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1 CORINTIOS Introduccin ANTECEDENTES

Para cuando Pablo lleg a Corinto en el otoo del ao 50 d. de J.C.d. de J.C. Despus de Jesucristo, haca ms de un siglo que la ciudad era colonia romana. Anteriormente h aba sido una ciudad griega orgullosa de su historia, pero haba sido destruida por Mummio en el ao 146 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo, luego de un conflic to con Roma, y permaneci en ruinas durante 100 aos. Cuando Julio Csar decidi transfo rmarla en una colonia romana en 44 a. de J.C.a. de J.C. Antes de Jesucristo, el nuevo plano de la ciudad se traz segn el tradicional estilo romano. As, la ciudad f ue el lugar donde se estableci el gobernador romano de la provincia de Acaya y pr onto lleg a tener una poblacin mayor que la de Atenas. Aunque fue fundada como base militar, complementada con algunos libertos de Italia, rpidamente se consolid como un centro cultural y comercial. Algu nas de las familias pudientes de Grecia se sintieron atradas por Corinto y se establecieron en los bellos suburbios residen ciales en las laderas del enorme crestn rocoso a 545 m.m. Metro, conocido como Ac roco rinto (el punto alto de Corinto). Estas familias se contaron entre los benefa ctores cvicos ms importantes de la ciudad. Las inscripciones dan evidencias de muc hos de ellos que se encontraban entre los ms sabios, los de ms noble cuna y los ms poderosos. A comienzos de la era cristiana los juegos stmicos haban comenzado nuev amente a realizarse bajo sus auspicios. Los puertos de la colonia eran Lecain y C encrea. Las ruinas arqueol gicas de este ltimo indican que era prspero no slo como p uerto sino tambin como ciudad satlite, y en el momento en que Pablo escribi su cart a a los cristianos de Roma exista all una iglesia (Rom. 16:1). Era una ciudad de rica cultura y sus ciudadanos, como en Atenas, adoraban a much os dioses. Entre ellos la deidad ms conocida es Afrodita. Cuando Corinto era una ciudad griega se relacionaba a esta diosa con el amor, y especialmente con la pr ostitucin sagrada. En el perodo romano, la adoracin a Afrodita fue totalmente rehab ilitada. Se la consideraba madre de la familia imperial; de all su presencia en l a Corinto romana como figura de veneracin asociada, como en los dems lugares, con el culto imperial. Sera muy exagerado decir que la inmoralidad a la que tendan los corintios fuera resultado de su patronato, y es equivocado llegar a la conclusin de que los pecados sexuales de los cristianos de Corinto puedan ser explicados con relacin a ella. La inmoralidad, ya fuera fornicacin, adulterio o incesto, no s e limitaba a Corinto. Pablo fund la iglesia c. de 50 d. de J.C.d. de J.C. Despus de Jesucristo, luego de su visita a Atenas (Hech. 18:17). Tuvo sus orgenes en los sermones que predic en l a sinagoga juda cuyo lder estuvo entre los primeros conver tidos (Hech. 18:8). Ine vitablemente, se produjo el choque entre la iglesia y la sinagoga. Los judos inte ntaron iniciar juicios penales contra los cristianos. Estos no prosperaron porqu e Gayo estableci que el cristianismo estaba incluido bajo la proteccin del judasmo (Hech. 18:1217), dndoles as a los cristianos la misma posicin privilegiada que a los judos. Esta decisin tuvo consecuencias de largo alcance, especialmente para los c ris tianos que eran ciudadanos romanos, con obligaciones para con el culto imper ial. Pablo sufri un perodo de gran desaliento en el ministerio, que requiri la intervenc in directa del Seor (Hech. 18:911). Despus de trabajar all durante 18 meses su segund estada ms larga en una ciudad, dej Corinto. La obra fue continuada por Apolos (1 Co r. 3:6), un eficaz orador judo de Alejandra y ms recientemente de Efeso, donde su m inisterio se haba intensificado con el apo yo de Aquilas y Priscila (Hech. 18:2428 ). Ellos haban estado con Pablo en Corinto desde la fundacin de la iglesia y tenan el mismo oficio de hacer tiendas (Hech. 18:2, 3). Parecera que tambin Pe dro estuv o en Corinto (1 Cor. 1:12). Antes de escribir 1 Cor. aparentemente Pablo escribi una carta sobre la relacin co n personas inmorales, que fue malentendida por los corintios (1 Cor. 5:9). Pablo mismo se haba trasladado a Efeso cuando algunos de la casa de Clo le llevaron not icias de contiendas en la iglesia (1 Cor. 1:11). Tambin fueron otros: Estfanas, Fo rtunato y Acaico (1 Cor. 16:17), llevando una carta que los corintios haban escri

to, pidiendo la decisin de Pablo sobre varios temas pastorales complejos que afec taban a la iglesia: el matrimonio, la comida ofrecida a los dolos, los dones espi rituales, la ofrenda para los cristianos judos de Jerusaln y el pedido del regreso de Apolos (1 Cor. 7:1, 25; 8:1; 12:1; 16:1, 12). Los informes verbales tambin revelaron problemas de divisin, incesto, litigios civ iles, inmoralidad, mujeres que profetizaban en la iglesia sin tener la cabeza cu bierta, abuso de la cena del Seor y la negacin de la resurreccin del cuerpo (caps. 14; 5; 6; 12; 15). Para un tratamiento ms detallado de la correspondencia intercambiada con los cori ntios y una reconstruccin de las diversas visitas de Pablo a ellos, ver la Introd uccin a 2 Cor. Ver tambin: Leyendo las epstolas. 1 Cor. es el documento pastoral ms extenso del NTNT Nuevo Testamento y da importa ntes claves sobre cmo manejar temas pastorales difciles. Tambin ofrece respuestas c ruciales a problemas crticos que de una forma u otra siguen acosando a la iglesia en la actualidad. BOSQUEJO DEL CONTENIDO 1:1-3 Autores y destinatarios

1:44:21 El enfoque cristiano del ministerio en la iglesia 1:4-9 Accin de gracias por la total suficiencia de Cristo 1:10-17a Idolatrar a los maestros cristianos es causa de divisiones 1:17b2:5 Gloriarse en el Seor y no en el crculo de la elite educada 2:6-16 Sabidura revelada por el Espritu 3:1-23 El problema permanente de los corintios 4:1-5 Ministerio y crticas 4:6-13 Ministerio y posicin 4:14-17 Pablo el apstol, como su padre 4:18-21 Opciones que se les presentaban a los corintios 5:16:20 Temas morales 5:1-8 La inmoralidad y la legtima jurisdiccin de la iglesia en la disciplina 5:9-13 La jurisdiccin del juicio de la iglesia 6:1-8 Los juicios entre creyentes 6:9-20 Contra el libertinaje cristiano 7:1-40 Problemas matrimoniales 7:1-6 A los casados 7:6, 7 El don del celibato y el matrimonio 7:8, 9 Los que no tienen cnyuge 7:10, 11 A los casados 7:12-16 Opciones frente a un cnyuge no creyente 7:17-24 El llamado personal de Dios 7:25-38 Casarse ahora o esperar 7:39, 40 La viuda 8:111:1 Obligaciones del evangelio en un mundo pluralista 8:1-13 Carne sacrificada a los dolos 9:1-14 Derechos y ministerio 9:15-23 El evangelio gratuito de Pablo 9:2410:13 Correr y no caer 10:1411:1 Los banquetes de los dolos y la cena del Seor 11:214:40 Orden en la vida de la iglesia 11:2-16 Sobre cubrirse la cabeza durante la adoracin 11:17-34 Los problemas en la cena del Seor 12:1-13 Hay slo un Espritu Santo 12:14-31 Hay un solo cuerpo de creyentes 13:1-13 Dones ejercidos en el contexto de relaciones donde existe un compromiso

14:1-19 Profecas, lenguas y la iglesia 14:20-25 Profecas, lenguas y los no creyentes 14:26-36 Decentemente y con orden 14:37-40 Advertencias y conclusiones 15:1-58 La resurreccin del cuerpo del creyente en Cristo 15:1-11 El evangelio y la certeza de la resurreccin de Cristo 15:12-34 La resurreccin de Cristo y nuestra resurreccin 15:35-44 Analogas de semillas y cuerpos 15:45-49 Analoga de Adn y Cristo 15:50-57 La seguridad de la victoria 15:58 Instrucciones finales 16:1-24 Otros asuntos 16:1-4 Indicaciones sobre la ofrenda 16:5-9 Planes de viaje de Pablo 16:10, 11 Posible visita de Timoteo 16:12-14 El regreso de Apolos 16:15-18 La casa de Estfanas, ejemplo de piedad 16:19-22 Saludos finales Comentario 1:1-3 AUTORES Y DESTINATARIOS En la poca de Pablo cuando se escriba una carta el autor comenzaba mencionando su nombre y luego el de aquellos a quienes estaba escribiendo. Pablo se refiere a s mismo y a su autoridad para escribir; no es un maestro autodidacto ni un obrero cristiano por propia designacin, sino alguien que ha sido comisionado para ser mi sionero y vocero de Cristo para cumplir los propsitos de Dios. La carta tiene com o coautor a Sstenes (1), a quien Pablo describe como el hermano. La inclusin de Ssten es demuestra el concepto de Pablo del trabajo compartido en el ministerio apostlico . Pablo no era ninguna prima donna, y jams se refiere a quienes comparten su tare a como seguidores o discpulos, sino como colegas (compaeros de milicia, Fil. 2:25; 2). Tampoco la iglesia es suya, aunque l haya sido el apstol fundador; es algo que Dios reuni, le pertenece a l (2). Su posicin est determinada por la obra de Cristo que declar santificados a sus inte grantes. Por consiguiente, ellos son una clase particular de personas: son santo s. Para describirlos se utiliza la palabra clase. Esta misma palabra era utilizada para describir las clases seculares en la Corinto clasista (el verbo ser no est pr esente en el texto gr.). Su condicin de santos no est dada por sus obras piadosas; e n realidad, algunos de ellos han participado de obras impas (5:1; 6:1, 16; 8:10; 10:8, etc.). Se adquiere nicamente por lo que Cristo ha hecho (cf.cf. Confer (lat .), compare 1:30). Pablo no se limita a enfatizar su con dicin los corintios secul ares eran arrogantes y se consideraban superiores porque vivan en la capital de A caya sino el origen espiritual que compartan con todas aquellas personas del mundo que invocan el nombre de nuestro Seor Jesucristo para ser salvas (Rom. 10:13). C risto es Seor de ellos y nuestro. 3 Al saludo normal de paz, o salud, utilizado sec ularmente, Pablo agrega gracia, que es algo dado como regalo y que no puede ser ganado (Rom. 6:23). Estas bendiciones son reales, por cierto, ya que proceden de Dios nuestro Padre y del Seor Jesucristo (cf.cf. Confer (lat.), compare 8:6). 1:4-4:21 EL ENFOQUE CRISTIANO DEL MINISTERIO EN LA IGLESIA 1:4-9 Accin de gracias por la total suficiencia de Cristo En las secciones de agradecimiento, Pablo generalmente indica los temas que tien e que tratar ms adelante en su carta. Siempre puede dar gracias por que la sufici encia de Dios puede resolver todas nuestras necesidades en la persona de su Hijo . Aqu alude al problema de discriminacin que en esta colonia romana sufran los que no pertenecan a la elite. Entre ellos haba muchos cristianos. El menciona especficame

nte el altamente refinado arte del habla, es decir, la retrica o palabra (logos) y la posesin del conocimiento. Estas eran las herramientas que utilizaba el maest ro y orador pblico culto, pero, eran igualmente importantes para llevar el testimo nio cristiano y para ensear o predicar en las iglesias cristianas? El amor que lo s corintios tradicionalmente sentan por la oratoria (aun entre mujeres y nios, Dio C risstomo 37) tambin explica una de las razones por las que algunos en la iglesia h aban pedido que regresara Apolos en lugar de Pablo. Es claro que el primero utili zaba su conocimiento de retrica para la predicacin (1 Cor. 16:12; Hech. 18:2428). E ste es uno de los temas ms importantes de la carta. En cada uno de estos versculos , Pablo menciona a Jesucristo. El pueblo de Dios es importante porque todo lo qu e es y lo que ser es resultado de lo que Dios ha hecho por l en la persona de su H ijo (cf.cf. Confer (lat.), compare 1:30), y no como resultado de su posicin socia l, sus privilegios o sus logros en el mbito secular. 4 La razn por la cual agradece a Dios constantemente es para reconocer la gracia que Dios ha dado en Cristo Jess a los corintios. 5 Esto ha trado como resultado un enriquecimiento de sus vidas en todos los aspectos. Pablo destaca un rea crucial para la evangelizacin, la predicacin y la enseanza cristiana: en toda palabra y en todo conocimiento. Estos eran dones que Cristo les haba otorgado. 7 Por consigu iente, no les falta ninguno de los dones necesarios para el ministerio que reali zan mientras esperan, no el fin de sus vidas a causa de algn acontecimiento inevi table, sino la manifestacin de nuestro Seor Jesucristo. Esta expectativa de la seg unda venida representa un cambio radical en su cosmovisin, que anteriormente vea a la historia de la humanidad como una continuidad eterna en un mundo indestructi ble. 8 En una socie dad donde los que no pertenecan a la elite eran considerados social y polticamente insignificantes, Pablo hace hincapi en la verdad de que Cris to los confirmar para que sean irreprensibles en el da de nuestro Seor Jesucristo ( una expresin utilizada en el ATAT Antiguo Testamento para referirse al da del juic io). 9 Es imposible que ellos logren esto por su cuenta, pero el Dios que los ha llamado a la comunin de su Hijo es totalmente digno de confianza, ya que no pued e dejar de cumplir sus promesas. Por tanto, ningn hijo de Dios debe estar paraliz ado en el servicio cristiano por un sentimiento interno de inferio ridad o incap acidad, sino que debe mirar a Cristo quien es totalmente suficiente para suplir sus necesidades. 1:10-17a Idolatrar a los maestros cristianos es causa de divisiones

Los alumnos o discpulos de un maestro secular deban lealtad exclusiva a ste. Era comn que pelearan con los alumnos de maestros rivales sobre los mritos de sus mentores , quienes tambin por tradicin rivalizaban unos con otros. Los corintios que se con virtieron y bautizaron a travs del ministerio de Pablo, Apolos y Pedro, tambin se conside raban, como en el mundo secular, como sus seguidores exclusivos, y de la misma manera discutan sobre los mritos de los maestros cristianos. Pablo declara que esa lealtad es idoltrica. El quiere que los corintios sigan al Mesas, no a sus siervos. Convertir a los maestros u oradores carismticos en dolos que buscan la lea ltad de sus miembros siempre ha sido causa de divisiones y desastroso para la comu nidad cristiana. El llamado a la unidad que hace Pablo frente a su percepcin del papel del maestro cristiano el Apstol jams utiliza el trmino secular lderes que siempre implica una c icin superior se basa en el nombre de nuestro Seor Jesucristo, a quien haban invocad o para ser salvos (1:2). No es un llamado a buscar la unidad a partir de un mnimo denominador comn, sino una convocatoria urgente a que os pongis de acuerdo (10). La prohibicin de la divisin y la demanda de que los cristianos estn completamente u nidos en la misma mente y el mismo parecer los instan a comprender qu es lo que D ios piensa sobre este tema. Pablo lo discute detalladamente en 1:104:21. 12 Pablo pone bien en claro el cambio: Me refiero a que lit.lit. Literalmente, uno de vosotros est diciendo: Yo soy de es decir, Yo pertenezco a Despus que algun os declararan su lealtad a prominentes maestros de la iglesia, otros, aparenteme nte, formaron el grupo de Cristo. 13 Cristo jams puede ser la propiedad exclusiva de un grupo en una iglesia (cf.cf. Confer (lat.), compare 1:2), de ah la pregunt a: Est dividido Cristo? Como cuerpo de Cristo, la iglesia no puede estar dividida.

Estas expresiones de lealtad a Pablo y otros son consideradas por el Apstol como usurpaciones del lugar de Cristo. As como los objetos religiosos que se encontra ban en Corinto llevaban la inscripcin: Yo pertenezco a Afrodita, yo pertenezco a Demt er, as estas errneas expresiones de lealtad exclusiva son idoltricas; implican que P ablo fue el mediador de su salvacin. Su entrada al reino de Dios, expresada por m edio del bautismo, no fue en el nombre del evangelista que les predic. Sus expres iones de lealtad a los maestros reemplazaban el compromiso y la lealtad que los cristianos deben dar slo a Cristo. No poda decirse que el bautismo cristiano estab leciera la membresa en el grupo de Pablo ni indicara ninguna relacin especial con l, porque haba bautizado a muy pocos de ellos (1416). 17a Pablo explica que su llamad o apostlico no fue a bautizar sino a predicar, y en la seccin siguiente contina dan do razones por las que renunci al uso de los mtodos de los oradores pblicos profesi onales. 1:17b-2:5 Gloriarse en el Seor y no en el crculo de la elite educada En el siglo I se esperaba que un orador o alguien que hablaba en pblico produjera discursos cuidadosamente preparados que atrajeran la atencin de la gente hacia s u habilidad en el manejo de las convenciones retricas. La oratoria era llamada mag ia, porque se deca que hechizaba a quienes escuchaban. El contenido del discurso e ra lo menos importante, slo importaba la actuacin. Los oradores hablaban para gana r la adulacin de sus audiencias. 17b Pablo no utiliz ninguno de los trucos del ora dor profesional, ya que no predic con sabidura de palabras, lit.lit. Literalmente p or medio de la sabidura de la retrica. Haber adoptado las convenciones seculares ha bra promovido al orador cuya actuacin juzgaba el pblico. Esto hubiera distrado su at encin, quitndola de la cruz para centrarla en la persona de Pablo, robando as a los oyentes la oportunidad de escuchar sobre el maravilloso acontecimiento por medi o del cual Dios rescata a las personas. Este mensaje de autoridad se llama el ev angelio y tiene como contenido a la cruz de Cristo. Cristo lo envi a predicar el evangelio, no a procurarse seguidores personales. 18 En lo que quiz sea un juego de palabras, Pablo llama al evangelio el mensaje, lit.lit. Literalmente la oratoria (logos) de la cruz. Argumenta que las respuestas a su predicacin tienen un doble efecto. Para algunos resulta absurda (cf.cf. Con fer (lat.), compare Hech. 26:24), pero para otros fue el medio poderoso por el c ual se convirtieron en pueblo de Dios. En los vv. 1831 su discusin comienza y term ina con citas bblicas (Isa. 29:14 y Jer. 9:24). La primera (19) promete que Dios destruir la sabidura de los sabios y desechar el entendimiento de los entendidos; l a segunda (31) re chaza el gloriarse de la elite culta, rica y poderosa, y deman da que quienes se gloran, se gloren nicamente en el Seor. Pablo declara que la retrica y la reflexin teolgica, tan admiradas en su poca, falla ban porque no podan llevar a las personas a conocer a Dios (2025). 20 Tampoco el s abio, o sea, el filsofo, ni el erudito o escriba [judo], ni, lit.lit. Literalmente el disputador de esta edad presente, es decir, el orador, todos los cuales en e sa poca eran smbolos de la educacin, enseaban la sabidura de Dios. Por el contrario, su sabidura era locura. 21 A pesar de la discusin altamente sofisticada de la teol oga natural que llevaban a cabo los estoicos y epicreos acerca de la naturaleza de los dioses, ese mundo intelectual no conoca a Dios. El propsito de Dios se cumpla po r medio de lo que era considerado locura, es decir, lo que Pablo predicaba, para salvar a aquellos que ponan su confianza en ese mensaje. 23 Un Mesas crucificado desafiaba todo lo que los judos esperaban, a la vez que era desechado como absurd o por el mundo gentil. 24 Tanto la sabidura como el poder de Dios se hallan en Cr isto. 25 Aunque los hombres consideren que es un camino necio y dbil, Dios es ms s abio y ms fuerte que ellos. 2631 Pablo hace un llamado a que los corintios reflexionen sobre la posicin o la c lase secular de aquellos a quienes Dios ha escogido para demostrar la naturaleza de la sabidura de Dios. La elite del siglo I era descrita como sabia, influyente en lo poltico y de buena cuna. Pero Dios no llam a muchos de entre stos (26). Eligi los locos en vez de a los sabios, a los dbiles antes que a los po derosos, a aqu ellos a quienes la sociedad secular consideraba nadie en contraste con aquellos a quienes se halagaba por considerarlos importantes (27, 28). El propsito de Dios a

l hacer esto es evitar toda jactancia basada en la condicin secular (29, 30). Es todo obra del favor divino (por l), lo nico necesario es ser hallado en Cristo Jess , tal como Pablo ha subrayado en sus palabras de agradecimiento (1:47). Para Pabl o y para todos los cre yentes en Cristo, la sabidura, la justificacin, la santific acin y la redencin se hallan en Cristo. Por ello, est correctamente citado el manda to de Jer. 9:24 que hablaba en contra de la elite de su poca, ya que ni el sabio, ni el poderoso, ni el de cuna noble pueden gloriarse sino en el Seor (31). 15 Comienzo del ministerio de Pablo. Ahora se presenta una ilustracin de la insufi ciencia de la retrica y la sabidura seculares. En el texto original la expresin tra ducida as que yo [lit.lit. Literalmente y yo], une esta parte con la ltima afirmacin acerca de gloriarse slo en el Seor (1:31). En el original los vv. 1, 2 y 3, 4 comi enzan de la misma manera y describen las actividades de Pablo: en este caso, su primera entrada a Corinto. Cuando los oradores entraban en una ciudad seguan cier tas convenciones ya establecidas. Se esperaba que dieran floridos discursos alab ando a la ciudad y comentando sus logros personales. Hacan esto para hacerse de u na reputacin y conseguir beneficios econmicos como oradores polticos y maestros de los ricos. Pablo aclara en los vv. 1 y 2 que l haba desechado las formas convencio nales de entrar a una ciudad que hacan gala de la clsica excelencia de palabras o de sabidura ya que l proclamaba el misterio de Dios que era Jesucristo, y l crucifi cado. Antes de llegar Pablo ya haba decidido cul sera el contenido de su mensaje. 3 , 4 Es la descripcin, en trminos negativos, de lo que los oradores llamaban presenc ia. Pablo no era una figura carismtica, ya que estaba all con debilidad, con temor y con mucho temblor, su mensaje (o mejor, oratoria), y su predicacin no fueron entr egados por medio de las tcnicas persuasivas que usaban los oradores, interpretand o un personaje, jugando con los sentimientos del pblico y con las clsicas de mostr aciones recomendadas por los manuales de retrica. En lugar de utilizar una de las tcnicas de demostracin recomendadas por Aristteles, su mensaje estuvo acompaado por el poder del Espritu. 5 Esto se deba a que l quera que la fe de los corintios desca nsara en el poder de Dios y no en la elocuencia del orador. Pablo no fue un orad or de lujo que persuadi a los corintios a convertirse en cristianos. El se difere nciaba de los oradores de los medios en que no adapt el contenido de su mensaje par a adecuarse a los mtodos de persuasin tan dominantes en Corinto, porque Dios haba d esechado a los disputadores de esta edad presente (1:20). 2:6-16 Sabidura revelada por el Espritu

Aqu Pablo hace un contraste entre la sabidura divina y la admirada sabidura de la c lase gobernante. Dios se ha complacido en revelar su sabidura por medio de su Espr itu a los apstoles, a nosotros (10). El nosotros que se implica en los vv. 6, 7, 13 y 16 no se refiere a los cristianos de Corinto cuyo comportamiento, segn se de scribe en esta carta, muestra que no son de los que tienen la mente de Cristo (1 6, cf.cf. Confer (lat.), compare 5:1, 6:1, 11:1). Tampoco se refiere a los crist ianos en general, sino antes bien al ministerio especial de los apstoles. 68 Pablo declara que l habla no slo el evangelio, sino la sabidura de Dios. Esta se habla entre los que han alcanzado madurez. Los virtuosos y aclamados oradores de la poca utilizaban esta expresin relacionndola con ellos mismos, y sostenan que haca n que sus alumnos tambin lo fueran. Ellos seran los futuros regidores de ciudades y estados. Es muy posible que Pablo tuviera esto en mente, cuando dice lo que su sabidura no es: no es la sabidura de la edad presente, ni la de los prncipes de es ta edad, que perecen. Luego define lo que s es (7). Es la sabidura oculta de Dios que estuvo escondida anteriormente pero ahora ha sido revelada, y que fue destin ada para nuestra gloria antes del principio de los tiempos. A pesar de su so fis ticada educacin, los gobernadores de esta edad nunca la comprendieron; de otra ma nera jams habran participado en la crucifixin de Jess, llamado aqu el Seor de la glor a (cf.cf. Confer (lat.), compare Hech. 13:27). 9 Aqu cita Isa. 64:4 para atraer la atencin hacia la gracia de Dios que en forma t otalmente inesperada l imparte a quienes lo aman. 10a El versculo de Isa. no es un a referencia a lo que en el futuro descubriremos como propsitos individuales de D ios para su pueblo, ni a dones no anticipados, porque Pablo usa el tiempo pasado al declarar que a nosotros (a los apstoles) Dios nos las revel a travs de la activ

idad del Espritu Santo (cf.cf. Confer (lat.), compare 1 Ped. 1:12). 10b, 11 As com o slo cada persona sabe lo que realmente piensa, de la misma manera slo el Espritu de Dios conoce las cosas profundas de Dios. 12 Los apstoles no razonan en base a los principios de la sabidura secular, porque han recibido este mismo Espritu, a f in de que puedan entender aquello que tan generosamente Dios nos ha dado gratuit amente en su Hijo. 13 Los apstoles no utilizan la sabidura secular para transmitir su verdad, sino palabras enseadas por el Espritu, interpretando lo espiritual por medios espirituales. No recurren a las tcnicas de retrica utilizadas por los orad ores. 14, 15 La persona que no tiene al Espritu, lit.lit. Literalmente el hombre natura l, rechaza lo que el Espritu ensea, porque esto requiere ser examinado espiritualm ente. Por otra parte, el hombre espiritual investiga to das las cosas, es decir, lo que el Espritu ensea. Si la referencia aqu es hacia los apstoles, entonces est cl aro por qu Pablo dice que la persona espiritual no es juzgada por nadie. Si se re fiere al cristiano de mentalidad espiritual, podra significar que no es el juicio del hombre el que determina su condicin, sino el examen realizado por la Palabra de Dios. 16 Pablo cita Isa. 40:13, que pregunta si alguien puede comprender la mente del Seor, como para instruirlo. Afirma que los apstoles tienen la mente de C risto, que es el Seor. Significa esto que Pablo descarta a aquellos corintios que podran examinarlo y juzgarlo (cf.cf. Confer (lat.), compare 4:3)? El pasaje ha tratado el tema de que Dios es un Dios que habla (cf.cf. Confer (lat. ), compare Deut. 4:3336) y que ha elegido revelar su corazn y su mente por medio d e sus siervos, los apstoles. El atribuir las palabras de los apstoles hablamos y esta mos hablando (ambas en tiempo presente, vv. 6, 13) a la sabidura de Dios que ha si do revelada, seala al hecho de que ellos hablaban la palabra de Dios; y esto expl ica por qu la iglesia, a travs de la historia, ha sostenido el punto de vista de q ue lo que los apstoles dijeron es lo que Dios dice. 3:1-23 El problema permanente de los corintios Tal como Pablo ilustr el tema que trata en 1:1031 sobre gloriarse en el Seor, refir indose a su propia llegada a Corinto, acta de la misma forma en 3:123. Habla del pr oblema de los cristianos de Corinto, que es el mismo desde el principio, en rela ci n con su tendencia a las divisiones (19), del papel que desempea como apstol fund ador, y del cui dado que se necesita para construir la iglesia en vista del juic io futuro (1017), concluyendo con una correccin del malentendido de la relacin de l os maestros con el pueblo de Dios (1823). 1 Como en 2:1 y 2:3, Pablo comienza con otro y yo para seguir hablando sobre sus experiencias en Corinto. Cuando lleg no poda referirse a ellos como espirituales, sino apenas como a carnales y creyentes nios. 2 La condicin de ellos estaba determi nada por lo que era entonces su dieta, y todava lo es. 3 Se ve claramente que an s on mundanos por la existencia de celos y contiendas en cuanto a los maestros. No es cierto que sois carnales y andis como humanos? es, lit.lit. Literalmente, andar segn los hombres, es decir, guiados por normas seculares. 4 Cuando ellos se aferr an exclusivamente a los lderes, sean estos Pablo o Apolos, el Apstol pregunta nuev amente: No es cierto que sois carnales? La mundanalidad (carnalidad), en este cas o, proviene de considerar el ministerio cristiano a partir de un concepto secula r. 5 Los ciudadanos de Corinto reflejaban su mundo secular al evaluar a las pers onas en trminos de sus privilegios, condicin y riqueza; Pablo pregunta si acaso lo s cristianos no estaban haciendo eso mismo. Usa palabras indicadoras de bajo ran go para describir a Apolos y a s mismo como siervos por medio de los cuales habis credo. Ellos no podan reclamar ningn mrito personal ya que en cada uno todo se hizo segn el Seor le concedi. 6 En una colonia romana elitista, que despreciaba a los tr abajadores manuales, Pablo designa tanto a Apolos como a s mismo como jardineros con diversos deberes. 8 El que planta y el que riega tienen ambos un mismo propsi to, no estn compitiendo, y cada uno ser recompensado sobre la base de su propio tr abajo. 9 Ellos son colaboradores de Dios, as como los corintios son huerto de Dio s, edificio de Dios. De la misma manera en que los magnficos edificios de Corinto llevaban inscripto en ellos el nombre de su benefactor, los corintios son edifi cio de Dios. No hay cosa tal como mis convertidos y tampoco pertenecen los creyentes

en Cristo a un maestro o evangelista cristiano en particular. 10 Por la gracia de Dios Pablo es el apstol fundador, o arquitecto de la iglesia. Los maestros que le siguen continan levantando el edificio y deben hacerlo con m ucho cuidado. 11, 12 Jesucristo es el nico fundamento. Los materiales de construc cin pueden ser temporales o de los que perduran (aunque el oro, la plata y las pi edras preciosas no se utilizan normalmente, excepto para adornar el edificio). 1 3 En el siglo primero existan constructores deshonestos, pero llegar el da de juici o cuando los hechos sern revelados y el fuego probar los materiales que fueron uti lizados. 15 Los constructores deshonestos vern cmo toda su obra es destruida por l as llamas, y ellos mismos saldrn chamuscados. Su salvacin no est en tela de juicio, pero la funcin que Dios les ha dado en la iglesia ha sido totalmente desacredita da por sus propias ac tividades. 16 Adems de la analoga que Pablo ha utilizado en el v. 9, describe aqu al pueblo de Dios como su santuario en el que mora el Esprit u. 18 Los corintios se han engaado a s mismos en cuanto a la sabidura. Pablo invita a quienes son reputados como sabios o elite intelectual entre los cristianos a rec onocer su ignorancia para que pue dan llegar a ser verdaderamente sabios. 19, 20 Se expresa la razn de esto y se refuerza con citas de Job 5:13 y Sal. 94:11. 21 La expresin as que rescata para los corintios las implicancias de lo que va de su dis cusin: uno no debe jactarse de los hombres. Todas las cosas les pertenecen, s i es que Cristo los ha enriquecido en todas las formas (cf.cf. Confer (lat.), co mpare 1:47). 22 La comunidad cristiana no pertenece a uno u otro maestro, sino qu e los maestros pertenecen a la comunidad. Cada uno de ellos deca: Yo soy de , pero Pablo dice: Pablo, Apolos, Pedro todo es vuestro. Todo lo que hay en la vida les pertenece, incluyendo el presente y el futuro. 23 Ellos no pertenecen a los mae stros, sino al Mesas que a su vez pertenece a Dios. Pablo nunca dice: Esta es mi i glesia, aun siendo su apstol fundador. 4:1-5 Ministerio y crticas 1 Pablo utiliza dos palabras muy apropiadas para describir la funcin de los maest ros en la iglesia: servidores, lit.lit. Literalmente ayudantes, o colaboradores, y mayordomos. La primera conlleva el sentido de rendir personalmente cuentas a Cr isto en cuyo servicio uno se ocupa. La segunda se refiere a la actividad clave d e ese siervo especial en la casa cuya tarea era transferir los recursos del dueo a los miembros de su casa segn sus necesidades. Lo que se le ha confiado a Pablo son los misterios de Dios, esto es, la sabidura de Dios de la que habla en el capt ulo anterior. Es un transmisor de la verdad. 2 Los mayordomos seculares deban pos eer ciertas cualidades. En el contexto cristiano lo que se exige es confiabilida d; los antecedentes de falta de confiabilidad en el mundo secular estn profusamen te documentados. 3a Pablo se preocupa muy poco por el juicio de los dems, venga st e de la comunidad cristiana o de cualquier tribunal humano (cf.cf. Confer (lat.) , compare 2:15 y Hech. 17:1934, donde se juzgaba a oradores pblicos). 3b5 Aunque no sabe de conducta incorrecta alguna en su ministerio cristiano, Pablo subraya que el Seor es su juez, y concluye con la orden de que no deben juzgar nada antes de tiempo, es decir, del da del Seor. Es Cristo el que expondr los intentos de cubrir las malas obras y no juzgar meramente las acciones, sino las motivaciones. Ser en ese momento que cada uno recibir su alabanza, es decir el elogio, de parte Dios. Como lo muestra 2 Cor. 10:1013, los corintios tardaron mucho en aprender esta le ccin; y aun despus de ellos, la iglesia no se ha desempeado mejor. 4:6-13 Ministerio y posicin La conexin de esta porcin con 4:15 es evidente. Las comparaciones que la congregacin haca de Pablo y Apolos (un juicio prematuro) tienen consecuencias directas en el futuro de los ministerios de ambos en Corinto (ver sobre 16:12 que muestra que la congregacin haba escrito pidiendo especficamente que Apolos volviera a la ciudad ). 6a Todo esto lo he aplicado a m se refiere al recurso literario llamado alusin i ndirecta, que se utilizaba para referirse a una persona o situacin en forma indire cta, y constitua una forma de irona. Pablo emplea ese recurso aqu, utilizando la ir ona con gran efecto, aunque como lo indica el tratamiento del tema aqu no hay en r

ealidad nada indirecto en sus intenciones. Utiliza esta figura para que la congr egacin aprenda el significado de no pasar ms all de lo que est escrito. Esto alude a las escrituras del ATAT Antiguo Testamento, a las cuales Pablo se refiere varia s veces en los caps. 14. La conducta de la iglesia cristiana deba sujetarse a las Escrituras. Es ciertamente ste el caso en la acusacin que Pablo hace a los corinti os, ya que las Escrituras han jugado un papel decisivo en la opinin del Apstol sob re los cristianos que idolatraban la sabidura y la oratoria seculares. Pablo se p ropone corregir la conducta de ellos motivndolos a realizar un cambio de pensamie nto y conducta. 6b Ahora se expresa claramente lo que han estado haciendo, ya qu e cada uno ha estado enorgullecindose de un maestro a expensas del otro. 7 Al for mular tres preguntas intimidatorias, el Apstol les ensea a evitar las conductas an tibblicas. La primera se relaciona con 1:30 donde la obra de Dios en Cristo es la que hace de ellos quienes son. La segunda se relaciona con la seccin de accin de gracias en 1:49, en la que se les ha recordado que han sido enriquecidos en todas las formas en Cristo, y especialmente con respecto a la abundancia de los dones que les han sido dados. La tercera explica por qu su jactancia est totalmente fue ra de lugar, ya que sus dones no fueron producidos por ellos mismos, ni proviene n de sus privilegios o su posicin social, aunque su jactancia podra sugerir que as fuera. Despus de estas preguntas, que deberan eliminar eficazmente toda jactancia en los cristianos, viene el uso de la irona que Pablo hace en los vv. 813. Aqu presenta co ntrastes entre los cristianos corintios y los apstoles. 8 Los oradores y los miem bros de los estratos sociales superiores se jactaban de su autosuficiencia que e staba asegurada por su riqueza y su poder poltico, que les permita vivir como pers onas liberadas (ver Filn, Lo peor supera a lo mejor, 3234). Pablo declara irnicamen te que los cristianos tambin se estn comportando as, y eso sin nosotros. Su anhelo era que fuesen reyes para que l tambin pudiera serlo. 9 Pero la realidad no es esa porque Dios ha colocado a los apstoles en una posicin de ignominia: como los escl avos capturados que marchaban al final de las procesiones en los desfiles victor iosos de los romanos antes de ser cruelmente ejecutados. Los apstoles no slo eran un espectculo ante los hombres, sino ante todo el mundo invisible. 10 Pablo ahora compara las descripciones de la posicin social de los no muchos aludidos en 1:26, c n los cristianos corintios, y la posicin social de los muchos a quienes Dios ha el egido (1:27, 28), con la de los apstoles. 11 Aun en esto les ha tocado el mismo tr atamiento que reciban los prisioneros de guerra. 12, 13 Mientras la clase social se jactaba de no haber realizado jams trabajos manuales, Pablo s lo haba hecho (cf. cf. Confer (lat.), compare 9:6). La res puesta de los apstoles a la ignominia que les haba sido impuesta ha sido soportarla, y aun responder bendiciendo cuando su fran abusos. 4:14-17 Pablo el apstol, como su padre As como las autoridades seculares de la colonia romana de Corinto colocaban inscr ipciones consignando que Julio Csar era su padre fundador, y reconocan la jurisdic cin del emperador actual atribuyndole ese ttulo tambin a l, del mismo modo Pablo util iza la imagen del padre fundador de la comunidad cristiana, para instarlos a imi tarlo a l. 14 Ser blanco de crticas en una cultura como sa era profundamente vergon zoso. Pablo asegura a los corintios que su intencin no era humillarlos, sino adve rtirles como a mis hijos amados. 15 Los corintios pudientes tenan sirvientes, tut ores, que acompaaban a los hijos pequeos a la escuela y los cuidaban. Pablo asegur a a los cristianos que ellos tambin tienen muchos protectores, pero que no puede decirse que tengan muchos padres. Pablo declara que l s tiene esa relacin de padre con ellos, porque en Cristo los haba hecho nacer por medio del evangelio. 16 Basnd ose en esto, los alienta a imitarlo. Esta imitacin no debe ser como la que los di scpulos seculares hacan de sus maestros, copiando la forma de vestirse, caminar o ensear, sino antes bien, la de soportar la ignominia por amor al mensaje de la cr uz. 17 Timoteo, fiel colega e hijo amado de Pablo, vendr a recordarles la forma d e vivir de Pablo en Cristo Jess, que l ensea por todas partes en todas las iglesias . Pablo no se limitaba a ensear la naturaleza del verdadero discipulado, sino que poda unir la vida a la doctrina y esperaba que todos los cristianos hicieran lo mismo.

4:18-21 Opciones que se les presentaban a los corintios El reino de Dios no es una filosofa hueca, sino que se trata de poder: poder para cambiar (cf.cf. Confer (lat.), compare 6:911). Ellos deben elegir (21). O se arr epienten de su conducta, lo que permitira que Pablo volviera en un espritu de amor y amabilidad, o l ir como el gobernador iba con sus lctores, que llevaban las vara s como smbolos de su autoridad para infligir castigos. En esta larga seccin, 1:44:21, Pablo ha hablado del tema de la actitud correcta de l cristiano hacia el ministerio. Este debe ser entendido como un mi nisterio ori entado hacia el evangelio y no como una forma de liderazgo cristiano que simplem ente copiaba modelos seculares y aparentemente gozaba de aprobacin entre los cris tianos corintios de men talidad culta. Pablo no utiliza la palabra lder, debido a sus connotaciones polticas y elitistas, las cuales estaban totalmente reidas con el m inisterio cristiano. El no tena clientes ni seguidores como los lderes seculares. La iglesia no haba percibido ni se haba beneficiado del ministerio que Cristo haba ordenado para la iglesia y el mundo y, como consecuencia de ello, la vida cristi ana como un cuerpo se haba deteriorado. Este tema era prioritario para l por muy b uenas razones. Muchas cosas dependan de que fueran madurando progresivamente en e ste tema, pero el desarrollo era muy lento. En toda la historia de la iglesia es tos proble mas se han repetido una y otra vez. 5:1-6:20 TEMAS MORALES 5:1-8 La inmoralidad y la legtima jurisdiccin de la iglesia en la disciplina La primera noticia que recibi Pablo fue sobre las divisiones (1:11); la segunda, sobre el incesto (5:1). Algunas veces se piensa que la inmoralidad co metida por este miembro de la iglesia era aprobada por otros cristianos. Esto es slo una su posicin. El texto no dice que los miembros se jactaran de esa inmoralidad. Parece ra que la persona que cometa ese pecado era alguien de elevada condicin y que eso e ra lo que le ganaba el aplauso de otros cristianos, no su abierta inmoralidad. B ajo la ley romana esta persona estaba expuesta a ser desterrada de esta prestigi osa colonia romana por una conducta tal, en caso de ser llevada a los tribunales . Dado que no exista un servicio de fiscala pblica, sera necesaria una acusacin priva da. Estos procedimientos legales podan ser realizados nicamente por una persona de igual o mayor condicin social. La sociedad y la iglesia muchas veces desvan la mi rada ante las indiscreciones de sus miembros socialmente poderosos, pero para la i glesia esto siempre ha significado una gran prdida espiritual. 1 El delito es incesto con la esposa de su padre. La palabra tiene es un eufemis mo comn para referirse a las relaciones sexuales (cf.cf. Confer (lat.), compare 7 :2 y su comentario). Puede o no ser su madre natural; podra ser una madrastra. La ley romana no toleraba esta conducta, al igual que otros cdigos legales (cf.cf. Confer (lat.), compare Deut. 22:30). 2 En vez de estar orgullosa de este hombre por su condicin social, la congregacin debera haberlo expulsado de la comunin. 3 Pab lo, como apstol fundador, juzga tal conducta como si estuviera presente all: estoy presente en el espritu. 4 Pablo invoca el juicio ms severo, llamando a la iglesia a reunirse en el nombre de (es decir, en el carcter y en el poder de) nuestro Seo r Jess, y estar conscientes de la presencia de Pablo como juez. El poder del Seor Jess, aparentemente invocado por medio de la oracin, estar presente para entregar a este hombre a Satans (5), es decir, excluirlo de la comunidad creyente en el mun do, para la destruccin de la carne (cf.cf. Confer (lat.), compare 11:3032; Gl. 6:8) . A este hombre no se lo considera como no cristiano. El propsito de esta accin po r parte de la comunidad es la salvacin del alma de este hombre en el juicio. 6 La jactancia de los corintios con respecto a esta persona es condenada, como lo ha sido en otros lugares (cf.cf. Confer (lat.), compare caps. 14). 7 La razn de la e xcomunin est basada, en parte, en la celebracin de la fiesta de los panes sin levad ura en el ATAT Antiguo Testamento (cf.cf. Confer (lat.), compare Exo. 12:1520), c uando la levadura, con su capacidad de impregnar, no deba ser utilizada en la ela boracin del pan de la Pascua. Por el contrario, esta levadura deba ser echada fuer a y, por implicacin, el ofensor deba ser excluido de la esfera de la comunidad. La

razn es que Cristo, nuestro Cordero pascual, ha sido sacrificado. 8 La fiesta de regocijo a la luz de la muerte de Cristo debe ser celebrada ahora no con la inf luencia penetrante de la malicia y la maldad, sino con sinceridad y verdad. 5:9-13 La jurisdiccin del juicio de la iglesia 9 Pablo haba escrito una carta anterior que haba sido malentendida (cf.cf. Confer (lat.), compare 2 Cor. 6:147:1, que tambin haba sido mal utilizada para demandar la separacin de los cristianos de la sociedad secular). Haba expuesto all las normas sobre las relaciones con personas inmorales. 10 Pablo corrige todo malentendido en el sentido de que l hubiera condenado cualquier contacto en una sociedad secul ar con personas inmorales, los avaros, estafadores o idlatras. Si este fuera el c aso, los cristianos deberan retirarse del mundo como lo hacan ciertas sectas relig iosas del judasmo, p. ej.p. ej. Por ejemplo los terapeutas y los esenios. 11 Pabl o aclara ahora lo que haba sido malentendido anteriormente: que deben alejarse de cualquier cristiano que cometa inmoralidad sexual, o sea avaro (o codicioso), i dlatra, borracho (en la antigedad, las cenas eran famosas por la forma en que se b eba y las inmoralidades que en ellas se cometan; cf.cf. Confer (lat.), compare el comentario sobre 10:7), o de aquel que fuera deshonesto en su trato comercial. S e prohiba compartir la mesa con estas personas. 12 Es interesante el hecho de que Pablo no se consideraba juez de la conducta de la sociedad secular. En una preg unta que slo poda tener una respuesta afirmativa, Pablo declara que la comunidad c ristiana es responsable de juzgar a los de adentro, es decir, a sus propios miem bros. 13 Corresponde a Dios juzgar la conducta incorrecta de los de afuera, mien tras que la comunidad debe echar de su seno a la persona inmoral, algo que Pablo enfatiza con la cita de Deut. 17:7. La facilidad con que la iglesia actual a me nudo juzga la conducta errnea, tica o estructural, de la comunidad exterior, mucha s veces se compara solamente con su renuencia a actuar para remediar la conducta tica de sus propios miembros. Hemos revertido el orden que Pablo daba a las cosa s. 6:1-8 Los juicios entre creyentes Entre la casta privilegiada de la sociedad del siglo I, era totalmente aceptable iniciar causas civiles ante un magistrado y un jurado por temas triviales, con el fin de establecer la propia superioridad social y poltica sobre los dems. Para llegar a una decisin en tales casos, el jurado deba tener en cuenta la posicin y el poder de las partes en pugna, y el juez deba hacerlo tambin al imponer las multas . Adems, ciertas personas no podan iniciar acciones legales contra otras; p. ej.p. ej. Por ejemplo un hijo contra su padre, un esclavo contra su amo, un liberto c ontra su patrn, un ciudadano contra el magistrado, y cualquier persona contra alg uien que fuera socialmente superior. Era frecuente que los jueces y los jurados recibieran sobornos de las partes de un juicio. En los tribunales judos y grecorr omanos poda utilizarse la mediacin en lugar del litigio. Esta era la opcin preferid a por algunos, ya que los ciudadanos prominentes teman los efectos negativos de u n litigio sobre sus carreras y su posicin social. Tambin se engendraban enemistade s, ya que aquellos que haban votado en contra del demandado se convertan automticam ente en sus enemigos. Los litigios civiles eran considerados por la elite como u na simple extensin de las facciones y las discordias comunes en la vida poltica. Pablo, como es caracterstico de l, comienza el tratamiento de este tema con una se rie de preguntas que sirven tanto para lograr una respuesta como para ensear (cf. cf. Confer (lat.), compare el cap. 9 donde formula 19 preguntas). 1 A la luz de la forma en que operaban los tribunales locales, no es de extraarse que Pablo que de atnito ante el hecho de que algunos creyentes en Cristo se atrevan a ir a juic io ante magistrados elegidos anualmente y compatriotas ricos. Estos actuaban com o jueces o jurados con gran parcialidad, y tambin podan ser sobornados. 2 Si los s antos han de juzgar al mundo (cf.cf. Confer (lat.), compare Dan. 7:22), entonces , seguramente sern competentes para actuar como mediadores en las acciones civile s que Pablo llama pleitos tan pequeos. Las expresiones que utiliza sugieren que s us juicios civiles son un fastidio ms que un intento verdadero de arreglar las co sas. 3 Pablo utiliza una vez ms una de sus frmulas argumentativas favoritas, O no s

abis ? (cf.cf. Confer (lat.), compare v. 2), para sealar que, si los ngeles van a s er juzgados por los santos, seguramente estos ltimos podrn resolver estas disputas . 4 Cuando surge un desacuerdo, dice Pablo, a los que para la iglesia son de poc a estima, a stos ponis para juzgar? Aunque los jueces seculares eran personas de al ta posicin en la comunidad, en la reunin de los cristianos la posicin secular no ti ene lugar. Pablo utiliza aqu la misma palabra que en 1:28 en relacin con aquellos a quienes la sociedad secular desprecia. 5 Algunos de los que eran sabios (cf.cf. Confer (lat.), compare 3:18) podran cump lir la funcin de mediadores, que era una forma aceptada de resolver los conflicto s en los tribunales seculares. La educacin terciaria del siglo I ofreca capacitacin a los alumnos en temas jurdicos y, por lo tanto, habra en la iglesia algunos que fueran jurdicamente competentes para resolver conflictos en forma equitativa. 6 P ablo indica su rechazo por sus acciones con las palabras hermano contra hermano, que implica la comunidad de los creyentes, y esto ante los incrdulos! 7 El hecho de que no se pudieran resolver los conflictos cuando un hermano tiene una disput a contra otro creyente en Cristo es una seal de fracaso en la comunidad cristiana . 8 Es mejor sufrir el agravio antes que ir al tribunal. No slo se lavaban los tr apos sucios en pblico, sino que se impona una multa a quien perda el juicio; de all la acusacin: Vosotros hacis injusticia y defraudis. En Rom. 13:17, Pablo discute el papel que Dios ha asignado al Estado en los juici os penales, pero no reconoca lugar alguno para los jurados y magistrados elegidos localmente, y que utilizaban las acciones civiles como su arena poltica. En una sociedad donde prevalecan las convenciones injustas, los cristianos con capacitac in en el aspecto jurdico y que actuaban como mediadores resolveran los temas de man era justa. 6:9-20 Contra el libertinaje cristiano En Rom. 1:1832 la lista de transgresiones que formula Pablo, las cuales provocan el juicio de Dios, no incluye solamente pecados sexuales (ver vv. 2931). Aqu, tamb in, los pecados que eran causa de exclusin para los miembros de la comunidad de lo s creyentes del ATAT Antiguo Testamento, tambin los excluyen de la herencia de Di os (9b, 10). La sociedad secular haba desarrollado un complicado argumento filosfi co para apoyar el estilo de vida libertino de la elite. Sus faltas quiz hayan est ado ms all del alcance de la ley secular, pero no de la apreciacin de Dios. Es clar o que haba un cierto grado de autoengao en los cristianos, tal como muchas veces l o hay hoy. Los que cometan inmoralidades sexuales (pornoi, que incluye a los forn icarios, es decir, cristianos que cohabitaban sin estar casados), los adoradores de dolos, los hombres que engaan a sus esposas aun cuando stas lo toleren, los par ticipantes en la homosexualidad masculina, los ladrones, los avaros (lit.lit. Li teralmente los codiciosos) que no estn satisfechos con la bondad de Dios para con e llos, los borrachos (normalmente aquellos que tenan orgas de alcohol en las cenas) , y las personas que eran deshonestas en los negocios; todos ellos no tienen her encia en el reino de Dios. Ninguno de estos pecados en manera alguna fortalece l a relacin con Dios o con los dems; como en los Diez Mandamientos, se los prohbe por que son destructivos y no ayudan a las relaciones, e infligen pena y angustia. 1 1 Estas eran las cosas que hacan los corintios. No eran ni ms ni menos inmorales q ue el resto de la sociedad. Como entonces, as ahora. Pero la obra de Cristo los h a limpiado de su pasado, los ha hecho santos, justificados, es decir, los ha lib rado del justo juicio, en el nombre del Seor Jesucristo, y esto por medio de la a ctividad del Espritu de Dios. Esta buena noticia del evangelio significa que las actividades pecaminosas pasadas no necesitan determinar el destino final de homb res y mujeres. 12 Pablo cita los refranes populares que solan utilizar los libertinos, contrastnd olos con dichos similares concisos. La elite argumentaba que su xito les permita h acer lo que desearan, porque todo era lcito, pero Pablo requiere una tica que haga crecer, no que explote, no todo me conviene, es decir, una tica que lleve bendic in a otros. Ellos argumentaban que todo estaba permitido, que no haba lmites. Pablo insiste en que las acciones jams deben esclavizarnos. 13 Ellos argumentaban que la comida estaba hecha para comerla y que el estmago estaba hecho para la comida.

Una hojeada a los libros de cocina del primer siglo nos muestra cun sofisticado haba llegado a ser el pecado de la gula. La inmoralidad y la glotonera iban de la mano en las fiestas paganas. Pablo seala por oposicin que ni la comida ni el apeti to son indestructibles. El cuerpo no debe involucrarse en actividades sexuales f uera del matrimonio, pero en el caso del creyente en Cristo, el cuerpo no le per tenece a l para que haga lo que quiera, sino que fue hecho para el Seor. 14 Pablo rechaza el argumento platnico de que poda complacerse a los sentidos ahora porque esto no sera posible luego de la muerte. No obstante, Dios tiene el propsito de re sucitar cuerpos, no almas, porque l levant al Seor. 15 Ningn cristiano poda decir mi uerpo, porque no es el espritu solamente, sino la totalidad de la persona, la que se une a Cristo en la conversin. Los cristianos que son llamados miembros de Cris to jams pueden unirse sexualmente con una prostituta. 16 Tal comportamiento, aunq ue era aceptado como normal en los hombres del mundo romano, siempre fue rechaza do en la iglesia debido a la unidad que cualquier acto sexual establece entre do s personas. Pablo cita la ordenanza relativa a la actividad sexual que se encuen tra en Gn. 2:24: no hay ninguna instancia de defensa especial del adulterio en la Biblia. 20 Ningn cristiano puede decir mi cuerpo porque ha sido comprado por preci o, es decir, rescatado por la muerte de Cristo. Esto implica claramente que su o bligacin es lit.lit. Literalmente glorificar a Dios en su cuerpo, y esto se logra relacionndose con los dems, tanto social como sexualmente, dentro de los parmetros de relacin establecidos en la Biblia. 7:1-40 PROBLEMAS MATRIMONIALES Aqu Pablo dedica ms tiempo a tratar la sexualidad y temas relacionados con ella qu e en cualquier otra carta suya. Contiene informacin vital sobre temas que no se t ratan en otras cartas. Por no comprender las circunstancias que originaron los p roblemas sobre los que se escribe en 7:1 y 7:25, muchos han ignorado importantsim as enseanzas sobre el celibato y el matrimonio. En cuanto a las circunstancias: encontramos una clave en la carta misma, ya que Pablo se refiere a la presente dificultad en 7:26, que hizo que los cristianos r epensaran la conveniencia de que las parejas comprometidas contrajeran matrimoni o (7:25). Hay claras evidencias literarias y arqueolgicas que indican que durante este perodo haba habido momentos de escasez de alimentos en Corinto. Estas situac iones inevitablemente eran acompaadas por el pnico de las personas que se abalanza ban a comprar todo lo posible, y por disturbios debidos al malestar social y la incertidumbre con respecto al futuro. Se han descubierto 11 escritos a la misma persona que, en este perodo, tres veces estuvo a cargo de la provisin de granos a la ciudad de Corinto. Este oficio slo se cumpla en pocas de hambruna, por lo cual h ay buenas razones para relacionar la dificultad con la amenaza del hambre. Tcito tambin registra terremotos y hambrunas. Muchos crean que se trataba de eventos div inos. Sabemos que los cristianos crean que las seales de la tribulacin seran hambrun as y terremotos, y que se haba pronunciado una bendicin sobre aquellas que no estu vieran encintas (Mat. 24:7, 19; Mar. 13:17). Aqu, Pablo no slo responde a sus preg untas inmediatas, sino que tambin ofrece un importante marco dentro del cual se d ebe considerar al matrimonio cristiano. 7:1-6 A los casados 1 La primera frase puede traducirse como bueno sera que el hombre no se casara, com o en DHHDHH Dios Habla Hoy, o bien le est al hombre abstenerse de mujer, como en la BJBJ Biblia de Jerusaln. Una razn que explica la inseguridad de la traduccin es qu e en el gr. se utiliza generalmente la misma palabra para mujer y esposa. Tambin era comn no utilizar un pronombre al referirse al propio cnyuge, por lo cual la frase podra ser traducida lit.lit. Literalmente bueno es para el hombre no tocar [a su] mujer. El verbo tocar era un eufemismo, en gr. y en latn, como en algunos idioma s contemporneos, para referirse al acto sexual, de modo que una traduccin adecuada del pasaje podra ser: Bueno es para un hombre el no tener relaciones sexuales con su esposa. 2 Debido al problema de la tentacin sexual, cada hombre tenga su espos a (es un mandato) y cada mujer [esposa] tenga su esposo. El verbo tener es tambin s

innimo de relaciones sexuales. 3 El esposo tiene la obligacin de tener relaciones sexuales con su esposa, y su esposa tiene el mismo compromiso. 4 El cuerpo de la esposa no es propiedad personal suya, ni tampoco lo es el del ho mbre. Una vez que se ha casado, no debe participar de actos sexuales con otra mu jer. No se encuentra en la literatura del mundo antiguo otra referencia que ensee que el esposo rinde su cuerpo exclusivamente a su esposa al casarse. En realida d, en el mundo secular, era una tradicin que en el da del casamiento se declarara a la novia que si su esposo cometa adulterio con una prostituta, o con una mujer de vida fcil, no era seal de que l no la amara, sino una forma de satisfacer sus pa siones. 5 No participar en el acto sexual dentro del matrimonio es negarse a la otra persona. Pablo prohbe esta abstinencia excepto que sea por mutuo consentimie nto y aun entonces, slo para un perodo de oracin, quiz relacionado con la dificultad actual. Les advierte que Satans es un gran provocador que puede tentar sexualmente a un integrante de la pareja, por lo cual deben unirse en uno (otro verbo que se utiliza para referirse al acto sexual) nuevamente debido a la tentacin de caer en la infidelidad. Esta nica excepcin muestra el nfasis bblico en la importancia de las relaciones sexu ales como parte fundamental de la estructura del matrimonio. No fueron dadas sim plemente para fines de procreacin, ni son deshonrosas (cf.cf. Confer (lat.), comp are Heb. 13:4). Es posible que ciertos matrimonios cristianos, al interpretar las hambrunas y terremotos como las seales de los tiempos, hubieran decidido abstene rse de tener relaciones sexuales? Esta hubiese sido la nica forma aceptable de an ticoncepcin. Haba promesas de bienaventuranzas para las mujeres que no estuvieran encintas en el tiempo de la tribulacin (Mar. 13:17). 7:6, 7 El don del celibato y el matrimonio En la frase esto digo a modo de concesin, no como mandamiento, esto se refiere a lo s vv. 6 y 7 y no a los vv. 15. En los vv. 2, 3 y 5 Pablo da seis mandamientos (en DHHDHH Dios Habla Hoy, el verbo debe subraya la calidad de obligatorias de las ac ciones. La BJBJ Biblia de Jerusaln las expresa todas en el imperativo). 7 El dese ara que todos los hombres estuvieran como l, es decir, no casados. Pero (que en el texto gr. est aqu en su forma enftica) l reconoce que cada persona ha recibido de D ios su don, o carisma; es decir, uno es soltero y otro casado. En ciertas socied ades el ser soltero es motivo de crueles insinuaciones. Algunas veces en la igle sia esta condicin ha sido sobrevaluada y en otras, subestimada; en ambos casos, e n contradiccin con la palabra de Dios. Como los dems dones, es algo personal que e l individuo recibe de Dios. 7:8, 9 Los que no tienen cnyuge Digo, pues, a los no casados y a las viudas: lo preferible es que mantengan su e stado actual. Pero Pablo admite que esto puede no ser posible, y seala que en dic hos casos la persona debera, o debe, casarse, porque es mejor casarse que estar l lenos de deseos sexuales incontrolables. Tal persona debe aceptar que el don que Dios tiene para ella es el matrimonio. 7:10, 11 A los casados Aqu Pablo distingue entre las conocidas palabras de Jess, el Seor (1012) y las suyas . Debe recordarse, sin embargo, que Pablo da rdenes claras en esta seccin. La espo sa cristiana no es libre para separarse de su marido. Pablo acepta que haya ocas iones en que esto es necesario. Pero en tales circunstancias ella tiene slo dos o pciones: quedarse sin casar (lit.lit. Literalmente separada), o reconciliarse co n su esposo. El esposo est sujeto a las mismas restricciones que Pablo indica pro hibiendo la opcin del divorcio. Se presume que la excepcin la constituye la inmora lidad sin arrepentimiento (Mat. 19:9). El hecho de que ambos cnyuges sean creyent es en Cristo no asegura que sean felices, pero esto s se cumple si viven juntos e n amor y respeto mutuo. Todas las acciones desconsideradas que no van seguidas d e arrepentimiento tienen consecuencias a largo plazo. 7:12-16 Opciones frente a un cnyuge no creyente

Pablo tiene en mente a los matrimonios contrados antes de que uno de los cnyuges s e convirtiera en cristiano. El requisito por implicacin de que una viuda cristian a slo puede casarse nuevamente si es con un creyente en Cristo sugiere que los cr istianos no eran libres de casarse con quienes no compartan la fe cristiana (7:39 ). Adems, los apstoles tenan esposas que son llamadas hermanas, es decir, creyentes ( 9:5). 12 Tener una cnyuge que no era creyente no era motivo para la separacin o el divorcio por parte del esposo creyente. Puede haber habido cierta presin para ha cerlo debido a una lectura incorrecta del ATAT Antiguo Testamento, que demandaba que los judos que contraan relaciones con los no judos, conociendo bien la prohibi cin del ATAT Antiguo Testamento, deban apartarse de esa esposa. Si la esposa no cr istiana deseaba continuar con l, el esposo no deba divorciarse de ella. La ordenan za del matrimonio es dada por Dios para toda la humanidad (Gn. 2:2124), no slo dest inada a los cristianos. Lo mismo se aplica a la esposa cristiana (13). 14 No hay nada impuro en la relacin. Por el contrario, hay una influencia santifi cadora por la cual los beneficios de las bendiciones de Cristo fluyen tambin haci a la otra persona. Si la relacin fuera impura, los hijos tambin seran impuros, pero el hecho es que son santos. Esta es una instancia en la Biblia en la que se dec lara cul es el estado de los hijos de uno o de dos creyentes. Los cristianos que vienen de sociedades donde el nfasis primordial est puesto en la condicin de la com unidad, especialmente en la familia, tendern a considerar esto como una declaracin de que sus hijos son cristianos. Otros, desde un punto de vista occidental, lo vern en forma diferente, basados en ocasiones en diferencias denominacionales, y quiz reflejen algo de las creencias implcitas de la poca en particular en que fuero n formuladas. 15 Si un esposo no creyente quisiera dejar a su esposa, entonces ella deber dejar lo en libertad. Algunas veces el mundo antiguo se preocupaba del juicio de los d ioses, cuando alguna persona renunciaba a ellos por otra religin nueva. En el sig lo I, en los lugares que estaban bajo el dominio grecorromano, las mujeres podan fcilmente divorciarse de sus esposos. Simplemente demandaban que se les devolvier a la dote. Si no se les devolva, la ley romana estableca un recargo del 18% de int ers sobre el valor de la misma hasta que el esposo cumpliera con su obligacin. Si la mujer deseaba separarse porque su esposo era cristiano, no deba ponerse ningn o bstculo en su camino, como p. ej.p. ej. Por ejemplo retener la dote. Dios ha llam ado a su pueblo a vivir en paz y no en perpetua disensin. Ciertamente, retener la dote aunque fuera con la buena intencin de salvar el matrimonio, finalmente trae ra como consecuencia la infelicidad de recurrir a los tribunales. Los cristianos no estaban puestos bajo servidumbre, es decir, no estaban obligados a permanecer en ese matrimonio, y por lo tanto, implcitamente, eran libres para casarse nueva mente, pero slo en el Seor (cf.cf. Confer (lat.), compare v. 39). El divorcio se per mite cuando uno de los cnyuges abandona el matrimonio porque el otro se ha conver tido al cristianismo. 16 Si exista la esperanza de que el cnyuge no cristiano lleg ara a creer, deba hacerse todo el esfuerzo posible para permanecer en el matrimon io, aunque no hubiera garanta absoluta de que esto resultara as. 7:17-24 El llamado personal de Dios Pablo toma el tema del llamado de Dios del v. 15 y ofrece un resumen de la ensean za que llevaba a todas las iglesias. 17 Que viva cada uno como el Seor le asign significa lit.lit. Literalmente vivir e n el llamado o la clase. Esta ltima forma era la que aplicaban los escritores secular es. En el siglo I las personas eran clasificadas tanto racial como socialmente, y a ciertos grupos se les daban privilegios especiales. Como principio general, Pablo dice que ellos deban continuar viviendo en el lugar que el Seor les haba asig nado y segn cada uno haba sido llamado. 18 Los jvenes judos intentaban escapar de su carcter de tales sometindose a una intervencin quirrgica que ocultaba su circuncisin . Hacan esto con el fin de progresar en su educacin, tanto en el gimnasio como en su calidad de ciudadanos. Pero a los cristianos judos les estaba prohibido renunc iar a su carcter de judos para poder ascender en la escala social. Este era un pero do de antisemitismo, como vemos en Hech. 18:1, 2. Los cristianos gentiles no era n libres para circuncidarse; las razones por las cuales podran querer hacerlo se

detallan en la epstola a los Gl. 19 Con respecto a agradar a Dios, ni la circuncis in ni la incircuncisin eran los temas centrales. El punto crucial era la obedienci a a los mandatos de Dios. 20 Pablo repite su enseanza sobre aceptar la provisin divina en cuanto a nuestra r aza y circunstancias. 21 Los esclavos que servan en las casas, excepto los de la casa imperial, podan ser liberados despus de siete aos. El esclavo cristiano no deba afligirse por su condicin. Aqu, Pablo no exige que permanezca en su llamado a pes ar de tener la posibilidad de ser liberado, lit.lit. Literalmente, siempre y cuan do, tenga el poder o el derecho de hacerlo (ntese que la BJBJ Biblia de Jerusaln tr aduce con un claro sentido totalmente opuesto). Poda convertirse en liberto. Se a nima a liberar a los esclavos, aunque esto iba acompaado de ciertas obligaciones hacia el amo, que era ahora el patrn. 22 Pablo desarrolla el tema explicando que cuando es llamado por el Seor a ser salvo, el esclavo es liberado y se convierte en liberto de Dios. Paradjicamente, el ciudadano libre que se convierte en cristi ano se convierte en esclavo de Cristo. 23 Se pagaba un precio de rescate para li berar a ciertos esclavos, y Pablo alude al costo que Cristo pag para procurar la salvacin de ellos. Tambin ordena a los hombres libres que no se conviertan en escl avos de los hombres. Aunque puede parecer extraordinario, en el siglo I los grie gos que nacan libres algunas veces se vendan ellos mismos para entrar como esclavo s en casas de ciudadanos romanos, muchas veces ocupando el lucrativo puesto de m ayordomos de la casa. Podan invertir los fondos de su dueo y manejar su negocio, e nriquecindose legtimamente. Era posible que obtuvieran el dinero necesario para pa gar la liberacin de su esclavitud voluntaria, y en esa manera ganar la ciudadana r omana como hombres libres, y asegurar la ciudadana romana para sus hijos nacidos libres. No slo la riqueza importaba en el Imperio Romano, especialmente en una co lonia como Corinto, sino el llamado, es decir, la clase o posicin. 24 Nuevamente Pablo repite que deben continuar en la situacin en que Dios los ha colocado: lit. lit. Literalmente cada uno en lo que fue llamado, hermanos, en esto permanezca pa ra con Dios. Aunque los jvenes deseaban ascender para ganar riquezas y posicin, los que estaban en la iglesia deban regocijarse en la designacin providencial del lug ar en la vida de cada cristiano. La bsqueda codiciosa y competitiva del progreso estaba prohibida. 7:25-38 Casarse ahora o esperar En el siglo I quienes se comprometan para casarse lo estaban de tal forma que la n ica manera de renunciar a esa promesa era el divorcio (cf.cf. Confer (lat.), com pare Mat. 19:19). El tema que planteaban algunos jvenes que estaban comprometidos era el de si deban o no casarse ahora, dadas las circunstancias lamentables de es e momento en Corinto. 25 Pablo no tiene mandato alguno del Seor, es decir, de Jess (cf.cf. Confer (lat.), compare v. 10), al menos ninguna palabra del ministerio terrenal de Jess, sobre este asunto que se originaba en circunstancias regionales inusuales. Al dar su respuesta como quien ha alcanzado misericordia del Seor par a ser fiel, ofrece indicaciones pastorales y espirituales muy importantes, y lo hace dentro de un amplio marco teolgico sobre la naturaleza de la vida matrimonia l. 26 Dada la crisis actual en Corinto (ver introduccin al cap. 7), es bueno que las parejas que estn comprometidas permanezcan as y no avancen hacia el matrimonio y su consumacin, aunque si deciden casarse, no pecan. 2935 El marco teolgico. Pablo explica que el tiempo se ha acortado. Esto se ha int erpretado muchas veces como que el fin es inminente. El tema de discusin del sigl o I era el punto de vista secular de la indestructibilidad y el futuro inalterab le del mundo. Para el cristiano, el concepto del tiempo, kairos, haba cambiado ra dicalmente. La vida tena ahora una nueva perspectiva, as que el matrimonio, la afl iccin y el hacer dinero no deban ser su nico inters. Todos estos factores se vean en forma distinta con el nuevo reloj cristiano, ya que el mundo, en su forma presen te estaba de paso, no era indestructible. Dentro de este marco teolgico, Pablo ex presa su preocupacin porque aquellos que planteaban el tema estuvieran libres de las cargas de la vida en esta situacin de incertidumbre. El deber de todo hombre cristiano no casado es tratar de agradar al Seor; el concepto de complacerse a s m ismo no existe. 33 El deber del hombre casado era buscar la manera de agradar a

su esposa; el matrimonio cristiano no tiene lugar para el egocentrismo. 34 Clara mente se ve que su tiempo est dividido entre tratar de agradar a su esposa y al S eor; el matrimonio le trae nuevas obligaciones. La mujer no casada tiene el mismo llamado, aunque es expresado en forma diferente; ella debe ser consagrada tanto en cuerpo como en espritu al Seor (cf.cf. Confer (lat.), compare 6:19, 20). La mu jer casada tiene una obligacin similar de no agradarse a s misma, sino a su esposo . 35 El consejo de Pablo nace de su preocupacin por el bienestar de ellos, no par a limitarlos, sino para que puedan vivir atendiendo al Seor sin impedimentos. 3638 Factores que influyen en la decisin. 36 La decisin de seguir hasta la consumac in del matrimonio se rige por ciertos factores: (i) Si alguien considera que su c omportamiento es inadecuado hacia su virgen. Es probable que los miembros de la familia de la mujer creyeran que l debera cumplir su promesa y casarse con ella; ( ii) si la relacin de ellos ha llegado a la plenitud; en la actualidad, igual que entonces, las parejas jvenes se sienten cada vez ms atradas fsicamente el uno hacia el otro a medida que se acerca el momento del matrimonio. La traduccin que hace l a BABA Biblia de las Amricas: si ella es de edad madura, es poco probable, ya que l a ley romana exiga que la mujer no se casara despus de los 50 aos. La expresin conll eva la idea de pleno florecimiento de los deseos sexuales, cf.cf. Confer (lat.), c ompare tambin con el siguiente versculo donde dice que l tiene dominio sobre su pro pia voluntad, es decir, sus impulsos sexuales; y (iii) si cree que debe casarse, que lo haga. No est actuando en forma incorrecta. 37 La decisin de no casarse tambin est regida por ciertos factores: (i) Si ha resue lto el asunto en su corazn; (ii) si no est bajo presin, una necesidad presumiblemente impuesta por familiares o parientes, (iii) si tiene control de s mismo, o sea de sus deseos sexuales, (iv) y si ha determinado en su corazn no casarse, entonces, esta persona tambin est haciendo lo correcto. 38 Aunque existan las dificultades y a mencionadas en Corinto, el hombre que se casa hace lo correcto. Pablo no se op one al matrimonio (cf.cf. Confer (lat.), compare v. 7b). El hombre que no se cas a ha hecho mejor, dada la compleja situacin presente. La decisin de casarse o no e s correctamente dejada en manos de los hombres jvenes comprometidos, quienes debe n juzgar por s mismos y por su situacin. Pablo deja establecidos los parmetros para la toma de sus decisiones. 7:39, 40 La viuda Pablo vuelve a repetir la caracterstica de compromiso que define al matrimonio cr istiano. La mujer est sujeta a su esposo, con las excepciones especiales que vimo s en los vv. 13 y 15. Es libre para casarse nuevamente si es viuda, pero slo con un cristiano. La ley romana requera que la viuda de hasta 60 aos se casara dentro de los 18 meses posteriores a la muerte de su esposo. Para Pablo, en vista de la difcil situacin presente, ella ser ms feliz si se queda como est. Su padre o su hijo mayor ser el dueo de su dote y proveer para sus necesidades. Al escribir esto Pablo est convencido de que tiene el Espritu de Dios. 8:1-11:1 OBLIGACIONES DEL EVANGELIO EN UN MUNDO PLURALISTA 8:1-13 Carne sacrificada a los dolos Este es el siguiente tema que plantean los corintios. Para aquellos cristianos q ue viven en sociedades en que an se ofrece comida a los dolos, ya sea en los hogar es no cristianos, en cenas o en templos, hay un mayor sentido de urgencia en el tratamiento del tema. Sin embargo, en estos captulos se tratan obligaciones relat ivas al evangelio que se aplican a todos los cristianos. El Apstol concluye orden ando que todos lo imiten a l, as como l imita a Cristo. Las palabras introductorias, con respecto a , muestran que, como en 7:1, esta pa rte comienza citando la carta que los corintios le haban enviado a Pablo. El v. 1 sugiere que los corintios escribieron: Sabemos que todos tenemos conocimiento, es decir, conocimiento de los sacrificios y los dolos. En el v. 4 Pablo comienza diciendo por eso, lo cual explica este conocimiento, y luego utiliza una expresin similar a la utilizada al principio, acerca de. Podemos, por consiguiente, dar por sentado que el conocimiento al que se refiere en el v. 1 era que sabemos que el dolo nada es en el mundo y que no hay sino un solo Dios (4). Es posible que l

a cita abarque la totalidad de los vv. 46, y que refleje las enseanzas normales de Pablo sobre los dolos y los dioses y el verdadero Dios viviente a quien los cori ntios se haban vuelto para ser cristianos (1 Tes. 1:9, 10). Aparentemente, alguno s cristianos iban al templo de los dolos y coman la comida que all se ofreca. Con su ejemplo estaban alentando a otros creyentes en Cristo a hacer lo mismo, o al me nos corran el riesgo de hacerlo (10). Aquellos que lo hacan podran haber discutido con una base teolgica: no hay problema en que un cristiano participe en una fiest a ya que Pablo mismo ense que hay un solo Dios y un solo Seor, y los dolos no son na da. Parecera que algunos estaban defendiendo su derecho a comer en el templo de u n dolo mientras que otros no estaban seguros, y la iglesia quera aclarar el asunto . Pablo habla sobre cmo manejaba sus derechos, a fin de ofrecer un modelo de cmo l os dems creyentes en Cristo deberan ejercer los suyos. 1 Pablo ataca el problema declarando el peligro de que el conocimiento haga enva necer a la gente, mientras que la fe cristiana significa relacionarse con los de ms en amor. El amor edifica a las personas, porque busca dar alguna bendicin a los de-ms. 2 Tambin advierte a los cristianos que piensan que lo saben todo sobre est e asunto y que lo han resuelto para su satisfaccin (de all su decisin de comer en l os templos de los dolos). Todava no saben nada como lo debieran saber. 3 Algunos m ss.mss. Manuscritos gr. omiten las dos referencias a Dios en este pasaje. Sin em bargo, lo que se aplica a la relacin de Dios con nosotros tambin se aplica a la re lacin del cristiano con los dems. El hombre que ama es el que realmente sabe, en t anto que el que dice que sabe no necesariamente acta en una forma que ayude a los d ems. Este es el verdadero asunto, ya que algunos corintios no estn actuando por am or, sino meramente ejerciendo sus derechos. 46 Es una importante declaracin de credo realizada en el contexto del pluralismo r eligioso, y era tan crucial afirmarla entonces como lo es ahora. Hay slo un Dios vivo y verdadero, y los dolos no son nada (cf.cf. Confer (lat.), compare Deut. 6: 4; Isa. 40:25, 26). 5 Pero Pablo y otros observaron el gran alcance de la idolat ra en Corinto, donde se adoraba a muchos dioses. Pablo no les reconoce carcter div ino como si fueran expresiones legtimas de Dios. Por el contrario, se refiere a e llos como los que son llamados dioses. Esta expresin se utilizaba para mencionar algo que se afirmaba a nivel popular, pero errneamente. Las palabras dioses y seor es eran sinnimas en el habla religiosa pagana. Pablo las utiliza para equilibrar lo que dice en el v. 6: Sin embargo (una enftica negacin), para nosotros hay un so lo Dios, el Padre, quien es el creador de todas las cosas y para quien el cristi ano existe. Nuestro propsito en la vida es servirle a l, no simplemente que l satis faga nuestras necesidades para que nosotros podamos buscar nuestros propios inte reses (cf.cf. Confer (lat.), compare Hech. 27:23). Los cristianos no son simples testas. Para ellos hay un solo Seor, Jesucristo, mediante el cual existen todas l as cosas creadas (cf.cf. Confer (lat.), compare Juan 1:3), y aquel por medio de quien vivimos. 7 Pero no todos los cristianos creen firmemente que los dolos no t ienen poder. Los adoradores del siglo I decan de un dolo: Esa es Atenea, creyendo qu e la diosa realmente estaba all. Los cristianos eran llamados ateos, porque no te nan estatuas. El sacrificio de comida a un dolo no era algo inocuo para un cristia no dbil quien, si coma, se senta sucio, un punto de vista que algunos cristianos de l Oriente siguen sosteniendo hoy en da. 8 En Corinto los cristianos confiados podan estar de acuerdo con el principio est ablecido con respecto a la comida. 9 Pero se les advierte que el ejercicio de es ta vuestra libertad, o mejor dicho derecho (la palabra que se usa aqu es la misma q ue se usa en 9:4, 5, 12 y 15 [este ltimo en DHHDHH Dios Habla Hoy y BJBJ Biblia d e Jerusaln]), puede ser perjudicial para quienes son ms dbiles que ellos. Este quiz haya sido el derecho de participar en las fiestas de los juegos, o en ocasiones cvicas importantes, uno de los privilegios de los que disfrutaba la elite. La pri mera opcin es la ms posible, ya que los juegos stmicos, que se realizaban en las ce rcanas, no se realizaron mientras Pablo estuvo en Corinto y, por ello, el problem a no se le present mientras l estaba all. Sabemos que todas las personas importante s de Corinto eran invitadas a tres fiestas por el presidente de los juegos. 10 E l temor de Pablo es que un creyente en Cristo, al ver a otros comiendo en el tem plo de un dolo, ceda a la presin de conformarse al mundo, y tropiece. 11 Se perder, en el sentido de que volver al paganismo como resultado de la accin de esos crist

ianos que quieren comer en el templo de un dolo para reafirmar que un dolo no sign ifica nada. 12 No se trata de un ejercicio de sus derechos, sino de un pecado co ntra su hermano y, por lo tanto, contra Cristo. Dada la estrecha relacin entre el Seor y sus hijos, daar a un cristiano es daar a Cristo (Hech. 9:14). 13 Pablo estab lece el primer requisito relativo a la imitacin tanto de l como de Cristo (11:1). Si ejercer un derecho hace que un hermano caiga en pecado, debe ser evitado a cu alquier precio. 9:1-14 Derechos y ministerio Pablo pasa a demostrar nuevamente una verdad que surge de su propio ministerio ( cf.cf. Confer (lat.), compare 2:1, 3). Tambin le da la oportunidad de defender su ministerio ante aquellos que lo juzgan, explicando las razones por las cuales n o reclamaba sus derechos como apstol (ver 9:3). Conduce esta parte de su argument acin principalmente por medio de una serie de preguntas, de las cuales todas exiga n un s como respuesta. La efectividad de su ministerio apostlico en Corinto est a la vista, aunque alguno s ahora cuestionan si debera volver para un nuevo perodo de ministerio (cf.cf. Con fer (lat.), compare 16:12). El es un apstol, es decir, uno que ha visto al Seor (c f.cf. Confer (lat.), compare Hech. 9:17). De por s la existencia de la iglesia de Corinto es prueba del reconocimiento divino de su ministerio, es decir, su apos tolado en el Seor (2). 3 Ya que su ministerio est puesto en tela de juicio por alg unos de sus crticos, la defensa de la validez del apostolado de Pablo, que l ha de finido en trminos generales en los vv. 1 y 2, se hace ms detallada ahora por medio de una serie de preguntas. 4 Pablo presenta los derechos del apstol: el derecho al sostn; 5 el derecho a casa rse (con una cristiana); y el derecho de la esposa de acompaar a su esposo (un pr incipio que varios hroes misioneros del siglo XIX quebrantaron, cf.cf. Confer (la t.), compare 7:35) como las esposas de los otros apstoles y de los hermanos del Seo r (quienes en una poca fueron escpticos, ver Mar. 3:31; Juan 7:2, 3, pero ahora cr ean, Hech. 1:14, y que ahora eran importantes testigos de Jess); 6 el derecho de t ener un sostn completo o, como Pablo pregunta: O slo Bernab y yo no tenemos derecho a dejar de trabajar? 7 Estos derechos son tan obvios como el derecho de un solda do a recibir su paga, el derecho del dueo de una via a cosechar su fruto y el dere cho de los pastores a la leche de sus rebaos. 8, 9 Los derechos mencionados en el v. 7 no son solamente convenciones seculares , sino que tienen la aprobacin del ATAT Antiguo Testamento, citando Deut. 25:4, d onde hasta se prohbe poner bozal al buey que trilla. Los intrpretes judos considera ban al buey como representante de todos los trabajadores, tanto humanos como ani males, y pensaban que la ley estaba hecha para que el hombre la obedeciera. Por eso para nosotros fue escrito esto, por los derechos del que planta y del que le vanta la cosecha. Ambos trabajaban esperando beneficiarse con la cosecha. 11 El sembrador espiritual (cf.cf. Confer (lat.), compare 3:6), en este caso Pablo en Corinto, tambin tiene derecho sobre la cosecha. 12 Pero l no ha ejercido esta prer rogativa con ellos. Por el contrario, se ha puesto en desventaja y lo ha soporta do todo, es decir, cualquier trastorno causado por su trabajo da y noche (cf.cf. Confer (lat.), compare Hech. 20:35). Lo haca para no ser piedra de tropiezo en el camino de quienes escuchaban el evangelio que l predicaba. Este es el segundo pr incipio de Pablo, que explica con mayor extensin lo expresado en 8:13, ampliando su alcance, para beneficiar a los no cristianos. Aunque los oradores llegaban a las ciudades prometiendo darles beneficios cvicos y educativos (cf.cf. Confer (lat.), compare comentario sobre 2:15), quienes los e scuchaban saban que al final de todo estaba la posibilidad de grandes ganancias m ateriales para el que hablaba. El pblico slo estaba interesado en su habilidad par a demostrar su oratoria privilegiada, y no en el tema del discurso, que muchas v eces ellos mismos elegan. Por el contrario, el supremo inters de Pablo era el cont enido de su mensaje, con sus buenas nuevas. Por lo tanto, buscaba distanciarse l o ms posible de cualquier identificacin con los oradores seculares para lograr que su mensaje, que era nico, fuera realmente escuchado. 13 Luego de haber hablado sobre las convenciones seculares a las que Pablo haba r

enunciado ante el riesgo de que fueran malentendidas, tambin cita los derechos qu e tenan los sacerdotes que realizaban sacrificios en el ATAT Antiguo Testamento, y 14 el decreto del Seor Jess de que aquellos que predicaban el evangelio tenan der echo a vivir del evangelio (cf.cf. Confer (lat.), compare Mat. 10:10). Aun ese m ismo derecho ordenado por el Seor, Pablo lo dej de lado, dado que en ese contexto no judo, Pablo consideraba que reclamar sus derechos levantara una barrera que lo separara precisamente de esa gente a quien estaba dirigido el evangelio. 9:15-23 El evangelio gratuito de Pablo 15 Hablar de dinero en el mundo secular significaba que lo estaba pidiendo, por lo que Pablo aclara que l no est pidiendo ningn pago retroactivo. Preferira morir an tes que le privaran de su orgullo por ofrecer un evangelio gratuito. 16 Se apres ura a aclararlo, revelando la presin divina bajo la cual l funciona (2 Cor. 5:14), y hasta pronuncia condenacin contra s mismo, en caso de que dejara de cumplir con su comisin. 17 Si predica el evangelio porque desea hacerlo, tiene recompensa. S i lo hace porque es su deber, simplemente est cumpliendo con su papel como admini strador del evangelio (cf.cf. Confer (lat.), compare 4:1). 18 Cul es la recompensa de Pablo por querer predicar el evangelio? La satisfaccin de poder ofrecerlo gra tuitamente. En una sociedad donde el beneficio personal, aun cuando se hacan obra s de caridad, era siempre aceptado como factor motivador, el beneficio de Pablo er a ver que el evangelio nico de la gracia gratuita de Dios se ofreca sin costo para quienes lo escuchaban. Sus acciones demostraban el carcter propio del mensaje. N o poda reclamar sus derechos. 19 Quienes empleaban maestros seculares crean que eran dueos de ellos, especialmente si aquellos actuaban como tutores privados en las casas. Aunque parte de la obr a de Pablo fue hecha en el contexto de grandes hogares y las iglesias que se reu nan en ellos, l da testimonio del hecho de que lo haca libremente. Pero aun cuando tiene esta libertad (cf.cf. Confer (lat.), compare 9:1, la pregunta con que abre el captulo) no la utiliza. Como su Seor (Fil. 2:7, 8), prefiri ser esclavo para to dos a fin de ganar a algunos para Cristo. Pablo es el misionero transcultural po r excelencia y no es esclavo de ninguna conveniencia evangelstica. Su capacidad d e adaptacin se ve en su sensibilidad al predicarles a los judos, aunque l no est baj o la ley (20); a los no judos, al hacer las adaptaciones culturales necesarias en su tarea misionera, tanto en la predicacin (cf.cf. Confer (lat.), compare Hech. 17:2231) como en sus contactos evangelsticos (21; ver 10:30); y a los supersticios os, al igual que su Seor, sin apagar el pbilo que humea (22). Pablo ahora expone su tercer principio: sensibilidad al contexto cultural. Me hi ce indica que en un momento determinado el tom esa decisin como estratega misioner o. Sera transcultural en su presentacin del evangelio y en su estilo de vida, y de todos modos sera innovador en la manera de llevar a cabo la misin. 23 Todo su acc ionar giraba exclusivamente en torno a la predicacin del evangelio, y su motivacin era participar de sus bendiciones. Pablo era, sin duda, un apstol libre. Quienes habitualmente orientan su vida para compartir el evangelio son quienes ms experi mentan su refrescante libertad al verlo liberar a los dems. 9:24-10:13 Correr y no caer Pablo comienza ahora a tratar el tema de los peligros de las malas conductas sex uales que eran tan caractersticas de estas fiestas en el templo. Lo hace primero citando el ejemplo de su propia autodisciplina, y luego contrastndola con lo que sucede al pueblo de Dios cuando se dedica a las cosas malas. Su intencin es evita r que los corintios hagan lo mismo (10:6). 24 Pablo toma imgenes de los acontecim ientos atlticos de los famosos juegos stmicos que se realizaban cerca de Corinto. Los alienta a ser corredores que se afanen por llegar a la lnea final. 25 Les rec uerda la disciplina estricta que los atletas deben seguir en su dieta y en sus e jercicios para ganar una corona que en esa poca estaba hecha de laurel. Por el co ntrario, la carrera cristiana tiene como premio una recompensa imperecedera. 26 Compara su propio ministerio con el de un corredor que sabe hacia dnde est corrien do. Tambin es como un boxeador, no alguien que golpea el aire (los oradores que d

emostraban su pericia oratoria ante las multitudes, pero no en debates reales, e ran considerados con desdn como boxeadores que golpeaban el aire). 27 El contrinc ante era su propio cuerpo y sus apetitos. Esto es lo que Pablo somete, no como l os oradores que se jactaban de que sus ingresos les permitan halagar a sus sentid os con vidas desordenadas en fiestas, y que eran criticados por ensear la virtud pero vivir exactamente lo contrario. Pablo es muy consciente de la necesidad de someter sus apetitos, no sea que, habiendo cumplido su ministerio de predicacin, ceda a las tentaciones sexuales. Estas tentaciones eran un problema constante en tonces, y son un peligro para los evangelistas y lderes cristianos de la iglesia de nuestros das. Pablo ha estado sealando aqu el peligro de tropezar por no dejar a un lado las conductas pecaminosas (cf.cf. Confer (lat.), compare Heb. 12:1). 10:113 Advertencia tomada de la historia de Israel. La tradicional divisin del capt ulo fijada aqu por los cristianos en pocas posteriores no es de gran ayuda. El pas aje de 10:113 ilustra la verdad de que el Dios del Seor Jess juzg a Israel por su co nducta idlatra. Dios har lo mismo con los corintios que insistan en ejercer su der echo a comer en templos de dolos, a menos que huyan de la idolatra (10:1422). 14 Presentan los impecables antecedentes de los hijos de Dios en el desierto. Ell os haban experimentado con toda claridad la gua de la mano de Dios y fueron testig os de la milagrosa liberacin al cruzar el mar (Exo. 13:21; 14:22). Los hijos de I srael experimentaron el tener a Moiss como el agente de la liberacin de Israel, y de la misma manera los creyentes en Cristo experimentan el tener a Cristo como s u libertador (2). Fueron alimentados con la misma comida espiritual (Exo. 16:15, 35) y sustentados con agua espiritual de la roca (Sal. 78:15), que era Cristo, supliendo sus necesidades en la misma forma que satisface totalmente las necesid ades de los corintios (1:47, 30). Aquel que estuvo all al comienzo y que fue el ag ente de la creacin (Juan 1:24), y que sustenta todas las cosas (Col. 1:17), estuvo participando activamente en la vida del pueblo de Dios en el ATAT Antiguo Testa mento, de la misma forma que est actuando en las vidas de los creyentes en Cristo en la actualidad. La segunda persona de la Trinidad no apareci repentinamente po r primera vez en la encarnacin. 5 Pero la exclusin de los israelitas del pueblo de Dios tuvo como resultado su muerte en el desierto. Ellos son un tipo o un ejemp lo dado como advertencia a los corintios para evitar que repitan el mismo trgico error. Pablo establece cuatro prohibiciones para los corintios, derivadas del severo ju icio de Dios sobre sus hijos que estuvieron en el desierto. (i) Se prohbe la idol atra, y Pablo cita Exo. 32:6, que podra describir adecuadamente el desordenado com portamiento en una cena realizada en el templo de algn dolo de Corinto (7). (ii) S e prohbe la inmoralidad