1 h j 9 - Gustavo Bueno · 2011. 5. 31. · naciones de los morfemas o fonemas del castellano (del...
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1 h j 9 • ij- 1 ív
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CJONSTRUCCION GNOSEOLOGIGA ESJ LINGÜÍSTICA
1* La "teorfa de la ciencia lingüística está muy po-
co desarrollada porque los criterios generales, que suelen ser
reaplicados (descrlpcionismo^^ inductivismo/ estructuralismo);
encubren las diferencias con otras ciencias no antropológicas
y tienden a nivelarla en el concepto borroso de "ciencia". -
Hay# sin duda# análisis interesantes procedentes de los pro-
pios lingüistas. ̂ Jemslev ha desarrollado/ junto con catego-
rías lingüísticas fundamentales para la investigación ulterior
(el propio Maxrbinet, que atacó en \3n principio los Prolegóme-
nos .viene a aceptar ideas centrales suyas}/ \ma teoría de la
ciencia lingüística que tiene.incluso^la pretensión de erigir
se en un paradigma teórico de las ciencias hximanas (46)^ inclu
so sugiere la subordinación de la teoría de la ciencia^ a la
Semiótica. Sin embargo, las ideas de Hjemslev se acogen a la
gnoseología de Camap y Russell, y, a su través,' al modelo de
ciencia axiomática de Hilbert. El modelo de Hilbeirb determina,
en gran parte ̂algtinos de sus más fecundos conceptos lingüísti-
cos de índole general. Las condiciones de una ciencia general
de los signos (Semiología o Semiótica) -de la cual la Glosemá
tica constituiría \ma parte- se corresponden con las condicio
nes de un sistema axiomático (la autoconsecuencia, correspon-
de a la consistencia; la exhaustividad/ corresponde a la satu
ración, la simplicidad o economía es condición de toda axioma
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7°
D 13
tica). Hjemslev asvune a la ciencia en su nivel propoaicional y
por ello ocupa ante él un primer plano la oposición deductivo/
inductivo. Se inclina por la "deducción", a partir de pranisas
generales establecidas (por ejemplo,' las diferentes posibilida-
des de las relaciones de Rección)• Hay muchas ideas de Hilbert
presentes en los Prolegómenos t por ejernĵ lo, que la axiomática
no se ocupa de acontecimientos engirióos,' físicos del lenguaje,
puesto que la estructura de la lengua puede tener múltiples -* 4
realizaciones materiales (Morse/ lenguaje de banderas,^ etc.,' pa
ra transcribir un mismo texto danés).Asi también,^ la idea cen-
tral de que no hay términos,' sino relaciones, de que no hay fo-
nemas absolutos, sino nudos de relaciones, tî ie)>L sin duda^que
ver con las definiciones implícitas de Hilbert. Otro tanto di-
gamos de la concepción de la Glosematica como un cálculo.
Sin embargo/ la concepción de la ciencia proposicio-
nalista no da cuenta de los procedimientos mismos por los que
se guía la ciencia lingüística. Sin duda, hay deducción, dentro
de la Glosematica, pero esta deducción no es formali su fruto,
no son "teoremas lingüísticos". Tampoco hay inducción, sino,' -
más bien,̂ construcción de un género peculiar,- construcción d a
sificatoria. No hay posibilidad de deducir de las premisas ge-
nerales (de la Glosematica general) las reglas de tm lenguaje
concreto. Porque la Glosematica, no es,̂ por sí misma, una des-
cripción científica de tina lengua, sino una exposición analíti-
ca de las características gnoseológicas de todas las lenguas -
(por ejemplo,' las distinciones entre forma/contenido, la teoría
del sistema o esturctura,' las relaciones funcionales). De las -
categorías glosemáticas generales no puedo pasar a las determi-
naciones de los morfemas o fonemas del castellano (del corpus
concreto, que es el material de la ciencia lingüística). No es
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poslble^^ a péirtir de los principios generales de la Glosemáti-
ca#̂ perfilar contextos determinantes del español, del danés, ni
siquiera*^ determinar los elementos fonológicos. La construcción
científica lingüística tampoco se deja analizar mediante la dis
tinción de un objeto material (una substancia de la forma, o - "
del contenido) y un objeto formal. La idea de "sustancia del -
contenido" es/ por sí misma# extralingüística (y nos recuerda
incluso al Ser de Parménides;' un continuo "al cual los mortales
recortaron" imponiéndole signos) (47). Tan sólo cabría recupe-
rar el concepto glosemático de "sustancia", en un sentido lin-
güístico gnoseológico, redefiniéndolo como el conjvmto de los
contenidos de todos los otros lenguajes dados cuando se toma a
un lenguaje L. como referencia. Pero la construcción lingüísti
ca procedería a partir de términos/ de relaciones, de operacio
nes,' dentro de los procedimientos generales del cierre catego-
rial,
2. Nosotros plantearíamos el problema más general de
la siguiente manera: supuesto que la Lingüística (o alguna de
sus partes) sea tma ciencia ¿Eki qué consistirá su cientifici-
dád?. ¿Será una cientificidad comparable a la de las ciencias
naturales? (48), ¿Cabe hablar de contesctos determinantes en -
Lingüística?. Estos contextos ¿Se desarrollan en un plano cX
-operatorio o tienen lugar en un plano /$-operatorio o en am
bos a la vez? ¿Tiene sentidO;, siguiera^ plantear estas cuestio-
nes?.
3. Ctonsideremos/ como mera ilustración, el sector de
la Lingüística que se llama "Fonología, y en particular, la Fo
nología de la lengua castellana, el "sistema fonológico del es
pañol" (49), Evidentemente, aquí hay posibilidad de percibir -
"clases", "esquemas de identidad" sobre los que pudiéramos ba-
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n'=-
1 r- A r~
séir la aplicación de la categoría gnoseolágica "contexto de-
terminante", si bien estas clases pueden ser tomadas a nive-
les intensionales diferentes. Bi realidad,' prácticamente, en
dos niveles diferentes, que, por supuesto, se mantienen cada -
vez en línea de los sicmificantes y en línea de los significa-
dos. Por consiguiente, podría también afirmarse que, en gene-
ral, la disociación de base que permite hableír de esquemas de
identidad diferente es la disociación en el Lenguaje entre -
significantes y significados.
En la línea de los significados, distinguimos partes,
elementos/ cuya conexión constituye la "primera articulación";
otro tanto hay que decir de la línea de los significantes, en
donde tiene lugar la "segunda articulación". Estas dos"líneas"
son diferentes,^ pero esta diferencia no es de exterioridad o -
de contingencia. Es, más bien, \ma diferencia enmarcada en una
sinexión, en el sentido de que^si alguna de estas líneas fuese 4
eliminada,' la realidad del lenguaje escrito desaparecería. Es
cierto que la escuela de Saussure, apela al concepto de "nexo
convencional arbitrario" entre significantes y significados. -
Pero suponemos que este concepto es confuso, en tanto sugiere
que fuera posible separar la línea de los significantes y la -
línea de los significados en un idioma dado. Pero no se trata
de oponer, a la tesis del "nexo arbitrario" (la tesis de Hermó
genes (en el Cratilo platónico)^ la tesis de tan nexo natural -
(la tesis del propio Cratilo). Estamos en otro orden de cues-
tiones, en el orden de las cuestiones gnoseológicas. Nos pare
ce que el "convencionalismo" de Saussure, desde el punto de -
vista de la teoría de la ciencia lingüística, no significaría
pertinentemente otra cosa sino tina suerte de postulado de "mul-
tllinguismo", xm reconocimiento de la existencia de múltiples -
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3Í8
lenguajes como condición de la ciencia gramatical (si sólo hu-
biese vtna lengua tánica/ no habría Gramática^ y ni siguiera hu-
biéramos distinguido la línea de los significados y la línea -
de los significantes). £1 convencionalismo de Saussure, sería/
pues/ \m postulado gnoseológico y no tma tesis ontológica (de
"filosofía del lenguaje"), aiSn cuando estos planos suelen ir -
conftmdidos,
Pero el multilingüismo implica que las unidades o -
segmentos de la línea de los significantes^ son̂ ên parte^comu-
nes (fonéticamente) a diferentes lenguajes/ y no sólo atomísti
camente, sino incluso sistemáticamente/ al menos/ en sistemas
parciales. El sistema pentavocálico del español es el mismo -
que el sistema pentavocálico de los fule, los fulanis o Petils
en el dialecto tipo del Diamaré/^ Camerún septentrional (50). -
Pero estas unidades de los significantes/ incluso sus organi-
zaciones sistemáticas, no se aplican unívocamente a los signi-
ficados (a las "formas del contenido"). "Arbitrariedad del ne-
xo" es tina es^resión que significa, entonces, algo así como apli-
cación múltiple de significantes a significados. Y con este con
texto tendríamos ya suficientemente determinado el campo de la
Lingüística» en tanto es Lingüística de lenguajes específicos
Lĵ / desde la perspectiva del conjunto constituido por todos -
los lenguajes L-, Lg.... L / conjunto que constituye el -
campo de la problemática "Lingüística general".
A. El primer nivel de esquematización, en la línea de
los significantes/ vendría dado por los fonemas,^ Fonológicamen-
te/ los fonemas ya son paradigmas o esquemas sonoros/ "signos -
patrón"/* esencias que se reeilizan en diferentes "menciones" so-
noras. Por tanto/ son clases, "esquemas de identidad": Por ejem
pío a, b/ etc. Los fonemas del español se estratifican en dife-
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/ I
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rentes clases: Vocales«^ Consonantes/ Serolconsonan-bes, Ahora -
bien, las diferencias fonemátlcas/ se establecen en fxanclón de
la primera articulación. Fonéticamente/hay diferencia en cas-
tellano entre la fe 7 abierta de /perro/ y la fe J cerrada de
/pelo/ pero esta diferencia no es significativa, porque /p^o/
no se discrimina de /pelo/. En cambio, la vocal [e] sería dis-
tinta de la vocal [a j # porque /pelo/ se diferencia (en la pri,
mera articulación> de /palo/.
Si .tomásisnos el sistema vocálico (fonológico) del e£ , U II
pañol -o su sistena consonantico- como contexto determinante
¿dónde pondríamos la construcción científica?. Puesto que uti-
lizamos los fonemas como factores esenciales (abstractos) -«en
la l¿iea de los significantes- y utilizamos los monemas como -
factores esenciales (ahora ya muy próxdLmos al nivel en que Pía
ton ponía sus esencias,^ las "definiciones \miversales" de só-
crates/ cuyo método inductivo,^ "orientado a establecer aque-
llas definiciones", en sus efectos lingüísticos, recuerda muy
de cerca el" análisis componencial" de Bloonfield)̂ -̂ en la línea
de los significados^ podríamos hablar de un principio de sin¿
xión entre ambos tipos de esquemas (con referencia a un lengua
je material dado,' al margen del cual no hay sinexión alguna).
La construcción (la reconstrucción científica) se daría^ ahora,
ante todo, en las "palabras", que equivaldrían a las "figtiras"
construidas/ por ejemplo, en el círculo de Tales de Mileto. Pe
ro ¿no sería esta construcción algo muy peculiar?. Porque las
figuras, así construidas, no tendrían unas relaciones necesa-
rias entre sí, a petrte de las propias distinciones de los fo-
nemas (del sistema fonológico). Por lo que habría que decir, -
que,' propiamente, la construcción científica debía entenderse
como la misma construcción del sistena fonológico. La construc
file:///miversales
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-/i-
3Í3
ción sería^entonces,una clasificación y no es que esta clasifi-
cación no sea tma construcción científica/ vano de los resulta-
dos mas firmes de la Fonología (51). Se trata de que, en este -
supuesto, las vocales y consonantes no fttncionan propiamente co
mo factores, sino como fiqurast los factores habrá que ponerlos
en otro lugar (por ejemplo, en las propias palabras, en cuanto
significan). Y la operaciCTi por la que construímos, no será la
composición, sino la commutación. Las verdades dadas en esta -
construcción serían las propias relaciones de distinción y de -
identidad entre diferentes partes de las palabras. El "contexto
determinante" estaría,aquí,formado por los propios trozos o sin
tagmas del lenguaje español (digamos por los fenómenos). La -
construcción del sistema vocálico,' a partir de las palabras, es
tina construcción regresiva, del tipo de cierre c (II). La ver-
dad estribará en que las esencias deben incorporar los fenóme-
nos y realizarse en ellos. Esta realización toma la forma de -
un análisis o clasificación, pero no por ello puede decirse que
se trata de una mera taxonomía interna. Hay construcciones, aun-
que los resultados de estas construcciones sean (con^arativa-
mente con otras posibles) muy débiles. Podrían compareirse con
ías construcciones del análisis químico, en tanto que, a par-
tir de compuestos, nos determinan los elem^itos diferenciales.
Pero estos elementos no están, a su vez,organizados en \an. sis-
tema: Si esta construcción lingüística clasificatoria, aunque
sea interna/' constituye xm nivel científico bajo, será debido,
desde el punto de vista de la teoría del cierre categorial, no
ya a que sea incierta (concepto epistemológico), sino a que es
"poco constructiva". (Las figuras construidas no se componen,a
su vez,en un "sistema periódico de los elementos", por ejemplo;
el cierre se interrumpe, y el único progressus que cabe es vol-
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15Í9
ver al punto de partida fenoménico y confirmar que la clasifi-
cación es Interna).
Los fonemas (vocales y consonantes) no desempeñarían^
pues^el papel de factores (por ejemplo, el papel de arcos, en
la circunferencia), sino de figuras. Se confirmaría: Porque los
arcos de la circunferencia son iguales entre sí (dentro de la
misma circunferencia en la que se configiira el triángulo de -
-
\ ;3
el eje (II) de tres grados abierto-cerrado (en ál la / e / ocu-
pa la porción de "abertura media"). En cuanto a las consonan-
tes, se determinarán múltiples esquemas o factores, unos, de -
"fonética articulatoria" otros de "fonética auditiva". En la -
primera: (III), modo de articulación (eje de dos grados: oclu-
sivo- fricativo ) ; (IV) Dríbocadura (eje de dos grados: oral-nasal);
(V) vibración (eje de dos grados: sordo-sonoro) ? (VI) punto de
articulación (eje con cuatro grados: labialy'dental, palatal, -
velar)I (VII) eje tensional (flojas, tensas) de las líquidas, -
Y en cuanto a la "fonética auditiva": (VIII) gravedad (eje de -
tres grados con caja de resonancia única); (IX) densidad (eje -
denso-difuso),
Adviértase que el número de estos ejes no es meramen-
te empírico. Es empírico su detalle, peiro ninguno de ellos (axm
que distinto de los otros, y aunque pueda ser fonológicamente -
no pertinente) es disociable fonéticamente de los demás, de un
modo alternativo. Por ejemplo, es imposible (para que haya sig-
nificantes diferencieidos,' en número mínimo suficiente) que la -
corriente de voz que aparece interrun^ida (eje III) no esté in-
terrumpida en algún lado del eje VI: la interrupción es distin-
ta del punto de articulación sólo porque puede darse alternati-
vamente en diferentes puntos de ax±ictilación,' pero no porque -
pueda no darse en ningxina. La sonoridad» será sonozddad de con-
sonantes según diversos ejes (nasal, oral, etc.). E^ concepto -
lógico de articulación hay que ponerlo precisamente, en Lingüí¿
tiaa, en este lugar, que nos arroja ya \ma estructura matricial,
la estructura de tona cantidad booleana general (cuando se tra-
ta de ejes con dos grados), la matriz A = ^ Í J J Z * Si aplicamos
este concepto a la "línea de los significantes", obtendremos -
el concepto del ' Lenguaje como ün "generador" de sonidos mo€ai
-
/&.
1 K 9 -s
lados booleanaxnente (fricativa/no fricativa,..), engranados -
matricialmente. Tal es la lógica si3t)yacente a la teoría fono-
lógica de los "rasgos pertinentes" (52), La relatividad de los
rasgos, en su forma binaria (el gran descubrimiento de la Fono
logia: cada rasgo sólo significa por su oposición a otros) co-
rresponde al binarismo booleano, cuyos símbolos son puramente
posicionales.
4. ¿Qué puede significar ahora la- construcción lin-
güística?. Sin duda muchas cosas:
a) Ante todo,' las primeras construcciones son los -
mismos sistemas fonológicos, vocálico y consonantico, según he
mos dicho. Porque estos cuadros están constituidos^ahora,por -
fonemas que son "constructos" (que no son factores). Hay un es,
pació de cinco ejes (más el espacio de tres ejes, de las voca-
les); cada fonema se sitúa en un punto de el ("haces de rasgos");
/p/ es oclusiva,' labial, oral, densa, etc., etc. Los cinco ejes
consonantes, aunque obtenidos recesivamente a partir de tin ma-
terial empírico, no son de todo pxanto empíricos ( /3̂ ), no son
mecos rasgos abstraídos, o líneas de clcisificación de un dia-
grama; si sólo fueran esto,' serían extemas sus relaciones. Pe-
ro ellos están vinciilados sinectivamente (aunque esta vincolla-
ción tiene lugar en un plano ô ^ : la sonoridad se dá con la ar
ticulación). Pero, sobre todo, el entretejimiento ha de tener
lugar en la propia construcción -no es a-priori- es decir, en
las propias relaciones, que son relaciones de oposición fonoló
gica (s/y) • Según ésto,' la verdad construida interna será la -
misma efectividad de estas relaciones, en tanto aparecen precĴ
éamente entre todos los fonemas (fig\iras) construidos a partir
de los factores: éste es el contenido del "cuadrado" consonan-
tico español" (53). Nuestro análisis corrige la autocepción;, -
-
"^ rt f)
-^^í.
frecuente^ de este cuadrado como si fuese \an mero diagrama di-
dáctico: más bien lo asimilamos a tsia representación isomorfa,
geométrica (como las representaciones geométricas de la Óptica)^
en la que las líneas que oponen ejes dan fonemas cuyas relacio
nes de izquierda a derecha corresponden siempre a Icis oposicio
nes fonológicas. No se trataría,' pues, de que el cuadrado con-
sonantico fuera verdadero cuando fuera isomorfo con una reali-
dad lingüística. En rigor/ ese cuadrado carece de sentido si -
no es verdadero (si las relaciones de izquierda/derecha no son
verdaderas no tienen sentido fonológico). La conexión de los -
ejes (en el contexto detenninante) que era de tipo c7(̂ en prin-
cipio, adquiere su sentido en un plano oíj, (puesto que el ha-
blante ni siquiera tiene conciencia operatoria de ellas),' aun
que es del mayor interés constatar que los lingüistas xmichas
veces apelan a la concioicia del hablante ("el hablante tiene
conciencia de la oposición p/t*'X. El concepto de conciencia -
es,ciertamente^muy oscuro, si "conciencia" significa "diferen-
te reacción ante estímulos verbales propuestos", evidentemente^
el hablante tiene conciencia; si conciencia significa "concien
cia operatoria abstracta", es difícil atribuírsela, salvo que
sea gramático.
La construcción del sistema consonantico corresponde
a la del sistema periódico en la Química. Es muy superficial,
por tanto,' interpretar el sistema consonantico como una "elasi
ficación" en sentido genérico^puesto que caben clasificaciones
no científicas. Aquí estamos ante una construcción combinato-
ria. Ahora bien: el cuadro consonantico del castellano, a\ín -
cuando sea un resultado científico,' no tiene el rango cientí-
fico de la tabla periódica de los elementos ¿Podemos dar una -
razón gnoseológica interna de esta diferencia de rango, tana -
-
raz
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nos constxüctlva que la Química en el suyo,' y que>por ello^su
rsingo científico es menor.
En todo casO/' también hay constxrucciones gramatica-
les en otras direcciones, aquéllas que tienen que ver con las
transformaciones mismas del sistema correspondiente a lo que -
suele llamarse diacronía» Dado un sistema S., si suponíaos que
cambia un fonema (o más de \mo),puede,a veces>construirse el -
cambio que habrán de sufrir los demás. El ejemplo típico lo te
nemos en la reconstrucción de las leyes de
-
4 ^' C¡ '"
ld¿d
terlores (por ejemplo: /in/}; se asimilarán a las vocales ante-
riores (por ejemplo: /a/, /e/«' /i/)". Luego será más probable
qae /m/ se combine con las vocales anteriores y con las poste-
riores* (Esta hipétesis se fundaría* ea rigor, en un principio
fisiológico). La hipótesis podría scuneteirse a verificación es-
tadística (recuento de palabras castellanas con sílabas /toa/,
/me// etc./ etc.). Pero estas construcciones prueban, en los -
fenómenos,' no sólo unas distinciones/ sino la propia hipótesis,
y el propio cuadro fonológico/ de acuerdo con el clzxniito ge-
neral del cierre categorial*