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JATOBA - Repensar y rehacer la realidad contemporánea tras la expansión filosófica de las Relaciones Internacionales Introducción Los estudiosos de las RRII hemos mantenido relaciones contradictorias ante las demás ciencias sociales desde el principio de la institucionalización de los estudios internacionales. Si por un lado hay un sentido de identidad disciplinar propia, o sea, la afirmación de un área distinta de la Sociología, la Historia, el Derecho, la Ciencia Política, entre otras ramas del conocimiento social, también es verdad que el desarrollo histórico de nuestra disciplina siempre estuvo bajo la influencia de las mismas disciplinas de las cuales los internacionalistas buscan diferenciarse. La tensión entre identidad disciplinar y abertura a ideas ajenas ha dado lugar, en las últimas décadas, a una serie no depreciable de cambios en las discusiones teóricas de las RRII. Entre ellos, es notable la elevación del nivel de abstracción de las mismas, tanto a nivel conceptual como filosófico o meta-teórico (positivisvo vs postpositivismo). Así, esa expansión filosófica de las RRII tiene por característica la creciente atención de sus estudiosos, desde mediados de los años ochenta, a los fundamentos epistemológicos, además de ontológicos y axiológicos, de sus elaboraciones teóricas. ¿Qué implicaciones tiene este giro filosófico para los estudiosos de las RRII, en particular sobre el sentido tradicional de “teoría”, que se puso en crisis en ese contexto? presenta reflexiones y cuestionamientos en torno al estado del arte de la disciplina y sobre la relación entre “repensar” las RRII y “rehacer” las realidades del mundo que todavía habitamos. En cierto sentido, ya se ha ido el tiempo de inocencia, cuando el sentido tradicional de “teoría” llevaba consigo las pretensiones, algo contradictorias desde el punto de vista crítico, de neutralidad axiológica y de orientación a los tomadores de decisiones. Hoy en día, más que nunca, hace falta encarar cómo la imaginación teórica se conecta a la constante reconstrucción de la realidad es decir, a la transformación o mera reproducción de las estructuras y prácticas establecidas históricamente. Otra crítica es que la idea de tener un área cualquiera de las ciencias sociales que pueda basarse exclusivamente en alguno de los imaginarios filosóficos o sus ideales de ciencia, silenciando así las demás, es utópica e insostenible. En sentido 1

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JATOBA - Repensar y rehacer la realidad contempornea tras la expansin filosfica de las Relaciones Internacionales

JATOBA - Repensar y rehacer la realidad contempornea tras la expansin filosfica de las Relaciones InternacionalesIntroduccin

Los estudiosos de las RRII hemos mantenido relaciones contradictorias ante las dems ciencias sociales desde el principio de la institucionalizacin de los estudios internacionales. Si por un lado hay un sentido de identidad disciplinar propia, o sea, la afirmacin de un rea distinta de la Sociologa, la Historia, el Derecho, la Ciencia Poltica, entre otras ramas del conocimiento social, tambin es verdad que el desarrollo histrico de nuestra disciplina siempre estuvo bajo la influencia de las mismas disciplinas de las cuales los internacionalistas buscan diferenciarse. La tensin entre identidad disciplinar y abertura a ideas ajenas ha dado lugar, en las ltimas dcadas, a una serie no depreciable de cambios en las discusiones tericas de las RRII. Entre ellos, es notable la elevacin del nivel de abstraccin de las mismas, tanto a nivel conceptual como filosfico o meta-terico (positivisvo vs postpositivismo).

As, esa expansin filosfica de las RRII tiene por caracterstica la creciente atencin de sus estudiosos, desde mediados de los aos ochenta, a los fundamentos epistemolgicos, adems de ontolgicos y axiolgicos, de sus elaboraciones tericas. Qu implicaciones tiene este giro filosfico para los estudiosos de las RRII, en particular sobre el sentido tradicional de teora, que se puso en crisis en ese contexto? presenta reflexiones y cuestionamientos en torno al estado del arte de la disciplina y sobre la relacin entre repensar las RRII y rehacer las realidades del mundo que todava habitamos.

En cierto sentido, ya se ha ido el tiempo de inocencia, cuando el sentido tradicional de teora llevaba consigo las pretensiones, algo contradictorias desde el punto de vista crtico, de neutralidad axiolgica y de orientacin a los tomadores de decisiones. Hoy en da, ms que nunca, hace falta encarar cmo la imaginacin terica se conecta a la constante reconstruccin de la realidad es decir, a la transformacin o mera reproduccin de las estructuras y prcticas establecidas histricamente.

Otra crtica es que la idea de tener un rea cualquiera de las ciencias sociales que pueda basarse exclusivamente en alguno de los imaginarios filosficos o sus ideales de ciencia, silenciando as las dems, es utpica e insostenible. En sentido contrario, argumento que las teoras con las cuales trabajamos en las RRII siempre se apoyan implcita o explcitamente sobre elaboraciones filosficas.

Asimismo, los discursos tericos no son inocuos en trminos de sus implicaciones polticas. Como ha sido planteado por los tericos crticos de las diversas ciencias sociales, teorizar es tambin un modo de intervencin en el propio mundo que se pretende comprender con ellas. Si por un lado las teoras asumen determinadas premisas o suposiciones sobre lo que constituye la realidad de las relaciones internacionales este es el elemento ontolgico de ellas, o sea, son identificados los diversos elementos que constituyen la realidad y los modos como esos elementos, entidades o procesos sociales estn conectados entre s; por otro lado las teoras tambin asumen determinadas preferencias normativas sobre cmo el mundo debe ser ordenado, incluso cuando alegan tratar del mundo tal como l es, pues siempre son dadas bases para la elaboracin de juicios sobre la realidad. Los elementos ontolgicos y axiolgicos estn siempre contenidos en los diversos discursos tericos y nunca son completamente independientes entre s: parte de nuestro trabajo es analizarlos crticamente, desnudndolos. Las teoras no son capaces de simplemente describir o explicar un determinado estado de cosas, ellas siempre nos presentan ciertas posibilidades existentes para la accin humana, para la intervencin en la realidad social. Las teoras son construcciones intelectuales que sealan, ms all de sus elementos supuestamente descriptivos o explicativos, ciertos horizontes prcticos y ticos y, por lo tanto, tienen implicaciones eminentemente polticas.

En suma, considera que la elevacin de las discusiones de las RRII hacia el nivel ms filosfico constituye un contexto favorable a la reflexin sobre la conexin entre el teorizar y la reconstruccin del mundo que hacemos.1. La expansin filosfica de las RRII y el estado del arte

A mediados de la dcada de 1980, en las RRII emergi un renovado inters por los diversos significados asumidos por la idea de teora en las ciencias sociales. La discusin, que en general opuso un sentido positivista y otro post-positivista de la misma, guarda profundas implicaciones. Se trata de una discusin de carcter ms bien epistemolgica, que dice respecto a las posibilidades, los lmites y los modos de producir conocimiento sobre la multiplicidad de interacciones polticas, econmicas, socioculturales que en algn sentido adquieren relevancia internacional. Si la disciplina ha tomado nuevos caminos, tambin sus autoimgenes, antes descripciones, categorizaciones o narrativas referidas sobre todo a las teoras ms tradicionales de las RRII (realismo, liberalismo, escuela inglesa y marxista) necesitaban cambiar, no apenas para agregar nuevas perspectivas tericas (teora crtica, constructivismo, feminismo, post-estructuralismo, post-modernismo, post-colonialismo, etc.) sino tambin para evidenciar las nuevas discusiones epistemolgicas.

En las ciencias sociales como un todo hay peleas interminables sobre qu es teora y dos son los sentidos predominantes que suelen polarizar los debatesdebates: Para la primera tendencia, comnmente asociada al positivismo cientfico, la caracterstica esencial de las teoras es su capacidad de abstraccin de la realidad con fines de proponer generalizaciones empricas pasibles de pruebas ante las observaciones de los patrones (o leyes) histricas. En oposicin a esta concepcin ms tradicional, han surgido tendencias que, adems de enfatizar el rol de la subjetividad humana y la interpretacin de los agentes sociales en la construccin dela realidad internacional (y del propio conocimiento social), entienden que la formulacin de generalizaciones puede ser una de las funciones de la teora, pero ella no llega a ser caracterstica imprescindible para que se pueda nombrar a un conjunto de conceptos como teora.NOTA: Despus entre las pag 113 y 115 describe maso el debate y las variantes del positivismo. No me pareci muy relevante o al menos la profe no lo enfatiz en clase.

En contraposicin radical a los positivistas suelen ubicarse los as llamados nuevos abordajes de la disciplina, entre los cuales cuentan variados puntos de vista epistemolgicos, tan diversos entre s que los ms crticos llegan a cuestionar el rtulo comn post-positivistas. La verdad es que entre ellos se perfilan fundaciones y preferencias epistemolgicas muy heterogneas. Sin embargo, casi todos poseen en comn la descreencia frente al proyecto de una ciencia libre de valores y preferencias polticas, es decir, de una ciencia neutra y objetiva, as como la incredulidad frente a la posibilidad de alcanzarse un consenso en cuanto a los criterios para la validacin de las teoras concurrentes, y, adems, la afirmacin de que no hay datos pasibles de ser observados independientemente de los conceptos y valores llevados por la teora, que nos dice qu observar. En muchos, hay un cuestionamiento en torno a categoras centrales del pensamiento filosfico y cientfico moderno, como la razn y la racionalidad, la ciencia y la verdad, la lgica y el progreso, el sujeto no sujetado, entre otros fundamentos sobre los cuales se hicieron posibles las epistemologas occidentales como las conocemos.

En sus versiones ms radicales, como en los anlisis post-modernos de la disciplina, hay un nfasis en la conexin existente entre los modos de interpretacin y las operaciones de poder. Cmo se han dado las conexiones entre las relaciones de poder internacionales y los saberes que participan de ese campo dicho cientfico? La disciplina no es ms que una fuente de poder/conocimiento que favorece la reproduccin de la realidad moderna en la cual se funda, con sus discursos y prcticas caractersticas. As, el centro del poder mundial corresponde al centro mundial de la produccin terica, como apunta la literatura sobre la centralidad estadunidense (o, en todo caso, occidental) en las RRII, cuyos discursos difunden conceptos arraigados y funcionan como dispositivos de legitimacin de las prcticas de poder correspondientes.

Cambiando de tema, el autor dice que hay tericos que se han encargado de hacer una compilacin de todas las teoras de las RRII, dedicando captulos al realismo, liberalismo, escuela inglesa, marxismo, teora crtica, post-modernismo, constructivismo social, feminismo, etc. Estas pocas pero muy difundidas publicaciones dan una muestra de lo que los ms habituados a estos libros ya saben: la realidad de las RRII se ha expandido mucho e trminos de las orientaciones ms visibilizadas.

Sin embargo el valor de recoleccin de stas, sin una confrontacin de las teoras desde un discurso meta-terico donde se desnuden sus fundamentos filosficos, poco avance podr brindar en trminos de dilogos crticos entre las mismas. La mera variedad terica, sin hacerse acompaar de una discusin a nivel ms abstracto, no garantiza una mejora en la calidad de los debates. No obstante, al examinar los efectos de los nuevos abordajes se puede constatar su efecto desconcertante en la disciplina: hubo una especie de crisis en las tradiciones y, lo que es ms significativo para la presente discusin, la crisis de los paradigmas tradicionales ha impulsado una serie casi inagotable de cambios en la literatura de RRII. Veamos algunos cambios ocurridos en los ltimos aos:

La primera lnea de discusiones ha revisitado el tema de los -ismos tericos, que caracterizan las ciencias sociales en general, aunque los autores involucrados lo discutan segn stos se manifiestan en las RRII. Se trata de un legado del Cuarto Debate, sin duda. Sin embargo, no todos los autores llevan la diversidad epistemolgica hasta un punto donde sea posible impulsar un debate entre los distintos discursos de tal naturaleza, una postura donde no haya espacio para la negacin de la existencia de los dems discursos, con excepciones dignas de nota. En 2011 David Lake public un polmico artculo argumentando cun malos son los -ismos, responsables por la tensin entre las prcticas profesionales que caracterizan la disciplina y la calidad de los resultados dados a la sociedad, en trminos de conocimiento terico y emprico sobre la poltica mundial13. Para l, son las sectas acadmicas las principales responsables por el fallo.2. La dimensin prctica de las teoras y la analtica crtica del poder

Las teoras crticas han puesto bajo sospecha la inocencia caracterstica de las visiones de teora como mera representacin o explicacin de la realidad. En una de las frases ms citadas de la disciplina, Robert Cox escribi que una teora es siempre para alguien y para algn propsito, pues cada teora contiene cierta perspectiva, es decir, no puede ser apartada de un punto de vista en el tiempo y en el espacio.

Por la concepcin tradicional, que Cox denomina teora de resolucin de problemas, una teora ayuda a solucionar los problemas desde una perspectiva particular que es su punto de partida. La validacin de una teora depende de la capacidad del cientfico de apartarse de sus preferencias normativas, pues se hace menester que el conocimiento producido sea objetivo, fruto de una separacin estricta entre el objeto de estudios y el terico. Es justo ese ideal de neutralidad cientfica que ha sido cuestionado en las ltimas dcadas. En su lugar, Cox defiende la concepcin de teora crtica, cuyo punto de partida es el reconocimiento de la relacin entre conocimiento y valores. Una teora crtica desea comprender cmo cada conjunto articulado de conceptos est situado dentro de los rdenes sociales y polticos prevalecientes, reflexionando sobre el modo como los contextos afectan la propia actividad de teorizar, as como tanto los modos como las teoras impulsan cambios sociales. En resumen, la posicin de los tericos crticos considera inaceptable la divisin absoluta entre teoras empricas y teoras normativas, o la divisin estricta entre el anlisis terico y la crtica social. Por el contrario, las teoras estn siempre insertas en una determinada realidad social y se encuentran marcadas por las relaciones de poder existentes en torno a esos discursos.

En el caso de las RRII, la idea de un abordaje crtico frente al orden social y poltico moderno, as como frente a los propios fundamentos filosficos y los propsitos del conocimiento cientfico, hizo hincapi desde principios de la penltima dcada del siglo XX. Desde aquel entonces, se han afirmado innumerables alternativas preocupadas por elaborar un anlisis crtico de la sociedad moderna y del conocimiento orientado por el positivismo cientfico. Pero lo fundamental es subrayar que la concepcin crtica de las teoras destaca la productividad poltica de las mismas o, en la jerga tpica de la teora de las RRII en las ltimas dcadas, el carcter constitutivo de las teoras sobre las prcticas sociales que ellas intentan comprender/explicar: los discursos tericos estn intrincadamente marcados por el tiempo histrico que les da origen.

Visto desde ese punto de vista, el tema de las teoras y conceptos desarrollados por los estudiosos de las RRII, particularmente la discusin de sus funciones o efectos, pone de relieve las diferentes posiciones asumidas por ellos frente al poder. Pero es de menester al menos discutir algunas de las implicaciones de lo anteriormente discutido sobre la labor de aquellos que llevan adelante el inters terico por los asuntos polticos internacionales. Si hemos tomado consciencia de que las teoras y conceptos de la disciplina son elementos constitutivos de la propia realidad, el tema de la relacin entre el repensar y el rehacer la realidad poltica mundial tiene renovado inters.

Uno de los legados de las teoras crticas ha sido poner en crisis el modo dominante de pensar sobre la actividad terica, como la presentacin de un sistema de ideas o un razonamiento que indicara a los actores sociales qu hacer. Esta concepcin del papel de los cientficos como observadores neutrales y metdicos que, de esta manera, conocen las dinmicas regulares de la realidad y que al final de su labor concluyen con algo como una orientacin poltica es todava bastante popular y no faltarn no-cientficos que se adhieran a la expectativa de recibir esto del trabajo acadmico. Pero hay que diferenciar los que se ponen a servicio de algn inters o programa de accin de aquellos, los cientficos de verdadero valor social, que estn al servicio de su propia conviccin fundamentada, abiertos a la contestabilidad caracterstica del quehacer filosfico y cientfico, dispuestos al dilogo con acadmicos y no-acadmicos de todo el mundo.3. Sea plural, como el universo (Fernando Pessoa)

A continuacin, sostiene el argumento de que hay una relacin necesaria entre el trabajo epistemolgico realizado primordialmente por los filsofos y el trabajo de los cientficos interesados en el teorizar sobre las relaciones internacionales. Bajo la influencia de los aportes de los tericos crticos, para los cuales tanto las teoras y los conceptos como la as llamada realidad internacional son construcciones en el tiempo y en el espacio, es decir, son entidades histricas, las discusiones de la teora de las RRII han admitido la tesis de que las teoras poseen un papel constitutivo sobre la propia realidad que intentan conocer. Finalmente, termina por sugerir que hay literaturas en desarrollo en el rea que abordan el tema de la diferencia en particular, el estudio de cmo sus teoras y conceptos son elaborados y traducidos alrededor del mundo y las discusiones sobre una teora no-occidental de las RRII las cuales presentan elementos novedosos y desafos radicales a nuestro esfuerzo de buscar el verdadero dilogo epistemolgico, ms all de las tradiciones occidentales, y que podr guiar nuestros intercambios tericos en el futuro.

Tambin dice que es importante el proyecto de repensar las bases disciplinarias, pero para discutir la deseabilidad, la viabilidad o las contribuciones posibles de una teora no-occidental de las RRII (o la menos usual frmula post-occidental). A la suma, parece razonable sostener que la teora internacional, tras haber cambiado mucho en los ltimos diez, quince aos, podr ganar an ms en trminos de abertura intelectual en la medida que los nuevos senderos abiertos sigan explotando las viejas deformaciones advenidas en larga medida de su tradicional y dominante estrechez epistemolgica y cultural dominante.Nota: esta seccin no me parece importante, si la quieren leer es de la 121 a la 125

Observaciones finales

La imaginacin filosfica es condicin sine qua non (sin la cual no) de cualquier construccin cientfica, que se hace por medio de teoras, conceptos y anlisis empricos, sean sus aportes invenciones da aqu, ah o acull, de ste o de aquel otro tiempo. El punto crucial es que siempre hace falta demarcar el terreno de lo cientfico, de sus criterios de validacin terica y conceptual, de sus implicaciones ticas y prcticas, delimitar, en otras palabras, sus fundamentos filosficos e imbricaciones con las relaciones de poder. Pero no hay acuerdo entre los filsofos, y, adems, ahora recin se empieza a discutir sus diferencias en trminos geoculturales. Por otro lado, la defensa de un pluralismo no apenas terico sino (y sobre todo) de fundamentos epistemolgicos como elemento caracterstico y esencial de las RRII contemporneas, no debe llevarnos a cualquiera afirmacin normativa de una nueva ortodoxia. No! Ya no se trata de legislar sobre la ciencia y la prctica si no de aceptar que la inexistencia de un consenso no es exclusividad de los tericos, an menos de los tericos de las RRII, sino que es inherente tambin a la comunidad filosfica. En las discusiones contemporneas identificadas con el campo terico de las RRII, nos encontramos en un momento favorable para repensar las bases filosficas as como las implicaciones de nuestras intervenciones intelectuales. Elucidar lo que fundamenta cada perspectiva terica es un paso importante en el designio de intercambiar sobre lo que hacemos con nuestras ideas, lo que presupone una actitud abierta frente a la necesaria pluralidad de filosofas y elaboraciones cientficas que caracterizan, cada da ms, nuestra disciplina.5