19030201_LA REVISTA BLANCA

download 19030201_LA REVISTA BLANCA

of 32

Transcript of 19030201_LA REVISTA BLANCA

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    1/32

    L R E V I S T B L N C

    SOCIOLOGA, CIENCIA Y AETE

    ASe 71KB. m

    idoiiiskuii: Crlit61 l Berdia, 1, IbdrU f 1 Fabnro 1903

    Jffa oouein a a ^itosofh on spaa

    IJOH

    dmlmhs de

    Goethe.La

    mitiona en el arte.

    El mrcter del aidor en

    toda

    obra ar

    tHtim.

    esenciadel esprituhumano.

    Los

    artista.^

    de alma triste.El arte o pmde

    ier intelectiuiimo IMrepre sentarinde Maragall en la Jilosofa.La de Marquinn

    IgnacioIglesias.

    Conveniencia imonveniena de lostalentossimples y de los

    compues-

    tos.Ele.iceptdsmode.TaimeBros.ia.

    Se llaman discpulos de Goethe los amant^ de un arte armonioso que deje el nimo

    tranquilo, satisfecho y placentero. ^

    Vamos al teatro leemos una novela por ejemplo. El autor nos trastorna el sistema

    nervioso, nos hace llorar y sufrir, nos causa horror, espanto, repugnancia, admiracin

    mientras leemos la novela vemos representar el drama; pero al final de la obra, cuando

    ha despertado y sacudido en nosotros las buenas y las malas pasiones, poco poco, sua

    vemente va calmando nuestro nimo, apacigua nuestros nervios, y el final nos deja tran

    quilos, convirtindolo en un blsamo reparador.

    Este es el arte que nosotros apetecemos y concebimos, el arte de Goethe y de todos

    los artistas serenos, armoniosos, de alma noble y grande, de los poetas (jue consideran

    )ue el arte ha de ser un excitador de emociones, para destinar de las lltimas las pla-

    centeras y confortables. Y de esta manera el espectador el lector se acuesta deja de

    leer satisfecho y contento, as de lo que ha ledo visto, como del tiempo que en ello ha

    -empleado. I^s obras de los artistas lo Goethe terminan bien moralmente, aun las de

    fin trgico, por

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    2/32

    5 LA REVISTA BLAKCA

    podemos formarnos idea los hombres prteaites. Hay en nosotros el germen-de esta gran

    deza sin que nos sea dable concebirla, como ha y en la clula propiamente dicha 'el ger

    men de un a vida determinada y especial que ella no puede apreciar, y cuyas leyes nadie

    ni nada en el mundo quebrantar. Por eso la clula sigue inmutable su desarrollo, crece

    cuanto ha de crecer y muere cuando ha de morir.

    To do es intil con tra ella; lleva un cam ino determ inado y lo recorre pesar de todoi

    En la humanidad la clula hombre hace o propio. Una ley que lleva en su esencia

    lo llama lo grande y lo justo, y lo justo y lo grand e le enamora sin que haya obst

    culo capaz para detenerle, y suie, sube, sube hasta lo infinito.

    Hay , sin embargo, poetas y artistas que se complacen en dejar amargo r en- los esp

    ritus. Incapaces ellos para sentirse amantes, aun sin amada de carne y hueso reconocida,

    incapac es p ara enge ndrar alegra, aun sin tener motivos m ateriales pa ra reir, trans

    miten ios dems, no deliberadamente, sino necesariamente, el odio la pena. La penu

    ms que el odio si son poe tas, porq ue el odio no forma parte de ningn sentimiento

    artstico. Los artistas que odian son casoa pato lpc os que por una rareza psicolgica

    tienen en su mentalidad condiciones artsticas; pero nada ms. Kn cambio los que dejan

    la pena en el corazn d e sus oyentes, de sus lectores de sus observ adore s, pueden ser

    artistas, pero de a(juellos que mueren sin dejar obra s impere cederas. No es menester

    ,'itar nadie en apoyo de nuestro aserto. Kasta con que los lectores que deseen compro

    bar io estudien la condicin de las obras artsticas de aquellos genios que perd uran e n

    la humanidad pesar de los siglos que han tran.scurrido desde que dejaron de existir.

    I>a proposicin es sta: un artista con odios no es artista; un artista cuyas condicio

    nes morales y fsicas le obligan dejar intranra en aquel sentido. Intil por completo a

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    3/32

    LA KEVISTA BLANCA 4 5

    En filosofa y en sociologa, representa Juan M aragall un individualismo poten te y

    vigoroso; pero autoritario. En la actualidad, este individualismo no tiene representacin

    en Espaa y no podemos hacer comparaciones que faciliten la comprensin.

    Kn tiempos pasados ha habido filsofos amantes de un poder personal rudo, pero de

    espritu justiciero; mas estos hom bres jams encontraron reyes ni emperadores que los

    aten diera n. El imperio y el reinad o de la justicia personal, que en cierto sentido repre

    senta en la historia Pedro Kl Cruel,segn unos, Kl Justidero, segi'm otros, muri con

    ellos.

    El individualismo de Maragall es de aqullos que fuerza de ser lgicos y francos,

    algunas veces representan mejor que los mismos radicales la crtica demoliera.

    Recordamos este respecto, que bastantes artculos y sueltos publicados en el Diario

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    4/32

    4 5 2 A RE^ISTA BLANCA

    sicin se establece inm ediatam ente y nace el artista tanto ms disolvente cua nto m s vigor

    hay dentro de si. De ah por qu en la cuestin sentimen tal y pasional todos los poetas

    verdad eros son disolventes, y si las necesidad es de la vida y hasta el afn de gloria no

    les obligasen transigir con las preocupaciones sociales, su influencia en el pblico serla

    tan rpida y eficaz como saludable.

    Estos son los obstculos que se presentan los talentos firmes y luchad ores; esto es,

    simples. Ven la verdad con luz meridiana y se van directamente ella, mas por el cami

    no encue ntran los escollos que constituyen los intereses sociales y han de luchar par a

    abrirse paso, porque aquellos intereses se interponen entre la verdad y la persona arts

    tica. En cambio, los talentos complejos, as que van descendiendo por la escala degene

    rativa, constituyen una serie de notas diferentes. Desde los menos decadentes que van

    salvando los peligros con astucia y habilidad, pero con la vista fija un ideal nuevo-

    hasta los ms dege nerado s q ue n iegan la existencia de toda verdad y se burlan de los que

    por ella padecen y con ella suean en sus hermosos delirios de poeta, hay una variedad

    riqusima de caracteres psicolgicos. Cuando el psiclogo se haya convertido en mdico

    el mdico en psiclogo, y eso vamos, estas manifestaciones degene rativas del arte

    darn m ucho que hacer las ciencias de la salud. Dicen ya hoy da las ciencias mdi

    cas que con higiene no sera menester de la medicina, y nosotros creemos que no pasar

    mucho tiempo sin que alguien exprese que con una generacin de artistas sanos seran

    intiles los tratado s de estticas, porqu e no hay arte mejor ni ms bello jue el que nace

    del poeta fuerte en relacin directa c on la Naturaleza . Kn otra hum anidad las reglas

    estticas, como las recetas medicinales, repres entarn el hecho de c rear arte 6 de

    curar hom bres por medio del artificio y el artificio deno ta siempre ausencia de natu

    raleza.

    El clculo y el tratad o en arte es un a castracin del arte m ismo. Produ cir obras ar

    tsticas por esfuerzo mental que han de suje tarse estas aquellas condiciones estti

    cas, escritas de antemano, es lo mismo qa e establecer una fbrica de ar te movida va

    por. La paciencia, el ingenio, aplicados este produc to artstico al cabo del ao p odrn

    presentar muchos ejemplares de ai te mecnico como la muestra que hab r servido p ara

    la elaboracin, pero no presentar arte personal y espontneo, de variedad infinita por el

    nm ero y por las manifestaciones psicolgicas de cad a ob ra artstica. KI arte, pues, no

    admite ms leglas que las que pone en las obras la naturaleza especial de los artistas que

    las crean.

    fe arte calculista, el llamado arte intelectua l, el que tiene por ob jeto pon er encim a de

    los sentimientos y de las pasiones una idea filosfica moral, seca y concreta. Arte de tal

    naturaleza se distingue del arte verdad ero en qu e tiene su gne sis en un esfuerzo de lai

    voluntad. La elaboracin en este caso es cerebral, no pasional, y el arte debe ser pasin

    an te todo. El autor cerebral piensa antes de empezar su obra artstica qu ideas morales

    6 filosficas va exponer, dejando par a la naturaleza vital y pasional un lugar secun

    dario. Las obras de estos artistas resultan siempre fras y de p blico reduc ido. He aqu

    el defecto que presentan algunos dram as de Ibsen: por eso hemos dicho, habland o de

    este autor, que algun as veces sup editab a sus sentimientos sus ide as, el arte la filoso

    fa, las pasiones humanas, abiertamente inmorales al propsito de hacer moral nueva.

    Jaime Brossa es uno de estos temperamentos que calculan

    piensan cuando escriben

    una obra teatral. As escribi Los

    sept rroa

    bUmcois en cuyo drama, antes que dar rienda

    suelta las pasiones y las sentimientos que, repetimos, son siempre inmorales y antein-

    telectualistas, se hace suicidar la prott^o nista, porque abriga en su corazn un amor

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    5/32

    LA RKVISTA BLANCA 4 5

    qtie Brossa le parece irrealizable inmoral. Y no hay tal cosa; los amores son siempre

    legtimos porque no se conoce ms legitimidad que la naturaleza ni cosa ms natural

    que la pasin. Lo que sucede es que el intelectualismo desde las primeras ideas mora

    les y religio.sas la ltimas ideas filosficas ha creado una gran capa de preocupaciones

    que pesan cual losa de plomo en la naturaleza humana y si alguna vez el autor se en

    cuentra en presencia.de un conflicto psicolgico producido por la oposicin que se ha

    cen las leyes mo rales y las naturales corta p or lo sano en perjuicio de la Na turaleza. As

    es com o el autor mata quita del problema dram tico los personajes que represen tan

    las pasio nes

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    6/32

    4 5 4 l A REVISTA BLANCA

    vello que tantos disgustos causa nuestras elegantes. Y sin emb argo un fino bozo se

    mejante urt tierno bigotillo en formacin les sienta maravilla princip alm ente porq ue

    veces revela cierto temperam ento sentimental sensual que atrae los corazones de

    sus fervientes adorad ores lo cual no impide qu e obed eciend o

    i

    las preocupaciones an

    tes que la razn las damas se empeen en despojarse de ese ornamento revelador por

    uno cualquiera de los mtodos de que han podido disponer hasta el presente: la depila

    cin el emp leo de ciertas pastas la electrlisis etc. pesar de que todos ellos son ma

    los los unos por dolorosos los otros po r irritante s y en general por peligroso s.

    Felizmente M. Paul Gallois acab a de descubrir que el agua oxigenada suministra un

    procedimiento sencillo inofensivo inodoro para hacer desaparecer los pelos de m asia

    do visibles medida del deseo de sus posesores posesoras.

    costa de repetidos ensayos M. Gallois ha com probado que el agua oxigenada

    bixido de hidrgeno era capaz de destruir los pelos anormalm ente pigm entados. Ade

    ms se sabe que esta agua aplicada los cabellos los decolora y permite detenindose

    tiempo darles el m atiz veneciano tan apreciad o por ciertas damas del gran m un do

    dedicadas al culto de su propia hermosura segn el concep to que de la hermosura tie

    nen aquellas cabezas con menos seso que el busto de la fbula popular.

    He aqu el procedim iento segn M. Gallois: se em papa un algodn en ^ u a oxige-

    genada y se le aplica sobre la regin qu e se quiere depilar dejndole alg uno s m inutos.

    .Se renueva la aplicacin todos los das haste obtene r el resultado prop uesto.

    Supongamos que se trate del bozo del labio sup erio r en seguida los pelos se decolo

    ran y no forman ms que un bigotillo incoloro absolutamente impercep tible. Si se conti

    nan las aplicaciones los pelos se vuelven vello se abren y desaparecen aunqu e con

    ellos desaparezca un encanto cuyo valor suelen desconocer las bellas.

    Kl proce dim iento com o se ve es sencillsimo y segn su autor no es doloroso ni

    ocasionado accidentes. Su nico aun que peq ue o inconveniente consiste en que el

    pelo no destruido exige la continuacin d e las aplicaciones; pero no siendo stas peli

    grosa s desag radab les ni c om plicad as se une n sin dificultad los dem s artificios de

    tocador de uso corriente.

    Una recomendacin: evtese el contacto del ^ua oxigenada con las telas de cualquier

    gnero f]He sean po rqu e destruyen el tejido con la mism a facilidad que el pelo.

    I influenza y otras enfermedades ms m enos contagiosas que dom inan a ctualmen

    te en las principales ciudades de Europa en que el exceso de poblacin la falta de aire

    la miseria y con ella la falta ab soluta de h igiene ofrecen num erosas vctimas al con tagio

    y para defenderse de l no hay ms que la desinfeccin y la limpieza. Sobre esta ltima

    el mejor con.sejo consiste en recxjrdar la pala bra de un tirano famoso Luis X IV que de

    ca: H ay dos cosas que no son incom patibles con la miseria: la limpieza y la cortesa

    toda vez que un cnta ro de agua no cuesta dinero y un saludo se da y se toma de balde.

    Kl Rey-Sol com o llamaron sus adula dore s atjuel mal hom bre por lo visto saba hace r

    fra.ses ratos perdidos pero olvidaba detalles im porta ntes d e la realidad com o por

    ejemplo que si el miserable saluda al soberbio ste jams le vuelve el cam bio y que el

    mise rable ante las infinitas privacione s y dolore s qu e sufre no tiene la tran quilid ad ne

    cesaria para equilibrar ciertas necesidades secundaras co a su satisfaccin pudindose

    dar el caso de que ni aun de cntaro se dispon ga. Dnde tendrn el cntaro los miles de

    hnm brientos sin casa ni com ida y c^si sin ropa que pasan al raso las noches en L ondres?

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    7/32

    LA RKVISTA BLANXA 455

    Pues respecto de la des in feccin , lasxd i f icu l tades son enormes. No obstan te , e l doctor

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    8/32

    45

    LA KhVI^TA l l.A M A

    SI : Afino

    A I I.

    / I J - C (]( Ivonii

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    9/32

    LA REVISTA BLANCA 4 5 7

    i oomuttUmocomo forma la soei afutura

    1)

    n

    El que examine de cerca los principios fundamentales del comunismo, habr de re-

    cono cer

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    10/32

    4 5 8 -A REVISTA BLANOA

    soberana de regular el trabajo socialmente necesario y servirse de los produ ctos d e

    este trabajo.

    Aqu est la gran dificultad, tanto para el homl)re de vida prctica que expone sus

    teoras en p blico, com o p ara el verdad ero filsofo.

    Lo que caracteriza la propiedad de una cosa cualquiera, es la lil>ertad de disponer de

    ella, el pleno poder, reconocido como un derecho por la misma sociedad, no slo de

    usar esta cosa segn su gusto, sino igualmente de enajenarla.

    Cuando en la sociedad comunista los campos comunes estn cultivados de la manera

    conven ida entre los habitantes de las -comunas, ser esto cuestin de derecho reconocido

    por la direccin del trabajo en el crculo de las comunas respectivas.

    Sin embarg o, las com unas no sern propietarias de los camp os en el sentido en que

    la expresinpropiedad

    comunal

    est comprendida en nuestra sociedad burguesa.

    Los delegados de los habitantes no podr n enajenar los dom inios de las comu nas

    respectivas. Esto es ya consecuencia de la constitucin misma de lo q ue se llama una so

    ciedad comunista. Pero los habitantes de una comuna podrn entenderse con los de otra

    sobre la mejor forma de cultura de ciertas parcelas, soltre el almacenaje, el transpo rte,

    etctera, de los produ ctos recolectado s y, en gene ral, sob re tod o lo qu e atae la orga

    nizacin necesaria del trabajo.

    As los obreros de una mina, de una fbrica de un taller colectivo, como aquellos

    que trabajan en los establecimientos de una lnea frrea 6 de barcos vapor, decidirn

    seguramente, segn el orden comunista de la sociedad, sobre todq lo que concierne la

    ejecucin de su trabajo, siendo tambin autmmo en el dominio de su propia actividad.

    El

    derecho de

    propiedad empero, les faltar en el sentido de que ellos no tendrn la

    libertad de enajeruir aniquilardeterioraren sus establecim ientos respectivos los edifi

    cios 6 las mquinas, los materiales los tiles confiados sus cuidados . No tend rn lo

    que llama el derecho romano jua utendi et

    abutemU.

    Cuando todos los medios de produccin y los productos sean propiedad de la comu

    nida d, esa com unida d sabr hacer valer sus derech os bajo la forma de opinin ^pblica

    all donde la propiedad colectiva sea violada.

    Supongamos, para escoger un ejemplo en alguna rama de la industria, que hornos de

    vidrio de cualquier pas estn verdaderamente soalizndos se originar la consecuencia

    de que los obreros organizados de todas las cristalerias del pas ta.sarn, por cierto tiem

    po,

    la cantid ad de vidrio de diferentes clases que , con arreglo al consum o d e los afios

    preced entes, se haya pedido i)ara el gasto del pas expo rtado al extranjero. Esta canti

    dad deber ser repartida proporcjona mente entre los horn os de las distintas com arcas

    del pas, segn la fuerza productora de cada uno de los establecimientos.

    Si los hornos existentes no bastasen para la produccin que se quiere, los obreros or

    ganizados de las cristaleras del pas del)eran, para fundar nuevas fbricas de esta misma

    rama de la bdustria, entrar en relaciones con los obreros de los dems edificios. La can

    tidad de producto suministrar \yotra da cristalera del pas, una vez fijada, sera repar

    tida entre el personal de cada establecimiento qu e pertenecera toda la organizacin

    del trabajo, con taJ que tuviera cuidado que la cantidad fijada de vidrio fuese verdadera

    mente entregada y de la cualidad requerida. As, ios mismos obreros regularan la dura

    cin y divisin del trabajo, como determina ran los das de trabajo. To m ada en detalle,

    esa produccin sera dirigida ))or la naturaleza misma del trabajo y modificada como las

    condiciones locales eventuales.

    ^Los obreros organizados reduciran la jornad a de trabajo en los oficios menos preten-

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    11/32

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    12/32

    6 o LA REVISTA BLANCA

    Estas objeciones se refieren tanto los principios comun istas fundamentales como

    los detalles de la organiiacin de la sociedad futura.

    Tasa ndo el valor del trabajo, dicen unos, ios comu nistas olvidan que el trabajo de

    las grandes masas se hace ms y ms productivo, porque el trabajo se ejecuta bajo la di

    reccin de una minora ms inteligente que, por otra parte, exigir siempre una porcin

    ms considerable de producto comn.

    Los grandes genios de la Hum anidad en invenciones y descubrimientos: losColom-

    hos losC opiidcos los

    Watts

    los BesnemerH los

    Arkwrights

    no constituyen ms que una

    minora que representa, por as decirlo, el nm ero por la cual el trabajo de las masas

    debe ser multiplicada para la estimacin de la produccin total del trabajo.

    I-os grandes pensadores y filsofos como

    Spinoza

    KaiU

    Darmn

    los creadores de

    obras maestras como Rembrandt Rafael y Migml ngelhan aporta do las riquezas de

    la Hum anidad una contribucin la cual no puede compa rarse el trabajo de la gran

    masa. Luego , nos dicen, en la sociedad comunista, toda esa selecta intelectualidad no

    podr recibir la mayor remuneracin que la sociedad le debe.

    Raz onan do as, los adversarios d el comu nismo ponen los trabajadores m s atre

    vidos y ms enrgicos del pasado en oposicin con sus contempo rneos, qu e son m enos

    privilegiados, pero cuyo trabajo es seguramente tambin til y nece.sario para el bien

    estar comn.

    Los hombres m s inteligentes, que los gobiern os de su tiempo han de jado ordinaria

    mente en la mayor miseria; los hombres de energa, que con frecuencia, han debido

    luchar y pen ar duram ente ha ciend o veces esfuerzos casi sobreh um anos para llegar

    tener qu comer, los espritus nobles, de los cuales unos fueron cargados de cadenas

    perseguidos cruelmente, como

    Coln

    y

    Galileo-^

    otros murieron pobres , como

    Spinoza y

    Erasmo

    fueron torturados en la hoguera, como

    Huss y Giordano Bruno;

    todos esos

    personajes dignos del elogio de los siglos deben tambin servir despus de su mu erte

    la defensa y la justificacin del sistema actual de la reparticin d lo s bienes terrestres

    en el cual los znganos comen la miel de las abejas obreras

    Los grand es trabajadore s de la human idad, filsofos atrevidos , reformadores, inven

    tores, artistas de genio, no recibiran en la sociedad comunista una mn une raci n mate

    rial proporcionada su trabajo?

    Se trata de saber si ellos desearan ms una remun eracin q ue el respeto de sus cw i-

    temporneos y la gloria de la posteridad, y la cuestin queda planteada as: En la so

    ciedad actual los genios reciben en primer lugar una remune racin material propo rcio

    nada su trabajo?

    Nosotros preguntam os: el inventor de una m quina saca verda deram ente las ven

    tajas de la produccin que est mquina ha suministrado? Si las gana enteramente es

    l

    quien las gana , son ante todo los /abr ican tes los accion istas de las grand es em

    presa s industriales los q ue las acap aran ^Si es

    Pasteur

    por ejemplo, quien goza sobK

    todo de los frutos de los descubrim ientos que le deben la agricultu ra, el cultivo de la

    vifia y la crianza del ganado de cerdo, si son los propietarios terratementes?

    Cada uno de estos trabajadores de genio no debe reconocer que su genio d^ ca ns a

    sobre sus predecesores, sobre los ejecutores de su trabajo, sobre una multitud de pe-

    senas destinadas permanecer ellas mismas en la olcurida d, aunq ue su colaboracin

    les permita trabajar con todas sus fuerzas?

    Es que los arquitectos que h an concebido los planos de las catedrales de Colonia y

    de Amiens pueden estar separados generalmente de las generaciones de olleros que han

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    13/32

    LA REVISTA BLANCA 4 6

    erigido poco poco esas soberbias columnas de arquitectura, pueden ellos mismos estar

    separados de todos aquellos del medio en el cual viven?

    Las mismas obligaciones que la gran masa de obreros tienen incontestablemente con

    los pensadores, inventores y artistas de genio, tienen stos para con aqullos. Todo cuan

    to son lo deben los ms hum ildes y los ms simples de sus com patriotas, todos

    cuantos han amasado su pan, cortado sus vestidos, limpiado sus habitaciones y que aho

    rrndo les este trabajo par a no entretene rles, les han puesto en estado de desarrollar to

    das 'as facultades de su espritu y de corazn de desplega r tod as las fuerzas d e su

    energa.

    A quin, pues, dar una m s grand e romu neracin, si es necesario distribuir alguna?

    Es cierto que el inven tor de una miado al inven tor y aq ue .

    los que le enselvaron toda s las ciencias, (uc l ha podido poner en prctica y decirle

    ron la misma razn: >

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    14/32

    4 6 2 LA REVISTA BLANCA

    La ciase obrera debe prob ar con sus actos que es capaz que lo ser de tomar por

    sus propias manos toda la alta direccin de la produccin y de la distribucin de los

    bienes. Si en realidad ella puede suministrar esa prueba desde luego su causa est ga

    nada y saldr victoriosa de ella. Si no lo es estar siempre bajo la dependen cia de sus

    gobernantes. El salariado continuar siendo la base de la produccin social hasta el mo

    mento en que una nueva generacin obrera habr adquirido la fuerza necesaria para su

    manumisin.

    En primer lugar la cuestin que se ventila aqu es saber s con su organizacin la

    masa de los obreros del trabajo manual intelectual tendrn la capacidad de proc urar

    la humanidad todos los productos que ellane cesita para vivir.

    M

    segundo lugar es

    preciso haya una armona bastante slicia entre los obreros organiza dos en lo que con

    cierne la lucha de clases contra los empresarios particulares.

    Cuando los obreros tengan la fuerza de emprender la lucha de clases con la energa

    necesaria entonces los elogios se sucedern las crticas de que es objeto el proletaria

    do militante por parte de los znganos de la sociedad capitalista. Estos elogios no tarda

    rn en manifestarse porque los pueblos civilizados tienden realizar el fin que concluir

    con esa situacin odiosa y punible bajo la cual sucumi la humanidad.

    Y cuan do el proletariado gracias su organizacin ponga fin la opresin interna

    cional opresin econm ica poltica intelectual y moral entonce.s los poetas harn el

    elogio de las masas obreras com batientes revolucionarios del siglo xx . Los filsofos

    analizarn las bases tericas del movimiento revolucionario de nuestro tiempo para de

    mostrar su justicia y se burlarn de todas las objeciones hechas contra la organiza

    cin comunista libre de la sociedad hum ana por los sabios burgueses defensores de la

    sociedad capitalista. Y los artistas crearn con la paleta

    y

    el cincel cuadros de esta lucha

    gigantesca del proletariado combatiendo por la emancipacin del hombre.

    CRSTtAN CORNELISSEN

    Traducido por Soledad Guitavo.)

    1 ^re bramtico m Sapaa

    EN EL TEATRO ESPAOL:

    CARIDAD

    com lin en

    tres ocios escrita

    en

    prosa por

    Mii/uel

    Eckegaratf

    Estoy condenado escribir intilmente. Cuando esta revista vea la luz no se hablar

    poco ni mucho deCaridtuJ Un seor habla ndo de la misma deca ayer ai salir del Tea

    tro Espaol: Me causa verdadera am argura ver en el primer teatro dram tico de Espa

    a y representada-^ por los mejores actores de nuestro pas obra s tan pobre s en todo s

    conceptos como lasoriginalen estrenadas en la presente temporada.

    Sin duda alguna que tena alma de artista l que as se expresaba dirigindose otras

    personas entre las cuales vi un crtico; los oyentes asintieron. A siento yo tambin desde

    estas columnas. El Te atro P^spafiol la dram tica espaola Mara Gue rrero y Fer nan do

    la z de Mendoza merecen ms mucho ms que lo que en arte representan los dramas

    estrenados este ao en el clsico coliseo.

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    15/32

    L A REVISTA BLANCA 4 6 3

    Car lod no tiene aigunicnto,

    onio no sea tal el empeo (ue dos nobles jvenes arrui

    nados, pende ncieros, jugadores , vicosos y sinvergenzas muestran en casarse con Cari

    dad , joven hermosa, caritativa, soltera, libre, liberal, m ayor de edad y poseedo ra de

    veinte millones, que vive en casa de unos tos. El nervio ])rincipal de Caridad es ese, y

    los secundarios estn represen tados por Petra, joven titiritera que Carid ad arranc a del

    poder de su explotador, un hercleo saltimljanjui (|ue la hace bailar mucho, que apenas

    le da de comer y (|ue, encima, le pega brbaram ente, y por C arlos, joven ingeniero que

    est enam orado de Ca ridad, lero cuyo amor no se atreve descub rir, pon jue ella es ri

    qusima y podra creer que slo anhelaba la dote de que disfruta.

    Despus resulta que Caridad y Petra am an en secreto al mismo hombre, Carlos, y

    ningu na de las dos se atreve declarar su pasin. De suerte que protec tora y protegida

    se convierten en rivales, conflicto que poda haber dado ocasin un drama hermoso, si

    Miguel B-chegaray fuese un autor dram tico, P etra, por ca rio Caridad, su salvadora,

    primero, y por su amor Carlos, despus, se convierte en perro fiel de Caridad, de Car

    los y de su familia, co ntra las ridiculas, inverosmiles inocentes acechanz as de los dos

    relajados pretendien tes de la joven veinte veces millonaria. Esto, tejido muy burdam en

    te , inverosmil y'antiesttico, constituye Caridad.

    La obra no es tragedia, ni melodrama, ni drama, ni comedia, ni sanete, i)ero tiene

    de tod o, desde la caricatura las situaciones excelentem ente sentidas y presen tadas, q ue

    son como luces fugaces, cjue desap arecen al instante ab sorbidas por lo inverosmil y lo

    grotesco. Repito que en Candad hay un dram a y que si de la com edia se quitara lo

    qu e no tiene pies ni cal>eza y que parece conce bido por un ni o, res ultara un dram a

    formidable, un Hamletal revs. Estoy por creer (lue Miguel Echegara y no ha visto lo bue

    no de su obra.

    * *

    De la construccin de Garidad se pueden decir la mar de cosas, todas malas.

    El primer encuentro en la casa de 1). justo, que es, al mismo tiempo^, la de Caridad,

    de los dos nobles arruinados (Enrique y Fernando) deba haberse verificado antes de le

    vantarse el teln, ponjue no se com prende que dos asiduos concu rrentes d e una casa

    ycontert lidnon de la misma, se vean en ella por primera ve/, al cabo de mucho tiempo

    de frecuentarla.

    El autor rrey

    convenirle

    as par a poder entera r al pblico del mvil que trae

    aquellos dos pjaros casa de Caridad, pero la explicacin de suspro fiitmmezquinos,

    poda y deba darse, no explicndoselos uno otro, sino manifestndolos con hecho s,

    esto es, con act ion.

    En esta ob ra, donde tanto abu nda la accin, hasta el punto de atro pelk r en su honor

    la lgica de tiempo y del pensam iento, se fa la palab ra lo ()ue artstica y naturalm ente

    deba haberse fiado al hecho.

    Carece hasta de sentido com n, y (juc el Sr. Echegaray perdo ne mi ruda franqueza,

    dejar en escen a, que representa la casa de 1). Justo, Enricpic, mal visto en el domici

    lio de dicho seor, al que acu e jiara desafiar Carlos, y hacer retirar, en cam bio,

    ste, que vive en la ca.sa de su to, despus de una escena violenta entr e el qu e

    se pued e conside rar el amo y un intruso (uc repugnij toda la familia. Y para

    qu? Para d ar lugar al dilogo entre Petra y Enrijuc, del (ue este espadachn resulta con

    dos dedos rotos imposibilitado, por consiguiente, para batirse con Carlos. Lo lgico,

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    16/32

    6 U l REVISTA BLANCA

    lo natural no era eso; lo natural era que Enrique se hubiese m archado despus de pro

    vocar el lance con Carlos y de saber que D . Justo haba dado rdenes de que no se le

    recibiese en su casa. No obs tante, se retira Carlos en lugar de hacerlo En rique , ((uien

    el Sr. Eche garay deja en escena como si en ella no hubiese pasado nada entre Enri(|ue

    y Carlos, y como si representara el domicilio del primero.

    La concepcin escnica del segundo acto me record mis juegos de nio. Parecame

    oir mis amigu itos que decan antes de poner en prcticji uno de nuestros juegos habi

    tuales: Petra leer Caridad un captulo de Mara la. luja k unjornalero. Caridad .se

    dormir en seguida y Petra ir por una manta con que abrigar Caridad. En este mo

    me nto aparecer D . Jus to, quien, sintiendo fro, dirigir la mirada hacia la ventana al

    mi.smo instante que por ella penetrar Fem ando . Al notarlo D . Justo, se esconder para

    ver lo que va ocurrir, en lugar de gr iu r; oculto I). Justo y en el cuarto Fernando ,

    saldr Petra con la manta, ver Fernando y lo echar empujones la calle, armn

    dose un esc ndalo fenomenal, sin que, pesar del e.scndalo, se despierte Ca ridad ,

    que ha de continuar dormida para que, arrojado de la casa Fernan do por P etra, y en

    presencia de sta y I), just o, Candad suee con Carlos y nos entere dormida que ama

    su sobrino, y para que Petra nos descubra, al oir t'ar ida d, i|uc ama Carlos tam

    bin. E sto es infantil, simple, primitivo. Adem s se ejecuta lo dicho sin tiempo ni para

    pensarlo. F ernand o propone al criado asaltar la casa unos minutos antes de ejecutarlo,

    du rant e los cuales sus mo radores han de acostarse, se han de apa gar las luces y el sal

    teador ha d e po nerse otro vestido, porq ue de frack En fin, la labor del crtico en

    este respecto serla interminable.

    Si estud iase individual y psicolgicam ente el carc ter de los personajes que inter

    vienen en Caridad no habra de celebrar ms la obra del au tor. Carlos resulta castrado

    de voluntad, de entendimiento y de valor. Caridad es tonta y D. Justo tam bin. Tal es

    tado mental era necesario para que resultase una comedia de tres actos de los mate

    rales deCaridad,, porque, si D. Justo se le ocurre nom brar heredero Carlos la pri

    mera vez q ue ste le dijo que no se atreva decla rar su am or Carid ad porqu e l era

    pob re y ella rica, en lugar de ocurrrsele al final de la com edia, ya que no ti^ne hijos y

    desea la unin de sus sobrinos, la obra terminaba en las primeras escenas, y si Caridad

    obra com o le exigan sus veinticinco aos cum plidos, esto es, su mayor edad, su inde

    pend encia , su posicin desa hoga da y su amor, sobre tod o, la obra con cluira al em

    pezar, porqu e empieza con un dilogo de los dos enamorado s.

    Na da como el siguiente caso p ara dar idea de la men talidad dra m tic a de Miguel

    Echegaray. Uno de sus empeos en

    i dridad,

    consiste en presentar Carlos como un

    joven simptico, digno de (|ue se enamoren de l dos muchachas la mar de bonitas. Pues

    el autor no halla manera de lograr cosa tan f( il: |>ara el piiblico, Carlos resulta un ton

    to y supo ngo tjue para las mujeres ha de resultar adem s poco hom bre. Mayor fracaso

    para un autor dramtico

    Superior toda ponderacin fue el arte desplegado por la seora Gu errero en el

    desempeo del papel de Petra. Al final del primer acto, cuando se presenta herida y casi

    desm ayada con su traje de titiritera, dem uestra la sorpresa y el terror que la produ ce el

    lujo q ue ve y el cario y la solicitud que observa, to n una expresin tan clara de aijue-

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    17/32

    LA REVISTA BLANCA 6 5

    los diferentes estados del alma, que el pblico todo pronunci un murmullo de admira

    cin en honor la genial comedianta. El cambio de tal estado al de la alegra promovi

    da por la noticiatie que su verdugo y explotador la deja all cambio de un puado de

    billetes, fu obra asimismo de una actriz de primera magnitud. Las dems escenas, como

    eran de accin exterior, de movimiento, ms (jue de expresin interior, no fueron de tan

    to mrito, aun que la primer actriz del primer teatro es)aol las desem pea ra con sumo

    acierto.

    Fernando Daz de Mendoza estuvo admirable en su papel de anciano, el primero, se

    gn creo, que ha represen tado con peluca gris. Al recon ocerlo el pblico le aplau di

    con sorpresa, cario y alegra. A m , que presenci la comed ia desde la primera

    lila de las butac as, me pareci toda la noch e un seor entra do en aos . Qu ms

    .se puede exigir que interpretar d la naturaleza hum ana Nadie com o el primer actor del

    Tea tro Kspaol pisa las tablas en Espaa con tanta naturalidad y soltura y se preocup a

    menos del pb lico. A pesar de (]ue el papel de I) . Justo es casi carica tures co, segn lo

    ha presentado el autor, Fernando Daz de Mendoza supo mantenerlo en un estado entre

    lo cmico y lo serio, en (jue no haba pensado seguramente su propio padre.

    Bien la Martnez y la Cancio.

    Los hom bres estuvieron m s deficientes q ue las mujeres-, pero en gen eral, pued e de

    cirse que representada por otra compaa, Caridadno hubiera obtenido la caridad del

    pblico.

    EN EL TEATRO DE LA COMEDIA: N INA LA LOCA, comedi en tres actos escrita en

    prosa por Al/onso Datwila

    Resulta que Nina la Iotaes peor queC aridad.

    Tenido para m, como deca el maestro, que la benevolencia n o est re ida con la since

    ridad, y ya jue de sincera tiene fama esta REVISTA, es preciso hacer mritos para que la

    fama perdu re, sin menoscabo de las consideracio nes que se deben los autores noveles

    y sin ocultarles los defectos de sus obras, porque si no se los sealsemos la benevolencia

    no aparec era por parte alguna . P ara ser benv olo, hay que justificar lat benevolencia

    demostrando al autor que se ha equivocaSo, pero que, en atencin que se trata de la

    prim era com edia que escribe, que es joven, q ue quiz tenga cond iciones de autor

    dramtico es menester esperar..... anda ndo .

    Pero yo quisiera (]ue los crticos de arte dram tico de la p rensa mad rilea contes

    taran la pregunta siguiente: Si Niiui la lora hubiese 'sido escrita por un autor descono

    cido en las letras, ;Ia hubiera adm itido la empresa de la C omed ia, la hu biesen tratado

    con tanta benevolencia los revisteros, hubiera encontirado al pblico tan bien preparado

    liara el aplauso? De ninguna manera; lo afirmo en absoluto; sin embargo, la benevolencia

    se impona ms en aquel caso que en el del Sr. Danvila.

    Que me dispense el autor; Ninn la loaies una obra muy mala, y puede el Sr. Danvila

    dar gracias la educaci n del pu blico, si lleg hasta el fin sin tropiezos m ayores.

    El primer acto es lngu ido, soso, dem asiado largo para la substancia que con tiene.

    I

    (jue en l se hace y se dice cabe en dos escenas cortas.

    Digan lo que quieran los psiclogos lo pasivo, lo sangre de

    horchata

    al teatro hay

    que darle viveza y accin; sin estas condicio nes prim ordiales, If s obras resultan abu rridas.

    Ta nto los caracte res nebulosos, como los ro mn ticos, com o los impulsivos, han de ser

    expuestos ob rand o, han d e manifestar sus condiciones con accin, que ella es la

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    18/32

    6 6 LA REVISTA BLANCA

    vida. Puede admitirse la descripcin , la palab ra, la retrica en la novela; en el teatro,

    por ser una representacin plstica de la realidad, los personajes no han de exhibirse

    describind ose, detallndose, sino haciend o, ob ran do . En la vida real los actos, no las

    palab ras, portiue las palabras pueden ser falsas, manifiestan las co ndiciones fsicas, mo-

    rales y mentales de las personas, y como el arte teatral, por tener su representacin en

    personas de carne y hueso, no de barro ni de color, es el arte ms humano, ha de reunir,

    para llenar su fin y distinguirse de la escultura y de la pintura, la mov ilidad, ligereza y

    accin de la vida. Acusa poco estudio del arte teatral moderno, que evoluciona como la

    vida

    debe evolucionar como la vida, si no quiere morir, hacer comedias como se hacen

    novelas: oyendo hablar las personas bien leyendo la descripcin qu e de las mismas

    nos hace el novelista.

    Y este acto prim ero tan oo po da tener inters exhib iendo en las tablas la justifi-

    cacin v ivida, no h ablad a, de la separacin del m atrim onio . Al espectad or se le entera ,

    por lo que oye decir en la escen a, de que los jven es esposo s no viven en la m ejor ar-

    mona; pero no se le convence con hechos de que existen suficientes motivos para sepa-

    rarse.

    Con llevar esos motivos precisam ente la vista del pb lico, el primer acto ganaba

    en inters, en movibilidad, y hubiera justificado lo que al final ha de ocurrir, demasiado

    grave para que el espectador lo admita sin ms explicaciones que el recibo de una carta,

    que puede ser de la querida.

    Adems, las madres no se portan como la de Mercedes en conflictos tan graves como

    el que estalla entre la hija y el yerno. La m adre, sobre todo cuan do se trata de su hija,

    es sentimiento, y la madre pintada por el Sr. Danvila parece una... ta postiza.

    Porque el caso es ese: dos jvenes esposos y ricos, con ttulo nobilario l, se aburren

    juntos los dos aos de casados; ms exacto, el que se aburre es el marido; la mujer se

    desespera y decide m archarse. Al hacerlo, el esposo se opone y dice que quien se mar-

    cha es l, y se va vivir con una prostituta de las de ms baja condicin moral. La ma-

    dre apenas hace nad a para evitar el rompim iento, y cae el teln del primer acto. Los

    dos restantes se desarrollan en casa de la mujer pb lica y pasan entre escndalos y bo-

    rrach eras. El m arido se da cuen ta de la bajeza qu e ha desce ndid o, y al final, aconse-

    jado y prep arado por la misma querida cuando est pun to de caer en brazos de otra

    tal

    La Lili),

    regresa al hoga r dom stico. (

    Hay que convenir f|ue, bien presentado en caracteres y en proced imiento escnico,

    el asunto no es cajiaz de dar lu,'ar tres actos de comedia. Qu deba resultar con per-

    sonajes tan mal delineados como los del Sr. Danvila

    Ricard o, q ue es el m arido, resulta un nio inocente, que decide vivir con una ramera

    sin saber lo que hac a y sin conocer la vida de las prostitutas. Luego se extraa de que

    Nina sea tan ordinaria y de que tenga un herm ano b orracho que le tutea. Cabe

    ms inocencia Para hacer lo qu e hizo, para dejar la mujer propia p or una pros-

    tituta pblica, Ricardo habla de tener otros antecedentes, haba de ser, cuand o m enos,

    un seorito chulo y juerguista. Pero en este caso, el autor deb a pre sen ur le familiari-

    zado con la vida del escndalo y de la borrach era, y en lugar de devolverle regenerado

    en brazos de su mujer, deba hun dirle ms en el vicio po r la influencia del am bien te,

    vigorizada adems por los antecedentes.

    Eso es lo que pasa en la vida real. Mas desde el momento que el autor nos presenta

    un joven que no est moralmente pervertido, que de soltero haba hecho vida morige-

    rada y capaz par a regene rarse, no deba un irlo con una prostituta de la clase nfima, ni

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    19/32

    LA REVISTA BLANCA ^7

    siijuiera con estas mujeres de modales distinguidos que ejercen k profesin de grandes

    queridas; deba presentarle haciendo vida marital con .estas otras que son queridas de

    un hom bre casado, porque les aman y no quieren de ellos ms que la dicha. Eso es lo

    que corresponda cada uno de los dos estados morales que he presentado.

    Una mujer que espera en coche su am ante, que lo es de un joven Barn; un a mu-

    jer que obliga moralmente su querido que abandon e la esposa joven, rica, hermosa

    instruida; qu e adq uiere joyas de veinte mil reales y tiene por peluqu ero un francs

    de los ms notables en el gnero, n o pued e hablar el lenguaje que algunas veces habla

    Nina, propio no ya de

    golfas

    no ya de prostitutas de profesin, sino de las rameras ms

    abandonadas.

    Nina no tiene dos personalidades en su cuerpo, como dice ella hablando lo

    doc tor en psicologa, sino cua tro. A veces discurre com o una nifta cursi, otras com o

    una joven romntica, 1^ ms como una prostituta soez, sin que le falte su poquito de his-

    terismo. Aqulla no es una mujer pblica; Danvila no conoce esta clase de mujeres ni ha

    sabido adivinarlas. En ellas nicamente hay qe admitir dos cosas; vulgaridad y corazn.

    A pedirla raciocinio, cursileras, desplantes intelectuales, no hay que ir la mujer de la

    alturaprofesmtal de N ina. Hay q ue ir en las que ejercen la profesin de querida d e alto

    rango. Nina tiene de todo , sin tener nada propio, slido, bien determinado .

    Ser no n atural que mujer como Nina tenga tantas hum anidades en su cuerpo, pero

    el hecho es que al pblico, que es quien representa mejor la naturaleza humana, le extra-

    a aquel amasijo psicolgico y aquella v ariedad de carcter y le es imposible com pren-

    derlo.

    ,

    Lo que merece alabanzas en Nina laloca es el procedimiento teatral, en la parte pu-

    ramen te intrnseca. El Sr. Dan vila ha desterrad o de su ob ra los mo nlogos, los apartes

    y lo que no sea naturalidad y sencillez.

    En la aparicin l escena del hermano de Nina hay algo que objetar, porque es

    impropia. El hom bre que saca dinero de las mujeres p blicas, sea su pad re, su hermano

    su valietUe no entra en la casa

    mfirada

    mientras est en ella el querido pagano. En

    M a a oca sucede cosa peor. Mom entos antes se qu erellan Nina y Ricardo, porque

    al ltimo le han dicho que haban visto Nina pasear con un hombre. Nina replica que

    era su hermano. A parece despus la prendera y entera Nina que su herman o espera di-

    nero en la tabern a de enfrente. Se enfurece la nifm temien do que si sube se escan dalice'

    Ricardo de hermano tan perdido y tan

    curda

    (pues ya la lleva encim a), y despus Nina

    misma lo llama y lo hace subif al piso, habiendo el Barn en la casa.

    *

    He dicho en otras ocasiones que la compaa de a Comedia es una gran comp aa,

    y aunque en

    Nhm la

    loca los actores no podan hacer cosa mayor, el desempeo de la

    referida ob ra fu superior por par te de Matilde Rodrguez y de Ro sarlo Pino, que es

    gran actriz cuando habla y cuando escucha, mucho ms difcil.

    Morano y Tallav, muy bien; el ltimo me hubiera gustad* ms con un poco d t gra-

    cia en el vestir y en los movimientos. Podrn ser borrachos, pero graciosos tambin lo

    sou los chulos.

    ' ' NG EL CUNILLERA

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    20/32

    Aliani^a macabra

    3

    >

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    21/32

    LA REVISTA BLANCA 4 6 9

    El f enmei io Lombroso

    . ..- . ' ( C O N C L U S I N )

    . Y hem os v is to Lom-broso com o m dico . Queris cono cer lo com o ex per im entado r?

    El p re ten de hab er co m pro bad o en su observacin de los cr iminales al con t ra r io d e lo

    que sucede normalmente(^ue revalece e l micn ibro maleado . V e n c u e n t r a u n a d e m o s

    tracin palm aria de esto en la expe rienc ia siguiente: se sugiere un hom bre en esta do

    norm al , co loc ado en e l de l i ipno t i sn io , que l es un band ido , y b ien pron to su p ro ced er

    se modifica en el .sent ido ind ica do po r Lom bro so ( i) , Al ])rimer goli>e de vista se c om

    prende todo lo que hay de er rneo den t ro de es ta exper iencia : e l h ipnot izado qu ien se

    ha suger ido que es un banr l ido , no adquiere mgican icn te ,

    ij/noJacD,

    la naturaleza de tal

    accio na s imp leme nte confo rme la repre sen tac in ( |ue l se h ace de un ban dido . T al

    exper iencia , pues , no puede ensearnos nada nuevo acerca de las ideas del h ipnot izado ,

    y m eno s an resp ecto a l carc ter del ban did o . Y es to (p ie las c if ras dad as por Lo m bro so

    conio resu l tado de su ex pe r ie n^ a, conf i rman adem s; (p ie hay ms grand es desv os en .

    t re la mane ra d e and ar un su je to qu e en la m arch a normal del hom bre y la del del inc uen ,

    te (supo niend o exa ctas las noticia s de [ ..ombroso), as el desvo lateral der ec ho, sie ndo el

    m edio de 5,46 cen tm etros , en el ho m bre sano , y de 7,4 en el ci i inin al , es en el sujeto

    en estado n orm al de 7,5 y des]m s de la suges t in, de i2 ,H; el paso izquierdo , cpie mid e

    63 centmetros en c hombre normal y 72 en el criminal , es en el sujeto, respect ivamen

    te,

    de 66 y SH,c;, Ks fcil d cd iu ir, (l('S|)iics de ^'istas esta s (id.i '-, lo qu e ha su ce di do , el

    sujeto ha imitado el andar caractci (sti

    de los bandidos de oprela, ( jue l legan al esce

    nar io con .aire siniestro, m ovie ndo los ojos de un lado a ol i o y da nd o pas os en orm es.

    Ksto es muy (mirc ); per o Lon ibioso no t iene la m eno r conc iencia de su pro pio ri

    dculo; l ha repet ido esa experiencia bajo diferentes l (u-mas. Con ocasin de la escri tura

    de ios criminales, en su pe jueo manual de grafologa, l iel su costumbre de abultar sus

    l ibros nuevos, reproduce textuulinente largos fragmentos de sus l ibros \ ' iejos.

    Te rm ina r el anl is i s de los mater ia les em pleado s por Lom broso para const ru i r sus

    teor as demost rando cmo escr ibe la h is to r ia , l i e a p i , reproducido n tegro , e l pr rafo

    que (tuis.igra |Villnen AV//f;;//;r; IT) ) / : Vil ln, po eta y ladr n, pin tab a sus dos

    cual idndcs opuestas cu sus dos poemas, oH Icnlaineiilos, y en su Sanio Fargoii Fnlielin,

    co inpuesio en

    arijnl

    ( jerga), en ipic los protagonistas son ladrones. Ksle fu el primer poe

    ta lealis la, y en m edi o ile los m s tristes vicios deja entre ver la afecc in ]>ara su m ad re y

    para su patr ia. Condenado a muerte, escribi otro ))oen)a, el l, del cua l es esta

    cuar te ta :

    Je mis l'rang, J45,

    () Vo soy francs, y esto rae aflige,

    Nacido en Pais cerca Pontlioise,

    ,. Puca de mm cnerda de una loesa

    ^ttltai;i mi cucllg que m solo alliarc.

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    22/32

    4 7 0 ly i REVISTA BLANCA

    que es una prueba curiosa de la indiferencia de los criminales delante del suplicio. En

    su Grande

    test mento

    describe la vida de las prostitutas y se pinta s mismo com o sti-

    ro, con indignos detalles en que el fondo de la moral es este:

    No hay ms deber que es vivir su gasto,

    pero que para nosotros son preciosos para dem ostram os la completa analoga entre la

    prostitucin y el crimen:

    1)Je suis pa illard, la paillardemeeout:

    L un vaut l autre; c est mon chat son nit;

    Ordures avons et ordures oous snt,

    Nous deffayOQ honneur et il nona foit

    En ce bourdol on teneos noatre t at. (2)

    Esto ya no admite comentarios: llevadas este extremo la tontera y la inconscien-

    cia, forman algo completo y absoluto que hace intil todo anlisis.

    Yo podra multiplicar hasta el infinito tales ejemplos; un gran nmeiro de los dom

    mentos

    que Lombroso em plea son de esta fuerza. En realidad

    l no

    afee t

    leer

    ^us cita-

    ciones son incompletas alteradas: es materialmente imposible que haya ledo todas las

    obras que cita; debe haberlas recorrido rpidamente, y su atencin se ha p arado aqu y

    all por los vocablos, por una frase donde ha visto unaoninnadn de su idea fija. Poco

    * le importa que el conjunto de la obra, las conclusiones del autor contradigan su opinin:

    sto no le tiene ninguna cuenta. Si se encu entra en prese ncia de diferentes orginales, l

    va de instnto los que son menos ciertos. Pod ra acusrsele de estar desposedo total-

    mente de probidad cientfica, si no fuera que miente de una manera tan torpe que hace

    que se engaen los otros y engaarse s mismo tan candidam ente, que se le puede di-

    fcilmente atribuir la intencin de no decir tod a la verd ad; l no la dice, tan subyugado

    est por sus ideas delirantes. Le obsesionan sus locos sueos y no es capaz de compren-

    der los hechos en su realidad inm ediata. Si uno quiere clasificarlo por sus propia s teo-

    ras,

    l es incontestablemente un

    matfmde.

    Y su pasaje de

    0. hombre de genio

    (5) se,le

    puede aplicar exactamente, lo mismo que sus obra s: ... la analoga que los

    matUde

    presentan con los hombres de genio, donde ellos guardan solamente los fenmenos mor-

    bosos, y con los hombres sanos, donde ellos tienefi la habilidad y el sentido prctico,

    dbese aconsejar la desconfianza contra ciertos sistemas que pululan, sobre todo dentro

    de las ciencias abstractas inciertas, merced

    que.

    hombres incompetentes extraos

    este asunto las abordan: las declamaciones, las asonancias, las paradojas, las concepcio-

    nes,m uchas veces originales, pero siempre incompletas y contradictorias, y tienen lugar

    los razonam ientos pacficos, basados en el estudio minucioso y en la calma de los he-

    chos. De tales bros son casi siempre las obras de los charlatanes involuntarios, que son

    (1) Yo wy liviana, l( liviana

    me

    (educe.

    Lo uno

    vate lu

    otro;

    eat*

    e>

    mi galoau ralea;

    Baiura Mnemet

    y

    baxira noi gu c,

    Huimoa del honor y latdeja

    Enatminfiams d>od e tenemotoiieKraMado.

    (1) Vo ceitUie* de nuevo loi lectores (e> ineciio tener

    fucantt Harg/t

    tal coa o la

    da

    lambroto,

    f

    decir,C4MI lo*

    error** y tu DiiiiODef (ue aalua

    i U

    viita.A'ia

    drl nhr

    (>)

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    23/32

    LA REVISTA BLANCA 4 7

    lo smattoide donde la difusin en el mundo de la literatura es mucho ms grande que

    se cree generalmente.

    Un retrato muy fiel en todas sus partes, es verdad?

    CharlatA n involuntaria

    entre

    otras:

    es un hallazgo; Lom broso no haba sabido caracterizarse mejor en dos palab ras.

    Qu inconsciencia Esto hace creer que jams ha d ad o vueltas sobre l mismo y que sus

    libros no los ha ledo mfts atentamente que los libros de otros.

    En resumen: Lombroso no sabe leer, ni observar, ni experiTnentar, ni razonar, en fin;

    habind ose dado la pobreza de su inteligencia, la cuestin de pro bida d cientfica no

    puede ser indigna su propsito. Incontestablemente, Lombroso no es un sabio, y nin

    gn verdad ero sabio lo recono ce como tal. Su xito no se deriva, pues, del carc ter de

    verdad que encierran sus doctrinas. Es preciso buscar las causas dentro del mismo p

    blico que acepta sus teoras; qu representa Lombroso IQSojos del pblico? Qu es lo

    que l ha llevado al pblico que le atenda? Qu tendencias modernas parecen sus obras

    justificar? T al es el problem a central- del caso Lom broso .

    II

    La psicologa del lector mo derno est por hacer an : psicologa compleja, en ver-

    dadl El lector moderno no es un tipo simple, nico. Es un ser multiforme, gira sin rum

    bo, igual que la veleta de un campan ario: El lector modern o se llama legin. El lector

    de otro tiempo p erteneca u na clase escogida, era un hombre instruido, serio, paciente;

    lea menos que se lee hoy da, pero lea tpejor. La gravedad, la calma, la profund idad

    del lector otro tiemp o, aquel que meditaba sobre los grand es infolios la dulce cla

    ridad del interior de los despachos, est olvidado desde hace mchp tiempo. El perio

    dismo lo hn matadol Hoy da, el lector capaz de leer una obra cientfica literaria qu e

    requiera mucho aliento, es un ser nervioso', va siempre de prisa y no tiene otro ideal que

    el de leer muchas pginas en el ms corto espacio de tiempo posible: l quiere compren

    der rpid am ente, de un golpe de vjsta, toda la sntesis de la obra; est habitu ado leer

    tantos libros, qu e, sin cesar, encu entra las mismas concepciones con insensibles varian

    tes de expresin: l las reconoce, y en seguida busca otro.

    Pero los estragos qu e ocasiona a sobrep roduc cin de libros no son nata, compara

    dos con aquellos que resultan dft la multiplicacin de diarios. Se horroriza uno al pensar

    que la mayora de las gentes que saben leerno slo dentro de la clase proletaria, sino

    um bi n , y sobre to do, den tro de la burguesano tienen por principal objeto die lectura

    ms que el peridico... el peridicol, es decir, un hacinam iento de hechos inexactos

    6

    puramente inventados; de consideraciones polticas absurdas mentirosas; de informa

    ciones que dimanan casi siempre de personas incompetentes; de literfitura de baja estofa,

    escrito todo lo ms malo posible. La lectura diaria de un peridico acostum bra el esp

    ritu la impresin de ideas, la superficialidad de razonam ientos, no saber crtica,

    la vulgaridad d e sentimientos y la simpleza del estilo. Es ste un^ de los medios ms

    poderosos de embrutecer que posee nuestra civilizacin.

    Nunca insistiremos bastante sobre este punto , porq ue, merced al peridico, las teo

    ras nuevas los descubrimiento s cientficos no llegan todo el pblico ms qu e d e se

    gun da tercera mano , incompletas y disfrazadas completamente. Dentro d el dom inio

    . intelectual com o en el econm ico, ^ntre el produ ctor y el consumido r, existen hoy da

    muchos int eri^ di ari os que son verdaderos parsitos sociales. El periodista, careciendo

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    24/32

    4 7

    LA REVISTA BLANCA

    de cultura y de tiempo, no puede sacar sus noticias directamente de los manantiales; l

    se dirige los vulgarizadores, que se encargan de poner la ciencia la altura de todas

    las inteligencias mediocres y de gentes deseosas de procurarse ese barniz de saber que

    es suficiente hacer pasar un hom bre por erud ito den tro de los salones. Ix)s libros de

    estos vulgarizadores tienen muchos ms lectores que los de los verdaderos sabios: ellos

    forman el principal pasto intelectual de la burguesa imtruida. Estos son los libros favo

    ritos de la mayor parte de las g entes (jue ejercen las profesiones llamadas .liberales.

    FuerzayMateria de

    \ .

    B chner, por ejemplo, co ntiene toda s las ideas filosficas gene

    rales don de se ilustran la inmensa mayora de los mdicos; a u n o de stos le escuch

    decir que este libro era su evangelio

    Los vulgarizadores son un producto del i>eriodismo, donde ellos toman los proce

    dimien tos y el estilo: la lectura de sus libros no reclama ms inteligen cia ni reflexin

    que la lectura de un diario, slo simplemente un poco ms de tiempo. Ix)s vulgarizado-

    res son superficiales y ligeros, hbiles y brillantes; quieren simplificar tod as tas cosas,

    todo en ellos es fcil com prender y nada exige una grand e tensin de ea^tt los

    problem as ms complejos son resueltos sin ningn esfuerzo por esos prestidig itadores

    que no tienen otra ocupacin que escamotear diestram ente; ellos no se desdean tam

    poco en distraer y divertir su lector, y aqullos los dejan con tento s de ellos y de l

    mismo.

    Uno lo ve: aqu encontram os los caracteres que hemos visto en I^ m br os o. Los

    proc ede res de ste son los mismos q ue usan los vulgarizadores:: la misma ausencia de

    critica, poco ms menos; las mismas falsificaciones de problemas, y el mismo lenguaje.

    Solamente as Lom broso propaga sus propias ideas. jQu hay d e extrao en aquello? No

    son ellos, por s mismos vulgares? No son ellos, por ventura, la expresin d l a s

    opinio nes que and an p or las calles? No son ellos, por ve ntura , la expresin del hom

    bre mediano, del hombre normal, aquel donde el horizonte intelectual es limitado;

    el cons ervado r, el misonesta, el ser que ve den tro de la satisfaccin de sus deseos

    materiales el ms grande manantial de felicidad?

    El lector de peridicos ama por instinto Lombroso: siente en l un aliado, un her

    mano, un defensor; lombroso lo eleva, lo glorifica, lo inciensa; los genios son d^enera-

    dos,

    y los mediocres los hombres sanos. Qu gozo deb e experimentar el lector de pe

    ridicos cuando su situacin le permite leer las obras mismas de Lom brosal.... Como

    l est bien preparado , piensa com prenderlas; cm o l entra de lleno den tro de su esp

    ritu, cmo l descubre sus propias ideas, hasta entonc es inconscientes, pero que se le

    esclarecen aUpron to y todas de un golpe se dilatan. Lom broso ha aprovisionado una

    multitud de gentes de ideas correspond ientes su deseo: l los ha realzado dentro d e

    su propia estima y les ha dado pretexto de admirarse ante ellos mismos: en esto descjin-

    sa el secreto de su popularidad.

    m

    El odio todo cua nto eleva, se distingue, se personaliza, es uno de los rasgos

    ms caractersticos de n uestra sociedad burguesa, ^ e odio se halla por todas partes,

    bajo todas las formas, en todos los grados: no es menos penn itdo vestirse al con

    trario d e la moda corriente qu e poseer ideas de s mism o. Ij i tendencia dominante est

    al nivel de la objetividad:- los eunuc os reinan. Es preciso estar conforme parec erlo,

    bajo pen a de pasar por un original, el ttulo ms peligroso que u no pued e llevar hoy

    da. Un original* es tanto como decir un loco. Lombroso no titubearla, y bien pronto

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    25/32

    LA REVISTA LANCA 4 7 3

    l respon dera: es un loco mejor, un mdttoide. El niattoide, invencin de Lombroso,

    es el ser ijue m s se aproxim a la locura: para Lom broso , ste es, en el fondo, una es

    pecie de loco; pero que no es bastante loco para qu e sea necesario recluirlo en una casa

    de alienados: si no escandaliza aun los paseos no es del todo peligroso, pero puede llegar

    serlo si se presta atencin ss discursos: l no tiene el cerebro en orden;l m pkma

    mim to o d mundo-^por otra parte, l tiene la lengua d esatad a, l es capaz de reducir,

    de convencer, de subyugar los hombres normales que, segn las teoras de Lombroso,

    no son de los ms malos. Kl hom bre norm al, en efecto, no es el letrado ni el erud ito:

    es el hombre que trabaja y come (i). Reflexiona poco, los grandes problemas humanos

    no le preocupan mucho: es un ser inerte, conservador por ewncia, misonesta. El hom

    bre natural, eternamente conservador, no habra jams progresado sin la comb inacin

    de circunstancias extraordinarias que lo ponen dentro de la necesidad de soportar el

    dolor d e la innovacin para aliviarse de otros dolores ms grandes, y de la aparicin de

    algunos hom bres singulares como los locos de genio y los mattmdes que, teniendo por

    su organizacin normal un altruismo exagerado y una actividad cerebral superior mu

    chos de nuestros contemporneos, adelantan los acontecimientos, entraan las innova

    ciones

    {2 .

    Tal es la manera de pensar de Lombroso con respecto la filosofa de la

    historia.

    As el hombre mediocre es proclamado el linico ser normal y razonable. De una ma

    nera muy deshonrosa para l, en verdad, puesto que en debida forma reconoce que no

    ejerce sobre otro ninguna accin, que vive sobre firme, encenagado en un pantano toda

    su vida. P ero qu importa ; l declara qu e es saludable encenagarse dentro del pantan o,

    que es una virtud, un deber social, y los que tra tan de apartarse del fango son locos.

    Con tod o esto el hom bre mediore puede estar orgulloso de s mismo, ninguno en ade

    lante es superior l. Estos genios, que no ha mucho le obligaban respetar, son ms

    bajos que l en personalidad; l los pued e despreciar y mirar sus obras con aire indul

    gente, como los productos de imaginaciones enfermas y de cerebros cascados.

    L a estrepitosa alegra del triunfo de los med iocres, disimula, sin em barg o, una inqu ie

    tud; los genios, los apasionad os, los revolucionarios son de todas maneras los ms fuertes

    y los mejor dotad os; pesar de todo, el pueblo reconocer su ascendiente y ser entra

    ado por ellos. Si ellos han po dido, despreciando los obstculos que habran espan tado

    todo fro calculador, pasar por encima de todo, acelerar durante siglos enteros el escla-

    recimiento de la verdad {3), ellos lo pued en an. Cmo g aran tir con tra el ho mb re

    normal?

    H e ambroso d* este ai^um ento de indicaciones bien cla ras en su libro T^s Anm-qui^bvi:

    l a represin violentadice comete el error de enorgullecer los anarquistas, de ha

    cerles creer 0:

    E l ktmlirt

    dgente, pg.

    Mi-

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    26/32

    4.74 LA REy STA BLANCA

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    27/32

    LA REVISTA BLANCA 4 7 5

    de los sucesos y no pueden impe dir el esclarecimiento de la verdad, debido, como lo

    hemos visto, los matoi

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    28/32

    4 7 6 A REVISTA BLANCA

    motivo, ni aun los locos; el panadero quera quitarme el pan y yo lo defend; haca dos

    das que no coma, pude ms y le venc; he ah todo; por lo dems, no tuve intencin de

    matarle.

    (CoH inierfi. Cmo? Pretenderis acaso que el pan era vuestro y que la vctima

    no tenia derecho defender lo suyo?

    Yo tambin tena dere cho , seor juez, y ms qu e derech o, el del)er, la obligacin

    imperativa y absoluta de defender mi vida: aquel pan era mi vida.

    Pero no era vuestro.

    Y o no tengo nada mo, sino mi vida y el deb er de defenderla; si no com a, m e

    expona perderla. El Sr. Catrefois, quien, os lo repito, no tuve intencin de matar, no

    I>erda la suya al perder un pan de cinco cntimos.

    Pero l haca uso de un derecho sagrado y perfectamente legal al defender la pro

    piedad de su pan y...

    Y o tamb in, seor juez, haca uso de un dere cho perfectamente legal y no meno s

    sagrado que el del Sr. Catrefois al defender mi existencia.

    Pretenderis acaso que vuestra existencia dep end a del pan del Sr. Catrefois?; l

    no estaba obligado manteneros; aquel pan no era vuestro.

    Mi existencia dependa del alimento y yo no tena ninguno, ya os he dicho (jue no

    tena nada mo, y yo tampoco estaba obligado respetar y cuidar los intereses del se

    or ( atrefois. El haca su deber y yo el mo.

    Sois Tnsolente

    rSoy lgico; me pregu ntis, respo ndo ; si prefers qu e calle, me es absolutam ente

    igual; soy indiferente este asunto.

    Por

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    29/32

    LA REVISTA BLANCA 7 7

    La ley prohibe matar

    Pero no prohibe vivir; yo deseaba y deseo vivir; tena derecho elle.

    Pero no costa de los dems.

    No,

    ya lo s, costa del propio trabajo, aunque pocos son los ijue as lo hacen.

    Y entonces, por qu robasteis, por qu matasteis?

    Y a lo sabis bien; yo soy quien p odr a p reguntar: Por qu m e neg aban los medios

    d e ganarm e el sustento? Por qu rehusaban darm e trabajo? Vos sabis, seor juez, que

    yo quera trabajar; acaso deb dejarme morir de h?imbre?

    Nadie puede dar lo que no tiene, ni est obligado perjudicarse en sus intereses.

    Si no os necesitaban, cmo querais que OH ocuparan? Qu puede importar los dems

    hombres vuestra suerte y vuestras necesidades? La vida es as; es preciso ser fuerte.

    Tenis razn; vos lo decs, qu pued e imp ortarm e m de los dem s: Ks preciso

    ser fuerte; yo lo fui, y ya veis bien las consecuencias.

    El Sr. Catrefois tena cinco nios pequeos, y por cinco cntimos...

    Y qu podr importarme eso? Por lo dems, os lo repito, yo no quise privar de su

    pad re esos nios, quise comer; un pan de cinco cntimo s no le hubiera arru inad o. Si

    yo hub iera tenido cinco cntimos No los tena, pero tena ham bre; as pues , necesitaba

    comer. Quise hacerlo apodern dom e de aquel pan que tena ante mi vista y al alcance

    de mi mano, lo cog, y el dueo de l me atac, y estaba en su derech o; hizo bien; yo

    tamb in e staba en el m o y me defend; hice mejor. Yo fui ms fuerte, y venc: es lgico.

    En cuanto al valor del robo, no creo que m e reprochis su insignificancia; cuanto mayor

    fuera el valor d e lo rob ado , mayor sera m i delito, y tam bin mi castigo, y mayor

    la razn de mi vctima oponerse mis deseos. Adems, yo no necesitaba po r el mo-

    momento ms que aquel pan; l bastaba para aplacar mi hambre; yo, ya os lo he dicho,

    rob aba para comer, para conservar mi existencia, y no para saarla lujosa 6 agrad able;

    no he llegado tantov nu nca fu< ministro, ni siquiera d ipu tad o.

    {Con tono ofendido.) Tened cuidado con lo qie

    decs-^

    estis proclamando la ley del

    fuerte y sta puede caer sobre vuestra cabeza.

    Ya ha cado; yo no la temo.

    {Con curwsidad . Proclamis la fuerza contra el derecho?

    No ;

    el der ech o de la fuerza y la fuerza con el dere cho . Y observad , seor juez,

    qu e sois poco l gico; si no tuv ierais la fuerza, esa fuerza q ue la sociedad pon e v uestra

    disposicin cuando os encarga de juzgarme, en nombre de quin lo harais? Cmo me

    impon drais vuestra razn? To dos los hom bres tienen razn, seor juez, y yo soy ms

    fuerte ijue V. S., bien lo veis.

    {Confa-tdio ysarando nm la^jade rap. Estis arrepentido? 'Sabis qu lasti go

    os aguarda?

    Con Horprem.)Arrepentido? Por qu hab a de estarlo? Lam ento hab er perjudi

    cado los nios, hijos de mi vctima, porqu e ellos de nada tenan culpa; pero aumjue,

    com o os dije, yo no tena intencin de dar muerte al Sr. Catrefois, no estoy arrepen

    tido ; me limit cuan do cog el pan, querer huir; atacado, me defend repeliendo su

    agresin mi persona como l re[)cla la ma sus intereses; siendo yo el ms fuerte, le

    venc, y es natural. Cmo queris, pues, que est arrepentido? Ta nto valdra eso com o

    desear mi propia muerte 6 lamentar que mi vctima no me haya mu erto m; si eso

    hubiera deseado , si hubiera preferido mi muerte la suya, no habra tenido necesidad

    de robar ni de mo lestar nad ie, ni siquiera de venir daros trabajo; me era suficiente

    arrojarm e bajo las ruedas del tren desd e el muelle al mar; pero no, yo soy jo ven, y

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    30/32

    7 ^

    LA REVISTA BLANCA

    com o joven, robusto y sano; tena y an tengo deseos de vivir, amo la existencia, y me

    agrad a luchar pa ra vencer, no para ser v encid o. Cmo que ris, pu es, qu e est arre

    pentido?

    S que me aguardan largos aos de crcel, porque la sociedad es asi: desprecia al

    suicida, al vencido, y hace bien, pori}ue ese burla la vida y ultraja la Naturaleza; bur

    lando las leyes de la existencia, la insulta; pero en lo que la sociedad no hace bien ni

    tiene razn ni derech o de hacer, es castigar al fuerte, al valiente, al luch ador qu e sale

    victorioso. Es la ley de la mediocridad; el cdigo de los llorones de la filosofa lacrimosa

    que apesta horriblemente suspiros y proclama el gemido y la conformidad de los est

    pidos.

    Es la ley de la hipocresa; el auge de la farsa, el aiwgeo de la cobarda.

    Creis que si todos los que lloran, suspiran, rezan, imploran y se lame ntan fueran

    com o yo habra tanta s miserias? El oficio de rico prese ntara enton ces muchos peligros

    y tendra pocas ventajas.

    Ix) nico que lamento es la prdida de mi libertad; pero me consuelo con la espe

    ranza de la evasin. En todo caso no ha de faltarme qu com er ni tech o bajo el cual

    dormir. Comer todos los das y dormir todas las noches, siquiera sea poco y mal. Y

    estad persu adido que los malos trata m ientos no he d e sufrirlos, os lo asseguro, tengo

    fuerzas, ya lo veis. Y reparad, seor juez, en una cosa. H om bre ho nra do, honesto y tra

    bajador, lleno de vida, de energas, d e vigor y de fuerzas; sin un mal ante ced ente en

    con tra, la sociedad me neg un techo y un poco de pan ; ladrn y a.sesino como soy

    ahora, no slo se apresura proporcionarme ambas cosas, sino que malgasta su tiempo y

    su dinero en in%estigar intilmente por cunto tiempo ha de proporcionarme esos bene

    ficios que negara un padre de familia cargado de hijos y abrum ado de aos. Con el

    dine ro qu e os paga vps, los carceleros, los gua rdias, los escribiente s y dem s ser-

    vidores de la ley, podran evitarse muchos crmenes como el mo.

    Con

    desprecio.

    Sois un degenerad o. ,

    Com o gustis; pero ved que es cierto lo que os digo. Para los enfermos, los intiles,

    los tsicos, los sifilticos, los escrofulosos, ra({uticosins ervtbles,.para los vi ^o s miserab les

    y cobardes, la sociedad tiene asilos y casas de beneficencia; para el joven robusto, sano,

    lleno de vida, de esperanzas, de promesas y de vigor, nada . En mi proceso consta que

    solicit ayuda de varias casas de beneficencia y me la negaron : era joven y til para el

    trabajo y por esto no deba vivir

    Cm vehemeuda.) Sois un miserable pervertido y un necio declam ador: sois un

    cob arde , todo lo (jue habis dicho lo rueba; queris influir con vuestra argum entac in

    hueca y ampulosa en el nimo de los jura dos ; es intil, no lo co ns ^u ir is Por qu si,

    como decs, no querais hacer mal y slo deseabais comer, y puesto que no hallabais tra

    bajo, por (ju, os pregunto , no habis solicitado una plaza entre las filas de aquellos de

    vuestros com patriotas (^ue estn luchando heroicam ente y rind iendo con gloria sus vidas

    por la sacrosanta causa de la patria? Por qu, os pregunto, no hal>is tomado un puesto

    entre los que estn defendiendo la bandera d e la patria para hacerla ms glorios^, ma

    grande y respetada que la otra? A\Uestaba vuestro puesto, all os hubieran dado el pan

    que Ifuscbais por medio del crimen; all tenais ese pan y una vida

    en"

    la que son necesa

    rios todas horas y todos los mom entos del da ^ a energa y ese valor de que hacis

    tanto alarde, ese vigor dequetanto b l^ on ai s y (jue seguramen te no poseis. Bien s lo que

    vais contestarme: (ue sois joven y jue no tenis la edad exigida; es cierto, pero vues

    tro cuerpo y vuestra robustez disimulan lo esca.so de los aos; adems, en estos momen

    tos,cualquiera que se presente voluntario es a^^ptadn sin du da alguna y colm ado de

  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    31/32

    LA REVISTA BLANCA 7 9

    atenciones; si hubierais hecho eso, no habrais tenido necesidad de dar muerte por un

    pan de cinc o cntimos un padre de familia que ningn mal os haba ocasionado y

    quien ni siquiera conocais.

    Con caima y serenida d).

    Me reprochis, seor juez, el no haberme hecho soldado,

    y no tenis razn; ya os he dicho que am o mucho mi vida y mi libertad. Se me acusa y

    me estis juzg and o porque para comer un pan de cinco cntimps mat un hom bre .

    quien no conoca, y me reprochis el que no haya ido matar muchos quienes co

    noca menos y que ningn dao me han causado; ni siquiera me haban negado un pan.

    Mat un hom bre para defenderme de un ataque , y me reproch is que no haya ido

    matar otros muchos que jams pensaron en atacarme y cuyo nico delito consiste en

    no tener ciertas costum bres. No sois lgico, sefior juez; mat por casualidad y obliga do

    por la necesidad, y vos me reprochis que no haya matado sangre fra y sin motivo.

    Bien veis que...

    Con energa y llena tk i-kra).

    Basta; sois un insolente. Retiraos; que se lleven al

    acusado

    R. E.m RAvt

    Buenos Aires, Diciembre 1902.

    C U R I O S I D A D E S

    ] JOH treneH hotde s.

    onoc mos

    los trenes de lujo y los vagones de todas clases, pero

    no los trenes-hoteles.

    M. Cham berlain, dcese, que va inventar un nuevo gnero de trenes para viajar en

    el frica del Sur.

    Este tren se compondr de dos locomotoras, de trestleeping-carx, de und i m n g m r y

    de un furgn.

    ElsUeping-mrdel centro, qne estar ocupado por M. y Mme. C hamberlain, se divi

    dir en tres compartimentos; el del centro ser el dormitorio. A uno de los extremos ha

    br un saln y al otro un cuarto de bao.

    El

    dinningmr

    com prende r: un comed or muy bien amueblado, una sala de fumar >'

    otra de juego.

    Uno de ios skepbigmm .ser para la servidumbre y con tend r un a repostera , una

    Oficina y un taller de elec tricid ad. s

    Por lo que se ve, ese tren-hotel no- dejar nad a cjue desear, Pero se necesitar ser

    Chamberlain para viajar en el presente as.

    El ms estpido de mis lectores com prender la necesidad que existe de que poda

    mos viajar todos con las com odidades ((ue aqu se sealan, y para ello no hay cosa me

    jor que transformar cuanto antes esta sociedad que nos impide que disfrutemos todos los

    humanos por igual de las ventajas de la ciencia y de los esfuerzos del talento.

    El mkrtjhio /.ctc,f/i(w.rSe ha desarrollado actualmente en frica una nueva enferme

    dad : el sue o mortal. El pacien te se duerm e sin siifrimienlo apare nte con un sueo le

    trgico y no despierta ms.

    La epidemia ha empezado en la .\nguanda haciendo 20.000 vctimas; ha seguido la

    http://nguanda/http://nguanda/http://nguanda/
  • 7/26/2019 19030201_LA REVISTA BLANCA

    32/32

    8 o LA RVISTA BLANCA

    regin del k g o de Victoria y gana progresivam ente las regiones vecinas del Oca no

    Indico.

    Un a comisin m dica no mb rada para estudiar esa nueva plaga, atribuy e este mal sin

    gular un origen microbiano.

    *

    Nuevo invento. Una in^enc^n preciosa acab a de ensay arse en el canal de Queb ee

    por uno del Canad. Esta invencin consiste en detener instantneamente los barcos en

    marcha por medio de un mecanismo que marca el timonel.

    Se abren dos postigos en el ngulo derecho sobre el casco del navio, produciendo la

    detencin inmediata. Por medio de un solo postigo el barco vuelve andar.

    Aviso n las foriiieim.; uieren conservar los huevos frescosr El mtodo consiste en

    sumergir en agua hirviente huevos d el da cuidad osam ente limp iados. Despus de esta

    inmersin rpida se colocan los huevos en aceite saliclico heido, que los conserva por

    much o tiempo . Huevos as prep arad os, al cabo de seis meses permanecen absolutamen te

    frescos.

    * *

    Unglobo moi T Rjapons.I,os g\o\io trotfrsestn muy de moda desde algn tiem

    po. M. Nakamuza, sMito japons, abandon su pas con el fin de dar la vuelta al mun

    do;ha recorrid o, sucesivamente, China, la India, Arab ia, Persia, Tu rqu a, G recia, Si

    cilia Italia.

    El tonrista viaja para instruirse y cumplir todo el itinerario que se ha propuesto, via

    jando pie. Ahora se dirige Espaa y Francia.

    Sobreel agua.Uno de estos das aparecer un peridico excepcional y viajero. Para

    el efecto, un paquebot ingls saldr de Liverpool para Nueva York llevando bordo un

    equipo completo de impresores y toda la maqu inaria precisa para compon er un peri

    dico que aparecer diariamente durante el viaje.

    Ix>s pasajeros podrn enterarse durante la travesa de todos \m acontecimientos que

    pasen en el mu ndo. I ^ informacin se har por m edio de la telegrafa sin hilos.

    *

    Una mom ia viviente. l^os md icos del hospital de Norfolk acab an d e hac er un des

    cubrimiento raro: un hombre de unos treinta y cinco afios con rasgos de momificarse.

    I.os miisculos de las caderas y de los brazos se han osificado casi por com pleto; el

    mismo fenmeno se observa en la cara. Palpa ndo sus huesos se cree tocar el mrm ol.

    No puede mover ciertos miem bros, especialmente el brazo derech o. Puede, sin emliargo,

    ponindole tendido, levantar el brazo izquierdo y llevar la mano la boca.

    Su and ar es muy peno so. Las piernas, atiesadas, se ponen de avance la una despu s

    de la otra.

    La osificacin empez la edad d e ocho ao s y contina d esde entonces.

    Qu ha pod ido produ cir este fenmeno? Nadie lo sa l , y los mdicos qu e cuidan

    la momia vi\iente se declaran impotentes para curaria-

    L A

    I

    AMA

    CtRra