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60—(368)---cuRso 1960-61 REVISTA DE EDUCACIÓN—CRÓNICA VOL. XLVI—NÓM. 134 hay cualidades en la A. Social que la propia Escue- la puede desarrollar y orientar de manera conve- niente perfeccionándolas hasta un grado notable. Hay otras que ya se dan en algunas de modo relevante y la labor de la Escuela debe hacer que no se cambien o modifiquen por el transcurso de la escolaridad aco- modándose a posturas cómodas, pero de menos valía. Se da también, a veces, la existencia de algunos problemas internos a la que aspira a A. Social que, de no tenerlos en cuenta, puede ser contraproducen- tes en el ejercicio de la profesión, cuyo núcleo esen- cial es el trato continuo, la relación humana casi por completo. Se han podido también conocer los obstáculos que la generalidad de las estudiantes manifiestan en cuan- to al desarrollo de su trabajo; ventaja ésta que hace posible considerar si es obstáculo objetivamente ver- dadero o es una sensación subjetiva de las alumnas que apetecen con frecuencia la vía de menor esfuerzo. Hasta aspectos tan importantes como la referen- cia a 1C1 religioso, cuando se trata de realizar la labor de la A. Social, es necesario conocer hasta dónde lle- ga: como postura simplemente o como postura en relación con sentimiento o convicción interna, para no posponer a quienes no lo mencionan explícita- mente, pero en su trabajo y actuación lo realizan fielmente sin acudir al tópico. Más de alguna de las que contestaron con alusiones a lo religioso y carita- tivo lo hicieron como solución fácil a la pregunta. ya que es de todas conocido y aceptado que una labor de ayuda al necesitado tenga un matiz cristia- no más o menos acentuado. En fin, como siempre sucede, me ha satisfecho ple- namente el encontrar al menos seis muchachas de entre todas, que reúnen las características persona- les idóneas para realizar una Asistencia Social autén- tica y eficaz. Y esto es bastante. ISABEL DIAZ ARNAL. La Educación Nacional es- pañola, 1957-1961N Comienzo estas palabras dirigidas al Pleno del Con- sejo con una doble pero, felizmente, contradictoria preocupación. De un lado, la conciencia de haber fal- tado al deber, que me impone el artículo de nues- tra Ley Orgánica, de reunirme anualmente con us- tedes para darles cuenta de la marcha de nuestra co- mún tarea. De otro, el que precisamente esta cir- cunstancia me obligue a molestarles con más proble- mas y por más tiempo del que resulta prudente y yo mismo acostumbro. A pesar de los arios transcurri- dos no se ha borrado aún de mi espíritu el remordi- miento que nie produjo mi último discurso en análo- ga circunstancia; el más extensos de cuantos he pro- nunciado en mi etapa ministerial. Como ven ustedes no empiezo, como es feliz costumbre, anunciando que voy a ser breve, sino por el contrario, que con toda probabilidad seré largo. Pero pienso que acaso les tranquilice el reconocido carácter ilusorio que tiene siempre esta clase de manifestaciones previas. Cuando en 1957 exponía ante el Consejo de Educa- ción los propósitos que animaban la política docente, hacía poco más de un año que había tomado posesión del Departamento. Me permití entonces señalar dos tipos fundamentales de consideraciones: unas sobre las características de nuestra labor, otras sobre sus (*) Discurso del Sr. Ministro de Educación Na- cional en la reunión del Pleno del Consejo Nacional de Educación, pronunciado en Madrid el 23 de mayo de 1961. cometidos más urgentes. Decía en relación con las primeras que la tarea de un Ministerio de Educación sólo representa una parte del esfuerzo educativo. A los órganos administrativos que me incumbe presi- dir, corresponde poco más de los aspectos externos de nuestra empresa : los de encauzar en las normas le- gales y realizar mediante gestiones administrativas el espíritu social relativo a los problemas de la cien- cia y de la cultura. Como por ejemplo los ministe- rios económicos, respecto al espíritu económico, el Ministerio de Educación presupone un espíritu edu- cativo en la comunidad que rige. Si éste es suficiente, incluso aquel sector de actividades públicas que pu- diéramos calificar de conductoras y estimulantes sólo puede producir resultados insuficientes y a corto plazo. Quiere esto decir que la mayor y más importante eficacia corresponde a los estamentos científicos y docentes que ustedes aquí representan. Y, sobre todo, a lo que la comunidad nacional logre captar y asimi- lar en este terreno; la conciencia común sobre la importancia de nuestras preocupaciones y de nues- tros propósitos: la valoración social de las tareas de formación y educación. Pues bien, creo que para cada uno de los dos as- pectos pueden resultar fundadas unas conclusiones optimistas. Si, de un lado, no puede negarse el cre- ciente perfeccionamiento profesional y el fervor pe- dagógico de una gran parte de los cuerpos de la do- cencia española, de otro, es aún más fácil de adver- tir cómo aumenta de día en día la favorable reac- ción social, la preocupación de la gran masa de es- pañoles, desde los más culturalmente dotados hasta los mas modestos —y acaso precisamente por serio— hacia los problemas educativos. Es bien visible hoy un ansia nacional por formarse mejor, por saber más, por participar en el patrimonio cultural. Impulso aca- so más fuerte -por contraste al menos con el de otras épocas-- que el que se siente respecto del mis- mo patrimonio económico y que se traduce en una presión social que si a veces tiene que resultar incó-

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REVISTA DE EDUCACIÓN—CRÓNICA VOL. XLVI—NÓM. 134

hay cualidades en la A. Social que la propia Escue-la puede desarrollar y orientar de manera conve-niente perfeccionándolas hasta un grado notable. Hayotras que ya se dan en algunas de modo relevante yla labor de la Escuela debe hacer que no se cambieno modifiquen por el transcurso de la escolaridad aco-modándose a posturas cómodas, pero de menos valía.

Se da también, a veces, la existencia de algunosproblemas internos a la que aspira a A. Social que,de no tenerlos en cuenta, puede ser contraproducen-tes en el ejercicio de la profesión, cuyo núcleo esen-cial es el trato continuo, la relación humana casi por

completo.

Se han podido también conocer los obstáculos quela generalidad de las estudiantes manifiestan en cuan-to al desarrollo de su trabajo; ventaja ésta que haceposible considerar si es obstáculo objetivamente ver-

dadero o es una sensación subjetiva de las alumnasque apetecen con frecuencia la vía de menor esfuerzo.

Hasta aspectos tan importantes como la referen-

cia a 1C1 religioso, cuando se trata de realizar la laborde la A. Social, es necesario conocer hasta dónde lle-ga: como postura simplemente o como postura enrelación con sentimiento o convicción interna, parano posponer a quienes no lo mencionan explícita-mente, pero en su trabajo y actuación lo realizanfielmente sin acudir al tópico. Más de alguna de lasque contestaron con alusiones a lo religioso y carita-tivo lo hicieron como solución fácil a la pregunta.ya que es de todas conocido y aceptado que unalabor de ayuda al necesitado tenga un matiz cristia-no más o menos acentuado.

En fin, como siempre sucede, me ha satisfecho ple-namente el encontrar al menos seis muchachas deentre todas, que reúnen las características persona-les idóneas para realizar una Asistencia Social autén-tica y eficaz. Y esto es bastante.

ISABEL DIAZ ARNAL.

La Educación Nacional es-pañola, 1957-1961N

Comienzo estas palabras dirigidas al Pleno del Con-sejo con una doble pero, felizmente, contradictoriapreocupación. De un lado, la conciencia de haber fal-tado al deber, que me impone el artículo de nues-tra Ley Orgánica, de reunirme anualmente con us-tedes para darles cuenta de la marcha de nuestra co-mún tarea. De otro, el que precisamente esta cir-cunstancia me obligue a molestarles con más proble-mas y por más tiempo del que resulta prudente y yomismo acostumbro. A pesar de los arios transcurri-dos no se ha borrado aún de mi espíritu el remordi-

miento que nie produjo mi último discurso en análo-

ga circunstancia; el más extensos de cuantos he pro-nunciado en mi etapa ministerial. Como ven ustedesno empiezo, como es feliz costumbre, anunciando quevoy a ser breve, sino por el contrario, que con todaprobabilidad seré largo. Pero pienso que acaso lestranquilice el reconocido carácter ilusorio que tienesiempre esta clase de manifestaciones previas.

Cuando en 1957 exponía ante el Consejo de Educa-ción los propósitos que animaban la política docente,hacía poco más de un año que había tomado posesióndel Departamento. Me permití entonces señalar dostipos fundamentales de consideraciones: unas sobrelas características de nuestra labor, otras sobre sus

(*) Discurso del Sr. Ministro de Educación Na-cional en la reunión del Pleno del Consejo Nacionalde Educación, pronunciado en Madrid el 23 de mayo

de 1961.

cometidos más urgentes. Decía en relación con lasprimeras que la tarea de un Ministerio de Educaciónsólo representa una parte del esfuerzo educativo. Alos órganos administrativos que me incumbe presi-dir, corresponde poco más de los aspectos externos denuestra empresa : los de encauzar en las normas le-gales y realizar mediante gestiones administrativasel espíritu social relativo a los problemas de la cien-cia y de la cultura. Como por ejemplo los ministe-rios económicos, respecto al espíritu económico, elMinisterio de Educación presupone un espíritu edu-cativo en la comunidad que rige. Si éste es suficiente,incluso aquel sector de actividades públicas que pu-diéramos calificar de conductoras y estimulantes sólopuede producir resultados insuficientes y a corto plazo.

Quiere esto decir que la mayor y más importanteeficacia corresponde a los estamentos científicos ydocentes que ustedes aquí representan. Y, sobre todo,a lo que la comunidad nacional logre captar y asimi-lar en este terreno; la conciencia común sobre laimportancia de nuestras preocupaciones y de nues-tros propósitos: la valoración social de las tareas de

formación y educación.

Pues bien, creo que para cada uno de los dos as-pectos pueden resultar fundadas unas conclusionesoptimistas. Si, de un lado, no puede negarse el cre-ciente perfeccionamiento profesional y el fervor pe-dagógico de una gran parte de los cuerpos de la do-cencia española, de otro, es aún más fácil de adver-tir cómo aumenta de día en día la favorable reac-ción social, la preocupación de la gran masa de es-pañoles, desde los más culturalmente dotados hastalos mas modestos —y acaso precisamente por serio—hacia los problemas educativos. Es bien visible hoyun ansia nacional por formarse mejor, por saber más,por participar en el patrimonio cultural. Impulso aca-so más fuerte -por contraste al menos con el deotras épocas-- que el que se siente respecto del mis-mo patrimonio económico y que se traduce en unapresión social que si a veces tiene que resultar incó-

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moda —ante la falta tradicional e inevitable de me-dios— para quienes tenemos la responsabilidad de en-cauzarla, representa pare todos una honda satisfac-ción, la recompensa de nuestros esfuerzos y, sobretodo, una gran esperanza.

Pero quizá aún no es bastante. Hace muy pocosElías, con ocasión de la clausura del pleno del Patro-nato Juan de la Cierva, del Consejo Superior de In-vestigaciones Científicas, me permitía señalar a losInvestigadores y profesionales allí reunidos que noserá fácil conseguir incluso los mismos objetivos cien-tíficos concretos que sus Institutos persiguen, sinprocurar por todos los medios una reforma mentalciudadana. Sin la creación de un sentir colectivo, im-pregnado de la convicción no sólo del valor espiri-tual, sino del material de la educación y de la cien-cia. Y les exhortaba a que dedicasen una parte desus afanes de su reconocida capacidad de análisis ydemostración a suscitar ese sentimiento. Para el des-arrollo agrícola e industrial, para la elevación delnivel de vida, para el logro de una verdadera comu-nidad de pensamiento y de intereses, es preciso con-vencer, desde el más burocrático de los organismosde gobierno hasta el más interesado de los capitanesde industria, que la empresa cultural no es sólo lamás noble, sino a la larga la más productiva. Que nose les exhorta al cumplimiento de un deber, sino quese les invita simplemente al cálculo.

El otro aspecto de mis consideraciones de 1957 enrelación con la política que entonces se iniciaba, alu-día a sus inmediatos objetivos.

Quizá algunos de ustedes tengan la bondad de re-cordar mi afirmación repetidamente expuesta y, conespecial solemnidad en aquella circunstancia, sobre elinevitable escalonamiento de las tareas educativas.Razones históricas y muy especialmente de natura-leza social nos hicieron centrar inicialmente los es-fuerzos en dos tareas especificas. Claro estaba, sinembargo, que ello no podía significar, ni ha signifi-cado, desatención por las restantes. No era cuestiónde importancia, sino de urgencia. Y esa urgencia te-nia en primera linea dos sectores docentes: la En-señanza Primaria y las Enseñanzas Técnicas.

ENSEÑANZA PRIMARIA.

Se iniciaba a la sazón la puesta en marcha denuestro gran plan de construcciones escolares. Planrodeado de obstáculos económicos, desde luego, perono sólo, ni siquiera principalmente, económicos: di-ficultades de planteamiento, de adecuación y sobretodo de realización. Se trataba de levantar, disper-sas en el territorio nacional, las aulas necesarias paraasegurar la asistencia a una escuela digna de todoniño en periodo de escolaridad obligatoria. El plansupone la construcción de 18.386 aulas de nueva cons-trucción con las correspondientes viviendas para losmaestros, más 15.738 para sustituir escuelas en fun-cionamiento instaladas en locales carentes de las con-diciones mínimas para la enseñanza.

Quiero limitarme a dar a ustedes, sin comentarioalguno, cuenta sincera y precisa de su actual estadode desarrollo.

En 1." de enero de 1961 se habían construido entoda España 10.968 aulas y 5.922 viviendas. No to-talizados todavía los datos correspondientes a 1.'2 deabril, no puedo ofrecer la cifra exacta actual, aunquesí una estimación que hace ascender las aulas termi-nadas a 14.000 y las viviendas a 8.000. Se han propor-cionado, pues, nuevas escuelas a cerca de 600.000 niñosdurante este período de cuatro años, de los cualesel primero debió de dedicarse casi íntegramente alestudio de las necesidades y de las soluciones, tantopedagógicas como técnicas.

Era tarea complementaria ineludible del plan deconstrucciones la de preparar el correspondiente equi-po de educadores. Constituir los cuadros de los nue-vos maestros: no sólo los cuadros administrativos,sino, sobre todo, los educativos, los instrumentos for-madores para el eficaz desarrollo de sus tareas. Porley un poco posterior a la de construcciones esco-lares se dotaron en presupuestos 25.000 plazas demaestros de Primera Enseñanza. A ello siguió y con-tinúa aún en plena marcha, una importantísima obrade renovación de los edificios de las 107 Escuelas delMagisterio. Se han inaugurado edificios nuevos para30 Escuelas Normales. Se hallan en construcciónotros 18. Son de inmediata subasta las obras de otrosdiez. Se gestionan solares para otros 14 y se hanrealizado obras de reparación y modernización en 16más. Los créditos invertidos o comprometidos en obrasde nueva planta suponen 430.949.675,74 pesetas. Lasobras de reparación ascienden a 18.781.126,72 pesetas.

Pero me interesa —y mucho más en la actual co-yuntura— señalar, con preferencia a estas realizacio-nes, nuestros propósitos para el inmediato futuro.Creo que la preparación material y personal sobrela que acabo de informar, unida a los arios de expe-riencia de la ordenación fundamental vigente en ma-teria de docencia primaria, aconseja una reforma, sino de sus principios fundamentales, de aspectos im-portantes que requieren vuestra atención y vuestroconsejo. En estos momentos el Ministerio —a travésde la Dirección General correspondiente— acaba determinar un anteproyecto de la Ley de 17 de julio de1945. El nuevo texto, que espero pueda estar en po-der de ustedes dentro de pocas semanas, proponecomo modificaciones de mayor entidad las siguientes:

1. 1 Ampliación de la escolaridad obligatoria hastalos catorce años. Supuesta la separación en esta edadde las Enseñanzas Primaria y Media, se estiman ne-cesarias para el cumplimiento del precepto 14.000 nue-vas aulas de Enseñanza Primaria, descontados, porsupuesto, los niños de estas edades que cursen estu-dios medios generales o profesionales.2. Coordinación entre las Enseñanzas Primaria

y Media. Conviene que, una vez cumplidos los doceaños, los alumnos puedan iniciar los estudios del Ba-chillerato general, del Bachillerato laboral o de Ini-ciación Profesional Industrial en los Centros respec-tivos, distintos a la escuela primaria.

3.^ Se prevé la admisión de un nuevo sistema paraingresar en las Escuelas del Magisterio. Este podráefectuarse por dos medios distintos:

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a) Los bachilleres superiores y elementales —seangenerales o laborales— ingresarán directamente, sinnecesidad de examen alguno.

b) Los aspirantes que cuenten con ocho cursoscompletos de escolaridad primaria y hayan cumpli-do catorce años, podrán ingresar mediante la supe-ración de los estudios y pruebas propios de un cursoselectivo.

La escolaridad dependerá de los distintos tipos dealumnos:

a) Los bachilleres superiores, a través de un cur-so de carácter estrictamente pedagógico, técnico ypráctico.

b) Los bachilleres elementales, por medio de trescursos en los que simultanearán las tareas de am-pliación cultural con las de formación pedagógica,técnica y práctica.

c) Los alumnos procedentes de la escuela prima-ria estudiarán cuatro cursos. El primero tendrá ca-rácter selectivo y versará sobre disciplinas culturalesy formativas; los tres restantes serán comunes conlos que realizan los bachilleres elementales.

Para el ingreso en el escalafón general primario,los maestros optarán entre cursar un año de estu-dios en las Escuelas Profesionales del Magisterio oacudir a las oposiciones que se convoquen. El Minis-terio fijará anualmente los cupos que deberán reser-varse a uno y otro régimen.

He creído que podria interesar a ustedes la expo-sición de estas líneas generales de nuestros propósi-tos de reforma. Conviene además que las ideas delanteproyecto por definición susceptibles de perfec-cionamiento —muy especialmente del obligado y com-petente de este organismo— reciban de los sectoresinteresados las criticas o los alientos que exige unaobra legislativa de tan hondas repercusiones comotoda aquella que afecta a las extensas zonas de nues-tra Primera Enseñanza.

Mis notas me advierten que había previsto hablar-les también en relación con este fundamental terre-no de la Primera Enseñanza, del plan extraordinariode alfabetización; de las mejoras económicas del Ma-gisterio, que siempre nos parecerán insuficientes (sibien las conseguidas en 1959 sean dignas de seña-larse por lo que se refiere al sistema de quinqueniosy a las circunstancias económicas en que se implan-tan) ; de los instrumentos utilizados para el perfec-cionamiento de la enseñanza, y del aumento de lamatricula escolar. Sólo unas cifras en relación conesta última. En octubre de 1960 había en funciona-miento 100.996 unidades escolares, con un total de3.919.827 alumnos matriculados. De estas unidades,72.628 eran oficiales, con un total de 3.776.656 alum-nos. En el año 1936, las unidades escolares en fun-cionamiento ascendían a 47.945, con una matrículade 2.502.322 alumnos. En este año no se realizaba laestadística de la Enseñanza Primaria no oficial.

La tasa de analfabetismo era en el año 1930 de32,4 por 100; en 1936, 30,5, y en 1960, a reserva delo que nos revele el censo que está actualmente con-feccionándose, de menos del 10 por 100.

ENSEÑANZAS TÉCNICAS.

El otro sector de la docencia, de los dos a que ini-cialmente me he referido y al que el Consejo de Edu-cación dedicó una comprensión y un esfuerzo quenunca agradeceré bastante, fue el de las EnseñanzasTécnicas. En la sesión plenaria de 1957 me referí alentonces anteproyecto de reforma que acaban uste-des de dictaminar pocos días antes, comentando al-gunas de sus características más señaladas. Comonadie ignora, el proyecto de Ley fue remitido pocodespués por el Gobierno a las Cortes y aprobado fi-nalmente por éstas tras una intensa deliberación ensu sesión plenaria de 17 de julio del mismo año.

La implantación y el desarrollo de esta Ley repre-sentaban una seria renovación en el campo de lasEnseñanzas Técnicas de grado superior y medio, conincidencias en otros sectores afines, como el de lasFacultades de Ciencias. La realización de los propó-sitos contenidos en ella habría de exigir, a partir deaquel momento y durante bastantes años, una inten-sa y múltiples actuación, en la que a este ConsejoNacional de Educación le estaba reservada una im-portante tarea. A ella elude reiteradamente la pro-pia Ley, al exigir el dictamen previo del Consejo enuna gran variedad de cuestiones relacionadas prin-cipalmente con la creación de nuevas especialidadesy escuelas, convalidaciones y titulación del profeso-rado.

Refleja la Ley en varias ocasiones el propósito deestablecer un sistema coordinado y orgánico entretodas las modalidades y niveles de las EnseñanzasTécnicas, así como entre ellas y otros sectores de laordenación docente española. Ello equivale a decirque su desarrollo habría de ser el fruto de un trabajoen equipo del que parte el propio texto legal al confi-gurar la Junta de Enseñanza Técnica como órganoasesor de la nueva ordenación. La Junta no solamen-te ha desarrollado su tarea sin perjuicio de las fun-ciones que la legislación y la propia Ley aludida atri-buyen al Consejo Nacional de Educación, sino ha re-sultado un poderoso auxiliar de los trabajos de esteúltimo, con quien mantiene una estrecha y activa re-lación que se facilita al formar parte de aquélla va-rios de sus miembros y especialmente el presidentede la Sección 2.1.

El gran número de disposiciones que ha exigido yhabrá de exigir en el futuro el desarrollo de unaLey como la que estamos comentando impide cual-quier enumeración de las que han tenido que estu-diar y dictaminar la Junta y el Consejo en estos cua-tro años, siquiera queda limitada a las más impor-tantes. Voy a referirme exclusivamente a unas pocasde las cuestiones fundamentales que se han resueltohasta aquí y de las que habrán de abordarse segui-damente. Sin siquiera la esperanza de proporcionaruna perspectiva de la situación alcanzada y del ca-mino por recorrer a partir de ahora.

La aplicación de la Ley exigía, desde el primermomento, la actuación simultánea en tres direccio-nes de trabajo principales que corresponden, respec-tivamente, a la implantación del nuevo sistema; a laextinción del anterior, con la resolución de las situa-ciones transitorias que planteaba el paso de uno a

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otro; y, finalmente, a la aportación de los mediosnecesarios para todo ello.

La primera cuestión llevaba aparejado el estable-cimiento de los cursos selectivos y de iniciación quevenían a sustituir a los antiguos exámenes para elingreso en las Escuelas Técnicas. Fue necesaria larápida promulgación de un conjunto de disposiciones.elaboradas con la participación de diversas Comisio-nes y que se referían al contenido y organización delos cursos y exámenes; asignaturas, programas y ho-rarios; profesorado y su selección, así como a la titu-lación y condiciones de los alumnos, puesto que elsector de los bachilleres universitarios había sido con-siderablemente ampliado con la inclusión de los téc-nicos de grado medio y de los bachilleres laboralesde grado superior.

Estas medidas determinaron una considerableafluencia de nuevos escolares, que en el primer mo-mento hubieron de absorber, casi en su totalidad, lasFacultades de Ciencias, ya que las Escuelas Técni-cas, salvo las de Ingenieros Industriales, carecían to-davía de los medios y locales necesarios para implan-tar el curso selectivo común a unas y otras. Poco des-pués, esta masa de nuevo alumnado se volcaba sobrelas Escuelas Técnicas al establecerse en ellas los nue-vos cursos de iniciación, planteando una de las másserias dificultades prácticas que debieron afrontar enel primer momento, hoy en vías de solución definiti-va a medida que entran en servicio los nuevos loca-les que están habilitándose. Las siguientes cifras pro-porcionarán una medida de la dificultad, agravada.de otra parte, por la inevitable simultaneidad de losplanes de enseñanza antiguos y nuevos, y que no hu-biera podido resolverse sin la colaboración de las Es-cuelas. que yo me complazco en señalar:

CURSO

Número de alumnos

1957-58 1958-59 1959-60 1960-61

Escuelas Técnicas Su-periores 4.589 7.922 10.660 14.068

Escuelas Técnicas deGrado Medio 19.704 23.397 27.749 33.613

Introducidas ya, como resultado de la experienciaproporcionada por estos cursos, una serie de modifi-caciones en los planes y programas encaminados aproporcionar una unidad propedéutica a este perío-do de preparación, las dificultades a resolver son aho-ra principalmente de índole metodológica, en espe-cial por lo que respecta a la realización efectiva ysistemática de los trabajos prácticos de laboratorioy de las demostraciones de cátedra. Por lo demás,ésta es una de las dificultades comunes a toda nuestraenseñanza científica y técnica y de las que han derequerir en los próximos años un esfuerzo intenso ycontinuado por parte de todos.

En cuanto a los resultados de los nuevos sistemasde selección, las estadísticas de los cursos desarro-llados hasta el momento demuestran que, en el Gra-do Superior, son declarados aptos el 31 por 100 delos alumnos del curso de iniciación. Por otra parte,más del 20 por 100 de los alumnos ingresados en lasEscuelas Técnicas Superiores mediante los nuevossistemas proceden de las Escuelas Técnicas de Gra-

do Medio, a través de los cursos de acceso que esta-blece la Orden antes citada.

Otro de los aspectos coordinales de la nueva orde-nación es el que se refiere a la creación de nuevasespecialidades. Por lo que respecta a la EnseñanzaSuperior, quedó resuelto en el Decreto de 6 de juniode 1958. que eleva a 36 las diez existentes con ante-rioridad. En el Grado Medio, el asunto está pendien-te del dictamen de este Consejo.

Propósito fundamental de la Ley de 1957 es el deextender las enseñanzas técnicas mediantes la aper-tura de nuevos Centros, en armonía con las necesi-dades de las distintas regiones españolas. El primerpaso fue dado por el Decreto de 16 de julio de 1959que creaba las Escuelas Técnicas Superiores de Inge-nieros de Minas en Oviedo, de Ingenieros Agróno-mos en Valencia y de Arquitectura en Sevilla, asiromo las de Peritos Industriales en Vitoria, PeritosAgrícolas en Valencia y Aparejadores en Sevilla. Lamedida fue adoptada tras un detenido estudio porparte de la Junta de Enseñanzas Técnicas y de esteConsejo Nacional, que sirvió además para fijar aque-llas normas que permitieran garantizar el eficaz fun-cionamiento de las nuevas Escuelas desde el primermomento. En particular, se llevaron a cabo las me-didas necesarias para dotar las correspondientes plan-tillas del profesorado y preparar los edificios e insta-laciones apropiados, misión en la que han colaboradoeficazmente las Corporaciones locales de las respec-tivas provincias. Con objeto de prestar a los nuevosCentros en su fase de puesta en marcha toda la asis-tencia técnica que pudiera necesitar, se determinabaque las nuevas Escuelas deberían coordinar estrecha-mente su funcionamiento con las de Madrid. El tra-bajo preparatorio, que se realizó a lo largo del añopasado, permitió abrir las aulas de los nuevos Cen-tros en octubre último, y la afluencia de alumnadoconfirmó, desde el primer momento, el acierto de sucreación.

Para resumir este capítulo y agradecerlas su co-laboración, creo suficiente añadir que la reglamen-tación de toda esta materia ha exigido más de 200 dis-posiciones en el Bolet in Oficial, una gran parte de lascuales han tenido que ser dictaminadas por este Con-sejo. Sin contar con los innumerables expedientes deconvalidación individual y de designación de tribu-nales de oposición.

Pero para lo sucesivo la actividad no podrá sermenor, tanto por lo que se refiere a especialidades.como a convocatorias, titulaciones y obligaciones delprofesorado, Reglamentos de los Centras. Reglamen-tos de oposiciones, coordinación entre las enseñanzascientíficas y técnicas y a la estructura del doctorado.Y especialmente a los planes de estudio, problema de-licado, que ha ocupado tres arios en las Escuelas y uncurso más en la Junta de Enseñanza Técnica, delque me hubiera gustado informarles con mayor de-talle si no fuera por la necesidad de abusar tambiénde vuestra paciencia en otras cuestiones.

ENSEÑANZA UNIVERSITARIA.

La costumbre tradicional de que el Ministro inau-gure anualmente el curso académico con unas pala-

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bras de apertura en alguna Universidad española mepermite aquí ser mucho más sobrio. Bien lo celebro.Sobre los problemas y los propósitos universitarios,sobre el avance del decoro material de nuestra insti-tución, que a mi mismo me parece en cada momentode una lentitud exasperante, pero que la perspectivade los años acusa con un balance positivo y visible;sobre la función y el nivel del profesorado y sobreel aumento, la evolución y la coordinación de las vo-caciones universitarias he hablado todos los años conuna cierta detención. Perdónenme ustedes si con ladoble agravante de la omisión y la autocita me atrevoa referirme a mis dos últimas intervenciones en Sevi-lla y Valencia al comienzo de los cursos académicosde 1959-60 y 1960-61. Perdónenme ustedes, pero creoque esta remisión nos ampara simultáneamente atodos.

Voy, en cambio, a aprovechar esta coyuntura paratocar de pasada y con cierto desorden unos pocospuntos, quizá de detalle, pero que estimo repercutenmás de lo que su apariencia muestra, en la eficaciauniversitaria. Los he escogido porque afectan a pro-blemas relacionados con las personas y por ello másdelicados y, sobre todo, porque habrán de ser some-tidos en todo caso a su deliberación y dictamen.

Puede ser de ellas una muestra el que afecta a lacomposición de los Tribunales de oposiciones a cá-tedras:

El Decreto de 7 de septiembre de 1951, perseguía,como advierte su preámbulo, garantizar hasta el má-ximo posible la objetividad de los Tribunales que hande juzgar la idoneidad y competencia de cuantos sesientan llamados a la vida universitaria.

Ese intento, tan acertado en sus principios, ha mos-trado en su realización práctica aspectos que invitana replantear el sistema.

Por ejemplo: Para la designación de los vocalesautomáticos, el Decreto previene que el escalafón sedivida en tres partes. La situación en cada una deellas indica la pertenencia a los distintos tercios sobrela base de los cuales se establece la rotación automá-tica.

Pero esta división escalafonal ha suscitado funda-das reservas: si no faltan materias donde un númerosuficiente de catedráticos permita establecer fácil-mente la división en tercios, otras cuentan sólo condos o tres titulares en todas las Universidades espa-ñolas.

De otra parte, la aplicación práctica de la distribu-ción del escalafón en tres partes nos muestra confrecuencia que de los ocho titulares, por ejemplo, queformaban la lista, cinco estaban en el tercer tercio,dos en el segundo y uno en el primero, con lo cual,mientras ésta se convertía en juez permanente, los deltercero actuaban de tarde en tarde. Prácticamente,en estos diez arios ha habido catedráticos que no hantenido ocasión de formar parte de tribunal alguno,mientras otros, por estar en la parte del escalafóndonde no tenían otro colega de la disciplina, figura-ban en todos. Excuso los ejemplos, pero podia dis-poner de ellos el Consejo en el momento oportuno.

Y, como saben los afectado por estas normas, elconocimiento de la situación (distribución de los ter-

-dios, división del escalafón, etc.) no resulta tan sen-

cilio y, en la mayor parte de los casos, el modo enque se diluye en el propio escalafón malogra unode los propósitos más justamente perseguidos: la cla-ridad del curso y su conocimiento por parte de todos.

No parece, por tanto, improcedente meditar sobrela posibilidad de simplificar este procedimiento, con-servando la total objetividad, pero a través de un sis-tema que, al mismo tiempo que establezca una autén-tica rotación, resulte absolutamente claro para todoslos interesados. No se trata de adelantar soluciones.pero podría meditarse sobre la utilidad de establecerlistas por orden de antigüedad de titulares para cadacátedra. Cuando el número de componentes de unalista fuese inferior a nueve, el Consejo Nacional deEducación podría completarla de acuerdo con el pro-cedimiento que se estableciera, con catedráticos decátedras análogas. La lista, así determinada y divi-dida en tres partes, nos ofrecería al menos tres posi-bles vocales para cada uno de los turnos.

Hay otro aspecto de la actual situación que con-viene también subrayar: el de la elección de Presi-dente y Presidente suplente. Ha sido criterio obser-vado fielmente desde mi llegada al ministerio paraevitar cualquier recelo sobre alteraciones arbitrariasde turno, el de no nombrar Presidentes de tribunalesa quienes corresponda figurar en ellos como vocalesautomáticos. Pero con esto he visto crearse otro pro-blema: como cal Presidente debe ser miembro delConsejo Superior de Investigaciones Científicas, delas Reales Academias o del Consejo Nacional de Edu-cación, y dada la frecuencia con que unos mismosnombres se repiten en estos organismos, nos encon-tramos asignaturas donde no se puede contar másque con uno o dos especialistas, y alguna donde in-cluso no es fácil encontrar ni uno sólo disponible. Se-ría, pues, necesario atender a este problema aplicandoel criterio más amplio establecido para la Presidenciade los Tribunales de los concursos. O incluso tomarde la legislación vigente para éstos otras soluciones.

Cuestión que me parece de especial importancia esla que se refiere a los catedráticos extraordinariosque regula el articulo 61 de la Ley de OrdenaciónUniversitaria.

En dicho articulo se estableció la figura de catedrá-tico extraordinario y las condiciones para su desig-nación: posesión de grados académicos superiores, no-torio prestigio en el orden científico, iniciativa delnombramiento por parte del Ministerio de EducaciónNacional o de los Rectores de las Universidades einforme del Consejo Superior de Investigaciones Cien-tíficas y de este Consejo Nacional de Educación, asícomo de la Real Academia correspondiente.

En muy contados casos se ha utilizado el precepto.Sólo recuerdo el de D. Gregorio Marañón, para rati-ficar su nombramiento de acuerdo con esta Ley, o elde D. Eugenio d'Ors. Pero sentiría equivocarme alpensar que el propósito de la Ley de Ordenación Uni-versitaria es en este punto mucho más amplio y, suaplicación, aunque siempre excepcional, debe consi-derarse como una de las posibilidades de cubrir unadeterminada Cátedra. Quiero decir que la Ley de Or-denación Universitaria no solamente establece la po-sibilidad de cubrir una cátedra vacante por el pro-cedimiento ordinario de traslado y oposición, sino tarn-

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bien por este otro procedimiento. Sólo entendida así.de suerte que el catedrático extraordinario venga atener los mismos derechos y deberes que el numera-rio, y definiendo los casos en que cabria esta posi-bilidad, podrían realmente incorporarse a la Univer-sidad personas extraordinarias, para respetarles esadenominación que les guarda la Ley.

El Ministerio de Educación Nacional se propone so-meter a este Consejo su proyecto de disposición delrango necesario para que este articulo de la Ley ylos fines que persigue puedan tener mayor eficacia,aunque siempre carácter excepcional.

Entre los detractores, hoy en aumento, del sistemade oposición y sus defensores convencidos, entre loscuales debo confesar me encuentro en principio. j, nocabrá un discreto puente de aproximación ?

La experiencia de estos dieciocho años de aplica-ción de la Ley de Ordenación Universitaria nos invitaasimismo a enfrentarnos con el tratamiento de la es-tructura de las Facultades complejas, es decir, deaquellas que, sin perjuicio de su unidad, albergan ensi Secciones en las que se profesan materias muyespecificas.

El proceso de extensión y ampliación de la ense-ñanza y el incremento del alumnado requieren una es-tructura más adecuada para estas Facultades. Piensopor ejemplo, en la de Ciencias. Como ustedes saben,consta de cinco Secciones: Matemáticas, Físicas, Bio-lógicas, Químicas y Naturales; algunas de ellas conun número de alumnos que excede en una sola de sussecciones a la totalidad de los de otra Facultad. Dada.además, la naturaleza peculiar de cada una de ellas.no puede por menos de concluirse en que parece llegadoel momento de proporcionarles una estructura orgá-nica más a tono con su complejidad.

Como simple indicación, es posible pensar si no hallegado el momento de crear, al lado del Decano y delSecretario de la Facultad, tantos Vicedecanos y Vice-secretarios como Secciones, que permitieran que cadauna de ellas funcionase en régimen especial? Sin per-juicio, repitamos, de la unidad de la Facultad, quedebe mantenerse rigurosamente, pero que no sola-mente cabria asegurar por la permanencia de la JuntaGeneral de la Facultad al lado de las Juntas de cadaSección, sino por la creación de una especie de Juntade Gobierno de la Facultad, constituida, bajo la pre-sidencia del Decano, por los Vicedecanos, el Secreta-rio de la Facultad y los Vicesecretarios de las Sec-ciones.

A algunos otros problemas universitarios me hu-biera agradado referirme. Así, por ejemplo, el de lascompetencias reciprocas de Decanos y Juntas de Fa-cultad, las consecuencias del desdoblamiento de cáte-dras, pero, como ustedes —y yo mismo— comprende-mos, no es posible. Quede para otra ocasión.

ENSEÑANZA MEDIA.

No creo necesario subrayar ante ustedes que la En-señanza Media, de cuyo contenido depende la crea-ción de un nivel fundamental de cultura y de unmodo general de vivir, constituye la medula de laorganización docente nacional. En el cuerpo social de

todo pueblo, es el tejido de su Enseñanza Media unode los más esenciales, hasta el punto de calificar sufisonomía espiritual e incluso su aptitud profesional.

Dos objetivos fundamentales se han perseguido enel gran sector de la Enseñanza Media que se apoyaen el Bachillerato tradicional: En primer término, elde la extensión de este ciclo docente, sobre todo ensu grado elemental. En rápidos avances —tal vez losmás espectaculares de nuestra reciente historia edu-cativa-- se han incrementado los contingentes esco-lares del Bachillerato elemental haSta el punto de quela cifra de ingreso en este grado docente se acercaa los 100.000 alumnos anuales. Me ha parecido alec-cionador insistir —por lo que tiene de preocupaciónpara el Ministerio y de satisfacción para todos--- enlas siguientes cifras fundamentales: En 1935, con unapoblación de 24 millones y medio, existían 124.000 es-colares de Bachillerato; en 1961, para 30 millones deespañoles la cifra alcanza los 500.000. Llegan, pues,hoy a la Enseñanza Media (como por otra parte a laUniversitaria) jóvenes españoles pertenecientes a es-feras sociales que hace veinticinco años estaban almargen de esta docencia.

Esta creciente presión social significa una conse-cuencia y, sobre todo, un poderoso estímulo del esfuer-zo por multiplicar las fórmulas de ampliación de lasplazas escolares: Secciones filiales y nocturnas denuestros Institutos; Centros oficiales de Patronatos.Colegios libres adoptados; Declaraciones de "interéssocial" para la construcción de Centros privados. Nome importa, sin embargo, añadir que aun cuando ha-gamos todo lo posible para que esta extensión puedaincrementarse en el futuro, debemos ponderar tal ob-jetivo con la conveniente orientación de los estudiosde nuestras juventudes hacia las enseñanzas mediasde carácter profesional.

Paralelamente a este primer objetivo de impulso yatender la extensión de la Enseñanza Media, se hapretendido el perfeccionamiento del régimen educa-tivo. La rectificación de los sistemas de pruebas, conla mejora de los métodos didácticos y con la agiliza-c.ión de la organización docente de este grado. No meparece tolerable abrumar a ustedes con la enumera-ción de las actividades desarrolladas por el corres-pondiente Centro de Orientación didáctica: Reunionesde seminario, cursillos, viajes de estudios, control dela formación del profesorado. Muchos de ustedes tie-

nen noticia directa. Otros por las publicaciones de laDirección de Enseñanza Media que, de otra parte, yaen si mismas suponen un importante medio de comu-nicación y perfeccionamiento.

Constituye deber común a muchos de los que aquíestamos dedicar una constante y cuidadosa atención ala adecuada formación de nuestro profesorado, tantoel de los Centros estatales como el que colabora desde

el ámbito de la Enseñanza Privada. Y procurar que

la masificación escolar que caracteriza el momentoactual de nuestro Bachillerato no perjudique ni alnivel ni a la perfección formativa de este ciclo do-cente. Problema muy delicado en si y cuya solución

se entrecruzan cuestiones muy complejas. Confío enque quienes participamos de esta grave responsabi-lidad nos esforcemos por conseguir, más que una en-señanza media multitudinaria. una formación humana

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adecuada y digna para este importantísimo sector demuchachos españoles.

ENSEÑANZA LABORAL.

Aludía hace un momento a las Enseñanzas mediasde carácter profesional y a la necesidad de conjugar-las con las tradicionales de acuerdo con las necesida-des de formación que el país exige. Una preocupaciónha prevalecido quizá entre tantas otras sentidas porel Ministerio: la de coordinar las distintas modalida-des y grados de la Enseñanza, a fin de enlazarlas en-tre sí en un sistema docente orgánico, dentro delcual resulte posible la comunicación ordenada de unaa otras modalidades y el paso sistemátizado desdecualquiera de ellas a los distintos estudios superiores.Tal política resultaba especialmente necesaria en elcampo de las Enseñanzas Profesionales. Que no ha-bían vivido solamente aisladas del resto de nuestroordenamiento docente, sino incluso ajenas entre si,hasta el punto de constituir verdaderos compartimien-tos estancos. El proceso de integración ha sido inten-samente proseguido a lo largo de estos dos últimosaños. Se trata en primer lugar de devolver al campode la Enseñanza primaria la ancha parcela de la ini-ciación profesional, metódica y homogéneamente con-cebida, no obstante sus obligadas variantes. En estesentido y en intima coordinación entre las Direccio-nes Generales de Enseñanza Primaria y de Enseñan-za Laboral, mantenida a través de una Oficina Coor-dinadora creada a tal efecto, se han formulado losCuestionarios de Iniciación Agrícola, Marítima, Ad-ministrativa y Artesana que, con los de carácter in-dustrial, vienen a completar los estudios de este últi-mo grado de la Enseñanza Primaria. Claro está quela discriminación realizada en las varias especialida-des no supone un camino prejuzgado para un deter-minado tipo de estudios medios. Cualquiera de ellas,capacita igualmente para acceder lo mismo a Centrosde carácter industrial que a todos los demás en quese requiera haber cursado dicho período de la Ense-ñanza Primaria.

En el Bachillerato Laboral, la incorporación delalumnado femenino a los estudios de la EnseñanzaMedia y Profesional se ha llevado a término con lacreación de secciones femeninas en diversos Centros,tanto del Ministerio como privados. Tales Centros tie-nen a su cargo las especialidades del Bachillerato La-boral Agrícola y del Industrial. Otro paso importante,acogido con general beneplácito en los medios socia-les, es el establecimiento del Bachillerato Laboral demodalidad administrativa, si bien podría estimarseigualmente apropiado para los escolares varones, seha considerado, tanto por razones circunstanciales,como en atención a su especial contenido, que debe re-servarse, al menos por ahora, para el alumnado fe-menino.

Coronación del proceso de creación de nuevas espe-cialidades y de la transformación de bachilleres gene-rales en laborales, lo constituyó el Decreto de 4 demayo de 1960, por el que estableció el sistema de con-validaciones del Bachillerato general, del BachilleratoLaboral y de la Formación Profesional Industrial. De

acuerdo con el anteproyecto formulado en su día, vie-ne este Decreto a dar cumplimiento a lo dispuesto enel de Coordinación de las Enseñanzas Medias de 6 dejulio de 1956: Se establece la correlación de las En-señanzas de Formación Profesional Industrial con lasdemás de aquel orden docente, ya que el BachilleratoGeneral tiene a su vez previstas las convalidacionesque se corresponden con las Enseñanzas de Comercio.Una idea de la necesidad que ha venido a satisfacertal disposición y su éxito entre el alumnado del Ba-chillerato general, lo demuestra el hecho de que, has-ta este momento, el número de convalidaciones con-cedidas supera la cifra de 9.000 alumnos, que han pa-sado del Bachillerato general al Laboral o a la For-mación Profesional Industrial.

Novedad alentadora en el proceso de sistematiza-ción de los estudios de las Enseñanzas Profesionales,la constituyen los resultados en el pasado curso, dela primera reválida que. con carácter general y homo-géneo, ha tenido lugar en las Enseñanzas de Forma-ción Profesional Industrial. La importancia del núme-ro de participantes presentados a dicha reválida, conla cual ha culminado la primera etapa de transicióny de acoplamiento al nuevo sistema, puede compren-derse mejor si se piensa que equivale a una sola con-vocataria. a más del doble del número de alumnosque terminaron estudios del grado de Aprendizaje (yque, por la demás, no se examinaron de ellas) a lolargo de diez años en todas nuestras Escuelas, y mu-cho más de 100 veces, también en una sola convo-catoria, del número de alumnos presentados a exá-menes de reválida en España entera, durante el mis-mo período de diez años.

Vale la pena aludir al proceso de revisión llevadoa cabo en el Profesorado que tiene a su cargo las En-señanzas Profesionales. En el terreno concreto de laFormación Profesional Industrial, estimo que tal pro-ceso ha tenido una significación de especial impor-tancia. Supuse la necesidad de determinar previa-mente las especialidades que habrían de cursarse encada Escuela, según sus medios e instalaciones; fijara cada una la plantilla de profesorado correspondientea las especialidades adscritas; establecer las titula-ciones adecuadas a las distintas disciplinas, acoplaruno por uno los distintos Profesores a las nuevasplantillas: unificar su régimen jurídico. y disponer,finalmente, el sistema mediante el cual se regulaba susituación definitiva. En el día de hoy, y previa la ce-lebración, con el aconsejable rigor, de los oportunosconcursos y oposiciones, las dos terceras partes delprofesorado de los Centros de Formación Profesio-nal Industrial se hallan ya normalmente provistas,liquidándose así una situación de interinidades queha durado más de treinta años.

Renuncio también aquí a recopilar ni siquiera unapequeña parte de las realizaciones materiales lleva-das a cabo en el transcurso de estos últimos años enel campo de las Enseñanzas Profesionales. A lo largode ellos, se han realizado importantes mejoras en lasinstalaciones, se han dotado de laboratorios la totali-dad de las Escuelas y se ha acometido un ambiciosoprograma de obras que hoy pueden contemplarse alo largo de todo el territorio nacional.

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EXTENSION CULTURAL.

Quizá hubiera debido dedicar algunos párrafos aun sector de tareas del Departamento complementa-rio en un aspecto de las que pudiéramos llamar acti-vidades docentes activas; en otro, en su acción directasobre Comarcas culturalmente necesitadas, de activi-dad autónoma que va más allá de lo docente en-sentidoestricto: la Comisaría de Extensión Cultural. Perohe preferido sustituir mis explicaciones por una in-vitación: la de que visiten ustedes la Cinemateca, laDiscoteca, los servicios de vista fija, el laboratorio degrabaciones de lecciones modelo, la Biblioteca de ini-ciación cultural (con sus 300.000 volúmenes circulandopor todos los pueblos y aldeas de España). Estoy se-guro que les interesarán.

BELLAS ARTES.

Quisiera, al entrar en el capitulo de las Bellas Ar-tes, aludir en primer término a la labor concluida enmateria de conservación y restauración de los Monu-mentos Nacionales: El Monasterio de Yuste, un tiem-po ruina de ruinas, puede darse como definitivamenteterminado; el de Santa María de Poblet ha cambiadoradicalmente de fisonomía en los dos últimos añosmerced a la conjunción de esfuerzos del Ministerio,del Patronato y de la Hermandad de Caballeros deSanta Maria de Poblet; los del Parral, El Paular,Guadalupe y San Pedro de Cerdeña han sido tam-bién especialmente atendidos. De las Catedrales deAstorga, Burgos, León, Cuenca, Lérida, Coria. Bar-celona, Murcia y Santiago de Compostela, ha cuidadola Dirección General de Bellas Artes a través de laComisaria del Patrimonio Artístico Nacional, y en lade Toledo pueden darse por totalmente renovadas, conlas que actualmente se están instalando, sus bellísi-mas vidrieras.

No se trata aquí de enumerar los monumentos reli-giosos a los que, por medio de sus Servicios compe-tentes, ha llegado la acción tutelar del Ministerio. Losseñalados son tan sólo una muestra de cuánta ha sidola preocupación por atenderlos. Otro tanto acontecea los de carácter civil. La restauración del Hospitalde Santa Cruz de Toledo, las obras ininterrumpidas enel Palacio de la Aljaferia de Zaragoza, en Mérida,en Itálica, en Medina Azahara, en diversos lugares deCórdoba, en la Alhambra de Granada, son testimo-nios bien elocuentes de las realidades logradas en esacontinuada pugna entre un afán perseverante y unasconsignaciones estatales a las que afortunadamentevan añadiéndose en proporción, cada día más valiosay eficaz, otras Instituciones oficiales y los mismosparticulares. Más que a lo que el propio Ministerioha conseguido indirectamente al atender otros servi-vios (hace pocas semanas celebrábamos el X aniver-sario de la Enseñanza Laboral en el reconstruido ybello Palacio de Dueñas), quisiera referirme, paraagradecerlos, a los trabajos de restauración monu-mental que están llevando a cabo, entre otras, lasDiputaciones y Ayuntamientos de Castellón, Navarra,Barcelona, Zaragoza, Pontevedra, Alava, Palencia yOviedo; a la tarea que se ha impuesto la Sección Fe-

menina de salvar algunos que parecían definitiva-mente perdidos para instalar en ellos sus escuelas deformación y de la que es muestra reciente la restau-ración del Palacio de los Avellaneda en Peñarandade Duero. Y a los esfuerzos privados, como la inter-vención de la Empresa Saltos del Sil, en el Monaste-rio de Ribas; y las restauraciones del Monasterio deSan Jerónimo de Granada o de los monumentos vincu-lados a la Casa de Alba.

Un deber que cumplo con dolorosa satisfacción meobliga a hablar de la serie de exposiciones que haorganizado en estos últimos años la Dirección de Be-llas Artes: Todos recordamos —serán difíciles deolvidar— la que se presentó en Toledo con ocasión delIV Centenario de la muerte de Carlos V, o la que seha clausurado, dentro de este ario, dedicada a conme-morar el III Centenario de la muerte de Velázquez.

Su especial resonancia en todo el mundo basta paraproclamar cuáles fueron la preocupación, la inteli-gencia y el buen gusto que puso en ellas el que fuedirector general de Bellas Artes, D. Antonio GallegoBurín. Perdónenme ustedes si el emocionado recuerdome impide hablar más de quien fue mi insuperablecolaborador y mi entrañable amigo.

Bajo su mando se dio también un impulso grandea la instalación de los Centros adscritos a la Direc-ción General de Bellas Artes, tanto Escuelas comoMuseos. Se han instalado los Arqueológicos de Tole-do, Tarragona y Burgos; se han inaugurado reciente-mente el de Bellas Artes de Málaga y nuevas salasen el de Cerámica de Valencia, en el de Bellas Artesde Valencia y en el Nacional de Escultura de Valla-dolid. En Madrid esta acción renovadora se ha dejadosentir en el Museo Romántico, en el de Arte Moderno,en el de Arte Contemporáneo, en el de Lázaro Gal-diano y especialmente en el Museo del Prado, en elque en los últimos arios se han invertido más de trein-ta y cuatro millones de pesetas.

Junto a lo realizado, en camino de realización inme-diata se señalará nuestros proyectos: En primer tér-mino y como aspiración fundamental que la Ley de

Enseñanzas Artisticas, con tanto acierto dictaminadapor este Consejo, sea muy pronto una realidad jurí-dica y práctica. De su articulado, y sobre todo de supuesta en marcha, que sólo espera una coyuntura eco-nómica, que no dudo habrá de ser inmediata, es mucholo que cabe esperar en orden a la organización deestas enseñanzas. Sector bien necesitado de renova-ción que haga más eficaz y fecunda la labor tesoneray callada que está llevando a cabo su profesorado.cuya situación es una de las preocupaciones más sen-tidas por el Ministerio en estos momentos. Para pre-pararla se está trazando un vasto plan que afecta alos edificios y a sus instalaciones. Fundadamente con-fiamos en poder dar su avance sensible en el próximobienio a la instalación de las Escuelas Superiores deBellas Artes, de Artes y Oficios Artísticos, Escuelasde Cerámica y Conservatorio de Música y Declama-ción. Otro tanto acontece con cuanto se refiere a lamejora de nuestros Museos. Se continuará el plan derenovación y ampliación del Museo del Prado con tan-ta fortuna iniciado. Están ya estudiadas y a punto derealizarse mejoras importantes en el Museo Arqueo-lógico Nacional, Va a terminarse inmediatamente el

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Arqueológico de Córdoba, y este mismo ario se acome-terá la instalación provisional del Museo de Reproduc-ciones Artísticas con el proyecto de comenzar simultá-neamente el edificio, que habrá de albergarlo defini-tivamente en la Ciudad Universitaria. Está en estu-dio la terminación del edificio del Museo de Américay la definitiva instalación de este Centro, y muy enbreve comenzarán importantes obras de reparación enel Museo Cerralbo y en el Palacio de Fabio Nelli deValladolid para instalar en él el Museo Arqueológicode esta ciudad.

Se están ultimando los estudios necesarios paracrear un "Centro nacional de restauración de objetosarqueológicos y obras de arte", y en breve será some-tido a la consideración de este Consejo el Proyectode Ley de Protección a la Propiedad Intelectual delas Creaciones Artísticas en sus diferentes manifesta-ciones, aspecto hasta ahora desatendido, pero cuyatrascendencia ustedes bien comprenden.

No son éstos, claro está, ni los únicos aspectos dela política de Bellas Artes, ni nuestros únicos propó-sitos, pero no me siento con autoridad para impor-tunarles más en esta materia.

ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS.

Puede considerarse como la labor fundamental lle-vada a cabo en este tiempo en los Archivos Histó-ricos del Estado, la relativa a obras e instalaciones.Montado en edificio de nueva planta el Archivo Histó-rico Nacional de Madrid, se han realizado tambiénobras importantes en los de Simancas y Corona deAragón, que pueden tranquilizarnos, en lo posible,acerca de las condiciones materiales necesarias parala conservación del rico tesoro documental que enellos se guarda. Se construye de nueva planta, en laactualidad, el de la Real Chancillería de Granada ypronto comenzará la del Archivo Histórico del Reinode Valencia. Los Archivos Históricos Provinciales deLa Coruña, Pontevedra, Oviedo, Santander, Huesca,Tarragona, Ciudad Real y Murcia, entre otros, hanentrado en servicio en sus nuevas instalaciones, sus-ceptibles ya de permitir la incorporación constante denuevos fondos documentales.

En la Biblioteca Nacional se viene realizando, desdehace cuatro arios, muy importantes obras de reforma,a fin de consolidar sus cimientos, amenazados de co-rrientes subterráneas de agua, construir galerías deservicios y eliminar con los pavimentos de maderacualquier otro riesgo de incendio o de insectos. Se laha dotado de salas de exposiciones y en el momentopresente se trabaja para ampliación de sus depósitosya totalmente llenos.

Y si bien la dotación de nuestra Biblioteca Nacio-nal y, en ge. neral, de nuestras Bibliotecas Públicaspara la adquisición, encuadernación y restauración delibros resulta —llamémosla así— notoriamente anti-cuada, la nueva reglamentación del Depósito legal haconseguido en este tiempo que llegue a nuestra pri-mera Biblioteca la totalidad de la producción impresaespañola. Ello ha permitido, además, una completay perfecta ordenación de nuestra bibliografía, con laque podemos sentirnos satisfechos.

La política de creación de Bibliotecas Públicas Mu-nicipales, a través del Servicio Nacional de Lecturacolaborar estrechamente con Diputaciones y Ayunta-mientos. Se han reglamentado las llamadas Agenciasde Lectura, que en número superior al millar reco-rren sin cesar aldeas y poblados. La tarea realizadaya por el Servicio Nacional, con más de 800 bibliote-cas, es ciertamente alentadora, si bien no todavía, nimucho menos, bastante.

Complemento de esta labor es la creación de nue-vas Casas de Cultura, en las cuales se recogen, juntoa los Archivos y Bibliotecas Públicas, las actividadesculturales espontáneas de muchas entidades locales,públicas y privadas.

El Régimen de la Propiedad Intelectual se vienedesenvolviendo normalmente, tanto en el área nacio-nal como en la internacional. España ha colaboradoen los trabajos y ha estado presente en las reunionesde los Organismos especializados internacionales.En este mismo año se reunirán conjuntamente en Ma-drid el Comité Permanente de la Unión de Bernay el Intergubernamental de Derecho de Autor de laUNESCO.

No quisiera terminar esta cita sobre algunos aspec-tos de la labor archivística y bibliotecaria del Depar-tamento sin consignar una vez más la preocupacióndel Ministerio por los cuerpos facultativos y auxiliarde Archivos y Bibliotecas. El desarrollo creciente deestos servicios, su importancia para la eficaz custo-dia de nuestro tesoro, impreso y documental, quecada día aparece como más necesaria e indeclinable,y otra serie de apremiantes razones que jamás olvido,requieren con urgencia la ampliación y rectificaciónde las plantillas. El Proyecto correspondiente ha sidoelaborado y presentado al Ministerio de Hacienda.

PROTECCIÓN ESCOLAR Y AYUDA AL ESTUDIO.

En materia de protección escolar, las líneas direc-trices ----que ustedes también conocen— han sido muyclaras. Ante todo, la de reforzar el rigor jurídico delsistema: En la actualidad el régimen de concesiónde becas, el de prestaciones del Seguro Escolar, laayuda a Profesores y graduados para la investigacióncientífica o el perfeccionamiento profesional y el pro-cedimiento de concesión de plazas gratuitas en Cen-tros no estatales, cuentan con normas objetivas y pú-blicas que han provocado un clima general de interésy confianza. Si tantos motivos se nos dan para doler-nos del desconocimiento hostil que suele acompañarinternacionalmente a nuestros esfuerzos, resulta jus-to aquí reconocer que tanto en la Exposición perma-nente de Ginebra, como en el Boletín del Bureau In-ternational d'Educ«tiou, o en los departamentos co-rrespondientes de la Unesco, se han reiterado comen-tarios elogiosos a esta marcha orientadora de la pro-tección escolar española.

Pero no basta con repartir mejor: era necesario—sigue siendo necesario— repartir más. En el curso1956-57, cuando me dirigí a este Pleno por últimavez, contábamos con 4.483 becas, dotadas con un cré-dito global de 15.736.250 pesetas. En el 57-58, pasa-mos a 8.682 becas, con un crédito de 34.356.450 pese-

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TeeM.:Mfel

VOL XLVI—NÚM. 134

LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA ALEMANA 69—(377)—CURS0 1960-61

tas. En el 58-59, descendió el número de becas a 6.451,pero su dotación económica global se elevó a 39.385.000pesetas, a través del indispensable reajuste de mó-

dulos ya notoriamente en desacuerdo con el nivel delas necesidades. En el curso 59-60 pasamos a con-

vocar 13.783 becas escolares, dotadas con 82.425.000pesetas. En el 60-61, 15.315 becas, con 95.668.000 pe-

setas. Y hace unos días, nuestra convocatoria parael curso 61-62, publicada en el Boletín Oficial del Es-tado del día 9, ha ofrecido a concurso nacional de mé-ritos la adjudicación de 15.438 becas, dotadas con

100.458.450 pesetas. Debemos añadir que durante el

mismo quinquenio se han destinado más de 50 millo-nes de pesetas en forma de bolsas de viaje, y pensionesde estudios en España y en el extranjero, para gradua-

dos y profesores. Y que durante el mismo lapso se hanconcedido más de 6.000 prestaciones del Seguro Es-colar a otros tantos estudiantes de Enseñanza Uni-versitaria o Técnica.

No creo haga falta aclarar que a la misma lineade intención de esta Protección escolar directa, res-ponde la ayuda al estudio, que supone la creación deCentros de Enseñanza protegida —Secciones Filiales

y Nocturnos del Bachillerato, Colegios adoptados yCentros de Enseñanza Laboral— abordada a travésde las Direcciones generales respectivas a las realiza-ciones asistenciales escolares, propias o de otros Or-samarnos, en forma de comedores, academias profe-

sionales, campamentos de verano, actividades depor-

tivas y artísticas y servicios sanatoriales. A todo este

intento de garantizar, hasta el máximo, la escolariza-

ción nacional, viene hoy a sumarse el gran propósito,ya realidad también, que representa la Ley de crea-ción de Fondos Nacionales de 21 de julio de 1960. Elproducto entero del impuesto sobre la renta es dedi-cado al fomento del principio de la igualdad de opor-tunidades.

Espero que dentro de pocas semanas el Gobiernopueda estudiar el plan que está elaborando el Patro-nato nacional que administra este fondo. En él seprevé la creación de varios millares de nuevas becasque esta primera fase se orientarán fundamentalmen-te para promover a los estudios de grado medio —conpreferencia a los de carácter profesional— a variosmillares de muchachos extraídos de nuestras Escue-las primarias, principalmente radicadas en los pueblosy aldeas españoles, tradicionalmente alejados de nues-tros Centros de Enseñanza. Se trata de multiplicarcon decisión el número de oportunidades para los es-colares capaces de aquéllos los sectores sociales mástradicionalmente desatendidos, con dimensión y condi-ciones que suponen un importante avance en esteterreno de la justicia social docente, donde se entra-ñan las raíces más profundas y auténticas de la ac-tual política española.

Con esto termino. No hay ya lugar para unos pá-rrafos finales. Me limito a darles la bienvenida y aexpresarles mi gratitud por su competente y eficazcolaboración pasada, que hace más fundada que nuncami esperanza en la futura.

JESÚS RUBIO GARCIA-MINAMinistro de Educación

de España.

La formación universitariaalemana y sus asociaciones

de estudiantes1. LA FORMACIÓN DE LA UNIVERSIDAD.

a ) Si un extranjero habla hoy de la formaciónde la Universidad alemana, hablará normalmentede una clase de formación, de cuyo ideal una vezSchelling explicaba, cuando él pedía que "la forma-ción especial de cada Facultad tiene que ir prece-dida del conocimiento del conjunto orgánico de la

Ciencia".Tras esta exigencia preliminar de la corriente

de los estudios, en el sentido de ideal de la Univer-

sidad de Fichte y Humboldt, debe orientarse laformación del académico alemán hacia un encuen-tro con la verdad en la investigación y hacia elinflujo personal del maestro en la enseñanza.

b) La realidad actual de la formación de laUniversidad alemana, no corresponde, sin embargo,a este ideal. El ideal de la Universidad de Humboldt

correspondía la época del Positivismo con su creen-cia en el progreso. Con el profundo cambio de estaactitud ante la vida se tiene que modificar la es-tructura de la Universidad, que está unida concualquier ideal del Estado y de la Sociedad. Elideal de la Universidad de Humboldt podía sola-mente adquirir validez mientras estribaba sobre unfundamento uniforme de la formación. Como KarlJaspers ha explicado, la Universidad de Humboldttodavía representa una verdadera comunidad de

Ciencia, que estaba en verdad fuertemente ligadoen contraste con la Filosofía y la investigación em-pírica, pero que justamente a través de esta ten-sión prestaba a sus miembros una extraordinariafuerza para la vida pública. Con la victoria de lasciencias positivas y la consiguiente dispersión delas facultades, especialmente el consiguiente aisla-

miento de la Filosofía, desaparecía el fundamentouniforme de la formación de la Universidad y conesto la importancia de la Universidad para el Es-tado y la Sociedad.

c) Al aislamiento de la Filosofía a través de lavictoria de las ciencias positivistas correspondió un

proceso de crecimiento de la Economia y de laTécnica. El llevó consigo una revolución social que

destruyó la estructura uniforme de la Sociedad, queintegraba al hombre casi automáticamente en nue-

vas asociaciones de intereses interdependientes. Esta

Revolución condicionaba a la vez la creación de