12 la 25.000 como y

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El mitin del domingo constituyó una jornada gloriosa para el Socialismo Enorme entusiasmo.--Nuestro compañero Cordero, desde un balcón del teatro, tuvo que hablar al público, que pugnaba por entrar, para que se disolviera.-- Millares de trabajadores no pudieron escuchar los discursos, por insuficiencia del local. - El público, en pie, aclama a Indalecio Prieto Impresión El Pueblo de Madrid recogió nuestra invitación. Y teatro Maria. Guerrero, en masa, 'dispuesto vibrar•.-E local; se hallaba ahito de hombres y mu- j eres. Ni un sitio 'vacío.. Al contrario, plenitud en las butacas, 'én•los palcos, arriba, en las localidades últi- mas. Mulhedutribre cívica. Expectación de fiesta. En la calle,.'otra muchedumbre rodeaba el edificio. Pug- naba por entrar. Queda oír los grandes discursos so- cialistas. Nuestros ,anales registran una gran ¡or- nada. , . Ni una: interrupción, ni un incidente, ni una nota que no fuera exponente de la gran sensibilidad de la masa, de su- certero Sentido político, de su cariño y simpatía por nuestras ideas y de su admiración por nuestros hombres. 'Lin acto histórico,• camaradas.. En todos los discursos—Cordero, Llopis, Sanchis Banús, Prieto -culminóla sinceridad. La's'ova- iiones , serepetian. (t¡ Vivan los ministros honrados!», g ritó , uno . .,gargunta. Era una ,voz de desagravio. En aquellos• miles de pechos generosos de hombres del pueblo se melló la voz y estalló el entusiasmo. El tea- tro formabcp ciierpo con , la muchedumbre. Hasta las lámparas—se diría—animaban su luz. Se fué"alli - para dar' cuenta de la actuación de la minoría socialista en las Cortes. Consecuencias : que T ha hecho todo lo que ha sido posible ; que en la ámara estamos, a las veces, solos, solos contra los republicanos coligados ; que nadie, en nuestra situa- sien y con nuestro programa, hubiera• ido más lejos. Otra consecuencia : un ministro se pone en contac- to cbn e/ pueblo. Rectificación de la historia de Es- paña. , Otros ministros, es verdad, también se acercan, en la plaza pública, a la muchedumbre. Pero por pri- htera vez en la' historia de España. No se ha reali- ' Dado, según dicen, ningún cambio. Todo sigue igual. Déjennos ustedes en paz. Aquí ha cambiado algo. No cabe duda: e • • A continuación van-los discursos. De ellos' se des- prenden próceres enseñanzas. No encontrará el lector en la letra, naturalmente, la emoción de la palabra. ,Pero el ; pensamiento recogerá lo didáctico. Estamos en una hora de educación socialista. Tenemos que preparar a las inmensas falanges de nuestro Partido y de la Unión General de Trabajadores para el Socia- 1,14`eno.-,I10-hay.ntinuta,..que perder.- Los acontecimien- tos se suceden. Y somos nosotros—ya se está viendo— los que tenemos que , dominarlos. En este sentido se pronunciaron todos los oradores del domingo. Indalecio Prieto, como siempre, emocionó con su palabra cálida. Se le aplaudió repetidas veces. Y al final escuchó una ovación clamorosa que tuvo todos los caracteres de un homenaje. ¡ BraVajornada para el Socialismo la del domingo! eis A las ocho de la mañana — el mitin estaba anun- ciado para las diez y media — había ya público en el teatro María Guerrero. Así se comprende que an- tse de las diez el local estuviera ya abarrotado. Muy poco después de la hora señalada comenzó el acto, baid is. Jet. presidencia del compañero Manuel Cordero, pronutreld lis siguientes palabras: Camaradas: Hace unos días, en esta misma tri- buna, la minoría municipal socialista daba cuenta de su gestión al pueblo madrileño. Hoy viene aquí a hacerlo Ja minoría parlamentaria. Cumplimos así con nuestro deber y además rendimos respeto y acatamiento a la tradición de nuestro Partido. Estando las Cortes al final de su primera etapa parlamentaria, el acto de hoy, si no hubiese otra justificación, tiene la de que la minoría socialista explique públicamente su intervención y trace al mis- mo tiempo, aunque sea sobriamente, las líneas de la política futura de nuestro Partido. Se ha terminado la discusión constitucional. En ella hemos puesto toda nuestra buena voluntad; compañeros nuestros han trabajado en ella con constancia, con inteligencia y con perseverancia. Va- rias iniciativas nuestras han prosperado; no han prosperado todas aquellas que hubiéramos deseado. Esta Constitución no es, ni mucho menos, la Cons- titución que' haría una revolución socialista; pero es necesario que nuestros camaradas y la clase tra- bajadora tengan en cuenta que la revolución en España no se ha hecho exclusivamente por los so- cialistas, sino en conjunción también con otros ele- mentos de criterio político diferente. La Constitución cío ha de ser perfecta, porque no hay ninguna obra perfecta. Mas nosotros, colaboradores de la obra de la Constitución, tenernos fe en el porvenir del país y la esperanza de que será aplicada rectamente—y ya sabéis toda la intención de este concepto—, por- que en España ha habido siempre leyes, por lo me- nos, hienas; pero • como, al aplicarlas, ha faltado buena intención, han fracasado las leyes y los hom- bres, produciendo al país estragos económicos re- parables y daños espirituales también irreparables. Por eso es de desear que el nuevo texto constitu- cional tenga una serena y recta interpretación, y,. si tiene este sentido de interpretación, entonces nos- otros diremos que hay en ella un amplio •margee que nos permitirá a . los socialistas trabajar »lean- sablemente para perfeccionar. la cancienc , ía del. 'eras letariado españo l a y, en momento oportuna, abrir cauces a la realización de nuestras propias ideas por el camino de le evolución, 'impulsados por , le fuerza consciente de la organización obrera., Y nada más como justificación de esté acto. . Cada compañero • de los designados previamente por el Grupo para tomar parte en él expondrá ideas generales de nuestra intervención. Yo 110 ten: go por qué dudar de la serenidad de . espíritu dé los aquí reunidos, ni de su buena fe, ni dé su entu- siasmo, y creo que no hará falta que. intervenga nadie, y menos yo, para conservar el oríleh, , porque vosotros sois hombres acostumbrados a estos actos y con vuestra conducta responderéis a la solemnidad del mismo. El compañero Llopis está en el uso de la palabra. (Muy bien. Grandes aplausos.) Discurso de Rodolfo Llopis Como ha dicho el compañero Cordero, unos cuan- tos camaradas de la minoría parlamentaria socialista tenemos el encargo, en la mañana de hoy, de decir a cuantos compañeros, amigos y ciudadanos han con- currido a este acto, cuál ha sido la gestión, la con- ducta observada por la minoría 'parlamentaria socia- lista en torno a los distintos problemas que la activi- dad revolucionaria del Gobierno ha planteado, y cuál ha sido también nuestra actitud en las discusiones que la Constitución ha provocado en el Parlamento. Para enjuiciar lá labor reali- zada hay que tener en cuenta el carácter del Gobierno A cada uno de nosotros se nos ha encargado una misión concreta y se nos ha dicho que aquí expli- quemos nuestra actitud, en orden a distintos pro- blemas. A mí me ha correspondido hablar de cuál ha sido nuestra gestión respecto a la cultura nacio- nal o, mejor dicho, respecto a la enseñanza. Hasta ahora la minoría parlamentaria socialista ha interve- nido, en orden a este problema, en dos momentos. Uno de ellos, con motivo de tener que enjuiciar la obra ministerial realizada en aquellos meses en que no existiendo Parlamento tenían que obrar como Go- bierno revolucionario, gobernando por decreto. El otro momento ha sido a lo largo de toda la discusión constitucional en que fatalmente teníamos que recoger aquellos aspectos fundamentales que de- bíamos inscrustar en la Constitución para que sir- viesen de base el día de mañana a fin de poder tra- zar la ley de Instrucción pública que demanda el país. Vamos a ver cuál ha sido la actitud de la minoría socialista en estos dos momentos históricos de nuestra intervención. Al hablar de la gestión mi- nisterial, todos vosotros sabéis cuán ligado estoy yo a esta obra del ministerio de Instrucción pública, donde he sido, y sigo siendo, colaborador de lo que se ha hecho, y, concretamente, de todo lo que se ha hecho en primera enseñanza, conviene adver- tir, compañeros, que cuando tengamos que enjuiciar lo que se ha hecho, lo mismo en aquel ministerio que en cualquier otro, debemos pensar en el verda- dero carácter del Gobierno, en las dimensiones del compromiso de Gobierno que tenían los hombres que fueron primero Comité revolucionario y después se convirtieron en expresión revolucionaria de Gobierno. Vosotros sabéis lo mismo que yo cómo la revolución española no se ha hecho sino a base de coincidencia, de una inteligencia entre distintos sectores políticos. Por tanto, nadie puede llamarse a engaño al no ad- vertir en cada una de las obras que se hayan hecho por cualquier ministro, y en conjunto por el Gobier- no, una tendencia de partido que responda a una dirección política, a un sector político, sino que res- ponde... (La entrada de Indalecio Prieto, saludada con una estruendosa y prolongada ovación, no deja oír el final de la frase.) La labor, pues, tiene que responder, y ha remesen- dido, y esa serie de concesiones mutuas que unos y otros se han ,tenido que hacer y se han heoho para que la obra respondiese al plan que previamente se habían trazado les hombres que o constituian el plan revolucionario. Porque existía plan. No sida se tormo el Comité revolucionario para destruir. Se formó, adem,1S, para construir. 1 se pusieren de acuerdo en lo que había que destruir y en lo' resse lastra que ceriatruineConvierhe repetir estas co- saS; porque ahora, esta:nos evielido cómo reprochan a-la obra del Gobierno la falta de plan. Eso es falso. Precisamente cuando éstos que hoy neer atacan se de- dicaban seguramente a halagar al rey y a la monar- quía, los hombres que hoy están en el Gobierno, silen- ciosamente, en sus reuniones del Ateneo, en la cárcel o en la emigración, trazaban ese plan. Y el plan se trazó. Y a base del plan pudo hacerse la revolución, y en torno al mismo se estableció un compromiso que es el que se ha tratado de cumplir. ¿Que no se ha terminado todo lo que se convino? Yo no necesito dad:ros, parque lo sabéis tan bien como yo, que cuan- do el Comité revolucionario llegó a ser Gobierno, y aun hoy mismo, no encontró en el país un solar para poder edificar desde el primer momento, sino que en- contró un edificio en ruinas, una casa que tenía que derruir previamente para poder después edificar, que tenía que acabar con todo lo que significaba e) edi- ficio monárquico existente en el país. No ha podido, pues, construir desde el primer momento, y aun hoy le falta no poca libertad de movimientos para esa construcción, porque todavía necesitanecesitará durante mucho tiempo la República española desbro- zar el camino a fuerza de destrozar, destruir v de- rrumbar el edificio carcomido y viejo que ,110s ha le- gado la monarquía. Pero con eso, desde luego, ya cantábamos. La revolución y la enseñanza En ese plan y en ese compromiso figuraban las cuestiones de enseñanza. No se concibe movimiento revolucionario alguno que no lleve en sus entrañas une verdadera' revolución cultural y pedagógica. Mirad lo ocurrido en tucos los pueblos del mundo, y veréis cómo,' al final de la jornada, •' los revolucionarios se refugian en la pedagogía. Es que saben que para consolidar una revolución nu hay otro camino que hacer conciencias revolucionarias. Cuando la revolu- ción llega a las ~Ciencias y prende en ellas, la revo- lución está asegurada. Y las conciencias se revolucioo nen . en la escuela, por da cultura, es ola educación. En todas partes donde se ha peodsscli- el hecho re- volucionario, la escuela traduce ese estado nacional y se convierte en arma ideológica de la revolución. ¿Cómo : ha sorprendido la revolución española al pais en 'materia de enseñanza? _ Nosotros r. i r g s. - 1- reinos encontrado la que vosotros yac conocéis: nos Tientes encontrado con que la monarO quia, para vivir, necesitaba la ignorancia del pue- blo, que cultivaba la ignorancia del pueblo, y, en cambio, la República se asfixia con esa ignorancia del puthlo.• La monarquía' exigía la ignorancia de tediss- parar poder 'vivir ; nosotros anhelamos la elee vación espiritual de todos •los ciudadanos para -que la República española viva y progrese. (Aplausos.)' Y como necesitarnos esto y nos encontrarnos con que' había tin sesenta por ciento de analfabetos España, hubsique hacer rápidamente las estadísticas lie.: cesarias 'para yee'cuantas'escueles necesitaba el país.' Y advertirnos con dolor que si en el acto quisiéra- mos dar satisfacción a las exigencias escolares, crean- do las , eecuelas. necesarias para toda la población -in- fantil, hubiésemos tenido que crear 27.151 .escuelas. ¡Veintisiete mil ciento cincuenta y una escuelas! La monarquía . nos legó esa triste herencia: la falta de 27.451 escuelas. Naturalmente, si': la monarquía vivía en su elemento con esa ignorancia. y.si la República se asfixia en ella, había que trazar inmediatamente, con todas las premuras de tiempo que vosotros po- déis imaginar, unplen para realizarlo en el mínimo 4. derapeposible. Y nos dijimos ea cinco alias, 11111~Ili . ~: 110« 1W~ 25.000 escuelas, y que creando en el año actual, en vez de 5.000 escuelas, 7.000, tendríamos en ese plazo de cinco años el total de escuelas que hacen falta. Y, en tres meses, el ministerio ha creado 7.000 escue- las, y las ha creado de verdad, no como dicen nues- tros enemigos de la derecha, que las ha creado sólo en elpapel; las ha c reado y están funcionando, salvo linos Centenares', que' todavía, por dificultades de lo- cales, no. se han, podido instalar ' • pero hemos votado los créditos,, .hemos dado las órdenes para que se designe: el 'personal, y el personal está esperando: Pero vosotros sabéis tan bien' como yo las dificulta- des , con que tiene que tropezar cada Ayuntamiento para improvisar locales, porque en Madrid se nece- sitan 200, en Barcelona otras zoo, en Sevilla, roo, y en Alicante, roo. El buscar locales ya no es cosa nuestra. Pero se habilitarán todos antes de finalizar el año. ¿Sabéis lo que esto significa? Esto significa el haber hecho en estos meses la República lo que la monarquía no hizo en veinticinco años. Además, jun- tamente con el problema de la creación de escuelas, había que elevar económicamente el nivel , del Magis- terio, porque, oídas bien, al venir la República has bía todavía siete mil maestros que cobraban dos mil v dos mil quinientas pesetas de sueldo al año. La República creyó que no era posible que conti- nuaran cobrando esos salarios de hambre. Y, por decreto, elevó el sueldo de estos siete mil maestros para que pasaran a la categoría mínima de tres mil pesetas. Pero además, en virtud de la creación de las siete mil plazas de maestros, como se han crea- do a base de cinco mil pesetas, han ascendido 14.75o maestros. Es decir, que en estos momentos en que Francia anuncia rebajar los salarios a sus maestros, en estos momentos en que Inglaterra ha reducido en un io por roo los salarios de sus maestros, en estos momentos en que Alemania efectúa idéntica re- ducción, en España, a pesar de las dificultades eco- nómicas, ascienden de una vez 21.75o maestros de escuela. (Aplausos.) La República y el presu- puesto de Instrucción :: ¿Qué significa esto? Que la República, desde el primer momento, se ha preocupado de elevar el nivel económico del Magisterio. Y por una feliz coinciden- cia, ese aumento fué acordado en un Consejo de mi- nistros que resultó simbólico. En el mismo Consejo de ministros en que se dieron de baja trescientos mi- llones de pesetas del presupuesto de Guerra se con- cedieron los créditos para orear las siete mil escuelas. Es decir, que la República española, al mismo tiem- po que daba de baja una cantidad en Guerra, la aumentaba en Instrucción pública. Esto, que fué una coincidencia, tiene toda la trascendencia de una afir- mación de conducta. Hemos oreado escuelas; pero unido a este proble- ma está el de la construcción de los edificios. Nos- otros nos encontramos con un presupuesto que no era nuestro, con un presupuesto hecho por la dicta- dura, en el que, como es natural, se había ya entrado a saco. Nos encontramos con cuatro millones y medio de pesetas para contruir escuelas. Ahora veréis qué volumen de construcción de escuelas hemos desarro- llado con esos cuatro millones v medio de pesetas. El Estado ha subvencionado obras por un valor de 5.476.000 pesetas. Esas escuelas tienen 492 secciones, que a 5o niños por sección, suponen albergue y edu- cación para 24.500 niños; y ha concedido, en principio, subvenciones para construir escuelas por ,valor de 2.47o.00o pesetas, que suponen 251 secciones, esto es, albergue y educación para otros 12.55 0 niños. Pero donde esa labor ha alcanzado proporciones incompa- rables ha sido en Madrid. En Madrid existía una Junta mixta de concejales o representantes del Ayun- tamiento y representantes del Estado para la cons- trucción de escuelas en Madrid, Junta que se cons- tituyó hace . tiempo, en virtud de la labor de la minoría socialista municipal y de la obra de la mi- noría parlamentaria, las cuales consiguieron, en virtud de una proposición del compañero Prieto, lo que entonces se estimó como una obra sorprendente y monumental,: la construcción de esos seis Grupos escolares que todos vosotros conocéis. Pues bien, lo que hasta, ahora se consideraba como el esfuerzo ma- yor que se había hecho en Madrid, y quizá en Espa- ña, respecto a la construcción de edificios escolares, ha sido sobrepasado en los términos y proporciones que vais a ver. Al advenir la República, convocamos a esa Junta, que llevaba cinco años, ¡cinco años!, sin funcionar. Y desde que estamos nosotros en esa Junta, en la que Saborit representa al Ayuntamiento y yo al . ministerio, ¿sabéis cuántos Grupos escolares se han • proyectado o están ya comentadas sus obras? Se han proyectado 18 Grupos escolares, se han sus bastado 12 y se subastarán el día 15—ayer, sábado, acabaron de admitirse pliegos—cuatro más. Y sa- béis lo que suponen esos '16 Grupos escolares? 16.778.703 pesetas. Esos Grupos escolares, cuyas obras la mayor parte de ellos han empezado ya, y que dentro de año y medio o dos años estarán termi- nados, tienen rae secciones, que a so niños por cada sección, representan albergue y educación para 9.850 niños madrileños. Esos 16.778.703 pesetas son, lo quieran reconocer o no nuestros enemigos, trabajo para nuestros compañeros y escuelas para nuestros niños. Y constituyen el esfuerzo mayor que se ha he- permiticne que os lo diga sin jactancia, pero can satisfacción, el esfuerzo mayor que . se ha hecho en España, muy superior al que han• hecho las demás revoluciones del mundo. No ha•hecho esfuerzo seme- jante Rusia, ni Alemania, ni Austria, ni Méjico. Nin- guna revolución, en tan poco tiempo y con las dificul- tades económicas que padecemos nosotros, ha podido poner en marcha las cosas que ha puesto en marcha en pocos meses la revolución española. Madrid, claro es, no resolverá su problema ron estos 16 ó 1 8 Grupos escolares, pero Se 'habrá dado un avance grande, haciendo al mismo tiempo que en Madrid haya trabajo, que permitirá que dentro dé dos años los hijos de los madrileños, los niños ma- drileños tengan escuelas que puedan codearse con las mejores del mundo. Queremos escuelas sin dogmatismos Pero nuestra preocupación no está tanto en cons- truir escuelas, sino en que esas escuelas sean bue- nas, y al decir que sean buenas no nos referimos, na- turalmente, a sus condiciones materiales, sinos fun- damentalmente, a la necesidad de que esas escuelas tengan espíritu, sean las que la República necesita; escuelas que fundamentalmente liberten la concien- cia del niño, que sean de verdadera liberación. l‘1ns otros nos acordamos con dolor de que antes de 1914; antes de la guerra europea, también tenían los países que fueron luego beligerantes muchas escuelas, pero eran escuelas donde se hizo un tipo de hombre capaz de ir resignadamente a la guerra,' de stifrirla, y nos- otros queremos escuelas que hagan hombres, no ca- paces de sufrir resignadamente la guerra, sino capa- ces de impedir, cueste lo que cueste, que ha y a gue- rra. (Grandes aplausos.) Ner queremos escuelas que hagan hombres capaces de sufrir la tiranía de un mi- litarote, como han sufrido los españoles; queremos escuelas, que hagan imposible el retorno de situacio- nes de esta naturaleza, que liberten, como digo, la conciencia del niño ; escuelas sin dogmatismos de género alguno; escuelas donde el niño no sea ni un momento más, como hasta hoy, instrumento del maes- tro, instrumento de los padres o instrumento del Es- tado; queremos escuelas que hagan crecer a ese niño con plena libertad, sin género alguno de coacción, cui- dando tan sólo de que ese niño crezca libremente, des- arrolle su conciencia libremente para que después, y en plenitud de conciencia, sea él, por propio instinto y por su propia inclinación, el que se adhiera a un grupo político, a un grupo social o a una creencia religiosa; pero que sea él el que lo haga, él, y no como ahora, que se lo imponen los demás. (Grandes aplausos.) ; Elevar el tono del maestro, social, económica y es- piritualmente! ; Libertar la conciencia del nieal Ya sé yo da observación que saldrá de loe labios de 'cada uno sé yo la observación que saldrá de los labios de uno de vosotros, y que después habré de subrayar cuando hable de la actitud que se adoptó en la Cámara al llegar estos decretos. Ya , sé vo lo que me vais a de- cir, y es que si queremos libertar la conciencia del niño, previamente habrá que libertar la conciencia del maestro. Tenéis razón. No concibo que pueda libertar la conciencia del niño quien antes no haya libertado la suya pro p ia. Y éste va a ser el problema más doloroso, más grave y más delicado que, en urden a estas cuestiones de enseñanza, se le va a plantear a la República. Realmente, se le ha planteado ya; pero con caracteres graves se le planteará dentro de unos días, cuando la Constitución quede votada, se promulgue y entre' en funciones. Después, cuando hablemos de la Constitución, ve- réis cuáles son los caracteres que este problema ad- quiere. Las Misiones pedagógicas Queremos una escuela que liberte las conciencias • y que, además, realice una función social a base de cantinas, a base de Colonias, a base de bibliote- cas, y en este sentido se ha legislado lo que bue- namente se ha podido, a base, sobre todo, de, cine la escuela, plenamente vivificada, sea durante el día la casa del niño y durante la noche la cesa del pueblo, a fin de que vaya a ella el niño durante el día como si fuese a su, propio hogar, o que va y a a más a gusto que a su propia casa, porque en la escuela encontrará condiciones y ambiente que, por desgt a. La presidencia del mitin parlamentario socialista celebrado el domingo en el teatro María Guerrero Grupo de concurrentes al banquete con que fué obsequiado el domingo nuestro camarada Bujeda

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El mitin del domingo constituyó una jornada gloriosapara el Socialismo

Enorme entusiasmo.--Nuestro compañero Cordero, desde un balcón del teatro,tuvo que hablar al público, que pugnaba por entrar, para que se disolviera.--Millares de trabajadores no pudieron escuchar los discursos, por insuficiencia

del local. - El público, en pie, aclama a Indalecio Prieto

ImpresiónEl Pueblo de Madrid recogió nuestra invitación. Y

teatro Maria. Guerrero, en masa, 'dispuestovibrar•.-E • local; se hallaba ahito de hombres y mu-

jeres. Ni un sitio 'vacío.. Al contrario, plenitud en lasbutacas, 'én•los palcos, arriba, en las localidades últi-mas. •Mulhedutribre cívica. Expectación de fiesta. Enla calle,.'otra • muchedumbre rodeaba el edificio. Pug-naba por entrar. Queda oír los grandes discursos so-cialistas. Nuestros ,anales registran una gran ¡or-nada. , •. Ni una: interrupción, ni un incidente, ni una notaque no fuera exponente de la gran sensibilidad de lamasa, de su- certero Sentido político, de su cariño ysimpatía por nuestras ideas y de su admiración pornuestros hombres. 'Lin acto histórico,• camaradas..

En todos los discursos—Cordero, Llopis, SanchisBanús, Prieto -culminóla sinceridad. La's'ova-iiones , serepetian. (t¡ Vivan los ministros honrados!»,gritó , uno . .,gargunta. Era una ,voz de desagravio. Enaquellos• miles de pechos generosos de hombres delpueblo se melló la voz y estalló el entusiasmo. El tea-tro formabcp ciierpo con , la muchedumbre. Hasta laslámparas—se diría—animaban su luz.• Se fué"alli -para dar' cuenta de la actuación de laminoría socialista en las Cortes. Consecuencias : que

Tha hecho todo lo que ha sido posible ; que en la

ámara estamos, a las veces, solos, solos contra losrepublicanos coligados ; que nadie, en nuestra situa-sien y con nuestro programa, hubiera• ido más lejos.

Otra consecuencia : un ministro se pone en contac-to cbn • e/ pueblo. Rectificación de la historia de Es-paña. , Otros ministros, es verdad, también se acercan,en la plaza pública, a la muchedumbre. Pero por pri-htera vez en la' historia de España. No se ha reali-'Dado, según dicen, ningún cambio. Todo sigue igual.Déjennos ustedes en paz. Aquí ha cambiado algo. Nocabe duda:

e • •A continuación van-los discursos. De ellos' se des-

prenden próceres enseñanzas. No encontrará el lectoren la letra, naturalmente, la emoción de la palabra.,Pero el ; pensamiento recogerá lo didáctico. Estamosen una hora de educación socialista. Tenemos quepreparar a las inmensas falanges de nuestro Partidoy de la Unión General de Trabajadores para el Socia-1,14`eno.-,I10-hay.ntinuta,..que perder.- Los acontecimien-tos se suceden. Y somos nosotros—ya se está viendo—los que tenemos que , dominarlos. En este sentido sepronunciaron todos los oradores del domingo.

Indalecio Prieto, como siempre, emocionó con supalabra cálida. Se le aplaudió repetidas veces. Y alfinal escuchó una ovación clamorosa que tuvo todoslos caracteres de un homenaje.

¡ BraVajornada para el Socialismo la del domingo!

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A las ocho de la mañana — el mitin estaba anun-ciado para las diez y media — había ya público enel teatro María Guerrero. Así se comprende que an-tse de las diez el local estuviera ya abarrotado. Muypoco después de la hora señalada comenzó el acto,baidis. Jet. presidencia del compañero Manuel Cordero,

pronutreld lis siguientes palabras:Camaradas: Hace unos días, en esta misma tri-buna, la minoría municipal socialista daba cuentade su gestión al pueblo madrileño. Hoy viene aquí ahacerlo Ja minoría parlamentaria. Cumplimos asícon nuestro deber y además rendimos respeto yacatamiento a la tradición de nuestro Partido.

Estando las Cortes al final de su primera etapaparlamentaria, el acto de hoy, si no hubiese otrajustificación, tiene la de que la minoría socialistaexplique públicamente su intervención y trace al mis-mo tiempo, aunque sea sobriamente, las líneas dela política futura de nuestro Partido.

Se ha terminado la discusión constitucional. Enella hemos puesto toda nuestra buena voluntad;compañeros nuestros han trabajado en ella conconstancia, con inteligencia y con perseverancia. Va-rias iniciativas nuestras han prosperado; no hanprosperado todas aquellas que hubiéramos deseado.Esta Constitución no es, ni mucho menos, la Cons-titución que' haría una revolución socialista; peroes necesario que nuestros camaradas y la clase tra-bajadora tengan en cuenta que la revolución enEspaña no se ha hecho exclusivamente por los so-cialistas, sino en conjunción también con otros ele-mentos de criterio político diferente. La Constitucióncío ha de ser perfecta, porque no hay ninguna obraperfecta. Mas nosotros, colaboradores de la obra dela Constitución, tenernos fe en el porvenir del paísy la esperanza de que será aplicada rectamente—yya sabéis toda la intención de este concepto—, por-que en España ha habido siempre leyes, por lo me-nos, hienas; pero • como, al aplicarlas, ha faltado

buena intención, han fracasado las leyes y los hom-bres, produciendo al país estragos económicos re-parables y daños espirituales también irreparables.Por eso es de desear que el nuevo texto constitu-cional tenga una serena y recta interpretación, y,. sitiene este sentido de interpretación, entonces nos-otros diremos que hay en ella un amplio •margee•que nos permitirá a . los socialistas trabajar »lean-sablemente para perfeccionar. la cancienc, ía del. 'erasletariado española y, en momento oportuna, abrircauces a la realización de nuestras propias ideaspor el camino de • le evolución, 'impulsados por , lefuerza consciente de la organización obrera., Y • nadamás como justificación de esté acto. .

Cada compañero • de los designados previamentepor el Grupo para tomar parte en él expondráideas generales de nuestra intervención. Yo 110 ten:go por qué dudar de la serenidad de . espíritu dé losaquí reunidos, ni de su buena fe, ni dé su entu-siasmo, y creo que no hará falta que. intervenganadie, y menos yo, para conservar el oríleh, , porquevosotros sois hombres acostumbrados a estos actosy con vuestra conducta responderéis a la solemnidaddel mismo.

El compañero Llopis está en el uso de la palabra.(Muy bien. Grandes aplausos.)

Discurso de RodolfoLlopis

Como ha dicho el compañero Cordero, unos cuan-tos camaradas de la minoría parlamentaria socialistatenemos el encargo, en la mañana de hoy, de decir acuantos compañeros, amigos y ciudadanos han con-currido a este acto, cuál ha sido la gestión, la con-ducta observada por la minoría 'parlamentaria socia-lista en torno a los distintos problemas que la activi-dad revolucionaria del Gobierno ha planteado, y cuálha sido también nuestra actitud en las discusionesque la Constitución ha provocado en el Parlamento.

Para enjuiciar lá labor reali-

zada hay que tener en cuenta

el carácter del GobiernoA cada uno de nosotros se nos ha encargado una

misión concreta y se nos ha dicho que aquí expli-quemos nuestra actitud, en orden a distintos pro-blemas. A mí me ha correspondido hablar de cuálha sido nuestra gestión respecto a la cultura nacio-nal o, mejor dicho, respecto a la enseñanza. Hastaahora la minoría parlamentaria socialista ha interve-nido, en orden a este problema, en dos momentos.Uno de ellos, con motivo de tener que enjuiciar laobra ministerial realizada en aquellos meses en queno existiendo Parlamento tenían que obrar como Go-bierno revolucionario, gobernando por decreto.

El otro momento ha sido a lo largo de toda ladiscusión constitucional en que fatalmente teníamosque recoger aquellos aspectos fundamentales que de-bíamos inscrustar en la Constitución para que sir-viesen de base el día de mañana a fin de poder tra-zar la ley de Instrucción pública que demanda elpaís. Vamos a ver cuál ha sido la actitud de laminoría socialista en estos dos momentos históricosde nuestra intervención. Al hablar de la gestión mi-nisterial, todos vosotros sabéis cuán ligado estoyyo a esta obra del ministerio de Instrucción pública,donde he sido, y sigo siendo, colaborador de lo quese ha hecho, y, concretamente, de todo lo quese ha hecho en primera enseñanza, conviene adver-tir, compañeros, que cuando tengamos que enjuiciarlo que se ha hecho, lo mismo en aquel ministerioque en cualquier otro, debemos pensar en el verda-dero carácter del Gobierno, en las dimensiones delcompromiso de Gobierno que tenían los hombres quefueron primero Comité revolucionario y después seconvirtieron en expresión revolucionaria de Gobierno.Vosotros sabéis lo mismo que yo cómo la revoluciónespañola no se ha hecho sino a base de coincidencia,de una inteligencia entre distintos sectores políticos.Por tanto, nadie puede llamarse a engaño al no ad-vertir en cada una de las obras que se hayan hechopor cualquier ministro, y en conjunto por el Gobier-no, una tendencia de partido que responda a unadirección política, a un sector político, sino que res-ponde... (La entrada de Indalecio Prieto, saludadacon una estruendosa y prolongada ovación, no dejaoír el final de la frase.)

La labor, pues, tiene que responder, y ha remesen-

dido, y esa serie de concesiones mutuas que unos yotros se han ,tenido que hacer y se han heoho • paraque la obra respondiese al plan que previamente sehabían trazado les hombres que oconstituian el planrevolucionario. Porque existía plan.

No sida se tormo el Comité revolucionario paradestruir. Se formó, adem,1S, para construir. 1 sepusieren de acuerdo en lo que había que destruir y enlo' resse lastra que ceriatruineConvierhe repetir estas co-saS; porque ahora, esta:nos evielido cómo reprochana-la obra del Gobierno la falta de plan. Eso es falso.Precisamente cuando éstos que hoy neer atacan se de-

dicaban seguramente a halagar al rey y a la monar-quía, los hombres que hoy están en el Gobierno, silen-ciosamente, en sus reuniones del Ateneo, en la cárcelo en la emigración, trazaban ese plan. Y el plan setrazó. Y a base del plan pudo hacerse la revolución, yen torno al mismo se estableció un compromiso quees el que se ha tratado de cumplir. ¿Que no se haterminado todo lo que se convino? Yo no necesitodad:ros, parque lo sabéis tan bien como yo, que cuan-do el Comité revolucionario llegó a ser Gobierno, yaun hoy mismo, no encontró en el país un solar parapoder edificar desde el primer momento, sino que en-contró un edificio en ruinas, una casa que tenía quederruir previamente para poder después edificar, quetenía que acabar con todo lo que significaba e) edi-ficio monárquico existente en el país. No ha podido,pues, construir desde el primer momento, y aun hoyle falta no poca libertad de movimientos para esaconstrucción, porque todavía necesitanecesitarádurante mucho tiempo la República española desbro-zar el camino a fuerza de destrozar, destruir v de-rrumbar el edificio carcomido y viejo que ,110s ha le-gado la monarquía. Pero con eso, desde luego, yacantábamos.

La revolución y la enseñanza

En ese plan y en ese compromiso figuraban lascuestiones de enseñanza. No se concibe movimientorevolucionario alguno que no lleve en sus entrañas uneverdadera' revolución cultural y pedagógica. Mirad loocurrido en tucos los pueblos del mundo, y veréiscómo,' al final de la jornada, •' los revolucionarios serefugian en la pedagogía. Es que saben que paraconsolidar una revolución nu hay otro camino quehacer conciencias revolucionarias. Cuando la revolu-ción llega a las ~Ciencias y prende en ellas, la revo-lución está asegurada. Y las conciencias se revolucioonen . en la escuela, por da cultura, es ola educación.En todas partes donde se ha peodsscli- el hecho re-volucionario, la escuela traduce ese estado nacionaly se convierte en arma ideológica de la revolución.

¿Cómo : ha sorprendido la revolución española alpais en 'materia de enseñanza? •

_ Nosotros r.i rgs. - 1-reinos encontrado la que vosotros yacconocéis: nos Tientes encontrado con que la monarOquia, para vivir, necesitaba la ignorancia del pue-blo, que cultivaba la ignorancia del pueblo, y, encambio, la República se asfixia con esa ignoranciadel puthlo.• La monarquía' exigía la ignorancia detediss- parar poder 'vivir ; nosotros anhelamos la eleevación espiritual de todos •los ciudadanos para -quela República española viva y progrese. (Aplausos.)'Y como necesitarnos esto y nos encontrarnos con que'había tin sesenta por ciento de analfabetos

España, hubsique hacer rápidamente las estadísticas lie.:cesarias 'para yee'cuantas'escueles necesitaba el país.'Y advertirnos con dolor que si en el acto quisiéra-mos dar satisfacción a las exigencias escolares, crean-do las , eecuelas. necesarias para toda la población -in-fantil, hubiésemos tenido que crear 27.151 .escuelas.¡Veintisiete mil ciento cincuenta y una escuelas! Lamonarquía . nos legó esa triste herencia: la falta de27.451 escuelas. Naturalmente, si': la monarquía vivíaen su elemento con esa ignorancia. y.si la Repúblicase asfixia en ella, había que trazar inmediatamente,con todas las premuras de tiempo que vosotros po-déis imaginar, unplen para realizarlo en el mínimo4. derapeposible. Y nos dijimos ea cinco alias,

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25.000 escuelas, y que creando en el año actual, envez de 5.000 escuelas, 7.000, tendríamos en ese plazo decinco años el total de escuelas que hacen falta. Y,en tres meses, el ministerio ha creado 7.000 escue-las, y las ha creado de verdad, no como dicen nues-tros enemigos de la derecha, que las ha creado sóloen elpapel; las ha creado y están funcionando, salvolinos Centenares', que' todavía, por dificultades de lo-cales, no. se han, podido instalar

'• pero hemos votado

los créditos,, .hemos dado las órdenes para que sedesigne: el 'personal, y el personal está esperando:Pero vosotros sabéis tan bien' como yo las dificulta-des , con que tiene que tropezar cada Ayuntamientopara improvisar locales, porque en Madrid se nece-sitan 200, en Barcelona otras zoo, en Sevilla, roo, yen Alicante, roo. El buscar locales ya no es cosanuestra. Pero se habilitarán todos antes de finalizarel año.

¿Sabéis lo que esto significa? Esto significa elhaber hecho en estos meses la República lo que lamonarquía no hizo en veinticinco años. Además, jun-tamente con el problema de la creación de escuelas,había que elevar económicamente el nivel, del Magis-terio, porque, oídas bien, al venir la República hasbía todavía siete mil maestros que cobraban dosmil v dos mil quinientas pesetas de sueldo al año.La República creyó que no era posible que conti-nuaran cobrando esos salarios de hambre. Y, pordecreto, elevó el sueldo de estos siete mil maestrospara que pasaran a la categoría mínima de tres milpesetas. Pero además, en virtud de la creación delas siete mil plazas de maestros, como se han crea-do a base de cinco mil pesetas, han ascendido 14.75omaestros. Es decir, que en estos momentos en queFrancia anuncia rebajar los salarios a sus maestros,en estos momentos en que Inglaterra ha reducidoen un io por roo los salarios de sus maestros, enestos momentos en que Alemania efectúa idéntica re-ducción, en España, a pesar de las dificultades eco-nómicas, ascienden de una vez 21.75o maestros deescuela. (Aplausos.)

La República y el presu-puesto de Instrucción ::

¿Qué significa esto? Que la República, desde elprimer momento, se ha preocupado de elevar el niveleconómico del Magisterio. Y por una feliz coinciden-cia, ese aumento fué acordado en un Consejo de mi-nistros que resultó simbólico. En el mismo Consejode ministros en que se dieron de baja trescientos mi-llones de pesetas del presupuesto de Guerra se con-cedieron los créditos para orear las siete mil escuelas.Es decir, que la República española, al mismo tiem-po que daba de baja una cantidad en Guerra, laaumentaba en Instrucción pública. Esto, que fué unacoincidencia, tiene toda la trascendencia de una afir-mación de conducta.

Hemos oreado escuelas; pero unido a este proble-ma está el de la construcción de los edificios. Nos-otros nos encontramos con un presupuesto que noera nuestro, con un presupuesto hecho por la dicta-dura, en el que, como es natural, se había ya entradoa saco.

Nos encontramos con cuatro millones y mediode pesetas para contruir escuelas. Ahora veréis quévolumen de construcción de escuelas hemos desarro-llado con esos cuatro millones v medio de pesetas.El Estado ha subvencionado obras por un valor de5.476.000 pesetas. Esas escuelas tienen 492 secciones,que a 5o niños por sección, suponen albergue y edu-cación para 24.500 niños; y ha concedido, en principio,subvenciones para construir escuelas por , valor de2.47o.00o pesetas, que suponen 251 secciones, esto es,albergue y educación para otros 12.55 0 niños. Perodonde esa labor ha alcanzado proporciones incompa-rables ha sido en Madrid. En Madrid existía unaJunta mixta de concejales o representantes del Ayun-tamiento y representantes del Estado para la cons-trucción de escuelas en Madrid, Junta que se cons-tituyó hace . tiempo, en virtud de la labor de laminoría socialista municipal y de la obra de la mi-noría parlamentaria, las cuales consiguieron, envirtud de una proposición del compañero Prieto, loque entonces se estimó como una obra sorprendentey monumental,: la construcción de esos seis Gruposescolares que todos vosotros conocéis. Pues bien, loque hasta, ahora se consideraba como el esfuerzo ma-yor que se había hecho en Madrid, y quizá en Espa-ña, respecto a la construcción de edificios escolares,ha sido sobrepasado en los términos y proporcionesque vais a ver. Al advenir la República, convocamosa esa Junta, que llevaba cinco años, ¡cinco años!,sin funcionar. Y desde que estamos nosotros en esa

Junta, en la que Saborit representa al Ayuntamientoy yo al. ministerio, ¿sabéis cuántos Grupos escolaresse han • proyectado o están ya comentadas susobras?

Se han proyectado 18 Grupos escolares, se han susbastado 12 y se subastarán el día 15—ayer, sábado,acabaron de admitirse pliegos—cuatro más. Y sa-béis lo que suponen esos '16 Grupos escolares?16.778.703 pesetas. Esos Grupos escolares, cuyasobras la mayor parte de ellos han empezado ya, yque dentro de año y medio o dos años estarán termi-nados, tienen rae secciones, que a so niños por cadasección, representan albergue y educación para 9.850niños madrileños. Esos 16.778.703 pesetas son, loquieran reconocer o no nuestros enemigos, trabajopara nuestros compañeros y escuelas para nuestrosniños. Y constituyen el esfuerzo mayor que se ha he-

permiticne que os lo diga sin jactancia, perocan satisfacción, el esfuerzo mayor que . se ha hechoen España, muy superior al que han• hecho las demásrevoluciones del mundo. No ha•hecho esfuerzo seme-jante Rusia, ni Alemania, ni Austria, ni Méjico. Nin-guna revolución, en tan poco tiempo y con las dificul-tades económicas que padecemos nosotros, ha podidoponer en marcha las cosas que ha puesto en marchaen pocos meses la revolución española.

Madrid, claro es, no resolverá su problema ronestos 16 ó 18 Grupos escolares, pero Se 'habrá dadoun avance grande, haciendo al mismo tiempo queen Madrid haya trabajo, que permitirá que dentro dédos años los hijos de los madrileños, los niños ma-drileños tengan escuelas que puedan codearse conlas mejores del mundo.

Queremos escuelas sin dogmatismosPero nuestra preocupación no está tanto en cons-

truir escuelas, sino en que esas escuelas sean bue-nas, y al decir que sean buenas no nos referimos, na-turalmente, a sus condiciones materiales, sinos fun-damentalmente, a la necesidad de que esas escuelastengan espíritu, sean las que la República necesita;escuelas que fundamentalmente liberten la concien-cia del niño, que sean de verdadera liberación. l‘1nsotros nos acordamos con dolor de que antes de 1914;antes de la guerra europea, también tenían los paísesque fueron luego beligerantes muchas escuelas, peroeran escuelas donde se hizo un tipo de hombre capazde ir resignadamente a la guerra,' de stifrirla, y nos-otros queremos escuelas que hagan hombres, no ca-paces de sufrir resignadamente la guerra, sino capa-ces de impedir, cueste lo que cueste, que ha ya gue-rra. (Grandes aplausos.) Ner queremos escuelas quehagan hombres capaces de sufrir la tiranía de un mi-litarote, como han sufrido los españoles; queremosescuelas, que hagan imposible el retorno de situacio-nes de esta naturaleza, que liberten, como digo, laconciencia del niño ; escuelas sin dogmatismos degénero alguno; escuelas donde el niño no sea ni unmomento más, como hasta hoy, instrumento del maes-tro, instrumento de los padres o instrumento del Es-tado; queremos escuelas que hagan crecer a ese niñocon plena libertad, sin género alguno de coacción, cui-dando tan sólo de que ese niño crezca libremente, des-arrolle su conciencia libremente para que después, yen plenitud de conciencia, sea él, por propio instintoy por su propia inclinación, el que se adhiera a ungrupo político, a un grupo social o a una creenciareligiosa; pero que sea él el que lo haga, él, y nocomo ahora, que se lo imponen los demás. (Grandesaplausos.)

; Elevar el tono del maestro, social, económica y es-piritualmente! ; Libertar la conciencia del nieal Ya séyo da observación que saldrá de loe labios de 'cada unosé yo la observación que saldrá de los labios de unode vosotros, y que después habré de subrayar cuandohable de la actitud que se adoptó en la Cámara alllegar estos decretos. Ya , sé vo lo que me vais a de-cir, y es que si queremos libertar la conciencia delniño, previamente habrá que libertar la conciencia delmaestro. Tenéis razón. No concibo que pueda libertarla conciencia del niño quien antes no haya libertadola suya propia. Y éste va a ser el problema másdoloroso, más grave y más delicado que, en urden aestas cuestiones de enseñanza, se le va a plantear ala República. Realmente, se le ha planteado ya;pero con caracteres graves se le planteará dentro deunos días, cuando la Constitución quede votada, sepromulgue y entre' en funciones.

Después, cuando hablemos de la Constitución, ve-réis cuáles son los caracteres que este problema ad-quiere.

Las Misiones pedagógicasQueremos una escuela que liberte las conciencias •

y que, además, realice una función social a basede cantinas, a base de Colonias, a base de bibliote-cas, y en este sentido se ha legislado lo que bue-namente se ha podido, a base, sobre todo, de, cinela escuela, plenamente vivificada, sea durante eldía la casa del niño y durante la noche la cesa delpueblo, a fin de que vaya a ella el niño durante eldía como si fuese a su, propio hogar, o que va ya amás a gusto que a su propia casa, porque en la escuelaencontrará condiciones y ambiente que, por desgt a.

La presidencia del mitin parlamentario socialista celebrado el domingo en el teatroMaría Guerrero

Grupo de concurrentes al banquete con que fué obsequiado el domingo nuestro

camarada Bujeda

Page 2: 12 la 25.000 como y

"Nosotros queremos vencer después de haber convencido, y porque es así, creemosfirmemente en el régimen parlamentario, y dentro de este régimen hemos mantenido laactitud que ha hecho reconocer a los que se sientan enfrente dé nosotros que sus únicos

enemigos somos los socialistas."--(Sanchis Banús.)cia, no pueden ofrecer todos los hogares, y que lafunción que esta escuela realice sea tal, que atraigaa las madres y a los padres porque unas y otrosencuentren en ella aquello que las escuelas de la mo-narquía no les dió y que tanto echaban de menos:es decir, que sean durante el día hogar del niño ydurante la noche hogar dei pueblo, verdadero hogardel pueblo, la verdadera casa del pueblo.

Nosotros, para evitar las coacciones que sentíanlos propios maestros, hemos creado unas institucio-nes que darán mejor o peor resultado, que ya estánen marcha, y que donde han encontrado buenos ele-mentos se obtienen frutos provechosos. Estas insti-tuciones son los Consejos escolares, los Consejoslocales, los Consejos provinciales, los Consejos uni-versitarios y, sobre todo, las Misiones pedagógicas,que no tienen otro encargo que llevar hasta el últi-mo rincón de España toda esa serie de cosas quehasta hoy las monopolizaban las grandes poblacio-nes y que no llegaban a ellos.

Hemos querido elevar la consideración del maes-tro, mejorarlo, porque sabernos que necesitamos maes-tros cuya mentalidad responda a este tipo de escuelay a este tipo de República. Y hemos realizado la re-forma de las Escuelas Normales para poder obtenerese tipo de maestros, y hemos encargado al MuseoPedagógico los cursos de perfeccionamiento a fin deque puedan mejorar la formación espiritual y cultu-ral del que está hoy en ejercicio, trayéndolo a Ma-drid para que permanezca durante algún tiempo encontacto con las cosas modernas y progresivas queaquí tenernos y disfruten ellos también de sus bene-ticios. Porque los pobres compañeros de los pueblos,no sólo no pueden disfrutar de ellas, sino que tienenque realizar esfuerzos sobrehumanos, no siempre conéxito, para impedir que la coacción del ambiente,casi siempre hostil, acabe matando en ellos la ilu-sión y la energía, haciéndolos al fin instrumentos delcaciquismo, que tanto abunda todavía, por desgracia,y que abundará aun durante algún tiempo en el pue-blo español.

La minoría socialista y la Enseñanza, Veamos ahora lo que hizo la minoría cuando se'discutió la Constitución en el Parlamento. Tiene éstados artículos, fundamentalmente uno, que se ocupande la instrucción pública. Nosotros hemos llevado aese articulo lo que en conciencia creíamos que po-díamos y debíamos llevar.

Ya lo ha dicho el compañero Cordero al principio,conviene repetirlo: esa Constitución no es nuestra.Nosotros hemos podido llevar a ella incluso más co-as de tipo socialista; pero no hemos querido, pues

hemos entendido que no debíamos; hacerlo por respe-to a nuestras propias ideas. ¿Cuál hubiese sido nues-tra situación si per la mecánica parlamentaria hubié-semos conseguido que se incrustaran en la Constitu-ción principios, ideas, afirmaciones, obligaciones so-cialistas que luego no se cumplieran ? Para ser letramuerta en la Constitución no nos interesaba poner-las ; para que fuesen falsamente interpretadas y luegoresultaran caricatura de nuestras propias ideas y sedesacreditaran, tampoco nos interesaba que se reco-gieran. ¿Qué hemos hecho, pues? Llevar solamenteaquellos principios que cedamos debían estar en laConstitución y que son susceptibles de desarrollarse,de desenvolverse y de poderse aplicar.

En ceden a la enseñanza hemos llevado los siguien-tes principos: Primero, el referente a la escuela uni-ticada que todos vosotros conocéis ; la necesidad leque una ley de Instrucción pública acabe con lascontradicciones que hoy existen en la organizaciónescolar y con esa serie de instituciones que se estánhaciendo competencia a fin de que respondan a unplan de conjunto en el que, sucesivamente, desde laescuela maternal hasta la Universidad, haya una eran-unidad; y segundo, el principio relativo a la selección,el principio de cómo ha de pasarse de un gredo a otro,

suprimiendo el carácter plutocrático que hoy tienela enseñanza, con objeto de que no se pase de ungrado a otro en virtud de las condiciones económicasdel estudiante, sin tener en cuente lae mentales y lavocación. Nosotros querernos que en la selección setengan en cuenta, fundamentalmente, la vocación yla aptitud del estudiante, encargándose el Estedo, me-diante la consiguiente ayuda económica presupuesta-Tia, de que ningún niño o estudiante español con voca-visan y capacidad para estudiar se vea privado desicrecentar su cultura porque se lo impida la realidadeocial y ecenómica de su familia. (Muy bien.) Estasciaras en principio, quedan incrustadas en la Constitución. La ley de Instrucción pública será la encar-gada de darle el debido desarrollo.

En la Constitución está también el principio funda-tnental común a casi todos los republicanos—y digoa casi todos, porque muchos que se llaman republica-nos y que han manifestado que ésta era su posiciónV su actitud, no siempre la observaron—; me refiero

principio del laicismo en la enseñanza Este princi-pio está afirmado en la Constitución, afirmado en elartículo 3. 0, cuando dice que el Estado no tiene Reli-gión •, afirmado expresamente en el 48; afirmado enel 26, cuando prohibe a las comunidades religiosasque puedan dedicarse a la enseñanza en España.(Apl misas.),

Se ha suprimido la enseñanzade la Religión en las escuelas

Nosotros esperábamos haber discutido mucho al lle-gar al artículo de la Constitución relativo a este asun-to, porque la minoría agraria y la vasconavarra creía-Tilos nosotros que en aquel momento intentarían darla batalla, máxime cuando ellos habían presentado unvoto particular en la Comisión de Instrucción públicatontra la conversión er;?'ey de un decreto, tímido, die-fado por el ministerio acerca de la libertad de con-rienda en la escuela. Claro está que esa timidez res-pondía a la necesidad que entonces teníamos deno pasar de esos límites. En ese decreto se declaraba,voluntaria la enseñanza de religión en las escuelas,enseñanza que ¡seguirá siendo voluntaria hasta dentrode un par de días, en que, votada definitivamente ypromulgada la Constitución, siendo el Estado laico yla escuela laica, se prohibirá la enseñanza religiosaen las escuelas, en los Institutos y en las Normales.Entonces no será la enseñanza de la religión volunta-ria, sino que quedará suprimida totalmente de loscuadros de estudios, de asignaturas o de materias delos Centros docentes. (Muy bien.)

No acudieron a la discusión del articulo 48. Tam-poco acudieron a mantener el voto particular presen-tado, mejor dicho, acudieron al salón de sesiones pararetirar el voto particular. Lo retiraron porque /a Cons-titución ha ido mucho más lejos que el decreto. ¿Sa-béis qué pedían en ese voto particular? Que todo que-Liase como estaba al advenimiento de la República.Es decir, querían que hubiésemos hecho una revolu-ción para que quien no quisiera recibir enseñanza re-ligiosa en las escuelas tuviese que abjurar pública-rnente del catolicismo, que siguiesen los curas en losTribunales y en las Juntas, que se mantuviese el de-recho de inspección—de delación—que les reconoce laanacrónica ley del 57, que siguiese el asalto al pre-supuesto de teresianas y manjonlanos, que siguieseImperan do en España la dictadura clerical aherrojandogondencias.

La escuela será laica..a escueia de ahora en adelante será laica. Ha de

ser laica. Ello nos planteará un problema muy deli-cado que habremos de resolver si queremos que laescuela liberte, que no coaccione la conciencia infan-til, y nosotros estimamos que la coacción mayor quetosta ahora se ha ejercido ha sido la realizada por elclericalismo español, teniendo en cuenta que entre loamaestros y profesores existen muchos que no sola-mente no sienten nuestra manera de pensar sobre esteproblema, sino que piensan todo lo contrario (y secos-dad lo que antes os decía respecto a que no se puede.encargar de la liberación de la conciencia de los niñosa quienes no hayan liberado previamente la suya), y,que las órdenes religiosas no podrán dedicarse a laenseñanza y que tratarán de quitarse los hábitos para

seguir enseñando. Aunque se quiten la ropa que ahorallevan—que ya es una coacción--, no suprimen el pro-blema, porque aunque se quiten el uniforme exterior,quedarán siempre con el hábito, con el uniforme inte-rior, que es mucho más peligroso.

Fijaos bien en la magnitud de este problema quese nos plantea y la energía que se va a necesitarpor parte de todos, del Gobierno, del Parlamento y,sobre todo, de vosotros, pueblo, compañeros, prole-tarios, que debéis erigiros en vigilantes laicos, quedebéis erigiros en vigilantes proletarios, en verdade-ros encargados de que se cumplan las leyes, porquea vosotros os interesa más que a nadie ese cumpli-miento, porque esas escuelas son para vuestros hi-jos, son las escuelas del pueblo, del proletariado, yde vosotros dependerá el que sigan prostituyendolas conciencias de vuestros hijos o intervenir paraque esas conciencias de vuestros hijos se liberen to-talmente en la escuela laica. (Grandes aplausos.)

A partir de este momento comienza para nosotrosel período más delicado. Es ahora, digo, cuando vaa comenzar realmente la situación difícil y delicadapara todos; es ahora, porque toda la labor que seha hecho está solamente iniciada, planteada, en elaire, por así decirlo, y bastará una acción fuerte denuestros adversarios, "bastará que nosotros no sepa-mos defenderla, para que todo lo hecho desaparezca.

Por eso os decía que vais a ser vosotros los en-cargados de conseguir que lo que se ha iniciado, quelo que se ha planteado, se lleve a feliz término. He-mos pasado del período de planteamiento, de inicia-ción; ahora estamos en el momento de realización.

Repito, compañeros, que en el Parlamento no he-mos tenido más que estos dos momentos de inter-vención respecto a Instrucción pública: al aprobarselo hecho por el ministerio y al votar el artículo co-rrespondiente de la Constitución; pero es ahora cuan-do hay que vivir vigilante.

No terno, por tanto, pecar de machacón si os vuel-vo a decir para terminar: ¡Compañeros: Vivid alerta,vigilantes, para que no se pierdan, sino que se agran-den, las conquistas de la revolución! ,(Grandes y pro-longados aplausos.)

Discurso de SanchisBanús

Camaradas, trabajadores, ciudadanos: la minoríaparlamentaria socialista vive hoy uno de sus minu-tos más solemnes y más puros. Recibió de vosotrosun mandato, y acude a la fuente de sus poderes arendir cuentas del uso 'que de él ha hecho; y yo ospido que cuando hayáis de juzgarnos en el fondo devuestras conciencias no valoréis tanto lo que hemoslogrado como lo que hicimos por lograrlo, porquebien frecuentemente la eficiencia de las accioneshumanas no depende tan sólo del esfuerzo con que setrató trató de conseguirlas. Hace ya tiempo que unensayista dijo que la caza es infinitamente superiora la liebre. Nosotros traemos verosímilmente cortonúmero de piezas ante vuestra requisa, pero la ca-cería ha sido fatigosa y ha sido perseguida con eltenaz entusiasmo del que tiene un deber que cumplir;y nosotros podemos, todos los que hemos vivido lashoras parlamentarias, resumir nuestra misión en muycortas palabras: para nosotros, socialistas, la Repú-blica no ha sido nunca un fin, ha sido siempre unmedio. Nosotros hemos tendido a crear un estadode derecho en virtud del cual, fsor el impulso de lademocracia, pudiera llegarse a la conquista del Po-der público por la clase trabajadora. Este es el es-quema de nuestra actuación camino, sendero, si-miente, tal vez no tantas realidades como quisiéra-mos; pero, desde luego, una inmensa cantidad deposibilidades para case el desarrollo ulterior de nues-tra acción no tropiece nunca con las normas deun estatuto inflexible; y nosotros, cuando hemos per-seguido el trazar en los cauces de la legalidad unsendero por el cual pueda desenvolverse nuestra ac-ción futura, hemos actuado estrictamente dentrode nuestro mandato doctrinal, a virtud del cual notenemos otra fuerza en que apoyarnos que la fuerzade la democracia.

La democracia no está en crisisHemos oído decir muchas veces, demasiadas veces,

en la última época, que la democracia está en cri-sis, y yo os digo que no hay más que asomarse a lahistoria del mundo para saber que la democracia noestá en crisis y que la única fuente de legitimidadde un Poder constituido está todavía v estará du-rante muchos siglos en el acatamiento voluntario deaquellos que se someten al Poder; por eso, nosotrosno nos hemos alejado un punto de esta doctrina,doctrina que ha tenido forzosamente que modifi-carse. No bastaba, en efecto, el mantener en tér-minos genéricos la afirmación de que todo aquel queacata un Poder lo legitima por este propio hecho; nobastaba, en efecto, la romántica afirmación de aque-lla preteeelida igualdad de los ciudadanos ante laley, la igualdad que cionosamente ha comentado Ana-tole France cuando dice que la democracia de laRevolución francesa había estatuido una igualdadmagnífica, una igualdad que prohibía por igual alos pobres y a los ricos robar el pan y pedir limosnaen las esquinas. Y nuestro concepto actual de lademocracia social y de la igualdad que nosotros per-seguimos y que hemos mantenido en el Parlamento,como seguidamente trataré de explicaros, no tieneningún contacto con este concepto tradicional. Nos-otros pretendemos que la democracia se afine y seindividualice y pretendemos al mismo tiempo que sesojuzgue a los fines sociales. Para nosotros no esigual el carbonero que el profesor; nosotros quere-mos que todos tengan oportunidad de ser carbone-ros o profesores, según sus dotes ; que el carboneroy el profesor rindan en su cargo la máxima eficien-cia social, porque no hay dignidad de los trabajos,no hay más clue dignidad del modo de cumplirlos,y queremos finalmente que puesto que el carboneroy el profesor cumplen con la misma perfección unafinalidad social que les está encomendada, uno yotro gocen e.xactarnente de los mismos derechos enla orientación de las determinaciones colectivas. Estaes nuestra democracia, no la democracia anónima,informe, desorganizada, que pide cosas que no sepueden dar. La nuestra es esta otra, la de la rectadisciplina social, la que señala a cada uno su fun-ción y le exige el cumplimiento de sus fines. Y estademocracia, camaradas y ciudadanos, nosotros he-mos tratado de realizarla (y perdonadme la alusióna la actualidad política, que seguidamente explicarepor qué hablo de ella), hemos tratado de realizarlaa través de nuestra censurada disciplina. Ya lo ha-béis oído: representantes de una burguesía que notiene aún la clara conciencia de que su misión polí-tica ha terminado en la historia del mundo, han di-cho de nosotros que éramos una minoría de cementoVerdad; pero yo os digo, ciudadanos, que el cemen-to de que está hecha esta minoría será el que frageará las futuras naciones del mundo. Sí ; entre nos-otros se ha intentado ver un germen de esa disci-plina, de una obediencia inconsciente en demasínun jefe autoritario, pero nuestra disciplina no es esoNosotros, en la intimidad de nuestras reunionesparlamentarias, hemos procedido con arreglo a benormas democráticas que yo antes os señalaba. Cadauno de nosotros ha propuesto lo que podía y debtsen cada problema; cada uno de nosotros ha cumplldo en el seno de la minoría la misión que le estaba

especialmente asignada por su prepsración anterior,y cuando se agotaron todos los argumentos y todaslas discusiones, una decisión final dió el criterio delgrupo; pero frente a los enemigos en e) Parlamento,en las discusiones públicas, un solo criterio, un soloargumento y una cabeza. Y no por obediencia ciegae inconsciente, sino por la sensación que tenemos delestricto deber que cada uno tiene de someterse en cadacaso a las inspiraciones de la mayoría.

Hay una crisis de ParlamentoY si yo me he permitido tocar este problema—no

quiero rehuir ante vosotros esta declaración—, es,justamente, porque en la estructura misma de nues-tra disciplina está la razón de ser de nuestra inter-vención parlamentaria. Antes decía yo que la democra-cia no se halla en crisis. No podría decir exactamentelo mismo del parlamentarismo. Verosímilmente, lapolítica parlamentaria atraviesa upa crisis en el mi-

nuto actual de la historia del mundo, porque losParlamentos tienen una función esencial, y es la deque los representantes del pueblo arguyan, unos conotros, con las razones que hayan de orientar el acuer-do decisivo; pero argüir es razonar, y yo os digo queel razonamiento para orientar las determinacionestiene que producirse en un ambiente de tranquilasentimentalidad, y la hora de hoy, el minuto pre-sente, sólos es de tranquilidad sentimental para loshombres conscientes en verdad de i su misión. Los,demás han enloquecido ante el brutal traumatismode la guerra. La conquista de la felicidad ciega alos hombres de tal modo que el joven de 1931 estáplantado en , mitad de la vida, desafiando al mundoentero y gritando que quiere ser feliz, que tienederecho a ser feliz, sin pensar en la felicidad de losdemás, y, agudizada de esta manera gravísima lacrisis de pelea entre los estratos sociales, las vocesde razón se apagan y se esconded en medio del tu-multo de las pasiones. Por eso hay una crisis deParlamento, porque se agudizaron los sentimientos,porque las gentes- no quieren ya razonar; como de-cía nuestro gran Fernando de los Ríos, no quierenconvencer; quieren vencer. Mas nosotros, los socia-listas, tenemos un programa justamente contrario:nosotros queremos vencer, después de haber conven-cido, y, porque es así, creemos firmemente en elrégimen parlamentario, y, dentro de este régimenparlamentario, hemos 'mantenido esta actitud, queha merecido la ironía burlesca de todos los que sesientan enfrente de nosotros, los cuales- han reco-nocido de veras que stis único S enemigos somos lossocialistas. (Muy bien.)

La remuneración de los diputadosYo, que acabo de ligar la eficacia de la función

parlamentaria a la serenidad de juicio; yo, que aca-bo de insistir en cómo nosotros hemos procurado,en todo instante, realizar vistualmente ase, sereni-dad de juicio, a base de una tranquila deliberacióninterna, para presentar un frente único ante la accióndel enemigo; yo, he faltado una vez a la disciplina.Seda para mí, en este momento, un grave atentadoa mis deberes con vosotros si yo no hiciera, comodebo, esta alusión a algo de que pedí públicamentea la minoría el perdón que necesitaba, parque si yo,en un instante determinado, me moví a impulsos deun sentimiento que me arrancó declaraciones que, deuna manera deliberada, no hubiera hecho jamás, fuésólo porque en aquel minuto me cegaban las pasio-nes; fué sólo porque no he podido arrancar nuncade mí aquella formación burguesa, a virtud de lacual en cada hombre lo más importante es lo quepiensa, lo que quiere o lo que siente; y esta doctrina,que no logré jamás arrancar del todo de la intimi-midad de mis nervios, en un minuto de pasión, no esgenuinamente socialista, parque, dentro del Soc ia-lismo, un socialista no es nada y el Socialismo lo estodo. Por eso he sido yo quien' quiso hablar de ladisciplina de la minoría parlamentaria. (Grandesaplausos.)

Y casi de la mano viene ahora, ciudadanos, untema que no quiero más que rozar levemente, untema que también merece las bromas más o menosingeniosas del grupo de burgueses que tenemos en-frnte. Se habla, y no poco, de las remuneracionesde los diputados socialistas. ¡Bravo motivo de bro-ma! De modo, ciudadanos, que, cuando un hombrededica toda su actividad al cumplimiento de unamisión común, hay que condenarle al hambre o a lainmoralidad; le modo que sólo los ricos pueden de-dicarse al seregtio del pueblo; de modo, señores, queva a ser preciso que un ciudadano cualquiera vivade fuentes inconfesables o de la renta del capitalde 6US padres, para que pueda dedicar su actividadentera al servicio de la causa que se le ha confiado.Yo os digo que cuando un hombre, en su puesto,cumple con su deber, no hay que preguntar jamáslo que cobra; lo que hay que preguntarle es si

cumple con su deber (Muy bien), porque, si cumple,ss preciso mantenerle y evitar en torno suyo esatremenda conjuración del dinero, que, tarde o tern-grano, puede empujar al hombre más puro por lasenda de la inmoralidad. (Aplausos.)

Los socialistas y el divorcioY siguiendo estas normas, con estas inspiraciones

y con estos propósitos, la minoría socialista actúa

Discurso de Jiménez deAsúa

Camaradas: Si esta reunión de ahora es la de larendición de cuentas de nuestra labor parlamentaria,acaso aquel que tenga más pesada conducta queofreceros sea yo, porque los azares de la situaciónparlamentaria me llevaron a presidir la Comisiónque ha redactado la Carta política de España y que,en breve, mañana mismo, será impresa y repartida.

Una Constitución es como la esencia de todo elpanorama jurídico en que ha de estructurarse elpueblo; no es solamente, por su parte orgánica, unacuestión de técnica en la organización de los Poderes,

sino que, por su parte dogmática o sustantiva, haido ensanchando su repertorio, en el que se conden-sa la mayor parte de los problemas jurídicos que seofrecen como en molde a las ansias populares. Bas-ta, pues, con estas palabras preliminares para quetodos se percaten de que si yo tuviera que hablarpara que me enjuiciaran de cuanto la Conetituciósha establecido en sus artículos sería interminableesta faena expositiva. Yo voy a limitarme a los máscaracterizados trazos del asunto para poder hablarade otro tema que 'bien pronto se ofrecerá a la Cáma-ra y que ha de resolver con la mira puesta en queun día, no muy, lejano, el Socialismo upesEspaña. s

Los republicanos en el ParlamentoEl Socialismo es la antítesis de la burguesía.

Nunca como ahoraguedeafirmarse que es cierta aquellafrase del ilustre doctor Marañón que decía que setrepublicano es ser nada. Lo que en aquella épocapudo tener detractores, incluso en gentes que milita.ban en el campo socialista, hoy es una verdad coetipo de apotegma, porque ser republicano no es sernada .Ser republicano fué hasta el re de abril ser uncombatiente, y acaso porque los propios república.nos no eran más que unos combatientes, hemos te-nido nosotros, los socialistas, en la Cámara, la másdifícil, la más ardua tarea que podéis imaginara,Los republicanos sólo se habían cuidado de combatiry muchos de ellos de ensoñar. En más de una oca.sión he advertido, y recuerdo beberlo dicho antevosotros en la Casa del Pueblo, que la mayor partede los republicanos eran corno Sociedades que secreaban para estudiar la Luna, cuando no era pool.ble ir a ella, cuando todo se reduda a tratar usa.

Pas v cuando se era poeta a escribir endechas; perala idea de ir a la Luna sólo pudo concebirla unnovelista que se llamó Julio Vente. Llegó d Instalete en que la Luna vino a los qua ensoñaban con elle,y como no sabían si tenía atmósfera, si era habita-ble, ni si la ley de la gravedad permitiría vivir a losseres, hubo entonces un gran desconcierto entre losrepublicanos, cuyos casinos y clubs no eran, a la pos.tre, otra cosa que un lugar cenobítico, donde aquelque no quería hacer política actue sa, se recluía, yotras veces el trampolín por el que se escalaban lospuestos, abreviando las etapas, porque no tenlasque esperar, como acaecía en los partidos políticos,que llegara el turno para ser ministro. Más de unavez sabéis que ha acaecido el hes-% de quiso gentesque se eituaban de la manera reas energumEnica yvociferante en las filas de la República, citando lo-graban adquirir un prestigio se hacían monárquico',v, de esa manera, no habían formado en la listade los que esperaban y Ilesatiban más pronto a losdestinos públicos.

Por esa razón, nos encontramos con este hecho lo-cal español y con ese hecho mundial, general y ecu-ménico.

Los proletarios se han percatadode que ellos mueven el orbe

He viajado mucho por mar y sé que no as posiblnhoy contar a los pasajeros, para intranquilizar suconciencia y despertar su temor de hombres quedisfrutan de la buena mesa de la primera clase,aquellos cuentos de naufragios, que, por lo excepcio-q,ales, no entran ahora en las previsiones humanas:pero sí puede inquietarse su espíritu burgués hacién-doles este comentario; los buques, los grandestransatlánticos, son, por así decirlo, la quintaesenciade la sociedad humana; en aquel pequeño número detoneladas está, como en síntesis, lo que pasa en leesociedades de los hombres, en la sociedad de la tiesrra: un enorme grupo de gentes que marchan en lossollados y sobre la cubierta, snal alimentados y

con un porvenir inquietante; una segunda clase yuna primera, sobre todo, de corto número de gentesprivilegiadas, que van en el vapor a sus negociosburgueses o a sus placeres. Y si un día la clasetercera, los inmigrantes, que forman el grupo nu-meroso, en comparación con el escaso número depasajeros de la categoría de lujo, se penetraran deque ron ellos los más y de que quien dirige el buqueno es el capitán que -baila en la toldilla, ni el ofi-cial primero que toca el pito en las maniobras, sinolos oficiales secundarios que proceden del pueblo ylos marineros que son del propio pueblo proletario;si sepercataran los hombres de tercera, digo, de quequienes mandan en el buque son sus hermanos, ¿quéocurriría? Que el buque tomaría otro rumbo y queotro sería el puerto en que anclase. Pues bien, esole ha acaecido hoy a todo el mundo; por eso está elcapitalismo en la agonía, porque se han percatadolos proletarios de que quienes mueven el orbe sonellos y de que los capitalistas y los burgueses no sonmás que Parásitos. (Grandes aplausos.)

El ensayo rusoTratamos hoy de hacer un nuevo mundo y quien

no se percate de ello es que no tiene vista penetran-te y está aquejado de miopía espiritual. Pero ¡usares que confesetnos que las limpias aguas del

Socialismo están corriendo entre dos paredes, que, en unaépoca ya remota, por furtuna, parecían que en vezde ser paralelas y permitir el curso de ese río delinfa purísima, Usan a estrecharse hasta ahogarle:de un lado, está la pared burguesa, que se está de-moliendo, que sólo tiene contados días de existencia,y de otro lado, el comunismo ruso, más particular-mente el leninismo, porque sería absolutamente ab-surdo que habláramos aquí de comunismo y socia-lismo, puesto que la diferencia técnica entre una yotra concepción nos llevaría por demás lejos. Loque sí importa que subrayemos, porque en más deuna coyuntura ha sido preocupación de todos, ce loque nos separa del gran ensayo respetable y magní-fico que está ejercitando Rusia, pues para ml todogranele ensayo y toda situación inédita que ~á&ser implantada, requiere el calor de la simpatfe.

Fijaos bien en que Rusia ha tenido que lucharcon el enorme poder de los paises burgueses y delas grandes potencias occidentales, que armaron aWrangel y a tantos otros de la contrarrevolución,Y que hicieron difíciles los pasos de Rusia en su pri-mera época; pero yo, que quiero que os fijéis encómo Rusia realiza su cometido, os digo que unodé los grandes males por que España pasó es el decreer que con la imitación de lo extraño puede reaslizarse el futuro nuestro; hemos ido erigiendo, se.gún las proximidades de nuestra cultura, diferente.paradigmas para constituir la vida intelectual cepasñola y aun la vida política, y fué primero Francia,después Inglaterra, más tarde Alemania y ahoraunos cuantos comunistoides, que no merecen el títu-lo de comunistas, creen en España que es posibletomar como modelo Rusia, y tenemos que el comu-nismo español se ha dividido ya en trotskistas, co-munistas y comunistas disidentes, corno si ya estu.viera el comunismo implantado en España. V no esposible olivdar, aun cuando nuestra conciencia eneménica nos haga pensar que no hay barreras

fronterizas, que nunca se implanta un régimen en unpueblo sin tener en cuenta la naturaleza propia eíntima de ese mismo pueblo ; y nosotros no podemosjamás pensar en una dictadura, cualquiera que ellasea, que tuviese para su mantenimiento que real'.bar quinientos o seiscientos mil fusilamientos, comoha acaecido en Rusia desde que el bolchevismo seimplantó. Y ésta no es más que una razón de sen-timientos ; es el valor que la vida tiene, que, sin serhegelianos, somos occidentales y no podemos tener,el menosprecio del Oriente por la vida humana.

Por esa razón, todo lo que sean copias de fuera,sin que tengamos para establecerlas las mismasbases de espíritu que tienen los países en que seimplantaron, van destinadas al fracaso rotundo, y siahora quisiéramos nosotros tomar como modelo a Ru-sia, como antes se tomó a Francia, Inglaterra oAlemania, iríamos necesariamente a frustrar lasmagna:as organizaciones que hoy tenemos estableci-das y que cada día se ensanchan más, aparte deque, como sefialaba muy bien Fernando de los Ríos,h ablandp de este tema, en Granada, es muy prob*

...111.~=110n1111i..

"Nosotros nos hemos encontrado lo que vosotros ya conocéis: nos hemosencontrado con que la monarquía, para vivir, necesitaba la ignorancia delpueblo; con que la monarquía cultivaba la ignorancia del pueblo, y, en cam-bio, la República se asfixia con esa ignorancia del pueblo."--(Rodolfo Llopis.)

en el Parlamento. Ha sido uno sólo el tema en quemis camaradas me confiaron la alta honra de seña-lar el criterio del grupo parlamentario socialista.Este tema es el que tenía relación con la promulga-ción del divorcio en el texto constitucional. Bien sa-bía yo, bien sabía la minoría, que no tropezábamoscon un enemigo leve. Pensad, ciudadanos, que laexistencia del matrimonio, estatuído como un sacra-mento indisoluble, es algo que concreta, realiza ycristalizg, la tradicional tendencia burguesa. Cuandonosotroa hemos argumentado sobre este tema, siem-pre hemos recibido la misma respuesta, la de Teno-rio de pueblo desconfiado, aquella que dice: «Y si lamujer trae un hijo que es de otro, ¿qué va a su-ceder?» «Que el caudal de su padre se repartirá.» Elcaudal..., fijaos bien. Lo que importa tradicional-mente a nuestra organización social no ha sido,como pudiera parecer, el fraude sentimental de lamujer que se entrega a otro; lo que ha importadoha 'sido que viniese a casa el hijo de otro hombre,que partiese el caudal con sus hermanos (Risas), y,claro es que bien pronto se traslucía el erigen de laregistencia. Por eso era deber de la doctrina estric-tamente socialista oponerse a este punto de vista,en virtud del cual se concede categoría de sacra-mento a un hecho que, en realidad, lo que hacía eraservir para perpetuar la esclavitud del dinero. Con-tra eso nostoros tenemos que luchar. Era un enemi-go disfrazado al que convenía desenmascarar consu propios argumentos. Cuando se enfrentaron connosotros para decirnos que el divorcio suponía unainmoralidad, yo sentía deseos de preguntar: ¿enqué hay mayor inmoralidad : en el hecho de que unamujer que ha perdido toda la atracción sentimen-tal hacia un hombre se lo diga francamente y sesepare de él, o en que corneta con él el terrible frau-de sentimental de mentirle un cariño que no le pro-fesa, para dejar todo el caudal sentimental en bra-zos de otro hombre? ¿En dónde está la mayor in-moralidad? Evidentemente, nadie podía dudarla. Lamayor inmoralidad, en amor como en todo, está enel engaño. Por eso, porque no es posible que se es-tatuya una situación definitivamente en el sentidobiológico de la palabra, cuando el ambiente oscilaen circunstancias variabilísimas, cambiando por com-pleto la situación recíproca de los cónyuges, porqueno se puede pedir deliberadamente a un hombre queincorpore a sus normas de conducta una noción delo funtro, es por lo que, en principio de justiciaabstracta, nosotros nos manifestábamos terminante-mente opuestos al divorcio; pero si algo nos falta-ra, ya tuvimos en las Cortes ocasión de hacer vercómo nosotros no íbamos detrás de una disminuciónda nivel moral del país; cómo nosotros sosteníamosal contrario que la organización monógama y establede la sociedad sexual humana era una condiciónesencialísima para el cumplimiento del fin social dela familia, siempre pensando en el fin social; esdecir, dentro de las normas de nuestra democracia,exigiendo a cada uno el estricto cumplimiento de susdeberes, dentro de las normas sociales que tiene quedesempeñar, y así tuvimos entonces ocasión de vercómo la felicidad matrimonial, sin ser el objete dela sociedad conyugal, tenía la misión esencialísimade orientar el espíritu del niño, enseñándole trescosas que fundamentalmente debe saber hacer todohombre cuando quiere cumplir un fin social: a sa-crificarse, a luchar y a amar. Estos tres verbos, ensus recíprocas acciones, no se pueden aprender enestas maravillosas escuelas que nuestro querido Llo-pis pondrá al servicio de los ciudadanos españoles;el espíritu de estos tres verbos, de estas tres accio-nes, que comportan una constelación sentimental,no se enseña en los libros; tienen que vivirse en lavida instintiva, tienen que sembrarse en un instanteen que tal vez la inteligencia del niño no sea toda-vía susceptible de recibir desarrollo de doctrinas,pero sí sentimientos y semilla de acciones. Y poreso insisto en que nosotros hemos defendido concre-tamente el punto de vista del divorcio.

En la cuestión del voto femeninola minoría ha obedecido el man-dato del Congreso del Partido

No creo que nie fuera lícito acabar sin decir, porla calidad de los argumentos biológicos puestos enjuego, algo que merece tal vez la máxima controver-sia entre las determinaciones de la minoría socialistaen el Congreso. Me refiero al voto de la mujer, yde una manera absolutamente esquemática debo de-ciros que el Grupo parlamentario socialista no hahecho más que obedecer los mandatos concretos delCongreso del Partido, y para decidirse a obedecerlos,el Grupo socialista del Parlamento ha tenido quehacer tabla rasa de toda suerte de argumentos bio-lógicos. Está muy cerca de nosotros, y nos son muyconocidos, hombres ilustres de la Medicina que ar-gumentan en el sentido de que la mujer, por su es-tructura, está menos dotada que el hombre para laresolución de los problemas políticos. Nosotros nodecirme ni sí ni no; nosotros no pretendemos quelas mujeres sean iguales, superiores ei inferioresa los hombres; pero nosotros sostenemos, dentro delas normas de nuestra doctrina democrática, quehombres y mujeres tienen una función social quecumplir, v' que cuando esa función se flr"firl estniota-mente, Mujeres y hombres tienen el mismo derechoa influir sobre el curso de las determinaciones polí-ticas ; pero lo que hay que exigir, insisto en ello, esel fiel cumplimiento del mandato social que cada unotiene, y cuando ese mandato social esté cumplido,todo aquel que de esa manera sirvió a la causa dela colectividad tiene el perfectísimo derecho de in..

tervenir en las determinaciones políticas del con-junto. De que esto suceda en este momento (y aquíestá la esencia del reproche que se nos dirige), ¿esculpable acaso la minoría socialista? é Hemos des-cuidado nosotros ni un solo instante la formación'espiritual de los que comparten nuestra vida, y alos que hemos llamado desde el primer momentocompañeros? ¿Es que nosotros hemos pretendidojamás hacer participes a nuestra compañera denuestras orientaciones y puntos de vista? Jamás re-trocederíamos en este sentido y en este instante nose nos puede echar en cara que por causa nuestrahaya una gran cantidad de mujeres impreparadas,cuyas opiniones políticas tal vez no tengan la orien-tación que todos deseáramos.

Y nada más, camaradas. No quiero deciros sinouna cosa: acertada o equivocadamente, como de mímismo puedo responder de todos los que se Renta-ron junto a mí en el Parlamento, todos hemos cre,•do en todo momento cumplir con nuestro deber.(Grandes aplausos.)

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"Si la atracción por los partidosrepublicanos de esos elementos del caciquismo cruel,digodespiadado, incivil, supusiera el acceso al Poder, ¡ah!, entonces yo digo que el Partido

Socialista no puede ser,respecto de esa política ni cómplice ni encubridor, nimeramentecomparsa."--(Indalecio Prieto.)

ble que Tes potencia; que no pueden con ei enormeee imperio eemiasiátice que es Rural', no permitar:an que en la punta del Occidente .de Europa leebese un país que se situara en esa posickg1 comu-nista u comunistoide.

El proletariado auténtico está en•la Unión General de Trabajadores

Fijaos también «en etre cosa que es, por demás,demostrativa: huy el proletario autentico está en laUnión General de Trabajadores: loshombres quedirigen. a este proletatiadu s011 de SU propia carney de se p. copia eseheia tiorque lo mismas da decirtrabajador maneen que intelectual y, en cambio, he-lad quienes sun las gentes que liabltin mi posiblecomunismo, gentes que si Un día per las cuestioneede la vida, vosotros los proletarios inetturthee y nes-otros los proletarios intelectutiles tuviéramos que ve-nir, la primera obra que nos teríamos obligatbisacometer eería la de burras a esos comunistoides...(Grandes aplausos.)

La propiedad privado

y la cuestión religiosa

Y llegarnos a la rendición de esas cuentas parla-mentarios, que vamos a hacer ante vosotros, La la-bor más ardua y más extensa que fas Cortes consti-tuyentes han venido basta ahora laten-DÚO es, laCarta magna o Código político. Ya habeis oído queno es una Constitución socialista, y nos importapor demás subrayar que no es una Constitución so-cialista. a supener que la urganizacien y dis-

ciplina de ritteetro Partido nos hubieran dado facul-tades y fuerza bastantes para imponer, fr<In nuestrosvotos en el Parlamento, una Constitución socialis-ta. ;Hubiera sido, de verdad, leal, iniponeria parano gobernar nosotros en un instante de inmediatoporvenir? Evidentemente, no. Si nosotros, por razo-nes de táctica, no queremos asumir dentro de quincedele las responsabilidades del Poder, no podíamosobligar al Parlamento a que la Constitución quevotara tuviese tan rígidas normas socialistas quehicieran imposible el Gobierno de las clases hurgue-

las; pero al igual que esto era justo, lo era que nos-qtros pidiéramos a las clases burguesas, que co!a-boraban en la Comisión de Constitución, que no ol-vidasen que su vida está contada, que el reloj deárenla de su existencia no tiene en la parte superiormás que contados aremos y que no nos obligaran oa gobernar en dictadura el día de mañana o a hacerella revisión de la Constitución, sino a que sus mol-des fueran lo suficientemente elásticos para que pu-diésemos gobernar los unos y los otros. Y eso es loque ha querido ger la Constitución.

Reconocemos la propiedad privada, porque, deján-donos de otros problemas sustanciales, es aquí don-de está la medula de/ problema socialista o burgués.El asunto religioso es evidente que a muchos denosotros nos toca de cerca; pero es más evidente to-davía que es 'a los burgueses a quienes más les inte-resa. Esto de la propiedad es nuestra norma y nues-tra esencia; la organización económica es la quedefine y caracteriza al Socialismo ' y le diferencia dela burguesia. Y

' en este punto, nosotros teníamos

que dar en la Constitución una fórmula que nospermitiera a nosotros gobernar mañana y a ellos noasustarse del Poder hoy. Se reconoce la propiedadprivada en la Constitución; pero puede ser expro-piada mediante indemnización o sin 'ella, y puedesocializarse gradualmente, y en este «gradualmente»que, con tanta prudencia, se estampó en la Cartamagna, es donde está todo el secreto del próximo Go-hierno. Si somos socialistas los gobernantes, bienpconto socializaremos la propiedad de España; sison burgueses, irán con más cautela, aun cuandotendrán que ir, a su despecho, si no a socializada, almenos a que una estructura de la propiedad de Jatierra prive a la burguesía del sistema de privilegiocon que ha ahogado a las clases proletarias. Y estoes lo que la Constitución ha querido hacer en aque-llo que es la almendra de nuestro propio Partido,la esencia del Partido Socialista. De todas las demás*materias, como la organización de Poderes y otraeneie de asuntos esenciales que la Constitución traecone:Izo, no hay que hablar. Es preciso, no obstante,que hetblemos de alunas cuestiones que la Cámaraabordarifenbien pronto.

Las leyes penales

No pedemos 'e l'eser ni pensar que la labor del Socia-lismo se cancele een haber cooperado a la elabora-ción de una Constitución. En cada uno de los temasque, inmediatamente, eurjan en las Cortes, el Parti-do Socialista tiene un papel, y uno de los asuntosque particularmente me itteeresan (y creo que enesta «rendición de cuentas ca tia otio se ha visto obli-gado a presentar lo atefiedere á su personal aficióno vocación) es el que ha de resonase en un futurointtainehte y que per afectar a un problema de téc-nica me atañe de manera personal: el relativo ala estructura del Código de loe nelitos y de laspenas.

Una Constitución, una ley agraria, feclas las leyesque imaginéis de tipo sustantivo, necesitan tener underecho accesorio que las defienda. Para los que vio-len la "Constitución, para los que infrinjan le aevagraria, para los que vulneren la ley de Instrucciefriiipública, para los que quebranten las normas de laSanidad que figuren en la ley que trate de ella, hayun Código penal que castiga las infracciones. Esta-rnos ¿hora en el instante en que la Camera va aenfrentarse con el problema del Derecho penal. Yaestá presentado a lá Cárrelee el provecto que hacompuesto la Comisión jurídica asesora ; pero peebeber sido un socialista el que ha presidido la Sub-comisión de Derecho penal, y por haber sido él quienCasi ha redactado de su manos el preámbulo enteroy la mayor parte de los artículos, está obligado, cuan-do menos ahte vosotros, a decir por qué se ha hechouna reforma parca del Código y qué es Lo que se es-pera y anhela para el futuro. Hemos reformado elCódigo penal tan sólo en la parte que atañe a de-fender la Constitución, en lo que respecta a corre-gir errores materiales y en lo que es más esencial,tuunanizándolo y haciéndolo elástico. El código penal

de 187o era un Código duro en daniasía nun para laepeen ea que ,tue promulgado. Nos esforzamos enque la mecánica de sos pentie y le aplleacien dt

estas en la parte especiei de cada uno de los deli-tos sea inne hutnana, conforme carne-gemirle a la

contemperánea. Pero Vo quiero di:tenis,roe lit niete absoluta lealtad, que ito colina esto, tes

las principales, 'neo . ni Heiern las más le y es as-piraciume del Socialismo, -tu que el din de mil-aana tent:keine»: que enfrentarme cote lo Ivan obrupenal de mielan, credo. N' permitidme que haga unedigresión que, realinetite, es imv-, exile SI el mo-mento presente nuestro es el de e. e•rillr si cohibo.ramos o no (terna 1.11.1e no eulero turar, porque ttleparece de delimitada iliquielild y trascendencia pareabordarlo cone] Inciso de un iltecureo v que ha deser cuerpo tul qti ha de pronunciar quien, connide; autoridad en el Partido, puede y debe ninrcatsu run160 eit eSta Vtl, sin einharge, he dedecir que, aparte esa problema, queda ntro: el delfuturo inexoraLlemente socialista. Pero bu-alelen de-hemos pensar en que si ese futuro es nuestra, de-bernos captientarnos todos para obtenerlo. e De quemane:el? Pensemos que no ee posible transfortentsil un din una sociedad entera en eocialista; habrá,además de los socialistas, horgoeses; ConWtuire-innS una ma y oría o una minorfa que por su temeri-dad gobierne a la mayerfa pero, incueetionable-mente, habrá otros eslementoe que no tendrán nues-tras ideas, nueetros propósiths ni nuestros proyec-tos. Cuando en la Cámara loe socialistas y ruandnfarra de ella, en el periediro, en el mitin y en laronferencie, se hereen, por su eepecialirerlón en elGobierno y fuera de él, dignos de la confianza popu-lar, el Poner vendrá a tate-otros: de la manera evolu-tiva que soñamos, non cuando tampoco excluirnos larápida y violenta ennquista en la ralle. Peneemoe,por consecuencia, en la neeeeidnd de que cada tinoen nueetrn nfitnen y reprended centremos el pe-Pe-rsia social, el nrohleten vete' que nos preoeuna, haciael Indo v nef fUt como trein mi vidncensagrade al Derecho penal, toda la eeneriencia ent'In/ adquirida, In he m i estr, a contriburien paraorientar el Derecho coral que ha de regir en Españaen un sentido socialista.

Hacia un Derecho pro--. tcctor de los criminales

Ése Deretho penal socialista tiene términos quehan de desaparecer. No será ni Derecho ni penal;será un tratamiento de un Derecho protector, comosuite) Dorado Montero, quien, en la hora de la muer o

-te, vi6 rendidas en su féretro las batideras socialisatas en señal de acatattliento; será un Derecho pro-tectier de los criminales. Entonces no habrá Códigopenal, no existirán penas con el nombre de tales,Con la entraña de castigo. Lo que habrá, lo quetendrá que haber es un Derecho protector. Ese Dere-cho protector no se ejercitará por hombres que se-pan Derecho, sino por verdaderos y stiténticos mé-dicos sociales, que sepan que el Derecho penal mue-re para sustituirle la Criminología, una ciencia bio-lógica que comprende al hombre, como murió elsistema carcelario que se empleaba con los enfermosde la mente (cuando Pinel los soltó, temíose quefuesen devorados por los mismos que los encerra-ron); y usf, cuando el Del-cebo penal se transformeen un Derecho protector, habrá voces que pidan cui-dado a dos que petisamos y a los que soñamos contransformar totalmente el área de las penas. No fha deser, ¿aro es, este Parlamento quien conozca desemejantes medidas; pero sí quiero dejar en el rega-zo de los socialistas la idea inextinguible de que espreciso que todots los problemas vitales españolessean per el Socialismo removidos; desde la literatu-ra hasta el Derecho punitivo, que tiene muy pocode poético, todo ha cie ser transformado. Los so-cialistas tenemos que pensar que no se ha hecho larevolución, y la revoltician no se ha hecho porquetodos habéis confiado en que la iremos haciendolentamente, pues aun sin haber leido a Trotzki, to-dos pensamos que es necesario que España, cornotodo el orbe, yaya a la revolución permanente; queel Socialismo piensa que la conquista de hoy noes más que el punto de partida para una meta sinfin. Cuando todos estemos penetrados de este deber

lo cumplamos con sacrificio (porque no es la horade ho y ni será la inmediata la del goce de los frutosque vamos a obtener, como no se sienta el que siem-bra el pino a su sombra, sino sus descendientes)cuando pensemos que nuestra obra. la de nueetrageneración, por nuestra desdicha, si se quiere, 'esla renuncia a la felicidad, es el deber del sacrificio,para que puedan sea felicee las gentes que yenennmás adelante; cumulo de eeto nos penetremos bientodos, y cuando veamos que España no es nuestramadre, sino que la España republicana y socialistacon que soñamos es nuestra hija (porque todos,hasta el más humilde, estamos en el deber de en-gendrada). entonces habremos cumplan) con nues-tra obligación. (Grandes y prolongados aplausos.)•Discurso de Indalecio

PrietoAl levantarse a hablar el orador es acogido oon una

calurosa ovaciere—Voces: Viva Pablo iglesias!¡Viva el ministro honrado!)

Tres miradasVan a ir engarzadas mis palabras con las últimas

que ha pronunciado el compañero Jiménez Asúa.Creo que en la síntesis en que él ha resumido lasperspectivas políticas de España está la base de midisertación, y ella ha de ser como tres miradas: Una,hacia atrás, oon la evocación, el .recuerdo de unpasado muy próximo; otra, contemplando el presen-te, y otra, atalayando, desde la cumbre de la fanta-sía socialista, el porvenir de España. El pasado pró-ximo, muy inmediato. Allá por estos mismos días dediciembre del año 30, quienes entonces formábamosel Comité revolucionario y hoy con-stituím.os el Go-bierno de la República, estábamos dando por termi-nados nuestros trabajos, que llevaban algunos mesesde vacilaciones, de dudas, de entusiasmos, de depre-llenes, de toda esa gama que forzosamente invade elespíritu en trances tales, coloreándolo unas vecescon el tono rosa de la ilusión y tiñéndolo otras conlas negruras del pesimismo. Por fin, allá en la pri-mera docena del mes de diciembre, en tales días comehoy, decidirnos señalar In tedia para el movimientcrevolucionario, movimiento que tuvo aquella antici-pación sublimente frustrada de Jaca; tras ella, elmovimiento huelguístico, en que el proletariado espa-ñol mostró públicamente su adhesión a los designiosrevolucionarios que trazó el Comité, formado por re-presentaciones de elementos republicanos y socialis.tas, y luego, ganada la conciencia nacional simple-mente poe estos sencillos brotes revolucionarios—quefueron le jornada de Jaca y la huelga generan aun-que ella no llegara a alcanzar, por razones que no he-mos de examinar ahora, la espléidda in tensid ad potnosotros sonada—; la conciencia nacional, digo, ea«nada por estos brotes revolucionarios, hizo inneoe'ea•

l elo un movimento de mayor envergadura, hizo irme-cesario un esfuerzo cruento, surgiendo la jornada dee

toral del 12 de abril, que determinó el derrumbe-Mento de la mony v la instauración de la Repú-blica. Son ocho IlleleS VS-VD:KIS los IranSeUrridUS desde

jornada, y eternices hablaren desde esta tri-una tintes cíe mí bao ido enneeeidu, exponiendo,sinteticamente O II jirones, la obra realizada por elimpulso revolucionario que plasme en el Gobierno quehoy rige a España. No tenemos / sin estar plenamentesalitifechos, poi- que nos descong elaos, pues

l ,bres de transformación politica no sun simplesmutacierees teatrales. En este escenario, con el eatn-bio de quae telas y . de unos bastidores de madeea, setransforma en minutos un " salen" en un boeque, enune cescade, en und pradera. Las men :iones politi-cal no son labor de tramoya, de escenografía, y des-

gradados los países que se entreguen a mutacionesescenográficas en su régimen sin haber sustituidolos pilares en que se halle sustentada toda su obrapolítica y económica, porque entonces . las gentes sedejarán deslumbrar por una ilusión óptica, por algoque no tiene un basamento de verdadera firmeza;pero nosotros, sin estar plenamente saetisfechos, notenemos por qué considerarnos descontentos. Por depronto alejamog de España el panorama triste, depri-mente y vejatorio para el ciudadano, que supienía lamonarquía encarnada en don Alfonso de Borbón; ex-pulsamos a un re y que se había hecho incompatiblecon la libertad, y ' Hin-amos a España de verse regidapor frutos de una degeneración física que la hubieranenvilecido re á s.

Los partidos republicanos y Socialista españolestienen su haber la victoria de haber destruido unamonarquía, y, además, tienen también el tituló dehonor de haber hecho efectiva la República españolaen forma tal—lo podemos decir midiendo reposada-mente nuestro juicio—, de haber afirmado la Repú-blica en forma tal que sea totalmente imposible la res-tauración de la monarquía, encárnela -quien la encar-ne. (Muy bien.) Esto no quiere decir que no existaun peligro, y un peligro grande. El peligro no está,para mí, en te restauración de la monarquía borbónicani en la instauración de ninguna otra; el peligro está—lo he dicho y cumplo m g obligación recalcándolo,aun a costa de que mis palabras no ofrezcan en esteaspecto la más mínima note- feral—, el peligro está enel posible aclueñamiento de la República española porparte de los elementos clericales. (Aluv bien.) Y ésees el peligro contra el cual tenemos que luchar, ésees el riesgo que nos inctunhe evitar, y para ello todacautela, toda preenución, que no es exención del de-nuedo, serán siempre escasas.

La Constitución es un

instrumento de trabajo

Hemos hecho esa Constitución que os diseñabanLlopis, Sanchis Banús Jiménez Asúa, que no esuna Constitución Socialista; hemos instaurado unaRepública que no puede satisfacer las apetencias idea-les del Socialismo; pero nosotros tenemos la convic-ción de que con la Constitución, con el régimen re-publicano diseñado en ella, los socialistas tenemosuna excelente herramienta, un magnífico instrumentode trabajo. Eeee es todo. Nuestra capacidad politicenos aleja de la desilusión que pudieran sufrir gen-tes de gran simplismo, capaces de creer que esta (Se.pública seria la plasinación d u nuestros ideales lomismo en el orden sindical que en el orden politice).La República es un cauce triás anchuroso, más dila-tado para la consecución de nuestros ideales, una he-rramienta, como antes he dicho; un instrumento detrabajo, y la obligación de los elementos socialistases saber utilizarlo inteligentemente.

Ha advenido la República en los momentos eco-nómicos más difíciles por que ha atravesado Espa-ña en toda su historia contemporánea, enfrentándosecon dificultades indudablemente superiores a aquellacontnocien económica que se produjo como conse-cuencia del desastre colonial a fines del siglo último.Ha encontrado la República a España en un desmo-ronamiento económico, producto mixto de una ad-ministración orgiástica realizada en tiempos de ladictadura, de unos reflejos inevitables en la economíaespañola del desastre de la economía burguesa mun-dial y además de todas aquellas depresiones econó-micas que habían producido las inclemencias del cie-lo en las zonas agrícolas que son el área más tina-da y el fundamento más firme de la riqueza nacional,v, naturalmente, estos factores han sido hábilmenteaprovechados por nuestros enemigos para presentarante la conciencia pública sus consecuencias dolo-rosas romo resultado de la gestión administrativade la República. Esto, como hemos dicho va reite-radamente—y repito que nuestras palabras - no hande tener novedad—, es completamente falso. Estoes una maniobra reaccionaria para enfrentar a esainmensa masa neutra española, que no está afiliadaen las organizaciones políticas, pero que pesa mu-thas veces considerablemente en los destinos públi-cos, contra el régimen republicano,

La psicología española--

Visto ese panorama del pasado, adscrito sintéti-cemente, vamos a contemplar el presente y a atalayarel porvenir con arreglo a nuestra imaginación. Ha-béis visto —el compañero Llopis lo ha sintetizadoen cifras — cómo el Gobierno de la República, aunsiendo la situación económica verdaderamente deplo-rable, no ha puesto el más minina) oestáculo al des-envolvimiento de la enseñanza que era indispensableen España, y no lo ha puesto porque sabe perfecta-mente el Gobierno de la República, como lo sabe-mos todos, que si hay un gasto densamente repro-ductivo, es el gasto que se emplea en la instrucción,porque al acrecer la riqueza cultural de cada ciu-dadano, acrece el acervo común, y si en algún puntodel orbe van parejas la educación ciudadana v laexaltación de la cultura individual al engrandecirnien-

te del acervo común, es precisamente en España,suyo individualismo yo no me cansaré de eeconocer.Creo en las virtudes de mi raza, tengo hasta ciertajactancia, quizá excesivamente españolista de creertLa« el individuo español necesita de algo que, des-ligando su individualismo del sentido gregario, a ve-ces convenientísimo en las organizaciones modernas,peomueva dentro de sí una fuerza vital, algo comouna euperexallación individual que facilite la obratremenda que ha de tener al expandir sus 'destinosuna raea que tstá ahora deprimida simplemente porsu incultura, que está deprimida, a la vez que porsu_ incultui a, por ese ambiente clerical demeñador,sedimento de la inquisición española, que ahogó lasconciencias v 'ahora parece estrang e lar !as volunta-des. (Aplausos.)

Abogamos por un imperialismo español, pero unimpertalism puramente interior, que es el mes cotesiete en imperar sobre nosotros misinos. El pacifis-mo típico de nuestras ideas socialistas nos hace re-pugnar todo afán de imperialismo bélico, de domi-nio sobre otros pueblos, sobre otras razas, sobre' eras tierras; pero aun . sin ese espíritu pacifista, lapropia realidad económica y social de España em-puja a la convicción de, que España no puede tenerOil ideal internacional que no sea el de vincular fra-ternalmente, con lazos más o menos fuertes, aquellasolidaridad racial con les pueblos de América queEspaña creó y ron respecto a los cuales cru eviden-temente una dificultad, un obstáculo, un entorpeci-miento, el régimen monárquico; que sobre esas ape-tencias de mayor solidaridad con los hombres denuestra raza que habitan extensiones inmensas deterritorio al otro lado del Atlántico, nosotros tene-mos también la ilusión, la esperanza de vivir en re-laciones de franca y cordial amistad con los pue-bles más próximos a nosutros, con aquellos que noscircundan.

España puede ofrecer al

mundo un pacifismo realSi España llegara, en el espasmo de ciertos extre-

mismos incompatibles con su realidad puetica y so-cial -a pretender, como el compañero Jiménez Asúainsinuaba, a la msta.uración de un régimen que esti.maran peligroso para ellas lile democracias europeas,no ocurriria lo que en Rusia. Aquel inmenso país,.después de haber derrotado a los ejércitos que laspotencias capitalistas eavitieon curara él para ahogar!en sus brotes iniciales al comunismo, defiende hoy,la integridad de su sistema a base de un ejército enor-me, dotado del más ¡maravilloso armamento; pero,España no podría con una carga semejante; nosotros,tenemos que aspirar' a ser como espe j o y guión deun espiritu protundamente pacifista, que se traduzca'más que en la fuerza escasa y disipaturia del ver-bulle-,111o, en verdadera realidad. España, situada en tiaa"codiciadísima posición -geográfica, más codiciada des-de que la revolución operada en los elementos deltransporte la puede hacer eje de la comunicaciónentre Europa y América, es una nación modesta, quejantás podrá sostener un ejército capaz de defender laintegridad de su territorio ante la acometida de poetenceas extranjeras y que, a pretexto de disturbiostenores de carácter anárquico, trazaran la línea codi-ciosa de una intervención. No obstante, o nos equi-vocamos mucho, o en la conciencia universal ha idoganando en rango el pacifismo, y España, en el régi-,men que está comenzando a darse, y que yo, en miilusión, quiero que sea "y espero que sea el ejemplode Europa, pudiera ofrecer ante el mundo, ante la nconciecia universal, el espectáculo de su pacifismoreal, el espectáculo de una nación que renuncia a de-fenderse militarmente, porque las cargas militares des-bordarían su potencia ecteennica, y que eriereg;inerme a la conciencia universal de los pueblos, yeinfluidos por el Socialismo, haciendo que esta tierr:sea una tierra, sagrada, por ser la de una nación qno ambicionaba_ (Grandes aplausos que impiden (niel final del párrafo.)

En ese caso—hablo de futuros quizá más próximoque los por nosotros soñados—misión ha de ser diPartido Socialista y de esa gigantesca falange sindicaque tiene tras de sí y que se ''denornina la UniónGeneral de Trabajadores ir incrustando en la concierte:nacional la obligación, la necesidad y la conveniencede presentarse España como una nación hondamentpacifista, que desdeña, desprecia e inutiliza los instrumentos guerreros.

Ello .no es obra de hoy, no es labor de estos día,¡ Ah! El Partido Socialista, con una influencia considerable en el Gobierno español, no debe cometer leinsensatez de aspirar a la realización de su programade modo inmediato, mientras no haya ganado la con-ciencia nacional. Ni los socialistas que estamos en elGobierno, ni los que se sientan en los escaños parla-mentarios, ni los organismos directivos de nuestrasAgrupaciones política y sindical, deben dar jamás unpaso de avance, aunque las circunstancias parecieranfavorecerle, sin estar seguros de que detrás de sí hayese apoyo inmenso que se deslíe en urr hálito impal-pable, pero que los sentidos advierten con bastantesuficiencia, que existe una masa de opinión suscri-biendo nuestras ideas ; y, claro está, la expresión delos ideales es hoy, en este régimen democrático,papeleta electoral.

El voto a la mujer

Nosotros hemos entregado a la mujer, con unafidelidad a nuestros principios que q-uini allá en lorecóndito de mi ánimo llegue y-o a considerar excesi-va, el derecho a !a papeleta electoral, y nosotros he-mos estado un poco desviados de la acción femenina,por lo cual ahora al Partido Socialista y a la UniónGeneral de Trabajadores Lie circunstancias atribuyencomo una oblieación inmediata, inexcusable, la con-quita de la mujer, el arrancamiento de la mujer a lainfluenoia clerical, al fantasma terrorífico de los su-plicios del infierno. ((irandes risas.), pos-que enno• hubiera habido vacilación alguna si al otorgar elvoto a la mujer el Parlamento hubiera acordado tam-bién la expulsión íntegra de las Órdenes religiosas.(Grandes aplausos.) El temor personal—porque es-toy hablando como si os leicera una confesión pura-mente Individual—es el que origina el hechc de haber-se otorgado el voto a la mujer sin haberle adiestradotodavía en el ejercicio de su derecho y dejándola aúnsometido a ese régimen de terror cultivado por lascongregaciones católicas.

Pero. en fin, ésa es una dificultad más, aunque noinvencible. Creo, lo digo sinceramente, que en lossectores de la democracia española el voto a la mujerno hará flaquer, sino que probablemente la acrecenta-rá, la proposición de los votos socialistas; pero losvotos socialistas no son toda la izquierda en el actualmapa electoral de Espafia, y yo terno mucho que poraquella debilidad de conciencia laica que han padecidolos partidos republicanos españoles, sabiendo que lasmujeres en los hogares de muchde republicanosespañoles están dominadas por el clericalismo (Grandesaplausos.) ; temo mucho que el voto de la mujer porese lado pueda ir a engrosar la falange clerical. Estoyhaciendo un examen, un análisis, que no es una re-pulsa; pero nadie me podrá pedir que, por crudas quesean mis impresiones. abdique de mi convicción.(Muy bien.) La oneación del Socialismo español es,de un mode inmediato, la conquista de la mujer, laadscripción de la mujer a las filas socialistas, el adies-tramiento ciudadano de la mujer, la labor profunda-

mente ennoblecedora de arrancar a la mujer—sér defantasía algunas veces enferniiza—de las garras delclericalismo, que a través de la mujer ha tenido y tie-ne tui dominio formidable en España.

No hay peligro de res-

tauración monárquica-Y volvamos, como un eritornello», a aquellas mis

primeras palabras, en las cuales decía que no hay,a int juicio, ningún riesgo de restauración monár-quica; pero que to hay eiidente del adueñamientoor la República por eleineetos retrógrados, y que esepeligro es el que exige toda aquella mesura, todaaquella cautela y toda aquella precaución de que an-tes os Mateaba. Estamos en momentos en que elPartido Socialista viene aquí, por la expresiva desus órganos ministerial y legislativo, a rendir suscuentas ante el pueblo. En la historia política de Es-pañer no es frecuente que hombres que participan enlas muy delicadas responsabilidades del Poder andenconstantemente en contacto con la multitud. Jamásha presenciado España, como ahora, tantos actospolíticos en que hayan ocupado tribunas populares— con todos los inconvenientes que la pasión llevaconsigo, pasión que está en el auditorio y que sue-len recoger, como una antena, los oradores —, po-niéndase en contacto con la muchedumbre aquí yallí, en uno y en el otro confín de nuestra nación,quienes asumen la responsabilidad del Poder.

Y esto después de haber recurrido varias etapas.Los agoreros, kis que no creíati en la revolución,

negaban la posibilidad de la ins tauración de la Re-pública, y la República se instauró. Cuando laRepública estuvo instaurada, quienes le negaban efi-eiencia se atrevían a aventurar que no llegarían aformarse las Cortes constituyentes, y las Cortesv

coas-ituentes se formaron. Ya las Cortes constituyentes11 'funciones, se atrevieron a vaticinar que los ele-Tientos que las componen, a impulses de ses dife-«n'ejes políticas, de sus recelos, si querlis, de susencallas personales, no llegarían a cumplir la sa-;rada misión que la nación española les habí a con-srido de redactar la Constitución, y la Constituciónstá redactada y aprobada, próxima su aprobaciónlefinitiva y su promulgación, e inmediatamente* de-ras de esto, de manera inmediatísima, la elección:el jefe del Estado. El problema que se planteas alPartido Socialista es el de, si llegado ese momento,Jebe considerar terminado o no su compromiso. Debodecir — entre los militantes es excusada la advertees-i ia — que yo hablo aquí sin la representación de na.-,die, en un sentido totalmente personal, y que no ex-trañaría que hubiese correligionarios nuestros quedisintieran de mi parecer; pero voy a exponer leal-mente el mío.

Comienzo por hacer esta afirmación: creo que to-das las conveniencias de táctica, todas las convenien-cias del Partido Socialista y las no menos respeta-bles de la Unión General de Trabajadores, aconse-jan el apartamiento de los socialistas del Poder. Estegasta a las personas; pero ello es factor poco im-portante. Poca abnegación tendría el hombre que seentrega a la vida pública si no supiera que, sobreel riesgo dramático de determinados sucesos en quepuede andar bamboleándose constantemente su exis-tencia, da previamente su propio honor al desgastede los maldicientes. (11Iuy bien.)

Eso no tiene importancia; pero puede tenerla elreflejo de ese desgaste personal en la organización.Y en este sentido toda discreción es poca. Que unosbombees fracasen personalmente en el Poder, queunos hombres se encuentren con problemas superio-res a sus aptitudes y a su buena voluntad, que esoshombres se deshagan y pulvericen. eso carece deimportancia, no reviste interés. Pero lo tiene muyconsiderable si el fracaso personal de esos hombres.ante las dificultades que hayan podido vencer, serefleja como un quebranto en las filas de los orga-nismos a que pertenecen. (Muy bien.)

Y ésta es una cuestión de orden delicadísimo. Sinosotros viéramos libre de todo riesgo, que, repito,no es la posibilidad de una restauración monárquica,la consolidación de la República, para nosotros nohabría ninguna clase de vacilaciones; consideraría-mos el apartamiento del Poder como un deber ineluedible. Lo que tiene que examinar, fría y concienzuda-mente, el Partido Socialista es si el régimen repu-blicano gana o pierde al retirarse en estos momen-tos una representación suya del Gobierno. Si nos-otros advirtiéramos en la composición posible delGobierno, dada la estructura de las fuerzas parla-mentarias que han de apoyarle, que no había dañoalguno para la República, a mi juicio no podía ha-ber vacilación; el papel del Partido Socialista seríaapartarse del Poder y apoyar, acuciándole, la acciónizquierdista de un Gobierno genuinamente

republicano. Ahora bien; el riesgo proviene de que puedaformarse un Gobierno que, con unos u otros apelati-vos, tenga una tendencia hacia la derecha y supongacir-ta adhesión a los elementos que quisimos destruiral instaurar la República. En ese caso, la responsa-bilidad del Partido Socialista, al dejar abrir brechaa los elementos reaccionarios y al capitalismo dere-chista para el apoderamiento del Gobierno, seríaenorme. Y ahí está encuadrado el problema, sin quese pueda advertir con claridad—tan delicados son susmatices—dónde está nuestra obligación, dónde estánuestro deber: si dentro o fuera.

Unas declaraciones del señor Lerroux

He leído hoy—soy hombre que habla con lealtad—unas declaraciones que en Peras ha hecho el señorLerroux. Vamos a examinarlas con toda objetividad.Una afirmación de Lerroux, muy lógica, muy natu-ral, profundamente política, desde su posición, esla de que él no pertenecería a un Gobierno que pre-sidiera un socialista. Repito que me parece la acti-tud de Lerroux perfectamente lógica, profundamentepolítica, e incluso bien acoplada a la posición que,circunstancialmente, ocupa él en la política espa-ñola. No voy a decir, porque sería innecesario y es

"Cuando en la Cámara los socialistas, y fuera de ella, en el periódico, en elmitin y en la conferencia, se hagan, por su especialización en el Gobierno yfuera de él, dignos de la confianza popular, el Poder vendrá a nosotros demanera evolutiva, aun cuando tam poco excluimos la rápida y violenta con-

quista en la calle."--(Jiménez Asúa.)

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elle no hlv ningl:Án que encontranamos est el celau 4.14 iu be.- ministros en unGobierno presidido pos Lerroux. (Aplausos.) De-jadme que yoreflexione sin que vosotros subrayéiscon aplausos mis manifestaciones, para mantenermeen aquel plan de serenidad que necesito al examinareste problema, porque ya comprenderéis que, en esteacto, no vengo a ahondar diferencias ni a provocardiscrepancias—todo lo contrario—, sino a analizarserenamente la situación política.

Esa afirmación de Lerroux carece de importancia;es una cosa a la que yo doy de lado; a lo que nodoy de lado es a otra manifestación que Lerroux hahecho, en el sentido de que los partidos republicanosno deben repudiar a los elementos que quieran ads-cribirse, ahora a ellos, simplemente por razón desospechas en cuanto ,a su actuación pasada. No ten-go delante el texto, pero creo interpretar limpiamen-te sus palabras. Este es el peligro que yo veo. Com-prendo • que los partidos republicanos, como todoórgano vivo, necesitan una reposición de sus cua-dros. Es tnás: creo que lo mismo los hombres repu-blicanos que los hombres socialistas que hemos ac-tuado en este movimiento revolucionario tenemos laobligación de no cerrar el paso a ningún elementonuevo que pueda alumbrar las luchas políticas s ycreo que, a j uzgar por aquellos maravillosos atisbosque nos ofreció la juventud universitaria en su . pre-cursora labor revolucionaria, nos colmará de honorel poder abrir de par en par las 'puertas del alcázardel, Poder a esa juventud política, superior en entu-aiasmo a aquella otra que nosotros representamos.(11tuy bien.)

Pero esto dieta mucho de que se adscriban a lospartidos republicanos, y con ello logren adueñarsedel Poder, todos los elementos caciquiles de la viejaEspaña que la desangraron. .¡ Ah!, eso no. Los par-tidos republicanos, por sí, en aquella su obligacióndelimitada por los confines de su propia organiza-da!), tienen, cierto es, el derecho, que nadie les va aregatear, ,de atraer a sus filas a los elementos quequieran; pero aun pensando con la mayor generosi-dad secon la. mayor amplitud de miras en la genera-dan "de. las culpas de t'e pasado tan inmediato, cuyorecuerdo ha de permaneder indeleble en nosotros has-ta que la tierra cubra nuestros huesos—¡caciquis-mo cruel,. despiadado, incivil;!—, si la ?atracción deesos elementaos• que antes- se llamaron liberales oconservadores, »111.cl:1one •fe en la monarquía, comotampoco la tendrían en la República; si la atracciónde esos elementos a los cuadros políticos republicanossupuliera su acceso•arPoder, ¡ah!, entonces, Yo digoque el Partido Socialista no puede ser, respecto deesa política, ni cómplice, ni encubridor, ni meramentecomparsa. (Muy bien. Aplausee.) El Partido. Socia-lista tendría entonces que -bafallar, con la ,mismafirmeza que lo hizo en tiempos de la monarquía,contra un sistema de gobierno que recogiera todoslos detritos políticas y sociales del país para deshon-rar al régimen; y si el robustecimiento,de una u otrafr atajan repu icen stec i mien t o meramente nmarico, pero dañoso para la vitalidad de su esenciadernocrática—hiciera que esos elementos se encontra-ran en la posibilidad de volver a regir los destinos deEspaña, nosotros no lo podríamos consentir. Bien sa-bemos que cuando el régimen seudoconstitucional delos partidos liberales se esfumó ante la dictadura ypareció disiparse de momento la tenebrosa acción delCaciquismo, los que entonces eran serviles y a la parconstituían el propio cimiento de los políticos de lamonarquía, los que entonces servían a Romanoneso a uno u otro personaje, se hicieron del somatén ode la 11. P., y sirvieron con la misma servidumbreenvilecida a la dictadura que al régimen seudoconsti-tucional. Nosotros ahora no podemos consentir quedichos elementos caciquiles se pongan la ' escarapelarepublicana y el gorro frigio para apielerarse de Es-paña, y contra ellos estaremos con toda energía paracerrarles el paso. Contra ese peligro deben estar aler-ta los republicanos ; pero mucho más alerta y vigilan-tes los socialistas.

El momento políticoLos órganos que el Partido Socialista ha designa-

do para asumir tan trascendental acuerdo habrán dedirimir, dentro de pocos días—si la oferta nos eshecha, porque jamás, en ningún caso, nos pondre-mos como mendigos a las puertas del Poder—(Muybien.), si el Partido Socialista participa o no enel Gobierno que se haya de constituir. Ya digo queésa es una cuestión de matiz, que no hay manera—por clara que sea la visión política de nuestroshombres directivos—de apreciar bien dónde está, enese instante, el puesto que imponga el deber, delcual no ha de desertar en ningún instante el Par-tido Socialista. He aquí cómo atalayamos el pano-rama político español: El porvenir político es delPartido Socialista. Al Partido Socialista , irá forzo-samente, dentro de muy poco tiempo, casi de unmodo automático, el Poder. Para capacitarnos másen el ejercicio del Poder, cuando él llegue—de forma

• UC) a::I0 en calilloe. (1,. fui peepse !' á anosotros en circunstancias dificiies—, el Partidonecesita afinar su educación; el Partido Socialista ne-cesita hacer más límpida su pureza, porque a veces,quiera o no, puede salpicársele de lodo desde las cum-bres del Poder.

Es decir, que todas aquellas perspectivas de lasconveniencias políticas y sindicales nos aconsejan elalejamiento del Poder para entregarnos plenamentea la labor de propaganda y de educación, en formade dar al Partido, y sobre todo a la legión de traba-jadores de la Unión General de Trabajadores, cifradaya en más de un millón de afiliados, a todos los queen este advenimiento, un tanto tumultuario, ingre-san en nuestras filas sin la necesaria preparación,toda la procedente educación política. A nosotros, to-das las conveniencias, repito y recalco, nos aconse-jan el apartamiento del Poder. Pero eso está con-trapesado por aquella responsabilidad en que pudié-ramos incurrir ante el asalto cauteloso de las dere-chas* al Poder público; porque yo no tengo inconve-niente .en sentar aquí una afirmación, repitiéndola,que ya hice en Córdoba, a saber: que la reacciónespañola, que no la podemos considerar disuelta, ani-quilada, destruida; la reacción española es más fuer-te que los partidos republicanos españoles; pero esasu fortaleza está en el campo de las izquierdas con-trapesada y superada por el apartamiento a la obrade Gobierno del Partido Socialista, aunque a mí nose me oculta que también se gobierna desde fueradel Poder, que también se desempeña una misiónrectora desde los bancos de la oposición. Si me pre-guntarais ahora mi opinión concreta, terminante, de-finitiva sobre el pleito, yo no tendría más remedioque coisfesaros 011 propia vacilación, mi propia duda,3 deciros, como he dicho en el seno íntimo de laComisión ejecutiva del Partido Socialista, que no ten-go todavía . un criterio claro y firme sobre este pro-blema, y que los hechos, en el proceso que hayande tener, probablemente contribuirán a la formaciónde mi • juicio; estoy seguro que en el instanae deemitir mi voto sobre la cuestión no será con ente-reza firme, sino vacilante por la duda.

Pero vamos a lo del porvenir político; el porvenirpolítico, a mi juicio, es éste: la reacción, que hanecesitado muy poco tiempo para rehacerse, que estáenvalentonada, jactanciosa, retadora, desafiante, ha-brá de acrecer posiblemente; y en fecha muy próxi-ma, su fuerza, y que aquí se habrá de plantear den-tro de, poco tiempo la gran batalla con una nitidezasombrosa: los elementos reaccionarios y clericalescontra el Partido Socialista, y el Partido Socialistacontra los elementos clericales y reaccionarios; y queen esa gran batalla, cuando llegue, habrán desapa-recido, se habrán esfumado, se habrán diluido los ac-tuales partidos republicanos. Nosotros tenemos lafirmísima esperanza de que todo lo que haya de vi-goroso en los partidos republicanos habremos deatraerlo a las filas socialistas, • y que lo que puedaahora agregarse a las viejas o a las nuevas organiza-ciones republicanas, de los detritos y escorias delviejo caciquismo, se irá al otro lado o desaparecerádel campo de combate, pero que la gran batalla es-tará entre el Socialismo genuino, profunda, honda-tara entre el Socialismo genuino, profunda, honrada-signa a perder su dominio de siglos sobre España.(Aplausos.)

Hay que tener astucia de combatientesPara poder aceptar esa batalla hay que ir eligien-

do con cautela las posiciones. Es una lucha en queno basta dejarse deslumbrar por el horizonte lumi-noso del ideario, sino que hay que tener astucia decombatieptes; saber que, cuando se dé un paso ha-cia adelante, se pisa terreno firme; que no habráavalancha enemiga capaz de hacernos retroceder ;que iremos con nuestra bandera y con nuestra an-torcha caminando pausadamente, con la pausa quetiene el luchador seguro de su victoria y no con elalocado galopar de los delirios de un eatremismo quese deja engañar par las más fantasmagóricas ilusiones.

Es grave, enorme, la responsabilidad del PartidoSocialista Español, que no puede, por el coeficienteextraordinario que aporta actualmente al Gobierno,desentenderse alegremente de las responsabilidades

del Poder. ;Ah! Cuando en el Parlamento seguíamostras aqueila vefierable t'aura de Pablo Iglesia, unaminoría compuesta de sets u ocho hombres, nuestraposición era cómoda, la holgura de nuestros movi-mientos infinita,. la crítica de los actos gubernamen-tales no tenía para nosotros ninguna restricción por-que tras aquello no había más que buscar el ecoen la calle, haciendo una obra de propaganda desdela tribuna de más resonancia del país, cual es ladel Parlamento. Pero hoy, detrás de nuestras pala-bras, hay la responsabilidad de tener una minoríade más de cien hombres, cuyo voto puede ser deci-sivo en los destinos del país. Se ha comportado bri-llante, ,brillantísireamente, el Grupo parlamentariosocialista, que es la síntesis más afortunada del pue-blo español: obreros que en la tosquedad de suoficio no han encontrado obstáculos para adquiriruna experiencia de luchadores políticos; obreros edu-cados en la Secretaría sindical, en la redacción delsemanario, en los mítines pueblerinos, en la accióncallada y modesta; hombres sin fulgor, pero con unaconciencia de acero. Y en torno de ellos, en brillan-te, en magnífica escolta, esta representación univer-sitaria que, con gran abnegación, con magnífico des-interés, se ha unido a , nosotros para servirnos deguía y para contribuir al esclarecimiento de los pro-

blemas. Esa síntesis del pueblo español, cifrada hoyen cerca de izo diputados, será, no lo dudéis, porel' voto, incluso por el sufragio de la mujer, la queen tiempo muy próximo constituirá la mayoría delParlamento español. Y entonces, el Partido Socia-lista habrá echadd sobre sus hombros la inmensaresponsabilidad histórica de regir un pueblo con vi-cios ancestrales creados por un clericalismo cerril,de educarle, de levantarle de la tierra donde se sen-tía abatido, de hacerle mirar cara a cara el porve-nir venturoso de la Humanidad, no la felicidad, enla cual, amigos y compañeros, yo no creo, porqueesa felicidad, cantada por los poetas, es sencillamen-te el simplismo de los tontos. (Risas.) Yo creo quela felicidad es el placer momentáneo, pasajero, demedia hora en el hogar, cuando se llega fatigado

de la lucha en la calle o en el Parlamento, paradecirnos a nosotros mismos, dente) de la propia alma,que se ha cumplido el deber y que se ha cumplidocon honor, y cuando se contempla tras las cumbres,azotadas por todos los vendavales de la pasión po-lítica, la propia honradez, no para exhibirla como unaprenda vistosa de escaparate a la atención llamativade las gentes, sino como un panorama de recreo in-terior. Esa es la felicidad del luchador.

Cumplamos con nuestro deberQue nosotros, socialistas, ee los escasos momentos

que la pelea fuerte, formidable, sin tregua, más M-tensa que la de antaño, que vamos a emprender desdehoy, tengamos la felicidad momentánea del luchadorv que en los breves momentos de reposo espiritual"sintamos la honda satisfacción ante nuestro propiotribunal, de saber que hemos cumplido nuestro debery que no nos hemos deshonrado; que hemos mante-nido el honor y que detrás de ese leve descansoestá la otra jornada también de combate, también delucha, también de pelea; que nuestra felicidad seala felicidad santa del que está luchando con

abnegación,nopara el bien personal suyo, sino para el delas generaciones futuras, que deben saber que suspadres, los españoles de hoy, los socialistas de hoy,en horas históricas supieran cuaiplir con su deber.

Reposad en este instante, hombres que me oís;miraos por dentro, contemplad vuestro panorama in-terior y pregentaros a vosotros mismos, sin acudir aespectadores extraños, dentro de la propia acerciencia,si habéis cumplido con vuestro deber, y si sabéis quelo habéis cumplido; si vosotros, ante vosotros mis-mos, cuando no cabe la hipocresía, que es la carátulapara deslumbrar a papanatas; si vosotros sabéis quehabéis cumplido con vuestro deber, luego de recono-cerlo, levantad vuestros bríos y decíos que el descan-so° no puede continuar, porque el descanso eterno esla muerte; que habéis nacido para la pelea, para lalucha, y dedos a vosotros mismos: «He sido un mo-mento feliz, al contemplar mi alma, en este instanteaugusto de reposo; ahora, a lo más sagrado, a pelear.¡ Venga la bandera! ¡ Venga la antorcha! ¡Adelante,por España, por la República y por el Socialismo!»(Grandes y prolongados aplausos.—Muchos concu-rrentes dan diversos v i vas. )

Palabras finales de Ma-nuel Cordero

Un momento, señores. Breves palabras para ponerfin a este acto. Ya ¡habréis observada que todos loscompañeros en sus discursos han c,olocidido, no sóloen las ideas, sano en la forma de exponerlas. No voya resumir esos discursos, sino a hacer dos o tresafirmaciones finales.

Ha terminado la primera etapa parlamentaria deconstruir políticamente España. En ella la minoríasocialista no sólo ha puesto a contribución su es-fuerzo espiritual, sino que ha dado las máximas faci-lidades para que se acelerase en el prooedimento elinstante en que España tuviese Carta constitucionaly un régimen estable para poder caminar en la obrarevolucionaria con un paso mas seguro y más ts-an-quilo ; pero hemos de adveotir que la Carta constitu-cional, sin los elementos que 4a complementan, no esnada. Es necesario que sepan los que políticamenteson nuestros adversarios, pero colaboradores de estaobra, que con el proletariado tienen serios compromi-sos que cumplir; que la revolución política, simple-mente, no satisface lob anhelos de la conciencia ylas necesidades proletarias ; que la revolución ha co-menzadoque ha dado su primer paso. Mas tieneque contin- uar por su camino hasta terminar la obraque se inició. Por tanto, hay que decir, pública y so-lemnemente, que si estas Cortes, en el orden legisla-tivo, no realizasen la labor complementaria, se falta-ría a los compromisos contraídos con la opinión es-pañola al iniciar la revolución.

Es preciso, además, pensar en lo siguiente, loha evocado Prieto con una visión clarísima* : tieneel régimen infinidad de enemigos fuera y en sí mis-mo, y al proletariado le corresponde evidenciar unos

y otros; io he de decir que estas Cortes, que sonel instrumento de la revolución, no pueden a salvoque degeneren y no sirvan como tal instrumento —

encomendada.No

disueltass sinque acaben la obra que les ha sido

No olvidemos tampoco que el voto de la mujer lotiene ésta pur los socialistas. ¡Oídio bien!, y no nosarrepentimos de nuestro voto. Nosotros no pensamossi están o no en condiciones de capacidad para ejer-citarlo. Tampoco lo estaban los trabajadores cuandose conquistó el sufragio universal. En la pelea, enel ejercicio del derecho, es donde se capacitan lasvoluntades, se forman las conciencias para el ejerci.cio del derecho mismo. Nosotros no sabíamos hacerSociedades cuando surgió el movimiento obrero; enel trabajo diario hemos aprendido a formar colecti-vidades y alcanzar además una competencia, unacapacidad de gobierno que hoy está por encima dela de nuestros adversarios.

Quiero decir con esto que no estamos arrepentados, porque es un campo de trabajo mayor el ,quenos ofrece el panorama social. Pero hay que eraprereder la jornada de trabajo en este mismo instante,tenemos que duplicar nuestro esfuerzo: no puede per-manecer tranquilo cada uno en su casa. Advertid que'la concesión del voto a la mujer fortalece nuestraposición parlamentaria; pero contribuye, además

' avigorizar la conciencia pública del pueblo español.Nosotros, los que tenernos representaciones públi-

cas, sufrimos exceso de trabajo. Sin embargo, esta-mos deseando lanzarnos al campo para ponernos encontacto con la masa obrera de cada sexo conel fin de procurar alumbrar su conciencia para lle-varlos a nuestra colectividad, que es donde reside,no lo olvidéis, el nervio de la democracia futura, lafuerza más positiva de la defensa de la democraciadel porvenir.

Y yo os digo que es necesario que en Madrid y.en todas partes los núcleos socialistas se dediquendesde hoy a cultivar a la mujer en el sentido deconvencerla de que tiene que utilizar la papeleta elec-toral debidamente; y vo quisiera, como socialista,que no mezclásemos el voto de la mujer con el pro-blema clerical, que eso es lo que quieren los adveresanos. Hablemos a la mujer del pan de sus hijos,que es escaso; del frío de sus hogares, que es in-tenso; de la estrechez, de la oscuridad y de la lo-breguez de su casa; procuremos poner a la mujeren condiciones de que comprenda que desde la Ad-ministración pública se modifican las condiciones desu vida. Procuremos convencerla de que, adminis-trando públicamente bien y orientando bien la vidapública, puede tener más pan, más abrigo, mejorcasa, más tranquilidad, más alegría y más posibili-dades para que la inteligencia de sus hijos se des-arrolle plenamente y pueda utilizarla después en ledefensa de sus intereses y en los de la sociedad.

Quiero además deciros, como final de estas manafestaciones, que no olvidemos los socialistas tuai-guos la pureza de nuestra disciplina, disciplina docemento, como la han llamado. De cemento es lacontextura intelectual de quien lo ha dicho. (Risas.)Nuestra disciplina es férrea, es dura, porque es in-dispensable en los momentos de pelea. Es, permi-tidme un símil, como un abanico; cuando se em-prende una batalla se cierra el cuadro y no hay dis-cusión; se pone todo el mundo enfrente del contra-rio. Cuando se termina la contienda, se abre de nue-vo y el espíritu y el pensamiento quedan en comple-ta libertad para continuar soñando, v cada uno sue-ña como lo estima más en consonancia con sus pro-pias ideas. A discutir cuanto sea discutible hasta elinstante de la pelea, hasta que se logra formar uncriterio de mayoría, y si es posible, de unanimidad.Terminada la discusión y formado el criterio, nosreplegamos y nos formamos en línea de combate.Esta es nuestra disciplina, que no niega la elevacióndel alma, sino que, por el contrario, es una conse-cuencia del brío y de la vibración de nuestro espí-ritu. No es una disciplina que nos haya sido impues-ta por elementos extraños y ajenos a nosotros, sinopor la afirmación de nuestra propia conciencia y denuestro propio temperamento. No es que esta disci-plina nos esté impuesta por nadie, sino que nosotrosla aceptamos espontáneamente como cosa convenien-te a la realización de nuestro ideario.

Camaradas, hay todavía mucho que hacer. Es an-cho el campo del porvenir; es necesario que todosnos demos cuenta de la obra que tenemos que malazar: la obra de gobernar interinamente y, sobre todo,la obra de preparar la conciencia pública para quenos permita con seguridad arrollar a los adversa-rios y gobernar al país el día de mañana. Camara-das, a trabajar por la idea, a cumplir cada uno consu deber. Ha terminado el acto. (Gran ovación, quese prolonga durante un buen rato. El público davivas entusiastas y canta «La Internacional».)

Terminado el acto, el público abandonó el teatroMaría Guerrero con el mayor orden.

Al partir el automóvil en que iba Prieto, nuestrocompañero fué despedido con aplausos y vivas.

"Esta Constitución no es, ni mucho menos, la Constitución que haría una re-volución socialista; pero es necesario que nuestros camaradas y la clase tra-bajadora tengan en cuenta que la revolución en España no se ha hecho exclu-sivamente por los socialistas, sino en conjunción con otros elementos de

criterio político diferente." -- (Manuel Cordero.)

EN LA CASA DEL PUEBLO

HA COMENZADO EL CONGRESO NACIONAL DE OBREROSY EMPLEADOS MUNICIPALES

Interesantes discursos de apertura

EN EL TEATRO ESPAÑOL

En el teatro Español se celebró eldomingo por la mañana un importanteacto para inaugurar el Primer Congre-so de la Federación Nacional de De-pendientes Municipales de España. Elsalón estaba ocupado por los delega.dos y y numerosos empleados y obre-ros municipales de Madrid y puebloslimítrofes.

Presidió el secretario de la Federa-ción, camarada Antonio Septiem, quepronunció breves palabras para agra-decer, en nombre de la Ejecutiva, laasistencia de los delegados y darles la

. bienvenida. Ensalzó la importanciadel Congreso, y dijo que para la Fe-deración no existen con el Ayunta-miento más que obreros municipalessin distinción alguna.

RUIZ DE TORO

Habló después el compañero Ruizde Tose, diputado por Murcia, en re-presentación del Grupo parlamenta-rio socialista. Comenzó dedicando unsentido y cariñoso recuerdo al com-pañero Andrés Gana, fundadorade laFederación y uno .de los más entu-siastas propagandistas de la UniónGeneral de Trabajadores.

Cuando yo fui alcalde des Murcia—dijo—, pudo conseguirse por la mi-nona socialista de aquel Ayántamien-to la equiparación de los -obreros yempleados municipales a la situaciónde los del Estado.

Se refirió .despuas a la situación po-lítica del país, y dijo que los momen-tos presentes son de gran confusión.Si nosotros—añadió—htsbiéramos te-nido mayoría absoluta en las Cortesconstituyentes, habríamos hecho unaConstitución socialista. Pero contá-bamos sólo con una minoría, v alvotar la sindicación de los funciona-rios fuimos derrotados.

Terminó recomendando a todos al-teza de miras en las caneas del Con-greso v serenidad en los debates.

PASCUAL TOMASRepresenta a la Federación Sidero-

Metalúrgica, en nombre de la cualsaluda a todos los delegados. Exa-minó la idiosincrasia del trabajadormunicipal español, manifestó que,

abasta aboora, el ~ser ea dowpow-

laión de los Municipios se ha reali-zado por) medio de las recomendacio-nes del cacique, por lo que despuésera preciso renegar a la libertad deOpinar y había que acatar la volun-tad dei cacique. (Aplausos.) Teneden cuenta—dijo—ciue ahora más quenada *o que nos interesa es el reco-nocinalento de nuestra personalidad yla libertad de pensar para tener unapersonalidad como empleado dentrodel Municipio y otra como ciudada-no fuera de él. (Muy bien.) De nadavaldría que fueran al Ayuntamientolos concejales del pueblo si no en-contraben en todo momento la co-operaciasa de ios • empleados munici-pales.

Invitó a , todos a defender la Repú-blica, y terminó diciendo que el Go-bierno dela República necesita y exi-ge ciudadanos conscientes que esténdiepuestos a defender a España, quees defender la libertad y la justicia.

EDMUNDO LORENZOComo Fijo y hermano de emplea-

dos municipales—dijo—, siento comomíos los problemas de los dependien-les municdpales, que son los proble-mas de rrd propio hogar.

Habló después del momento políti-.co presente, y dijo: Cuando vemosalise a nuestras filas acuden ahora,grandes .nrsuchedumbres de trabajado-res que parece vienen a recoger elbotín, temernos que de un momento•a otro pueda repetirse en nuestro or-ganismo lo ocurrido en igi8 con el

sindicalismos Pero esto, queridos conaspañeros, no ocurre con nuestra Fe-deración, quer durante la dictadura serebeló contra los atropellos que conella cometía la dictadura.

Así, pues, yo no abrigo temores deque en esta asamblea se produzca el'confusionismo dei que la República vaa resolver todos llos problemas de lostrabajadores.

Terminó manifestando que del Con-greso de Empleados y Obreros Mu-nicipales pueden satlir las conclusiones!para realizar una obra constructiva.

ANTONIO CAÑIZARESAÑIZARES la importancia del Congre-

so y ti easlaiiaraixis ~mata *aye-r

cimentado por la Federación desde elúltimo Congreso hasta el momentoactual. Se refirió a las arbitrarieda-des cometidas por los Ayuntamientosde la dictadura con los empleados yobreros municipales. Cita las liberta-des conseguidas con la proclamaciónde la República.

(En este momento aparece el alca/-de, don Pedro Rico, en el palco mu-nicipal, y es aplaudido.)

Dado el número de afiliados conque cuenta vuestra Federación—con-tinuó el camarada Cañizares—es deesperar en un porvenir mejor frutodel trabajo realizado por la clase tra-bajadora con su tenacidad para traerla República y con ella el triunfo dela democracia y de la libertad. Sere-nidad, pues, y a defender la

República.El presidente anuncia que, por en-

oantrarse afónico, el alcalde no pue-de hacer uso de la palabra, pero quelo hará ea la sesión de clausura.

ALVAREZ HERREROComenzó diciendo que siempre se

ha concedido gran importancia a laorganización de los dependientes mu-nicipales. Y lo prueba el hecho deque las clases altas temen siempre ala organización de la Casa del Pue-blo.Nosotros, los concejales socia-listas, vemos que es de una utilidadextraordinaria el que el obrero muni-cipal se organice para dignificarse. Esindudable que tenéis que preocuparosde que los obreros municipales vayanadquiriendo ese grado de cultura yde capacitación para que conozcan losproblemas del pueblo.

Estamos a punto de discutir la leyMunicipal, que debe estar en conso-nancia C011 el momento actual. Y' pa-ra ello es preciso que todos, los que,como nosotros, tenemos la responsa-bilidad, y los que, corno vosotros, osinteresa directamente por ser obrerosmunicipales, estemos ateneos a la dis-cusión de esta lea.

Debe ser en vosotros una extraor-dinaria preocupación aumentar el nú-mero de afiliados en vuestra Federa-ción y elevar el nivel cultural de loehombres que rijan la nadan.

Terminó saludando a todos los de-legados y deseándoles acierto en sustareas.

Todos los oradores fueron aplaudadisimilas, terminando el acto, en me-dio de gran entusiasmo, con unas pa-labras cid camarada Septiem.

La primera sesiónAyer, a las once de la mañana, se

celebró en el salón grande de la Casadel Pueblo la primera sesión del Con-greso de la Federación Nacional deDependientes Municipales y Asimila-dos de España. El escenario estabaadornado con las banderas de la So-ciedad de Empedradores, Sociedad deObreros de Limpieza y Riegos y «ElBuen .Pensamiento», Sociedad del Re-nio de Fontanería y Similares, y plan-tas cedidas por el Ayuntamiento.

Asistieron todos los delegados ygran número de dependientes munici-pales, que daban nmestras de granentusiasmo.

Presidió el compañero Antonio Sep-tiem, que pronunció breves palabrasde salutación y concedió la palabra aLuis Jordana Pozas, en nombre delInstituto Nacional de Previsión.

Comienza refiriéndose al informeemitido por dicho Instituto sobre elrégimen de derechos pasivos de losfuncionarios y obreros de los Ayunta-mientos y Diputaciones provinciales yal proyecto de organización de unMontepío para diches fines.

Para hacer este informe—dice—sepidieron datos a los 9.957 Ayunta-mientas de España; pero quedaronsin enviar los datos 2.7oo, entre losque figuran algunos tan importantescomo los de Madrid, Bilbao, Barcelo-na y otras de importancia.

Examina la trascendencia de los de-rechos pasivos lee datos del infor-me publicado labre este interesantetema por el Instituto 'Nacional dePrevisión.

Se refiere después al Retiro obrero,y dice que en la actualidad está esta-blecido con una gran mezquindad.Para el Retiro obrero tienen los Ayun-tamientos la obligación de consignarcantidades en los presupuestos, sin locual no podrían ser admitidos en laDelegación de Hacienda.

Habla del proyecto de organnaciónde un Montepío, y examina cuál hade ser su funcionamiento. Se mues-tra partidario del sistema de capita-lización. por ser el más seguro y elmás barato.

Las prestaciones que podrá hacereste Montepío son: jubilación de losfuncionarios, pensiones vitalicias alasviudas, pensiones temporales paralos hijos y otra serie de beneficios decarácter extraordinario.

Albura basa ; écóme ha da .aar la

cuantía de estas prestaciones? En unrégimen técnico como el que propug-liarnos, las prestaciones han de res-ponder a las cuotas, o las cuotas ala prestación si ésta se fija a priori.

Para obtener los ingresos nosotroscreemos que los interesados deberíanpagar parte' de ellas, pero sin sobre-pasar el 5 por 100.

Terminó solicitando, en nombre delInstituto de Previsión, el apoyo detodos para que este proyecto sea unarealidad. Fué muy aplaudido.Un discurso de salutación.—La muer-

te de Andrés Gana.El compañero García, como presi-

dente de la Agrupación de Dependien-tes Municipales de Madrid, ocupa lapresidencia y pronuncia un breve dis-curso de salutación.

Yo creo—dijo—que en este Congre-so desarrollaremos una labor fructí-fera que convenga a todos, desde elsecretario del Ayuntamiento hasta elmás humilde peón. Pero al manifes-tar aquí nuestra alegría por celebrar-se el primer Congreso, hemos de ma-nifestar tambian nuestra tristeza porla muerte del querido camarada An-drés Gana, que tanto luchó por elproletariado. Yo propongo, pues, queconste en acta nuestro sentimientopor la muerte de este inolvidable com-pañero.

Se refiere después a las condicionesen que se encuentran los obreros yempleados municipales, y dice que pa-ra vergüenza del Estado y de la cla-se trabajadora hay Ayuntamientos conempleados que ganan 500 pesetasanuales.

Habla de la sindicación de los fun-cionarios, y dice que hoy por hoy seencuentra en las mismas condicionesque antes de proclamarse la Repú-blica. Explica cómo se desarrolló enla Cámara la discusión del derechode sindicación de funcionarios y ma-nifiesta que está plenamente conven-cido de que ai discutirse la ley de Aso-ciaciones serán incluidos en ella losdependientes municipales de España.Entonces—dice—vimos c o n disgustola actuación de M'estros camaradasal faltar en gran número a aquellasesión, ya que de haberlo hecho ha-bría sido aprobado nuestro derecho desindicación.

Por aclamación se acuerda asisteen acta el sentimiento por la muertedel camarada Cana.

Después as dié lectura al dictamen

de la Comisión de Credenciales, quefué aprobado por unanimidad.

Mesa definitiva.--Se constituye elCongreso.

Se pasa a la elección de Mesa de-finitiva, y son designados los compa-ñeros siguientes: Presidente VicenteLacambra. de Valencia ; vicepresiden-tes, Francisco Fernández y José Ma-ría Lizarra; secretarios, delegados deLogroño y Bilbao.

Seguidamente se constituye el Con-greso, ocupando la presidencia el com-petiere> Fernández, por ausencia delcamarada Lacambra.

Constituido el Congreso, se discuteampliamente el derecho a voz y votode las Secciones que aún no han co-tizado o que acaban de ingresar enla Federación, y se acuerda que, laComisión de credenciales estudie loscasos de credenciales dudosas y emitadictamen sobre

s Ponencias.Se procede al nombramiento de

Ponencias, resultando elegidos loscompañeros siguientes:

Montepío.—Lizárraga (Carabanchea,Abril (Chainartín), Ruiz Salido (Meli-lla), Delgado (Madrid), Moreno (Cá-ceres), González (Medina del Campo)y Bustos (Bilbao).

Varios.—Lacambra (Valencia), Rue-da (Cartagena), Martínez (Baracaldo)Ruiz (Chamartín), Calvo (Castellón),Echavarría (Oviedo) y Horas (Cara-ba

Conclusiones a los Poderes públicos.al).whe

Escudero Baracaldo), Infante ( Bil-bao), González Molina (Madrid), Díazde Real (Sevilla), Ojea (Chamartín),Seara (Oviedo) y De Miguel (Bada-joz).

Reglamento. — Romero (Córdoba),Rebosa (Madrid), Jecino (Badajoz),Camiña (El Ferrol), Lorenzo (Gijón),Ruiz (San Sebastián), Miguel Ladrón(Zaragoza), Bustos (Bilbao) y R. Ruiz(Elche).

Ley Municipal. — Mora (Madrid),Matos (Segovia), Gutiérrez (Torrejon.cilio), Fernández (El Ferrol),

Maestro (Mora), Cuadra (Colmenar Viejo),Esquete (Logroño), Ramos (Córdoba)y Cubillo (Madrid).

Revisora de Cuentas.—Mayo (Caratagen a), I sasi (Mora), Rujas (Cara.banchel Bajo), Latorre (Guernica)Viaña (Córdoba), Martínez (La Co-niña)

3 Castañón (Medina de

CampoSe acuerda, por último, que las Po-

nencias se reúnan por la tarde y no-che pare comenzar a discutirlas hoy,a las diez de a mañana.

A propuesta de García se acuerdaque la Comisión ejecutiva visite alministro de la Gobernación para pro.testar contra el hecho de que el al-calde de Bermeo impida a un cerril».ñero acudir a lus tareas del Congresocomo delegado y solicitar la destitu-ción del alcalde, por no eer éste elprimer acto ctie comete.

A las tres de la tarde se levanta lasesión, para a-eariudanla hoy, a las diezy media de la, mañana.

Nuestra plana de librosPor exceso de original no pedemos

publicar hoy nuestra plana de Libras,que aparece todos los martes.

Nuestros lectores nos disculparán,¡Trabajadores : Propagad EL SO-

CIALISTA! ¡Aysidadnos para quenos sea posible dar ocho páginas!

Page 5: 12 la 25.000 como y

Importante mitin de los dependientesde Comercio

EN LA CASA DEL PUEBLO nuestra compañera Hildegart con el

R toma «Causas de degeneración del ré-., gimen capitalista».

Grupo Sindical Socialista de Obre-ros en Madera.--St Llaga a los afilia-dos al Grupo se pelen por la Secreta-ría 18 el jueves, a las nueve y mediade la noche, para darles cuenta de unasunto de gran interés.

Sindicato Médico de Madrid y suprovinoia. - Celebrará junta general

extraordinaria mañana miércoles, a lassiete de la tarde, en el salón terraza dela Casa del Pueblo.

Grupa Socialista de Porteros.-Cele-beata junta general mañana mikeo-les, a las diez y media de la noehe,en la Casa del Pueblo.Grupo Sindical Socialista de Segu-roe. - Junta general extraordinariahoy, a las diez de la noche, en la Se-cretaría 16 de la Casa del Pueblo.

El Madrid vence difícilmente alIberia

LOS DEPORTES

Organizado por el Sindicato Gene-ral de Obreros y .Empleados c.le Co-mercio, Se celebró el domingo. por latarde, en el salón teatro de la Casadel Pueblo, un importante mitin de-dicado ala depenclericia del gremio dealimentación. El salón estuvo porcompleto atestado de dependientes.

Precedió Gregorio Sana, .que pro-nunció breves palabras para explicarla situación en que se encuentra elgremio.

Francisco Fernández recordó lostiempos en que funcionaba la UniónUltramarina en el Centro Obrero dela •ealle de Relatores, y terminó in-citando a toda la dependencia mer-cantil para que realice una acciónconjunta que beneficie su situaciónactual.

Felipe Ronda dió detallada cuentadel estado en que se encuentra ladiscusión de las bases de trabajo enel Comité paritario, y dijo que faltanpocos puntos por aprobar, suponien-ckr•que entrará en vigor en primerode año.

Terminó refiriéndnee al internado,al qué se opuso enérgicamente.

Santamarina se refirió a las ges-tiones realizadas en el ministerio deTrabajo. Recomendó a todos que in-gresen en el Sindicato y que no obe-dezcan más órdenes que las emanadasde dicho organismo y rechacen las de-más.

Finalmentei habló Cayetano Re-dondo. Comenzó expresando su sa-tisfacción al hablar por primera veza los dependientes, y recordó los tiem-pos en que éstos se morían de ham-bre, víctimas de la explotación deuna clase patronal conocida por «lostíos Miserias». Dijo que la dependen-cia mercantil no debe tener conside-ración con ellos, ni pequeños ni gran-des, puesto que todos aspiran a au-mentar su capital a costa del esfuer-zo del trabajador: Por el contrario,debéis denunciar todos los actos in-morales que cometan con el públicolos patronos.

Dijo que todas las mejoras que lle-ve conseguidas la clase mercantil lohan sido por la colaboración de todala clase trabajadora, constituyendo un

'deber el que los delegados acudan a

Favoritismo, no.En la pasada -sesión quedó pen-

diente un asunto de personal. Se pro-dujo un empate al votar, y la deci-sión definitiva de la cuestión ha que-dado para la sesión próxima. Tratán-dose de la expulsión de un empleadoa quien se han instruido ya nueve ex-pedientes por falta de asistencia--- nosan pocos !-, parece desprenderse queel favoritismo aún no se ha desarrai-gedo en el Municipio. No quisiéra-mos que nadie se ofendiera. Pero losque han votado contra la expulsión dedichu empleado, ¿ lo han hecho por-que se apellida Casero?

Perfeccionando los servicios.El presupuesto de ingresos de losMercados municipales (1.200.000 pese-tes) ha tildó cubierto revasando sucifra en 30 de noviembre próximopaere« en 59.962 pesetas, más todo

'que se receede en dichos Mercadosdurante el actual mes de diciembre:

Cifras hablan.En 3er de noviembre de 1931 habían

ingresado . ete el Municipio madrileño1.522.298,57 pesetas por licencias deconstrucciones y obras, contra pese-tes. 1.318.006,83 que ingresaron en

igual fecha del año anterior.Es decir, este año, con el derrotis-

mo monárquico y clerical, han au-mentado los ingresos en 204.921,71pesetas sobre el pasado, en que huboexención de derechos, como en éste;de manera que la administración re-publicana y socialista puede ir conla frente alta por la cal/e.

Qué dice a esto «El Debate?Visita de Interés.

Nuestro compañero el doctor Ga-rrote, diputado socialista por Valla-dolid, ha visitado ayer, acompañadopor Saborit, la institución municipalde Puericultura.

El doctor Romeo atendió con grancariño a nuestro camarada.

Una escuela más.'Por gestiones de Saborit se ha

abkrto una escuela de niños en eldistrito de La Latina, calle del Sa-cramento, 10.

La matrícula, de diez a doce, porturno riguroso.

Gestiones de nuestra minoría.Por gestiones de Saborit, se ha

abierto una nueva ciase de párvulosen Rodas, ir.

Además, se abrirá otra en breve yse mejorará la cantina.También funciona ya otra escuelnefi Mesón de Paredes y otra, que sehabía cerrado. en Huerta del Bayo.

La prolongación de la Castellana.Nuestra minoría se está preocupan-

d6 de abordar el problema del Extra-rradio, especialmente del sector de laCastellana, por ser el primero que ha

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62

De venta en las principales libre-rías y en la Administración de ELSOCIALISTA, Carranza, 20.

la organización para estar en contac-te con ella.

En pártalos brillantes elogió a Pa-blo Iglesias por su constancia y elesfuerzo que realizó para crear la or-ganización obrera, más potente cadadía.

Terminó aconsejando a todos queingresen en el Sindicato.

El acto transcurrió en medio degran entusiasmo, siendo ovacionadostodos los oradores. Al final, solicita-ron el ingreso en el Sindicato nume-rosos dependientes.

OTRAS REUNIONES

Carpinteros de la Edificación.En la reunión celebrada el domingo

por la mañana por esta organizacionfueron desechadas varias proposicio-nes.

Se aprobaron dos gestiones verifi-cadas por los vocales del Comité pa-ritario, ouyo resultado ha sido satis-factorio.

Fué nombrada una Comisión paraque presente a .1a próxima asambleaun proyecto al que ha de ajustarse elacto que celebrarán con motivo delaniversario de esta Sociedad.

Dependientes de Confiterías.El domingo por la noche continuó

la asamblea de esta organización. Seterminaron dé discutir las bases detrabajo, que fueron aprobadas con li-geras modificaciones.

Constructores de Carros.En la junta general celebrada en

la noche de ayer por esta organiza-ción se acorde solicitar el ingreso enla Federación Nacional de Obreros enMadera.

También fueron aprobádas varistegestiones de la Directiva.

Reuniones Para hoy.En el salón terraza, a las seis y

inedia de la tarde, charla de la cama.rada Hildegárt Rodríguez, organizadapor el Grupo Socialista de Albañiles;a las diez y media de la noche, Co-misionistas y Viajantes. e e

En el salón grande, a las diez dela mañana, Congreso de la Federa-ción Nacional de Dependientes Muni-peles.

terminado la Sección técnica, paracontribuir a reeolyer la crisis de tra-bajo.

En ese sector irá el palacio del pre-sidente de la República, según la pro-posición que defendió Saborit en lapasada sesión, y que el Concejo apro-bó por aclamación.

Mejoras en La Latina.Los compañeros Henche y Saborit

han visitaeo la barriada de la Huertade Castañeda, donde se ha instaladouna fuente, tan necesaria para todoaquel vecindario.

También han visitado Ias obras delGrupo escolar de la calle de Españay el empedrado de la calle ele IsabelGonzález, así como otras mejoras deldistrito.

La gestión de nuestros concejales.Para dar cuenta de la gestión de

nuestros concejales en lo que se re-laciona con sus distritos respectivos, eldomingo 20, por la mañana, en el cineVariedades, del pasee de Extremado-

ra,danran un acto los compañeros delCírculo Socialista, tomando parte enél Alvarez Herrero, Henche y Sa-borit.

A los maestros laicosLa Comisión designada por el Gro-

po de Maeetros laicos prosigue acti-vamente das gestiones que se le en-comendaron y solicita de los compa-ñeros de Madrid y provincias, que to-davía no do hubieran hecho, mandena esta Comisión los datos referentesa los años de servicio que Deserte enla enseñanza laica, la edad, situaciónprofesional, vida y desenvolvimientode sus escuelas y otros pormenoresque faoaditarán la labor de los compa-ñeros de Comisión. Estos datos seremitirán, en una plazo de ocho días,a contar decide la publicación de esteenmielo, a nombre de Bernabé Her-nández (Santiago Pérez, 40), CiudadJardín, en Chamartín de la Rosa, do-micilio provisional -de- la Comisión.Igu,ailmonte ruega a cuantos compa-

ñeros han remitido cartas con darmecomo los que pedintoe consideren estanota como el acuse de recibo de lasmismas, dada de imposibilidad mate-rial de poder contestar a todas. aloe-

Tribunal industrialSeñalamientos para hoy, día 8.

Número 1.A /as diez : Paulino Santamaría

López reclama, por horas extraordinarías, 358,o5 pesetas a Matías Santa-maría López (segunda citación).-Luis Sánchez Fincias reelama, pordiferencia de sal arios, 827,50 peeete sCrivtido de Simón Martínez (citaciónpersonal).-Rufino Martínez reclama,por varios, 72 pesetas a Rafael Rutz(citación personal).-.Casilda UriandoSan Cristo reclama, por horas extra-ordinarias, 1.420,85 pesetas a Enriqueta Clavijo (primera citación).-Antonio Arenas Jiménez reelama 500

pesetas, por accidente de trabajo, aFélix Pérez Ríos Hermanos (segun-da citación).

Jurados patronos r Alejandro R.Bermejo y Ricardo Téllez ; SantiagoBlanco, suplente.Jurados obreros ; Eusebio M. Ma-yoral y Laureano Briones ; FermínBlázquez, -suplente.

Número 2.

A das diez: Restituto Cuesta Orte-ga reclama, por horas extraordina-rias, 7.838,80 pesetas a la CompañíaTelefónica (primera citación).

Jurados patronos : Eduardo Lastray José Guinea; Manuel Iglesias, su-plente.

Jurados obreros : Santiago Rebatoy Juan Gálvez ; Emilio Zapatero, su-plente.

Diputación provincialde Madrid

Asamblea de Ayuntamientos de laprovincia de Madrid.

Bajo la presidencia del gobernador,se inauguró la Asamblea de Ayunta-mientes de la provincia de Madrid.

El señor Salazar Alonso expresó susatislacción porque los pueblos de daprovincia habían acudido al llama-miento de la Diputación provincial.

Dijo que la orientación actual den-de a acabar con el caciquismo y ha-cer que los pueblos por si mismosexpongan ante los Poderes públicos surealidad y sus necesidades.

El gobernador señor Palomo, seasocia a las manifestaciones del señorSalazar Alonso, significando cuán era-ta le era la nueva orientación que lospueblos perseguían al buscar solución,a los problemas que les afectan enun ambiente fraternal, sin exclusivis-mo y atentos sólo al bienestar colee-tivo.

Acto continuo el 'Gobernador cedióla presidencia el señor Salazar Alonsoy, dió comienzo la labor de la Asam-blea, aprobándose el regleanento porque asa de regirse, y en virtud delcual la presidirá el de la Diputación,designándoee tres vicepresidentes en-tre los asambleístas de mayor edady tres secretarios de entre los de me-nor edad. Para la preparación de losasuntos objeto de discusión se hannombrado siete Ponencias : la prime-ra es de policía Urbana ; segun-da, Beneficencia y Sanidad; la ter-cera, de Obras muniiopales; la cuar-ta, Fomento; la quinta es la de cul-tura, y la sexta, Hacienda.

La Asamblea proseguirá sus deli-beraciones en el teatro Español.

El homenaje al doctor Marañón.O El doctor Marañón ha dirigido unacarta al presidente de la Comisióngestora, señor Salazar Alonso, expre-sándole su gratitud por el homenajede que se le ha hecho objeto.

Acto conmemorativo en elaniversario de la muerte

de Pablo IglesiasMañana miércoles, a las nueve de

la noche, organizado por el Comitédel Círculo Socialista del Norte, y en

dsu omicilio social, Jerónimo de laQuintana, 2, se celebrará un

a

cto con-mernorativo de la muerte del maestroPablo Iglesias en el que tomarán par-te los camaradas Regina García, Ca-

yetano Redondo, Wenceslao CarrilloTrifón Gómea y Aníbal Sánchez, quepresidirá.

Atentado contrala Telefónica

El director general . de Seguridadtenía noticias de que se preparaban al-gu,nos eatentados contra la Telefónica.A estos efectos dió las oportunas ¿a'-donespara que se estableciera vigilan-cia en determinados lugares.

En la madrugada del sábado algu-nos agentes de la Dirección prestabanvigilancia en el poste establecido en elpaseo de la Florida. A las dos y rae-dia vieron pasar a dos individuos,uno de los cuales llevaba un gran pa-quete. Los agentes, a las órdenes delemisario jefe de la primerabrigada,den Pedro Aparicio, les dieron ei alto.Uno de los individuos intentó dispa-rar contra el señor Aparicio; éste leagarró fuertemente, mientras que elotro individuo se daba a la fuga.

De qué era el paquete.

Los agentes cogieron el paquete,que contenía dos grandes bombas. In-terrogado el detenido, manifestó ha-marse Benigno Rodríguez Santiago,de treinta y un años casado, de oficiotipógrafo. No negó nada; dijo quedeseaba cometer el Atentado .ere vistode que la Compañía Telefónica no da-ha solución al conflicto; de le mismamañera que e/ Siedicato de teléfeníA,tas había ayudado a los tipógrafos,él quería hacerlo con el/os. Manifestóque era anarquista, negándose a darel nenese-e de su acompokinte, comoigualmente a decir si tenía Cómplices.

Benigno Rodríguez ha fletado dete-nido varias veces por diversos delitosde esta índole.

CRUZ, 30, y ESPOZ Y filiNA, 11Única sucursal: CRUZ, 27i111111111111111111111111i111111111111111111111111111111111111111111110

Círculo Socialista de las Ba-rriadas del Puente de Se-

goviaActo oonmemorativo.

Cali motivo del sexto aniversariodel fallecimiento de Pablo Iglesias secelebrará en este Círculo una veladanecrológica mañana miércoles, a lasnueve de la noche, en la que loe con-peñeros Angelita Vázquez y RodolfoObregón darán una conferencia coaltal objeto.

Dado lo interesante del acto, no do-damos asistirá el mayor número detrabajadores:--El Comité.

Gestiones obrerasEl alcalde de Socuéllamos, cama-

rada Cabañero erceinpaseadielle Steher»ta vecinos de dicho pueblo, y el dipu-tado Cabrera, han visitado al mi-nis-ta-o de Justicia para pedirle gee sus-penda el embargo y la subasta de lasfincas de ¡os socios del Sindicato Vi-tivinícola de Socuéllamos Este haprometido llevar hoy sig consejo elasunto.

El domingo en Madrid

Una manifestación

y unas cargasA la salida del mitin comunista que

se celebró el domingo en el teatroF uen case al , varios grupos bajaronpor la calle de este nombre dando gri-tos subversivos, llegando liases la ca-lle de Barceló. ten este lugar tos guar-dias de asalto tuvkean que actuar,siendo recibidos a pedradas por losmanifestantes, obligándoles a dar ve-oías cargas.

Fueron detenidos varios indivi-duos, entre los cuales se encontraba

Manuel Pérez, con domicilio en laCorredera Baja, 47, al que se ocupa-

'esti vadee documentes toessunastas.

NOTICIASLycéum.-Hoy, a las siete, confe-

rencia por Manuel Abril, con el tema«Cetrero se dicen las cosas».Federación Local de Obreros en Ma-dera.-Se convoca a reunión urentea los vocales del Comité paritario dola Madera para mañana, a las nuevede la noche, en la Secretaría 18, peraun asunto de gran interés.

Grupo Sindical Socialista de Alba-ñiles.-Se invita a todas las agrupa-das a que asistan hoy, a las siete dela noche, e la conferencia que dará

Doscientos obreros en paroforzoso, dispuestos a trabajar

O en las fincasSALORINO, 7. (Por

telégrafo.)Doscientos obreros de este pueblo;tres meses en paro forzoso, están dis-puestos a marchar a las fincas enactitud respetuosa para trabajar enellas. Los terratenientes, que de 1.500hectáreas de terreno poseen e400, ne-gátonse anoche a admitirlos, aun te-niendo en sus contratos de arriendouna cláusula que les exige verificar

trabajos forzosos. Desde el 18 del mespasado el gobernador provincial poseeun infceme de la Alcaldía, en el queeoneten kas obstrucciones hechas porlos propietarios, que se niegan asodución clei conflicto.

Ante ean grave situación procedeque d Ministro de la Gobernación

~r bealees urgentemente ta situacióndificilisime.-Presidente Sociedadobrera.

El seguro de Maternidad

Hoy Martes, a les siete de la tarde,se tibiará tti Círculo Socialistade Buenavista, Cartagena, 87, un actopúblico de divulgación del seguro deMaternidad, en el que intervendránElvira lglesias, por la Agrupación deMatronas; Luz García, por las Obre-ras de la Aguja i Matilde Huici, de laAgrupación Socialista y abogada, y

Guellermo López Ruiz, que presidirá.

pURBANTE DELICIOSO PARA NIÑOS

15cén-ti-

mos.

EXPULSA LOMBRICES

11111111111111111111111111t11111111111111111111111111111111111111111111;

Comité Paritario Inter-localdel Comercio de artículos deUso y Vestido de Madrid

O Este Corneé hace saber& públicet,y partieulartnente al cornercio al-ticukr, de USO y vestido, que poractreedo del mismo la fieete pactadahoy se traslada a la que el Gobiernoacuerde con motivo de la promesa deljefe del Estado, cuyo día será consi-derado corno fiesta completa.

1111111l1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111

Ccmpeñía TelefónicaNacional de EspañaCAPITAL DESEMBOLSADO: 500

MILLONES DE PESETAS

Avenida de Pi y Margall, 2.-Madrid.El Consejo de administración de

esta Sociedad acoreó repartir a lespeseedoses de acciones ordinaria; ya cuenta de la participación que pue-da corresponderles por el ejercicio so-cial de mi, Un dividendo del 6 porroo del valor nominal de dichas ac-ciones, con eeducción de los inspires-tos, o sea 26,88 por acción.

Este dividendo se hará efectivo,O

contra el cupón número 5, con te-cha 31 del corriente mes, en 19$ esta-blechnientos bancarios que a conti-nuación se Indican:

Banco Hispano Americano.Banco Urquijo.Banco de Bilbao.

Banco Hispano Colonial.Banca Marsá, S. A.

S. A. Arnús Garí.Banco Urquijo Catalán.Banco Herrero.

Banco Guipuzcoano.Banco Mercantil.Banco Pastor.

Madrid, 5 de diciembre de 1931.-ico Rico,consejero-secretario-director general.

La falta de espacio nos impide co-mentar el encuentro que el domingojugaron el Madrid y el Iberia. Porotra parte, fué un juego de tan ínfi-ma calidad el desarrollado por ambaspartes, que no merece más que unaslíneas.

El Iberia. desaprovechó la ocasiónque se le se-sentó para, por lo me-nos, empatar y con ello clasificarseen el torneo.

Venció difícilmente el Madrid por2.1; los tantos los marcaron Bestity Eugenio, y Tomás, el de los ara-goneses.

Arbitró bien el señor HernándezAreces.

Los equipos formaron así:Madrid: Vidal; Torregrosa, Quesa-

da ; Ginés, Bonet, Peña; Lazcano,Prats, Bestit, Ateca y Eugenio.

Osés; Chacartegui 1, Cha-cartegul II; Tomás, Epelde, Salas;Rolloso, Zorrozúa, Anduiza, Zorro-ida II y Almandor.

Resultaron lesionados Tomás, Eu-genio y Bestit; éste no pudo jugarcasi todo el segundo tiempo.

SAINII Parches rápidosContra el calor.

Valladolid, 1; Nacional, O.

Los madrileños fueron derrotadosen Valladolid por el titular por lamínima diferencia. El tanto del triun-fo tué conseguido a causa de penalty.

Con los resultados de Madrid yValladolid, queda virtualmente deci-dido el campeonato, clasificándose elMadrid, Athlétic, Nacional y Vallado-lid, y eliminados, el Iberia y el Cas-tilla, ya que el partido que queda arenos últimos equipos por jugar nodecide nada.

Si el Nacional vence al Madrid eldomingo próximo, quedará subcam-

Estreno de «Claro de luna» en Rialto.Siempre tuvieron partido entre las

damas los hombres valientes. La re-gla general no podía, sin duda, tole-rar excepciones ni en el cine, ni entrelas princesas. Así, «Claro de luna»,la pelíeula estrenada anoche en Rial-

Un suntuoso cine

¿Y "EL CANTOR

DESCONOCIDO?"EL MEJOR FILM D E LA OSSO

t 'o, tiene su galán apuesto et , bravo ysu princesa ,eparnorada. quo estosdoe elementes de primera fuerza paraun público cele no quiere complicado-nes-y ¿por qué no ha de teher ra-eón ?-poco importa que las aventu-ras y las esceitas que vemos 'sean máso menos verosímiles. El secreto estáen divertirse. Y el film de la Metrotiene bastantes situaciones cómicas, y,sobre todo, números de música admierablemente cantados por LawrenceTibbet y Grace Moore.

«Claro de luna» termina corno I té..'dos gusta: con la vuelta del héroe,triunfante de sus enertaigos--porqüetambién hay su poquito de guerra.--y,triunfante de su rival. Cae en' losbrazos de su adorada, y suponemosque, como en los cuentos, fueron fe-lices y tuvieron muchós hijos.

Por eso el público mostró su agra-do con nutridos aplausos.

DERMAX

LARA

Día de la Concepción, día clásicode teatro. En Lara, tarde y noche,VIVIR DE ILUSIONES.

peón con ir puntos, pues el Athlétictiene ro.

El campeonato en provincias,Cataluña: Español, 4; Júpiter, o.

Cataluña, 1; Badalona, 3,1 Palafru-gell, 4; Sabadell, 2.

Guipúzcoa-Aragón-Navarra: Osastena, ; Donostia, e Irún, ; LO.groño, o.

Partidos amistosos.En Sevilla, el Betis venció al Are-

nas Guecho por 5-3.En Valencia, el 'titular empate a

dos con una selección.En La Coruña, el Deportivo empa-

tú a dos con el Athlétic de Bilbao.En Castellón, el (titular derrotó al

Athlétic de Sabadell por 5-t.Y en Palma, el Mallorca al Athle

tic por 2-0.

Madrid-Español, esta tarde.Hoy, martes, en el campo de la

carretera de Chamartín, se jugará,las tres de la tarde, un partido amis-toso entre el Club Deportivo Espa-ñol de Barcelona y el campeen delCentro.

Existe gran expectación por yeeeljuego de los catalanes.

Ciclismo.Se celebró el domingo en Madrid

una carrera ciclista, en la que se dis-putaba el premio Lozano para terce-ras categorías y principiantes.

Venció Ramón Ruiz Trillo, que enbrió los 75 kilómetros de recorrido e,2 h. 42 m., y en segundo y terceroPedro Cuadrado y Ramón Rey,

Pedestrismo.Sobre el recorrido de seis kilórne

tu-os, se disputó el domingo en Medi-id una carrera pedestre, en la quvenció José Reliegos, en t8 ni. lo s.y cuatro quintos. En segundo lugarentró en la meta José Hernández (IPm. r6 s. y un quinto), y en tercero,Ramón Tomé (18 au. ad re y unquinto).

MARIA ISABEL.-6,3o y 10,3o, Lafuga de Bach (dos horas y inediarie n do).

FUENCARRAL. -' (Ricardo Calvo.),4, LA vida es st1efl0.-6,3o, Don Al.varo o La fuerza del sino.--m,3o,La vida es sueño (tres actuacionesdel insuperable Ricardo Calvo).

ESLAVA. - (Compañía de vodevil).A las 6,30 y 10,30, No hay quienengañe a Antonieta (éxito clamo-

roso). MARTIN.--6,15, rt país de kis ton-tos y La sal por arroba» exita-zos 9-10,30, 1Telón ¡ Telón! .y Le sal por arrobas e éxitos cla-moroeísirnos !) (Butacas, tarde ynoche, 3 Pesetas.)

CERVANTES.- (Revistas BlanquitaPozas.) A las 6,3o y 10,30, El hue-

O VO de Colón (éxito delirante).

PAVON.-(Complefe revistas de Ce-hin Gárnez.) 6,30 (i excepcional!),Las Leandras. - meto( el éxitocumbre!), ,Lae'Letindrae.

ROMEA-Hoy, martes, a las 6,3o yLas privas (éxito bombo°.

MARAVILLAS, -ú,30 v 10 ,301 Pro-grama de variedades. Despedida CasCustex y beneficio de Conchita Pieuer. lastito de Tina de largue, Lo-lita Astolfi y caree atracciones. (Butacas, a 2 pesetasj

CIRCO D E PRICEbelIndas 250 lloras.

CINE DE LA OPERA (antes Rea'Cinema). - (Butaca, dos pesetas.)6.30 y 10,30, Inspiración (por Gre-ta Garbo).

PALACIO DE LA PRENSA.- (Bu.taca, tres pesetas), 6,3o y 10,3o,Mareasv El otro yo.

CINE GENOVA.- (Butaca, 1,50.)eineercsay 10,30, Nosferatu y La taque

MONUMENTAL CINEMA.--(Bute.ca, 1,55 pesetas) 6 y 20,30, El mi-llón.

CINE MADRID.-Alee 6,30 y10,30, La ciudad del Placer (PaulRichter y Renée Heribel), No men-tirás (Lily Damita y Wlachter Gai-clarow).

LATINA,. - (Cine sonoro.) 4,30 y6,30 tarde, to,r5 noche, Se necesitaun cadáver (divertidisima; StanLaurel y Oliver Hardy), Hay quecasar al príncipe (hablada y can-tada en castellano, por José elójieca, Conchita Montenegro y MiguelLigero; últimos derS) y otras. Jueeves, El cadáver viviente (Roderación), porelerhn Gilbert.RIALTO.- (Ouiou.) 4, 6,3o, 10,3o,Claro de haba.

CINE SAN CARLOS. - (Teléfono72827.) A las 4, 6,30 y to,3o, granácrata de Buxter Reaten (leamplinas) en su colosal éxito de risa,PobreTenorio (film Metro Goldwyr:Mayer).

CINE TETUAN.- A las 4. 6,30 79,45 (butaca, 0,40), Amor entre mi-PEREZ G

ALDOS.-A las 5 7.illNeEnarpioEsil.

CINE Justicia, Malas compañías Y

otras.FRONTON JAI-ALAI (Alfonso Xl.

'Teléfono 16066). - A las 4 tarde(especial). Tres enormes partidos.Primero (a remonte), lrigoyen y

O Berolegui contra Ostolaza e Itu-rain. Segundo (a cesta-punta), Uri-zar v Trecet contra Se.gundínAguinaga. Se clara un tercero.

EL SOCIALISTA.--Apartado 10.026.

OBRAS DE HILDEGART«El problema eugénico» «La limitación de la prole» «Educación sexual» «Sexo y amor» «Revolución sexual» El problema sexual tratado por

una mujer espanola» «Rebeldía sexual de la juven-

tud,' eProfilaxis anticoncepcional»

1.11111111111i11111111/111111ifal111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111i111111

DEL AYUNTAMIENTO

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EL DISCURSO DEL SEÑOR ORTEGAY GASSET EN EL CINE DE LA OPERA

LOS ACTOS POLÍTICOSIN=

aptitud para 'la política más difícil,que es la política quirúrgica, y queno podrá dar todo su rendimiento alpaís 'si no acude a colaborar en ungran partido de rigurosa disciplina,como el que yo he venido aquí a pos-trillar. Hay también alguna persona-lidad, hoy señera, todo brío y nervio,en quien todos ven una admirable vo-cación de político, y a quien tantodebe la República, que sólo con ras-paree los residuos de su vocabularioextemporáneamente derechista, incom-patible can su temperamento y el es-tilo actual de su figura, podría desta-car- sobre el fondo de este partido ycuajar en gran gobernante. (Ovación,que se hace extensiva a don MiguelMaura, que •ocupa uno de los palcos.)Piensen, lea digo, que la obra por ha-cer es ingente, y tiene (we sera) tam-bién ea instrumento ; se trata de to-mar a la República en la mano paraque sirva de cincel con el cual labrarla estatua de esta nueva España, pa-ra urdir la nueva nación, no sólo ensus líneas e hilos mayores, sino en elamoroso detalle de cada villa y de ca-da aldea. Se trata, señores, de innu-merables cosas egregias que podría-mos hacer juntos y que se resumentodas ellas en esto : Organizar la ale-gría de la República española. (Gran-de y prolongada ovación.)

El domingo pronunció su anuncia-da conferencia el señas Ortega y Gas-set. Como el discurso se considerabade gran importancia, el local, desdemucho antes de llegar el orador, esta-.ba completamente lleno. Comenzó elseñor Ortega y Gasset diciendo -quehabiéndose quedado establecida juradicainerite España, era menester ve-rificar un balance de lo hecho en sie-te meses de Gobierno republicano.

Van transcurridos siete meses—di-jo—de vida republicana y-es hora yade hacer un primer balance y algunascosas más que un balance. Duranteesos siete meses 'la República ha- as-ta.do entregada a unos cuentes gruposde personas :que han heseho de ella,libérrimamente; lo que lee recomen-daba su espontánea irispiración. Te-nían derecho a ello ;pesque fueron doavanzada del movimiento republica-no en la hora de máxima peligro. Erajusto que los demás quedásemos - per

estorbar, más aún, formando un carne rue del Estado, una . libe, It ' .1( .1 71 delel pronto a la veras prucurando no

'110Slo defensiao dentro del <eral 'eses- /Ione Poder público, detentad)tires, sobre los cuales el destino be- C kW il. t°5 aruPas•bía hecho caer la tranienale carga de Sin embargo, ápenas sobrevenido suenseñar a una República recien nece trienio, eamienza ya,a falsears'a. A

República radical cambio ea 'In for-

da sus primeros pasos, pudiesen ay-..tuar con plena holgura, con plenacalina. Lo único que además podioexigirles era que si desde el principiojuzgábamos • algo erróneos 'ésos pri-meros pases, _cuajásemos de expresarnuestra discrepancia' en 'ferina mesa-rada y cordial.

Era, seaures, de superior ,rurwai-cia-,:que, lo- antes posible, - existieseuna ley, una figura de Estado, más amenos imperfecto, que permitiesedar . la ;vida política normal, y ata 'urgencia convenía supeditar todalo demás. Pero esa ley, la Constitu,ción, existe ya; hay 'ya un Esta-do, y ahora nuestro -deber 'cambiade signo y nos impele precisamentea, lo contrario que 'hasta aquí. Ahoraes preciso que cada cual diga clara-mente lo que piensa sobre la situa-ción histórica de nuestro país, que de-clare su opinión sobre el Momentocomo ha sido planteada la eada.repu-blicana.: Cuando la Malaria - de un pueblemarcha ya labre caerles añejos, só-lidamente Meta/adosa .pueden impu-nemente el ladiaiauci o el garepo conecederseun margen de distracdón yaitinde frivolidad en la cunduataa pensan-do que sus actos públicos rice tendrá/1consecuencias ni muy impertantel .niMtly graves ; pero en una 'hora comoésta, en que nace para España Menuevo destino, cuando lo estatuido esaún tan tierno, tan débil, que no po-demos apoyarnos en ello, sine que,al revés, el Estado tiene , qúe ser 'sosatenido y alimentado por •nuestnes pro-pios actos, es preciso que ceda unode éstos, llos míos como los vuestros,vayan inspiradas por un sentid? 'casipatético de responsabilidad.

La- ocasión es magnífica para ha-cer de España un pueblo de vida con-tenta y plenaria, respetado por todoslos extraños. ¿No es una enorme pe-na que se desvirtúe esta ocasión paradejar que triunfen las pequeñeces, lasmantas, las palabree hueras y, sobretodo, la angostura de visión Listó-rica

Es evidente que algo de esto estáaconteciendo. Si se compara la Re-pública en su nathidad con el anemente que ahora la rodea, el balancearroja una pérdida. Nació esta Repu-blica en forma tan ejemplar, que pro-dujo la respetuosa sorpresa de lodoel rniendo, por ser un caso -insólito yen vidiable.' Lo que no se comprende es quehabiendo sobrevenidele -República con-tante plenitud y tan poca discordia,sin apenas heridas ni Apenas dolores,hayan bastado siete'. meses- para queempiece a cundir por el país desazón,descontento, desánimo, en suma, tris-teza. ¿Por qué ,nos han hecho unaRepública triste y agrio ?, o, mejordicho, ¿por qué . pos l'han hecho unavida agria y triste bajo la joven . coas-telacian de una República naciente?

. •No voy a acusar a nadie. Cenar-bea esos hombres cme hoy dirigen lavida pública española, y se que lapolítica peninsular no ha encontradonunca un tesoro mayor de buena ley de sacrificio. Lo que pasa es que s'eha cometido un amplio error en elmodo de plantear la vida republicana.

Cuando preparaban la revoluciónlos hombres que han aparecido alfrente de la República, veían, conplena claridad, lo que ésta tenía queser durante la primera etapa de Suhistoria, durante el tiempo de su con-solidación. La República que ahoratriunfe, decían—notad bien, lo decíanellos entonces, no lo digo yo ahora--,la República que ahora triunfe tieneque ser una República conservadora,una República burguesa. Algún mi-nistro recordará los atronadoresaplausos que estas .palabras, pronun-ciadas lar él; dilpainban én'el audi-torio; pero yo aproveché la partieraocasión que se me ofrecía para hacernotar que arabas expresiones eran po-co felices.

¿Conservadora? Señores, hablemosun poco .en serio, libertándonos de latiranía que sebre nuestras mentesejercen las palabras, las denerninacio-nes. ¿Hay hoa. en roda la anchuradel mundo movimiento algeno de di-menakines apreciables qpe pueda ca-lificarse de conservador, de auténtica-mente conservadora Podrá este o.elotro individuo, en el secreto de 'sutemperamento, allá eh laintimidad desus nostalgias, ser conservador; perohoy no es,. posible:, ere, paree algunauna política conservadora. Los proble-mas que encuéntra'ante . si hoy. el Es-tado son da tal gravedad y profundi-dad, que ningún pretérito -puede lee-ya de norma aara,atacarlos.

Pero menos afortunada me parecetodavía la otra eexpinsiónRepública burguesa! ;Como si no consistie-se la máxima peculiaridad de nues-tra 'histeria 'en la relativa 'inexisten-cia, por lo menos, en la anormal de-bilidad de la burguesía en esta pen-ínsula!

Para no desorientarnos, evitemos,pues, hablar de política conservadoray de política burguesa; pero si yerechazo ambas fórmulas en cuantaque pretendas' tener un significadepreciso, reconozco, en cambie, quecuanda 'fueron -pronunciadas en lahora ,:de preparar la; revolución losque las emitían querían decir ron ellesotra cosa mucho más certera.'y correpletamente :oportuna; ésta,. 'sencilla-,menta ésta: Que la República, cherente su primera etapa, debía ser sólo

.Ricos y pedigüeños

•Ilicos y pedigüeños, que lo uno noMata a lo otro, son :los profesionalesde la religión católica, que en venade mendicantes salen donenicalmenteen Strl templos.

Ante la próxima supresión del pre-supuesto del clero han organizado abombo y platillos innumerables colec-tas para el cielo y los altares, y depaso para , sus faltriquenas, que ya co-mienzan a quebrantarse al anunciodel cesen. La Iglesia, la instituciónmás rica y suntuosa del orbe, nosiente escrúpulos de esquilar a susovejas españolas, ignaras y pobres.

.Ricos y pedigüeños, y váyase elcontraste por el otro, tan frecuenteaquí, de los trabajadores, pobres desolemnidad, que no piden ni aun lasuyo e irrenunciable. El resultado delas primeras salidas que han hecholos sacerdotes en busca de la caridadde sus fieles no ha podido ser másdesastroso. Como per encanto cesanfulminantemente las obras subvencio-nadas por el Estado y en las colectasno sacan ni para cera. Los que «tra-bajan» en los altares vendrán prontoa engrosar las filas de los parados,y la burguesía contará con un nuevoy formidable enemigo. Porque la do-recta suele gastarlas así nada másque se le toca a lo que cree suyo. Re-cordemos que no 'hace mucho los va-liosos- seminaristas de Pontevedra se

pusieron los- angelitos a dar vivas alcomunismo; total, porque era de ma-a calidad la comida que les echabanHabrá que oírles cuando la Españaatea Ins tenga una temporadita enégimen de dieta rigurosa. La ceraendita, se va a convertir en antorchasajas.El camarada Indalecio Prieto, en

u -vibrante e inconmensurable discur-o del domingo, a propósito de la con-esión del voto femenino, dió un gritoe guerra contra el clericalismo. Es

obvia la razón de que nes parezcasiempre oportuno resucitar la frase deGambetta :1 clericalismo, he ahíel enemigo.» Pero ya no es como an-tes : una espada con la punta. en lassesenta y cuatro direcciones de la ro-sa Ad lpee n aoss vientos.

Estado ha dejado sola ala Iglesia, ea no puede ni tenerse enpie. Y eso que, si las Cortes no loremedian, aún se llevarán más de cienmillones de la . República.

Tenemos fe también en cuanto serefiere a las mujeres españolas. Aéstas les curas no les sacan ni doscuartos. Lo primero, porque no lostienen ; y luego, porque si los tuvie-ran no harían de ellos tan nefastouso. Y del voto también sabe la m'u-jea- que si se lo diera a la Iglesia,precisamente a la postre le costaría~oh° más de loe ›elee cuidaos.

El si de Moloch Entre los políticos de ahora, tanto

entre les que lo' son por impuLso ra-cial y temperamental como entre losfilósofos metidos a políticos, ea hapuesto de' Media "aequerir amorbea-mente al rancio capitalismo españolpara que coadyuve a dar tono y sen-tido u la República. ',

Hasta hoy, los pretendientes al ás-pero Moloch no han sido muy afor-timados en su 'empresa. Maura, quefijé priniero, a no ser por su 'bríoy juventud, hubiera sacado una impresión pesimista. El domingo, el se-ñor Ortega y Gasset, él mismo, nomuy convencido de la eficacia de sullamada, golpeó en el alkázar acanti-lado.

La verdad es que -lo que se prerten-tan en pugna con su idiosincrasia tre-de de la burguesía española es algodicional, que explica todas las resis-tencias. Se le pide 'una convivenciacan el trabajo a estilo europeo y mo-derno, y esto, que no extrañaría a na-die fuera de aquí, se des antoja aellos como un acontecimiento sísmicoque ha dejado en 'mantillas a la revo-lución rusa. Eso es lo que puede juz-garse a la vista de su prisa local enponerse a salvo de no sabernos quéima4ginarios peligros.

Y, sin embargo, hay que resignar-se a lo que tenía que venir y ya notiene remedio. Lo cual no es mucho,en razón de Derecho, y bien poco paralo que debía ser.

La mayoría del capitalismo españoltiene el alma de cacique y el corazónde contrabandista. El núcleo tuesteque hace guerra a la República yahoga industrias y exporta capitalestiene por motivo directo la simple im-pregnación de 'humanismo que ha su-frido el Estado.

Por ao demás, no tenemos muchaconfianza en que tengan éxito excita-ciones de la naturaleza de las hechaspor el joven político y por el elegan-te filósofo.

El capitalismo español' es así : unMoloch auténtico y anacrónico, ence-rrado en torre acantilada, crecido enla complaciente moral monárquica ypara el que no cuentan las transforma-ciones sociales del siglo. Y es claroque si es así, así como a taahay quetratarlo.

Dimes y diretes

Apostilla a un discurso

Idea de un partidonacional

Hace uniis dote añal ., miesti,o com-pañero Araquistain escribió • las linealque a continuación reproducimos. Pri-trilro'fuerOn recagidas en su libró Es-paña en el crisdis y después enocaso de un 'eagirben, del mismo au-tor. Como* puede verse la idea de un.partido nacional,. lanzarla por don Jo-sé Ortega y 'Gasset en su conferenciadel domingo, no ha . sido ,ajena al pen-samiento de algunos socialistas espa-ñoles. Sólo que 'esa' idea 'dé nuestroscamaradas es, a nuestro juicio, la tinaca viable, Hopee en vez de quererj'evado nacional; que abserba a lo:dos, incluso al nuestro, ,como preten-do el señor Ortega y Gasset, nosotrossólo lo vemos como complemento. delPartido Socialista y en el. sentido es-tricto que ezpre.san, las lineas siguien-tes:

•l ¿Qt.ié: fuerzas son das tale se es,

bozan horizonte corno puntosdé aparo pa tuna 'una reorganizaciónde los pertides.politicers'españoles?No preguatemes, claro es, per prosgramas,,casi ' sientpre. letra muerta,eine qm., direcciones, ideales. ¿ Quépartidos son , posibles ep España,capaces .de, un contenido ideológicao, emotivo que eleve y aaa a loshombres ,por eneinia scie: sus enco-'nos ;y. epetenaias , persorailes a Unode estos pertieloseexisse ye a tieneblea echados sus eimientoseycrecinaehae y. sir 'eficacia son: obradel aiampte aEs ael Partido Socialis-ta. Los hombres que componen es-te paetldo no' son mejores' . ni peoresque los demás. Lo que los diferen-cia de los otros .es la común tarea,el propósito « colectivo, superior alas discrepancias individuales. ElSocialismo, piar encima de susmiembros, incluao por encima derUS programas, demasiado limita-dos en ilación con su esencia es-saritual, tiene por objeto un pro-blema infinito de justicia: que to-do hombre—como quería Kant-sea un' fin ea sí, como si -todouniverso convergiera aeleológices-mente en él, • y' no un simple ins-trumento explotable en provechode los demás: De ahí su fuerza, sucoherencia, sus posibilidades dedominio. El. Socialismo es un ejede ideas; y en torno no hay másque, intereses egoístas o pequeñasvanidades. .

El Socialismo, sustaneialmenae,no es sino una clintMua experien-cia del espíritu humano: un retareno a lo elemental por entre la ma-raña de las desviaciones históri-cas. Este proceso se da perls5dica-menteeet a•rte, en ciencia, en reli-gión . en . justicia social. El hombrese deja llevar de su animalidad,egoísmo o pereza, y pierde su es.plritu en construcciones puramen-ala mecánicas o -pétreas. Entoncesvuelve a buscarlo -e inventa el cris-tianismo y el Renacimiento, la Re.«terma y- el n romanticismo, él:criti-cismo filosófico y la •Declaraciónda los Derechos del Hombre, y enla epoca actual el impresionismoen atte, .el intuicionismo era cono-ciarlieribaa y el Socialismo en .pOlíti.ca D tiemppaeu •laespi-ritu humano »ene a bescarsef a símismo, que es Como buscar le ver-ded. El Socialismo, en esencia, nohace sino reproducir, modernizan-dola, completándola con la expe-•iaracia ' adquirida, la teoría cristia-na de que hados los hombres na-cen iguales, repetida más tarde enr7e6 por loa punitanoe del nortede América en .su ,Declaración deI udependencieny . transcrita casi li-teralmente en la Declaración delos Derechos del: Hombre por laAsarnbka. Nacional de Francia. Lotarrico que '.varfa, en el SocialismoModerno es que la propiedad de losinstrumentos de producción y cam-bió debe ser colectiva en vez deprivada, , es decir, . que' no habráigualdad efectiva de . nacimiento nide posibilidades vitales para el in-dividuo mientras los medios detrabajo—ase:tierra, las máquinas, elcapital-eco sean propiedad común.Esta originalidad del' Socialismo,este retorno al origen ideal de lassociedades- Mimarlas, es su fuerzade creacido y organización. Cogecuanto hay de humanidad en dhombre y ,asp.ira., a reglizarlo en ca-da _individuo deterMinaelo. El

Socialismo y como tódo grán movi-miento espirinial,- parte de la ideade húmabidad pare concluir en alindividuo aoacreto y físico, pasan-do. por la 'afición étnica y geográ,-fiÇa. Muchos k han reprochado es-ta direccian de IQ universal y ge-nerico e lo particular y específico,en vez de seguir un proc.eso constrarioe pero en eso está justamen-te su 'grandeza.

Pero . el Socialismo no excluyeel proceso inverso, Hay 'hombreselle no sientée la emoción del hom-bre, :y, en cambio, sienten profun-damente la enataMin, del. ciudadano.Hay españoles a quienes no les im-porta' la suerte del español comohombre, romo objeto 'de • injusticiay crueldad por parte de los otrosesrpadokS .,, , pe; sí les importsehesuerte del español como . catégorlsnacionah. Para estós hombres. ape-nas queda en un Partido So-cialista stil'a'ititacitan. y. función .esetán arí un gran Oartidocianea Hay_ bol-phi-ea a quienes nópreocupa que . un hombre sea ,anparia; pero les duele etre sea, co-mo 01 español, 'un 'ciudadano dtetrira o cuarta alase. Esta ema-clan nacional podría ser, en

España como lo ha sido y lo es enot sos. países, la base de un granpartido. La emoción religiosa, Idexamoithe militar, *Moción oca.

El día to de los corrientes se ponea la venta el número extraordinariode nuestro periódico RENOVACION,dedicado al aniversario de la muertedel «abuelo». Dada la importancia dela feohe y lo Interesante del mencio-nado número extraordinario, este Co-mité no ha dudada en duplicar la ti-rada de ejemplares que para la eac-cían de Madrid viene encargando, enla seguridad de que todos los jóvenessocialistas habrán de acudir el pró-ximo día ro, a las siete de la tarde ala Secretaría 16 de la Casa del Pueblo,para hacerse cargo de los ejemplarescorrespondientes y propagarlos por to-do Madrid con el entusiasmo acostum-brado.

Al mismo tiempo se recuerda a losjóvenes el compromiso que tienen con-traído con el Consejo de administra-ción de la Casa del Pueblo de ven-der las papeletas para la rifa de uncuadro a beneficio de los obreros pa-rados e invita a todos para que pa-sen por esta Secretaría número 16 arecoger los tacos de papeletas todoslos días, a las siete y media de latarde.—El Comité.

El señor Lerroux en Madrid

Una conferencia conel jefe del GobiernoCano saben nuestros sectores, el

domingo llegó a Madrid, procedentede París, el señor Lerroux.

Ayer, a primera hora de La tarde,acudió al domicilio de don Alejandro eljefe del Gobierno, señor Azaña. Am-b o s permanecieron confewenciandomás de hora y mecha.

Al abandonar el domicilio del señorLerroux el presidente del Consejo,aquél recibió a los • periodistas, y ales preguntas de, éstos. para que ex-pusiera sus impresianes, el señor Le-rroux conteste:

--Hasta que Ileguéaa lit fronterahe podido hacer, declaraciones ; peroacede tal punto acá estoy bajo laautoridad del presidente del Consejoy del de la República, cuando lo ha-

lya, y no puedo hablar ni una sala pa-abra ni exponer ninguna impresión.El presidente ha tenido la amabili-dad de venir a .•visitarme, y me hainterino:le de todo o. ocurrido duranteMi ausencia.' ----La conversación ha sido lar-

ga?-earguyó un periodista,—Naturalmente. , , El señor Azaña

me ha tenida que informar de nume-rosas- cuesta:mes' e incluso corno titu-lar del ministerio de- Estado -que hasido durante mi ausencia. .

.¿Tiene 'catea. algo qué añadir alas declaraciones que ',publicaba laprensa :ae ayer?--pregunta otro re-portero.

—De acuerda con lo que les he di-cho al principio,. yo no puedo ni de-

• o añadir una sola palabra. La tie-nen el presidente del Consejo y, enlo futuro, el de la República.

Preguntado sobre el problema chi-nojapopés, -.manifestó el señor Le-rroux que no se puede ocultar queatraviesa por un momento difícil, pe-ro que el Consejo de la Sociedad delas Naciones confía en que así comose ha encontrado una fórmula teóri-ca de armonía sea ta.coble llevarla ala práctica. .

Alegría y tristezade la República

Agobios de espacio nos impiden darintegramente el texto del discureo queel domingo pronunció el ilustre donJosé Ortega y Gasset, para el cualtenemos una eedmiracian tan grandecomo merece su jerarquía intelectual.Esa admiración no nos estorba, sinembargo, para -mostrar nuestra dis-conformidad consto esencial de su dis-curso, del cual esperamos poco o nin-gún resultado práctico. Recta en suintención, la posición del' señor Or-tega y Gasset se nos antoja excesi-vamente Yaga para que pueda cuajaren realidades concretas. Nos explica-mos que un hombre como él, en lasazón de una vida entregada de llenoal puro ejercicio intelectual, no acier-te a descender al terreno de la polí-tica en su acepción usual y activa yhasta' que sienta cierta incompatibili-dad con el juego encontrado de lospartidos políticos. Pero la política eseso. Son los partidos quienes ,la ani-man y le dan vigor a través de susprogramas y definiciones ideológicas.Por eso tenemos pocas esperanzas enuli partido—suma de partidos y ten-dencias, mejor dicho — como el quepropugna, al parecer, el señor Or-tega y Gasset; intento que, por oteaparte, y sin que lo inspiraren, cierta-mente, la generosidasi yl buen propó-sito, que en esta ocasión son evideratea, ha tenida ya sus antecedentesestériles.

Trata el señor Ortega y Gasset deorganizar lo que está desorganizado.Nos parece bien. Pero una fuerza po-lítica sólo se organiza en torno a unafinalidad bien acusada y siguiendo unatrayectoria trazada de antemano. ¿Entorno a qué objeto pretende el señorOrtega y Gasset crear ese partido enperspectivas? De su discurso no lodeducimos. Ni sabemos qué maticesideológicos han de ser los suyos. Eneste punto es donde apreciamos esavaguedad a que ah os antes. Nobasta decir—aunque se diga con pala-bra tan bella como la de nuestro filó-sofo—que hay que organizar la ale-gría de la República.

imer Es menester

que se nos diga pro qué es laalegría, y después cómo se organiza.Ni basta con que se nos diga quela República española se ha tornadotriste, si no se nos aclara al mismotiempo el cateo y el porqué de latristeza. Todo esto eohanios de menosen el 'discurso de don José Ortega yGasset.

Fué injusto el señor Ortega—sin•proponérselo—al examinar la obra lle-vada a cabo por los hombres que has-ta hoy han gobernado a la Repúbli-ca; injusto también con los partidosque hicieron da revolución, los cualeshan sabido poner en todo instante porencima de su interés particular eseinterés nacional que tiene en don Jo-sé Ortega y Gasset tan elocuente ysincero defensor. Repase el señor Or-tega lo ocurrido en las Cortes, y veráque la intransigencia apenas si hatenido allí cabida. Nosotros, los so-cialistas, que pudimos serio. más quenadie, nos sabemos liares de culpaen ese aspecto. Dentro de la Repú-blica, la intransigencia está, en todocaso, como lo estuvo durante la mo-narquía, en quienes voluntariamentese han declarado enemigos del régi-men nuevo, más o menos encubierta-mente. ¿ Es a ésos a quienes llama aun lado el señor Ortega y Gasset conla esperanza de una rectificación deconducta? Generoso enipeño; mas,

opor generos, llamado a naufragar enel vacío. Ya lo verá sin tardar el se-ñor Ortega y Gasset, fórmese o noese partido nacional, al que trata dedar calor con el prestigio de su figura.

Otros argumentos podríamos opo-ner a los expuestos por don José Or-tega y Gasset. Queden, sin embargo,para otra ocasión si hav lugar a ello.No hemos pretendido hacer una crí-tica 'minuciosa de su discurso del do-mingo, sino solamente sentar, en lí-neas

- amplias, las discrepancias que

nos separan de la actitud que adoptael señor Ortega y Gasset y l'as 'difi-cultades que S.emos para el buen logrode su propósito si éste ha de seguirsu inspiración. Mucho nos tememosque esa inspiración no ha de dar fru-to o, lo que sería peor, que los fru

le-

tos sean tas que el señor Ortega yGasset se cc dado, oblig

azarlos. el pri-

mero, a red:

gentes atropelladas les pareció pocoel cambio. de régimen, y en cambioles . parecía mucho media docena dereformas 'verbalistas que,habían cap-turadd iilos archivos de' una remotademocracia.

En España', desde el golpe de Sa-"gunto, el Poder eatába detentado poruna ,minoría que representaba unaphritei'lliereallemente 'débil de la na-ckm. Una especie de Socieded de so--carros mutuos formada por ' los altoscapitaleseel ejército, la aristaeracia yla lglesia,, ;' ¿Cómo iban . a marchar así bien lascosas? 154 Estado contemporáneo.exi-ge una constante y, omnímoda .cola-horaden de todos sus Mdividuos, yeste no por razones de -justicia polí-tica, sino por ineludible forzosiclad.Las necesidades del Estado actual sonde'tal•cuantía y tan varias; qunnece-sita la permanente prestación de tedossu1, Miembros,. y por eso, :en la .ac-trallidad, gobernar es contar. con to-dos. Por tal necesidad; que inexora-blemente imponen las condiciones dela vida moderna; Estado y aación tie-nen que estar fundidos y en ano; estafusian se llama democracia.- Es decir,que la. dernocrada sha dejado de seruna teoría -y un ccedo político queunes cuantos agitan para convertirseen la anatomía inevitable dala épocaactual. Por tantG, el; inútil ,discutirsobre ella; la democracia es el pre-sente,' no es que en el. presente hayadernacratas. (ApLausos.)..

Pues bien; señores,. la Repúblicasignifica nada 'menos que la posibili-dad.de nacionalizar el Poder público,de fundirlo.con la nación, de que nues-tro suelo vaque libremente a su des-tino, de dejarle «fase da se»,„.que.seorganice a su gusto, que elija, su ca-mino sobre el área imprevisible delfuturo, que viva a su modo y segúnsu interna inspiración., La composición' del Gobierno pro-

visional era un documento de carney hueso que acreditaba y simbolizabael carácter nacional y no particular opartidista del cambio de régimen. Eranatural que existiesen elementos dis-puestes . 'a. 'tergiversar ''sat sentido ypretender que eran ellos quienes ha-bían traalo la República, y en conse-cuencia, que la República había ve-nido en beneficio de ellos. El Gobier-no no debió tolerar ni un minuto estefalseamiento del gran hecao nacional.De esta suerte quedó la República amerced de demendas 'particulares y a'treces' del chantaje que sobre ella qui-Sieraaejercer cualquier elemento dís-colo, "es decir, que se esfumó la su-premacía del .Estado frente a todo par-tidismo. '

Por . fortuna, el daño no ha sidoexcesiva, porque existía dentro delGobierno una calidad intelectualmoral en las personas que compen-saba en parte las consecuencias deese error cometido ah plantear la vidarepublicana.

No se hagan por tanto Misiones lasfuerzas antirrepublicanas. Es verdadque estos hombres se han equivocado,pero no pocos de ellos ofrecen .paraEspaña grandes posibilidades de hom-bres de Gobierno.

Mas lo que no queda dudoso, se-ñares, es que es preciso rectificar .elperfil y el tono de la República, ypara ello es menester que surja ungran movimiento político en el país,un partido gigante, .un partido deamplitud nacional.

Como mejor se dibuja este partidoes - en el sistema económico.' De ordi-nario no se ve en la economía másque una pululación de intereses ; in-res del capitalista, del obrero, del co-merciante; pero sobre,ellos hay unarealidad más arreaia, un interés na-cional.

Yo he pedido siempre al PartidoSocialista que enseñase. a -los obrerasque para 'ser ellos menos pobres esmenester que ayuden a hacer una Es-paña más , rica:.

Está, .pues, todo por hacer ; la ta-rea posible es para encender la ilu-sión de todo-el que no sea un inerte,sobre todo Si la República consiguecontaminar a les españoles de entu-siaerao por la técnica. Para esa granobra de enriquecimiento nacional sellama desde aquí a los capitalistas es-pañoles. Pero este llamamiento,' quees hecho con, toda efusión, tiene gireir perfilado con estricta Severidad. Sellama al capitalista para que denoda-damente sirva a la nación. No se le

para pollee un partido al servi-cio del interés particular de la clasecapitalista; se le llama -como una for-ma de rtrabajo, para trabajar en laplenifigación de España. Quede claro,puesamie hoy el capitalista en Españatiene que aprender una disciplina desacrificio ; . pero ,bien., en tvidialo queambien es . menester que se le tran-

quilice sobre el- sentido, emite y feretilidad en ese- su sacrificio. De aquíque sea de extrema urgencia un mag-no proyecto; un plan íntegro de refor-mas en la reo:marida nacional.

Yo no sé si los capitalistas espa-ñoles acudirán a este llamamiento.Confieso • sinceramente que a mí mis-mo me sorprende un poca que tengaque ser hecho.

No . debía ser necesariollamarlos. Loque pasa es que -en España los capi-talistas esaaaaleas . no estén bien aces-tumbredoe. Los .carita istasano tienenademás queja alguna de la Repúbli-

ca..Si 'se dieran tina vtielta,por el pla-neta, 'traerían algo que contar.

El ' rdeesario, además, que a estearan p acudan hombres canana-cos, poilliros. que se hallen dispuestos

todo cobibate. Hay algún grupocomnueeto por hombres excelentes,dirigido por ;persona eme ha dado yapriee'bra de sus dones de mando, de su

Iffilill111111111111111IIIIIR111111111110111111111111111111111111l1111

En el Hotel Nacional

Homenaje al ca-marada BujedaEl domingo, con asistencia de au.

merosos camaradas y amigos, se os.lebró el banquete con que la coloniade Cuenca y los electores de Jaén ob-sequiaban al camarada Jerónimo Bu-joda por sus brillantes intervendremosparlamentarias.

En la mesa presidencial se senta-ron, con el homenajeado

' los carnee

radas Manuel Albar y Margaritaken; don Francisco Barnés, don Je-sús Bujeda, padre del agasajado; elalcalde de Cuenca, don Juan M.Romero, y otros señores.

Se leyeron numerosas adhesiones,entre ellas una muy cordial del ca-marada Luis Araquistain.

Pronunciaron discursos, en tono deadhesión, un representante de laUnión Nacional de Funcionarios Ci-viles y los señores Fontana, CorazónFernández, Valdés, Ruiz, Roda, Alun-so y Ochoa.

Margarita Nelken pronunció bellaefrases en honor a Bujecia, y el com.pañero Albar puso de relieve el valorpositivo que representa en la E.spaaarenaciente.

El vicepresidente del Congreso donFrancisco Barnés habló de la figurade Bujeda en el momento político ac-tual.

Bujeda agradeció el homenaje enun elocuente discurso. Atacó al perió-dico que intenta cubrir de vilipendioa la República y a sus hombree eonel mito del enchufismo, ya que nadiepuede ocupar más de un cargo retri-bu í do oficialmente. Dijo que antetodo, e por encima del prejuicio dela juridicidad, él es revolucionario

' en

cuyo sentido debe plasmarse la Re.pública española.

Fué aplauclidísirno.

GLOSAS -INGENUAS

Usted se ha con-fundido, caballero

Esta República melancólica quenos describía Ortega y Gasset, es-ta República apesadumbrada, quesuspira todas las mañanas y sollo-za todas les noches, que palidece yse desmejora con el crecimiento,¿qué es lo que tiene?

Parece que, biológicamente, laRepública creció de un modo anor-mal. Nació para ser modosita e in-genua y ya se lanza a un ajetreoimpropio de sus años. A veces, sele ocurre el disparate de trabajar,ella tan tierna, tan delicada que noes posible que de sus manos salgaalgo verdaderamente estimable yjuicioso. Don José quisiera 11112República riente, prometedora, unpoco descocada, gue alternara contodos y que entre todos repartierasus gracias. Una deliciosa Repabli.ca que jugara al tenis y se fueraal cine. Don José auiere alegrar ala República, quiere que la Repú-blica sea optimista y ligera, en vaeporosidad juvenil y en gracioso deevan.eo alado. Pero, ¿cómo huir denuestro matiz trágico? ¿ ameabandonar el peculiar dramatismoespañol, que pone en su trayectosria los singulares trofeos del ven-cido entre los arrestos jactanciososdel triunfador? La República ,nosla disputamos todos, la queremostodos y todos estarnos enamoradosde ella con el típico amor pasionalde nuestra raza; es decir, paradisfrutarla con el carácter de ex-clusiva. Los que afirman que la.República debe ser para todos loaespañoles es porque aspiran, no aposeer a la República y entregarlae_ todos, sino ganar a todos parala República.

Algo de esto se propone tambiénel señor Ortega y Gasset. Por halnoches, a altas horas de la medro,*gada, cuando el señor Ortega aGasset, en la soledad de su despeecho, labora incansablemente, pare..ció escuchar el desgarro angustio-so de un 'sollozo. Era la Repúblicaque lloraba. A la puerta de su ca-sa, aterida de frío, apuñalada pot!inmensos dolores, la Repúblicamantuvo entrecortados y amargoediálogos con don José. La Repú-blica estaba inconsolable. Despuésde muchos lamentos, después daCierto extraño desvarío, probable..mente originado por la escasa ali-mentación, la República parecióquejarse del desvío capitalista.

—Me dejan sola, me abandonartentre esta triste gente, demasiadosombría y demasiado amargadapor la penuria.

Si no la hubiera escuchado unhombre de un temple tan extraor-dinario como el señor Ortega yGasset, ya sabemos cómo hubieraterminado el diálogo, porque yasabemos que así comienzan todoslos diálogos que preceden a unaaventura. Sin embatgo, el señorOrtega y Gasset se sintió generosa

salió en busca de los que habíanhuido. Llama a los capitalistas pa-ra que consuelen a esta Repúblicadesazonada y triste, para nue laayuden y la protejan.

¿ Vendrán? El señor Ortega yGasset les ha brindado una Repú-blica 'hermosa y bella, aunque en-lutada y melancólica. 1.os capita-listas necesitarán saber si, ademásde hermosa y de bella, rs'eampla-ciente. Y esto va es un Naco difícilasegurarlo. A lo mejor se sale conla cursilería de ¡ Usted se ha con-fundido, caballero!

CRUZ SALIDO

11111111111111111111111111111111111111111111111111111111I1111111111111il

Se admiten suscripciones aEL SOCIALISTA a 2,50 pe-setas en Madrid y a 3 Pese-

.tae en provincia*.

—Si el Socialismo es un eco: I

resonando' dentro de la na-ción, cabe un partido que sea eleco de una nación resonando en e;mundo. ¿'Hay hombres capaces decrear un parado así en, España?:Son hprabres ,cle emoción ,nacionallos que hacen falta, superiores alas peteneñas ambiciones y atanida-del personales. Otro gran partidoque no .se edifiqúe sobre ése fun-damento de' una' julta y-humanaemoción española:no se ve, fueradel socialista. Humanidad y capa-•ailidad': en partida 'que busque elengrandecimiento del hombre, has-ta alcanzar al español específico, yOtro partido que busque la eleva-ción categasrica del español, hastaalcanzar al hombre universal; dospartidos, en suma, que persiganel mismo fin, empezando por ex•

,tremos opuestos. El partido huma-.,nesta está allí: es el socialista. Elotro, el nacional, ¿dónde está?, Los viejos partidos españoles sehabían dividido, subdividido y *pul-verizado. No había , en ellos ningu-na emoción colectiva, ninguna ideageneral ni siquiera el respeto co-mún a un símbolo. No había másque ambiciones, rencillas y mana°levas' personales. Nunca un eégemen político cayó tan bajo. Perono es lo peor que se hiciera ceni-zas, sino que no se vea resurgir .&entre ellas, rediviv; en formas deemoción española, el ave fénix ' deningún gran partido moderno quesea, en'el cuerpo nacional, comóotra pierna del Partido Socialista.

11..tt1s ARAQUISTAIN

nárquica y la, emoción puramenterepublicana se han desvanecido yay no pueden ser soplos vivos departidos. Ls.. emoción de humani-dad es propia del Partido Socia-lista. Queda la emoción de una Es-paña más grande, más digna y res-petada en el consejo de los pueblos.Esta emoción la sienten muchasespañoles y sobre ella ha de alzar-se todo gran partido futuro quequiera competir y alternar con elsocialista en la direación de Espña. De un lado, la realidad hurerana ; de otro lado, la realidad ea-cianato,

Gestionesdenuestrosdiputados

Nuestro camarada Manuei Albaracompañó a una Comisión de compaefieros de Zaragoza en visita que hi-cieron al ministro de Trabajo, cama-rada-441W Caballero, Para realizargestiones relacionadas con la fa/ta decumplimiento de contratos de u-abajoen aquella ciudad.

Juventud SocialistaMadrileña

Trabajdores: Ahora más que nunca es necesar:o propagary leer EL SOCIALISTA. A ello os obliga la interesada campañaque contra nosotros realizan nuestros enemigos, que, no lo olvi-

déis, son también los vuestros.iAyudadnos para que podamos dar pronto las ocho páginas!