111;1 y - Revista de la Universidad de México · tener noviazgos o casarnos, o jugar a la lotería...
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U IVERSIDAD DE MEXICO 7
* * *-Yo creía que el sexo no tenía fin,
dice el hombre en crepúsculo. Y el filósofo contesta-: o lo tiene. Lo único esque se desplaza. Como el pólen. que seconvierte a su modo en 111;1 ri posa.
* * *La ironía es que todas las cosas del
hombre -amor, dolor, sexo, amistad, pensamiento creador, éxtasis místico- soninfinitas. Y que parecen serlo sólo ',Jor lomismo que cada hombre es finito. ..
* * *-Yo no quería nacer, y nací. o quiero
\llOrir, y mOl'il'é, ¿ Es éste el resumen elela voluntad humana?
* * *-No me digas lo que debo sentil', ni
'o que debo pensar. ni 10 que debo' hacer.Existo sólo por cuanto siento y pienso yhago todo lo que no debo hacer, pensal' ;lisentir.
* * *
bocadillos y botanas que, tomamos enabundancia, nos impiden comer pero nonos alimentan.
* * *Vaya enviárselas todas a Alfonso Re
yes. A él lo aburría un poco la cosa, peroa mí me liberará. Y. además. él podráquemarlas.
* * *Cuando le confiesa uno a su mUjer le
gítima:-¿ Sabes? Yo soy el mismo que te se
guía todas las noches hasta tu casa. y delque corriste una vez.
Ella contesta :-No lo creo. Yo te contéque alguien me seguía, y tú inventas e oahora.
La realidad nunca llega a la altura de'deseo. uestra esposa quiere seguir siendoseguida. pero no (¡"ee en la verdad porqueno quiere que la sigamos nosotros. El derecho a la fuga.
* * *
En México existe nada más otro derecho: el derecho a la Ley Fuga.
* * *n amable profesor de Au tin dice que
aquí no hay más que dos estaciones: laestación de verano y la estación del ferrocarril. ¿ No. olvida - una? La estación demorir, en Austin o en cualquier parte.
* * *Los amigos muertos de esta temporada
terrible nos hacen, por señas, una invitación amistosa. En vano. Podemos e cribirver os por epidemia, frases por imitacióntener noviazgos o casarnos, o jugar a lalotería o invertir en bonos y accione porconcomitar:cia. Pero la muerte es algodemasiado personal para volverlo gregario, ni promiscuo. Es, glosando el viejochiste sucio de nuestra infancia, el itio"adonde el rey va solo."
* * *Sólo Y su alma, como dicen las coma
eh-es.
i\ustin, 11 de agosto de 1955.
Sólo la rebelión conduce a Dios. La sumisión es una módica reproducción del infierno.
* * *-No me salude usted, por favor. To
davía no me he visto esta mañana.EL IDIOMA
SEGUNDA PARTE
Por An.tonio ALATORRE
EN la primera parte de este estu-d;o * he esbozado 'un paralelo entre la conquista lir:.güística de México por ~os españoles y la con
quista lingüística de España for los ro-manos. Me he referido, entre otras cosas, al sustrato náhuatl que hay bajo elespañol que hablamos en México, réplica del sustrato ibérico de la lengua de laPenínsula, y al supcrestrato o adstrato in-
quiero señalar algunos aspectos característicos y vitales del idioma de los mexicanos, trataré de corregir ese desequilibrio. A decir verdad, Jos ang~icismos, los"pochismos", no son -o no son todavía- ni característicos ni vitales. Tal vezsea un poco anacrónico decir esto, perome imagino que en cierto momento la palabra alcáza.r, de origen árabe, fué en lalengua de Castilla un huésped tan incómodo y tan mal adaptado como es aquí,ahora, digamos, la palabra roof-ga.rdell.
MEXICANOSLOSDB* * *
Estoy cansado. Lo unlCO que me ,'ean:ma es prnsar qU2 los demás pueden cansarse de mí.
Parranda de frases. La i~usión de qu~
p~lede uno tenderse también, hasta el placer, en una cama estrecha - o en unapalabra.
* * *
Las hojas pequeñas de papel son tantEntadoras CODO las mujeres de paso.Siempre queremos dejar un sello en ~llas.
El matrimonio es en grueso libro en blanco que quisiéramos dejar tal cual.
* * *Toca al dramaturgo marcar el mutis de
S1.:S personajes y los telones de sus actos.Pero yo sigo escribiendo estas ;laderíasporque ¿quién va a hacerme teatro a mí?
* * *Las reflexiones breves, las sentencias,
las frases, son como esos juguetes debarro policromado que el indio mexicanosolía vender pOI' un centavo. N o son unapirámide, pero cada uno es único, bíblicoen un sentido de desemejanza, singular enla acepción de la gota de agua que no separece a ninguna otra y, sin embargo, esigual a todas.
* * *Leo un libro sobre Humbo!dt y com
prendo por qué su estatua blanca, en eljardín del vie.io convento de San Agustín.me inspiró siempre un curioso recelo: erahomosexual. Pero era un homoxesual enamorado del Cosmos - no del gendarmede la esquina.
* * *Lo malo de hacer frases es que nunca
termina uno. Las comparé una vez a Jos
glés a que ahora nos estamos viendo sometid,os y que se asemeja curiosamente,en mas de un aspecto, a la influencia árabe sufrida antaño por la lengua castellana.
Pero me he detenido más en el problema de los anglicismos que en el papelde los nahuatlismcs en nuestra lengua. Yen las páginas que siguen, en las cuales
La lengua de Castilla, sin embargo, acabó por quedar t ñida, impregnada de muchos centenares de arabismos, palabrasque, vistas de de nuestra perspectiva,después de siglos, son tan vitales y tancaracterísticas como las demás. Sentimosla palabra azahar, de estirpe árabe, tan
* Véase el número ele octubre de Universidad de México.
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castiza como la palabra pájaro, de origenlatino, o como la palabra arroyo, perteneciente al ubstrato ibérico prerromano.De~de nuestro punto de vista, las tres tienen idéntica carta de natlll-aleza. Es impo ible aber si algún día ocurrirá otrotanto con los anglicisrpos.
l.o nahuatlismos, en cambio, sonconnaturale al idioma de los mexicanos.Cuando hacemo la "conjunción" de chile y tortilla, no nos damos cuenta de quela primera es palabra náhuatl y la segundae pañola; gentimo las do igualmentemexicanas. Pero algo rechina si hacemosla "conjunción" de un hot-dog y un jarrode tepachl.' ... El hot-dog es todavía, material y lingüísticamente, un advenedizo.y cuando se avergüenza de su origen ytrata de presentársenos traducidos al espa-
-ñol como "perro caliente", creo que espeor; su posición es más incómoda aún.
Los nahuatlismos están en el poloopue to d,' estos advenedizos. Lo cualquiere decir, por otra parte, que ya no'advienen", que ya no penetran nuevapalabras de cur:o náhuatl en la lengua quehablamos. Al cont¡-ario, es evidente quemuchos de lo nahuatlismos que se usaban corrientemente en la época colonialson ahora casi desconocidos. He aludido,por ejemplo, a la palabra piciete, derrotada por la palabra rival tabaco,. otrasvoces nahuas desaparecieron porque desapareció el objeto que denotaban, o porque este objeto acabó por ser de ignadocon una palabra española.
camente nahuatlizado: nombres de pohlaciones, comenzando con el propio nombrede México, nombre de animales, de plan_tas, de alimentos, de bebidas, de mueblese instrumentos varios. etc., etc.
Ahora bien, ¿ qué uso hacemos de 105
nahuatlismos) Ante todo, hay que decirque muchos no son de empleo corriente:designan plantas, alimentos, objetos conJos cuales sólo tienen familiaridad de-
CANTINFLAS
. .. olfato idiomático . ..
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terminadas poblaciones rural<:, obre todo la indígenas. Además, muchos de e osnahuatlismos revisten todavía una formatan "cruda", tan alejada del e pañol, qu~
para los mexicano mismos re ultan impronunciable. N o e raro, pues, que nose oigan muy a menudo palabra comotlalantacuitlapil, tlacotequilizpacle, tepecuitazote, zacapelosúchil o chompiligiiispatli. Sin embargo, los re tante , aunquehablando en términos absoluto no eanmuy abundantes, se emp~ean tanto, pertenecen de tal modo al habla diaria, quesu presencia en el español que hablamoen México llama inmediatamente la atención. Y no ólo porque se refieren a objetos de la realidad en que nos movemo .sinÓ ademá porque tienen una extraorclinaria vitalidad en la creación de girostípicos, de comparaciones muy usadas enel lenguaje afectivo. Muchos de los nahuatlismos están continuamente en trancede metaforizaciÓn. Uno de los constantesrecursos del pueb'o para dar viveza yprecisión gráfica a lo que dice es, en efeéto, el empleo de metáforas. De ese modose realiza, anónimamente, una labor análoga a la del poeta (distinta sólo por laintención). La metáforas, sin embargo,se desgastan pronto y pierden su vivezaoriginal: se "lexicalizan". Entonces secrean nuevas metáforas o comparaciones.En este aspecto, es notable la predileccióndel mexicano por las palabras de origennáhuatl: llevan una referencia tan exactay vívida a la realidad del medio, que se
... dicen y repiten sus expresiones, deleitándose en eNas ...
Así, pues, el número y la extensión delos nahuatlismos se conocen más o menoscon todas sus circunstancias, y un diccionario como el de don Cecilia A. Robelolos contiene prácticamente todos. En laszonas en que se sigue hablando el náhuatl' -sobre todo los Estados de México, Puebla y Tlaxcala- son quizá másabundantes los nahuatlismos que en otraspartes, pero los que haya allí de más sonde uso regional y restringido. El náhuatlha dejado de ser fuente activa de vocabulario. Sin embargo, el mundo del mexicano ha quedado permanente .y orgáni-
CLAVILLAZQ
... el l'Ío de la lIloda lingiiist'ica.
prestan admirablemente para su objeto.Cabeza de chorlito es un giro español quesólo conocen en México las personas cultas, pero que al pueblo no le dice nada,puesto que no conoce ese pájaro que enEspaña se l!ama chorlito. En cambio, altonto y caprichoso puede IJamarlo de manera gráfica cabeza de tenamastle. También guaje, designación del tonto, e metáfora lexicalizada. Junto con su carácterg'r-áfico y concreto, las expresiones de estetipo suelen llevar una intención satírica,cuando de una mujer que sale a la callecomo excesivamente pintada y maquilladadicen que se le pasó la mano de tlapalería,o de la que se adorna demasiado con cintajos, collares, etc., que se cuelga hasta lamano del metate. El muy rubio tiene cabeza de jilote, y la mujer de piernas flacas las tiene de popote. El pelirrojo es
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güero enchilado, la persona enojada estáenchilada o enchiladísima, y del que llegafurioso a tomar una venganza se dice queviene más bravo que un chile piquín. Abase de atole hay gran número de expresiones. Una persona anciana o una cosamuy antigua son más viejas que el a.tole,.el de piernas delgadas tiene zancas dechorro de atole,. la persona desabrida esun pan con atole, y de la flemática e indolente se dice que le corre atole por lasvenas. Nuestra expresión i A la culebraatole! es análoga al giro español "¡ A otroperro con ese hueso!" Y hay un refránque invita a no cambiar las cosas cuandoéstas son más o menos aceptables: Si conatolito vamos sanando, atolito vámosledando.
Con razón decía Pedro HenríquezU reña: "La abundancia del vocabularionáhuatl a influído en la riqueza léxicadel español de México, que contrasta conla limitación del vocabulario corriente endiversas regiones de América. No hay sóloriqueza por suma de léxico: hay riquezade matices, costumbre de distinguir y disociar, empel:o de establecer divisiones ysubdivisiones en las cosas materiales y suselementos; no es aventurado atribuirlo aperpetuación de hábitos mentales y tradi-
ciones culturales indígenas, en colaboración con la alta cultura de las ciudades de!virreinato." Esta riqueza de vocabularioque tanto impresionó a Henríquez Ureña,y que se debe sobre todo a la abundanciade matices, de giros metafóricos, de expresiones figuradas, también le ha llamadola atención, recientemente, al maestroTomás Navarro.
Pero sólo he mencionado la presenciadel náhuatl, lo cual podrá parecer un tanto parcia!. En efecto, en el territorio mexicano se hablaban en el momento de laconq\lista unas ciento treínta lenguas dis-
tintas, de las cuales subsisten todavía másde la mitad. Algunas de el1as, como el maya, el zapoteco, e! tarasco y el otomí, sehablan en regiones extensas y pobladas.Sin embargo, casí na han dejado huellaen e! español general del país, sino únicamente en las regiones respectivas. La influencia del maya sobre el español de lapenínsula de Yucatán es muy fuerte (basta pensar en la pintoresca pronunciaciónde los yucatecos) ; pero los mayismos deCampeche y Yucatán casi no han trascendido al resto de México. Tampoco delotomí, lengua de extraordinario interés ensí misma, hemos tomado ninguna palabra.El tarasco es la única que ha producidomexicanismos de uso general. El más conocido es la palabra huarache. ¿Por quéprosperó y se generalizó así el tarasquismo huarache, a pesar de que en náhuatl
. existía la palabra cactli? Es un misterio.El nahuatlismo cactli (cacle) subsiste, potcierto, pero sólo para designar los zapatos -el calzado urbano- de manera humorística.
o he hecho más que esbozar ligeramente el papel de los indigenismos en elidioma de los mexicanos. Sería bonito tema para una investigación amplia. Pero esevidente que, en el conjunto de la lengua
... __ .._---_.- --:- --- -------¡
BOROLAS TIN TAN SOTO
... un lenguaje flotante, 1Jervioso, que no conoce el sosiego ...
RESORTES
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que hablamos, el vocabulario de origennáhuatl no es, numéricamente, muy importante. Conviene, pues, que nos detengamos en lo que es, ahora, el idioma español hablado en México, 10 que es el len_guaje vivo de todas las gentes y todas lascircunstancias. En otras palabras, conviene que examinemos -y esto es quizá loque tiene más interés- qué cosa hace elpueblo de México (empleando la palabra"pueblo" en su acepción más amplia) conese instrumento, ajeno en un principio yahora ya plenamente suyo, que es la lengua ca tellana; cómo lo adapta a sus propias necesidades expresivas, cómo le imprime, en suma, el sello de su peculiarhumor, de su actitud ante la vida, de suspreocupaciones, odios e ideales. Escogeré,para esto, algunas zonas del lenguaje queme parecen representativas. (Habría quetomar todas las zonas, y no sólo algunas;pero para esto hacen falta muchos años deestudio y muchos estudiosos. Y las investigaciones lingüísticas, en México, estánen mantillas.)
Viene publicándose una colección delibretos, muchos de ellos interesantes,yalgunos hasta buenos, intitulada "Méxicoy lo mexicano". Su objeto es analizar lotípico, lo característico, lo diferencial delmexicano. En esa colección no ha aparecido ha ta ahora un libro que enfoque lacuestión desde el punto de vista del lenguaje, lo cual es fácil de comprender:nuestros conocimientos dialectológicos sonaún insuficientes para determinar a ciencia cierta las peculiaridades nacionales. Elprofesor Charles E. Kany, en su excelente libro sobre la sintaxis hispanoamericana, recuerda cómo los primeros dialectólogos de Hispanoamérica, autores casisiempre de diccionarios de chilenismos,de peruanismos o de mexicanismos, solíanconsiderar como típicas de sus países ciertas expresiones que pertenecen al lenguaje vulgar de todo el mundo de hablaespañola. Todavía queda mucho por hacer,comenzando con España, de manera quees muy fácil incurrir en esa misma equivocación. El mexicano está convencido deque raj-arse es un verbo típica y exclusivamente mexicano; es natural que Octavio Paz, en una valiosísima meditaciónacerca de nuestras peculiaridades, se apoye en el verbo rajarse para elaborar unaespecie de teoría de la mexicanidad. Peroquien hojee el Diccionario de americanis'/110S de Santamaría sentirá sorpresa al verque también en Cuba se usa el verbo conel mismo sentido, y más sorpresa experimentará cuando se entere, al hablar conun españolo un argentino, de que tantoen España como en la Argentina, rajarsese emplea con una acepción muy parecida, si no idéntica. Hay que andar, pues,con mucho cuidado, y no pretender, porahora, que al estudiar el habla de México tenemos un medio seguro de conocerla idiosincrasia del país.. Antes de entrar en materia, será buenoseñalar, a grandes rasgos, las distintas capas que constituyen el habla "popular".No es una división muy precisa, pero creoque servirá para entender un poco losmecanismos de creación y de difusión dellenguaje. Los llamaré grupo A, grupo By grupo C.
El primer grupo es, cuantitativamente, el más importante. Está constituídopor la clase media de las ciudades y porla población provinciana en general. Loshablantes de este grupo son tradicion~~·,
listas. Así como es muy frecuente encontrar en sus casas objetos antiguos, retratos de pintores ingenuos del siglo pasado,preciosos juguetes y adornos de barro yde vidrio y toda clase de muestras de lasartes populares mexicanas, así tambiénabundan en sus labios las expresiones, amenudo pintorescas, de otros tiempos.i Feliz el filólogo que encuentra un bueninformante de este grupo! Su cosecha será abundante. No importa que algunosde los giros que recoja ya no sean usuales, como tampoco se fabrican ya ahoraesas maravillas del arte popular de tiempos pasados. El lenguaje del grupo A esla base estable del habla popular del paí ,el fondo permanente. Los hablantes deeste grupo dicen y repiten sus expresiones, deleitándose en ellas, sin temor defastidiarse. Son los que al tacaño le dicencuentachiles, o que ahorra en las sopas delperieo; los que a propósito del que andacomiendo antojitos a toda hora comentan: parece puereo placero; los que llaman ajonjolí de todos los moles al amigode fiestas; los que califican al entrometido diciendo que anda de metesillas y sacaba.neos; los que dicen de quienes todolo pretenden saber y de todo hablan queson de chile, de dulce y de manteca. Ensu boca abundan calificativos como acomedido, argiiendero, chimiscolero, azopilotado ... El habla de este grupo A comoque nos traslada al siglo XIX, al mundode las novelas de Inclán o de Riva Palacio.
El grupo B está formado por las clases bajas urbanas; más exactamente, porel pueblo bajo de la ciudad de México.Es un lenguaje mucho más fértil, muchomás aficionado a la creación y a la renovación de las expresiones. Algunos de suselementos están en contacto inmediato conel hampa y con el lengua del hampa, elargot o caló. Y, del mismo modo que elcaló, evita la excesiva repetición de ungiro. Es, pues, un lenguaje que constantemente se renueva. A diferencia del grupo A, el B tiene un lenguaje flotante,nervioso, que no conoce el sosiego. Loscómicos más populares -Cantinflas, Palillo, C1avillazo, Borolas, Tin-Tan- lorepresentan fielmente. Gran parte deléxito de esos cómicos se debe a su olfato idiomático, a una especie de instinto que les hace adivinar por dóndeva corriendo el río subterráneo de lamoda lingüistica. Ellos escuchan al pueblo, se enteran de las últimas "puntadas", y logran que llegue a sus manoslas monedas lingüísticas más nuevas, recién acuñadas, relucientes todavía. Y, asu vez, son ellos los que marcan la dirección del río, son ellos los que ponen encirculación nuevas monedas. Cuando uncómico se repite, pierde el favor popular,hecho bien conocido en todas partes; yaquí, el agotamiento de la fuerza cómicasuele estar relacionado con el agotamientolingüístico. Los cómicos se suceden vertiginosamente en el pedestal de la fama.Ahora ya nadie habla de Roberto Soto,del Chino Herrera, de Medel, de Donato,que fueron ídolos en un tiempo. Nada deraro tiene que el habla de este grupo Babunde en expresiones humorísticas, satíricas, a veces crueles e hirientes. Creaciones espontáneas y nacidas en el momento o bien giros ya divulgados, son muchas veces 10 que un par de banderillas enmanos del torero: el actor hace su númerode destreza y exhibición, la víctima sufreel escozor, y el público se divierte. Este
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vocabulario es enorme, literalmente inagotable, pero también efímero. Algo sobrevive, sin embargo, algo se adhiere alo que he llamado base establece, al lenguaje de la clase media y de la poblaciónprovinciana, y así se eterniza.
El grupo C es el hampa, el mundo variado de los criminales y viciosos de toda laya, la excrecencia vergonzo a de las grandes ciudades. Su lenguaje, el caló, es aúnmás efímero, y también más "exclusivo",que los otros dos: es un lenguaje quesólo deben emplear los hampones entre sí,y las palabras que trascienden de ese círculo deben sustituirse inmediatamente porotras. Es curioso comparar el primerode los estudios que publicó el romanistaMax Leopold Wagner sobre el argot mexicano (Mexikanisches Rotwelsch, 1918)con un diccionario relativamente recientedel caló del hampa, publicado para u o dela policía del Distrito Federal. Algunasde las palabras registradas por Wagnerse siguen empleando, pero son muy pocas;otras han pasado sencillamente a la histo_ria, y algunas son ahora de uso corrientey han perdido su carácter esotérico. Esseguro que muchas veces los cambios seefectúan en el más absoluto secreto, estoes, que gran parte del vocabulario delhampa se olvida y se sustituye sin que na-
da trascienda al exterior. Lo que sí trasciende es lo que adopta el habla del grupoB, y que en algunos casos puede llegarhasta el grupo A. Si no fuera por estacircunstancia, no habría razón para considerar el lenguaje del hampa como unade las capas del habla popular: estaríaen la misma situación que la jerga de losmédicos o la de los ingenieros electricistas.
Hay, pues, puntos de contacto e~trelas tres capas, y muchas veces es difícilprecisar las fronteras. Además. habríaque pensar en el habla de la clase ricay aristocrática, la que desde hace algunosaños se llama clase popoff. La sociedadpopoff tiene a menudo el gusto de laspalabras pintorescas y picantes de las cIases inferiores; es -me imagino- un remedio contra el aburrimiento, como el irde parranda, una noche, no al cabaretelegante y conocido, sino al tugurio desconocido y sospechoso. Y también el lenguaje popoff suele pasar a las capas populares, como las prendas que las catrinasdan a sus criadas cuando están ligeramente pasadas de moda.
* * *
V éamos ahora algunos de los procedimientos de que se sirve el mexicano de
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... la base estable del h.abla popular del país ...
(aunque el método de acortamiento fre:uente en i.~glés, no lo es tanto en 'espanol) ; tamblen se emplean combinados ambos métodos. Los ejemplos son infinito,sobre t~do en el caló, donde acá pasa aser a-can~aros, el bote (la cárcel) pa aa ser, cunosamente, botiche/i, y alcahueteda c~c~~u~te, ahuchuete ("ahuehuete milenano SI el alcahuete es "millonario")alcanfor, alca11forado alcohol alcalde al~casétzer, etc. Abunda~l también en el 'lenguaje coloquial más general: el monosílabo de afirmación, sí, se convierte ensimón, simondor, silverio, silao, cintarazas. Al bizco se le llama bizcocho vizconde, Vizconde de Mirachueco bi;cornetevitrinas . .. ; al viejo, vejan:órl, vetarro:veterano, viernes, etc. En muchos paí ede habla española se nos llama humorí ticamente cuatro ojos a los que usamo gafas; para acentuar la burla, el mexicanosuele transformar la expre ión cuatro ojosen cuatro milpas; pero cuatro l1úlpas no
basta; el giro, alargado, se convierte enun grito de vendedor de billetes de lotería: cuatro mil para ha}'.
El procedimiento es a veces más complicado, porque supone todo un procesode razonamiento. En muchas lenguas delmundo, burro equivale a "tonto"; y altonto, en México, le dicen también guajolote (a su vez, alargamiento probablede guaje, que es como decir "calabaza").Pero muchos no dicen simplemente burro, sino algo más complicado: "Fulanono anda en cuatro patas porque se enojanlos burros": es decir, los burros son másinteligentes que él, y no le permiten andaren cuatro patas para evitar confusiones;quieren que se guarden las distancias. Ytambién: "Fulano anda en dos patas porimitar al guajolote": es decir, camina sobre dos pies como las personas, pero enrealidad eso se debe a pura coincidencia:la verdadera razón es su afán de parecer-
hoy para modelar, matizar, vivificar ellenguaje. Hay que hacer constar, sin embargo, que los procedimientos en sí mismos son -en gran parte por lo menoslos mismos que en todas partes, los procedimientos estudiados por la estilísticadel lenguaje vivo.
Toda lengua logra siempre su máximavitalidad'en el aspecto afectivo, emocional. La indignación, el júbilo, la sorpresa,la admiración, el desprecio llevan constantemente a la creación de palabras yformas nuevas, que una vez envejecidasdejan su lugar a otras de expresividadfresca e intacta. Es sobre todo el grupo Bel que práctica sus facultades lingüísticascreadoras y renueva las interjecciones, losjuicios ponderativos, las comparaciones,los giros que designan vicios y tachas (rara vez virtudes) de personas y de cosas.
Para dar salida al enojo o al desconcierto provocado por algún suceso desagradable, por algUlla contrariedad, losmexicanos suelen exclamar desde hacem¡ucho (desde tiempo inmemorial, ibaa decir): ¡Me lleva la ... ! Y cómo nosiempre es posible decir la palabra quesigue, la expresión toma una forma másinocente: ¡ Me lleva . .. el tren! Pero estegiro, desgastado por el uso, ha dado lugar a la creación de toda una familia de
exclamaciones equivalentes, en que se con··serva el M e lleva inicial, la t de tren, yademás el recuerdo de la palabra original,la que no se pronuncia ante personas derespeto. Así, por ejemplo: Me lleva latramp.a, M e lleva la trompada, o bien M elleva la tía de las muchachas.
Otro ejemplo: La palabra sua·ve ha tenido en México, también desde hace mucho, una extensión de significado, y designa una cosa bonita, agradable y satisfactoria; se dice Qué muchacha más sua.ve, o Qué casa tan suave tiene fulano,expresiones totalmente desconocidas enEspaña o en la Argentina. Pero suave estambién una interjección con que se acepta una propuesta o invitación: ¿ Vamos alcine! -¡Suave! La interjección parecehaberse debilitado un tanto al correr delos años; se ha sentido la necesidad dereforzarla, de restaurar su relieve, y seha creado Suave ['aroma.. Ya iniciado elproceso de alargamiento, se convierte suave en su-avena, y luego, alargando cómicamente (¿ tintanescamente?): Su-avenay su arracito con leche.
Tenemos aquí dos métodos de crear expresiones nuevas: la elaboración fantasista (la trampa, la trompada, la tía delas muchachas) o la variación de la palabra usual, alargándola o acortándola
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se en todo a los guajolctes, animales bípedos.
Una cosa ciertamente notable es laconstante referencia burlesca a las imperfecciones de carácter y sobre todo a losdefectos físicos del prójimo. Esta actitudparece, en general, incomprensible (l loseuropeos y a los norteamericanos. Aquínos encontramos, sin duda, ante una profunda diferencia psicológica. El hecho esque en gran parte de Hispanoaméricaabundan las designaciones de defectos físicos. Max Leopold \iVagner, que ha estudiado en época reciente este fenómeno(en un artículo de nuesfra Nt·teva Revistade Filología Hispánica) ,lo explica por"las creencias y supersticiones indígenas,en las cuales es muy grande el papel deestas enfermedades v deformaciones". Loque \i\fagner dice e~tá plenamente atestiguado por la arqueología mexicana: abundan, en las distintas culturas prehispánicas, las estatuillas de cojos, jorobados,etc., y además las de seres físicamentemonstruosos. Según parece, para la mentalidad mítica (o "teológica", como diríaComte), el individuo marcado con undefecto físico estaba señalado por los dioses, tenía un carácter mágico; había, pues,una preocupación colectiva con respectoa ellos. Las designaciones que examinaWagner en ese estudio son las que ter-
minan en el sufijo -eco, como cachurecoy patuleco, y el filólogo alemán explicaese sufijo, prácticamente desconocido enEspaña, como adaptación de un sufijoanálogo que existe en N áhuatl. (He hablado de las huellas fonéticas y de lashuellas léxicas del náhuatl en el españolde México; hay que añadir ahora, de pasada, las huellas morfológicas.) Desdeluego, es evidente que donde existen esosadjetivos es en México y en Centroamérica, zonas de sustrato náhuatl. Ahorabien, es explicable la abundancia de talesdesignaciones de las anormalidades físicas, pero no el carácter hiriente, ridiculizante, despectivo que han adquirido. Esto, según me parece, coincide con la actitud española. No creo que en. Españaabunden notablemente las designacionesde defectos físicos, pero la actitud haciaellos es tan poco compasiva y caritativacomo en México (recordemos al pobre dedon Juan Ruiz de Alarcón). Reconozcoel peligro de las grandes generalizaciones,pero ¿no se podría explicar la modalidadque tienen las designaciones de defectosfísicos en el lenguaje mexicano como un
caso particular de mestizaje psicológiCG?Así, pues, la mayoría ,de las expre~io
nes citadas son de caracter despectIvo,burlesco y aun cruel. El pueblo hace galade humor para satirizar y ridiculizar aflacos y gordos, bizcos y narigudos, jorobados y calvos. En este aspecto del vocabulario puede verse en plena acción su facultad inventiva y los diferentes métodosde que se sirve -inconsciente y automáticamente, desde luego- para formarnuevas expresiones humorísticas. La gente se complace en las exageraciones másdescabelladas. Del individuo delgado diceque si se pone de perfil no se ve. Al flacoy alto lo Ilama l?iJómetro parado (jugando con kilómetro cuadrado), y el bajo deestatura es pedazo de retazo de hombre,es pulga, piojo, microbio. El hombre altoes inspector de azoteas; el "chaparro",inspector de sótanos o pariente del suelo.Ya he recordado las expresiones piernasde popote y zancas de chorro de atole.Basta que alguien tenga la boca un pocomás grande de lo normal para que seafirme que la tiene tan grande, que seaconseja solo (esto es, que puede hacerseconfidencias a su propio oído). O bien,son comparaciones gráficas, como cuandose llama cara de coladera al que la tienepicada de viruelas, o cuando se dice queel camina con los pies para fuera anda
como perico en alfombra. Siguiendo poreste camino se suele llegar a la creación deexpresiones que son verdaderas adivinanzas, enigmas que requieren explicaciónpara el no iniciado. Imposible saber, porejemplo, por qué se llama campeona denatación a una flaca. ¿Acaso las flacas sonmejores nadadoras? N o, la flaca es campeona de natación porque ... "nada pordetrás y nada por delante". Otro ejemplo: una expresión española humorísticapara "morir" es estirar la pata. Pues bien,una de las designaciones del cojo, del quetiene una pierna encogida, es en Méxicoel Inmortal, porque es alguien 'que nopuede estirar la pata ...
Con esto llegamos a otro de los temasen que más se ej erce la creatividad lingüística del mexicano, un tema tan incomprensib:e como el anterior para toda mentalidad "occidental". Es el tema de lamuerte. Aquí es también indudable la confluencia indígena y española, el mestizajepsicológico.:'De los antiguos mexicanos hallegado la -herencia de su peculiarísimaconcepción de la muerte, estudiada, en susmanifestaciones artísticas, por críticos co_
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mo Paul Westheim y Justino Fermindez.Y del mundo europeo ha venido la tradición de las danzas de la muerte. Pero elproducto actual es muy distinto. Jo haynada de hierático, de solemne; no es tampoco algo puramente macabro o escatológico. La danza de la muerte no es unadanza pausada y grave, sino un "huateque" chocarrero y desenfrenado. El temaes de enorme interés, pero como rebasa detal modo el aspecto lingüístico no podemosdetenernos en él. Lo que nos interesa esque en el lenguaje, como en las representaciones plásticas, se pone de manifiestoahora una actitud que podríamos llamarirrespetuosa ante la muerte. El mexicano,a lo que parece, no le tiene miedo ni horror, sino que la ve cara a cara y le hablade tú. Y la ve, además, Cbmo personajegrotesco; se complace en representárselacomo un esqueleto guasón, y la llamala calam, la flaca, la huesuda, la pelona,las. patas de alambre, la dientuda, y enJ ahsco, por lo menos, le echamos encimaun epíteto de lo más chusco: la muerteciriquiciaca. Basta recordar los grabadosde José Guadalupe Posada y las calaverasque se imprimen el Día de Difuntos paraver la estrecha correspondencia que hayentre la creación verbal y la artística. (Yoestaba en París en los días de la gran exposición de arte mexicano, y recuerdo alos buenos franceses, profondément chaqués ante las calaveritas de azúcar.) Nadade trágico, tampoco, en las expresionesque sustituyen al verbo "morirse". Además de estirar la pata, común a otros países hispánicos, recuerdo éstas: irse parael otro barrio, irse a la difuntería, cerrarlos ojitos, entregar el e.quipo o la herm~
mienta, liar el petate, y más escuetamentepetatearse. Liar el petate es fácil de entender, pero en petatearse hay un procesolingüístico más misterioso: petate ha producido directamente un verbo reflexivo,tal como enojo ha dado enojarse. Pero sienoja,rse es "llenarse de enojo", ¿cómointerpretar petatearse? Es una creaciónilógica, irracional, que de una identidadmuerte/petate ha sacado la identidad morir-se/petatear-se.
Más siniestras e ·inadmisibles para lamentalidad europea son las expresionescon que el pueblo bajo describe un asesinato: le dió mate, le dió matarile, le dió suagua (o su agüita) , se lo quebró, se lo quemó, se lo tiró, se lo echó al plato, le dió suguardadito, su a,plaque, etc.
N o me alargo más. Pero importa observar que, si el mexicano parece afanarseen dar la impresión de que no teme a lamuerte, la abundancia misma de expresiones y la creación constante de nuevosgiros demuestra que la muerte sí le preocupa, como también le preocupan, evidentemente, los defectos físicos. Hay sinduda en cada pueblo, como en cada persona, un grupo de temas que lo obsesionan,y el lenguaje es la manifestación patentede tales obsesiones. (Me dicen que en elParaguay, país de fortísimo porcentajede sangre indígena, la palabra nefandapor excelencia, la que jamás se dice ensociedad, significa "indio viejo" : eso simplemente; ni más, ni menos.)
Otra de las obsesiones es en México el"machismo", el afán de alardear hombría.Renato Rosaldo (en una revista norteamericana) y más recientemente Alfred Bruce Gaarder (en una tesis de la Universidad de México) han llamado la atención
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GENTE DEL PAIS
.. cabeza colosal esculpida en roca volcánica . ..
creando en torno suyo toda una nube desustitutos y eufemismos.
HULEDELnas y marismas y en una época en queel brazo del hombre era la única fuerzade tracción disponible; quiere ello decir,la necesaria existencia de una gran po_blación.
A primera vista, los rasgos físicos deldios Cabeza Colosal parecen negroides;especialmente la nariz ancha y aplastaday los labios gruesos, sensuales y arriscados dan la sensación de querer representar características somáticas negras; sinembargo, todo esto no es sino una ilusión.Hemos dicho ya que la migración de individuos pertenecientes a la gran raza ne-
mismo. Pero ¿quién negará que tieneaspectos útiles para el conocimiento o lamejor comprensión ele otros fenómenos?Creo que, si se desarrolla y ahonda !oque aquí he dicho, si a las materias que hetocado se añaden muchisimas otras y setratan todas con método riguroso, no sólotendremos una imagen más clara de esehecho apasionant que es el lenguaje, sino,además, una contribución importante para la psicología y la sociología mexicanas.Porque el lenguaje es quizá, entre lasobras humanas, la que con mayor fidelidad revela a su creador el hombre.
EL COLEGJO DE MEXICO.
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en los largos siglos que debieron transcurrir para el logro de tal perfeccíón.
El dios Cabeza Colosal de Hueyapanasienta en las proximidades de la serranía de Tuxtla; no hay dificultad por tanto para imaginar grandes problemas detransportes desde el sitio donde pudo haber sido labrada hasta el lugar donde hoytodavía se encuentra inamovible; en cambio, otras cabezas, como las de La Venta, fueron acarreadas él más de cincuentakilómetros de los lugares donde hay piedra, y esto al través de ríos, esteros, lagu-
En el artículo anterior y en éste hetocado sólo algunos aspecto~ del "idiomade los mexicanos". Nuestra realidad lingüística total es infinitamente más comp\'eja. Que conste, la parcialidad y elfragmentarismo de los dos artículos. Loque me ha movido a escribirlos es antetodo mi interés por la lengua que hablamos, pues el estudio del lenguaje, comoel de 'a lite;-atura, se justifica por sí
sobre la riqueza léxica producida por esapreocupación. Se manifiesta en muy diversas formas. En primer lugar, toda laserie de expresiones con que el hombrealardea de ser muy masculino, muy macho:Soy padre de 1nás de cuaf1'o, Soy hombrede pelo en pecho . .. o afirma su superioridad denigrando disminuyendo al prójimo: Fulano no me si/'ve ni para el arranqtte Zutano 1ne hace los mandados. Setrata de hacer más pequeiío al otro ningunearlo (otro verbo muy significativo:convertirlo ·en ninguno en cero); es elmedio más eficaz de afirmarse a sí mismo.
Dentro del complejo língüístico creadopor el tema obsesivo del machismo está,desde luego, la exaltación del valiente yel desprecio por el cobarde; son muchaslas expresiones flue designan .1 ambos. Delvaliente se dice, por ejemplo, que es bragado, broncudo, atravesado, en.trón, muygaNo, muy gancho, picudo, pantera, omuy plantado. Pero aún más que el valiente, despierta admiración el listo, elastuto, el que nunca se deja engañar;muchas expresiones combinan ambos sentidos: listo y valiente: templado, planchado, que se las trae, que tiene agallas, etc.Aún más, el tipo de hombre que goza dela admiración del pueblo no sólo es listoy valiente, no sólo no se deja engañar,sino que sabe engaiíar, es taímado y tramposo, es una lanza o muy lángara, es reteabusado (o aguzado), trucha, aprovechado. No hay para qué decir que el individuo engañado, el que se deja engañar,o simplemente el que se deja, el dejado,es objeto de burla, porque al caer la trampa ha demostrado su escasa virilidad. Sedice que lo hicieron tonto, que lo hicieronte.rugo, pendejo, maje. De este últimoadjetivo ha nacido otro verbo muy mexicano, majear. A la víctima de un fraudese le dice a guisa de consuelo: "¡ Te majearon!" O sea: Mostraste 'eU inferioridad; más vale que no hables del asunto,para que no acabes de hundirte. El mismodesprecio, por supuesto, para el afemina.do. Bernal Díaz del Castillo dice que,cuando los españoles salieron huyendo deTenochtitlán en una noche aciaga, los mexicanos les gritaban: "¡ N o huyáis, cuiloni!" Esta palabra náhuatl denotaba alinvertido sexual, al prostituído, y todavíase llama cuilón al afeminado y al cobarde.(¿ No es verdaderamente cu¡:iosa, para dpsico!ógo y para el lingüista, la supervivencia de este indigenismo? Sobre todosi se considera que los nahuatlismos quehan quedado designan casi siempre objetos materiales y concretos, y raras vecesson calificativos.) Las designaciones delinvertido son extraordinariam~nte :mmerosas. Alfred Bruce Gaarder contaba veintinueve; yo he contado cuarenta y tres, yseguramente no son todas. Se trata, jJues,de otro tema obsesivo.
En torno al machismo se agrup.1. porconsiguiente, una enorme cantidad de'palabras y giros populares, que se vanrenovando v sustituyendo sin cesar. Sepueden dividir en varias catego:'ías: poruna parte, términos para valiente, paralisto, para astuto y tramposo, para engañador ;por otra, términos para insignificante, para tonto, para cobarde, parahomosexual. Es un campo riquísimo, fecundo sobre todo en palabras cargadasde connotación emocional, de admiración !
ienfática o enfático desprecio; palabras ~-----"'--"''''-'-
fuertes, tan graseras y ofensivas que van