128

Número 128 / 4 de Diciembre de 2013

SERGIO TOMA LA BATUTA

Nuestro protagonista de esta semana en GijónSport ejemplifica a la perfec-ción la dificultad que conlleva hoy en día dedicarse al mundo del fútbol. A Sergio le llegó su primera oportuni-dad hace ya varios años pero desde entonces ha tenido que sortear mu-chas piedras por el camino.

La última se la encontró el pasado verano, cuando Sandoval decidió no contar con él y cuando tuvo incluso pie y medio lejos de Gijón. No era la primera vez que el futuro de Sergio se alejaba del Sporting pero sí la que estuvo más cerca de convertirse en realidad. Una salida que terminó por truncarse y que hizo que el jugador se quedara finalmente en el Sporting.

Sergio dió desde entonces toda una lección de profesionalidad y trabajo. Nunca bajó los brazos y ahora le está llegando la recompensa. En Lugo y ante el Alcorcón demostró que tiene calidad y capacidad suficiente para jugar en este equipo. Junto a Nacho Cases y Álex Barrera conforma ade-más un centro del campo ‘made in Mareo’, algo que se venía reclaman-do ya desde tiempo y que se ha con-vertido en realidad en las dos últimas jornadas.

GijónSport - Editorial

Aprovechar las oportunidadesEdita:GijónSport S.L.

Contenidos:David González@DavidGonzalezzz

Marcos Martín@MarcosMatin87

Marta Tejerina@MartaTeje

Fotografías:Gabino Jovewww.gabinojove.es

Maquetación:El Tajalapiz S.L.

Publicidad: Dani Arango

Contacto:[email protected]@gijonsport.es

GijónSport es una publicación digital de caracter semanal y gratuita. Queda expresamente prohibida la reproducción total o parcial de los textos, fotografías y otros elementos sin la expresa autorización.

Por el momento Sergio está aprove-chando su oportunidad, algo que por el contrario no hizo el equipo este fin de semana. En una jornada propi-cia para haber escalado puestos en la clasificación hasta llegar al tercer puesto, el equipo falló ante el Alcor-cón y por momentos mostró una ima-gen pésima.

No es que a estas alturas haya que obsesionarse con la clasificación pero que el equipo esté arriba y acierte en los momentos clave va a ser funda-mental para lograr el objetivo. Por eso en el vestuario rojiblanco saben que terminar bien el 2013 puede ser un impulso muy positivo para afrontar lo que aún está por venir.

La liga está muy apretada, al igual que otros años todos pueden ganar a todos y los partidos se deciden a veces por pequeños detalles. Por eso aprovechar todas las oportunidades será fundamental para el Sporting.

“Con una liga tan apretada saber aprovechar las opor-tunidades será fundamen-tal para verse en la zona alta de la clasificación”

08. Sergio ÁlvarezEl jugador del Sporting nos habla de su lucha para ha-cerse un hueco en el equipo y todo lo que ha pasado hasta ahora.

04. AnálisisRepasamos los detalles que no dejó el pasado domingo el Sporting-Alcorcón.

06. Borja LópezEl jugador del Mónaco de-butó este fin de semana con el primer equipo del Monaco y nos lo cuenta en su carta.

24. HérculesConocemos de cerca al próximo rival del Sporting.

26. Alejandro MenéndezEl entrenador gijonés nos habla sobre su experiencia en Tailandia, donde esta temporada lo ha ganado todo.

32. Adam SavicEl jugador del Juanfersa Grupo Fegar nos habla de su buena adaptación a la ciu-dad y al balonmano español.

NÚMERO 127, 27 DE NOVIEMBRE DE 2013

10

Especiales

C O N T E N I D O S

Otros temas

Y además...

24 28 32

Con el Sporting, uno nunca sabe a qué atener-se. Se ha convertido este equipo en una caja de sorpresas, que un día compite y otro no, que un día juega a una cosa y otro día a otra, que alter-na momentos arrolladores con otros en los que desaparece. No es, desde luego, un equipo fia-ble. Sí parece un equipo con carácter competiti-vo, capaz de remontar, de levantarse en las se-gundas partes, pero a base de raza no se sube a Primera. O al menos no sólo a base de raza.

Ese permanente contraste en el que vive el Sporting se refleja en el campo. Es un equipo que ataca muy bien y defiende muy mal. Tiene una delantera de lujo, digna de un equipo inclu-so de una categoría superior. La secretaría téc-nica encabezada por Raúl Lozano, que en mo-mentos pasados recibió muchos y seguramente justificados ‘palos’, merece ahora el aplauso por haber puesto sus ojos en estos dos arietes. Son buenos, cumplen con goles y, además, se en-tienden a la perfección en el campo.

Pero dice el tópico, y suele ser verdad, que las delanteras ganan partidos y las defensas cam-peonatos. Y defensivamente, el Sporting es un equipo blando. Lo lleva siendo desde el princi-pio, pero la revolución táctica de Sandoval pa-rece haber dinamitado definitivamente la escasa seguridad que el equipo tenía atrás.

“El Sporting tiene una delantera digna de superior categoría, pero es blando en defensa, y más tras

la revolución táctica”

Los jugadores dudan de los movimientos, algu-nos no se adaptan a sus nuevos puestos y todo huele a improvisación. Ocho partidos seguidos encajando goles. No son números de un equipo aspirante a lo máximo. Se parecen a los del Re-creativo de Huelva, dirán algunos. Cierto, pero los onubenses ya están aflojando. Su victoria del domingo rompió un Noviembre horrible, en el que no ganó ni un solo partido.

UN SPORTINGDESCONCERTANTE

GijónSport - Análisis

En esta jornada, que podía haber sido redonda para el Sporting, los rojiblancos afrontaron un partido raro, marcado por su propia confusión,

por la mejor lectura táctica del rival, por el fútbol a ráfagas de los rojiblancos y por un arbitraje desesperante, como viene sucediendo última-mente. No es ya que Sánchez Martínez no pitara un clamoroso penalti sobre Scepovic, que tam-bién, sino que el perjuicio fue constante, con un criterio desigual, interrupciones permanentes y fallos en la aplicación del reglamento.

Pese a todo ello, el acierto de Lekic (con la co-laboración decisiva de Scepovic en los dos go-les de su compatriota) les sirvió a los rojiblancos para sumar un punto que les mantiene quintos, en una clasificación igualadísima, como no se recuerda en mucho tiempo. Para seguir ahí, o dar un salto de calidad, el Sporting debe traba-jar algo más su nuevo sistema, si es que esta es la apuesta definitiva de Sandoval. Porque jugar al despiste está bien, pero si el despiste afecta al propio implicado, se convierte en un proble-ma. Quedan tres jornadas para terminar el año, acabar bien sigue siendo fundamental.

GijónSport - Análisis

Imágenes: www.ligaadelante.es

Desde el otro Principado

Por Borja López

Capítulo XI

Después de la trabajada victoria de Lugo, la afi-ción esperaba un nuevo triunfo en casa, pero no pudo ser. El Sporting empezó bien el parti-do y se puso por delante en el marcador, con una gran asistencia de Barrera y un buen remate de cabeza de Lekic. Hasta ahí, todo bien. Pero luego llegarían los peores minutos del Spor-ting, y con ello, los mejores del Alcorcón. Los madrileños se sintieron muy cómodos hasta el descanso, y le dieron la vuelta al marcador con dos goles de Javito. Por suerte llegó pronto el descanso y el Sporting salió más ofensivo en la segunda parte.

Una buena dejada de cabeza de Scepovic, hizo que Lekic marcara el 2-2. Al final otro puntito más. Yo creo que lo más justo fue el empate, ya que hay que reconocer que el Alcorcón hizo una gran primera parte. Además, ahora, tal como está de apretada la categoría, es muy importan-te sumar, aunque sí que es verdad que jugando en casa y aspirando a subir, hay que sacar los tres puntos como sean. Pero bueno, seguro que el próximo partido en casa ante el Mirandés se consiguen. Aunque ahora solo hay que pensar en el siguiente en Alicante, el Hércules.

Eso sí, todos tenemos que ser positivos y seguir confiando en el equipo.

Por otra parte, continúa la pelea en la Ligue 1. Ni el PSG, ni el Lille,ni nosotros fallamos esta jornada. El PSG ahora mismo está invencible y le metió cuatro al Lyon. El Lille está siendo sin duda la revelación del campeonato, y además cuentan con un portero que lo está parando todo en los últimos partidos. Y nosotros, poco a poco, estamos recuperando el nivel que tenía-mos al empezar esta temporada. Conseguímos ganar por dos a cero al Stade Rennes, con go-les de James y de Martial.

Yo sigo sin entrar en convocatorias. Ahora mis-mo está muy difícil, ya que están todos los ju-gadores disponibles, menos Falcao que está lesionado. La próxima semana espero contaros, también, noticias buenas del Sporting.

Un saludo.

GijónSport - En portada

Por Marcos Martín / Fotos: Gabino Jove

El arte de dirigir en silencio

Sergio Álvarez


Los últimos años no han sido fáciles en la carrera de Sergio Álvarez. A pesar de que aún es un chaval ya vivido lo que es estar apartado del equipo y saber que se te cierran las puertas. Él,

sin embargo, supo seguir luchando y ahora tiene su oportunidad.

Fue el 16 de mayo de 2010. Con sólo die-ciocho años, un “guajete” de Avilés pre-

sentaba su Ópera Prima en el fútbol profesional. Fue en Santander, en El Sardinero. Una repre-sentación, de unos noventa minutos de dura-ción, que el mundo del balompié se apresuró a titular como ‘El Pacto de Llanes’. El halo de amaño que rodeó a aquel partido ensombreció, en cierto modo, el debut de Sergio Álvarez con el primer equipo del Sporting.

Desde entonces, han pasado más de mil días. Esta semana, Sergio ha sido uno de los once que han formado el once titular rojiblanco, como lo fue la pasada semana en Lugo, pero su tra-yectoria hasta hoy ha estado marcada por alti-bajos. En los momentos buenos de su historia, siempre aparece un personaje protagonista: el ‘Pitu’ Abelardo. Y es que fue él el que apostó por subirle al filial cuando sólo era un juvenil y el que, el año pasado, le recuperó para el fút-bol. “Es el entrenador que más me ha marca-do. Valoro a todos, porque cada uno me enseñó algo, pero él me ha ayudado mucho. Gracias a él, recuperé la confianza en mí mismo la pasada temporada. Ha sido clave para mí”.

A Sergio le ha tocado sufrir la impaciencia típica de los entrenadores, que quieren que los dia-mantes de la cantera luzcan sin haberlos puli-do antes. “No me suelo arrepentir de las cosas, pero quizá era demasiado chaval para subir, con poca experiencia”, rememora Sergio, que se apresura a buscar el lado positivo de lo malo: “Me sirvió para aprender. Ese año me hizo mu-cho daño no jugar, pero éste, en la misma situa-ción, me encontraba bien, con confianza”.

Quizá por eso, Sergio ha mostrado una madurez impropia de su edad en estos meses. Ha traba-jado en silencio, sin dar una voz más alta que otra, esperando una quimérica oportunidad que le llegó hace dos semanas. “Sandoval nos dijo la alineación el mismo domingo. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza: ganas de volver a jugar, de hacer las cosas bien,… Me sorprendió, pero estaba preparado”. Esa semana, la previa al partido en Lugo, Sergio notó algo diferente: “Yo me olía algo, aunque el míster no me dijo nada directamente, pero no me quise hacer ilu-siones, por si luego me daba la hostia”.


“Ponerme de titular en Lugo fue una apuesta arriesgada de Sandoval. Se lo agradezco”


No se la dio. Fue titular, jugó todo el partido y cuajó una gran actuación. Su capacidad para acoplarse al equipo, después de más de seis meses sin disputar un partido oficial sorprendió a todos. A todos, menos a él. “Era mi oportuni-dad, después de tanto tiempo sin jugar, y com-partiendo centro del campo con dos amigos míos como Nacho Cases y Álex Barrera, sabía que iba a salir bien”.

“Después del partido, me llegaron muchos men-sajes. Sobre todo de mi familia. Esas felicitacio-nes son las que más me alegraron; porque que la gente cercana a mí sea feliz por cosas que me pasan, me llena de satisfacción”. También le escribieron sus amigos, que “me vacilaron, diciéndome que me arrastraba por el campo en la segunda parte”

Y es que el fútbol le empieza a devolver a Ser-gio parte de lo mucho que le debe. Entre otras cosas, lo que le quitó el pasado mes de mar-zo cuando, en un partido contra el Leganés, se fracturó el cúbito. “Fue un momento muy duro. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, porque era la recta final de la temporada, cuan-do ‘se vende todo el pescado’ y me tocaba per-dérmelo. Pero intenté pensar lo menos posible en ello, trabajé como un león para recuperarme, e incluso acorté plazos para llegar como un toro a la pretemporada”.

Sergio ya ha vivido el lado positivo y negativo del fútbol. Lo bonito y lo feo. Y de los malos momentos, siempre ha salido con esfuerzo y tesón. Por eso, ha aprendido que él dirige su propio destino. Que su batuta marca el ritmo. Su grupo favorito, Violadores del Verso, pare-ció pensar en él cuando compuso su canción ‘Libertad’. Una de sus frases, ‘Dirige tu propia película, resérvate el mejor papel’, es su lema y lo lleva tatuado en el brazo.

“Lo pasé mal el último día de mercado. Sabía que, incluso trabajando duro, no iba a tener casi oportunidades”


Comparte su pasión por el rap con José Ángel ‘Cote’, con el que coincidió en el vestuario del Sporting en la última temporada del equipo en Primera División. “A Lora también le gusta; pero en el vestuario era De las Cuevas el que ponía la música. Teníamos que quitarle el móvil, la gente se quejaba,… ¡Así no se podía trabajar!”, bro-mea Sergio.

Recuerda el gran grupo humano que conforma-ba aquel Sporting que acabó perdiendo la ca-tegoría. Fue una temporada difícil para Sergio, aunque comenzó siendo titular. Entonces, le tocó pagar los platos rotos de un equipo que no funcionaba y escuchar los silbidos de una afición que ya intuía que se acercaba el final del mejor proyecto rojiblanco en los últimos lustros. “Fue un año difícil para todos, no salía nada. El equi-po estaba mal, yo tampoco jugué bien, y entien-do que la afición me pitara. No les echo nada en cara, quizás yo hubiese hecho lo mismo. Ahora me toca demostrar cómo es el verdadero Sergio y cambiar los silbidos por aplausos”.

Aquella temporada vivió el peor momento que él recuerda sobre un terreno de juego. No fue en La Rosaleda, donde el Sporting certificó el descenso que había estado esquivando sema-nas antes. Fue en San Sebastián, en el último partido que dirigió Manolo Preciado: “Jugué los últimos minutos del partido, perdimos 5-1 y se me vino el mundo encima. Sabía que podían

echar al míster y le tenía mucho cariño. Fue una situación muy difícil, pero fue una experiencia más y todo curte”.

Aquel partido en Anoeta también había sido el último que había jugado Sergio con el primer equipo, hasta que llegó el encuentro en el Anxo Carro. Lo que hoy es una realidad, en verano era poco más que un sueño lejano. Con un pie fuera del Sporting, Sergio se tuvo que entrenar sólo, al margen del grupo, esperando una so-lución que nunca llegaría: “Fue una semana un poco complicada para mí, no sabía si me iba o me quedaba, estaba nervioso por mi futuro y tenía muchos quebraderos de cabeza. Trabajar al margen no me ayudó a despejar la mente”.Pero esos no fueron los peores días para Sergio. “Fue el último día de mercado. Las opciones de salir eran casi nulas y venía a Mareo, para firmar con el primer equipo del Sporting, sabiendo que iba a tener muy pocas oportunidades; que, in-cluso trabajando duro, quizás no pudiese jugar ni un minuto”.

Se cerró el mercado y Sergio pasó a ser uno más de la plantilla. Semana a semana, fue ganándo-se el crédito de José Ramón Sandoval. Con su silencioso trabajo, se hizo un hueco en la con-vocatoria y finalmente, en el once. “Ponerme de titular en Lugo fue una apuesta arriesgada de Sandoval y yo se lo agradezco. Él consideró que estaba preparado y yo sabía que lo estaba”.


Este Sergio que dirige, desde su posición de mariscal, por detrás de Cases y Barrera, los ata-ques del Sporting es diferente al que comenzó la pretemporada, después de un gran año en el filial y una inoportuna lesión. O eso dice Sando-val. “No hay un cambio radical, pero es cierto que la pretemporada fue dura para mí, no esta-ba todo lo centrado que debería y no tenía con-fianza. Quizás no se veía al 100% a Sergio por pequeños detalles que marcan la diferencia”.

Entonces, hubo muchos compañeros que le animaron. “No me puedo quedar con uno, hay cinco o seis que me preguntaban todos los días cómo estaba, que se preocupaban por mí… Gente joven y gente veterana. No te podría decir un nombre porque tengo grandes amigos den-tro del vestuario”.

También encontró apoyo, de modo casi instin-tivo, en su grupo de amigos ‘de siempre’. A la mayoría de ellos, los conoció gracias al fútbol. Chavales, como él, que llegaron a jugar en los equipos juveniles del Sporting o del Oviedo y que se han ido quedando en el camino: “Cuan-

do te comparas con ellos, valoras la dificultad del fútbol, la satisfacción de haber llegado hasta aquí y te conciencias de que hay que trabajar duro y agarrarse a lo que sea para seguir siendo futbolista profesional”.

Con sus amigos, pasa gran parte de su tiempo libre. Sobre todo en verano. En la playa, un ba-lón, una red y el pique entre ‘colegas’ son sufi-cientes para divertirse toda una tarde. “No soy el mejor del mundo en vóley playa, ni un ‘freak’, pero yo no puedo estar tirado en la playa porque me aburro”.

El tiempo que no le dedica al fútbol es para sus amigos, su novia, los estudios… Y la música. Le gusta cualquier tipo; además del rap, escucha reggae, rock, música electrónica,… Eso sí, nun-ca ha tocado ningún instrumento y, cuando en el colegio le examinaban con la flauta dulce, no se le daba nada bien. Pero a Sergio no le hace falta hacer ruido. En silencio, trabajando, ya ocupa el papel protagonista de la película que él mismo dirige y aunque todavía no está escrito, apunta a un final feliz.


“Tengo amigos que se han quedado en el camino. Valoro lo que tengo y sé que hay que agarrarse para seguir siendo futbolista”



Agradecimientos: Teatro Jovellanos

Marques de Teverga, 1 - 985.252.705 - www.facebook.com/azul.hombre

Tú tienda de Modaen Oviedo

GijónSport - Opinión

A mi pesar, ya peino canas. Y por tanto, recuerdo la época en la que el Real Sporting se codeaba con los grandes. Ya de aquella, cuando desde Gijón se viajaba por Europa, afirmo (prescrito el delito) que al Sporting le ‘levantaron’, con arbi-trajes más que dudosos, una Liga. Un tren que, posiblemente, nunca volverá a pasar.

Más tarde, el año del “casi-ascenso”, con Mar-celino, presencié un ‘embarque’ gigantesco en Córdoba, donde, nada más arrancar, un árbitro -cuyo nombre no recuerdo- pitó penalti y ex-pulsión no existentes que condicionaron por completo un partido que se perdió 4-1. Antes de que Rodado Rodríguez -ese nombre no se me olvida- hundiese, con tres expulsiones y dos penaltis injustos, la ilusión de cuantos nos des-plazamos ese día a Eibar.

En todos esos y en otros momentos no sólo se jugó con el futuro deportivo de muchos futbolis-tas, sino con el mañana profesional de no pocos trabajadores. Y con la historia de uno de los clu-bes con mayor arraigo social en la ciudad a la que representa.

Por fortuna, gracias al inolvidable Manolo Pre-ciado, el Sporting volvió a Primera. Su catego-ría. Y como no quiero que a nadie le hurten re-novadas ilusiones, espero que se haga bueno aquel lema que indica que el fútbol suele devol-ver lo que quita. Porque el arbitraje del pasado domingo en El Molinón no me gustó nada.

Unido a otros, como los de Huelva, Gerona, Córdoba y Murcia; o en casa, ante el Jaén; al Sporting se le privó de nuevo de unos puntos que lo colocarían en estos momentos como lí-der solitario.

Si no se sube, que sea por fallos propios. Pero, en un mundo tan profesionalizado como el del fútbol, sería triste que el esfuerzo de tanta gente se evapore debido a la ineptitud, a los comple-jos o a la inexplicable prepotencia de quienes cobran por impartir justicia. Con la que está cayendo en todos los ámbitos, no nos impidan soñar, al menos, en términos futbolísticos. Por favor. Sean serios.

Piten, pero por favor, no irriten

Adrián R. HuberPeriodista@AdrianRHuber

Espero que se haga bueno aquel lema que indica que el fútbol

suele devolver lo que quita.

Hércules C.F.

El Hércules se está mostrando demasiado irregular desde el inicio de Liga aunque

ahora mismo se encuentra en un mejor momento tras conseguir dos victorias consecutivas. Tiene una plantilla con jugadores de calidad y expe-riencia. Es mejor equipo de lo que demuestra la clasificación. Tiene una plantilla con buenos jugadores con gran experiencia en la categoría. Defensivamente está teniendo problemas. Hubo partidos en los que perdió puntos por errores propios a los que se le une varias bajas.

En cuanto a juego se caracteriza por asociarse bien en el campo contrario donde sus jugadores tienen técnica y movilidad suficiente para crear problemas a los contrarios. No buscan dema-siado el juego directo si no que tratan de avan-zar mediante la combinación y el juego a pocos toques. En campo propio no arriesgan y suelen buscar el saque largo.

Entrenador: Quique HernándezEstadio: José Rico PérezCapacidad: 30.000Puesto en la clasificación: 28º (18 puntos)

GijónSport - El rival

Últimos resultados

PORTEROAulestia: El ex jugador del Oviedo y del Cádiz jugó los últimos partidos debido a unas moles-tias del portero titular, Falcón. Este tiene más experiencia y lleva varias temporadas a un gran nivel en el club. Aulestia ha demostrado estos partidos que puede competir por la titularidad con garantías.

DEFENSAAitor: Se está viendo relegado al banquillo en beneficio de Juanma Ortiz aunque el asturiano jugo un buen partido en la última victoria del equipo en Murcia. Aitor es muy intenso en la marca y potente en las acciones. Realiza un gran derroche físico durante los partidos, le gusta in-corporarse al ataque aunque con el balón en los pies no es excesivamente preciso.

Escassi: Está jugando de central debido a la lesión grave de Borja Gómez, que será baja du-rante todo el año, su puesto natural es en el me-diocampo. Como es lógico, no domina los mo-vimientos y pierde la posición con frecuencia. Da buena salida de balón, jugando con criterio normalmente.

Pamarot: Central muy corpulento que es muy peligroso en las jugadas a balón parado. Va muy fuerte al corte y posee buena salida con balón jugado, demostrando pausa y tranquilidad para iniciar el juego.

Peña: Capitán del equipo. Un fijo en el lateral izquierdo. Muy inteligente en su juego. Defiende bien, muy intuitivo, generando ventaja de situa-ciones desfavorables. Maneja bien la zurda sa-cando centros peligrosos cuando se incorpora al ataque.

MEDIOHervás: Cedido por el Sevilla, no está gozan-do de todos los minutos que esperaba. Juga-dor zurdo, con buena técnica y visión de juego. Desplaza con precisión tanto en corto como en largo realizando buenos cambios de orientación. Siempre busca dar apoyo al compañero para intentar mantener la posesión.

Héctor Yuste: Jugador de gran envergadura

que domina a la perfección el juego aéreo. Re-mata muy bien de cabeza lo que le hace muy peligroso en las jugadas de estrategia. Técnica-mente aceptable, desplaza bien en largo. Es un poco lento de movimientos aunque lo suple con buena colocación y se hace fuerte en las dispu-tas.

Sugi: Está convirtiéndose en la revelación del equipo. Jugador coreano que proviene de la cantera herculina. Tiene buen regate y descaro para encarar a los rivales. Buen uno contra uno, con el balon en los pies es muy hábil y tiene ve-locidad en sus movimientos.

Assulin: Jugador muy rápido y muy vertical. Conduce muy bien el balón. Puede salir para cualquiera de los dos perfiles y tiene facilidad para el desborde. A veces es demasiado indivi-dualista. Defensivamente poco disciplinado.

DELANTEROEldin: Protege bien el balón y juega de cara con criterio. Tiene buenos movimientos dentro del área y un buen golpeo. Cerca del área es peli-groso ya que demuestra pausa en susacciones y define bien las jugadas.

Portillo: Delantero referencia del equipo. Vive al límite del fuera de juego buscando siempre la espalda de la defensa. Obliga a una gran con-centración de los centrales rivales ya que saca provecho siempre a cualquier despiste. No es muy intenso en su juego pero posee una gran zurda y buen remate al primer toque lo que le hace peligroso dentro del área. Garantiza buen número de goles todos los años.

GijónSport - El rival

Por David González / Fotos: Cris Valle

En Tailandia (casi) como en casa

Alejandro Menéndez

GijónSport - Reportaje

Alejandro Menéndez siempre había es-tado cerca de casa. Su radio de acción

profesional no iba más allá de los 500 kilóme-tros. Vigo, Madrid, Santander. Por eso, cuando le propusieron marcharse al Sudeste asiático, para entrenar a un equipo de una población pequeña de Tailandia, lo recibió con sorpresa y ciertas reticencias. Prefirió esperar una oportu-nidad en España, que le llegó de la mano de su amigo Emilio De Dios en Santander.

Pero después de aquella temporada difícil, por el lastre con el que había cogido al equipo y por la difícil situación que atraviesa la entidad cánta-bra, el tren tailandés volvió a pasar. Y Alejandro le echó arrestos. Hizo la maleta, se despidió con tristeza de su familia y se embarcó en su nueva aventura. Doce horas de avión y un trayecto de cinco horas en coche le llevaron a su nuevo ho-gar. Allí lograría, meses después, un triplete de títulos que le consolidaría como entrenador. En su primera etapa, ha logrado la Liga, la FA Cup y la Copa Toyota. “Hubo una gran celebración,

pero allí es diferente. Dura poco. Se celebra en el campo, el equipo da la vuelta de honor, se organiza una cena y ya está. Al día siguiente pa-rece que ha pasado todo”.

Buriram es una ciudad pequeña, de sólo 28.000 habitantes, situada a 400 kilómetros de la capi-tal, Bangkok. Pero se ha convertido en una al-ternativa de poder. El principal responsable es Newin Chidchob, el propietario y presidente del Buriram United. Y no solo eso: es un magnate, con multitud de empresas, que da trabajo a miles de personas y cuyo próximo objetivo es cons-truir un circuito de Fórmula Uno. Está dispues-to a tirar la casa por la ventana, como tampoco derrocha en su club: disponen de dos ciudades deportivas, una de ellas en Bangkok, para po-der utilizarla cuando sus equipos se desplazan hasta allí. Cada una de ellas tiene su respectiva residencia, para formar jóvenes talentos. “Es in-creíble los medios de los que disponemos allí; muchos más de los que se pueden tener en un club español”, explica Alejandro.


En Tailandia, a este equipo campeón, capaz de plantar cara a los rivales capitalinos, ya le han rebautizado como el ‘Spanish Buriram’. No es para menos: junto a Alejandro están otros cuatro técnicos y ocho jugadores. Entre ellos, el exju-gador del Sporting Carmelo González, máximo goleador del país (allí juega como delantero) y al que apodan el ‘Messi tailandés’. También forma parte de la plantilla Ernesto Amantegui Phumi-pha, de padre español y madre tailandesa, que pasó por el Oviedo y el Sporting B.

Todos se han ido acostumbrando a una cultu-ra peculiar, de gente campechana y muy alegre, con una escala de valores diferente a la occiden-tal. Hacen la vida en la calle, y apenas pisan sus casas, más que para descansar. En muchas ca-sas no existe cocina como tal; sí el instrumental,

pero no como una habitación propia. Disfrutan de la vida, hasta el punto de que sólo trabajan aquellas horas que necesitan para obtener los ingresos suficientes. Cuando los han obtenido, cierran sus negocios.

Esas peculiaridades se trasladan también a los campos de fútbol. Al empezar los partidos, los jugadores y el cuerpo técnico enlazan sus bra-zos y cantan juntos el himno. Alejandro y sus ayudantes, más bien, lo tararean. Los seguido-res les acompañan con un respeto reverencial y moviéndose a izquierda y derecha en una curio-sa coreografía. Muchos de ellos se someten a un cásting que realiza el club para estar en una posición privilegiada en el campo desde donde entonar el himno.


Los éxitos deportivos no han pasado desaper-cibidos en España. Muchos medios de comu-nicación se han fijado en la trayectoria de este grupo de españoles. A Alejandro le han llegado múltiples felicitaciones. Sabe que Jose Mourin-ho, con el que compartió experiencia en el Real Madrid, se ha enterado de sus títulos y tenía previsto felicitarle, aunque por ahora no ha reci-bido su mensaje.

Por lo demás, la vida es tranquila. Alejandro y sus ayudantes viven en una zona residencial, alejada de los circuitos turísticos, aunque algu-na vez ha realizado alguna escapada a las pla-yas. Su estómago y su paladar se han ido acos-tumbrando a la potente gastronomía de la zona, marcada por el picante y basada en el arroz. El club le ha puesto un traductor para ayudarle en los entrenamientos con la parte de la plantilla que no entiende el castellano, aunque en el día a día no tiene dificultades para hacerse enten-der. Añora a la familia y lamenta la distancia, aunque profesionalmente la experiencia le está compensando, hasta el punto de que ha reno-vado hasta el 2015.

Su paladar y su estómago se han ido acostum-brando a la potente gastronomía de la zona, ba-sada en el arroz y el picante. Pasará con ellos la Navidad, pero el día 28 ya tiene que reincor-porarse. No para entrenar, sino para participar en una concentración multiaventura que, para fomentar la convivencia, ha organizado su apa-sionado presidente. Otra experiencia peculiar para un gijonés que ha tenido que trasladarse a miles de kilómetros para ver recompensado su trabajo. Desde allí sigue haciendo patria y, en alguna ocasión, ha tenido un brote de emoción al distinguir, en la grada de un estadio de Ban-gkok, una bandera asturiana.

Por Marta Tejerina / Fotos: Cris Valle

La sonrisa del Juanfersa Fegar

Adam Savic


Parece impensable que unos ojos que han presenciado tanto dolor puedan des-

prender tanta alegría. Quizás precisamente por eso, por la dureza de las imágenes de su infan-cia, Adam Savic no deja ahora de sonreír, de dar gracias cada día por lo que está viviendo. Ama a su país como a pocas otras cosas: allí cre-ció, se formó como persona y como jugador de balonmano, y toda su familia y amigos siguen sus pasos desde Bosnia echándole mucho de menos. Pero el portero del Juanfersa Grupo Fe-gar necesitaba marcharse lejos, dejar atrás los malos recuerdos y las penurias económicas y alzar el vuelo para llegar muy alto. Gijón ha sido el primer paso en el camino hacia su sueño.

Dicen que para ser portero hay que estar un poco loco. Adam no deja de repetirlo para de-finirse. “Aunque fuera de la cancha soy normal, ¿eh?”, bromea. Su inglés ha mejorado desde que llegó a España y, poco a poco, va apren-diendo palabras sueltas en castellano que, en su boca, suenan muy cómicas. A su lado es

difícil no pasarlo bien, su energía es arrollado-ra y su risa contagiosa. “Soy muy feliz”, afirma constantemente. Se nota, y mucho. Su sobre-saliente rendimiento con el equipo y su carácter carismático sobre la pista le han convertido en una estrella para la afición del Juanfersa. Él solo, con sus gestos, es capaz de levantar al público tras cada una de sus paradas imposibles. “No sé si soy la estrella, me gustaría serlo. Quie-ro ser el mejor siempre”, dice sin dudar. En su país, Savic estaba acostumbrado a ser popu-lar e, incluso, firmar autógrafos y sacarse fotos con aficionados que le paraban por la calle. En Gijón, su vida es, al menos de momento, mu-cho más tranquila. Comparte piso con su com-pañero Pepe Maia y su inseparable amigo Amir Cakic. El otro bosnio del Juanfersa tuvo mucho que ver en la llegada de Adam al equipo. “Nos conocemos desde niños. En nuestro país todos los jugadores de balonmano tenemos relación porque coincidimos muy a menudo.


Cuando él firmó, el club estaba buscando un portero así que nuestro agente, tenemos el mis-mo representante, se puso en contacto con-migo para que valorase la opción de venir. En dos días ya habíamos cerrado el acuerdo”. Sa-ric, guardameta del Barcelona, le habló enton-ces maravillas de Gijón. Durante su etapa en el Ademar de León aprovechó para visitar Asturias en un par de ocasiones y se quedó encantado. Todo lo que le dijo su compatriota, al que admira profundamente, se confirmó cuando llegó a la ciudad. “Me encanta vivir aquí. La gente, el pai-saje… Lo que más me gusta es la playa y el cli-ma” dice, mientras se frota las manos con cara de frío, y sonríe. “Esto no es nada. En mi pueblo hoy les llega la nieve hasta las rodillas…”. Adam se crió en Banovici, una pequeña localidad del interior de Bosnia. Allí comenzó su carrera como jugador profesional, en el equipo de la ciudad. Aunque se puede decir que, incluso antes de nacer, Savic estaba predestinado a ser portero de balonmano.

Una de las mayores ilusiones de su padre era que su primer hijo siguiese su estela. Apasio-nado del deporte y también portero, jugó en el equipo de Banovici durante casi una década, pero sus obligaciones familiares le impidieron dedicarse enteramente al balonmano. Sí conti-nuó como entrenador durante varios años, que

coincidieron con los primeros pasos del pe-queño Adam. La influencia de su progenitor fue determinante: Savic nunca se planteó jugar en una posición que no fuese bajo palos. Tras sus primeras temporadas de competición, el equipo de su ciudad se le quedó corto así que fichó por el Tuzla, donde militó durante tres temporadas y forjó grandes amistades. La cercanía con su casa le permitía ir y venir todos los días de los entrenamientos en autobús y, además, compa-ginarlo con sus estudios. Comenzó la carrera de Trabajo Social, pero tuvo que abandonarla dos años después cuando la exigencia del deporte se hizo mayor. “Me gustaba mucho y quisiera retomarlo para tener el título. Espero poder ha-cerlo algún día”. De Tuzla a Zivinice y de Zivinice a Gorazde, su último club antes de venir a Es-paña. La experiencia en estos equipos fue muy positiva, llegando a disputar competiciones eu-ropeas y exhibiendo un gran nivel. Pero Savic deseaba marcharse fuera, disfrutar del balon-mano en un país con menos agobios económi-cos y con una liga que le sirviera de escaparate para seguir avanzando en su carrera. Cuando la Asobal llamó a su puerta no se lo pensó. “Mi sueño es jugar la Champions. Es algo por lo que llevo luchando desde hace años y creo que pue-do conseguir llegar a un equipo que compita a ese nivel. Ojalá pueda ser aquí en España”.


“Mi sueño es jugar la Champions. Es algo por lo que llevo luchando desde hace años y creo que puedo conseguirlo. Ojalá sea en España”



Agradecimientos: Acuario de Gijón

Su buen rendimiento en el Juanfersa no ha pa-sado desapercibido en su país. La posibilidad de ser convocado con la selección de Bosnia i Herzegovina está cada vez más cerca y a Adam se le ilumina la cara sólo de pensar en ello. “El segundo entrenador nacional se ha puesto en contacto conmigo, me han dicho que me están siguiendo muy de cerca. Me haría muy feliz re-presentar a mi país. Si todo sigue así puedo te-ner opciones… Sé que tengo que trabajar duro para mantener el nivel y, a ser posible, mejorar-lo. Ser convocado con la selección sería un gran premio”. A través de Internet, su familia está al día de todo lo que ocurre en Gijón. “Escuchan los partidos por la radio y cada vez que creen entender las palabras ‘parada Savic’ saltan de alegría para celebrarlo…”, cuenta riendo. “Están muy orgullosos de mí. Mi madre no para de ha-blar a la gente del pueblo de todo lo que hago, les enseña las fotos que subo al Facebook… Para mi padre esto es muy importante, está muy feliz de ver que las cosas me están yendo tan bien. Y mi hermano incluso ha querido seguir mis pasos y juega en un equipo de balonma-no, pero él lo hace como central”. Pronto Adam podrá regresar a casa de visita, en el parón de Navidad. Está deseando ver a sus familiares y

amigos, a los que echa mucho de menos, aun-que no se plantea volver a vivir en Bosnia, al menos no hasta dentro de muchos años.

Sus recuerdos de la infancia son difíciles de bo-rrar. Tenía seis años cuando estalló la guerra más cruel, la que marcó para siempre a toda una ge-neración. Adam Savic se pone serio por primera vez para hablar del horror, de la miseria y del miedo de aquellos años oscuros. “Siempre que hablo sobre esto siento ganas de llorar…es una mezcla de rabia y dolor. Tuvimos que sobrevivir sin comer, sin beber… No había leche, ni pan, pasábamos días enteros sin nada de alimento. Fue una catástrofe enorme”, explica con la mi-rada perdida, entre largos silencios. Él no perdió a ningún familiar ni ser querido, pero amigos y personas muy cercanas sufrieron la sinrazón del genocidio. “Jamás olvidaré lo que pasó”. Adam no puede olvidar. Por justicia, tampoco quiere hacerlo del todo. Pero ahora es un chico feliz, cercano y generoso. No guarda en su interior ni un atisbo de rencor. Ha pasado página para es-cribir la mejor parte de su historia. Tiene 27 años y asegura que es la mejor edad para disfrutar de la vida. Así que no duda en hacerlo. Siempre hay motivos para sonreír. Adam Savic los tiene.

“Me haría muy feliz representar a mi país. Si todo sigue así puedo tener opciones…”


Con una nueva edición de GijónSport

y en nuestra web todas las ediciones anteriores

www.gijonsport.es

VOLVEMOS EL PRÓXIMO MIÉRCOLES

128

Documents

Transcript of 128