138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

32
N O 1 2 6 2 0 0 5 La Agencia de la ONU para los Refugiados

Transcript of 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

Page 1: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

N O 1 2 6 • 2 0 0 5

La Agencia de la ONU para los Refugiados

Page 2: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

2 R E F U G I A D O S

Para Gedeon Gakindi, de 62años, el momento en queunos agentes de policía

australianos le ofrecieron unapizza y un refresco fue una expe-riencia que marcó su vida.

A principios de los 90,Gedeon sobrevivióal genocidio enRuanda, dondeaprendió a temerunos uniformes quesignificaban repre-sión y, a veces,muerte.

En calidad derefugiado acabó rea-sentándose con sufamilia en Australia,y en un acto socialen su localidad, seencontró de nuevofrente a frente con losuniformes y la autoridad. Peroesta vez el contexto era total-mente distinto.

“Cuando vi a los agentes depolicía sirviendo pizza a gentecorriente, me quedé asombrado”,rememora: “Nunca me había ser-vido pizza un policía. Fue unacuración emocional” de los suce-sos traumáticos vividos en elÁfrica central.

Hagir Eltayeb recuerda habertenido de joven un perro mascotaen su hogar de Sudán, antes dehuir de los disturbios en su paísdespués de que a su marido lotorturaran y encarcelaran.

Cuando también ellos acaba-

ron recalando en Australia, unade las primeras cosas que hicie-ron para estabilizar sus vidas fueadoptar un perro al que llamaronLucky y regalárselo a sus treshijos. Ahora “se sienten todosmuy felices”.

William Kolong Pioth pasóaños vagando por la sabana suda-nesa y en campos de refugiadosde la vecina Kenia como uno de

los ya famosos “Niños Perdidosdel Sudán”, una víctima más dela guerra. Se reasentó en Canadáhace seis años y todavía le siguesorprendiendo el hecho de tenerun seguro de vida en su trabajo.

“En África se vive al día”,comenta, como parte deun entorno caótico en elque puedes estar muertoal día siguiente. “Peroaquí, sé perfectamenteque estaré vivo mañanay hago planes para den-tro de 25 años”.

Cuando siete miem-bros de una familia derefugiados bantúessomalíes se dirigían enavión hacia su nuevavida en Estados Unidos,unos pasajeros organiza-

ron improvisadamente unacolecta. Las bolsas para el mareose convirtieron en “bandejas decolecta” y la sorprendida familiarecibió 830 dólares y 15 euros.

Son esas pequeñas cosas yotras anécdotas más personaleslas que a menudo ponen demanifiesto el momento mágicodel cambio, cuando unos refugia-dos que pueden llevar años oincluso décadas de éxodo y de

Pizzas, perros y seguros de vida...Empezando de nuevo

EEddiittoorr::Ray Wilkinson

CCoollaabboorraaddoorreess::Las oficinas del ACNUR en todo elmundo

AAyyuuddaannttee ddee rreeddaacccciióónn::Virginia Zekrya

FFoottooggrraaffííaa::Suzy Hopper, Anne Kellner

DDiisseeññoo::Vincent Winter Associés

PPrroodduucccciióónn::Françoise Jaccoud, Romain Léonarduzzi

DDiissttrriibbuucciióónn::John O’Connor, Frédéric Tissot

MMaappaass::Unidad de Mapas del ACNUR

DDooccuummeennttooss hhiissttóórriiccooss::Archivos del ACNUR

CCoommiissiióónn CCoooorrddiinnaaddoorraa ddee RReeffuuggiiaaddooss eenneessppaaññooll:: Carlos Boggio, Representante delACNUR en España. Por parte de laSecretaría de Estado de Inmigración yEmigración: Estrella Rodríguez Pardo,Directora General de Integración de losInmigrantes; Miguel Ángel Aznar Nieto,Subdirector General de IntervenciónSocial; Roberto Amurrio Íñigo, Jefe deÁrea de Gestión de Programas. MaríaÁngeles Siemens, Secretaria General deEspaña con ACNUR. Responsable de laversión española de Refugiados: Karin deGruijl.

Refugiados es una publicación de laSección de Información Pública del AltoComisionado de las Naciones Unidas paralos Refugiados. Las opiniones expresadaspor nuestros colaboradores no coincidenforzosamente con las del ACNUR. Los tér-minos empleados y los mapas incluidos nosuponen una toma de posición por partedel ACNUR en cuanto al estatuto jurídicode ningún territorio o las autoridades delmismo. Refugiados se reserva el derechode editar todos los artículos antes de supublicación. Los textos y fotos sin copy-right pueden ser reproducidos sin autori-zación previa. Por favor, citen al ACNUR.Las fotografías, excepto las que tienencopyright, pueden obtenerse sólo para usosprofesionales. Circulación total: 283.700ejemplares en inglés, francés, español, ale-mán, italiano, árabe, ruso y chino. Ediciónespañola: 22.000 ejemplares, financiadapor el Gobierno español a través de laDirección General de Integración de losInmigrantes.

IISSSSNN 00225522--779911 XX

DD..LL..:: MM.. 4433..556677--11998844

Impresión en España:GRÁFICAS ARIAS MONTANO, S. A.UUNNHHCCRR -- AACCNNUURRP.O. Box 25001211 Ginebra 2, Suizawww.unhcr.chwww.acnur.org

N ° 1 2 6 – 2 0 0 5

El Alto Comisionado RuudLubbers anunció a finales defebrero que había presentado sudimisión al Secretario General dela ONU, Kofi Annan. Lubbers, unex-Primer Ministro holandés quehabía asumido el cargo de AltoComisionado cuatro años antes,se retiró a raíz de unascontrovertidas alegaciones detipo sexual.

En un mensaje a los cerca de6.300 trabajadores repartidos por115 países, Lubbers declaró: “Laoportunidad de ser Alto

Comisionado ha sido un auténticohonor para mí y durante más decuatro años he dedicado todosmis esfuerzos a la organización y alas personas de incumbencia deeste cargo. Para mí éste serásiempre uno de los periodos másexigentes y gratificantes de micarrera profesional”.

“Por encima de todo-continuó-, me sientotremendamente orgulloso devosotros, el personal del ACNUR,y de todo lo que habéisconseguido mientras tuve el

privilegio de dirigir laorganización. Mi decisión dedimitir tiene mucho que ver conmi deseo de no complicarle lavida al Secretario General, que seenfrenta a una serie de problemasy presiones por parte de losmedios de comunicación. Estoyconvencido de que el ACNURseguirá siendo una organizaciónhumanitaria vital, imaginativa yeficaz”.

Mientras Lubbers permanecióen el cargo, el número depersonas “de incumbencia” de la

Ruud Lubbers, Alto Comisionado

AC

NU

R/

V.

WIN

TE

R/

US

A•2

00

5

AC

NU

R/

P.

SM

ITH

/C

S/

CO

L•2

00

2

La Agencia de la ONU para los Refugiados

MINISTERIODE TRABAJOY ASUNTOS SOCIALES

Dirección Generalde Integraciónde los Inmigrantes

Secretaría de Estadode Inmigración yEmigración

Subvencionado por:

Page 3: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

3R E F U G I A D O S

Jamás se había visto un desastre naturalde tal calibre.El tsunami de finales de año que devastópaíses del Sudeste asiático y el OcéanoÍndico, afectando incluso a África, mató aunas 180.000 personas. Muchos millones sequedaron sin casa y los daños económicosascendieron a una cifra inédita de miles demillones de dólares.

El mandato referente a los refugiados delACNUR no suele cubrir una situación de estetipo, pero fueron tales los estragos causados ytal la necesidad de ayuda urgente que, juntocon otras agencias de la ONU yorganizaciones, emprendió su primeraoperación de la historia a causa de undesastre natural.

El día después de que se produjera eltsunami, la agencia abrió de par en par susalmacenes en Sri Lanka,uno de los principalesepicentros de ladestrucción, ydistribuyó todo lo queestaba a su alcance:lonas de plástico,aparatos de cocina yropa para 100.000personas.

Las oficinas delACNUR se encuentranespecialmente biendistribuidas para ofrecerayuda inmediata en SriLanka, donde, durantecasi 20 años, ha asistidoa muchos de los más deun millón dedesplazados por laguerra civil.

También se pusieronen marcha programasen Indonesia y Somalia,en la costa Este deÁfrica.

Tras los esfuerzos de rescate en la faseinicial de la emergencia, el ACNUR hizo unllamamiento para recolectar durante seismeses 75 millones de dólares con los quesufragar su aportación al programa puesto enmarcha por la ONU para la catástrofe,concentrándose en ofrecer techo, mantas,aparatos de cocina y bidones, logística ytransporte.

No obstante, con una respuestainternacional al tsunami tan generosa yabrumadora, se generalizó el temor entre lacomunidad humanitaria de que la ayuda aotros proyectos más antiguos pero menosllamativos se resintiera en los próximos mesesdebido al cansancio de los donantes.

“Quiero destacar que incluso en estosmomentos en que estamos poniendo adisposición nuestros recursos de emergencia

para una respuestainmediata, nos hemosasegurado de que nose haga a expensas dela capacidad delACNUR pararesponder a unaemergencia derefugiados en otraspartes del mundo”,aseguraba Janet Lim,Directora para Asia yel Pacífico: “Instamostambién a los estadosmiembros, que sonnuestros donantestradicionales, a quese aseguren de que sugenerosa respuesta ala catástrofe no sehaga a costa delos refugiados del

mundo quenecesitancuidado yprotección”.

Y después del tsunami, ¿qué?

2001-2005

vida en campos se dan cuenta deque acaban de empezar unanueva y mejor vida.

La mayoría de los refugiadosreanudan sus interrumpidasvidas cuando finalmente regre-san a sus países, ciudades y pue-blos.

Algunos, a menudo los civilesmás vulnerables, no pueden vol-ver y, como los refugiados men-cionados en este artículo, empie-zan sus vidas desde cero en dis-tintos países del mundo que lesofrecen un reasentamiento per-manente.

Esas plazas están muy cotiza-das. El año pasado, menos de100.000 personas, de entre lasmás de 17 millones “de incum-bencia” del ACNUR, recibieronplaza.

En este número se cuenta lahistoria de una pequeña pobla-ción norteamericana que llevadécadas recibiendo refugiadoscon los brazos abiertos. A cambio,los dirigentes civiles, empresaria-les y políticos de Útica, en elEstado de Nueva York, atribuyena estos recién llegados el méritode haber cambiado la suerte detoda la ciudad.

Es una historia singular,pero el legado de Útica seextiende a todos los rinconesdel planeta donde haya refugia-dos y comunidades preparadaspara darles la bienvenida: jun-tos pueden formar un equipo degran éxito.

agencia de refugiados en todo elmundo pasó de 21,8 millones en2001 a 17,1 millones a principiosde 2004, un descenso de casi un22 por ciento.

Estas cifras incluyen a los másde 3,5 millones de afganos queregresaron a sus hogares con laayuda de la agencia a partir de2002.

Por otro lado, el número desolicitantes de asilo en los paísesindustrializados alcanzó sus cotasmás bajas de los últimos 17 años,debido en parte a los esfuerzos

de Lubbers por concentrar laatención internacional y losrecursos en los países pobres quealbergan a la mayor parte de losrefugiados del mundo.

El Alto Comisionado equilibróasimismo la financiación de laagencia, endureció lasresponsabilidades y perfeccionóla capacidad de respuesta deemergencia de la organización.

En el momento de su partida,Estados Unidos había catalogadoal ACNUR como la primeraagencia de la ONU en

importancia de entre todas lassubvencionadas por elDepartamento de Estado.

En su emocionada despedida,la Alta Comisionada adjunta,Wendy Chamberlin, que se hahecho cargo temporalmente dela dirección de la agencia,entregó a Lubbers el Premio alMérito del ACNUR en suprimera convocatoria anual,destacando su contribuciónpersonal y profesional para conlos refugiados de todo elmundo.

KE

YS

TO

NE

/S

. S

CH

MID

T/

DP

/ID

O•2

00

5

Page 4: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

4 R E F U G E E S

Un matrimoniUNA PEQUEÑA CIUDAD NORTEAMERICANA, ACTIVISTAS POR LA LIBERTAD ASIÁTIC

Hassan Murithi y algunosmiembros de sufamilia bantúsomalí

Page 5: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

5R E F U G E E S

io “perfecto”COS, “ESCLAVOS” SOMALÍES Y SUPERVIVIENTES DE LOS “CAMPOS DE LA MUERTE”

TE XTO

RAY WILKINSON

FOTOGRAFÍAS

VINCENT WINTER

Page 6: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

“El último en irse de Úticaque apague las luces”.

6 R E F U G I A D O S

Page 7: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

EN OTROS TIEMPOS fue una joya del flore-ciente imperio industrial norteamerica-no. La ciudad se mecía al compás de lasdos mayores fábricas textiles del país enun momento en que el algodón era el rey.Se construyó el Canal Erie, uno de losmás importantes y grandiosos proyectosde ingeniería, que atravesaba el distrito

comercial y unía la región de los Grandes Lagos del in-terior con la costa Este y el mundo exterior.

Políticos, padrinos de la Mafia y conocidas celebrida-des pasaron por allí. Charles Dickens y Teddy Rooseveltla visitaron. La usaron como escondite los zares del cri-men, que ocultaban aquí a sus queridas o “novias”, y noera extraño oír hablar de guerras entre bandas en sus ca-lles.

Se pusieron en escena espectáculostraídos directamente de Broadway, se cons-truyeron tres rutilantes centros de arte yteatros y, con su colorida historia, el lugarse ganó el apodo de “ciudad del pecado”.

Una base aérea cercana, parte de la redestratégica defensiva de Norteamérica,daba un toque de seriedad.

Pero cuando la industria textil nortea-mericana inició su declive y la otrora bu-lliciosa región pasó a formar parte de unemergente “cinturón oxidado”, a medidaque cambiaba la demografía y las familiasy los trabajos emigraban a los estados delSur, sobrevinieron malos tiempos para laciudad de Útica.

Las fábricas cerraron y luego se desmo-ronaron. En apenas unas décadas, la po-blación pasó de 120.000 personas a las65.000 de la actualidad.

Como otros enclaves en la cornisa no-reste de EE.UU., Útica se enfrentaba a un

Útica: Ejemplos dela pasada opulenciay hazañastecnológicas comoel Canal de Erie.

7R E F U G I A D O S

Page 8: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

declive irreversible. La cosa estaba tan mal que en algu-nos parachoques podían leerse pegatinas que decían: “Elúltimo en irse de Útica que apague las luces”.

LA AYUDA ESTÁ DE CAMINOÚTICA FUE SIEMPRE UNA CIUDAD de inmigrantes. Alema-nes, polacos, italianos y árabes la hicieron próspera alprincipio. Ahora, otra oleada de recién llegados -de Viet-nam, Myanmar, la antigua Unión Soviética, Europa y

África- está ayudando a rescatarla de su estancamientoeconómico.

Al contrario que los primeros inmigrantes, estos últi-mos son refugiados, seleccionados entre las personasmás vulnerables del mundo para empezar sus vidas des-de cero en Estados Unidos.

Desde luego, muchos grupos de refugiados se han es-tablecido en otras partes del país, pero el caso de Útica esinsólito por varias razones.

El tamaño de la ciudad se ha estabilizado alrededorde los 65.000 habitantes, y 10.000 de estos residentes-casi uno de cada seis- son refugiados. Esto supone unaenorme concentración de personas desarraigadas, pro-venientes de todos los rincones del planeta y transplan-tadas a un pequeño lugar.

No sólo su número es impresionante, también su di-versidad. Vienen de unos 30 países distintos y de entor-nos completamente diferentes: Synath Buth y su mujersobrevivieron a los “campos de la muerte” camboyanos y

El congresista deEE.UU. SherwoodBoehlert y el AlcaldeTim Julian (derecha).

“La ciudad llevaba años desangrándose. La llegadade tantos refugiados ha servido de torniquetepara detener la hemorragia”.8 R E F U G I A D O S

Page 9: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

Útica: Viejas glorias.

Trabajadores delCentro de Recursospara Refugiados delValle Mohawk.

dicen que la película de Hollywood del mismo nombrees un pálido reflejo de una época en la que poblacionesenteras eran expulsadas de sus casas y asesinadas; PavelBrutsky sirvió en una de las unidades militares más se-cretas de la Unión Soviética y posteriormente sobrevivióa años de persecución religiosa; Loi Hoang fue uno delos boat people de Vietnam y Hassan Murithi era prácti-camente un esclavo en el desmantelado estado de Soma-lia, en el Cuerno de África.

Nadie -entre los representantes estatales, municipa-les y de atención a los refugiados, entre los directivos in-dustriales y los propios refugiados- duda de que la llega-da de esta comunidad políglota ha sido clave a la hora decambiar el destino de la ciudad.

“A Útica le encantan los refugiados”, aseguraba Gene

Dewey, Ayudante del Secretario de Estado en la Oficinade Población, Refugiados y Migración en Washington,durante una sesión del Senado el año pasado: “Útica hasalido beneficiada con los refugiados. La ciudad se veníaabajo, pero ahora ha vuelto a revivir gracias a ellos”.

El Alcalde repúblicano, Tim Julian, está de acuerdo.En una reciente entrevista, manifestaba a REFUGIADOS:

“La ciudad llevaba años desangrándose. La llegada detantos refugiados ha servido de torniquete para detenerla hemorragia. Han salvado barrios enteros que estabanlistos para la demolición. Como ciudad, eso no tiene pre-cio”.

En la misma reunión, el Congresista local SherwoodBoehlert declaró: “Les damos la bienvenida con los bra-zos abiertos. Éste es el momento del cambio para Útica.

9R E F U G I A D O S

Page 10: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

No sólo se ha estabilizado la comunidad, sino que mirahacia el futuro con mucho más optimismo que otroscentros urbanos del noreste. Todo empieza a ir bien”.

RENOVACIÓNEN LO FÍSICO, ÚTICA APARENTA ser una ciudad con unahistoria claramente accidentada, una sombra de lo quefue en otros tiempos, pero que al menos intenta ponerseun poco de maquillaje y sonreír.

En otros tiempos, las poderosas fábricas textiles que-daron abandonadas. El centro de Útica tiene un aspectotriste y cansado, especialmente en lo más crudo del in-vierno, cuando el fiero viento aúlla a través de las ranu-ras, azotando la capa de nieve, y cuando las temperaturas

se precipitan a unos abismos impensables. Algunas zo-nas residenciales se pusieron tan peligrosas durante eldeclive de la ciudad que hubo que llamar a la GuardiaNacional para que derribara las estructuras más inesta-bles.

Pero el Hotel Útica ha sufrido un “lifting” de mu-chos millones de dólares y el visitante inocente nopuede por menos que quedarse sin aliento ante la ines-perada visión de las resplandecientes arañas de lucesen los techos y ante los interiores, renovados con gus-to exquisito, de su cavernoso vestíbulo. El teatro Stan-ley, de estilo barroco, está abierto al público. Tambiénse han invertido unos cuantos millones en un nuevocentro de seguros. En las cercanías, las casas señoria-

Suburbios de Útica y rostros derefugiados.

El tamaño de la ciudad se haestabilizado en unas 60.000personas, 10.000 de las cualesson refugiados. Vienen de casi30 países y de entornosculturales totalmente distintos.

10 R E F U G I A D O S

Page 11: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

les son un testamento vivo de los pasados días de glo-ria de la ciudad.

Algunas de las fábricas se han salvado y convertidoen apartamentos. Varios refugiados, especialmente bos-nios, han comprado propiedades baratas que se encon-traban abandonadas antes de su llegada y ahora han re-novado barrios enteros.

Hay restaurantes vietnamitas, ultramarinos rusos,peluquerías y cafeterías bosnias, una enorme iglesiapentecostal construida por los refugiados de la antiguaUnión Soviética, mezquitas y templos. En las escuelasde la ciudad se hablan 31 idiomas. El periódico local tie-ne una columna semanal en bosnio. Un hospital cuentacon una website dedicada a la diversidad cultural.

Esto no es sólo una prueba del nuevo vigor económi-co del lugar, sino de la creciente diversidad cultural y re-ligiosa que acompaña a los refugiados.

En la peluquería Veldin, el sexagenario Juso Miyko-vic, que huyó de la guerra de los Balcanes en los 90, ter-mina con un cliente y empieza una acalorada discusióncon un arquitecto oriundo que está diseñando otro localmás grande para él al otro lado de la calle. En la pared,un recorte de periódico anuncia: “El Este de Útica es unrefugio para los bosnios”. Sí, dice Juso, “la vida y los ne-gocios van bien por aquí”.

No lejos de allí, Dzevsa Dizdarevic le puso a su tien-da de ultramarinos y pequeño café el nombre de su hija,Amy, cuando abrió hace un par de años. Vende produc-

11R E F U G I A D O S

Page 12: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

12

tos típicamente bosnios, carnes y chocolates. Los clientesfuman sin parar y beben pequeñas tazas de café cargado,al igual que hacían durante la guerra en su tierra nataldurante los años 90. “Los impuestos se están cargandolos negocios”, gruñe el dueño, y luego añade: “Pero Úticaha sido buena con nosotros”.

UNA SITUACIÓN CLARAMENTE BENEFICIOSAEN UNO DE LOS LADOS DE LA CIUDAD, junto a un omni-presente centro comercial, se encuentra la fábrica re-cientemente renovada de uno de los mayores creadoresde empleo de la región, ConMed, fabricante de equipoquirúrgico de precisión. El edificio perteneció en tiem-pos a General Electric, pero a medida que la ciudad en-

traba en declive, esta compañía, una de las más potentesdel país, cerró sus puertas.

Actualmente ConMed contrata a todos los trabajado-res que pueda encontrar. “Hemos contratado a 16 perso-nas en los últimos seis días laborables”, explicaba recien-temente Bob O’Reilly, el Director de Recursos Humanosde ConMed. “Tenemos 111 puestos vacantes”. La empre-sa emplea a unas 1.300 personas en tres fábricas, casi lamitad refugiados de todo el mundo: bosnios, vietnami-tas, birmanos…

Claramente, algunos de estos puestos no requierenespecialización, como el trabajo en la línea básica demontaje, pero los refugiados ejercen también como dise-ñadores de producción, representantes comerciales in-

R E F U G I A D O S

Page 13: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

13

ternacionales y empleados administrativos. Algunas fa-milias tienes hasta tres y cuatro miembros trabajandoen la fábrica.

“Es una situación claramente beneficiosa”, aseguraBob O’Reilly: “Es bueno para los refugiados y buenopara nosotros. De hecho, es posible que la empresa noestuviese aquí de no ser por los refugiados”.

El Hogar Presbiteriano, un asilo para ancianos, datrabajo a unos 50 refugiados. Trabajan en las cocinas, lalavandería y como enfermeros. “Tanto los pacientescomo sus familias me hablan constantemente del gradode afecto y de la conexión que muestran nuestros ayu-dantes refugiados con ellos”, comenta la Directora deRecursos Humanos, Mary Austin Pratt.

El Gerente, Tony Joseph, se declara igual de conven-cido: “No tendríamos nada que hacer sin estos refugia-dos. Ha sido un matrimonio perfecto. En ningún otro lu-gar habríamos encontrado gente de esta calidad”.

Este “matrimonio perfecto” es el resultado de unconjunto muy especial de circunstancias favorables.

Siendo una comunidad con fuertes raíces inmigrato-rias, para Útica es fácil dar la bienvenida a los recién lle-gados, a pesar de las previsibles quejas de algunos resi-dentes, que protestan por las supuestamente fantásticasventajas y beneficios de que disfrutan los refugiados.

Durante casi 25 años, un decidido grupo denominadoCentro de Recursos para Refugiados del Valle Mohawk seha encargado de recibir a los recién llegados, buscándolesalojamiento, trabajo, escuelas, clases de inglés y de ciuda-danía, un auténtico sistema independiente de apoyo.

Las escuelas, los hospitales y las clínicas, las autorida-des de la vivienda y otros grupos de vital importanciahan tenido que adaptarse para acomodar a los refugia-dos.

A medida que el declive económico de la ciudad toca-ba fondo, muchos de los trabajos disponibles, sin ser es-

Refugiados en sutrabajo. La fábricaConMed y elDirector deRecursos Humanos,Bob O’Reilly.

R E F U G I A D O S

“No tendríamos nada que hacer sin estos refugiados.En ningún otro lugar habríamos encontrado gentede esta calidad”.

Page 14: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

14 R E F U G I A D O S

pecializados, permitían a una gente que, por lo general,no hablaba inglés ni tenía las cualificaciones necesariasen una sociedad tan industrializada, encontrar trabajoinmediatamente y empezar a construir una nueva vida.

De igual manera, y quizás irónicamente, el deprimidomercado de la vivienda causado por el declinar económicosupuso un factor decisivo a la hora de ayudar a los refugia-dos a instalarse. Podían alquilar o comprar apartamentosbaratos. Casas de tres, cuatro y cinco dormitorios, que ha-bían sido abandonadas por las familias de la localidad y ad-quiridas por unos pocos miles de dólares, quedaban como

nuevas después de que sus due-ños las renovasen. En pocos si-tios de Norteamérica podíanencontrarse tales gangas.

“Todos estos factores hansido decisivos a la hora de in-tegrar a tantos refugiados, contanto éxito y rapidez, en la co-munidad local”, señala PeterD. Vogelaar, Director Ejecuti-vo del Centro de Recursospara Refugiados.

¿DÓNDE ESTOY?¿PERO CÓMO HICIERON

unos activistas por la libertad

de Myanmar, unos prisioneros de guerra de Bosnia ounos refugiados políticos de Irak para acabar en una os-cura ciudad del Estado de Nueva York de la que ningunode ellos había oído hablar antes de su llegada?

Estados Unidos es uno de los pocos países (otros sonCanadá, Australia, Nueva Zelanda, los estados escandi-navos, Países Bajos, Irlanda y el Reino Unido) que traba-jan estrechamente con el ACNUR y tienen asignadauna cuota oficial de refugiados para su reasentamientopermanente. Son unas plazas muy cotizadas. El año pa-sado, menos de 100.000 personas fueron reasentadas so-bre una población global de 17 millones de personas acargo de la agencia para los refugiados.

Cada año el Gobierno federal de Washington estable-ce la cuota norteamericana, somete a investigación a losposibles inmigrantes y después, en coordinación con elestado, la ciudad, la iglesia y las agencias humanitariaslocales, decide qué comunidades pueden y están dis-puestas a aceptar nuevos ciudadanos.

El compromiso de Útica empezó en 1975, cuando ungrupo de religiosos decidió por cuenta propia ayudar areasentar refugiados. Su primer proyecto fue modesto,ayudar a un único vietnamita a escapar de los efectos delas guerras en Indochina. Cuatro años después, patroci-nado por el Servicio Luterano de Inmigración y Refu-giados, se creó el actual Centro de Recursos para Refu-giados.

Aprendiendoinglés en el Centro deRecursos de Útica.

“Sigue habiendo sitio para más refugiados”.

Page 15: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

15R E F U G I A D O S

Page 16: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

Nezir Jasarevic, sumujer Azira y suhija Tina. La guerrade los Balcanes(derecha) aprincipios de los90.

Page 17: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

R E F U G I A D O S 17

El número de refugiados fue en aumento. En un pro-yecto especialmente notable a principios de los 90, cien-tos de los denominados niños ameroasiáticos, jóvenesengendrados por norteamericanos durante la guerra deVietnam y posteriormente abandonados, fueron trans-portados en avión hasta Útica, donde se les introdujo alestilo de vida americano, se les enseñó inglés y se les diouna formación antes de integrarlos en las comunida-des locales.

Actualmente, el Centro de Recursos para Refu-giados, que está domiciliado en una vieja escuelacatólica y que cuenta con casi 40 trabajadores, lamayor parte de ellos refugiados, es una de las insti-tuciones más animadas y coloridas de la ciudad.Los largos pasillos y las aulas están recorridas porráfagas de colores -un monje en una túnica azafrán,mujeres somalíes vestidas en un caleidoscopio devívidos tonos algodonales, ágiles jovencitas de Eu-ropa del Este en pequeños tops de brillante colori-do, gente envuelta en bulbosos plumíferos contra elpenetrante frío- y un babel de lenguas de todas par-tes del mundo.

Hay clases de inglés y de formación. La gente de-manda ayuda para encontrar trabajo, alojamiento ouna escuela para sus hijos, un intérprete para ir alhospital, un abogado o simplemente la compañía deotros refugiados. También se pide consejo sobre cómoobtener la ciudadanía norteamericana.

Pero ésta es una calle de dos direcciones. El centro nosólo se responsabiliza de ayudar a los refugiados, sinoque también aconseja a instituciones locales como es-cuelas, hospitales y dueños de pisos sobre cómo com-prender y ayudar a los recién llegados, por lo generalabrumados, a “tender puentes entre ambos grupos”, enpalabras de Peter Vogelaar.

TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍNEZIR JASAREVIC ESTUVO PRISIONERO DURANTE LA GUE-RRA de los Balcanes, recibió palizas de sus guardas, viocómo mataban a golpes a uno de sus compañeros reclu-sos y deambuló sin destino por campos de batalla mien-tras su peso encogía de 100 a 61 kilos.

Finalmente escapó de la pesadilla balcánica, pero en

cierto sentido su llegada a Estados Unidos le resultó enaquellos momentos casi tan traumática como sus expe-riencias de la guerra.

“Conocía Norteamérica solo por las películas y Úticadesde luego no era una película”, recuerda. “Dios, sáca-me de este sitio. Quiero volver a mi casa”, fue su prime-ra reacción en su nuevo hogar.

Creía que iba a vivir en la ciudad de Nueva York,pero, cuando llegó al aeropuerto, la persona encargada

de darle la bienvenida sólo hablaba ruso, no bos-nio. Nezir no hablaba nada de inglés.

En la siguiente parada, en el aeropuerto deSyracuse, cerca de Útica, “un tipo con aspectovietnamita vino y agarró mi maleta”, cuenta:“Me habían dado instrucciones de que nunca en-tregase a nadie mi maleta. Empezamos un tira yafloja ahí mismo. Nos peleamos. Luego vino otrohombre y me habló en bosnio”.

Si al principio le había pedido a Dios que losacara de allí, ahora “le di las gracias por estecompañero bosnio. Bienvenido a Útica”.

Cuando llegó en 1999, Kaw Soe también creíaque iba a ir a la ciudad de Nueva York. Miembrode la perseguida minoría étnica de los karen enMyanmar, había participado durante años en loque él llama la lucha democrática y nacional con-tra el régimen militar de Rangún.

También voló hasta el aeropuerto de Syracuseen vez de quedarse en la “Gran Manzana” y, ca-mino de Útica, divisó un montón de ciervos dan-

“Conocía Estados Unidos por las películas,y desde luego Útica no era una película”.

AC

NU

R/

A.

HO

LLM

AN

N/

CS

/H

RV

•19

92

Page 18: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

18 R E F U G I A D O S

do saltos y brincos por la carretera. “Pensé que quizásnos trasladaban a este lugar porque, con tanta fauna sal-vaje, nos recordaría más a la selva que acabábamos dedejar atrás”, recordaba recientemente entre risas.

“¡Qué horror, qué horror!”, dice Pavel Brutsky, de 41años, sobre su llegada a su nueva ciudad de adopción. Yél sí que sabe lo que quiere decir la palabra “horror”.

Brutsky nació en Bielorrusia, en la antigua Unión So-

viética. Pese a haber sido perseguido como miembro dela iglesia pentecostal, le llamaron para hacer el serviciomilitar en una unidad de máxima seguridad y lo envia-ron a la frontera de Mongolia, donde, durante su estan-cia, no le dejaban salir de la base, nunca le daban un per-miso o la oportunidad de conocer chicas y subsistía conel equivalente de unos pocos dólares al mes como paga.

Durante 12 años intentó escapar del país y de la per-

Una familiabielorrusa. Rezos en la iglesiapentecostal.

Page 19: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

19R E F U G I A D O S

sistente persecución religiosa y, cuando finalmente leotorgaron el permiso oficial para emigrar, tuvo que en-tregar su pasaporte y pagar una multa.

“Tuvimos que abandonarlo todo, pero nos daba igualadónde ir cuando nos marchamos”, asegura, “Canadá,Australia, Estados Unidos… Aun así, cuando llegamos aÚtica, nos quedamos conmocionados”.

Lo peor aún no había llegado. Pavel vio cómo dispara-

“Cuando llegué aquí quería irme cuanto antes.Ahora me encanta. De verdad que me encanta”.

Page 20: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

24 R E F U G I A D O S

consigo costumbres desagradables, pintando las paredescon graffiti o haciendo la colada en el suelo del salón.

Inevitablemente, algunos vecinos se quejan de quelos refugiados reciban enormes sumas de dinero, vivien-da gratis y trabajos fáciles… argumentos que se escuchanen cualquier parte del mundo donde se asientan los re-fugiados, pero que son falsos.

Lo que sí que necesitan ambas partes son importan-tes recursos económicos y humanos, flexibilidad y pa-ciencia para que un experimento de este tipo funcione.

¿Y AHORA QUÉ?EL CONSTANTE FLUJO de refugiados reasentados en Úticay otras comunidades norteamericanas depende de diver-sos factores: sucesos mundiales, programas federales, lacapacidad de organizaciones como el Centro para Refu-giados del Valle Mohawk para tratar con los recién llega-dos y la voluntad de las comunidades de absorber a losextranjeros.

En las últimas décadas del siglo XX, Estados Unidosaceptó oleadas sucesivas de refugiados de Vietnam, la

antigua Unión Soviética y Bosnia. De algún modo, aqué-llos eran programas relativamente sencillos, generosa-mente subvencionados, fáciles de aceptar políticamentey, dado que eran grupos étnicamente homogéneos, fáci-les también de absorber lingüística y culturalmente porparte de las comunidades anfitrionas.

En aquellos primeros tiempos se produjeron tambiénmuchas reunificaciones familiares -maridos que se reu-nían con sus esposas y niños que se reunían con sus pa-dres- lo que también exigía unos recursos humanos yeconómicos modestos.

Los días “sencillos” han pasado a la historia.Los refugiados que se reasientan actualmente suelen

estar entre las personas más vulnerables de los gruposde desplazados, en vez de ser simplemente “aceptablesdesde el punto de vista político”. Provienen de gruposmás pequeños y de países más diversos.

En términos humanitarios puede que eso se consi-dere un importante paso adelante, pero, en una épocade recorte de subvenciones, puede suponer un enormequebradero de cabeza para las agencias de refugiados

Intentandoacostumbrarse a unmundo mássofisticado.

Page 21: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

20 R E F U G I A D O S

ban a su hermana en el pecho dentro de su piso de alqui-ler en lo que entonces era una zona sin ley de Útica.

Entre los últimos refugiados llegados a Útica se en-cuentra un grupo conocido como los bantúes somalíes ymuchos de ellos siguen conmocionados. Pocos grupos derefugiados han experimentado unas diferencias cultura-les entre su patria y EE.UU. tan extremas, y lo mismo lesocurre con el clima. En el Cuerno de África, las tempera-turas veraniegas superan a diario los 40 grados. En Úticase alcanzan los 40 grados muchas veces… pero en estecaso bajo cero, durante los crudos inviernos de la región.

Hassan Murithi vio cómo unos intrusos violaban a sumujer delante de él cuando el estado de Somalia se vino

abajo a principios de los 90. Después de esa atrocidad, lapareja, junto con sus ocho hijos, caminó durante una se-mana para llegar a un lugar relativamente seguro enKenia. Algunos de sus compañeros bantúes somalíesmurieron de sed en el trayecto.

Los bantúes fueron esclavizados por los árabes delÁfrica meridional en el siglo XVIII y tratados práctica-mente como siervos en Somalia hasta que la guerra en-tre clanes destruyó el país. Como Hassan y su familia,miles de ellos huyeron a la vecina Kenia y, tras una dé-cada de infructuosa búsqueda por parte del ACNURpara encontrarles un nuevo hogar, Estados Unidos acep-tó finalmente a la gran mayoría hace dos años.

La vida en uncampo derefugiados delÁfrica oriental.

“Nunca imaginé que pudiera hacer

A C N U R / B . P R E S S / C S / K E N • 2 0 0 2

Page 22: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

21R E F U G I A D O S

En 2002, cuando REFUGIADOS informó sobre su tras-lado a un nuevo mundo (n° 116), decía: “Los bantúes seenfrentan ahora a un aterrador abismo cultural. La ma-yor parte de ellos no sabe leer, escribir o hablar inglés.Son robustos granjeros que apenas saben hacer otra cosa,que jamás han encendido un interruptor eléctrico, tira-do de la cadena de un retrete, cruzado una calle concu-rrida, montado en un coche o un ascensor, visto nieve osentido un aire acondicionado”.

Desde su llegada a Norteamérica, se han enfrentado atodos esos problemas con un cierto éxito, pero en lo máscrudo de lo que todavía es el primer invierno para algu-nos de ellos, es el clima lo que les resulta abrumador.

“Nunca en mi vida pensé que pudiera hacer tan maltiempo como aquí”, comentaba recientemente HassanMurithi en su piso alquilado, mientras la calefacción cen-tral alcanzaba casi las temperaturas máximas de un díade verano africano. A continuación puso la situación ensu contexto: “En África teníamos que pagar mucho dine-ro para conseguir hielo. Aquí está en todas partes”, dijoseñalando hacia las calles llenas de nieve. “Y es gratis”. Elcomentario viene acompañado de una sonora carcajada.

NO, QUEDÉMONOS UN POCO MÁSPERO SI LA LLEGADA A ÚTICA FUE DESCONCERTANTE parala práctica mayoría de los refugiados, otra característica

Los bantúessomalíes, haciendofrente al fríoinvernal de Útica.

tan mal tiempo como aquí”.

Page 23: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

22 R E F U G I A D O S

típica ha sido la resistencia y capacidad de adaptación,tanto de los recién llegados como de la propia Útica.

El hijo mayor de Hassan Murithi, Mohammed, tienecarnet de conducir, un coche y estudia medicina en uncolegio universitario de la localidad. Sus otros hijos ha-blan inglés, acuden a la escuela y hablan de hamburgue-sas, pizzas y la serie de televisión de los Simpson. Hassany su mujer trabajan a jornada completa.

El momento del cambio para Nezir Jasarevic llegómientras asistía a la clase local, llena de refugiados

vietnamitas. “Se encontraban en un entorno absoluta-mente extraño”, comenta, “y me di cuenta de que,como europeo, tenía posiblemente más oportunidadesde triunfar que ellos. Empecé a dormir con el dicciona-rio de ingles bajo mi almohada”. Hoy es un prósperorepresentante de Marketing de una empresa de segu-ros sanitarios con una hermosa casa en los suburbiosde Útica.

Pavel se mudó de la zona donde dispararon a su her-mana y, junto con su mujer, Mira, y sus seis hijos, vive

Loi Hoang y sufamilia. Vietnam ylos boat peoplequedan ya muylejos.

Page 24: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

23R E F U G I A D O S

ahora en una casa tipo rancho a las afueras de Útica,cerca de la iglesia pentecostal en la que su suegro ejer-ce de párroco y en la que más de 2.000 refugiados de laantigua Unión Soviética encuentran un importanteapoyo.

“Mira, mira”, le decía a un visitante recientemente.“He cultivado esta col en mi propia huerta. Me encantaesta huerta. Me encanta mi casa y estar aquí con mi fa-milia”.

“Cuando llegué a este país quería irme cuanto antes.

Ahora me encanta. De verdad queme encanta”. Y no hay duda de quees sincero.

Loi Hoang, que escapó en barcade Vietnam cuando era un adoles-cente, trabaja ahora como croupier depóker en un casino cercano que diri-gen los indios oneida. “No puedoirme de aquí”, asegura. “Tengo de-masiados amigos”. A lo que sigue elinevitable comentario mordaz: “Megusta todo menos el tiempo. Pero almenos no hay inundaciones y terre-motos”, en referencia a la recientecatástrofe causada por el tsunami enAsia.

También la ciudad ha tenido queaceptar el cambio. A muy pocos sis-temas escolares del mundo les pi-den que eduquen a niños que ha-blan casi tres docenas de lenguas

distintas. Muchos de los recién llegados tienen queaprender ingles desde cero.

Debido al idioma y a las diferencias sociales y cultu-rales, las visitas al médico pueden estar cargadas de difi-cultades, tanto para el personal médico como para los pa-cientes. Muchos refugiados han vivido guerras y perse-cuciones y necesitan grandes cuidados para tratar losproblemas relacionados con sus traumas.

Puede que los propietarios de viviendas estén abier-tos a recibir nuevos clientes, pero a veces estos traen

“No me puedo irde aquí. Tengodemasiados amigos”.

AC

NU

R/

P.

DE

LOC

HE

/C

S/

SO

UT

H C

HIN

A S

EA

•19

87

Page 25: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

25R E F U G I A D O S

locales y las comunidades an-fitrionas. En vez de tener quehabérselas con refugiados de

un solo país con un conocimiento razonable de los va-lores culturales de Occidente, puede que ahora tenganque hacer malabarismos y dedicar más recursos huma-nos y financieros, durante un mayor plazo de tiempo,para resolver las necesidades de varios grupos que ha-blan lenguas distintas y que poseen reglas sociales muydiferentes.

Luego está la cuestión de la cantidad. Antes de losatentados terroristas de Nueva York y Washington del 11de septiembre de 2001, Estados Unidos asignaba unas70.000 plazas anuales para el reasentamiento de refugia-dos. En el año 2000, el Centro de Recursos para Refugia-dos ayudó a 744 refugiados a trasladarse a Útica.

Después de los atentados, y dado que las preocupacio-nes de seguridad tenían prioridad, las cifras nacionalesse precipitaron a tan sólo 26.300 personas en 2002. Lascifras de Útica reflejaron el correspondiente descenso a240 personas aquel año. Los centros para refugiados tu-vieron que ajustar sus presupuestos e incluso remodelarsus programas y objetivos globales para permanecer enla brecha y seguir abiertos.

El número global de entradas en EE.UU. se dobló elaño pasado, dejando a las agencias para refugiados conun insólito dilema. Mientras que, por un lado, se alegra-ban del aumento en el numero de refugiados, por otrotenían que arañar unos recursos escasos para ayudar aun flujo mayor y complejo de personas.

En Útica, el propio éxito del programa de refugiadosha originado otros problemas. En un mercado de la vi-vienda más boyante, los precios han subido, lo que com-plica el hecho de encontrar un alojamiento adecuadopara los recién llegados. Hay menos movimientos en elmercado laboral. Los recursos económicos son más esca-sos.

¿Quiere esto decir que la ciudad ha llegado a su pun-to de saturación con los refugiados?

Pese a la preocupación de algunos, la respuesta es ta-jante. “No”, dice el Alcalde, Tim Julian. “Estamos dese-ando dar la bienvenida a unos cuantos más”. “Aún hay si-tio para más refugiados”, asegura el Congresista Sher-wood Boehlert, un sentimiento que encuentra eco enmuchas de las empresas locales, según las cuales su su-pervivencia se debe a los refugiados que viven en Útica.

Parece que la historia de amor va a durar aún untiempo. ■

Hay restaurantes vietnamitas,ultramarinos rusos, peluqueríasy cafés bosnios, una enorme iglesiapentecostal construida por refugiadosde la antigua Unión Soviética,mezquitas y templos.

Multiculturalismoen funcionamiento:un cartel decarretera en bosnio.

Page 26: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

26 R E F U G I A D O S

U N D Í A E N L A V I DA

D E A U N G T I N M O E

Y S U FA M I L I A

Page 27: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

27R E F U G I A D O S

Page 28: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

28 R E F U G I A D O S

El apartamento en el primerpiso del n° 1.122 de la calleSt. Vincent, en Útica,

Estado de Nueva York, queda muylejos de las cabañas de bambú y lasjunglas del Sudeste asiático.

Hoy en concreto, Kin Soe Moese levanta a las 5:30 de la mañana yse prepara un sencillo refrigerio abase de arroz, carne y sopa antesde salir para el trabajo.

Fuera, las aceras tienen una capade nieve de varios centímetros -locual no está nada mal, puesto quea veces, durante el largo invierno,la ciudad “desaparece” enterradapor la nieve- y, con el viento polarque sopla en las calles desiertas,

las temperaturas han descendi-do hasta muy por debajo decero.

“Hacía tanto frío cuandollegamos a este país y siguehaciendo tanto frío… Ay, tantofrío”, tirita la pequeña Kin SoeMoe al iniciar el corto trayectoen coche hasta la fábrica de instru-mentos quirúrgicos donde ganacasi ocho dólares por hora mon-tando equipos de precisión.

“Conseguí mi licencia de conduciral segundo intento”, dice riendo alrecordar los esfuerzos que tuvo quehacer al principio para acostumbrar-se a su nueva vida en Norteamérica.“Nunca había visto nieve antes, y

menos aún conducido sobre ella.Aún me da miedo hacerlo”.

En casa, Kapaw Sasam, de 9años, y su hermana de 8, KapruHtoo, corren por toda la casa pre-parando sus cabases y dando abra-zos a su hermano Thomas Dale, de4 años, antes de ponerse los abri-gos para tomar el autobús escolar alas 7:30 que las llevará a un colegiocatólico privado.

06:00 Mamá deja al pequeño Thomas Dale, el miem-bro más joven de la familia, listo para el día

07:45 Thomas Dale llega a la escuela

Kapaw Sasam, de 9

05:30 Empieza un nuevo día

Page 29: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

29R E F U G I A D O S

El marido, Aung Tin Moe, lleva asu hijo en coche a una guarderíaquince minutos más tarde. Tresveces por semana, hace un turnode 12 horas en la misma fábrica quesu mujer. Los demás días estudiaIngeniería Electrónica en el ColegioUniversitario de la Comunidad delValle de Mohawk.

Al caer la tarde, Kin Soe Moerecoge a su hijo y vuelve a casa

para preparar la cena a su familia.“Estoy tan cansada. Me duele lacabeza. Voy a descansar tres minu-tos”, dice, dejándose caer breve-mente sobre un sofá. Antes deregresar a casa recoge a sus hijas enun centro de estudios nocturnos,acaba un montón de tareas caseras,sirve la cena y, si no hay ningúnimprevisto, se derrumba sobre lacama antes de las nueve.

años, con el ordenador Carol Polito, Directora de la escuela

08:15 Desayuno en la escuela

09:00 Empiezan las clases

06:30 Salida haciael trabajo

07:30 Las chicas se van a la escuela 07:40 Luchando con el hielo La guardería

Page 30: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

30 R E F U G I A D O S

Entre el trabajo, la escuela y losestudios, a menudo su marido,Aung Tin Moe, sólo duerme treshoras por la noche.

Apenas se ven por las mañanasy les preocupa el poco tiempo quepasan enseñando su lengua mater-na a sus hijos.

No es fácil “vivir el sueño ame-ricano”.

ESCAPAR A UNA NUEVA VIDALa familia pertenece a la minoríaétnica de los karen en Myanmar

(Birmania). Aung Tin Moe participóen la lucha estudiantil contra elrégimen militar del país y se vioobligado a huir a la selva, donde secasó y, en cabañas de bambú,nacieron sus dos hijas.

“En aquella época muchasembarazadas padecían malaria.Algunos recién nacidos morían acausa de los daños cerebrales”,recuerda Kin Soe Moe. “Yo tuvesuerte. No contraje malaria y lasniñas también tuvieron suerte.Fueron niñas sanas”.

La familia se trasladó al paísvecino, Tailandia, a finales de los90, pero su futuro era incierto enel campo de refugiados dondevivían. Volver a su país suponía unavida llena de peligros huyendo delejército y una muerte casi segura.

Aung decidió viajar sin permisoa la capital tailandesa, Bangkok,para solicitar el estatuto oficial derefugiado y, quizás, una nueva vidaen otro país.

“Paré un camión haciendoautostop”, recuerda. “Antes de cada

09:00 Estudiando en casa

Mientras tanto, sus hijas disfrutan de la merienda y juegancon sus amigos al acabar la escuela antes de que las recoja su madre.

La vida durante la huiday la boda en la selvaantes de empezar denuevo en Norteamérica.

Page 31: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...

31R E F U G I A D O S

control policial, me bajaba, daba unlargo rodeo para evitar el control yluego me volvía a subir. Tardé dosdías en llegar a Bangkok.”

Cuando, posteriormente, sumujer y sus hijas intentaron reunir-se con él, sobornaron a un policíapara que los llevara en su cocheoficial. “Cuando llegábamos a loscontroles de policía, me concentra-ba en darle el pecho a mi hijamenor y no me atrevía a mirar anadie”, afirma. “No pensaron quehacíamos nada malo en el coche y

nos dejaron pasar”.Tras vivir clandestinamente en

Bangkok y trabajar como obrero dela construcción -si les hubiera para-do la policía podría haberlosdevuelto a un campo de refugiadoso a Myanmar- obtuvieron el codi-ciado estatuto de refugiados.Como no tenían familia cercana ouna persona que los avalara direc-tamente en Estados Unidos, lo cualhabría simplificado los trámites,aún tardaron otro año en conseguirel permiso para entrar en el país

como reasen-tados.

Hay unapequeña peroflorecientecomunidad bir-mana de 250personas enÚtica, la mayorparte de elloskaren. ThomasDale Moe, de 4años, fue elprimer niñonacido en delgrupo.

La familia envíaparte de su sueldoa Myanmar paramantener a losparientes quesiguen allí. Pese asus modestos sala-rios, decidieroninscribir a sus hijasen una escuela pri-vada para quetuvieran una buenaeducación. LaDirectora de la escuela NuestraSeñora de Lourdes, Carol Polito,considera a sus dos alumnas karen“deliciosas. Son un orgullo para laescuela y para sus padres”.

Aung Tin Moe terminará susestudios en el colegio universitarioeste año, pero luego quiere seguirestudiando en la UniversidadEstatal de Nueva York otros dosaños.

La frase “Vivir el sueño america-no” se utiliza tanto que se ha deva-luado, pero en este caso concreto,a pesar de lo difícil que puedaresultar conseguirlo, podría sercierta. ■

12:00 Aung Tin Moe empieza a trabajar en la misma fábrica que su mujer

17:00 Se prepara la comida y la familia cena, a excepción del padre, que sigue trabajando

00:30 Regreso a casadespués de medianoche,a tiempo de dormir treshoras antes de empezar

un nuevo día

15:30 Después deltrabajo, Kin Soe Moerecoge a su hijo en laguardería y regresa a

casa para estudiaringlés

Page 32: 138 • Cover ENG1 - ACNUR - La Agencia de la ONU para los ...