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  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

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      laus oxin

    rolitic crimin l

    sistem

    ri l derecho

    pen l

    a

    edici n

    colecci6n

    laves del

    derecho

    pen l

    volumen

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    2/40

    1

     J

    1

    ,:\

    .

    4

    j

    l!

    ;t

    (

    ,

    olftica criminal

    ysistema

    del

    derecho Renal*

    (I)

    "El Derecho penal es la infranqueable barrera de

    la

    Polftica criminal",

    esta

    frase de

    Franz

    von Liszt

    1

    pone

    de relieve una tension que todavia hoy

    esta

    viva en

    nuestra ciencia. Ella opone a los metodos juridicos

    en

    sentido estricto de ordenacion y elaboracion sistema

    El

    presente articulo corresponde textualmente a la conferencia

    que pronuncie por razones

    de

    tiempo en una

    forma

    abreviada- en

    Berlin el13 de

    mayo

    de 1970. Se trata aqui

    de

    un primer intento

    de

    re-

    sumirlas

    concepciones

    dogmaticasy

    metodol6gicas

    fundamentales de-

    sarrolladas en

    mis

    monografiasyarticulosjuridico-penalesen una

    con-

    cepci6n

    sistematica completa -natur almente todavia esquematica y

    fragmentaria-. Porestoy

    por

    la necesidad

    de

    un desarrollomas deta

    llado

    de

    1 que a menudo

    s610

    se insimia en el texto se explican las nu

    merosasreferencias a

    mis

    trabajos anterioresque esperocomprenda

    el

    lector.

    Tambien las referencias a otros autoresy laspolemicas con ellos

    que he incluido

    en

    las notas, sirven particularmente a la aclaraci6n por

    via de ejemplo de mis tesis; dada la extensi6n

    del

    tema no podia preten

    derse naturalmente un tratamiento

    completo de

    la bibliografia.

    1 von

    Liszt,

    Strafrechtliche ufsatze und

    Vortrage 1905

    t.

    II

    p. 80. Los dos tomos en los que se recogen los trabajos menores de von

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    2

    Claus Roxin

    tieo-conceptualde los presupuestos deldelito los prin

    cipios del tratamiento adecuado de la conducta des

    viada que descansan en fundamentos empiricos. .

    o

    dicho de

    una

    forma

    mas

    abreviada: La frase ca

    raete riza al Derecho penal, por un lado, comociencia

    social, y,por el otro, como cienciajurfdica.

    n este doble caracter de la "ciencia universal del

    Derecho penal", fundada cier tamente por el, se mate

    rializan

    para

    Liszt t endencias contradictorias.

    n

    la

    I

    Politica criminal incluye los metodos adecuados, en

    sentido social, para la lucha contra el delito, es decir,

    iii

    la

    llamada

    mision social del Derecho penal; mient ras

    que al Derecho penal,

    en

    elsentidojuridicode

    la

    pala

    bra, debe corresponder

    la

    funcion liberal del Estado

    de Derecho, asegurar la igualdad en la aplicacion del

    Derecho y la libertad individual frente al at aque del

    "Leviathan"2, del Estado.

    .;'

    ' ol

    Para decirlo

    una

    vez mas con otras dos frases de

    Liszt, que pertenecen hoy a las citas clasicas del pena

    lista: La "idea de fin en Derecho penal"s, bajo la que

    Liszt hasta elano

    1904

    contienen el material fundamental para en

    frentarse

    con

    sus ideas; en elano 1970han aparecido en una reimpre

    sian fotomeclinica de la imprenta Walter de Gruyter, Berlin. Sobre

    Liszt cfr. ahora:

    Franz

    von

    Liszt zum

    Gediichtnis, 1969,publicado al

    mismotiempo como

    tomo

    81, cuaderno3de

    laZeitschrift{ar die

    gesam-

    te Strafrechtswissenschaft

    (ZStW).

      von Liszt,

    Strafrechtliche Aufsiitze und

    Vortriige,

    1905,

    t. II,

    p.80.

    3

    Impresa primeramente en la

    "ZStW"

    3

    (1882), p.

    1yss.,y

    luego

    enStrafrechtlicheAufsiitze und

    Vortrage,

    1905,

    t.

    I,

    p.126.

    politica criminal sistema del derecho penal

    Lisz;thabia colocado

    su

    famoso programa de Marbur

    go,es

    la

    meta de la Politica criminal; mientras que el

    . Derecho penal, como "magna carta del delincuente",

    seglin expresa confesion de Liszt, protege no a

    la

    co-

    munidad, sino al individuo que"se rebelacontraella",

    .garantizandole el derecho "de

    ser

    castigado solo bajo

    los

    presupuestos legales y linicamente dentro de los

    limites legales"4.

    Liszt no queria, comohubiera sido consecuencia de

    su idea de fin, que "sin toda

    la

    triquinuela formalista

    delos 'criminalistas clasicos'se pudiera

    dar

    en el caso

    concreto

    una

    decision que sirviera a la comunidad",

    sino que opinaba

    5

    :

    "En

    tanto

    que aspiremos a prote

    ger la libertad del ciudadano particula r frente

    ala

    ar

    bitrariedad ilimitada del poder estatal, en tanto que

    nos vinculemos ala frase nullum crimen nulla

    poena

    s ine lege, asi

    mantendra

    tambien

    su alta

    significacion

    politica el

    arte

    estricto de una interpretacion de la ley

    que opera conforme a principios cientificos".

    Desde esta base, la mision del trabajo sistematico

    en

    Derecho pena1

    6

    debe

    ser

    ajena, e inclusocontraria

    a toda finalidad politico-criminal.

    4

    efr

    supra

    nota 1.

    5 von

    Liszt,

    Strafrechtliche Aufsiitze und

    Vortriige,

    1905, t.

    II,

    p.45.

    6 En elmarco de este articulo hay que dar por sabido losconoci-

    mientos fundamentales de teoria del Derecho sobre la formacian del

    sistemajuridico, por tanto, nopuede convertirse en objetodeun trata

    miento autonomo. Una magnifica introducci6n y resumen da,

    conam-

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    35

    laus Roxin

    4

    As , pues, califica tambien von Liszt, de quien pro

    cede en sus rasgos esenciales

    la

    estructura de la teo

    ria del delito, que

    aun

    hoy nos es familiar, todav a en

    la ultima

    edici6n de

    su tratado

    7

      como

    tarea

    inmedia

    ta de

    la

    cienciadel Derecho penal: comprender delito

    y pena como generalizaci6n conceptual en una consi

    deraci6n puramente tecnico-juridica y desarrol lar en

    un sistema cerra

    do

    los preceptos concretos de

    la

    ley,

    subiendo

    hasta

    los ultimos principiosy conceptos fun

    damentales".

    Asimismo en

    su

    opini6n8l

    a

    ciencia del Derecho "de

    be ser, y seguir siendo la ciencia propiamente siste

    matica, pues s6lo

    la

    ordenaci6n de los conocimientos

    en el sistema garantiza aquel dominio sobre todas las

    particular idades, segura y siempre dispuesto, sin el

    cualla aplicaci6n del Derecho es siempre

    un

    diletan

    tismo, abandonada al acaso y a la arbitrariedad".

    Con estas indicaciones se

    han

    dado las palabras

    claves que hoy se repiten en nuestros tratados,

    plia bibliografia, Engisch, Sinn und Tragweitejuristischer Systematik

    enStudium

    Generale 1957, ps. 173-190. De

    la bibliografiajuridico-pe

    nal mas antigua deb

    en

    citarse sobre todo: Radbruch, Der Handlungs-

    begriffin

    seiner

    Bedeutung fur

    das

    Strafrechtssystem

    1903;

    el mismo

    autor, Zur Systematik der Verbrechenslehre en Festgabe fiir Reinhard

    Frank Besonderer

    Thil, 1930,

    t. I, p.

    158

    y ss.; Zimmerl,

    Der

    Aufbau

    des

    Strafrechtssystem 1930.

    7 von Liszt, Lerhbuch des DeutschenStrafrechts 21/22 ed., 1919,

    ps.

    1 y

    2;

    fundamental:

    Strafrechtliche Aufsatze und

    Vortrage

    1905

    t.

    I,

    p. 212y siguientes.

    8

    von Liszt, Lerhbuch des Deutschen Strafrechts 21/22

    ed.,

    1919,

    p.2.

    PoUtica criminal

    y

    sistema del derechopenal

    cuando se trata de explicar la importancia de la siste

    matica en el Derechopenal. As , por ejemplo,dice Wel

    zel

     

    sobre

    la

    ciencia del Derecho penal: "Como ciencia

    sistematica

    da la

    base

    para una

    Administraci6n de

    Justicia uniformeyjusta, pues s6loel conocimientode

    las relaciones internas del Derecho eleva su

    aplica

    ci6n por encima del acaso y la arbitrariedad".

    Yen

    su gran tratado, recientemente aparecido, es

    cribe

    J

    escheck

    lO

    que sin

    la

    articulaci6n sistematica

    del concepto del delito, la soluci6n de

    un

    caso juridico

    permanece "insegura y dependiente de consideracio

    nessentimentales". "Las caracteristicasgenerales del

    concepto del delito, que se resumen enla teoria del de

    lito, posibili tan, por el contrario, una jurisprudencia

    racional y uniforme, yayudan de

    un

    modo esencial, a

    garantizar la seguridadjuridica". Todo ella rige inde

    pendientemente de los cambios del sistema y de sus

    discrepancias que, como

    ya es sabido, forman tambien

    hoyel objeto de vivas controversias.

    Nose puede discutir seriamente que la elaboraci6n

    sistematica de la materia juridica ofrezca realmente

    las ventajas descritas. Pero queda como un malestar

    que

    aumenta

    cuando se pone sobre el tapete

    la

    siem

    pre discutida cuesti6n, si no

    estara

    caracterizado el

    trabajo sistematico de filigrana de nuestra dogmati

    ca, que opera con las mas sutiles finezas conceptuales

    9 Welzel, Das D eutsche Strafrecht llQ

    ed.,

    1969, p.l.

    10 Jescheck, Lehrbuch des Strafrechts Allgemeiner Teil 1969, p.

    136.

    I

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      7

    ij'li 'I" 1

    laus oxin

    36

    por una desproporci6n entre

    la

    fuerza desarrollada y

    su

    rendimiento practico.

    Si s6lo se

    tratase

    de ordenaci6n, proporci6n y domi

    nio de

    la

    materia,

    la

    disput a por el s istema "exacto"

    deberia aparecer como poco fructlfera.

    Asf dice tambien Hel lmuth Mayer

     

    : "Como la his

    toria de la dogmatica seiiala, se puede aprehender la

    materia en los sistemas de referencias mas diversos.

    Todos estos sistemas son utilizables con tal que se

    apliquen consecuentemente".

    La

    exigencia de

    un

    cambio del centro de gravedad

    de

    la

    investigaci6n y de

    la

    teo

    ria

    a las cuestiones cri

    mino16gicas y politico-criminales, tiene aquf

    una

    de

    sus fuentes

    12

    .

    Una segunda objeci6n se dirige contra

    la

    clase de

    dogmatica que se deriva de la separaci6n de von Liszt:

    I

    si las cuestiones politico-criminales no pueden ni de

     

    ben penetrar en ella,

    la

    deducci6n exacta del sistema

    puede garantizar ciertamente resultados inequfvocos

    y uniformes, pero no

    materialmentejustos lParaqgi

    11

    Mayer, Strafrecht

    Allgemeiner

    Teil

    Kohlhammer Studien

    buch, 1967,

    p. 58.

    12 Asi, por ejemplo, opinaSchmidten el pr6logo aI,

    por

    1 demas

    no

    muy logrado libro Kritik

    des

    Strafrechtsreform ediei6n

    suhrkamp,

    264, 1968, p.

    9,

    que   losefeetos proteetores del Derecho penal

    en

    unEs

    tado

    de Dereeho,

    l eonvertirse

    en

    evidentes, hablan perdido relevan

    cia ; efr. sobre esta problematiea tambien Gimbernat Ordeig, Hat die

    Strafrechtsdogmatik

    eine Zukun{t?

    en

    ZStW

    82 (1970), p.

    379

    y si

    guientes.

    Politica criminal y sistema del derechopenal

    sirve la _ ~ l ~ ~ i ~ n   ~ 2 r o M ~ ~ a j ~ J i g i ~ Q ~ \ l ~ ~ ~ ~ ~ ~" ,

    de sUlletniosa"Claridad   uniformidad, es desde el "

    ~ ~ ~ V i ~ ~ _ p 9 i f t i c ~ ~ ~ : r i m i D J } l : ~ r r Q r i ~ Q r l j j ~ b ~ ·  ser

    preferible realmente a

    una

    decisi6n satisfactoria del

    caso concreto, que no es integrable en el sistema? Es

    evidente que debe responderse negativamente a esta

    cuestion y que

    hay

    que admitir las quiebras, motiva

    das politico-criminalmente, de

    la

    regIa estricta. Pero,

    de este modo, se relativiza naturalmente todavfa mas

    la significacion de los conceptos sis tematicos genera

    les y de las abstracciones dogmaticas. Asf, por ejem

    plo, dice J esche..e.-k como conclusion de sujustificaci6n,

    anteriormentecitada

    13,

    del pensamiento sistematico:

    No

    debe desconocerse, sin embargo, el peligro de

    una

    dogmatica juridico-penal basada en formulas abs

    tractas: este radica en que eljuez se abandona

    al

    au

    tomatismo de los conceptos te6ricos, olvidando asf las

    particularidades del caso concreto.

    Lo

    decisivo

    ha

    de

    ser siempre

    la

    soluci6n de

    la

    cuestion de hecho, mien

    tras que las exigencias sistematicas deben ocupar el

    segundo plano".

    Schaffstein, en un trabajo sobre

    la

    problematicadel

    error

    en

    ; ; ~ ~ h o  

    penal

    14,

    ha

    dejado sin responder

    la

    cuesti6n, por el planteada, de

    la

    relacion 'jerarquica

    entre ambas perspectivas". Pero tambien opina que

    13 Jescheek, Lehrbuch

    des

    Strafrechts

    Allgemeiner Teil 1969, p.

    136.

    14 Sehaffstein,

    Tatbestandsimum

    und .Verbotsirrtum en

    GOttin-

    gerFestschrift fUr das Oberlandesgericht Celle 1961, p.175y ss. y 178.

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    ",

    laus Roxin

    8

    hay que acometer el problema de valoraci6n orienta

    do en la finalidad politico-criminal ante todo, inde

    pendientemente de todas las construcciones concep

    tuales , resolverlo aut6nomamente y

    em

    plearlo

      para

    el control complementario de las conc1usiones que se

    derivan de

    la

    deducci6n 16gico-dogmatica .

    En

    todo

    caso, es te procedimiento supone, como

    en

    Jescheck,

    la

    posibilidad de una correcci6n de las soluciones dog

    matico-conceptuales a traves

    deuna

    valoraci6n politi

    co-criminal discrepante.

    Pero si se consideraeste procedimientocomo admi

    sible, se

    compagina mal con la funci6n de la elabora

    ci6n sistematica del concepto. Pues, la ruptura ad

    misible de los principios dogmaticos a traves de

    la

    va

    loraci6n politico-criminal conduce a

    una

    sacudida de

    la aplicaci6n uniforme y sin arbitrariedad del Dere

    cho

    -desbaratando

    entonces desde

    un

    principio las

    ventajas quese

    Ie

    atribuyen a la

    sistematica-  

    se po

    ne

    de relieve que

    la

    soluci6n de la cuesti6n de hecho ,

    liberada de todos los forzamientos sistematicos e in

    mediat amente valorativa, no se opone a la seguridad

    juridica y al dominio de

    la

    materia juridica

    -plan

    teandose entonces la cuesti6n de

    hasta

    que

    punta

    es

    necesario el pensamiento

    sistematico-.

    (II)

    En

    estas deprimentes dificultades se refleja

    una

    crisis en

    la

    que

    ha

    incurrido ultimamente el pensa

    miento sistematico en generaly

    la

    teoriajuridico-pe

    nal del delito en particular. Sintamatico de ello es que

    la disputa por la teoria final de la acci6ny por

    sus

    con

    secuencias, que en los afios cincuenta condujo a las

    mas fuertes poIemicas, encuentra hoy poco interes.

    Con raz6n no se cree ya en los resultados que se dedu

    cende los conceptos sistematicos superiores y analo

    gamentese piensa poco en la utilidad practica de tales

    categorias15.

    15

    Esto se pone de relieve en gran medida especialmente en la

    po-

     I

    lemica sobre

    el

    concepto

    de accion.

    efr. por

    ejemplo,

    Gallas, Zum

    ge-

    n

    genwiirtigen

    Stand

    derLehre

    vom

    Verbrechen en ZStW 67 (1955), p.

    1y ss.,

    passim;

    y ahora

    en:

    Beitrage

    zur

    Verbrechenslehre

    1968,

    p. 19 y

    ss.;

    ademas

    mi

    trabajo

    Zur Kritik

    der

    finalen Handlungslehre

    en

    ZStW 74

    (1962),

    p. 515 y

    siguiente; SchOnke·

    Schroder, Strafgesetz. l1

    buch Komentar 15 1 ed., 1970, nota previa, nO

    36:

    Por

    10 demas se ex-

    tiende la idea de que

    el

    concepto de accion es, en ultima instancia, im-

    II

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    7/40

    41

    0 Claus

    oxin

    Por otra

    parte

    solo hace falta imaginar se

    un

    Dere

    cho penal sin parte general, para darse cuenta de que

    la

    renuncia a una teoria del delito,

    tanto

    generaliza

    dora

    como diferenciadora, en favor de

    una

    cualquiera

    valoraci6n individual haria retroceder a nuestra

    ciencia varios siglos, a aquella situacion de acaso y

    arbitrariedad , de la que desde los tiempos de Liszt

    se

    abjura

    con razon por todos los apologetas del siste

    ma. Puesto que no pareceseriamentediscutible la po-

    sibilidad de un abandono del

    sistema16,

    pero las obje

    productivo para la dogmatica ; Baumann, Strafrecht, Allgemeiner

    Teil

    5

    8

    ed.,

    1969,

    p.131, opina quela discusion sobre la estructura

    de

    la

    accion

    punible en la actual dogmatica

    del

    Derecho penal se ha puesto

    demasiadofuertemente

    en

    primerplano,mas

    de

    10

    debido

    y

    con

    perjui

    cio de otros sectores ; igualmente acentua ahora Schmidhauser,Stra-

    frecht Allgemeiner

    Teil

    1970, p. 145: Estanjustificadas todas las ob-

    jeciones que recientemente se han formulado contra el concepto de

    ac-

    cion 0 contra su supervaloracion . TambienArthur Kaufmann afmna

    Festschrift fUr Hellmuth Mayer 1966, p.

    80)

    que el concepto de accion

    no puede aportar todo 10 que muchos parecen esperar

    de el .

    Todo esto

    rige igualmentemutatismutandi paralas deducciones de otras

    catego-

    rias sistematicas. La

    solucion de

    los mas dificHes problemasjuridicos

    (como,

    por ejemplo, el tratamientodel error de prohibicion 0 de la par

    ticipacion en el

    hecho

    no doloso) no

    debe

    seguramente hacerse

    depen-

    der, como

    se ha

    creido

    anteriormente muchas

    veces, de

    la inclusion sis

    tematica

    del dolo

    en

    el

    tipo 0 en la culpabilidad. Por esta resignacion

    frente al pensamiento sistematico tradicional se explica

    que, por

    ejem-

    plo, Baumann,ya en

    el

    prologo a

    su

    Tratado (desde la 1

    8

    ed. de 1960),

    escriba:

    no se

    ha

    dedicado un espacio

    demasiado amplio a la discusion

    te6rica sobre la sistematicade la estructura

    del

    deli to ...

      .

    16 Ytanto

    menos

    cuanto en

    Derecho

    penal, a causa

    del

    principio

    nullum crimen la seguridad juridica

    debe

    pretender

    un

    rango

    espe-

    cialmente alto en comparacion con otras disciplinas juridicas. Por ello

    se explica tambien el que solo haya encontrado poca resonancia

    en

    De-

    recho

    penalla

    viva

    discusion mantenida en el

    Derecho

    civil sobre el

    Politica crimina l

    y

    sistema del derecho

    penal

    clones que se

    han

    hecho valer anteriormente siguen

    vigentes, es natural que deben achacarse no al pensa

    roiento sistematico como tal, sino al equivocado plan

    teamiento de

    su

    desarrollo dogmatico.

    Realmente creo que todav ia hoy en

    nuestra

    teoria

    del delito nos encontramos lastrados por la herencia

    del positivismo, como se acuii6 por ejemplo en el pen

    samiento de Liszt

    17

    ,

    y quiero

    intentar

    demostrar que

    las contradicciones descritas tienen aqui su causa.

    El positivismo, como teoria juridica, se distingue

    porque destierra de la esfera de 10 juridico las dimen

    siones de 10 social y de 10 politico. Precisamente este

    axioma, aceptado por Liszt como evidente, sirve de ba

    se a

    esa

    oposicion entre Derecho pen al y Politica cri

    roinaI. El Derecho penal es,

    en

    sentido propio, ciencia

    del Derecho solo en tanto se enfren te con el analisis

    conceptual de las reglas juridico-positivas y con su in

    clusi6n en el sistema.

    La

    Politica criminal, que se en

    frenta con los fines y contenidos sociales del Derecho

    pensamiento topico. Pero

    cfr.,

    por

    ejemplo, Wiirtenberger,

    Die

    geistige

    Situation der deutschen Strafrechtswissenschaft, 2 ed., 1959, Roxin,

    Taterschaft undTatherrschaft 1

    8

    y

    2

    ed.,

    1963/67,

    p.

    587

    y

    ss.;

    Androu-

    lakis, Studien Zur Problematik der unechten Unterlassunsdelikte,

    1963; Liiderssen, Zum Strafgrund der

    Teilnahme

    1967, p. 30 y ss.;

    so-

    bre

    esto

    muy

    criticamente Welzel, Das Deutsche Strafrecht, 11

    8

    ed.,

    1969,

    p. 116; sobre Welzel ademas mi recension

    en

    ZStW 80 (1968), p.

    712 y siguientes.

    17 Analogamente habla Schmidhauser, Strafrecht, Allgemeiner

    Teil 1970, p. 145, de

    que

    el planteamiento sistematico juridico-penal

    de Liszt es

    equivocado. Pero

    en la

    exposicion de

    Schmidhauser, que en

    algunos puntos

    coincide

    con

    mi

    critica, no

    se

    destaca la relacion

    con

    el

    positivismo.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    8/40

    42

    laus Roxin

    penal, esta situada fuera de 10 juridico. A sus cultiva

    dores s610 les queda la misi6n de llamarlaatenci6n del

    legisladory el espacio,juridicamenteneutro, de

    la

    ej

    e-

    cuci6n de

    la

    pena, conla que Liszt, consu conocida teo

    ria de los tipos de autor, queria operar configurando la

    sociedad. Pero la ley, como t a l y por tanto tambien el

    C6digo Penal- "no es

    instrumento

    de configuraci6n

    social, sino solamente un medio para la elaboraci6n y

    ordenaci6n de la coexistencia de las libertades"18; as

    III

    por

    10

    menos fue entendida por los te6ricos del Estado

    I

    liberal de Derecho y con ellos por Liszt.

    I

    1

    18

    Como 1 ha expresado Badura en su gratica

    exposici6n

    sobre

    Das Verwaltungsrecht

    des

    liberalenRechtsstaates 1967, p. 25.

    I

    (Ill)

    Pero en esta funci6n del Estado de Derecho no se

    agota

    para

    nosotros hoy

    la

    misi6n de

    la

    ley. Acualquier

    jurista Ie es conocido c6mo se

    ha

    desarrollado, por

    ejemplo, en el Derecho administrativo, en su posici6n

    hoydominante, las formasjuridicas de laAdministra

    ci6n

    prestadorajunto a laAdministraci6n intervento

    ra tradicional en el pasado siglo; la teoriajuridico-ad

    ministrativa ha reelaborado entre tanto este proceso.

    Del mismo modo hay que reconocer tambien en Dere

    cho penal,

    que

    s in peIjuicio del mantenimiento ili-

    mitado de las exigencias del Estado de Derecho--Ios

    problemas politico-criminales configuran el conteni

    19

    do propio

    tambien

    de la teoria general del delito .

    EI principio nullum crimen tiene que dar ya direc

    trices de conducta, ademas de cumplir su funci6n libe

    ral de protecci6n; convirtiendose de este modo en un

    19

    Cfr. sobre el tema Wiirtenberger,Strafrechtsdogmatik und So-

    ziologie en

    Kriminalpolitik im

    sozialen

    Rechtsstaat 1970,

    p. 27.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    9/40

    '-1'

    laus Roxin

    4

    instrumento

    de configuraci6n social de alta significa

    ci6n. Esto se cont inua en todos los sectores de

    la

    teorfa

    del delito: cuando por ejemplo se enfren tan nuest ros

    tribunales

    con el problema de si

    una

    persona que

    ha

    sido

    atacada

    antijurfdicamentese puededefendercon

    armas 0

    se Ie

    debe exigir que evite el encuentro, se es

    ta

    tratando con ello aparentement e s610 delimitar las

    esferas de actuaci6n y libertad

    -para

    esto ofrecerfa

    seguramente lasoluci6n mas claralarigurosa tesis de .

    que el Derecho no tiene que retroceder

    ante 1

    injus

    to- en

    realidad, se

    estan

    buscando las soluciones so

    cialmente mas flexibles y justas de las situaciones

    conflictivas. Y cuando se trata de explicar c6mo hay

    que

    tratar

    a alguien que se

    ha

    equivocado, de algUn

    modo, con respecto a

    la

    prohibici6n de

    su

    acci6n 0

    ha

    desistido de consumar un delito, los problemas son de

    i

    I

    naturaleza politico-criminal

    y

    no pueden ser resuel

     I

    tos adecuadamente con el

    -para

    decirlo con Jes-

    I

    check

    automatismo de los conceptos te6ricos .

    I

    I!

    r

    IIII

    '.',!'

    ,

    Ii

    IV)

    Naturalmente que esto no es un nuevo descubri

    miento,

    la

    conclusi6n se impone directamente con

    una

    consideraci6n imparcia l de los sucesos de

    la

    vida. Pe

    ro no se puede decir que tales conocimientos

    hayan

    si

    do elaborados hasta ahora metodo16gica y sistemat i

    camente de un modo satisfactorio.

    Para una teorfa del delito, que,

    en

    la forma positi

    vis ta descri ta con exclusi6n de todos los puntos de vis

    ta politico-criminales,ha sido concebida por el camino

    de

    la

    clasificaci6n formal, queda como unica salida

    la

    ya

    citada correcci6nvalorativa .

    Asf por ejemplo,

    se

    puede decir - s i se

    me

    permite

    permanecer

    en

    el marco de los ejemplos ya

    citados-

    sobre el derecho

    ala

    legftima defensa frente a los ata

    ques de los nmos, que en si, puesto que los nmos pue

    den actuar antijurfdicamente, es ta permitida cual

    quier tipo de defensa en el marco de 10 necesario , pe

    ro, puesto que para nuestra concepci6n actual las le

    siones graves ocasionadas

    en

    niiios, en

    tanto

    que no

    .1

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    10/40

    47

    laus

    Roxin

    6

    se n necesarias forzosamente p r autoprotegerse,

    aparecen como insoportables

     

    se debe exigir en t les

    casos evit r el encuentro. 0 como se piensa en el Pro

    yecto de 1962, se puede

    cept r

    por razones sistema

    tico-dogmaticas

    un

    hecho doloso en el caso de

    un

    error

    sobre los presupuestos de las causas de justificaci6n,

    pero por consideraciones politico-criminales se puede

    imponer, sin embargo, s6lo l pen del hecho culpo

    s021. Tal procedimiento super l separaci6n de Liszt

    entre

    Derecho penal y Politica criminal en t nto que

    d

    entr d

    en

    l

    p rte general del Derecho penal a las

    valoraciones politico-criminales; pero continua man

    teniendo

    l

    separaci6n, en

    t nto

    que ambas esferas si

    guen reciprocamente desvinculadas.

    Se produce de este modo un doble criterio de enjui

    ciamiento, de t l

    m ner

    que puede ser dogmatica

    mente

    cierto 10 quedesdeel puntodevista politico-cri

    min l es equivocado, y a

    l

    inversa

    22

    .Ya he indicado al

    principio que de est forma se desvaloriza l impor

    t nci del sistema. Pero tampoco se ayuda mucho con

    20 Asi, por ejemplo, dice

    Jescheck,

    Lehrbuch des Strafrechts All-

    gemeinerTeil 1969, p. 231: EI

    derecho a la defensa debe terminar alli

    donde por su ejercicio se lesiona gravemente el sentimiento juridico .

    Dentro

    de

    este tema

    dice

    luego:

    tambien esta justificada la exigencia

    de que se debe evitar responder al ataque

    de nioos .

    21

    De

    este metoda

    me

    he ocupado detenida y criticamente en

    mi

    trabajo Die Behandlung des [rrtums im Entwurf

    1962,

    en

    ZStW

    76

    (1964), p. 582

    y siguientes.

    22

    Roxin, Die Behandlung des [rrtums im Entwurf 1962,

    en

    ZStW

    76

    (1964),

    p.

    585ysiguientes.

    polftica

    criminaly

    sistema del derechopenal

    tal procedimiento a los intereses politico-criminales,

    pues los fundamentos de valoraci6n quedancomo di

    fuminados, a capricho y sin fuerza de convicci6n cien

    tffica, cuandose les concibe con el sentimientojuridi

    co 0 con finalidades momentaneas, sin

    encontr r su

    apoyo en

    un

    relaci6n valorativa comprobable en l

    l

    ey

    23 De

    un

    modo especialmente claro se

    muestr

    es

    to en l teoriajuridico-penal de l participaci6n, en l

    que el desarrollo de lajurisprudenc ia

    h

    conducido a

    que l delimitaci6n entre autoria y participaci6n se

    llevada a cabo rbitr ri mente sin un orientaci6n en

    las categorias sistematicas

    24

    .

    Ello

    h

    sido posible porque el concepto de

    l

    'volun

    tad de autor , utilizado como aparen te criterio de dis

    tinci6n, pero que como realidad psiquica no existe, se

    aplica en

    l

    praxis de t l modo que se determin enba

    .se a un valoraci6n inmedi t quien merece

    l

    pena

    del autory quien

    l

    mas tenu d del c6mplice; segful

    el resultado de

    est

    decisi6n se afirma 0 se niega lue

    go l

    voluntad de autor.

    Las consecuencias de est praxis son

    y

    conocidas:

    las sentencias se contradicen groseramente y

    l

    vieja

    frase, pronunciada hacesese nta aiios, de que

    l

    teoria

    23

    Sobre ello

    tambien detalladamente

    Roxin,

    Die Behandlung des

    [rrtums im Entwurf1962

    en

    ZStW

    76 (1964), p. 587

    y siguientes.

    24

    Sobre este desarrollo confrontar detenidamente

    Roxin, Tiiters-

    chaft und Tatherrschaft ~ e d 1967, p.

    612yss.; igualmenteJescheck,

    LehrbuchdesStrafrechts Allgemeiner

    Teil

    1969,

    p.

    433:

      Ladistinci6n

    entre autoria y participaci6n se ha dejado en la aplicaci6n practica del

    Derecho

    al buen criterio deljuez

    del hecho .

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    11/40

    48

    Claus Roxin

    de

    la participaci6n es

    el

    capitulo mas oscuro y confu-

    so de la ciencia del Derecho penal 25 se

    ha

    convertido

    en una frase historica.

    25 Procede de Kantorowicz, en Monatsschrift f r Kriminologie

    un Strafrechtsreform 1910,

    p.

    306; luego fue tomada por Binding,

    Strafrecht

    un

    strafprozessuale Abhandlungen 1915, t. I, p. 253, y

    desde entonees hasta hoy por otros numerosos autores.

    (V)

    Con todo

    esto se pone

    de

    manifiesto quelel camino'

    acertado

    solo

    puede

    cODsistir

    en

    d e ~ ; c  

    penetrarlas@:.

    Cf§iones

    valorativ is

    p o i t £ ? c r i m i n a l ~  

    en

    _ J _ s ; ; i s ~ t e ; ; ; ; m ; ; a ; ;

    del

    r ~ h o  

    penal, en

    que

    su fundamentacion legal,

    su c1aridad

    y

    1egitimacion, su combinacion libre de

    contradicciones

    y

    sus efectos no esten por debajo de

    las aportaciones del sistema positivista formal prove-

    niente de Liszt.

    La vinculacion al Derecho y la utilidad politico-cri

    minal no pueden contradecirse, sino que tienen que

    compaginarse en una sintesis, del mismo

    modo

    que el

    ,,Estadode Derechoy social no forman enver

    dad contrastes irreconciliables,

    s i n ~  

    una n i 4 a ~ /

    w ~   n

    orden estatal sin unajusticia

    social,

    no

    for-

    ma un Estado material

    de

    Derecho, como tampoco un

    Estado planificador

    y

    tutelar, que no consigue la ga-

    rantia de lalibertadcomo con

    el

    Estadode Derecho, no

    puede pretender el calificativo

    de

    constitucionalidad

    socioestatal. Muy c1aramente se pone esto de relieve

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    12/40

    51

    Claus Roxin

    en

    la

    reforma del sistema de sancionesjuridico-pena

    les y de

    la

    ejecucion de la pena: resocial izar no signifi

    ca introducir sentencias indeterminadas 0 disponer a

    capricho del condenado

    para

    tratamientos estatales

    coactivos. Mas bien, unicamente satisface

    la

    reforma

    al mandato constitucional, si al mismotiempo fortale

    ce

    la

    situacionjuridica del condenado con

    la

    introduc

    cion de modemos metodos de terapeutica social y se

    reestructurajuridicamente

    la

    especial relacion de

    po-

    der que

    hasta

    ahora

    ha

    sido

    poco

    accesible a

    la

    especu

    lacionjuridica

    26

    .

    El tema mismo 10 exige, pues

    una

    educacion

    para

    la

    vida legal

    en la

    liber tad del Estado de Derecho puede

    dificilmente lIevarse a cabo con

    la

    privacion de todas

    las libertades. Tampoco el Derecho de medicion de

    la

    pena, que solo en los tiempos de

    la

    posguerra ha subi

    do

    al rango de disciplina auwnoma, se desarrolla con

    un

    arbitrio judicial que debe rellenarse con

    una

    valo

    racionjuridica individual, sino que por el contrario se

    dirige precisamente a

    la

    ordenacion sistematica y al

    control racional de los criterios de medicion motiva

    dos politico-criminalmente

    27

    .

    26 Fundamental, particularmente tambien para la critica

    de

    la

    especial relacion

    de

    poder , Schiiler-Springorum,

    Strafvollzug im

    Ubergang 1969. Sobre la sfntesis entre estatalidadjuridicay

    social

    en

    el sistemasancionadorcfr. tambien

    mi

    trabajoFranz

    von

    Liszt und die

    kriminalpolitische Konzeption des Alternativentwurfsj

    en

    ZStW 81

    (1969),

    p. 613

    y ss. y 637 y siguientes.

    7 Fundamental

    es

    aquf la obra de H.

    J.

    Bruns,Strafzumessungs-

    recht Algemeiner

    Teil

    1967.

    PoUtica criminaly sistema del derechopen l

    . )Launidad sistemat ica entre Politicacriminal y De

    r ~ o  

    penal, que, en mi opinion

    tambien

    debe incluir

    se

    en la estructura

    de

    la

    teoria del delito, es, portanto, )

    solo

    una

    realizacion de

    la

    mision que tiene

    planteada

    \

    hoy nues tro ordenamientojuridicoen todos sus secto- /

    r ~ r o  

    un

    intento totalizador de

    esta

    clase no se ha

    emprendido

    hasta

    ahora en la dogmatica de

    la

    parte

    general. Mas bien el edificio del delito, que hoy vemos

    ante nosotros convariadas divergencias en los concre

    tos autores, pero

    ensu

    total idad como elmodelo estan

    dar de

    la praxis

    y la teoria, es

    un

    extrano conglomera

    do

    de diferentes epocas estilisticas.

    1 Por

    su

    punta de partida positivista nos

    ha

    lIe

    gado

    un

    sistema clasificatorio en

    la

    forma de

    una

    pira

    mide conceptual, analogo, por ejemplo, al sis tema bo

    tamco de Linne0

    28

    :

    de

    la masa

    de las caracteristicas

    del delito

    selevanta

    el edificio a traves de

    una

    abstrac

    cion

    29

    , que lIeva escalon a escalon

    hasta

    el concepto

    superior omnicomprensivo de la accion.

    Ya he intentado explicar por que

    un

    sistema cerra';

    do,concebido de esta manera, obstruye el camino pa

    28 La grafica comparacion

    con

    el sistema de Linneo procede de

    Radbruch,

    Zur Systematik

    der

    Verbrechenslehre

    en

    Fetsgabe fUr

    Rein-

    hard Frank Besonderer

    Teil 1930,

    t. I, p. 158; ahora se cita tambien

    por Schmidhauser, Zur Systematik der Verbrechenslehre en Gediicht-

    nisschrift fUr Gustav Radbruch

    1968, p. 269.

    29 Liszt

    dice

    sobre la ordenacion sistematica en

    Strafrechtliche

    AUfsiitze und Vortriige 1905, t. I, p. 215: Sube cada vez mas por el ca-

    mino

    de la

    abstracci6n

    de

    los conceptos especiales a los mas generales .

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    13/40

    53

    2

    Claus oxin

    ralasolucion de nuestro problema:

    aparta ala

    dogma

    tica, por

    un

    lado, de las decisiones valorativas politico

    criminales,

    y,

    por, otro,

    la

    incomunica de

    la

    realidad .

    social, en

    lugar

    de dejarle abierto el camino a ella.

    2 . La

    metodologia referida a los valores del neo

    kantism0

    3

    que

    en

    los afios veinte se hizo predomi

    nante hubiera

    podido conducir desde el punto de

    vista

    normativo a

    una

    imagen completamente nueva

    del sistemajurfdico-penal , si se hubiesen elegido las

    directrices politico-criminales como criterio al que re

    ferir todos los fenomenos dogmaticos. Pero sobre es

    tas bases no se ha formado

    nunca

    un sistema que se

    haya

    impuesto

    ala

    estructura de

    la

    anterior teorfa del

    delito concebida de

    un

    modo formaI31. El desarrollo

    ha

    conducido solo

    10

    que

    ya

    es

    algo

    a que

    en

    la

    teoria

    del

    tipoocupeynlu@rpreeminentelainteryretacion

    conforme al i e ~ j r I d i c o

    p,pttegldo

    32

    y a que a

    30

    Este desarrollo que a traves

    de los

    trabajos

    de

    filosofiajuridica

    de la llamada escuela sudoccidental alemana (Windelband, Lask) ha

    penetrado en el Derecho penal (sobre

    todo

    por

    los

    escritos

    de

    Radbruch,

    Mezger, Erik

    Wolf,

    Griinhuty Schwinge), puededarse aquiporsabido.

    Un trabajo definitivo: Mittasch,

    Die Auswirkungen des wertbeziehen-

    den Denkens in

    der

    Strafrechtssystematik 1939.

    31

    Engisch,

    Sinn und Tragweite juristischer Systematik

    en

    Stu-

    dium Generale,

    1957,

    p. 184, dice

    acertadamente que

    el

    sistema clasi

    fica

    torio

    de

    Liszt siempreesta tras el telon

    de

    nuestra teoria

    del

    deli

    to .

    Digno es de

    notar que

    tampoco

    Engisch, a pesar del expreso tratamien

    to del sistema teleologico

    (p. 178

    y ss.),

    ha

    dado un ejemplo de ella en la

    teoria general del delito.

    3

    Sobre esto especialmente Schwinge,

    Teleologische Begriffsbil-

    dung im Strafrecht

    1930.

    poUtica criminal y sis tema del derechopenal

    ;sas

    dejustificacion, con

    la

    llamada teorfa de

    la

    antiju

    ricidad materia1

    33

    y ala culpabilidad, con

    su

    reduc

    .

    cion

    a la caracterfstica de la reprochabilidad 34 se Ie

    haya dado

    una

    base normativa, de la que han nacido

    la causa de justificacion del estado de necesidad su

    pralegaI35

    y

    la

    idea de exigibilidad

    36

    en

    la

    teorfa de la

    culpabilidad.

    Esta

    inclusion de elementos valorativos

    politico-

    criminales

    en

    lajerarquia

    del delito, estructurada de

    un modo conceptual-positivista, ha producido siste

    maticamente

    esa

    bipolaridad que se refleja en

    la

    dua

    lidad de

    la

    consideracion formal y material.

    Si lainterpretacion del tipo, librevalorativamente,

    casiautomatica desubsuncion,

    10

    mas cercanaposible

    al ideal positivista-liberal, no aporta resultados ine

    quivocos 0 tolerables, se encontrara

    la

    solucion

    teo16-

    gicamente por el bienjuridico protegido. Si

    en la com-

    33

    Sobre ella detenidamente Heinitz,

    Das Problem

    der materie-

    llen Rechtswidrigkeit

    1926; idem,

    Zur Entwicklungder Lehre von

    der

    materiellen Rechtswidrigkeit

    en

    Festschrift fUr Eberhard Schmidt

    1961,

    p.

    266 y siguientes.

    34

    Este llamadoooncepto normativo

    de

    la culpabilidad, que

    hoy es

    absolutamente dominante, procede, como es sabido, de Frank, Uber

    den

    Aufbau des Schuldbegriffs

    en

    Festschrift fUr die Juristische

    Fa-

    kultiit in

    Giessen,

    1907, p. 521 y siguientes.

    35

    Sobre ella detenidamente Lenckner, Der

    rechtfertigende Nots-

    tand.

    Zur Problematik

    der

    Notstandsregelung im Entwurfeines Straf-

    gesetzbuches E 1962), 1965.

    36

    Sobre

    ello,

    resumiendo y ampliando, Henkel,

    Zumutbarkeit

    und Unzumutbarkeit als regulatives Rechtsprinzip

    en

    Festschrift

    fUr

    EdmundMezger 1954, p. 249

    y siguientes.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    14/40

    55laus oxin

    5

    probaci6n de la antijuricidad formal

    no

    da resultado

    la busqueda de una causa de justificaci6npositiva, pe

    ro

    a causa

    de

    la falta

    de

    dana social eljuicio

    de

    antiju

    ricidad aparece desde

    el

    punto de vista politico-crimi

    nal

    como

    err6neo, se puede negar la antijuricidad ma

    terial

    con

    una ponderaci6n

    de

    los bienes e intereses;

    mientras

    que

    en la teoria de la culpabilidad, la dureza

    de la regulaci6n positivo-legal se puede atenuar en el

    caso concreto

    con

    las consideraciones de exigibilidad.

    Con to

    do ello,

    se introducen valiosos planteamien-

    tos para la penetraci6n de las finalidades poHtico-cri

    minales en

    el

    trabajo dogmatico, pero tambien para

    aquel debilitamiento individual-valorativo del siste

    ma, cuyacuestionabilidad ha

    sido

    ya descrita yque ha

    evitado que, por ejemplo, la teoria

    del fin como formu

    laci6n del estado de necesidad supralegal 0 la inexigi

    bilidad

    como

    causa de exclusi6nde la culpabilidad ha

    yan sido reconocidas

    de

    un

    modo

    general.

    3 La teoria final de la acci6n, por ultimo, con su

    giro a las estructuras 6nticas y a la realidad social

    ha

    intentado restablecer, yno sinexito, lareferencia

    de

    la

    dogmatica juridico-penal a la realidad, devolviendo

    sobre todo

    ala

    teoria de la

    acci6n

    y a la

    del

    tipo la plas

    ticidad

    de

    una pura descripci6n del

    suceso.

    El finalis

    mo,

    sin embargo,

    con

    su metodo deductivo-axiomati

    c0

      7

    de derivar las solucionesjuridicas

    de

    datos onto

      7

    Cfr.

    Welzel, ktuelle Strafrechtsprobleme im Rahm en

    der {ina-

    len

    Handlungslehre, 1953, p. 3:

    "La

    teorfa final de la

    acci6n

    parte de

    PoUtica criminaly sistema del derechopenal

    16gicos -principalmente del concepto de acci6n con

    cebido en sentido prejuridico-, ha creado tambienun

    sistema que, ciertamente,

    se

    diferencia

    de

    la triparti

    ci6n

    clasica causal-positivista por un lado, pero que

    por otro

    no concede

    un espacio independiente a las

    fi

    nalidades poHtico-criminales en la dogmatica.

    Con

    raz6n hace notar Schaffstein

    38

    ,

    que igualmen

    te

    se

    siente vinculado a la teoria final de la acci6n, que

    en ella esta colocado

    "el

    acento absolutamente en la

    construcci6n l6gico-conceptual.

    La tensi6n entre la deducci6n sistematicay lavalo

    raci6n inmediata, de la que hemos partido,

    no

    se anu

    la tampoco ni precisamente por

    el

    finalismo.

    axiomas y

    aplica

    metodos

    que seoponen estrictamente a los de la acti

    vidad cientfficajuridicadominante". .

    38 Schaffstein, Tatbestandssirrtum und Verbotsirrtum, en Gottin-

    ger Festschrift fUr das O berlandesgericht Celle,

    1961,

    p.

    176,

    efr. tam

    bien

    p.

    178: "Welzel

    ha

    proporcionado ala deducci6n 16gico-dogmatica

    una fuerza desconocida

    desde

    los

    tiempos

    de

    Binding".

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    15/40

      ~ i W

    '

    VI)

    sta

    rapida marcha por

    lahistoria

    de la metodolo

    gia juridico-penap9

    ha

    puesto de relieve que los

    tres

    requisitos fundamentales que deben mdgirse de un

    sistema fructifero, clar idad y ordenaci6n conceptual,

    referencia a la realidad y orientaci6n en finalidades

    politico-criminales,han sido siempre realizados sola

    mente de manera parcial, a modo de planteamiento y

    con abandono de otros aspectos, con las desfiguracio

    nes y superposiciones que hoy se aparece ante noso

    tros como teona dominante , aunque con muchas va

    riantes. '

    Me parece, por tanto, necesario que nues tro

    tema

    se convierta, mas de 1 queha sidohasta ahora, en ob-

    39

    Un buen resumen del desarrollo

    del

    sistemajuridico-peilal se

    encuentra en Jescheck, Lehrbuch

    des

    Strafrechts Allgemeiner

    Teil

    1969, § 22: Die ntwicklungsstufen

    der neueren Verbrechenslehre

    p.

    138 y ss., y en Schmidhauser, Strafrecht Allgemeiner

    Teil

    1970, Capi-

    tulo 7: Die ntwicklung

    der

    Strafiatsystematik in

    der neueren deuts-

    chen Strafrechtswissenschaft

    p.

    128 y siguientes.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    16/40

    59

    I"

    Claus Roxin

    8

    jeto

    de la reflexion cientificay que

    sea

    tenido

    en

    cuen

    ta en la

    formacion del sistema.

    Si

    se me permite

    invocar a Goethe

    40

    como

    garante

    dire

    con

    sus

    palabras: Se

    respeta

    el viejo fundamen

    to, pero no

    se puede renunciar al

    derecho de volver a

    fundamentarlo

    de alglin modo desde el principio .

    Un

    tal

    intento que

    quiero exponer aqui

    en algunas

    lineas fundamentales tiene

    que partir de

    que las

    con

    cretas

    categor ias del delito (tipicidad, antijuricidad

    y

    culpabilidad) deben sistem atizarse,

    desarrollarse y

    contemplarse desde un principio bajo el prisma de su

    funcion politico-criminal.

    Estas

    funciones son de

    distinta naturaleza: El

    tipo

    esta

    bajo elleitmotiv de

    la

    determinacion legal, al

    que

    frecuentemente

    se ha reducido unicamente la legiti

    macion de la dogmatica: los tipos sirven realmente a

    la realizacion del principio

    nullum crimen y

    de el debe

    derivarse

    la estructuracion dogmatica

    41

    .

    La antijuri-

    cidad por el contrario, es el sector de las soluciones so

    40

    Tornado

    de

    ''Wilhelm Meisters WandeIjahren , impreso ahora

    las mas

    de

    las

    veces

    enlas

    Maximen

    und

    Reflexionen . La

    numeraci6n

    es

    diferente, en la Artemis-Gedenkausgabe se tra ta

    del

    n° 548.

    41

    Por supuesto que

    ya

    en los tipos se plasman soluciones sociales

    a los conflictos. Ellos son elresultadode una reflexi6n dellegislador so-

    bresi una conductadebe sersancionada engeneral. Pero estoson deci-

    siones politico-crirninales dellegislador de naturaleza precodificado-

    ra. Para el trabajo

    dogmatico los

    tipos vienen previamente dados.

    En la

    sistematizaci6n este trabajo

    se

    tiene que regir primariamente

    por

    el.

    principio

    nullum crimen

    y

    no por

    consideraciones de punibilidad: una

    analogia que vaya mas alIa

    del

    sentido literal posible es inadmisible,

    aun cuando la ratiode la penalizaci6n legislativahable en

    favor

    de

    ello.

    PoUtica crimin l

    y

    sistema del derecho penal

    dales

    a los conflictos, el campo

    en

    el que chocan los in

    tereses individuales opuestos

    las

    exigencias sociales

    con las necesidades del individuo. Cuando se trata de

    conciliarlas intervenciones necesarias de caracterad

    roinistrativo con el derecho ala personalidaden gene

    ral y con

    la

    libertad de actuaclon del ciudadano,

    cuando situaciones de necesidad inminentes e impre

    visibles exigen una decision: se trata siempre de la re

    gulacion, socialmente justa de intereses contradicto

    rios. Ciertamente no es esto nada nuevo. Pero hasta

    ahora no han sido suficientemente puesto en claro

    las

    consecuencias dogmaticas

    y

    sistematicas que deben

    deducirse y que

    en

    comparacion con

    la

    interpretacion

    del tipo

    tiene

    un

    caracter

    completamente distinto.

    . Por ultimo,

    la

    categoria delictiva que

    en

    forma

    tra-

    dicional denominamos

    culpabilidad tienen

    en reali

    dad mucho menos que ver con la averiguacion del po

    der actuar

    de un modo distinto, algo empiricamente

    dificil de constatar, que con el problema normativo de

    sf,

    y hasta que

    punto,

    en

    los casos de circunstancias

    personales irregulares condicionadas por

    la

    situa

    cion conviene una

    sancion penal a una conducta que,

    en

    principio,

    esta

    amenazada

    con

    una

    pena.

    Para

    responder a esta cuestion deben incluirse en

    el

    trabajo

    dogmatico

    tanto la

    funcion limi tadora de

    la

    pena que representa

    el principio de

    la

    culpabilidad

    co-

    mo las consideraciones de prevencion genera l

    y

    espe

    cial. El que una

    persona

    perteneciente a una determi

    nada profesion destinada a

    prevenir

    el peligro (por

    ejemplo,

    un policia 0 un bombero), no

    pueda

    disculpar-

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    17/40

    60

    Claus Roxin

    se, invocando

    una

    situacion de necesidad, mas facH.

    mente

    que otra, se debe a

    la

    proteccion de bienes juri.

    dicos, es decir, a un

    interes

    de

    la

    comunidad que exige

    aqui

    una sanci6n, al mismo tiempo que puede perma.

    necer impun e el que actna en

    una

    situacion parecida,

    pero sin tener un deber social especifico, porque no ne-

    cesita

    la

    resocializacion y dado 10 excepcional de la si-

    tuacion, no puede dar

    un

    mal ejemplo.

    Si

    se consideran asi las cosas, el postulado del nu-

    llum

    crimen,

    la ponderacion reguladora de intereses

    sociales en situaciones conflictivasy las exigenciasde

    la

    teoria de los fines de la pena sirven de base, desde

    el

    puntode vista polftico-criminal, a n

    uestras

    conocidas

    categorias delictivas. Dos de elIas,

    la

    teoria del tipo

    y

    de la culpabilidad, hay que interpretarlas con princi

    pios especificamente juridico-penales: mientras que

    el ambito de la antijuricid ad se extiende a otros secto

    res del ordenamiento juridico. Aello se debe el que las

    causas dejustificacion procedan de todo el ambito ju

    ridico y que de este modo enga rcen al Derecho penal

    con las

    otras

    disciplinas juri dicas

    en la

    unid ad del or

    denamientojuridico.

    VII)

    La

    segunda

    parte

    de nuestro trabajo debe dedicar

    se a

    la

    cuestion de como puede desarrollarse el siste

    ma partiendo de esta base.

    . Para ella empezaremos con la[teoria del tiEOJ Como

    ya se sabe,

    se

    puede distinguir aqui

    entre

    los mas di

    versos elementos y clases de delitos, que bajo esta cl-

    brica se exponen todos

    en

    una mezc1a algo confusa.

    Desde nuest ro pun to de vista, el criterio diferenciador

    rector del

    sistema

    debe ser

    v o r ~ en

    gue se han

    lIe-

    vado asaboJ?or

    elle

    .slador las exigencias del princi

    pro;J llum crTm n. i

    se

    dejan i'ado la;,funnas ati

    picas extravagantes,

    se

    pone de relieve que para ella

    sedan dos metodos fundamenta lmente distintos, que

    ellegisladorapliCa alterna tivamente.

    l

    primero con

    siste enla des'61pcion,

    10 mas

    precisa posible, de accio

    nes: El que con violencias contra

    una

    persona o con

    amenazas, poniendo en peligro la integr idad corporal

    o

    la

    vida,

    se

    apodera de una cosa mueble ajena con

    la

    intencion de apropiarsela antijuridicamente ----esta

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    18/40

    62

    63

    laus oxin

    es

    una

    descripci6n de hechos internos y externos, que,

    conjuntamente , nos senalan a

    un

    ladr6n

    en acci6n .

    Se puede

    hablar

    aqui de

    un

    delito de acci6nLDel se

    gundo metodo se sirve ellegislador preferentemente

    alIi donde no Ie interesa

    la

    cualidad externa de

    la

    con

    J

    ducta del autor, porque el fundamento de

    la

    sanci6n

    radica en que alguien infringe las exigencias de con

    ducta derivadas del papel social que desempena. '

     

    Cuando el

    §

    266 StGB amenaza, por ejemplo, con

    una pena

    a quien lesiona el deber que

    Ie

    incumbia de

    custodiar int ereses patr imoniales ajenos es evidente

    mente indiferente la forma en que el autor ha hecho

    esto, si de todos modos lesiona

    su

    deber de

    una

    mane

    ra perjudicial

    para

    el patrimonio. EI principio

    nulla

    poena

    se descubre aqui

    en

    que ellegislador se refiere a

    deberes creados por los participantes en el ambito ex

    trapenal.

    La

    problematica del § 266, desde el punto de vista

    del Estado de Derecho, no radica por consecuenciaen

    la falta de descripci6n de la acci6n, sino en la vague

    dad de los deberes a que se

    e f i e r e . ~ J ? o r

    el

    con-  

    trario, estos deberes

    estan

    determinados de manera

    - - ~ - - - - - - - - - -

    ~ -

    . ._ _

     

    ~ _ a a ~  

    ~ . ~ . h ~ § u ~ P ~ E _ ~ Q f u ' ~ J ~ . s   e g ~ n d . a s . . d e l l w -

    llum

    crimen

    pues

    la

    remisi6n a estos dekeressust itu

    - y e - a ' l a ' < r i i ~ 3 p C i 6 n a e T a accfon:- -' . .

    ....

    _

    -

    __   ~

    _ .•......--n..- _ .. , -

    Si se piensa   po r

    ejemplo en

    los tipos de

    la

    eva

    si6n de presos de

    la

    prevaricaci6n del abogado,

    la

    conducta externa del autor puede ser de cualquiercla

    se, pero, puesto que los deberes del papel social delvi

    gilante de

    la

    carcel, del abogado,

    estan

    suficientemen-

    Polttica crimina l y sistema del derecho penal

    . te determinados por las normas de servicio profesio

    nales, tales tipos, a los que denomino delitos consis

    tentes en la infracci6n de un deber

    42

    ,

    son desde el

    punto de

    vista

    de

    su

    determinaci6n

    absolutamente

    equivalentes a los delitos de acci6n.

    Hasta aqui sin problemas. El rendimiento practico

    de

    una tal

    bipartici6n sistematica de

    la

    teoria del tipo,

    me parece que radica

    en 10

    siguiente:

    En

    primer lugar,

    por

    un

    lado, el punto de partida normativo pone ante

    los ojos, con sorprendente clar idad,

    la

    realidad social

    quesirve de base a todas las distinciones'(I{>gmaticas:-'

    .::.... --_ _- . _.-.-. _. _

    -

    En

    los delitos consistentes en la infracci6nde un de

    ber se

    trata

    de sectores de

    la

    vida conformadosyajuri

    dicamente (las relaciones entre administrador del pa

    trimonio y mandante,

    entre

    vigilante y preso, entre

    abogado y cliente), cuya capacidad de funcionamiento

    debe ser protegida;

    en

    los delitos de acci6n penetra el

    autor, poniendo entonces desde fuera

    en

    peligro

    la

    paz

    (por ejemplo: por homicidio, robo, violaci6n de corres

    pondencia ajena, empleo de magnet6fonos

    para

    des

    cubrir secretos ajenos, etcetera),

    en

    ambitos que por

    imperativo del Derecho deberia

    haber

    dejado intac

    tos.

    Esta

    diferencia, materialmente fundamentada,

    tiene ahora, ademas, consecuencias dogmaticas, que

    todavia no

    han

    sido reconocidas de un modo suficien

    temente claro.

    42

    Sobre esto por

    primera

    vez

    expresamente Roxin,

    Tiiterschaft

    und Tatherrschaft lay 2

    a

    ed.,

    1963/67

    p. 332 y siguientes.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    19/40

     :

    :

    Claus Roxin

    4

    En este trabajo

    no

    se puede exponer naturalmente

    una parte general completa, pero algunas indicacio-

    nes pueden hacer comprensible cua

    es mi

    opini6n al

    respecto.

    1

    El

    conocido

    problema

    de

    la

    i E ~ r g c i 0 l l ~ n   los

    delitos de omision, tratado en los ultimos alios en gran

    ~ n f f m e r D d e monografias, se plantea, por ejemplo, en

    los delitos consistentes en la infracci6n de un deber

    desde un principio

    de

    un

    modo

    distintoqueen

    los deli-

    tos

    de

    acci6n. Cuando se trata

    de

    la infracci6n de un

    deber nacido

    del

    papel social desempeliado, que

    cons-

    tituye determinados tipos,

    es,

    desde el punto

    de

    vista

    de

    la problematica del

    nu um

    crimen

    notoriamente

    indiferente el que esta infracci6n se realice por acci6n

    u omisi6n. Si

    el

    vigilante quiere ayudar a escapar al

    preso y deja abierta

    con

    una acci6n positiva la puerta

    de la prisi6n u omite cerrarla en contra

    de 1

    prescrito,

    careceesto

    de

    relevancia para eltipo

    del §346 StGB

    e

    igualmente carece tambien de importancia

    el

    que

    el

    abogado cometa

    el

    delito de prevaricaci6n por maqui

    naciones activas 0 por omisi6n de las medidas juridi

    cas necesanas.

    Donde, por

    el

    contrario, se realiza

    el

    principia

    nu-

    llum crimen a traves de la descripci6n de acciones, allf

    ciertamente

    y

    solamente

    llf

    se plantea la para

    d6jica cuesti6n, apenas solucionable, de como puede

    alguien, mediante una

    no acci6n,

    actuar en

    el

    sentida

    de

    una precisa descripci6n del

    hecho. Es

    un secreto a

    voces que la jurisprudencia

    se

    ha sobrepuesto hasta

    PoUtica criminaly sistema del derecho pena l

    65

    ahora a la falta

    de

    un fundamento

    tfpico con

    la

    inves-

    tigaci6n libre del Derecho...

    En

    los

    delitos

    de acci6n s610 se

    hubiera po

    dido

    con-

    seguir mas exactamente una equiparaci6n

    de

    la

    omi-

    si6n con el hacer positivo allf donde se incluyen en

    el

    tipo de

    un delito

    de acci6n

    delitos que consisten

    en

    la

    infracci6n

    de

    un deber, como por ejemplo en

    el

    caso en

    que

    una madre deja morir

    de

    hambre a su

    hijo

    0

    en el

    del medico

    que dejamorir al paciente que esta a su

    cui-

    dado

    porque, infringiendo sudeber

    no Ie

    administra

    el

    medicamento salvador.

    Se

    trata aqufde evidentes in-

    fracciones del deber en elmarco de una relaci6n social

    previamente existente, que no

    se

    configuran como

    de-

    litos especiales unicamente porque tambien

    los

    cubre

    el tipo activo del homicidio.

    Enestos delitos solapados consistentes en lainfrac-

    ci6n de

    un deber 0 delitos impropios de acci6n", como

    tambien se les puede denominar, es naturalmente in-

    diferente para la realizaci6n del tipo el que

    e medico

    mate inyectando una dosis excesiva u omitiendo toda

    acci6n, el que el empleado de ferrocarriles origine

    el

    choque

    porque cambie mal las agujas 0 porque no las

    cambie en absoluto. Pues en el ejercicio

    de

    oficios so-

    dales independientes del Derecho penal: alimentar

    -

    mos,

    cerrar puertas, cambiar las agujas, adoptar

    medidas jUridicas, se determina la significaci6n

    del

    hacer 0del omitir Unicamente por su situaci6nvalora

    tiva en la relaci6n social yde aquf obtiene su relevan

    cia

    tfpica. Si, por

    el

    contrario, fuera del acontecer

    so-

    cial

    normal,

    OCurre

    un accidente, sedeclarafalsamen

    5 POUTIC

    CRIMIN L

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    20/40

    67

    6

    Claus Roxin

    te

    0 se emborracha el cliente de un bar, los deberes de

    auxilio 0 de evitaci6n de los originadores del acciden

    te, de las partes delproceso 0de las camareras son

    tan

    poco parecidos a las acciones descritas en el tipo que

    no se justifica ya con el principio nu um crimen una

    subsunci6n de

    la

    omisi6n en estas descripciones. La

    sustituci6n de la falta de una acci6n por el deber de im

    pedir el resultado

    ha

    sido en verdad alIi donde l l e g i s ~  

    ladorha ereado acciones

    para

    constituirel tipo, una Ii-

    bre creaci6njudicial del Derech0

    43

    .

    El

    §

    330, c del StGB con algunas cualificaciones

    por ejemplo,

    para

    los casos de injerencias, parientes,

    etcetera), y la

    creaci6n de unos pocos delitos puros de

    omisi6n, para grupos de casos muy concretamente

    constatables, hubiesen podido cumplir aqu i el postu

    lado

    nu um

    crimen y hubiesen preservado a nuestra

    teoria de

    la

    equiparaci6n de esa desconcertante confu

    si6n, que se origina siempre que algUn

    autor

    0 tam

    bien los jueces detenninan segUn sus propias ideas la

    extensi6n de la responsabilidad por omisi6n en una

    forma parecida a

    la

    creaci6n legisla tiva

    44

    4 No tengo espacio aqui para exponer enconcreto todo esto

    desde

    el punto de vista historico-dogmatico y en polemica

    con

    la extensa lite-

    ratura moderna sobre la

    omision.

    Aqui

    solo me

    interesa hacer plausi

    ble el

    principio sistematico citado.

    44

    Se puede ver esto muy claramente

    en

    que en las modemasmo-

    nografias sobre el problema de la equiparacion en

    los

    delitos

    de

    omision

    Rudolphi, 1966; Pfleiderer, Barwinkel, Welp,

    todos en 1968)

    se han

    llegado a conclusiones completamente diferentes: no se trata,

    por

    tan

    to, de un problema de interpretacion, sino de una especie de creacion le-

    gislativa, aun cuando los autores

    no

    sean conscientes de

    ello.

    PoUtica criminal sistema del derecho penal

    Aqui se deber ia producir por 1 menos de lege feren-

    da

    una

    reorientaci6n: y con una elaboraci6n funda

    mental de buenos rendimientos dogmaticos) se ha

    bria podido conseguir

    ya

    hace tiempo, si el principio

    politico-criminal, rector de la teoria del tipo, se hubie

    ra hecho dogmaticamente fructifero.

    2 Un segundo sector al que aporta la sistemati

    ca

    descrita ideas totalmente nuevas es

    la

    teoria de

    la

    ~ i c i g c ~ n

    Dogmaticamente, se

    trata

    aqui de

    un

    problema del

    tipo, es decir, de

    la

    cuesti6n de

    hasta

    que

    pun

    to puede

    subsumirse

    una

    conducta todavia en las descripcio

    nes del delito, fundamentando asi la autoria. S6lo en

    tanto no sea este el caso, vienen en consideraci6n las

    causas

    deextensi nde la

    pena de

    la

    inducci6n y de

    la

    compIicidad. Desgraciadamente, la jurisprudencia

    ~ o i o

    a e s ~ n

    _principio

    la n ~ l § . i Q l L < . ~  

    ~ ~ ~ de ~ r y ~ a ~ i § n ~ n i Z I i a   l u i v ~ ~ a q g  

    dfl

    este modo el

    l a n t ~ ~ m i e n t o  para su

    r i e n t ~ ~ i 2 , J J , \ l e  

    d e S a e ~ l J i u n t o d e - v i s t a l e g i s r a t i ~ ? : ~ } F f f g a ~ a J _ ~

     

     

    pni1Clpi0 n  num iFFtiii en'45: ''' ''-''' '' '' ''-- , - ,,, .'' ''

    t e : < ~ ' ~ ; 3 - . .   . - . . _ . ~ - - ~  

    Asimismo puede suceder que

    ya la

    movediza part i

    cipaci6n en los actOS preparatorios

     aun

    cuando s6lo

    se

    trate

    de un consejo 0 de

    un

    movimiento de cabeza

    45 Sobre ella detenidamente

    mi Tiiterschaft und

    Tatherrschaft 2

    8

    ed., 1967,

    p.

    615 y

    ss.,

    Sax, en JZ 1963,

    p.

    332

    y ss.; de un

    modo

    espe-

    cialmente claro tambien ahora Jescheck, Lehrbuch des

    Strafrechts

    Allgemeiner Teil 1969,

    p.

    428 y siguientes.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    21/40

     

    I

     

    68

    laus Roxin

    afirmativo pueda

    convertir

    ante

    nuestros tribuna

    les a alguien

    en

    autor; mientras que el autor por defe

    rencia que indudablemente realiza el tipo tiene la

    po

    sibilidad de escapar con

    la

    pena del complice.

    Este desarrollo, que

    ha

    cambiado el sentido de la

    ley y

    ha

    llevado al caos

    nuestra

    teoria de

    la

    participa

    cion,

    marca un

    camino equivocado, que, a las buenas

    o a las malas, tendra que abandonar tambien lajuris

    prudencia, pues el tenor literal de la segunda ley de

    reforma del Derecho penal ya no es compatible con la

    llamada teoria "subjetiva"46.

    Hay que reconocer que tambien aqui existe una di

    ferencia esencial

    entre

    los delitos de accion y los

    con

    sistentes en la infraccion de un deber, porque

    su

    dife

    rente estructura

    ti

    pica debe

    se:fi.alar,

    conforme ala na·

    turalezade la teoria de la participacion, l ineas respec

    tivamente divergentes.

    En

    los delitos de accion es au

    46

    El

    §25, secc. 1dice:   Comoautor sera castigadoquien realice el

    hecho punible por simismo 0 sirviendosede

    otro .

    Si aqui

    se

    calificaex

    presamente de "autor" a quien realiza el

    hecho

    por SI mismo , ya no se

    Ie

    podra castigar en el futuro como simple complice porque

    Ie

    falte la

    "voluntad

    de

    autor". Esta consecuencia

    se

    deriva

    de

    la supresion

    del

    antiguo§32 del Proyectode 1962

    (que,

    en el caso de errorsobre el dolo

    del autor, hacia depender de la direccion de la voluntad del

    que se

    ha

    bia equivocado la pena de autor 0 la de partlcipe) ydel paralelomante

    nimiento del requisito de un hecho

    doloso

    principal para la induccion y

    la complicidad en

    los

    §§

    26

    y

    27

    de la 2 Ley de reforma del Derecho

    pe

    nal: El

    que induzca a otro a cometer un delito en la equivocada

    suposi

    cion de que el inducido actuara dolosamente, no puede ser castigado ni

    como autor

    ni

    como participe, aun cuando

    de

    acuerdo con la teoria

    sub

    jetiva, a causa de su "voluntad de participe", puede hacersele respon

    dersinduda por induccion.

    Polttica crimina l y sistema del derecho penal

    69

    tor el que domina la respectiva accion tipica; aqui de

    cide

    por tanto el dominio del hecho. En los delitos con

    sistentes enla infraccion de

    un

    deber,por el contrario,

    actua tipicamente solo (aun cuando siempre) quien

    lesiona el deberextrapenal, sin queinterese en

    10mas

    minimo el dominio del suceso externo. El administra

    d£ que E ~ r ~ c i p ~ . ' ~ ~ _ ~ c ~ ~ ~ , ~ _ ~ ~ ~ ~ § ~ ~ ~ I :  

    ~ e n k g } ~ ~ £ c I Q , g _ , ~ ~ l p a t r i ~ ~ n i o g u e ~ . 1 ~ : d ~ ~  

    confiado, es s iempre autordel

    e U Q d e i n f i d e l i ~ a 9 :  

    Q..a-

    tnmon[a ; m § ~ ~ 3 i ~ ~ - ~ _ e . ~ i i q n g u § L J I ~ ~ ' ~ ~ i n ~ , ~ i e i ; ~

    q i i e c I O i l l i ~ ~ ~ J ~ ~ ~ ~ O  

    ; ; . ~ J 1 l ) J . ~ P ( 3 § m : g ~ .

    ~ § l t d Q m i n i Q .  

    S O l ~ : n t , ~ Y ~ ~ ~ ~ , , ~ ~ ~ ~ 1 ~ p i ~ ~ _ : , . , .  

    Desde esta base se puede desarrollar, con bastante

    exactitud

    en

    sus particularidades,

    un

    sistema de

    la

    teoria de autor que distinga entre delitos de accion y

    delitos consistentes

    en la

    infraccion de

    un

    deber.

    En

    otro lugar he intentado llevar a cabo esto con todo de

    tenimient0

    47

    y renuncio, por tanto, ahora a posterio

    res explicaciones. En todo caso me parece haber acla

    rado suficientemente, que

    una

    consideracion siste

    matica de la clase aqui recomendada es fructifera

    48

    47 En mi libro Ttiterschaft

    und

    Tatherrschaft

    1

    y2 ed. ,

    1963/67.

    48

    La

    distincion llevada a

    cabo

    por mi entre delitos

    de accion

    y

    de

    litos consistentes en la infraccionde un deber se acepta cada vez mas

    en la bibliografIa para la teoria de la participacion; expresamente en

    este

    sentido SchOnke -Schroder, Strafgesetzbuch Kommentar 15 ed.,

    1970, antes del §47, n07;

    Wessels,

    Strafrecht Allgemeiner Teil 1970, §

    11,11,2, ps. 87-88. Coincidiendo tambien

    con

    el resultado Schmidhau

    ser, Strafrecht Allgemeiner Teil 1970,

    p.

    425, que,

    sin

    embargo,

    a cau

    sa

    de la posicion de garante del obligado, considera los delitos

    consis

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    22/40

    70

    71

    laus Roxin

    ~   Con esto no se

    ha

    agotado de ningiln modo su utili-

    dad para la t eoria del tipo. Asi, por ejemplo, la inclu

    _ sion del

    o l ~ n  

    el tipo se deduce

    ya

    de la exigencia de

    dete rminabi lidad del Estado de Derecho: las lesiones

    del deber y

    las

    acciones no se pueden describir

    como

    simples acontecimientos causales. Unicamente el do

    lo

    confiere a

    un

    suceso sus contornos delimitados

    49

    .

    Si

    ~ - - -   ~ ~ , . ,..,..

     

    _.  ,

    _....,.., . "._'">-------.

    seprescinde

    i e ~ l comoloha hecho elllamado siste

    ma

    "clasico" bajo el influjo poderoso del naturalismo

    se llega forzosamente a una ampliacion de la exten

    sion de la pena, que, desde

    el

    punto de vista del Esta

    do

    de Derecho, es objetable. Asf

    a Q ~ l l r i d . Q  

    en la teo

    rfa de lapartic ipacion, dondecualquier clase de "call

    salidad';stni3:conslderado"'como-objetivaiiiellfesufi

    .•

    r_

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    23/40

    72

    73

    laus Roxin

    mo el i ~ s ~ ~ : R ~ E E ? j £ 2 . 9 .   0 el ~ 2 p . . i g . ~ t ~ £ Q J l f i . ~ a que

    se hanaesarrollado al margen de las categorias siste

    maticas, muestranel camino obligado

    para

    la tipifica

    cion de los deberes, cuya elaboracion sistematica lini

    camente puede

    dar

    a los tipos culposos

    la

    firme estruc

    tura que nos es evidente en los delitos dolosos.

    ~ _ a s t a   aqui los

    f e c t o ~ ~ ~ w f u : . Q ~ . 9 . t ~ § . e  

    d e r i v a ~  

    una

    sistematizaCiOii-del tipo regfda por el principio

    ~ . ' _ : ' - ' - ' ' ' - ' ' ' ' : : ' ' ' . .   ,,,,,,,,,,,,,,, .   . ~ . ~ - - . . .. . ~ : ; •  < c . . ~ l   _or

    nulluTrl:. qt 11..eIt.

    Ahora

    hay

    que ana

    ir

    algunas aclara

    C I o n e ; ~ ~ t o d o l o g i c a s  que se determinan tambien por

    este principiojuridico-politico rector.

    Las caracteristicas del tipo en sentido estricto es

    decir, conceptos como edificio , ajenidad , cos

    a ,

    et

    cetera son el dominio de la definicion y de la subsun

    cion exacta, que, con frecuencia, son consideradas en

    Derecho penal como el linico metodo para averiguar el

    Derecho que debe

    ser

    aplicado. Pero este caso se

    da

    las .

    menos de las veces: en la interpretacion de las carac

    teristicas determinables del tipo ocupa

    un lugar

    este

    procedimiento, porque con la sucesion logica de pre

    misas, subsuncion y conclusion se hace just icia en el

    grado mas alto posible al principio de determinabili

    dad

    legal. Pero

    en la

    ulterior cuestion de como debe

    constatarse el contenido del concepto de tipo mismo se

    responde las mas de las veces de

    un

    modo global, te

    cluye

    la

    imputacion

    del

    resultado.

    EI

    desarrollo

    del

    Derecho penal

    del

    trafico pone

    de

    relieve esto

    de

    un

    modo 10

    suficientemente claro. Una

    exposicion mas

    detallada de esta

    concepcion,

    aqui

    solo

    insinuada

    debe

    quedar reservada para ot ra ocasion.

    PoUtica crimin ly sistema del derecho pen l

    niendo que

    interpretar

    las caracteristicas concretas

    tipicas, desde el punto de vista teleologico, por el bien

    juridico protegido. Este principio, bastante banal,

    ha

    tenido consecuencias discutibles.

    Un

    analisis comple

    to de la evolucionjurisprudencial podria entonces po-

    ner de relieve que nuestros tribunales,

    para

    garanti

    zar

    una

    proteccionregida por este principio 10 mas

    amplia posible y sin lagunas

    han

    procedido a una

    interpretacion extensiva del tipo, que en

    gran

    manera

    ha

    ayudado al aumento dela criminalidad

    en

    algunos

    delitos. Bajo el r i s m a A ~ t } ; l l : i . n c j p i f L l l 1 f l l ~ ~ .   ~ . , .  

    p r e c i s a m ~ e r q : g m i k a r . i o  10 . .

    ecir

    un ' ;'

    ter

    p r e t a 2 1 § l ) ~ r e ~ c t i v ~ . 9 ~ . ~ s . g ~ l i ~ e . . l ~ J , Q £ i Q n . d e . . c . . a r t a  

    m ~ e l D ~ l w ~ ~ ~ ~ t W ' _ ~ ~ ~ . i ~ ~ n - a . ,  

    t a r i ~ ~ 1 l ~ , ~ k R ~ £ o ~ 1 Y ~ ~ § § 1 9 . . ~ l j m b j t g

    de

    P d ~ ~ i ~ ~ ~ d i ~ u e ~ ~ . ~   ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ . ~ l ~ ~ E ~ .. . . £ t ~ . ~ c ~  

    e lenJUTI = £ 9 .....

      '

    Para ella hacen falta principios como el introducido

    por Welzel, de

    la

    adecuacion social

     

    que no es

    una

    ca

    racteristica del tipo, pero si

    un

    auxiliar interpretativo

    para

    restri ngir el tenor literal que acoge tambien for-

    mas de conductas socialmente admisibles.

    A

    esto pertenece ademas eillamado principio de

    la

    insignificancia

    53

    ,

    que permite en la mayoria de los ti

    52 De la extensa bibliograf1a cfr. solo Welzel, Das Deutsche Stra-

    {recht 11

    a

    ed., 1969,

    p.

    55 yss., queacertadamente habla de   unprinci

    pio

    general

    de

    interpretacion

    (p.

    58).

    53

    Este criterio ha sido puesto

    de

    relieve

    por mi, como un

    principio

    de

    validez general para la determinacion del injusto,

    por

    primera

    vez

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    24/40

    74

    Claus Roxin

    pos excluir desde

    un

    principio danos de poca impor

    tancia: maltrato no es cualquier tipo de dano de la in

    tegridad corporal, sino solamente uno relevante; ana

    logamente deshonesto en el sentido del Codigo Penal

    es solo

    la

    accion sexual de

    una

    cierta importancia

    54

    ,

    injuriosa en una forma del ictiva es solo la lesion grave

    a la pretension social de respeto. Como fuerza debe

    considerarse unicamente

    un

    obstaculo de cierta im

    portancia, igualmente tambien

    la

    amenaza debe ser

    sensible para pasar

    el umbral de

    la

    criminalidad. Si

    con s t o ~   p ~ n t ~ n t o ~   se g a n j z a ~ l J . e v ~  

    secuentemente la instrumentacion de nuestra inter

     

    ..

    _ . . . . . . - . c I . ~ r j , ~ . ~   , , , o n , , ~ , ' t : , · · , , , , , : , > , ~ : ' ' ' : I ' ' ~ ' ' ' ' ~ ' '   __ - - - - =

    P ~ ~ ~ . ~ ~ Q ~ , g , c l j i p o , _ ~ _ ~ . , , 2 . [ J : : ~ . , ~ , ~ ~ ~ , ~ E : ~ r . ~ , , § e J m . ~ . , 1 e j o r  

    in

    t e r R . e J ~ . £ i Q n l u I . l a t J ] 1 J ? 2 r t a n

    te aportacion

    para

    redu

      :;0:, ',,,,,,-' .r· ~ ~ : · , . _ . _  .. 1 . , . ~ ~ _ ·

    .••

    , , · ~ , , ; . . , . . . . . , , , ·  

     

    ..

    v

    _

    ,.,._

    cir la criminalidaden nuestro pais. .

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    ·

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    ,., - ~ M ' : ·  

    •.

    ; ' : ' . \ . , . · ' 1 : ~   ' f i / t l f t t o 1 O i l · ~ ~ r :   , ' ,

    ,

    en JuS 1964, p. 373 yss.yp.

    376-377. La

    idea hasidoaceptaday

    des

    a

    rrollada, por ejemplo, por Busse, Notigung im Strassenverkehr, 968:

    Berz, GA 1969,p.145yss.: JuS 1969,p.367yss.;Tiedemann, JuS

    1970,

    p.

    112. Bagatellprinzip) und JuristischeAnalysen, 1970, p. 261.

    Ademas

    Alterna tiventwu rf eines Strafgesetzbuches,

    Besonderer Teil,

    Straftaten gegen die Person, Erster Halbband, ps. 63-64.

    54 Asi expresamente elAlternativentwurf§§ 125,127,128, en

    el

    tomo citado

    en

    la nota

    53,

    ps.

    84

    y 86.

    VIII)

    Si de aqui pasamos a las causas dejustificacion, cu

    ya funcion politico-criminal hemos calificado ante

    riormente como

    la

    solucion social de conflictos,

    hay

    quereconocer en primer lugar que

    la

    realidad empiri

    ca que sirve de base a es ta categoria delictiva se dife

    rencia de un modo esencial del sector de

    la

    realidad de

    los tipos.

    En efecto, con las causasdejustificacionpenetr a en

    la

    teoria del delito

    la

    dinamica de los cambios sociales.

    Lo que es

    una

    detencion ilegal,

    un

    allanamiento de

    morada 0 una lesion de la integridad temporal, per

    manece siempre igua1

    55

    -prescindiendo

    de los cam

    bios marginales que se producen en el sector de 10 in

    significante0de 10adecuadosocialmente-. Los tipos,

    pues, en tanto que no sean apartados de

    su

    mision por

    55

    Ciertamente se producen cambios en el idioma, pero

    los

    cam

    bios de

    su contenido se producen

    mucho

    mas lentamente

    que

    el desa

    rrollo social.

  • 8/19/2019 1 Política Criminal y Sistema Del Derecho Penal - Roxin (2)

    25/40

    77

    laus oxin

    6

    clausulas generales

    56

    , estantendidos en los limites de

    los conceptos fijados idiomaticamente. Pero las razo

    nes por las que se permite detener a personas, pene

    trar en moradas

    ajenas 0 llevar a cabo ataques en

    la

    integridad corporal cambian constantemente.

    Todo cambio de las leyes de enjuiciamiento civil 0

    criminal, toda revision de las leyes de policia, las con

    56 Las clausulas generales como tambien las caracteristicas nor

    mativas valorativas, tienen la cualidad de que los derechos de inter

    vencion tengan ya el efecto

    de

    excluir el tipo. Por ello

    se

    explica el que

    en algunas descripciones de delitos de la parte especial-por

    ejemplo

    en el hurto yen la

    estafa-apenas

    son imaginables causas dejustifica

    cion.

    Quien tiene derecho a una

    cosa

    0

    a una ventaja patrimonial,

    no

    realiza ya el tipo subjetivo porque

    Ie

    falta la intencion

    de

    apropiarsela

    o de enriquecerse ilicitamente. Quien amparado por la legitima

    defen

    sa arroja piedras no realiza ni siquiera el tipo

    objetivo de

    desordenes

    publicos, etcetera (cfr. sobre esto mas detalladamente

    mi

    articulo

    en

    MSchKrim., 1961,

    p.

    211 y ss.). Tambien la caracteristica tipica de la

    reprochabilidad enel § 240, secc. 2, StGB incluye en si todas las cau

    sas de exclusion

    del

    injusto: quien coaccionajustificadamente,

    no pue

    de

    actuar nunca reprochablemente en el sentido

    de

    este precepto

    (so

    breestodetalladamente mi articuloen JuS 1964, p. 373 yss.). Puesto

    que en estos

    casos

    y en algunos otros norma y precepto permisivo no se

    dejan dividir limpiamente separados en el tipo y en la antijuricidad,

    se recomienda reunir estas dos categorias, que frecuentemente se en

    granan una

    con

    otra, en el

    concepto

    de un tipo de injusto unitario

    (como

    he propuesto' adhiriendome a Lang-Hinrichsen, en JR 1952, p. 363,

    ya en mi libro Offene Tatbestiinde

    und

    Rechtspflichtmerkmale, 1959 .

    Sinembargo, estono cambiaen nada

    el

    que laestructurade los

    precep

    tos permisivos, con

    los

    que se enfrentael texto, este configuradade otro

    modo que lasnormas.

    La

      teoriade los tiposnegativos ,

    que,

    como ya

    es

    sabido, tiene importancia sobre

    todo

    para

    el

    tratamientode la creencia

    erronea de los presupuestos de las causas de justificacion, no

    debe

    ser

    entendida

    como

    si los preceptos permisivos -prescindiendode su ne

    gatividad como presupuesto del injusto--estuviesen configurados

    es

    tructuralmente del mismo

    modo

    que las normas.

    Politica crimina l y sistema del derechopenal

    cepciones cambiantes del derecho de correccion, de

    la

    vacunacion forzosa, de

    la

    esfera pri vada 0 del derecho

    de demostracion crean 0 anulan causas de justifica

    cion.

    Este

    proceso no se consuma solamente por el ca

    mino del cambio de

    la

    ley positiva, sino tambien por

    la

    creacion consuetudinaria 0judicial del Derecho, que

    han

    encontrado

    su

    expresion mas conocida en el dere

    cho de correccion del maestro y

    en

    el estado de necesi

    dad supralegal.

    En la

    configuracion de estos derechos de interven

    cion, que compaginan necesidad social y libertad indi

    vidual, coopera todo el ordenamientojuridic0

    57

    .

    Desde

    esta

    funcion politico-criminal debe acome

    terse

    la

    sistematizacion de

    la

    antijuricidad. Es sabido

    que la mayoria de los intentos realizados

    hasta

    ahora

    no

    han

    ido mas aHa de abstracciones muy formales 0

    de endebles paralelismos

    58

    . Si se anal izan los medios

    con los que el legislador superaelproblemade la solu

    cion social de conflictos, se pone de manifies to que se

    trata

    de

    un

    nu.mero limitado de principios ordenado

    resmateriales

    que, combinados diferentemente, de

    terminan el contenido de las causas de justificacion y

    7 Es

    evidente que con esta comprensionel con