10 poemas ilutrados

5
LA LUNA, SIEMPRE Redonda, hinchada de frotarse contra el cielo rasga mi piel con su delgada luz Cae sobre mi pelo con la levedad de una sirena que no se hubiera dado cuenta que no posee piernas Solivianta mi sangre me enciende de locura me regala una piel fosforescente y me convierte aceite hirviendo en fauna (cascos y cuernos y cabello desbocado bajo el lúbrico soplo de lo oscuro) LA ENREDADERA Por el molino del huerto Asciende una enredadera. El esqueleto de hierro Va a tener un chal de seda Ahora verde, azul más tarde Cuando llegue el mes de Enero Y se abran las campanillas Como puñados de cielo. Alma mía: ¡quién pudiera Vestirte de enredadera!

description

Recopilación de 10 poemas ilustrados

Transcript of 10 poemas ilutrados

Page 1: 10 poemas ilutrados

LA LUNA, SIEMPRE

Redonda, hinchada de frotarse contra el cielo

rasga mi piel con su delgada luz

Cae sobre mi pelo

con la levedad de una sirena

que no se hubiera dado cuenta

que no posee piernas

Solivianta mi sangre

me enciende de locura

me regala una piel fosforescente

y me convierte

aceite hirviendo

en fauna

(cascos y cuernos y cabello desbocado

bajo el lúbrico soplo de lo oscuro)

LA ENREDADERA

Por el molino del huerto

Asciende una enredadera.

El esqueleto de hierro

Va a tener un chal de seda

Ahora verde, azul más tarde

Cuando llegue el mes de Enero

Y se abran las campanillas

Como puñados de cielo.

Alma mía: ¡quién pudiera

Vestirte de enredadera!

Page 2: 10 poemas ilutrados

OFICIO DE LA COSTUMBRE

Del amor a las palabras queda sólo costumbre.

Se hace rito el misterio y un dios inútil

silencioso visita el asolado paisaje de nuestros sueños.

En espejos ardiendo miramos nuestro rostro

y la mano sostiene una flor que es de hielo y ceniza.

Si en ese atardecer canta un pájaro ciego,

¿qué nos devolverá su canto si aguarda ya la noche

para arrancar de nuestros ojos la luz última del mundo?

LA PRIMAVERA BESABA...

La primavera besaba

suavemente la arboleda,

y el verde nuevo brotaba

como una verde humareda.

Las nubes iban pasando

sobre el campo juvenil...

Yo vi en las hojas temblando

las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,

todo cargado de flor

-recordé-, yo he maldecido

mi juventud sin amor.

Hoy en mitad de la vida,

me he parado a meditar...

¡Juventud nunca vivida,

quién te volviera a soñar!

Page 3: 10 poemas ilutrados

VIDA

Vivir como una isla,

lleno por todas partes

de ti, que me rodeas

ya presente o distante

con un temblor de luz

primera, sin pulir,

sin arista de tarde,

ni sombra de jardín.

Y ángeles en espejos

guardando tu mirada

para hacerse verdades

y noches estrelladas.

MI FIEL CABALLO ROJO

Mi fiel caballo rojo

ama las lejanías,

turban sus alas

la belleza del ángel,

hilos azules cierran

el viejo laberinto,

frágiles vientos

se llevan sus relinchos,

pero cabalga,

igual que la distancia que se olvida

en el ensueño de otros viajes.

Page 4: 10 poemas ilutrados

CIUDAD DE SUEÑO

Mi corazón

Es un paisaje de recuerdos,

Una ciudad de lunas,

El tuyo es hoy

Sueño del río que nos huye

Y del desierto,

Estancia que se yergue entre los pliegues

De un prodigio evocado,

Cielos en fuga,

Sinfonía al color

Arrebatada.

ÁRBOL

De ti una sombra se desprende que la mía muerta parece

si al movimiento oscila o rompe azulinas aguas frescas

a orillas del Ánapo, al que vuelvo esta noche en que marzo lunar me incitó, rico ya de alas y de hierbas.

No sólo de sombra vivo,

que tierra y sol y dulce don de agua nuevos follajes te dieron

en tanto yo me inclino y seco palpo en mi rostro tu corteza.

Page 5: 10 poemas ilutrados

AL DESPERTAR

Al despertar uno se vuelve

al que era al que tiene el nombre con que nos llaman,

al despertar uno se vuelve

seguro, sin pérdida,

al uno mismo al uno solo

recordando lo que olvidan

el tigre la paloma en su dulce despertar.

EL VIENTO Y EL ALMA

Con tal vehemencia el viento viene del mar, que sus sones

elementales contagian el silencio de la noche.

Solo en tu cama le escuchas insistente en los cristales

tocar, llorando y llamando como perdido sin nadie.

Mas no es él quien en desvelo

te tiene, sino otra fuerza de que tu cuerpo es hoy cárcel,

fue viento libre, y recuerda.