Texto: Antonio Rodríguez CarmonaPresentación: Antonio García Polo

EN LA ESCUELA DEL EVANGELISTA

MATEO

Vivir con alegría el Don recibido

Kerigma y Moral según Mateo

“ES TANTA LA ALEGRÍA...”

5. Síntesis Bienaventuranzas (Mt 5,1-11)

I PARTE

VISIÓN GENERAL

San Mateo ofrece en las Bienaventuranzas una síntesis que resume cuanto ha enseñado sobre el don de Dios y cómo vivirlo.

Están dirigidas a todos los discípulos de Jesús, no a una élite especial.

Están al alcance de todos.Se las entiende con la cabeza.Se las comprende con el corazón.

Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque

ellos quedarán saciados.Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán

misericordia.Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán

llamados hijos de Dios.Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de

ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

Son ocho (la última repite y explica la anterior)

Cada una consta de tres elementos:

Felicitación: Bienaventurados, dichosos Motivo: : una situación o estado; por ejemplo: los pobres en el espíritu Promesa futura: la plenitud del reino de los cielos

El primer elemento, que con razón da nombre al conjunto, es fundamental: Bienaventurados

Jesús comienza invitando a la alegría. Sin esta invitación no tienen sentido y pierden su carácter de alegre noticia

POR EL DON DE DIOS PREVIAMENTE RECIBIDO

¿POR QUÉ LA ALEGRÍA?

Jesús primero invita a tomar conciencia del don recibido y exhorta a seguir colaborando con él para llegar a la plenitud del reino.

El discípulo ha acogido la invitación a la conversión, ha recibido el perdón de los pecados, es ¡hijo de Dios! Más aún, como discípulo está colaborando con una vida adecuada y ha comenzado un proceso que culminará en la plenitud de esta situación en el reino de Dios consumado.

Jesús felicita al discípulo:Porque ha recibido el don de la filiaciónPorque colabora con él Porque le espera un futuro de plenitud

Este es el modo de proceder propio de la pedagogía de Dios, acorde con la psicología humana:+ Las personas se mueven atraídas por valores que valen la pena.+ Por eso Dios siempre comienza ofreciendo su don, después vienen las exigencias, que no son arbitrarias, sino la forma adecuada de que el don se conserve y crezca.

En la primera Alianza comenzó liberando a un numeroso grupo de esclavos hebreos, les dio la libertad y les ofreció una alianza para hacerlos su pueblo. + Después vinieron los mandamientos en que les indica cómo tenían que vivir como miembros del pueblo de Dios. + Primero es el don y con él la alegría; después es la moral o cómo corresponder a ese don.

La nueva Alianza comienza igual. La primera palabra que se nos refiere son las dirigidas a María en la anunciación: Alégrate, llena de gracia (Lc 1,28). + Primero Dios la llena de gracia e invita a la alegría, después vendrá una tarea.

La vida cristiana es alegre o no es cristiana.La moral del discípulo está determinada por la alegría del don o no es moral cristiana.Por eso el yugo de Jesús es suave y su carga ligera (Mt 11,30)

El SEGUNDO ELEMENTO de cada bienaventuranza se refiere a una faceta de la colaboración con la vida nueva que está realizando el discípulo.

+ Son los signos de que Dios reina en el discípulo y muestra que está integrado en el REINO PRESENTE

+ Si la vida nueva consiste en ser hijo de Dios y hermano de los otros hijos, toda colaboración se resume en vida filial y fraternal.

ACTIVAS

Las siguientes bienaventuranzas enseñan cómo tiene que ser la cooperación en la obra de Dios:

Dos miran a la raíz de todo obrar cristiano: + ha de proceder de verdadera hambre y sed de

justicia, es decir, de corresponder a la acción de Dios, haciendo su voluntad

+ ha de proceder de un corazón limpio que sólo se mueve por motivos filiales y fraternales.

Dos miran a las dos caras de toda acción cristiana:

+ ha de ser misericordia, sintonizando con la necesidad del hermano y haciendo todo lo que está a nuestro alcance;

+ ha de ser trabajar por la paz o un mundo como Dios quiere en el orden personal, social y eclesial.

La consecuencia de todo será la persecución.

EL TERCER ELEMENTO es una exhortación a seguir en ese estado y acción, pues conduce a la plenitud del REINO FUTURO (los verbos están en futuro): lo que ni el ojo vio ni el oído oyó ni mente humana puede imaginar.+ Por eso se presentan con una serie de imágenes sugerentes, relacionadas con la acción precedente: reino de los cielos o vivir plenamente bajo el poder santificador divino, poseer la tierra o seguridad existencial, consuelo pleno, saciedad total, ver a Dios, plenitud de la misericordia, ser plenamente hijos de Dios.

+ Todas están con el verbo en futuro, menos la primera y la última que lo tienen en presente: de ellos es el reino de los cielos. Así se quiere subrayar su importancia:Vivir la pobreza en el espíritu es tan importante que se puede decir que el que así procede ya ha llegado a la meta.Ser perseguidos a causa de la justicia, es decir, por hacer la voluntad de Dios, implica haber llegado ya a la meta.

+ Así las bienaventuranzas tienen carácter de test, que se debe aplicar el discípulo para comprobar cómo anda su vida cristiana. + Como miembro de una fraternidad santa y pecadora, ya participa la vida filial y fraternal, pero todavía con imperfecciones y limitaciones.+ Por eso se exhorta a renovar con más brío la colaboración para llegar a la plenitud.

Las bienaventuranzas Felicitan por el don recibido y por la colaboración prestada con la gracia de Dios.Examinan el estado actual de la colaboración.Animan y exhortan a mejorar la colaboración para llegar a la plenitud

LAS BIENAVENTURANZAS SON UN PROGRAMA PARA UNA VIDA CON

SENTIDO

II PARTE

CADA UNA

1. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

Para un judío decir espíritu puede equivaler a decir corazón, que concibe como el centro de la vida sensitiva, intelectual, volitiva. Corazón es el centro de la vida: con el corazón pensamos, sentimos, queremos, decidimos, actuamos...

Hablar de pobreza en el corazón es lo mismo que decir que la conciencia de la propia pobreza-limitación anima toda la vida de la persona: desde ella piensa, siente, decide, actúa...

Por eso pobre en el espíritu equivale a radicalmente humilde. Esto explica que Jesús presente como ejemplo de pobre al niño, en cuanto que con naturalidad tiene conciencia de su pequeñez y con naturalidad depende de los demás:

En verdad, en verdad os digo, que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mt 18,3)No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos (Mt 19,14)

El cristiano tiene que enfocar con un corazón pobre toda la realidad, es decir, a Dios, los hombres, las cosas.+ Ante DIOS significa verlo como creador, salvador y protagonista de la salvación.

Si Dios es creador, el hombre es creatura, limitada, mortal; por ello no debe endiosarse ni endiosar a nadie y mucho menos los bienes de este mundo, que sólo son medios. Dios es el único absoluto.

Si Dios es salvador, el hombre debe reconocerse como un salvado, limitado moralmente; pecador, que debe reconocer su pecado, y necesitado de salvación.

Si Dios es el protagonista de la salvación, el que marca las metas, los medios y los ritmos, el discípulo es sólo un instrumento a su servicio, siervo inútil que hace lo que debe hacer (Lc 17,10)

Ante los HOMBRES significa verlos como iguales, hermanos, limitados, llamados a completarse mutuamente mediante la solidaridad, y superiores a todos los bienes materiales.

+ Esto excluye creerse uno superior a los demás (¡tampoco inferior con complejo de inferioridad!) , la autosuficiencia que prescinde de los demás y el egoísmo insolidario que se niega a cooperar en el bien común.

Ante los BIENES significa que el discípulo los ve como medios¸ creados por Dios para ayuda de todos.

Esto implica no absolutizar ni endiosar los bienes, viviendo para tener

Evitar todo uso antisocial de los bienes que se poseen, consiguiéndolos o acumulándolos injustamente en perjuicio de otros que pasan necesidad...

Uso de los bienes desde un corazón solidario, lo que en la práctica se traduce de varias formas: siempre haciendo un uso social, de forma que los bienes rindan para mí y para los demás, compartiendo con los necesitados, teniendo los bienes disponibles...

El Evangelio es enemigo de fórmulas concretas que pueden hacer caer en el legalismo. Lo importante es tener un corazón pobre, que sepa elegir en conciencia ante Dios la forma más adecuada a la propia situación. Concretar ante Dios, no ante la propia tranquilidad o ante la aprobación y alabanza de los demás.

Es tan importante tener un corazón pobre, que Jesús da por hecho la llegada a la meta: De ellos es el reino de los cielos.+ Realmente el resto de las bienaventuranzas son formas concretas de actuación del corazón pobre.

2. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra

Manso es una persona que, en caso de violencia, renuncia a responder a ella con violencia, y perdona.El enunciado está tomado literalmente del salmo 37,11: los mansos heredarán la tierra. + El contexto del salmo ayuda entender qué se entiende por manso: una persona piadosa, que sufre violencia injusta. Se le manda, negativamente, no vengarse, y positivamente, y esto es importante, continuar haciendo el bien y proclamar la justicia. La razón es que Dios hará justicia.

En última instancia todo es un acto de confianza en Dios, una forma concreta de vivir la primera bienaventuranza. + Mansedumbre, en términos modernos, es no violencia activa.

La meta de la mansedumbre es la herencia de la tierra. La fórmula está inspirada en Gen 13,6-17: No había pastos suficientes para los ganados de Abraham y de Lot y hubo riña entre los pastores del ganado de Abram y los del ganado de Lot.. Dijo, pues, Abram a Lot: « Ea, no haya disputas entre nosotros ni entre mis pastores y tus pastores, pues somos hermanos. ¿No tienes todo el país por delante? Pues bien, apártate de mi lado. Si tomas por la izquierda, yo iré por la derecha; y si tú por la derecha, yo por la izquierda. » …

Lot escogió la mejor zona y Abraham se quedó con lo peor. El sentido de fraternidad hizo que Abraham evitara la violencia y humanamente salió perdiendo. Pero en esta situación Dios le “promete la tierra”: Dijo Yahvé a Abram, después que Lot se separó de él: « Alza tus ojos y mira desde el lugar en donde estás hacia el norte, el mediodía, el oriente y el poniente. Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti ya tu descendencia por siempre.

“Tener tierra” en este contexto cultural agrícola y ganadero es tener un medio para vivir y con ello seguridad existencial.

La plenitud del reino se presenta así como seguridad existencial.Ésta no se compra, sino que se hereda. Es un don de Dios con el que el hombre tiene que colaborar para hacerlo efectivo, en este caso, por medio de la mansedumbre,.

3. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados

La frase los que lloran, a la luz de su contexto judío, se refiere a los que sufren intensamente con manifestaciones exteriores, como llorar, a causa de un motivo inevitable, como la madre que llora la muerte del hijo por cuya vida luchó, pero al final, a pesar de sus esfuerzos, llegó la muerte. En general se refiere a todos los sufrimientos inevitables, cuyo sentido no percibimos y que nos suelen hacer exclamar ¡¿Por qué Dios permite esto?!

Hay dos respuestas posibles: no lo sé, no comprendo los planes de Dios, pero estoy convencido de que Dios es Padre y me sigo fiando de él. que hace cooperar todas las cosas para el bien de sus hijos (Rom 8,32). Fue la respuesta de Job

La otra respuesta desgraciadamente es negativa: poner en duda la bondad de Dios o incluso dejar la fe.

Jesús declara bienaventurado al que, en esta situación, renueva su confianza en Dios. Llegará un día en la plenitud del reino en que todo lo verá claro: será consolado.

Ésta fue la postura de Jesús en la cruz: ¿Por qué me has abandonado...? La respuesta fue el silencio. Pero, a pesar del silencio: En tus manos, Padre, confío mi espíritu (Mt 27,46; Lc 23,46).

Es otro caso concreto de la primera bienaventuranza, en la que el hombre reconoce su pobreza y el protagonismo de Dios en la obra de la salvación.

4.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados

Justicia es dar a cada uno lo suyo. En el caso de que Dios me ofrezca un regalo, justicia es dar a Dios una respuesta adecuada, cooperando para hacerlo efectivo.

En el Evangelio de san Mateo justicia significa cooperar con la voluntad de Dios para recibir sus dones.

Un ejemplo concreto:Cuando Juan Bautista se negaba a bautizar a Jesús, éste le dijo: deja hacer, conviene que así cumplamos toda justicia (Mt 3,15), es decir, colaborar con el plan de Dios que quiere que el Mesías realice este gesto de humildad y solidaridad. Véanse también Mt 5,20; 6,1.

Hambre y sed de justicia significa deseo radical , al igual que el hambre y la sed física, de conocer y llevar a cabo la voluntad de Dios.

El discípulo tiene que ser comprometido; para él es importante la acción, pero no cualquier acción, sino aquella que corresponde al plan de Dios. Como Jesús, cuyo alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra (Jn 4,34)

Al que tiene hambre y sed de hacer la voluntad de Dios, él se la dará a conocer, pues Dios no nos habla a escondidas, en un país tenebroso, no dije a la estirpe de Jacob: Buscadme en el vacío. (Is 45,19).

Y llegará a gozar de la plenitud del reino en saciedad.

5. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios

Esta bienaventuranza también está relacionada con la raíz de la acción:El discípulo tiene que actuar, pero todo lo que haga debe proceder con recta intención de un corazón limpio.

Corazón es el centro de la vida humana, sensitiva, intelectual, volitiva. Limpio equivale a mantener la propia naturaleza íntegra, sin aditamentos que la estropeen. El discípulo ha recibido un corazón filial y fraternal: todo ha de proceder de este corazón, y no de otras motivaciones: egoísmo, envidia, codicia, lujuria...

La meta que se alcanza con el corazón limpio es ver a Dios. Todas las acciones que proceden del corazón filial y fraternal, dado por el Padre, capacitan para llegar a la plenitud de reino, que es relación personal directa con el Padre.

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es (1 Jn 3,1-2).

6. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia

Misericordioso es el que ama con misericordia.

Este amor implica dos acciones:

+ sintonizar con el hermano+ y actuar con seriedad.

SINTONIZAR significa comprender la situación del hermano, sentirlo como algo propio. Es una consecuencia de la fraternidad cristiana, que exige plena solidaridad mutua y ríe con los que ríen y llora con los que lloran (Rom 12,15).

Es amar al hermano como si fuera yo (“como a ti mismo”)

Esto excluye: ayudar desde arriba, el paternalismo del que se cree superior y se digna abajarse para ayudar. Esto es servirse de la necesidad del hermano como pedestal para la propia gloria.

Excluye ayudar desde fuera o la frialdad profesional, del que procura hacer su trabajo en sus horas de servicio permaneciendo ajeno a la persona.

ACTUAR CON SERIADAD, haciendo todo que está en nuestra mano.No podemos solucionarlo todo, pero debemos hacer lo que podamos con seriedad, como nos gustaría que lo hicieran con nosotros.

Los que así actúan, alcanzarán misericordia, pues la plenitud del reino de Dios es el final de la acción del amor misericordioso del Padre por Jesucristo.

Todo es obra del amor misericordioso y el Padre quiere que sus hijos actúen con este amor: Sed misericordiosos, como vuestro Padre celestial es misericordioso (Lc 6,36)

Jesús nos ama con amor misericordioso, sintonizando y actuando seriamente.SINTONIZÓ, en la encarnación, haciéndose en todo igual a nosotros, menos en el pecado; por eso nos puede comprender, porque él antes pasó por nuestras necesidades:

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado. Por eso comparezcamos confiadamente ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno (Hebr 4,15-16; véase también 2,17-18).

ACTUÓ SERIAMENTE:Me amó y se entregó por mí, dando su vida en la cruz (Gal 2,20)

7. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

La palabra PAZ tiene dos sentidos:+ El original es armonía: es la relación adecuada que debe haber entre los miembros de un conjunto para poder conseguir su finalidad.+ El otro es una consecuencia: tranquilidad, como resultado de la armonía existente entre los miembros.

La paz tiene varias facetas:

Individual: la persona está dotada de todo lo necesario para vivir como persona. Pero como toda persona es limitada, necesita de la faceta

Social: el conjunto de personas se complementan, cooperando al bien común.

Cuando la persona acepta la invitación a ser hijo de Dios, participando la filiación de Jesús, se perfecciona y alcanza un grado superior de paz:

Como cristiano, es hijo de Dios y hermano de los demás hijos. Vive una nueva armonía que lo hace dirigirse a Dios como Padre y a los hombres como hermanos.

Como miembro de la Iglesia, Cuerpo de Cristo, está inserto en una nueva red de relaciones, que lo perfeccionan y con las que debe colaborar.

Este don lo da por medio de Jesús: Tenemos paz por nuestro Señor Jesucristo (Rom 5,1). Más aún, él es nuestra paz (Ef 2,14), en cuanto, que incorporados a su cuerpo por el bautismo, formamos parte de la nueva armonía.El Espíritu Santo lo hace realidad. La paz es un don del Espíritu (Gal 5,22; Rom 14,17).

La paz es un DON y una TAREA.

La paz es un DON de Dios, que es el Dios de la paz (Rom 1,7; 1 Cor 1,3; 14,33; Flp 4,7...): nos ha creado con la debida armonía, nos ha hecho seres sociales, nos invita a la filiación con su Hijo, incorporándonos a su Cuerpo.

La paz es una TAREA,

+ Primero porque la armonía actual en todas sus facetas es incompleta y dinámica y debe ir creciendo;

+ Segundo, porque la armonía está amenazada y a veces destruida por la presencia del mal en el mundo.

Trabajar por la paz implica cooperar en el crecimiento y luchar contra los obstáculos,Y esto en las diversas facetas:

• Como persona, vivir pacificada interiormente, procurar la debida formación permanente que capacite para vivir como persona en las distintas edades y situaciones de la vida; oponerse a lo que destruye la propia personalidad.

• Como miembros de la sociedad, compromiso por el bien común de la sociedad, por su desarrollo y perfección, y oponerse a todo lo que destruye la sociedad

Trabajar por la paz implica

* Como hijo de Dios, colaborar con su acción santificadora y luchar contra la presencia del pecado en la propia existencia

* Como miembro del Cuerpo de Cristo, compromiso eclesial al servicio de todos los miembros y oposición a todo lo que lo divide o amenaza.

Porque ellos serán llamados hijos de DiosEl que trabaja como hijo de Dios para hacer del mundo una familia, recibirá la plenitud de la filiación divina en el reino futuro.

Toda la obra de Jesús fue trabajar por la paz, consiguiendo la verdadera armonía para toda la humanidad

La acción cristiana es misericordia y paz, dos facetas inseparables. En la segunda hay que colaborar con todas las personas que trabajan por el bien común de la sociedad. Lo que tiene que caracterizar la colaboración del cristiano es que lo hace, no por ganar votos o adquirir fama, sino por amor misericordioso. Es un amor que trasciende lo estrictamente justo e impulsa a estar presente en los campos “sin réditos políticos ni económicos” y a actuar con constancia ante las dificultades que se presentan.

8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

La última bienaventuranza es la consecuencia lógica del que vive las bienaventuranzas: será perseguido, como lo fue Jesús. + La persecución por la justicia o por hacer la voluntad de Dios, es signo de que se actúa correctamente como discípulo. Por eso la promesa no se formula en futuro sino en presente: de ellos es el reino de los cielos. Se puede decir que ya han conseguido la meta.

Al contrario, la ausencia de persecución o las alabanzas son signos de que la actuación cristiana no es correcta: ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas (Lc 6,26)

Jesús vivió para hacer la voluntad del Padre y por eso murió.Pero el Padre lo resucitó y glorificó, dándole el Nombre sobre todo Nombre, Señor (Flp 2,11).