Economía, Sociedad y Territorio, vol. Economía, Sociedad y ...
1.1. SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL PALEOLÍTICO Y … · derrotaran a los cristianos en Sagrajas...
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BLOQUE 1: LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA
DESAPARICIÓN DE LA MONARQUÍA VISIGODA (711)
1.1. SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL PALEOLÍTICO Y NEOLÍTICO. LA PINTURA
RUPESTRE.
En la prehistoria (Desde el primer Homo, hasta la escritura), se da la hominización, que
es el proceso de evolución desde los primates y homínidos (África) hasta el Homo
Sapiens actual.
Durante el paleolítico (1.000.000-10.000 aC), vemos grupos nómadas, de cazadores-
recolectores, en cuevas y campamentos. En la P. Ibérica, los homínidos más antiguos
son del Paleolítico inferior (1.000.000-100.000 aC) en Atapuerca, donde hay restos de
Homo Antecessor y Homo heidelbergensis. Durante el Paleolítico Medio (100.000-
35.000) aparece el Neandertal, con algunas manifestaciones artísticas en Nerja. En el
Paleolítico Superior (35.000-10.000 aC) aparece el hombre actual, el Homo Sapiens,
creando pinturas en la oscuridad de las cuevas de Altamira o Tito Bustillo, con animales
naturalistas, con policromía y buscando rituales chamánicos. En el Mesolítico, (10.000-
5.000aC.) aparecen nuevas formas de Arte, como el esquemático levantino, con
ejemplos como Valltorta, Albarracín o en diferentes abrigos por la zona levantina, que
continúan durante el Neolítico (5.000-3.000), donde veremos como las sociedades se
vuelven sedentarias, tras el control de la ganadería y agricultura, con el uso de
herramientas de piedra pulida, apareciendo la jerarquización social y la división del
trabajo, con el cambio de una economía depredadora a una productora.
1.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS. LAS COLONIZACIONES HISTÓRICAS:
FENICIOS Y GRIEGOS. TARTESOS.
Entre los pueblos prerromanos, están los Íberos en la zona Mediterránea con un gran
desarrollo debido al contacto con oriente, y existiendo élites tanto dirigentes como
guerreras, tal y como se ve en sus ajuares. Se dedican a la ganadería y comercio. Los
Celtíberos, serán pueblos de origen europeo. Son tribales, con jefaturas guerreras en
las mesetas y castros elevados como Numancia, con una economía agrícola de
subsistencia. Los Celtas, son las tribus y clanes menos desarrollados, con verracos,
campos de urnas, agricultura, ganadería, pillaje, etc.
Los Tartesos desde el Norte de África, se instalan en la zona del Valle del Guadalquivir.
Formaron un protoestado con reyes (Argantonio), dedicándose a actividades
agropecuarias, y con una importante actividad minera y comercial.
Buscando el comercio, a España llegan los Fenicios desde el SVIII aC., fundando
factorías como Gadir o Malaka. Traen el torno alfarero, el uso del hierro o del salazón.
Los Griegos, llegan de Focea en el SVII aC, fundando colonias como Emporión o
Rhodes. Traen la vid, el olivo, el asno, gallina, cerámica de lujo y la moneda para
comerciar con los íberos a los que influirán. Finalmente, los Cartagineses, llegan en el
VI aC, en el contexto de las guerras púnicas, fundando colonias como Ebussus y
Cartago Nova, y perdiendo definitivamente contra Roma.
1.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. PRINCIPALES
APORTACIONES ROMANAS EN LOS ÁMBITOS SOCIAL, ECONÓMICO Y
CULTURAL.
En el contexto de la 2ª G. Púnica, Roma entra en la P. Ibérica, conquistando el territorio
en un proceso que va desde el SIII hasta el SI aC. Esta conquista tiene 3 fases:
- 1ª fase, 2ª G. Púnica (218-201aC), sometiendo a las tropas y aliados indígenas
de los Barca, tomando Sagunto, Cartago Nova, Gadir, valles del Ebro y
Guadalquivir junto a los íberos de la costa mediterránea.
- 2ª fase, Guerras lusitano-celtibéricas, (155-136 aC.) Combaten a Viriato y su
guerra de guerrillas, y a Numancia, siendo asediada por Escipión, símbolo de la
resistencia ibérica. Ocuparon las mesetas con gran esfuerzo humano.
- 3ª fase, Guerras Cántabras (29-19aC.), con la victoria sobre los Astures,
Cántabros y Vascones a manos del emperador Augusto.
Romanización es la asimilación de las formas de vida romanas en mayor o menor grado
en los diferentes territorios peninsulares. Como ejemplos tenemos la adopción de la
lengua, el LATÍN, el DERECHO, la religión politeísta y el CRISTIANISMO
posteriormente, las OBRAS PÚBLICAS como acueductos, arcos, calzadas, circos,
administración, división provincial, social (libertos y esclavos) y dando al imperio,
personajes universales como Séneca, Marcial, Quintiliano, Adriano, Trajano, etc.
1.4. EL REINO VISIGODO: ORIGEN Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA. LOS CONCILIOS.
Tras la crisis romana del SIII, Hispania, es invadida por pueblos barbaros y bizantinos.
En el 409, los Suevos ocupan Gallaecia, los Vándalos la Bética, y los Alanos la Lusitania
y Cartaginensis. El imperio manda a los visigodos para que los expulsaran, y crearan el
reino de Tolosa (Francia e Hispania) mediante un pacto de Foedus con Roma.
Posteriormente tras ser expulsados por los Francos, crearan el reino de Toledo (507)
que tratará de consolidarse unificando 3 aspectos.
- Territorio, con Leovigildo y Suitila, que expulsarán a Suevos y Bizantinos de la
península
- Religiosa, con la conversión de Recaredo al Catolicismo en el 589.
- Jurídica, con Recesvinto, que publicará como única ley del reino el Liber
Iudiciorum. 654
Para el control del reino con poblaciones dispares, se apoyan en las siguientes
instituciones:
- Asamblea de hombres libres, que escoge al rey, siendo una monarquía electiva
e inestable.
- Officium Palatinum, miembros de confianza de la nobleza que llevaran la
administración del tesoro, impuestos, etc. Dentro de ella destacan, el Aula Regia,
órgano consultivo con miembros de la nobleza y los concilios, reunión de
carácter religioso que justifica la autoridad real de origen divino, a cambio de
privilegios, velar por el cumplimiento de las leyes y control social.
- División provincial con Duces y Comes al mando de los territorios.
BLOQUE 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN
CONSTANTE CAMBIO (71-1474)
2.1. AL ÁNDALUS: LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.
EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA.
Aprovechando la guerra civil visigoda, entre Don Rodrigo y el bando de Witiza, los
pueblos musulmanes del Norte de África (árabes y bereberes), liderados por Tariq,
venzan a los visigodos en la batalla de Guadalete (711), destrozando al ejercito real. En
un plazo de 3 años, conquistan la península, exceptuando algunas zonas en el norte.
Esta expansión se da por pactos, capitulaciones y la pasividad de la población
hispanorromana, frente a los visigodos.
Habrá 3 periodos históricos del SVIII al SXI de la presencia musulmana en la península.
- Emirato dependiente de Damasco, (711-756) siendo Al Andalus una provincia
más del Imperio Islámico.
- Emirato Independiente de Bagdad (756-929) se pasa la capital a Bagdad, tras el
asesinato de los Omeyas a manos de los Abassies. El último de los Omeyas,
Abderraman I, consigue escapar llegando a la península y proclamándose Emir.
Habrá luchas internas entre árabes y bereberes, y levantamientos populares de
mozárabes y muladíes contra el poder.
- Califato de Córdoba (929-1031), Abderraman III se desvincula religiosamente,
fundando el califato con capital en Córdoba, siendo un lugar de esplendor cultural
con Al-Hakam II y de expansión cuando Almanzor ostenta el poder, sustituyendo
al califa. Tras esto llegará un periodo de inestabilidad con las Taifas.
2.2. AL ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ.
Con los conflictos internos de 1031, los gobernadores se independizan de la tutela del
califato y se proclaman reinos independientes (Taifas), cuyo enfrentamiento propiciará
el avance cristiano. Estas Taifas, tienen en común, su distribución por etnias y familias,
su debilidad política, la necesidad de pagar parias a reinos cristianos para su protección
frente a otras Taifas y un gran esplendor cultural.
En 1085, Alfonso VI conquista la Taifa de Toledo, lo que alarma al resto que piden ayuda
a los almorávides, imperio Bereber del Norte de África, fundamentalistas religiosos, que
derrotaran a los cristianos en Sagrajas (1086) y reunificaran Al Andalus. Tras su declive,
llega un 2º periodo de Taifas que serán reunificadas de nuevo por los Almohades (1146),
imperio que instaurará una ortodoxia religiosa en Al Andalus, tras vencer a Alfonso VIII
en Alarcos. Llegarán a la confrontación de las Navas de Tolosa (1212), donde las tropas
cristianas se imponen, cambiando el signo de la reconquista y sometiendo a los reinos
musulmanes. Estas Taifas irán siendo conquistadas, por Alfonso X, Fernando III o Jaime
I como protagonistas, hasta la conquista de las 3 coras del reino nazarí de Granada por
los Reyes Católicos en 1492.
2.3. AL ÁNDALUS: ECONOMÍA, SOCIEDAD Y CULTURA.
La Sociedad islámica será heterogénea y de vida mayoritariamente urbana, con una
división religiosa, entre musulmanes (árabes, musulmanes, y muladíes) y no
musulmanes (Judíos y Mozárabes). Hay jerarquización según la clase social, existiendo
nobleza de sangre o de servicio (funcionarios). Por debajo habrá comerciantes,
burguesía urbana, artesanos, médicos, juristas, etc. En el último rango los muladíes
(que podían tener riquezas) y los esclavos.
La economía se basaba principalmente en la agricultura, impulsándola con el uso de
acequias, norias, cultivos (algodón, caña de azúcar, arroz, etc), por la etnia árabe. En
cuanto a la ganadería, el cerdo, perderá protagonismo frente a otras especies como la
equina, siendo los bereberes los que se dedicarán a ello. La minería crecerá, con
importancia del uso de plata y oro en monedas, con dinares y Dírhem. En la Artesanía
los productos de lujo y textiles tendrán el protagonismo junto con armas o brocados.
Serán comercializados en rutas, por el Mediterráneo, África y la ruta del oro de Sudán,
hasta la India y Bizancio, pasando por Europa. En el interior urbano, estará el zoco
donde comerciaban con esos productos.
Durante la presencia islámica el arte floreció en poesía, matemáticas, filosofía
(Maimónides y Averroes), y edificios como la Mezquita de Córdoba y la Alhambra.
2.4. LOS PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA CRISTIANA. PRINCIPALES
ETAPAS DE LA RECONQUISTA. MODELOS DE REPOBLACIÓN.
El reino de Asturias nace tras la batalla de Covadonga (722) y la proclamación de Don
Pelayo como Rey. Alfonso II trasladará la capital a Oviedo, y Alfonso III llevará el
territorio hasta el Duero, hasta que Ordoño II pasará la capitalidad a León. El conde
Fernán González, independizará los condados Castellanos, convirtiéndolos en un reino.
Del SX hasta el SXII, veremos el freno al impulso reconquistador en la zona del Tajo
con la llegada de almorávides y almohades, pese a llegar tímidamente al Guadiana y
Jucar. En el SXIII con la victoria de las Navas, se acabará sometiendo a las diferentes
Taifas Musulmanas hasta Granada en 1492.
En los Pirineos nacerán una serie territorios que acabarán configurándose como reinos
independientes. En el Pirineo Occidental, se creará el reino de Pamplona (Navarra) con
la familia Arista, que alcanzará su esplendor con Sancho III. En el Pirineo Central, a la
muerte de Sancho III, alcanzará su independencia el reino de Aragón, uniéndose a los
condados de Sobrarbe y Ribagorza. Este reino aragonés, mediante políticas
matrimoniales, pasará a absorber a los condados catalanes del Pirineo Oriental con R
Berenguer IV. Entre el SX y el SXII llegarán hasta el valle del Ebro. Posteriormente a
partir del SXIII se anexionarán Mallorca y Valencia con Jaime I.
Las repoblaciones serán de tipo Presura, Concejil, de órdenes militares y Repartimiento
2.5. LOS REINOS CRISTIANOS EN LA EDAD MEDIA: ORGANIZACIÓN POLÍTICA,
RÉGIMEN SEÑORIAL Y SOCIEDAD ESTAMENTAL.
La sociedad en los reinos cristianos estaba jerarquizada, con nobleza (alta y baja) y
clero, y pueblo llano en el grupo no privilegiado. Junto con ellos, habrá mudéjares
(musulmanes en tierras cristianas), y judíos, que suele vivir en el ámbito urbano. En el
régimen señorial, se instaurarán los vasallos en los señoríos jurisdiccionales.
Fruto de las guerras, el hambre, la peste, y las crisis, económicas y sociales, habrá
conflictos como las persecuciones religiosas. Estos conflictos, hará que los nobles ante
el descenso de sus rentas, presionen más la carga fiscal de sus siervos, surgiendo
levantamientos populares, como los payeses de Remensa, los Irmandiños, los forans, y
la Busca contra la Biga, en el entorno de las ciudades. Estas crisis antiseñoriales, serán
aprovechadas por la monarquía para tratar de debilitar a la nobleza y obtener más poder,
lo que acabará degenerando en guerras civiles en Castilla con la llegada de los
Trastámara al trono, y posteriormente a Aragón y en Navarra. Esto provocará un
retroceso del crecimiento demográfico y movimientos poblacionales que conformarán
una nueva sociedad a las puertas de la edad moderna.
2.6. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE CASTILLA, DE LA CORONA
DE ARAGÓN Y DEL REINO DE NAVARRA AL FINAL DE LA EDAD MEDIA.
En Castilla, tenemos una monarquía de origen divino, autoritaria, poder centralizado y
con una legislación basada en el derecho romano y las partidas de Alfonso X. Entre sus
instituciones estarán unas cortes consultivas, usadas para pedir fondos y recursos. Este
reino contará también con la Cancillería, el Consejo Real, donde el rey es asesorado, y
la Audiencia o Chancillería Real donde se aplicará la justicia real y la Hacienda.
En la corona de Aragón, veremos una confederación de varios reinos con un virrey al
frente. La monarquía será más debil, más descentralizada y pactista con la nobleza. Las
instituciones serán parecidas a las castellanas, con unas cortes, en este caso
vinculantes, con poder de decisión y en cada uno de los territorios que configuran la
corona de Aragón. Habrá órganos de vigilancia de las decisiones tomadas en ellas, con
las Generalitat y la diputación. La Audiencia Real contará con el justicia mayor de
Aragón, y habrá consejo Real y Cancillería. El control de estas instituciones provocará
conflictos y revueltas populares.
En Navarra, la monarquía será de un carácter más débil, limitada y con injerencias por
parte de Aragón y Castilla, que tratarán de influir en sus políticas. Como el resto de
reinos, contará con instituciones como las cortes o la diputación.
BLOQUE 3. LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN
MUNDIAL (1474-1700)
- 3.1. LOS REYES CATÓLICOS: UNIÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE
GOBIERNO.
Los RRCC, Isabel y Fernando, se casan en 1469, provocando la apertura del conflicto
dinástico que ocurrirá a la muerte de Enrique IV (1474), entre los partidarios de Isabel
(Parte de Castilla y Aragón), frente a los de Juana la Beltraneja, (Alfonso V de Portugal,
Francia y una minoría castellana). Este conflicto terminará con la firma del “Tratado de
Alcaçovas”, en donde Isabel es proclamada reina y firma acuerdos territoriales con
Portugal, acabando Juana en un convento.
Mediante la firma de la “Concordia de Segovia” en 1475 por los RRCC, se proclamará
la unión dinástica y personal, pero no de los reinos, que tendrán sus instituciones
funcionando de forma independiente. En Castilla, el consejo Real que aconseja en
política y justicia, la cual, también contará con los corregidores y las Chancillerias de
Valladolid y Granada. Las cortes perderán fuerza al no ser casi convocadas. Se
controlarán las Ordenes Militares y con la Sta Hermandad, la seguridad de los caminos.
En Aragón los fueros se mantendrán y se potenciará a los Virreyes. Podrán contar con
el derecho de presentación y patronato. La inquisición será un órgano supranacional y
se irá hacia la construcción de un estado moderno, abandonando el feudalismo e
incrementando el poder real.
- 3.2. EL SIGNIFICADO DE 1492. LA GUERRA DE GRANADA Y EL
DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA.
El 2 de enero de 1492 se culminará un proceso que comenzó en 1481, con la toma de
Alhama y Málaga y terminará con la rendición de Granada, aprovechándose los RRCC
de la guerra civil entre Muley Hacén, su hermano El Zagal y el hijo del emir y vasallo de
los RRCC, Boabdil. Tras someter la ciudad al asedio, se firman las capitulaciones, dando
libertad religiosa a los mudéjares, (que no será respetada). Con ello se consigue la
unidad en la fe y parte de la unidad territorial, (la cual finalizará con la unión de Navarra
en 1512) siendo este, el proyecto de ambos monarcas.
Tras la toma de Granada, se da luz verde al proyecto presentado por Colón de llegar
por occidente a la ruta de las especias de Asia. Los RRCC firman con el marino genovés,
las capitulaciones de Santa Fé, propiciando el primer viaje que saldrá de Palos (Huelva)
el 03/08/1492, y que tocará continente americano (San Salvador) el 12/10/1492,
pasando previamente por Canarias. La confrontación llegará con Portugal, la otra
potencia en las colonizaciones atlánticas, con la firma por parte del Papa Alejandro VI
de las “Bulas Inter Caetera”, y que se zanjará con la firma del Tratado de Tordesillas en
1494, en donde se trasladará la división del atlántico de 100 a 370 millas hacia el Oeste.
- 3.3. EL IMPERIO DE LOS AUSTRIAS: ESPAÑA BAJO CARLOS I. POLÍTICA
INTERIOR Y CONFLICTOS EUROPEOS.
Carlos de Habsburgo recibirá una herencia formidable, siendo por parte materna, rey de
España y sus posesiones en 1517 y por parte paterna, emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico, junto con el resto de patrimonio Borgoñón en 1519. Este conjunto
de territorios, le acarreó, una activa política exterior, tratando de someter a los piratas
berberiscos que acosaban en el Mediterráneo, defendiendo la fe católica contra los
Turcos y frente al incipiente luteranismo en los territorios imperiales. Por la hegemonía
en Italia se enfrentó a Francia, hasta el final de su reinado. En el interior peninsular,
luchó contra las Comunidades (1520-1522), movimiento castellano, que surge como
queja hacia los consejeros flamencos y la regencia de Adriano de Utrech, en el contexto
de su elección imperial. Pedían menor poder real e impuestos, junto con una mayor
presencia de las Cortes en la toma de decisiones. Tras la batalla de Villalar, acabará
esta rebelión, ajusticiándose a sus instigadores (Padilla, Bravo y Maldonado). Venció
también a las Germanías (1519-1523), movimiento social en la zona de Valencia y
Mallorca, donde los gremios y campesinos se levantaron frente a los señores y
mudéjares en un clima de epidemia de peste.
- 3.4. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II. GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN.
LOS PROBLEMAS INTERNOS. GUERRAS Y SUBLEVACIÓN EN EUROPA.
Felipe II (1556-1598), será el paradigma de un gobierno y administración meticulosas,
manteniendo y potenciando las instituciones anteriores (a excepción de las cortes),
como los consejos, secretarios y juntas, formadas por españoles. Delegará en Virreyes,
gobernadores y un gran ejercito el control de sus vastos territorios. Fijará la corte en
Madrid, pero optará por un modelo estatal descentralizado. A pesar del oro americano
y los impuestos, tendrá varias bancarrotas.
En el interior vivirá la rebelión de las Alpujarras (1568-1570), protagonizada por Moriscos
y las alteraciones de Aragón (1590-1592), en el contexto del caso “Antonio Pérez” con
la ejecución del Justicia Mayor de Aragón. En el exterior, defendiendo su patrimonio y
la fe, venció a Francia en San Quintín 1557, firmando la paz de Cateau-Cambresis 1559,
al imperio Otomano en Lepanto (1571), la sublevación de los Países Bajos en 1566 y
vivió el fracaso de la armada invencible contra Inglaterra en 1588. Conseguirá unir las
coronas españolas y portuguesa, tras ser nombrado rey en las cortes de Tomar en 1581,
como hijo de la emperatriz Isabel de Portugal.
- 3.5. EXPLORACIÓN Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA. CONSECUENCIAS DE LOS
DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA, EUROPA Y AMÉRICA.
Las primeras colonizaciones serán de carácter privado tras firmar capitulaciones con la
corona, repartiéndose los botines. Desde la zona caribeña, se lanzarán las diferentes
expediciones, como el descubrimiento del Pacífico por Nuñez de Balboa 1513, la vuelta
al mundo por Elcano en 1522, Chile con Valdivia, o el llegar a Florida con Cabeza de
Vaca. De vital importancia, será la conquista del imperio Azteca ante Moctezuma por
Hernán Cortés (1519-1522), fundando el Virreinato de Nueva España, y el del imperio
Inca por Pizarro y Almagro 1527-1533 frente a Atahualpa, fundando el Virreinato del
Perú, en los territorios del actual Ecuador, Perú y Bolivia.
La colonización se asentó sobre una serie de instituciones a ambos lados del Atlántico.
A pesar de ser jurídicamente súbditos de la corona española, a los indígenas a cambio
de evangelización y protección se les explotó mediante la encomienda y el repartimiento
donde reciben un pequeño salario. En el contexto de las explotaciones mineras, se
aplicará la Mita, de origen incaico. Habrá intentos infructuosos por parte de la corona y
personajes con De las Casas de invertir la situación, como con las leyes de Burgos y
leyes Nuevas. Llegaran productos novedosos a Europa mediante la Casa de
Contratación y llevaremos la cultura e ideas europeas a América.
- 3.6. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII: EL GOBIERNO DE VALIDOS. LA CRISIS DE
1640.
En el SXVII, pasamos del trabajo meticuloso de Felipe II, a la dejadez y el delegar las
funciones de gobierno por parte de los Austrias menores, a figuras no institucionales y
al margen de los consejos, los válidos. Con Felipe III destacó el corrupto Duque de
Lerma, que impulsó la nefasta expulsión de los moriscos en 1609. Con Felipe IV, el
reformista Conde Duque de Olivares, que propuso la Unión de Armas, el Gran memorial
y la red nacional de erarios en su proyecto centralizador de España, que obtuvo
reticencias plasmadas en revueltas en Andalucía, o Vizcaya. Con Carlos II tendremos a
Juan José de Austria, y a Nithard y Valenzuela en la regencia anterior de su madre,
enfrentándose a motines como los gatos de Madrid, los Barretines o las segundas
Germanías. En el contexto de la Guerra de los 30 años, las consecuencias de la
confrontación con Francia y la presencia de los tercios en Cataluña, trajo protestas de
los Segadors, que, en el corpus de sangre, depusieron al Virrey, buscando la tutela de
Francia. Tras los posteriores abusos franceses, en 1652 el condado barcelonés volverá
a la soberanía de Felipe IV. En Portugal, las políticas europeas poco interesantes para
su oligarquía, generó un clima de independencia que cristalizó en la proclamación de
Juan IV como nuevo rey, que apoyado por Francia e Inglaterra consiguió el
reconocimiento de la independencia portuguesa por parte de España.
- 3.7. LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA
ESPAÑOLA EN EUROPA.
Tras el gobierno pacificador de Felipe III tanto con Inglaterra o en la Tregua de los 12
años con Países Bajos, se iniciará al final de su reinado, la Guerra de los 30 años (1618-
1648), contienda Europea que enfrentó a católicos (emperador Fernando II y España),
frente a protestantes (Príncipes alemanes, Suecia, Dinamarca, y Holanda tras acabar la
tregua). Durante el reinado de Felipe IV, el conflicto acarreará la decadencia Española,
que tras décadas de guerra y agotamiento tanto militar como financiero, acusará la
entrada de Francia a favor del bando protestante en 1635, que, sin haber sufrido el
desgaste bélico del resto de países, aprovechará la crisis de 1640 con los movimientos
independentistas de Cataluña, Portugal o Andalucía, para tomar la iniciativa tras su
victoria Rocroi frente a los tercios, que precipitará la Paz de Westfalia, entre los
protestantes y los católicos, aceptándose la independencia de Holanda. El conflicto
seguirá entre España y Francia en el contexto de la rebelión catalana dando paso a la
firma del Tratado de los Pirineos, donde perderemos el Dominio de plazas en Flandes,
el Rosellón y la Cerdaña. Carlos II a pesar de perder el Franco Condado, conseguirá
parar el expansionismo de Luis XIV al formar la Liga de los Augsburgo junto a alemanes,
ingleses y holandeses.
- 3.8. PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA
DEL SIGLO XVII Y SUS CONSECUENCIAS.
La crisis que asoló Europa en el SXVII, tuvo una mayor repercusión en España, donde
la demografía descendió gravemente por las epidemias de peste, guerras, hambrunas
y la expulsión de 300.000 moriscos, que afectó principalmente al reino de Aragón. En la
economía, esta expulsión hará disminuir la producción agrícola (rentas de los nobles).
Por otro lado, la guerra fomentará el endeudamiento de la corona y la recesión de
sectores como la industria, el comercio, (tanto con américa, como en el interior) o en la
artesanía, que quedará en manos gremiales, ya que los recursos económicos se
destinarán a los conflictos bélicos. La pérdida de Países Bajos y sus telares tras
Westfalia, propiciará el descenso de la Mesta, a favor de una ganadería sedentaria al
reducirse las exportaciones de lana. Esta crisis durará hasta 1680, donde con Carlos II,
habrá una bajada tanto de impuestos, como de presión fiscal, que fomentará una
recuperación económica y demográfica. En el ámbito social, crecerán los nobles (que
se endeudarán y hará una venta de títulos) y el clero (forma de subsistencia). La
burguesía tratará de ennoblecerse para no pagar impuestos y el campesinado sufrirá lo
peor de esta crisis creciendo el número de mendigos y pícaros, que emigrarán a Madrid,
América o a la periferia peninsular.
- 3.9. CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE
CARLOS II Y EL PROBLEMA SUCESORIO.
Durante la minoría de edad de Carlos II, su madre, Mariana de Austria, llevó una
regencia apoyada en su confesor, el jesuita Nithard, y en el intrigante Valenzuela, que
creo una camarilla afín mediante la venta de títulos. Ambos acabaron sucesivamente
siendo desterrados por Juan José de Austria, futuro valido de Carlos II, al ser hijo
bastardo de Felipe IV y enemigo enconado de la regente. El privado Medinaceli,
consigue reflotar la economía mediante la contención en el gasto público y la bajada de
la presión fiscal, pero no evitó la aparición de conflictos como los Barretines de Cataluña
(por las malas cosechas e impuestos para la guerra), Las 2ªs Germanías de Valencia
(revuelta contra la nobleza por el pago a los señores tras la expulsión morisca) o el Motín
de los gatos de Madrid (por la subida del precio del pan, que causo el cese de
Medinaceli).
La incapacidad para tener descendencia de Carlos II, y la muerte del candidato escogido
por la regente, José Fernando de Baviera, hace que existan posteriormente 2 candidatos
a sucederle en el trono, Felipe de Anjou, candidato francés y Carlos de Austria,
candidato imperial. A pesar de los problemas jurídicos en la sucesión, la elección real
recae sobre el candidato Borbón, lo que no impedirá el conflicto sucesorio de la Guerra
de Sucesión en 1701.
BLOQUE 4: ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS
PRIMEROS BORBONES (1700-1788)
-4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL SISTEMA DE UTRECHT. LOS PACTOS DE
FAMILIA.
El conflictivo testamento de Carlos II, donde deja España a Felipe de Anjou, provoca un
conflicto europeo (Guerra de Sucesión 1701/1715) entre el candidato Borbón y Carlos
de Habsburgo. A Felipe de Borbón le apoyarán la Francia de Luis XIV y Castilla, mientras
que a Carlos le ayudará la Gran Alianza anti borbónica, y Aragón. En un principio, la
contienda favorece al aspirante austriaco, pero al heredar el Imperio, en 1711, se
precipita el final de la guerra tras el abandono de las tropas de la alianza, que desean
un acuerdo que fomente un equilibrio de fuerzas en Europa. Las victorias de Felipe en
Almansa, Brihuega y Villaviciosa favorecieron la firma de las paces de Utrecht 1713 y
Rastatt 1714. Inglaterra obtendrá Gibraltar y Menorca, junto a privilegios económicos,
como el navío de permiso, el fin del monopolio americano y el asiento de negros. Austria
recibirá Flandes junto a Milán, Nápoles y Cerdeña en Italia, mientras que Sicilia irá a
Saboya. Felipe V, tras comprometerse en no unir nunca las coronas francesa y
española, obtendrá el trono español y las posesiones de América.
Felipe V realiza el 1er pacto de familia, en la Guerra de Sucesión polaca 1733,
recuperando Nápoles y Sicilia, y el 2º Pacto de familia, en la Guerra de Sucesión
Austriaca 1743, obteniendo Parma. Carlos III hará el 3er Pacto de familia en 1761,
participando en las Guerras de los 7 años y de Independencia de EEUU, obteniendo
Florida y Menorca.
-4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA.
MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS.
Con la llegada de los primeros borbones (Felipe V, Fernando VI y Carlos III) se
implementarán en España los modelos centralistas y absolutistas de Francia. Fruto de
esta uniformidad, se promulgan los Decretos de Nueva Planta (Aragón y Valencia, 1707;
Mallorca, 1715; Cataluña, 1716), en donde se eliminarán los fueros, instituciones y
privilegios propios de los reinos de la corona aragonesa, como castigo por el apoyo dado
al archiduque Carlos, durante la guerra de independencia. Se cambió los Virreyes por
capitanes generales, desaparecieron las fronteras y aduanas y se creó la figura del
intendente. Se castellaniza el reino, absorbiendo las cortes castellanas a las aragonesas
en las cortes generales de todo el estado, siendo las únicas existentes, (junto con las
de Navarra, que, debido a su ayuda durante el conflicto sucesorio, mantendrán sus
fueros e instituciones). El ejército se irá profesionalizando, sustituyendo los regimientos
a los tercios, y creando la Guardia Real.
En América habrá 2 nuevos Virreinatos (Rio de la Plata y Nueva Granada) y 4 Capitanías
generales (Cuba, Guatemala, Venezuela y Chile). Habrá más control de la iglesia
tratando de disolver a los Jesuitas, controlar la inquisición y aplicar tanto el regalismo,
como el Patronato Universal, refrendados por la firma de un Concordato con el Vaticano.
-4.3 LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES
ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA.
CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA.
En Agricultura se tratará de cambiar el sistema de propiedad de la tierra (mayorazgos o
amortizaciones), mediante arrendamientos o la colonización de S. Morena. Debido al
crecimiento demográfico y de la demanda, se incrementaron las rentas de nobles y
clero, que no lo reinvertirán en la industria. A pesar de ello, y del sistema gremial, la
industria, crecerá con las manufacturas reales, industria naval y el proteccionismo.
El comercio mejorará por las ideas introducidas por las Sociedades Económicas de
Amigos del País, o la emisión de deuda pública por medio del recién creado Banco de
San Carlos. Las leyes de nueva planta y el catastro de Ensenada, fomentará las
contribuciones únicas en los diferentes reinos.
En América, los cambios introducidos favorecerán el crecimiento económico peninsular,
con la creación de las Cias comerciales, al estilo de las holandesas o inglesas,
(Guipuzcoana de Caracas), el reglamento de libre comercio que permitió a otros puertos
nacionales comerciar con américa o la llegada del navío de registro. A pesar de estas
medidas se seguía sin satisfacer la demanda americana desde la península.
Cataluña crecerá con la consolidación de una burguesía agraria, que obtendrá
excedentes comerciales con el vino, que invertirán en la futura industrialización textil.
-4.4. IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN. EL DESPOTISMO
ILUSTRADO: CARLOS III.
La ilustración es un movimiento cultural que nace en Francia y traerá reformas a la corte
española. Busca mediante la educación y el avance científico, la felicidad, la actitud
crítica y el uso de la razón. Propondrá un proteccionismo económico y será difundida
por Academias, Consulados, Sociedades Económicas de Amigos del País, Prensa y por
la creación de la Biblioteca Nacional y las Reales Academias de la Lengua e Historia.
Carlos III (1759-1788) llegará a España tras gobernar Nápoles, y será el ejemplo del
Reformismo Ilustrado típico del final del Antiguo Régimen, donde se buscarán políticas
benefactoras, pero sin contar con el pueblo. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Llegará con secretarios italianos que impulsarán reformas, pero tras el motín de
Esquilache, motivado por el cambio en la indumentaria madrileña y la liberalización del
precio del trigo, expulsará a este último, junto con los Jesuitas y se acabará rodeando
de Secretarios españoles como el Conde de Aranda, Floridablanca, Campomanes, etc.
Tomarán medidas como la urbanización de Madrid, colonización de Sierra Morena, inicio
de la Reforma Agraria, y la entrada en el 3er pacto de familia en el contexto de la Guerra
de los 7 años y la Independencia de EEUU.
BLOQUE 5: LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO
FRENTE A ABSOLUTISMO
5.1. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: ANTECEDENTES Y CAUSAS. BANDOS
EN CONFLICTO Y FASES DE LA GUERRA.
A la muerte de Carlos III, llega al poder su hijo Carlos IV (1789-1808), cuya nula
capacidad para el gobierno, junto con el desmoronamiento del Antiguo Régimen, el cual,
tras la Revolución Francesa 1789, empezará a desquebrajarse a lo largo del SXIX,
traerán una auténtica revolución política a España.
La subida de los precios, la bancarrota que propició la expropiación de bienes
eclesiásticos, las malas condiciones de vida, junto con el gobierno de Godoy, favorito
de la reina Mª Luisa de Parma, la cual, le aupó desde ser un guardia de Corps, hasta
ser el válido del rey, en detrimento de Floridablanca o el Conde de Aranda, (antiguos
ministros de Carlos III), fomentó la aparición de un grupo de oposición (partido
Fernandino) encabezado por el futuro Fernando VII.
La caída de la monarquía Borbónica en Francia, hará que se abandonen los Pactos de
Familia, y se inicie la desastrosa Guerra de la Convención, que acabará con la firma de
la paz de Basilea 1795 y Tratado de San Ildefonso. Tras esto, se iniciará un nuevo
periodo de amistad entre Francia y España que hará que luchemos en la Guerra de las
Naranjas y la batalla de Trafalgar 1805, con desigual resultado para España, y que
derivará en la firma del Tratado de Fontainebleau 1807 por Godoy, en el que se permitirá
el paso del ejército francés por España, que con la excusa de conquistar Portugal
(aliado habitual de Inglaterra, que sería dividida y repartida en 3 partes), terminará por
ocupar la parte Norte del Ebro, proponiendo Napoleón, fijar la frontera entre ambos
países en dicho rio.
Este escándalo, junto con el intento de Godoy de trasladar a la familia real a Andalucía
y posteriormente a América si hiciera falta, hará que el partido Fernandino realice un
motín en Aranjuez 19/03/1808, que provocará la caída de Godoy y la abdicación de
Carlos IV, en su hijo Fernando VII. Ante esta situación de crisis política, Napoleón
engañando a ambos monarcas, les invitará a ir a Bayona, con la idea de mediar en el
conflicto familiar. Una vez en territorio francés, el emperador obligará a Fernando VII a
abdicar de nuevo en su padre Carlos IV, el cual, renunciará a sus derechos dinásticos y
le dará la corona a Napoleón, que se la cederá a su hermano José Bonaparte (José I).
La suma de la presencia de las tropas francesas en la península, junto con “el cautiverio”
de la familia real, provocaron un levantamiento popular en toda España, iniciado el 2 de
mayo de 1808 en Madrid, en donde el pueblo, junto con oficiales del cuartel de
Monteleón, se sublevaron frente a los franceses, que respondieron con Murat al mando,
fusilando en Príncipe Pio a numerosos madrileños el 3 de mayo, dando paso a la Guerra
de Independencia (1808-1814).
Este vacío de poder hizo que en las zonas no ocupadas se erigieran nuevos poderes
locales, y provinciales, representados por Juntas, coordinadas todas por la Junta Central
Suprema, constituida en Aranjuez (septiembre-1808) y presidida por Floridablanca, que
dirigirá el ejército nacional y asumirá la soberanía nacional en nombre de Fernando VII.
Frente a estas Juntas, José I, con la idea de impulsar reformas que sedujeran a parte de la población (afrancesados), impulsa el Estatuto de Bayona, Carta otorgada que pretendía modernizar las estructuras políticas españolas tomando como modelo el sistema francés, con medidas como: supresión de Secretarías y Consejos por ministros,
abolición de la jurisdicción señorial, eliminación de barreras aduaneras, disolución de la Inquisición y reducción de conventos. A pesar de contar con unas cortes y ciertas libertades, seguiría un modelo autoritario a la imagen del usado por Napoleón en Francia. Los bandos en el conflicto estarán representados por: -José I, el ejercito napoleónico, los territorios ocupados y los afrancesados que pensaban que la llegada del Estatuto de Bayona traería las reformas necesarias para el país. -La resistencia popular, representada por liberales, absolutistas, clases populares y guerrilleros en nombre de Fernando VII. Este bando está dirigido por la Junta Centra Suprema, que se convirtió en un Consejo de Regencia que cedió la Soberanía Popular a las Cortes de Cádiz en 1810, creada como Asamblea Nacional Constituyente. Ambos bandos englobarían a la mayoría de la población, convirtiéndose en un conflicto de liberación nacional, con especial protagonismo de las guerrillas y las ciudades. La guerra tuvo 3 fases:
- 1ª Fase (mayo-octubre 1808): Las tropas francesas ocupan lugares estratégicos, desplegando un ejército de 17.000 soldados en forma de abanico. Algunas ciudades (Zaragoza o Gerona) se levantarán en armas y serán asediadas. Victoria de la Junta Central Suprema en Bailén, en julio de 1808, a manos del general Castaños sobre las tropas francesas del general Dupont, encargado de tomar Andalucía. Esta derrota hará que José I salga de Madrid, poniendo la corte en Vitoria y retrasando la frontera entre ambos bandos en el Ebro. El ejército español recibirá ayuda de los ingleses, los bandoleros y la población civil.
- 2º Fase (octubre 1808-julio 1812). Ante la humillación en Bailen, Napoleón entrará en España al mando de la Gran Arme (300.000 hombres), restableciendo a su hermano en el trono y rompiendo la línea de resistencia española venciendo en Uclés y tomando Zaragoza o Gerona. Ante ello, la Junta Central Suprema abandona Aranjuez y se traslada a Sevilla y Cádiz posteriormente. Las tropas francesas ocupan toda España, aunque en realidad serán solo las grandes ciudades y las vías de comunicación, dejando el campo en manos guerrilleras.
- 3ª Fase (julio 1812-1814) Ofensiva hispano-inglesa ante la retirada de las tropas por parte de Napoleón, pues necesitaba llevarlas a Rusia. La Junta Central Suprema firmará una alianza con Inglaterra que pondrá al mando al general Wellington, que venció a los franceses en Arapiles e invirtió el rumbo de la guerra, derrotándolos de nuevo en Vitoria y San Marcial. Consiguió que Pamplona se rindiera en Octubre y a principios de 1814 se terminan marchando de la península desocupando las últimas plazas en Cataluña.
Finalmente, Napoleón firmará con Fernando VII el Tratado de Valençay en diciembre de 1813, donde renuncia a la corona española, reconociendo al Borbón como rey. Este conflicto traerá una gran crisis con más de 300.000 muertos, exiliados, la paralización del país que llevará a un expolio artístico, social y jurídico de los pequeños avances que se venían viendo en las décadas anteriores.
5.2 LAS CORTES DE CÁDIZ. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
Durante la Guerra de Independencia (1808-1812), tendrán lugar las Cortes de Cádiz,
que traerán los inicios del liberalismo y los primeros intentos de acabar con el Antiguo
Régimen.
Durante el cautiverio de Fernando VII en Valençay, se crearán Juntas locales, Juntas
Provinciales y finalmente, una Junta Central Suprema que asumirá el gobierno de la
resistencia frente al invasor napoleónico.
Esta Junta Central Suprema se constituirá en Sevilla en 1808, donde, ante la ausencia
del monarca en la península, tras la pérdida de prestigio por las derrotas militares
durante el transcurso de la guerra y junto con el comienzo del proceso emancipador
americano, dará paso a un Consejo de Regencia en 1810, compuesto por tan solo 5
miembros en La Isla de León, Cádiz, que asumiendo la Soberanía Nacional en nombre
del rey, pondrá las bases de la Asamblea Nacional Constituyente que creará la
Constitución de Cádiz de 1812.
Los diputados venían de las clases medias, con una gran presencia de eclesiásticos
(solo 3 obispos), profesiones liberales como abogados, militares, funcionarios,
catedráticos, un médico, escritores, o comerciantes y también con miembros de las
colonias americanas que estuvieron representadas. La nobleza se encontraba en
inferioridad con 14 miembros de un total de 303.
Entre estos 303 diputados había 3 tendencias. Los Liberales, partidarios de grandes
reformas revolucionarias, los Jovellanistas (ilustrados), partidarios del reformismo
ilustrado, y los Absolutistas que deseaban blindar dando más poder y atribuciones al rey
manteniendo el AR.
La Asamblea Nacional Constituyente promulgó el 19 de Marzo (La Pepa), la
Constitución de 1812, siendo la 1ª ley aprobada en un Parlamento, que entre sus
medidas y reformas proponía:
- Soberanía Nacional (tanto de España como de sus Colonias), representada en
las Cortes y no en el Rey. El Rey no podrá disolver las Cortes, las cuales deben
convocarse anualmente durante un periodo de 3 meses y aceptar una monarquía
constitucional.
- División de poderes con un legislativo encarnado en las Cortes Unicamerales y
el Rey, con derecho de Veto transitorio de 2 años. Un ejecutivo encabezado por
el Rey y los ministros que este escoja y un judicial representado por los
Tribunales de Justicia.
- Sufragio Universal masculino e indirecto, (ser mayor de edad y con ciertas
rentas).
- Derechos básicos como imprenta y prensa (no en los textos religiosos),
educación, inviolabilidad del domicilio, etc.
- Igualdad ante la ley, eliminando diferencias estamentales, privilegios fiscales o
jurídicos. Excepto en el ejercito e iglesia, que tienen muchos diputados de estos
grupos en Cádiz.
- Creación de un ejército Nacional, “la Milicia Nacional”, para proteger la
Constitución.
- Catolicismo religión oficial, no dando permiso a la libertad de culto. (Muchos
eclesiásticos).
- Supresión del Consejo de la Mesta y de la Inquisición a pesar de la oposición del
clero.
- Igualdad Fiscal, mediante la eliminación de fueros no constitucionales, buscando
una uniformidad tributaria en todo el país. Eliminación de Aduanas interiores.
- Eliminación de los Gremios, dando paso a un sistema de producción y compra-
venta capitalista, tratando de liberalizar el comercio y la pobre industria nacional.
- Decreto de producción, contratación y comercio para impulsar los avances del
liberalismo económico.
- Desamortizaciones de propiedades de Afrancesados, de Órdenes Militares, de
monasterios destruidos por la guerra.
- Eliminación de monasterios de menos de 13 miembros con el fin de
Desamortizarlos.
- Supresión del régimen Señorial, Señoríos Jurisdiccionales y Mayorazgos. La
eliminación de estos estamentos medievales, acabará con el sistema feudal de
propiedad de la tierra y vasallaje de la población a los usos, derechos,
prerrogativas y dominación del señor sobre la población. El fin del mayorazgo,
privatizó la propiedad de la tierra, pudiendo a partir de entonces a dividirla,
venderla o explotarla de diferentes formas.
- Derecho de propiedad privada, fruto de todos los cambios anteriores y victoria
de los liberales, sobre cuya función pivota el capitalismo.
- Inicios de los intentos de organización territorial del país.
Por ello contaremos con una constitución que propondrá una monarquía constitucional
(las cortes juraron fidelidad a Fernando VII), en donde los liberales (sufragio censitario,
derechos civiles y de propiedad privada) y la iglesia (catolicismo religión oficial) serán
los grandes vencedores.
Las cortes funcionan hasta 1814, pero este texto no llegó a aplicarse debido al conflicto
bélico de la Guerra de Independencia contra Francia y a la abolición de la misma a la
llegada de Fernando VII tras el manifiesto de los Persas. A pesar de ello es un símbolo
del liberalismo.
5.3 EL REINADO DE FERNANDO VII: LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO.
EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS.
Tras firmar el tratado de Valençay con Napoleón (diciembre 1813) y el juramento de
fidelidad a su figura por parte de las Cortes de Cádiz, Fernando VII vuelve a España
dilatando su llegada a Madrid, para calcular los apoyos que tiene para abolir la
Constitución de 1812 que limita sus poderes. Un grupo de 69 diputados serviles, le
entregan el Manifiesto de los Persas, que dará paso a la firma del Tratado de Valencia
al ver el apoyo del General Elío y la poca representación de la constitución entre la
población española. Este Decreto eliminará toda acción realizada por las Cortes de
Cádiz.
Sexenio Absolutista (1814-1820). Tras abolir la constitución, disolverá las cortes y
empezará la caza de liberales que provocaran el primer exilio español y la eliminación
de ciertos derechos como el de libertad de prensa. Por otro lado, volverán antiguas
instituciones del Antiguo Régimen como la Inquisición, la Mesta, los Jesuitas o la
Sociedad Estamental, todo ello apoyado por la iglesia y los grandes terratenientes.
Los problemas derivados de un gobierno sin fuerza, una intensa crisis económica
motivada por los conflictos con las colonias americanas y la oposición liberal,
cristalizaran en varios pronunciamientos militares fallidos (Un jefe militar se revela
haciendo una proclama) como los de Espoz y Mina, Lazy o Porlier, hasta que en el
01/01/1820 triunfa el levantamiento de Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla) con las
tropas que irían a frenar las continuas sublevaciones de los caudillos iberoamericanos.
Trienio Liberal (1820-1823). El pronunciamiento de Riego, obliga al Rey FVII a seguir la
senda liberal, reponiendo la constitución de 1812 y sus leyes, como la eliminación de la
Inquisición, los Jesuitas y el Régimen Señorial, o la vuelta de los intentos
desamortizadores y la Milicia Nacional. Aprueban nuevas leyes como la supresión de
Monasterios, Reglamento de Instrucción Pública, el 1º Código Penal, la división de
España en 52 provincias.
Dentro de este trienio, habrá 2 grupos. Los Moderados o doceañistas, antiguos
diputados de Cádiz, como Argüelles y Martínez de la Rosa, que querían un Sufragio
Censitario y unas Cortes Bicamerales, para limitar la Soberanía Nacional y compartirla
con el monarca. Gobernaron de 1820-1822. El otro grupo son los Exaltados o
veinteañistas, revolucionarios como Mendizabal o Alcalá Galiano, que proponen
Sufragio Universal, Cortes Unicamerales y Soberanía Nacional. Gobiernan de 1822-
1823.
La oposición a este gobierno liberal será el ejército, que protagoniza algún levantamiento
como el de la Guardia Real, el campesinado, y el Rey, que estará detrás de la creación
de la Junta Absolutista de Bayona o la Regencia de Urgell, gobierno paralelo en su
nombre, ya que para ellos, este se encuentra cautivo por el gobierno liberal. Las
potencias europeas con Francia a la cabeza, mandarán a los 100.000 hijos de San Luis,
para socorrer al monarca y eliminar el gobierno liberal, con el Duque de Angulema al
frente, en el contexto de la Santa Alianza absolutista, creada tras la derrota de Napoleón.
Década Absolutista u Ominosa (1823-1833), Tras los últimos cambios, la vuelta al
absolutismo es complicada por lo que se pasará a un cierto reformismo moderado. Entre
las reformas veremos la creación del consejo de Ministros, el Mº de Fomento, los 1º
Presupuestos del Estado, El Código de Comercio, el Tribunal de Cuentas, el Banco de
San Fernando o la Bolsa de Madrid en 1831, con López Ballesteros como ministro.
La oposición llegará desde 2 frentes, por un lado, el liberal, tremendamente perseguido
mediante las Juntas de Purificación, con las ejecuciones de Riego, Torrijos o del
Empecinado. Por el otro lado estarán los Realistas o Apostólicos, en torno a la figura de
Carlos María Isidro, hermano de FVII, que representará el ala más absolutista de
España al oponerse al posible reinado de una mujer (Isabel II), debido a la pragmática
Sanción que abolía la Ley Sálica (Felipe V), la cual, prohibía reinar a las mujeres. Esta
Pragmática Sanción ya fue planeada por Carlos IV, pero será ratificada por FVII, el cual,
tras varios intentos infructuosos, será padre de 2 niñas. Los sucesos acontecidos en la
Granja con Calomarde al frente, darán paso a la creación del partido Carlista que luchara
en varias guerras civiles a lo largo del SXIX.
Emancipación de América. Durante este primer tercio de Siglo, se dará en las colonias
americanas un proceso emancipador motivado por varios factores, como son la
Independencia de EEUU, el influjo de las ideas de la Ilustración, la Revolución Francesa
o las Cortes de Cádiz, el apoyo a la insurrección por parte de Inglaterra, la gran presión
fiscal a la que se somete a dichos territorios fruto de las reformas borbónicas del SXVIII
que dejaban a los criollos fuera de la representación política, o la debilidad de España
tras la Guerra de Independencia y sobre todo tras el desastre de la Armada en Trafalgar.
1º Fase 1810-1815: La burguesía criolla trata de levantarse aprovechando la debilidad
española inmersa en la Guerra de Independencia y buscará romper el monopolio
comercial español. Deponen Virreyes, crea Juntas y no acepta la autoridad de la Junta
Central Suprema. A pesar de ello, España consigue controlar la mayoría de las
rebeliones protagonizadas por el cura Hidalgo en México, o Simón Bolivar en Venezuela.
2ª Fase 1816-1824: Se alcanzará la independencia efectiva de la parte continental
americana a pesar de mandar efectivos militares. Argentina lo hará en 1816, Ecuador y
Venezuela serán liberadas por Bolívar tras la batalla de Carabobo, San Martín hará lo
mismo con Chile en 1818, Iturbide en México en 1824 y finalmente el ejército español
será derrotado en Ayacucho en 1824, dando la independencia a Bolivia y Perú al mando
de Sucre.
Solo quedarán islas como Cuba, filipinas, Puerto Rico o las Marianas, pasando España
a ser una potencia de 2º orden, y recibiendo un duro golpe la Hacienda, el Comercio, y
la industria Catalana.
Estas colonias seguirán bajo un segundo colonialismo del resto de países Europeos.
BLOQUE 6 - LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-
1874).
6.1 EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868): LA PRIMERA GUERRA CARLISTA.
EVOLUCIÓN POLÍTICA, PARTIDOS Y CONFLICTOS. EL ESTATUTO REAL DE 1834
Y LAS CONSTITUCIONES DE 1837 Y 1845.
El reinado de Isabel II (1833-1868) se divide en 2 periodos, las Regencias de la minoría
de edad (Mª Cristina 1833-1840 y Espartero 1840-1843) y el reinado efectivo (1843-
1868).
Durante la minoría de edad en la regencia de su madre Mª Cristina, se dará la I Guerra
Carlista (1833-1840), debido al problema de la cuestión sucesoria, donde, Carlos Mª
Isidro, hermano de Fernando VII, no acatará la Pragmática Sanción y buscará el trono
por medio de la aplicación de la Ley Sálica, mediante el Manifiesto de Abrantes.
Este conflicto enfrentará a 2 bandos, por un lado, los Tradicionalistas, del mundo rural,
deseosos de la vuelta del Antiguo Régimen, los Fueros, bajo el lema de (Dios-Patria-
Rey). En el otro bando, los Liberales, del mundo urbano, centralistas, pidiendo
Soberanía Nacional, y división de poderes.
La I G. Carlista se inicia tras el manifiesto de Abrantes en 1833, y tendrá 3 fases:
- 1833-1835. Avance de las tropas carlistas, que bajo el mando de Zumalacárregui
(muere asediando Bilbao), dominarán la zona de las Vascongadas, donde se
pondrá la corte de C. Mª Isidro que vuelve de su exilio portugués.
- 1835-1837. Repliegue Carlista tras el fracaso de las expediciones “Gómez y
Real”, en busca de efectivos y recursos, y la derrota en Luchana a manos de
Espartero y el ejército isabelino.
- 1837-1839. Triunfo liberal tras el abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto,
que tras la división de los Carlista se rendirá, tras pactar mantener los Fueros y
readmitir a los militares carlistas en el ejército isabelino.
El general Cabrera seguirá durante un año más el conflicto y posteriormente, habrá una
2ª G. Carlista 1846 (boda de Isabel II) y una 3ª con la revolución Gloriosa en 1869.
Los liberales tendrán 2 partidos, los Moderados (doceañistas) que piden Soberanía
Compartida (Rey-Cortes) y limitar derechos individuales y los progresistas
(veinteañistas) que desean Soberanía Nacional y limitar los poderes del rey. Tratarán
de acabar con el Antiguo Régimen.
En la Regencia de Mª Cristina (1833-1840), habrá una fase moderada (1833-1835) con
Cea Bermúdez o Martínez de la Rosa que buscarán consenso y propondrán el Estatuto
Real de 1834, Carta otorgada con un legislativo con 2 cortes (Estamento de Próceres
puestos por el rey y Estamento de Procuradores escogidos por sufragio restringido) y el
ejecutivo en manos del rey. No habrá Soberanía Nacional, ni derechos individuales.
El mal curso de la guerra, hará que una revolución liberal tome el mando (1835-1840),
donde Mendizabal comenzará la desamortización de bienes del clero, suprimirá
conventos, dará libertad de imprenta, tratando de acabar con el AR. Estas medidas
progresistas harán que Mª Cristina, trate de volver al moderantismo haciendo dimitir a
Mendizabal, lo que acarreará el pronunciamiento de la Granja, que dará lugar a un
gobierno progresista encabezado por Calatrava, que establece la Constitución de 1812
y eliminará el Régimen Señorial, el diezmo, el mayorazgo y la Ley Municipal. Publicarán
una nueva Constitución progresista en 1837 con Soberanía Nacional, Cortes
Bicamerales (Senado escogido por el Rey y Congreso mediante sufragio censitario),
división de poderes, derechos individuales, libertad de prensa, Milicia Nacional y
autonomía municipal. El tratar de limitar esta autonomía municipal por parte de la reina,
hará que la destituyan y pongan a Espartero como regente en lugar de Mª Cristina.
La Regencia de Espartero (1840-1843), llega tras un breve periodo de ministerio, hasta
que las Cortes le ponen como Regente. Pasó a tener un gobierno autoritario, en el que
bombardeo Barcelona por oponerse al Tratado de Libre Comercio con Inglaterra, lo que
generó una oposición de progresistas y Moderados que tras un pronunciamiento de
Narváez le hará dimitir.
El reinado efectivo (1843-1868), llegará tras nombrar la mayoría de edad de la reina con
13 años.
Década Moderada (1844-1854). Con Narváez al frente habrá reformas como sustituir la
Milicia Nacional por la Guardia Civil, y crear la Constitución de 1845, más moderada que
la de 1837 con Soberanía compartida entre Rey-Cortes, 2 Cortes (Senado vitalicio
escogido por el Rey y Congreso por Sufragio Censitario), Reforma fiscal, Concordato al
ver el Vaticano que ha perdido la batalla del Carlismo, nuevos códigos Penal y Civil, y
el control de la administración a nivel provincial y municipal. Frente a este
conservadurismo nacerá el Partido Demócrata que buscará Cortes unicamerales,
libertad religiosa, instrucción primaria, intervencionismo estatal y sufragio universal.
Bienio Progresista (1854-1856). Tras agotarse el sistema, se suspenderán las Cortes y
habrá el pronunciamiento de la Vicalvarada, por parte del General O´Donnell, al que se
le unirá el General Serrano, mientras Cánovas publicará el Manifiesto de Manzanares.
Este gobierno será dirigido por Espartero que repondrá la Milicia Nacional, la Ley de
Imprenta, del ferrocarril y Bancaria junto con la Ley electoral. Confeccionarán una
constitución que no se publicará en 1856. Madoz impulsará una nueva Desamortización
en 1855 que afectará a bienes tanto eclesiásticos, como municipales y estatales.
La crisis generada por estas medidas dará paso a un nuevo periodo en donde se
alternarán los Moderados, dirigidos por Narváez y el Partido de la Unión Liberal, partido
dirigido por O´Donnell de ideología liberalista centrista.
Este bipartidismo generará una amplia oposición que protagonizará la sublevación de
los sargentos del cuartel de San Gil, y el Pacto de Ostende, donde todas estas fuerzas
opuestas al sistema (progresistas, demócratas y republicanos) pactarán el buscar la
forma de hacer abdicar a la reina y convocar unas nuevas cortes constituyentes. La
muerte de O´Donnell y Narváez, dejará huérfanos a ambos partidos y la reina no sabrá
reconducir la situación, lo que dará paso a la “Revolución Gloriosa”, donde en
Septiembre de 1868 Prim y Topete junto a Serrano harán que la reina abandone España
y se exilie en París, tras vencer sin apenas lucha al ejercito real en Alcolea.
6.2 EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868): LAS DESAMORTIZACIONES DE
MENDIZÁBAL Y MADOZ. DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL A LA SOCIEDAD DE
CLASES.
Durante el reinado de Isabel II (1833-1868), se comenzará a realizar las medidas que
buscarán desmantelar el Antiguo Régimen para dar paso al Eº liberal.
Las desamortizaciones fueron la expropiación de tierras de las llamadas manos muertas
(Iglesia, municipios, nobleza), para ponerlas en el mercado mediante subasta pública
con el fin de sanear la hacienda pública, vacía por los gastos de la Guerra Carlista y
crear una nueva base de propietarios agrarios afines a la causa liberal, poco
representada en la España de la época. Como contra partida a la expropiación, el Eº
financiará los gastos del clero a pesar de ser excomulgados por el vaticano.
Las desamortizaciones comienzan con Godoy, las Cortes de Cádiz y el trienio liberal,
pero serán en las de Mendizábal y Madoz en donde se realizará realmente este proceso
de cambio en la propiedad de la tierra, buscando una mayor productividad y generación
de riqueza en ellas.
Desamortización de Mendizabal 1837, llega durante la revolución liberal (1835-1840) en
la regencia de Mª Cristina, tras el mal curso que lleva la I Guerra Carlista para las tropas
Isabelinas con el gobierno moderado de Cea Bermúdez y Martínez de la Rosa. La
llegada de un gobierno más progresista ve necesario el liberalizar el mercado de la tierra
para así dar un paso más en el intento de acabar con el AR. Para ponerla en marcha,
primero disolvieron las órdenes religiosas cuyas fincas pasaron a manos del Eº, a
excepción de las órdenes dedicadas a la educación o sanidad. El intento de crear una
burguesía agraria, aumentar el número de propietarios no dieron los frutos esperados,
pues se crearon grandes lotes de tierras para las subastas que no eran asequibles para
los pequeños propietarios y si para los grandes terratenientes.
Desamortización de Madoz 1855, afectó también a bienes municipales, estatales,
órdenes militares, etc a parte de los eclesiásticos y se dio durante el bienio progresista
(1854-1856). Se buscó poder conseguir capital para financiar obras de infraestructuras
como las del ferrocarril, arreglo de iglesias, amortizar la deuda, etc. El incrementar los
bienes desamortizados provocó unos ingresos del doble de los que generó la anterior
desamortización. El clima de reformas de este bienio junto con esta reforma, generó
conflictos con la reina y la ruptura de relaciones con el vaticano, pues se eliminó la
mayoría de conventos y se les quitó numerosos bienes.
Las consecuencias sociales fueron la configuración del actual reparto de tierras en
España, con latifundios en la mitad Sur y minifundios al Norte. La venta de terrenos
comunales, generó emigración campesina a las ciudades para trabajar como obreros o
a América, junto con la aparición de un campesinado sin tierra (proletariado rural) que
se convertirá en un foco de conflictividad social. Por ello, campesinado, municipios e
iglesia serán los grandes perdedores.
En la economía el Eº ingresó grandes capitales que le permitió modernizar estructuras
del país, la superficie cultivada aumentó, dando lugar a mayor cantidad de alimentos,
pero los municipios acusaron la perdida de terrenos comunales tanto en su número de
habitantes como en sus modos de vida. Políticamente, el intento de crear un grupo social
burgués afín al liberalismo, se quedó a medio camino, al ser las grandes fortunas las
que compraron la mayoría de las tierras.
En la sociedad, la ruptura con el AR traerá el paso de una sociedad estamental a una
de clases, en donde, las jerarquías sociales desaparecerán junto con los privilegios,
buscando una igualdad fiscal en el pago de impuestos, judicial y en cuanto a derechos
políticos. Se instaura jurídicamente la categoría de los ciudadanos, que se diferenciarán
acorde a su clase social, siendo una sociedad abierta y no cerrada como anteriormente.
La Nobleza perderá influencia, privilegios, pero no el poder, ya que siguió presente en
los altos cargos de la administración, del ejército y de la política. Económicamente su
situación mejoró al comprar muchos de los terrenos desamortizados, aliándose
mediante matrimonios con la burguesía financiera y controlando junto con ellos los
consejos de administración empresariales.
El clero será unos de los grandes perdedores de esta revolución, perderá sus fuentes
de ingresos, tierras, diezmo y el monopolio educacional. Su número de reducirá y se
convertirá en una de las grandes enemigas de los liberales que defendía la libertad
religiosa y separarla del Eº.
La burguesía pasará a ser la clase social dominante, ya que la igualdad jurídica le
permitirá la movilidad social y las desamortizaciones la adquisición de bienes donde
invertir sus capitales. Habrá una alta burguesía como empresarios, banqueros,
comerciantes grandes propietarios agrarios, alto funcionariado y administración y otra
más modesta de pequeños propietarios.
La clase media será en torno al 10% de la población y adquirirá importancia social,
formada por abogados, médicos, catedráticos y otras profesiones liberales.
El resto englobará las capas más bajas de la sociedad, con proletariado urbano,
campesinos, jornaleros sin tierras, o artesanos arruinados por la revolución industrial,
que formarán parte en su mayoría del sector primario, el cual, generará un 50 del PIB
y con un 70% de la población.
6.3 EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874): LA CONSTITUCIÓN DE 1869.
EVOLUCIÓN POLÍTICA: GOBIERNO PROVISIONAL, REINADO DE AMADEO DE
SABOYA Y PRIMERA REPÚBLICA.
La Crisis, el malestar social, el descredito de la reina y sus políticos, preparó el terreno
para un cambio político. El intento de golpe de Eº de la Sargentada del cuartel de San
Gil, derivó en el pacto de Ostende, donde todas las fuerzas de la oposición (progresistas,
demócratas y republicanos) propondrán el cambio y convocar elecciones
constituyentes. En septiembre de 1868 se dará la revolución “Gloriosa” con Prim, Topete
y Serrano al frente, que proclamando el manifiesto “España con honra” expulsará a la
reina, tras derrotar a su ejército en Alcolea, la cual, se exiliará en París, formándose un
gobierno provisional con Serrano al frente, que buscará instaurar la paz y el orden,
dentro de un clima insurrecto con Juntas revolucionarias por todo el país.
El gobierno provisional de Serrano, englobará a los unionistas de Topete y a los
progresistas de Sagasta, Zorrilla o el propio Serrano y entre sus primeras medidas
estarán disolver las juntas revolucionarias y el fuero eclesiástico, expulsión de los
jesuitas y convocar cortes constituyentes.
Tras la victoria en las elecciones de la coalición de Serrano, se redactará la constitución
de 1869 donde habrá soberanía nacional, división de poderes con el legislativo en 2
cámaras, ejecutivo en el rey con los ministros y el judicial con los jueces. Hay derechos
básicos como reunión, asociación, expresión, libertad religiosa (por 1ª vez) y sufragio
universal masculino. También se aprobarán la Ley electoral, la de matrimonios civiles,
los juicios con jurado, la Ley Orgánica del Poder Judicial y la reforma del Código Penal.
Todo estará bajo una monarquía democrática, pero tras la expulsión de los borbones no
hay reyes en España, por lo que Serrano ejercerá una regencia, mientras Prim como
presidente del gobierno, se encargará en buscar un nuevo monarca para la nación.
Entre los candidatos se descarta la vuelta de los Borbones a pesar de los intentos de
Cánovas de Castillo, que fundará el partido Alfonsino para la defensa de los derechos
de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Al final se decidirán por Amadeo de Saboya, hijo del rey
de Italia, para no molestar al resto de potencias europeas que pretenden imponer un
candidato afín a ellas.
En este año de 1868, se darán varios problemas como la Guerra de Cuba, los Carlistas
tratarán de imponer a su candidato como Rey (Carlos VII) y levantamientos por todo el
país.
Amadeo es nombrado rey en noviembre de 1870 por las cortes, pero tendrá un breve
reinado (1870-1873) debido al asesinato de su valedor (Prim), las fuerzas de la
oposición con, la 3ª G. Carlista, el partido Alfonsino, el conflicto cubano, la nobleza y
burguesía, junto con el mundo obrero y republicano que realizarán manifestaciones
pidiendo la abolición de la monarquía. Ante la falta de apoyos (solo el del partido
constitucional de Sagasta y el radical de Ruiz Zorrilla), Amadeo abdicará en febrero de
1873, y se proclamará la I República al reunirse las 2 cámaras en una sola Asamblea.
El primer presidente proclamado por la Asamblea será Estanislao Figueras,
escogiéndose una república unitaria como tipo de Eº, lo que enfadará a los republicanos
federales de Pi i Margall. Durante su breve gobierno su cometido fue convocar Cortes
Constituyentes, pero se enfrentó a problemas como la crisis de Hacienda, y los conflictos
con los Carlistas y Cubanos. Pudo promulgar una amplia amnistía, abolir la esclavitud
en Puerto Rico y eliminar las Quintas.
En estas primeras elecciones la victoria será para los Republicanos Federales que
proclamarán una República Democrática Federal con Pi i Margall como presidente.
Habrá 2 grupos, los transigentes (primero orden social y construcción colectivista, desde
arriba de la república) y los intransigentes (creación individualista y desde abajo de la
república, que traerá la paz social). Al resto de conflictos armados se unirá la revolución
cantonal de Cartagena que se extiende entre las capas de trabajadores y clase media
en la zona de Levante y Andalucía.
La división entre sus partidarios y la imposibilidad de aprobar la constitución hizo que Pi
i Margall dimitiera sucediéndole Nicolás Salmerón, el cual, se limitó a tratar de
reestablecer el orden, a pesar de dimitir por no querer firmar unas sentencias de muerte
contra revolucionarios.
Finalmente, Emilio Castelar le sucederá, dando un giro político a la república desde la
izquierda hacia la derecha para obtener poderes especiales que le permitan conseguir
un orden social y apagar los conflictos que se sucedían por todo el país. Ante la poca
estabilidad y unidad de los republicanos, el general Pavía a principios del 1874 disolvió
las cortes republicanas, devolviendo el poder a Serrano, que ejercerá de nuevo una
regencia dictatorial junto con liberales como Topete y Sagasta, hasta que el
pronunciamiento del general Martínez Campos finiquite este sexenio revolucionario y
proclame la vuelta de los Borbones bajo la figura de Alfonso XII y la ayuda de Cánovas,
líder del partido Alfonsino.
BLOQUE 7. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y
AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO (1874-1902)
7.1 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): CÁNOVAS DEL CASTILLO Y EL
TURNO DE PARTIDOS. LA CONSTITUCIÓN DE 1876.
Tras la disolución de las cortes por el General Pavía, se abre un periodo de regencia
por parte del General Serrano, en donde Cánovas del Castillo tratará de crear un clima
favorable al retorno de los Borbones en la figura de Alfonso XII. Para ello consigue que
Isabel II abdique en su hijo y proclama el manifiesto de Sandhurst (escrito por Cánovas)
donde pone a la monarquía como única solución a los problemas del Sexenio. El
pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto precipitará la llegada del rey.
A pesar de no tener el tiempo suficiente para crear una mayoría social afín a las ideas
de su partido alfonsino, conseguirá que Serrano dimita y tras la llegada de Alfonso XII,
le confirme como jefe del gobierno tras un breve periodo de gabinete-regencia.
Durante el reinado de Alfonso XII (1875-1885), Cánovas creará un sistema monárquico,
liberal, parlamentario, pero no democrático, que traerá estabilidad al Eª durante casi 40
años. Los objetivos de Cánovas durante esta restauración serán:
- Pacificar el país consiguiendo la paz con Cuba (paz de Zanjón 1878) que
mantenía un conflicto armado por su independencia y venciendo en la 3ª G.
Carlista (1876). Mediante la imagen de rey-soldado en Alfonso XII devolverá al
ejercito a los cuarteles evitando los habituales pronunciamientos visto en el
SXIX.
- Bipartidismo inspirado en el sistema parlamentario inglés de los Whigs y los
Tories, alternando en el poder a 2 partidos, Conservadores (Cánovas) y
Liberales (Sagasta), que consoliden la figura del Rey y las Cortes como
instituciones fundamentales. Alternándose con los liberales conseguirá que
estos eviten el pronunciamiento como forma de llegar al poder. El partido de
Cánovas (Conservador) lo forman antiguos moderados, unionistas y católicos de
la unión católica. Socialmente lo apoyarán la burguesía latifundista y financiera
junto con el clero y aristocracia. Por otro lado, el partido de Sagasta (Liberal)
tendrá a progresistas, demócratas y republicanos moderados, apoyados por
funcionarios, profesiones liberales y la pequeña burguesía comercial e industrial.
Para poder turnarse en el gobierno lo harán mediante el fraude electoral, en
donde se disolvían las cortes y se hacen elecciones, las cuales se amañaban
desde el Ministerio de la Gobernación que creaba el “encasillado”, que era la
lista de diputados provinciales que debían salir en cada provincia con la ayuda
de los gobernadores civiles. Una vez ganaba las elecciones esa lista electoral,
el rey les pedía formar gobierno. Los votos se imponían por presión o amenazas
por parte de los caciques locales, se compraban o se manipulaba el censo,
creando un sistema de fraude que se conoce como el Pucherazo.
- Constitución de 1876. Necesaria para darle estabilidad jurídica al régimen de la
restauración. Será una mezcla de la de 1845 y la de 1869, pero
predominantemente conservadora. Habrá sufragio universal masculino a pesar
de no tener validez debido al pucherazo. No hay división de poderes, ya que el
legislativo será bicameral y compartido entre rey y cortes, con un congreso
escogido por sufragio y un senado conformado en parte por designación real, y
otra parte por corporaciones y grandes contribuyentes, el ejecutivo lo tiene el rey
que escoge al jefe del gobierno y posee amplios poderes como un veto por
legislatura, disolver y convocar cortes, aprobar leyes, o ser el jefe del ejército. El
judicial estará en los tribunales como en 1869. En cuanto al credo, la religión
oficial será la católica, permitiéndose otros cultos de forma no pública.
Durante el reinado de Alfonso XII (1875-1885) gobernó el partido de Cánovas, excepto
entre 1181-1884 que gobernó Sagasta. En estos gobiernos conservadores se restituirá
el Concordato con el Vaticano devolviendo algunas tierras expropiadas y financiándoles,
se quitarán alcaldes y gobernadores civiles no afines a la restauración, para así facilitar
las prácticas fraudulentas del pucherazo, volverán militares depuestos durante el
sexenio, crearán la ley electoral, la ley de imprenta (pero eliminando periódicos no
afines), quitarán la libertad de cátedra y las asociaciones obreras por el creciente
movimiento proletario. Suspenderá los matrimonios civiles del sexenio.
En 1885, tras la muerte de AXII, su mujer, Mª Cristina de Habsburgo ejercerá la regencia,
en la que, tras el pacto del pardo, continuará con el sistema canovista (pactismo), que
una vez asentado crecerá en corrupción y fraude. Durante esta regencia el partido liberal
propondrá nuevas leyes como el código de comercio 1885, Ley de asociaciones 1887,
Ley de jurados 1888, el código civil 1889, o la Ley de Sufragio universal.
En 1895 se iniciará una nueva guerra en Cuba tras no aprobarse su Estatuto, que
acabará con la independencia de las últimas colonias españolas.
7.2 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): LOS NACIONALISMOS
CATALÁN Y VASCO Y EL REGIONALISMO GALLEGO. EL MOVIMIENTO OBRERO
Y CAMPESINO.
La Restauración Borbónica será un sistema monárquico liberal y parlamentario, no
democrático que traerá estabilidad al Eº durante casi 40 años, apoyándose en la figura
del Rey-soldado, la Constitución de 1876 y el turno y pacto de los partidos
conservadores (liderados por Cánovas) y Liberal (liderado por Sagasta), en el contexto
del pucherazo. Actuará bajo el gobierno de Alfonso XII y tras su muerte, en la regencia
de Mª Cristina, consolidándose tras la firma del Pacto del Pardo y enfrentándose a
problemas como la crisis de 1898 o la muerte de Cánovas.
Esto excluía al resto de fuerzas y organizaciones políticas, que, a pesar de la creciente
corrupción del sistema, tenían dificultades para integrarse en él debido a la poca
implicación de la sociedad.
- REPUBLICANOS: Movimiento muy fragmentado, pues el grupo de Castelar y
los posibilistas colaboraban con el turnismo y el partido liberal de Sagasta, otros
como Ruiz Zorrilla abogaban por acciones violentas y armadas, mientras que el
resto se dividían entre los que querían una república unitaria (Salmerón) y los
que buscaban una República federal como Pi i Margall.
- CARLISTAS: También divididos tras la derrota en la 3ª G. Carlista (1876), entre
los colaboracionistas con el turnismo, que querían crear un partido dentro de la
legalidad, que fuera a las elecciones liderados por Vázquez de Mella y los que
luchaban contra el régimen con Ramón Nocedal a la cabeza.
Se generaron movimientos nacionalistas y regionalistas que buscaban, en algunos
casos la independencia y en otros, una mayor descentralización política, apoyándose
en la creación y consolidación de instituciones propias que facilitaran una mayor
autonomía frente al turnismo.
- NACIONALISMO CATALÁN: Tiene su origen en las reivindicaciones culturales
y literarias de la Renaixença, que dio pie a la creación del Centre Catalá (1882)
que pedirá mayor autonomía política con el republicano federal Almirall al frente.
Estas peticiones se plasmarán en las Bases de Manresa, proyecto de Estatuto
de Autonomía impulsado desde la Unió Catalanista (1891). En 1901 se fundará
la Lliga Regionalista con Prat de la Riba y Francesc Cambó a la cabeza. Era un
partido burgués de corte conservador, apoyado por clases medias y altas de la
industria y la banca que deseaba una autonomía catalana, convirtiéndose en el
principal partido catalán en el primer tercio del SXX.
- NACIONALISMO VASCO: Sobre la base del antiguo Carlismo, este movimiento
pidió la restauración de los Fueros, criticó la industrialización, la inmigración, el
capitalismo, o el liberalismo, basándose en el tradicionalismo, el catolicismo, y la
sociedad tradicional. El PNV, será el partido que encabezará esta ideología,
fundado por Sabino Arana en 1895 y que durante el SXX irá variando desde el
independentismo al autonomismo en España.
- REGIONALISMO GALLEGO: De menor implantación social que el resto de
nacionalismos, este regionalismo nace a partir de un movimiento cultural llamado
“O Rexurdimento”. Manuel Murguía, será el líder político que buscará durante el
Turnismo la creación de un movimiento político que se plasmará en la Asociación
Regionalista Gallega.
En lugares como Andalucía o Valencia también habrá regionalismos de este tipo.
La llegada de las ideas marxistas desde diversos puntos de Europa tuvo un reflejo en la
España de la época. En un principio, nacerán dentro del seno de la fe católica como el
Círculo católico de Obreros de 1879. Desde el reinado de Alfonso XII 1875 y hasta el
gobierno de Sagasta (en la regencia de Mª Cristina), las organizaciones obreras
estuvieron prohibidas e ilegalizadas, pero en 1887 con la aprobación de la ley de
Asociaciones, estos grupos serán permitidos y legalizados.
Ideológicamente, tanto el movimiento obrero como el campesino, se dividirá en 2
corrientes, por un lado, las de carácter anarquista y por otro lado las de carácter
socialista.
El anarquismo tendrá su matriz en la FTRE (Federación de Trabajadores de la Región
Española) que será predominante en las zonas rurales, en las zonas de Andalucía y las
antiguas regiones de la corona de Aragón (Aragón, Cataluña y Valencia). Su gran
fragmentación y el uso de la lucha armada para reivindicar sus ideas, mediante
atentados y activismo sindical, hará que sean reprimidas con dureza y algunos se
radicalicen en la famosa “Mano Negra”.
El socialismo crecerá en el entorno de los obreros de las imprentas, que, junto con otros
trabajadores, fundarán en 1879 el PSOE, presidido por Pablo Iglesias, y posteriormente
en 1888 el sindicato de la UGT. Sus reivindicaciones eran mejorar las condiciones de
vida y laborales de los obreros y usaban para ello instrumentos como la huelga, la
negociación colectiva, peticiones al poder político, etc. Tuvieron en un principio menos
implantación que el anarquismo en el territorio nacional, pero fue ganando importancia
en los entornos urbanos.
Todas estas acciones sindicales fueron delitos y reprimidas hasta los inicios del SXX.
7-3 EL PROBLEMA DE CUBA Y LA GUERRA ENTRE ESPAÑA Y ESTADOS
UNIDOS. LA CRISIS DE 1898 Y SUS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS, POLÍTICAS
E IDEOLÓGICAS.
Tras la emancipación de la américa española en el primer tercio del SXIX, las
posesiones ultramarinas a finales del mismo, se reducían a las islas de Cuba y Puerto
Rico en el Caribe, y Filipinas junto con algunos islotes dispersos en el Pacífico.
En las islas caribeñas, la posición de España estaba sustentada por la presencia de
tropas y una administración que ayudaba a que su floreciente economía agrícola (azúcar
y tabaco) favoreciera a las élites sociales. Esta economía se basaba en el
intervencionismo español en materia fiscal, que impedía que las islas pudieran importar
y exportar productos a otros países europeos mediante fuertes aranceles, lo que
generaba grandes beneficios económicos en la metrópoli. Por otro lado, estaban
obligados a comprar productos textiles (principalmente catalanes) y harina a España.
Unido a esto, está la creciente influencia de EEUU, que buscaba nuevos mercados, la
nula posibilidad de autogobierno y el mercado esclavista donde parte de las élites
locales y peninsulares hacían negocio, como factores determinantes en el conflicto.
En Filipinas, había poca inversión y población española, y la dominación se basaba en
la presencia del ejército, junto con la labor misionera de varias órdenes religiosas. La
economía era predominantemente agrícola con una gran población indígena.
En Cuba, el movimiento independentista comienza en 1868 con el grito de Céspedes,
buscando una mayor autonomía política y abolir la esclavitud al igual que hizo Lincoln
en EEUU.
El primer intento de independencia será la Guerra de los 10 años (1868-1878), en donde
Martínez Campos acordará la Paz de Zanjón, prometiendo a los cubanos mayor
autonomía, eliminar la esclavitud y mayor libertad comercial. Al no cumplirse estas
condiciones, surgirá el Partido Liberal Cubano, formado por la burguesía criolla, y un
nuevo conflicto (Guerra Chiquita 1879-1880) que realzó el independentismo insular.
José Martí, líder independentista cubano, creó el Partido Revolucionario Cubano, y por
otro lado, en el Pacífico, José Rizal funda la Liga Filipina, buscando ambos partidos la
independencia de dichos territorios.
Desde España, se trata de calmar la situación con la Ley Autonómica Cubana (1895),
pero estos intentos serán estériles, debido a que la idea de la insurrección ya había
prendido en la sociedad cubana gracias a ciertos líderes como Martí, Máximo Gómez o
Antonio Maceo. España manda a Martínez Campos que no logra dominar la situación y
es sustituido por el general Weyler, que, tras algunos éxitos iniciales, no consigue
impedir el conflicto armado. Por el lado filipino Rizal es ejecutado, pero los movimientos
independentistas siguen vivos por medio de Aguinaldo.
Tras el asesinato de Cánovas, Sagasta ve necesario ceder ante ciertas pretensiones
cubanas, pero la intervención de EEUU, interesada en liberar a la isla de la soberanía
española, financiando a los líderes independentista cubanos, hará que se metan de lleno
en el conflicto tras la voladura del acorazado Maine (febrero de 1898), dando lugar a la
Guerra Hispano-Americana.
Esta guerra tendrá sus escenarios en Cuba y Filipinas, buscando EEUU favorecer sus
intereses económicos abriendo nuevos mercados. España será derrotada en las
batallas de Cavite y Manila en Filipinas y en la de Santiago en Cuba. La flota española
será barrida por la estadounidense.
Tras el Tratado de París (diciembre de 1898), España reconocerá la independencia de
Cuba y cederá a EEUU Puerto Rico, Filipinas y Guam a cambio de una compensación
económica. Un año después, liquidará el imperio colonial vendiendo las Marianas y
Palaos a Alemania.
Esto será conocido como el desastre del 98 y traerá una serie de consecuencias a
España:
- Económicas: Gran pérdida de ingresos por la pérdida del mercado colonial. Los
precios subieron y se amplió la política proteccionista, pero gracias a la
repatriación de los capitales a la península, que se invirtieron en el proceso de
industrialización española, hará que el golpe sea menor y se desarrolle la
industria y banca.
- Políticas: Dejamos de tener peso en la política internacional, hasta la
intervención en África. En el interior se inicia “el regeneracionismo” que tratará
de reformar y modernizar el país, con Silvela desde el partido conservador y
Canalejas desde el Liberal.
- Ideológicas: Aparece “el regeneracionismo” que critica el sistema político
canovista, y buscará el progreso de España. Será una corriente nacida de esta
crisis que exaltará la conciencia nacional con representantes como Almirall o
Joaquín Costa. Desde el mundo de la cultura la generación del 98 con sus
autores le darán voz.
- Entre otras consecuencias habrá un crecimiento del movimiento obrero que
protagonizará movilizaciones como las de la semana trágica y de los
nacionalismos, que tras la pérdida del mercado colonial aumentará su influencia.
Por otro lado, el descrédito del ejercito aumentará, lo que fomentará los intentos
del mismo de resarcir su honor durante el SXX con graves consecuencias para
este país.
BLOQUE 8. PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX: UN
DESARROLLO INSUFICIENTE
8.1 EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y MOVIMIENTOS MIGRATORIOS EN EL SIGLO XIX. EL
DESARROLLO URBANO.
Durante el SXIX las reformas económicas y liberales llevadas a cabo de forma paulatina y con
retraso respecto a otros países europeos, darán paso a grandes transformaciones en la
sociedad, cambiando del Antiguo Régimen a la sociedad contemporánea.
EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA. A partir de la Revolución Industrial, se dará un crecimiento
demográfico estable, en contraposición de los siglos anteriores, caracterizados por un
crecimiento muy lento de la población debido a la alta mortalidad. Esta población española del
SXIX se caracteriza por:
➢ Crecimiento moderado, pasando de 11 millones en 1800 a 18 millones en 1900. Será
un crecimiento más lento que en otros países europeos que doblaron la población
gracias a un mayor crecimiento económico.
➢ Este menor crecimiento es debido a la continuidad de las pautas demográficas del AR,
con alta natalidad y mortalidad, con crecimientos vegetativos bajos. Cataluña será la
excepción con un régimen demográfico moderno.
La alta natalidad (de las mayores de Europa, 35%) no será suficiente para mantener la
tasa de crecimiento demográfico de otros países europeos, pues a pesar de disminuir
la mortalidad a un 29%, seguía siendo la más alta de Europa, solo por detrás de Rusia.
La esperanza de vida en general no superaba los 35 años y es debido por 3 causas
principales:
- Crisis de subsistencia, con más de 10 a lo largo del SXIX. Las malas cosechas,
condiciones climáticas desfavorables, atraso tecnológico agrícola, malas
comunicaciones y otros factores harán que la producción de trigo sea escasa en
algunas ocasiones, lo que aumentará la mortalidad.
- Epidemias endémicas como el cólera, el tifus o la fiebre amarilla, a pesar de
desaparecer la peste, tan típica en siglos anteriores.
- Enfermedades endémicas como viruela, tuberculosis, sarampión, escarlatina, difteria,
etc que fueron la causa de muchas de las muertes de este siglo.
➢ Gran movimiento migratorio tanto en el interior peninsular (del campo a la ciudad)
como en el exterior (hacia Argentina y Cuba).
➢ Crecimiento urbano gracias al éxodo rural, siendo Barcelona, Madrid, País Vasco y
urbes de las costas españolas el destino de esta inmigración. Irán a las zonas
industriales, a pesar de continuar la mayoría de la población en medios rurales.
MOVIMIENTOS MIGRATORIOS. Debido a los grandes cambios económicos y sociales de este
siglo, esta inmigración será una variable importante en el ámbito demográfico.
- Migración interna. Debido a los efectos del liberalismo y de las desamortizaciones, la
sociedad rural creció dando lugar a una alta presión demográfica, lo que hizo que
gracias a la mejora de los transportes, muchos vayan a las ciudades como obreros bajo
la ilusión de una vida mejor. Parte de la inmigración será temporal y esporádica y otra
será de tipo definitivo, creando nuevos barrios en las ciudades. El destino más habitual
son las zonas urbanas industriales con necesidad de mano de obra proletaria, como
Barcelona, Madrid o Euskadi.
- Migración exterior. Motivada también por la presión demográfica y las malas
condiciones de vida, marcharán en busca de nuevas oportunidades personales sobre
todo a América, favorecida por el pasado común con España, siendo Galicia, Asturias y
Canarias los lugares con mayor emigración. Parte de esta población se irá a “hacer las
Américas”, creando fortunas que en algunos de los casos retornarán a la península,
siendo llamados “indianos”. Estos indianos colaborarán en el desarrollo de sus lugares
de origen, actuando como caciques locales.
EL DESARROLLO URBANO. A pesar de no llegar al nivel de otros países europeos, fue
considerable doblando la superficie urbanizada en la segunda ½ del SXIX. Inglaterra o Alemania
llegaron a multiplicar por 4 esta superficie, mientras España, se mantuvo a un nivel parecido al
del resto de países mediterráneos.
Tan alto crecimiento urbano, tienen su génesis en la migración del campo a la ciudad,
motivada por las desamortizaciones, la creciente industrialización, y las transformaciones
típicas del sistema liberal.
Fruto de esto, veremos procesos urbanizadores de los que aun quedan huellas en las ciudades,
como los ensanches de Cerdá en Barcelona, el de Castro o barrio de Salamanca en Madrid.
Otras ciudades como Zaragoza, Valencia o las vascas copiaron este modelo, que a la sombra
del creciente negocio inmobiliario, dio trabajo como obreros de la construcción a la creciente
mano de obra llegada del mundo rural.
Este crecimiento urbano motivó la construcción de infraestructuras y servicios públicos como
agua corriente, alcantarillado, iluminación y empedrado de calles, transporte público dentro
de la ciudad, transformando la fisonomía de las mismas.
8.2 LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX. EL SISTEMA DE
COMUNICACIONES: EL FERROCARRIL. PROTECCIONISMO Y LIBRECAMBISMO. LA APARICIÓN
DE LA BANCA MODERNA.
La economía del SXIX crecerá de manera lenta y con retraso, respecto a otros países del
entorno. Debido a los conflictos bélicos y políticos, estará estancada hasta 1840, empezando a
recuperarse a partir de esta fecha, y creciendo en el último tercio del SXIX.
El motor de la Revolución Industrial en el resto de países, fue la revolución agrícola, que elevo
la esperanza de vida, creo excedentes agrarios y económicos, que se utilizaron en impulsar y
financiar la naciente industria de dichos países. Al no existir un crecimiento de población, ni de
rentas por parte del campesinado, la demanda de bienes y servicios por parte de las clases
populares fue muy pequeña. Se continuó con un modelo económico del AR, primando el
sector primario y con escasa transferencia de población de este sector al secundario.
A pesar de los intentos por parte de algunos gobiernos de impulsar una industrialización en
España, los resultados fueron estériles y alejados de los objetivos que se pretendían. La
estructura económica seguirá siendo agrícola en su mayor parte, y el sector industrial y
servicios seguirán siendo minoritarios.
Nuestra industrialización fue lenta, incompleta y tardía. Hasta bien entrado en SXIX, la
producción era fundamentalmente artesanal y local, gracias al proteccionismo que beneficiaba
a estas industrias. En la Década Moderada y los ´50 habrá un crecimiento palpable que se verá
frenado por crisis como las del precio del algodón o el proceso desamortizador. Con la
Restauración Borbónica viviremos una recuperación de estos procesos industrializadores.
La industria textil catalana era la más desarrollada en España a lo largo del SXIX, motivado por
el proteccionismo estatal, los excedentes de la producción vinícola, el fracaso de los intentos
de implantación del libre comercio en España, la Ley de comercio con las Antillas de 1822 que
le abrió dicho mercado, avances tecnológicos como las máquinas de hilar, telares a vapor,
selfactinas, etc. Con la perdida de las últimas colonias en 1898, se verá frenada esta industria al
perder dichos mercados.
La industria siderúrgica se desarrollo en diferentes zonas como Málaga hasta mitad de SXIX, a
partir de este momento habrá desarrollo en Asturias y a finales del siglo en Vizcaya, donde se
fundarán los altos Hornos de Vizcaya y de Bilbao, que tendrán casi un monopolio en la creación
de acero creadas con capital mixto y sistema Bessemer.
El resto de industrias (agroalimentaria, química, papelera y minera) también vivirán cierto
impulso. Se publicó la Ley de Minas en 1868 que liberalizó el sector y la hizo crecer en zonas
como Riotinto, Almadén, La Carolina, etc.
En el tema energético habrá un déficit ya que nuestro carbón, materia prima fundamental en
la industrialización, es caro, de mala calidad, escaso y de poco poder calorífico. La segunda
Revolución Industrial traerá el uso de otras fuentes de energía como el petróleo y la
electricidad, los cuales serán explotados por empresas foráneas.
Por todo ello, España ocupará las últimas posiciones en el proceso industrializador europeo ya
que tanto nuestro mercado nacional como los capitales empleados era escasos e insuficientes.
Ante ello habrá una industria poco competitiva en la periferia peninsular (País Vasco y
Cataluña), que obligará a políticas proteccionistas por parte del Estado que será financiada con
capitales extranjeros.
Los transportes, elemento fundamental a la hora de impulsar la economía y la industrialización
eran antiguos y lentos. Durante la desamortización de Madoz, se tratará de impulsar el
ferrocarril (Ley General de Ferrocarriles 1855), con el uso de las rentas obtenidas en su
promoción. La Ley de Bancos y Sociedades de Crédito posibilitó la entrada de capitales
extranjeros, sobre todo franceses. Por parte del Estado se darán subvenciones y
desgravaciones a la importación de materiales y maquinaria. Esto dará pie a un predominio de
compañías extranjeras de este sector e inversión del poco capital privado español en el
ferrocarril, en lugar de la naciente industria nacional lo que disminuyó la producción de bienes
de consumo y servicios. Esto durará hasta 1876. Otros sectores que avanzarán será la
navegación a vapor y correos y telégrafos.
La red ferroviaria será radial con centro en Madrid, lo que acarreará malas comunicaciones
entre otros núcleos urbanos y un ancho de vía más estrecho al de Francia lo que nos aislará de
Europa.
El comercio interior se normalizó al unificar el sistema tributario, impuestos y resto de
diferencias fiscales entre los distintos territorios españoles. El avance en los transportes y el
sortear accidentes geográficos ayudó a ello.
El comercio exterior a pesar de perder las últimas colonias aumentó al ir introduciéndose
España en los diferentes circuitos comerciales europeos y atlánticos. A pesar de ello la balanza
comercial será deficitaria, con una mayor importación de productos manufacturados y
técnicos, frente a una menor exportación de materias primas y productos poco elaborados.
El proteccionismo fue una de las políticas económicas más recurrentes, como intento por parte
de la mayoría de países europeos de protegerse del imperio comercial inglés, el cual, estaba
más avanzado al del resto de naciones. Para proteger la industria nacional, veremos como se
aplican estas medidas que afectarán a la industria textil del algodón catalana, a los cerealistas
de Castilla y a los siderúrgicos vascos. España fomentará este proteccionismo a lo largo del
SXIX como con el Arancel de 1826, o durante la Restauración borbónica, a excepción de la
época del sexenio democrático con el Arancel Figuerola 1869, en donde se escuchan las
peticiones liberales de fomentar políticas de libre mercado y reducir el intervencionismo
estatal.
Importante también será el desarrollo de la banca y el sector financiero. Vemos los inicios en
época de Fernando VII y la creación del Banco de San Fernando en 1829 y la Bolsa de Madrid
en 1831. Posteriormente se impulsarán mediante la ley de Bancos y Sociedades de Crédito
1856, el asentamiento del sistema bancario, creándose el Banco de España 1856, el Banco
Santander y Banco de Bilbao en 1857, Banco hipotecario en 1872, etc. La presencia de
diferentes monedas y divisas en el territorio nacional, fue solucionado con la implantación de
la peseta como moneda oficial, facilitando las transacciones comerciales y logrando la
uniformidad monetaria.