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10 historias de hipócritas, dreamers y otra clase de gente ¿CUÁNDO VOTAMOS PARA CONVERTIRNOS EN MÉXICO?, * se preguntan los güeros * . Hay familias rotas: un padre de este lado, en una tierra arañada; los hijos, en una nación quebrada. Hay hombres que se ríen de la desafortunada suerte de una pobre mujer unas horas antes de auxiliar a millones como ella. Existen otros jóvenes, tiernos de fervorque sueñan con sangre que va a hacer historia. Y hay quienes ven en sus vecinos sin papeles la invasión de los rapaces. . POR DIEGO FONSECA @DiegoFonsecaDC . Hay hombres y mujeres que lloran el pasado, protestan el presente, maldicen el futuro. Hay 11 millones de vidas en manos de un par de centenas de hacedores de leyes. Hay 11 millones de vidas en manos de un par de centenas de hacedores de leyes. Algunos carecen de esperanzas; otros tienen el poder de la sinrazón, y creen. Bienvenidos al mayor proceso de documentación de errantes de la historia. Bienvenidos a Estados Unidos de América, año del Señor del dos mil y trece, imágenes de una nación en reformas.

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  • 10 historias de hipcritas, dreamers y otra clase de gente

    CUNDO VOTAMOS

    PARA CONVERTIRNOS

    EN MXICO?,

    * se preguntan los geros *

    .

    Hay familias rotas: un padre de este lado, en una tierra araada; los hijos, en una

    nacin quebrada. Hay hombres que se ren de la desafortunada suerte de una pobre

    mujer unas horas antes de auxiliar a millones como ella. Existen otros jvenes, tiernos de fervor que suean con sangre que va a hacer historia. Y hay quienes ven en sus vecinos sin papeles la invasin de los rapaces.

    .

    POR DIEGO FONSECA

    @DiegoFonsecaDC

    .

    Hay hombres y mujeres que lloran el pasado, protestan el presente, maldicen el futuro.

    Hay 11 millones de vidas en manos de un par de centenas de hacedores de leyes. Hay

    11 millones de vidas en manos de un par de centenas de hacedores de leyes. Algunos

    carecen de esperanzas; otros tienen el poder de la sinrazn, y creen.

    Bienvenidos al mayor proceso de documentacin de errantes de la historia.

    Bienvenidos a Estados Unidos de Amrica, ao del Seor del dos mil y trece, imgenes

    de una nacin en reformas.

  • .

    1.- QUIN LUCHA Mama, You Been On My Mind

    Erika Andiola es la presidenta y fundadora del Dream Act Coalition de Arizona, una

    organizacin que procura derechos para los jvenes sin papeles. Andiola lleg a Estados

    Unidos a los 11 aos desde Durango, se gradu en Psicologa en una universidad del estado

    y estuvo en la portada de la revista Time que retrat a los indocumentados con la verdad en

    la mesa: Somos americanos (slo que no legalmente).

    Como dreamer, Andiola se ha enfrentado al sheriff Joe Arpaio, un polica que persigue

    migrantes por Arizona para encarcelarlos con trajes a rayas y calzones rosados. Se ha

    enfrentado a Russel Pearce, el senador estatal que la dej sin beca universitaria cuando

    impuls una ley que obliga a los indocumentados a pagar estudios ms caros que a los

    nacidos en suelo estadunidense. Y se ha enfrentado, cuando debi, al maverick John

    McCain, el eterno senador de Arizona, ex candidato presidencial republicano y uno de los

    promotores de la reforma migratoria.

    Tiene miedo una mujer que se pasea con sus pares con camisetas que rezan I Am Undocumented por las calles del estado con las leyes ms severas contra quienes cruzan de manera ilegal su frontera?

    No quiero tenerlo le dijo una vez a la periodista Diane Sawyer. Pero tengo miedo por mi familia y mi comunidad.

    La familia de Andiola son cuatro hermanos Heriberto, Laura, Roco y ngel y su madre, Mara Arreola, que dej a su marido en Mxico por su carcter violento y lleva 15

    aos en Mesa vendiendo tamales para vivir. Arreola, una mujer pequea y compacta, fue

    deportada en su primer cruce de la frontera, en 1998, y estuvo a menos de 200 kilmetros

    de ser deportada por segunda vez a inicios de 2013.

    Un semforo en rojo o acelerar de ms pueden separar a una familia. En septiembre, un

    polica detuvo a Mara Arreola y la acus de conducir por encima del lmite de velocidad.

    El incidente pas a las computadoras, que reconocieron su estatus indocumentado, y se

    dispar una orden de captura. Cuatro meses despus, en la noche del jueves 10 de enero,

    agentes del Servicio de Inmigracin y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en ingls)

    golpearon a la puerta de su casa y se fueron de all con la mujer y el hijo mayor esposados.

  • Erika Andiola demostr que tiene fibra contra todo temor. Esa misma noche subi un video

    a YouTube con un llanto penoso. Veinte activistas se unieron a ella en Twitter y Facebook,

    levantaron los telfonos y encargaron a ms dreamers y padres que enviaran correos

    electrnicos a congresistas, dirigentes y periodistas con una peticin para liberar a Mara

    Arreola y Heriberto Andiola.

    El miedo, se sabe, paraliza, pero el dolor puede movilizar. Las acciones provocadas por ese

    dolor permitieron liberar a Heriberto a primera hora de la maana del da 11. Las acciones

    despertadas por ese dolor detuvieron tambin el autobs que llevaba a Mara Arreola hacia

    Mxico cuando estaba a menos de dos horas de la frontera. Cuando Arreola quiso saber qu

    haba pasado, un oficial consular mexicano le devel las races de su vida recuperada.

    Pararon su deportacin. Su hija ha movido cielo, mar y tierra por usted.

    Las dos mujeres se encontraron ms tarde ese mismo da; el llanto les dur ms que el

    abrazo.

    Dice la madre:

    Mi hija me salv, por ella estoy aqu. Si ayud a parar tantas deportaciones, cmo no iba a parar la ma?

    En la cocina de la casa familiar de Mara Arreola, en Mesa, no hay mucha luz, apenas una

    puerta hacia el exterior. Sobre la mesa negra descansan un bidn de agua, platos, ollas y

    cuchillos secos en un escurridor, un pequeo televisor blanco donde la cocina hace esquina,

    un hornillo elctrico. En el centro de la cocina, una mesa para cuatro con una fuente de

    barro y, colocadas apropiadamente, cuatro manzanas. La casa est impecable.

    Dice la hija:

    Mi madre es una mujer muy fuerte. Sac adelante a cinco hijos sin un marido. La admiro.

    En una mesilla de la casa destaca una foto familiar. El padre se encuentra sentado al centro,

    grande e imperial, en jeans y camisa negra, bigotes de pelcula, sombrero tejano de verdad.

    Dos de las hijas posan sus manos en sus hombros; apenas sonren. Erika est sentada junto

    al padre, an es nia y pone esa cara que ponen los nios cuando no quieren estar en un

    lugar pero piensan cmo decirlo es un gesto que hoy an mantiene. La mam, al fondo, al final, la ltima del grupo. El nio, el pequeo, el hombrecito que pap busc,

    pegado a Erika, todo sonrisas en su trajecito caf con corbata. Pap, que ya no est, aparece

    con la mirada firme, el mentn arriba, absoluta autoridad. En aquellos aos, en Mxico, la

    autoridad golpeaba y no mantena la casa. Y Mara tom todo todo eran Heriberto, Laura, Roco, Erika y ngel y se march al norte, a la frontera. A esto: una ley violada, la posible deportacin, ningn papel, la intranquilidad permanente. Esto.

    * * *

  • 2.- FRICCIONES Esta clase de gente

    Delsy dej El Salvador cuando lo nico caliente en la frontera de Mxico y Estados Unidos

    era el desierto: 1989, George W. H. Bush en la casa nvea. En Virginia Delsy cuid nios y

    lav trastes en el turno de la tarde de un Red Lobster ruidoso, donde la sopa de almejas de

    New England cuesta 3.75 dlares el tazn. En Maryland barri y trape un supermercado,

    un edificio de oficinas, otro de apartamentos. Delsy, que mide lo que un chico de 12 aos,

    redonda y caf como una botija, dice:

    Ac se est muy bien.

    La mujer pari a Anabella y Jonathan en Maryland, los envi a la escuela y ya los ve en

    preparatoria, altos, un poco muy demasiado nutridos gorditos y nada interesados en hablar espaol. Al marido, que trabaja en la construccin o en las mudanzas cuando no hay

    construccin o en la limpieza cuando no hay mudanza y otra vez en la construccin cuando

    el agua deja sacar la cabeza, el espaol le tiene sin cuidado. Habla ingls a tropezones y

    quiere a sus hijos americanos.

    Pero yo quiero volver. Algn da.

    Delsy ahora trapea una cafetera tres das por semana en las cuatro calles donde

    Washington y Maryland hacen esquina. Paga impuestos a conciencia se olvid en 2011 y 2012, es amiga de policas de Silver Spring uno de ellos es hijo de salvadorea, asiste a la iglesia, hace barbacoas con otros emigrados, festeja el 4 de Julio y el Veterans

    Day, chapucea el ingls con determinacin.

    Es una mujer con nimo, sabes? As debe ser dice un seor del bar, un retirado que bebe macchiatos y le da charla. Esta gente es trabajadora. Esta clase de gente, as, como los de aqu.

    La reforma migratoria para esa clase de gente y muchos ms es un estricto compendio de condiciones. No hay amnista 10 aos de espera para la residencia y tres ms para la ciudadana, no es gratis deben pagarse impuestos atrasados y multas y penalidades por hasta 5 mil dlares y no es para todos la verificacin de antecedentes ser estricta y no podrn presentar una solicitud quienes entraron al pas a partir de 2012.

    Tampoco habr beneficios federales para quienes lleven ya un proceso de legalizacin,

    pues debern aprender ingls, demostrar que han trabajado antes y que tienen empleo

  • ahora. Los jvenes menores de 30 aos los dreamers encontrarn un camino ms ligero: tras cinco aos de residencia permanente, puede esperarlos el proceso de ciudadana.

    En el camino a la reforma, adems, el presidente Barack Obama se ha negado a detener las

    deportaciones.

    Delsy espera la reforma. A los 50, qu ms le da esperar una dcada hasta conseguir la

    residencia permanente y un trienio para ser la ciudadana que quiere ser. Pagar los

    impuestos demorados esos olvidos de 2011 y 2012 y lo que pidan. Estrujar el bolsillo cuanto sea necesario.

    Yo quiero ir a mi patria y volver a mi pas dice, y con eso dice todo.

    En esta maana tenebrosa de primavera con nubes negras, el supervisor de Delsy se acerca

    cuando la ve apoyada en la mopa, conversando con un gringo viejo el tal retirado y uno menos viejo un tal periodista. El supervisor alto, gruesa espalda, pelos de pinchos en el bigote y la mollera, cara de treinta y pocos, barriga de cuarenta y varios le habla en espaol, confiado en que la parroquia vive en otro idioma.

    Ya deja de perder el tiempo, que no te pagan por hablar con los gringos regaa. Termina de una vez.

    Delsy lo mira, me mira, baja la vista y se despide en ingls. El supervisor nos sonre con elegancia y voz corts.

    Have a nice day, gentlemen y se va.

    El seor retirado se voltea, sonre tambin.

    Lo que te deca, hijo dice. Mralos: gente trabajadora, enfocada, amable.

    Le explico que el supervisor rega a Delsy por perder el tiempo conversando, entonces el

    hombre se vuelve, engaado en su gringusima buena fe, y busca con la mirada al tipo, que

    ya se perdi con su celular a la oreja tras la puerta de la cocina.

    That little son of a bitch.

    * * *

    3.- MENSAJES

  • Trabajando en un sueo

    En semicrculo, en sofs, ellos: una veterana de la Fuerza Area cuyo marido obtuvo la

    residencia pero antes soport los intentos del ICE por sacarlo de Florida y regresarlo a

    Mxico; dos jvenes que recibieron permiso temporal por el plan de Accin Diferida; cinco

    hombres y mujeres con papeles pero, tambin, con padres, esposas y hermanos

    indocumentados. Son mexicanos, cubanos, de Corea del Sur, de Puerto Rico, de

    frica. Dreamers soadores con oriundeces distintas que han elegido una sola nacin.

    En el frente, en sillas, ellos: Obama presidente, Joe Biden vicepresidente.

    El martes 21 de mayo, en el Saln Oval de la Casa Blanca, el hombre ms poderoso de la

    Tierra escucha siete historias de varias de las personas menos poderosas de la dem.

    Mehdi Maharoui, de Marruecos a New York a los siete aos, supo qu era ser

    indocumentado cuando termin la preparatoria y vio a sus compaeros recibir la ayuda

    financiera que l no tendra. Sus padres y hermana han trabajado toda su vida, no tienen

    documentos. Cuenta del presidente a la cadena ABC: Pude ver en sus ojos que sinti nuestro dolor.

    Justino Mora, mexicano, estudiante de UCLA, madre indocumentada que trabajaba 60

    horas al mes para mantener a la familia. Un hermano con permiso temporal, una hermana

    sin l. En CNN: Le cont al presidente del sacrificio de mi madre, que es madre soltera, y cada vez que se lo deca, l sonrea. Entendi.

    Diana Coln lleg hace 22 aos tambin de Mxico, es activista, universitaria y residente

    con permiso temporal. Sus padres tienen dos pequeas tintoreras en Los Angeles. Su pap

    teme aparecer en TV: el miedo. Dice a Univisin: El presidente me firm esta carta que dice Suea grandes sueos. Barack Obama. La oficina de prensa de la Casa Blanca difundi las fotos del hombre ms poderoso del mundo de inmediato, y las imgenes de

    siete personas que violaron la ley reunidos con el presidente de la nacin que adoran, se

    replicaron sin cesar.

    Esa noche, el Senado aprob el proyecto de reforma en comisin.

    * * *

    4.- PRISIN Y LIBERTAD A cunto la noche, joven?

  • A la ley le gana el dinero.

    El sol est brioso pero no aprieta. Es el East Hidalgo Detention Center, en LaVilla, sur de

    Texas. Una docena de hombres bajos, morenos y con cabellos de puercoespn atraviesan un

    cerco de alambre de tres metros y en la salida del penal buscan abrazos y besos conocidos.

    Llevan lo mnimo: la ropa que visten y una bolsita plstica con sus pocas pertenencias.

    Entre ellas, un papel que asegura que han sido liberados por el ICE pero su deportacin

    sigue sujeta a determinacin judicial.

    Hacia marzo de 2013, algo menos de 2 mil 300 migrantes indocumentados salieron de

    varios centros de detencin porque el ICE tiene problemas de plata. Pocos das antes, la

    negativa republicana a aprobar el presupuesto federal dispar una serie de recortes

    automticos. El ICE calcula que debera dejar de gastar dos de cada 10 dlares.

    Si todo cementerio hace caja con cada nuevo cadver, una prisin funciona como un hotel:

    a ms pasajeros, ms ingresos. Cada indocumentado detenido cuesta al ICE y el

    Departamento de Homeland Security unos 122 dlares diarios. Muchas crceles reciben

    tarifas de hasta 164 dlares, apenas por debajo de las ofertas de The Crescent Hotel en

    Beverly Hills, aunque no proveen servicio a la habitacin y los guardias no dejan

    chocolatines sobre la almohada por la noche.

    La detencin de inmigrantes es un gran negocio. Quienes han violado la ley migratoria

    representan 30 por ciento del total de presos del sistema nacional. Slo al sur de Arizona se

    construyeron 11 complejos carcelarios en una sola ciudad, Florence, de 25 mil habitantes,

    donde Sally Field film Murphys Romance, una pelcula de amor.

    Cuando Pedro Prez fue liberado en 2011, Correction Corporation of America, la compaa

    privada que gestiona el Stewart Detention Center de Carolina del Norte, se haba

    embolsado 77 mil dlares por sus 18 meses en prisin. Junto a l, sobrevivan 100 hombres

    detenidos. Mantener a cualquiera de esos hombres fuera de prisin con sensores de GPS en

    sus tobillos hubiera costado 7 mil dlares al ao.

    El Departamento de Homeland Security fue severamente cuestionado por las decisiones del

    ICE, que slo tiene recursos para financiar 34 mil detenidos en proceso de deportacin,

    pero mantena a 36 mil tras las rejas a inicios de ao. Las organizaciones de apoyo a

    migrantes cuestionan al ICE por qu persiste en destruir familias enviando a un padre o

    madre a prisin por un promedio de 19 meses cuando son ofensores sin riesgo para la

    seguridad. Los militantes anti inmigracin son an ms virulentos. A Lou Barletta, un

    republicano de Pennsylvania, las excarcelaciones del ICE le recordaron la liberacin de

    criminales que hizo Fidel Castro durante la presidencia de Jimmy Carter. Castro, en el

    relato, es Barack Obama, ese socialista.

    * * *

  • 5.- HIPOCRESAS Una revelacin en el sur

    And when theyve given you their all Some stagger and fall, after all its not easy Banging your heart against some mad buggers wall.

    Outside The Wall, The Wall, Pink Floyd, 1979

    .

    Gustan de preservar la memoria como reaseguro contra el error? Aceptan que la conducta

    histrica habla, siempre, de la coherencia personal?

    Charles Chuck Ellis Schumer es senador por Nueva York. Mientras mam Selma mantena

    la casa en pie y pap Abe tena un negocio de exterminio de bichos, el joven Chuck se hizo

    abogado y a los 23 aos se convirti en el senador ms joven de Nueva York despus de

    Teddy Roosevelt. Desde entonces, Schumer slo ha conocido dos empleos: el de senador

    de su estado y el de la nacin.

    Al vigoroso e incansable Schumer le van bien los temas complejos. En Brooklyn cre la ley

    Omnibus Crime Bill que coloc 10 mil policas ms en las calles de la ciudad de Nueva

    York, y fue el lder de la legislacin que combate la violencia domstica y el asalto sexual

    contra mujeres y uno de quienes respaldaron la ley que persigue crmenes de odio, como los

    raciales.

    En el Senado federal, adems de participar en los comits de la Biblioteca del Congreso,

    banca, vivienda y asuntos urbanos, Schumer es el presidente del Subcomit de Inmigracin,

    Refugiados y Seguridad Fronteriza del Comit Judicial del Senado, donde primero se

    discuti la reforma migratoria.

    Una gran historia, y sin embargo.

    Una maana tierna de abril, en el sexto da de las audiencias por la reforma migratoria,

    Schumer escucha el relato de Jeff Flake, un impecable rubio republicano, piel soleada, de

    Arizona. El senador se sale del silln preso del mismo entusiasmo con que los nios asaltan

    a sus padres para contar sus hazaas en el campamento de verano.

    Fue una revelacin ir a la frontera dice Flake. Vimos, de hecho, un cruce ilegal.

  • Y una detencin ampla Janet Napolitano, la secretaria de Homeland Security, presente en la audiencia. Napolitano es enftica, como si Flake hubiera cometido un

    irremediable olvido, y eso exalta a Schumer, que entonces se adelanta e interrumpe.

    Ellos, ellos Ellos saban exactamente a dnde ira la persona que iba subir dice, la voz alta. Dijeron: La vamos a atrapar en 20 minutos. Y lo hicieron! Asombroso!

    Flake re.

    Yo creo que la mujer que cruzaba escuch el acento del senador Schumer a travs de la cerca y dijo Estoy en Nueva York! Dnde est la Estatua de la Libertad?.

    Es una gran broma: Napolitano se carcajea en grande, varios sonren.

    La escena dura apenas 43 segundos. C-SPAN, el canal privado que televisa asuntos del

    gobierno federal, la sube a la web y seala que los senadores y la secretaria de Estado han

    intercambiado bromas sobre la detencin de una persona sin preguntarse por su nombre, familia, o historia.

    La indignacin social es escasa. C-SPAN no es popular y el video apenas suma mil 500

    vistas en un mes. Pero lo realmente interesante llega exactamente un mes despus, cuando

    los burlones Schumer y Flake votan en favor de la reforma migratoria en el comit del

    Senado.

    Qu pesa ms en ciertas conciencias: la burla al triste destino de una pobre mujer o abrir

    posibilidades de una mejor vida a 11 millones de personas?

    Hay una filosofa progresista del cinismo?

    * * *

    6.- FEALDADES Mire qu cosa ms fea

    Mayo, 2013, y cualquier mes de los ltimos quince aos.

    Le dicen La Melita, es de las llanuras del este de Guatemala y plant las nalgas en varios

    autos hasta la frontera con Mxico y, de all, se anduvo cuidando el alma, la carne y la vida

    encima de La Bestia. Luego hizo lo mismo con el alma, la carne y la vida cuando entr al desierto de Texas por Falfurrias.Fue ver el da con serpientes y la noche con jabales,

  • huesos fosforescentes al caer el sol en la arena tenebrosa y un hombre respirando el ltimo

    aliento. Cuando por la llanura se insinuaron los contornos de las camionetas de Inmigracin

    y Control de Aduanas, La Melita se dijo que tal vez la salvacin estaba con aquellos de

    quienes haba huido entre vmitos de fatiga y hambre. La atraparon o tal vez se dej caer.

    Hoy, dice:

    Nos dieron sandwiches de mortadela con un bollo de pan reseco por varios das. Cuando llegamos nos pusieron en un lugar a todos juntos y despus nos separaron, hombres ac,

    mujeres all. Nos mandaron a las hieleras, que son unos cuartos con la refrigeracin

    altsima y ellos, los del ICE, pasan y preguntan si hace mucho fro y uno les dice que s y

    entonces van y la ponen ms fra todava. Y no hay nada con qu cubrirse, ni manta ni

    sbana, ni cama. Se duerme en el piso y hay algunas mujeres que se abrazan pero yo no,

    porque, sabe, en las crceles dicen que hay mucha lesbiana y, bueno, una como que tiene

    miedo. En fin. Despus me toc que me llevaran a otra crcel, donde ramos como 200.

    Ah vide peruanas y brasileas. Haba una pobre mujer de Costa Rica que se la pasaba

    llorando porque la iban a mandar de vuelta y ella deca para qu, para qu tanto esfuerzo, si

    no tena nada, si haba vendido todo para venirse. Vea, ni casa le quedaba. Ah nos daban

    de comer un guisado y otra vez el pancito duro y haba que levantarse a las cuatro de la

    maana para baarse. Y bueno, una a veces se baaba pero siempre estaba ese miedo de las

    lesbianas, pero por suerte todas se metan al agua vestidas. Es que hay unos olores. Quin

    iba a decir lo que huelen los cuerpos cuando se pasan las semanas sin agua, vea. Pero,

    bueno, sal. Me sacaron por los papeles. La abogada me hizo firmar por asilo, porque all,

    en mi pas, las cosas estn mal. A una seorita la enviaron de regreso. Le dijo al polica que

    tena papeles y abogado y el polica le dijo a ver, mostrame vos, y ella se los dio. Y el

    polica le pregunt que por qu estaba en el pas y ella dijo que haba venido para trabajar y

    para alimentar a los hijos y que tuvieran una vida mejor, y entonces el polica le dice: esto

    no es lo que dice ac. Y la chica no saba, cmo iba a saber, si estaba en ingls. As que ah

    noms la hicieron salir de la fila y la mandaron para tomarse un bus. El bus iba a su pas,

    mire qu cosa ms fea.

    Cruzar el desierto brbaro, sentir la ley fiera y, as y todo, lo que queda es una cosa fea:

    volver a casa.

    * * *

    7.- LA LEY EN EL CONGRESO El ltimo da del verano

  • El verano de Washington, DC, es dulce, caliente y hmedo. El enorme ro Potomac y las

    bahas cercanas agobian a la ciudad. En ese verano, la reforma migratoria deber pasar por

    el voto del pleno del Senado y, luego, caer a la Cmara de Representantes, de mayora

    republicana y colmillo para desgarrar msculos. No es el mejor clima.

    En mayo, John Boehner paso firme, sobrio traje azul y maravillosa corbata anaranjada sobre la camisa blanca de hilo fino puso una sonrisa en su rostro color zanahoria y anunci lo previsible en un documento partidista: aunque respetan el trabajo del Senado, la Cmara har su voluntad y producir su propia legislacin.

    La Cmara de Representantes ha prometido revisar cada paso del proyecto del Senado y eso

    no anticipa un viaje cmodo para la ley. La reforma del Senado ampla el nmero de visas

    para inmigrantes calificados, una medida que simpatiza a la industria tecnolgica, pero no a

    los sindicatos, que temen prdidas de empleos para sus afiliados y tienen representantes afines en la Cmara. A pesar de que un grupo bipartidista trabaja en un proyecto comn,

    varios representantes republicanos andan con voluntad de destazar la ley y analizarla trozo

    por trozo.

    El comportamiento obstruccionista del Partido Republicano es el peor paso fronterizo para

    la reforma. Los republicanos precisan acercarse a votantes determinantes como los latinos,

    pero son prisioneros de una batalla dogmtica que da la aprobacin del presupuesto

    federal de 2013 y evit corregir profundas ineficiencias en el sistema de salud y Wall

    Street. Ahora, un grupo ultraconservador, al que Boehner no siempre controla o deja hacer, se opone a abrir la ventana a la futura ciudadana de los indocumentados, lo que consideran una amnista.

    El bando republicano tiene su propia Banda de los Ocho anti reforma, todos hombres

    blancos mayores ortodoxos, como Steve King, Louie Gohmert y Steve Stockman, famosos

    por sus comentarios xenfobos, racistas y misginos. Ese grupo es proclive al canto de

    sirena de las organizaciones ultraconservadoras de base, cuyo cabildeo destroz todas las

    oportunidades del proyecto reformista de 2007, impulsado no por un moderado como

    Barack Obama sino por un hombre de la causa republicana como George W. Bush.

    Cuando en mayo el comit del Senado aprob con una votacin de 13 a cinco el proyecto

    de reforma, numerosos padres e hijos latinos que seguan el trmite saltaron de sus asientos

    encendidos por el buen paso inicial.

    S se puede! gritaron sin reparo, slo fe y deseo.

    En la Cmara y sin acuerdos generales, en cambio, el espritu y el idioma pueden cambiar.

    El rencor filibustero ha colonizado al Partido Republicano y en sus filas aquel clamor

    festejante podra ser reemplazado por los gritos de guerra que persiguieron a Obama en las

    presidenciales: No, you cant.

    * * *

  • 8.- FRONTERAS El vuelo del moscardn

    Mientras espera para cruzar la frontera en un depsito de neumticos usados en Reynosa,

    un hombre da un consejo a E.A., un chico de ciudad poco preparado para el rigor de la

    arena del desierto.

    Cuidado con los moscos.

    Una vez al otro lado del ro Bravo, E.A. vigila sus brazos y piernas, se soba el cuello y

    acera el odo sin xito en busca del seseo revelador. No hay molestias ni comezn. Una

    noche, repentinamente, el coyote ordena al grupo esconderse tras unas matas: el mosco

    vena. Primero fue el zumbido lejano y, luego, un punto rojo que se pos en la espalda de

    un muchacho al descubierto que obedeci tarde la orden del pollero.

    El punto ese es un lser dice E.A., coca-cola de por medio, a la espera del Metro en el centro de Washington. Como el del ojo de Terminator.

    El mosco es un Predator B, uno de los seis drones que patrullan la frontera sur de Estados

    Unidos. En el afn de detener el flujo de migrantes sin papeles y el trfico de drogas, en los

    estados del sur se han levantado mil 50 kilmetros de cercas en una lnea fronteriza de casi 3 mil kilmetros y un pequeo ejrcito de 22 mil agentes, 125 aviones y una media docena de helicpteros barre el desierto con ayuda de los moscos.

    La seguridad fronteriza es un asunto sustancial en la reforma pues la excede: tiene que ver

    con la idea de seguridad nacional. La estructura montada alrededor de la seguridad nacional

    es una telaraa de miles de contratistas de servicios y productos, desde crceles a

    inteligencia, armas a agentes. Los 18 mil millones de dlares gastados el ao pasado para

    hacer cumplir la ley en la frontera fueron 15 veces ms que la fortuna hundida en tiempos

    de Ronald Reagan.

    El gran problema de esos recursos es su efectividad relativa. Mayor control no ha podido nunca detener el flujo de pasantes transfronterizos. En 2012, Estados Unidos deport 250 mil convictos y 410 mil personas, un rcord histrico, pero la deportacin es eso: la

    remocin de alguien que cruz, no su detencin antes del cruce.

    Lo que s ha demostrado efectividad para acabar con el deseo migratorio es un intangible

    que puede intimidar ms que un arma: la economa. El flujo neto de migrantes entre

    Mxico y Estados Unidos en el periodo 2010-2012 se ha detenido o puede haberse

  • revertido por la crisis ms se regresan, menos llegan, segn un estudio del Pew Hispanic Center. De acuerdo con el gobierno, es el nivel ms bajo en 40 aos.

    La demanda republicana, sin embargo, coloca ms nfasis en el control fronterizo con

    armas, hombres y tecnologa, especialmente cuando la impulsan los representantes de los

    estados del sur, que tienen muchsimos votantes preocupados por un trasiego histrico de

    vecinos sin papeles. Muchos de ellos han cuestionado al gobierno de Obama por lanzarse a

    una reforma antes de hacer ms efectiva la ley.

    El problema de la mirada republicana parece radicar en que las polticas de inmigracin

    combinan tres reas complejas: la aplicacin de la ley, el control de los flujos

    transfronterizos futuros y la resolucin del estatus de los indocumentados que se encuentran

    en el pas. El enfoque en un solo componente no resuelve los dos restantes.

    La presencia de fuerzas armadas podr no disuadir a los hambrientos, mas parece tener

    valor contra la delincuencia mayor. Los crmenes violentos han descendido en Arizona,

    California, Nuevo Mxico y Texas. Hoy, beneficiadas por una vigilancia ascendente cada

    dcada, seis de las 10 ciudades ms seguras de Estados Unidos se hallan en la frontera. El

    Paso posee la menor tasa de criminalidad de todo Estados Unidos, un contraste

    impresionante con la sangrante Ciudad Jurez, de la que apenas la separa un puente. La frontera es segura, ha dicho el demcrata John Cook, su alcalde. En sus extramuros y por la tranquilidad ciudadana, vuelan moscos con ojos de Terminator.

    * * *

    9.- ESCENIFICACIONES El Hielo anda suelto

    Marisol entona El Hielo y la cmara rueda. La cancin y el video de la banda La Santa

    Cecilia estn en el lbum Treinta das y son la imagen y sonido de la campaa Not One

    More Deportation de la Red Nacional de Jornaleros, que protege a trabajadores callejeros e

    inmigrantes.

    Martha lleg de nia y suena con estudiar.

    Pero se le hace difcil sin los papeles.

    Se quedan con los laureles los que nacieron ac,

    pero ella nunca deja de luchar.

    El Hielo anda suelto por esas calles.

    Nunca se sabe cundo nos va tocar.

  • El Hielo una traduccin irnica de ICE cuenta las historias de Eva, Jos y Martha, tres indocumentados que sern deportados y separados de sus familias. Eva es una trabajadora

    domstica, el alter ego de la mam de Marisol, la cantante. La historia de Jos bebe de las

    venas del bajista del grupo, que posee permiso de trabajo despus de aplicar a la Accin

    Diferida. Martha es una admiradora y dreamer a quien La Santa Cecilia ayud a reunir

    fondos para sus estudios con un show.

    Marisol le sigue dando a la cantada:

    Lloran los nios, lloran a la salida,

    lloran al ver que no llegar mam.

    Uno se queda aqu, otro se queda all.

    Eso pasa por salir a trabajar.

    Erika Andiola entra a cuadro haciendo de camarera en un restaurante donde ser arrestada

    por oficiales ficticios del ICE ficticio. En la siguiente escena, Mara Arreola, madre en la

    ficcin, madre en la vida, ve el procedimiento por televisin, y llora.

    La realidad, la ficcin: esa mezcla.

    * * *

    10.- BUENOS VECINOS Por qu no podemos ser como ramos?

    Fines de mayo.

    Ann Coulter alta y delgada rubia debilidad, newyorker, best-seller, comentarista ultra conservadora escribe:

    Los senadores [republicanos] Marco Rubio, Mitch McConnell, Lindsey Graham y John McCain estn trabajando febrilmente para convertir el pas en Mxico. () Por dcadas, los mexicanos han sido 30 por ciento de todos los inmigrantes legales a Estados Unidos,

    mientras que slo un poquito ms de 1 por ciento proviene de Gran Bretaa. Es eso justo?

    Por supuesto, la comida es mejor, pero por qu la norma es tener cerca de 30 veces ms

    mexicanos que britnicos? ()

    Por qu el pas no puede tener ms o menos la composicin tnica que siempre tuvo? La

    relacin 50 latinos por cada europeo no es un fenmeno natural que pudiera resultar de, por

    ejemplo, la prdida de inters de los europeos por venir aqu y de que los latinoamericanos

  • proporcionan una habilidad nica necesitada desesperadamente por nuestra economa

    moderna y basada en la tecnologa.

    () No debe ser una sorpresa que la mayora de los inmigrantes recientes sigan un camino que es exactamente el contrario del que siguieron los primeros inmigrantes. La historia

    tradicional de la inmigracin es que la primera generacin es pobre pero trabaja duro y, a

    continuacin, la segunda, tercera y cuarta generaciones se disparan en la escala

    socioeconmica. Sin embargo, innumerables estudios han demostrado que la primera

    generacin de inmigrantes mexicanos trabajan como locos, y la segunda, tercera y cuarta

    generaciones se sumergen de cabeza en la clase baja.

    La columna se titula Cundo votamos para convertirnos en Mxico?.

    ..

    Fuentes: Entrevistas personales, NBC, ABC, Univisin, Fox Latino, CNN, Huffington Post,

    The Washington Post, The New York Times, Facebook, Cosmopolitan, oficina de prensa de la

    Casa Blanca, Pew Hispanic Center, Detention Watch Network, NBC Latino, NPR, El Paso Times,

    Arizona Department of Corrections, Texas Tribune, Childrens Mental Health Network, oficina de prensa del speaker de la Casa de Representantes, WND, Phoenix New Times, La Opinin,

    PBS, Migration Policy, Los Angeles Times, YouTube, C-SPAN, AnnCoulter.com,

    The Wall Street Journal, Department of Homeland Security.

    _

    http://ht.ly/m1w6i