17

2
INFORMATIVO REVISTA DEL CLUB JUVENIL GADIR 6 DE FEBRERO 2011 - Nº 17. 2010/11 CLUB juvenil INFORMATIVO CLUB GADIR I C/ Acacias, 19 I 11007 Cádiz tlf: 956256602 I email: I www.clubgadir.org [email protected] MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2011 (II) Para poner de relieve la importancia de la fe en la vida de los creyentes, quisiera detenerme en tres términos que san Pablo utiliza en: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Aquí podemos distinguir tres imágenes: “arraigado” evoca el árbol y las raíces que lo alimentan; “edificado” se refiere a la construcción; “firme” alude al crecimiento de la fuerza física o moral. Se trata de imágenes muy elocuentes. Antes de comentarlas, hay que señalar que en el texto original las tres expresiones, desde el punto de vista gramatical, están en pasivo: quiere decir, que es Cristo mismo quien toma la iniciativa de arraigar, edificar y hacer firmes a los creyentes. La primera imagen es la del árbol, firmemente plantado en el suelo por medio de las raíces, que le dan estabilidad y alimento. Sin las raíces, sería llevado por el viento, y moriría. ¿Cuáles son nuestras raíces? Naturalmente, los padres, la familia y la cultura de nuestro país son un componente muy importante de nuestra identidad. La Biblia nos muestra otra más. El profeta Jeremías escribe: «Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto» (Jer 17, 7-8). Echar raíces, para el profeta, significa volver a poner su confianza en Dios. De Él viene nuestra vida; sin Él no podríamos vivir de verdad. «Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo» (1 Jn 5,11). Jesús mismo se presenta como nuestra vida (cf. Jn 14, 6). Por ello, la fe cristiana no es sólo creer en la verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. Cuando comenzamos a tener una relación personal con Él, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida, qué finalidad, qué rumbo debo darle? Es una fase fundamental que puede turbar el ánimo, a veces durante mucho tiempo. Se piensa cuál será nuestro trabajo, las relaciones sociales que hay que establecer, qué afectos hay que desarrollar… En este contexto, vuelvo a pensar en mi juventud. En cierto modo, muy pronto tomé conciencia de que el Señor me quería sacerdote. Pero más adelante, después de la guerra, cuando en el seminario y en la universidad me dirigía hacia esa meta, tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarme: ¿es éste de verdad mi camino? ¿Es de verdad la voluntad del Señor para mí? ¿Seré capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposición de Él, a su servicio? Una decisión así también causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero después tuve la certeza: ¡así está bien! Sí, el Señor me quiere, por ello me dará también la fuerza. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica. Como las raíces del árbol lo mantienen plantado firmemente en la tierra, así los cimientos dan a la casa una estabilidad perdurable. Mediante la fe, estamos arraigados en Cristo (cf. Col 2, 7), así como una casa está construida sobre los cimientos. En la historia sagrada tenemos numerosos ejemplos de santos que han edificado su vida sobre la Palabra de Dios. El primero Abrahán. Nuestro padre en la fe obedeció a Dios, que le pedía dejar la casa paterna para encaminarse a un país desconocido. «Abrahán creyó a Dios y se le contó en su haber. Y en otro pasaje se le llama “amigo de Dios”» (St 2, 23). Estar arraigados en Cristo significa responder concretamente a la llamada de Dios, fiándose de Él y poniendo en práctica su Palabra. Jesús mismo reprende a sus discípulos: «¿Por qué me llamáis: “¡Señor, Señor!”, y no hacéis lo que digo?» (Lc 6, 46). Y recurriendo a la imagen de la construcción de la casa, añade: «El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra… se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida» (Lc 6, 47-48). Tomado de www.vatican.va Para Padres ALCORNOCALES

description

INFORMATIVO CLUB GADIR I C/ Acacias, 1 9 I 1 1 0 07 Cádiz tlf: 956256602 I email: I [email protected] REVISTA DEL CLUB JUVENIL GADIR 6 DE FEBRERO 2011 - Nº 17. 2010/11 MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2011 (II) Tomado de www.vatican.va espacio reservado para la etiqueta

Transcript of 17

Page 1: 17

INFORMATIVOREVISTA DEL CLUB JUVENIL GADIR 6 DE FEBRERO 2011 - Nº 17. 2010/11

CLUBjuvenil

INFORMATIVO

CLUB GADIR I C/ Acacias, 19 I 11007 Cádiztlf: 956256602 I email: I [email protected]

espacio reservado para la etiqueta

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA XXVI JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

2011 (II)

Para poner de relieve la importancia de la fe en la vida de los creyentes, quisiera detenerme en tres términos que san Pablo utiliza en: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe» (cf. Col 2, 7). Aquí podemos distinguir tres imágenes: “arraigado” evoca el árbol y las raíces que lo alimentan; “edificado” se refiere a la construcción; “firme” alude al crecimiento de la fuerza física o moral. Se trata de imágenes muy elocuentes. Antes de comentarlas, hay que señalar que en el texto original las tres expresiones, desde el punto de vista gramatical, están en pasivo: quiere decir, que es Cristo mismo quien toma la iniciativa de arraigar, edificar y hacer firmes a los creyentes.

La primera imagen es la del árbol, firmemente plantado en el suelo por medio de las raíces, que le dan estabilidad y alimento. Sin las raíces, sería llevado por el viento, y moriría. ¿Cuáles son nuestras raíces? Naturalmente, los padres, la familia y la cultura de nuestro país son un componente muy importante de nuestra identidad. La Biblia nos muestra otra más. El profeta Jeremías escribe: «Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto» (Jer 17, 7-8). Echar raíces, para el profeta, significa volver a poner su confianza en Dios. De Él viene nuestra vida; sin Él no podríamos vivir de verdad. «Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo» (1 Jn 5,11). Jesús mismo se presenta como nuestra vida (cf. Jn 14, 6). Por ello, la fe cristiana no es sólo creer en la verdad, sino sobre todo una relación personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. Cuando comenzamos a tener una relación personal con Él, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ¿qué sentido tiene mi vida, qué finalidad, qué rumbo debo darle? Es una fase fundamental que puede turbar el ánimo, a veces durante mucho tiempo. Se piensa cuál será nuestro trabajo, las relaciones sociales que hay que establecer, qué afectos hay que desarrollar… En este contexto, vuelvo a pensar en mi juventud. En cierto modo, muy

pronto tomé conciencia de que el Señor me quería sacerdote. Pero más adelante, después de la guerra, cuando en el seminario y en la universidad me dirigía hacia esa meta, tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarme: ¿es éste de verdad mi camino? ¿Es de verdad la voluntad del Señor para mí? ¿Seré capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposición de Él, a su servicio? Una decisión así también causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero después tuve la certeza: ¡así está bien! Sí, el Señor me quiere, por ello me dará también la fuerza. Escuchándole, estando con Él, llego a ser yo mismo. No cuenta la realización de mis propios deseos, sino su voluntad. Así, la vida se vuelve auténtica.

Como las raíces del árbol lo mantienen plantado firmemente en la tierra, así los cimientos dan a la casa una estabilidad perdurable. Mediante la fe, estamos arraigados en Cristo (cf. Col 2, 7), así como una casa está construida sobre los cimientos. En la historia sagrada tenemos numerosos ejemplos de santos que han edificado su vida sobre la Palabra de Dios. El primero Abrahán. Nuestro padre en la fe obedeció a Dios, que le pedía dejar la casa paterna para encaminarse a un país desconocido. «Abrahán creyó a Dios y se le contó en su haber. Y en otro pasaje se le llama “amigo de Dios”» (St 2, 23). Estar arraigados en Cristo significa responder concretamente a la llamada de Dios, fiándose de Él y poniendo en práctica su Palabra. Jesús mismo reprende a sus discípulos: «¿Por qué me llamáis: “¡Señor, Señor!”, y no hacéis lo que digo?» (Lc 6, 46). Y recurriendo a la imagen de la construcción de la casa, añade: «El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra… se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida» (Lc 6, 47-48).

Tomado de www.vatican.va

Para Padres

ALCORNOCALES

Page 2: 17

PARA PADRES¿QuÉ PASÓ? RANKINGa e aG ND

Foto de la semana

Con el sol que tuvimos en la excursión nadie más

que Pepe G. podía tener tanta paciencia como para

disfrazarse de larva y aguantar así un tramo

importante del recorrido.

AlcornocalesCon las condiciones climatológicas a favor fuimos a

echar el día en el conocido paraje natural de la provincia.

Paramos en el Centro de visitantes para informarnos brevemente del recorrido recomendado y de paso dimos el primer idem para recuperar una historia perdida en Sierra Nevada el año pasado. Nuestra mascota verde siempre será recordada y por eso mismo nos hicimos con otra de similares características para tener a Moki-Huan presente. Se llama Velorcio y la comunidad científica afirma, aun titubeante, que es un híbrido camaleón-rano. A partir de ahora será nuestro compañero en los siguientes planes (si sobrevive claro, porque el legendario jedi verde nos duró menos de 3 meses...).

En fin, tras un recorrido de aproximadamente 100 metros bajamos de los vehículos y nos equipamos convenientemente para la aventura. Por fortuna el calorcillo ya despuntaba y pudimos ir cómodos todo el día.

Nada más empezar nos encontramos con la charca más poblada de Andalucía. Miles de primos de la Rana Gustavo saltaban felices y contentos sin sospechar que estaban siendo observados por 34 sorprendidos ojos humanos. Nuestros socios nunca habían visto tan de cerca renacuajos y disfrutaron de lo lindo cuando Ignacio Cercas senior les enseñó uno de cerca.

Más tarde llegamos hasta donde el pantano nos permitía y nuestros planes de alcanzar el llamado “árbol- enorme-de-la-excursión-que-hicimos-cuando-estábamos-en-4º” no pudieron llevarse a cabo por la enorme cantidad de agua que había. Eso si, nos quedamos a 20 metros del objetivo. Una vez allí decidimos que era un lugar inmejorable para almorzar y cada individuo procedió a sacar sus viandas... una vez más el legendario concurso de “Bocadillos raros pero muy ricos” lo ganaron los monitores que presentaron al concurso un material de lo más sorprendente.

Una vez degustado las provisiones empezaron las tradicionales prácticas de química exotérmica en donde las lecciones del afamado profesor Cercas (esta vez junior) y

Sábado 12

NIVELES 0-I-II

Campeonato de

fútbol.

Monta tu equipo

y... ¡a ganar!

Niveles III y IV

Partido contra Altés

de su monitor Anthony Von Sánchez nos ilustraron acerca de las demoliciones y demás técnicas aeroespaciales (casi ponemos en órbita una lata de coca-cola). Eso si, también hicimos varias escenas de la película-documental más esperada de la historia de Gadir que si todo sale mejor de lo esperado saldrá a la luz próximamente.

Al final volvimos con nuestro genuino y característico ritmo mientras cumplíamos con el lema ecológico de Gadir (dejar el lugar mejor de cómo lo encontramos) y fuimos recogiendo todos los cartuchos de caza (vacíos por supuesto) que afeaban el parque natural de los Alcornocales. Al llegar al coche casi teníamos 5 kilos de material. Tras esto pasamos por la ermita de Nuestra Señora de los Santos ubicada en Alcalá de los G. para hacer una visititilla a la Virgen.

Terminada la jornada llegamos puntualísimamente al punto de extracción de socios en Guadalete y dimos por completada una estupendísima jornada de excursión.

Se informa a los

interesados que este

Sábado está prevista la

actividad de vela

PUNTOSCARLOS LORENZO 1305JAIME CRUCEIRA 1255JOSÉ LUIS GARCÍA 557JAIME LORENZO 530JOSE ANTONIO DOMINGUEZ 526CARLOS NÚÑEZ 520IGNACIO CERCAS 410JORGE DE LA MONTAÑA 400GONZALO RODRIGUEZ 375JOSE LUIS CARAME 370RAFAEL MARTÍN 356JOSÉ LUIS TORRES 338PABLO FERRER 329JAVIER SANCHEZ 325GONZALO CRUCEIRA 285JULIO GARCÍA 267JOSE MANUEL MARCHENA 255ALFONSO ROMERO 245GUILLERMO CERVERA 239MANUEL CERVERA 217ANDRÉS NARVAEZ 216MANUEL DÍAZ-CASANOVA 205GONZALO GUITIÁN 200IGNACIO GONZÁLEZ 187DIEGO DEL HIERRO 186FERNANDO CASTRO 155MIGUEL GÓMEZ 151IGNACIO ACEÑA 150ÁLVARO CASTRO 150ÁLVARO CARRILLO 111PEDRO DELGADO 101CARLOS STEEGMANN 100SANTIAGO RUBIO 100CARLOS SÁNCHEZ 51TOMAS GAZTELU 50

SOCIOS

Feliz CumpleañosCarlos Sánchez-F. (8/2)

Álvaro Castro (13/2)