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BLOQUE 1: LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA DESAPARICIÓN DE LA MONARQUÍA VISIGODA (711) 1.1. SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL PALEOLÍTICO Y NEOLÍTICO. LA PINTURA RUPESTRE. En la prehistoria (Desde el primer Homo, hasta la escritura), se da la hominización, que es el proceso de evolución desde los primates y homínidos (África) hasta el Homo Sapiens actual. Durante el paleolítico (1.000.000-10.000 aC), vemos grupos nómadas, de cazadores- recolectores, en cuevas y campamentos. En la P. Ibérica, los homínidos más antiguos son del Paleolítico inferior (1.000.000-100.000 aC) en Atapuerca, donde hay restos de Homo Antecessor y Homo heidelbergensis. Durante el Paleolítico Medio (100.000- 35.000) aparece el Neandertal, con algunas manifestaciones artísticas en Nerja. En el Paleolítico Superior (35.000-10.000 aC) aparece el hombre actual, el Homo Sapiens, creando pinturas en la oscuridad de las cuevas de Altamira o Tito Bustillo, con animales naturalistas, con policromía y buscando rituales chamánicos. En el Mesolítico, (10.000- 5.000aC.) aparecen nuevas formas de Arte, como el esquemático levantino, con ejemplos como Valltorta, Albarracín o en diferentes abrigos por la zona levantina, que continúan durante el Neolítico (5.000-3.000), donde veremos como las sociedades se vuelven sedentarias, tras el control de la ganadería y agricultura, con el uso de herramientas de piedra pulida, apareciendo la jerarquización social y la división del trabajo, con el cambio de una economía depredadora a una productora. 1.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS. LAS COLONIZACIONES HISTÓRICAS: FENICIOS Y GRIEGOS. TARTESOS. Entre los pueblos prerromanos, están los Íberos en la zona Mediterránea con un gran desarrollo debido al contacto con oriente, y existiendo élites tanto dirigentes como guerreras, tal y como se ve en sus ajuares. Se dedican a la ganadería y comercio. Los Celtíberos, serán pueblos de origen europeo. Son tribales, con jefaturas guerreras en las mesetas y castros elevados como Numancia, con una economía agrícola de subsistencia. Los Celtas, son las tribus y clanes menos desarrollados, con verracos, campos de urnas, agricultura, ganadería, pillaje, etc. Los Tartesos desde el Norte de África, se instalan en la zona del Valle del Guadalquivir. Formaron un protoestado con reyes (Argantonio), dedicándose a actividades agropecuarias, y con una importante actividad minera y comercial. Buscando el comercio, a España llegan los Fenicios desde el SVIII aC., fundando factorías como Gadir o Malaka. Traen el torno alfarero, el uso del hierro o del salazón. Los Griegos, llegan de Focea en el SVII aC, fundando colonias como Emporión o Rhodes. Traen la vid, el olivo, el asno, gallina, cerámica de lujo y la moneda para comerciar con los íberos a los que influirán. Finalmente, los Cartagineses, llegan en el VI aC, en el contexto de las guerras púnicas, fundando colonias como Ebussus y Cartago Nova, y perdiendo definitivamente contra Roma.

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BLOQUE 1: LA PENÍNSULA IBÉRICA DESDE LOS PRIMEROS HUMANOS HASTA LA

DESAPARICIÓN DE LA MONARQUÍA VISIGODA (711)

1.1. SOCIEDAD Y ECONOMÍA EN EL PALEOLÍTICO Y NEOLÍTICO. LA PINTURA

RUPESTRE.

En la prehistoria (Desde el primer Homo, hasta la escritura), se da la hominización, que

es el proceso de evolución desde los primates y homínidos (África) hasta el Homo

Sapiens actual.

Durante el paleolítico (1.000.000-10.000 aC), vemos grupos nómadas, de cazadores-

recolectores, en cuevas y campamentos. En la P. Ibérica, los homínidos más antiguos

son del Paleolítico inferior (1.000.000-100.000 aC) en Atapuerca, donde hay restos de

Homo Antecessor y Homo heidelbergensis. Durante el Paleolítico Medio (100.000-

35.000) aparece el Neandertal, con algunas manifestaciones artísticas en Nerja. En el

Paleolítico Superior (35.000-10.000 aC) aparece el hombre actual, el Homo Sapiens,

creando pinturas en la oscuridad de las cuevas de Altamira o Tito Bustillo, con animales

naturalistas, con policromía y buscando rituales chamánicos. En el Mesolítico, (10.000-

5.000aC.) aparecen nuevas formas de Arte, como el esquemático levantino, con

ejemplos como Valltorta, Albarracín o en diferentes abrigos por la zona levantina, que

continúan durante el Neolítico (5.000-3.000), donde veremos como las sociedades se

vuelven sedentarias, tras el control de la ganadería y agricultura, con el uso de

herramientas de piedra pulida, apareciendo la jerarquización social y la división del

trabajo, con el cambio de una economía depredadora a una productora.

1.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS. LAS COLONIZACIONES HISTÓRICAS:

FENICIOS Y GRIEGOS. TARTESOS.

Entre los pueblos prerromanos, están los Íberos en la zona Mediterránea con un gran

desarrollo debido al contacto con oriente, y existiendo élites tanto dirigentes como

guerreras, tal y como se ve en sus ajuares. Se dedican a la ganadería y comercio. Los

Celtíberos, serán pueblos de origen europeo. Son tribales, con jefaturas guerreras en

las mesetas y castros elevados como Numancia, con una economía agrícola de

subsistencia. Los Celtas, son las tribus y clanes menos desarrollados, con verracos,

campos de urnas, agricultura, ganadería, pillaje, etc.

Los Tartesos desde el Norte de África, se instalan en la zona del Valle del Guadalquivir.

Formaron un protoestado con reyes (Argantonio), dedicándose a actividades

agropecuarias, y con una importante actividad minera y comercial.

Buscando el comercio, a España llegan los Fenicios desde el SVIII aC., fundando

factorías como Gadir o Malaka. Traen el torno alfarero, el uso del hierro o del salazón.

Los Griegos, llegan de Focea en el SVII aC, fundando colonias como Emporión o

Rhodes. Traen la vid, el olivo, el asno, gallina, cerámica de lujo y la moneda para

comerciar con los íberos a los que influirán. Finalmente, los Cartagineses, llegan en el

VI aC, en el contexto de las guerras púnicas, fundando colonias como Ebussus y

Cartago Nova, y perdiendo definitivamente contra Roma.

1.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA. PRINCIPALES

APORTACIONES ROMANAS EN LOS ÁMBITOS SOCIAL, ECONÓMICO Y

CULTURAL.

En el contexto de la 2ª G. Púnica, Roma entra en la P. Ibérica, conquistando el territorio

en un proceso que va desde el SIII hasta el SI aC. Esta conquista tiene 3 fases:

- 1ª fase, 2ª G. Púnica (218-201aC), sometiendo a las tropas y aliados indígenas

de los Barca, tomando Sagunto, Cartago Nova, Gadir, valles del Ebro y

Guadalquivir junto a los íberos de la costa mediterránea.

- 2ª fase, Guerras lusitano-celtibéricas, (155-136 aC.) Combaten a Viriato y su

guerra de guerrillas, y a Numancia, siendo asediada por Escipión, símbolo de la

resistencia ibérica. Ocuparon las mesetas con gran esfuerzo humano.

- 3ª fase, Guerras Cántabras (29-19aC.), con la victoria sobre los Astures,

Cántabros y Vascones a manos del emperador Augusto.

Romanización es la asimilación de las formas de vida romanas en mayor o menor grado

en los diferentes territorios peninsulares. Como ejemplos tenemos la adopción de la

lengua, el LATÍN, el DERECHO, la religión politeísta y el CRISTIANISMO

posteriormente, las OBRAS PÚBLICAS como acueductos, arcos, calzadas, circos,

administración, división provincial, social (libertos y esclavos) y dando al imperio,

personajes universales como Séneca, Marcial, Quintiliano, Adriano, Trajano, etc.

1.4. EL REINO VISIGODO: ORIGEN Y ORGANIZACIÓN POLÍTICA. LOS CONCILIOS.

Tras la crisis romana del SIII, Hispania, es invadida por pueblos barbaros y bizantinos.

En el 409, los Suevos ocupan Gallaecia, los Vándalos la Bética, y los Alanos la Lusitania

y Cartaginensis. El imperio manda a los visigodos para que los expulsaran, y crearan el

reino de Tolosa (Francia e Hispania) mediante un pacto de Foedus con Roma.

Posteriormente tras ser expulsados por los Francos, crearan el reino de Toledo (507)

que tratará de consolidarse unificando 3 aspectos.

- Territorio, con Leovigildo y Suitila, que expulsarán a Suevos y Bizantinos de la

península

- Religiosa, con la conversión de Recaredo al Catolicismo en el 589.

- Jurídica, con Recesvinto, que publicará como única ley del reino el Liber

Iudiciorum. 654

Para el control del reino con poblaciones dispares, se apoyan en las siguientes

instituciones:

- Asamblea de hombres libres, que escoge al rey, siendo una monarquía electiva

e inestable.

- Officium Palatinum, miembros de confianza de la nobleza que llevaran la

administración del tesoro, impuestos, etc. Dentro de ella destacan, el Aula Regia,

órgano consultivo con miembros de la nobleza y los concilios, reunión de

carácter religioso que justifica la autoridad real de origen divino, a cambio de

privilegios, velar por el cumplimiento de las leyes y control social.

- División provincial con Duces y Comes al mando de los territorios.

BLOQUE 2 LA EDAD MEDIA: TRES CULTURAS Y UN MAPA POLÍTICO EN

CONSTANTE CAMBIO (71-1474)

2.1. AL ÁNDALUS: LA CONQUISTA MUSULMANA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.

EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA.

Aprovechando la guerra civil visigoda, entre Don Rodrigo y el bando de Witiza, los

pueblos musulmanes del Norte de África (árabes y bereberes), liderados por Tariq,

venzan a los visigodos en la batalla de Guadalete (711), destrozando al ejercito real. En

un plazo de 3 años, conquistan la península, exceptuando algunas zonas en el norte.

Esta expansión se da por pactos, capitulaciones y la pasividad de la población

hispanorromana, frente a los visigodos.

Habrá 3 periodos históricos del SVIII al SXI de la presencia musulmana en la península.

- Emirato dependiente de Damasco, (711-756) siendo Al Andalus una provincia

más del Imperio Islámico.

- Emirato Independiente de Bagdad (756-929) se pasa la capital a Bagdad, tras el

asesinato de los Omeyas a manos de los Abassies. El último de los Omeyas,

Abderraman I, consigue escapar llegando a la península y proclamándose Emir.

Habrá luchas internas entre árabes y bereberes, y levantamientos populares de

mozárabes y muladíes contra el poder.

- Califato de Córdoba (929-1031), Abderraman III se desvincula religiosamente,

fundando el califato con capital en Córdoba, siendo un lugar de esplendor cultural

con Al-Hakam II y de expansión cuando Almanzor ostenta el poder, sustituyendo

al califa. Tras esto llegará un periodo de inestabilidad con las Taifas.

2.2. AL ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ.

Con los conflictos internos de 1031, los gobernadores se independizan de la tutela del

califato y se proclaman reinos independientes (Taifas), cuyo enfrentamiento propiciará

el avance cristiano. Estas Taifas, tienen en común, su distribución por etnias y familias,

su debilidad política, la necesidad de pagar parias a reinos cristianos para su protección

frente a otras Taifas y un gran esplendor cultural.

En 1085, Alfonso VI conquista la Taifa de Toledo, lo que alarma al resto que piden ayuda

a los almorávides, imperio Bereber del Norte de África, fundamentalistas religiosos, que

derrotaran a los cristianos en Sagrajas (1086) y reunificaran Al Andalus. Tras su declive,

llega un 2º periodo de Taifas que serán reunificadas de nuevo por los Almohades (1146),

imperio que instaurará una ortodoxia religiosa en Al Andalus, tras vencer a Alfonso VIII

en Alarcos. Llegarán a la confrontación de las Navas de Tolosa (1212), donde las tropas

cristianas se imponen, cambiando el signo de la reconquista y sometiendo a los reinos

musulmanes. Estas Taifas irán siendo conquistadas, por Alfonso X, Fernando III o Jaime

I como protagonistas, hasta la conquista de las 3 coras del reino nazarí de Granada por

los Reyes Católicos en 1492.

2.3. AL ÁNDALUS: ECONOMÍA, SOCIEDAD Y CULTURA.

La Sociedad islámica será heterogénea y de vida mayoritariamente urbana, con una

división religiosa, entre musulmanes (árabes, musulmanes, y muladíes) y no

musulmanes (Judíos y Mozárabes). Hay jerarquización según la clase social, existiendo

nobleza de sangre o de servicio (funcionarios). Por debajo habrá comerciantes,

burguesía urbana, artesanos, médicos, juristas, etc. En el último rango los muladíes

(que podían tener riquezas) y los esclavos.

La economía se basaba principalmente en la agricultura, impulsándola con el uso de

acequias, norias, cultivos (algodón, caña de azúcar, arroz, etc), por la etnia árabe. En

cuanto a la ganadería, el cerdo, perderá protagonismo frente a otras especies como la

equina, siendo los bereberes los que se dedicarán a ello. La minería crecerá, con

importancia del uso de plata y oro en monedas, con dinares y Dírhem. En la Artesanía

los productos de lujo y textiles tendrán el protagonismo junto con armas o brocados.

Serán comercializados en rutas, por el Mediterráneo, África y la ruta del oro de Sudán,

hasta la India y Bizancio, pasando por Europa. En el interior urbano, estará el zoco

donde comerciaban con esos productos.

Durante la presencia islámica el arte floreció en poesía, matemáticas, filosofía

(Maimónides y Averroes), y edificios como la Mezquita de Córdoba y la Alhambra.

2.4. LOS PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA CRISTIANA. PRINCIPALES

ETAPAS DE LA RECONQUISTA. MODELOS DE REPOBLACIÓN.

El reino de Asturias nace tras la batalla de Covadonga (722) y la proclamación de Don

Pelayo como Rey. Alfonso II trasladará la capital a Oviedo, y Alfonso III llevará el

territorio hasta el Duero, hasta que Ordoño II pasará la capitalidad a León. El conde

Fernán González, independizará los condados Castellanos, convirtiéndolos en un reino.

Del SX hasta el SXII, veremos el freno al impulso reconquistador en la zona del Tajo

con la llegada de almorávides y almohades, pese a llegar tímidamente al Guadiana y

Jucar. En el SXIII con la victoria de las Navas, se acabará sometiendo a las diferentes

Taifas Musulmanas hasta Granada en 1492.

En los Pirineos nacerán una serie territorios que acabarán configurándose como reinos

independientes. En el Pirineo Occidental, se creará el reino de Pamplona (Navarra) con

la familia Arista, que alcanzará su esplendor con Sancho III. En el Pirineo Central, a la

muerte de Sancho III, alcanzará su independencia el reino de Aragón, uniéndose a los

condados de Sobrarbe y Ribagorza. Este reino aragonés, mediante políticas

matrimoniales, pasará a absorber a los condados catalanes del Pirineo Oriental con R

Berenguer IV. Entre el SX y el SXII llegarán hasta el valle del Ebro. Posteriormente a

partir del SXIII se anexionarán Mallorca y Valencia con Jaime I.

Las repoblaciones serán de tipo Presura, Concejil, de órdenes militares y Repartimiento

2.5. LOS REINOS CRISTIANOS EN LA EDAD MEDIA: ORGANIZACIÓN POLÍTICA,

RÉGIMEN SEÑORIAL Y SOCIEDAD ESTAMENTAL.

La sociedad en los reinos cristianos estaba jerarquizada, con nobleza (alta y baja) y

clero, y pueblo llano en el grupo no privilegiado. Junto con ellos, habrá mudéjares

(musulmanes en tierras cristianas), y judíos, que suele vivir en el ámbito urbano. En el

régimen señorial, se instaurarán los vasallos en los señoríos jurisdiccionales.

Fruto de las guerras, el hambre, la peste, y las crisis, económicas y sociales, habrá

conflictos como las persecuciones religiosas. Estos conflictos, hará que los nobles ante

el descenso de sus rentas, presionen más la carga fiscal de sus siervos, surgiendo

levantamientos populares, como los payeses de Remensa, los Irmandiños, los forans, y

la Busca contra la Biga, en el entorno de las ciudades. Estas crisis antiseñoriales, serán

aprovechadas por la monarquía para tratar de debilitar a la nobleza y obtener más poder,

lo que acabará degenerando en guerras civiles en Castilla con la llegada de los

Trastámara al trono, y posteriormente a Aragón y en Navarra. Esto provocará un

retroceso del crecimiento demográfico y movimientos poblacionales que conformarán

una nueva sociedad a las puertas de la edad moderna.

2.6. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE CASTILLA, DE LA CORONA

DE ARAGÓN Y DEL REINO DE NAVARRA AL FINAL DE LA EDAD MEDIA.

En Castilla, tenemos una monarquía de origen divino, autoritaria, poder centralizado y

con una legislación basada en el derecho romano y las partidas de Alfonso X. Entre sus

instituciones estarán unas cortes consultivas, usadas para pedir fondos y recursos. Este

reino contará también con la Cancillería, el Consejo Real, donde el rey es asesorado, y

la Audiencia o Chancillería Real donde se aplicará la justicia real y la Hacienda.

En la corona de Aragón, veremos una confederación de varios reinos con un virrey al

frente. La monarquía será más debil, más descentralizada y pactista con la nobleza. Las

instituciones serán parecidas a las castellanas, con unas cortes, en este caso

vinculantes, con poder de decisión y en cada uno de los territorios que configuran la

corona de Aragón. Habrá órganos de vigilancia de las decisiones tomadas en ellas, con

las Generalitat y la diputación. La Audiencia Real contará con el justicia mayor de

Aragón, y habrá consejo Real y Cancillería. El control de estas instituciones provocará

conflictos y revueltas populares.

En Navarra, la monarquía será de un carácter más débil, limitada y con injerencias por

parte de Aragón y Castilla, que tratarán de influir en sus políticas. Como el resto de

reinos, contará con instituciones como las cortes o la diputación.

BLOQUE 3. LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN

MUNDIAL (1474-1700)

- 3.1. LOS REYES CATÓLICOS: UNIÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE

GOBIERNO.

Los RRCC, Isabel y Fernando, se casan en 1469, provocando la apertura del conflicto

dinástico que ocurrirá a la muerte de Enrique IV (1474), entre los partidarios de Isabel

(Parte de Castilla y Aragón), frente a los de Juana la Beltraneja, (Alfonso V de Portugal,

Francia y una minoría castellana). Este conflicto terminará con la firma del “Tratado de

Alcaçovas”, en donde Isabel es proclamada reina y firma acuerdos territoriales con

Portugal, acabando Juana en un convento.

Mediante la firma de la “Concordia de Segovia” en 1475 por los RRCC, se proclamará

la unión dinástica y personal, pero no de los reinos, que tendrán sus instituciones

funcionando de forma independiente. En Castilla, el consejo Real que aconseja en

política y justicia, la cual, también contará con los corregidores y las Chancillerias de

Valladolid y Granada. Las cortes perderán fuerza al no ser casi convocadas. Se

controlarán las Ordenes Militares y con la Sta Hermandad, la seguridad de los caminos.

En Aragón los fueros se mantendrán y se potenciará a los Virreyes. Podrán contar con

el derecho de presentación y patronato. La inquisición será un órgano supranacional y

se irá hacia la construcción de un estado moderno, abandonando el feudalismo e

incrementando el poder real.

- 3.2. EL SIGNIFICADO DE 1492. LA GUERRA DE GRANADA Y EL

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA.

El 2 de enero de 1492 se culminará un proceso que comenzó en 1481, con la toma de

Alhama y Málaga y terminará con la rendición de Granada, aprovechándose los RRCC

de la guerra civil entre Muley Hacén, su hermano El Zagal y el hijo del emir y vasallo de

los RRCC, Boabdil. Tras someter la ciudad al asedio, se firman las capitulaciones, dando

libertad religiosa a los mudéjares, (que no será respetada). Con ello se consigue la

unidad en la fe y parte de la unidad territorial, (la cual finalizará con la unión de Navarra

en 1512) siendo este, el proyecto de ambos monarcas.

Tras la toma de Granada, se da luz verde al proyecto presentado por Colón de llegar

por occidente a la ruta de las especias de Asia. Los RRCC firman con el marino genovés,

las capitulaciones de Santa Fé, propiciando el primer viaje que saldrá de Palos (Huelva)

el 03/08/1492, y que tocará continente americano (San Salvador) el 12/10/1492,

pasando previamente por Canarias. La confrontación llegará con Portugal, la otra

potencia en las colonizaciones atlánticas, con la firma por parte del Papa Alejandro VI

de las “Bulas Inter Caetera”, y que se zanjará con la firma del Tratado de Tordesillas en

1494, en donde se trasladará la división del atlántico de 100 a 370 millas hacia el Oeste.

- 3.3. EL IMPERIO DE LOS AUSTRIAS: ESPAÑA BAJO CARLOS I. POLÍTICA

INTERIOR Y CONFLICTOS EUROPEOS.

Carlos de Habsburgo recibirá una herencia formidable, siendo por parte materna, rey de

España y sus posesiones en 1517 y por parte paterna, emperador del Sacro Imperio

Romano Germánico, junto con el resto de patrimonio Borgoñón en 1519. Este conjunto

de territorios, le acarreó, una activa política exterior, tratando de someter a los piratas

berberiscos que acosaban en el Mediterráneo, defendiendo la fe católica contra los

Turcos y frente al incipiente luteranismo en los territorios imperiales. Por la hegemonía

en Italia se enfrentó a Francia, hasta el final de su reinado. En el interior peninsular,

luchó contra las Comunidades (1520-1522), movimiento castellano, que surge como

queja hacia los consejeros flamencos y la regencia de Adriano de Utrech, en el contexto

de su elección imperial. Pedían menor poder real e impuestos, junto con una mayor

presencia de las Cortes en la toma de decisiones. Tras la batalla de Villalar, acabará

esta rebelión, ajusticiándose a sus instigadores (Padilla, Bravo y Maldonado). Venció

también a las Germanías (1519-1523), movimiento social en la zona de Valencia y

Mallorca, donde los gremios y campesinos se levantaron frente a los señores y

mudéjares en un clima de epidemia de peste.

- 3.4. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II. GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN.

LOS PROBLEMAS INTERNOS. GUERRAS Y SUBLEVACIÓN EN EUROPA.

Felipe II (1556-1598), será el paradigma de un gobierno y administración meticulosas,

manteniendo y potenciando las instituciones anteriores (a excepción de las cortes),

como los consejos, secretarios y juntas, formadas por españoles. Delegará en Virreyes,

gobernadores y un gran ejercito el control de sus vastos territorios. Fijará la corte en

Madrid, pero optará por un modelo estatal descentralizado. A pesar del oro americano

y los impuestos, tendrá varias bancarrotas.

En el interior vivirá la rebelión de las Alpujarras (1568-1570), protagonizada por Moriscos

y las alteraciones de Aragón (1590-1592), en el contexto del caso “Antonio Pérez” con

la ejecución del Justicia Mayor de Aragón. En el exterior, defendiendo su patrimonio y

la fe, venció a Francia en San Quintín 1557, firmando la paz de Cateau-Cambresis 1559,

al imperio Otomano en Lepanto (1571), la sublevación de los Países Bajos en 1566 y

vivió el fracaso de la armada invencible contra Inglaterra en 1588. Conseguirá unir las

coronas españolas y portuguesa, tras ser nombrado rey en las cortes de Tomar en 1581,

como hijo de la emperatriz Isabel de Portugal.

- 3.5. EXPLORACIÓN Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA. CONSECUENCIAS DE LOS

DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA, EUROPA Y AMÉRICA.

Las primeras colonizaciones serán de carácter privado tras firmar capitulaciones con la

corona, repartiéndose los botines. Desde la zona caribeña, se lanzarán las diferentes

expediciones, como el descubrimiento del Pacífico por Nuñez de Balboa 1513, la vuelta

al mundo por Elcano en 1522, Chile con Valdivia, o el llegar a Florida con Cabeza de

Vaca. De vital importancia, será la conquista del imperio Azteca ante Moctezuma por

Hernán Cortés (1519-1522), fundando el Virreinato de Nueva España, y el del imperio

Inca por Pizarro y Almagro 1527-1533 frente a Atahualpa, fundando el Virreinato del

Perú, en los territorios del actual Ecuador, Perú y Bolivia.

La colonización se asentó sobre una serie de instituciones a ambos lados del Atlántico.

A pesar de ser jurídicamente súbditos de la corona española, a los indígenas a cambio

de evangelización y protección se les explotó mediante la encomienda y el repartimiento

donde reciben un pequeño salario. En el contexto de las explotaciones mineras, se

aplicará la Mita, de origen incaico. Habrá intentos infructuosos por parte de la corona y

personajes con De las Casas de invertir la situación, como con las leyes de Burgos y

leyes Nuevas. Llegaran productos novedosos a Europa mediante la Casa de

Contratación y llevaremos la cultura e ideas europeas a América.

- 3.6. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII: EL GOBIERNO DE VALIDOS. LA CRISIS DE

1640.

En el SXVII, pasamos del trabajo meticuloso de Felipe II, a la dejadez y el delegar las

funciones de gobierno por parte de los Austrias menores, a figuras no institucionales y

al margen de los consejos, los válidos. Con Felipe III destacó el corrupto Duque de

Lerma, que impulsó la nefasta expulsión de los moriscos en 1609. Con Felipe IV, el

reformista Conde Duque de Olivares, que propuso la Unión de Armas, el Gran memorial

y la red nacional de erarios en su proyecto centralizador de España, que obtuvo

reticencias plasmadas en revueltas en Andalucía, o Vizcaya. Con Carlos II tendremos a

Juan José de Austria, y a Nithard y Valenzuela en la regencia anterior de su madre,

enfrentándose a motines como los gatos de Madrid, los Barretines o las segundas

Germanías. En el contexto de la Guerra de los 30 años, las consecuencias de la

confrontación con Francia y la presencia de los tercios en Cataluña, trajo protestas de

los Segadors, que, en el corpus de sangre, depusieron al Virrey, buscando la tutela de

Francia. Tras los posteriores abusos franceses, en 1652 el condado barcelonés volverá

a la soberanía de Felipe IV. En Portugal, las políticas europeas poco interesantes para

su oligarquía, generó un clima de independencia que cristalizó en la proclamación de

Juan IV como nuevo rey, que apoyado por Francia e Inglaterra consiguió el

reconocimiento de la independencia portuguesa por parte de España.

- 3.7. LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA

ESPAÑOLA EN EUROPA.

Tras el gobierno pacificador de Felipe III tanto con Inglaterra o en la Tregua de los 12

años con Países Bajos, se iniciará al final de su reinado, la Guerra de los 30 años (1618-

1648), contienda Europea que enfrentó a católicos (emperador Fernando II y España),

frente a protestantes (Príncipes alemanes, Suecia, Dinamarca, y Holanda tras acabar la

tregua). Durante el reinado de Felipe IV, el conflicto acarreará la decadencia Española,

que tras décadas de guerra y agotamiento tanto militar como financiero, acusará la

entrada de Francia a favor del bando protestante en 1635, que, sin haber sufrido el

desgaste bélico del resto de países, aprovechará la crisis de 1640 con los movimientos

independentistas de Cataluña, Portugal o Andalucía, para tomar la iniciativa tras su

victoria Rocroi frente a los tercios, que precipitará la Paz de Westfalia, entre los

protestantes y los católicos, aceptándose la independencia de Holanda. El conflicto

seguirá entre España y Francia en el contexto de la rebelión catalana dando paso a la

firma del Tratado de los Pirineos, donde perderemos el Dominio de plazas en Flandes,

el Rosellón y la Cerdaña. Carlos II a pesar de perder el Franco Condado, conseguirá

parar el expansionismo de Luis XIV al formar la Liga de los Augsburgo junto a alemanes,

ingleses y holandeses.

- 3.8. PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA

DEL SIGLO XVII Y SUS CONSECUENCIAS.

La crisis que asoló Europa en el SXVII, tuvo una mayor repercusión en España, donde

la demografía descendió gravemente por las epidemias de peste, guerras, hambrunas

y la expulsión de 300.000 moriscos, que afectó principalmente al reino de Aragón. En la

economía, esta expulsión hará disminuir la producción agrícola (rentas de los nobles).

Por otro lado, la guerra fomentará el endeudamiento de la corona y la recesión de

sectores como la industria, el comercio, (tanto con américa, como en el interior) o en la

artesanía, que quedará en manos gremiales, ya que los recursos económicos se

destinarán a los conflictos bélicos. La pérdida de Países Bajos y sus telares tras

Westfalia, propiciará el descenso de la Mesta, a favor de una ganadería sedentaria al

reducirse las exportaciones de lana. Esta crisis durará hasta 1680, donde con Carlos II,

habrá una bajada tanto de impuestos, como de presión fiscal, que fomentará una

recuperación económica y demográfica. En el ámbito social, crecerán los nobles (que

se endeudarán y hará una venta de títulos) y el clero (forma de subsistencia). La

burguesía tratará de ennoblecerse para no pagar impuestos y el campesinado sufrirá lo

peor de esta crisis creciendo el número de mendigos y pícaros, que emigrarán a Madrid,

América o a la periferia peninsular.

- 3.9. CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA: EL REINADO DE

CARLOS II Y EL PROBLEMA SUCESORIO.

Durante la minoría de edad de Carlos II, su madre, Mariana de Austria, llevó una

regencia apoyada en su confesor, el jesuita Nithard, y en el intrigante Valenzuela, que

creo una camarilla afín mediante la venta de títulos. Ambos acabaron sucesivamente

siendo desterrados por Juan José de Austria, futuro valido de Carlos II, al ser hijo

bastardo de Felipe IV y enemigo enconado de la regente. El privado Medinaceli,

consigue reflotar la economía mediante la contención en el gasto público y la bajada de

la presión fiscal, pero no evitó la aparición de conflictos como los Barretines de Cataluña

(por las malas cosechas e impuestos para la guerra), Las 2ªs Germanías de Valencia

(revuelta contra la nobleza por el pago a los señores tras la expulsión morisca) o el Motín

de los gatos de Madrid (por la subida del precio del pan, que causo el cese de

Medinaceli).

La incapacidad para tener descendencia de Carlos II, y la muerte del candidato escogido

por la regente, José Fernando de Baviera, hace que existan posteriormente 2 candidatos

a sucederle en el trono, Felipe de Anjou, candidato francés y Carlos de Austria,

candidato imperial. A pesar de los problemas jurídicos en la sucesión, la elección real

recae sobre el candidato Borbón, lo que no impedirá el conflicto sucesorio de la Guerra

de Sucesión en 1701.

BLOQUE 4: ESPAÑA EN LA ÓRBITA FRANCESA: EL REFORMISMO DE LOS

PRIMEROS BORBONES (1700-1788)

-4.1 LA GUERRA DE SUCESIÓN Y EL SISTEMA DE UTRECHT. LOS PACTOS DE

FAMILIA.

El conflictivo testamento de Carlos II, donde deja España a Felipe de Anjou, provoca un

conflicto europeo (Guerra de Sucesión 1701/1715) entre el candidato Borbón y Carlos

de Habsburgo. A Felipe de Borbón le apoyarán la Francia de Luis XIV y Castilla, mientras

que a Carlos le ayudará la Gran Alianza anti borbónica, y Aragón. En un principio, la

contienda favorece al aspirante austriaco, pero al heredar el Imperio, en 1711, se

precipita el final de la guerra tras el abandono de las tropas de la alianza, que desean

un acuerdo que fomente un equilibrio de fuerzas en Europa. Las victorias de Felipe en

Almansa, Brihuega y Villaviciosa favorecieron la firma de las paces de Utrecht 1713 y

Rastatt 1714. Inglaterra obtendrá Gibraltar y Menorca, junto a privilegios económicos,

como el navío de permiso, el fin del monopolio americano y el asiento de negros. Austria

recibirá Flandes junto a Milán, Nápoles y Cerdeña en Italia, mientras que Sicilia irá a

Saboya. Felipe V, tras comprometerse en no unir nunca las coronas francesa y

española, obtendrá el trono español y las posesiones de América.

Felipe V realiza el 1er pacto de familia, en la Guerra de Sucesión polaca 1733,

recuperando Nápoles y Sicilia, y el 2º Pacto de familia, en la Guerra de Sucesión

Austriaca 1743, obteniendo Parma. Carlos III hará el 3er Pacto de familia en 1761,

participando en las Guerras de los 7 años y de Independencia de EEUU, obteniendo

Florida y Menorca.

-4.2 LA NUEVA MONARQUÍA BORBÓNICA. LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA.

MODELO DE ESTADO Y ALCANCE DE LAS REFORMAS.

Con la llegada de los primeros borbones (Felipe V, Fernando VI y Carlos III) se

implementarán en España los modelos centralistas y absolutistas de Francia. Fruto de

esta uniformidad, se promulgan los Decretos de Nueva Planta (Aragón y Valencia, 1707;

Mallorca, 1715; Cataluña, 1716), en donde se eliminarán los fueros, instituciones y

privilegios propios de los reinos de la corona aragonesa, como castigo por el apoyo dado

al archiduque Carlos, durante la guerra de independencia. Se cambió los Virreyes por

capitanes generales, desaparecieron las fronteras y aduanas y se creó la figura del

intendente. Se castellaniza el reino, absorbiendo las cortes castellanas a las aragonesas

en las cortes generales de todo el estado, siendo las únicas existentes, (junto con las

de Navarra, que, debido a su ayuda durante el conflicto sucesorio, mantendrán sus

fueros e instituciones). El ejército se irá profesionalizando, sustituyendo los regimientos

a los tercios, y creando la Guardia Real.

En América habrá 2 nuevos Virreinatos (Rio de la Plata y Nueva Granada) y 4 Capitanías

generales (Cuba, Guatemala, Venezuela y Chile). Habrá más control de la iglesia

tratando de disolver a los Jesuitas, controlar la inquisición y aplicar tanto el regalismo,

como el Patronato Universal, refrendados por la firma de un Concordato con el Vaticano.

-4.3 LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII. EXPANSIÓN Y TRANSFORMACIONES

ECONÓMICAS: AGRICULTURA, INDUSTRIA Y COMERCIO CON AMÉRICA.

CAUSAS DEL DESPEGUE ECONÓMICO DE CATALUÑA.

En Agricultura se tratará de cambiar el sistema de propiedad de la tierra (mayorazgos o

amortizaciones), mediante arrendamientos o la colonización de S. Morena. Debido al

crecimiento demográfico y de la demanda, se incrementaron las rentas de nobles y

clero, que no lo reinvertirán en la industria. A pesar de ello, y del sistema gremial, la

industria, crecerá con las manufacturas reales, industria naval y el proteccionismo.

El comercio mejorará por las ideas introducidas por las Sociedades Económicas de

Amigos del País, o la emisión de deuda pública por medio del recién creado Banco de

San Carlos. Las leyes de nueva planta y el catastro de Ensenada, fomentará las

contribuciones únicas en los diferentes reinos.

En América, los cambios introducidos favorecerán el crecimiento económico peninsular,

con la creación de las Cias comerciales, al estilo de las holandesas o inglesas,

(Guipuzcoana de Caracas), el reglamento de libre comercio que permitió a otros puertos

nacionales comerciar con américa o la llegada del navío de registro. A pesar de estas

medidas se seguía sin satisfacer la demanda americana desde la península.

Cataluña crecerá con la consolidación de una burguesía agraria, que obtendrá

excedentes comerciales con el vino, que invertirán en la futura industrialización textil.

-4.4. IDEAS FUNDAMENTALES DE LA ILUSTRACIÓN. EL DESPOTISMO

ILUSTRADO: CARLOS III.

La ilustración es un movimiento cultural que nace en Francia y traerá reformas a la corte

española. Busca mediante la educación y el avance científico, la felicidad, la actitud

crítica y el uso de la razón. Propondrá un proteccionismo económico y será difundida

por Academias, Consulados, Sociedades Económicas de Amigos del País, Prensa y por

la creación de la Biblioteca Nacional y las Reales Academias de la Lengua e Historia.

Carlos III (1759-1788) llegará a España tras gobernar Nápoles, y será el ejemplo del

Reformismo Ilustrado típico del final del Antiguo Régimen, donde se buscarán políticas

benefactoras, pero sin contar con el pueblo. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Llegará con secretarios italianos que impulsarán reformas, pero tras el motín de

Esquilache, motivado por el cambio en la indumentaria madrileña y la liberalización del

precio del trigo, expulsará a este último, junto con los Jesuitas y se acabará rodeando

de Secretarios españoles como el Conde de Aranda, Floridablanca, Campomanes, etc.

Tomarán medidas como la urbanización de Madrid, colonización de Sierra Morena, inicio

de la Reforma Agraria, y la entrada en el 3er pacto de familia en el contexto de la Guerra

de los 7 años y la Independencia de EEUU.

BLOQUE 5: LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO

FRENTE A ABSOLUTISMO

5.1. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA: ANTECEDENTES Y CAUSAS. BANDOS

EN CONFLICTO Y FASES DE LA GUERRA.

A la muerte de Carlos III, llega al poder su hijo Carlos IV (1789-1808), cuya nula

capacidad para el gobierno, junto con el desmoronamiento del Antiguo Régimen, el cual,

tras la Revolución Francesa 1789, empezará a desquebrajarse a lo largo del SXIX,

traerán una auténtica revolución política a España.

La subida de los precios, la bancarrota que propició la expropiación de bienes

eclesiásticos, las malas condiciones de vida, junto con el gobierno de Godoy, favorito

de la reina Mª Luisa de Parma, la cual, le aupó desde ser un guardia de Corps, hasta

ser el válido del rey, en detrimento de Floridablanca o el Conde de Aranda, (antiguos

ministros de Carlos III), fomentó la aparición de un grupo de oposición (partido

Fernandino) encabezado por el futuro Fernando VII.

La caída de la monarquía Borbónica en Francia, hará que se abandonen los Pactos de

Familia, y se inicie la desastrosa Guerra de la Convención, que acabará con la firma de

la paz de Basilea 1795 y Tratado de San Ildefonso. Tras esto, se iniciará un nuevo

periodo de amistad entre Francia y España que hará que luchemos en la Guerra de las

Naranjas y la batalla de Trafalgar 1805, con desigual resultado para España, y que

derivará en la firma del Tratado de Fontainebleau 1807 por Godoy, en el que se permitirá

el paso del ejército francés por España, que con la excusa de conquistar Portugal

(aliado habitual de Inglaterra, que sería dividida y repartida en 3 partes), terminará por

ocupar la parte Norte del Ebro, proponiendo Napoleón, fijar la frontera entre ambos

países en dicho rio.

Este escándalo, junto con el intento de Godoy de trasladar a la familia real a Andalucía

y posteriormente a América si hiciera falta, hará que el partido Fernandino realice un

motín en Aranjuez 19/03/1808, que provocará la caída de Godoy y la abdicación de

Carlos IV, en su hijo Fernando VII. Ante esta situación de crisis política, Napoleón

engañando a ambos monarcas, les invitará a ir a Bayona, con la idea de mediar en el

conflicto familiar. Una vez en territorio francés, el emperador obligará a Fernando VII a

abdicar de nuevo en su padre Carlos IV, el cual, renunciará a sus derechos dinásticos y

le dará la corona a Napoleón, que se la cederá a su hermano José Bonaparte (José I).

La suma de la presencia de las tropas francesas en la península, junto con “el cautiverio”

de la familia real, provocaron un levantamiento popular en toda España, iniciado el 2 de

mayo de 1808 en Madrid, en donde el pueblo, junto con oficiales del cuartel de

Monteleón, se sublevaron frente a los franceses, que respondieron con Murat al mando,

fusilando en Príncipe Pio a numerosos madrileños el 3 de mayo, dando paso a la Guerra

de Independencia (1808-1814).

Este vacío de poder hizo que en las zonas no ocupadas se erigieran nuevos poderes

locales, y provinciales, representados por Juntas, coordinadas todas por la Junta Central

Suprema, constituida en Aranjuez (septiembre-1808) y presidida por Floridablanca, que

dirigirá el ejército nacional y asumirá la soberanía nacional en nombre de Fernando VII.

Frente a estas Juntas, José I, con la idea de impulsar reformas que sedujeran a parte de la población (afrancesados), impulsa el Estatuto de Bayona, Carta otorgada que pretendía modernizar las estructuras políticas españolas tomando como modelo el sistema francés, con medidas como: supresión de Secretarías y Consejos por ministros,

abolición de la jurisdicción señorial, eliminación de barreras aduaneras, disolución de la Inquisición y reducción de conventos. A pesar de contar con unas cortes y ciertas libertades, seguiría un modelo autoritario a la imagen del usado por Napoleón en Francia. Los bandos en el conflicto estarán representados por: -José I, el ejercito napoleónico, los territorios ocupados y los afrancesados que pensaban que la llegada del Estatuto de Bayona traería las reformas necesarias para el país. -La resistencia popular, representada por liberales, absolutistas, clases populares y guerrilleros en nombre de Fernando VII. Este bando está dirigido por la Junta Centra Suprema, que se convirtió en un Consejo de Regencia que cedió la Soberanía Popular a las Cortes de Cádiz en 1810, creada como Asamblea Nacional Constituyente. Ambos bandos englobarían a la mayoría de la población, convirtiéndose en un conflicto de liberación nacional, con especial protagonismo de las guerrillas y las ciudades. La guerra tuvo 3 fases:

- 1ª Fase (mayo-octubre 1808): Las tropas francesas ocupan lugares estratégicos, desplegando un ejército de 17.000 soldados en forma de abanico. Algunas ciudades (Zaragoza o Gerona) se levantarán en armas y serán asediadas. Victoria de la Junta Central Suprema en Bailén, en julio de 1808, a manos del general Castaños sobre las tropas francesas del general Dupont, encargado de tomar Andalucía. Esta derrota hará que José I salga de Madrid, poniendo la corte en Vitoria y retrasando la frontera entre ambos bandos en el Ebro. El ejército español recibirá ayuda de los ingleses, los bandoleros y la población civil.

- 2º Fase (octubre 1808-julio 1812). Ante la humillación en Bailen, Napoleón entrará en España al mando de la Gran Arme (300.000 hombres), restableciendo a su hermano en el trono y rompiendo la línea de resistencia española venciendo en Uclés y tomando Zaragoza o Gerona. Ante ello, la Junta Central Suprema abandona Aranjuez y se traslada a Sevilla y Cádiz posteriormente. Las tropas francesas ocupan toda España, aunque en realidad serán solo las grandes ciudades y las vías de comunicación, dejando el campo en manos guerrilleras.

- 3ª Fase (julio 1812-1814) Ofensiva hispano-inglesa ante la retirada de las tropas por parte de Napoleón, pues necesitaba llevarlas a Rusia. La Junta Central Suprema firmará una alianza con Inglaterra que pondrá al mando al general Wellington, que venció a los franceses en Arapiles e invirtió el rumbo de la guerra, derrotándolos de nuevo en Vitoria y San Marcial. Consiguió que Pamplona se rindiera en Octubre y a principios de 1814 se terminan marchando de la península desocupando las últimas plazas en Cataluña.

Finalmente, Napoleón firmará con Fernando VII el Tratado de Valençay en diciembre de 1813, donde renuncia a la corona española, reconociendo al Borbón como rey. Este conflicto traerá una gran crisis con más de 300.000 muertos, exiliados, la paralización del país que llevará a un expolio artístico, social y jurídico de los pequeños avances que se venían viendo en las décadas anteriores.

5.2 LAS CORTES DE CÁDIZ. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

Durante la Guerra de Independencia (1808-1812), tendrán lugar las Cortes de Cádiz,

que traerán los inicios del liberalismo y los primeros intentos de acabar con el Antiguo

Régimen.

Durante el cautiverio de Fernando VII en Valençay, se crearán Juntas locales, Juntas

Provinciales y finalmente, una Junta Central Suprema que asumirá el gobierno de la

resistencia frente al invasor napoleónico.

Esta Junta Central Suprema se constituirá en Sevilla en 1808, donde, ante la ausencia

del monarca en la península, tras la pérdida de prestigio por las derrotas militares

durante el transcurso de la guerra y junto con el comienzo del proceso emancipador

americano, dará paso a un Consejo de Regencia en 1810, compuesto por tan solo 5

miembros en La Isla de León, Cádiz, que asumiendo la Soberanía Nacional en nombre

del rey, pondrá las bases de la Asamblea Nacional Constituyente que creará la

Constitución de Cádiz de 1812.

Los diputados venían de las clases medias, con una gran presencia de eclesiásticos

(solo 3 obispos), profesiones liberales como abogados, militares, funcionarios,

catedráticos, un médico, escritores, o comerciantes y también con miembros de las

colonias americanas que estuvieron representadas. La nobleza se encontraba en

inferioridad con 14 miembros de un total de 303.

Entre estos 303 diputados había 3 tendencias. Los Liberales, partidarios de grandes

reformas revolucionarias, los Jovellanistas (ilustrados), partidarios del reformismo

ilustrado, y los Absolutistas que deseaban blindar dando más poder y atribuciones al rey

manteniendo el AR.

La Asamblea Nacional Constituyente promulgó el 19 de Marzo (La Pepa), la

Constitución de 1812, siendo la 1ª ley aprobada en un Parlamento, que entre sus

medidas y reformas proponía:

- Soberanía Nacional (tanto de España como de sus Colonias), representada en

las Cortes y no en el Rey. El Rey no podrá disolver las Cortes, las cuales deben

convocarse anualmente durante un periodo de 3 meses y aceptar una monarquía

constitucional.

- División de poderes con un legislativo encarnado en las Cortes Unicamerales y

el Rey, con derecho de Veto transitorio de 2 años. Un ejecutivo encabezado por

el Rey y los ministros que este escoja y un judicial representado por los

Tribunales de Justicia.

- Sufragio Universal masculino e indirecto, (ser mayor de edad y con ciertas

rentas).

- Derechos básicos como imprenta y prensa (no en los textos religiosos),

educación, inviolabilidad del domicilio, etc.

- Igualdad ante la ley, eliminando diferencias estamentales, privilegios fiscales o

jurídicos. Excepto en el ejercito e iglesia, que tienen muchos diputados de estos

grupos en Cádiz.

- Creación de un ejército Nacional, “la Milicia Nacional”, para proteger la

Constitución.

- Catolicismo religión oficial, no dando permiso a la libertad de culto. (Muchos

eclesiásticos).

- Supresión del Consejo de la Mesta y de la Inquisición a pesar de la oposición del

clero.

- Igualdad Fiscal, mediante la eliminación de fueros no constitucionales, buscando

una uniformidad tributaria en todo el país. Eliminación de Aduanas interiores.

- Eliminación de los Gremios, dando paso a un sistema de producción y compra-

venta capitalista, tratando de liberalizar el comercio y la pobre industria nacional.

- Decreto de producción, contratación y comercio para impulsar los avances del

liberalismo económico.

- Desamortizaciones de propiedades de Afrancesados, de Órdenes Militares, de

monasterios destruidos por la guerra.

- Eliminación de monasterios de menos de 13 miembros con el fin de

Desamortizarlos.

- Supresión del régimen Señorial, Señoríos Jurisdiccionales y Mayorazgos. La

eliminación de estos estamentos medievales, acabará con el sistema feudal de

propiedad de la tierra y vasallaje de la población a los usos, derechos,

prerrogativas y dominación del señor sobre la población. El fin del mayorazgo,

privatizó la propiedad de la tierra, pudiendo a partir de entonces a dividirla,

venderla o explotarla de diferentes formas.

- Derecho de propiedad privada, fruto de todos los cambios anteriores y victoria

de los liberales, sobre cuya función pivota el capitalismo.

- Inicios de los intentos de organización territorial del país.

Por ello contaremos con una constitución que propondrá una monarquía constitucional

(las cortes juraron fidelidad a Fernando VII), en donde los liberales (sufragio censitario,

derechos civiles y de propiedad privada) y la iglesia (catolicismo religión oficial) serán

los grandes vencedores.

Las cortes funcionan hasta 1814, pero este texto no llegó a aplicarse debido al conflicto

bélico de la Guerra de Independencia contra Francia y a la abolición de la misma a la

llegada de Fernando VII tras el manifiesto de los Persas. A pesar de ello es un símbolo

del liberalismo.

5.3 EL REINADO DE FERNANDO VII: LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO.

EL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS.

Tras firmar el tratado de Valençay con Napoleón (diciembre 1813) y el juramento de

fidelidad a su figura por parte de las Cortes de Cádiz, Fernando VII vuelve a España

dilatando su llegada a Madrid, para calcular los apoyos que tiene para abolir la

Constitución de 1812 que limita sus poderes. Un grupo de 69 diputados serviles, le

entregan el Manifiesto de los Persas, que dará paso a la firma del Tratado de Valencia

al ver el apoyo del General Elío y la poca representación de la constitución entre la

población española. Este Decreto eliminará toda acción realizada por las Cortes de

Cádiz.

Sexenio Absolutista (1814-1820). Tras abolir la constitución, disolverá las cortes y

empezará la caza de liberales que provocaran el primer exilio español y la eliminación

de ciertos derechos como el de libertad de prensa. Por otro lado, volverán antiguas

instituciones del Antiguo Régimen como la Inquisición, la Mesta, los Jesuitas o la

Sociedad Estamental, todo ello apoyado por la iglesia y los grandes terratenientes.

Los problemas derivados de un gobierno sin fuerza, una intensa crisis económica

motivada por los conflictos con las colonias americanas y la oposición liberal,

cristalizaran en varios pronunciamientos militares fallidos (Un jefe militar se revela

haciendo una proclama) como los de Espoz y Mina, Lazy o Porlier, hasta que en el

01/01/1820 triunfa el levantamiento de Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla) con las

tropas que irían a frenar las continuas sublevaciones de los caudillos iberoamericanos.

Trienio Liberal (1820-1823). El pronunciamiento de Riego, obliga al Rey FVII a seguir la

senda liberal, reponiendo la constitución de 1812 y sus leyes, como la eliminación de la

Inquisición, los Jesuitas y el Régimen Señorial, o la vuelta de los intentos

desamortizadores y la Milicia Nacional. Aprueban nuevas leyes como la supresión de

Monasterios, Reglamento de Instrucción Pública, el 1º Código Penal, la división de

España en 52 provincias.

Dentro de este trienio, habrá 2 grupos. Los Moderados o doceañistas, antiguos

diputados de Cádiz, como Argüelles y Martínez de la Rosa, que querían un Sufragio

Censitario y unas Cortes Bicamerales, para limitar la Soberanía Nacional y compartirla

con el monarca. Gobernaron de 1820-1822. El otro grupo son los Exaltados o

veinteañistas, revolucionarios como Mendizabal o Alcalá Galiano, que proponen

Sufragio Universal, Cortes Unicamerales y Soberanía Nacional. Gobiernan de 1822-

1823.

La oposición a este gobierno liberal será el ejército, que protagoniza algún levantamiento

como el de la Guardia Real, el campesinado, y el Rey, que estará detrás de la creación

de la Junta Absolutista de Bayona o la Regencia de Urgell, gobierno paralelo en su

nombre, ya que para ellos, este se encuentra cautivo por el gobierno liberal. Las

potencias europeas con Francia a la cabeza, mandarán a los 100.000 hijos de San Luis,

para socorrer al monarca y eliminar el gobierno liberal, con el Duque de Angulema al

frente, en el contexto de la Santa Alianza absolutista, creada tras la derrota de Napoleón.

Década Absolutista u Ominosa (1823-1833), Tras los últimos cambios, la vuelta al

absolutismo es complicada por lo que se pasará a un cierto reformismo moderado. Entre

las reformas veremos la creación del consejo de Ministros, el Mº de Fomento, los 1º

Presupuestos del Estado, El Código de Comercio, el Tribunal de Cuentas, el Banco de

San Fernando o la Bolsa de Madrid en 1831, con López Ballesteros como ministro.

La oposición llegará desde 2 frentes, por un lado, el liberal, tremendamente perseguido

mediante las Juntas de Purificación, con las ejecuciones de Riego, Torrijos o del

Empecinado. Por el otro lado estarán los Realistas o Apostólicos, en torno a la figura de

Carlos María Isidro, hermano de FVII, que representará el ala más absolutista de

España al oponerse al posible reinado de una mujer (Isabel II), debido a la pragmática

Sanción que abolía la Ley Sálica (Felipe V), la cual, prohibía reinar a las mujeres. Esta

Pragmática Sanción ya fue planeada por Carlos IV, pero será ratificada por FVII, el cual,

tras varios intentos infructuosos, será padre de 2 niñas. Los sucesos acontecidos en la

Granja con Calomarde al frente, darán paso a la creación del partido Carlista que luchara

en varias guerras civiles a lo largo del SXIX.

Emancipación de América. Durante este primer tercio de Siglo, se dará en las colonias

americanas un proceso emancipador motivado por varios factores, como son la

Independencia de EEUU, el influjo de las ideas de la Ilustración, la Revolución Francesa

o las Cortes de Cádiz, el apoyo a la insurrección por parte de Inglaterra, la gran presión

fiscal a la que se somete a dichos territorios fruto de las reformas borbónicas del SXVIII

que dejaban a los criollos fuera de la representación política, o la debilidad de España

tras la Guerra de Independencia y sobre todo tras el desastre de la Armada en Trafalgar.

1º Fase 1810-1815: La burguesía criolla trata de levantarse aprovechando la debilidad

española inmersa en la Guerra de Independencia y buscará romper el monopolio

comercial español. Deponen Virreyes, crea Juntas y no acepta la autoridad de la Junta

Central Suprema. A pesar de ello, España consigue controlar la mayoría de las

rebeliones protagonizadas por el cura Hidalgo en México, o Simón Bolivar en Venezuela.

2ª Fase 1816-1824: Se alcanzará la independencia efectiva de la parte continental

americana a pesar de mandar efectivos militares. Argentina lo hará en 1816, Ecuador y

Venezuela serán liberadas por Bolívar tras la batalla de Carabobo, San Martín hará lo

mismo con Chile en 1818, Iturbide en México en 1824 y finalmente el ejército español

será derrotado en Ayacucho en 1824, dando la independencia a Bolivia y Perú al mando

de Sucre.

Solo quedarán islas como Cuba, filipinas, Puerto Rico o las Marianas, pasando España

a ser una potencia de 2º orden, y recibiendo un duro golpe la Hacienda, el Comercio, y

la industria Catalana.

Estas colonias seguirán bajo un segundo colonialismo del resto de países Europeos.

BLOQUE 6 - LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-

1874).

6.1 EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868): LA PRIMERA GUERRA CARLISTA.

EVOLUCIÓN POLÍTICA, PARTIDOS Y CONFLICTOS. EL ESTATUTO REAL DE 1834

Y LAS CONSTITUCIONES DE 1837 Y 1845.

El reinado de Isabel II (1833-1868) se divide en 2 periodos, las Regencias de la minoría

de edad (Mª Cristina 1833-1840 y Espartero 1840-1843) y el reinado efectivo (1843-

1868).

Durante la minoría de edad en la regencia de su madre Mª Cristina, se dará la I Guerra

Carlista (1833-1840), debido al problema de la cuestión sucesoria, donde, Carlos Mª

Isidro, hermano de Fernando VII, no acatará la Pragmática Sanción y buscará el trono

por medio de la aplicación de la Ley Sálica, mediante el Manifiesto de Abrantes.

Este conflicto enfrentará a 2 bandos, por un lado, los Tradicionalistas, del mundo rural,

deseosos de la vuelta del Antiguo Régimen, los Fueros, bajo el lema de (Dios-Patria-

Rey). En el otro bando, los Liberales, del mundo urbano, centralistas, pidiendo

Soberanía Nacional, y división de poderes.

La I G. Carlista se inicia tras el manifiesto de Abrantes en 1833, y tendrá 3 fases:

- 1833-1835. Avance de las tropas carlistas, que bajo el mando de Zumalacárregui

(muere asediando Bilbao), dominarán la zona de las Vascongadas, donde se

pondrá la corte de C. Mª Isidro que vuelve de su exilio portugués.

- 1835-1837. Repliegue Carlista tras el fracaso de las expediciones “Gómez y

Real”, en busca de efectivos y recursos, y la derrota en Luchana a manos de

Espartero y el ejército isabelino.

- 1837-1839. Triunfo liberal tras el abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto,

que tras la división de los Carlista se rendirá, tras pactar mantener los Fueros y

readmitir a los militares carlistas en el ejército isabelino.

El general Cabrera seguirá durante un año más el conflicto y posteriormente, habrá una

2ª G. Carlista 1846 (boda de Isabel II) y una 3ª con la revolución Gloriosa en 1869.

Los liberales tendrán 2 partidos, los Moderados (doceañistas) que piden Soberanía

Compartida (Rey-Cortes) y limitar derechos individuales y los progresistas

(veinteañistas) que desean Soberanía Nacional y limitar los poderes del rey. Tratarán

de acabar con el Antiguo Régimen.

En la Regencia de Mª Cristina (1833-1840), habrá una fase moderada (1833-1835) con

Cea Bermúdez o Martínez de la Rosa que buscarán consenso y propondrán el Estatuto

Real de 1834, Carta otorgada con un legislativo con 2 cortes (Estamento de Próceres

puestos por el rey y Estamento de Procuradores escogidos por sufragio restringido) y el

ejecutivo en manos del rey. No habrá Soberanía Nacional, ni derechos individuales.

El mal curso de la guerra, hará que una revolución liberal tome el mando (1835-1840),

donde Mendizabal comenzará la desamortización de bienes del clero, suprimirá

conventos, dará libertad de imprenta, tratando de acabar con el AR. Estas medidas

progresistas harán que Mª Cristina, trate de volver al moderantismo haciendo dimitir a

Mendizabal, lo que acarreará el pronunciamiento de la Granja, que dará lugar a un

gobierno progresista encabezado por Calatrava, que establece la Constitución de 1812

y eliminará el Régimen Señorial, el diezmo, el mayorazgo y la Ley Municipal. Publicarán

una nueva Constitución progresista en 1837 con Soberanía Nacional, Cortes

Bicamerales (Senado escogido por el Rey y Congreso mediante sufragio censitario),

división de poderes, derechos individuales, libertad de prensa, Milicia Nacional y

autonomía municipal. El tratar de limitar esta autonomía municipal por parte de la reina,

hará que la destituyan y pongan a Espartero como regente en lugar de Mª Cristina.

La Regencia de Espartero (1840-1843), llega tras un breve periodo de ministerio, hasta

que las Cortes le ponen como Regente. Pasó a tener un gobierno autoritario, en el que

bombardeo Barcelona por oponerse al Tratado de Libre Comercio con Inglaterra, lo que

generó una oposición de progresistas y Moderados que tras un pronunciamiento de

Narváez le hará dimitir.

El reinado efectivo (1843-1868), llegará tras nombrar la mayoría de edad de la reina con

13 años.

Década Moderada (1844-1854). Con Narváez al frente habrá reformas como sustituir la

Milicia Nacional por la Guardia Civil, y crear la Constitución de 1845, más moderada que

la de 1837 con Soberanía compartida entre Rey-Cortes, 2 Cortes (Senado vitalicio

escogido por el Rey y Congreso por Sufragio Censitario), Reforma fiscal, Concordato al

ver el Vaticano que ha perdido la batalla del Carlismo, nuevos códigos Penal y Civil, y

el control de la administración a nivel provincial y municipal. Frente a este

conservadurismo nacerá el Partido Demócrata que buscará Cortes unicamerales,

libertad religiosa, instrucción primaria, intervencionismo estatal y sufragio universal.

Bienio Progresista (1854-1856). Tras agotarse el sistema, se suspenderán las Cortes y

habrá el pronunciamiento de la Vicalvarada, por parte del General O´Donnell, al que se

le unirá el General Serrano, mientras Cánovas publicará el Manifiesto de Manzanares.

Este gobierno será dirigido por Espartero que repondrá la Milicia Nacional, la Ley de

Imprenta, del ferrocarril y Bancaria junto con la Ley electoral. Confeccionarán una

constitución que no se publicará en 1856. Madoz impulsará una nueva Desamortización

en 1855 que afectará a bienes tanto eclesiásticos, como municipales y estatales.

La crisis generada por estas medidas dará paso a un nuevo periodo en donde se

alternarán los Moderados, dirigidos por Narváez y el Partido de la Unión Liberal, partido

dirigido por O´Donnell de ideología liberalista centrista.

Este bipartidismo generará una amplia oposición que protagonizará la sublevación de

los sargentos del cuartel de San Gil, y el Pacto de Ostende, donde todas estas fuerzas

opuestas al sistema (progresistas, demócratas y republicanos) pactarán el buscar la

forma de hacer abdicar a la reina y convocar unas nuevas cortes constituyentes. La

muerte de O´Donnell y Narváez, dejará huérfanos a ambos partidos y la reina no sabrá

reconducir la situación, lo que dará paso a la “Revolución Gloriosa”, donde en

Septiembre de 1868 Prim y Topete junto a Serrano harán que la reina abandone España

y se exilie en París, tras vencer sin apenas lucha al ejercito real en Alcolea.

6.2 EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868): LAS DESAMORTIZACIONES DE

MENDIZÁBAL Y MADOZ. DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL A LA SOCIEDAD DE

CLASES.

Durante el reinado de Isabel II (1833-1868), se comenzará a realizar las medidas que

buscarán desmantelar el Antiguo Régimen para dar paso al Eº liberal.

Las desamortizaciones fueron la expropiación de tierras de las llamadas manos muertas

(Iglesia, municipios, nobleza), para ponerlas en el mercado mediante subasta pública

con el fin de sanear la hacienda pública, vacía por los gastos de la Guerra Carlista y

crear una nueva base de propietarios agrarios afines a la causa liberal, poco

representada en la España de la época. Como contra partida a la expropiación, el Eº

financiará los gastos del clero a pesar de ser excomulgados por el vaticano.

Las desamortizaciones comienzan con Godoy, las Cortes de Cádiz y el trienio liberal,

pero serán en las de Mendizábal y Madoz en donde se realizará realmente este proceso

de cambio en la propiedad de la tierra, buscando una mayor productividad y generación

de riqueza en ellas.

Desamortización de Mendizabal 1837, llega durante la revolución liberal (1835-1840) en

la regencia de Mª Cristina, tras el mal curso que lleva la I Guerra Carlista para las tropas

Isabelinas con el gobierno moderado de Cea Bermúdez y Martínez de la Rosa. La

llegada de un gobierno más progresista ve necesario el liberalizar el mercado de la tierra

para así dar un paso más en el intento de acabar con el AR. Para ponerla en marcha,

primero disolvieron las órdenes religiosas cuyas fincas pasaron a manos del Eº, a

excepción de las órdenes dedicadas a la educación o sanidad. El intento de crear una

burguesía agraria, aumentar el número de propietarios no dieron los frutos esperados,

pues se crearon grandes lotes de tierras para las subastas que no eran asequibles para

los pequeños propietarios y si para los grandes terratenientes.

Desamortización de Madoz 1855, afectó también a bienes municipales, estatales,

órdenes militares, etc a parte de los eclesiásticos y se dio durante el bienio progresista

(1854-1856). Se buscó poder conseguir capital para financiar obras de infraestructuras

como las del ferrocarril, arreglo de iglesias, amortizar la deuda, etc. El incrementar los

bienes desamortizados provocó unos ingresos del doble de los que generó la anterior

desamortización. El clima de reformas de este bienio junto con esta reforma, generó

conflictos con la reina y la ruptura de relaciones con el vaticano, pues se eliminó la

mayoría de conventos y se les quitó numerosos bienes.

Las consecuencias sociales fueron la configuración del actual reparto de tierras en

España, con latifundios en la mitad Sur y minifundios al Norte. La venta de terrenos

comunales, generó emigración campesina a las ciudades para trabajar como obreros o

a América, junto con la aparición de un campesinado sin tierra (proletariado rural) que

se convertirá en un foco de conflictividad social. Por ello, campesinado, municipios e

iglesia serán los grandes perdedores.

En la economía el Eº ingresó grandes capitales que le permitió modernizar estructuras

del país, la superficie cultivada aumentó, dando lugar a mayor cantidad de alimentos,

pero los municipios acusaron la perdida de terrenos comunales tanto en su número de

habitantes como en sus modos de vida. Políticamente, el intento de crear un grupo social

burgués afín al liberalismo, se quedó a medio camino, al ser las grandes fortunas las

que compraron la mayoría de las tierras.

En la sociedad, la ruptura con el AR traerá el paso de una sociedad estamental a una

de clases, en donde, las jerarquías sociales desaparecerán junto con los privilegios,

buscando una igualdad fiscal en el pago de impuestos, judicial y en cuanto a derechos

políticos. Se instaura jurídicamente la categoría de los ciudadanos, que se diferenciarán

acorde a su clase social, siendo una sociedad abierta y no cerrada como anteriormente.

La Nobleza perderá influencia, privilegios, pero no el poder, ya que siguió presente en

los altos cargos de la administración, del ejército y de la política. Económicamente su

situación mejoró al comprar muchos de los terrenos desamortizados, aliándose

mediante matrimonios con la burguesía financiera y controlando junto con ellos los

consejos de administración empresariales.

El clero será unos de los grandes perdedores de esta revolución, perderá sus fuentes

de ingresos, tierras, diezmo y el monopolio educacional. Su número de reducirá y se

convertirá en una de las grandes enemigas de los liberales que defendía la libertad

religiosa y separarla del Eº.

La burguesía pasará a ser la clase social dominante, ya que la igualdad jurídica le

permitirá la movilidad social y las desamortizaciones la adquisición de bienes donde

invertir sus capitales. Habrá una alta burguesía como empresarios, banqueros,

comerciantes grandes propietarios agrarios, alto funcionariado y administración y otra

más modesta de pequeños propietarios.

La clase media será en torno al 10% de la población y adquirirá importancia social,

formada por abogados, médicos, catedráticos y otras profesiones liberales.

El resto englobará las capas más bajas de la sociedad, con proletariado urbano,

campesinos, jornaleros sin tierras, o artesanos arruinados por la revolución industrial,

que formarán parte en su mayoría del sector primario, el cual, generará un 50 del PIB

y con un 70% de la población.

6.3 EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874): LA CONSTITUCIÓN DE 1869.

EVOLUCIÓN POLÍTICA: GOBIERNO PROVISIONAL, REINADO DE AMADEO DE

SABOYA Y PRIMERA REPÚBLICA.

La Crisis, el malestar social, el descredito de la reina y sus políticos, preparó el terreno

para un cambio político. El intento de golpe de Eº de la Sargentada del cuartel de San

Gil, derivó en el pacto de Ostende, donde todas las fuerzas de la oposición (progresistas,

demócratas y republicanos) propondrán el cambio y convocar elecciones

constituyentes. En septiembre de 1868 se dará la revolución “Gloriosa” con Prim, Topete

y Serrano al frente, que proclamando el manifiesto “España con honra” expulsará a la

reina, tras derrotar a su ejército en Alcolea, la cual, se exiliará en París, formándose un

gobierno provisional con Serrano al frente, que buscará instaurar la paz y el orden,

dentro de un clima insurrecto con Juntas revolucionarias por todo el país.

El gobierno provisional de Serrano, englobará a los unionistas de Topete y a los

progresistas de Sagasta, Zorrilla o el propio Serrano y entre sus primeras medidas

estarán disolver las juntas revolucionarias y el fuero eclesiástico, expulsión de los

jesuitas y convocar cortes constituyentes.

Tras la victoria en las elecciones de la coalición de Serrano, se redactará la constitución

de 1869 donde habrá soberanía nacional, división de poderes con el legislativo en 2

cámaras, ejecutivo en el rey con los ministros y el judicial con los jueces. Hay derechos

básicos como reunión, asociación, expresión, libertad religiosa (por 1ª vez) y sufragio

universal masculino. También se aprobarán la Ley electoral, la de matrimonios civiles,

los juicios con jurado, la Ley Orgánica del Poder Judicial y la reforma del Código Penal.

Todo estará bajo una monarquía democrática, pero tras la expulsión de los borbones no

hay reyes en España, por lo que Serrano ejercerá una regencia, mientras Prim como

presidente del gobierno, se encargará en buscar un nuevo monarca para la nación.

Entre los candidatos se descarta la vuelta de los Borbones a pesar de los intentos de

Cánovas de Castillo, que fundará el partido Alfonsino para la defensa de los derechos

de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Al final se decidirán por Amadeo de Saboya, hijo del rey

de Italia, para no molestar al resto de potencias europeas que pretenden imponer un

candidato afín a ellas.

En este año de 1868, se darán varios problemas como la Guerra de Cuba, los Carlistas

tratarán de imponer a su candidato como Rey (Carlos VII) y levantamientos por todo el

país.

Amadeo es nombrado rey en noviembre de 1870 por las cortes, pero tendrá un breve

reinado (1870-1873) debido al asesinato de su valedor (Prim), las fuerzas de la

oposición con, la 3ª G. Carlista, el partido Alfonsino, el conflicto cubano, la nobleza y

burguesía, junto con el mundo obrero y republicano que realizarán manifestaciones

pidiendo la abolición de la monarquía. Ante la falta de apoyos (solo el del partido

constitucional de Sagasta y el radical de Ruiz Zorrilla), Amadeo abdicará en febrero de

1873, y se proclamará la I República al reunirse las 2 cámaras en una sola Asamblea.

El primer presidente proclamado por la Asamblea será Estanislao Figueras,

escogiéndose una república unitaria como tipo de Eº, lo que enfadará a los republicanos

federales de Pi i Margall. Durante su breve gobierno su cometido fue convocar Cortes

Constituyentes, pero se enfrentó a problemas como la crisis de Hacienda, y los conflictos

con los Carlistas y Cubanos. Pudo promulgar una amplia amnistía, abolir la esclavitud

en Puerto Rico y eliminar las Quintas.

En estas primeras elecciones la victoria será para los Republicanos Federales que

proclamarán una República Democrática Federal con Pi i Margall como presidente.

Habrá 2 grupos, los transigentes (primero orden social y construcción colectivista, desde

arriba de la república) y los intransigentes (creación individualista y desde abajo de la

república, que traerá la paz social). Al resto de conflictos armados se unirá la revolución

cantonal de Cartagena que se extiende entre las capas de trabajadores y clase media

en la zona de Levante y Andalucía.

La división entre sus partidarios y la imposibilidad de aprobar la constitución hizo que Pi

i Margall dimitiera sucediéndole Nicolás Salmerón, el cual, se limitó a tratar de

reestablecer el orden, a pesar de dimitir por no querer firmar unas sentencias de muerte

contra revolucionarios.

Finalmente, Emilio Castelar le sucederá, dando un giro político a la república desde la

izquierda hacia la derecha para obtener poderes especiales que le permitan conseguir

un orden social y apagar los conflictos que se sucedían por todo el país. Ante la poca

estabilidad y unidad de los republicanos, el general Pavía a principios del 1874 disolvió

las cortes republicanas, devolviendo el poder a Serrano, que ejercerá de nuevo una

regencia dictatorial junto con liberales como Topete y Sagasta, hasta que el

pronunciamiento del general Martínez Campos finiquite este sexenio revolucionario y

proclame la vuelta de los Borbones bajo la figura de Alfonso XII y la ayuda de Cánovas,

líder del partido Alfonsino.

BLOQUE 7. LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: IMPLANTACIÓN Y

AFIANZAMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA POLÍTICO (1874-1902)

7.1 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): CÁNOVAS DEL CASTILLO Y EL

TURNO DE PARTIDOS. LA CONSTITUCIÓN DE 1876.

Tras la disolución de las cortes por el General Pavía, se abre un periodo de regencia

por parte del General Serrano, en donde Cánovas del Castillo tratará de crear un clima

favorable al retorno de los Borbones en la figura de Alfonso XII. Para ello consigue que

Isabel II abdique en su hijo y proclama el manifiesto de Sandhurst (escrito por Cánovas)

donde pone a la monarquía como única solución a los problemas del Sexenio. El

pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto precipitará la llegada del rey.

A pesar de no tener el tiempo suficiente para crear una mayoría social afín a las ideas

de su partido alfonsino, conseguirá que Serrano dimita y tras la llegada de Alfonso XII,

le confirme como jefe del gobierno tras un breve periodo de gabinete-regencia.

Durante el reinado de Alfonso XII (1875-1885), Cánovas creará un sistema monárquico,

liberal, parlamentario, pero no democrático, que traerá estabilidad al Eª durante casi 40

años. Los objetivos de Cánovas durante esta restauración serán:

- Pacificar el país consiguiendo la paz con Cuba (paz de Zanjón 1878) que

mantenía un conflicto armado por su independencia y venciendo en la 3ª G.

Carlista (1876). Mediante la imagen de rey-soldado en Alfonso XII devolverá al

ejercito a los cuarteles evitando los habituales pronunciamientos visto en el

SXIX.

- Bipartidismo inspirado en el sistema parlamentario inglés de los Whigs y los

Tories, alternando en el poder a 2 partidos, Conservadores (Cánovas) y

Liberales (Sagasta), que consoliden la figura del Rey y las Cortes como

instituciones fundamentales. Alternándose con los liberales conseguirá que

estos eviten el pronunciamiento como forma de llegar al poder. El partido de

Cánovas (Conservador) lo forman antiguos moderados, unionistas y católicos de

la unión católica. Socialmente lo apoyarán la burguesía latifundista y financiera

junto con el clero y aristocracia. Por otro lado, el partido de Sagasta (Liberal)

tendrá a progresistas, demócratas y republicanos moderados, apoyados por

funcionarios, profesiones liberales y la pequeña burguesía comercial e industrial.

Para poder turnarse en el gobierno lo harán mediante el fraude electoral, en

donde se disolvían las cortes y se hacen elecciones, las cuales se amañaban

desde el Ministerio de la Gobernación que creaba el “encasillado”, que era la

lista de diputados provinciales que debían salir en cada provincia con la ayuda

de los gobernadores civiles. Una vez ganaba las elecciones esa lista electoral,

el rey les pedía formar gobierno. Los votos se imponían por presión o amenazas

por parte de los caciques locales, se compraban o se manipulaba el censo,

creando un sistema de fraude que se conoce como el Pucherazo.

- Constitución de 1876. Necesaria para darle estabilidad jurídica al régimen de la

restauración. Será una mezcla de la de 1845 y la de 1869, pero

predominantemente conservadora. Habrá sufragio universal masculino a pesar

de no tener validez debido al pucherazo. No hay división de poderes, ya que el

legislativo será bicameral y compartido entre rey y cortes, con un congreso

escogido por sufragio y un senado conformado en parte por designación real, y

otra parte por corporaciones y grandes contribuyentes, el ejecutivo lo tiene el rey

que escoge al jefe del gobierno y posee amplios poderes como un veto por

legislatura, disolver y convocar cortes, aprobar leyes, o ser el jefe del ejército. El

judicial estará en los tribunales como en 1869. En cuanto al credo, la religión

oficial será la católica, permitiéndose otros cultos de forma no pública.

Durante el reinado de Alfonso XII (1875-1885) gobernó el partido de Cánovas, excepto

entre 1181-1884 que gobernó Sagasta. En estos gobiernos conservadores se restituirá

el Concordato con el Vaticano devolviendo algunas tierras expropiadas y financiándoles,

se quitarán alcaldes y gobernadores civiles no afines a la restauración, para así facilitar

las prácticas fraudulentas del pucherazo, volverán militares depuestos durante el

sexenio, crearán la ley electoral, la ley de imprenta (pero eliminando periódicos no

afines), quitarán la libertad de cátedra y las asociaciones obreras por el creciente

movimiento proletario. Suspenderá los matrimonios civiles del sexenio.

En 1885, tras la muerte de AXII, su mujer, Mª Cristina de Habsburgo ejercerá la regencia,

en la que, tras el pacto del pardo, continuará con el sistema canovista (pactismo), que

una vez asentado crecerá en corrupción y fraude. Durante esta regencia el partido liberal

propondrá nuevas leyes como el código de comercio 1885, Ley de asociaciones 1887,

Ley de jurados 1888, el código civil 1889, o la Ley de Sufragio universal.

En 1895 se iniciará una nueva guerra en Cuba tras no aprobarse su Estatuto, que

acabará con la independencia de las últimas colonias españolas.

7.2 LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1874-1902): LOS NACIONALISMOS

CATALÁN Y VASCO Y EL REGIONALISMO GALLEGO. EL MOVIMIENTO OBRERO

Y CAMPESINO.

La Restauración Borbónica será un sistema monárquico liberal y parlamentario, no

democrático que traerá estabilidad al Eº durante casi 40 años, apoyándose en la figura

del Rey-soldado, la Constitución de 1876 y el turno y pacto de los partidos

conservadores (liderados por Cánovas) y Liberal (liderado por Sagasta), en el contexto

del pucherazo. Actuará bajo el gobierno de Alfonso XII y tras su muerte, en la regencia

de Mª Cristina, consolidándose tras la firma del Pacto del Pardo y enfrentándose a

problemas como la crisis de 1898 o la muerte de Cánovas.

Esto excluía al resto de fuerzas y organizaciones políticas, que, a pesar de la creciente

corrupción del sistema, tenían dificultades para integrarse en él debido a la poca

implicación de la sociedad.

- REPUBLICANOS: Movimiento muy fragmentado, pues el grupo de Castelar y

los posibilistas colaboraban con el turnismo y el partido liberal de Sagasta, otros

como Ruiz Zorrilla abogaban por acciones violentas y armadas, mientras que el

resto se dividían entre los que querían una república unitaria (Salmerón) y los

que buscaban una República federal como Pi i Margall.

- CARLISTAS: También divididos tras la derrota en la 3ª G. Carlista (1876), entre

los colaboracionistas con el turnismo, que querían crear un partido dentro de la

legalidad, que fuera a las elecciones liderados por Vázquez de Mella y los que

luchaban contra el régimen con Ramón Nocedal a la cabeza.

Se generaron movimientos nacionalistas y regionalistas que buscaban, en algunos

casos la independencia y en otros, una mayor descentralización política, apoyándose

en la creación y consolidación de instituciones propias que facilitaran una mayor

autonomía frente al turnismo.

- NACIONALISMO CATALÁN: Tiene su origen en las reivindicaciones culturales

y literarias de la Renaixença, que dio pie a la creación del Centre Catalá (1882)

que pedirá mayor autonomía política con el republicano federal Almirall al frente.

Estas peticiones se plasmarán en las Bases de Manresa, proyecto de Estatuto

de Autonomía impulsado desde la Unió Catalanista (1891). En 1901 se fundará

la Lliga Regionalista con Prat de la Riba y Francesc Cambó a la cabeza. Era un

partido burgués de corte conservador, apoyado por clases medias y altas de la

industria y la banca que deseaba una autonomía catalana, convirtiéndose en el

principal partido catalán en el primer tercio del SXX.

- NACIONALISMO VASCO: Sobre la base del antiguo Carlismo, este movimiento

pidió la restauración de los Fueros, criticó la industrialización, la inmigración, el

capitalismo, o el liberalismo, basándose en el tradicionalismo, el catolicismo, y la

sociedad tradicional. El PNV, será el partido que encabezará esta ideología,

fundado por Sabino Arana en 1895 y que durante el SXX irá variando desde el

independentismo al autonomismo en España.

- REGIONALISMO GALLEGO: De menor implantación social que el resto de

nacionalismos, este regionalismo nace a partir de un movimiento cultural llamado

“O Rexurdimento”. Manuel Murguía, será el líder político que buscará durante el

Turnismo la creación de un movimiento político que se plasmará en la Asociación

Regionalista Gallega.

En lugares como Andalucía o Valencia también habrá regionalismos de este tipo.

La llegada de las ideas marxistas desde diversos puntos de Europa tuvo un reflejo en la

España de la época. En un principio, nacerán dentro del seno de la fe católica como el

Círculo católico de Obreros de 1879. Desde el reinado de Alfonso XII 1875 y hasta el

gobierno de Sagasta (en la regencia de Mª Cristina), las organizaciones obreras

estuvieron prohibidas e ilegalizadas, pero en 1887 con la aprobación de la ley de

Asociaciones, estos grupos serán permitidos y legalizados.

Ideológicamente, tanto el movimiento obrero como el campesino, se dividirá en 2

corrientes, por un lado, las de carácter anarquista y por otro lado las de carácter

socialista.

El anarquismo tendrá su matriz en la FTRE (Federación de Trabajadores de la Región

Española) que será predominante en las zonas rurales, en las zonas de Andalucía y las

antiguas regiones de la corona de Aragón (Aragón, Cataluña y Valencia). Su gran

fragmentación y el uso de la lucha armada para reivindicar sus ideas, mediante

atentados y activismo sindical, hará que sean reprimidas con dureza y algunos se

radicalicen en la famosa “Mano Negra”.

El socialismo crecerá en el entorno de los obreros de las imprentas, que, junto con otros

trabajadores, fundarán en 1879 el PSOE, presidido por Pablo Iglesias, y posteriormente

en 1888 el sindicato de la UGT. Sus reivindicaciones eran mejorar las condiciones de

vida y laborales de los obreros y usaban para ello instrumentos como la huelga, la

negociación colectiva, peticiones al poder político, etc. Tuvieron en un principio menos

implantación que el anarquismo en el territorio nacional, pero fue ganando importancia

en los entornos urbanos.

Todas estas acciones sindicales fueron delitos y reprimidas hasta los inicios del SXX.

7-3 EL PROBLEMA DE CUBA Y LA GUERRA ENTRE ESPAÑA Y ESTADOS

UNIDOS. LA CRISIS DE 1898 Y SUS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS, POLÍTICAS

E IDEOLÓGICAS.

Tras la emancipación de la américa española en el primer tercio del SXIX, las

posesiones ultramarinas a finales del mismo, se reducían a las islas de Cuba y Puerto

Rico en el Caribe, y Filipinas junto con algunos islotes dispersos en el Pacífico.

En las islas caribeñas, la posición de España estaba sustentada por la presencia de

tropas y una administración que ayudaba a que su floreciente economía agrícola (azúcar

y tabaco) favoreciera a las élites sociales. Esta economía se basaba en el

intervencionismo español en materia fiscal, que impedía que las islas pudieran importar

y exportar productos a otros países europeos mediante fuertes aranceles, lo que

generaba grandes beneficios económicos en la metrópoli. Por otro lado, estaban

obligados a comprar productos textiles (principalmente catalanes) y harina a España.

Unido a esto, está la creciente influencia de EEUU, que buscaba nuevos mercados, la

nula posibilidad de autogobierno y el mercado esclavista donde parte de las élites

locales y peninsulares hacían negocio, como factores determinantes en el conflicto.

En Filipinas, había poca inversión y población española, y la dominación se basaba en

la presencia del ejército, junto con la labor misionera de varias órdenes religiosas. La

economía era predominantemente agrícola con una gran población indígena.

En Cuba, el movimiento independentista comienza en 1868 con el grito de Céspedes,

buscando una mayor autonomía política y abolir la esclavitud al igual que hizo Lincoln

en EEUU.

El primer intento de independencia será la Guerra de los 10 años (1868-1878), en donde

Martínez Campos acordará la Paz de Zanjón, prometiendo a los cubanos mayor

autonomía, eliminar la esclavitud y mayor libertad comercial. Al no cumplirse estas

condiciones, surgirá el Partido Liberal Cubano, formado por la burguesía criolla, y un

nuevo conflicto (Guerra Chiquita 1879-1880) que realzó el independentismo insular.

José Martí, líder independentista cubano, creó el Partido Revolucionario Cubano, y por

otro lado, en el Pacífico, José Rizal funda la Liga Filipina, buscando ambos partidos la

independencia de dichos territorios.

Desde España, se trata de calmar la situación con la Ley Autonómica Cubana (1895),

pero estos intentos serán estériles, debido a que la idea de la insurrección ya había

prendido en la sociedad cubana gracias a ciertos líderes como Martí, Máximo Gómez o

Antonio Maceo. España manda a Martínez Campos que no logra dominar la situación y

es sustituido por el general Weyler, que, tras algunos éxitos iniciales, no consigue

impedir el conflicto armado. Por el lado filipino Rizal es ejecutado, pero los movimientos

independentistas siguen vivos por medio de Aguinaldo.

Tras el asesinato de Cánovas, Sagasta ve necesario ceder ante ciertas pretensiones

cubanas, pero la intervención de EEUU, interesada en liberar a la isla de la soberanía

española, financiando a los líderes independentista cubanos, hará que se metan de lleno

en el conflicto tras la voladura del acorazado Maine (febrero de 1898), dando lugar a la

Guerra Hispano-Americana.

Esta guerra tendrá sus escenarios en Cuba y Filipinas, buscando EEUU favorecer sus

intereses económicos abriendo nuevos mercados. España será derrotada en las

batallas de Cavite y Manila en Filipinas y en la de Santiago en Cuba. La flota española

será barrida por la estadounidense.

Tras el Tratado de París (diciembre de 1898), España reconocerá la independencia de

Cuba y cederá a EEUU Puerto Rico, Filipinas y Guam a cambio de una compensación

económica. Un año después, liquidará el imperio colonial vendiendo las Marianas y

Palaos a Alemania.

Esto será conocido como el desastre del 98 y traerá una serie de consecuencias a

España:

- Económicas: Gran pérdida de ingresos por la pérdida del mercado colonial. Los

precios subieron y se amplió la política proteccionista, pero gracias a la

repatriación de los capitales a la península, que se invirtieron en el proceso de

industrialización española, hará que el golpe sea menor y se desarrolle la

industria y banca.

- Políticas: Dejamos de tener peso en la política internacional, hasta la

intervención en África. En el interior se inicia “el regeneracionismo” que tratará

de reformar y modernizar el país, con Silvela desde el partido conservador y

Canalejas desde el Liberal.

- Ideológicas: Aparece “el regeneracionismo” que critica el sistema político

canovista, y buscará el progreso de España. Será una corriente nacida de esta

crisis que exaltará la conciencia nacional con representantes como Almirall o

Joaquín Costa. Desde el mundo de la cultura la generación del 98 con sus

autores le darán voz.

- Entre otras consecuencias habrá un crecimiento del movimiento obrero que

protagonizará movilizaciones como las de la semana trágica y de los

nacionalismos, que tras la pérdida del mercado colonial aumentará su influencia.

Por otro lado, el descrédito del ejercito aumentará, lo que fomentará los intentos

del mismo de resarcir su honor durante el SXX con graves consecuencias para

este país.

BLOQUE 8. PERVIVENCIAS Y TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS EN EL SIGLO XIX: UN

DESARROLLO INSUFICIENTE

8.1 EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y MOVIMIENTOS MIGRATORIOS EN EL SIGLO XIX. EL

DESARROLLO URBANO.

Durante el SXIX las reformas económicas y liberales llevadas a cabo de forma paulatina y con

retraso respecto a otros países europeos, darán paso a grandes transformaciones en la

sociedad, cambiando del Antiguo Régimen a la sociedad contemporánea.

EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA. A partir de la Revolución Industrial, se dará un crecimiento

demográfico estable, en contraposición de los siglos anteriores, caracterizados por un

crecimiento muy lento de la población debido a la alta mortalidad. Esta población española del

SXIX se caracteriza por:

➢ Crecimiento moderado, pasando de 11 millones en 1800 a 18 millones en 1900. Será

un crecimiento más lento que en otros países europeos que doblaron la población

gracias a un mayor crecimiento económico.

➢ Este menor crecimiento es debido a la continuidad de las pautas demográficas del AR,

con alta natalidad y mortalidad, con crecimientos vegetativos bajos. Cataluña será la

excepción con un régimen demográfico moderno.

La alta natalidad (de las mayores de Europa, 35%) no será suficiente para mantener la

tasa de crecimiento demográfico de otros países europeos, pues a pesar de disminuir

la mortalidad a un 29%, seguía siendo la más alta de Europa, solo por detrás de Rusia.

La esperanza de vida en general no superaba los 35 años y es debido por 3 causas

principales:

- Crisis de subsistencia, con más de 10 a lo largo del SXIX. Las malas cosechas,

condiciones climáticas desfavorables, atraso tecnológico agrícola, malas

comunicaciones y otros factores harán que la producción de trigo sea escasa en

algunas ocasiones, lo que aumentará la mortalidad.

- Epidemias endémicas como el cólera, el tifus o la fiebre amarilla, a pesar de

desaparecer la peste, tan típica en siglos anteriores.

- Enfermedades endémicas como viruela, tuberculosis, sarampión, escarlatina, difteria,

etc que fueron la causa de muchas de las muertes de este siglo.

➢ Gran movimiento migratorio tanto en el interior peninsular (del campo a la ciudad)

como en el exterior (hacia Argentina y Cuba).

➢ Crecimiento urbano gracias al éxodo rural, siendo Barcelona, Madrid, País Vasco y

urbes de las costas españolas el destino de esta inmigración. Irán a las zonas

industriales, a pesar de continuar la mayoría de la población en medios rurales.

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS. Debido a los grandes cambios económicos y sociales de este

siglo, esta inmigración será una variable importante en el ámbito demográfico.

- Migración interna. Debido a los efectos del liberalismo y de las desamortizaciones, la

sociedad rural creció dando lugar a una alta presión demográfica, lo que hizo que

gracias a la mejora de los transportes, muchos vayan a las ciudades como obreros bajo

la ilusión de una vida mejor. Parte de la inmigración será temporal y esporádica y otra

será de tipo definitivo, creando nuevos barrios en las ciudades. El destino más habitual

son las zonas urbanas industriales con necesidad de mano de obra proletaria, como

Barcelona, Madrid o Euskadi.

- Migración exterior. Motivada también por la presión demográfica y las malas

condiciones de vida, marcharán en busca de nuevas oportunidades personales sobre

todo a América, favorecida por el pasado común con España, siendo Galicia, Asturias y

Canarias los lugares con mayor emigración. Parte de esta población se irá a “hacer las

Américas”, creando fortunas que en algunos de los casos retornarán a la península,

siendo llamados “indianos”. Estos indianos colaborarán en el desarrollo de sus lugares

de origen, actuando como caciques locales.

EL DESARROLLO URBANO. A pesar de no llegar al nivel de otros países europeos, fue

considerable doblando la superficie urbanizada en la segunda ½ del SXIX. Inglaterra o Alemania

llegaron a multiplicar por 4 esta superficie, mientras España, se mantuvo a un nivel parecido al

del resto de países mediterráneos.

Tan alto crecimiento urbano, tienen su génesis en la migración del campo a la ciudad,

motivada por las desamortizaciones, la creciente industrialización, y las transformaciones

típicas del sistema liberal.

Fruto de esto, veremos procesos urbanizadores de los que aun quedan huellas en las ciudades,

como los ensanches de Cerdá en Barcelona, el de Castro o barrio de Salamanca en Madrid.

Otras ciudades como Zaragoza, Valencia o las vascas copiaron este modelo, que a la sombra

del creciente negocio inmobiliario, dio trabajo como obreros de la construcción a la creciente

mano de obra llegada del mundo rural.

Este crecimiento urbano motivó la construcción de infraestructuras y servicios públicos como

agua corriente, alcantarillado, iluminación y empedrado de calles, transporte público dentro

de la ciudad, transformando la fisonomía de las mismas.

8.2 LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX. EL SISTEMA DE

COMUNICACIONES: EL FERROCARRIL. PROTECCIONISMO Y LIBRECAMBISMO. LA APARICIÓN

DE LA BANCA MODERNA.

La economía del SXIX crecerá de manera lenta y con retraso, respecto a otros países del

entorno. Debido a los conflictos bélicos y políticos, estará estancada hasta 1840, empezando a

recuperarse a partir de esta fecha, y creciendo en el último tercio del SXIX.

El motor de la Revolución Industrial en el resto de países, fue la revolución agrícola, que elevo

la esperanza de vida, creo excedentes agrarios y económicos, que se utilizaron en impulsar y

financiar la naciente industria de dichos países. Al no existir un crecimiento de población, ni de

rentas por parte del campesinado, la demanda de bienes y servicios por parte de las clases

populares fue muy pequeña. Se continuó con un modelo económico del AR, primando el

sector primario y con escasa transferencia de población de este sector al secundario.

A pesar de los intentos por parte de algunos gobiernos de impulsar una industrialización en

España, los resultados fueron estériles y alejados de los objetivos que se pretendían. La

estructura económica seguirá siendo agrícola en su mayor parte, y el sector industrial y

servicios seguirán siendo minoritarios.

Nuestra industrialización fue lenta, incompleta y tardía. Hasta bien entrado en SXIX, la

producción era fundamentalmente artesanal y local, gracias al proteccionismo que beneficiaba

a estas industrias. En la Década Moderada y los ´50 habrá un crecimiento palpable que se verá

frenado por crisis como las del precio del algodón o el proceso desamortizador. Con la

Restauración Borbónica viviremos una recuperación de estos procesos industrializadores.

La industria textil catalana era la más desarrollada en España a lo largo del SXIX, motivado por

el proteccionismo estatal, los excedentes de la producción vinícola, el fracaso de los intentos

de implantación del libre comercio en España, la Ley de comercio con las Antillas de 1822 que

le abrió dicho mercado, avances tecnológicos como las máquinas de hilar, telares a vapor,

selfactinas, etc. Con la perdida de las últimas colonias en 1898, se verá frenada esta industria al

perder dichos mercados.

La industria siderúrgica se desarrollo en diferentes zonas como Málaga hasta mitad de SXIX, a

partir de este momento habrá desarrollo en Asturias y a finales del siglo en Vizcaya, donde se

fundarán los altos Hornos de Vizcaya y de Bilbao, que tendrán casi un monopolio en la creación

de acero creadas con capital mixto y sistema Bessemer.

El resto de industrias (agroalimentaria, química, papelera y minera) también vivirán cierto

impulso. Se publicó la Ley de Minas en 1868 que liberalizó el sector y la hizo crecer en zonas

como Riotinto, Almadén, La Carolina, etc.

En el tema energético habrá un déficit ya que nuestro carbón, materia prima fundamental en

la industrialización, es caro, de mala calidad, escaso y de poco poder calorífico. La segunda

Revolución Industrial traerá el uso de otras fuentes de energía como el petróleo y la

electricidad, los cuales serán explotados por empresas foráneas.

Por todo ello, España ocupará las últimas posiciones en el proceso industrializador europeo ya

que tanto nuestro mercado nacional como los capitales empleados era escasos e insuficientes.

Ante ello habrá una industria poco competitiva en la periferia peninsular (País Vasco y

Cataluña), que obligará a políticas proteccionistas por parte del Estado que será financiada con

capitales extranjeros.

Los transportes, elemento fundamental a la hora de impulsar la economía y la industrialización

eran antiguos y lentos. Durante la desamortización de Madoz, se tratará de impulsar el

ferrocarril (Ley General de Ferrocarriles 1855), con el uso de las rentas obtenidas en su

promoción. La Ley de Bancos y Sociedades de Crédito posibilitó la entrada de capitales

extranjeros, sobre todo franceses. Por parte del Estado se darán subvenciones y

desgravaciones a la importación de materiales y maquinaria. Esto dará pie a un predominio de

compañías extranjeras de este sector e inversión del poco capital privado español en el

ferrocarril, en lugar de la naciente industria nacional lo que disminuyó la producción de bienes

de consumo y servicios. Esto durará hasta 1876. Otros sectores que avanzarán será la

navegación a vapor y correos y telégrafos.

La red ferroviaria será radial con centro en Madrid, lo que acarreará malas comunicaciones

entre otros núcleos urbanos y un ancho de vía más estrecho al de Francia lo que nos aislará de

Europa.

El comercio interior se normalizó al unificar el sistema tributario, impuestos y resto de

diferencias fiscales entre los distintos territorios españoles. El avance en los transportes y el

sortear accidentes geográficos ayudó a ello.

El comercio exterior a pesar de perder las últimas colonias aumentó al ir introduciéndose

España en los diferentes circuitos comerciales europeos y atlánticos. A pesar de ello la balanza

comercial será deficitaria, con una mayor importación de productos manufacturados y

técnicos, frente a una menor exportación de materias primas y productos poco elaborados.

El proteccionismo fue una de las políticas económicas más recurrentes, como intento por parte

de la mayoría de países europeos de protegerse del imperio comercial inglés, el cual, estaba

más avanzado al del resto de naciones. Para proteger la industria nacional, veremos como se

aplican estas medidas que afectarán a la industria textil del algodón catalana, a los cerealistas

de Castilla y a los siderúrgicos vascos. España fomentará este proteccionismo a lo largo del

SXIX como con el Arancel de 1826, o durante la Restauración borbónica, a excepción de la

época del sexenio democrático con el Arancel Figuerola 1869, en donde se escuchan las

peticiones liberales de fomentar políticas de libre mercado y reducir el intervencionismo

estatal.

Importante también será el desarrollo de la banca y el sector financiero. Vemos los inicios en

época de Fernando VII y la creación del Banco de San Fernando en 1829 y la Bolsa de Madrid

en 1831. Posteriormente se impulsarán mediante la ley de Bancos y Sociedades de Crédito

1856, el asentamiento del sistema bancario, creándose el Banco de España 1856, el Banco

Santander y Banco de Bilbao en 1857, Banco hipotecario en 1872, etc. La presencia de

diferentes monedas y divisas en el territorio nacional, fue solucionado con la implantación de

la peseta como moneda oficial, facilitando las transacciones comerciales y logrando la

uniformidad monetaria.