025 Boletín Santa Cruz de La Palma 20100704
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Si la vida es injusta contigo, tú no seas injusto con la vida “Vosotros los mayores siempre decís que la comida es buena para un montón de cosas pero os olvidáis que no sabe bien la comida muchas veces”, así me decía no hace mucho tiempo una niña cuando le dije que las lentejas son necesarias aunque a ella no le gustasen. Esto me hizo pensar en cuántas veces estamos pasando dificultades bien duras en nuestra vida y recordamos que “a los que amamos a Dios todo nos ayuda para bien” pero aún así nos desesperamos y decimos: “Esto es demasiado duro, esto no me gusta”. A ninguno de nosotros nos agrada tragar las lentejas de la prueba aunque sabemos que ésta fortalece nuestra fe, nos acerca más a Dios y nos hace madurar más como hijos de Él. A ninguno de nosotros nos gusta el plato de lentejas de la tristeza por la pérdida de un ser querido aunque sabemos que Dios tiene un gran propósito de bendición para nosotros Lentejas cuando lo hayamos ingerido. A ninguno de nosotros nos alegra tener que comer el plato de lentejas del desprecio de los demás si bien sabemos que ningún desprecio que suframos es comparable con lo que sufrió nuestro Señor. Todo lo que sucede en nuestra vida, aunque a veces resulte tan desagradable como el plato de lentejas a la niña, Dios lo permite para nuestro bien. Los nutrientes de los platos que el Altísimo permite y quiere que comamos son necesarios para fortalecer nuestra fe, para robustecernos en los asuntos del reino. Puede que estés en este momento “comiendo un plato de lentejas” duro en tu vida; tal vez no sepas por qué Dios te hace comer ese plato, pero recuerda que el primero que quiere que tú crezcas es el mismo Señor; el más interesado en que tu fe se consolide y progrese es el mismo Dios. Le pertenecemos, Él no va a permitir que algo destruya nuestra vida. Pr. Jonathan Bernad Ontiveros Persona desalmada excava maldad y echa por sus labios fuego abrasador. (Proverbios 16:27). Boletín Semanal Iglesia Evangélica Bautista de Santa Cruz de La Palma Nº 025 Domingo, 4 de Julio de 2010 “Hay platos de lentejas difíciles de comer” La canastilla Se acercaba el Día de la Madre. Un niño de nueve años había hecho, con sus propias manos, una canastilla de cañas para obsequiársela a su querida madre. Todos los días, desde una semana antes, el muchacho, a escondidas, sacaba el regalo y lo contemplaba con orgullo. Si alguna de las cañas se había zafado, o no estaba bien sujeta, el niño la cambiaba y modificaba todo el diseño de la canastilla. Llegó por fin el Día de la Madre. Había acordado con su hermanita que cada uno llevaría su regalo a la mesa para darle la sorpresa a la mamá. Cuando llegó el momento, la hermana llevó el suyo, pero el niño no aparecía por ningún lado. La madre, después de un buen tiempo, lo llamó, pero él no salió de su cuarto. Así que ella puso el oído a la puerta, y oyó al niño llorando. Muy sabia y discretamente, la madre abrió la puerta y vio a su hijo sentado en el suelo, con el regalo entre las piernas, todo aplastado. Lo había ocultado detrás de un escritorio, y alguien había movido el escritorio y había destrozado la canastilla. Sin decir nada, la dulce madre se sentó junto al hijo y empezó a rehacer la canastilla, caña por caña. El niño comenzó a secarse las lágrimas, y a medida que la canastilla volvía a tomar forma en las manos de la mamá, más y más amplia se hacía la sonrisa en su inocente rostro. Al terminar la madre la tarea, fue con su hijo hasta el comedor con el regalito, y el niño experimentó ese día el Día de la Madre más inolvidable de toda su vida. «Lo recuerdo perfectamente — escribió ya como adulto el Hermano Pablo—, porque aquel niño era yo mismo.» Una de las cosas de mayor significado es la realidad de haber sido creados por Dios cada uno de nosotros formado y además determinado para ser una persona especial, con un propósito que Dios mismo determinó, pero al igual que la canastilla de la historia, nos echamos a perder, rápidamente, nos deformamos y llegamos a ser aquel regalo que ya no debería ser entregado a nuestro Dios; sin embargo Dios en su misericordia tiene un plan para nosotros. Una historia sencilla, pero ilustra una verdad grandiosa: el amor y el cuidado de Dios para con cada persona, Él está siempre pendiente y Su maravilloso amor y poder reconstruye vidas, transforma corazones; lo que tú y yo destruimos o dejamos que se destruya, en las manos del Creador será hecho nuevo; Dios te da la oportunidad de empezar una nueva vida a través de Jesucristo, no pierdas la oportunidad. Seleccionado
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Si la vida es injusta contigo, tú no seas injusto con la vida
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Si la vida es injusta contigo, tú no seas injusto con la vida
“Vosotros los mayores siempre decís que la comida es buena para un montón de cosas pero os olvidáis que no sabe bien la comida muchas veces”, así me decía no hace mucho tiempo una niña cuando le dije que las lentejas son necesarias aunque a ella no le gustasen. Esto me hizo pensar en cuántas veces
estamos pasando dificultades bien duras en nuestra vida y recordamos que “a los que amamos a Dios todo nos ayuda para bien” pero aún así nos desesperamos y decimos: “Esto es demasiado duro, esto no me gusta”. A ninguno de nosotros nos agrada tragar las
lentejas de la prueba aunque sabemos que ésta fortalece nuestra fe, nos acerca más a Dios y nos hace madurar más como hijos de Él. A ninguno de nosotros nos gusta el plato de lentejas de la tristeza por la pérdida de un ser querido aunque sabemos que Dios tiene un gran propósito de bendición para nosotros
Lentejas
cuando lo hayamos ingerido. A ninguno de nosotros nos alegra tener que comer el plato de lentejas del desprecio de los demás si bien sabemos que ningún desprecio que suframos es comparable con lo que sufrió nuestro Señor. Todo lo que sucede en nuestra vida, aunque
a veces resulte tan desagradable como el plato de lentejas a la niña, Dios lo permite para nuestro bien. Los nutrientes de los platos que el Altísimo permite y quiere que comamos son necesarios para fortalecer nuestra fe, para robustecernos en los asuntos del reino. Puede que estés en este momento
“comiendo un plato de lentejas” duro en tu vida; tal vez no sepas por qué Dios te hace comer ese plato, pero recuerda que el primero que quiere que tú crezcas es el mismo Señor; el más interesado en que tu fe se consolide y progrese es el mismo Dios. Le pertenecemos, Él no va a permitir que algo destruya nuestra vida.
Pr. Jonathan Bernad Ontiveros Persona desalmada excava maldad y echa por
sus labios fuego abrasador. (Proverbios 16:27).
Boletín Semanal
Iglesia Evangélica Bautista de Santa Cruz de La Palma
Nº 025 Domingo, 4 de
Julio de 2010
“Hay platos de lentejas
difíciles de comer”
La canastilla Se acercaba el Día de la Madre. Un niño de nueve años
había hecho, con sus propias manos, una canastilla de cañas para obsequiársela a su querida madre. Todos los días, desde una semana antes, el muchacho, a escondidas, sacaba el regalo y lo contemplaba con orgullo. Si alguna de las cañas se había zafado, o no estaba bien sujeta, el niño la cambiaba y modificaba todo el diseño de la canastilla.
Llegó por fin el Día de la Madre. Había acordado con su hermanita que cada uno llevaría su regalo a la mesa para darle la sorpresa a la mamá. Cuando llegó el momento, la hermana llevó el suyo, pero el niño no aparecía por ningún lado. La madre, después de un buen tiempo, lo llamó, pero él no salió de su cuarto. Así que ella puso el oído a la puerta, y oyó al niño llorando.
Muy sabia y discretamente, la madre abrió la puerta y vio a su hijo sentado en el suelo, con el regalo entre las piernas, todo aplastado. Lo había ocultado detrás de un escritorio, y alguien había movido el escritorio y había destrozado la canastilla.
Sin decir nada, la dulce madre se sentó junto al hijo y empezó a rehacer la canastilla, caña por caña. El niño comenzó a secarse las lágrimas, y a medida que la canastilla volvía a tomar forma en las manos de la mamá, más y más amplia se hacía la sonrisa en su inocente rostro. Al terminar la madre la tarea, fue con su hijo hasta el comedor con el regalito, y el niño experimentó ese día el Día de la Madre más inolvidable de toda su vida. «Lo recuerdo perfectamente —escribió ya como adulto el Hermano Pablo—, porque aquel niño era yo mismo.»
Una de las cosas de mayor significado es la realidad de haber sido creados por Dios cada uno de nosotros formado y además determinado para ser una persona especial, con un propósito que Dios mismo determinó, pero al igual que la canastilla de la historia, nos echamos a perder, rápidamente, nos deformamos y llegamos a ser aquel regalo que ya no debería ser entregado a nuestro Dios; sin embargo Dios en su misericordia tiene un plan para nosotros.
Una historia sencilla, pero ilustra una verdad grandiosa: el amor y el cuidado de Dios para con cada persona, Él está siempre pendiente y Su maravilloso amor y poder reconstruye vidas, transforma corazones; lo que tú y yo destruimos o dejamos que se destruya, en las manos del Creador será hecho nuevo; Dios te da la oportunidad de empezar una nueva vida a través de Jesucristo, no pierdas la oportunidad.
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Demos gracias al Señor por un buen regreso para los hermanos que están en Misión Verano.
Demos gracias al Señor, igualmente, por los buenos resultados, en general, de nuestros estudiantes.
Intercedamos por nuestra isla ante las fiestas que se celebran para que el Señor dé luz en medio de tantas tinieblas.
No olvidemos a los distintos hermanos enfermos.
No dejemos de orar por tantos palmeros que están perdidos. La Palabra es clara: “A su tiempo segaremos si no desmayamos”. Recordemos “10 para el 2010”.
No dejemos de orar por el Campamento Regional de Jóvenes, así como por el Regional Infantil, al igual que por el Retiro Regional de Mujeres en Mirca el primer fin de semana de septiembre.
Demos gracias al Señor por el tiempo que tuvimos entre nosotros al hermano Julio y pidamos que tenga un buen regreso a Cuba el próximo viernes día 9. También demos gracias al Señor por el buen viaje que tuvo Rosana y sus hijos hasta Brasil.
Intercedamos esta semana por Tazacorte: tiene unas 5.900 almas. Su alcalde es Ángel Pablo Rodríguez Martín.
Domingo: 11.00 de la mañana Alabanza y Exposición Bíblica
El resto de actividades habituales quedan suspendidas hasta después de vacaciones.
Varios
Boletín Semanal Iglesia Evangélica Bautista de Santa Cruz de La Palma
Para orar
Familia cristiana
Recordamos a…
Iglesia Evangélica BautiIglesia Evangélica BautiIglesia Evangélica BautiIglesia Evangélica Bautistastastasta C/ Pedro J. de las Casas, 9
38700 Santa Cruz de La Palma
Tel. Pr. Jonathan 651 194 713
www.iglesiabautistalapalma.es
Reuniones de esta semana Conchi, Ullick, y sus hijos Susana, Daniel y Esteban
Del 20 al 25 de este mes habrá una serie de
actividades especiales con motivo del XXX
Aniversario de la inauguración del templo de
Tijarafe. El domingo día 25 tendremos un
Culto especial allí. Más información en los
próximos días.
Hay algunos ejemplares para este trimestre de
“Nuestro Pan Diario”; quien lo desee que
hable con el pastor.
Si podemos ayudar en algo para el Banco de
Alimentos colaboremos; es una labor que
hacemos para la gloria de Dios ayudando a
los más necesitados.
Si alguien desea un discipulado personal puede
hablar con el pastor: no hay problema de
horarios ni de lugar.
Recordamos que se recoge ofrenda para enviar
a Willi y Meggi en Kenia; la caja está en la
mesa de los folletos.
Si se desea recibir este correo por e-mail cada
semana, mandar un aviso a la dirección que
aparece abajo.
Ricardo en El Hierro Rosana y sus hijos en Brasil
