1 IES CANARIAS CABRERA PINTO · ciados, de una manera similar a como la GRAMÁTICA ORACIONAL, o...

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1 Espacio para el mensaje. Para causar un mayor impacto, escriba dos o tres frases. IES CANARIAS CABRERA PINTO

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Espacio para el mensaje. Para causar un mayor impacto, escriba dos o tres frases.

IES CANARIAS CABRERA PINTO

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En cada situación comunicativa los hablantes se expresan a través de palabras, combinadas convenientemente para formar unidades comunicativas, oraciones, (más adelante se repasarán las disciplinas lin-güísticas de la morfología y la sintaxis). Las oraciones se agrupan en superiores a las que dotan de intención comunicativa. A es-tas unidades las denominamos textos. El texto se puede definir como un mensaje comunicativo total en el que cada uno de los enunciados aporta un punto más de concreción a la globalidad del mismo. No tiene extensión prefijada ya que su delimita-ción depende de la intencionalidad comuni-cativa del hablante, de lo que el texto conci-ba y de lo que quiera comunicar. La GRAMÁTICA TEXTUAL es la disci-plina que estudia cómo se forman los textos, a partir de la articulación de distintos enun-ciados, de una manera similar a como la GRAMÁTICA ORACIONAL, o SINTAXIS, es-tudia cómo se forman las oraciones a partir de la articulación de palabras y sintagmas, y la GRAMÁTICA DE LA PALABRA, o MOR-FOLOGÍA, estudia la formación de las pala-bras a partir de los morfemas. Sin embargo, el texto no es una mera cadena de oraciones, frases o palabras. Está instituido a partir de varios niveles de orga-nización: 1. Posee una estructura SEMÁNTICA,

pues consta de una serie organizada de ideas que el emisor (hablante en ca-so de los textos orales, escritor o autor en el caso de los textos escritos) pre-tende transmitir al receptor (oyente o lector según corresponda).

2. Igualmente, una estructura SINTÁCTI-CA: los enunciados que lo constituyen mantienen entre sí relaciones formales de distinto tipo, que será necesario es-tudiar.

3. Y por último, también una estructura COMUNICATIVA o PRAGMÁTICA, en el sentido de que en él están implícitas las relaciones entre los elementos que intervienen en el proceso de la comuni-cación. Esos elementos (emisor, recep-tor, canal, código, situación…) deter-minan de diferentes maneras la forma y el significado de los textos, por lo que

habrá que tenerlos en cuenta tanto a la hora de introducirlos como a la de inter-pretarlos.

En último término, el rasgo determi-nante del texto es que constituya un PRO-DUCTO LINGÜÍSTICO UNITARIO en el que los distintos elementos se interrelacionen en fun-ción del todo. Elaborar un texto supone estructurar la relación adecuada entre los elementos que vienen determinados por la experiencia y los conocimientos de quien toma la decisión de comunicar algo, y el uso de la lengua que se da para hacerlo posible. La conjunción de ele-mentos y capacidades permitirá crear un de-terminado tipo de texto y su contenido propio: novela, poema, artículo, acta, informe, etc. No toda secuencia de elementos lin-güísticos forma necesariamente un texto. Hay una serie de principios que es necesario tener en cuenta para que los discursos que emiti-mos permitan que la comunicación tenga éxi-to. Un texto es un conjunto de unidades lingüísticas coherentes entre sí que permiten ser percibidos como una unidad y un todo en el proceso comunicativo.

Coherencia y cohesión textual La coherencia es aquella propiedad textual que determina su unidad. La coherencia parte de la pragmática del texto, es decir, de la intención comunicati-va de quien emite el mensaje y que, manifes-tándose desde una perspectiva semántica, ter-mina finalmente en la sintaxis. Un concepto importante, que debemos tener en cuenta, es el de gramaticalidad, es decir, el conjunto de normas que permiten es-tablecer, en un mensaje, todos los elementos útiles del lenguaje. La coherencia, parte integrante de la gramaticalidad, se complementa con la con-gruencia y la creatividad. Para obtener un alto grado de coheren-cia se debe seleccionar y organizar toda la in-formación atendiendo no sólo a los elementos o medios que intervienen en la construcción gramatical, sino también al nivel de informa-ción transmitida, que depende de los factores contextuales, es decir, de la intención del emi-sor, del conocimiento que el receptor puede tener del tema, etc.

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Así, para alcanzar un buen nivel de co-herencia textual se precisan ideas claras, com-pletas y desarrolladas y ordenadas de manera lineal y progresiva. La cohesión, por su parte, hace referen-cia a la relación existente entre los elementos sintácticos de un texto y los contenidos se-mánticos. A la cohesión de un texto contribuyen múltiples y muy variados procedimientos. Su diversidad impide intentar siquiera un análisis completo de todos ellos, por lo que habremos de conformarnos con señalar algunos que apa-recen frecuentemente y que, por lo tanto, pue-den ser útiles para el trabajo de comprensión, análisis y comentario de textos. Elementos y procedimientos de cohe-

sión textual 1. RECURRENCIA. La repetición de un ele-

mento lingüístico a lo largo del discurso es uno de los mecanismos fundamentales que dota de unidad al texto. Se pueden distinguir diversos tipos de recurrencia:

• Recurrencia léxica: repetición de una determinada palabra en diferentes enun-ciados. Por ej., había un hombre sospe-choso en la puerta. El hombre llevaba una gabardina y un sombrero calado has-ta los ojos.

En ocasiones no es la misma palabra la que se repite, sino que aparece alguna otra re-lacionada léxicamente con ella: por ejemplo, una palabra DERIVADA o COMPUESTA que tiene el mismo lexema que la precedente. Así, son también casos de recurrencia léxica los siguientes: No seas nunca violento. La violen-cia no lleva a ninguna parte. • Recurrencia semántica: aparecen reite-

radamente términos que están relaciona-dos por su significado. Esta relación pue-de ser de distintos tipos:

― Sinonimia: ambos términos tienen el mis-mo significado. Había algunas estatuas en el jardín. Eran esculturas modernas. ― Antonimia:relación entre palabras que tie-nen significados opuestos. Su padre tenía una casa grande. Él prefería una pequeña. ― Hiperonimia: se evita utilizar la misma palabra para referirnos a algo que ya ha aparecido antes. Se recurre para ello a otra cuyo significado incluya el de la sustituida. Llevaba unas rosas en la mano. Dejó las flores en el jarrón y se acercó. ― Hiponimia: la que funciona como sustituto tiene una amplitud semántica MENOR que la

sustituida, es decir, su significado está incluido en el de la primera. Este calzado me aprieta. Voy a tener que cambiar de zapatos. ―Asociaciones pragmáticas. Las palabras también

pueden considerarse relacionadas unas con otras por el hecho de que exista relación entre los referentes a los que designan. Así, la aparición en una secuncia de texto de una serie de palabras como la siguiente, contribuirá a darle cohesión y permitirá percibir cuál es el asunto del que trata. Un coche, su conductor, aparcamiento, tráfico intenso,… • R e c u r r e n c i a s i n t á c t i c a

(paralelismo): la repetición de una misma construcción sintáctica en partes diferentes del texto permite establecer conexiones de significado entre dichas partes. En ocasiones, puede revelar la estructura misma del contenido.

• Recurrencia fónica: la repetición intencionada de determinada serie de fonemas en partes distintas del texto puede ser utilizada también como procedimiento cohesivo. El ejemplo más claro lo encontramos en la rima de los textos poéticos.

2. SUSTITUCIÓN. Para evitar la reiteración excesiva de una determinada unidad léxica cuando se ha de hacer referencia a objetos oideas que ya han aparecido antes, se recurre al empleo de PROFORMAS: palabras de significado ocasional o de signi ficado léxico muy general , especializadas en sustituir a otros términos del discurso. Precisamente por tener significado ocasional y establecer su referencia gracias al contexto, son elementos que conectan unos enunciados con otros y, por tanto, contribuyen a la cohesión textual. A. Pronombres . Sus t i tutos de

sustantivos o segmentos de oración. Establecen relaciones anafóricas o catafóricas.

• La anáfora. Es uno de los elementos de cohesión textual más importantes. Consiste en que un elemento pronominal del discurso remite a otra secuencia que ya ha aparecido anteriormente. Mi amigo quiso acceder al reciento en el que se celebraba la reunión, pero no se lo permitieron.

• La catáfora. Menos frecuente que la

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anáfora, es lo contrario de ésta. Es la palabra que anticipa algo que va a aparecer más adelante en el discurso. Piensa esto: no creo que te dejen ir de acampada.

B. Pro-adverbios. Son adverbios de significado ocaisonal que sustituyen en el enunciado en el que se encuentran a elementos con función adverbial que han aparecido en enunciados anteriores. Fuimos a casa. Una vez allí se nos ocurrió que podíamos escuchar música..

C. Proformas léxicas. Son palabras de significado muy amplio que se usan como “comodines” o sustitutos de las palabras de significado preciso. Por ej., verbos como hacer, pasar, suceder, o los sustantivos cosa, persona. Yo estudié por la tarde, pero él no lo hizo.

3. ELIPSIS. Es la omisión de palabras cuyo significado viene dado por el contexto. Por ej., cuando nos ofrecen una caja de bombones y nos dicen: coge uno.

4. MARCADORES TEXTUALES (O DISCURSIVOS). Son partículas cuya función es relacionar semánticamente las oraciones y los párrafos dentro del discurso. Proporcionan unidad de contenido al discurso. Pueden ser palabras o locuciones que expresan muy variados tipos de relaciones: explicación, orden, asentimiento, causalidad, resumen…

He aquí algunos ejemplos:

MARCADORES DE RELA-CIONES TEXTUALES

ADICIÓN (se suman unas ideas a

otras): y, además, también… 1. Intensificación: es más, más aún, en-cima…

2. Culminación: incluso, para colmo, hasta, ni siquiera…

Comparación: análogamente, igualmen-te, de igual modo…

OPOSICIÓN (se contrastan ideas): 1. Adversación: sin embargo, no obstan-te, ahora bien…

2. Concesividad: con todo, aun así, de todas formas…

3. Restricción: al menos, en cierta medi-da, en todo caso, excepto…

Exclusión: al contrario, antes bien, muy al contrario…

CAUSALIDAD (relaciones de causa y

efecto) 1. Causa: pues, porque, y es que…

2. Consecuencia: por tanto, así pues, por consiguiente…

3. Condición: en tal caso, en ese caso, puestas así las cosas…

REFORMULACIÓN ( se repiten uno o más

de los enunciados anteriores) 1. Explicación: es decir, o sea, en otras pala-bras… 2. Corrección: mejor dicho, digo, quiero de-cir, o sea… 3. Resumen: en suma, resumiendo, en una palabra, en síntesis… 4. Ejemplificación: pongamos por caso, por ejemplo, a saber, verbigracia,…

MARCADORES DEL OR-DEN DEL DISCURSO

PRESENTACIÓN (indicadores del co-

mienzo del discurso): para empezar, ante todo, bueno, bien…

CONTINUACIÓN (indicadores de nue-vos enunciados): luego, después, así que…

TRANSICIÓN (indicadores de cambio de tema): en otro orden de cosas, por otra parte…

DIGRESIÓN (indicadores de cambio de tema sin justificar): por cierto, a pro-pósito…

ENUMERACIÓN (indicadores de se-cuencias correlativas): en primer lu-gar…, por último; por un lado… por otro…

CIERRE (indicador del último enun-ciado del discur-so): en fin, para finalizar, para acabar…

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Todo texto es un mensaje dentro de un proceso de comunicación. Los elementos que intervienen en este proceso (emisor, recep-tor…) determinan el carácter y la forma mis-ma del texto. Cada uno tendrá sus propias características que lo hará diferente a otros, pero también es posible observar ciertas regu-laridades, tanto en las técnicas expresivas y compositivas como en la forma lingüística, que permiten hablar de diferentes tipos de textos. Los textos se pueden clasificar desde puntos de vista diferentes pero no se trata de clasificaciones cerradas y bien definidas. He aquí unas clasificaciones posibles: 1. SEGÚN EL CÓDIGO EMPLEADO:

• Verbales: utilizan como código la lengua natural.

• No verbales: Utilizan otros siste-mas de signos (gestuales, icónicos)

2. SEGÚN LA INTENCIÓN DEL EMISOR:

• Informativos. Función referen-cial: memorias, informes, noti-cias…

• Explicativos. Función referencial: memorias, informes, exposiciones didácticas, reportajes…

• Persuasivos. Función conativa: artículos de opinión, debates, anuncios publicitarios.

• Prescriptitos. Función preferen-temente conativa: instrucciones, normas, leyes…

• Estéticos. Función poética: textos literarios.

3. SEGÚN LA VARIEDAD DEL DISCURSO

• Expositivos • Argumentativos • Descriptivos • Narrativos • Dialogados

4. SEGÚN EL ÁMBITO TEMÁTICO: • Textos científico-técnicos • Textos humanísticos • Textos jurídicos y administrati-

vos • Textos periodísticos • Textos publicitarios • Textos de ficción literaria

Variedades del discurso Un texto se puede construir utilizando diferentes estrategias en función de la inten-ción del emisor y la perspectiva que adopta ante la información que pretende transmitir. Si el emisor concibe la información como una sucesión de hechos, reales o ficticios, tenemos una NARRACIÓN; si es una serie de observaciones de la realidad, una DESCRIP-CIÓN; si una explicación ordenada de una o varias ideas, una EXPOSICIÓN, y si es un razonamiento que pretende convencer al re-ceptor de una idea, una ARGUMENTACIÓN. Un carácter especial tiene el DIÁLO-GO, ya que se trata de una comunicación directa entre el emisor y el receptor. Ahora bien, cuado se utiliza como estrategia dis-cursiva para transmitir información a un lector (diálogos en una novela, o la entrevista como género periodístico) sí puede ser enten-dido como una variedad de discurso. De to-das maneras, las variedades de un discurso pueden aparecer mezcladas en un mismo texto.

Textos expositivos Definición: Tipo de discurso en el que se presenta un tema al receptor de forma clara y ordenada, mediante el desarrollo pro-gresivo y articulado de las ideas.

Características: • La objetividad. Hay que procurar que

el planteamiento del tema sea con ri-gor.

• La claridad, para que el tema sea com-prensible.

• El rigor, para atenerse a la verdad de los hechos.

• La precisión, para evitar errores.

Estructura • Introducción: El autor presenta el te-

ma y la información previa necesaria. • Desarrollo. Se amplían los datos, refe-

rencias, etc. que ayudan a su compren-sión. Es la parte más amplia.

• Conclusión. Es un pequeño resumen o síntesis de lo más importante.

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Procedimientos: • Hay dos modos de organización: de-

ductivo (extraer ideas a partir de con-ceptos generales) e inductivo (presentar los ejemplos para llegar al concepto)

• Las ideas pueden presentarse con su propia organizac ión inte rna (problema-solución, causa-efecto, afirmación-demostración)

• Suelen aparecer definiciones, sobre todo en los textos divulgativos.

• Se pueden usar las descripciones téc-nicas para facilitar la comprensión.

• Uso de enumeración de propiedades, cualidades, etc.

• Uso de la ejemplificación y la compa-ración para aclarar conceptos.

• Características lingüísticas • Vocabulario de significado denotativo

y en los especializados, con abundan-cia de tecnicismos.

• Ausencia de la primera persona para evitar referencias personales.

• Uso de oraciones impersonales o atri-butivas (para definir conceptos)

• Abundancia de adjetivos, sobre todo descriptivos.

• El verbo suele estar en presente de indicativo.

• Ordenación lógica de los contenidos para que sea coherente, con uso fre-cuente de los marcadores discursivos (en primer lugar, por ejemplo, luego))

• Empleo frecuente de oraciones de mo-dalidad enunciativa. Ejemplo de texto expositivo

Colirrojo real Durante la primera quincena del mes de abril, el colirrojo real vuelve a su lugar de origen, que abarca toda Europa; lo abando-nará en septiembre o a principios de octubre para invernar en el sur, en África tropical. Es un habitante de bosques no frondosos, que podemos encontrar sobre todo en parques y jardines y en las proximidades de los lugares habitados. Este pájaro llama la atención por su vitalidad: jamás se le ve descansando; siempre que lo encontramos, su cola vibra intensamente. El macho se sitúa con frecuen-cia en el tejado de las casas y los graneros, emitiendo su canto “chirriante”. El nido, de raíces, ramitas, barro y hojas, está forrado con pelos y plumas. Está construido en las paredes, el armazón de los

tejados, los montones de madera y, a veces, los nidales. La puesta del colirrojo real es de 5 a 8 huevos, que incuba sólo la hembra du-rante 13 o 15 días. Después del nacimiento, los padres deben alimentar a los polluelos cons-tantemente hambrientos. La pareja vuela infati-gablemente en busca de orugas, mariposas, pulgones y otros insectos, que atrapan durante el vuelo. Los polluelos dejan el nido 12 o 16 dí-as después de su nacimiento; cuando han ad-quirido la independencia, los padres empren-den la construcción de un segundo nido para una nueva nidada.

Textos argumentativos Definición: Se trata de un tipo de texto en el que se aportan razones para defender una opinión puesto que la intención es per-suadir al receptor y para ello se suelen utilizar temas que se prestan a controversia. ESTRUCTURA. Las partes fundamen-tales del texto argumentativo son: tesis, cuer-po de la argumentación y conclusión. La tesis es la idea que se defiende so-bre un tema. Puede aparecer de forma explíci-ta o tiene que deducirla el destinatario. Puede aparecer al principio del texto (orden deducti-vo), al final (orden inductivo) o al principio y al final (doble encuadre). Es diferente del te-ma (de qué trata el texto). El cuerpo de la argumentación es el planteamiento de los alegatos que se van pre-sentando para defender la tesis, confirmándo-la (argumentos comprobatorios) o rechazán-dola (argumentos refutatorios o contraargu-mentos). Los argumentos van refrendados por: 1. A. de autoridad. Cuando se cita a un

autor conocido para apoyar los argumen-tos del autor. “Como dice Aristóteles, el mundo trabaja por dos cosas: la primera por haber mante-nencia; la segunda, por haber juntamiento con hembra placentera”.

2. De conocimiento general. “A nadie agrada ser desgraciado”.

3. Proverbios y refranes: “A quien madruga, Dios le ayuda”.

4. Ejemplos: “El intenso tráfico marítimo de grandes petroleros constituye una de las ame-nazas más graves al ecosistema. Desastres como el del Exxon Valdés y el del Mar Egeo han oca-sionado pérdidas irreparables”.

5. Causalidad: “Es necesario dejar de fumar porque perjudica seriamente a la salud”.

6. Analogía:”Los resultados del Frente Nacional de Le Pen constituyen una amenaza tan terrible como la que en su día supuso el ascenso al poder del Partido Nazi de Alemania”.

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La conclusión sirve para mostrar el resultado al que se llega, resumir las ideas fundamentales o cerrar el texto con un mo-tivo ingenioso. CARACTERÍSTICAS: • Es fundamental el orden en los argu-

mentos. • La presencia frecuente del párrafo ayu-

da a similar mejor el contenido. • Los nexos delimitan los párrafos y se-

ñalan los cambios de contenido. • La repetición potencia el poder de con-

vicción. • Los rasgos lingüísticos más destacados

son: 1. La utilización de tecnicismos

propios de la materia que se tra-ta.

2. Uso del presente atemporal o gnómico.

3. Empleo de adjetivos especifi-cativos.

4. Frecuencia de sustantivos abs-tractos.

5. Predominio de la tercera perso-na y a veces de la primera para reafirmar la subjetividad.

6. Marcadores textuales (“en defini-tiva”, “en consecuencia”, “de este mo-do”) para facilitar la comprensión del desarrollo textual.

7. Modalidad oracional enuncia-tiva para crear en el receptor la idea de subjetividad. Si se quie-re acentuar la actitud personal del autor, puede utilizarse la modalidad interrogativa, excla-mativa o dubitativa.

8. La sintaxis suele ser compleja. Predomina la subordinación (comparativas, condicionales, concesivas, etc.)

Un ejemplo de argumentación

En la actualidad, todavía es frecuente oír hablar a ciertos psicólogos de la desigual-dad mental de las razas humanas y de las clases sociales. Por de pronto, es preciso en-frentarse con algunos hechos innegables y tratar de interpretarlos. Así, por ejemplo, es cierto que la población negra de Estados Uni-dos posee, como conjunto, un coeficiente inte-lectual inferior al de la población blanca, y también es igualmente cierto que las puntua-ciones que los hijos de los obreros alcanzan en las pruebas de inteligencia son, en térmi-

nos estadísticos, inferiores a las que consiguen en las mismas pruebas los hijos de los intelec-tuales, empresarios y altos funcionarios. Estos datos son sin duda innegables, pero hay que saber interpretarlos. En realidad, tales datos no prueban lo que con ellos se quie-re proba r. Por de pronto, hay que constatar que las llamadas pruebas de inteligencia no miden ex-clusivamente la capacidad intelectual innata en los individuos: son pruebas contaminadas por la cultura, en el sentido de que, además de la inteligencia “natural” miden también el nivel de conocimientos que el sujeto ha ido adquiriendo en virtud de su educación. Las llamadas prue-bas de inteligencia pura no existen. Por consi-guiente, los niños que han recibido una educa-ción inferior se hallan, como es natural, en infe-rioridad de condiciones para contestar unas pruebas que presuponen unos conocimientos culturales. Dadas tales condiciones, lo lógico para averiguar si en efecto las razas “de color” o “las clases bajas” son mentalmente inferiores a la raza blanca o a las clases altas, debe con-sistir en algo más que en la constatación de unas diferencias que obedecen a la diversidad de condiciones naturales. Efectivamente, se han hecho numerosos experimentos que ponen de manifiesto que, en igualdad de condiciones educativas, las dife-rencias raciales y sociales son, por término me-dio, inexistentes. La conclusión, por tanto, es evidente: el rendimiento intelectual de las distintas razas y clases sociales podrá variar a tenor de las cir-cunstancias, pero la capacidad de todas ellas parece ser básicamente la misma, a desprecio del color de la piel o del estrato social. José Luis Pinillos: La mente humana

Actividades 1. Las ideas se suceden mediante la utiliza-

ción de marcadores. Señálalos. 2. ¿De qué premisa errónea parte el autor?

¿Qué datos la avalan? 3. ¿Cómo refuta el autor la premisa presen-

tada? ¿Qué datos la avalan? 4. ¿Cuál es la tesis? 5. Redacta una argumentación personal

defendiendo la igualdad social, que tenga título, tesis y argumentos a favor de la tesis. Organiza la exposición mediante el uso de marcadores que hagan avanzar las ideas, como en primer lugar, por otro lado, por ejemplo, en definitiva, etc.

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La literatura es un arte que trata de ge-nerar belleza usando como materia prima las palabras. Para la elaboración de un texto lite-rario, el autor selecciona, de entre todas las palabras que constituyen el acervo léxico de una lengua, las que más convengan a su pro-pósito creativo. Se considera literario un texto cuando en él sobresalen los valores estéticos por enci-ma de la información objetiva. La finalidad del texto literario es la de llamar la atención sobre sí mismo para trans-mitir un determinado mensaje con originali-dad y belleza sobre el tema elegido Cuando el principal objetivo es entrete-ner, por encima de los valores estéticos, tene-mos la llamada subliteratura y en ella se en-globan la novela rosa, la policíaca, del oeste, etc.

Las figuras retóricas No son específicas de los textos litera-rios pero sí más frecuentes. El predominio de la función poética obliga al escritor a realizar un esmerado ejer-cicio de selección de los elementos lingüísti-cos, algo que no ocurre en la lengua común donde se tiende a la economía de los recursos. La lengua literaria se enriquece intensi-ficando los distintos elementos del discurso por medio de recurrencias (repetición de for-mas o significados dentro de un texto) y de intensificaciones, que potencian y embelle-cen el lenguaje sin añadir nuevos conceptos. Las RECURRENCIAS se pueden pre-sentar en los niveles fónico, léxico-semántico o morfosintáctico y presentan un alto nivel ex-presivo. • Nivel fónico Entre todas las que hay destaca la ono-matopeya que consiste sonidos que imitan a los reales, con el fin de sugerir acústicamente el objeto o acción que significan. También es muy usada la aliteración, que consiste en la repetición de un determina-do fonema con intenciones sonoras. Y en el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba. • Nivel morfosintáctico

1. Hipérbaton. Consiste en la inver-sión del orden lógico o del orden gramatical de las palabras. Se uti-liza para realzar alguna palabra o concepto, como recurso de embe-

llecimiento y elegancia. Del monte en la ladera, /por mi mano plantado...

2. Epíteto. Consiste en la utiliza-ción de un adjetivo que no es im-prescindible para la compren-sión del significado y que suele ir delante del sustantivo. Los solita-rios campos estaban cubiertos de blan-ca nieve.

3. Asíndeton. Se llama así a la su-presión de las conjunciones de una frase y se utiliza para dar más rapidez, viveza y acción a la frase. Acude, corre, vuela, /traspasa la alta sierra, /ocupa el llano.

4. Polisíndeton. Es el fenómeno contrario, es decir, la repetición de conjunciones de forma inne-cesaria. Se usa para dar más lentitud y solemnidad. A ti, y a tus hijos, y a tus hermanos, y a tus descen-dientes.

• Nivel semántico. 1. Metáfora. Consiste en sustituir

un término por otro con el que el autor lo identifica. Las perlas de su boca (perlas= dientes)

2. Comparación. Se establece la relación entre dos términos me-diante la utilización de nexos comparativos. Sus dientes son como perlas.

3. Prosopopeya o personificación. Consiste en atribuir cualidades humanas a seres que no lo son. Respira débilmente la tarde bochorno-sa..

4. Hipérbole. Se utiliza para exage-rar, alimentando o disminuyen-do desproporcionadamente, las características de algo para enal-tecerlo o degradarlo. Érase un hom-bre a una nariz pegado.

5. Antítesis. Consiste en la oposi-ción de dos términos, ideas o pensamientos. Yo velo cuando tú duermes, yo lloro cuando tú cantas.

6. Interrogación retórica. Se trata de utilizar oraciones interrogati-vas que no necesitan respuesta. ¿Quién puede calmar mi angustia?

7. Enumeración. Se presentan una serie de objetos o cualidades relativas a un mismo concepto. Este periódico es honesto, liberal, claro, objetivo, etc.

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FFiguras literarias presentes en los textos periodísticos de opi-

nión

CONSIDERACIONES PREVIAS: -1) IDENTIFICACIÓN Y RAZONAMIENTO: La pregunta conllevaría dos partes, ya que se trataría de que no sólo fuera una identifi-cación aislada de una figura o recurso sino de que hubiera un pequeño razonamiento de la cuestión, es decir, qué intencionalidad expresiva ha tenido el autor. Por ello, la lis-ta de figuras debe tener una explicación ra-zonada de su uso. De esta forma, también se consigue que el alumno pueda utilizarlas igualmente. - La lista que se ha realizado contiene uno o varios ejemplos en el que se comprueba más o menos claramente, la in-tencionalidad del uso de esa figura. Por tanto entendemos: 1) Identificación del recurso estilístico 2) Significado del mismo e intención del au-tor. LISTA DE FIGURAS: 1) Adjetivos ornamentales: epíteto o explica-tivos. -EJEMPLO EN TEXTO de: Alfonso Gonzá-lez Jerez.

Según las crónicas, el párroco sa-lió asustado a la calle a buscar el auxilio de los vecinos: desconocemos igualmente si, antes de la estampida, tuvo la precaución de llamar a la policía local o a los bomberos. Una vez carbonizado el inmueble y todo su patrimonio artístico, las diligentes institu-ciones públicas han manifestado su inque-brantable decisión de que estas cosas no vuelvan a ocurrir. )Qué sería del patrimonio histórico-artístico de Canarias sin tanta dili-gencia?

El Obispado, por su parte, calladito, un silencio polisémico previo a extender la mano. Tal vez no ha encontrado en las Sa-gradas escrituras un párrafo lo bastante pertinente.

- Nos encontramos con una serie de

adjetivos epítetos que dan al texto un claro matiz subjetivo e irónico. Es una forma que el autor emplea para realiza un texto crítico sobre *la inexistencia de me-didas de seguridad en la recién quemada Iglesia de Los Remedios de Buenavista*.

2)Hipérbole: Una exageración desmesurada. EJEMPLO EN TEXTO de:

En el Tercer Mundo, sin embargo, 1a explo-sión demográfica es general. Sin recursos para sobrevivir en sus países, a estas poblaciones no les queda sino la huida. España, cercana a Africa, es testigo de cómo no hay barreras ni controles sufi-cientes para detener a quienes están dispuestos a arriesgar la vida antes que morir en su propia casa. Sin embargo, los estallidos xenofóbicos han demos-trado que la tesis de un arreglo de tales desequili-braos con el alumbramiento de una nueva civiliza-ción mestiza no tiene fácil cumplimiento. [ ] - Se puede comprobar, en este texto, la existencia de figuras hiperbólicas, como: "explosión demográfica", "estallidos xenófo-bicos" que junto al título del texto "La bom-ba demográfica", que demuestran la clara intención del autor de concienciar a la so-ciedad del gravísimo problema de los países con un descontrol demográfico cercano a la locura. Más que nunca, la hipérbole es la única forma, probablemente, de definir el problema.

3) Personificación: Consiste en atribuir a las cosas o a los animales cualidades huma-nas: EJEMPLO EN TEXTO de Fernando Sa-vater sobre el teatro:

)Agoniza el teatro? Mucha gente respe-table coincide en afirmarlo, aunque hace mu-cho que esa agonía casi parece ya una mani-festación de salud invulnerable. En el reino de la realidad virtual que nos hace acostum-bramos a los enlatados simulacros de risas, pasiones o músicas, el teatro gana por con-traste una inmediatez inusual. Por ejemplo: en el teatro no hay zapping ni moviola. En el escenario todo ocurre de veras, de una vez por todas y una sola vez. Cuando parezca repetir-se una hora o un día más tarde será algo se-mejante, pero nunca idéntico.

- El texto comienza con una personi-ficación que nos remite indudablemente al significado de que el teatro está a punto de desaparecer por culpa de otros nuevos me-dios. Con ello el autor pretende realizar un fuerte efecto inicial.

4) Contraste o antítesis: Se oponen dos

ideas o dos términos contrarios a) LENGUAJE COMÚN: b) EJEMPLO EN TEXTO de Alfonso Gon-zález Jerez:

1 En cuestiones patrimoniales, la Iglesia Ca-

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tólica Apostólica Romana siempre lo ha te-nido muy claro. Su reino no es de este mundo, pero su mundo tiende a confundir-se sorprendentemente con este Reino. Las catedrales, iglesias y parroquias son una propiedad eclesiástica intangible, pero su mantenimiento o restauración deben correr a cargo de los poderes del Estado.

5) Ironía: Afirmar lo contrario de lo que se

siente. EJEMPLO EN TEXTO de Alfonso Gonzá-lez Jerez:

Una vez carbonizado el inmueble y todo su patrimonio artístico, las diligentes insti-tuciones públicas han manifestado su in-quebrantable decisión de que estas cosas no vuelva a ocurrir.

- El autor en un tono claramente iróni-co, en realidad, está afirmando lo contra-rio. 6) Símiles y metáfora -a) EJEMPLO EN TEXTO de Antonio Gala:

Una migración tan inmensa, sólo compara-ble a otras históricas o prehistóricas promo-vidas por las grandes catástrofes o las de-sertizaciones o las hombrunas, va a conti-nuar desde los países pobres a los ricos y desde las zonas rurales a las urbanas.(Lo cual amenazará la supervivencia en las grandes ciudades, se encuentren donde se encuentren: Tokio o México, Los Ángeles o El Cairo). Y su oleaie será creciente: por las mayores interconexiones que represen-tan el comercio, las comunicaciones, los via-jes y la cultura, pero también -y mucho más- por el foso cada día mayor que separa unos mundos de otros, por el galope de las demografías y por el progresivo deterioro del medio ambiente. -El oleaje es una imagen con la que el autor con-

sigue una mayor expresividad ante el problema

de las migraciones. -El galope de las demografías, igual que la ante-

rior. -b) EJEMPLO EN TEXTO de Rosa Monte-ro:

Sin embargo la lengua no es sólo un ins-trumento útil, sino mucho más. La lengua está pegada a la sociedad de la que forma parte de la misma manera que la piel se pe-ga al cuerpo. Le lengua es un sistema vivo,

como el tejido dérmico; y responde al ser al que cubre. Quiero decir con esto que la len-gua reproduce fielmente al cuerpo que hay de-bajo. Y las sociedades no son neutras, el mundo no es neutro, el pensamiento no es neutro, las palabras no son neutras.

- Se trata de una comparación entre le lengua pegada a la sociedad como la piel al cuerpo.

7 Polisíndeton: Utilización reiterada y con-

tinua de un nexo, conector o conjunción entre una serie de proposiciones. Se consigue un efecto de reiteración, en cierta forma lentitud y subrayado de dichas proposiciones.

- a) EJEMPLO EN TEXTO titulado: “La ve-jez”:

Junto al abuelo que reivindica la como-didad de estar solo, porque su manera de vivir nada tiene que ver con la de sus parientes, hay muchos abuelos que se reincorporan al tejido laboral por una nueva vía: gracias a ellos, los hijos pueden trabajar sabiendo que ciertas obligaciones familiares -el cuidado de los niños, por ejemplo- están satisfechas. Pe-ro, ante todo, es el interés por las cosas y la vida lo que mantiene activos física y mental-mente a los mayores y lo que les hace partici-par, gozar, sufrir, indignarse y reír con el mundo y su entorno inmediato. Para viejos como para jóvenes, la mejor receta de salud y lucidez es el interés por la vida.

- El autor utiliza la repetición del

nexo *y* para reiterar y dar importancia al interés por la vida que deben tener nues-tros mayores como elemento clave en su salud y bienestar.

-b) EJEMIPLO EN TEXTO titulado:

*Ay, los hombres* de Rosa Montero.- Los hombres no son misteriosos para

las mujeres porque nos pasamos la vida anali-zándolos, estudiándolos, observándolos. Lo que son los hombres es desesperantes. Y emocionantes y enternecedores y fascinantes y decepcionantes y turbadores y despampa-nantes y a menudo francamente cabreantes. Ay, los hombres.

- Repetición del nexo copulativo "y".

Se produce un efecto expresivo muy carac-terístico, consiguiéndose una reiteración significativa, con la intención de remarcar una serie de adjetivos calificativos variados

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e incluso contradictorios sobre lo que para la autora es el hombre.

8) Asíndeton: Utilización de una

serie de proposiciones significativamente sin nexos, conjunciones ni conectores entre sí. Se consigue un efecto, en cierta forma, de rapidez .

EJEMPLO EN TEXTO de Chela: Las razones del suicida son oscuras e incomprensibles para quienes sólo hay algo que merezca la pena, realmente, en la vida: la vida misma. Las cartas que dejan al juez los que deciden abandonar este valle de lágri-mas por el método que sea - rápido, drástico: arrojarse por la ventana; aplazado, tranquilo: prepararse un combinado de barbitúricos; lento y masoquista: programas, en el equipo musical domiciliario, la discografía completa de Julio Iglesias- esas cartas, digo, tampoco convencen a los vitalistas.

- El autor utiliza una serie de pro-

posiciones sin nexos (lo hemos subrayado en negrita). En un cierto tono irónico in-tenta desdramatizar la gravedad del tema del suicidio.

9) El paralelismo o reiteración de

estructuras sintácticas: Consiste en repetir dos o más versos o fragmentos con una leve variación final.

-a) EJEMPLO EN TEXTO de Rojas Marcos:

Presiento que en algún momento se sumirán en la añoranza de cómo éramos más felices cuando los cuerpos eran de carne mortal. Yo me atrevo a hacer dos prediccio-nes. La primera es que la Humanidad segui-rá mejorando en todas sus facetas. Y la se-gunda, que los seres humanos continuare-mos quedándonos y pensando que "era mejor cuando era peor"

- El autor utiliza dos oraciones que mantienen un paralelismo sintáctico. Con ello establece una igualdad en sus dos pre-dicciones en su forma, haciéndolas más expresivas y llamativas.

-b) EJEMPLO EN TEXTO DE Olga

Díez Fernández: Sin embargo, Ruanda existe, los cam-

pos de refugiados existen, los huérfanos exis-ten. Los principales responsables de las ma-sacres están libres e impunes y dispuestos a reiniciar la espiral de violencia en cuanto las

circunstancias les sean propicias; es decir, en cuanto el mundo olvide completamente de que existen. - Machaconamente se repite una estructu-ra sintáctica, con la finalidad de conse-guir llamar la atención del autor, ante la insistencia de masacres y crímenes co-ntra la humanidad de forma totalmente impunidad. 10) Anáfora: Consiste en empezar del mis-mo modo una serie de frases: -a) EJEMPLO EN TEXTO de ¡Ay, los hom-bres! De Rosa Montero:

Desde mi madurez, pues, pienso en lo que han sido los hombres en mi vida. Desde aquel trapecista del circo Price del que me había enamorado cuando tenía cinco años, probablemente el primer varón del que fui consciente: pájaro musculoso que volaba, hermoso ser distinto. Los hombres como promesa de ternura tan a menudo traiciona-da: es inevitable, porque nuestros deseos siempre aspiran a más. Los hombres como sorpresa de la vida, como regalo feliz o enve-nenado, como adorno de los das, como pla-cer visual en el metro o en la calle. Los hombres como interlocutores estimulantes, como niños tontos, como amigos galantes o enemigos feroces. Hombres de piel golosa y embriagador aroma fugitivo. Tan fastidiosos y sin embargo tan necesarios, ay, en fin, los hombres. -Se repite tres veces la pala-bra *hombres* Es un recurso estilística empleado con la intención de conseguir una mayor expresividad rítmica y, por tanto, con un efecto machacón, insistente y reiterativo. -b) EJEMPLO EN TEXTO de Rosa Montero:

De jóvenes todos somos eternos, todos somos crueles, todos aspiramos a la impasi-bilidad divina; quizá creemos que así, haciéndonos los duros, nos separamos de la niñez cercana y aún vertiginosa y nos acer-camos más aun al mundo adulto. Craso error, porque el mundo adulto no está próxi-mo a la dureza sino al desmoronamiento y a la delicuescencia. El aprendizaje de la fragi-lidad y de la pérdida nos llena los ojos de lá-grimas con relativa facilidad: nos hace más ñoños, pero también más sabios.

- Se repite la palabra *todos*. La au-tora produce una expresividad enfatizan-do su afirmación a base de tres repeticio-

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OTROS RECURSOS QUE HAY QUE TENER EN CUENTA

Interrogación retórica. - Recurso de uso de oraciones interrogativas sin la intención de preguntar, con la finalidad de afirmar algo o provocar una reflexión. -a) EJEMPLO en texto de Juan Cueto: La primera reacción, ya digo, es que te has equivocado de sitio. Buscabas la nevera y entraste en el botiquín. Luego del susto, y con el cuerpo activado por tanta farmacopea maquillada de alimento, el cerebro reaccio-na en plan lírico. ¿Qué diablos está pasando aquí? ¿Cómo hemos llegado a esta triste confusión de armarios caseros? ¿Dónde es-tán las blancas despensas de la gula intem-pestiva, los olores, sus viejos y helados sa-bores? ¿Qué fue de tanta frigoría, qué de tanta invención como "trujeron"? Exacta, literalmente; ¿dónde rayos están las nieves de antaño?. - Hay una sucesión de interrogaciones que calificamos de retóricas ya que el au-tor no espera ninguna respuesta sino que utiliza este recurso con la intención de llamar la atención y de ser más expresivo en sus comentarios. Podemos aíladir, que en las dos últimas interrogaciones hace una clara alusión literaria a las Co-pias de Jorge Manrique, donde, por cier-to, hay ejemplos extraordinarios y expre-sivos de interrogaciones retóricas. -b) EJEMPLO en texto de Pedro Salinas: Nos lleva a la formulación de una pregunta gravísima: ¿Tiene o no tiene el hombre, como individuo, el hombre en co-munidad, la sociedad, deberes inexcusables, mandatarios en todo momento, con su idio-ma? ¿Es lícito adoptar en ningún país, en ningún instante de su historia, una posición de indiferencia o de inhibición, ante su habla? ¿Quedamos como quien dice, a la orilla del vivir del idioma, mirándolo correr, claro o turbio, como si nos fuese ajeno? 0, por el contrario, ¿se nos impone, por una razón de moral, una atención, una voluntad interventora del hombre hacia el habla?

- El autor utiliza una serie de inter-rogaciones retóricas, aunque curiosamen-te se nos dice que será una sola pregunta. En cada una de las interrogaciones el au-tor deja en el aire cuestiones muy impor-tantes acerca del lenguaje. Concreta-mente se pregunta y nos pregunta de for-

ma inquietante sobre cuáles son nuestros deberes y obligaciones con el lenguaje.

Argumento de autoridad. - Sirve para reforzar nuestros argumentos y para ello se recurre a la reproducción de opiniones, en for-ma de frases, de personajes importantes.

-a) EJEMPLO de forma indirecta, en texto de Fernando Savater:

La decadencia del teatro (en lo que in-cluyo la sustitución de la palabra representa-da -el verbo hecho carne- por estruendo lumi-notécnico, ilusionismo y cabriolas, o alálicos mimetismos orientales) supone algo más que la pérdida de un espectáculo tradicional. Hannah Arendt señaló que el teatro es la más política de las artes, entendiendo que acompa-ña desde sus inicios la apuesta democrática por la relevancia significativa del diálogo entre iguales: los dioses, en cambio, prefieren lo in-efable, y los tiranos, el monólogo.

- b) EJEMPLO de forma directa en

texto 2 de Pedro Salinas Un brillante filólogo hispánico de la

escuela idealista, Amado Alonso, afirma: "La lengua no es un organismo animal ni vegetal, no es ningún producto natural, ni tiene en sí leyes autónomas ni condiciones de existencia ajenas a la intervención de los hablantes. Una lengua ha sido lo que sus hablantes hicieron de ella, es lo que están haciendo, será lo que hagan con ella". ¡Qué profundo resonar dejan tras sí esas palabras del filólogo hispa-no-argentino! Porque nos llevan al centro mismo de nuestra responsabilidad, como hablantes de un idioma, hacia ese idioma.

- Uso de diálogos y coloquios, no

propios de los textos expositivos- - argu-mentativos: Se puede utilizar un diálogo en un texto expositivo argumentativo para ser motivo de comentarios posterior, o bien como forma de llamar la atención o demostrar algún hecho concreto. De todas formas suelen ser diálogos muy cortos y precisos.

-EJEMPLO en texto de una alumna, sobre el tema de las jergas juveniles: - ¡Qué pasa, coleguilla! ¿Te has mosqueado con tus padres? - ¡Ahí estamos! - ¡Mira, no te comas el coco y pasa de todo! Este diálogo es una forma habitual de los jóvenes para comunicarse. Creo que los jóvenes lo intentan transgredir todo y ahí está el problema.

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Toda lengua está constituida por una serie de unidades léxicas susceptibles de formalizarse siguiendo los procedimien-tos de formación de palabras propios de cada lengua. Estos procedimientos son la derivación, la composición y la parasín-tesis. La derivación. Se trata de la formación de una palabra nueva mediante la combinación de un lexema con uno o más afijos. (prefijos, si preceden al lexema y sufijos, si le siguen). Veamos algunos ejemplos:

Sustantivos 1. A partir de un adjetivo (-edad, -ez,-

eza, -ía, –ura. –era, -idad. –ud, etc.) idiotez, valentía, altura, realidad, etc.

2. A partir de un verbo (-ada, -ida, -adura, -encia, -mento, -aje, -ción): llegada, partida, drenaje, cargamento, aterri-zaje, demolición, etc.

3. Nombres derivados de otros nom-bres. Ocurre en la formación de nom-bres de oficios, de árboles, de colecti-vos, etc. • Para indicar acción contun-

dente, -ada, -azo, -ón (parada, portazo, bofetón)

• Para indicar colectivos: -ada, -ado, -aje (indiada, chuletada, anda-miaje)

• Para formar colectivos: -al, -ar, -eda. –era (naranjal, melonar, arbo-leda, chopera)

4. A partir de un sustantivo. -ivo, - ero, -esco, -oso (triguero, pintoresco, olo roso, excesivo) También los que indi-can procedencia (murciano, chileno, haba-nero, granadino, español)

5. A partir de un verbo. –ante, -iente (cargante, repelente, hiriente); -ín (saltarín); -able, -abundo, -isto (amable, temible, me-ditabundo)

6. A partir de otro adjetivo, -isto(a), -áceo. –ento, -uzco (nacionalista, grisáceo, amarillento, negruzco)

Adverbios La forma más corriente consiste en añadir –mente (lentamente, fácilmente)

Verbos 1. A partir de un nombre, -ar, -ear, -

izar, -ecer (arañar, agujerear, tiranizar, humedecer)

2. A partir de un adjetivo, -izar, -ear, -ecer (fertilizar, tontear, palidecer)

La composición. Consiste en for-mar palabras mediante la combinación de varios elementos léxicos. Puede ser de base nominal o verbal, como en los ejemplos si-guientes: 1. Un nombre y un adjetivo: caja fuerte,

camposanto, aguachirle, un piel roja. 2. Un nombre y un grupo preposicional

(con preposición de): frenos de disco. 3. Dos nombres que pueden ir yuxta-

puestos: perro lobo, bocacalle, bocamanga, cosmonauta, astrofísica)

4. Dos adjetivos: verdeoscuro, verdinegro. 5. Un verbo y un nombre: abrelatas, saca-

puntas girasol, antropofagia. 6. Dos verbos: vaivén, quitaipón. 7. Un adverbio y un adjetivo o partici-

pio: malhablado, malcontento, malmandado. 8. Una oración: hazmerreír, hazteallá, correvei-

dile, nomeolvides.

La parasíntesis. La forman las palabras que están formadas por un prefijo + lexema+ sufijo, siempre que no existan en el idioma ninguna de las dos combinaciones. Reblandecer: no existen ni reblan, ni blandecer. Igual ocurre con adelgazar.

La abreviación y la abrevia-tura. En la primera se pierden sílabas fina-les completas (tele, cine, cole). En otros casos, son las sílabas centrales las que se pierden: (automóvil –aytomóvil ómnibus-; motel –motorist hotel-) o son las centrales las que permanecen: (tergal –poliéster galo-). En la segunda, hay una representa-ción de una palabra mediante una o dos de sus letras. Hay tres tipos. 1. Simple, cuando se escribe la primera o

primeras letras de la palabra. Don=d; san=s; señora=sra.

2. Compuesta, cuando la reducción se hace de formas estereotipadas: descanse en paz=d.e.p.; que Dios guarde=q.D.g.

3. Compleja o acrónimo, cuando se for-ma con las siglas de la expresión com-pleta: RNE, ONU, UNESCO, TALGO, RENFE. Los acrónimos reducen una secuencia sin-táctica demasiado larga, unas veces de otras lenguas como (láser: Light amplifica-tion by stimulating emisión of radiation)

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La composición de textos: la re-dacción

Redactar consiste en expresar por es-crito los pensamientos o conocimientos orde-nados con anterioridad. Los pasos que se de-ben seguir para elaborar una redacción son los siguientes: 1. Buscar un tema, porque es necesario al-

go que decir. 2. Elaborar un guión. 3. Ordenar las ideas. 4. Pensar en cómo estructuraremos el tex-

to. Lo más elemental es componerlo en tres grandes apartados: comienzo, desa-rrollo y final.

La manera de empezar es importante. Se puede iniciar la redacción con una re-flexión o afirmación personal a partir de la cual se desarrolle el escrito, o con una afirma-ción de carácter general, o por una descrip-ción del marco escénico en que van a desarro-llarse los hechos. También se puede partir de un ejemplo que ilustre el tema que vamos a desarrollar. Esto se podría resumir en: • Idea de carácter personal. • Idea de carácter general. • Marco escénico de los acontecimientos. • Anécdota o ejemplo introductoria.

Desarrollo de la composición Una vez elegida la manera de iniciar la composición, se puede seguir utilizando las ideas anotadas en el guión previo de forma ordenada y equilibrada. Los párrafos deben estar conectados entre sí y la transición de las ideas debe ser suave, no brusca.

Final Tanto el final como el principio deben estar bien relacionados con el desarrollo de la composición. Debe incluir alguna idea nueva con respecto al resto del texto que remate lo afirmado anteriormente.

El comentario de texto La función del comentario de texto es valorar la madurez en: • La capacidad para leer y comprender. • La habilidad para sintetizar. • La destreza para descubrir su organiza-

ción. Un guión adecuado para seguir en el comentario de textos sería:

• Lectura atenta y comprensiva. • Subrayado del texto. Señalar las ideas

principales. • Omisión de información no fundamen-

tal. • Selección de información fundamental. • Abstracción. El RESUMEN se debe hacer con un texto nuevo de sólo un párrafo en tercera persona. No debe incluir expresiones como: “el autor dice…” “En el texto encontra-mos…”, ni incluir declaraciones personales como “yo creo,,,”, “En mi opinión...”, ni re-petir total o parcialmente alguna parte del texto. Por ejemplo, para resumir “en el suelo había una muñeca; había un tren de madera y había cubos de plástico”, se puede decir simplemente: “en el suelo había juguetes”. El resumen debe mantener el estilo, no alterar el orden, resumir frases utilizan-do la sinonimia, la nominalización, simplifi-car la estructura oracional y procurar man-tener la coherencia. El COMENTARIO CRÍTICO debe in-cluir: • El tipo de texto y sus características. • El tema, muy breve y con máxima abs-

tracción. • La actualidad, oportunidad y trascen-

dencia del texto. • Tono del texto. Su intencionalidad. • Análisis de la argumentación. Cómo se

desarrolla, qué tipos de argumentos/contraargumentos utiliza.

• La ideología del autor: conservadora, progresista, etc.

• La actitud personal del alumno ante el texto.

• Sus argumentos a favor y en contra, con la justificación pertinente.

• El grado de persuasión ejercido y su justificación.

• La valoración personal sobre el texto en su doble dimensión: contenido y expresión.

• Son importante la coherencia y la co-hesión a la hora de elaborar el comen-tario, porque sin ellos el comentario no estaría coordinado y le faltaría lógica.

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Un ejemplo

Un chaval atontado por alcoholes peleones y químicas extasiantes, un grupo gritón y callejero que no deja dormir a nadie en paz o el trágico fi-nal de una juerga en cualquier carretera son hechos que se repiten con una preocupante reite-ración. Casi con igual insistencia se organizan de-bates sobre ese auténtico problema. Pero el cruce de discursos no acostumbra a concluir en solucio-nes porque los remedios generales que puede pro-poner el vecino insomne serían injustos para el trasnochador educado y la limitación de horarios –como ha ocurrido en alguna zona de España– pro-voca la migración hacia otras zonas bakaladeras con más kilómetros y, por tanto, con más peligros o una clandestinidad libre de impuestos y sin con-trol. De entrada, el ocio juvenil no consiste sólo en la fiebre del viernes noche. Muchos jóvenes or-ganizan su tiempo de mil maneras distintas, y no es verdad que todos los jóvenes que disfrutan en una discoteca entren en el catálogo de impruden-tes y groseros. Hay una injusta literatura sobre este colectivo a costa de presentarlo como homogé-neo. Indudablemente, es triste que a algunos sólo se les ocurra, buscando el solaz, perpetuarse has-ta la extenuación en un cubil abarrotado de deci-belios. Pero este caso es más una cuestión de cul-tura, de horizontes para poder disfrutar los ali-cientes que da la vida, que únicamente de orden público. Una primera reacción es creer que adelan-tando el cierre de locales desaparecerá el proble-ma. No tiene sentido acomodar en este punto los horarios españoles a los europeos cuando tampo-co abren a la misma hora las fábricas ni en este país se cena a las ocho. Además, es dudoso que dejar sin cobijo a los noctámbulos suprima esta especie que tiene derecho a existir si se excluye a los inciviles. Más bien, se les fuerza a buscar fies-tas particulares en otros locales o casas, lo que no alivia las molestias ajenas y dificulta políticas pre-ventivas. Si algo es eficaz no es sólo cazar por sor-presa a un conductor ebrio, sino que la Guardia Civil se instale ostentosamente a la salida de las macrodiscotecas alcoholímetro en mano. Ante la evidencia de que a la salida habrá que soplar, se induce más fácilmente a que uno del grupo, el con-ductor, se abstenga de beber alcohol. Otro problema es que frente al derecho de divertirse está el derecho a descansar, y los veci-nos de algunos bares y calles con movida pasan verdaderos apuros para conseguirlo. Al margen de que, muchas veces, la administración competente ha sido poco escrupulosa a la hora de exigir condi-ciones a un local para su apertura, los corros alti-sonantes a la puerta de los mismos entorpecen el reposo del vecindario. Es difícil atinar, también en

este caso, con una norma general que no castigue a quienes saben divertirse sin molestar. Ni una nueva ley seca evitará la existencia de borrachos ni obligar a un horario europeo evitará estos dis-turbios cotidianos. Otra cosa es que los municipios estén vigilantes sobre estos focos de jaleo, prohi-biendo su apertura en lugares inconvenientes de la ciudad –las macrodiscotecas, por ejemplo, gene-ran una inevitable polución sonora aunque sea por el tráfico de coches que atraen– y sancionando con dureza disuasoria a los locales y personas que no respeten el descanso del prójimo. La expe-riencia en algunas ciudades de juicios rápidos contra vándalos ha demostrado en este sentido una destacable eficacia. Una vigilancia casi capilar de los lugares donde previsiblemente puede haber problemas, una vigilancia que sepa administrar la prevención y la represión, es la mejor solución, aunque más costosa, a este problema que no tiene un remedio común porque no puede criminalizarse todo el ocio en bares y discotecas. La tentación de papá Esta-do a un pupilaje excesivo sobre su ciudadanía siempre está presente, y es mejor pecar por defec-to que por exceso. Mejor una tutela del propio mu-nicipio sobre los lugares conflictivos que una ley general que podría penalizar a quienes sólo bus-can unos momentos de alegría sin molestar a nadie ni fastidiarse la vida. El País

Análisis El texto propuesto tiene cinco párrafos y las ideas de cada uno de ellos son: • Problemas de los jóvenes intoxicados, gru-

pos ruidosos y accidentes de tráfico. Una solución inadecuada sería la limitación de horarios.

• No hay colectivo homogéneo: diversidad cultural.

• Las soluciones podrían ser adelantar el cie-rre (sólo desplaza el problema) o la preven-ción (controles con alcoholímetros)

• Intervención del municipio con licencias de apertura y sanción a ruidosos.

• Mejor una vigilancia municipal que una ley general.

Resumen:La diversión juvenil ocasiona, en algu-nos casos, problemas como son las intoxicacio-nes por droga, los accidentes de tráfico y el ruido, que impiden dormir a los vecinos. La solución más eficaz aconseja tomar medidas preventivas y represivas y exige no una ley castigadora, que no evitaría el problema, sino actuaciones concretas, sobre todo municipales, para prevenirlos y san-cionar sólo a los causantes

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Comentario crítico-ideológico sobre “El ocio juvenil”

Este tipo de comentario se puede en-focar de forma objetiva, por lo que dice y có-mo lo dice, o analizándolo subjetivamente desde criterios personales. La forma objetiva conlleva el análisis de tres cuestiones: 1. La finalidad que persigue el autor. 2. El enjuiciamiento del proceso que ha

seguido en su escrito. 3. Síntesis de la valoración que nos mere-

ce el texto. Empezaremos por desvelar el propó-sito comunicativo del autor. En este caso habría que hacer hincapié en que el periódi-co pretende con este editorial exponer sus ideas sobre la regulación de los derechos que ciudadanos y jóvenes tienen, a descan-sar los primeros y a divertirse los segundos, sin que choquen ambos derechos. A continuación, podemos ir a posi-bles contradicciones o a desvelar manipula-ción de datos si las hemos detectado. En el editorial comentado habría que valorar los aciertos en la organización y la fuerza per-suasiva de su razonamiento. ¿Son todos los argumentos igual de convincentes? Por ej., ¿poner una patrulla a las puertas de un lo-cal de diversión? Conviene terminar la reflexión con una conclusión que deje clara nuestra pos-tura. La forma subjetiva implica un plan-teamiento desde la perspectiva del lector opinando sobre el planteamiento de la tesis, si la hubiera. Y también pueden considerar-se tres cuestiones:

1. Identificación de la tesis esencial. 2. Adhesión o rechazo ante lo que el escrito

sostiene y explicación de los fundamen-tos que motivan su reacción.

3. Síntesis del juicio que emitimos. Según esta opción, el comentario in-tenta contrastar, con cualquier tipo de criterio (cultural, filosófico, religioso, ético, etc.) lo que dice el texto con lo que piensa y sabe el lector, explicando con detalle las razones de su opinión. El comentario podría tomar varias direcciones: • Ceñirse a mostrar acuerdo o desacuer-

do. • Desarrollar aspectos apenas apuntados

en el texto (la cultura de discoteca, el conflicto de derechos, los accidentes de tráfico, etc.

La CALIDAD EXPRESIVA es un ele-mento que debemos cuidar ya que el trabajo puede resultar ininteligible si no nos esmera-mos en la redacción. Unas orientaciones bási-cas serían: • Presentar las ideas personales de for-

ma coherente, con un registro culto. • Huir de circunloquios y de la verbosi-

dad. • Presentar letra legible, sin tachaduras

y con márgenes a derecha e izquierda. • Respetar las normas ortográficas y

signos de puntuación precisos.

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La manera que tienen algunos jóvenes de divertirse crea, con bastante frecuencia, problemas al resto de los ciudadanos. Las posibles soluciones, como puede verse en este editorial del periódico El País perfectamente ordenadas y cohesionadas (primero el tema, a modo de introducción, luego los argumentos y por último la tesis y la conclusión, con los marcadores discursivos adecuados: de entrada, una primera reacción, otro problema, y un lenguaje culto: decibe-lios, solaz, extenuación, polución, etc. complementado con una estructura oracional larga y compleja de la que es ejemplo la primera oración del primer párrafo, pero tam-bién términos coloquiales como bakaladeras, corros, borra-chos, jaleo, etc. para hacer más asequible el texto, ), distan mucho de ser sencillas, ya que es difícil compaginar los de-rechos de los jóvenes y los de los ciudadanos a los que mo-lestan. La primera que se cita es el adelanto del cierre de los locales ruidosos, pero se argumenta que no acabaría con el problema sino que, en todo caso, lo desplazaría a otras zonas públicas o privadas. La segunda, poco argu-mentada, sería la presencia de la Guardia Civil a la salida de los locales para hacer la prueba de alcoholemia, lo que implicaría una inhibición o por lo menos una reducción de la ingesta de alcohol. La tercera posible solución sería un control férreo por parte de los municipios sancionando de manera contundente a aquellos locales que no respeten el descanso nocturno de los ciudadanos. Esta solución se ar-gumenta con el ejemplo del buen resultado que ha tenido su aplicación en otros municipios. Esta última medida, que es la que defiende el autor porque evitaría la penalización de los jóvenes que son respetuosos con el descanso de los demás, se considera por parte de este como la más eficaz ya que él está en contra de leyes de carácter general por parte del Estado. Evidentemente, no es tarea fácil buscar una solución a gusto de todos ya que el disfrute de unos se opone al descanso de otros. Lo ideal sería que se estable-cieran unas leyes de carácter general para todas las comu-nidades y que afectaran sólo a los jóvenes poco respetuo-sos porque, si se deja al arbitrio de los municipios sola-mente, estaríamos dando lugar a posibles desplazamientos a otros más permisivos y seguiría estando el problema sin resolver, como ya el mismo autor reconoció si se adelanta-ba la hora de cierre de los locales nocturnos y como hemos constatado con los destrozos y las molestias, cada vez ma-yores, que ocasionan algunos jóvenes en los llamados “botellones” que hemos visto en algunas zonas de Andalu-cía a través de los medios de comunicación y que se están extendiendo al resto de España. Esa, al menos, es la opi-nión que sostengo y que en este caso no coincide con la del autor de este editorial, que no ha sabido ver que la conse-cuencia es la misma en ambos casos.

Tema: problemas que crean algunas formas de ocio juvenil

Tipo de escrito: editorial

Distribución de contenidos

Explicación de los argumen-tos

Utilización de ejemplos y datos

Tesis

Comentario crítico personal

Estilo

POSIBLE COMENTARIO

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Dentro de cada enunciado, las pala-bras desempeñan varias funciones que nos permiten agruparlas en clases: sustantivo, verbo, adverbio, preposición, conjunción, adjetivo calificativo, pronombre y deter-minantes del nombre. 0. Morfología y sintaxis

0.1 Definición Morfología: estudio de la forma

(morfo=forma) de las palabras, su integración en los sintagmas y su pertenencia a catego-rías gramaticales (adj. , sust., verbo...).

Sintaxis: estudio de las funciones de las diferentes categorías (sujeto, C. directo...)

Morfosintaxis: estudio combinado de ambos aspectos.

0.2 Lexemas y morfemas Lexemas o morfemas léxicos: unidades

mínimas de significado con significado léxico: mesa, sol, comer...

Morfemas gramaticales: unidades mí-nimas de significado con significado gramati-cal: Niñ-o-s, cant-á-ba-mos…

0.2.1 Clases de morfemas 0.2.1.1 Dependientes 0.2.1.1.2. Flexivos -De la categoría nominal (sust., adj., pron., det., part.*) -Género y número - De la categoría verbal (verbo) - Persona, número, tiempo, modo y aspecto 0.2.1.1.3 Facultativos o derivativos - Prefijos, sufijos e interfijos 0.2.2.2 Independientes - Determinantes - Preposiciones y conjunciones (relacionantes) - Verbos auxiliares y copulativos. 0.3 Clasificación de las categorías: 0.3.1 Criterio morfológico (según los

morfemas flexivos que admitan): - Variables: sust., adj., pron., det.

(categoría nominal) y verbo (categoría verbal) -Invariables: adv., prep., conj. 0.3.2 Criterio semántico. -Con significado léxico (lexemas):

sust., adj., verbo y adv. -Con s ign i f i cado gramat ica l

(morfemas): prep., conj. y det. - Un caso especial: los pronombres.

Podemos diferenciar dos tipos:

-Elementos que no tienen un significa-do léxico propio y, sin embargo, adquieren, ocasionalmente, el significado léxico de la palabra a la que representan en el con-texto y funcionan como núcleos de S.N. Por ello, podemos decir que son lexemas con significado léxico ocasional: Había un libro sobre la mesa y lo cogí. Lo= libro.

-Pronombres que sólo son marcas gra-maticales – morfemas – porque no forman parte de un S.N. Por ejemplo, el SE de las pasivas reflejas o de las impersonales es sólo un índice gramatical.

0.3.3 Criterio sintáctico: - Pueden ser núcleo de sintagma: :

sust., adj., pron., verbo y adv. - No pueden ser núcleo de sintagma:

prep., conj. y det. 0.4 Clasificación de las palabras por su formación 0.4.1 Simples (un lexema o un morfe-ma independiente): pan, por, coche… 0.4.2 Derivadas (lexema + morfema (s) derivativo(s): intolerable, juventud, rehacer… 0.4.3 Compuestas (lexema + lexema o morfema + morfema): abrecartas, vaivén, aunque… 0.4.4 Parasintéticas. Hay dos tipos: 0.4.4.1 : prefijo + lexema + sufijo. Con-dición: que no existan como palabras ni el prefijo + el lexema ni el lexema + el sufijo, puesto que ambos morfemas derivativos se han añadido simultáneamente en el proceso de la formación de la palabra. Ej: enviudar, adelgazar, desalmado… 0.4.4.2 : Lexema + lexema + sufijo. Condición: que no existan como palabras ni el compuesto ni el derivado. Ej: sietemesino. 1.El sintagma nominal

1.1. Sintagma=Grupo de elementos inter-dependientes (o elemento) que cumple una función gramatical.

1.2. Estructura del sintagma nominal: (Determinante(s)) + Núcleo + (Adyacente(s))

1.3. Núcleo del S.N.: Es el sustantivo o cualquier palabra que funcione como tal, es decir, pronom-bre, adjetivo sus-tantivado, infini-tivo, proposición sustantiva o sus-tantivada.

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2. EL SUSTANTIVO 2.1. Funcionalmente: núcleo de un SN que

puede cumplir diversas funciones, como sujeto, C.D., C.I. ..

2.2. Formalmente: parte de la oración varia-ble (género y número). Admite morfemas deri-vativos.

2.2.1.Género: Masculino / Femenino 2.2.1.1 Sustantivos sin distinción de sexo: -Género inherente: el silencio, la alegría,

el sillón.. 2.2.1.2 Sustantivos con distinción de sexo -Nombres epicenos: la víctima, el gorila...(

indistintamente al varón y a la hembra) -Género léxico: yerno / nuera, carnero /

oveja... (varía el lexema) (Heterónimos) -Distinción de género mediante morfemas

sufijos: actor / actriz, conde / condesa... -Género común: el testigo mudo/la testigo

muda -Morfemas flexivos de género: elefante /

elefanta, niño / niña, señor / señora. -Masculino / Femenino o, e, Ø / a

Otras consideraciones relacionadas con el género -Nombres ambiguos. el mar / la mar, el casete / la casete -Otros tienen distinto significado: el cometa / la cometa, el cólera /la cólera… -Homónimos: - por diferencia de tamaño: el ces-to/la cesta.; - por relación de metonimia: el trompeta/ la trompeta; - sin relación semántica: la puerta/el puerto. Notas: 1. Sólo en este último caso se puede hablar de la existencia de morfemas de género. 2. El masculino es el término ex-tensivo, puesto que engloba a ambos sexos: Los niños = niños + niñas.

2.2.2. Número: Singular / Plural 2.2.2.1 Viene expresado por morfemas y se

basa en la oposición SINGULAR / PLURAL

Ø / -s casa, casas Ø / -es Señor / señores Ø / Ø - Crisis/ crisis 2.2.2.2 Formación: -Con consonante final (excepto s)-es. Ej.Pan / panes -Con consonante final: s -agudas -es. Ej. Tos / toses - no agudas -Ø. Ej. Lunes / lunes - Con vocal final átona o é tónica - s. Ej. Café / cafés

-Con vocal final tónica: - s o es. Ej. Papá / papás; jabalí / jabalíes. 2.2.2.3 Casos especiales: -Algunos sustantivos se usan sólo en sin-gular o en plural: -Sed, salud, oeste, víve-res, entendederas, esponsales… -En sustantivos no contables el plural sig-nificas tipo. Ej. El vino / los vinos. -Los sustantivos abstractos en plural pue-den ser concretos. Ej. La belleza / las be-llezas. -Plural con carácter enfático. Ej. Las aguas del mar. -Singular y plural con diferente significa-do. Ej. El seso / los sesos. -Nombres propios en plural. Ej. Hoy hay que felicitar a las Martas. -Uso indistinto del singular y el plural. Ej. La tijera / las tijeras; el pantalón / los pantalones . 2.2.3. Morfemas derivativos: Ade-más de los morfemas de género masculino y femenino, los sufijos para señalar el gé-nero y los morfemas de número, el sus-tantivo admite también morfemas deriva-tivos: reincorporación, juventud, panade-ro… 2.3. Semánticamente: designa entida-des materiales (perro) o inmateriales (infierno, bondad, sufrimiento).

2.4. Clasificación de los sustanti-vos

2.4.1.COMUNES: Elementos de una misma clase: perro, niño, gato, lá-piz, barriga, papel... PROPIOS: elemen-tos individualizados: María, Duero, Muri-llo... . 2.4.2.CONCRETOS: Personas animales o cosas que se perciben por los sentidos: suelo, techo, puerta. ABSTRACTOS: Conceptos, cualidades y acciones que no se perciben por los sentidos: cielo, socia-lismo, mentira... 2.4.3.CONTABLES: Se pueden combi-nar con los numerales: libro, coche... NO CONTABLES: Se refieren a una masa continua que no se puede contar. En plu-ral pueden ser contables: agua, hierro, harina... 2.4.4. INDIVIDUALES: Designan, en sin-gular, a un solo ser: maletín, cuadro, ac-tor... COLECTIVOS: Designan, en singu-lar, un conjunto de elementos: vecinda-rio, enjambre ...

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Extráiganse los sustantivos, clasificarlos en abstractos y concretos, y explíquese el valor textual del predominio de un tipo sobre otro:

En esta vivencia de la nocturnidad entran, desde luego, otros elementos, y uno de los más im-portantes es la necesidad de afirmarse frente a los adultos. En la noche, estos adolescentes encuen-tran un espacio vital que les es propio y donde desaparecen la mayoría de los elementos de con-trol social que sufren durante el día, muy especial-mente los de tipo familiar. La noche es el reinado de la transgresión: suspensión del tiempo, de las reglamentaciones, del control. En suma, vivencia a tope del presente y de su infinita plasticidad en un espacio que admite todas las iniciativas. En la noche el joven se afirma a sí mismo, encontrando un espacio abonado para desafiar al mundo de los adultos. Su personalidad se afianza así en un es-pacio donde encuentra motivos para retroalimen-tarse en su desarrollo como persona. Juventud: el mito de la noche. José Luis Abellán

Indíquese la formación del género y del

número en los sustantivos en negrita y comén-tese el valor que los morfemas de género y nú-mero desempeñan en las oraciones en las que se encuentran los sustantivos:

Los medios de comunicación, llevados posi-blemente por ese estúpido ingrediente llamado “morbo”, dan por sentado que no es noticia que un hombre muerda a un perro y sí albergan en las columnas cualquier tipo de ladrido. Parece ser que es ahora cuando los maridos han levantado la ma-no a las mujeres y llevan toda la vida descargando sobre ellas sus iras [...] Y con ser verdad que la anorexia es más que una enfermedad una trage-dia, las modelos se han caracterizado -desde la pasarela existe- por sus siluetas de sílfide, y si no recordemos a la “Tuiggi”, que en los años sesenta parecía la radiografía de un silbido.

Las campañas. S. López Castillo

lndíquese la estructura de los sustanti-vos destacados en negrita; coméntese, asimis-mo, su valor textual:

La celebración del Día Internacional de la Mujer, más allá de la inevitable retórica propia de estas conmemoraciones, debe servir para recor-dar la existencia de una terrible injusticia y para luchar contra ella. [...] Probablemente, la principal revolución social que ha sufrido Occidente en la segunda mitad del siglo XX haya sido la transfor-mación de las condiciones de vida de la mujer, que ha conmocionado desde la vida cotidiana has-ta la realidad política. La mitad de la humanidad. ABC

lndíquese la función sintáctica que desempeña el sustantivo en negrita en las distintas oracio-nes:

Cada época tiene su emoción distintiva y

nuestra emoción dominante es la depresión. En la actualidad hay hasta diez veces más personas deprimidas que hace dos generaciones y el índice sigue aumentando cada día. Las personas su-fren hoy depresión diez años antes que sus pa-dres y, en algunos casos, se presenta en la pri-mera adolescencia. Según las conclusiones del I Encuentro Científico de Expertos de Psiquiatría celebrado hace poco en Montecarlo, la depresión se convertirá en las dos próximas décadas en el segundo problema de la salud mundial, tras las alteraciones cardiovasculares. La era deprimida. Vicente Verdú

Las autoridades están obligadas a tomar

medidas legales que impidan tales barbaridades. Brasil es poseedor de un bien precioso que perte-nece a todos, y tiene, por ello, una doble respon-sabilidad, hacia dentro y hacia fuera, de proteger ese don de la naturaleza. El gigante latinoame-ricano debe proporcionar al resto del mundo la certeza de que vigila atenta y escrupulosamente para que ese codiciado territorio siga siendo la gran reserva de nuestro maltratado planeta. Amazonía de todos. El País.

Pero, en líneas generales, el cáncer es una enfermedad que se adquiere a lo largo de toda una vida. No podemos cambiar el destino que nos tienen reservados los genes ni alterarlos a conveniencia. Pero la ciencia médica tiene fun-dadas sospechas de que la influencia externa sobre estos genes puede provocar un impacto que a la postre resulta determinante para que una célula se torne en algo maligno.

Comer bien para vivir mejor. La Razón 15. Señálense los casos de sustantiva-ción que aparezcan en el texto y coméntese tanto el procedimiento de sustantivación co-mo los motivos de su uso:

No se trata, pues, de un problema menor, y debe combatirse con todas las armas posibles. Las sociales, por supuesto, para evitar los facto-res que contribuyen a desencadenarla; las médi-cas, facilitando el tratamiento adecuado a cada caso con la celeridad necesaria, y, en último tér-mino, si es necesario, las judiciales.

Ley y anorexia. El País. El tema del cigarrillo es a la vez complica-

do y simple. Ésta es la parte complicada: )por qué toleramos una industria que engaña, seduce y hace adictos a consumidores demasiado jóve-nes como para comprar legalmente el producto? Comprendo que la respuesta a esta pregunta sea políticamente difícil, dado el enorme poder de las multinacionales tabaqueras. Pero para compen-sar lo políticamente difícil ahí está la verdad sim-ple: fumar mata. El tabaco es el único producto que cuando se usa como es debido causa la muerte.

Mercaderes de la muerte. L. Rojas Mar-cos

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3. EL ADJETIVO 3.1. Funcionalmente 3.1.1.Núcleo de sintagma adjetival: Pedro es estudioso 3.1.2.Descategorizado, funciona como núcleo de S.N. Pedro es el estudioso 3.1.3. Sin descategorizarse, funciona en el S.N. como adyacente del nombre. Eres un chico estudioso 3.2.Formalmente 3.2.1. Morfemas de género y número: Pequeño, a, os, as. Verde, es. 3.2.1.1. Algunos son invariables: Un chico rubiales. Un triángulo isósceles. 3.2.1.2. Sólo podemos hablar de morfe-mas de género y de número cuando hay oposición. 3.2.2. También puede llevar morfemas prefijo y sufijo: Desagradable. 3.2.3. Admite grados en su significa-ción. La intensidad del adjetivo se puede graduar mediante adv. o loc. adv.: nada, poco, bastante, extremadamente, muy, en sumo grado, en extremo, por demás..., o mediante prefijos o sufijos: resalada, sa-

ladísima... 3.2.3.1. Procesos de formación 3.2.3.1.1 - Morfológico: con prefijos y

sufijos: listísimo, extrafino 3.2.3.1.2 - Fórmula sintáctica: Él es

más listo que yo. 3.2.3.1.3 -Léxico: óptimo 3.2.3.2 Grados 3.2.3.2.1 Positivo: no compara ni

cuantifica la cualidad: Juan es alto. 3.2.3.2.2 Comparativo: Igualdad: Juan es tan alto como tú. Superioridad: Juan es más alto que tú. Inferioridad: Juan es menos alto que tú. 3.2.3.2.3 Superlativo: cualidad en su más alto grado. Absoluto:-Muy + adj.: Pedro es muy alto.

-Adj.+ ísimo: Pedro es altísimo. -Adj.+ érrimo: paupérrimo, libérrimo,

pulquérrimo, misérrimo, celebérrimo, inte-gérrimo…

-Prefijo + adj: super, archi, extra… -Relativo: potencia la cualidad al máxi-

mo dentro de un grupo. Pedro es el más alto de la clase.

bueno mejor más bueno óptimo buenísimo muy bueno

malo peor más malo pésimo malísimo muy malo

grande mayor más grande máximo grandísimo muy grande

pequeño menor más pequeño mínimo pequeñísimo muy pequeño

bajo inferior más bajo ínfimo bajísimo Muy bajo

Positivo Comparativo Superlativo

alto superior más alto supremo altísimo muy alto

Formación del comparativo y superlativo en los adjetivos bueno, malo, grande, pequeño, alto y bajo

3.3 Semánticamente los adjetivos indi-can cualidad; son un "sema" que se añade al sustantivo.

3.3.1. Referenciales o de relación: no se pueden someter a gradación. Equivalen a de + sustantivo.

Cerebral--del cerebro. Español----de Es-paña. Eléctrico----de electricidad. Vacuno----de vacas

Si se someten a gradación, cambian su significado. Ej. Pedro es más español que Juan.

3.3.2. Adjetivos calificativos especifi-cativos y explicativos:

3.3.2.1 Especificativos: seleccionan un nombre del grupo al que pertenecen. Necesarios para la interpretación de la oración: Préstame tus zapatos verdes. Los alumnos estudiosos aprobaron. Suelen ir detrás del sustantivo. 3.3.2.2 Explicativos o epítetos: no selec-cionan; presentan una cualidad del sustantivo, cuya omisión no afecta a la comprensión de la oración: Las altas torres se veían lejos. Los estudiosos alumnos aprobaron. Pueden ir de-trás o delante del nombre. El adjetivo que va entre comas es siempre expli-cativo: Los niños, cansados, dejaron de estu-diar.

En las formas en negrita: el procedimiento es léxico ( lexema diferente al del adjetivo en grado positi-vo). La terminación -or del comparativo procede del morfema latino ior, ius de formación del comparati-vo.

3.2.4. Apócope del adjetivo. Supresión de uno o más sonidos de la palabra cuando va delante del sustantivo. Ej. Hombre bueno/buen hombre; estudiante malo/mal estudiante; éxito grande/gran éxito

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Extráiganse los adjetivos calificati-vos e indíquese si poseen el valor especifi-cativo o explicativo y la relación que exis-te entre estos valores y el texto:

En el New York Times aparece una fo-to más bien inquietante de Charlton Heston esgrimiendo un fusil en actitud de declara-ción de guerra, y luciendo a su vez un noto-rio peluquín, lo cual desmerece en cierto mo-do de su pose de heroísmo, sobre todo para quienes le veíamos de niños en Ben Hur o en Los diez mandamientos. La foto está tomada en la convención de ese aterrador organismo norteamericano que se llama la Asociación Nacional del Rifle, de la que Heston es presi-dente, e ilustra el momento en que nuestro héroe infantil desafía a Al Gore y todos los partidarios de limitar el acceso a las armas de fuego a quitarle la suya: "Sólo me la po-drás arrancar de mis manos muertas y frías", dice el periódico que declaró Heston, agitan-do el fusil delante de la muchedumbre de sus entusiastas, y uno se pregunta si con tanta emoción se le movería algo el peluquín, o si despojarle de él sería tan difícil como desar-marle.

A mano armada. A. Muñoz Molina. Explíquese el grado en que se en-

cuentran los adjetivos en negrita, cómo se han formado y qué aporta el grado a los sustantivos complementados. Coméntese, asimismo, el valor que estos grados apor-tan al texto:

Un amigo me comenta, algo inquieto, que su hijo quiere dedicarse a la creación pu-blicística. Lo comprendo: al hijo. La publici-

dad es un género fascinante. Auténtico realismo mágico. Un sobremundo extraor-dinario para vender cosas más o menos ordinarias. Vampiriza todas las expresio-nes, utiliza todos los iconos. Nos vende un coche con la canción más ligera y entraña-ble de John Lennon, aquella en la que decía que sólo creía en John. La voz dura, margi-nal y melancólica de Tom Waits se arrastra en la pantalla y la seguimos con la esperan-za de que al menos sea un anuncio de orujo gallego. Pero nada. Otro parto automovilís-tico.

Cámara solitaria contra Gran Spot. Manuel Rivas.

Indíquese las funciones sintácticas que desempeñan los adjetivos subrayados en el texto: Hace unos meses en una casa de Chicago,

alguien salió de las sombras de la noche y comenzó a disparar salvajemente a un gru-po de adolescentes que estaban tan tran-quilos jugando en un patio. Cuando el tiro-teo cesó, una niña de catorce años yacía muerta en el suelo. El asesinato conmocio-nó profundamente a la sociedad norteame-ricana. Lo grave de este caso no fue tanto la tierna edad de la víctima como la edad incluso menor del homicida, Robert Sandi-fer, que apenas tenía once años. Cuando tenía tres años, Robert fue abandonado por su madre soltera de dieciocho. Las autori-dades que lo recogieron observaron múlti-ples cicatrices de quemaduras de cigarri-llos. Las semillas de la violencia. L. Rojas

Marcos.

Extraño suceso

Ojos almendrados

Cantidades astronómicas

Piel curtid

a

Escasa actividad

Vastos

territorios

Oscuros deseos

Soluciones adecuadas

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4. DETERMINANTES Y PRONOMBRES Valores: Deixis: (poseen valor deíctico los elementos que sitúan y señalan en relación a las perso-nas que intervienen en el discurso). Persona-les: Tú eres tonto (receptor). Demostrativos y posesivos: Ése es mío (ése= el que está cer-ca del receptor; mío= del emisor. Los adver-bios aquí, ahí, allí. Anáfora ( poseen valor anafórico los elemen-tos que hacen referencia a otros que han aparecido anteriormente en el discurso): Ten-go hermanos, pero ellos no me molestan. Catáfora ( poseen valor catafórico los ele-mentos que hacen referencia a otros que aparecerán posteriormente en el discurso): Aunque la avisé con tiempo, María no pu-do quedarse a cenar Cuantificación (poseen valor cuantificador los numerales y algunos indefinidos). 4.1. ARTÍCULO: es un mero presentador del

sustantivo 4.1.1- Es siempre determinante. 4.1.2- Es un morfema que tienen morfe-

mas de género (masc., fem. y neutro) y nú-mero (singular, plural).

4.1.3 La forma neutra - lo - sólo se com-bina con adjetivos y no posee plural.

4.1.4 Formas: El - la - lo - los - las. 4.1.5 Valores:

4.1.5.1 -Generalizador: El hombre es mortal.

4.1.5.2 - Individualizador: El hombre estaba fumando. Para que tenga este valor el sustantivo tiene que haber sido presentado previamente, por lo que también adquiere valor anafórico.

Había un hombre en el bar. El hombre estaba fumando.

4.1.5.3 - Sustantivador.: Compré el barato. 4.1.6 Las formas un, una, unos, unas, con-sideradas por la gramática tradicional como artículos indeterminados, se identifican más con los determinantes indefinidos que con el artículo: Un niño, algún niño, cierto niño. Una niña vino / Una vino. Pero no: La ni-ña vino / * la vino. Estas formas también pueden funcionar como numerales Me comí un rosquete. Son meros presentadores del sustantivo cuando no cuantifican y cuando han perdido su va-lor de indefinido. Un deportista no debe co-meter excesos. Un=el.

4.2 PRONOMBRES PERSONALES 4.2.1 Sólo funcionan como pronombres (lexemas ocasionales o morfemas) y hacen referencia a las personas gramaticales ( 1ª,2ª y 3ª del singular y del plural), aunque la 3ª persona es la no persona, puede referir-se a cualquier cosa (animal, objeto, concepto, persona). La primera persona es el término marcado, pues siempre hace referencia a un yo, mientras que la 2ª persona es el término no marcado, ya que además de hacer refe-rencia a un tú, puede utilizarse en sentido impersonal: Trabajas y no te lo reconocen. 4.2.2 Algunas formas son invariables y otras presentan morfemas de género y número o de número. 4.2.3 Leísmo, laísmo, loísmo: Leísmo: es el uso de le, les (CI) como CD. Laísmo: es el uso de la, las (CD) como CI. Loísmo: es el uso de lo, los (CD) como CI.

4.2.4 Formas

Formas tónicas F. átonas Nota: Las formas de respeto de 2ª per-sona se utilizan con verbo en 3ª persona. "Ello" es una forma neutra que se refiere a frases u oraciones. Formas enclíticas: dámelo. Formas proclíti-cas: me lo dio. 4.3. DEMOSTRATIVOS 4.3.1 Pueden ser determinantes (morfemas) o pronombres (lexemas ocasionales). 4.3.2 Las formas neutras siempre son pro-nombres. 4.2.3 Morfemas de género (masc., fem., y neutro) y de n1 (sing., plur). Género neutro: sólo los pronombres. 4.2.4 Tienen valor deíctico, anafórico y cata-fórico Deícticos: Éste------ cerca de mí. Ése ------ cerca de ti. Aquél ----cerca de él. Anafóricos: Él no lo sabe; eso es seguro. Catafóricos: Tráeme esas cosas: la cha-queta y el bolso.

Sujeto C. Pred C.D., C.I.

1ª yo mi, conmi-go

Me, nos, os, te

nosotros 2ª Tú, vd. ti, con-

tigo

Vosotros, ustedes

3ª Él, ella, ello Lo, la Le, se Ellos, ellas Los, las Les, se

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4.2.5 Formas

Tilde: los determinantes no la llevan y los pro-nombres sí en caso de confusión, excepto las formas neutras. 4.4 POSESIVOS 4.4.1 Los posesivos pueden ser pronombres o

determinantes: Esta maleta es mía; la tuya está allí. 4.4.2 Todos los posesivos neutros son pro-

nombres: lo mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro. 4.4.3 Los posesivos indican semánticamente

pertenencia. 4.4.4 Presentan variedad de persona gramati-

cal, de género (masc., fem. o neutro) y de nú-mero (sing., plur.). 4.4.5 Valores: precisan la significación del

nombre indicando la posesión. 4.4.5.1 Deíctico: Nuestra casa (de noso-

tros, 1ª pers. del plural) 4.4.5.2 Anafórico: Pedro no encuentra

su maleta. 4.4.5.1 Catafórico: Su hermana ya lle-

gó, pero Pedro se retrasará un par de horas.

4.4.6 Cuando van antepuestos se apoco-pan.: El coche mío / Mi coche.

4.6.7 Formas

4. 5 INDEFINIDOS 4.5.1 Aportan una significación vaga e impre-

cisa. 4.5.2 Pueden funcionar como pronombres y

como determinantes. 4.5.3 Algunos presentan variación de género

y de número. 4.5.4 Formas:

Nota: más, menos, poco, mucho, bastante, demasiado, algo y nada también pueden fun-cionar como adverbios: Saltó poco. Te quie-ro mucho. Estás más alto. Está menos limpio que ayer. 4.6 RELATIVOS Características 4.6.1 Hacen siempre referencia a un nombre

que se ha expresado anteriormente y que es su antecedente, aunque a veces puede estar ausente. 4.6.2 Algunos son invariables y otros presen-

tan variación de n1 o de género y número. 4.6.3 Su significado es anafórico. EJ. El libro que perdí no era mío. El que perdí no era mío. 4.6.4 Formas

Nota: Cuyo, os, a, as tiene valor posesivo: Ése es Ro-berto, cuyos padres han sufrido un accidente. (=sus padres)

* Sólo funcionan como pronombres.

Sing. Masc. éste ese aquél

Sing. Fem. ésta esa aquélla

Sing. neutro esto eso aquello

Plural Masc. éstos esos aqué-llos

Plural Fem. éstas esas aqué-llas

Plural neutro — — —

Con géne-ro y nº

Sin varia-ción de género

Sin varia-ción de nº

Invariables

Un Mismo, Diverso Algún Ningún Cierto Mucho Otro Poco Todo Tanto Demasiado 0, a, os, as

Igual, es Cualquier, ra Cualesquie-ra Bastante,es

Varios, as Cada Más Menos Demás Alguien* Nadie* Algo* Nada*

Pronombres Determinantes

que

Cuyo, a, os, as

El, la, los, las cual, es

Quien, es Cuanto, a, os, as

an-te

pos an-te

pos an-te

pos

Un po-seedor

M., f., sg

mi mío tu tuyo su

su-yo

mía tuya su-ya

m., f., pl.

mis mí-os

tus tu-yos

sus

su-yos

mí-as

tu-yas

su-yas

Más de un po-seedor

m., f., sg.

nuestro vuestro su

suyo

nuestra vuestra suya

m., f., pl

nuestros vuestros sus

su-yos

nuestras vuestras su-yas

1ª persona

2ª persona

3ª persona

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4.8.NUMERALES 4.8.1 Hacen una precisión numérica de los

objetos. 4.8.2 Pueden ser pronombres o determinan-

tes. 4.8.3 Algunos tienen variedad de género y de

número. 4.8.4 Formas: - Cardinales: uno, dos, tres... - Ordinales: primero, segundo, tercero. - Ambos, as = los dos - Sendos = uno cada uno - Partitivos:

- Formas partitivas medio + sust.

tercio. - Ordinales como partitivos: un cuarto,

un quinto ... -A partir de diez se emplean los cardina-

les + sufijo avo: catorceavo - Multiplicativos:

-acabados en -ple, -ble (doble, triple, quíntuple...)

Notas: 1. Son sustantivos los nombres de los

números: El tres. 2. Docena, treintena... pueden ser

considerados como sustantivos colectivos o como numerales colectivos.

4.7 INTERROGATIVOS Y EXCLAMATI-VOS 4.7.1 Los interrogativos preguntan para precisar algún dato sobre el nombre. Pue-den aparecer en oraciones interrogativas directas e indirectas. ¿Quién llegó? No sé quién llegó. 4.7.2 Los exclamativos ponderan o expre-

san cantidad o intensidad 4.7.3 Pueden ser pronombres o determi-nantes. ¡Quién fuera joven ahora! ¿Quién llegó? ¿Qué haces? ¿Qué co-mida haces? ¡Cuántas cometas! 4.7.4 Pueden presentar morfemas de gé-

nero y número 4.7.5 Formas:

interrogativos exclamativos

qué qué

cuál, -es

quién, -es quién, -es

cuánto, -a, -o, -as, -os

cuánto, -a, -o, -as, -os

Extraer los artículos, indicar su clase, su fun-ción y explicar su valor textual: La última víctima de uno de estos perros ha sido

un niño de cuatro años en la localidad mallorquina de Inca. Hace algunos meses, una mujer de 53 años fue destrozada en plena calle de un barrio de Las Palmas de Gran Canaria por un perro mezcla de pit-bul y de stradford, adiestrado para el ataque. Al parecer el pe-rro que acabó con la vida del niño mallorquín mientras jugaba en un pinar cercano a su domicilio es un dogo argentino, una especie utilizada habitualmente para la caza. Perros de ataque. El País. Extraer los artículos, indicar su género y nú-mero y comentar si sus morfemas es extienden a otros elementos del texto: En nuestra opinión, el fenómeno tiene más de

despreciable que de admirable, aunque, mientras no afecte a la integridad de los espectadores, y especial-mente a los más indefensos, los niños, cada cual es libre de ver lo que quiera. Celtiberia Show. La Razón. Extraer los demostrativos (indicando si son de-terminantes o pronombres, señalar de qué tipo son, su función sintáctica y su valor textual: Hay decenas, cientos de casos como éstos que, de

norte a sur, han tenido eco en los medios de comunica-ción en los últimos años. Y todos tienen un común de-nominador: la explosiva mezcla de miseria y racismo. Éste nunca se dirige hacia comunidades de extranjeros pudientes económicamente. Las actitudes intolerantes, como las que hemos descrito, apuntan siempre a colec-tivos de desheredados, aquellos grupos que habitan zonas marginales de las ciudades y que [...] El racismo, ese fantasma que nos ronda. El Mundo. Extraer los posesivos (indicando si son deter-minantes o pronombres, señalar sus variedades, función y valor textual: Es preciso hacer, en todo caso, una referencia

de fondo. La Constitución, en su artículo 10, defiende explícitamente "la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos y de los demás”. Se puede exponer, aun con su consenti-miento, a una persona a la indignidad? )Se puede expe-rimentar sobre el libre desarrollo de su personalidad, aunque el sujeto pasivo lo acepte? Llevados a un caso extremo, estamos ante el antiguo circo de mujeres bar-budas y criaturas deformes para regocijo de los espec-tadores. Consolémonos: algunas sociedades gozan con ejecuciones en directo. La nuestra sólo ha reinventado la ficción contada en El planeta de los simios. Celtiberia Show. La Razón

Prácticas

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Extraer los indefinidos (indicando si son pronombres o determinantes), indicar sus variedades, función y valor textual: Si hay algo que comentar en este mundo del

deporte, ahora que casi ha acabado el verano, es el escándalo de los contratos millonarios que se han suscrito entre algunos clubes y algunos futbolistas, seguido o precedido -no sé qué resulta más escandaloso- por los con-tratos también millonarios que se han firma-do entre los clubes y algunas cadenas priva-das de televisión. Este segundo asunto in-cumbe, al cincuenta por ciento, a la televisión y al concepto que se tenga de sus posibles funciones -no sólo de sus necesarios benefi-cios- pero, como desarrollarlo nos llevaría muy lejos, lo dejaremos para otra ocasión. Sea dicho, sin embargo, que una programa-ción basada en el deporte que, por muchas causas, es culto nacional, por mucho que se valore el deporte, no resulta satisfactoria y, en último término, no favorece a nadie. Los contratos millonarios. Soledad Puérto-

las. Extraer los numerales (indicando si son pronombres o determinantes), señalar sus variedades, función y valor textual: Hay dos aspectos en las sectas destructivas

que cabe resaltar por su envergadura y su enorme peligrosidad. El primero es la cada vez mayor infiltración de las sectas destructi-vas en los distintos poderes y esferas sociales, especialmente el político. El segundo se refie-re a los niños que nacen dentro de las sectas destructivas, o que son criados dentro de su ámbito. El drama de los niños sectarios. Eloy Ro-

dríguez Valdés. Extraer los determinantes demostrati-vos, posesivos, indefinidos y numerales, indicar sus variedades y comentar su valor textual: Los sucesos de El Ejido tienen sus claves es-

pecíficas, derivadas de las singularidades de una población con enormes desigualdades y muchas frustraciones acumuladas. Pero invi-tan a algunas conclusiones de carácter gene-ral, habida cuenta de que la inmigración la-boral es uno de los fenómenos que van a pro-tagonizar nuestra vida en los próximos años. La primera conclusión es que España, que tanta emigración y exilio ha producido, no pa-rece culturalmente preparada para recibir a los que tratan de huir de la miseria de sus países. La segunda, que no funcionan los mecanismos de desarrollo estructural necesa-

rios para facilitar la acogida y la integración de estos ciudadanos. Xenofobia y ambigüedad. El País. Extraer los relativos, señalar sus carac-terísticas, función y valor textual: El juez Ignacio Sancho Gargallo, haciendo

gala de una encomiable sensibilidad social, ha afrontado el problema con las armas que la ley le concede. Desde hace un tiempo, y a petición normalmente de las familias, ordena el internamiento de las muchachas cuya vida se encuentra en peligro precisamente porque no son conscientes del daño que se hacen a sí mismas. Ley y anorexia. El País. Extraer los pronombres personales, describirlos, indicar cuáles son sus refe-rentes, función y valor textual: ¿Y la desaprobación? Sin dudar te aseguro

que me parece lo más lícitamente democráti-co del mundo. Tolerar al otro, bueno; peor, darle la razón como a los locos, eso ni hablar. Nada más vigorosa y estimulantemente humano que discutir las opiniones del veci-no, criticarlas, incluso tomarlas a cachondeo si se tercia. En cuanto leas estas líneas pe-cadoras, seguro que dices: 'Pero, )no hemos quedado en que hay que respetar las opinio-nes y creencias ajenas? Pues mire usted que no. Política de amadores. Fernando Savater Extraer todos los casos de elípsis, indi-car qué elementos son los omitidos y co-mentar el valor textual de este procedi-miento: Francia y otros países europeos están viendo

cómo la violencia juvenil ya no es sólo margi-nal; ha entrado con toda su brutalidad en las escuelas y se ha establecido en las aulas, convirtiéndolas en seminario y escenario de sus vandálicas expresiones. España aún no sufre este problema con la intensidad de nuestro país vecino, pero la experiencia fran-cesa debe servirnos para no infravalorar los primeros brotes de violencia verbal, incluso física, que muchas veces se dirigen contra los profesores. En este contexto de prevención y cautela hemos de atender a la progresiva in-tegración de población inmigrante, que mere-ce un especial cuidado para que no se con-vierta en factor de rechazo primero, y de vio-lencia después. Parece evidente que el pro-blema de la violencia escolar, manifestación del fenómeno más amplio de la violencia ju-venil, incluso de la doméstica, no se resuelve sólo con medidas policiales. Policía en las aulas. ABC.

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5. EL VERBO

5.1 Funcionalmente: núcleo del predica-do verbal.

5.2 Semánticamente expresa: -Procesos: Pedro duerme. -Acciones que se hacen o se pa-decen: Juan vendió el coche / el coche fue vendido por Juan. -Estados: María está ele-gante.

5.3 Formalmente puede llevar morfemas derivativos, vocal temática y también los morfe-mas verbales de persona, número, tiempo, modo y aspecto, que aparecen amalgamados. La voz no es un morfema, ya que se expresa mediante estructuras sintácticas: Pedro fue castigado. (Ser + participio) 5.3.1 PERSONA:1ª persona: término marca-

do (yo). 2ª persona: término no marcado (se pue-de utilizar en sentido impersonal: Estudias y no te lo reconocen.). 3ª persona: la no perso-na. Puede llevar cualquier sujeto: El coche co-rre.

5.3.2 NÚMERO: Singular / plural. 5.3.3 TIEMPO: Presente (simultáneo) / pasa-

do (anterior) / futuro (posterior). 5.3.4 MODO: Indicativo: hechos reales. Sub-juntivo: hechos pensados o posibles. Imperativo: mandato. Sólo aparece, como morfema, en la 20 persona del sing. y del pl. en forma afirmativa. Las otras formas de mandato se expresan en subjuntivo: No comáis. Coman ustedes. 5.3.5.ASPECTO: Perfectivo: lo tienen los tiempos compuestos y el pretérito indefinido. Expresa acción perfecta y acabada. Imperfecti-vo: Lo tienen los tiempos simples. Expresa ac-ción vista en su transcurrir. 5.4 FORMAS PERIFRÁSTICAS: Verbo auxiliar haber + participio (tiempos compues-tos). Verbo auxiliar ser + participio (voz pasi-va). Otros verbos auxiliares + infinitivo, parti-cipio o gerundio (perífrasis verbales). En los tres casos, los morfemas verbales los aporta el verbo auxiliar, que un morfema independiente pues el significado que aporta es gramatical y no léxico. El verbo que aporta el significado léxico es el que aparece en forma no personal. 5.5 FORMAS NO PERSONALES

Las formas del verbo que carecen de varia-ción de persona son: el infinitivo, el participio y el gerundio.

5.5.1El infinitivo. -Como sustantivo puede cumplir todas las

funciones propias de un sintagma nominal: Fu-mar perjudica.

Quiero comer.

-Como verbo puede llevar complementos pro-pios y funcionar como el núcleo del predicado en una proposición subordinada o en oraciones exclamativas e interrogativas. También puede formar parte de perífrasis: Quiero visitar a mis amigos esta tarde. (A dormir! )Tener miedo yo? El público rompió a aplaudir.

5.5.2 El participio. -Como adjetivo: Me gustan las papas fri-

tas. -Como verbo puede llevar complementos pro-

pios y formar con sus complementos una propo-sición subordinada. También puede formar par-te de perífrasis: Los coches reparados por el mecánico están en la exposición. Ya tengo hechos todos los ejercicios. Cuando tiene su-jeto expreso va en cláusula absoluta y adquiere valores adverbiales: Finalizada la conferencia, nos fuimos a cenar.

5.5.3 El gerundio. -Como adverbio con función de C.C.: No sal-

gáis del aula corriendo. -Con complementos propios como verbo de

una subordinada, en cláusula absoluta y en perífrasis.: Asegurándolo él, lo creo. (= porque). Durmiendo la siesta, no abro a nadie. (=cuando). Niños comiendo uvas. (Título). Can-tando así, no ganarás el premio. (=si). María anda contando mentiras. 5.6 Principales perífrasis 5.6.1 Modales 5.6.1.1 De obligación: Tener que, Haber que,

Haber de, Deber + INFINITIVO: Tenéis que co-mer. He de salir. Hay que lavar. Debes traer-lo 5.6.1.2 De probabilidad o posibilidad: Deber

de, Venir a, Haber de, Poder + INFINITIVO: De-ben de ser las seis. Vino a costar un duro. Ha de estar agotado. Ya puede pasar a la sala

5.6.2 Aspectuales 5.6.2.1 Ingresivas: acción a punto de empe-

zar o en sus inicios: Ir a, Estar a, Pasar a , Echar a, Ponerse a + INFINITIVO: Voy a estudiar un rato. Está a punto de salir. Paso a expli-cártelo. Se echó a reír. Me puse a trabajar.

5.6.2.2 Terminativas: Tener, Llevar, Dejar, Quedar + PARTICIPIO: Tengo revisados tres temas. Llevo pintadas 2 puertas. Dejó prepa-rada la cena. La casa quedó recogida

5.6.2.3 Durativas: acción considerada en su desarrollo: Estar, Andar, Seguir, Continuar, Ir, Venir, Llevar + GERUNDIO: Ahora está leyen-do. Anda metiéndose en todo. Sigue llovien-do. Continúa lloviendo. Va comprendiéndolo. Viene contándolo desde hace años. Lleva ne-vando desde ayer.

5.6.2.4 Reiterativas: Volver a, Insistir en, So-ler + INFINITIVO: Volvió a decírmelo. Insistió en regresar. Suele llegar a las tres.

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1. Extraer de una parte del texto determinadas formas verbales personales, definirlas y descomponer sus par-tes. Lo he reconocido ya: culturalmente, soy cristiano.

Habré rezado dos mil rosarios y no sé cuántas veces habré comulgado. Eso ha marcado mi vida. Comprendo la emoción religiosa y hay ciertas sensaciones de mi in-fancia que me gustaría volver a tener: la liturgia en ma-yo, las acacias floridas, la imagen de la Virgen rodeada de luces. Son experiencias inolvidables, profundas. De este modo tan elocuente y rotundo responde Buñuel a Tomás Pérez Torrent y José de la Colina cuando le in-quieren por la naturaleza de su obsesión hacia la figura de Cristo.(...) "Mi imaginación está siempre presente y me sostendrá

en su inocencia inatacable hasta el fin de mis días. Horror a comprender. Felicidad de recibir lo inespera-do", declarará en otra ocasión Buñuel, tratando de ex-presar el meollo de su poética. La religión de Buñuel. Juan M. de Prada 2.Identificar las formas verbales no personales y jus-

tificar su uso. No se trata, pues, de un problema menor, y debe

combatirse con todas las armas posibles. Las sociales, por supuesto, para evitar los factores que contribuyen a desencadenarla; las médicas, facilitando el tratamiento adecuado a cada caso con la celeridad necesaria, y, en último término, si es necesario, las judiciales. Ley y anorexia. El País 3.Comentario sobre la persona gramatical predomi-

nante de los verbos de determinado fragmento. Ejemplo: La religión de Buñuel. Juan M. de Prada. 4.Comentario sobre el tiempo predominante de las

formas verbales de una parte del texto. Ejemplo: La religión de Buñuel. Juan M. de Prada. 5.Comentario sobre el modo predominante de las for-

mas verbales de un fragmento del texto. Ejemplo: La religión de Buñuel. Juan M. de Prada.

6. Extraer las perífrasis verbales de una parte del texto, explicar su valor y justificar su uso. Parece indudable que las conductas agresivas y,

en general, la violencia, ganan terreno en las relacio-nes sociales. Así parecen mostrarlo los reiterados ca-sos de sangrienta violencia en las escuelas de Estados Unidos, en donde se ha llegado a pedir armas para el profesorado, o los que han obligado a tomar reciente-mente medidas preventivas en Francia. Por fortuna nuestra situación no es comparable, pero

tampoco estamos en la balsa de aceite que pretenden las autoridades educativas; además hay que contar con que se calla mucho de lo que está pasando en al-gunas aulas. La violencia, de frecuencia y grado va-riables, ejercida sobre los alumnos por sus compañe-ros, generalmente mayores, se calla por puro miedo. La que el alumnado ejerce sobre el profesorado, cre-ciente y que va desde el insulto hasta la agresión físi-ca, suele también taparse porque es sentida como un fracaso profesional o como una mancha para el cen-tro. Por último, en algunos centros la situación llega a ser tan insoportable y descontrolada que ya ha origi-nado alguna agresión menor de docentes que se sien-ten acosados. No es justificable, pero sí comprensible. Pero sería improcedente tachar este aumento de la violencia en algunas escuelas de violencia escolar, con-fundiendo el todo con la parte. Una red escolar pública de calidad debiera ser hoy

una clara prioridad política dotada de recursos sufi-cientes. Todos los políticos así lo dicen, ahora que hay elecciones. Pero una escuela en la que la inseguri-dad y la violencia obligan a poner detectores de ar-mas, vigilantes o patrullas de policía, es un proyecto a la defensiva en el que lo educativo simplemente ha fracasado. Se puede aumentar la seguridad sin duda, pero es inaplazable construir, a largo plazo, lo que podría llamarse una escuela sostenible. Violencia y educación sostenible. Fabricio Caivano

Ejercicios prácticos

Tendríamos que estudiar

Seremos elegidos

Se alquila

Se hizo añicos

anduvieron

Vamos a saltar Reflejara

Hayan escuchado

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EL ADVERBIO 1. Morfológicamente (punto de vista for-mal) 1.1. Carece de morfemas flexivos de género y número 1.2. Puede llevar morfemas derivativos: rápida-mente. 1.3. Admite cuantificación 1.3.1 Recurso morfológico: cerquísima, cerqui-ta... 1.3.2 Recurso sintáctico: muy cerca, más lejos... 1.4 Clasificación según su composición morfo-lógica (es decir, según los morfemas y lexe-mas)

Simples: compuestos por un solo lexema. Ej: hoy, mañana, tarde, ahora, ahí. Compuestos: un adjetivo más el morfema -mente. Por ejemplo: buenamente, rápida-mente, felizmente.

Locuciones adverbiales: están compuestas por varias palabras que poseen un significado distinto a la suma del significado de las pala-bras aisladas. Ej: a lo loco, a ciegas, a pies junti-llas, en un abrir y cerrar de ojos, de todos mo-dos, sin duda, a oscuras, de repente, a veces.... 2. Sintácticamente (punto de vista funcio-nal) 2.1 Como núcleo de S. Adv. complementa al verbo: Pedro vive lejos. 2.2 Como modificador de otro adverbio: Pedro vive muy lejos. 2.3 Como modificador de un adjetivo: Pedro es muy alto 2.4 Como nexo: con doble función 2.4.1 Nexo 2.4.2 Con la función propia del adverbio en re-lación al verbo de la subordinada. 2.5 Complementos oracionales:

2.5.1 Modifican a toda la oración 2.5.2 Movilidad e independencia (con fre-

cuencia están asociados a la coma) Efectivamente, las clases empezarán el lunes.

Las clases empezarán, efectivamente, el lu-nes.

Las clases empezarán el lunes, efectivamen-te.

No, jamás he estado en tu casa. Sin duda, el que compraste era el más econó-

mico. 3. Semánticamente

3.1 Lugar 3.6 Negación 3.2 Tiempo 3.7 Duda 3.3 Modo 3.8 Aproximación 3.4 Cantidad Etc. 3.5 Afirmación

4. Clasificación

4.1 Adverbios predicativos 4.1.1 de base léxica adjetiva

4.1.1.1 Adjetivo inmovilizado: Habla fuerte.

4.1.1.2 Adjetivo+mente: Habla fuerte-mente.

4.1.2 Adverbios preposicionales: debajo, encima, adentro... 4.2 Adverbios modalizadores (modalidad ora-

cional) 4.2.1 Afirmación 4.2.2 Negación 4.2.3 Duda

4.3 Pronominales 4.3.1 Deícticos (o demostrativos): aquí, ahí,

allí, allá; ayer, hoy, mañana; ahora, enton-ces...

4.3.2 Cuantificadores (relacionados con los indefinidos): muy, mucho, bastante...

4.3.3 Relativos: donde, cuando, como, cuanto

4.3.4 Interrogativos y exclamativos: dón-de, cuándo, cómo, cuánto 3. Otra clasificación semántica

3.1. Situacionales: Tienen significación de-íctica y sitúan la acción respecto al tiempo y lugar dentro del discurso.

3.1.1 Lugar: aquí, acá, ahí, allí, encima, debajo, cerca, lejos, enfrente, alrededor.. 3.1.2 Tiempo: ahora, hoy, ayer, mañana, pasado mañana, pronto, tarde, anoche, antes, después, últimamente, próximamen-te

3.2 Conceptuales: Tienen una significación permanente, independiente del discurso.

3.2.1 Cantidad: muy (mucho), más, poco, bastante, demasiado, nada... (Se confun-den fácilmente con los indefinidos) 2.2.2 Modo: bien, mal, despacio, aprisa, apenas, aposta, así, libremente, cortés-mente, a hurtadillas...

3.3 Oracionales : Su significado afecta a toda la oración.

3.3.1 Afirmación: sí, claro, ciertamente, en efecto, efectivamente, 3.3.2 Negación: no, nunca, jamás, tampo-co 3.3.3 Duda: quizá, tal vez, acaso, posible-mente, a lo mejor, seguramente...

3.4. Los adverbios relativos. Hay un número determinado de adverbios

(donde, como, cuando) que están emparen-tados con los pronombres relativos. Sirven de nexo de proposiciones adjetivas. Tienen un antecedente, con el que están relaciona-dos, al que sustituyen en la oración. Ej: Desde mi ventana se ve el jardín donde jue-gan los niños. (CCL)

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Son siempre complementos circuns-tanciales de lugar, tiempo y modo.

3 . 2 .Adverb io s i n te r roga t i vo -exclamativos: Introducen oraciones interrogativas o exclamativas: cómo, cuándo, dónde.

PREPOSICIONES

Morfológicamente -Morfemas independientes relacionan-

tes. Semánticamente: - Algunas aportan algún valor, por ej: desde (procedencia), bajo (lugar) - Otras son meros índices de función: Vi a Juan. - Otras relacionan elementos. Voy a es-

cribir un cuento. Sintácticamente: su única función es

subordinar, indicar que un elemento de-pende de otro. Prep: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de,

Prácticas 1. Identificar, definir y clasificar los adver-bios de determinado fragmento del texto. Justifícar su uso, y, en su caso, el predomi-nio de un tipo (tiempo, modo, lugar, etc.). Europa, dejada a sí misma, nunca ha sido ca-

paz de encontrar una fórmula para la conviven-cia pacífica entre sus múltiples pueblos y na-ciones. Desde sus orígenes, allá por el año 1000, Europa no ha conocido ningún siglo libre de guerras. En los lejanos tiempos de la cris-tiandad, la guerra era una actividad estacional: con las nevadas, se imponían las paces de Dios, treguas sagradas para recuperar fuerzas y comenzar de nuevo en primavera. Luego, con los monarcas absolutos, la guerra fue el ingre-diente central de sus estrategias de domina-ción: los Estados vivían de y para la guerra, con ejércitos mercenarios movilizados de forma permanente, con la secuela de caudillaje, viola-ciones y saqueos que se pueden suponer. Más tarde llegó la nación en armas, con masivos ejércitos de ciudadanos dispuestos a morir y matar por la patria. Feudalismo, absolutismo, nacionalismo: aunque nos pese, Europa ha si-do la gran partera de la guerra. Ley de hierro. Santos Juliá 2. Señalar y comentar la función que cum-plen los adverbios subrayados en el texto. Las ONG son hoy la plasmación concreta de esa caridad abstracta, inmediata, efectiva, ne-

cesaria.(... A sus miembros no los mueve únicamente el remordimiento de la riqueza, sino sentimientos de responsabilidad y soli-daridad, directos, personales y admirables. Y, pese a ello, las organizaciones no guber-

namentales no pueden ser totalmente inde-pendientes porque en gran parte su finan-ciación la aseguran los Estados; porque no pocos de sus grandes operadores han sido funcionarios de la Administración o se hallan muy vinculados a ella; (... ) Pero el Estado debe estar ahí, detrás de las ONG, y puede ser más habilidoso de lo que normal-mente se le reconoce en subrogar su inter-vención, como vemos hoy en el crimen de civilización que acaece en Ruanda. Eficaces y solidarias. El País 3. Hay en el texto (o en alguna parte) de-terminados grupos de palabras que for-man locuciones adverbiales. Extraerlas e indicar cuál es su función. En esta encrucijada actual -vivir más, aun-

que quizá a un precio- es donde tiene más peso la elección personal. En efecto, si nos decantamos por una vida sana, y una ali-mentación variada y rica, no sólo estaremos practicando un buen deporte en sentido fi-siológico, sino que, al mismo tiempo, añadi-remos vida a los años que nos quedan, más que años a la vida en sí. Y el esfuerzo, sin duda, merecerá la pena. Comer bien para vivir mejor. La Razón

desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras. Durante, mediante: aunque de origen diferente

(antiguos participios), también son preposiciones. Nos han pagado mediante un talón = con un talón Durante la clase me enteré de muchas cosas = en

la clase Locuciones preposicionales: junto a, acerca de, gracias a, en torno a respecto de, en virtud de... Detrás de la puerta, encima de la puerta, delante de la puerta, detrás de la puerta... no son locucio-nes, en realidad son adverbios que admiten un complemento. Se comprueba porque pueden fun-cionar autónomamente.

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VALORES DE LAS CATEGORÍAS GRAMATI-CALES

Cuando un hablante decide transmitir un mensaje, elige entre los elementos que el código le suministra para hacer efectiva la comunicación; este concepto de elección es lo que constituye el valor estilístico de una pa-labra. Actualmente, estos valores se estudian dentro de la Pragmática, ciencia lingüística que estudia el uso que se hace de la lengua como medio de comunicación.

Los valores de las categorías gramati-cales son los siguientes:

1. LOS DETERMINANTES Los determinantes son aquellas pala-

bras que identifican o cuantifican a un sus-tantivo dentro de un sintagma nominal. Son el artículo, los demostrativos, posesivos, in-definidos, numerales, relativos (cuyo, cuya, cuyos, cuyas), exclamativos e interrogativos. En general, se puede afirmar que un texto en el que los sustantivos no aparezcan determi-nados, el autor busca indicar imprecisión; si, por el contrario, son muy abundantes, in-dicará exactitud, concisión.

1.1. El artículo El determinante artículo delimita el sig-

nificado propio de la palabra. Su presencia precisa el significado del sustantivo, y, por lo tanto, el hablante sabe de qué o de quién se está hablando. Por ejemplo, Luis Cernuda dice: Libertad, no conozco sino la libertad de estar preso en alguien; el autor quiere pun-tualizar el concepto de libertad, limitar el sig-nificado de la palabra indicando esa especial libertad del amante.

Cuando la precisión no es necesaria como en el caso de los nombres propios o nombres incontables, el artículo puede no ser necesario. Por ejemplo, en “Cernuda” si se utiliza el artículo es por motivos estilísti-cos (los Cernuda); o en “dame agua”. Esta ausencia del artículo puede dar a entender distintos matices estilísticos: si queremos dar idea de abstracción, su ausencia puede estar justificada; por ejemplo, en Cernuda: Yo fui, columna ardiente, luna de primavera/ Mar dorado, ojos grandes; donde la ausencia de artículo resalta el valor general de estas imá-genes. En el habla cotidiana también la au-sencia de artículo puede implicar cierto grado

de abstracción genérica, como en los refra-nes y frases populares; por ejemplo: Más va-le pájaro en mano…Su ausencia va a servir para resaltar el significado contenido en el sustantivo.

La función, pues, que cumple el artí-culo es la de determinante y actualizador del nombre al que acompaña, con el que, co-mo es preceptivo, concuerda en género y nú-mero. Desde el punto de vista textual, el ar-tículo indeterminado tiene un valor deíc-tico catafórico, porque señala un nombre que aún no se conoce en el texto y del que posteriormente va a hablar. Una vez se habla de él y vuele a aparecer, se presenta con el determinado, que tiene un valor de-íctico anafórico porque se refiere al nombre el que ya se habló con anterioridad.

1.2 Los demostrativos Los demostrativos sitúan al sustanti-vo en relación al que habla, decimos enton-ces que su función es deíctica (de deixis, acción de señalar).

El valor textual de los demostrativos es, por antonomasia, el deíctico anafórico, y, por lo tanto, el valor de cohesión, pues apuntan a nombres ya presentados en el discurso o ya conocidos. Con menos fre-cuencia el demostrativo tiene valor deíctico catafórico cuando aparece primero el de-mostrativo haciendo referencia al nombre que será presentado posteriormente. La deixis permite pues, que diversas partes del texto se relacionen.

Cuando el determinante demostrativo se pospone al sustantivo (La chica esta) se carga con valores afectivos y pierde su signi-ficado deíctico o fórico. 1.3. Los posesivos

Estos determinantes marcan la rela-ción del sustantivo con alguna de las tres personas gramaticales. Dicha relación puede ser, o no de posesión; también están en rela-ción con los pronombres personales y esto puede tener consecuencias estilísticas: por ejemplo, el de segunda persona implica un diálogo con el poeta Tú vives siempre en tus actos/ con la punta de tus dedos/pulsas el mundo, de Pedro Salinas. La presencia de posesivos en un texto es índice de que el au-tor personaliza mucho aquello que está di-ciendo, suele implicar subjetividad.

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El valor textual de los posesivos es de deícticos anafóricos, sirven como elemen-tos de cohesión.

1.4. Los determinantes numerales

Identifican al sustantivo aportando un significado determinado: el de cantidad con-creta. El valor textual de los numerales es el de cohesión y sirven para ir organizando las partes que se van sucediendo en el discurso.

1.5. Los determinantes indefinidos Aportan al sustantivo la idea de canti-

dad indeterminada. El valor textual de los indefinidos es

el de cohesión englobando una serie de pa-labras, con función sustantiva o determinati-va, que tienen en común delimitar de forma imprecisa las realidades a las que el hablante se refiere.

1.6 Los determinantes inter-

rogativos Implican la idea de duda, de incerti-

dumbre o desasosiego; se observa en la figu-ra estilística denominada Interrogación retó-rica: ¿De dónde vengo?…/ ¿A dónde voy?, de Bécquer. El valor textual de los interrogati-vos apunta hacia el sentido de refuerzo de lo expuesto, pues se plantean frecuentes inter-rogaciones retóricas a través de las cuales se pregunta sobre algo que ya conocemos; su uso suele estar ligado a intensificar con ellas lo argumentado. Asimismo suelen apuntar hacia un sentido irónico.

1.7 Los determinantes exclamativos Aportan al sustantivo una idea de

subjetividad y la relación del hablante con aquello que está diciendo: ¡Qué alegría vivir/ sintiéndose vivido!, de Pedro Salinas.

El valor textual de los exclamativos apunta a un sentido intensificador. Al ser la objetividad una de las características de los textos expositivos y argumentativos es poco frecuente su uso. Se usan más en algunos artículos de opinión. 2. LOS SUSTANTIVOS Los sustantivos designan las cosas y los seres de los que predicamos algo; clasifi-can los seres, las realidades. Su función esti-lística nace según la frecuencia de su uso; son muy utilizados por los poetas influidos por la idea de una poesía pura. Éstos, a ve-ces, prescinden de las demás clases de pala-bras, con tal de destacar la capacidad del poema para nombrar. Por ejemplo, Jorge

Guillén designa a unos amantes con una sucesión de sustantivos: Tallos. Soleda-des/Ligera ¿ Balcones/ En volandas? Mon-tes/ Bosques, aves, aires. También son fre-cuentes en lenguajes científicos y en textos de naturaleza expositiva o descriptiva y, al contrario, su uso decrece en textos narrati-vos. Tradicionalmente se han clasificado según la naturaleza de aquello que designan (comunes, propios, abstractos, concretos…); aunque el valor de un sustantivo dependerá siempre de su uso concreto. Por ejemplo, dice Guillén: Esta es mi soledad; la palabra soledad, es un sustantivo concreto porque se refiere a la del poeta y está determinado por el posesivo. Por lo tanto, el uso decide el valor semántico de un sustantivo.

En el valor textual de los sustantivos cabe significar varios aspectos. En primer lugar, desde el punto de vista morfológico el sustantivo posee unos morfemas flexivos de género y número que obligan a estable-cer unas relaciones de concordancia dentro de las distintas oraciones que componen el texto. Su valor es el de la coherencia y la cohesión. Del mismo modo sucede con los morfemas facultativos: prefijos, sufijos e infijos. En segundo lugar desde el punto de vista semántico cabe señalar la diferencia entre los sustantivos concretos y abstrac-tos. Se da el predominio de los últimos de-bido a que el objeto primordial de los mis-mos es la disertación acerca de las ideas y la exposición de las opiniones, y tales ideas y opiniones se corresponden con abstraccio-nes que hace el autor y son resultado de sus pensamientos. Aun no estando exento el uso de sustantivos concretos que indica-rían realismo al referirse a realidades tangi-bles; éste será menos frecuente. Por últi-mo, es conveniente destacar el hecho de que en un texto los sustantivos del discurso pueden ser palabras que pertenecen a otras categorías gramaticales, como el verbo, el adjetivo... pero que desempeñan la función de sustantivo, es decir, unidades en las que se opera una metábasis, concretamente lo que se llama un proceso de sustantiva-ción. El citado proceso se lleva a cabo por medio del artículo determinado que actúa como transpositor. En algunos casos la sus-tantivación de adjetivos evita el repetir la palabra a la que éstos se refiere y que ya ha sido señalada con anterioridad; se produce así un caso de elipsis, por tanto los adjeti-vos remiten anafóricamente al sustantivo

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ya presentado, contribuyendo de ese modo a la cohesión textual. Se evitan repeticiones innecesarias.

3. LOS PRONOMBRES Ya se indicó anteriormente el valor de

los pronombres que pueden funcionar como determinantes. Un caso aparte son los lla-mados pronombres personales que sirven para designar las personas gramaticales. En los pronombres distinguimos dos valo-res: deíctico (primera y segunda persona), y anafórico (sólo el de tercera persona). El valor deíctico se convierte en una marca de insistencia, dado que el español no hace fal-ta la referencia a las personas gramaticales ya que está implícita en el verbo, cuando realiza la función de sujeto. Así, si se utili-zan en un texto escrito, es porque se quiere enfatizar. Por ejemplo, dice Juan Ramón Ji-ménez: Yo no soy yo/Soy éste/ que va a mi lado.

El valor textual de los pronombres. Dado que la diferencia entre el determinante y el pronombre se establece en que el pri-mero acompaña al nombre y el segundo lo sustituye, el valor textual que apuntan es el mismo, con la salvedad de la diferen-ciación señalada. Se remite pues a lo ya re-ferido en los determinantes. Cabe significar, como se ha hecho desde el punto de vista estilístico, algunos aspectos de los pronom-bres personales y los pronombres relati-vos.

Los pronombres personales se re-fieren a la noción de la persona gramatical. Desde una perspectiva textual el pronombre de primera persona se corresponde con la persona de quien habla, de quien emite y sustenta la opinión, característica además de los textos expositivo-argumentativos y de opinión. Los pronombres de segunda se utilizan con la intencionalidad de entablarse un coloquio entre el autor y su interlocutor, que es una manera de implicar directamen-te a los posibles lectores en lo argumentado. Las formas de tercera persona poseen un valor deíctico anafórico porque remiten y sustituyen a referentes que previamente se habían presentado en el texto; éstos pueden aparecer explícitamente como sujeto léxico (yo, tú ,él, ella, ello, nosotros/as, voso-tros/as, ustedes, ellos/as.) o como sujeto omitido o elipsis implícito en la persona del verbo. Los pronombres relativos se caracterizan porque tienen un antecedente, actúan co-

mo nexos de oraciones subordinadas adjeti-vas o de relativo y cumplen distintas funcio-nes sintácticas dentro del sintagma oracional . Al tener un antecedente, desde una pers-pectiva textual actúan como elementos de cohesión que señalan deícticamente a la palabra presentada en la proposición princi-pal, razón por la que poseen un valor anafó-rico. 4. LOS ADJETIVOS Los adjetivos aportan el significado de las cualidades que se añaden a un sustanti-vo, con el cual deben concordar en género y número. Pueden tener los siguientes valores: adjetivo especificativo, cuando expresa una cualidad que ayuda a distinguir un sus-tantivo de otro; por ejemplo: Trescientas ro-sas morenas llevan tu pechera blanca, de García Lorca, donde se restringe su significa-do. Otro valor sería el de adjetivo explicati-vo o epíteto, cuando expresa una cualidad del sustantivo que ya se conoce y entonces revela una intención explicativa, descriptiva de la realidad sugerida por el sustantivo. Por ejemplo, en “luna blanca” o “inmenso mar”, donde el adjetivo no es necesario. También existe el denominado epíteto constante, cuando la cualidad que destaca es la más tópica del sustantivo; por ejemplo, Lorca di-ce: Verdes ramas, fría plata. En general, se ha dicho que si el adje-tivo antecede al sustantivo, es explicativo y si está pospuesto es especificativo; pero hay que tener en cuenta que esto es una simple tendencia que se vulnera habitualmente, y depende de la intención del hablante. Lo que no hay que olvidar es que la anteposición (orden anormal en español) siempre es más expresiva y sirve para dar énfasis al significa-do del adjetivo. Por último, el adjetivo cuando se sus-tantiva con el artículo neutro “lo”, toma un valor abstracto, como en: Lo verde simboliza la muerte en Lorca, donde equivale a un nom-bre abstracto de cualidad.

Como ya se hiciera con el sustantivo, en el valor textual de los adjetivos cabe signi-ficar varios aspectos. En primer lugar, desde el punto de vista morfológico el adjetivo ad-mite el morfema facultativo de grado; en su grado básico, el positivo, enuncia un sig-nificado básico; en el grado comparativo y superlativo, sobre todo en este último, la cualidad aparece valorada en grado sumo, se aporta así una mayor intensidad, expre-sividad y subjetividad. En cualquiera de

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sus grados el adjetivo contribuye a dar al texto un carácter descriptivo aportando pre-cisión, matices, detalles que los sustantivos aislados no podrían aportar. En segundo lugar, desde el punto de vista semántico es propio de los textos expositivo- argumentati-vos el uso de adjetivos especificativos pues distingue y restringe al nombre com-plementado, detrás del cual se coloca gene-ralmente; además, acentúan el rasgo de ob-jetividad en el texto. Mientras que el uso de adjetivos explicativos es menos frecuente, dado que poseen un carácter valorativo y expresivo, es decir, no distinguen al nom-bre sino que señalan y destacan algunas de sus cualidades propias. Desde otro ángulo semántico, el adjetivo puede designar distin-tos tipos de cualidades poseídas por el refe-rente, así es posible distinguir: valorativos (bueno, absurdo, adecuado, interesante), descriptivos (azul, redondo), clasificadores (canario, soltero, budista) y circunstancia-les (próximo, lejano, siguiente) Por último, desde el punto de vista sintáctico el adjeti-vo cumple la misma función que el sustanti-vo del que es adyacente. Entre las funciones básicas ésta la de atributo y complemento predicativo.

5. EL VERBO

Al igual que se hiciera con el sustan-tivo y el adjetivo, también desde el punto de vista textual habría que indicar algunas particularidades. En primer lugar, cabría diferenciar las formas personales y las no personales. En las primeras se ha de seña-lar su descomposición en lexemas o morfe-mas lexemáticos y morfemas gramaticales. En los verbos regulares el lexema es invaria-ble, al contrario que en los irregulares. Los morfemas gramaticales marcan diferencias de: persona, número, modo y aspecto. El uso de las personas gramaticales, al igual que el del número establece unas relaciones de concordancia con el sujeto, se logra así la coherencia y la cohesión textual, del mismo modo que la no reiteración del sujeto léxico, es decir, la elipsis, permite la econo-mía lingüística, la innecesaria reitera-ción, y refuerza los aspectos de coherencia y cohesión ya señalados. Respecto a las for-mas no personales: infinitivo, gerundio y participio, cabe señalar su vinculación con el sustantivo, el adverbio y el adjetivo, res-pectivamente. El uso del infinitivo con valor verbal se debe fundamentalmente a la nece-sidad de presentar todas las posibilidades

de realización en el tiempo. El del gerundio se corresponde con el valor adverbial del mis-mo, además, implica una acción en desarro-llo, una continuidad en el tiempo, de ahí su aspecto imperfectivo. El del participio se corresponde con el valor de adjetivo o adya-cente de un sustantivo, implica una acción concluida, de ahí su aspecto perfectivo.

En lo que al tiempo se refiere, hay que señalar que en los textos expositivos -argumentativos y en los de opinión predomi-na la forma del presente con la finalidad de hacer intemporales las opiniones que en ellos se sustentan. El autor o la autora consi-deran que, cuando se argumenta, sus razo-namientos se presentan sin caducidad.

Respecto al modo, se destaca que en los citados textos predomina el indicativo que marca objetividad y referencia real; al repetirse el modo a lo largo del texto, el me-canismo de cohesión que actúa es la reitera-ción, y se establecen así vínculos oraciona-les y se incide en la coherencia textual, en la continuidad del sentido. El valor del as-pecto está relacionado con la presentación o conclusión de los hechos; en este último caso predomina el perfectivo, muy ligado al cierre de lo argumentado, expuesto u opinado.

En segundo lugar y por último, habría que indicar la peculiaridad de las perífrasis verbales; son construcciones verbales com-puestas de un verbo en forma personal (auxiliar) y una forma no personal. Las perí-frasis de indicativo modales poseen un signi-ficado de obligación y probabilidad; las pe-rífrasis de participio tienen siempre un as-pecto perfectivo que marca el final de la ac-ción. Las de gerundio tienen un aspecto im-perfectivo que marca la continuidad de la acción. En definitiva, las perífrasis aportan matices especiales que las formas simples y compuestas de los verbos no lo indican. Son frecuentes en los textos expositivos-argumentativos y de opinión, sobre todo, en los párrafos de cierre en los que se plantean alternativas y conclusiones que suelen tener un valor modal de obligación. 6. LOS ADVERBIOS

Los adverbios sirven para situar la ac-ción, estado o proceso del verbo, y pueden también complementar a un adjetivo o refor-zar a otro adverbio. Su valor estilístico de-pende de su número: son más abundantes cuanta más información quiera dar el hablante, por lo que abundan en el lenguaje periodístico, como forma de dar autenticidad

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a una noticia. Su utilización en un lenguaje literario se suele calificar de poco poética, aunque suelen encontrarse en algunos con-textos en los que se omite el resto de la fra-se para destacar una circunstancia, en este caso temporal: Pero de pronto, tú dijiste: / Yo, mañana… 7. LAS CONJUNCIONES

Las conjunciones son nexos que tie-nen como finalidad unir palabras u oracio-nes. Su uso estilístico se recoge en las figu-ras literarias denominadas: Asíndeton es la ausencia de nexos en una secuencia de pa-labras u oraciones. Una frase con asíndeton tiene mucho más marcado el ritmo, mayor rapidez y un movimiento acelerado. Provoca impresión de conjunto, más que de indivi-dualidad y de conjunto abierto a otros tér-minos. Y el Polisíndeton, es la presencia de nexos innecesarios en una secuencia de pa-labras u oraciones. El texto tiene una mayor solemnidad, más lentitud y dará la impre-sión de acumulación de términos individua-les. El valor expresivo de una y otra afecta al conjunto de la frase, dado que no son perceptibles sino cuando ésta acaba.

VALORES DE LAS ORACIONES

1. La oración simple La oración simple es aquella que se com-

pone de un solo verbo. Es breve y concisa y no hay en ella nada de superfluo. La oración yuxtapuesta (las oraciones compuestas en-lazadas sin nexos) muestra desde el punto de vista estilístico similares características que las simples; de hecho sólo se diferen-cian de ellas porque van separadas por co-ma o punto y coma, lo que ha llevado a al-gunos lingüistas a afirmar que las oraciones yuxtapuestas no son verdaderamente com-puestas.

Sean usadas de manera yuxtapuesta o no, la oración simple tiene grandes posibi-lidades estilísticas:

En primer lugar, la brevedad de la oración simple dota al texto de una rapidez que es útil al narrar acciones ágiles. Así cuando se quiere dar velocidad al texto, se utilizará este tipo de oración; dicha breve-dad hará que aparezcan en la mente del lec-tor un torrente de verbos y representarán en su imaginación la sucesión de acciones. Otra característica es su intensidad, su uso en, por ejemplo, la descripción produce un efecto parecido al de la pincelada breve e intensa. Esto es debido a que la propia na-

turaleza concentrada de la oración hace que lo descrito aparezca en nuestro cerebro de una manera fulgurante, como un “flash”. También, se debe destacar la concen-tración de sus elementos, lo que la convierte en instrumento ideal de los titulares de pe-riodísticos; éstos se escriben casi siempre mediante oraciones simples, en ocasiones incluso con el verbo u otros elementos omiti-dos. Por último, otra característica es la contundencia; en los textos expositivos la oración simple se utiliza para la presenta-ción sencilla y desnuda de las ideas de ma-nera directa. Por ejemplo, también se puede observar en los refranes. Así mismo, en la argumentación el uso de las oraciones sim-ples y agudas puede ser de gran ayuda para presentar una avalancha de golpes directos que desarme los argumentos del oponente y se consiga el objetivo de convencerlo. Estas características hicieron que los escritores de la Generación del 98 la utiliza-ran (junto con las yuxtapuestas y coordina-das) de una manera preferente, ya que su ideario estético concordaba bastante con lo que la oración simple ofrecía. Hay que seña-lar que influyó, también, el Impresionismo pictórico (la pincelada breve e intensa) y el Irracionalismo que huía de los farragosos razonamientos lógicos gracias a la subordi-nación. 2. La oración compuesta

La oración compuesta o compleja pue-de aparecer de tres formas: yuxtaposición, coordinación y subordinación. La yuxtaposi-ción y la coordinación resultan útiles para dar explicaciones más sencillas. Por eso son frecuentes en el lenguaje infantil o en los textos en los que el autor quiere indicar sen-cillez y claridad. Sin embargo, la subordina-ción se utiliza para explicar ideas más com-plejas que requieren mayores conexiones ló-gicas. El correcto uso de la subordinación, además de indicar dominio de la lengua, ex-presa mayor complejidad en los mensajes. 2.1. La yuxtaposición

Ya se ha establecido la relación entre la oración yuxtapuesta y la oración simple. La diferencia estriba en la entonación, más descendente en el final de las simples y en las pausas, que son menores en las yuxta-puestas. Por ejemplo, se observan los dos usos en el texto de Julio Llamazares, en La lluvia amarilla: Pero no. No es un sueño. Es él el que me llama por mi nombre en el silencio

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de la noche. Es él el que ya viene subiendo la escalera… Frente a: Pero no, no es un sue-ño; es él el que me llama por mi nombre en el silencio de la noche, el él el que viene subien-do la escalera… En el segundo ejemplo se puede ver la intención del autor de encade-nar las oraciones.

En muchas ocasiones ambos tipos de oraciones se acompañan, logrando un efecto impresionista, parecido a pequeñas pincela-das que van, poco a poco, conformando el texto. El efecto estilístico que se persigue con el uso de la yuxtaposición es la rapidez. La ausencia de nexos, llamada asíndeton, provoca que las pausas sean más cortas y que el contenido aparezca con más rapidez y viveza en la mente. 2.2. La coordinación

La coordinación conlleva la presencia de nexos o conjunciones. Cuando estas con-junciones se empleen con profusión nos en-contramos con el fenómeno del polisínde-ton; esta multiplicación de nexos puede utilizarse para dar la sensación de lentitud o también de multiplicidad de acciones. Es-ta intensificación o énfasis responde a una idea determinada por parte del autor, ya sea con fines humorísticos, dramáticos, trági-cos…

Los distintos tipos de coordinación tienen diferentes valores: las coordinadas copulativas expresan ideas de adicción o suma, lo que enfatiza la idea. Por ejemplo: “Había un mostrador antiguo y anaqueles vacíos y arbitrarias columnas y un reloj…” También con la idea de marcar el tiempo: “Leí el libro y me gustó” (no al contrario).

Las coordinadas disyuntivas sirven pa-ra presentar diferentes posibilidades. La multiplicación de enlaces disyuntivos tam-bién produce un efecto enfatizador o inten-sificador. Por ejemplo: “Puedo ir al teatro, o al teatro, o la ópera…” Las coordinadas ad-versativas, se emplean cuando se quiere oponer un significado a otro. A veces se uti-lizan con sentido recriminatorio (Sacó un 4,8 pero no lo aprobaron). Las coordinadas explicativas, son las que explican otra pro-posición anterior que pudiera no haber que-dado aclarada. Quizá en el lenguaje colo-quial se abusa de “o sea”, que a veces no significa nada. Por último, las coordinadas distributivas se organizan de manera corre-lativa a partir de diferentes partículas. Es aconsejable su uso pues sirven para aclarar

los diferentes matices de un razonamiento. Por ejemplo: “Sólo había dos opciones: o bien el incendio había afectado la instala-ción, o bien la gente la había cortado”.

2.3 La subordinación

La subordinación se utiliza para rela-cionar proposiciones que mantienen una re-lación jerárquica. Una de estas proposicio-nes, la llamada subordinada, desempeña una función dentro de la principal, puede ir delante o detrás de la principal y lleva el nexo subordinado. Existen diferentes tipos de subordinadas según su función dentro de la oración: sustantivas, adjetivas y adverbia-les.

2.3.1. Las subordinadas sustantivas

realizan las mismas funciones que los sus-tantivos. Esto permite al hablante jugar con diferentes posibilidades para expresar ideas muy similares, obteniendo diferentes efectos expresivos que los hablantes y los escritores, hablantes más cualificados, suelen utilizar con intención y acierto. El estilo directo y el estilo indirecto repre-sentan a estos efectos, la mayor diferencia expresiva que nos ofrece el español. Ambos son dos formas de expresar las palabras de una persona o personaje. El estilo directo consiste en la expre-sión directa de las palabras textuales que pronunció alguien: Mi hermano dijo: “Vendré tarde esta noche”. Siempre aparece un verbo de declaración o enunciativo (también deno-minado dixit) como decir, pensar, pregun-tar…gráficamente se caracteriza por el em-pleo de los dos puntos, comillas o rayas, que preceden a las palabras citadas. Este estilo se relaciona con el asínde-ton pues no utiliza nexo. Desde el punto de vista estilístico, transmite una sensación de mayor viveza, autenticidad e inmediatez. También mayor objetividad, pues hay una voluntad de no inmiscuirse en las palabras de otro. Eso explica que en la prensa y en la novela, generalmente, se utilice el estilo di-recto, buscando un mayor protagonismo de la persona o personaje que dijo las palabras. El estilo indirecto cita las palabras de alguien pero de manera indirecta, no tex-tual, a través de una tercera persona que sirve como filtro de esas palabras; este hablante o narrador modifica las palabras textuales. Se produce una traslación verbal (el verbo cambia de tiempo, número y perso-na), hay que cambiar pronombres y otros

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elementos, y además se utiliza un nexo pa-ra introducir las palabras. El estilo indirecto se relaciona con el polisíndeton, pues utiliza nexos. Se utiliza este estilo cuando se quiere que el hablan-te o escritor se inmiscuya filtrando las pa-labras de otro, con lo que esas palabras y quien las emitió aparecen disminuidas en su importancia., mientras que el “nuevo emisor” (el que las filtra) es el que tiene un mayor protagonismo. Este efecto se puede utilizar con diferentes valores expresivos, pero siempre con el sentido de dotar de protagonismo al que presenta las declara-ciones de otro. Entonces, se plantea qué diferencia expre-siva existe entre la utilización de un senci-llo sintagma nominal o el de una construc-ción subordinada. Veamos los dos ejem-plos siguientes: “Me molesta la impuntualidad de la gente”. Esta construcción nominalizada conlleva la idea de abstracción, es decir, el manejo de conceptos de manera general. Todas las ideas se concentran en la palabra “impuntualidad”. La abstracción es ade-cuada cuando se quiere dejar el mensaje con un sentido general. Por eso es muy uti-lizada en los textos científicos o humanísti-cos de carácter expositivo. Por otro lado, la abstracción, al concentrar el pensamiento en menos palabras, exige un mayor nivel de concentración en el hablante y el oyente y a menudo una mayor capacidad comu-nicativa. “Me molesta que la gente sea impuntual”. Este mensaje presenta el concepto de im-puntualidad de manera más concreta. Es un mensaje más expresivo y menos con-ceptual. Por tanto, la subordinación nos per-mite un mensaje más directo, concreto y emocional que la nominalización. En resumen, el asíndeton transmite una sensación de mayor vivacidad y rapi-dez al texto, mientras que el polisíndeton provoca lentitud y morosidad. Esta lentitud se puede utilizar efectos diferentes: solem-nidad, por un lado, pero también ridiculi-zación.

2.3.2. Las subordinadas adjetivas

o de relativo desempeñan dentro de la oración principal la misma función que realiza un adjetivo. Son introducidas por un relativo que puede ser un pronombre (que y sus formas el que, la que…), un de-

terminante relativo - posesivo (cuyo, cuya, cuyos, cuyas) o un adverbio relativo (donde, cuando y como) y este nexo desempeña una función sintáctica dentro de la propia subor-dinada. Llevan un antecedente que es la pa-labra a la que se refieren.

En cuanto a las posibilidades estilísti-cas de estas oraciones, hay que insistir en los llamados asíndeton y polisíndeton. Al sustituir adjetivos por las subordinadas adje-tivas, los textos ganan en precisión pues el nombre al que se refieren resulta mucho me-jor definido, ganando en expresividad. Por otro lado, las conjunciones ralentizan el texto cuya lectura se hace más lenta. Por eso se debe tener en cuenta que el abuso de con-junciones puede resultar pesado.

2.3.3. Las subordinadas adverbia-les son aquellas que desempeñan las funcio-nes propias de un adverbio. El uso de este tipo de oraciones está condicionado por el tipo de texto. Si se trata de un texto narrati-vo, es casi obligada la utilización de subordi-nadas temporales que sitúen cronológica-mente las distintas acciones. En los textos descriptivos hay una preferencia por las ora-ciones comparativas. Los textos expositivos y argumentativos son los que desarrollan más la subordinación adverbial por su carácter didáctico y persuasivo; así se utilizan mucho las subordinadas de relación lógica: causa-les, consecutivas y condicionales. Igualmente las concesivas sirven para matizar las fre-cuentes afirmaciones que se realizan en los mismos. En los expositivos se suelen preferir estructuras sintácticas no demasiado compli-cadas, con un predominio de oraciones cau-sales que contribuyan a la explicación de al-guna idea; los argumentativos son los que presentan un mayor desarrollo de la subordi-nación, incluida la adverbial, por su carácter discursivo. En la poesía actual se emplea la su-bordinación más que en otras épocas. La ra-zón es la tendencia hacia una poesía narrati-va o argumentativa. También el coloquialis-mo ha contribuido a revalorizar aquellas es-tructuras sintácticas que no encajan dema-siado bien en los moldes métricos de una poesía más clasicista, aunque algunos poetas lo hacen con singular maestría.

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FUNCIONES DE LOS SINTAGMAS SUJETO:

Es un sintagma nominal, sin prepo-sición, que concuerda con el verbo de la oración. También puede serlo una proposi-ción sustantiva. En el caso de que el verbo esté en 30 persona, caso en el que puede llevar cualquier sujeto, basta con cambiar el n1 del verbo y comprobar de esta forma cuál es el sintagma que concuerda con él: M e gusta tu amigo / Me gustan tus amigos. Me gusta que seas inteligente.

Hay un caso en el que el sujeto puede llevar preposición. Se trata de sintagmas con preposición entre, en los que la preposi-ción pierde su valor. 1Entre tú y yo lo hare-mos / Tú y yo lo haremos.

EL COMPLEMENTO DIRECTO: Esta función la pueden realizar:

a) Un S.N. con núcleo sustantivo, in-finitivo, pronombre o adjetivo sustantivado: Vi muchos coches.

b) Un S.N. con núcleo pronombre: me, te, se, nos, os, lo, los, la, las: Te vi.

c) Un S. prep. con a: Vi a Pedro. d) Una proposición sustantiva de

C.D.: Vi al que llegó. Reconocimiento:

a) Conmutar el sintagma por lo, los, la, las (pronombres específicos del C.D.): Te vi = Lo vi, la vi.

b) El C.D. pasa a sujeto en la pasiva: Te vi = Tú fuiste visto por mí.

EL COMPLEMENTO INDIRECTO Esta función la puede realizar:

a) Un S.N. con núcleo pronombre me, te, se, nos, os, le, les: Te daré aquel libro.

b) Un S. prep. con a o para: Traje és-te para ti. Entrega este libro a Juan.

c) Una subordinada sustantiva: Traje éste para el que lo pidió. Reconocimiento:

a) Conmutar el sintagma por le, les (pronombres específicos del C.I.): Le traje éste. Entrégale el libro.

b) b) En la transformación a pasiva no cambia su función: Entre-gué el trofeo al mejor. El trofeo fue entregado por mí al mejor.

COMPLEMENTO AGENTE: Esta función la realiza un S. prep. con

por (ocasionalmente con de) y aparece en

oraciones de sentido pasivo. También la puede desempeñar una proposición subor-dinada sustantivada: El cuadro fue pintado por el que salió. Reconocimiento:

a) Es el que hace la acción del ver-bo.

b) En la activa pasa a sujeto: El cua-dro fue pintado por Dalí. Dalí pintó el cua-dro . ATRIBUTO:

Esta función la puede realizar: a) Un S.N: Pedro es médico. b) Un S. prep.: Pedro es de Madrid (

= madrileño). c) Un S. adj.: Pedro es listísimo. d) Un S: adv.: No seas así. e) Una prop. subordinada sustanti-

vada: Pedro es el que se operó. f) Una proposición subordinada

sustantiva: Julia está que trina. Reconocimiento:

a) Con verbo copulativo (sin signifi-cado léxico): ser, estar, parecer.

b) Es conmutable por lo: Pedro lo es.

c) Aparece en oraciones de predica-do nominal, es decir, el núcleo del predi-cado es el atributo.

NOTA: No se deben confundir las oraciones copulativas con verbo ser con las pasivas:

La noticia fue interesante su no-vedad / La noticia fue publicada por el periódico. Tampoco se deben confundir las ora-

ciones copulativas con verbo estar y las intransitivas:

María está elegante / María está en su casa.

EL ATRIBUTO II: Pueden cumplir esta función.

a) Un S.N. Luis se hizo abogado b) Un S. Adj. Luis se puso colora-

do. c) Una proposición subordinada:

Luis se hizo el que no sabía nada. Reconocimiento:

a) Van con verbos que se llaman se-micopulativos, porque han perdido parte de su significado léxico.

b) Son sintagmas imprescindibles en la oración; no se pueden eliminar.

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COMPLEMENTO PREDICATIVO. Pueden cumplir esta función:

a) Un S.N.: Han elegido finalistas a mis dos amigos. Ella se llama Claudia. Lo han nombrado presidente.

b) Un S. Adj.: Carla duerme tranquila. El agua corre sucia.

c) Una proposición subordinada: Lo han nombrado el que guarda el tesoro.

d) Un S. Prep.: Lo han elegido como representante de los vecinos. Reconocimiento:

a) Van con verbos que conservan todo su significado léxico.

b) Complementan a la vez al verbo y al nombre.

c) No son imprescindibles en la ora-ción.

d) Actúan como complementos del ver-bo predicativo, pero también se relacionan con el sujeto o con el complemento directo mediante la concordancia en género y núme-ro, excepto si el predicativo tiene la forma de S. Prep.

Nota; En el análisis puede confundirse con un

circunstancial de modo; sin embargo, el cir-cunstancial no puede ser un adjetivo ni con-cuerda con otro sintagma en género y núme-ro.

EL COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL Pueden cumplir esta función:

a) Un S.N.: Esta mañana llovió. b) Un S. Adv.: Mañana lloverá. c) Un S. prep.: Por la mañana lloverá.

d) Una proposición subordinada: Lo

puse donde tú sabes. Ponlo en el que esté mejor guardado. Reconocimiento:

a) Se define negativamente con rela-ción a los demás complementos.

b) Un S. Adv. es siempre C.C. c) En el caso de un S. prep., la prepo-

sición no pierde su valor.

SUPLEMENTO Esta función la cumple un S. preposicio-

nal con cualquier preposición, con la peculia-ridad de que la preposición ha perdido su significado, está lexicalizada y viene exigida por el verbo. Reconocimiento:

a) Es un complemento que no pode-mos eliminar de la oración.

b) Es conmutable por un pronombre.

FUNCIONES SECUNDARIAS COMPLEMENTO DEL NOMBRE

Es un sintagma preposicional que com-plementa a un sintagma nominal y que cumple junto con éste una función prima-ria: Tengo una caja de lápices

COMPLEMENTO DEL ADJETIVO Es un S. prep. que complementa a un

adjetivo y que cumple junto con éste una función primaria: El problema es fácil de hacer

COMPLEMENTO DEL ADVERBIO: Es un S. prep. que complementa a un

adverbio y que cumple junto con éste una función primaria: Estás lejos de mi casa.

APOSICIÓN Es un S.N. que complementa a otro

S.N. o S. prep. sin que entre ambos medie preposición, y que cumple junto con este la misma función primaria. Puede ser ex-plicativa o especificativa: Roberto, mi veci-no, está enfermo. Mi prima Raquel estudia medicina. FUNCIÓN ESPECIAL VOCATIVO Esta función la cumple un S.N., que en ningún caso es sujeto, y que constituye una llamada. La coma es el signo de pun-tuación que va ligado a esta función: Ni-ños, salgan al patio

LA ORACIÓN SIMPLE La oración es una unidad de comuni-

cación que tiene sentido completo y que viene marcada por una entonación carac-terística que nos indica que la unidad co-municativa es completa.

Generalmente la oración se compone de sujeto y predicado. Son las llamadas oraciones bimembres.

Rosa está en su oficina. Pero a veces la oración no se compone

de estos dos elementos y entonces se de-nomina unimembre.

(Bravo! Hay un gato. Llueve mucho. Llamamos frase a aquel sintagma que

no tiene estructura de oración , pero que en un contexto determinado adquiere las características propias de las oraciones:

Un café. La bolsa o la vida

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CLASIFICACIÓN DE LA ORACIÓN POR EL SUJETO

-Personales: son aquellas que tiene suje-to léxico o gramatical (en ocasiones el sujeto puede estar omitido, bien porque lo conoce-mos por la desinencia del verbo, bien porque el contexto permite su correcta compren-sión).

-Impersonales: son oraciones unimem-bres que no tienen sujeto. Tipos:

a)Impersonales con verbo de fenóme-no natural: Llueve. Ayer nevó. Relampa-guea.

b)Impersonales existenciales (con ver-bo hacer, haber, ser, bastar, sobrar...): Ya hace dos años que falleció. Hubo grandes inundaciones. Hace frío. Es tarde. Basta con seis. Sobra con la mitad.

c)Impersonales con SE: Se dice que habrá una gran tormenta. Se nombró a Juan presidente. Se respira bien en este jardín.

d)Impersonales eventuales (= indeter-minación de agente): van en 30 persona del plural y son eventuales porque podrían llevar sujeto: Dicen que te casas. Tocan a la puerta. Te han llamado por megafonía.

CLASIFICACIÓN DE LAS ORACIO-

NES POR LA ACTITUD DEL HABLANTE a)Enunciativas afirmativas o nega-

tivas: El concierto se celebró en el para-ninfo.

b)Interrogativas directas e indirec-tas: Dime quién es. )Quién llegó?

c)Exclamativas: (Qué contento es-tás!

d)Exhortativas: Abre esa puerta. e)Dubitativas: Quizá mañana sea

tarde f)Desiderativa: Quede usted con

Dios. g)Vocativa: (Papá! h)Deprecativa (súplica o petición de

un favor): Un billete. Se lo ruego encareci-damente.

i)Permisiva: Pase. Puede marchar-se.

CLASIFICACIÓN DE LAS ORACIO-NES POR EL PREDICADO A. PASIVAS a ) De 1ª: con complemento agente: Fui operado por aquel médico.

b) De 2ª: sin complemento agente: Fui operado en aquella clínica. B. ACTIVAS

a) Copulativas: con verbo ser, estar o parecer + ATRIBUTO: María es inteligente. Pedro está feliz.

José parece contento. Estos verbos también pueden ser utilizados

como predicativos: La cena es a las diez. Es-tuvo en la exposición. María se parece a su madre.

b) Semicopulativas: con ATRIBUTO II y verbo semicopulativo: Hoy me siento triste. El perro ha salido guardián. El pantalón me viene (me queda) grande. El público se quedó fascinado. La fiesta resultó aburri-da.

c) Transitivas: con COMPLEMENTO DI-RECTO: El pequeño tiene cinco hermanos.

d) Intransitivas: sin COMPLEMENTO DI-RECTO: El niño duerme en su cuna.

e) Reflejas: con pronombre me, te, se, nos, os.

1) Reflexivas: la acción la hace el sujeto sobre sí mismo. Admiten, pues, un comple-mento a mí, ti, sí, nosotros, vosotros mis-mo/s: Yo me lavo las manos. Yo me lavo.

Si no aparece otro sintagama que actúe como C.D., entonces lo es el pronombre.

2) Recíprocas: expresan acción mu-tua entre dos o más sujetos. Admiten en com-plemento "mutuamente".

Pedro y María se quieren. Pedro y Ma-ría se pegaron tortas.

3) Pasiva refleja: construcción con verbo en voz activa, pero con sentido pasivo que lle-va como marca el morfema SE, que no cumple ninguna función; sólo en un índice de pasiva refleja (PRIPR). Se reconocen porque se puede sustituir el SE + el verbo por la forma pasiva que le corresponda, manteniendo la persona y el número y sin alterar el resto de la oración: Se vendió el coche = Fue vendido el coche. Se ha divulgado hoy la noticia

4) Impersonal: Construcción con morfe-ma SE, sin sujeto: Se recibe bien a los emba-jadores. Se vive bien aquí.

5)Ppseudorreflejas: el pronombre es un morfema (no cumple función) que va con el verbo: El pozo se secó. Me sentaré aquí un rato. Arrepiéntete. Me levanto a las ocho.

Además de estas funciones, estos pronom-bres pueden ser:

-OD y OI, excepto SE que sólo puede ser OI en lugar de le, les cuando el OD es otro pro-nombre: Ya se lo di - Enfático - afectivo - intensivo - pleo-nástico: El gordinflón (se) bebió casi 6 ja-rras de cerveza. Ella (se) esperaba eso.

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LA ORACIÓN COMPUESTA Llamamos oración compuesta a la que

está formada por dos o más proposiciones que se unen para formar un significado unitario. En general podemos afirmar que una oración compleja tiene tantas proposiciones como ver-bos, aunque en ocasiones el verbo puede estar elíptico.

Las oraciones compuestas pueden estar relacionadas por coordinación o por subordi-nación. Llamamos proposiciones coordinadas a aquellas en las que ninguna depende de la otra, sólo se complementan. Llamamos propo-siciones subordinadas a aquellas que depen-den de una principal y que funcionan como un complemento de ésta.

María se casó, pero su padre no fue a la boda.

En este caso la segunda proposición complementa a la primera, pero no funciona como un elemento de ésta.

No sé qué quieres. En esta oración la segunda proposición

no sólo complementa a la primera, sino que además cumple la función de C.D. del verbo de la primera proposición.

Ambos tipos de oraciones pueden apa-recer yuxtapuestas en el caso de que no vayan unidas por un nexo:

Me marcho; me duele la cabe-za. (Porque)

Me levanté, me vestí y me lavé los dientes.

PROPOSICIONES COORDINADAS A.- COPULATIVAS: las proposiciones suman sus significados. Los nexos son con-junciones o locuciones conjuntivas: y, e, ni, amén de... (Fui a casa e hice las maletas.)

La conjunción y puede tener valor conse-cutivo: Come mucho y engordarás.

B.- DISYUNTIVAS: una proposición ex-cluye a la otra. Los nexos son conjunciones o locuciones conjuntivas: o, u, o bien. ()Vienes con nosotros o te quedas?)

La conjunción o a veces tiene matiz expli-cativo: El poeta o autor de ese texto...

C.- ADVERSATIVAS: Una proposición

corrige a la otra o niega lo afirmado en la otra. Los nexos son conjunciones o locuciones conjuntivas:

-Pero, mas, sin embargo, no obstante...

-Sino, sino que... -Excepto, salvo, menos, con

todo... He probado todos, excepto aquél. Ma-

ría se casó, mas su padre no fue a la bo-da.

No alquilé el apartamento, sino que lo vendí. D.- DISTRIBUTIVAS: alternativas que no se excluyen. Se unen mediante conjunciones, adverbios y pronombres o grupos nomina-les. ya…………………...ya ora………………….ora bien………………...bien tan pronto………...como uno………………….otro este………………….aquél unas veces………...otras aquí………………...allí cerca………………..lejos en primer lugar…..en segundo E.- EXPLICATIVAS: una proposición aclara el significado de la otra. Los nexos son locu-ciones conjuntivas: esto es, es decir, o sea... (Lo piensas demasiado, es decir, te estás complicando la vida. SUBORDINADAS ADJETIVAS: son aquellas que funcionan como un adjetivo adyacente del núcleo de un S.N. que se en-cuentra en la principal y que se denomina antecedente. Los nexos de estas proposicio-nes son:

Pronombres: QUE CUAL, ES (la,el los,las) QUIEN, ES

Determinante: CUYO, A, OS, AS.

Estos elementos cumplen una fun-ción en la oración subordinada. Los pro-nombres, funciones propias del nombre, y el determinante funciona dentro de un sin-tagma nominal cumpliendo función junto con el sustantivo núcleo.

Dame el libro // que está sobre la mesa. SUJ.

Que = el libro El libro está sobre la mesa SUJ. Si la proposición adjetiva está enca-

bezada por una preposición, ésta se analiza con el pronombre (S.prep.)

La niña // a quien saludé // vive allí. O.D.

A quien = a la niña. Saludé a la niña. O.D.: la

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Ése es el edificio // cuyo bal-cón se derrumbó. Suj. Las proposiciones adjetivas pueden ser explicativas y especificativas:

Las prendas que están su-cias necesitan un lavado.

En este caso se especifica que sólo las prendas que están sucias necesitan un lavado.

Las prendas, que están su-cias, necesitan un lavado.

En este caso se explica que las prendas están sucias, pero no se trata de seleccionar

También introducen proposiciones adjetivas los adverbios relativos - DONDE, CUANDO, COMO, CUANTO - cuando llevan un antecedente. Al ser adverbios, cumplen función en su propia proposición.

Ése es el cine donde vi la película. (=en el cual)

No me gusta el modo como lo tra-tas. (=con el que)

¿Recuerdas los tiempos cuando no había tele?(=en que)

Te daré todo el dinero cuanto he podido reunir. (=lo que)

Proposición adjetiva con verbo en participio y gerundio:

Éstas son las entradas reservadas para las autoridades. (que han sido reser-vadas)

He comprado un cuadro pintado por Dalí. (que fue pintado por Dalí)

Vimos a varias mujeres lavando la ropa. (que estaban lavando la ropa)

SUBORDINADAS SUSTANTIVADAS Y SUSTANTIVAS Se caracterizan por cumplir las funciones propias de un SN. Con relación a la proposi-ción principal. Las podemos clasificar en sustantivadas y sustantivas plenas. SUSTANTIVADAS

Proceden de una subordinada adjeti-va cuando se elimina en antecedente.

El niño alto ------------ El alto. El niño que es alto me pegó -- El

que es alto me pegó. Los nexos de estas proposiciones son

los pronombres relativos que y quien, siem-pre sin antecedente, con o sin preposición, y que siempre lleva artículo como índice de sustantivación. La preposición, en los casos en los que aparezca, no se analiza siempre con el sintagma que lleva como núcleo el pronombre relativo, sino que en ocasiones

ésta es sólo un índice de la función que cum-ple toda la proposición subordinada. Quien bien te quiere, te hará llorar. SUJ.

La que entró es mi madre. SUJ

Saluda a quien te salude. OD

Operé al que estaba enfermo. OD

Di el libro a quien me lo pidió. OI

Entregué el trofeo al que ganó. OI

Este es quien me lo dijo. ATR

María es la que perdió. ATR

Este es el hermano del que salió. C N

Este es el coche de quien tú sabes. CN

Estamos cansados de quienes dicen tonterías. C.Adj

Estoy contento del que sacó buena nota. C.Adj

Estamos lejos del que tú propones. C.Adv

Estamos cerca de quienes sufren. C.Adv

Me he sentado en la que estaba pin-tada. CC

Fui al cine con quien me invitó. CC

Confiamos en quienes no nos enga-ñan. SUPL

Creí en el que me lo contó. SUPL

Fui operada por el que está allí. C.Ag.

Fuimos agasajados por quienes nos invitaron. C.Ag.

Aquel joven, el que ganó el premio, es listo. APOS SUSTANTIVAS Los nexos son: QUE: conjunción (sin antecedente y

sin artículo). En ocasiones puede llevar artí-culo para reforzar el carácter sustantivo, pero su aparición no es funcional, ya que se pue-de eliminar. (El que seas tan egoísta me mo-lesta / Que seas tan egoísta me molesta) SI: conjunción. PRONOMBRES, ADVERBIOS Y DETER-

MINANTES INTERROGATIVOS cuando in-troducen una interrogativa indirecta.

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YUXTAPUESTAS: estilo directo y estilo indirecto libre:

-No te lo comas -dijo Juan. -Los beligerantes estipularon: la ciu-

d a d s e r í a r e s p e t a d a . Nota: las interrogativas indirectas, las yuxtapuestas y las introducidas por la conjunción si cumplen casi siempre la función de OD (a veces también la de suje-to y atributo). Las introducidas por la con-junción QUE pueden cumplir otras funcio-nes (aunque no todas las propias de un S.N.)

Nos alegra que llegues pronto. SUJ

Mi deseo es que estudies arquitectu-ra. Atr.

Cómo se ultimó el negocio no te im-porta. SUJ

No te interesa si voy a hacerlo o no. SUJ

Mi duda es si aprobaré o no. ATR

Tengo ganas de que venga. CN

Estamos seguros de que ganará. C.Adj

Confío en que me los devuelvas pron-to. SUPL

Estuvo cerca de que se lo concedie-ran. C.ADV

Te digo que lo dejes. OD

No sé si lo tendrá él. OD

Pregúntale dónde lo escondió. OD

Dime cuántos te has comido. OD

Averigua qué alumnos rompieron la puerta. OD

María dijo:”El perro se escapó". OD

Él aseguró: el hijo tendría respeto al padre. OD

La atmósfera está que aplasta. ATR

El portero está que trina. ATR.

El profesor llegó que mordía. Pvo.

SUBORDINADAS SUSTANTIVAS DE INFINITIVO

Me gusta bailar el tango. SUJ

Deseo invitarte al cine esta tarde. OD

Alcánzame la máquina de coser. CN

Esto es sacar las cosas de quicio. ATR

María es fácil de entusiasmar. C.ADJ

Pon remedio a ese cotillear. OI

Lo hice sin haberlo pensado. CC

Hablaron de enviarlos a todos a Pa-rís. SUPL NOTA: Las conjunciones son morfemas que no cumplen función sintáctica, pero los demás elementos -pronombres, adver-bios y determinantes- que sirven de enlace sí cumplen una función sintáctica en la proposición subordinada.

Las preposiciones que aparecen an-te una subordinada sustantiva, la mayor parte de las veces son sólo un índice de la función que cumple toda la proposición, y por eso se aísla y no se analiza con la su-bordinada. SUBORDINADAS ADVERBIALES

Son proposiciones que cumplen las funciones propias de un adverbio, es decir, son complementos circunstanciales del verbo de la oración principal.

DE LUGAR Indican el lugar en el que se produce

la acción enunciada en la principal. EL nexo principal es el ADV. DONDE con o sin prepo-sición.

El coche está circulando por donde está prohibido.

Otros valores de donde: Te espero en el cine donde

ponen Rambo.---- Adjetiva No sé dónde lo puso.------ Sus-

tantiva de OD. DE TIEMPO

Indican el tiempo en el que se realiza la acción enunciada en la principal. Los nexos son adverbios o locuciones adverbia-les: cuando, en cuanto, apenas, entretan-to, mientras que, en el instante en que, tan pronto como, según, hasta que…

No te lo daré hasta que no acabes de comer.

Tan pronto como llegue, se lo dirás.

Adverbiales de tiempo con verbo no personal:

Al caminar tuerce el pie hacia la izquierda. Él sufrió un accidente yendo a su trabajo. Acabada la película, nos fuimos a acostar.

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Otros valores de CUANDO: ¿Recuerdas el día cuando hubo un

terremoto? Sub. Adj. Dime cuándo lo cogió. Sub. Sus. de OD

DE MODO Informan cómo se realiza la acción

enunciada en la principal. Los nexos son adverbios o locuciones adverbiales: como, como si, como para, según (que), según y como, según y conforme…

He ordenado el armario co-mo me dijiste.

Instalé la piscina según in-dicaban las instrucciones

Otros valores de como y según: Ignoro la forma como lo ha

conseguido. Sub. Adj. Preguntó cómo se encontra-

ba el enfermo Sub. Sus. de OD Pasó lista según íbamos sa-

liendo. Adv. Temp. Eres tan alta como tu ma-

dre. Adv. Comp. Según el periódico la noticia

es cierta. Prep. En las proposiciones subordinadas

adverbiales de tiempo, modo y lugar los nexos son adverbios o locuciones adver-biales y por lo tanto cumplen función sin-táctica. En las otras proposiciones adver-biales los nexos son conjunciones o locu-ciones conjuntivas, y no se analizan sin-tácticamente ya que no cumplen función. COMPARATIVAS

En ellas se establece una compara-ción entre dos elementos equifuncionales de cuantificación igual o diferente (igualdad, inferioridad, superioridad).

Si estas oraciones aparecen sin ver-bo, se les sobreentiende, generalmente, el verbo de la oración principal.

Las fórmulas para expresar la com-paración son:

Tan…………………………..como Tanto………………………..como Tanto………………………..cuanto Igual………………………...que Lo mismo………………….que Más………………………….que Mas………………………….de Menos……………………...que Menos……………………...de “oración”………………….que

Te encuentro tan bien como había pensado.

En este cajón cabe tanto como en el otro.

Duermo tanto cuanto puedo. Igual vale para limpiar que para se-

car. Este señor trata a sus hijos lo mismo

que a los animales. Eres más inteligente que él. Esta casa cuesta más de lo que me

puedo gastar. Esta película es menos aburrida que

la del sábado. Tengo menos dinero del que me es-

tán pidiendo. Mi hermano es mayor que yo.

CAUSALES Expresan la causa con relación a la

acción de la principal. Los nexos son con-junciones o locuciones conjuntivas, todos conmutables por "porque".

He usado la maleta porque es mía. No iré al cine ya que no me has invita-

do. Puesto que no lo usas, me lo llevo. Como quiera que vinieron pocos, no

pudimos hacerlo. De tanto que lloró, se quedó ronco En vista de que no lo dijo, lo averigüé

yo. Como me dolía la cabeza, me acosté. Apaga esa luz, que aún es de día. Con verbo en forma no personal: Estás engordando por comer a to-

das horas. Conseguí aprobar a fuerza de estu-

diar. Viniendo de ti, acepto con agrado. Otras formas de expresar la causali-

dad: No me puede bañar de lo fría que es-

tá el agua. No conseguí salir a la carretera de

tanta nieve que había. No le queda nada bien de lo flaco que

es. Del frenazo que dio, chocó contra el

cristal. CONSECUTIVAS

Expresan la consecuencia que se de-riva de la acción de la principal. Hay dos ti-pos:

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- Sin elemento intensivo en la prin-cipal. Los nexos son conjunciones o locucio-nes conjuntivas, todas conmutables por "conque".

Pienso, luego existo. Llegaré tarde, por lo tanto no me es-

peres. Ya has estudiado bastante; descansa,

pues. No me ha nombrado; por eso no he

salido. Puedes hacerlo, de modo que intén-

talo. Me lo pidió él, así que lo hice. No has ayudado, conque no protestes. -Con elemento intensivo en la prin-

cipal y nexo "que". Tiene tanta suerte que siempre ga-

na. Tanto me lo pidió que se lo di. Es tan sincero que molesta. Pide tantas cosas que no sé cómo se

las voy a conceder. Le dio tal empujón que lo tiró al

suelo. Actúa de tal modo que escandaliza

a todos. Viste de tal suerte que parece una

modelo. Gritó en tal grado que me asusté. -Con verbo en formas no personal:

Hasta + INF. Comí hasta re-ventar.

-La conjunción y tiene valor consecu-tivo en oraciones como:

Sentí calor y me quité la ropa. Sigue comiendo así y engordarás.

CONDICIONALES

Formulan una condición para que se cumpla lo enunciado en la principal. Los nexos son conjunciones o locuciones con-juntivas, todas conmutables por "si"

Si tienes frío, abrígate. Como se lo digas, no confiaré más en

ti. Será verdad cuando él lo dice. Lo compraré siempre que me den la

garantía. Con sólo que le dediques algún tiem-

po, el niño estará contento. Me lo llevo a condición de que me lo

cambien. A menos que haya un acuerdo, no ire-

mos a la huelga.

En el supuesto de que él vaya a ve-nir, tenemos que hacer más comida.

-Con verbo en forma no personal: De haberlo sabido, no lo hubiera in-

vitado. Cantando así, no ganarás en concur-

so. Esa mesa, bien reparada, sería pre-

ciosa.

-Yuxtapuesta con verbo en imperati-vo:

Duerme mucho; verás cómo te en-cuentras mejor. CONCESIVAS

Expresan un obstáculo para que se cumpla lo enunciado en la principal. Los nexos son conjunciones o locuciones con-juntivas, todas conmutables por "aunque":

A pesar de que lo avisé, llegó tarde. No se lo diré, aun cuando ella se em-

peñe. Ya se puede circular por esa calle, si

bien aún no han acabado las obras. Tendrá que lavar el coche, mal que le

pese. Por más que me lo asegure, no lo

creeré. No lo creeré, así me lo jure. Aunque la mona se vista de seda,

mona se queda. Le dieron un suficiente, cuando se

merecía un bien. -Con verbo en forma no personal: Con saltarte la cena, no consegui-

rás bajar esos quilos de más. Aun prometiéndolo, no te creerán Asustado y todo, entró en la casa

abandonada. -Con giros sintácticos de valor conce-

sivo: Diga lo que diga, no le haremos el

menor caso. Sea la excursión como sea, yo no iré. Gane lo que gane, siempre está pi-

diéndome dinero. Piense lo que piense, yo lo seguiré

haciendo. -Con la construcción por......que Por mucho que te esfuerces, no lo

conseguirás.

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FINALES Expresan la finalidad de la acción de la

principal. Sus nexos son conjunciones o locu-ciones conjuntivas, todas conmutables por "para que":

He venido a que me quite la muela. Te lo di con la finalidad de que te ca-

llaras. He venido con el objeto de acompañar-

te. Toma este dinero, con vistas a que te

puedas ir de viaje. Trae ya el vestido que me lo ponga. Toma el martillo para que cuelgues el

cuadro. -Con verbo en infinitivo y prep. a o pa-

ra. Vengo a confesarme. Estoy cantando para dormir al niño.

Ejemplos de oraciones COORDINADAS

• Todos los días compro el pan y riego las plantas.

• No quiere un regalo, sino que le reconoz-can su trabajo.

• Se equivocó; sin embargo, no hizo ningu-na rectificación.

• Lo pregunté, mas no me respondieron. • Escríbele una carta o llámalo por teléfo-

no. • Estudia medicina, o sea, será médico. • Escucha o no vuelvas a pedirme opinión. • El certificado no lo emite cualquiera, sino

una comisión de expertos. • Gauguin murió pobre, es decir, no fue

reconocido en vida. • Unas veces me saluda afectuosamente;

otras veces, me ignora. • Un día nada, otro día corre por el par-

que, otro monta en bicicleta. • Me esforzaba mucho; no obstante, a me-

nudo me equivocaba. • Vino, aunque se fue enseguida. • El cariño verdadero no se compra ni se

vende. • Entre todos arreglaremos la casa y plan-

taremos el jardín. • ¿Te has decidido ya o todavía no? • Tan pronto se calla, tan pronto grita. SUBORDINADAS SUSTANTIVAS, SUSTANTI-VADAS Y ADJETIVAS • No deseo que salgas de la cárcel.

• El que subió la bandera es un cobarde. • Julia está que trina. • No sé cuántos lápices repartirá. • Isabel no sabe si saldrá hoy. • María dijo: No salgáis a la calle. • Que sufras tanto me molesta. • Estamos contentos de que seas amable. • Estoy cerca de alcanzar mi objetivo.

Pedro tiene ganas de que vengan sus amigos.

• Confiesa dónde lo has puesto. • Dile qué tiene que hacer. • Dile que tiene que hacer. • El párroco anunció que no iba a cele-

brar la misa. • No confiamos en los que presumen de

sus actos. • La mansión, en cuyos jardines se cele-

bró la fiesta, pertenece a un noble. • El lugar de donde vengo es muy bonito. • No me quiere explicar la forma como lo

armó. • En el mes cuando tú naciste llovía co-

piosamente. • Esto es lo que más me gusta. • No pensé más en los que se quedaron. • Jamás me dirá si me quiere. • Quien mal anda, mal acaba. • Dáselo a quienes lo merezcan. • El que tengas tanto dinero te perjudica. • Fumar mucho es malo para la salud. • Tengo ganas de ir al cine esta noche.

SUSTANTIVAS Y SUSTANTIVADAS DE SUJETO Me gustó mucho que actuaras.

Quienes lo sepan sacarán buenas no-tas.

Las que lo vieron salieron contentas. El que no te guste es normal. Me agrada nadar en el mar.

DE O.D.

Me aseguró que volaría. Pedro aún no ha decidido si va asistir

a mis clases. Examinaré a los que asistan. Tengo las que te faltan. No me preguntó cuánto ganaba No sabemos quiénes vendrán. Ignoro cuántos coches posee. Dime cuándo cierra. Confiesa ya cómo lo abriste. Ya sé dónde lo escondió. Me gustaría saber qué preguntas te

ha hecho. Nos recomendó: No subáis a El Teide.

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- No pienses más en ella - dijo Pedro. Decidí: Confiaría en ella. (indirecto li-bre).

Quiero leer ese libro.

De O.I. Entregaré las notas a los que vengan a

recogerlas. Daremos los premios a quienes lle-

guen en primer lugar.

DE ATRIBUTO Esos médicos son los que lo operarán. José está que salta. Pedro es quien te acusa. Querer es poder.

DE COMPLEMENTO AGENTE Fui encarcelada por el que me atrapó. Seremos condecorados por quienes

forman el jurado.

DE SUPLEMENTO Confiamos en que él lo haya dicho. Creerá en los que sean más lógicos. Hablaré de los que conquistaron la

ciudad.

DE COMPLEMENTO CIRCUNSTAN-CIAL

Iré por el que tú acortaste camino. Pon tu ropa en la que está colgada de-

trás de la puerta.

DE COMPLEMENTO DEL NOMBRE, COMPLEMENTO DEL ADJETIVO Y COM-PLE-MENTO DEL ADVERBIO

Estamos encima del que tú construis-te.

Estuviste cerca de que te atraparan. Nos hallamos cerca de quienes sufren. Ese comentario es digno de los que

ignoran el tema. Está cansado de que siempre te burles

de él. Tengo noticias de quienes se salvaron. Este es el coche de los que abandona-

ron el país. Tengo ganas de que me invite.

DE APOSICIÓN Pedro, ¿el que vive ahí, es su novio?

SUBORDINADAS ADJETIVAS

Los periodistas, a quienes contamos la

historia, trabajan en El País. Los amigos en los cuales confiába-

mos nos han traicionado. El portero, cuyo uniforme has plan-

chado ya, entra a trabajar a las doce. Éste que ves es mi hermano. Iremos por el camino por donde tú

has regresado. Lo haré de la manera como dicen las

instrucciones. En la época cuando yo estudiaba la

universidad estaba en La Laguna. Los cuadros pintados por Dalí serán

expuestos en esa sala. Vimos mujeres lavando la ropa en el

río. Me gustan mucho las novelas escri-

tas por Cela. La butaca en la que te has sentado

es del S. XX. Los amigos con quienes fuimos al ci-

ne nos invitaron luego a cenar. )Quieres el libro que acabo de termi-

nar? El disco por el que preguntas está

agotado. Estaré en el jardín en el que se va a

celebrar el concierto. El coche, cuyo motor está siendo re-

visado por el mecánico, llegó el tercero en la carrera.

Me interesa mucho la película que están proyectando.

La música compuesta por ese alum-no del Conservatorio suena muy bien.

El pueblo donde vivo se llama Taco-ronte.

Vivo en el bloque de edificios que se encuentra allí

SUBORDINADAS ADVERBIALES

DE LUGAR Lo puse donde no puedas encontrar-

lo. Iré por donde me has indicado. Vendré caminando desde donde tú

me dejes con el coche. Iré caminando hacia donde suene el

pito. DE TIEMPO

Saldré cuando tú llegues. Apenas comience el espectáculo, ce-

rraré las cortinas

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Tan pronto como llegue Juan, saldremos para tu casa.

Me levantaré antes de que amanezca.

Después de que todos se hayan ido, limpiaré la sala.

Mientras hacía los ejercicios, me llamaron tres veces por teléfono.

Según íbamos entrando, nos dieron este folleto. DE MODO Lo haré según me explicó Pedro. Arreglé la lavadora según indicaban las instrucciones.

COMPARATIVAS Vi a María más sana que a Josefa. Tú hermano Rafael es tan alto como

tú. Los cipreses se destacaban como

crestería de afiladas puntas. Este trabajo está mejor que el otro. El agricultor cultiva más coles que

rábanos. Tu perro es más listo que el de él. Roberto es menor que su primo. CAUSALES Me marcho ya porque voy a llegar

tarde al cine. Puesto que estás convencido, no te lo

negaré. Ya que sabes tanto, dime la respues-

ta. Como se portó tan bien, lo dejé ir al

cine. De tanto que lo intenta, siempre lo

consigue. Se salvó a fuerza de tomar medica-

mentos. No puedo más de rendido. Me duele la cabeza de estudiar.

CONSECUTIVAS Estaba tan cansada que se acostó. Sufre tanto que llora continuamente. Me reprendió de tal manera que me

dejó avergonzado. No traje el disco, conque no podemos

oír esa canción. No hay forma de conseguirlo; por lo

tanto, no te esfuerces más. No me ha traído los documentos, de

modo que no puedo identificarme. No he aprobado ningún examen, por

consiguiente no espero aprobar esa asigna-tura.

Me duele la cabeza, cállate pues. Comí hasta reventar. Come mucho y engordarás. CONDICIONALES Si me lo prestas, prometo cuidarlo. Como no se despeje el tiempo, no po-

dremos ir a la playa. Me lo dijo a condición de que le guar-

dara el secreto. En el caso de que se celebre la fiesta,

iré. De ser cierto, lo sabríamos. Mejor nos iría comprando en esa

tienda. Ese suelo, fregado todos los días, re-

luce.

CONCESIVAS Aunque se lo digas, no te va a creer. No dio con la respuesta, a pesar de que se cree tan listo. No lo creeré aun cuando me lo asegu-re él. Si bien tiene cualidades, no creo que consiga ese puesto. Con estudiar mucho, no conseguirás aprobar las oposiciones. Aun sabiendo que no había clases, vino. Enfermo y todo, asistió a la conferen-cia. Protestando y todo, acudió a la reu-nión.

Diga lo que diga (haga lo que haga, pese a quien le pese), yo traeré a mis amigos aquí.

FINALES He venido para que me entregues la

llave. Te lo pregunto a fin de que me digas

la verdad. La modelo acudió al certamen con la

finalidad de ser seleccionada. Salí a dar un paseo. Le envió un carrito de ruedas para

que pasease. Subí a la azotea para tender la ropa. OTROS EJEMPLOS DE ORACIONES

(MEZCLADAS)

Lo hice según me indicaste. Como no tenía dinero no fue al viaje.

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• Lo que afirmas no es cierto. • Quien bien te quiere te hará sufrir. • Tenía la sospecha de que él había sido

el culpable. • El no es tan bueno como tú crees. • Al venir a clase tuve una avería en el

coche. • Andrés es el que vino temprano. • Lo que me dijiste me disgustó. • Al venir a clase tuve una avería en el

coche que había sido reparado por el mecánico.

• Los niños a quienes fotografiamos en la plaza ganaron el primer premio de disfraces.

• El salón cuya puerta está cerrada con un candado sirve de depósito de ali-mentos.

• María estaba caminando descalza, pe-ro su madre se enfadó y tuvo que po-nerse los zapatos.

• Ya ha sido capturado el furioso león que escapó de aquel circo cuando el domador abrió la puerta de la jaula.

• Si me lo hubieras dicho, te hubiera re-suelto el problema que te ocasionó mi marcha.

• No voy a salir esta tarde, porque tengo que preparar un examen de física.

• Aunque conozco bien a tu hermano, no le pediré dinero.

• Tengo que estudiar con atención los temas de física que copié ayer.

• Esta mañana hemos sido sorprendidas por las que vinieron a tu gran casa.

• Aquí se sentarán los alumnos cuyos apellidos sean extranjeros.

• Dime quién ha venido esta mañana al partido.

• Ya decidiré si me interesa tu oferta. • El otro día premiaron al que te hizo los

planos de tu casa. • Me aseguró que lo traería. • El alumno comentó: Voy a preparar

bien ese examen difícil. • Unas veces juega; otras vagabundea;

pero nunca estudia. • Los estudiantes sabían que estaban a

punto de hacer el ejercicio. • Los libros que pedí no estaban en la

exposición. • Iba tan distraído que tropezó por el ca-

mino. • Ya ha sido reparado el tractor viejo que

compré el mes pasado en la ciudad. • Como tengo que cuidar a mi hermano

pequeño, no puedo ir al teatro.

• Necesito que hoy seas amable con mis amigos.

• Sintió tanto tu ausencia que estuvo llo-rando toda la noche.

• Celebraré una fiesta en el jardín de mi casa, pero no la invi-taré.

• Siento profundamente que los muebles de comedor que compré ayer en aquella tienda no sean los que tú deseabas, pero los que había en otras tiendas no me gus-taban mucho.

• Estoy orgullosa de que tengas buenas no-tas.

• He perdido la ilusión de que vuelva. • El niño con cuyo padre hablaste hoy me

miraba nervioso. • Los obreros que trabajan en esa enorme

fábrica perciben un salario bajo. • Dime quién ha venido esta mañana. • Los que tenían que sacar buenas notas

estudiaron mucho. • No se han restaurado todavía todos los

cuadros que tienes que entregar mañana en el museo.

• El teatro que se inaugurará el lunes tiene capacidad para dos mil espectadores.

• El hotel en el que estás viviendo ahora fue construido en el siglo pasado por un famoso arquitecto.

• El agua, que venía sucia por la cañería, fue depurada por los trabajadores.

• María tiene que comerse lo que he coci-nado esta mañana.

• Ayer hemos sido sorprendidos por las que vinieron a tu casa.

• El señor en cuyo bar hemos comido an-daba sucio.

• Dime ya cuántos afiladores les diste. • Aquel señor no sabe si nos venderá su

casa. • Algún alumno comentó: Mañana habrá

examen de Historia. • La silla en que te subiste tiene una pata

rota. • Encontramos fatigados a los que jugaron

el partido en la cancha. • Si vas a contar ahora esa película, me

marcharé con Juan al parque. • Tenía miedo de que le dijesen la verdad. • Me entristece que me hables así. • Los que vinieron ayer de Barcelona nos

examinarán mañana. • Las señoras a las que vimos en tu tienda

han sido arrestadas por la policía. • El que contestó es el mejor. • Estoy cansada de que siempre hagas ton-

terías.

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I. SITUACIÓN DEL AUTOR EN EL CON-TEXTO HISTÓRICO, CULTURAL Y LITE-RARIO. Europa vive una época de esplendor a finales del XIX. Con la revolución indus-trial llega el progreso técnico y se producen avances en la ciencia, industria y transpor-tes y comunicaciones. Además, bajo el man-do de gobiernos constitucionales, vive un pe-riodo de paz internacional y de estabilidad social. En el año 1898 España – ante una situación de atraso económico (sector agra-rio poco eficiente y atrasado, la poca indus-tria que sostenía la economía se encontraba en Cataluña y en el País Vasco, encareci-miento de precios y los salarios son bajos…), de descontento social (caciquismo y oligar-quía) y de inestabilidad política- perdió sus últimas colonias ultramarinas, hecho que provocó un examen de la situación histórica del país. Una serie de escritores (Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Pío Baroja, Ra-miro de Maeztu, Ramón María del Valle In-clán, José Martínez Ruiz, Azorín), preocupa-dos el "problema español", ven la necesidad de reexaminar los valores tradicionales de España y de encontrar soluciones dentro de las normas y tradiciones de España, redes-cubrirla en su pasado, concretamente Casti-lla porque allí nació España. Estos autores (Generación del 98) tu-vieron preferencia por el ensayo como medio para expresar sus ideas, y los temas princi-pales fueron los siguientes: -España: protesta por la situación de España. -Las tierras de España: fueron reco-rridas y descritas, fundamentalmente Casti-lla. -La historia: rastrearon en el pasado las raíces de los males presentes y buscaron los valores permanentes de Castilla y de España, tanto en los tesoros de la cultura como en los hombres. -Las preocupaciones existenciales y religiosas. En cuanto al estilo, es sobrio y direc-to. Reaccionan contra la retórica, el prosaís-mo y la grandilocuencia. Cuidan la for-ma de su prosa y evitan las imprecisiones o los contenidos confusos.

MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936)

Nació en Bilbao, pero vivió casi toda su vida en Salamanca, en cuya universidad trabajó como catedrático de griego y como rector. Entre 1924 y 1930, a causa del des-tierro por sus críticas a la Dictadura de Pri-mo de Rivera, vivió en Fuerteventura y en Francia. Aunque apoyó en un inicio a la Re-pública, posteriormente adoptó posiciones críticas tanto a ésta como al levantamiento militar del general Franco. Fue un hombre inquieto, rebelde, contradictorio e individualista, siempre rin-diendo culto a su propia personalidad. No encontró nunca la paz, acosado de dudas religiosas y existenciales: el sentido trágico de su existencia, el problema de Dios y de la inmortalidad. Si el alma no es inmortal, na-da vale nada, ni hay esfuerzo que merezca la pena. De ahí su “hambre de Dios”, de un Dios que garantice nuestra inmortalidad personal. Unamuno se esfuerza en creer, pero vence la razón y se sume en una pro-funda crisis espiritual. Su angustia surge de la amenaza de la Nada tras la muerte. Fue militante del PSOE en su juven-tud, aunque con el paso del tiempo va per-diendo la fe y abandona su militancia políti-ca. Cultivó todos los géneros literarios: poesía (Rosario de sonetos líricos, El Cristo de Velázquez, Romancero del destierro…) no-vela (Paz en la guerra, Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula, San Manuel bueno mártir) tea-tro (Fedra, El otro, El hermano Juan) y en-sayo (En torno al casticismo, Vida de don Quijote y Sancho, Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del Cristianismo). El pro-blema de España fue uno de sus temas pre-dilectos, lo que le llevó a analizar los aspec-tos que habían conducido a la patria a ese estado de crisis. La descripción del paisaje castellano, así como de sus gentes, se con-virtió en uno de sus objetivos. Unamuno se movió durante toda su vida entre la fe y el agnosticismo religioso, sin terminar de de-cantarse por ninguno de ellos. Además, el tema de la muerte (o de la inmortalidad) ocupó, junto al anterior, un puesto principal entre los tratados por Unamuno.

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Con Niebla inicia lo que él denominó nivolas: plantea el problema de la existencia y la personalidad y el enfrentamiento de las almas, de las pasiones humanas desconec-tadas de los paisajes y los ambientes. El protagonista se rebela contra Unamuno, porque se da cuenta de que no es más que un ser de ficción, manejado al capricho del autor, y le recuerda a éste que, al igual que él es una creación de la mente de su autor, también los humanos dependen del capri-cho de Dios. Su obra maestra llegaría en 1931, San Manuel Bueno, mártir. En cuanto al estilo, Unamuno utiliza un lenguaje sobrio, aunque expresivo e in-tenso. Huye del retoricismo e incluye una gran cantidad de términos populares con la finalidad de revitalizar el sentido de ciertas palabras. Propone un estilo desnudo, frente a los estilistas que lo visten de galas. Juega con el idioma, inventa términos nuevos, busca la densidad de ideas, la exactitud de sus descripciones, no la elegancia. Su lucha interna se aprecia en su gusto por parado-jas, antítesis, exclamaciones. II. RASGOS Y TENDENCIAS NARRATI-VAS, TEMA Y RESUMEN DEL ARGUMEN-TO DE SAN MANUEL BUENO, MÁRTIR

TÉCNICA NARRATIVA Podemos hablar de perspectivismo, porque no conocemos al protagonista de una forma objetiva, sino a través del punto de vista de la narradora que, además, escri-be en un tiempo alejado de los hechos y que en numerosas ocasiones cuenta hechos que le fueron narrados por otra persona. El hecho de que haya dos modos distintos de concebir la realidad (el del creyente y el del no creyente) ofrece, también, una doble perspectiva. El autor recurre a la técnica narrativa del “manuscrito encontrado” para distan-ciarse de la novela, que, evidentemente, tie-ne un tono autobiográfico puesto que Una-muno refleja en ella sus dudas religiosas y existenciales. Para ello nos presenta una narradora testigo (no omnisciente), que re-cuerda, en forma de memorias escritas -en las que predomina la narración de acciones y escasean las descripciones- la vida, activi-dad y personalidad de don Manuel.

ESTRUCTURA La novela está dividida en 25 secuen-cias. Las 24 primeras corresponden a las memorias de Ángela (voz de la narradora) y la última es un epílogo del autor (voz del au-tor). Las memorias de Ángela constan de una presentación, de un cuerpo central (primeros recuerdos, recuerdos de los 16 a los 20 años, relaciones de Lázaro y don Manuel, muerte de ambos) y de las re-flexiones de Ángela. Como elementos inter-calados en las memorias podemos señalar las anécdotas de Perote y del payaso. TIEMPO Aunque las referencias son escasas (regreso de Lázaro de América como un in-diano progresista y anticlerical) y la obra tiene un marcado carácter atemporal, pode-mos situar los acontecimientos narrados a principios del S.XX (tiempo externo). En relación con el tiempo interno: - Presente del editor: el autor finge publicar las memorias. -Presente de la narradora: “Recuerdo” “Ahora” - Pasado: hechos acaecidos La presentación de los acontecimien-tos sigue una progresión cronológica (desarrollo lineal), aunque la narradora evo-ca recuerdos fragmentarios, de modo que avanza o se detiene desde su visión subjeti-va de los hechos. ESPACIO Valverde de Lucerna, lugar en el que se desarrollan los acontecimientos, es un trasunto literario de un pueblo de Zamora situado junto al lago Sanabria, donde se conserva una leyenda sobre un pueblo, Val-verde de Lucerna -igual nombre en la leyen-da y en la novela-, que se halla sumergido en el lago. Antiguamente, en el lugar que hoy ocupa el Lago de Sanabria -que no exis-tía-, tenía emplazamiento Villaverde de Lu-cerna. Cuenta la leyenda que cierto día se presentó en la villa un pobre pidiendo li-mosna (era Nuestro Señor Jesucristo). Sólo se compadecieron de él unas mujeres que se hallaban cociendo pan en un horno. El po-bre, para castigar la falta de caridad de aquella villa, les dijo a las mujeres subieran aun lugar alto, porque iba a anegar el lugar. Sólo quedó al descubierto una islita, que jamás se cubre, situada en el lugar que ocu-

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pó el horno. El lago conservó la virtud de que todo aquel que se acercara a él en la madrugada de San Juan y se hallare en gra-cia de Dios oiría tocar las campanas de la sumergida Villaverde. El espacio novelesco -Valverde de Lucerna- tiene valor simbólico, por eso hay escasas descripciones del mismo. La ciudad sumer-gida es símbolo de la intrahistoria del pue-blo y representa el recuerdo de los muertos de la aldea, de los antepasados que hicieron posible la vida que hoy tiene el pueblo y que forman parte de la existencia de los vivos. Para el pueblo el lago azul representa la mortalidad, lo que desaparece: pero, por otra parte, en él se refleja el cielo, símbolo de la vida eterna prometida. La montaña y la nieve simbolizan la permanencia, la in-mortalidad, la esperanza en la vida eterna en la que creen los habitantes de la aldea. D. Manuel es descrito en numerosas oca-siones en relación con el paisaje (“ojos azu-les como las aguas del lago”, “Había en sus ojos toda la hondura azul de nuestro la-go”…). El color de sus ojos se identifica con el azul de las aguas del lago, lago que refleja ese cielo símbolo de la vida eterna en la que don Manuel no cree. PERSONAJES DON MANUEL, por sobrenombre Bueno, párroco de Valverde de Lucerna, es el personaje central de la obra. De persona-lidad compleja y contradictoria por la volun-tad de vivir como creyente y la imposibilidad de creer, por la lucha entre la razón y la fe. Acepta como única verdad el amor al seme-jante (la caridad). Don Manuel no es creyen-te, pero actúa como si lo fuera, y comunica al pueblo la fe que él no tiene (según las pa-labras de Ángela, que cree creer que no tie-ne), ya que sabe que sin la fe el pueblo no tiene la fuerza de vivir (“La verdad, Lázaro, es acaso algo terrible, algo mortal; la gente sencilla no podría vivir con ella”). En ocasiones se establece el parale-lismo entre don Manuel y Cristo. Los dos tienen el mismo nombre: Manuel (o Emma-nuel), que en hebreo significa “Dios con no-sotros”. La presencia de D. Manuel entre el pueblo de Valverde equivale a la de Cristo entre los hombres. Don Manuel exclama con especial énfasis, durante el Viernes Santo: “Dios mío, Dios mío!, por qué me has aban-donado?” Entonces, cuenta Ángela, “era co-mo si oyesen a Nuestro Señor Jesucristo,

como si la voz brotara de aquel viejo crucifi-jo”. También se establece un paralelismo entre don Manuel y la figura de Moisés, que condujo a su pueblo hacia la tierra prometi-da, aunque murió a sus puertas, sin llegar a entrar en ella por no haber creído la prome-sa de Dios. ÁNGELA - Mensajera o evangelista: Ángel pro-viene del griego “anguelos”, que significa mensajero. Uniendo el prefijo eu- formamos evangelista; es decir, el buen mensajero, el mensajero de la buena nueva. Ángela narra la vida de un hombre al que se pretende beatificar. Es, pues, su evangelista, la trans-misora de la buena nueva de la vida del santo. - Narradora - Testigo: refiere lo visto y oído y for-ma parte de lo narrado. Pero también refiere lo sentido, incorporándolo a su testimonio. Su narración tiene lugar mucho después de los hechos ocurridos, con lo que sus recuer-dos mezclan sucesos en el tiempo y no le ofrecen garantía de objetividad (“y yo no sé lo que es verdad y lo que es mentira, ni lo que vi y lo que sólo soñé -o mejor lo que so-ñé y lo que sólo vi-, ni lo que supe ni lo que creí [...] ¿Es que sé algo?, ¿es que creo algo? ¿Es que esto que estoy aquí contando ha pasado y ha pasado tal como lo cuento? ¿Es que pueden pasar estas cosas? ¿Es que esto es más que un sueño soñado dentro de otro sueño?”). - Ayudante: “le ayudaba en cuanto podía en su ministerio”. Confesante y confesora: al comienzo de su relato, declara que quiere que su narración lo sea “a modo de confesión” y también nos cuenta su papel de confesante con don Ma-nuel en el sacramento de la confesión. Pero este papel se va invirtiendo para convertirse en confesora de don Manuel (“Y ahora, An-gelina, en nombre del pueblo, ¿me absuel-ves? [...] “En nombre de Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, le absuelvo, padre”). - Hija-madre del protagonista: don Manuel es su padre espiritual, pero, confor-me va introduciéndose en los recovecos del espíritu del sacerdote, Ángela se transforma y se adapta al papel de madre (“Empezaba yo a sentir una especie de afecto maternal hacia mi padre espiritual; quería aliviarle del peso de su cruz de nacimiento”. “Y sali-mos de la iglesia, y al salir se me estremecí-an las entrañas maternales”).

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LÁZARO

E l simbolismo de este nombre re-sulta bien claro: re-cuerda al Lázaro del Evangelio, a quien Cris-to resucita. Don Ma-nuel Aresu-cita el espí-ritu de Lá-zaro a su fe, para su re-ligión. S u actitud es

no sólo irreligiosa, sino anticlerical. Su reac-ción inicial al conocer a don Manuel es de desconfianza (“no es como los otros, pero a mí no me la da; es demasiado inteligente para creer todo lo que tiene que enseñar”). Don Manuel sabe que Lázaro no se dejará engañar por lo que le confiesa la verdad que le atormenta, pero también lo convence de que al pueblo hay que dejarle en paz -en fe- para que viva feliz. Lázaro no cree ni siente la necesidad de hacerlo, pero a la muerte de don Manuel continúa la labor de éste en el pueblo. BLASILLO

Representa la fe ciega que don Ma-nuel desea para su pueblo. Blas, el bobo, repite como un eco palabras del párroco “Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”, aunque no entiende su sig-nificado. Así, lo racional (la negación de la divinidad de Cristo) desciende a lo irracional de la fe popular encarnada en Blasillo. Cuando don Manuel muere, Blasillo muere (en el manuscrito de 1930 no ocurría así; la muerte de Blasillo se añade en la última re-dacción). Blasillo es el eco de la voz de don Manuel y, al morir don Manuel, el eco care-ce de función. TEMA

La aportación de Unamuno estriba en la creación de la llamada novela existen-cial, novela personal. Es una novela de per-sonaje agonista, es decir, que lucha contra

la sospecha de su propia contingencia exis-tencial. La obra desarrolla un tono caracte-rístico de Unamuno: la lucha entre fe/razón, entre creer/no poder creer, y todo ello presidido por su obsesión por la muer-te. Además nos encontramos con el tema de la fe basada en el engaño (“La verdad., Lá-zaro, es acaso algo terrible, algo mortal; la gente sencilla no podría vivir con ella [...] Yo estoy para hacer vivir las almas de mis feli-greses, para hacer que se sueñen inmorta-les, no para matarles. Lo que aquí hace fal-ta es que vivan sanamente, que vivan en unanimidad de sentido, y con la verdad, con mi verdad, no vivirían”.). Para desarrollar esos temas al autor escoge a un personaje contradictorio y pa-radójico, don Manuel, cura que no cree en la vida eterna. Por lo tanto se convierte en un ser angustiado que, sin embargo, man-tiene en el pueblo la fe que él no tiene, fe engendradora de felicidad. La inmortalidad del alma es, pues, el tema central de la no-vela en torno al cual giran otros temas co-mo el engaño, el pecado, la caridad, el anti-clericalismo, la fe ciega, la falta de fe… RESUMEN DEL ARGUMENTO Ángela Carballino recuerda la histo-ria de don Manuel Bueno, párroco de su pueblecito, Valverde de Lucerna, que se en-trega a su pueblo y se manifiesta como un santo llevando a cabo una actividad desbor-dante de ayuda a los demás, ocultándoles el problema que lo atormentaba: la duda en la otra vida. Un día, vuelve al pueblo el her-mano de Ángela, Lázaro. De ideas progre-sistas y anticlericales, rechaza en un princi-pio a don Ma-nuel, pero éste consigue que Lázaro se iden-tifique con su idea de que lo importante es que el pueblo crea y viva con la esperanza de la vida eterna, aunque haya que engañarlo, y le pide que continúe, des-pués de su muerte, con su labor en el pue-blo.

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ESTRUCTURA Memorias de Ángela Epílogo del autor Anécdotas intercala-

das

1. Presentación 2. Cuerpo central • Primeros recuerdos

• Recuerdos de los 16 a los 20 años

• Relaciones de Lázaro y don Manuel

• Muerte de ambos 3. Reflexiones de Ánge-la

1. Recurso del manus-crito encontrado: finge ser sólo editor

• Opiniones de Una-muno

• Paralelismo entre don Manuel y Moisés

• El pueblo no hubiera entendido la falta de fe

Voz de la narradora Voz del autor

Perote • El payaso

Tipo: cerrada y circular

1. Presente narra-tivo: justifica-ción de las me-morias

2. Historia del pasado: memo-rias

3. Presente narra-tivo: reflexión sobre lo ocurri-do. Nueva justi-ficación de las memorias

TIEMPO

1. Tiempo histórico o externo 2. Principios del s. XX

2. Tiempo interno

• Presente del editor: el autor finge publicar sus memorias

Presente de la narradora: “recuerdo”, “ahora” Pasado: hechos acaecidos • Progresión cronológica

• Tiempo lento: recuerdos fragmentarios. Ángela avanza o se detiene desde su visión objetiva de los hechos

ESPACIO 1. Espacio real 2. Pueblo real de la provincia de Zamora (leyenda)

2. Espacio novelesco Valverde de Lucerna • Función simbólica: montaña y nieve :

(permanencia, inmortalidad); lago: mortalidad, lo que desaparece)

Identificación de don Manuel con el espacio no-velesco: descripción de don Manuel en relación con el paisaje

TÉCNICA NARRATIVA 1. Recurso técnico del manuscrito encontrado • Verosimilitud de la historia

1. Permite al autor hacer comentarios propios

2. Formas de expresión • Predominio de la narración -Narradora testigo: narra lo que vio y lo que le contaron • Casi ausencia de descripción

• Ausencia de monólogo interior

RELACIÓN ENTRE LOS PERSONAJES Lázaro D. Manuel

De antagonista a discípulo Maestro

Blasillo D Manuel

El afecto inocente Compasión

Ángela D. Manuel

De hija espiritual a madre espiritual De confesor a confesante

El pueblo D. Manuel

Admiración Labor pastoral

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1. OBRA Y CONTEXTO. 1.1 situación del autor en su época Machado nació en Sevilla (1875) en el seno de una familia liberal progresista, lo que condi-cionaría su vida, obra y pensamiento. A los 8 años se traslada a Madrid, donde estudia en la Institución Libre de Enseñanza de Francisco Giner de los Ríos. Pasa su juventud con cierto aire bohemio y viaja a París, donde conocerá a Rubén Darío. Saca la cátedra de Francés y ob-tiene una plaza en Soria, en el instituto de en-señanza secundaria, donde se casa con Leonor Izquierdo, hija de los dueños de la pensión donde residía. Viaja a París, becado para am-pliar estudios, pero Leonor enferma de tuber-culosis y la pareja regresa a Soria. Un año más tarde, Leonor morirá. Machado, abatido, abandona Soria y se traslada a Baeza (reencuentro con su tierra andaluza natal). Obtiene plaza en el instituto de Segovia. Es elegido miembro de la Real Academia, aunque nunca llegará a ocupar su sillón. Conoce a Pi-lar Valderrama, mujer que se convertirá en la Guiomar de sus últimos poemas. Se traslada a Madrid, donde participa en los ambientes cul-turales de la capital. En 1936 se declara la Guerra Civil y Machado toma partido por la republica. Ante el asedio de la capital de Espa-ña, Antonio Machado se traslada a Valencia. De Valencia se trasladará, ya enfermo, a Bar-celona y desde allí, debido a la cercanía de las fuerzas franquistas, saldrá camino del exilio en enero de 1939. Muere en 1939, en Colliou-re (Francia). Fue un hombre liberal y progre-sista que, con el contacto con las desigualda-des sociales, adoptó posturas revolucionarias. 1.2 Situación en el contexto histórico, cul-tural y literario. Europa vive una época de esplendor a finales del XIX. Con la revolución industrial llega el progreso técnico y se producen avan-ces en la ciencia, industria y transportes y co-municaciones. Además, bajo el mando de go-biernos constitucionales, goza de un periodo de paz internacional y de estabilidad social. En el año 1898 España – ante una si-tuación de atraso económico (sector agrario poco eficiente y atrasado, la poca industria que sostenía la economía se encontraba en Cataluña y en el País Vasco, encarecimiento de precios y los salarios son bajos…), de des-contento social (caciquismo y oligarquía) y de inestabilidad política- perdió sus últimas colo-nias ultramarinas, hecho que provocó un exa-

men de la situación histórica del país. Una se-rie de escritores (Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Ra-mon María del Valle Inclán, José Martínez Ruiz), preocupados el "problema español", ven la necesidad de reexaminar los valores tradi-cionales de España y de encontrar soluciones dentro de las normas y tradiciones de España, redescubrirla en su pasado, concretamente Castilla porque allí nació España. Estos autores tuvieron preferencia por el ensa-yo como medio para expresar sus ideas, y los temas principales fueron los siguientes: -España: protesta por la situación de España. -Las tierras de España: fueron recorri-das y descritas, fundamentalmente Castilla. . -La historia: rastrearon en el pasado las raíces de los males presentes y buscaron los valores permanentes de Castilla y de España, tanto en los tesoros de la cultura como en los hombres. -Las preocupaciones existenciales y reli-giosas. En cuanto al estilo, es sobrio y directo. Reaccionan contra la retórica, el prosaísmo y la grandilocuencia. Cuidan la forma de su pro-sa y evitan las imprecisiones o los contenidos confusos. 1.3 ETAPA EN LA QUE SE INSCRIBE LA OBRA. a) Etapa modernista: debido a la influencia del Romanticismo (Bécquer y Rosalía de Castro) y del Simbolismo, Machado ha sido situado entre los modernistas Sin embargo, aunque presenta rasgos formales de la lírica modernista, Machado no acepta plenamente la retórica modernista y se inclina por un mo-dernismo intimista plagado de símbolos y de gran sencillez formal. Soledades es el libro más cercano al modernismo. 1903: Aparece su primer poemario con el títu-lo de Soledades. 1907: Antonio Machado refunde la versión an-terior, añadiendo poemas y suprimiendo otros. 1917: Publica la primera edición de sus Poesí-as Completas, cuya primera parte serán los poemas de Soledades, de nuevo refundidos. 1919: Versión definitiva con el título de Soledades. Gale-rías. Otros Poemas. b) Machado como un poeta típicamente del 98: revalorización del paisaje, especialmente del paisaje cas-tellano, ante el que presenta una actitud lírica o crítica (atraso de Castilla, males de España, desigualdades e

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injusticias…); la angustia del tiempo, el pro-blema del ser y del destino de España, el es-cepticismo, la supremacía del espíritu sobre la técnica, la melancolía de los recuerdos y los sueños. Campos de Castilla, es el libro más cercano a la ética y estética del 98. 1912: Primera edición Campos de Castilla. Se publica antes de la muerte de Leonor y no incluye el grueso de poemas dedicados a la enfermedad y muerte de la esposa. 1917: nueva edición del libro en la que inclu-ye bastantes poemas escritos ya desde Bae-za. 1928: edición de las Poesías Completas (reordena el libro en introduce algunos poe-mas y cambios). c) Última época Nuevas Canciones: publicado en 1924. In-fluencia de la lírica popular: breves, esencia-les, métrica de verso corto y rima asonante, sencillez lingüística general. Últimos poemas: no aparecerán formando parte de un libro unitario, sino dentro de otras obras. El tono es continuador del cami-no abierto en Nuevas Canciones. 2. TEMAS, MOTIVOS POÉTICOS Y ASPEC-TOS ESTILÍSTICOS 2.1. COMPOSICIÓN ESTROFICA: la métri-ca. Los versos preferidos son el octosíla-bo, de tradición popular, y el endecasílabo, de tradición culta, frecuentemente combina-do con el heptasílabo. Les sigue el alejandrino, verso carac-terístico del Modernismo, que apenas se había empleado desde la Edad Media. El do-decasílabo, del que Machado se valió espe-cialmente en su primera época, es otro de los versos rescatados por el Modernismo y que también había utilizado Bécquer. Otros versos manejados por Machado son: el hexadecasílabo, combinado con el octosílabo; y el hexasílabo. ESTROFAS CON VERSOS DE ARTE ME-NOR Romance {- a – a – a – a – a – a…} También usó del romance en heptasílabos (endecha) y en hexasílabos (romancillo). Cuarteta {a, b, a, b}, redondilla {a, b, b, a}, copla {—, a, —, a}, seguidilla, bien en la for-ma tradicional {7—, 5a, 7—, 5a, 5b, 7—, 5b}, bien en hexasílabos {6a, 6—, 6a, 6—, 6a, 6b, 6—, 6b}, Soleá {a, —, a}, con las variantes de la soleá en hexasílabos y la soleá playera {6—, 8a, 6—}, quintilla, en combinaciones varias de rima, décima, silva octosilábica (octosílabos y tetrasílabos).

ETROFAS EN ENDECASÍLABOS Soneto, tercetos, LA SILVA (combinación libre de un número indeterminado de versos endecasílabos y heptasílabos, cuya rima tam-bién se distribuye libremente: aconsonantada si todos los versos riman en consonante y arromanzada (rima asonante en los pares). ESTROFAS EN ALEJANDRINOS Pareados, serventesios {A, B, A, B}, combi-naciones de pareados y serventesios, sone-to en alejandrinos con serventesios en lu-gar de cuartetos. ESTROFAS EN OTROS VERSOS DE ARTE MAYOR: serventesio en eneasílabos, roman-ce heroico en decasílabos, silva en decasíla-bos y pentasílabos, serventesio y cuarteto en dodecasílabos, quinteto agudo en dodecasíla-bos {A, A, B, B, —‘}, silva en hexadecasílabos y octosílabos, combinación de endecasílabos y alejandrinos. VERSO LIBRE: en contadísimas ocasiones. 2.2 POÉTICA DEL AUTOR. IDENTIFICA-CIÓN DE LA TENDENCIA LÍRICA A LA QUE PERTENECE. RASGOS ESTÉTICOS E IDEOLÓGICOS. En su obra poética presenta tres fases: 1. Debido a la influencia del Romanticis-mo (Bécquer y Rosalía de Castro) y del Simbolismo, Machado ha sido situado en-tre los modernistas Sin embargo, aunque presenta rasgos formales de la lírica moder-nista, Machado no acepta plenamente la re-tórica modernista y se inclina por un moder-nismo intimista (“mirando hacia dentro” en su “íntimo monólogo”), de tonos becqueria-nos, plagado de símbolos y de gran sencillez formal. Soledades es el libro más cercano al modernismo. Machado ambienta con fre-cuencia sus poemas en parques, atardeceres, jardines solitarios adornados con fuentes en las que el agua se estanca... Sus versos de esta época, sensoriales y sonoros abundan en recursos fónicos –aliteraciones, parono-masias…-, con los que el autor nos comunica valores auditivos, y también en sinestesias o adjetivación, a través de las cuales nos tras-mite valores sensoriales de todo tipo. En cuanto a la métrica, Machado muestra prefe-rencia por la rima consonante y por el verso largo (dodecasílabos y alejandrinos) y experi-menta con la métrica acentual. Pero el recur-so más significativo de esta primera época es el uso de símbolos ("Dale doble luz a tu verso para que sea leído de frente y al sesgo"), es decir, temas como la tarde, el agua, la noria, las galerías…serán símbolos de realidades profundas, de estados de ánimo o de obsesio-

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nes íntimas. Estos símbolos machadianos se prestarán a diferentes lecturas, a diferentes interpretaciones. 2. Machado definirá la poesía como “palabra esencial en el tiempo” “diálogo del hombre con su tiempo”, es decir, se propone expresar las realidades del hombre y del mun-do sin desligarlas del tiempo. En esta etapa el poeta depura su lenguaje poético, que se hace más sobrio, aunque sin eliminar del todo los rasgos modernistas, y se revela como un poeta típicamente del 98: revalorización del paisaje, especialmente del paisaje castellano, ante el que presenta una actitud lírica o crítica (atraso de Castilla, males de España, des-igualdades e injusticias…); la angustia del tiempo, el problema del ser y del destino de España, el escepticismo, la supremacía del espíritu sobre la técnica, la melancolía de los recuerdos y los sueños. Campos de Castilla, es el libro más cercano a la ética y estética del 98. Se caracteriza esta etapa por la escasez de adornos técnicos y por una métrica más sen-cilla. El poeta ya no es sólo el Yo, es el Noso-tros. 3. Última época Nuevas Canciones: publicado en 1924. In-fluencia de la lírica popular: breves, esencia-les, métrica de verso corto y rima asonante, sencillez lingüística general. Aparece un nuevo personaje femenino, Guiomar, y con ella el te-ma amoroso, aunque el recuerdo de la esposa muerta seguirá siendo importante en el libro. Últimos poemas: no aparecerán formando parte de un libro unitario, sino dentro de otras obras. El tono es continuador del camino abierto en Nuevas Canciones. Destacan en es-tos últimos poemas los dedicados a Guiomar y algunas poesías de guerra. 2.3 TEMAS Y SÍMBOLOS. ("Dale doble luz a tu verso para que sea leído de frente y al ses-go”) No podemos desligar los temas y los símbolos machadianos, puesto que, a través de elementos como la tarde, el agua, la noria, las galerías…, que se convierten en símbolos, el poeta expresa realidades profundas, estados de ánimo u obsesiones íntimas. Estos símbo-los se prestarán a diferentes lecturas, a dife-rentes interpretaciones, pero en líneas genera-les podemos establecer una relación entre los símbolos y los diferentes temas que aparecen el la poesía de Machado, fundamentalmente en su obra Soledades Machado expresa en sus poemas el sinsentido de la vida y la búsqueda de una justificación

para la existencia humana (lo existencial y lo religioso). El tema casi exclusivo y obsesi-vo de Soledades es la muerte y relacionados con ella: • El paso del tiempo y el discurrir de la vida, la angustia provocada por la contem-plación del discurrir temporal que nos lleva a la muerte. (Ej: He andado muchos cami-nos y Daba el reloj las doce...: “Daba el re-loj las doce... y eran doce / golpes de azada en tierra”). • La tristeza, la melancolía por lo perdido (Ej: Recuerdo infantil: “Una tarde parda y fría / de invierno. Los colegiales / estu-dian. Monotonía / de lluvia tras los cris-tales” y La plaza y los naranjos encendi-dos). •La angustia de vivir (Ej: Eran ayer mis do-lores...).La propia vida se ve como una ame-naza, puesto que encierra la muerte como consecuencia inevitable. Esto explica el to-no de tristeza, angustia y melancolía. En Soledades, la muerte no es todavía una experiencia real, siendo la referencia funda-mental Jorge Manrique y sus Coplas por la muerte de su padre. •La sensación de Soledad, el amor, o, mejor, la ausencia del amor y el deseo de tenerlo (Ej: Yo voy soñando caminos: “[…] Mi can-tar vuelve a plañir: / “aguda espina do-rada / quién te pudiera sentir / en el co-razón clavada” “Amada, el aura dice / tu pura veste blanca / no te verán mis ojos / mi corazón te aguarda” […]). En Soledades la mujer no es real, es una apari-ción o un deseo que nunca llega realizarse; es un símbolo del estado de angustia y sole-dad del que nunca ha conocido el amor.

TEMAS SÍMBOLOS

El paso del tiempo La infancia. El reloj. La tarde. El paso de las es-

taciones. El agua (cuando fluye). Los caminos. Las

galerías.

La monotonía La noria. El mundo in-fantil.

La muerte Las campanas y campa-narios. Los cementerios.

Los cipreses. El agua (cuando está estancad o parada: lagos, charcas,

mar))

La vida Sueño. Camino. Los ríos. Agua (cuando brota)

La poesía y los poetas Abejas (los poetas). Col-menas. Miel (el poema)

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• El aburrimiento, la monotonía y el hastío de vivir (Ej: Hastío: […] “Dice la monotonía / del agua clara al caer: / un día es como otro día / hoy es lo mismo que ayer/ […]). • La realidad y el deseo (Ej: Desgarrada la nube: “[…] Desperté. ¿Quién enturbia / Los mágicos cristales de mi sueño?”). • El problema de Dios (Ej: Anoche cuando dormía: […]“Anoche cuando dormía / soñé, ¡bendita ilusión! / que era Dios lo que tenía / dentro de mi corazón” […]). La actitud de Machado ante Dios es similar a la de Unamu-no (San Manuel Bueno, mártir): constante lu-cha consigo mismo, lucha entre la imposibili-dad de creer y el deseo, la necesidad, de creer para dotar de sentido a la vida. Otro bloque temático: poemas que re-flexionan sobre la función del poeta y sobre la creación literaria (Ej: Desnuda está la tierra, Leyendo un claro día, La noria). En Campos de Castilla: el tema central de sus poemas seguirá siendo la muerte: • Castilla -centro de interés de buena parte

del libro- vive de un pasado ya muerto. • La guerra, la muerte y la violencia son

determinantes en la historia del pueblo cas-tellano (ver el poema Por tierras de España).

• La muerte de Leonor (ver los poemas de-dicados a la enfermedad y muerte de Leo-nor).

• Los amigos muertos (ver el elogio a Don Francisco Giner de los Ríos)

Temas que aparecen en Campos de Casti-lla. 1. El problema de España: en el trata-miento de este tema podemos señalar tres mo-mentos distintos en su poesía: a) lamento por la decadencia de España (visión muy negativa de Castilla, de su paisaje, de su historia y de sus gentes), b) visión cargada de ternura y comprensión, c) esperanza en el futuro, en las nuevas generaciones que se opondrán a la "España de la Muerte • El paisaje de Castilla como símbolo de

España. Este paisaje castellano será con-templado de dos formas diferentes. En un primer momento de una manera objetiva, describiendo su dureza, su sequedad, su fealdad (A orillas del Duero).En un segundo momento, Machado contemplará el paisaje de Castilla de una forma subjetiva, expre-sando lo que supone para él, no lo que es (Orillas del Duero).

• Las gentes de Castilla y de España (Por tierras de España, Del pasado efímero y La tierra de Alvargonzález).

La denuncia política (Una España joven). 2. El problema existencial.

• El amor y la muerte de Leonor. El trata-miento de la muerte es más personal, por-que Machado ha sentido en carne propia la muerte. (poemas dedicados a Leonor en Campos de Castilla). La figura de su espo-sa no es usada como objeto amoroso, sino como excusa para reflexionar sobre el do-lor, el tiempo y la muerte o la esperanza de una posible resurrección que justificara la vida humana. La figura literaria de Guio-mar está inspirada en Pilar Valderrama, mujer con la que mantuvo Machado una relación sentimental en sus últimos años. Los poemas dedicados a Guiomar aparece-rán a partir de Nuevas Canciones, y en ellos sí aparecerá por primera vez en un verdadero sentimiento amoroso. •La religión (El dios ibero y La saeta). Ma-chado creerá en una religión que de sentido a la vida; creerá, por tanto, en la religión de Cristo resucitado, no en la del Cristo muer-to en la cruz.

3. Lo proverbial: muchos poemas del libro encierran un proverbio o un pequeño pensa-miento sobre temas variados: política, religión, literatura, autobiográficos, etc... (Proverbios y Cantares). 2. 4. Recursos técnicos predominantes Antonio Machado some-te su estilo a un proceso de de-puración en busca de la esen-cialidad, hecho que explica que partiendo del Modernismo este-ticista llegue a una poesía sen-cilla, breve y concisa. Entre sus recursos po-demos destacar: Los símbolos: monosémicos y disémicos. Los efectos sonoros y sensoriales (epítetos, sinestesias, aliteraciones…). Compa-raciones y metáforas. Las alusiones a objetos por algunas de sus características: "¡El muro blanco y el ciprés erguido!" (cementerio, muer-te). Uso del diálogo en muchos poemas (con personas, con objetos, con elementos de la na-turaleza o consigo mismo “Converso con el hombre que siempre va conmigo/ […] mi solilo-quio es plática con este buen amigo / que me enseñó el secreto de la filantropía”). Suele co-menzar sus poemas situándolos en un tiempo determinado. Es corriente que termine con una exclamación o epifonema. Muchas de sus composiciones presentan superposición de tiempos (pasado y presente) y de lugares (Soria y Baeza, por ejemplo). En las descripciones del paisaje suele usar mucho el estilo nominal (ausencia de verbos).

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1. OBRA Y CONTEXTO SOCIAL. 1.1 INTRODUCCIÓN 1.1.1 SITUACIÓN DEL AUTOR EN SU ÉPO-CA. Lorca, poeta y dramaturgo español, nació en Fuente Vaqueros (Granada) en 1898. Su infancia transcurrió en el ambiente rural de su pueblo granadino, y después estudió en un colegio de Almería. Continuó sus estudios superiores de filosofía y letras y derecho en la Universidad de Granada. En la universidad hizo amistad con Manuel de Falla, quien ejer-ció una gran influencia en él, transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular. A partir de 1919, se instaló en Madrid, en la Residen-cia de Estudiantes, donde conoció a figuras importantes como Juan Ramón Jiménez, Ma-chado, Buñuel y Dalí. No sólo se dedicó a la poesía, sino también a la música – fue su pri-mera vocación- y al dibujo, y empezó a intere-sarse por el teatro.Viajó a Nueva York, ciudad en la que residió como becario. A su regreso a España, fue nombrado director de La Barraca, compañía de teatro universitario que se pro-ponía llevar a los pueblos de Castilla el teatro clásico del Siglo de Oro. Su interés por el tea-tro (creación y difusión) responde su afán por llegar de la forma más directa posible al pue-blo. Así, los últimos años de su vida los consa-gró casi exclusivamente al teatro. Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas tea-trales. Yerma (1934), Bodas de Sangre (1933), y La Casa de Bernarda Alba (1936), considera-da su obra maestra. Fue fusilado en Granada al comienzo de la Guerra Civil en el año 1936. 1.1.2 MARCO HISTÓRICO – CULTURAL La situación política, económica y social de España es de decadencia. El país vive gra-ves problemas internos (las dos Españas: pro-gresistas y tradicionalistas). La burguesía acaudalada maneja las grandes industrias. La clase obrera se organiza (movimientos obreros y sindicatos). Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931) crecen las tensiones sociales ante una política de turnos entre liberales y conservadores. En 1932 la Dictadura de Primo de Rivera agrava los problemas. En 1931 se proclama la Segunda República, que intenta-rá, sin frutos, la transformación del país. En 1936 España entra en una guerra civil que constituirá el máximo enfrentamiento entre

españoles. A pesar de la situación política y econó-mica, la cultura se fortaleció. En este aspecto tie-ne gran importancia La Institución Libre de Ense-ñanza, fundada por Francisco Giner de los Ríos en un intento por renovar la enseñanza, clasista y reservada a unos pocos, en España (el pueblo era analfabeto, por lo tanto había que educarlo). Sur-gen, también, movimientos culturales que rom-pen con las tendencias anteriores, rechazan las formas tradicionales y buscan nuevas formas de expresión. Se manifiestan en todas las artes y también reciben el nombre de ismos: cubismo, futurismo, surrealismo... Estas corrientes de van-guardia, sobre todo el surrealismo, ejercen gran influencia en un grupo de escritores conocidos como el Grupo poético del 27 (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández y Luis Cernuda). El acontecimiento que los unió y les dio el nom-bre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de Góngora en el año 1927 en Sevilla, al conmemo-rarse el tercer centenario de su muerte. Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con las tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nues-tros autores clásicos y por las formas populares del Romancero. Su intención es fundamental-mente estética, combinando tradición y vanguar-dismo. Una situación que los marcó fue la guerra civil: Federico García Lorca fue asesinado por los nacionalistas y Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pe-dro Salinas y Jorge Guillen se vieron forzados al exilio, donde buscaron en la palabra una herra-mienta de lucha por la libertad y la dignidad.

1.1.3 ETAPA EN QUE SE INSCRIBE LA OBRA. La Casa de Bernarda Alba fue escrita en 1936, y fue la última obra de Lorca. Se estrenó en 1945 en Buenos Aires. La obra se subtitula “Drama de mujeres en los pueblos de España". Si bien la obra tiene características de tragedia, el realismo del lenguaje y ciertas expresiones "cómicas" (en boca de Poncia) la identifican más con un drama rural, que tuvo su punto de parti-

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da en figuras reales: una tal Frasquita Alba y sus hijas, vecinas de los Lorca en Valderrubio (Granada). El punto de partida es una tradición llevada a extremos increíbles: tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cin-co hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión, durante la cual los conflictos se agrandarán, moti-vados por la figura de Pepe el Romano, novio de Angustias, hija mayor y heredera, pero atraído por la juventud y belleza de Adela, la menor, y amado, a su vez, por Martirio. Como podemos apreciar, nos presenta Lorca en esta obra una his-toria que podría haber ocurrido perfectamente en una familia rural de la época que, obsesionada por el “qué dirán”, es capaz de vivir una situación dic-

tatorial como la que impuso Bernarda a sus hijas.

1.2. El GÉNERO DRAMÁTICO: caracterís-ticas formales e ideológicas. El teatro de Lorca es, con el de Valle-Inclán y el de Buero Vallejo, el de mayor importancia escrito en castellano en el S.XX. Es un teatro poético, no sólo porque en parte esté escrito en verso, sino por la presencia de elemen-tos simbólicos y por el lenguaje. No sólo tiene influencias del teatro de Valle Inclán sino también del drama modernista (el uso del verso), del tea-tro de Lope (el empleo estratégico de la canción popular), del de Calderón (desmesura trágica, sentido de la alegoría) y de la tradición de los títe-res. El verso y la prosa se combinan en su teatro, pero en su última obra, La casa de Bernarda Alba, predomina una prosa de intensidad dramática. Lorca entendía el teatro como la forma más dire-cta de llegar e al pueblo. En sus últimos años se declaró “ardiente apasionado del teatro de acción social” (“El poeta ha de abrirse las venas para los demás”, “el artista debe reír y llorar con su pue-blo”). Lorca - dramaturgo pero también director de la Barraca, autor de bocetos para decorados, en ocasiones actor- conocía perfectamente el fun-cionamiento de la escena y anhelaba la renovación del teatro español. En su búsqueda de nuevas for-mas se separa de los moldes dramáticos dominan-tes. Un claro ejemplo es su teatro de marionetas, farsas para guiñol que son en realidad una conde-na a la figura de la autoridad (Retablillo de don Cris-tóbal). También escribió farsas para personas (La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín), en las que los personajes se mueven, gesticulan y se comportan como muñe-cos. Durante los años 30, en su constante búsque-

da de renovación, Lorca adopta dos caminos dife-rentes. Por un lado, el teatro vanguardista, irre-presentable (El público y Así que pasen cinco años); por otro, obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: Bodas de sangre (1933), Yerma (1934), Doña Rosita la soltera, 1935 y La casa de Bernarda Alba. En estas obras Lorca adopta el modelo de teatro rural modernista y elementos del drama rural de Benavente, aunque con innovaciones co-mo el desdibujamiento de los perfiles del espacio y tiempo o un diferente diseño de los personajes. Así mismo moderniza la tragedia clásica a través del tema de la honra, cuyas víctimas principales son las mujeres. Todas ellas tienen como protago-nistas a las mujeres con su situación de margina-ción social. Con este compromiso social Lorca se integra en la literatura republicana comprometida. 2. TÉCNICAS DRAMÁTICAS Y PERSO-NAJES 2.1 El espacio y el tiempo: Toda la ac-ción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrado con una atmósfera sofocante (se compara a lo largo de la obra con un "convento", un "presidio", un "infierno"), en el que se refleja el luto, el silencio y la opresión. El decorado del sa-lón (primer acto), sobrio como el de los restantes actos, sirve para crear un ambiente opresivo: los muros anchos, muy blancos, contrastan con la ro-pa negra que llevan las mujeres del luto. Blanco representa la pureza y esterilidad, y los muros anchos representan una cárcel silenciosa inevita-ble. El 2º acto transcurre también dentro de la casa, en una habitación blanca con puertas que dan a las habitaciones. El 3er. acto cambia de es-cenario: la acción transcurre en un patio interior de paredes blancas con reflejos azulados. El co-rral es un espacio dramático cargado de simbolis-mo: es donde las hijas tienen un poco de libertad y contacto con la naturaleza. Adela va allí para reunirse con Pepe (Amulilla sin desbravar” =

Adela y “el caballo blanco” = Pepe, la presencia varonil). Es el único lugar que no está escondido detrás muros gruesos, libre del control de Ber-narda. Un lugar de rebeldía. El sonido de las cam-panas que se repite durante la obra sirve como recuerdo de la presencia constante de la tradi-ción, religión, y del pueblo cercano. Las campanas contribuyen al ambiente opresivo. Cabe añadir que la obra empieza con la muerte del marido de Bernarda y están sonando las campanas y acaba con la muerte de Adela y Bernarda manda que alguien vaya a pedir que suenen las campanas al

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amanecer. Las campanas provocan una sensación de opresión y repetición de la vida diaria de las mu-jeres en la obra (muerte, religión y la presión del pueblo). El tiempo queda desdibujado. Aunque al principio de la obra se habla de ocho años de luto, la acción parece transcurrir en un solo día de un verano muy caluroso: mañana (primer acto), tarde (segundo acto) y noche (tercer acto). 2.2 Estilo: análisis del diálogo y las acotacio-nes. El diálogo, fluido e intenso, presenta un to-no popular, enraizado en el habla popular, especial-mente en la andaluza. En los diálogos predominan las réplicas cortas y rápidas con numerosas frases exclamativas e interrogativas propias de un registro coloquial, aunque también hay fragmentos más lar-gos con registro literario. La obra está escrita en prosa, salvo la canción de los segadores o la de Mª Josefa. El diálogo, cargado de simbolismo, adquiere dimensiones poéticas: Agua (libertad) Color azul (muerte malos presagios) Colores verde y rojo (vida) Color blanco (apariencia de limpieza y de moralidad) Contraste blanco/negro (intolerancia, enfrentamiento de opuestos) La casa cerrada (represión) Las canciones de los jornaleros (vida, además de subir la tensión sexual dentro de la casa. Las hijas, mientras la escuchan, comentan sus de-seos. Los segadores son otro ejemplo de la presen-cia varonil que hay en el exterior, y la libertad y sexualidad que pierden dentro de la casa). El anillo de perlas de pedida de Angustias, que se dice que significa lágrimas, es una manera de prefigurar la tristeza que llega en el drama. “Mulilla sin desbra-var (Adela) y el caballo blanco (Pepe = presencia varonil). En el personaje de María Josefa hay mucho simbolismo: su vestuario de joyas y flores contrasta con el luto; es viva, vibrante llena de deseo, quiere salir de su cárcel e ir donde haya vida (el mar) y hombres (sexualidad). Por último, habría que seña-lar las intervenciones de los personajes secunda-rios, que comentan la acción al modo del coro de

las tragedias griegas.

2.3 Trama y acción dramática Resumen: en la Andalucía de los años 30 (1936) viven juntas una madre, una abuela y cinco hijas. La madre, Bernarda, es muy autoritaria y vive preocu-pada por el "qué dirán". Estuvo casada anterior-mente y tuvo una hija, Angustias -que heredó dine-ro del padre- y cuatro con el segundo esposo, An-tonio María Benavides, que acaba de morir. Bernar-

da ha decidido cerrar la casa en un largo luto de ocho años por el fallecimiento de su segundo ma-rido. Angustias se va a casar con un joven, Pepe el Romano, que lo hace por dinero. Martirio, otra de las hijas, se enamorará de Pepe, pero este iniciará una relación pasional con Adela, desenca-denándose la tragedia al suicidarse ésta ante la imposibilidad de poder ver realizadas sus ansias de amor y libertad y por creer que su madre había matado a su amado. El tema principal es el enfrentamiento entre autoridad y libertad, en el que la libertad será derrotada siguiendo la conocida tradición lorquiana. Y relacionados con este, la moral tradi-cional y la presión social sobre los individuos, las diferencias sociales, con lo que llamaremos el or-gullo de casta y la condición de la mujer en la so-ciedad española de la época, el ")qué dirán?" y las apariencias, el honor, la pasión condenada a la soledad o la muerte, la muerte y el luto, la sumi-sión, las diferencias entre mujeres y hombres…

Estructura externa: 3 actos. Estructura interna: tres partes. Exposición de la situación, localización espacio - temporal y presentación de los personajes.: ha muerto el señor Alba y Bernarda impone el luto en su familia. Desarrollo: se anuncia la boda de Angustias con Pepe el Romano, envidias y amores de las demás hermanas, misterio de las ventanas y de los en-cuentros nocturnos. Momento cumbre: se desve-la que Adela y Pepe habían mantenido una rela-ción. Desenlace trágico: suicidio de Adela al creer esta que su madre ha matado a su amado

Pepe.

2.4 Los personajes: caracterización y fun-ción. • Bernarda (“con fuerza de oso"): repre-

senta las fuerzas represivas, las convencio-nes morales y sociales más añejas, conse-cuencias de la mentalidad tradicional vigen-te y de la convicción de pertenecer a una capa social superior (a las hijas les recuerda a qué obliga el haber nacido "con posibles). Siempre pendiente del "qué dirán", defien-de la decencia y la honra y ejerce en su casa el poder absoluto (muestra de ello son el bastón, que siempre lleva en escena, y el lenguaje prescriptivo: órdenes y prohibicio-nes). Además, manifiesta una concepción

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tradicional del papel de la mujer frente al del hombre. Después de la muerte de Adela al final de la obra, Bernarda no deja a sus hijas llorar por ella: “Y no quiero llantos. La muer-te hay que mirarla cara a cara. (Silencio! (A otra hija.) (A callar he dicho! (A otra hija.) Las lágrimas cuando estés sola. (Nos hundiremos todas en un mar de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. )Me

habéis oído? (Silencio, silencio he dicho!

(Silencio!”

- Las hijas: están reprimidas; un aspecto que tiene mucha influencia en la obra es la represión sexual. Todas las hijas o han pasado los años de casarse o están listas para casarse y la madre no las deja. An-te la reclusión impuesta por Bernarda muestran actitudes que van de la sumisión o la resignación a

la rebeldía.

Angustias: la mayor (39 años) e hija del primer matrimonio. Pese a su edad y su falta de encantos, ha heredado una fortuna que no tarda en atraer a Pepe el Romano, con quien se va a casar a pesar de haber perdido la ilusión y la pasión. Como se va a casar con Pepe el Romano, el hombre al que todas quieren, sus hermanas la envidian. Al final, odia a Adela y desata la histeria cuando se entera de que

ella le ha quitado a su Pepe".

Magdalena: es consciente de que a su edad (30 años) ya no va a casarse. Sumisa, aunque en ocasio-nes protesta por la herencia de Angustias. Amelia (“sin miel”): tiene 27 años y se muestra resignada (a su soltería), tímida y temerosa (teme a Bernarda). Martirio: tiene 24 años. Está enamorada de Pepe el Romano y esconde el retrato de este entre las sábanas de su cama. Es la primera en percatarse de la relación entre Pepe y su hermana Adela. Martirio es la única de las hijas que quiere al padre que aca-ba de morir. Lo malo es que Pepe el Romano la perturba. Martirio seduce, humilla, presiona, inva-de. Le gusta Adela porque en su cuerpo puede oler

a Pepe.

Adela "de naturaleza noble": la más joven (20 años), la más guapa, la más apasionada y la más re-belde (traje verde, exclamaciones escandalosas: "(Mi cuerpo será de quien yo quiera!" o "(Lo tendré

todo!". Rompe el bastón de mando de Bernarda). Está dispuesta a convertirse en querida de Pepe el Romano, desafiando la moral establecida. Lucha por su ideal y sucumbe, pero deja una lección: aun-que el mundo se venga abajo no hay que reprimir

algo que es natural, como la relación de las muje-res con los hombres. Adela es una mujer provo-cadora y desafiante que percibe los celos de su madre porque ve en ella la juventud, la frescura y la libertad. Está llena de ganas, es muy erótica y desprecia a sus hermanas. Posee un desparpajo que sólo dan los veinte años y no tiene escrúpulo en meterse con el novio de su hermana Angus-

tias.

-Otros Personajes María Josefa: es la abuela. Detrás de su locura se esconde la portavoz de un anhelo común ("(Déjame salir!) y agranda líricamente los proble-

mas centrales: la frustración de las mujeres, el anhelo de matrimonio y de maternidad, el ansia de libertad, de espacios abiertos, ... El personaje de María Josefa representa todos los deseos no hablados y reprimidos de las hijas de Bernarda. Hay mucho simbolismo en su actitud, acciones, y diálogo. Su vestuario de joyas y flores ofrece un fuerte contraste al luto; es viva, vibrante, llena de deseo, quiere salir de su cárcel e ir donde hay vida (el mar) y hombres (sexualidad) y lograr te-ner niños (el deseo de todas). Todas la ven como loca, pero expresa las verdades más importantes de la obra. La Poncia: vieja criada que asume su condición, aunque está llena de un rencor contenido. Anti-gua amiga de Bernarda, aunque ahora criada, in-terviene en las conversaciones, en los conflictos, hace advertencias, da consejos, hasta tutea a Ber-narda, que le recuerda las distancias que las sepa-ran. Se queda con Bernarda porque ella piensa que la necesita; y Bernarda continúa empleándola, porque ella también la necesita. Mantiene conver-saciones con las hijas. Ella lleva el control de la casa, espía a las hermanas e informa. Descubre a Adela y su amor por Pepe el Romano. Siempre anda vigilando y, como lleva treinta años como criada de la casa, goza de la confianza de Bernar-da. Sin embargo, envidia a todas, pero más a Ber-narda. Le gustaría ser la dueña de casa. Por eso el dolor es doble: por querer ser y no poder llegar

a serlo".

La criada: participa del rencor hacia el ama (y hacia el difunto marido, que la acosaba), aunque se muestra sumisa e hipócrita. Obedece a la Pon-cia pero es altanera y ruda con la mendiga. PEPE EL ROMANO: no aparece en escena pero está omnipresente. Es la encarnación del Hombre, del "oscuro objeto del deseo". Doblez: va detrás del

dinero de Angustias, pero enamora a Adela.