1915-13 julio-El Heraldo Militar-Campamento la Peñota

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PmilEltft fiSWIMI MILITAR PERIÓDICO INDEPENDIENTE DE LA TARDE ANO X X. —NUM. G.S^O í»REC*tí8 DE SU9L rriPCKwM 1í a4r!d, Hn mes .. 1 |ies«ts *^roTriní?ia«, un t r i « i « « t r « ^ , . . , „ » . 4tM » Redacción, JMiahiMrad^ é TttprevtQt P i s a m , u. U l twk. APASTADO DE COiUiBOS KÓMSBO 9S Director: Domingo Alvarez MABRU», MARTES 13 DE JULIO DE tfts llémera oorrtowte, S oémHm—. Meta atrasado, fO Mam. .-Veas* tarifa. i-í •r-»».v~>Ji««w*««- ;'>*< aÉn-amn-jWraoBn.'-* pw^»*^i^-vífca*i«v.5»ww»««*^*<««««s9ff'»«*^>»' nON JüUO AMADO DEFENSOR DE JLOS HUMILDES? ES GRACIOSO Sensibilidad exquisita que nos descubre arte donde los demás no ven nada; amor a la Jus- ticia, amor a la Verdad, pero en sus corr.ien zos, cuando nadie la escucha, ni la atiende, ni la quiere; cuando todos la Ultrajan y ultrajan al que o^a defenderla, al que ataca a la men- tira, a la in)usticia y a la rutina; amor a la Verdad sin contar los votos, com:) diría Leib- niz; amor a la Verdad cuando no produce más que sinsabores y pérdidas; un ; cultura de ¡i u chos años, intensa, amplia, vMstísima, sólida; un temperamento artístico de primer orden y un gran dominio de la forma, conociendo has- ta el alma de cada palabra, su faz, su expre sión, su tono, su armonía, son las cualidades Que se necesitan para ser escritor, oara merecer enjusticia ese título ¿Reúne el Sr. Amado to- das fsias condiciones que acabamos dt enu- rrcrar? No por cierto. El Sr. Amado tampoco es orador. Habla por la misma razón que escribe, y es cribe por la misma razón que habla. Metióse a periodista, como muchos en nues- tro país, ignorándolo todo y creyendo que el periodismo consiste en casar malamente, in- armónicamente, unas cuantas palabras que no digan nada, ni si ni no, ni no ni si, siempre con tendencias al aplauso de los fuertes, o de los encumbrados, o de los pudientes. Y metióse a orador porque, habiendo obte- nido un acta de diputado, por La Cierva, se imaginó que él deb'a de hombrearse con los grandes oradores, y hacer carrera política, como si los oradores fuesea gobernantes u hombres de Estado, y en este nuestro Parla- mento, compuesto de 406 señores, no hubiese lo menos 400 que hablan desentonados y a tro- pezones, y claro está, sin una idea, porque lo mismo hablando, que pintando, que esculpien- do, que escribiendo, el que no domina la for- ma no puede llegar a la idea, ni aunque llega- ra da con la expresión, con la forma, que tie- ne tanta importancia como la idea, aunque los antiestéticos crean tó'contrarió. El Sr. Amado métlóSe á pWlodtslá'poique s(, sin tener para nada en cuenta"tas, facúUa- <ies, y metióse a or?dor, a Demóstcnes, "por- que el Sr. La Cierva, después de la algarada de las recompensas, le dio el acta de dipu- tado. Y después de metido a periodista, sin razón que lo justificara, metióse 'a dirigir un perió- dico. Ahora bien: un señor que no domina toda la ciencia y todo el arte de escribir, que no po- see una inmensa y ínen metodizada cultura, acrecentada consunteminte; uh señor qtie no es capaade escribir a ía perfección,'de cual- quier asunto, que eso'represenu el justo títu- lo da periodista, ¿puede dirigir un periódico? Nosotros, por experiencia, afirmamos que no. Nosotros, que poí desgracia hetnds tenido que padecer, y que ilustrar, y que deja» que se engalanaran ^on ' escritos nuestros a' unos cuantos ignorantes, qiife rio escribían rti bien ni mal, ni eran capaces de entendef 16 que leían; nosotros, que hemos sb¿>brtado'á direc- tores que ensuciaban las cuartillas, dignos de^ un ronzal, o de una camisa de íuerza, o de un látigo, afirmamos rotundamente que no; que el que no sea capaz de escribir bien, con arle, con alma, con nervios, con ideas, con dominio' de lo que escriba, no puede airigir un perió dico; es decir, puede airigirlo; en si mundo ie puede lodo; pero mal. Y vamos al lemSde'^ndestío-artículo, t). Julio Amado carece de memoria, y es otro detecto muy grande para dirigir un pe- riódico, si éste ha de obedecer a una idea, a un plan de conducía, si no ha de girar a los vientos de la co.ivcnienci» y del mercanti- lismo. No ha mucho tiempo hizo una campaña en La Correspondencia Militar en la cual decía, hablando de los suboficiales, que se les diera buen sueldo, luz, carbón, casa; pero que se les impidiera al comtrcio social, el acceso a los salones, al trato con la sociedad civil, por- que ese acceso y ese trato y recibimiento so- cial no era para las clases de tropa. ¿Cómo es que ahora, ea el articulo de fondo del sábado 10, se mete D. Julio a deteñsor de brigadas y de suboficiales y pide que los hagan oficiales de la Escala de reserva retí ibuída mientras ésta exista, y cuando no, que les den cruces hasta obtener la paga de comandante, y que retormen la legislación vigente, la «ley de dua», cuando D. Julio tué un defensor acérri- mo de esa ley, que está incumplida como la mayoría de las leyes españolis, y pidió en su periódico que no consintieran a los suboficiales que alternasen con la sociedad civil, y pidió que ks acordonasen, que les diesen cisa, luz, carbón, d ncro; pero alejados, separados c;.mo casta inferior, del trato social de !a sociedad ci- vil? Y es lógica consecuencia, claro está, que si había que acordonar a los suboficiales dándo- les buena paga, carbón, casa, luz, todo en el orden material, lo mismo acontecería con los brigadas, con los sargentos, con ¡os oficiales de la Escala de reserva, con cuantos procedie- ran de la ciase de tropa. ¿Y cómo es, a qué obedece r 1 que ahora haya mudado de opinión, contando equivoca- damente con la falta de memoria de los sub- oficiales y brigadas? ¿Carece de memeria D. Julio? ¿Padece de Nosotros, cuando ganamos el pleito de la Es cala de reserva, que fué un triunfo periodísti co nuestro exclusivamente, que se debe a núes tra inteligencia, a nuestra cultura, a nuestro arte, a nuestro supremo desinterés, a nuestro ideal d-j justicia, a nuestra constancia, a nues- tra entereza para no salimos del camino que nos trazáramos y a la caballerosidad y espíritu equitativo del general Echsgüe, ya hubimos de soportar la intromisión de D. Julio en aquel asunto, en el momento de la victoria, de reco gcr el fruto. Y, francamente, nos chocó; pero nos choca más ahora ver a D. Julio retractándose de todo lo dicho anteriormente, y desertando de su puesto, echando a perder su papel. ¿Cuándo tenía razón? ¿Cuándo hablaba en serio? ¿Antes o ahora? D. Julio estuvo siempre al lado de la Escala activa, deprimiendo a la procedencia humilde. ¿Cómo es que ahora pide para los subofi ciales y brigadas que los admitan al oficialato de la Escala de reserva retribuida en cuanto exisu, y después, cuando esa Escala se extin ga, les acumulen cruces hasta llegar a la paga de comandante? ¿A' qué obédetóe ese cambio tan raro, tan ex traño, esa contradicción tan palmaria? ¿Cuándo hablaba de corazón, en verdad: cuando pedía el acórdonamiento, o ahora que pide oficiálatbs de la reserva retribuida, o, en su defecto, acumulación de cruces que les den la paga de comandante? ¿C¿mo puede compaginarse una cosa con otra? Aguardamos sentados que nos explique don Julio el argumento de su última evolución. ¿Habrá infelices que se la crean? Es posible. Domingo Alvares ClMPAMENTOJE^Li PEKOTI El veraneo de los Exploradores Los exploradores de los distritos de la Lati- na, Palacio y Universidad han tenido una fe- liz Iniciativa: han ^acordado r?unirs2 los tres distritos para org nizar un campamento al aire libreen plena sierra del Guadarrama. Las'inmejorables condiciones smitarias de la sierra vecina,'lo pintoresco de sus paisajes, las grandes facilidades de comunicación con Mairid y las económicas condiciones en que íiari orgánizadoios Consejos de los distritos ci lados, han hec'io que el número de mucha- chos qiíe se'kari inscrito sea grande. *Los'^riiücHachos aiamparin en tieiidás de campaña a unos cinco kilómetros de Cercedi- lla, realizarán excursiones diarias a las cum- bres más inte^resántes de las cercanías, y, sin olvidar por un momento las prácticas de ex- ploradores, se dedicará el tiempo exclusiva- mente al 1 ecrco y esparcimiento de los mucha- chos. Esta colonia veraniega de exploradores du- rará desde hoy 11 de Julio al 9 de Agosto pró- ximo, y los muchachos cuyo» quehaceres o medios económicos les impidan permanecer en el campamento todo el mes, podrán alistar- se por semanas. Ayer ha salido para el campamento de refe- rencia el primer grupo de exploradores de los tres distritos ctados. Al frente de los mucha- chos de !a Latina va el jefe de los exploradores Sr. Cabezas, auxiliado por los subinstructores Sres. Mateos y Pérez (O. Jorquín); dirige a los de la Universidad el jefe del distrito señor Philipsen, acompañado de los subinstructores señores Oriiz y Urbano, y al mando de los de Palacio va el jefe provincial de exploradores y jefe de tropa del dstrlto D. Antonio Truchar- te, auxiliado por el subinstrucior del mismo Sr. Piaarroso de la Vega. EL JAPON MODFRRO SU EVOLUCIÓN ^AARiTIMA Uno de los países en que más rápiiamente se ha verihcado la evolución naval es el Japón, que hace poco más de cuarenta años era por completo refractario a los progresos marítimos. El principio de esa evolución data del año 1870, en que se fundó la primera Compañía do navegación japonesa, estableciendo una lí- nea directa entre Japón y Bombay. La Compañía Yokohama Shanghay de vapo- res correos di\ Pacífico, que así se denomina- ba, efectuó una verdadera revolución en los fines y en los métodos de la Marina mercante japonesa, contribuyen 10 por modo importante al desarrollo de las comunicaciones marítimas propias y directas entre los puertos del Japón y los de Australia. Am'''''*^ v Europa, con bar- ms mavnrpc rta ív ««o is En 1899 se inauguiu, >. «n ¡ vapor Nippon A/«ra, de la Comp-.ñíá fkponera Tokvo K.is hen Kaisha, un .-ervicio directo entr¿ Yokoha- ma y Sm Francisco de California, que rindió extraordinarios beneficios. La citada Compa- ñía prestó años de-p.iés grandes servicio^ en el transporte de trop.as, cuando la guerra ruso japonesa. Imitando el eje i.plo inicial de la menciona- da Co npañía, otra nueva, la Nippon Yusen Keisha, inauguró, después de la campaña, un servicio directo de navegación entre Seatlc, en la cosía americana iel Pacifico, y el Japón; y posteriornaente, la Osaka Yhosea Kaisha es- tableció una línea directa con Tacoma. Desde los comienzos de este despertar marí- timo del Japón se abrigiba la idea de fomentar simultáneamente la Marina mercante y la de guerra, cabien lo la gloria de tan feliz iniciati- va a un japonés ilustre, T^slnmiei Okubo, qu' fué quien fundó la primera Escuela de Náuti- ca japonesa en 1875, oajo la denominación de YhosenGakko. o, lo que es igual, Colegio de Náutici Japonés. Los alumnos de esta PZscueb. aprendieron pronto los conocimientos necesarios para e! manejo do los buques, siendo inc rporados al servicio de la M ;rina de guerra, y en 1895 se dictaron reg as para estimular el ingreso en di- cho Establecimiento oficial de enseñanzas ma- rítimas. Cuatro nños después se botó a! agua el pri mer buque-escuela japonés, el Isukishima Sfaru, que era un barco de vela; pero tuvo un fin desgraciado, pues se fué a pique a conse- cuencia de un violento titón que le sorprendió en el mar. Este naufragio fué la causa de que la !''scue la Naval japon.sa se estableciese en tierra, en un magnífico edificio que se construyó en Elchnijina, y se construyese también otro bu- que-escuela para prácticas y ejercicios, que es el Taiseí Maru, que loJavía existe. Este buque-escuela es mixto de vapor y vela, desplaza cerca de 2.300 toneladas, lleva cuatro palos cruzados y dos máquinas, que le imp ri men usa marcha normal de diez millas. Actualmente, h Marina de guerr'-. japonesa es de las más importan es, figurando entre la de las grandes Potencias navales en lugar muy distinguido, y tocante a la Marina mercante los progresos han sido últimamente tan rápi - dos, que los trasatlánticos y buques de carga japoneses, sus servicios de navegción y su or- ganización son tan portentosos, que contribu- yen con la mayor eficacia y rapide¿ al desen- volvimiento d«l país nipón en todos los senti- dos, ensanchan lo más y más su prosperidad, su riqueza y su importancia mundial. guardacostas fiumancia. También pide soco- rros para ellos, afirmando que se hallan en- fermos. El armamento del «Jaime lo. EL FBRROL, 13.—Continúan con desesperan- te lentitud los trabajos en el crucero Jaime /a consecuencia de la tardanza de los materiales que vienen de Inglaterra, dando ello lugar al despido pronsional de obreros, con lo cual -se agrava la crisis del trabajo. Entre los materiales que faltan por recibir figuran seis cañones de 30 centímetros para las torres. El Jaime I saldrá en breve fuera del puerto y permanecerá varios días en alta mar realizan- do pruebas de máquina. Ante la dificultad de obtener los materiales a su debido tiempo, los técnicos insisten en que el Gobierno debe procurar establecer en España industrias relacionadas con las cons- trucciones navales. De otro modo nos veremos on»%Jk«o^«* . ftl. Un barco encallado. ALMERÍA, I 5.—Se reciben noticias de que en Punta Encinas encalló anoche el vapor norue- go Narshlands, procedente del Senegal y con cargamento para Marsella. La situjcióndel bu- que es muy crítica. La tripulación pudo salvarse. Han comenzado los trabajos de salvamento p~T buques qu han salido de este puerto. El veraneo de la j[nianta Isabel OviUDO, I a.—Ha llegado en automóvil la in- fanta doña Isabel. Precedíala otro «auto» con el gobernador y el teniente coronel de la benemérita. A la entrada de la población la tributó hono- res una patrulla de exploradores. La infanta los revistó, conversando con al- gunos y convidándoles a almorzar. Aguardábanla a la entrada de la Fábrica de Armas el general Manzano y otroS tiiilitáres. Recorrió detenidamente todos los talleres, conversando con al unos antiguos obreros, en- terándose minuciosamente de diferentes opera- ciones. Después se trasladó al hotel de C'ovadonga. Allí visitó a la augusta dama el defensor de En rique Suardrai, condenado a muerte. Entrególa an mensaje solicitando el indulto de su detendido. Después se eelebró un banquete de autori- dades. Luego fué a pie al monasterio de San Pe- layo, y después visitó también las ig'csias de San Juan y de Santa María de la Corte, el convento de las Salesas y el teatro de Cam- poamor. El alcalde la ha obsequiado con un te, y ahora ha regresado S. A. a Gijón. TELEGRAMAS DEJJ^ COSTA Esperando a los ^eyas —Las regatas. SAN SEBASTIÁN, 13.—Se considera seguro que los Reyes vendrán el día 21, permane- ciendo al lado de su augusta madre el 24, día del smto de la Reina Cristina, y regresarán el 26 a Santander, haciendo el viaje por mar a b)ordo del Giralda, El domingo comenzarán las regatas de en- trenamiento. Estos días se correrán regatas parciales. Mañíina vendrán de Pasajes dos balandros que fueron adquiridos cor el Club Náutico para darlos como premios en las regatas. Es tos balandros han estado detenidos en Hcnda- ya, y se ha conseguido del Gobierno francés que autorizara su entrega al Club. Conjie]o de guerra.—Petición de Indulto. EL FERROL, 12.—Se ha celebrado un Con- sejo de guerra en la Comandancia general del Apostadero para fallar la causa instruida con- tra el marinero Luciano Iglesias, por deser- ción. La Prensa radical pide el indulto de los pre- sos por la sublevación ocuriida a bordo dei Ministerio de la Guerra DIARIO OFICIAL Subsecretaría. Recompensas.—Se conceden recompensas, y se confirman otras concedidas, a las clases e individuos de tropa por diferentes hechos de armas realizados en M'irruecos. Destinos.—Se destina de plantilla al minis- terio de la Guerra al teniente coronel de Es- tado Mayor D. Joaquín Nieves Cosso y al capitán de dicho Cuerpo D. Manud Estada y Solans. Estado ¡Mayor. Maestros armero.'.—Se dispone que el per- sonal de mfestros armeros pase a depender de la Sección de Artillería. Infantería. Destinos.—Se dispone que el primer tenien- te D. Domingo Navarro López y el segundo D. Enrique Chaves Rodríguez cambien entre sí de destino. Ascensos.—Se concede el empleo inmedia- to al primer teniente (E. R.) D. José Domín- guez González. Cab.liarla. Destinos.—Propuesta de destinos de profe- sores del Cuerpo de Equitación Militar. Sa'^idad militar. Destinos.—Propuesta de destinos de jefes y oficiales de Veterinaria. Guardia civd. Destinos.—Propuesta de destinos de jefes y oficiales. Carabineros. Destinos.— Propuesta de destinos de ofi» ciales. Oficinas militares. Vuelta a activo.—Se concede la vuelta al servicio activo al oficial tercero D. David Añl- barro Arce. h GOMÜHICiDO OFICIiL Las operaciones en los Dardanelos El general jefe de las tropas francesu ea- pedicionarias a los Dardanelot ha dirigido a su Gobierno el siguiente comunicado oficial de las operaciones efectuadas desde el 8 al 34 de Junio: «Después de los combates de los días 4 y 5 de Junio, los turcos quedaban a la defenshraj los aliados se preparaban a la otendva. El día 31 el Cuerpo expedicionario fnt^cét atacó y tomó las dos primeras líneas de trin- cheras enemigas hacia la posición fortificada llamada «Haricot», atacada desde hace seis se- manas y constituyendo el punto central de las trincheras y de las zapas enemigas, teniendo además varias hileras de defensas accesorias des bajas. La posición disputada domina hacia el Sur el barranco de Kereves Dere, que hada el Norte toma en enfilada las líneas de los aliados El comandante de una brigada de infantería tomó la dirección de las operaciones, titcesi- tando quince días de reconocimientos y de tire metódico de la artillería para desbaratar las defensas y parapetos de las primeras trin- cheras. El auque fué señalado para el día ai. Kl tiempo era favorable. La señal se dio a toda la parte de nuestra línea, atravesando la meaeu Oeste de Kereves Dere. La infantería se precipitó a la izquierda; un primer salto condujo a un regimiento de In- fantería en la primera línea enemiga, cayendo muerto el coronel. Seguidamente tomaron la segunda línea, que conservaron todo el día a pesar de tos ret ~ rnos ofensivos y del intenso cañoneo. A la derecha un regimiento colonial consi- guió penetrar en las defensas enemigas; pero privado de su coronel, que tatfibién había sido muerto, y tomado bajo un intenso fuego de la segunda línea adversa, no pudo organizarse para resistir un fuerte contraataque. Algunos grupos, habiendo conseguidp resis- tir en sus puestos, los retorzamos por infÜtrf- ciones, permitiéndoles así resistir tod6 •I' día sin ningún resultado definitivo. El general, decidido a acabar con acuello, llamó a un <-egimiento de África, a un batallón de zuavos y a otro de la legión e hiso «jecuur un nueVo bombardeo de artillería. A la caída de la urde la orden de adelanta se dio, y toda la línea se precipitó, y en mo- nos de diez minutos las trincheras están toma- das y nuestro fuego persigue, diszmándoleí, a los turcos, que huyen a la desbandada. Emprendimos entonces una tarea mucho más dura que ti mismo combate, pues bajo el fuego de la artillería, que h(» enfiTaba desde Achi-Baba > desde Asia, debíamos, én madio de montones de cadáveres turcos, cuyo hedor y ifioscas eran insoportables, abrir trincheras y zapas de comunicaciones con nuestras reta- guardias, al mismo tiempo que colocar alam- bradas del lado del enemigo. El día 21 un furioso contraataque (tensivo de los turcos, presentándose en grandes masas, puso un instante nuestra situación en un crí- tico trance; pero el tiro ertero de nuestra In- fantería con sus ametralladoras y de nuestra artillería obligó finalmente al enemigo a darse a la fuga, perdiendo un regimiento en- tero. Los resultados de la accióri del 21 represeo- un una ganancia en material importantísima, dándola llave del biiTfiCO.íle KMC^CS y da muestran el excelente estado de nuestras tro- pas, compuestas de jóvenes de la quinta del i5 y veteranos que regresaron al frente después de ser heridos, rivalizando «n ímpetu y y^pdo al asalto como a una fiesta. La acción de artillería envalentonó a 1» in- fantería y saludó alegremente el paso de nues- tros aviones, que ejecutaron durante todo el día reconocimientos, represenundo c^jca de cincuenta horas de vuelo. El 22 nuesua escuadrilla añadía una nueva proeza a las de la víspera, r^uUndb al Uro de uno de nuestros obuses contra un avión ale- mán, caído en un campo después de un d'ielo desgraciado centra un aeroplano inglés.» 'A Es la pluma estilof^á fica mejor hasta hoy conocida. Puede lie v:irse en el bolsillo en cualqtiierpeaición sin temor á que se salga; con pituba de ORO G.\RANTÍZADA. DiüPÓarro V vffiíTi Ma rtí í ícz de Velase© PAP^ERÍA F»Í:LIGROS.3,-MADRID

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PmilEltft fiSWIMI

MILITAR PERIÓDICO INDEPENDIENTE DE LA TARDE

A N O X X . — N U M . G.S^O

í»REC*tí8 DE SU9L rriPCKwM 1í a4r!d, Hn mes .. 1 | ies«ts *^roTriní?ia«, un t r i« i««t r«^ , . . , „» . 4 t M »

Redacción, J M i a h i M r a d ^ é TttprevtQt P i s a m , u. U l t w k . A P A S T A D O DE COiUiBOS K Ó M S B O 9S

Director: Domingo Alvarez

MABRU», MARTES 13 DE JULIO DE t f t s

l lémera oorrtowte, S oémHm—. Meta atrasado, fO Mam.

. - V e a s * tarifa.

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n O N J ü U O AMADO D E F E N S O R DE JLOS HUMILDES? ES GRACIOSO

Sensibilidad exquisita que nos descubre arte donde los demás no ven nada; amor a la Jus­ticia, amor a la Verdad, pero en sus corr.ien zos, cuando nadie la escucha, ni la atiende, ni la quiere; cuando todos la Ultrajan y ultrajan al que o a defenderla, al que ataca a la men­tira, a la in)usticia y a la rutina; amor a la Verdad sin contar los votos, com:) diría Leib-niz; amor a la Verdad cuando no produce más que sinsabores y pérdidas; un ; cultura de ¡i u chos años, intensa, amplia, vMstísima, sólida; un temperamento artístico de primer orden y un gran dominio de la forma, conociendo has­ta el alma de cada palabra, su faz, su expre sión, su tono, su armonía, son las cualidades Que se necesitan para ser escritor, oara merecer enjusticia ese título ¿Reúne el Sr. Amado to­das fsias condiciones que acabamos dt enu-rrcrar? No por cierto.

El Sr. Amado tampoco es orador. Habla por la misma razón que escribe, y es

cribe por la misma razón que habla. Metióse a periodista, como muchos en nues­

tro país, ignorándolo todo y creyendo que el periodismo consiste en casar malamente, in­armónicamente, unas cuantas palabras que no digan nada, ni si ni no, ni no ni si, siempre con tendencias al aplauso de los fuertes, o de los encumbrados, o de los pudientes.

Y metióse a orador porque, habiendo obte­nido un acta de diputado, por La Cierva, se imaginó que él deb'a de hombrearse con los grandes oradores, y hacer carrera política, como si los oradores fuesea gobernantes u hombres de Estado, y en este nuestro Parla­mento, compuesto de 406 señores, no hubiese lo menos 400 que hablan desentonados y a tro­pezones, y claro está, sin una idea, porque lo mismo hablando, que pintando, que esculpien­do, que escribiendo, el que no domina la for­ma no puede llegar a la idea, ni aunque llega­ra da con la expresión, con la forma, que tie­ne tanta importancia como la idea, aunque los antiestéticos crean tó'contrarió.

El Sr. Amado métlóSe á pWlodtslá'poique s(, sin tener para nada en cuenta"tas, facúUa-<ies, y metióse a or?dor, a Demóstcnes, "por­que el Sr. La Cierva, después de la algarada de las recompensas, le dio el acta de dipu­tado.

Y después de metido a periodista, sin razón que lo justificara, metióse 'a dirigir un perió­dico.

Ahora bien: un señor que no domina toda la ciencia y todo el arte de escribir, que no po­see una inmensa y ínen metodizada cultura, acrecentada consunteminte; uh señor qtie no es capaade escribir a ía perfección,'de cual­quier asunto, que eso'represenu el justo títu­lo da periodista, ¿puede dirigir un periódico? Nosotros, por experiencia, afirmamos que no.

Nosotros, que poí desgracia hetnds tenido que padecer, y que ilustrar, y que deja» que se engalanaran ^on ' escritos nuestros a' unos cuantos ignorantes, qiife rio escribían rti bien ni mal, ni eran capaces de entendef 16 que leían; nosotros, que hemos sb¿>brtado'á direc­tores que ensuciaban las cuartillas, dignos de^ un ronzal, o de una camisa de íuerza, o de un látigo, afirmamos rotundamente que no; que el que no sea capaz de escribir bien, con arle, con alma, con nervios, con ideas, con dominio' de lo que escriba, no puede airigir un perió dico; es decir, puede airigirlo; en si mundo ie puede lodo; pero mal.

Y vamos al lemSde'^ndestío-artículo, t) . Julio Amado carece de memoria, y es

otro detecto muy grande para dirigir un pe­riódico, si éste ha de obedecer a una idea, a un plan de conducía, si no ha de girar a los vientos de la co.ivcnienci» y del mercanti­lismo.

No ha mucho tiempo hizo una campaña en La Correspondencia Militar en la cual decía, hablando de los suboficiales, que se les diera buen sueldo, luz, carbón, casa; pero que se les impidiera al comtrcio social, el acceso a los salones, al trato con la sociedad civil, por­que ese acceso y ese trato y recibimiento so­cial no era para las clases de tropa.

¿Cómo es que ahora, ea el articulo de fondo del sábado 10, se mete D. Julio a deteñsor de brigadas y de suboficiales y pide que los hagan oficiales de la Escala de reserva retí ibuída mientras ésta exista, y cuando no, que les den cruces hasta obtener la paga de comandante, y que retormen la legislación vigente, la «ley de dua», cuando D. Julio tué un defensor acérri­

mo de esa ley, que está incumplida como la mayoría de las leyes españolis, y pidió en su periódico que no consintieran a los suboficiales que alternasen con la sociedad civil, y pidió que k s acordonasen, que les diesen cisa, luz, carbón, d ncro; pero alejados, separados c;.mo casta inferior, del trato social de !a sociedad ci­vil?

Y es lógica consecuencia, claro está, que si había que acordonar a los suboficiales dándo­les buena paga, carbón, casa, luz, todo en el orden material, lo mismo acontecería con los brigadas, con los sargentos, con ¡os oficiales de la Escala de reserva, con cuantos procedie­ran de la ciase de tropa.

¿Y cómo es, a qué obedece r 1 que ahora haya mudado de opinión, contando equivoca­damente con la falta de memoria de los sub­oficiales y brigadas?

¿Carece de memeria D. Julio? ¿Padece de

Nosotros, cuando ganamos el pleito de la Es cala de reserva, que fué un triunfo periodísti co nuestro exclusivamente, que se debe a núes tra inteligencia, a nuestra cultura, a nuestro arte, a nuestro supremo desinterés, a nuestro ideal d-j justicia, a nuestra constancia, a nues­tra entereza para no salimos del camino que nos trazáramos y a la caballerosidad y espíritu equitativo del general Echsgüe, ya hubimos de soportar la intromisión de D. Julio en aquel asunto, en el momento de la victoria, de reco gcr el fruto.

Y, francamente, nos chocó; pero nos choca más ahora ver a D. Julio retractándose de todo lo dicho anteriormente, y desertando de su puesto, echando a perder su papel.

¿Cuándo tenía razón? ¿Cuándo hablaba en serio? ¿Antes o ahora?

D. Julio estuvo siempre al lado de la Escala activa, deprimiendo a la procedencia humilde.

¿Cómo es que ahora pide para los subofi • ciales y brigadas que los admitan al oficialato de la Escala de reserva retribuida en cuanto exisu, y después, cuando esa Escala se extin ga, les acumulen cruces hasta llegar a la paga de comandante? • ¿A' qué obédetóe ese cambio tan raro, tan ex traño, esa contradicción tan palmaria?

¿Cuándo hablaba de corazón, en verdad: cuando pedía el acórdonamiento, o ahora que pide oficiálatbs de la reserva retribuida, o, en su defecto, acumulación de cruces que les den la paga de comandante?

¿C¿mo puede compaginarse una cosa con otra?

Aguardamos sentados que nos explique don Julio el argumento de su última evolución.

¿Habrá infelices que se la crean? Es posible.

Domingo Alvares

ClMPAMENTOJE^Li PEKOTI

El veraneo de los Exploradores

Los exploradores de los distritos de la Lati­na, Palacio y Universidad han tenido una fe­liz Iniciativa: han ^acordado r?unirs2 los tres distritos para org nizar un campamento al aire libreen plena sierra del Guadarrama.

Las'inmejorables condiciones smitarias de la sierra vecina,'lo pintoresco de sus paisajes, las grandes facilidades de comunicación con Mairid y las económicas condiciones en que íiari orgánizadoios Consejos de los distritos ci lados, han hec'io que el número de mucha­chos qiíe se'kari inscrito sea grande.

*Los' riiücHachos aiamparin en tieiidás de campaña a unos cinco kilómetros de Cercedi-lla, realizarán excursiones diarias a las cum­bres más inte^resántes de las cercanías, y, sin olvidar por un momento las prácticas de ex­ploradores, se dedicará el tiempo exclusiva­mente al 1 ecrco y esparcimiento de los mucha­chos.

Esta colonia veraniega de exploradores du­rará desde hoy 11 de Julio al 9 de Agosto pró­ximo, y los muchachos cuyo» quehaceres o medios económicos les impidan permanecer en el campamento todo el mes, podrán alistar­se por semanas.

Ayer ha salido para el campamento de refe­rencia el primer grupo de exploradores de los tres distritos ctados. Al frente de los mucha­chos de !a Latina va el jefe de los exploradores Sr. Cabezas, auxiliado por los subinstructores Sres. Mateos y Pérez (O. Jorquín); dirige a los de la Universidad el jefe del distrito señor Philipsen, acompañado de los subinstructores señores Oriiz y Urbano, y al mando de los de Palacio va el jefe provincial de exploradores y jefe de tropa del dstrlto D. Antonio Truchar-te, auxiliado por el subinstrucior del mismo Sr. Piaarroso de la Vega.

EL JAPON MODFRRO

SU EVOLUCIÓN ^AARiTIMA

Uno de los países en que más rápiiamente se ha verihcado la evolución naval es el Japón, que hace poco más de cuarenta años era por completo refractario a los progresos marítimos.

El principio de esa evolución data del año 1870, en que se fundó la primera Compañía do navegación japonesa, estableciendo una lí­nea directa entre Japón y Bombay.

La Compañía Yokohama Shanghay de vapo­res correos di\ Pacífico, que así se denomina­ba, efectuó una verdadera revolución en los fines y en los métodos de la Marina mercante japonesa, contribuyen 10 por modo importante al desarrollo de las comunicaciones marítimas propias y directas entre los puertos del Japón y los de Australia. Am'''''*^ v Europa, con bar-ms mavnrpc rta ív ««o is

En 1899 se inauguiu, >. «n ¡ vapor Nippon A/«ra, de la Comp-.ñíá fkponera Tokvo K.is hen Kaisha, un .-ervicio directo entr¿ Yokoha­ma y Sm Francisco de California, que rindió extraordinarios beneficios. La citada Compa­ñía prestó años de-p.iés grandes servicio^ en el transporte de trop.as, cuando la guerra ruso japonesa.

Imitando el eje i.plo inicial de la menciona­da Co npañía, otra nueva, la Nippon Yusen Keisha, inauguró, después de la campaña, un servicio directo de navegación entre Seatlc, en la cosía americana iel Pacifico, y el Japón; y posteriornaente, la Osaka Yhosea Kaisha es­tableció una línea directa con Tacoma.

Desde los comienzos de este despertar marí­timo del Japón se abrigiba la idea de fomentar simultáneamente la Marina mercante y la de guerra, cabien lo la gloria de tan feliz iniciati­va a un japonés ilustre, T^slnmiei Okubo, qu ' fué quien fundó la primera Escuela de Náuti­ca japonesa en 1875, oajo la denominación de YhosenGakko. o, lo que es igual, Colegio de Náutici Japonés.

Los alumnos de esta PZscueb. aprendieron pronto los conocimientos necesarios para e! manejo do los buques, siendo inc rporados al servicio de la M ;rina de guerra, y en 1895 se dictaron reg as para estimular el ingreso en di­cho Establecimiento oficial de enseñanzas ma­rítimas.

Cuatro nños después se botó a! agua el pri mer buque-escuela japonés, el Isukishima Sfaru, que era un barco de vela; pero tuvo un fin desgraciado, pues se fué a pique a conse­cuencia de un violento titón que le sorprendió en el mar.

Este naufragio fué la causa de que la !''scue la Naval japon.sa se estableciese en tierra, en un magnífico edificio que se construyó en Elchnijina, y se construyese también otro bu­que-escuela para prácticas y ejercicios, que es el Taiseí Maru, que loJavía existe.

Este buque-escuela es mixto de vapor y vela, desplaza cerca de 2.300 toneladas, lleva cuatro palos cruzados y dos máquinas, que le imp ri men usa marcha normal de diez millas.

Actualmente, h Marina de guerr'-. japonesa es de las más importan es, figurando entre la de las grandes Potencias navales en lugar muy distinguido, y tocante a la Marina mercante los progresos han sido últimamente tan rápi -dos, que los trasatlánticos y buques de carga japoneses, sus servicios de navegción y su or­ganización son tan portentosos, que contribu­yen con la mayor eficacia y rapide¿ al desen­volvimiento d«l país nipón en todos los senti­dos, ensanchan lo más y más su prosperidad, su riqueza y su importancia mundial.

guardacostas fiumancia. También pide soco­rros para ellos, afirmando que se hallan en­fermos.

El armamento del «Jaime lo. EL FBRROL, 13.—Continúan con desesperan­

te lentitud los trabajos en el crucero Jaime / a consecuencia de la tardanza de los materiales que vienen de Inglaterra, dando ello lugar al despido pronsional de obreros, con lo cual -se agrava la crisis del trabajo.

Entre los materiales que faltan por recibir figuran seis cañones de 30 centímetros para las torres.

El Jaime I saldrá en breve fuera del puerto y permanecerá varios días en alta mar realizan­do pruebas de máquina.

Ante la dificultad de obtener los materiales a su debido tiempo, los técnicos insisten en que el Gobierno debe procurar establecer en España industrias relacionadas con las cons­trucciones navales. De otro modo nos veremos on»%Jk«o^«* . ftl.

Un barco encallado. ALMERÍA, I 5.—Se reciben noticias de que en

Punta Encinas encalló anoche el vapor norue­go Narshlands, procedente del Senegal y con cargamento para Marsella. La situjcióndel bu­que es muy crítica.

La tripulación pudo salvarse. Han comenzado los trabajos de salvamento

p~T buques qu • han salido de este puerto.

El veraneo de la j[nianta Isabel

OviUDO, I a.—Ha llegado en automóvil la in­fanta doña Isabel.

Precedíala otro «auto» con el gobernador y el teniente coronel de la benemérita.

A la entrada de la población la tributó hono­res una patrulla de exploradores.

La infanta los revistó, conversando con al­gunos y convidándoles a almorzar.

Aguardábanla a la entrada de la Fábrica de Armas el general Manzano y otroS tiiilitáres.

Recorrió detenidamente todos los talleres, conversando con al unos antiguos obreros, en­terándose minuciosamente de diferentes opera­ciones.

Después se trasladó al hotel de C'ovadonga. Allí visitó a la augusta dama el defensor de En rique Suardrai, condenado a muerte.

Entrególa an mensaje solicitando el indulto de su detendido.

Después se eelebró un banquete de autori­dades.

Luego fué a pie al monasterio de San Pe-layo, y después visitó también las ig'csias de San Juan y de Santa María de la Corte, el convento de las Salesas y el teatro de Cam-poamor.

El alcalde la ha obsequiado con un te, y ahora ha regresado S. A. a Gijón.

TELEGRAMAS D E J J ^ COSTA

Esperando a los ^eyas —Las regatas . SAN SEBASTIÁN, 13.—Se considera seguro

que los Reyes vendrán el día 21, permane­ciendo al lado de su augusta madre el 24, día del smto de la Reina Cristina, y regresarán el 26 a Santander, haciendo el viaje por mar a b)ordo del Giralda,

El domingo comenzarán las regatas de en­trenamiento. Estos días se correrán regatas parciales.

Mañíina vendrán de Pasajes dos balandros que fueron adquiridos cor el Club Náutico para darlos como premios en las regatas. Es tos balandros han estado detenidos en Hcnda-ya, y se ha conseguido del Gobierno francés que autorizara su entrega al Club. Conjie]o de guerra.—Petición de Indulto.

EL FERROL, 12.—Se ha celebrado un Con­sejo de guerra en la Comandancia general del Apostadero para fallar la causa instruida con­tra el marinero Luciano Iglesias, por deser­ción.

La Prensa radical pide el indulto de los pre­sos por la sublevación ocuriida a bordo dei

Ministerio de la Guerra D I A R I O O F I C I A L

Subsecretar ía .

Recompensas.—Se conceden recompensas, y se confirman otras concedidas, a las clases e individuos de tropa por diferentes hechos de armas realizados en M'irruecos.

Destinos.—Se destina de plantilla al minis­terio de la Guerra al teniente coronel de Es­tado Mayor D. Joaquín Nieves Cosso y al capitán de dicho Cuerpo D. Manud Estada y Solans.

Estado ¡Mayor. Maestros armero.'.—Se dispone que el per­

sonal de mfestros armeros pase a depender de la Sección de Artillería.

Infantería. Destinos.—Se dispone que el primer tenien­

te D. Domingo Navarro López y el segundo D. Enrique Chaves Rodríguez cambien entre sí de destino.

Ascensos.—Se concede el empleo inmedia­to al primer teniente (E. R.) D. José Domín­guez González.

Cab. l iar la . Destinos.—Propuesta de destinos de profe­

sores del Cuerpo de Equitación Militar.

Sa'^idad militar. Destinos.—Propuesta de destinos de jefes y

oficiales de Veterinaria.

Guardia civd. Destinos.—Propuesta de destinos de jefes y

oficiales. Carabineros.

Destinos.— Propuesta de destinos de ofi» ciales.

Oficinas militares. Vuelta a activo.—Se concede la vuelta al

servicio activo al oficial tercero D. David Añl-barro Arce.

h

GOMÜHICiDO OFICIiL

Las operaciones en los Dardanelos

El general jefe de las tropas francesu ea-pedicionarias a los Dardanelot ha dirigido a su Gobierno el siguiente comunicado oficial de las operaciones efectuadas desde el 8 al 34 de Junio:

«Después de los combates de los días 4 y 5 de Junio, los turcos quedaban a la defenshraj los aliados se preparaban a la otendva.

El día 31 el Cuerpo expedicionario fnt^cét atacó y tomó las dos primeras líneas de trin­cheras enemigas hacia la posición fortificada llamada «Haricot», atacada desde hace seis se­manas y constituyendo el punto central de las trincheras y de las zapas enemigas, teniendo además varias hileras de defensas accesorias

des bajas. La posición disputada domina hacia el Sur

el barranco de Kereves Dere, que hada el Norte toma en enfilada las líneas de los aliados

El comandante de una brigada de infantería tomó la dirección de las operaciones, titcesi-tando quince días de reconocimientos y de tire metódico de la artillería para desbaratar las defensas y parapetos de las primeras trin­cheras.

El auque fué señalado para el día a i . Kl tiempo era favorable. La señal se dio a toda la parte de nuestra línea, atravesando la meaeu Oeste de Kereves Dere.

La infantería se precipitó a la izquierda; un primer salto condujo a un regimiento de In­fantería en la primera línea enemiga, cayendo muerto el coronel. Seguidamente tomaron la segunda línea, que conservaron todo el día a pesar de tos ret ~ rnos ofensivos y del intenso cañoneo.

A la derecha un regimiento colonial consi­guió penetrar en las defensas enemigas; pero privado de su coronel, que tatfibién había sido muerto, y tomado bajo un intenso fuego de la segunda línea adversa, no pudo organizarse para resistir un fuerte contraataque.

Algunos grupos, habiendo conseguidp resis­tir en sus puestos, los retorzamos por infÜtrf-ciones, permitiéndoles así resistir tod6 •I' día sin ningún resultado definitivo.

El general, decidido a acabar con acuello, llamó a un <-egimiento de África, a un batallón de zuavos y a otro de la legión e hiso «jecuur un nueVo bombardeo de artillería.

A la caída de la urde la orden de adelanta se dio, y toda la línea se precipitó, y en mo­nos de diez minutos las trincheras están toma­das y nuestro fuego persigue, diszmándoleí, a los turcos, que huyen a la desbandada.

Emprendimos entonces una tarea mucho más dura que ti mismo combate, pues bajo el fuego de la artillería, que h(» enfiTaba desde Achi-Baba > desde Asia, debíamos, én madio de montones de cadáveres turcos, cuyo hedor y ifioscas eran insoportables, abrir trincheras y zapas de comunicaciones con nuestras reta­guardias, al mismo tiempo que colocar alam­bradas del lado del enemigo.

El día 21 un furioso contraataque (tensivo de los turcos, presentándose en grandes masas, puso un instante nuestra situación en un crí­tico trance; pero el tiro ertero de nuestra In­fantería con sus ametralladoras y de nuestra artillería obligó finalmente al enemigo a darse a la fuga, perdiendo un regimiento en­tero.

Los resultados de la accióri del 21 represeo-un una ganancia en material importantísima, dándola llave del biiTfiCO.íle KMC^CS y da muestran el excelente estado de nuestras tro­pas, compuestas de jóvenes de la quinta del i5 y veteranos que regresaron al frente después de ser heridos, rivalizando «n ímpetu y y^pdo al asalto como a una fiesta.

La acción de artillería envalentonó a 1» in­fantería y saludó alegremente el paso de nues­tros aviones, que ejecutaron durante todo el día reconocimientos, represenundo c^jca de cincuenta horas de vuelo.

El 22 nuesua escuadrilla añadía una nueva proeza a las de la víspera, r^uUndb al Uro de uno de nuestros obuses contra un avión ale­mán, caído en un campo después de un d'ielo desgraciado centra un aeroplano inglés.»

' A Es la pluma estilof^á fica mejor hasta hoy conocida. Puede lie

v:irse en el bolsillo en cualqtiierpeaición sin temor á que se salga; con pituba de ORO G.\RANTÍZADA.

DiüPÓarro V vffiíTi

Ma rtí í ícz de Velase© PAP^ERÍA

F » Í : L I G R O S . 3 , - M A D R I D