIA: Me preguntaste si prefería que me dejases el paraguas o el bañador. Me acompañaste a casa y me contaste que estaba de suerte, que tú rara vez pisabas la biblioteca y que aquello había sido casualidad.

JAVI: Una casualidad maravillosa.

JULIA: Supongo…

(Silencio.)

JAVI: ¿Tan mal lo he hecho?

JULIA: No lo sé... Supongo que no, pero… Es que no aguanto estar discutiendo cada dos por tres, como si todo lo que hiciese estuviera mal.

JAVI: Sé que debería controlarme un poco, pero... ¿Tan mal está que me preocupe?

JULIA: Sabes que no es sólo eso…

(Silencio.)

JAVI: ¿Esto es un adiós?

JULIA: Supongo que sí.

(Una pausa. Javi agacha la cabeza.)

JAVI: Buenas noches Julia.

JULIA: Buenas noches.

(Se dan la vuelta. Javi empieza a alejarse. Claudia saca las llaves y comienza a abrir la puerta, pero se para.)

JULIA: Oye, prométeme una cosa.

(Javi se detiene, sin girarse.)


[41]

JULIA: Si alguna vez vuelves a enamorarte, no ahogues a esa persona.

JAVI: Tienes todo el aire que quieras.

(Javi se marcha lentamente. Julia entra, cierra la puerta y se queda con la espalda apoyada. Poco a poco se deja caer, hasta quedarse sentada, y se lleva las manos a la cara. Las luces se van apagando.)

ESCENA 2:

(Las luces se vuelven a encender. El escenario está prácticamente vacío, a excepción de una farola al fondo, en la parte izquierda. Javi sale por la derecha, andando despacio y mirando al suelo. Tras unos segundos Alex aparece por la izquierda.)

ALEX: Ey, hola.

JAVI: Ah, hola Alex.

ALEX: ¿Vuelves?

JAVI: Sí.

ALEX: Yo también. Ya va siendo hora.

JAVI: Supongo…

(Una pausa. Alex duda unos instantes antes de hablar.)

ALEX: Oye, no me quiero meter, pero tú y Julia…

JAVI: Sí. Se acabó.

ALEX: Vaya… Lo siento.

JAVI: Ya bueno. Tampoco es que sea culpa tuya. Soy yo, que soy gilipollas.


[42]

ALEX: Vamos, no seas así…

JAVI: ¿Vas a decirme que no es culpa mía?

ALEX: A ver, no, pero… Tampoco tiene por qué ser sólo culpa tuya. Quiero decir, quizás es que a veces las cosas simplemente dejan de funcionar.

JAVI: ¿Te refieres a Julia y a mí?

ALEX: Claro.

JAVI: Quizás tengas razón.

ALEX: ¿Tú la quieres, verdad?

JAVI: Sí.

ALEX: Entonces supongo que querrás que ella sea feliz. El problema viene cuando la otra persona es más feliz sin nosotros.

JAVI: Pero… ¿Realmente hay que echarlo todo a perder?

ALEX: No exactamente. Pero si ya lo has intentado y no has podido, no sirve de nada seguir luchando.

JAVI: ¿Tú crees?

ALEX: Bueno, luchar por algo significa que alguien acaba perdiendo, ¿no?

JAVI: Nunca lo había pensado, pero...

ALEX: Supongo que no es fácil, pero hay que aprender a... Soltarse. Es como si sujetaras una cuerda. Si te niegas a soltarla, no sólo acabarás con dolor en las manos. Quizás se acabe rompiendo.

JAVI: Aun así...


[43]

ALEX: Es jodido, lo sé, pero al final terminas por asimilarlo. De todos modos lo mejor que puedes hacer ahora es tratar de descansar un poco.

JAVI: Sí, tienes razón. Si consigo dormir, claro...

ALEX: Sí, bueno, imagino que estaremos todos igual. En llegar a casa veremos. Yo con tumbarme en la cama me conformo.

JAVI: Yo casi que también. Hasta mañana Alex.

ALEX: Buenas noches Javi.

(Salen del escenario, Alex por la derecha y Javi por la izquierda. Las luces se van apagando lentamente.)

ESCENA 3:

(Las luces, muy tenues, vuelven a encenderse, iluminando únicamente la mitad del escenario. A la izquierda puede verse la camilla en la que está acostado Gonzalo. Apoyándose en ella, Claudia está sentada en una silla, a su lado. Ambos están dormidos. Junto a ellos se ve la puerta de la habitación. Gonzalo se despierta, se incorpora con cuidado y se queda mirando a Claudia. Al apartarle un mechón de pelo de la cara, Claudia empieza a despertarse.)

GONZALO: (Susurrando.) Estás muy mona cuando duermes, ¿sabes?

CLAUDIA: (Desorientada.) Eh… ¿Qué...? (Al darse cuenta de quién le habla se levanta casi de un salto.) ¡Gonzalo!

(Se abrazan.)

CLAUDIA: (Apartándose, pero sin llegar a soltarse.) ¿Estás bien? Yo...

GONZALO: Estoy bien, tranquila. (Sonriendo.) Dentro de lo que cabe al menos.


[44]

CLAUDIA: ¿Seguro? ¿No necesitas nada?

GONZALO: Que no. No te preocupes, si estoy bien. Lo que me hace falta ahora es descansar. Y creo que no soy el único.

CLAUDIA: Sí, bueno, ha sido una noche bastante... Movidita.

GONZALO: (Haciendo hueco en la camilla.) Vamos, ven aquí. Ahí

sentada de mala manera te va a dar algo.

CLAUDIA: Oh, no, tranquilo, estoy bien así.

GONZALO: Sí, vamos, comodísima. (Ríe, y tira de ella.) Ven aquí anda.

(Claudia sube a la camilla y se acuesta junto a Gonzalo. Pasan unos segundos.)

CLAUDIA: Oye, después de todo esto, tú y yo...

GONZALO: No lo sé. Yo no quiero que esto termine.

CLAUDIA: Yo tampoco, pero…

GONZALO: (Esperando una respuesta.) Pero...

CLAUDIA: No sé si puede seguir todo igual.

GONZALO: Supongo que no. Pero eso no significa que tengamos que cortar, ¿verdad?

CLAUDIA: No, claro.

GONZALO: Me alegra oír eso. (Suspira.) No sé qué haría sin ti...

(Se quedan callados unos segundos.)

CLAUDIA: Te quiero.

GONZALO: Y yo a ti.


[45]

(Gonzalo y Claudia vuelven a dormirse, abrazados. Las luces se apagan lentamente.)

ESCENA 4:

(Cuando vuelven a encenderse las luces, suaves, se ve cómo Claudia y Gonzalo siguen tumbados, durmiendo. En la parte derecha del escenario ahora puede verse a Julia, sentada en su cama, mirando al suelo sin poder dormir. Gonzalo se despierta de nuevo y se levanta de la camilla, con cuidado de no despertar a Claudia. Busca por la estancia hasta dar con su móvil, y se queda unos segundos parado, sin decidirse. Finalmente sale de la habitación y llama. Se lleva el móvil a la oreja, esperando. Cerca de Julia empieza a sonar una melodía. Tras un momento de desconcierto, Julia coge el teléfono.)

JULIA: Gonzalo, ¿eres tú? ¿Cómo...?

GONZALO: Sí, bueno... Siento llamarte a estas horas. No sabía si aún estarías despierta.

JULIA: Sí, lo estoy, pero... (Preocupada.) Dios mío, ¿estás bien?

GONZALO: Emm, sí, claro. Me acabo de despertar hace nada. Simplemente me duele un poco la cabeza.

JULIA: Gonzalo, yo... Lo siento muchísimo. Todo esto ha sido culpa mía…

GONZALO: Oh, no. Deja eso, ¿quieres? Estoy bien. Es solo que... No sé. Necesitaba hablar contigo.

JULIA: ¿Conmigo?

GONZALO: Sí, bueno, ya sabes. Todo lo que ha pasado hoy… Lo del sábado pasado...

JULIA: Lo sé… Lo siento muchísimo, de verdad, no debí…


[46]

GONZALO: (Interrumpiéndole.) No, no es eso.

JULIA: ¿No?

GONZALO: No, es que… Quería saber cómo estabas.

JULIA: Supongo que he estado mejor...

GONZALO: Me imagino. (Una pausa.) Tú y Javi...

JULIA: Sí, hemos roto.

GONZALO: ¿Por eso?

JULIA: Por todo en realidad.

GONZALO: Entonces...

JULIA: ¿Qué?

GONZALO: No sé. He estado pensando. La verdad es que llevo dándole vueltas toda la semana.

JULIA: ¿Qué pasa?

GONZALO: ¿Yo... Te gusto?

JULIA: Oh. (Sorprendida, aparta unos segundos el móvil.) Bueno…

Supongo que sí. Si no, no lo hubiese hecho, claro.

GONZALO: ¿Y cómo lo sabes?

JULIA: ¿Cómo que cómo lo sé?

GONZALO: ¿Cómo sabes que te gusto?

JULIA: Pues… No sabría decirte. Pero vamos, tú deberías saber qué significa.

GONZALO: Sí, bueno. Supongo que sí. De todos modos...


[47]

JULIA: ¿Qué?

GONZALO: No sé, es raro. ¿Hasta qué punto pueden gustarte dos personas?

JULIA: Quieres decir que…

GONZALO: Bueno, tal vez. Lo único que sé es que no me puedo quitar aquel momento de la cabeza.

JULIA: Pero entonces Claudia...

GONZALO: La sigo queriendo si es eso a lo que te refieres, sí. Pero se me hace extraño pensar en estas cosas.

JULIA: La verdad es que es complicado. Pero bueno, yo… (Duda unos segundos.) No quiero que hagas ninguna estupidez, y menos por mí. Además, creo que paso de nada serio, al menos por una buena temporada.

GONZALO: Julia…

(Silencio. Julia suspira.)

JULIA: La quieres, ¿verdad?

GONZALO: Sí.

JULIA: Entonces ya está. No hay nada qué hablar.

GONZALO: Pero entonces… No sé qué pensar. Es como si me estuviese mintiendo a mí mismo.

JULIA: Que dos cosas se contradigan no significa que sean mentira. Lo único que tienes que hacer es asimilarlo, ya está.

GONZALO: Supongo que tienes razón.

(Se quedan callados unos instantes.)

JULIA: Mañana nos vemos, ¿no?


[48]

GONZALO: Sí, claro.

JULIA: Buenas noches entonces.

GONZALO: Hasta mañana.

(Cuelgan. Las luces que iluminaban a Julia se apagan. Gonzalo vuelve a entrar.)

ESCENA 5:

(Al volverse a meter en la cama, Claudia se despierta.)

CLAUDIA: ¿Dónde estabas?

GONZALO: (Sonríe.) Aquí, contigo.

(Gonzalo le da a Claudia un beso en la frente y se tumba a su lado. Vuelven a quedarse dormidos, abrazados. Las luces se

apagan lentamente mientras se cierra el telón.)

02:37 noche...02:37 noche Jaume Leal Esteve [6] ESCENA 1: (Se abre el telón. Humo y luz tenue....

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