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114 I Práctica casos endogámicos, el lugar de resistencia a la opresión y de la reproducción de sus condiciones, la cuna del ego y también la jaula potencial del alma. Las comunidades de práctica no son intrínsecamente beneficiosas ni dañinas. No son privilegiadas en cuanto a efectos positivos o negativos. Pero son una fuerza que tener en cuenta, para bien o para mal. Como lugar de compromiso en la acción, en las relaciones interpersonales, en el conocimiento compartido y en la negociación de empresas, estas comunidades tienen la clave de la verdade- ra transformación, la que tiene efectos reales en la vida de la gente. Desde esta perspectiva, la influencia de otras fuerzas (por ejemplo, el control de una institu- ción o la autoridad de un individuo) no es menos importante, pero se debe con- siderar mediada por las comunidades en las que su significado se debe negociar en la práctica. I I 3 Aprendizaje. La negociación de significado es un proceso fundamentalmente temporal y, n consecuencia, la práctica se debe comprender en su dimensión temporal. Al- gunas comunidades de práctica existen durante siglos, como las comunidades de artesanos que transmiten su oficio de generación en generación. Otras tie- nen una vida corta, pero lo bastante intensa para dar origen a una práctica au- tóctona y transformar las identidades de las personas implicadas. Por ejemplo, istas comunidades se pueden formar cuando la gente se reúne para enfrentarse onjuntamente a un desastre. El desarrollo de una práctica requiere tiempo, pero lo ue define a una comunidad de ráctica en su dimensión temporal no 's simplemente una cuestión de una cantidad mínima de tiempo; más bien es uestión de mantener un com romiso mutuo en la consecución con'unta d; una em resa _para compJlrtir algún aRrendizaj~ significativ:o Desde esta pers- I ctiva, las comunidades de práctica se Rueden concebir como historias com arti- dtlSJiu./2ID11i.izai.c . En este capítulo examinaré la dinámica interna que constituye estas histo- rias compartidas de aprendizaje. Para este fin, retornaré los temas introduci- (1 s en los dos últimos capítulos, pero centrándome en el tiempo y el apren- d¡~aje: 1) en primer lugar hablaré de la articiQación la cosificación como formas de memoria, como fuentes de continuidad y discontinuidad y como cau- ces por los cuales podemos influir en la evolución de una práctica; 2) luego hablaré del desarrollo de la I2ráctica en relación con las tres dimen_- sienes introducidas en el capítulo 2. Argumentaré que el aprendizaje a lo lar d estas tres lim nsion s es lo que produce una práctica como es- tru tura 111 r nt '; Wenger, E. (2001). Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad. Barcelona: Paidós Prof. Oscar Guerrero C. ULA - TÁCHIRA

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casos endogámicos, el lugar de resistencia a la opresión y de la reproducción desus condiciones, la cuna del ego y también la jaula potencial del alma.

Las comunidades de práctica no son intrínsecamente beneficiosas ni dañinas.No son privilegiadas en cuanto a efectos positivos o negativos. Pero son unafuerza que tener en cuenta, para bien o para mal. Como lugar de compromiso enla acción, en las relaciones interpersonales, en el conocimiento compartido yen la negociación de empresas, estas comunidades tienen la clave de la verdade-ra transformación, la que tiene efectos reales en la vida de la gente. Desde estaperspectiva, la influencia de otras fuerzas (por ejemplo, el control de una institu-ción o la autoridad de un individuo) no es menos importante, pero se debe con-siderar mediada por las comunidades en las que su significado se debe negociaren la práctica.

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3 Aprendizaje.

La negociación de significado es un proceso fundamentalmente temporal y,n consecuencia, la práctica se debe comprender en su dimensión temporal. Al-

gunas comunidades de práctica existen durante siglos, como las comunidadesde artesanos que transmiten su oficio de generación en generación. Otras tie-nen una vida corta, pero lo bastante intensa para dar origen a una práctica au-tóctona y transformar las identidades de las personas implicadas. Por ejemplo,istas comunidades se pueden formar cuando la gente se reúne para enfrentarseonjuntamente a un desastre. El desarrollo de una práctica requiere tiempo,

pero lo ue define a una comunidad de ráctica en su dimensión temporal no's simplemente una cuestión de una cantidad mínima de tiempo; más bien esuestión de mantener un com romiso mutuo en la consecución con'unta d;

una em resa _para compJlrtir algún aRrendizaj~ significativ:o Desde esta pers-I ctiva, las comunidades de práctica se Rueden concebir como historias com arti-dtlSJiu./2ID11i.izai.c .

En este capítulo examinaré la dinámica interna que constituye estas histo-rias compartidas de aprendizaje. Para este fin, retornaré los temas introduci-(1 s en los dos últimos capítulos, pero centrándome en el tiempo y el apren-d¡~aje:

1) en primer lugar hablaré de la articiQación la cosificación como formasde memoria, como fuentes de continuidad y discontinuidad y como cau-ces por los cuales podemos influir en la evolución de una práctica;

2) luego hablaré del desarrollo de la I2ráctica en relación con las tres dimen_-sienes introducidas en el capítulo 2. Argumentaré que el aprendizaje a lolar d estas tres lim nsion s es lo que produce una práctica como es-tru tura 111 r nt ';

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3) por último, me centrar' en el apr ndizaje pOI 11 qlll ItI I rln 'jpilllll ••

Rueden unirse a uºª-prác~ica, es decir, p r J gil 111 di ')111 inuidad s ".neracionales también son continuidades.

En este capítulo hablaré principalmente del aprendízaie.comc una caracterí .tica :.-1 práctica. El aprendizaje de los participantes como individuos es untema que deseo abordar de una manera más directa en la segunda parte, cuandohable de cuestiones relacionadas con la identidad en función de trayectorias departicipación.

La constitución dual de las historias

Las prácticas evolucionan como historias compartidas de aprendizaje. La his-toria en este sentido no es simplemente una experiencia personal o colectiva niun simple conjunto de artefactos e instituciones duraderos, sino una combina-ción de participación y cosificación entrelazadas a lo largo del tiempo.

La participación y la cosificación son modos duales de existencia a lo largodel tiempo. Interaccionan entre sí, pero existen en el tiempo en ámbitos dis-tintos. Por ejemplo, si una tramitadora de solicitudes como Ariel tiene nuevasaspiraciones y se siente tan alienada por su trabajo que incluso llega a dejado, elsistema informático seguirá conservando los datos que haya introducido aunque,en ciertos casos concretos, nadie pueda comprender alguna de las notas quehaya ido añadiendo a los datos de algunos clientes. De la misma manera, si el sis-tema informático falla de repente, no por ello Ariel dejará de ser una participan-te de su comunidad aunque, en la práctica, el tiempo que el sistema esté fuera deservicio suponga un serio trastorno.

Lo que intento decir es que el mundo y nuestra experiencia están en movi-miento, pero no se mueven al unísono. Interaccionan mutuamente, pero no sefusionan entre sí:

• cuando volvemos después de muchos años al barrio en el que crecimos,encontramos que no se han producido muchos cambios. Sin embargo,nuestra mirada, hoy transformada, se sorprende extrañamente al ver lamisma calle, los mismos edificios, los mismos árboles, la misma señal torci-da, las mismas marcas en la acera, como si su misma constancia las hubieraconvertido en algo extraño e irreconocible;

• o supongamos que ocurre al revés: que la calle ha sido asfaltada y la casareformada, que el viejo roble ya no está, que la tienda es un supermercadoy el parque un aparcamiento. Y, sin embargo, sentimos que el viejo barriosigue vivo, por siempre sin asfaltar: y no sólo en nuestro pasado, sino tam-

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h '11 Il Iltl· tro I 1 '111; 11t1 )10 '1) nu 'sll' r u rd , ino también enIlU 'sU'u, ti 'lbl 's; uun '(11111 i \l1(j , si rue siendo una parte indeleble denu srr« p rdurabl id ntidad.

1':11 tras palabras, l~s formas de artlcl aClOn de cosificación convergeny illv .rg n continuamente. En momentos de negociación de significado, entran111 .ontacto y se influyen mutuamente. Pero la convergencia que se da en estas111' Isi nes indica la medida de su conexión. En esos momentos se conformanmutuamente, pero no se unen entre sí. Aparte de esos momentos, no están esen-1IIIIm nte acopladas en el tiempo. No se cierran mutuamente. Se despliegan en111 'dios diferentes hasta que se vuelven a encontrar en nuevos momentos de11 A ciación.

R cordar y olvidar

Aunque la separación entre participación y cosificación a lo largo del tiempo'H tan evidente que no hace falta insistir más en ella, es fundamental para com-pr nder el a el de la ne ociación de significado en la constitución de una prác-ti a. Como modos distintos de existencia en el tiempo, la participación y la cosi-/j ación actúan como formas distintas de memoria y de olvido. Actúan como111 ntes distintas de continuidad y discontinuidad. Podemos destruir documen-to , pero no es tan fácil borrar nuestros recuerdos. Podemos olvidamos de suce-

s, pero las marcas que dejan en el mundo nos los pueden recordar:

• la cosificación es una fuente de recuerdo y de olvido porque produce for-mas que persisten y cambian de acuerdo con sus propias leyes. Concreta-mente, la combinación de maleabilidad y de rigidez característica de losobjetos físicos ofrece una memoria de las formas que permite que nues-tro compromiso en una práctica deje huellas perdurables en el mundo.La persistencia de estas huellas concentra el futuro a su alrededor.De esta manera, el proceso de cosificación nos impele a renegociar elsignificado de sus productos pasados, de la misma manera que una cica-triz sigue trayendo a la conversación una insensatez o una heroicidad delpasado.

Pero no se trata de un proceso cerrado. Está abierto en el sentido deque las formas del mundo cambian y desaparecen y porque -al no trans-portar su propio significado- esas formas están abiertas a la reinterpreta-tion y a múltiples interpretaciones. En realidad, desde el mismo momentoen que se producen, las formas empiezan a tener una vida propia: la pala-bra de la que nos arrepentimos, la vieja carta ya olvidada que encontramosen el desván o el rápido esbozo que, ante nuestra presencia, se convierte de

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repente en el germen de una obra monumental. La persistencia de las for-mas inherente a la cosificación no es un simple recordatorio del pasado;puede reenfocar nuestra atención de nuevas maneras, puede sorprender-nos y obligamos a establecer nuevas relaciones con el mundo;

• la artici ación es una fuente de recuerdo y de olvido, no sólo por mediode nuestros recuerdos, sino también mediante la creación de identidades y,en consecuencia, mediante nuestra necesidad de reconocemos en nuestropasado. Nuestro cerebro convierte nuestras experiencias de participaciónen recuerdos que podemos rememorar y subsume estos recuerdos y sus in-terpretaciones en la creación de una trayectoria que nosotros mismos (ade-más de otros) podemos interpretar como ser una persona.' Nuestra inter-pretación del recuerdo en función de una identidad es tan importantecomo lo son las marcas del cerebro para la creación de una continuidad ennuestra vida.

Naturalmente, este procesa también está abierto y no. sólo porque olvi-damos a recordamos parcialmente, sino. también parque nuestras formasde participación y nuestras perspectivas cambian y experimentamos lavida de nuevas maneras.

El recuerda y el olvido en la práctica surgen de la interacción entre la partici-pación y la cosificación y este proceso dual nas conecta can nuestra historia. Elestudia de un antigua utensilio. de cerámica constituye un ejemplo. Por un lada,se produjo. hace mucha tiempo cama parte de una práctica y se conservó duran-te siglas enterrada baja cenizas volcánicas; par otro, nuestras identidades hanido cambiando can el tiempo hasta el punta de que hay nos interesa la arqueolo-gía. Estamos conectados con nuestra historia por media de las formas de artefac-tos que se producen, se conservan, se desgastan, se retoman y se modifican a lolargo de la historia y también par medio de nuestra experiencia de participación,a medida que nuestras identidades se forman, se heredan, se rechazan, se entre-lazan y se transforman par medio del compromiso mutua en la práctica entreuna generación y la siguiente. La constitución de historias de aprendizaje es elincesante entrelazamiento de estos das procesas.

1. En su estudio de las historias vitales, Charlotte Linde (1993) muestra hasta qué puntolas personas proporcionan coherencia a su trayectoria vital reinterpretando eventos pasadosdentro de la continuidad de una narración de identidad. Al mismo tiempo, documenta J I

gran medida en que la construcción de esta narración coherente es un proceso social interac-tivo en el que las personas negocian la coherencia de su vida en la acción misma de contar suhistoria.

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Continuidad y discontinuidad

Can el tiempo, las comunidades de práctica acaban dedicándose tanta a laparticipación cama a la cosificación:

• en el proceso de mantener una práctica, acabamos dedicándanos a la quehacemos, a las demás y a nuestra historia compartida. Nuestras identida-des se anclan en los demás y en la que hacemos conjuntamente can ellas.El resultado. es que no es fácil convertirse en una persona totalmente nuevaen la misma comunidad de práctica. A la inversa, no. es fácil transformarseuna misma sin el apoyo de una comunidad, corno se refleja en las innume-rables grupas de apoyo propuestas par la industria de la autaayuda;

• las comunidades de práctica también se dedican a la cosificación. Las ins-trumentos, las artefactos de representación, las conceptos y las términosreflejan perspectivas cancretas que tienden a reproducirse. A causa de estadedicación a la práctica, las artefactos tienden a perpetuar las repertoriosde las prácticas más allá de las circunstancias que las conformaron origi-nalmente. Las grafías difíciles pueden sobrevivir a lo largo de generacionesde estudiantes consternadas parque sigue siendo más fácil aprender cual-quier tipo de grafía que cambiar el lenguaje entera y todas las prácticas de-dicadas a él. De manera similar, las pulgadas y los galones estadounidensespueden resistir el asalta lógica de las metros y los litros. Y el teclado«QWERTY», cuya disposición estaba determinada par el trabamiento delas martillas adyacentes en las primeras máquinas de escribir, aún sobrevi-ve en la era del ordenador.

La dedicación simultánea de la práctica a la participación y la cosificación1'" 'de ser una fuente de continuidad y de discontinuidad. En realidad, puestaqu . tanta la participación cama la cosificación tienen un alcance intrínsecamen-Ic' limitada, es inevitable que acaben creando. discantinuidades en la evoluciónIlc' la prácticas. Las participantes pasan a ocupar nuevas posiciones, cambian deII re ción, encuentran nuevas oportunidades, pierden interés, empiezan una1111 'va vida. Entre las tramitadores de solicitudes se da una considerable renova-I I()I), pera inclusa en las comunidades cuyas participantes la san de par vida,I lOS s acaban retirando. y muriendo, dejando .sitio a nuevas generaciones delid -mbros. De manera similar, se producen y se adaptan nuevas artefactos,.k-us, té rrninos, conceptas, imágenes e instrumentos cuando. las antiguas se ago-

11111, ti quedan obsoletos a se acaban desechando,I':n una comunidad de práctica, la que se puede considerar una «generación»

di p '11 ! . d sus ciclos de reproducción. En el casa de las tramitadores de solici-IIH!'H el . Alinsu, las zrand s r novaciones se plasman en la frecuente incorpora-

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ción de nuevas generaciones de miembros (normalmente hay varios cursillos deformación al año), aunque un ciclo de reproducción completo dura mucho mástiempo. Se tardan de dos a cuatro años para pasar del nivel de aprendiz al ni~T~18y poder actuar como instructor, responsable de calidad o formador auxiliar,Pero, en realidad, la extensión gene racional es un poco más larga porque pue-den hacer falta de seis a diez años para poder ascender de tramitador a un pues-to técnico o directivo.

Como una comunidad de práctica es un sistema de formas de participacióninterrelacionadas, las discontinuidades se propagan por toda ella. Cuando unosprincipiantes se incorporan a una comunidad de práctica, las discontinuidadesgeneracionales resultantes se extienden por múltiples niveles; las relaciones cam-bian en cascada. Los principiantes relativos se convierten en veteranos relativos.Los principiantes del año pasado ayudan a los principiantes de hoy. Estas pro-mociones suelen pasar desapercibidas y apenas se habla de ellas, pero puedentener unos efectos importantes. Los participantes forjan nuevas identidades apartir de sus nuevas perspectivas. Estos cambios pueden ser alentadores o per-turbadores, pueden revelar progresos que habían pasado desapercibidos: de re-pente vemos todo lo que hemos aprendido porque nos encontramo~ en l~ posi-ción de ayudar a alguien. Pero también pueden crear nuevas exigencras: derepente, se espera de nosotros que sepamos más de lo que en realidad sabem~s.A medida que estas generaciones sucesivas interaccionan entre sí, parte de la hIS-toria de la práctica permanece encarnada en las relaciones generacionales queestructuran la comunidad. El pasado, el presente y el futuro conviven juntos.

La cosificación también puede tener generaciones que provocan discontinui-dades. La instalación de un sistema informático en el centro de tramitación desolicitudes fue una discontinuidad de grandes proporciones. Los pocos vetera-nos que ya estaban allí en aquella época aún hablan de la radical transformaciónque provocó en su práctica. Hablan del pasado con el tono del arqueólogo (aun-que sin nostalgia), recordando los enormes archivadores repletos de fichas declientes que debían encontrar para empezar a tramitar una solicitud. Se ríen delas cantidades de papel que tenían que manejar y de todo aquel ajetreo. Venaquellos días como si fuera una época totalmente distinta, con procedimientosmás sencillos y sin tanta jerga médica. Una década después se habla de una nue-va generación de sistemas que pueden recibir los datos directamente de ~a.ofici-na del médico y que pueden procesar automáticamente algunas de las solicitudesmás sencillas. La implantación de un sistema como éste tendrá unas amplias ra-mificaciones y volverá a transformar la tramitación de solicitudes dejándolaprácticamente irreconocible. Un nuevo conjunto de instrumentos, conceptos yartefactos se quedarán anticuados en una oleada de sustituciones. Como la prác-tica está volcada en la cosificación, estas discontinuidades crean cascadas dtransformaciones que se propagan por toda su extensión.

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La política de la participación y la cosificación

He argumentado que la participación y la cosificación son modos duales deexistencia en el tiempo, modos duales de recordar y olvidar y fuentes dualesde continuidad y discontinuidad. En consecuencia, cuando las comunidades depráctica se vuelcan en ellas, la participación y la cosificación ofrecen vías dualespara ejercer influencia en lo que surge de su práctica. Ofrecen dos tipos de pa-lanca para intentar conformar el futuro: mantener el statu qua o, a la inversa, re-dirigir la práctica:

1) podemos buscar, cultivar o evitar unas relaciones específicas con unaspersonas concretas;

2) podemos producir o promover unos artefactos específicos para enfocarfuturas negociaciones de significado de unas maneras concretas.

En este sentido, la participación y la cosificación son dos canales de poderdistintos que están disponibles para los participantes (y para los grupos exter-11 s). Constituyen dos formas distintas de política:

1) la política de participación incluye la influencia, la autoridad personal,el nepotismo, la discriminación, el carisma, la confianza, la amistad, laambición;

2) de una naturaleza distinta es la política de cosificacián, que incluye la le-gislación, las directrices, la autoridad definida institucionalmente, las ex-posiciones, las demostraciones argumentadas, los datos estadísticos, loscontratos, los planes, los diseños.

Garantizar la cohesión de un equipo por medio de la amistad es distinto a es-bozar un conjunto de objetivos, un programa y un plan de trabajo; apelar alompromiso moral de los participantes es distinto a presentar una demostracióntadística de una injusticia sistemática. Aunque recurrir a una cosa o a otra pue-

el rear unas atmósferas muy diferentes, las dos vías pueden ser eficaces para in-lluir en el desarrollo de una práctica.

A causa de la complementariedad entre la participación y la cosificación, es-IUH dos formas de política se pueden compensar mutuamente. Cada una se pue-lit, .mplear para sortear a la otra o compensar sus abusos: .

1) convencer a personas con poder acerca de un caso especial puede pro-p rcionar una manera de doblegar las rigideces burocráticas de las polí-ti as cuando su anquilosamiento cosificador se convierte en contrapro-ItI nte;

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2) sin embargo, la cosificación de unas directrices explícitas puede ser nece-saria para combatir las diversas formas de parcialidad que pueden sesgarla política de participación.

Por ejemplo, los tramitado res de solicitudes cuentan con las relaciones per-sonales que mantienen con sus supervisores para adaptar las directrices d.e lacompañía a sus circunstancias concretas. Por otro lado, les gusta mucho la ideade que su rendimiento se calcule automáticamente en funci?,n del ~~presado entérminos puramente cuantitativos. Esta forma de evaluacion cosilicadora e~auna característica de su contrato laboral que les había atraído inicialmente haciael trabajo. Dentro de esta rígida estructura -en la que no tienen ni voz ni votopero según la cual pueden solicitar ascensos- sienten que tien~~ un may~r c~n-trol sobre su destino, protegidos hasta cierto punto de las deClslones arbitrariasde quienes se encargan directamente de su puesto de trabajo. , .

Como resultado de esta complementariedad, el control sobre la practica sue-le requerir el dominio de las dos formas de política; la una rar~ vez es eficaz si~la otra. Garantizar el control de la tramitación de solicitudes exige tanto la parti-cipación del supervisor como la cosificación de un conjunto de directrices: Auna escala distinta, redactar una legislación para proteger el entorno no quieredecir que no debamos inculcar a nuestros hijos el amor y el respeto por la natu-

raleza:

• para ser eficaz, la política de cosificación exige participación porque la co-sificación por sí sola no garantiza ningún efecto. La cosificación tiene queser adoptada por una comunidad para que pueda conformar la práctica de

una manera significativa;• a la inversa, la política de participación debe incluir la capacidad de influir

en la cosificación porque la cosificación crea los puntos de enfoque en tor-no a los cuales se negocia 10 que es importante.

Como la negociación de significado es la convergencia de la participación y lucosificación, controlar la participación y la cosificación permite controlar los elpos de significado que se pueden crear en un contexto dado y ~as clases ~e p r-sanas que pueden llegar a ser los participantes. En consecu~nCla, n~ e~ rungun I

sorpresa que los regímenes totalitarios intenten quemar los hbros y limitar el d '

recho de asociación.La combinación de estas dos formas de política es muy poderosa cuando p ,,'

mite controlar el desarrollo de una práctica. Puede ser una fuente de estabilidlldcuando las diferencias de poder favorecen unas perspectivas e ncr taso Pu ·diser un factor desestabilizador cuando J p d r ambia. Aun así, on o \ sil n 1cado siempr S n go .ia d 1)11 VO y 111 \11 I IIl'li 'iPIH j)n ln () In fl i n no

Aprendizaje I 123

tán cerradas, siempre existe una incertidumbre, una posibilidad de un «desvío»en la práctica. Ninguna forma de control del futuro puede ser total y segura.Para mantener la coherencia social de participación y cosificación dentro de lacual se puede ejercer el control, éste se debe reproducir, reafirmar y renegociaren la práctica constantemente.

Historias de aprendizaje

Ahora que he hablado de las formas de memoria disponibles para constituiruna práctica, puedo describir la práctica como una historia compartida deaprendizaje. Haré tres observaciones:

1) la práctica no es estable, sino que combina continuidad y discontinui-dad;

2) el aprendizaje en la práctica supone las tres dimensiones presentadas en elcapítulo 2;

3) la práctica no es un objeto, sino más bien una estructura emergente quepersiste por ser al mismo tiempo perturbable y elástica. .

Continuidades y discontinuidades

La práctica de la tramitación de solicitudes se inscribe en una larga historiade control institucional cada vez más detallado, incluyendo últimamente la in-lormatización. Se podría esperar que esta larga evolución institucional hubiera'" ado una práctica muy estable. Sin embargo, me sorprendió mucho encontrarHila mezcla de adaptación e invención que desmentía la etiqueta de trabajo ruti-nurio que la dirección -y con frecuencia incluso los mismos tramitado res-11 I~naba a este trabajo. Incluso en un contexto tan determinado desde el puntoti, vista histórico e institucional, la comunidad debe ajustar constantemente su1" í tica en su empeño de realizar su trabajo.

Joma el mundo fluye sin cesar y las condiciones siempre cambian, toda1'1 lriica se debe reinventar constantemente aunque siga siendo «la misma prác-ti, i». uando se les pregunta por los retos que les plantea su trabajo, los trami-hldor s casi siempre hablan del cambio: cambios en las políticas, en los planes,1,· 'Auras y en la práctica médica, además de cambios en la organización y en111 p,' dimientos internos. En la oficina, continuamente llegan memorandos'111' m difican alguna regla, algún procedimiento, alguna característica del siste-11111 nformárico o incluso otra modificación reciente. Juntó con esta evolución,"11 lnntc d ' la prá tica, tambi 11 s da una renovación considerable del perso-Ihll, 1111' 'onSCfU11 '111 nt pr A 11111IIt'HS nu vas.

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