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10 historias de hipcritas, dreamers y otra clase de gente
CUNDO VOTAMOS
PARA CONVERTIRNOS
EN MXICO?,
* se preguntan los geros *
.
Hay familias rotas: un padre de este lado, en una tierra araada; los hijos, en una
nacin quebrada. Hay hombres que se ren de la desafortunada suerte de una pobre
mujer unas horas antes de auxiliar a millones como ella. Existen otros jvenes, tiernos de fervor que suean con sangre que va a hacer historia. Y hay quienes ven en sus vecinos sin papeles la invasin de los rapaces.
.
POR DIEGO FONSECA
@DiegoFonsecaDC
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Hay hombres y mujeres que lloran el pasado, protestan el presente, maldicen el futuro.
Hay 11 millones de vidas en manos de un par de centenas de hacedores de leyes. Hay
11 millones de vidas en manos de un par de centenas de hacedores de leyes. Algunos
carecen de esperanzas; otros tienen el poder de la sinrazn, y creen.
Bienvenidos al mayor proceso de documentacin de errantes de la historia.
Bienvenidos a Estados Unidos de Amrica, ao del Seor del dos mil y trece, imgenes
de una nacin en reformas.
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.
1.- QUIN LUCHA Mama, You Been On My Mind
Erika Andiola es la presidenta y fundadora del Dream Act Coalition de Arizona, una
organizacin que procura derechos para los jvenes sin papeles. Andiola lleg a Estados
Unidos a los 11 aos desde Durango, se gradu en Psicologa en una universidad del estado
y estuvo en la portada de la revista Time que retrat a los indocumentados con la verdad en
la mesa: Somos americanos (slo que no legalmente).
Como dreamer, Andiola se ha enfrentado al sheriff Joe Arpaio, un polica que persigue
migrantes por Arizona para encarcelarlos con trajes a rayas y calzones rosados. Se ha
enfrentado a Russel Pearce, el senador estatal que la dej sin beca universitaria cuando
impuls una ley que obliga a los indocumentados a pagar estudios ms caros que a los
nacidos en suelo estadunidense. Y se ha enfrentado, cuando debi, al maverick John
McCain, el eterno senador de Arizona, ex candidato presidencial republicano y uno de los
promotores de la reforma migratoria.
Tiene miedo una mujer que se pasea con sus pares con camisetas que rezan I Am Undocumented por las calles del estado con las leyes ms severas contra quienes cruzan de manera ilegal su frontera?
No quiero tenerlo le dijo una vez a la periodista Diane Sawyer. Pero tengo miedo por mi familia y mi comunidad.
La familia de Andiola son cuatro hermanos Heriberto, Laura, Roco y ngel y su madre, Mara Arreola, que dej a su marido en Mxico por su carcter violento y lleva 15
aos en Mesa vendiendo tamales para vivir. Arreola, una mujer pequea y compacta, fue
deportada en su primer cruce de la frontera, en 1998, y estuvo a menos de 200 kilmetros
de ser deportada por segunda vez a inicios de 2013.
Un semforo en rojo o acelerar de ms pueden separar a una familia. En septiembre, un
polica detuvo a Mara Arreola y la acus de conducir por encima del lmite de velocidad.
El incidente pas a las computadoras, que reconocieron su estatus indocumentado, y se
dispar una orden de captura. Cuatro meses despus, en la noche del jueves 10 de enero,
agentes del Servicio de Inmigracin y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en ingls)
golpearon a la puerta de su casa y se fueron de all con la mujer y el hijo mayor esposados.
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Erika Andiola demostr que tiene fibra contra todo temor. Esa misma noche subi un video
a YouTube con un llanto penoso. Veinte activistas se unieron a ella en Twitter y Facebook,
levantaron los telfonos y encargaron a ms dreamers y padres que enviaran correos
electrnicos a congresistas, dirigentes y periodistas con una peticin para liberar a Mara
Arreola y Heriberto Andiola.
El miedo, se sabe, paraliza, pero el dolor puede movilizar. Las acciones provocadas por ese
dolor permitieron liberar a Heriberto a primera hora de la maana del da 11. Las acciones
despertadas por ese dolor detuvieron tambin el autobs que llevaba a Mara Arreola hacia
Mxico cuando estaba a menos de dos horas de la frontera. Cuando Arreola quiso saber qu
haba pasado, un oficial consular mexicano le devel las races de su vida recuperada.
Pararon su deportacin. Su hija ha movido cielo, mar y tierra por usted.
Las dos mujeres se encontraron ms tarde ese mismo da; el llanto les dur ms que el
abrazo.
Dice la madre:
Mi hija me salv, por ella estoy aqu. Si ayud a parar tantas deportaciones, cmo no iba a parar la ma?
En la cocina de la casa familiar de Mara Arreola, en Mesa, no hay mucha luz, apenas una
puerta hacia el exterior. Sobre la mesa negra descansan un bidn de agua, platos, ollas y
cuchillos secos en un escurridor, un pequeo televisor blanco donde la cocina hace esquina,
un hornillo elctrico. En el centro de la cocina, una mesa para cuatro con una fuente de
barro y, colocadas apropiadamente, cuatro manzanas. La casa est impecable.
Dice la hija:
Mi madre es una mujer muy fuerte. Sac adelante a cinco hijos sin un marido. La admiro.
En una mesilla de la casa destaca una foto familiar. El padre se encuentra sentado al centro,
grande e imperial, en jeans y camisa negra, bigotes de pelcula, sombrero tejano de verdad.
Dos de las hijas posan sus manos en sus hombros; apenas sonren. Erika est sentada junto
al padre, an es nia y pone esa cara que ponen los nios cuando no quieren estar en un
lugar pero piensan cmo decirlo es un gesto que hoy an mantiene. La mam, al fondo, al final, la ltima del grupo. El nio, el pequeo, el hombrecito que pap busc,
pegado a Erika, todo sonrisas en su trajecito caf con corbata. Pap, que ya no est, aparece
con la mirada firme, el mentn arriba, absoluta autoridad. En aquellos aos, en Mxico, la
autoridad golpeaba y no mantena la casa. Y Mara tom todo todo eran Heriberto, Laura, Roco, Erika y ngel y se march al norte, a la frontera. A esto: una ley violada, la posible deportacin, ningn papel, la intranquilidad permanente. Esto.
* * *
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2.- FRICCIONES Esta clase de gente
Delsy dej El Salvador cuando lo nico caliente en la frontera de Mxico y Estados Unidos
era el desierto: 1989, George W. H. Bush en la casa nvea. En Virginia Delsy cuid nios y
lav trastes en el turno de la tarde de un Red Lobster ruidoso, donde la sopa de almejas de
New England cuesta 3.75 dlares el tazn. En Maryland barri y trape un supermercado,
un edificio de oficinas, otro de apartamentos. Delsy, que mide lo que un chico de 12 aos,
redonda y caf como una botija, dice:
Ac se est muy bien.
La mujer pari a Anabella y Jonathan en Maryland, los envi a la escuela y ya los ve en
preparatoria, altos, un poco muy demasiado nutridos gorditos y nada interesados en hablar espaol. Al marido, que trabaja en la construccin o en las mudanzas cuando no hay
construccin o en la limpieza cuando no hay mudanza y otra vez en la construccin cuando
el agua deja sacar la cabeza, el espaol le tiene sin cuidado. Habla ingls a tropezones y
quiere a sus hijos americanos.
Pero yo quiero volver. Algn da.
Delsy ahora trapea una cafetera tres das por semana en las cuatro calles donde
Washington y Maryland hacen esquina. Paga impuestos a conciencia se olvid en 2011 y 2012, es amiga de policas de Silver Spring uno de ellos es hijo de salvadorea, asiste a la iglesia, hace barbacoas con otros emigrados, festeja el 4 de Julio y el Veterans
Day, chapucea el ingls con determinacin.
Es una mujer con nimo, sabes? As debe ser dice un seor del bar, un retirado que bebe macchiatos y le da charla. Esta gente es trabajadora. Esta clase de gente, as, como los de aqu.
La reforma migratoria para esa clase de gente y muchos ms es un estricto compendio de condiciones. No hay amnista 10 aos de espera para la residencia y tres ms para la ciudadana, no es gratis deben pagarse impuestos atrasados y multas y penalidades por hasta 5 mil dlares y no es para todos la verificacin de antecedentes ser estricta y no podrn presentar una solicitud quienes entraron al pas a partir de 2012.
Tampoco habr beneficios federales para quienes lleven ya un proceso de legalizacin,
pues debern aprender ingls, demostrar que han trabajado antes y que tienen empleo
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ahora. Los jvenes menores de 30 aos los dreamers encontrarn un camino ms ligero: tras cinco aos de residencia permanente, puede esperarlos el proceso de ciudadana.
En el camino a la reforma, adems, el presidente Barack Obama se ha negado a detener las
deportaciones.
Delsy espera la reforma. A los 50, qu ms le da esperar una dcada hasta conseguir la
residencia permanente y un trienio para ser la ciudadana que quiere ser. Pagar los
impuestos demorados esos olvidos de 2011 y 2012 y lo que pidan. Estrujar el bolsillo cuanto sea necesario.
Yo quiero ir a mi patria y volver a mi pas dice, y con eso dice todo.
En esta maana tenebrosa de primavera con nubes negras, el supervisor de Delsy se acerca
cuando la ve apoyada en la mopa, conversando con un gringo viejo el tal retirado y uno menos viejo un tal periodista. El supervisor alto, gruesa espalda, pelos de pinchos en el bigote y la mollera, cara de treinta y pocos, barriga de cuarenta y varios le habla en espaol, confiado en que la parroquia vive en otro idioma.
Ya deja de perder el tiempo, que no te pagan por hablar con los gringos regaa. Termina de una vez.
Delsy lo mira, me mira, baja la vista y se despide en ingls. El supervisor nos sonre con elegancia y voz corts.
Have a nice day, gentlemen y se va.
El seor retirado se voltea, sonre tambin.
Lo que te deca, hijo dice. Mralos: gente trabajadora, enfocada, amable.
Le explico que el supervisor rega a Delsy por perder el tiempo conversando, entonces el
hombre se vuelve, engaado en su gringusima buena fe, y busca con la mirada al tipo, que
ya se perdi con su celular a la oreja tras la puerta de la cocina.
That little son of a bitch.
* * *
3.- MENSAJES
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Trabajando en un sueo
En semicrculo, en sofs, ellos: una veterana de la Fuerza Area cuyo marido obtuvo la
residencia pero antes soport los intentos del ICE por sacarlo de Florida y regresarlo a
Mxico; dos jvenes que recibieron permiso temporal por el plan de Accin Diferida; cinco
hombres y mujeres con papeles pero, tambin, con padres, esposas y hermanos
indocumentados. Son mexicanos, cubanos, de Corea del Sur, de Puerto Rico, de
frica. Dreamers soadores con oriundeces distintas que han elegido una sola nacin.
En el frente, en sillas, ellos: Obama presidente, Joe Biden vicepresidente.
El martes 21 de mayo, en el Saln Oval de la Casa Blanca, el hombre ms poderoso de la
Tierra escucha siete historias de varias de las personas menos poderosas de la dem.
Mehdi Maharoui, de Marruecos a New York a los siete aos, supo qu era ser
indocumentado cuando termin la preparatoria y vio a sus compaeros recibir la ayuda
financiera que l no tendra. Sus padres y hermana han trabajado toda su vida, no tienen
documentos. Cuenta del presidente a la cadena ABC: Pude ver en sus ojos que sinti nuestro dolor.
Justino Mora, mexicano, estudiante de UCLA, madre indocumentada que trabajaba 60
horas al mes para mantener a la familia. Un hermano con permiso temporal, una hermana
sin l. En CNN: Le cont al presidente del sacrificio de mi madre, que es madre soltera, y cada vez que se lo deca, l sonrea. Entendi.
Diana Coln lleg hace 22 aos tambin de Mxico, es activista, universitaria y residente
con permiso temporal. Sus padres tienen dos pequeas tintoreras en Los Angeles. Su pap
teme aparecer en TV: el miedo. Dice a Univisin: El presidente me firm esta carta que dice Suea grandes sueos. Barack Obama. La oficina de prensa de la Casa Blanca difundi las fotos del hombre ms poderoso del mundo de inmediato, y las imgenes de
siete personas que violaron la ley reunidos con el presidente de la nacin que adoran, se
replicaron sin cesar.
Esa noche, el Senado aprob el proyecto de reforma en comisin.
* * *
4.- PRISIN Y LIBERTAD A cunto la noche, joven?
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A la ley le gana el dinero.
El sol est brioso pero no aprieta. Es el East Hidalgo Detention Center, en LaVilla, sur de
Texas. Una docena de hombres bajos, morenos y con cabellos de puercoespn atraviesan un
cerco de alambre de tres metros y en la salida del penal buscan abrazos y besos conocidos.
Llevan lo mnimo: la ropa que visten y una bolsita plstica con sus pocas pertenencias.
Entre ellas, un papel que asegura que han sido liberados por el ICE pero su deportacin
sigue sujeta a determinacin judicial.
Hacia marzo de 2013, algo menos de 2 mil 300 migrantes indocumentados salieron de
varios centros de detencin porque el ICE tiene problemas de plata. Pocos das antes, la
negativa republicana a aprobar el presupuesto federal dispar una serie de recortes
automticos. El ICE calcula que debera dejar de gastar dos de cada 10 dlares.
Si todo cementerio hace caja con cada nuevo cadver, una prisin funciona como un hotel:
a ms pasajeros, ms ingresos. Cada indocumentado detenido cuesta al ICE y el
Departamento de Homeland Security unos 122 dlares diarios. Muchas crceles reciben
tarifas de hasta 164 dlares, apenas por debajo de las ofertas de The Crescent Hotel en
Beverly Hills, aunque no proveen servicio a la habitacin y los guardias no dejan
chocolatines sobre la almohada por la noche.
La detencin de inmigrantes es un gran negocio. Quienes han violado la ley migratoria
representan 30 por ciento del total de presos del sistema nacional. Slo al sur de Arizona se
construyeron 11 complejos carcelarios en una sola ciudad, Florence, de 25 mil habitantes,
donde Sally Field film Murphys Romance, una pelcula de amor.
Cuando Pedro Prez fue liberado en 2011, Correction Corporation of America, la compaa
privada que gestiona el Stewart Detention Center de Carolina del Norte, se haba
embolsado 77 mil dlares por sus 18 meses en prisin. Junto a l, sobrevivan 100 hombres
detenidos. Mantener a cualquiera de esos hombres fuera de prisin con sensores de GPS en
sus tobillos hubiera costado 7 mil dlares al ao.
El Departamento de Homeland Security fue severamente cuestionado por las decisiones del
ICE, que slo tiene recursos para financiar 34 mil detenidos en proceso de deportacin,
pero mantena a 36 mil tras las rejas a inicios de ao. Las organizaciones de apoyo a
migrantes cuestionan al ICE por qu persiste en destruir familias enviando a un padre o
madre a prisin por un promedio de 19 meses cuando son ofensores sin riesgo para la
seguridad. Los militantes anti inmigracin son an ms virulentos. A Lou Barletta, un
republicano de Pennsylvania, las excarcelaciones del ICE le recordaron la liberacin de
criminales que hizo Fidel Castro durante la presidencia de Jimmy Carter. Castro, en el
relato, es Barack Obama, ese socialista.
* * *
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5.- HIPOCRESAS Una revelacin en el sur
And when theyve given you their all Some stagger and fall, after all its not easy Banging your heart against some mad buggers wall.
Outside The Wall, The Wall, Pink Floyd, 1979
.
Gustan de preservar la memoria como reaseguro contra el error? Aceptan que la conducta
histrica habla, siempre, de la coherencia personal?
Charles Chuck Ellis Schumer es senador por Nueva York. Mientras mam Selma mantena
la casa en pie y pap Abe tena un negocio de exterminio de bichos, el joven Chuck se hizo
abogado y a los 23 aos se convirti en el senador ms joven de Nueva York despus de
Teddy Roosevelt. Desde entonces, Schumer slo ha conocido dos empleos: el de senador
de su estado y el de la nacin.
Al vigoroso e incansable Schumer le van bien los temas complejos. En Brooklyn cre la ley
Omnibus Crime Bill que coloc 10 mil policas ms en las calles de la ciudad de Nueva
York, y fue el lder de la legislacin que combate la violencia domstica y el asalto sexual
contra mujeres y uno de quienes respaldaron la ley que persigue crmenes de odio, como los
raciales.
En el Senado federal, adems de participar en los comits de la Biblioteca del Congreso,
banca, vivienda y asuntos urbanos, Schumer es el presidente del Subcomit de Inmigracin,
Refugiados y Seguridad Fronteriza del Comit Judicial del Senado, donde primero se
discuti la reforma migratoria.
Una gran historia, y sin embargo.
Una maana tierna de abril, en el sexto da de las audiencias por la reforma migratoria,
Schumer escucha el relato de Jeff Flake, un impecable rubio republicano, piel soleada, de
Arizona. El senador se sale del silln preso del mismo entusiasmo con que los nios asaltan
a sus padres para contar sus hazaas en el campamento de verano.
Fue una revelacin ir a la frontera dice Flake. Vimos, de hecho, un cruce ilegal.
-
Y una detencin ampla Janet Napolitano, la secretaria de Homeland Security, presente en la audiencia. Napolitano es enftica, como si Flake hubiera cometido un
irremediable olvido, y eso exalta a Schumer, que entonces se adelanta e interrumpe.
Ellos, ellos Ellos saban exactamente a dnde ira la persona que iba subir dice, la voz alta. Dijeron: La vamos a atrapar en 20 minutos. Y lo hicieron! Asombroso!
Flake re.
Yo creo que la mujer que cruzaba escuch el acento del senador Schumer a travs de la cerca y dijo Estoy en Nueva York! Dnde est la Estatua de la Libertad?.
Es una gran broma: Napolitano se carcajea en grande, varios sonren.
La escena dura apenas 43 segundos. C-SPAN, el canal privado que televisa asuntos del
gobierno federal, la sube a la web y seala que los senadores y la secretaria de Estado han
intercambiado bromas sobre la detencin de una persona sin preguntarse por su nombre, familia, o historia.
La indignacin social es escasa. C-SPAN no es popular y el video apenas suma mil 500
vistas en un mes. Pero lo realmente interesante llega exactamente un mes despus, cuando
los burlones Schumer y Flake votan en favor de la reforma migratoria en el comit del
Senado.
Qu pesa ms en ciertas conciencias: la burla al triste destino de una pobre mujer o abrir
posibilidades de una mejor vida a 11 millones de personas?
Hay una filosofa progresista del cinismo?
* * *
6.- FEALDADES Mire qu cosa ms fea
Mayo, 2013, y cualquier mes de los ltimos quince aos.
Le dicen La Melita, es de las llanuras del este de Guatemala y plant las nalgas en varios
autos hasta la frontera con Mxico y, de all, se anduvo cuidando el alma, la carne y la vida
encima de La Bestia. Luego hizo lo mismo con el alma, la carne y la vida cuando entr al desierto de Texas por Falfurrias.Fue ver el da con serpientes y la noche con jabales,
-
huesos fosforescentes al caer el sol en la arena tenebrosa y un hombre respirando el ltimo
aliento. Cuando por la llanura se insinuaron los contornos de las camionetas de Inmigracin
y Control de Aduanas, La Melita se dijo que tal vez la salvacin estaba con aquellos de
quienes haba huido entre vmitos de fatiga y hambre. La atraparon o tal vez se dej caer.
Hoy, dice:
Nos dieron sandwiches de mortadela con un bollo de pan reseco por varios das. Cuando llegamos nos pusieron en un lugar a todos juntos y despus nos separaron, hombres ac,
mujeres all. Nos mandaron a las hieleras, que son unos cuartos con la refrigeracin
altsima y ellos, los del ICE, pasan y preguntan si hace mucho fro y uno les dice que s y
entonces van y la ponen ms fra todava. Y no hay nada con qu cubrirse, ni manta ni
sbana, ni cama. Se duerme en el piso y hay algunas mujeres que se abrazan pero yo no,
porque, sabe, en las crceles dicen que hay mucha lesbiana y, bueno, una como que tiene
miedo. En fin. Despus me toc que me llevaran a otra crcel, donde ramos como 200.
Ah vide peruanas y brasileas. Haba una pobre mujer de Costa Rica que se la pasaba
llorando porque la iban a mandar de vuelta y ella deca para qu, para qu tanto esfuerzo, si
no tena nada, si haba vendido todo para venirse. Vea, ni casa le quedaba. Ah nos daban
de comer un guisado y otra vez el pancito duro y haba que levantarse a las cuatro de la
maana para baarse. Y bueno, una a veces se baaba pero siempre estaba ese miedo de las
lesbianas, pero por suerte todas se metan al agua vestidas. Es que hay unos olores. Quin
iba a decir lo que huelen los cuerpos cuando se pasan las semanas sin agua, vea. Pero,
bueno, sal. Me sacaron por los papeles. La abogada me hizo firmar por asilo, porque all,
en mi pas, las cosas estn mal. A una seorita la enviaron de regreso. Le dijo al polica que
tena papeles y abogado y el polica le dijo a ver, mostrame vos, y ella se los dio. Y el
polica le pregunt que por qu estaba en el pas y ella dijo que haba venido para trabajar y
para alimentar a los hijos y que tuvieran una vida mejor, y entonces el polica le dice: esto
no es lo que dice ac. Y la chica no saba, cmo iba a saber, si estaba en ingls. As que ah
noms la hicieron salir de la fila y la mandaron para tomarse un bus. El bus iba a su pas,
mire qu cosa ms fea.
Cruzar el desierto brbaro, sentir la ley fiera y, as y todo, lo que queda es una cosa fea:
volver a casa.
* * *
7.- LA LEY EN EL CONGRESO El ltimo da del verano
-
El verano de Washington, DC, es dulce, caliente y hmedo. El enorme ro Potomac y las
bahas cercanas agobian a la ciudad. En ese verano, la reforma migratoria deber pasar por
el voto del pleno del Senado y, luego, caer a la Cmara de Representantes, de mayora
republicana y colmillo para desgarrar msculos. No es el mejor clima.
En mayo, John Boehner paso firme, sobrio traje azul y maravillosa corbata anaranjada sobre la camisa blanca de hilo fino puso una sonrisa en su rostro color zanahoria y anunci lo previsible en un documento partidista: aunque respetan el trabajo del Senado, la Cmara har su voluntad y producir su propia legislacin.
La Cmara de Representantes ha prometido revisar cada paso del proyecto del Senado y eso
no anticipa un viaje cmodo para la ley. La reforma del Senado ampla el nmero de visas
para inmigrantes calificados, una medida que simpatiza a la industria tecnolgica, pero no a
los sindicatos, que temen prdidas de empleos para sus afiliados y tienen representantes afines en la Cmara. A pesar de que un grupo bipartidista trabaja en un proyecto comn,
varios representantes republicanos andan con voluntad de destazar la ley y analizarla trozo
por trozo.
El comportamiento obstruccionista del Partido Republicano es el peor paso fronterizo para
la reforma. Los republicanos precisan acercarse a votantes determinantes como los latinos,
pero son prisioneros de una batalla dogmtica que da la aprobacin del presupuesto
federal de 2013 y evit corregir profundas ineficiencias en el sistema de salud y Wall
Street. Ahora, un grupo ultraconservador, al que Boehner no siempre controla o deja hacer, se opone a abrir la ventana a la futura ciudadana de los indocumentados, lo que consideran una amnista.
El bando republicano tiene su propia Banda de los Ocho anti reforma, todos hombres
blancos mayores ortodoxos, como Steve King, Louie Gohmert y Steve Stockman, famosos
por sus comentarios xenfobos, racistas y misginos. Ese grupo es proclive al canto de
sirena de las organizaciones ultraconservadoras de base, cuyo cabildeo destroz todas las
oportunidades del proyecto reformista de 2007, impulsado no por un moderado como
Barack Obama sino por un hombre de la causa republicana como George W. Bush.
Cuando en mayo el comit del Senado aprob con una votacin de 13 a cinco el proyecto
de reforma, numerosos padres e hijos latinos que seguan el trmite saltaron de sus asientos
encendidos por el buen paso inicial.
S se puede! gritaron sin reparo, slo fe y deseo.
En la Cmara y sin acuerdos generales, en cambio, el espritu y el idioma pueden cambiar.
El rencor filibustero ha colonizado al Partido Republicano y en sus filas aquel clamor
festejante podra ser reemplazado por los gritos de guerra que persiguieron a Obama en las
presidenciales: No, you cant.
* * *
-
8.- FRONTERAS El vuelo del moscardn
Mientras espera para cruzar la frontera en un depsito de neumticos usados en Reynosa,
un hombre da un consejo a E.A., un chico de ciudad poco preparado para el rigor de la
arena del desierto.
Cuidado con los moscos.
Una vez al otro lado del ro Bravo, E.A. vigila sus brazos y piernas, se soba el cuello y
acera el odo sin xito en busca del seseo revelador. No hay molestias ni comezn. Una
noche, repentinamente, el coyote ordena al grupo esconderse tras unas matas: el mosco
vena. Primero fue el zumbido lejano y, luego, un punto rojo que se pos en la espalda de
un muchacho al descubierto que obedeci tarde la orden del pollero.
El punto ese es un lser dice E.A., coca-cola de por medio, a la espera del Metro en el centro de Washington. Como el del ojo de Terminator.
El mosco es un Predator B, uno de los seis drones que patrullan la frontera sur de Estados
Unidos. En el afn de detener el flujo de migrantes sin papeles y el trfico de drogas, en los
estados del sur se han levantado mil 50 kilmetros de cercas en una lnea fronteriza de casi 3 mil kilmetros y un pequeo ejrcito de 22 mil agentes, 125 aviones y una media docena de helicpteros barre el desierto con ayuda de los moscos.
La seguridad fronteriza es un asunto sustancial en la reforma pues la excede: tiene que ver
con la idea de seguridad nacional. La estructura montada alrededor de la seguridad nacional
es una telaraa de miles de contratistas de servicios y productos, desde crceles a
inteligencia, armas a agentes. Los 18 mil millones de dlares gastados el ao pasado para
hacer cumplir la ley en la frontera fueron 15 veces ms que la fortuna hundida en tiempos
de Ronald Reagan.
El gran problema de esos recursos es su efectividad relativa. Mayor control no ha podido nunca detener el flujo de pasantes transfronterizos. En 2012, Estados Unidos deport 250 mil convictos y 410 mil personas, un rcord histrico, pero la deportacin es eso: la
remocin de alguien que cruz, no su detencin antes del cruce.
Lo que s ha demostrado efectividad para acabar con el deseo migratorio es un intangible
que puede intimidar ms que un arma: la economa. El flujo neto de migrantes entre
Mxico y Estados Unidos en el periodo 2010-2012 se ha detenido o puede haberse
-
revertido por la crisis ms se regresan, menos llegan, segn un estudio del Pew Hispanic Center. De acuerdo con el gobierno, es el nivel ms bajo en 40 aos.
La demanda republicana, sin embargo, coloca ms nfasis en el control fronterizo con
armas, hombres y tecnologa, especialmente cuando la impulsan los representantes de los
estados del sur, que tienen muchsimos votantes preocupados por un trasiego histrico de
vecinos sin papeles. Muchos de ellos han cuestionado al gobierno de Obama por lanzarse a
una reforma antes de hacer ms efectiva la ley.
El problema de la mirada republicana parece radicar en que las polticas de inmigracin
combinan tres reas complejas: la aplicacin de la ley, el control de los flujos
transfronterizos futuros y la resolucin del estatus de los indocumentados que se encuentran
en el pas. El enfoque en un solo componente no resuelve los dos restantes.
La presencia de fuerzas armadas podr no disuadir a los hambrientos, mas parece tener
valor contra la delincuencia mayor. Los crmenes violentos han descendido en Arizona,
California, Nuevo Mxico y Texas. Hoy, beneficiadas por una vigilancia ascendente cada
dcada, seis de las 10 ciudades ms seguras de Estados Unidos se hallan en la frontera. El
Paso posee la menor tasa de criminalidad de todo Estados Unidos, un contraste
impresionante con la sangrante Ciudad Jurez, de la que apenas la separa un puente. La frontera es segura, ha dicho el demcrata John Cook, su alcalde. En sus extramuros y por la tranquilidad ciudadana, vuelan moscos con ojos de Terminator.
* * *
9.- ESCENIFICACIONES El Hielo anda suelto
Marisol entona El Hielo y la cmara rueda. La cancin y el video de la banda La Santa
Cecilia estn en el lbum Treinta das y son la imagen y sonido de la campaa Not One
More Deportation de la Red Nacional de Jornaleros, que protege a trabajadores callejeros e
inmigrantes.
Martha lleg de nia y suena con estudiar.
Pero se le hace difcil sin los papeles.
Se quedan con los laureles los que nacieron ac,
pero ella nunca deja de luchar.
El Hielo anda suelto por esas calles.
Nunca se sabe cundo nos va tocar.
-
El Hielo una traduccin irnica de ICE cuenta las historias de Eva, Jos y Martha, tres indocumentados que sern deportados y separados de sus familias. Eva es una trabajadora
domstica, el alter ego de la mam de Marisol, la cantante. La historia de Jos bebe de las
venas del bajista del grupo, que posee permiso de trabajo despus de aplicar a la Accin
Diferida. Martha es una admiradora y dreamer a quien La Santa Cecilia ayud a reunir
fondos para sus estudios con un show.
Marisol le sigue dando a la cantada:
Lloran los nios, lloran a la salida,
lloran al ver que no llegar mam.
Uno se queda aqu, otro se queda all.
Eso pasa por salir a trabajar.
Erika Andiola entra a cuadro haciendo de camarera en un restaurante donde ser arrestada
por oficiales ficticios del ICE ficticio. En la siguiente escena, Mara Arreola, madre en la
ficcin, madre en la vida, ve el procedimiento por televisin, y llora.
La realidad, la ficcin: esa mezcla.
* * *
10.- BUENOS VECINOS Por qu no podemos ser como ramos?
Fines de mayo.
Ann Coulter alta y delgada rubia debilidad, newyorker, best-seller, comentarista ultra conservadora escribe:
Los senadores [republicanos] Marco Rubio, Mitch McConnell, Lindsey Graham y John McCain estn trabajando febrilmente para convertir el pas en Mxico. () Por dcadas, los mexicanos han sido 30 por ciento de todos los inmigrantes legales a Estados Unidos,
mientras que slo un poquito ms de 1 por ciento proviene de Gran Bretaa. Es eso justo?
Por supuesto, la comida es mejor, pero por qu la norma es tener cerca de 30 veces ms
mexicanos que britnicos? ()
Por qu el pas no puede tener ms o menos la composicin tnica que siempre tuvo? La
relacin 50 latinos por cada europeo no es un fenmeno natural que pudiera resultar de, por
ejemplo, la prdida de inters de los europeos por venir aqu y de que los latinoamericanos
-
proporcionan una habilidad nica necesitada desesperadamente por nuestra economa
moderna y basada en la tecnologa.
() No debe ser una sorpresa que la mayora de los inmigrantes recientes sigan un camino que es exactamente el contrario del que siguieron los primeros inmigrantes. La historia
tradicional de la inmigracin es que la primera generacin es pobre pero trabaja duro y, a
continuacin, la segunda, tercera y cuarta generaciones se disparan en la escala
socioeconmica. Sin embargo, innumerables estudios han demostrado que la primera
generacin de inmigrantes mexicanos trabajan como locos, y la segunda, tercera y cuarta
generaciones se sumergen de cabeza en la clase baja.
La columna se titula Cundo votamos para convertirnos en Mxico?.
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Fuentes: Entrevistas personales, NBC, ABC, Univisin, Fox Latino, CNN, Huffington Post,
The Washington Post, The New York Times, Facebook, Cosmopolitan, oficina de prensa de la
Casa Blanca, Pew Hispanic Center, Detention Watch Network, NBC Latino, NPR, El Paso Times,
Arizona Department of Corrections, Texas Tribune, Childrens Mental Health Network, oficina de prensa del speaker de la Casa de Representantes, WND, Phoenix New Times, La Opinin,
PBS, Migration Policy, Los Angeles Times, YouTube, C-SPAN, AnnCoulter.com,
The Wall Street Journal, Department of Homeland Security.
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