LAS RAZONES DE LA EXPERIENCIA

MIGUEL MUNÁRRIZ (Gijón, 1951)

Ha sido, dando tres princeladas casi al azar, responsable del suplemento cultural de El Mundo, “La Esfera de los Libros”, galardonado con el Premio Nacional al Fomen-to de la Lectura; director de Comunicación de Alfaguara, Aguilar y Taurus; y, en la actualidad, es director de Relaciones Institucionales de la Universidad Nebrija.

Cuando uno se toma el “trabajo” de leer una novela inédita de un autor novel presiente que está abandonando por unas horas la sana costumbre de disfrutar con algunos de sus auto-res favoritos, los cuales, salvo honrosas excepciones, están apacible —o endiabladamente— difuntos. En el caso de “10 Corsarios”, la novela de Tito Montero, lo que me ha ocurrido es me he encontrado desde el primer momento de la lectura con un texto fresco, de lenguaje desenfadado, de un autor de ahora mismo que ha crecido entre pantallas de televisión y or-

denadores. Sin embargo, se nota un desparpajo en el manejo de sus personajes a los que sabe llenar con algo tan difícil como

son las dotes psicológicas, y hacerlos crecer con certeros movimientos que transcurren en ám-

bitos y escenarios de la realidad más coti-diana. A medida que iba avanzado en

la lectura de “10 Corsarios” iba cre-ciendo una sensación de credibili-dad que tiene que ver con la verosi-militud de la trama, con la fuerza de esos personajes a los que he aludido

y con una tensión narrativa, controla-da notablemente por este autor nue-

vo del que no me arrepiento haber em-pleado mi preciado tiempo (y disculpen la

inmodestia) en leer.

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10CORSARIOS

Una novela de Tito Montero

El que busque un libro de piratas con pata de palo, que se vaya buscando algo mejor que hacer. “10 Corsarios” es extremo, intenso, desmesurado a veces, emocionante y agridulce.

El periodista Tito Montero (Oviedo, 1978) busca y consigue impactar con su primera novela. Una his-toria inclasifi cable de morbosos y mediáticos crímenes que engancha al lector de principio a fi n (¡y no es un tópico, oiga!). El sexo, la literatura y el cine ensamblan, con ofi cio literario, una historia car-

gada de personajes grises, urbanos y reales traicionados por sus propias vidas.

Tito Montero no sabe qué pasará con su libro. No obstante, tiene las ideas claras y ganas de contar historias. “10 Corsarios” es su primer

bebé, del que puede sentirse bien orgulloso.

LAS RAZONES DEL AUTOR

DAVID RIONDA / OVIEDO

10 Corsarios es un puñetazo en la boca del estómago del lector

¿Por qué un título de película de piratas para una novela policiaca?Me encanta el número 10. Lo llevaba a la espalda cuando jugaba al fútbol y, obviamente, no me lo veía. Es la nota que nunca pude sacar, la perfec-ción que nunca podía alcanzar. Los corsarios me gustan, pero en el sentido ficticio, el que se asocia a Burt Lancaster dando brincos en mallas a bor-do de un galeón en “Su majestad de los mares del sur”. “10 Corsarios” es el título de un libro que tiene mucha importancia en el desarrollo del argumento de la novela.

¿Asesinaría a alguien para vender más libros? A uno de los protagonistas de la historia parece que no le importaría…No lo sé. A bote pronto diría que no, pero la ex-periencia me dice que el ser humano es capaz de cosas inimaginables a priori, tanto en lo bueno como en lo malo, si se encuentra entre la espada y la pared. Tendría que verme en la situación para poder responder con sinceridad. Sólo diré que, lle-gado el caso, no me gustaría tener que hacerlo. Ja, ja, ja.

Sirgo es un personaje curtido en mil batallas noc-turnas, marcado por la vida. ¿Le resultan atractivos los personajes “malditos”?¡Y a quién no! Los buenos parecen más aburridos, ¿no? Creo que a la sociedad en general, y al espa-ñolito de a pie en particular, le encanta ver en los demás extremos a los que, sobre el papel, no tiene cojones a llegar. Los grandes asesinos y los grandes héroes suelen ser personas anónimas: un barrende-ro, una abogada, un taxista, una peluquera, un po-licía. La “normalidad” es tan anormal que, personal-mente, me acojona.

¿Hay algo de Sirgo en Tito Montero?Sirgo es un policía que se ha encapsulado como una rémora cualquiera en el sistema. Pasota, ca-brón y putero. Con un pasado oscuro y un presen-te y un futuro más negros que el carbón. Hay mu-cho de Sirgo en todas las personas que viven en este país.

¿Periodista, escritor o un cabrón cualquiera? Las tres cosas, depende un poco del día. Periodis-ta para pagar las facturas. Escritor para sobrevivir en este valle de lágrimas. Y un cabrón cualquiera, porque también hay pasárselo un poquito bien. Los excesos nunca son buenos en exceso.

En realidad, la trama es la verdadera protagonista de “10 Corsarios” y no un personaje en concreto. ¿Sucede lo mismo en toda buena historia?Cada historia es un universo sujeto a infinidad de interpretaciones, normalmente tantas como per-

sonas la leen. En el caso de “10 Corsarios”, el pro-pio libro es un personaje más de la historia.

¿Están de moda los “antihéroes”? No es una nove-la que hable precisamente de valores…¿Qué entendemos por héroe o antihéroe? La línea entre unos y otros es cada vez más difusa. En rea-lidad, los antihéroes siempre han estado de moda desde el Lazarillo o Alonso Quijano hasta “Zarpa de Oso”, pasando por Bartleby o James Bond. La literatura, de todo tipo y condición, está plagada de ellos. Si lo pensamos el mismo Sherlock Holmes, que ahora vuelve a estar muy de moda gracias a Guy Ritchie, en las historias de Conan Doyle te-nía mucho de antihéroe. Lo que hace atractivo a cualquier personaje, lo que en definitiva lo hace humano, son sus imperfecciones.

Imanol Arias inspira el físico de Sirgo, ¿pensó en “Querido Maestro”?Más bien en “Brigada Central”.

¿Quién sería Pastora Vega?La bisnieta de Pastora Imperio y una señora de muy, muy buen ver. Una tía buena con todas las letras, pero que no inspira ningún personaje en esta novela.

No se corta mucho con las referencias sexuales, ¿hay algo que venda más que el sexo en la so-ciedad actual?Sí, la sangre. La casquería fina. En “10 Corsarios”, hay un buen puñado de ambas cosas.

Cine, literatura y sexo son tres de las cosas que más nos encontramos en “10 Corsarios”. No es difícil sospechar que sus principales aficiones no son precisamente el golf, la costura y preparar flanes…Espero que una misma persona no tenga como aficiones el golf, la costura y preparar flanes. ¡Qué aburrimiento! Me emociona más lo del cine, la li-teratura y el sexo. En cuestión de historias hay de todo, es como el vino o la cerveza, puedes en-contrar con y sin alcohol. La primera opción pue-de resultar divertida, la segunda sólo te llena el estómago.

Esta novela es literatura de su tiempo que busca entretener y remover conciencias

Otra reflexión que uno se plantea al terminar el libro es que los medios de comunicación son un arma que ya se nos ha ido de las manos… ¿Qué cree?Que llevamos tiempo jugando a la ruleta rusa con un revolver cargado con cinco balas. Cual-quier día dejaremos de tener tanta suerte.

¿Es más peligrosa la información desmedida o Belén Esteban?Lo más peligroso es lo desmedida que es Belén Esteban. Es un reflejo más de la sociedad en la que vivimos. Se está forrando, me alegro por ella; pero sale en televisión en horario superprotegido, lo siento mucho más por los críos.

¿Qué les diría a los puristas que puedan ofenderse por la claridad de lenguaje que utilizan en ocasio-nes algunos personajes del libro?Qué no lean a Cervantes, a Pérez Reverte, a Mon-tero Glez., a Pedro Juan Gutiérrez, a Martin Amis, a Jake Arnott… Eso y que salgan a la calle un día cualquiera, entren en un bar y escuchen a la gen-te hablar un ratito.

¿Puede convertirse en literatura cagarse en la puta madre de alguien?Hace siglos lo está.

¿Y si le digo que me parece un lenguaje “impro-pio”?¿Impropio de quién?

¿Es una forma de provocar?Es una forma de hablar. La mía, la suya, la de la mayoría de la gente de la calle. Y muchos de ellos no se acercan a la literatura, o a la cultura en general, porque nos la venden como el culo, como algo elitista a lo que casi sólo se puede ac-ceder con un título de Oxford debajo del brazo. Yo soy hijo de un albañil y de una modista. Me gusta leer, me flipa la música, me emociona la pintura y no entendería el mundo como lo hago sin el cine… Además me encanta irme de cañas, jugar al fútbol, follar cuando toca y echarle un ojo de vez en cuando a las revistas del corazón para cotillear un ratito. Los clichés me tocan so-beranamente los huevos.

Al menos es una historia que no deja a nadie in-diferente…Gracias, me ha salido a borbotones. Para quien invierta algo de su tiempo en analizar lo que lee, la novela será mucho más que una trama poli-ciaca coherentemente entrelazada. “10 Corsa-rios” es un puñetazo en la boca del estómago del lector.

Los antihéroes siempre han estado de moda desde el Lazarillo o Alonso Quijano hasta “Zarpa de Oso”, pasando por Bartleby o James Bond

¿Qué le gustaría que dijese alguien que acaba de leer su libro por primera vez?Me da absolutamente igual, lo que realmente me interesa es que acaben de leerla, yo cada vez dejo más novelas a los tres capítulos.

¿Y si no le gusta? ¿Le matamos?Si no le gusta, que le vaya bonito.

Y por último, la más difícil: ¿qué es “10 Corsarios” y para qué sirve?Es una historia llena de misterio, de vida, de muerte, es literatura de su tiempo que busca entretener y remo-ver conciencias. ¡Es ideal para pasar un rato de la hostia sin necesidad de aditivos!

Escritora, periodista y crítica literaria. Ganadora del Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla 2011 por “El gran juego” y del IX Premio Internacional de Novela Emilio Alarcos Llorach en 2009 por “Los libros luciérnaga”.

Cuando Julio Cortázar comenzó a escribir sobre jazz, la crítica de su tiempo se le echó encima alegando que era algo vulgar y poco literario. Ahora pocas cosas son más literarias que el jazz. La prosa se crea, se inventa, se renueva, la auténtica literatura es la que crece con su tiempo. Lo único antiliterario es quedarse estancado.

Bajo esa premisa, Tito Montero esboza una historia contemporánea, un retrato tan actual y vivo de nuestro tiempo como un periódico digital que renueva noticias cada dos por tres. Unos diálogos que están más en la calle que en el papel, una prosa sin condescendencias, una literatura rápida, descojonante, negra y con sabor a cigarrillo. “10 Corsarios” es una novela policíaca y suburbana, de programas de televisión y soberanos pares de tetas, de la soledad del escritor y del hastío del policía, de piratas y de transeúntes.

La crítica voraz a los intelectuales de nuevo cuño, gafas de pasta, suplemento dominical y snobismo excarcelado; el sexo sin tapujos, a veces con cheque y otras con ganas (bravo por no castrar sexualmente a las mujeres, como si no tuvieran fantasías sexuales o no supieran disfrutar de la felicidad de correrse tras una noche de juerga); la mugre que envuelve a la Policía Nacional; las feroces campañas de marketing que valen más que lo que promocionan; las tripas de una ciudad. “10 Corsarios” es, en definitiva, como una herida abierta a la que se echa sal y escuece.

Rápida, intensa e intrigante, “10 Corsarios” es el tipo de libro que uno desea tener en un aeropuerto para olvidarse del viaje. Y si cuando se llega a Taipei aún no se ha acabado, se terminará sobre la cama del hotel sin haber deshecho ni siquiera la maleta. Se consume a la velocidad de los cigarrillos.

Imagínense una puta, una calavera en una bandera negra, la felicidad de una caña bien echada, un monólogo en la televisión, una bomba que revienta una tertulia literaria, una pistola del siglo XVIII, un viejo policía que despierta, unos crímenes que nadie entiende, el Hotel de Las Letras con una alfombra de sangre a la entrada, un libro que nadie quiere publicar.

LAS RAZONES DE LA JUVENTUD

“Una prosa sin condescendencias, una literatura rápida, descojonante, negra y con sabor a cigarrillo”

LETICIA SÁNCHEZ RUIZ (Oviedo, 1980)

Imagínense tomar de un solo trago un café negro, una copa de bourbon, un vaso de vino peleón. Es rápido, te despierta, te excita, te revuelve las tripas; es adictivo. Imagínense este

sabor en la boca.

Imagínense una cuenta atrás. Y de repente todo comienza.

Bien, acaban de empezar a imaginarse “10 Corsarios”. A partir de aquí siguen solos. Abróchense los cinturones y buena lectura. No se molesten en relajarse; esa sensación no les va a durar mucho.

LAS RAZONES DE LOS LECTORES

Alfredo González, 29 años, músico.Premio de la Música de Asturias al mejor Letrista 2009

“Un soplo de vida real entre tanta fi cción desorientada”.

Es un discurso inmediato, conciso y cristalino, sin vueltas ni redundancias, apto para todos los públicos. Me gusta la descripción psicológica de sus personajes, el carisma de un personaje como Sirgo. También es todo un guiño a la vida desde abajo, a la mierda que pisamos. Un soplo de vida real entre tanta fi cción desorientada. Aporta una mezcla de comicidad, socarronería y viveza con las que se identifi caría

cualquier lector. No es la mejor novela del mundo, pero sí es la que más libros puede vender. Eso, en los tiempos que corren, es un gran motivo para estar en las librerías.

Ángela López, 35 años, periodista.

“Descubre una parte de la sociedad que en épocas de crisis estaría dispuesta a hacer cualquier cosa por salir adelante”.

Me gusta la agilidad del texto, el argumento -creíble gracias a las descripciones realistas y las tramas bien entrelazadas- y, sobre todo, el fi nal. También las

descripciones psicológicas de los personajes. Tiene un argumento original y bien organizado, está bien redactado y el lenguaje utilizado hace que sea una novela de

ágil lectura, estupenda para lectores escasos de tiempo. Descubre una parte de la sociedad que en épocas de crisis (económica, laboral o creativa…) estaría dispuesta a

hacer cualquier cosa por salir adelante. Además, el autor se muestra crítico con el mundo no literario que rodea a los escritores y demuestra amplios conocimientos cinematográfi cos.

Bárbara M. Álvarez, 34 años, reportera y productora de televisión.

“El autor hace una crítica mordaz a la cruda y desalentadora realidad. Es una historia ágil, envolvente, entretenida, policía-ca, tórrida y moderna”.

Es muy entretenida. La historia te atrapa rápidamente y, aunque quieras, no la puedes dejar de leer hasta la última página. Por cierto, un fi nal que te hace dudar

de todo lo que has leído antes. Retrata a la policía y a los periodistas como seres inescrupulosos, sin ningún atisbo de responsabilidad social, y anclados en el sistema; la

realidad siempre supera la fi cción. El autor hace una crítica mordaz a esa realidad cruda y desalentadora. Es una historia ágil, envolvente, entretenida, policíaca, tórrida, y moderna. En defi nitiva,

es una historia de hoy para gente con ganas de pasar un rato genial. El público lo devorará y querrá leer la segunda parte (¡si es que hay, claro!).

Aurora Ordás, 57 años, administrativa y escritora.

“Un viaje en tren de Oviedo a Madrid se me fue buceando den-tro del mundo oscuro del manuscrito, como en un sueño”.

Es una novela moderna, que engancha desde las primeras páginas por su ritmo trepidante e intrigante. Dan ganas de recorrer los lugares que menciona y ver las “pelis” a las que hace referencia. Un viaje en tren de Oviedo a Madrid se me

fue buceando dentro del mundo oscuro del manuscrito de “10 Corsarios”, como en un sueño. Hace refl exionar sobre este universo de las publicaciones y los medios

de comunicación, que por intereses comerciales se pliegan ante cualquier personaje o suceso oscuro que pueda atraer la atención de lectores o espectadores, importándoles muy

poco la catadura moral de esos “personajillos” a los que les regalan su momento de gloria.

José María M. Cellino, 52 años, funcionario.

“Cuando lo acabas tienes la sensación de haber leído algo fresco y distinto”.

La narración tiene un estilo fresco que atrapa al lector esperando descubrir las claves que poco a poco desvela la lectura de sus páginas. Creo que es una

propuesta interesante de lectura, se lee con facilidad al atraparte el entramado que el autor va descubriendo y cuando lo acabas tienes la sensación de haber leído algo

fresco y distinto. Sería un libro para recomendar y regalar a los amigos.

Felisa Morate, 36 años, guionista.

“Engancha desde la primera página”.

Me gusta su mezcla de géneros (novela negra, humor, historia) y que engancha desde la primera página. Además su protagonista, Sirgo, tiene muchos matices. A ratos le odias, a veces le entiendes, te enseña que no todo es blanco ni negro y que estar al margen de lo convencional tiene un precio. El autor tiene una visión del

mundo bastante ácida, dura…, pero a la vez te muestra que siempre hay una salida, aunque no sea la que esperabas. Su estilo es desenfadado y muy televisivo, eso hace

que su lectura sea fácil y cercana para todo tipo de públicos.

Javier J. Feito, 41 años, profesor de educación física.

“La trama está viva en cada renglón y siempre quieres más”.

La trama está viva en cada renglón y siempre quieres más. Intrigas, secretos, amor y sexo, medias verdades, pasiones ocultas y personajes que se crean a sí mismos en la propia trama literaria. “10 Corsarios” permite que sea el propio lector quien acabe el libro y juzgue a los personajes. Cualquier lector pedirá la segunda parte al acabar de leerlo. La novela es el fi el refl ejo de una generación de jóvenes escritores creativos, que

saben llegar al público de un modo real y apasionante. “10 Corsarios” tiene un potencial cinematográfi co que fascinaría al público español.

Justo Braga, 51 años, periodista.

“Todo queda abierto, desde el principio hasta el fi nal”.

Me gustan sus historias múltiples. Los fi nales... que no lo son. Todo queda abierto, desde el principio hasta el fi nal. Además, el relato aporta algunas novedades de

estilo. Es una narración muy correcta, de fácil lectura. Es lo mejor que puede decirse de un libro. ¿O no?

Pablo de María, 35 años, realizador, guionista y crítico de cine.

“Aúna realismo y actualización del género negro, mezclándolo con elementos de nuestra cultura”.

Me gusta su ritmo, se lee de un tirón. La duración está muy ajustada al ritmo narrativo. También está muy bien llevada la intriga en sí. Me produce curiosidad quién y porqué esta matando, además del pasado de Sirgo. Aúna realismo y actualización del género negro, mezclándolo con elementos de nuestra cultura. Haciéndolo mas

cercano y, por tanto, más creíble. Leería con agrado otras novelas con Sirgo de protagonista en otros casos.

Omar García, 32 años, estudiante.

“El ritmo es conciso, rápido, sin fl orituras”.

Me interesó la historia en sí, aunque lo que más me gustó fue el ritmo: conciso, al grano, rápido, sin fl orituras. También me gustaron las pinceladitas cinéfi las; la forma

en que se describe al personaje con referentes cinematográfi cos; la evolución del personaje principal: un grande de la policía que se vino abajo y luego, en el

momento más extraño, logró recobrar la ilusión por su trabajo. Es un mundo cínico y bastante perro. Un mundo sucio, decrépito, vulgar y rastrero.

Para un libro ese mundo me gusta; para la vida real no.

María del Carmen Rodríguez, 64 años, modista.

“Llegué a pensar que el autor no iba a poder enlazarlo todo argumentalmente; pero, al fi nal, lo hace de una manera sor-prendente”.

Me encanta la trama, el enredo. En ocasiones, llegué a pensar que el autor no iba a poder enlazarlo todo argumentalmente; pero, al fi nal, lo hace de una manera

sorprendente. La sociedad corrupta y caduca de la que habla existe y está muy bien delineada. No obstante, creo que tiene que existir también un rayo de luz entre tanta

oscuridad. Pienso que hay que darle paso a los nuevos talentos y, desde mi punto de vista, el autor lo es.

Trinidad García, 31 años, diseñadora web.

“El autor mira a la vida a la cara a través de una visión muy real y, a su vez, con mucho sentido del humor”.

La narración es directa y hace que te enganches desde el primer momento y sigas su lectura hasta el fi nal, del tirón. El autor mira a la vida a la cara a través de una

visión muy real y, a su vez, con mucho sentido del humor. Sería genial que se publicase porque me ha encantado y me gustaría poder recomendarlo.

¿Se necesita otro motivo?

No son suficientes razones para leer 10 Corsarios

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