1.1 Prácticas Psicológicas

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capitulo 1 de la tesis Acontecimiento y Prácticas Psicológicas

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Prcticas PsicolgicasCaricaturasLas caricaturas no son solo vietas, no son solo dibujos. Son marcas, ndices, que transportan y transforman por medio de la exageracin un modo. No representan. Ellas mismas son las materialidades que afectan el cuerpo por su propia presentacin.Estas caricaturas en particular surgen de la vivencia de quin escribe. No una nica vivencia, sino un conjunto de ellas sin fecha establecida y que se conjugan en el singular tecleo de este presente para generar las siguientes imgenes.Caricatura 1Amanece. El sol primaveral se levanta sobre los edificios montevideanos, proyectando sus sombras sobre el pavimento de 18 de julio. El movimiento aumenta, las veredas se llenan de pasos y las calles de ruedas. Autos, motos, bicicletas y, sobre todo, mnibus. 103, Villa Garca.105, Paso Carrasco. 427, Paso de la Arena. 495, Barra de Santa Luca. 17, Cerro.14AB, Pando.Las paradas cntricas llenas. Miles de mujeres y hombres ocupando cada espacio vaco del transporte pblico. Mochila, mate, libros. Vaqueros viejos. Cabeza despeinada. Cara de sueo. Lentes. Los hombres... barba.Comando central: MIDES.Destino: Diversos puntos de la periferia montevideana.Armas: Cuaderno, lpiz, libros.Nombre Clave: Operadores territoriales.Misin (dependiendo del rea asignada): Reinsercin educativa a jvenes en calle. Reinsercin laboral. Reinsercin cultural. Reinsercin al nivel de estudio correspondiente en caso de estar ya en una institucin educativa. Reinsercin social en caso de privados de libertad. Adquisicin de conductas apropiadas para la vida en sociedad. Adquisicin de buenos hbitos de vida. Adquisicin de conocimientos adecuados y legalmente admitidos. Eliminacin de modos de comportamiento, apariencia fsica, vestimenta y hbitos inapropiados. Control de buenas costumbres alimenticias. Control del buen uso del capital otorgado por el Estado. Control de buen cuidado de salud de cada uno y de las personas a su cargo. Control de buen trato y buena crianza.Caricatura 2- Bueno, aqu estamos. Cmo ests hoy?- Bien comenz diciendo por hbito Mariela bah, ms o menos - explota en llanto.Su mirada embotada de lgrimas me paraliza en mis movimientos, y me sacude por dentro en miles de vibraciones y tensiones. No es miedo. Es una mezcla de satisfaccin (me trajo un problema, se afloj, confa en m), empata (la abrazara, pobrecita!, cmo podr ayudarla?), moral acadmica (no hagas caras, no te muevas mucho, ofrecele un pauelo cortsmente) y, finalmente, tristeza (no puedo hacer nada, tiene que llegar sola, sufrir es parte del proceso).- Me dej, y no s por qu... - llora- Y vos qu penss?- No se. Soy un poco celosa, pero no mucho. Pareca que todo iba bien. Cumplamos aniversario la prxima semana... - llora- Vos sentas que estaba todo bien con l?- S! Tenamos nuestras cositas, como toda pareja, pero en general eramos felices... Nunca fui tan feliz... - Mira al techo, las lgrimas ya tienen su propio camino formado en ambas mejillas.- Cundo fue la ltima vez que estuviste as? - Lanzo la pregunta ingenuamente. Yo s la verdad. Yo ya s lo que est pasando aqu. Yo s. Yo.Piensa, piensa, piensa. No pienses ms, no ests pensando, no me engaes, ests reconociendo. Ests reconociendo la repeticin donde saba exactamente que tena que estar. Ahora es solo reconocerlo ante m, sin que yo te lo diga. Porque yo lo s. Pero no puedo decrtelo. Yo.- Cuando mi padre me dejo sentencia finalmente mientras cambio el cruce de piernas intentando ocultar el gesto de satisfaccin. Caricatura 3No me gusta esa educacin segn la cual t tienes que pelearte por superar a los dems y no por superarte a ti mismoNo digas mentiras delante mo, ni me pidas que las diga por vos, ni siquiera para sacarte de un apuro. Me hace sentir mal y perder la fe en lo que decsPorque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que t mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.Frases clebres de Jorge BucayNosotros, los psiclogos.Somos nosotros. Los psiclogos. No algunos. No es la excepcin a la regla. Somos todos y cada uno de nosotros. Todos... porque es el rol, es a lo que nos dedicamos, es lo que aprendemos, es donde crecemos. Es el sistema que nos ensea, consigna y construye. Es la semitica significante acadmica, universitaria, estatal, gubernamental. Por eso somos todos. Y cada uno. En cada prctica concreta. En cada encuentro con un paciente, un usuario, un cliente, un lector. Y no solo eso. Con nuestros amigos, pareja, familiares. Cada vez, cada encuentro, una prctica de gubernamentalidad.Esa mezcla de disciplinamiento y control. Estamos atados a ella. Est en nuestra formacin, pero solo al final. Porque en primer lugar est en nuestros huesos, en la sangre, en las fibras y en la piel. Si llegamos a psiclogos hay una cosa segura: estamos dentro del sistema. Y hay otra cosa segura: estamos para sostenerlo y reforzarlo. Aun aquellas prcticas que parezcan construidas para cambiar todo, no hacen ms que responder al modelo capitalista significante. Es resistencia, sin dudas. Necesaria, sin dudas. Con las mismas lgicas del capitalismo, sin dudas.El capitalismo posee una inventiva que ningn sistema anterior pudo poner en prctica. Es una inmensa mquina de desterritorializacin de flujos. Una mquina abstracta que funciona mientras todos los flujos puedan ser decodificados y llevados a un nico cdigo abstracto: el capital. Esa es la base del xito del capitalismo. Lo que hizo fracasar a los dems sistemas, en el caso del capitalismo es lo que lo fortalece. Los movimientos sociales, son movimientos inclusivos, no se niega eso. Inclusivos a qu? Inclusivos al sistema capitalista. Es lo que se busca, el reconocimiento y la inclusin. Esto era impensable en cualquier otro sistema, porque se saba que no haba movimiento posible que agregara cdigos que no cumplieran con la lgica axiomtica fija. Los axiomas determinan el sistema. Si ellos estn fijos, el sistema tiene una variedad de movimientos finitos que no pueden salirse de la lgica marcada por tales axiomas. En el caso que as sucediera, tal flujo, tal informacin, no puede ser codificada y debe ser, por lo tanto, eliminada. As funcionan los sistemas territorializados.Y esa era su ruina. Cuando el monto de flujos decodificados desborda la capacidad de eliminacin del sistema, este es literalmente inundado, corrodo, destruido, por los mismos flujos que no pudo eliminar. La axiomtica de funcionamiento es destrozada. Es el acontecimiento. Las fuerzas y potenciales preindividuales insisten sobre las individuaciones existentes y se produce un salto transductivo (el momento del salto es el acontecimiento. No es lo que sucede, no solo eso. Es tambin eso que insiste y aun no sucede. Volveremos sobre esto). El momento del acontecimiento es la revolucin. La revolucin es acontecimiento y el acontecimiento es revolucin. Por esto las revoluciones no son solo molares. Por esto las revoluciones no son molares. Nunca, de ninguna forma. Porque no pueden ser objetivadas, codificadas. El acontecimiento solo es vivenciable por un individuado, que en un momento es una persona y en otro momento un colectivo. Cuando ese singular colectivo molecular se molariza, se territorializa, nace una nueva axiomtica. El acontecimiento pasa, deja sus materialidades, y la revolucin deja de ser revolucin, para transformarse en cdigo. Asistimos al nacimiento de un nuevo sistema, con nuevas axiomticas fijas que determinan una combinatoria lgica de cdigos que regirn sobre los potenciales preindividuales que insistan sobre el socius. Y todo vuelve a comenzar.En el capitalismo esto ya no sucede de esta manera. Porque a diferencia de los otros sistemas funciona como una mquina abstracta. Esto es, con el mximo de desterritorializacin posible. Con un detalle que la diferencia con cualquier otra mquina abstracta. Incluye un cdigo abstracto: el capital. Esta caracterstica le proporciona una capacidad inventiva inaudita hasta el momento. Porque el capital se coloca un nivel por encima de los axiomas. Antes tenamos dos niveles: los cdigos y la axiomtica. Los cdigos mutaban y se movan en el margen que habilitaba la axiomtica del sistema. Ahora tenemos tres niveles: los cdigos, la axiomtica y el capital. El capital es un cdigo abstracto y un flujo al mismo tiempo, su nica regla es la circulacin permanente. As como todo cdigo debe ser traducido a una combinatoria de axiomas, todo axioma puede y debe ser traducido a un flujo capital. Y al ser un cdigo (abstracto, pero cdigo al fin), ni siquiera es necesario llegar al nivel de las axiomticas, pues hay una traduccin directa de todo cdigo concreto a cdigo capital. Cuando un flujo no puede ser codificado debido a la axiomtica, pueden suceder dos cosas: en principio busca eliminarse el flujo (tal como hacan los anteriores sistemas); al no lograrlo, el flujo insiste, pero no llega a destruir la mquina capitalista, sino que sta entra en crisis. Se advierte una insuficiencia en el funcionamiento al nivel de los cdigos y se acta directamente sobre la axiomtica. Se agrega un nuevo axioma, en funcin del flujo que insiste, y se multiplican los cdigos posibles que contengan el nuevo flujo.La baja de edad de imputabilidad en el Uruguay, no es un intento de eliminacin de un flujo que el sistema no puede codificar. Es una propuesta que funciona al nivel de las axiomticas y que permite la existencia de mltiples nuevos cdigos. Pedro Bordaberry se ha cansado de decirlo. El joven de 26 aos, que est desde antes de los 18 aos en un rgimen de privacin de libertad, no ser tratado como adulto, pues estar en una dependencia diferente a las crceles para adultos. Se crea una nueva categora, que ya no es el menor, que ya no es el adulto. Sus caracterstica sern singulares y su codificacin excede mi imaginacin; pero no ser menor, no ser adulto, y tendr todo un sistema de contencin preparado especialmente para l. Este es el punto de contacto con el flujo capital: operadores con caractersticas singulares para esta nueva categora poblacional, establecimientos privados para la reglamentacin de la privacin de libertad, un nuevo rgimen burocrtico encargado de sostener administrativamente la nueva categora, y una nueva dinmica social, ya fuera de los establecimientos, que comenzar a moverse en funcin de la nueva categora y que ser fcilmente traducible a flujo capital, sea tanto en artculos de vestimenta, estilos de peinado, nuevos tipos de msica, y todo el aparataje que estos movimientos precisen (el ejercicio de la imaginacin no es tan grande como parece, basta recordar los primeros pasos del movimiento plancha, su insercin en un partido poltico y el mercado de la imagen que aun hoy se sigue generando a su alrededor). Esto garantiza la circulacin de flujo capital. Frente al primer movimiento posible, este tiene varias ventajas para el sistema capitalista. La principal: cualquier movimiento que surja como resistencia al sistema, es pasible de ser absorbido por este ltimo, pues las lgicas de existencia, son las que el capitalismo habilita. Utilizndolas, no hacemos ms que reforzarlas.De all la extraordinaria capacidad inventiva del capitalismo. Porque funciona desterritorializando estratos, decodificando flujos codificados, actualizando potenciales preindividuales que insisten en funcin de un nico flujo homogneo. Todo es posible en este tipo de sistema. Antes no lo era sino suceda algo que derribara todas las axiomticas e instaurara nuevas.Pareciera que esta axiomtica funcionara a un nivel macro, al que los simples mortales no llegamos visualizar. Sin embargo no es as. Ya lo pudimos ver cuando hablamos del capital. El capital es un cdigo abstracto y un flujo. Funciona al nivel de las relaciones cotidianas y al interior de cada individuacin. El conjunto de axiomas capitalistas genera estratificaciones necesarias para su funcionamiento tales como un tipo de individuo, un modo de familia, una clasificacin determinada de gnero, una racionalidad especfica, una semitica privilegiada, etc. Y esto precisa de un montn de especialistas en el arte de sostener, encaminar, encauzar, reinsertar, incluir la vida de las personas en estas estratificaciones, en estos modos, en esta semitica.Esta es desde el principio la tarea del psiclogo. Los agentes destinados a la produccin de un tipo particular de individuo que viva dentro de las normas establecidas. No es necesario para esto que nos convenzan, pues ya estamos convencidos desde mucho antes. Desde nuestro nacimiento, desde nuestros primeros juguetes, desde nuestra primeras represiones parentales, desde nuestras primeras clases escolares, desde nuestra primera pareja, desde los primeros pasos en la vida poltica, tenemos una meta, un modo de comprender la vida, una especie de sumisin a la racionalidad, un respeto incondicional a las teoras lgicas-significantes, una simpata casi intrnseca a las parejas heterosexuales por sobre las dems... es ms, una simpata indiscutible a la pareja por sobre cualquier otro tipo de vnculo que no respete el nmero dos.Y con la psicologa tenemos la justificacin para todo eso. Los problemas de relacionamiento con el numero uno por insuficiencia, los conflictos inherentes al numero tres como dos y uno, la descomposicin del cuatro en dos ms dos, etc. Y es porque la psicologa ha sido protagonista en la constitucin del individuo, de la familia, de la pareja y de la sociedad, tal como hoy las conocemos. Toda su produccin terica se centra en justificar estos modos de normalizacin de la poblacin en general y del individuo en particular. Todas sus prcticas se enfocan en el disciplinamiento y control de la vida. En resumen, podemos afirmar que, ms all de la insercin particular del psiclogo y su modo de trabajar, la prctica ejercida es una prctica de gubernamentalidad, que tiene como objetivo la gestin y control de la propia vida de los individuos producidos por el sistema capitalista.As podemos pasar por diferentes prcticas. Algunas explcitamente gubernamentales, como trabajar para el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Otras que aparentan una independencia ideolgica que no es tal, como el ejercicio liberal de la profesin de psiclogo mostrado en la segunda caricatura. Y otras que parecen atacar directamente la concepcin capitalista como el ejemplo de las frases de Bucay, o algunas prcticas de la psicologa comunitaria, que sin embargo no hacen ms que llevar a otro nivel esto que llamamos prcticas de gubernamentalidad.En el caso del ejercicio liberal de la profesin, son varios factores que impiden producir otras prcticas diferentes a las gubernamentales. En primer lugar, desde el principio el encuentro est regulado por el flujo capital. Es ms, el flujo capital est plenamente justificado y teorizado desde determinada concepcin de individuo, donde lo que sucede dentro de un consultorio es un intercambio entre individuos en una relacin asimtrica de poder. El extremo de esto es que el intercambio debe traducirse indefectiblemente a un monto de capital, que no sustituye otro tipo de intercambio, pues el dinero tiene una significacin para el consultante que no tienen otros materiales. Supongamos que resolvimos este comienzo y logramos superar esta homogeneizacin de la prctica clnica. El consultante va a pedir a gritos ser normalizado, pues est sufriendo, y quiere entender significativamente que es lo que le sucede. Entrar en un esquema lgico, incluirse dentro de un sistema, saber que no est solo, que lo que le pasa tiene nombre y tratamiento posible. El psiclogo va a sufrir junto con el consultante y quiere que se sienta mejor. Y sabe que incluirlo en un sistema es un alivio para el paciente, sabe que sentirse aceptado es un aliciente. Sabe que lograr que el paciente se adapte a su entorno ms all de su dolencia es en gran parte disminuir esta dolencia. Y adems le parece bien que as sea, porque es lo que el paciente est pidiendo. Y est bien que as sea, porque el paciente lo est pidiendo, y por sobre todo, porque es lo que sabemos hacer. No sabramos actuar de otra manera.Surgen dos preguntas al respecto. Primera, cul es el problema de ser tcnicos gubernamentales? Segunda, es posible racionalmente eludir esta tarea gubernamental en la prctica?Respecto a la primera pregunta. Nunca debemos dejar de tener en cuenta que toda dinmica, todo relacionamiento, funciona en una caja negra sellada por el flujo capital. Cuando el conflicto aparece, la caja negra precisa ser abierta para comprender los movimientos de flujo, comprender los conductos y las obturaciones producidas por la caja negra. Esta tiene un nico fin, la reproduccin del sistema capitalista, la circulacin del capital. As es que los flujos son reconducidos hacia esta tarea, ponindose por encima del deseo que los mueve y por encima del deseo que estos flujos producen en los diferentes potenciales preindividuales que insisten en actualizarse. Toda prctica gubernamental tiene estas caractersticas, van a permitir la circulacin de determinados flujos de deseo y a reconducirlos, y van a obturar determinadas circulaciones, pues hay cosas que de ninguna manera pueden suceder en el sistema que vivimos y producimos. Algunas direcciones deseantes no pueden ser seguidas, nunca, jams. El problema con la tarea entonces, es que los objetivos del encuentro trascienden el mismo encuentro, estn diagramados, y responden a una necesidad que est ms all de la produccin deseante del espacio y de las individuaciones inmanentes al encuentro. Parece necesario e inevitable que el goce se pierda en cada encuentro, pues lo que termina sucediendo nos deja la sensacin de falta, propia de no haber podido hacer lo que se siente hacer, de no habernos potenciado en el encuentro, de no haber estado a la altura de nuestras afectaciones. Sin embargo no es necesario ni inevitable, porque para que eso no suceda no hace falta ms que seguir los flujos deseantes y ver a donde nos llevan, dejarlos producir lo que tengan que producir. Parece simple, pero no lo es. Al menos no de manera planificada. Y con esto estamos en la segunda pregunta. Pareciera que las frases de Bucay nos ayudaran a ser diferentes racionalmente. Sin embargo no es ms que una intensificacin de la prctica gubernamental. La gubernamentalidad est en cada uno de nosotros. El ideal, es que no precisemos a otros para hacer funcionar el sistema. Lo ideal es lograr ser empresario de uno mismo. Es el fraccionamiento al mximo posible. Ya no necesitamos representantes, ni vnculos, ni encuentros. Cada individuo es uno de una vez y para siempre. Todo lo posible con el otro, es un intercambio comunicativo significante del estilo: Te voy a pedir que no mientas adelante mo porque si mientes yo me siento mal y no quiero sentirme mal. No hay encuentro, al menos no hay afectacin, hay un funcionamiento robtico que determina el tipo de relacin al que se puede aspirar. Como el otro ya no importa, porque somos empresarios de nosotros mismos, la competencia no debe eliminarse, sino volverse hacia nuestro interior. No hay composicin. El capitalismo ha llevado la competencia al interior de un individuo estratificado. Baudrillard le pona rostro a esta idea a travs de un ejemplo de la arquitectura del centro del capitalismo: Nueva York. El Empire State fue la imagen que representaba las mximas del capitalismo a principios del siglo XX, en su magnificencia, en el estilo, en la decoracin exterior y por sobre todo en su altura, por encima del resto de los edificios,que pona a la competencia como algo que deba ser llevado a cabo entre edificios. Posteriormente llegan las Torres Gemelas, dos prismas rectos, sobrios y sobre todo reflejantes. La mxima altura en soledad ya no era lo deseable. El cielo pierde sentido si no podemos vernos reflejados en otros, y si los otros no estn a la altura esto no es posible. La competencia ya no es con el otro. Con el otro es el reflejo. El otro nos va a decir que tan bien vamos. Pero la competencia es con nosotros mismos. Superarnos a nosotros mismos es la tarea actual. El capitalismo en nuestras clulas. Respiramos capitalismo. Producimos capitalismo. La respuesta entonces a si podemos producir racionalmente una prctica diferente a la gubernamental es: no, la racionalidad es gubernamental capitalista.Sin embargo, algo se puede hacer. Ya surgi alguna clave en la narrativa precedente. Se habl de afectaciones, de encuentros, de potencias, de acontecimientos, de revoluciones moleculares, de seguir los flujos deseantes, de individuaciones, de potenciales preindividuales. El gran problema en todo esto, desde el principio fue la racionalidad significante. Gran gran gran problema. Construy nuestro mundo y construimos mundo a partir de ella. No privilegiarla no ser tarea sencilla, sobre todo porque sera sacarle privilegio tambin en este trabajo, sobre todo porque sera quitarle prioridad tambin de los encuentros en que este trabajo se encuentre presente.