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    Estudios Atacameos N 11, pp. 21-49 (1994)

    RESUMEN

    El presente trabajo es una sntesis de la Memoria presentadapara optar al Ttulo de Arquelogo (Universidad de Chile,1993). Esta tuvo su origen en el Proyecto FONDECYT 792-89Un enfoque arqueozoolgico para la identificacin decamlidos sudamericanos cuya investigadora responsablefue A. Benavente. Entre los objetivos propuestos en dichoproyecto figur la identificacin de diversos rasgos seosque facilitaran la determinacin de las cuatro especies de

    camlidos: llama (Lama glama), guanaco (Lama guanicoe),alpaca (Lama pacos) y vicua (Vicugna vicugna). La con-trastacin de los patrones seos, obtenidos de las muestrasactuales con el material arqueofaunstico recolectado endos yacimientos del Loa Medio (II Regin), constituy elmotivo principal de la Memoria, con el fin de caracterizar elpatrn cultural propio de los conjuntos faunsticos dejadospor los antiguos grupos de cazadores y pastores. El estudiode los conjuntos arqueofaunsticos dentro del marco de lazooarqueologa exige tanto la integracin de la data culturalproveniente de la intervencin humana que gener el regis-tro, como la informacin biolgica que se desprende delanlisis de los restos seos propiamente tales. Si bien no esposible tratar esta investigacin en toda su extensin, se hace

    nfasis en lo que concierne a la determinacin de especiesde camlidos en registros arqueofaunsticos mixtos y a losresultados que se pueden obtener a travs de la utilizacindel enfoque mencionado.

    ABSTRACT

    The present study is a synthesis of my thesis for a diploma ofarchaeology (Universidad de Chile, 1993) as part of a projectsponsored by FONDECYT and called An archaeozoologicalapproach of identification of south american camelides.One of the issues of this project was the identification ofosteological characteristics in order to determine the fourspecies of camelides. The main purpose of my thesis was

    to oppose the osteological patterns retrieved from currentsamples with archeofaunistical remains found at two sitesof the Loa Medio (II Region), aiming at a characterizationof the cultural pattern that typifies the faunistical remainsleft by ancient hunters and herders. The archaeozoologicalstudy of the remains must include both cultural data based onhuman activity and biological information obtained by meansof analytical study of the bones. The present study cannotcover the research as a whole, instead, it specially dealswith the determination of the different species of camelidesin mixed (domestic and wild) archaeofaunistic remains andresults achieved through this approach.

    Introduccin

    Abordar una investigacin desde una perspectivazooarqueolgica, es decir, a travs del estudio

    de las arqueofaunas, supone que se reconoce la

    importancia y significacin de estos restos comoparte de la evidencia cultural del pasado. Si biense han acuado una serie de definiciones acerca de

    los objetivos de la zooarqueologa, Klein y CruzUribe (1984) sealan que su meta es reconstruir elambiente y comportamiento de los antiguos grupos.Benavente (1989Ms, 1990Ms, 1992Ms-a) lo en-marca dentro de los enfoques interdisciplinarios ycomparte la meta propuesta por Klein y Cruz Uribe,pero agrega la interrelacin entre la informacinartefactual (que se puede obtener de los objetosque han sido transformados por el hombre) y losrestos animales asociados a ella.

    El anlisis de los restos arqueofaunsticos desdeesta perspectiva nos permite por una parte orde-narlos de acuerdo a un criterio biolgico (p.e.,

    determinar la composicin de especies). Por otraparte, la rama cuantitativa permitir la utilizacinde una serie de unidades de cuantificacin de laarqueofauna que compone el registro. Finalmente,este enfoque hace posible relacionar y no perder devista que la muestra est intervenida por el hombrey, por tanto, las variables culturales jugarn un rolimportante. Esta intervencin es el resultado de

    prcticas culturales que se traducen en una seriede modificaciones (marcas, fracturas, frecuenciarelativa de unidades anatmicas u otras), las quecontribuyen a la reconstruccin de los modos en queel animal es utilizado, producto de las estrategiasimplementadas por el grupo.

    Por sus caractersticas, la zooarqueologa puede serconsiderada como un enfoque interdisciplinario.

    Muchas veces se ha entendido el rol del arquelogoen un trabajo de este tipo como el de un sintetizadorde una coleccin de informes de distintos especia-

    listas, donde cada uno representa los intereses yprioridades de las diferentes disciplinas involucradas(Legge 1978). En zooarqueologa, muchas veces

    Determinacin de restos seos de camlidosen dos yacimientos del Loa Medio (II Regin)

    I C1

    1 Departamento de Antropologa , Universidad de Chile,

    Santiago, CHILE.

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    estos informes no son lo suficientemente cientfi-cos como para satisfacer a los zologos, as comotampoco son lo suficientemente informativos comopara satisfacer a los arquelogos (Grigson 1978).Es por eso que el arquelogo debe ser capaz de

    establecer y explicar los objetivos arqueolgicos alespecialista, el cual a la luz de stos podr entregarla informacin relevante para la investigacin. Esnecesario, por tanto, que el estudio de los restos seosanimales no quede aislado de las dems fuentes deinformacin arqueolgica (Legge 1978). En este

    sentido, un conjunto de restos faunsticos aisladosno puede sustentar explicaciones en torno a la din-mica pasada que lo gener. Acceder por medio deesta subdisciplina a dicha dinmica slo es posiblea travs de la capacidad de los arquelogos para

    desarrollar cuerpos tericos y metodolgicos que,como sealan Haber y Ratto (1988: 2), les permitanreconstruir las diversas transformaciones sufridaspor los elementos que componen el registro y quealguna vez fueron integrantes del sistema vivo. Lasexplicaciones a este proceso caen ms bien dentrodel marco de teoras especficas, donde un conjuntode elementos mantienen una configuracin de rela-ciones particulares.

    Desde esta perspectiva se abordar el estudio de losconjuntos arqueofaunsticos provenientes de dos

    yacimientos arqueolgicos del Loa Medio, pertene-cientes a grupos de cazadores recolectores y a pastorestempranos. El objetivo principal guarda relacin con ladeterminacin de especies de camlidos a travs de lacontrastacin con patrones seos actuales obtenidos porAdaro y Benavente (1990, 1992a, 1992b), Benaventey colaboradores (1990, 1993), Benavente (1992) yBenavente y Adaro (1992), aplicados a los conjuntosarqueofaunsticos mencionados. Este objetivo revisteespecial importancia puesto que es la primera vez quese aplica este mtodo de determinacin taxonmica a

    un registro mixto (donde convergen especies doms-ticas y silvestres) en el norte de Chile en particular,y en el Area Andina en general.

    El segundo objetivo se relaciona con el estudio

    de los conjuntos desde una perspectiva cultural atravs del anlisis de las modificaciones presentesen los restos arqueofaunsticos. Para tal efecto, setratarn de aislar los agentes modificadores ya seannaturales y/o culturales. Una vez determinadas lasmodificaciones producto de la actividad humana, se

    asume que la informacin que se pueda obtener yasea del estudio de marcas, de la anatoma econmica(ndices de utilidad), del anlisis de fracturas, pre-

    sencia-ausencia de unidades anatmicas u otros,

    pueden contribuir a la caracterizacin del patrn

    cultural de ambos conjuntos arqueofaunsticos.

    Por ltimo, a travs de los objetivos anteriores, se

    intenta diferenciar los patrones culturales presentesen ambos sitios, considerando esta vez el aspectotemporal. Es decir, observar el comportamiento delos conjuntos arqueofaunsticos a travs del tiempoen dos situaciones contextuales diferentes. Una,

    caracterizada por un yacimiento arqueolgico per-teneciente a grupos cazadores recolectores tardosasignables al Complejo Chiu Chiu (Benavente y

    Jackson 1992) cuya fecha ms tarda se reconoceen 3625 AP, y otra, correspondiente a pastores tem-pranos con cermica temprana (Benavente 1989Ms)con una fecha de 910210 AC, ambos circunscritosal Loa Medio (II Regin). El perodo cronolgicoque abarcan los sitios sealados est marcado porel paso de una subsistencia basada principalmenteen la caza a otra basada en el control de animalesdomsticos. Las explicaciones para este perodo

    siguen bsicamente dos lneas. Una que plantea quelos primeros asentamientos de base agroganaderason el resultado directo de cambios adaptativos degrupos cazadores recolectores correspondientes alArcaico Tardo, y aqulla que plantea la entrada degrupos procedentes de las Selvas Occidentales y estede Bolivia, los cuales se instalan tempranamente

    los oasis de San Pedro de Atacama, la hoya del

    Salar como tambin en el Loa Medio y ro Salado(Benavente 1989Ms).

    Determinar la presencia de restos de camlidos ensus formas domsticas y/o silvestres, en dos mo-mentos y contextos diferentes, permitir analizar elcomportamiento que el grupo humano tuvo hacia elrecurso animal y pesquisar los cambios ocurridos enl a travs del tiempo. Se postula que los cambios

    que puedan percibirse a travs de los restos seosarqueofaunsticos de ambos yacimientos en la compo-sicin de especies, la forma en que son modificadoslos restos, unidades anatmicas presentes u otros,pueden ser interpretados como variaciones en el

    comportamiento del grupo humano hacia el recursoanimal. Estos cambios obedeceran a la funcin

    zootcnica2particular que le ha dado el hombre a las

    2 Cardozo (1954: 70) seala que el animal domstico como

    todos los animales domsticos, es sede de funciones fisio-lgicas de las cuales depende la manutencin de su vidamisma. Algunas de esas funciones pueden ser utilizadas

    por el hombre, que empez a aprovechar de ellas para sus

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    especies utilizadas. Es decir, el animal es integradocomo un elemento constitutivo de modo que deter-mina, a travs de sus requerimientos y utilidad, unaforma particular de organizacin socioeconmicadel grupo humano.

    Antecedentes

    Puesto que el objetivo principal de este trabajo

    es la determinacin de especies de camlidos en

    yacimientos arqueolgicos, es interesante discutiralgunos estudios realizados a este respecto en el

    Area Andina.

    Basados en los resultados obtenidos en el hemisferionorte (Europa y Cercano Oriente) en el campo de ladeterminacin de especies, los arquelogos que han

    trabajado en esta lnea en el Area Andina, NoroesteArgentino o en la Patagonia han debido readaptary redefinir los procedimientos metodolgicos. Sinembargo, los intentos por identificar las distintas

    especies de camlidos en el hemisferio sur no hansido del todo satisfactorios.

    Esto radica principalmente en que la determinacinde camlidos para los Andes ha estado estrechamenterelacionada con el problema de la domesticacin

    debido a que esta familia presenta dos especies sil-

    vestres (guanaco y vicua) y dos domsticas (llama yalpaca). La determinacin, por tanto, es fundamentalpara esclarecer el problema de la domesticacin.

    Sin embargo, son pocos los estudios que tratan

    directamente este problema. Muchos de ellos topancon l durante el estudio de restos arqueofaunsticosdirigidos en gran parte a la bsqueda de las causas dela domesticacin, o el momento en que esta ocurri.Para poder sustentar las inferencias obtenidas, se harecurrido a la determinacin de especiesde camlidosa travs de distintos mtodos, algunos de los cualesse presentan a continuacin.

    Herre (1952 cit. en Lownie 1978) es uno de los

    pioneros en tratar este problema. Trabaja con el su-puesto de que el guanaco sera la forma ancestral dela llama y de la alpaca, ya que ste es el ms grandede los camlidos. Cabe esperar que el primer cambiodetectable con la domesticacin tendra que ocurrira nivel osteolgico con la aparicin de una forma de

    propias necesidades. Las funciones fisiolgicas de las queresulta una utilidad para el hombre o un servicio son lasllamadas funciones econmicas o, mejor dicho, funcioneszootcnicas.

    alpaca o llama de tamao intermedio entre guanacoy vicua (Wheeler et al.1977a).

    Ms tarde este supuesto sera retomado por Wing(1972), quien interpretara esta variacin de tamao

    como un indicador de domesticacin. Para esta autora,una diferencia consistente est dada por la variacinde tamao entre estas cuatro especies. Cree que esposible encontrar parmetros de tamao para cadauna de ellas. En este punto est haciendo referenciaal supuesto de Herre (1952) donde seala: que elguanaco es el ancestro silvestre de ambas formasdomsticas. Es interesante que ambas formas do-msticas sean ms pequeas que su ancestro. Estaprdida de tamao que acompaa a la domesticacintambin fue notada en la domesticacin de bovinosdel Viejo Mundo(Grigson 1969; Wing 1971: 334;

    Higham 1986).

    Hesse y Hesse (1979Ms, 1982) al tratar la domes-ticacin y la incidencia que tendran en sta las

    oscilaciones climticas en el Desierto de Atacama,retoman los resultados obtenidos por Wing.

    Los coeficientes de variacin obtenidos por los

    autores para las medidas tomadas de la muestra

    son amplios y sugieren que los sitios estudiados

    presentan ms de un tipo de camlidos debido a lapresencia de un patrn bimodal.

    Esta lnea de investigacin es continuada porKent (1986), ya que al observar que Wing slo

    logra aislar grupos (uno de tamao grande que

    comprende guanaco y llama) y otro de tamao

    pequeo (compuesto por vicua y alpaca), trata

    de diferenciar dentro de cada grupo la especie do-mstica y silvestre. A las medidas obtenidas se lesaplic un anlisis discriminante por pasos ya quecomnmente hay uno o ms grupos que difieren eluno del otro en varias caractersticas que muchasveces se traslapan y donde no se puede usar unasola caracterstica para separarlos.

    Por su parte Wheeler y colaboradores (1977a,1977b) tambin trabajan en el campo del anlisisarqueofaunstico en sitios precermicos de Per.

    Critican el mtodo usado por Wing, argumentandoque las diferencias de tamao interespecies son

    lo suficientemente grandes como para empaar ladelimitacin de cada grupo. Sugieren la posibilidadde que puedan haber existido otras formas ances-trales de camlidos domsticos, cuestionando as

    la variabilidad presente en el anlisis osteomtricocomo manera para distinguir entre las formas de

    camlidos domsticos y silvestres.

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    Si bien existen otros trabajos para el Area Andinaacerca del estudio de restos faunsticos pertenecientesa camlidos, subsiste an una serie de problemas.

    En este sentido, los primeros trabajos que com-

    prenden el anlisis de restos arqueofaunsticospertenecientes a camlidos no tienen como objetivoprincipal la determinacin de especies presentes enel registro. Estn ms bien insertos en el marco dela elaboracin de periodificaciones, donde pero-

    dos como el Arcaico estn definidos por una seriede logros, como, por ejemplo, la experimentacinhortcola incipiente y el pastoreo inicial junto a unaserie de otros rasgos (Nez 1983: 55). Dentro deeste mbito, cobra creciente importancia dilucidarel problema de la domesticacin, para lo cual se

    han utilizado una serie de modelos que describenla utilizacin del recurso animal que van desde lacaza generalizada hasta el pastoreo de camlidos

    domsticos. La determinacin, en este caso, cobraimportancia en trminos que sustenta las hiptesissobre domesticacin.

    En este contexto se ha realizado una serie de inten-tos por diferenciar las cuatro formas de camlidos,apelando mayoritariamente al uso de medidas

    osteomtricas. Este mtodo ha demostrado que pors slo (tomando en cuenta solamente la variable

    tamao) no es capaz de permitir una determinacinconfiable de especies.

    Sin embargo, la mayora de los autores reconoce

    que estas medidas se traslapan y que el lmite

    entre ambos grupos no es claro, si bien este lmitepudiera ser determinado, persiste an el problemade diferenciar dentro de cada grupo las especies

    en particular. En este punto, se ha usado como uncriterio discriminatorio la estructura de edad de losrestos que componen el conjunto arqueofaunstico.

    El predominio de animales jvenes se ha interpre-tado de acuerdo con los diferentes usos primariosque se le dan al animal (Wing 1972, 1975; Wheeleret al.1977a, 1977b; Hesse y Hesse 1979Ms). Es asque el sacrificio de jvenes sugerira una economaproductora de carne, propio de un grupo de pastores.Adems, si la distribucin de las edades no coin-cide con la forma en que sta se da en poblacionessilvestres, tambin podra indicar la presencia de

    domesticacin.

    Es sabido que la estructura de edad presente enlos restos depender de factores como estaciona-

    lidad, especializacin zootcnica de los animales,

    variaciones que se estn dando en las poblacionessilvestres, entre otros.

    Otro problema derivado del anlisis de medidas

    osteomtricas, es el que guarda relacin con la

    significacin estadstica de la muestra. Cun grandedebe ser la muestra para observar claras tendenciasbimodales. Comnmente nos encontramos conejemplos como el planteado por Aschero y colabo-radores (1991: 112), para el cual, la presencia dellama es sugerida por las medidas osteomtricas

    obtenidas, pero la muestra es pequea y carece depeso estadstico; y Yacobaccio (1991: 67), en donde,dado el estado fragmentario del conjunto y a la faltade especmenes que pudiesen ser medidos, obtieneresultados que no son representativos en trminosestadsticos.

    Indirectamente, en el punto anterior se toca el pro-blema de la fragmentacin, propia de los conjuntosarqueofaunsticos y de aquellas partes esqueleta-

    rias no fusionadas que dificultan las mediciones

    osteomtricas. Aunque este mtodo arroje buenosresultados, al ser aplicados a restos seos actualeshay que considerar que stos difieren de la data ar-queolgica. Algunos ejemplos de esta dificultad sonaludidos por Wheeler y colaboradores (1977b: 97) alanalizar los materiales faunsticos de Telarmachay,

    donde no logra identificar las especies de camlidosutilizados ya que hay muy pocos huesos de individuosadultos medibles.

    Hesse y Hesse (1979Ms) tambin tropiezan con lamisma dificultad; no pueden aplicar las medidas

    a las unidades tomadas originalmente por Wing ystas son restringidas a los huesos de las patas. Elproblema es cmo diferenciar, por ejemplo, entrehuesos cortos sin los puntos de fusin propios dehuesos largos de animales jvenes y de aquellos

    animales de tamao pequeo.

    Como se mencion, Herre (1952 cit. en Lownie 1978)supone que el guanaco es el ancestro de las especiesdomsticas; se ha seguido trabajando bsicamentecon el mismo supuesto para la interpretacin de

    los tamaos de las especies representadas. A esterespecto no se han hecho muchos adelantos, sobretodo al tratar con la amplia variabilidad existenteintraespecies, la que puede estar condicionada tantopor factores alimenticios como por manipulacingentica, cuyo lmite no es fcil de distinguir. Un

    ejemplo actual es el macho lder en hatos de llamascuyo tamao es sorprendentemente ms grande enrelacin al resto del rebao.

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    Si bien se puede usar este mtodo mtrico para

    rastrear cambios que estn ocurriendo producto dela manipulacin del hombre, los estudios en el ViejoMundo (acerca de los bovinos y ovinos) permitenafirmar el empequeecimiento de las especies do-

    msticas con respecto a las silvestres; en el caso delos camlidos domsticos, no se conoce el ancestrosilvestre y, por consiguiente, su tamao.

    Estas dificultades se deben a que, en parte, las

    investigaciones arqueolgicas se han centrado

    en la problemtica de cazadores y que el regis-

    tro arqueolgico atribuible a pastores andinos

    est pobremente definido (Yacobaccio y Madero1988: 64). A este respecto los trabajos de Nez(1982, 1992), Hesse y Hesse (1979Ms), Benavente

    (1981, 1984, 1989Ms, 1990Ms, 1991, 1992Ms) yYacobaccio y Madero (1988), entre otros, son desuma importancia para los avances en la investi-gacin de dicho problema.

    Caracterizacin de los yacimientos

    El material arqueolgico proviene de los yacimientosChiu Chiu Cementerio (excavado en 1989, 1990) yChiu Chiu 200 (excavado en 1988) ubicados en elsector del Loa Medio, II Regin (Figura 1). Ambos

    sitios fueron excavados en funcin del proyecto Unenfoque arqueozoolgico para la identificacin decamlidos sudamericanos (FONDECYT 792-89),en el cual el objetivo fue la obtencin de suficientematerial cultural, necesario para la contrastacin depatrones actuales (que permitiesen la determinacintaxonmica de fanreos y restos seos) con materialarqueolgico.

    Chiu Chiu Cementerio

    Este yacimiento se encuentra ubicado a 2 km alsuroeste del poblado de Chiu Chiu, en la II Reginde Antofagasta.

    La excavacin, correspondiente a la temporada de1989, logr aislar una estructura habitacional cuyasuperficie cubre 39 m2 mediante un sistema de

    4 x 3 cuadrculas que abarc un montculo con unadepresin. Esta unidad habitacional se componade un muro, como rasgo sobresaliente, el cual ibaganando altura segn descenda la pendiente en

    donde estn localizados estos montculos o estruc-turas, formando as una proteccin que resguarda sus moradores de los fuertes vientos existentes

    en la localidad. El muro fue construido sobre labase de acumulacin de arena, rocas y basura; yes justamente este ltimo componente el que nosentrega un mayor volumen de informacin, puestoque en ella se encontraban contenidos una mayor

    variedad de restos seos animales, fragmentos decordelera y textiles, como tambin una enormecantidad de material ltico (Ferraz 1992Ms-a: 2).La pendiente de dicha estructura hizo que el piso(con densa concentracin de restos seos, lticos,etc.) se deslizara hasta introducirse bajo el muro ysobre el cual ste se sigui levantando.

    En 1990 se realiz una segunda excavacin aislndoseotra unidad habitacional. Adems se delimit un

    segundo sector relacionado con la estructura antes

    mencionada, que comprende una terraza expuesta convista al valle del ro Loa que abarca una superficiede 200 x 300 m2. En este sector se identificaron sietedepresiones de estructuras, de las cuales dos fueronexcavadas. Tambin se identific para este sectorun rea focalizada de taller ltico, donde se realizuna recoleccin superficial. La estructura excavadase encontraba identificada por un rea ennegrecidade forma ligeramente ovoidal y deprimida con unradio aproximado de 2 m.

    Jackson (1989Ms-a y 1989Ms-b), a travs del anlisisltico, seala que Chiu Chiu Cementerio es asignableal complejo del mismo nombre, afinidad dada porla presencia de puntas lanceoladas (doble punta) ypor sus microlitos, si bien ya no se encuentran laspuntas lanceoladas grandes, propias de contextos

    ms tempranos. Proliferan los microlitos, especial-mente como perforadores, cuas, piezas bipolaresy raspadores entre otros. Estos indican una intensaactividad laboral en campamentos semiestables conactividades mltiples. Adems presentan elementos

    de una industria pulimentada representada por trozosde malaquita trabajada y cuentas de collar, ademsde miniaturas zoomorfas.

    Ferraz (1992Ms-a y 1992Ms-b), por su parte, tambinreconoce artefactos asignables al Complejo Chiu Chiu.Llama la atencin la baja proporcin de instrumen-tos funcionalmente especializados en el interior delcampamento. Encuentra muchos instrumentos sobrelascas; dentro de stos existe una alta proporcin depiezas relacionadas con las actividades de manufactura

    (perforar, raer, raspar, cepillar) y en menor cantidadaquellas relacionadas con la caza y el destazamiento(tales como puntas de proyectil, cuchillos). Por otro

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    lado, existe un conjunto de artefactos relacionadosa tareas de percusin (yunque, martillo, percutor)y artefactos destinados a actividades de molienda(estos ltimos se encuentran fracturados y alcanzanescasa representacin).

    Adems se constat la presencia de restos seos

    humanos mezclados con los de camlidos que co-rresponden casi exclusivamente a extremidades y,de ellas, ms de la mitad a pies y manos.

    De lo anteriormente expuesto, podemos sealar queChiu Chiu Cementerio, con una fecha de 2165105 AC(obtenida por Druss para el sitio Ra LN 4-a nivel 2),se presenta como un campamento semipermanenteconcentrado bsicamente en el recurso animal conactividades de manufactura mltiples.

    El material arqueofaunstico analizado en estetrabajo pertenece a la primera estructura habitacio-nal excavada. De las cuadrculas trabajadas, ocho

    arrojaron abundante cantidad de material seo (3250especmenes) con un peso de 9.56 k.

    Chiu Chiu 200

    Este yacimiento est ubicado 700 m al noroeste delactual pueblo de Chiu Chiu en una explanada que

    corresponde a la terraza ms alta de la ribera del roLoa, abarcando una superficie de 28693 m2.

    El sitio fue excavado en sucesivas temporadas (1977 a1979, 1986 a 1988) por Benavente, quien logr aislarunidades residenciales no perturbadas, pese a que elsitio presentaba una fuerte alteracin producto de laremocin de materiales utilizados para la construccinde un poblado fortificado adyacente.

    Los materiales analizados en este trabajo pertenecen

    a excavaciones realizadas durante 1988, ocasin enla que se lograron aislar tres unidades habitacionalesque tampoco haban sido perturbadas.

    Figura 1. Ubicacin de los yacimientos Chiu Chiu Cementerio y Chiu Chiu 200. El mapa inferior fue tomado de Arias y colaboradores (1992).

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    Ambas excavaciones dejaron al descubierto estruc-turas similares, tpicas por su forma semicircular,a las cuales se asocian muros-basureros. En estosltimos se registra un amplio componente artefactualy ecofactual que incluye textiles, cestera, cermica,

    lticos, restos seos animales y otros. Benavente (1981,1984) describe dichos muros como el aprovecha-miento de ciertos sectores y desniveles del calcreo,sobre el cual se ubican grandes piedras que sirvende base para ste. La basura est entremezclada enla porcin superior del muro, ya que la prdida dealtura de este ltimo, se compensa con redepositacincontinua de los derrumbes de piedras, los cuales vanunidos en estas ocasiones a desperdicios.

    La disposicin de las unidades representara un

    poblado aglutinado con un patrn constante, en

    cuanto a la construccin, orientacin y disposicinde las estructuras. A travs del anlisis de los restosecofactuales y artefactuales, la autora concluye quese trata de un campamento de pastores tempranos,fechado en 910290 AC.

    El conjunto ltico fue analizado por Jackson (1989Ms-ay 1989Ms-b) cuyos resultados arrojan una alta can-tidad de talla (94%) y slo 5% de pulida-piqueteada.En este ltimo grupo existe un alto contenido de

    implementos de molienda que, segn el autor, no es

    comparable a la frecuencia en que stos se dan ensitios de cazadores recolectores. Tambin se presentaninstrumentos abrasivos relacionados con el trabajode materiales blandos. Existe una baja frecuencia depuntas de proyectil respecto a cuchillos y raederas.Estas ltimas se incrementan al considerar la fre-cuencia de lascas utilizadas como instrumentos decorte con filos vivos. Por tanto, plantea que no setrata de una comunidad cazadora, pero que s dependede los productos crneos de camlidos que fueronprocesados con instrumentos cortantes.

    La cermica corresponde a los mismos tipos en-

    contrados y analizados por Benavente (1981, 1984,1988-89), caracterizados por tipos corrugados,

    incisos, pulidos, alisados, pintados, engobados y

    modelados.

    La industria textil presenta una amplia variedad;

    vellones sin mayor trabajo, fibras torcidas, diferentestipos de cordelera, trenzados, redes, mallas y tejidosplanos dentro de los cuales se encuentra la pelliza,

    emplumado y cruces con gasa, para los cuales seha usado lana de vicua, guanaco, llama, pelos devizcacha, chinchilla y zorro (Benavente 1981, 1984,

    1988-89; Arias et al.1992). Este yacimiento se trabajcon un sistema de 4 x 10 cuadrculas de 1.5 x 1.5 mde las cuales 26 arrojaron abundante material seo(3511 especmenes) con un peso de 17055 k, el quefue utilizado para este trabajo.

    Planteamiento metodolgico

    El planteamiento metodolgico propuesto para

    poder alcanzar los objetivos, dentro de un marco

    de anlisis zooarqueolgico, abord dos aspectosfundamentales:

    1. Biolgico. Permitir la determinacin de las

    especies de camlidos representadas en el registroa travs de la comparacin de los restos seos conpatrones base actuales.

    2. Arqueolgico. Permitir reconocer el componentecultural que gener el registro.

    La primera fase del anlisis comprendi la identifica-cin anatmica de los especmenes seos con el finde preparar y ordenar la muestra (Cartajena 1991Ms)para el siguiente paso, la determinacin taxonmica,entendindose por sta que el espcimen identifi-cado anatmicamente es considerado comparablecon una parte esqueletaria de taxn previamente

    establecido (Mengoni 1988a: 79).

    El mtodo utilizado para esta etapa consiste en lacontrastacin de los patrones diferenciales interespe-cies obtenidos por Benavente y colaboradores (1990,1993) y Benavente y Adaro (1992) con los restosfaunsticos provenientes de los sitios arqueolgicosmencionados.

    Para lograr dichos patrones, los esqueletos actualespertenecientes a las cuatro especies de camlidos

    fueron analizados, haciendo una comparacin inte-respecie de la morfologa sea externa entre cada unade las distintas partes que conforman el esqueletoaxil y apendicular. Estos patrones son descritos enelManual osteolgico de camlidos sudamericanos(Adaro y Benavente 1992a, 1992b).

    El mtodo aqu planteado tiene la ventaja de unautilizacin conjunta de los indicadores. Si bien enalgunas unidades anatmicas se presenta ms de unrasgo, en aqullas donde se trabaja slo con uno, la

    determinacin puede ser ratificada por los resultadosobtenidos en otra unidad anatmica; ya que adems,el mtodo se estableci para las cuatro especies de

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    ISABEL CARTAJENA

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    camlidos en su conjunto. Por tanto, cada indicadorpresente en cada unidad anatmica puede ser vistoen forma comparativa, siendo stos concluyentes.

    Otro aspecto abordado en esta primera etapa fue la

    estructura de edad del conjunto estudiado. Se persigueestimar la edad de los animales en el momento desu muerte, con el fin de confeccionar los perfilesetarios que permitan establecer la frecuencia que lecorresponda a cada clase de edad, sobre las que secentr la matanza o sacrificio de animales, relacio-nadas directamente con las estrategias adaptativasimplementadas por los grupos humanos.

    Como criterio para la determinacin de la edad de losespecmenes se trabajar con la fusin de las epfisis.Este mtodo se basa en el desarrollo esqueletario,el cual pasa por una serie de etapas de maduracin,las que pueden ser reconocidas por el grado de

    fusin de las distintas partes que constituyen cadahueso. La secuencia de reemplazo, brote y desgastede dientes en maxilares y mandbulas pueden serutilizados como criterios alternativos. Sin embargo,dadas las caractersticas de la muestra se trabajarfundamentalmente con el primer criterio. Al respectose ha realizado una serie de trabajos para evaluarlos criterios de estimacin de edad de camlidos

    (Pacheco et al. 1979; Wheeler y Mujica 1981Ms;

    Wheeler 1982; Kent 1986; Herrera 1988).

    De estos mtodos se decidi utilizar las tablas defusin de Wheeler y Mujica (1981Ms), elaboradaspara camlidos en general, para la asignacin de

    edad a los restos de camlidos no identificados y alas llamas (ya que muchas de las observaciones delos autores fueron realizadas en llamas); y en el casoque se determinen guanacos, sern tratados por loscriterios establecidos por Herrera (1988).

    Sin embargo, para caracterizar el conjunto en generales til el mtodo planteado por Wing, quien definiocho estadios de fusin (1972: 330, Tabla 2). La in-formacin obtenida permite dividir los especmenesdel conjunto en dos grandes categoras: fusionados(adultos) y no fusionados (jvenes); su posterior

    graficacin ayuda a observar la representacin quealcanzan en los diferentes estadios.

    Los pasos que siguen guardan relacin con la ca-racterizacin de los conjuntos arqueofaunsticos

    desde la perspectiva cultural. Al trabajar con lasmodificaciones (fracturas, marcas u otras) hay queconsiderar que stas comienzan desde el momento

    en que el animal muere hasta que alcanza un estadodepositacional, resultado de una serie de procesosactivos. Durante dichos procesos se conjuga un

    conjunto de agentes modificadores, tales como

    animales, transformaciones qumicas o la inter-

    ferencia cultural con la aplicacin de procesostecnolgicos.

    Por tanto, es necesario entender los procesos que hanafectado al registro arqueolgico, desarrollar mtodospara reconocerlos y, una vez aislados, estimar cmohabra sido el registro original (Binford y Bertram1977), lo que a travs de un estudio tafonmico

    permitir reconocer los componentes culturales.

    Con este fin, primero es necesario precisar los as-pectos sobre el proceso de formacin del registro,

    para lo cual se ha utilizado la propuesta de Schiffer(1976). Luego se examinar el grado de integridaddel registro a travs del estudio de la densidad y losestados de meteorizacin del conjunto.

    Para medir la densidad se tom la propuesta de

    Yacobaccio (1991: 38) donde se correlacionanlos valores de densidad global tomados de Lyman(1985, Tabla 1) con las unidades anatmicas mni-mas (MAU).3

    Por su parte, el grado de meteorizacin comprendediferentes estados progresivos de descomposicin,los que pueden ser reconocidos a travs de un criteriodescriptivo propuesto por Behrensmeyer (1978).

    Tambin se consideraron las alteraciones trmicasya que la presencia de restos seos quemados tienerelacin con la actividad humana; como preparacinde alimentos, descarte producto del consumo y/outilizacin como material de combustin. Por unaparte, el fuego puede destruir el material seo y

    alterar significativamente la estructura anatmica

    cuantitativa de los conjuntos; pero, por otra, la

    distribucin espacial de los especmenes quema-

    dos puede sugerir los patrones y mecanismos de

    acumulacin y descarte practicados por el hombre(Mengoni 1988a: 86).

    Mediante el estudio de la ubicacin de los restosseos se intentar, por un lado, aislar eventos depo-sitacionales y sus caractersticas; por otro, ver si la

    3 MAU: Es la razn entre el valor del MNE (nmero mnimode elementos identificados por taxn) y la frecuencia de la co-rrespondiente unidad anatmica en el esqueleto completo.

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    localizacin est relacionada de alguna forma con losestados de meteorizacin del conjunto; y por ltimo,observar los posibles patrones de descarte.

    El estudio de las marcas en los restos seos es de

    gran importancia ya que las huellas dejadas por losartefactos humanos propios de actividades de des-articulacin, faenamiento u otras en los materialesarqueofaunsticos, han sido utilizados como evidenciade situaciones interactivas (Mengoni 1988b).

    Sin embargo, el hombre no es el nico hacedor demarcas, ya que los animales tambin son reconocidoscomo agentes modificadores. El primer paso en laetapa de anlisis de las marcas pretende aislar aquellashuellas resultantes de la accin de agentes no antr-picos. El hecho de poder atribuirlas al resultado dealguna actividad humana se basa en dos supuestos:que stas se repitan en los diferentes especmenes enlos mismos lugares y que exista alguna explicacinanatmica para que las marcas se encuentren en

    un lugar determinado (Binford 1981). Es decir, unpatrn de marcas humanas se caracterizar por serrepetitivo y por sealar una ubicacin compatiblecon alguna actividad por parte del grupo.

    Algo similar sucede con el anlisis de las fracturas;durante mucho tiempo se ha intentado aislar los

    indicadores que permitan discriminar si el origende las fracturas es por causa natural o intencional ysi stas se produjeron cuando el hueso an estabafresco o en contextos depositacionales.

    Autores como Haynes (1983) y Nez y colabora-dores (1987), entre otros, han planteado una seriede criterios que permiten reconocer las fracturas deorigen intencional. Al respecto, Cardich y Languens(1984) sealan que, efectivamente, se puede observarun patrn definido en la forma en que los especmenes

    animales son fracturados, ya sea para la confeccinde tiles o solamente para el aprovechamiento de lamdula como fuente de alimento.

    Al tratar de establecer dichos patrones de fractura,considero la definicin que hace Mengoni (1982:89), para quien stos son la sntesis cualitativa delos tipos de fractura que estn presentes en los huesosde un conjunto dado.

    Por otra parte, la zooarqueologa ha desarrollado una

    rama cuantitativa que le permite medir, entre otrascosas, la abundancia relativa entre taxones, extra-polar a partes del conjunto muestreado la estructura

    del conjunto muerto y determinar en qu medidala abundancia taxonmica y anatmica reflejan

    aspectos del comportamiento cultural (Mengoni

    1988a: 92) a travs de la utilizacin de unidades decuantificacin y modelos de utilidad econmica.

    Las unidades de cuantificacin pueden ser utili-zadas para el estudio de la anatoma econmicadel animal, donde el criterio de seleccin se hacesobre la base de la utilidad que reporta cada unidadanatmica en trminos de su rendimiento de carne,grasa, mdula o en general, para as poder inferirtendencias observables en el conjunto.

    El ltimo paso comprende la confeccin de una

    taxonoma numrica con el fin de caracterizar losconjuntos arqueofaunsticos de cada sitio a travs delanlisis de atributos tanto biolgicos como cultura-les, para aislar aquellos patrones representativos decada conjunto. Los resultados obtenidos aportan

    una serie de asociaciones que permitirn generar

    inferencias acerca de los registros estudiados y,

    por tanto, cumplir con los objetivos propuestos encuanto a tipificar los conjuntos arqueofaunsticos

    de cada uno de los yacimientos.

    Resultados

    A continuacin se presenta los resultados obtenidos

    en las diferentes etapas de anlisis.

    En cuanto a la determinacin de especies, se puedeconcluir que el mtodo utilizado de comparacinde rasgos morfolgicos, por una parte logr un

    alto nivel de identificabilidad taxonmica de los

    especmenes seos analizados, y por otra, pudo

    ser aplicado a la mayora de las diferente unidadesanatmicas (Tabla 1).

    Este mtodo permiti la determinacin de tres

    especies de camlidos: guanaco, llama y vicua.En un registro mixto, cobra especial importancia

    el hecho de que el mtodo utilizado se estableciindistintamente para las cuatro especies de camli-dos conocidas. Por tanto, cada indicador presenteen determinada unidad anatmica puede ser vistoen forma comparativa, siendo stos concluyentes

    (Figuras 1, 2, 3, 4, 5 y 6).

    De 13 individuos, dados por el nmero mnimo paraChiu Chiu Cementerio, ocho pudieron ser determi-

    nados taxonmicamente. En forma anloga, de 14individuos representados en el sitio Chiu Chiu 200,12 fueron determinados (Tabla 2). Esto permiti a

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    Chiu Chiu Cementerio Chiu Chiu 200

    Unidad

    anatmica

    Total Determinadas % Total Determinadas %

    Escpula 60 5 8.3 69 10 14.5

    Hmero 50 1 2.0 75 4 5.3

    Radiocbito 56 2 3.6 75 6 8.0

    Coxal 43 9 20.9 50 9 18.0

    Fmur 40 4 10.0 61 11 18.1

    Tibia 70 1 1.4 68 2 2.9

    Vert. cervicales 28 14 50.0 47 20 42.5

    Vert. torxicas 9 2 22.2 19 8 42.1

    Vert. lumbares 9 1 11.1 18 3 16.7

    Sacro 5 6 1. 16.7

    Crneo 64 71 1 1.4Mand. y maxila 10 1 10.0 27 5 18.5

    Tabla 2. Fragmentos determinados taxonmicamente en cada sitio.

    Unidad anatmicaChiu Chiu Cementerio Chiu Chiu 200

    Total % Total %

    Fmur 40 3.72 61 4.77

    Tibia 70 6.52 68 5.32

    Hmero 50 4.65 75 5.86

    Radiocbito 56 5.2 75 5.86

    Metatarso 27 2.5 10 0.78

    Metacarpo 36 3.35 29 2.26

    Metapodios 29 2.70 13 1.01

    1 Falange 120 11.18 85 6.65

    2 Falange 63 5.87 25 1.95

    3 Falange 26 2.42 7 0.54

    Calcneo 15 1.39 21 1.64

    Astrgalo 32 2.98 24 1.87

    Tarsianos 31 2.88 33 2.58

    Carpianos 32 2.98 41 3.20

    Sesamoideos 1 0.09 7 0.54

    Rtula 8 0.74 18 1.40

    Atlas 4 0.31

    Axis 7 0.65 12 0.93

    Vert. cervicales 28 2.6 47 3.67

    Vert. torxicas 9 0.83 19 1.48

    Vert. lumbares 9 0.83 18 1.40

    Vert. coxgeas 2 0.18 1 0.07

    Vert. no identificadas 50 4.65 85 6.65

    Sacro 5 0.46 6 0.46

    Coxal 43 4.00 50 3.91

    Escpula 60 5.59 69 5.39

    Costillas 151 14.07 275 21.50

    Esternebras 2 0.15

    Crneo 64 5.96 71 5.55

    Mandbula y maxila 10 0.93 27 2.11

    Total 1073 1278

    Tabla 1. Frecuencias relativas de las unidades anatmicas en ambos sitios

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    su vez una buena comparacin entre los conjuntosarqueofaunsticos de ambos yacimientos. Por unaparte, se pudo establecer que la composicin deespecies en ambos registros es muy parecida. Esas que la llama y el guanaco presentan una pro-

    porcin similar, en contraposicin a la vicua, queest representada por un individuo para cada sitio.Por otra parte, la determinacin taxonmica aportinteresantes resultados en cuanto a la variabilidadinter e intraespecies (Figuras 7 y 8).

    Si bien para Chiu Chiu Cementerio los restos seosde guanaco y llama presentan un tamao bastantesimilar, en Chiu Chiu 200 se observa que los guanacoshan aumentado de tamao respecto al sitio anterior,a la vez que las llamas se presentan en dos tiposya sea de gran tamao o ms bien pequeas. Estaspodran corresponder a los tipos llama grande decarga y llama comn de tipo pequeo propues-tos por Wing (1975), sugiriendo que existen dos

    variedades diferentes representadas. De lo anteriorse puede concluir que:

    El tamao de los restos seos de las especies esvariable y, por tanto, no es un indicador adecua-do para la distincin entre especies silvestres y

    domsticas.

    Si bien existira un decrecimiento del tamao debidoa la domesticacin, ya sea por la segregacin delanimal del resto (aislamiento gentico), restriccinde pastos u otros (Bender 1975), en el momento de lainvestigacin no existen indicadores para evidenciareste problema.

    Durante el tiempo comprendido entre un sitio y otrohay evidencias de tipo tecnolgico que suponen

    un avance; por ende, se postula que este cambio

    tambin se puede haber dado en otras reas como

    en una mejor manipulacin gentica. El hombre

    ha adquirido un gran dominio de la manipulacingentica de la llama, obteniendo dos variedades desta. No obstante, an no ha logrado la manipulacingentica de la alpaca (Benavente 1992Ms). Comose puede observar, ha sido un proceso lento ya que

    han transcurrido casi mil aos.

    Como los cambios genticos no son rpidos ni fcilesde determinar, muchas veces se recurre a indicadoresms inmediatos como la estructura de edad, puestoque la composicin del rebao sera el primer efectode la domesticacin. Se asume que la frecuencia deanimales jvenes se asocia a la presencia de animalesdomsticos, ya sea por su utilizacin en funcin dela produccin de carne, mortalidad por condicionesde poca higiene en los corrales durante los primerosmeses, o porque no corresponderan a los perfilesde edad de las poblaciones silvestres (Wing 1972,1975; Wheeler et al.1977a, 1977b; Pires-Ferreiraet al.1977; Hesse y Hesse 1979Ms). Sin embargo,basados en la estructura de edad de los conjuntosarqueofaunsticos analizados (Tablas 3 y 4), stos

    estn caracterizados predominantemente por animalesadultos. Esto sugiere ms bien la crianza de animalespara funciones especficas (lana y transporte). Portanto, la estructura de edad es un rasgo que ayudaa caracterizar los conjuntos pero no es un rasgo

    definitorio para establecer la presencia de especies

    domsticas o silvestres.

    De lo expuesto se puede concluir que el mtodo

    de patrones referenciales utilizado para la determi-nacin de especies (Benavente 1989Ms, 1990Ms,1992Ms; Adaro y Benavente 1990, 1992a, 1992b)permite fehacientemente determinar las especies decamlidos utilizadas sin la necesidad de descansaren supuestos que varan de acuerdo a situacionescontextuales especficas como las ya tratadas. Sinembargo, muchos de estos criterios son tiles para la

    caracterizacin y obtencin de inferencias acerca del

    Chiu Chiu Cementerio

    Especie NISP MNI adulto U. anatmica MNI joven U. anatmica

    Guanaco 27 4 Escpula I.

    Llama 12 2 Isquion I. 1 Fmur Ds.

    Vicua 1 1 Fmur Ds.

    Chiu Chiu 200

    Guanaco 39 4 Fmur Ds.D. 1 Fmur Px.

    Llama 40 4 Escpula I. 2 Fmur Px.I.Vicua 1 1 Radiocbito px.

    Tabla 3. Medidas de abundancia taxonmica (NISP, MNI).

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    Figura 1. Determinacin taxonmica de especies de camlidos.4

    Radiocbito proximal a. Guanaco b. Llama

    Indicador : Tuberosidad Lateral

    Figura 2. Determinacin taxonmica de especies de camlidos.

    Vrtebras cervicales a. Guanaco b. Llama

    Indicador : apfisis articulares

    4 Las Figuras 1, 2 y 3 corresponden a especmenes del sitioChiu Chiu Cementerio.

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    Figura 3. Determinacin taxonmica de especies de camlidos.

    Maxila LlamaIndicador : Lnea de fusin de la arcada palatina

    Figura 4. Determinacin taxonmica de especies de camlidos.5

    Maxila a. Guanaco b. LlamaIndicadores : Abertura en relacin a la tuberosidad maxilar

    Arcada palatina

    5 Las Figuras 4, 5 y 6 corresponden a especmenes del sitioChiu Chiu 200.

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    Figura 5. Determinacin taxonmica de especies de camlidos.

    Escpula a. Guanaco b. LlamaIndicadores : Tuberosidad escapular

    apfisis caracoide

    Figura 6. Determinacin taxonmica de especies de camlidos.

    Radiocbito proximal a. Vicuab. Llama

    Indicadores : Tuberosidad lateral

    Olcranon

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    Figura 7. Escpula: Diferencia de tamao interespecies. Las escpulas de la izquierda corresponden a guanacosprovenientes de Chiu Chiu Cementerio y las de la derecha a llamas de Chiu Chiu 200.

    Figura 8.Escpulas: Diferencia de tamao intraespecies. Las escpulas pertenecen a llamas de Chiu Chiu 200.

    manejo del recurso animal (tipos de fractura, marcas,ubicacin de los restos, frecuencia relativa, exposicinal fuego, entre otros). No obstante, la determinacin

    de especies en registros arqueolgicos conlleva unaserie de problemas metodolgicos puesto que, a

    pesar de que existe una gran cantidad de unidades

    anatmicas que pueden ser identificadas, muchasde ellas no presentan rasgos diferenciales, dada lanaturaleza del material arqueolgico (fracturado,

    meteorizado, etc.). En la mayora de los anlisis seha tratado el registro como perteneciente a camlidosen general. Sin embargo, muchos yacimientos como

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    los analizados estn representados por conjuntos

    mixtos; vale decir, la coocurrencia entre animalessilvestres y domsticos. Lo anterior debido en granparte a que los pastores generalmente implementarndos estrategias para la obtencin de carne; la explo-tacin de camlidos mediante la caza y la matanzaselectiva de animales del rebao. Paralelamente,

    en reas ubicadas junto a las vegas, las pasturas

    son igualmente atractivas para animales domsti-

    cos como tambin para silvestres. (Tablas 5 y 6,Figuras 9, 10 y 11). A este respecto, los ndices deutilidad fueron diseados originalmente para poderpredecir decisiones acerca del faenamiento y trans-porte de unidades desde el sector de matanza hacialos lugares de consumo. La frecuencia del tipo deunidades anatmicas encontradas podra reflejar eltipo de sitio en cuestin. Sin embargo, en los sitiosestudiados, el lugar de matanza es el de consumodada la cercana de los animales domsticos, ademsdel ingreso de unidades de trozamiento provenientes

    de animales silvestres. Por tanto, esta herramientametodolgica debe ser redefinida contemplando loexpuesto.

    Durante el transcurso de la investigacin se constatque el anlisis zooarqueolgico no puede considerarslo el aspecto faunstico de la muestra aislado delas dems fuentes de informacin arqueolgica. Sibien se reconoce que los restos arqueofaunsticos sonel reflejo de las actividades de subsistencia dejadaspor el hombre, no se pueden desarrollar mtodos

    que le atribuyan significados a las variaciones de losconjuntos arqueofaunsticos separados del resto delos elementos que definen el contexto. Como seala

    Bender (1975), los arquelogos no trabajan con lainformacin climtica, geolgica o zoolgica, comotal, sino en relacin al impacto que estos factorestienen en el comportamiento humano.

    En lo que sigue, el esclarecimiento del contextode cada yacimiento fue decisivo en la interpreta-cin de cada registro arqueofaunstico. Desde estaperspectiva se entrega y se discute a continuacin

    la informacin entregada por los sitios Chiu ChiuCementerio y Chiu Chiu 200.

    Chiu Chiu Cementerio

    El estado de conservacin del conjunto arqueofauns-tico se presenta en muy buenas condiciones. Noest afectado ni por el factor densidad ni por altosestados de meteorizacin, gracias a lo cual se

    obtuvo un alto nivel de identificacin anatmica(Tabla 7).

    La determinacin taxonmica, por su parte, permitiidentificar cuatro guanacos, tres llamas y una vicua.Esto indica la coocurrencia en el registro tanto deformas domsticas como silvestres. Predominan

    los especmenes adultos (82.2%); sin embargo losespecmenes jvenes representados por el nmeromnimo de individuos alcanzan un 23%. La mayorade los jvenes se concentra antes de dos aos y nuevemeses. No fue posible detectar neonatos, slo se puededecir que algunos no sobrepasan los nueve meses.

    De las especies identificadas todas corresponden aadultos, salvo un espcimen de llama que presentamenos de tres aos y nueve meses.

    Chiu Chiu Cementerio Chiu Chiu 200

    Estados de fusin de Wing Maduros Inmaduros Maduros Inmaduros

    (0) Astrgalo 32 _ 24 _

    (1) Escpula 18 2 24

    (2) Mtc, Mtt Px 31 31 (3) Tibia y hmero Ds 72 19 70 5

    (4) Radiocbito Ds 27 1 24 3

    (5) Calcneo 15 4 14 1

    (6) Mtc, Mtt, Ds 60 11 46 14

    (7) Fe Ds, 2 y 3 prem. reemplazados,erupcin 3 molar 18 5 26 2

    (8) Fe, Ti, Hu, Rc Px 81 16 66 15

    Total fragmentos354 77

    (17.8%)325 40

    (10.9%)

    Tabla 4. Estructura de edad de ambos conjuntos de acuerdo a los estadios de fusin establecidos por Wing (1972).

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    Chiu Chiu Cementerio

    U. anat. 0-0.9 0.9-1.9

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    Chiu Chiu Cementerio Chiu Chiu 200

    Unidad anatmica MNE MAU %MAU MNE MAU %MAUDENS. GLOB

    G/CM31IUG2

    Crneo 2 2 20 3 3 26.0 0

    Maxila 1 1 10 3 3 26.0 10

    Mandbula 1 1 10 5 5 43.4 0.57 5.7Atlas . _ . 2 2 17.39 0.13 8.8

    Axis 2 2 20 8 8 69.56 0.16 8.8

    Vert. cervical 13 2.6 26 21 4.2 36.52 0.19 51.3

    Vert. torxica 4 0.33 3.3 10 0.80 6.95 6.24 21.1

    Vert. lumbar 4 0.57 5.7 12 1.7 14.78 0.29 44.9

    Sacro 2 2 2 4 4 34.78 0.19

    Costillas 30 1.25 12.5 47 1.95 16.95 0.40 100

    Escpula 15 6 60 17 8.5 73.91 0.36 38.4

    Hmero Px 5 2.5 25 8 4 34.78 0.24 23.8

    Hmero Ds 12 6 60 12 6 52.17 0.39 23.8

    Radiocbito Px3 15 7.5 75 23 1.15 100 0.36 7.8

    Radiocbito Ds 13 6.5 65 10 5 43.47 0.43 7.8

    Metacarpo Px 6 3 30 4 2 17.39 0.56 1.3

    Metacarpo Ds 21 5.25 52.5 25 6.25 54.3 0.49 1.3

    Carpianos 31 2.21 22.1 40 2.85 24.78 0.39 1.3

    Pelvis 13 6.5 65 15 7.5 65.21 0.27 40.2

    Fmur Px 5 2.5 25 13 6.5 56.52 0.36 83.2

    Fmur Ds 10 5 50 12 6 52.17 0.28 83.2

    Tibia Px 9 4.5 45 14 7 60.86 0.30 21.3

    Tibia Ds 20 10 100 13 6.5 56.52 0.50 21.3

    Metatarso Px 9 4.5 45 5 2.5 21.73 0.55 1.7Metatarso Ds 12 3 30 7 1.75 15.2 0.46 1.7

    Tarsianos 31 3.1 31 33 3.3 28.69 0.39 1.7

    Astrgalos 18 9 90 19 9.5 84.82 0.47 1.7

    Calcneo 14 7 70 13 6.5 56.52 0.64 1.7

    1 Fal 48 6 60 43 5.3 46.08 0.42 2.1

    2 Fal 44 5.5 55 25 3.12 27.13 0.25 2.1

    3 Fal 22 2.75 27.5 7 0.87 7.56 0.25 2.1

    Metapodios 15 3.75 37.5 8 2 17.39

    Rtulas 8 4 40 17 8.5 73.91 _

    Esternebras 2 0.33 2.86 0.22

    1 Medida de densidad global (bulk density) (Lyman 1985, Tabla 2 en Mengoni 1982: 107).2 Indice de utilidad de carne para el guanaco (Borrero 1986, 1988, en Yacobaccio 1991: 72).3 Para los clculos de densidad global se promedia en los valores del radio y del cbito.

    Tabla 6.MNE, MAU, % MAU, Densidad global e IUG para el conjunto de camlidos en general en ambos sitios.

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    Llama Chiu Chiu Cementerio Chiu Chiu 200

    Unidad anatmica MNE MAU %MAU MNE MAU %MAU

    Fmur Px 2 1 28.57

    Fmur Ds 1 0.5 33.3 1 0.5 14.28

    Tibia Px 1 0.5 14.28Hmero Px 1 0.5 14.28

    Radiocbito Px 1 0,5 33,3 4 2 57,74

    Escpula 7 3,5 100

    Axis 1 1 28.57

    Cervicales 3 0.6 40 4 0.8 22.8

    Torxicas 5 0.41 11.7

    Lumbares 2 0.28 8

    Coxal 3 1.5 100 4 2 57.14

    Maxila 1 1 66.6 1 1 28.57

    Mandbula 2 2 57.14

    Crneo 1 1 28.57

    Guanaco

    Fmur Px 1 0.5 20 2 1 33.3

    Fmur Ds 1 0.5 20 6 3 100

    Tibia Px 1 0.5 20 1 0.5 16.6

    Hmero Px 1 0.5 20 3 1.5 50

    Radiocbito Px 1 0.5 20 1 0.5 16.6

    Escpula 5 2.5 100 3 1.5 50

    Cervicales 4 1.15 50 7 1.4 46.6Torxicas 2 0.16 6.4 2 0.16 5.3

    Lumbares 1 0.14 5.6 1 0.14 4.6

    Coxal 5 2.5 100 4 2 66.6

    Sacro 1 1 33.3

    Maxila 1 1 33.3

    Mandbula 1 1 33.3

    Vicua

    Fmur Ds 1 0.5 50 . _ _

    Hmero Ds* 2 1 100 - - -

    Radiocbito Ds* 1 0.5 50 - - -

    Metatarso Ds* 1 0.5 50 - - -

    Radiocbito Px rtula* - - - 1 1 0.5 0.5 100 100

    *: No presentan indicadores para la determinacin de especies pero por tamao y morfologa podran corresponder a vicua.

    Tabla 7.MNE, MAU y % MAU para cada especie.

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    Figura 10. Representacin del % MAU para el total de restos de camlidos presentes en cada sitio.

    Chiu Chiu 200

    Chiu Chiu Cementerio

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    Chiu Chiu Cementerio Chiu Chiu 200

    Figura 11. Representacin del % MAU para los restos de camlidos determinados taxonmicamente en cada sitio.

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    De acuerdo a lo anterior, se puede inferir que lacaza de animales silvestres sigue siendo una ac-tividad predominante y, a juzgar por la estructurade edad, el patrn refleja ms bien la crianza deanimales especializados. En el caso de las especies

    silvestres la estructura de edad coincide con la delas poblaciones silvestres.

    Respecto al manejo de animales en funcin de laobtencin de materias primas textiles, el anlisisde fanreos realizado por Arias y colaboradores

    (1992) determin que las fibras de vicua fueronlas ms utilizadas; en segundo lugar y en igual

    proporcin aquellas de guanaco y llama, ademsde un roedor no precisado. Al parecer la llama noestara solamente destinada a la produccin de lana,puesto que las otras dos especies se encuentran

    disponibles para estas poblaciones que conocen

    bien la calidad de las fibras textiles.

    El manejo en funcin de la produccin de carnetambin parece improbable, puesto que vemos quehay gran cantidad de especies silvestres obtenidasmediante la caza, lo que parece reflejar ms bien unareticencia a matar los animales del rebao (Hesse1986: 76). Las llamas muertas podran obedecer aanimales sacrificados por diversas razones comoenfermedad, vejez u otros.

    Si bien la subsistencia pudo ser complementada conla recoleccin vegetal, Ferraz (1992Ms-a, 1992Ms-b),a travs del anlisis de los artefactos de molienda,postula que el recurso vegetal debe haber sido demenor importancia para la subsistencia. Plantea queposiblemente se deba a un problema estacional. Aeste respecto, no se evidenciaron individuos neonatosque pudiesen acotar ocupaciones estacionales. Sse puede decir con certeza que el sitio fue ocupadoen los meses de otoo, invierno y primavera. La

    falta de recin nacidos podra sealar que el sitio nofue ocupado en verano, sin embargo slo sabemosque los individuos son menores de nueve meses,algunos al parecer muy jvenes.

    Por otra parte, el yacimiento presenta vrtebras

    de pescado y restos malacolgicos, producto delintercambio con la costa y utilizacin de materiasprimas como obsidiana, fibras y pieles de vicua(ya que existe poca representacin de restos seospero alta utilizacin de esta fibra), lo que indica

    desplazamientos o contactos con la Puna. La co-ocurrencia de estos tems dentro del registro sugierems bien desplazamientos de algunos grupos o

    partidas de caza, mientras parte de la poblacin

    ocupa el campamento residencial.

    El anlisis de las frecuencias de las unidades anatmi-cas traducidas a % MAU permiti recuperar casi todas

    las unidades anatmicas (salvo atlas y esternebras),no obstante, con grandes diferencias porcentualesen su representacin. La ms alta representacin laalcanzan la extremidad distal de la tibia, astrgaloy calcneo; luego la escpula, el miembro anterior(patas altas), pelvis, el miembro posterior (patas altas)patas bajas, vrtebras cervicales, crneo, costillasy, por ltimo, con una muy baja representacin, lasvrtebras lumbares y torxicas.

    Esto permite postular el ingreso de animales faenadoscerca del lugar habitacional y aqullos obtenidos

    mediante la caza lo que explica la presencia de

    unidades de alto y bajo rendimiento. Al parecer lasunidades que entran son sometidas a faenamientossecundarios y consumo. El mtodo de faenamientohabra sido la desarticulacin, evidenciada por marcascercanas a stas. Hay una alta intencionalidad defracturacin de los huesos largos como lo demuestrala gran cantidad de fragmentos de difisis de huesoslargos, astillas y especmenes con diversos tipos

    de fractura. Predomina la fractura longitudinal y

    en menor cantidad la transversal. Hay, ademas,

    una clara intencionalidad de fracturar las falanges;situacin que en sitios ms tardos de la zona no escomn (Pucara de Chiu Chiu: 1200 DC; Benaventecom. pers. 1992).

    Las actividades anteriormente sealadas son

    consistentes con los resultados obtenidos de los

    anlisis lticos de Jackson (1989Ms-a, 1989Ms-b)y Jackson y Benavente (1989Ms, 1990Ms, 1992Ms)quien seala una alta proliferacin de perforadores,cuas, piezas bipolares, raspadores, cuchillos que

    indicaran actividades mltiples. Ferraz (1992Ms-a,1992Ms-b) seala que existe una alta proporcin depiezas sobre lascas relacionadas con actividades demanufactura (perforar, roer, cepillar) y en menor

    cantidad puntas de proyectil, cuchillos vinculadosal destazamiento. Adems, existe un conjunto de

    artefactos relacionados a tareas de percusin.

    La ubicacin de los restos sugiere que stos fuerondescartados en el piso depositacional y en los muros.Aqu se encuentran tanto los no quemados como

    quemados. Estos ltimos alcanzan un 30%. Pese a lagran cantidad de restos calcinados, no aparecen sea-les de un fogn al interior de la habitacin, slo hay

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    evidencias de pequeos lentes de ceniza. Al parecerel lugar de preparacin de alimentos se encontrarafuera de la unidad habitacional, los que podran serfogones comunales. Esto podra explicar la bajarepresentacin de algunas unidades anatmicas.

    En experimentos realizados por Lanata (1988) serecuperaron unidades con valores de bajo rendimien-to, siendo los de alto rendimiento los primeros endesaparecer en los fogones. Sin embargo, el lugarde consumo debi ser la unidad habitacional por lacantidad de restos calcinados encontrados. Por otraparte, las acumulaciones de cenizas e intencionalidadde arrojar desechos al fuego puede estar relacionadacon la utilizacin de cenizas y grasas en el trabajode los cueros (Yacobaccio 1991: 103).

    La gran cantidad de restos seos al interior de la es-tructura se asemeja a la cantidad de restos encontradosen tres estructuras habitacionales de Chiu Chiu 200pertenecientes casi al mismo nmero de animales.Esto sugiere que las estructuras pudieron albergarun grupo mayor de personas por un perodo relativa-mente largo ya que las habitaciones son ms grandes.Podra corresponder a grupos familiares extensos quecomparten lugares para la preparacin de alimentos.Tampoco existen evidencias de corrales, por lo queal parecer pastan conjuntamente en la vega.

    El rea de habitacin, dada la densidad del piso ocu-pacional, sugiere que al interior se llev a cabo unaserie de actividades que puede estar relacionada conel trabajo de lticos. Ferraz (com. pers. 1992) sealauna gran cantidad de desechos lticos al interior delas habitaciones producto del trabajo sobre artefactospreformatizados. Esto no implica que no existan otrasreas de actividad, como lo demuestra el sector endonde encontramos reas ennegrecidas y un tallerltico que se vincula directamente con el procesa-miento de instrumentos destinados a las actividades

    de caza (Jackson y Benavente 1990Ms: 8).

    La menor frecuencia de puntas de proyectil en

    relacin a los instrumentos relacionados con acti-vidades de manufactura ha sido interpretada comouna disminucin de las actividades de caza. Sin

    embargo, cabe sealar que muchas de las puntas deproyectil fueron descartadas por estar fracturadas odaadas. El resto puede haber sido transportada porlos cazadores.

    Junto a los restos seos animales se encontraronrestos seos humanos (Munizaga 1992Ms). Estosrepresentan un nmero mnimo de dos individuos

    de ambos sexos, adultos jvenes o de mediana edad.Los restos corresponden casi exclusivamente a extre-midades y de ellas ms de la mitad a pies y manos,los pertenecientes a los pies es posible articularlos.Llama la atencin la mezcla de stos con los restos

    de huesos animales producto del descarte. Si se tratade un entierro secundario, ste fue contemporneoal uso de la estructura, y dada la distribucin de losrestos seos animales, sta parece haber seguido

    siendo ocupada por el grupo. No se percibe tampocoun abandono de la estructura producto del entierro.Como antecedentes en el rea slo encontramos enLoa Oeste 3 un esqueleto femenino y dolicoide quereposaba sobre la estructura y que debi correspondera los ltimos habitantes de ella (Orellana 1971: 21).Por otra parte, en la vertiente trasandina en el estratoE3 del sitio Huachichocana (Fernndez Distel 1974)7600 AC, se encuentra un entierro de tipo compuestopor procesos secundarios de reduccin, disposicinfinal con seleccin de piezas esqueletarias sobre

    todo del miembro inferior y un crneo carbonizadoy destruido en una envoltura de paja. No se puedeobtener mayor informacin sobre los restos seos,slo su ubicacin junto a los huesos animales y ar-tefactuales de descarte, entre los cuales se encontruna mano de moler con ocre rojo.

    De lo expuesto se concluye que Chiu Chiu Cementerioconstituye un campamento semiestable con es-

    tructuras semicirculares no adyacentes, con una

    base de subsistencia basada en la caza de animalessilvestres y en el manejo de la llama, con una fechade 2165 AC.

    Chiu Chiu 200

    En general, se puede decir que el grado de identi-ficabilidad anatmica de los especmenes fue alto.En gran medida debido a que el conjunto no estaba

    gravemente afectado por los factores de densidad,meteorizacin o accin de animales.

    La determinacin taxonmica, por su parte, permitireconocer seis llamas, cinco guanacos y una vicua. Elconjunto est caracterizado por especmenes adultos(89.1%); los jvenes, en trminos del nmero mnimode individuos, constituiran un 28%. La mayora delos jvenes estn representados por especmenes

    menores de dos aos y nueve meses. En el caso de lasespecies determinadas se encontraron dos especme-

    nes pertenecientes a llama con una edad que fluctaentre un ao nueve meses y dos aos nueve meses. Seidentific un espcimen de guanaco no mayor de dos

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    aos. El resto de los animales corresponde a adultos,si bien en este yacimiento aumentan los especmenesde llama, tambin aumentan los de guanaco, habiendouna coocurrencia casi de 50% para cada especie. Estepatrn demuestra que la caza sigue siendo importante

    en la subsistencia del grupo. El mantenimiento deun rebao con animales adultos sugiere una funcinespecializada de stos. Las llamas presentes en el

    registro pueden deberse al sacrificio intencional deanimales maosos, viejos, enfermos, hembras estrilesu otros (Miller 1977; Benavente 1981, 1984).

    La funcin de la llama no estara mayormente re-lacionada con una economa productora de carne,pues sta es aportada por la caza. Respecto a la

    utilizacin de este animal para la confeccin textil,los estudios de Benavente (1981, 1982, 1989, 1990,1992a) y Arias y colaboradores (1992) indicaron

    la utilizacin de fibras de vicua, guanaco y llama,adems de chinchilla, vizcacha y zorro. Como sepuede observar, la produccin de lana no pareceraser la funcin principal de la llama, slo debieronser trasquilados aquellos animales que no fueron

    usados para el transporte. La evidencia sugiere quela llama sera el medio por el cual la poblacin deeste yacimiento explot el medio ambiente con

    el fin de poder acceder a una mayor variedad de

    recursos a travs del transporte e intercambio. As

    la dieta es complementada, adems, con productosprovenientes de la costa, representados por vrtebrasde pescado y restos de moluscos. En cuanto a losartefactos lticos, han aumentado los implementosde molienda y aparecen pequeas palas agrarias;

    sin embargo, no se encuentran restos de semillas.Las palas son muy pequeas en relacin a las quese encuentran en perodos ms tardos (Benaventecom. pers. 1992).

    Si bien la recoleccin y manipulacin no estuvo

    ausente del grupo, la subsistencia sigue concentrn-dose en el recurso animal. Tampoco se encontraronneonatos que puedan sugerir una ocupacin acotada;la presencia de individuos menores de nueve mesespermite postular una ocupacin durante el otoo,invierno y primavera. Al respecto, Benavente (1981)plantea que durante la estacin de invierno los ani-males aprovecharon los pastos ofrecidos por vegasy caones, subiendo en verano a nichos superioresde precordillera y Puna.

    El anlisis de las frecuencias de unidades anatmi-

    cas, expresadas en trminos de % MAU, permitivisualizar una representacin similar para el miembroposterior y anterior superior incluidas la escpula

    y la pelvis; luego con menor frecuencia, vrtebrascervicales, patas bajas, crneo, costillas vrtebraslumbares y torxicas. En este sitio, todas las uni-dades anatmicas se encuentran representadas, loque sugiere un sacrificio y faenamiento de animales

    domsticos cercano a las unidades residenciales ala vez que la entrada de unidades de trozamientode animales silvestres. Dentro de las unidades seproduciran eventos de consumo y de faenamientosecundario. Sin embargo, no parece clara la manufac-tura de charquipropuesta por Yacobaccio y Madero(1988); de ser posible sta, involucrara las costillasque no alcanzan una representacin alta.

    El faenamiento se da por medio de la desarticulacin.La baja presencia de atlas con respecto al axis podrasugerir que ste es destruido en el momento del sa-

    crificio o que queda junto al crneo, de tratarse de unsacrificio como el degello ventral. Miller (1977)lo resume como el corte del cuello por el lado ventralhasta la trquea y el esfago, rompiendo por ltimola mdula espinal, dando el corte entre el atlas y loscndilos occipitales, degello que tambin puededejar marcas en las vrtebras cervicales (Benavente1981). Otro tipo de sacrificio es la puntilla dorsal(Miller 1977) que consiste en una cuchillada rpidaentre los cndilos occipitales y el atlas cortando lamdula espinal. Sin embargo, en el registro slo se

    encuentran marcas en algunas facetas articulares devrtebras cervicales y, por tanto, no se puede precisarla forma en que fue muerto el animal.

    Tambin se presentan huesos largos fracturados

    producto de la extraccin de mdula. La fractura

    mejor representada es la longitudinal, sobre todo

    en las primeras falanges, seguida por la transversaly oblicua. La primera falange se presenta altamentequebrada con tipos de fractura similares a las vistasen Chiu Chiu Cementerio, no as la segunda falange.Las actividades de manufactura, faenamiento y con-sumo estn evidenciadas, adems, por los artefactoslticos de los cuales cuchillos, raederas y lascas

    utilizadas como instrumento de corte alcanzan unaalta representacin. Tambin se presentan percuto-res, buriles y taladros que responden a actividadescomo son la preparacin de materias primas (cuero ycarnes), sacrificio y descuartizamiento de animales(Benavente 1981: 112).

    Los restos seos analizados corresponden a tres

    unidades habitacionales que conforman un mismo

    patrn, las tres presentan sus muros colindantes enuna lnea orientada norte-sur, es decir, la delimitacinnorte de la primera estructura conforma el muro

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    sur de la siguiente. Los muros en el lado oeste sepresentan ms densos y altos, lo que podra sugerirque la entrada se encuentra hacia el sureste.

    Todas las estructuras presentan densas concentraciones

    de restos seos en los muros, especialmente la delmedio y la de ms al norte. Se detectaron en cadauna de ellas lentes de ceniza y piedras calcinadasque sealaran la existencia de pequeos fogonespara cada unidad habitacional. Los fragmentos

    quemados (que alcanzan un 26%) son depositadosen los muros contiguos a los fogones.

    Cada estructura representara unidades habitacionalesdonde se llev a cabo el consumo, junto a activida-des de manufactura. En la estructura situada msal norte, junto a otros artefactos seos, se encontr

    un pulidor de cermica confeccionado a partir deun fragmento de tibia. Este podra estar relacionadocon la confeccin de cermica, si se considera quelas clases alisadas, pulidas y pintadas por la tcnicade manufactura y tratamiento de superficie, corres-pondan a los tipos confeccionados por el grupo enla localidad (Benavente 1981: 110). Se encontr,adems, un punzn con huellas de uso que debe habersido utilizado con materiales abrasivos. En general,la unidad situada ms al sur presenta menor cantidadde restos seos que las otras dos. Cabe sealar que

    se encontraron restos de paja que corresponderana parte de la techumbre de las estructuras.

    De acuerdo al anlisis de la ubicacin y represen-tacin de los restos seos, Benavente (1981: 90)

    seala que:

    cada unidad familiar mantena un nmero deter-minado de animales evidenciado por la cantidad de

    restos seos en los basureros como materias para su

    sacrificio, despostamiento y faenamiento, materia

    prima y textil, tems presentes en cada una de las

    habitaciones excavadas, lo que en conjunto conforman

    los bienes de cada unidad residencial.

    En comparacin con Chiu Chiu Cementerio las

    estructuras son ms pequeas, es decir, correspon-deran a unidades familiares, que, si bien viven msaglutinadas, cada una realiza las tareas en su unidadhabitacional como, por ejemplo, la preparacin dealimentos. Cabe sealar que la representacin de lasunidades anatmicas sugiere que stas ingresan ala unidad para ser consumidas, no evidenciando la

    posterior dispersin de stas fuera del asentamientooriginal luego del primer consumo por confeccin decharquiu otros mecanismos. La ausencia de corrales

    permite suponer la pastura conjunta del ganado en lavega. Alrededor de este poblado central existira unaserie de sitios de actividad evidenciados en diversospuntos de la vega (Benavente 1981).

    La estructura social parece mantenerse bastanteigualitaria pese a que la mantencin de rebaos

    pudiera representar diferencias entre los elementosdel contexto. Estas ltimas podran impulsar el in-tercambio con el fin de obtener objetos de estatus(p. e., plumas de aves tropicales, Benavente 1989Ms).No obstante, los objetos y productos del intercambioguardan ms bien relacin con las necesidades ge-nerales de la poblacin, como lo evidencian restosde pescados y conchas encontrados. Si bien en elaspecto textil hay diferencias en la calidad de lostejidos, stas estaran dadas por el uso diferenciado

    de stos, existiendo por una parte los destinados afunciones de carga y transporte (redes y mallas) y, porotra, los tejidos planos como felpudos y emplumadospara prendas. Estos ltimos se asociaran ms biencon el intercambio ya que debido a la materia primaempleada en su confeccin (chinchilla y plumas)definen a estos objeto como preciado elemento deintercambio para las poblaciones del rea y reasaledaas (Benavente 1981: 106).

    Conclusiones

    Hacia 2165 AC hay clara presencia de llama en ChiuChiu Cementerio, lo que evidencia la domesticacinde esta especie, pero no de carcter experimental,sino ms bien inicial o temprana, con funciones

    zootcnicas delimitadas para cada especie domsticao silvestre.

    La presencia de esta especie domstica no significaun quiebre entre los grupos cazadores recolectores yaquellos que manejan animales domsticos, quienessiguen manteniendo estrategias de caza y recoleccincomo respuesta a las condiciones ambientales y cul-turales (Bender 1975). Berwick (1975: 135) sealaque el hombre ve su medio a travs de cristalesteidos culturalmente. Los recursos se seleccionanen base a los valores culturales de una sociedad conun nivel muy especial de tecnologa.

    Se puede hipotetizar que si bien para los habitantes deChiu Chiu 200 insertos en un ambiente de oasis:

    donde los recursos ofrecidos a la poblacin han

    carecido de la variedad suficiente y necesaria parala poblacin all asentada, sta, ante la restriccin

    del medio para poder explotarlo y a su vez procurarse

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    la variedad necesaria a su subsistencia, recurri a

    la actividad pastoril la cual daba la movilidad nece-

    saria para intercambiar productos con otros medios

    ambientes aledaos (Benavente 1981: 118).

    Esta forma de adaptacin ya podra estar delineadapor los habitantes de Chiu Chiu Cementerio. Entrminos del material cultural, existiran algunoselementos que podran sustentar cambios, ya queno tienen antecedentes en el rea.

    La llama presenta un patrn de crianza de animalesadultos. Una llama adulta puede ser til para el

    transporte y en segundo trmino, para lana. Pero,como fue sealado, la poblacin tena un conoci-miento del manejo de fibras textiles y privilegilas fibras langeras mejores (como vicua).

    Como postula Spooner (1973), aquellos grupos quesubsisten directa o indirectamente de los animalesdomsticos no pueden vivir solamente con una

    dieta tan restringida, ya sea los complementan concultivos propios o recurren al intercambio. Ferraz(1992Ms-a, 1992Ms-b) seala que para este sitio lasevidencias de utilizacin vegetal estn bajamenterepresentadas, pero no as en el caso de restos depescados y moluscos, productos provenientes dela costa.

    La adopcin de animales domsticos no transformainstantneamente la vida o eleva automticamenteel nivel de vida (Bender 1975: 5). Coincido con

    Browmann (1974, 1976, en Druss 1980) en cuanto aque la domesticacin es un proceso conservativo, quepreserva la estructura econmica de grupos cazadoresrecolectores y, como seala Hesse (1982), es necesariauna reorientacin de los valores sociales asociadosa la caza y recoleccin, hacia el pastoreo.

    Chiu Chiu 200, separado por un perodo de 1000 aos,presenta un registro arqueofaunstico muy similar

    al de Chiu Chiu Cementerio. Si los cambios no seperciben en este tipo de registro (salvo diferenciasde tamao, fracturas u otras), stos se dan en otros

    tems, generando grandes diferencias contextualesdadas por la aparicin de cermica, diferencias en latipologa ltica, excelencia textil, presencia de cesteray la conformacin y distribucin de sus estructuras.Sin embargo, lo interesante de estos nuevos rasgos esque son ms bien producto de contacto con grupos dereas aledaas (Benavente 1981, 1989Ms) ya que hanaumentado el espacio e intensidad de los contactos,pero sobre una matriz previa formada por los grupospertenecientes al Arcaico Tardo. Estos, segn Mena(1981), estn sujetos a una compleja relacin dinmicaentre grupos con un alto nivel de movilidad y de unmedio ambiente cambiante y diversificado. El ComplejoChiu Chiu se presentara como una interseccin deuna serie de vas de trnsito. Por consiguiente, sobreestos grupos estaran operando una serie de influjosque generan cambios, en contraposicin a un modelode evolucin lineal donde los grupos se ven comouna variable aislada.

    Comparto, por ltimo, el modelo propuesto por

    Wheeler y colaboradores (1977a: 158) para des-cribir la utilizacin de los animales en sociedades

    cazadoras-pastoras. Este se caracterizar por lacaza de camlidos salvajes como por el pastoreo,conjuntamente con una insignificante utilizacin deotras especies. Se presume que la caza del guanacoy vicua fue siempre practicada, uno por su preciadacarne y la otra por su fina lana. La llama esbozauna utilizacin que tendera a la funcin de cargay transporte con el fin de superar las restriccionesdel medio ya hacia 2165 AC.

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